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EL COMERCIO Y LA ECONOMÍA.
TIEMPOS PRIMITIVOS:
Cuando el hombre era nómada y llevaban una vida rudimentaria, obtenía sus productos
de lo que le ofrecía la naturaleza, no existía la moneda ni el crédito ni el cambio, no
existía entonces un Derecho Mercantil, pues no existía comercio.
Cuando el hombre se vuelve sedentario, se agrupan en concentraciones sociales, en
tribus y se celebra el cambio a través del trueque y nace una vida comercial
rudimentaria, regidos por la costumbre comercial.
En el periodo neolítico, el hombre se agrupa en tribus y se hace sedentario, y en el
paleolítico aparecen la apetencia humana de aquellas cosas que carecen y producen
los demás, pero su ignorancia le impide el conocimiento de la actividad comercial, y es
la fuerza y la violencia la manera de adquirirlas.
Marco Polo, viajero del siglo XIII, dijo haber visto funcionar en la ciudad de Kanfú (China)
tribunales de comercio y decía que de tiempos remotos conocían el papel moneda y la
letra de cambio. A su vez el Código de Manú, libro sagrado de la India (siglos XIII y XII
a.C.) regulaba el préstamo a la gruesa ventura, que era un contrato de comercio de
carácter aleatorio de transporte marítimo de mercancías, y si el buque se hundía, los
comerciantes estaban obligados a tirar su mercancía al mar sin retribución alguna del
transportador o dueño del buque.
El comercio en Asiria y Babilonia tuvo gran importancia. Babilonia es llamada la ciudad
de los mercaderes por el profeta Ezequiel en la Biblia, y se dice que en tiempos remotos
existían bancos y sociedades mercantiles, conocieron el contrato de préstamo, créditos
nominativos y al portador, la letra de cambio y crearon el sistema de pesos y medidas
que el mundo heredó.
El pueblo judío ejerció el comercio bancario, y la Biblia aconseja a los judíos depositar
sus talentos en los bancos, pues estos los devolverán doblados, y los judíos hasta el
momento eran dueños de la banca mundial.
EL COMERCIO EN GRECIA:
EL COMERCIO EN ROMA:
Los romanos no legislaron en materia comercial, fueron los padres del Derecho Civil,
miraban con desprecio las actividades mercantiles, el ciudadano que poseía el IUS
GENTIUM o el IUS CIVILE no ejercían el comercio, era una actividad de segunda clase
que la ejercían los libertos, los esclavos y los extranjeros.
El Derecho Romano copia las Leyes Rhodias y las incorpora al Digesto para regular
asuntos mercantiles.
PERIODO DE LA CODIFICACION:
Colombia fue conquistada por el Imperio Español y debe tenerse en cuenta entonces
los periodos de la Conquista, la Colonia y los primeros años de vida independiente,
presentándose los siguientes periodos:
LEY COMERCIAL:
LA COSTUMBRE COMERCIAL.
El Art. 3° C.Co. Declara: “La costumbre mercantil tendrá la misma autoridad que la ley
comercial, siempre que no la contraríe manifiesta o tácitamente y que los hechos
constitutivos de la misma sean públicos, uniformes y reiterados en el lugar donde hayan
de cumplirse las prestaciones o surgido las relaciones que deban regularse por ella”. La
norma anterior acepta la aplicación de la costumbre comercial a falta del Código de
Comercio o norma escrita, la que tendrá la misma autoridad que la ley. En estos casos
la costumbre comercial suple a la ley, pero de ninguna manera la sustituye.
En la antigüedad el Derecho Comercial vivió bajo la codificación de la costumbre, de
allí su característica de ser un Derecho Consuetudinario. Nuestro Código de Comercio
no define la costumbre comercial, en todo caso es lo mismo que el uso y estos vocablos
son sinónimos. El uso es la manera cómo se revela la costumbre y los usos repetidos
con efectos jurídico-patrimoniales constituyen Derecho a falta de legislación positiva.
