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Soldado católico

Todos los bautizados católicos son llamados a formar parte de la milicia


celestial. Y para vivir esa verdad, 1hay que hacer un acto que conciencia vivo y puro y
decir creo creo creo. Creo que estoy desterrado, creo que este es un mundo temporal,
creo que no me debo enamorar de las cosas materiales, creo que debo ser una
persona buena, obediente, honesta, sincera, con valores, moral. Creo que debo
respetar mi vida y la de los demás, creo que debo ser un militante de mi parroquia,
creo que debo obedecer a la jerarquía eclesiástica y estar atento a lo que dice el
santo Padre que es nuestro guía y nuestro pastor, y debo ser un soldado eucarístico
que invierto gran parte de mi vida a los pies del sagrario, para que ese sol que viene
de lo alto me pueda broncear y liberarme de toda clase de males, y a través de mí
pueda yo brillar por tanto que vivo bajo el sol que viene de lo alto. Y por eso
cuando salgo soy luz para el mundo porque estoy bronceado con la eucaristía.
“Ustedes saben lo que yo les estaba halando antes de un soldado mal
uniformado, que no sabe disparar sus armas, que no tienen ni idea ni le puso
cuidada a todo lo que le explicaron de quien era el enemigo, cómo iba a actuar ante
él cuando lo lleven a la batalla. En eso nada le puso cuidado, es un desorden total,
ni siquiera tiene conciencia de que es militar, o sea ese es un soldado que no está
activo, no sirve para nada, no se puede confiar en él. Eso es lo mismo que un
católico que no conoce su catecismo, que no conoce las escrituras, que no sabe nada
de la tradición sagrada, que no tiene ni idea que es un doctor de la Iglesia, que no
sabe que es la liturgia, que no tiene ni idea por qué el padre está vestido de morado,
no sabe nada, es un soldado desordenado. No tiene ni idea de que es militar, viene
como un zombi a la iglesia, a tener una experiencia religiosa de pordiosero, a pedir
cosas como si fuera magia a la Iglesia. Si muere una persona así siendo católica,
vivirá siglos de purgatorio tratando de enderezar la milicia que vivió, que no
cumplió. Siglos de ver el desperdicio tan espantoso de esta vida terrenal cuando se
nació para militar y se convirtió en gentil, en civil, o sea es un desertor.

El día que usted muera será llamado en lo que el Señor le confió. Usted es
responsable de todo el territorio de almas que el Señor le confió, para defender.
Toda la humanidad entera que cruza en su camino, aunque sea por un minuto está
en territorio militar. Porque cuando usted camina con el Señor, y usted es vehículo
del Espíritu Santo, sagrario del Señor, por donde usted pasa huyen los demonios.
Y por eso cada persona que usted se cruza en el camino queda bendita por su
presencia, se bendice. Y esa bendición actúa en cada persona.

1 La milicia católica. M. Restrepo.

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