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PRINCIPIOS BÁSICOS PARA UNA

ESPIRITUALIDAD FUNDAMENTAL

(“SPIRITUALITATIS FUNDAMENTALIS
PRINCIPIA METAPHYSICA”)[1]

UN ENCUENTRO ENTRE FILOSOFÍA Y ESPIRITUALIDAD

1. Años atrás, entre agosto y octubre del 2005,


escribimos un artículo, donde intentábamos
mostrar cuáles eran, en nuestra opinión, las
Constantes Básicas de una Espiritualidad
Fundamental . Partíamos entonces de la hipótesis
[2]

de que existía una Espiritualidad Fundamental en el


fondo o a la base de las diferentes espiritualidades
históricamente existentes.
Y partíamos también de la hipótesis, hoy
cada día más aceptada, de que a la base de las
diferentes religiones históricas existe siempre
una Espiritualidad Básica que le dio origen. Es su
mística.
De esta manera, la Espiritualidad se
convierte, por su parte, en el elemento más vivo y
carismático, y las religiones históricas se
convierten en el elemento más material e
institucional.
Puede darse incluso una Espiritualidad sin
religión, pero comúnmente se expresa a través de una
específica religión. Una religión sin
Espiritualidad es como un cascarón vacío: los
dogmas, principios éticos y sociales, las leyes
eclesiásticas, las jerarquías y los templos
necesitan tener de fondo una Espiritualidad que
sustenta todo esto. Si no, se convierten en
peligrosas perversiones para el espíritu humano,
destruyendo totalmente su libertad. Infelizmente,
hay varios ejemplos históricos de esto.
2. En aquel entonces encontramos una serie
de Constantes presentes en las diversas religiones
(no de una manera exhaustiva, porque pudiera haber
más), sobre todo en las religiones más universales,
y que detallaremos seguidamente. Las maneras de
expresarlas pueden ser diferentes, según las
diversas culturas religiosas, pero su esencia es la
misma.
Las formulamos, pues, de la siguiente manera
(y recomendamos la lectura del texto, para entender
qué decíamos bajo cada uno de los siguientes
epígrafes):

1. El fin del ego: el non-ego


2. El desapego o desasimiento
3. El fin del dualismo, la separatividad y la
divisividad: no-dualismo
4. El Espíritu es el Agente, el Protagonista, el
Actor fundamental
5. Actitud contemplativa vital: “no-hacer”
6. Vivir el Presente, el Aquí y Ahora: Atención
Permanente (AP)
7. “Soledad y silencio” (cartujanismo existencial)
8. La Intuición es lo primero, lo segundo es la
Intelectualidad
9. En lo cotidiano, siempre en lo cotidiano (¡no
escapar!)
10. Importancia central de la meditación (sin
objetivo)
11. Lograr la “ Sabiduría”: no sólo, ni sobre
todo, ”saberes”
12. Originalidad: originariedad (“volver al
Origen”). Autenticidad
13. Ecuanimidad/ataraxía.
14. ¡Práctica! ¡Práctica! ¡Práctica!
15. Pobreza (interior/exterior)
16. Actitud total de ‘ahimsa’ (¡no-dañar!)
17. Amor por la Naturaleza
18. Espíritu de investigación, de estudio, de
crítica y de autocrítica
19. Androginia
20. Vivencia del anti-poder (anti-autoritarismo)
21. Cosmopolitismo
22. Sentido liberador y auto-liberador
(espiritualidad liberadora). “Opción por l@s
pobres”
23. Amor-Compasión
24. Resumen-síntesis final: Estar en la Realidad,
Ser la Realidad.
3. Pues bien, después de
formular fenomenológicamente dichas Constantes,
quedaba pendiente una posterior tarea, la más
importante en nuestra opinión: la de
encontrar heurísticamente cuáles eran los
Principios Básicos que estarían a la base de todas
estas Constantes. Es ésa la tarea que llevamos a
cabo seguidamente.
Encontramos que existían dos clases de
Principios: Mega-principios y sub-principios. Los
más importantes eran, evidentemente, los primeros,
en concreto dos Mega-principios metafísicos, que
hay que entender de una manera unitaria:

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