En el Libro de las Siete Partidas de Don Alfonso El Sabio encontramos la definición de
la costumbre como el derecho o fuero que no se ha escrito pero que lo han usado los
hombres durante largo tiempo para los casos y razones que ellos consideraron útil. La
costumbre es regla o norma de conducta que nace espontáneamente en la vida del
comercio para resolver conflictos que se suscitaron cuya aplicación se extendió a los
casos que tengan la misma analogía, toda vez que la costumbre es una conducta
repetida. Es que al señalar la historia del Derecho Comercial nos damos cuenta que por
muchos siglos éste vivió bajo el influjo de la costumbre en razón a que no había Derecho
Comercial escrito sino hábitos repetidos con distintas proyecciones sociales que
posteriormente fueron la base para formar el Derecho Escrito.
Para que ésta tenga la misma autoridad que la ley comercial es preciso que se cumplan
dos requisitos: En el orden interno la costumbre a su vez debe cumplir dos modalidades:
ser necesaria y debe ser buena. Es necesaria la costumbre cuando exista un conflicto
e intereses patrimoniales en materia mercantil y no exista norma comercial que regule
ese conflicto. Respecto de la bondad de la costumbre (que debe ser buena) hace
referencia de que ésta deba estar de acuerdo con la tradición jurídica, que no se trate
de prácticas opuestas que afecten el orden público y la moral cristiana, por eso la
doctrina afirma que son costumbres ilegales aquellas que contraríen el orden jurídico.
El Art. 13 de la Ley 153 de 1887 vigente a la fecha y sustituyó como condición general
que la costumbre esté de acuerdo con la moral cristiana y textualmente señala: “La
costumbre, siendo general y conforme con la moral cristiana, constituye derecho, á falta
de legislación positiva”.
En el orden externo la costumbre debe cumplir con los requisitos que menciona el Art.
3° C.Co. y estos son:
1. No debe contrariar ni manifiesta o tácitamente las normas del Código de Comercio de
carácter imperativo y dispositivas por vía principal, pues una de las funciones que
cumple la costumbre es de complementar la ley y no de sustituirla, suple los vacíos
cuando no exista norma escrita. El normativismo jurídico mercantil acoge como fuente
directa y principal a la ley comercial y confiere a la costumbre una autoridad supletiva.
2. Debe ser espontánea porque es de regla de conducta, nace espontáneamente en la
vida del comercio y esto la distingue de la ley porque la ley es regla preparada y
convenida por el legislador, en cambio la costumbre nace espontáneamente.
3. Los usos deben ser reiterados, esto es repetidos de manera constante, excluye el
ejercicio esporádico y sin tradición jurídica.
4. Los usos deben ser uniformes, esto es que no son reglas para aplicarlas a una solo
caso, deben servir para resolver todos los casos que se presenten con relaciones
análogas, la costumbre debe ser regla de común aceptación, fruto de una experiencia
colectiva, en otros términos debe ser social, por lo menos en la región donde se aplica.
5. La costumbre debe ser pública porque debe ser conocida por todos por ser reglas
aceptadas por un núcleo social quienes deben dar fe de esos usos que se aplican como
reglas de conducta.
Según la ley SECUDUN LEGEM, más allá de la ley PRAETER LEGEM y contra la ley
CONTRA LEGEM:
a) Según la ley: Es la misma costumbre normativa que se practica sin contrariar los
principios sustanciales de la ley. Es la costumbre que sirve para suplir la ley o
complementarla, integra las normas legales de la legislación comercial.
b) Costumbres más allá de la ley: También se las conoce con el nombre de costumbres
extralegales, prevén lo no previsto en la ley, enmienda los errores y deficiencias de la
norma escrita, surge con profundidad en ausencia de textos legales (Art. 7° Ley 256 de
1996 que regula los actos e competencia desleal).
c) La costumbre contra la ley: Tiene como objetivo derogar la ley. Su aplicación es en
contra de la ley, por ello es una costumbre inadmisible toda vez que uno de los
requisitos para aplicar la costumbre es de que esta no se oponga a la norma escrita.
Por eso el Art. 8° C.C. señala: la costumbre en ningún caso tiene fuerza en contra de
la ley y no podrá alegarse el desuso para su inobservancia. Al respecto deben
consultarse los siguientes criterios jurisprudenciales sobre costumbres ilegales:
CORTE CONSTITUCIONAL: Sentencia C-224 de 1994 M.P. Jorge Arango Mejía
CONSEJO DE ESTADO SECCIÓN TERCERA: SENTENCIA 14330 M.P. Ricardo
Hoyos Duque.
Las costumbres comerciales autorizadas por la ley cumplen con las siguientes
funciones:
1. Interpretan la norma legal (costumbre interpretativa): Es la costumbre que
menciona el Art. 5° C.Co. cuando precisa el sentido de las palabras o frases técnicas
de las actividades comerciales, indaga la intención de las partes y por ello también
interpreta el contrato.
2. Integra las disposiciones normativas: Son costumbres integradoras de la ley, es la
misma ley la que invoca y eleva a categoría de preceptos las costumbres de esta
naturaleza. La ley determina estos casos concretamente para completar el contenido
de las disposiciones legales.
Ej.: Art. 640, 827, 842, 871, 909, 912, etc. C.Co.
3. Colma las lagunas de la ley: Existen costumbres que suplen los vacíos que deja la
ley, cuando a falta de norma expresa o aplicable por analogía de sus disposiciones o
convenios contractuales surgen como reglas de conducta las costumbres del lugar
donde han nacido las relaciones o han de cumplirse las prestaciones pactadas y este
es quizás una de las funciones más importantes que cumple la costumbre.
A su vez el Art. 6° C.Co. señala que “La costumbre mercantil se probará como lo
dispone el Código de Procedimiento Civil. Sin embargo, cuando se pretenda probar con
testigos, éstos deberán ser por lo menos, cinco comerciantes idóneos inscritos en el
registro mercantil, que den cuenta razonada de los hechos y de los requisitos exigidos
a los mismos en el artículo 3º; y cuando se aduzcan como prueba dos decisiones
judiciales definitivas, se requerirá que éstas hayan sido proferidas dentro de los cinco
años anteriores al diferendo”.
En conclusión, los medios probatorios anteriores son taxativos, no hay otros medios de
prueba para demostrar la costumbre comercial. En Colombia frente a estos hechos no
hay libertad probatoria.
El Art 7° C.Co. señala cómo se prueba la costumbre comercial y dice con certificación
autenticada como lo previene el Código de Procedimiento Civil de una entidad
internacional idónea que dé fe de la existencia de esa costumbre, y con copia
autenticada conforme al Código de Procedimiento Civil de la Sentencia o laudo arbitral
que dé fe de esa costumbre.
Ahora bien, si no hay entidad idónea ni Cámara de Comercio en dicho lugar, se recurrirá
a dos abogados que cumplirán con las siguientes condiciones:
ESTIPULACIONES CONTRACTUALES.
El contrato es otra fuente directa del Código de Comercio, desde luego después de la
ley, lo define el Art. 864 C.Co. “El contrato es un acuerdo de dos o más partes para
constituir, regular o extinguir entre ellas una relación jurídica patrimonial”. A su vez el
Art. 1602 C.C. declara que “todo contrato legalmente celebrado es una ley para los
contratantes, y no puede ser invalidado sino por su consentimiento mutuo o por causas
legales”. Finalmente el Art 4° C.Co señala: “Las estipulaciones de los contratos
válidamente celebrados preferirán a las normas legales supletivas y a las costumbres
mercantiles”.
En el Derecho Mercantil muchos contratos están intervenidos por el Estado desde que
nacen hasta que extinguen, tal es el caso del contrato de arrendamiento de locales
comerciales, de transporte en todas sus modalidades, de sociedad, de seguro, de
Leasing comercial, de Factoring, etc. La fuerza obligatoria de los contratos radica en el
postulado del Art. 1602 C.C. La ley considera a los contratantes como legisladores
particulares, reformando o derogando las leyes dispositivas o supletivas, voluntad
contractual que no puede estar en contra de las disposiciones imperativas del Código
de Comercio y del Código Civil, tampoco de las dispositivas de carácter principal pues
carecen de fuerza obligatoria frente a ellas.
LA JURISPRUDENCIA COMERCIAL:
En el periodo antiguo fue la jurisprudencia de los tribunales de comercio los que crearon
la doctrina para resolver conflictos comerciales. Allí encontramos a los Rules de Olerón,
el Consulado el Mar y las Ordenanzas de Wisby, entre otras que no son otra cosa sino
sentencias dictadas por los magistrados pronunciadas en conflictos comerciales para
resolver asuntos de comercio.
Hoy los tribunales del país realmente no crean normas comerciales, sino que aplican la
norma imperativa comercial y en función de esa aplicación crean la doctrina o la
jurisprudencia. El Art. 4° de la Ley 169 de 1896 vigente a la fecha declara: “tres
decisiones uniformes dadas por la Corte Suprema de Justicia como tribunal de casación
sobre un mismo punto de Derecho constituyen doctrina probable y los jueces podrán
aplicarla en casos análogos, lo cual no obsta para que varíe la Corte la doctrina en caso
de que juzgue erróneas las decisiones anteriores”. Las decisiones jurisprudenciales de
la Corte Suprema de Justicia no son obligatorias su aplicación, son potestativas por el
juzgador acatarlas y aun en cualquier tiempo la propia Corte podría abrogarlas.
Las sentencias judiciales de acuerdo al Art. 17 C.C. solo tienen fuerza obligatoria
respecto de las causas en que fueron pronunciadas, es por tanto prohibido a los jueces
proveer en los negocios de su competencia por vía de disposición general o
reglamentaria.
EL DERECHO CIENTÍFICO:
LEY EXTRANJERA:
Es la tercera y última fuente impropia del Derecho Comercial que tiene el carácter de
ser cosmopolita, uniforme, progresista e internacional, es que la propia Comisión
Redactora del Código de Comercio para redactar nuestra actual legislación mercantil
se fundamentó en la legislación extranjera. Disposiciones de otros países que han sido
adaptadas a nuestra idiosincrasia creando figuras comerciales que han sido aceptadas
por la Comunidad Internacional, de allí la razón para que averigüemos el contenido de
la ley extranjera para interpretar nuestras propias disposiciones, pues la Comunidad
Internacional ha aceptado figuras como en los negocios a distancia, al compraventa, el
transporte, los seguros, créditos, títulos valores, etc.
JERARQUÍA DE APLICACIÓN DE LAS NORMAS COMERCIALES.
1. Normas imperativas del Código de Comercio, normas del Código Civil que invoca
expresamente el Código de Comercio, normas dispositivas principales del Código de
Comercio.
2. Las estipulaciones contractuales o convencionales creadas conforme a las normas
imperativas señaladas.
3. Las normas dispositivas por vía supletiva señaladas en el Código de Comercio.
4. La analogía
5. Las costumbres comerciales en el siguiente orden: local, nacional, internacional y
extranjera.
6. Disposiciones del Código Civil que invoca el Art 2° C.Co.
Hoy el acto de comercio está referido a una actividad económica como lo dice el
profesor Tulio Ascarelli: “el acto de comercio es equivalente a negocio como resultante
de uno o varios negocios jurídicos económicos y quien realiza esa pluralidad de
negocios de manera ordinaria, habitual y profesional con actos coordinados, repetidos,
en serie y sistemáticos adquiere en Colombia la Condición de comerciante excluyendo
ocasional o esporádico (Art. 11 C.Co.).
El tratadista italiano Alfredo Rocco ha buscado señalar las fronteras divisorias del acto
de comercio y del acto civil, más dada su complejidad y dificultad en definirlo no es tarea
fácil encontrar esa línea divisoria, es que el acto de comercio se encuentra en distintos
factores como el de la especulación, comprar para vender, comprar para arrendar,
arrendar para subarrendar. Otras veces el acto de comercio está unido al factor
empresarial como la producción de bienes, empresas de transportes, prestación de
servicios, construcción de obras, etc. Otras veces está referido a la naturaleza
intrínseca de la actividad como las operaciones bancarias y de títulos valores, otras
veces lo encontramos introducidos en el acto como la constitución de sociedades
comerciales. En conclusión esta distinción del acto de comercio con el civil produce las
siguientes consecuencias prácticas:
1. A los actos mercantiles se les aplican normas de Derecho Comercial, a los civiles
normas del Derecho Común.
2. Si el acto de comercio se realiza en forma ordinaria, habitual, coordinada y de manera
profesional imprime a quien lo realiza la calificación de comerciante.
3. Si el negocio es mixto, es decir de naturaleza comercial y civil al mismo tiempo para
una u otra parte, se regirá por las normas del Derecho Comercial dada la relevancia e
importancia del acto de comercio (Art. 22 C.Co).
4. Los actos coordinados, operaciones en serie y estables constituyen la empresa
mercantil que hoy remplaza la vetusta expresión “actos de comercio”.
La doctrina comercial ha ideado varias teorías para explicar el acto comercial sin que
hasta ahora haya sido posible obtener una solución al problema, pues ninguna teoría
lo explica satisfactoriamente. Veamos las más importantes:
Por ser enunciativa esta enumeración cabe la aplicación o extensión analógica, esto es
pueden enlistarse otras actividades como mercantiles distintas de las allí señaladas,
por eso el Art. 24 C.Co. señala que los jueces podrán resolver los casos ocurrentes por
analogía de las normas. Finalmente la doctrina ha señalado que el Art. 20 C.Co agrupa
asuntos mercantiles de distinta naturaleza, actos de comercio formales, subjetivos,
objetivos, mixtos, etc. aclarando que el alcance que se le da al acto de comercio la
dogmática moderna lo emplea como negocio jurídico.
Igualmente el Art. 533 C.Co. establece que el establecimiento mercantil puede ser
objeto de contrato de arrendamiento, usufructo, anticresis, prenda y cualquier limitación
o modificación a la propiedad debe celebrarse por documento escrito privado o público
con el reconocimiento de las firmas de los otorgantes, so pena de no generar efectos
jurídicos entre las partes mas si frente a terceros. Finalmente la venta o enajenación de
un establecimiento de comercio se entiende realizada en bloque como unidad
económica explotable, no se necesita detallar en el documento los bienes o elementos
que lo integran, a menos que el vendedor se reserve para sí un elemento del
establecimiento caso en el cual debe expresarse taxativamente.
El Art. 1° de la Ley 222 de 1995 distingue cuando una sociedad es comercial y cuando
es civil y dice que se tendrán como comerciales para todos los efectos legales las
sociedades que se formen para la ejecución de actos mercantiles o actos de comercio,
en tal caso la sociedad será comercial y si su actividad es mixta (actos civiles y
comerciales) la sociedad será mercantil aclarando que las sociedades que no
contemplen en su objeto actos mercantiles serán civiles, sin embargo cualquiera que
sea el objeto de una sociedad y sea anónima o de responsabilidad limitada estarán
sujetas para todos los efectos legales a la norma mercantil. En conclusión tanto las
sociedades comerciales como las civiles se sujetan a las disposiciones del Código de
Comercio, por ello los actos que nacen de la administración de la sociedad y de la
negociación de sus aportes son actos objetivos absolutos de comercio, es que los
aportes en la sociedad tienen nombres distintos, en la limitada se llaman cuota social,
en la colectiva partes de interés, en la anónima acciones.
Los títulos valores son el medio en que se vale el mundo comercial para movilizar sus
riquezas con mayor facilidad y seguridad. El Art. 619 C.Co. afirma que los títulos valores
son los documentos necesarios para legitimar el ejercicio del derecho literal y autónomo
que en ellos se incorpora, pueden ser al portador, a la orden, de contenido crediticio,
de tradición o de mercancías; por ello los títulos valores son documentos formales
porque deben expresarse en un texto escrito que deben reunir requisitos generales y
especiales que la misma ley lo exige y si carecen de esos elementos el título valor
igualmente carece de eficacia cambiaria. Los títulos valores son actos de comercio
formales absolutos que descansan en los siguientes principios fundamentales:
literalidad, autonomía, incorporación y legitimación.