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Universidad de San Carlos de Guatemala

Facultad de Ingeniería
Escuela de Estudios de Postgrado
Doctorado en Cambio Climático y Sostenibilidad
Curso: Cambio Climático

Química atmosférica y gases de efecto invernadero como factores


determinantes del cambio climático

M.A. Krista Ivonne Aguilar Ovando


Carné 100014408

Guatemala, 24 de agostro de 2019


Química atmosférica y gases de efecto invernadero como
factores determinantes del cambio climático

La Tierra es un sistema en constante cambio, sin embargo presenta


múltiples equilibrios entre sus diversos componentes: atmósfera, hidrósfera,
litósfera, criósfera, biósfera y antropósfera. El clima depende enteramente del
equilibrio entre estos componentes.

Este equilibrio particular y todos los cambios dentro del sistema Tierra se
encuentran impulsados por el Sol. Éste proporciona la energía que mueve y da
vida a todo el planeta a través de la radiación solar. La máquina atmosférica, en
conjunto con la concentración atmosférica de algunos gases, las nubes y los
aerosoles, constituyen el principal factor forzante del clima. Estos agentes de
forzamiento radiativo varían tanto de forma natural como por la actividad humana,
produciendo alteraciones en el clima del planeta.

Dado que la radiación solar es el empuje inicial de la circulación general de


la atmósfera, el clima de la Tierra sufre cambios cuando varía la cantidad de
radiación solar que llega al sistema climático o cuando varían las características
de reflexión-absorción-emisión de la superficie terrestre.

Figura No. 1: Gases, nubes y aerosoles de importancia radiativa en la


atmósfera.

En anaranjado la distribución vertical media de ozono y en café la temperatura. Tomados del


IPCC/TEAP 2005.
La atmósfera está compuesta en su mayoría por nitrógeno (78.1%) y
oxígeno (20.9%), mas una serie de otros gases entre los que destacan el argón,
helio y gases de efecto invernadero como el dióxido de carbono y el ozono.
Además, la atmósfera contiene vapor de agua en cantidades muy variables y
aerosoles.
Cerca del 1% de la masa atmosférica total se encuentra integrado por mas de 500
gases diferentes, sin embargo éstos se encuentran en cantidades tan pequeñas
que es difícil medirlos e incluso detectarlos.

Las emisiones naturales y antropogénicas así como la energía que fluye


desde el espacio, desde la superficie terrestre y dentro de la misma atmósfera son
los determinantes de la composición atmosférica y los cambios en cualquiera de
estos factores pueden impactar de forma progresiva dicha composición.

Los gases de efecto invernadero, tanto de origen natural como


antropogénico, absorben y emiten radiación en determinadas longitudes de onda
del espectro de radiación infrarroja emitido por la superficie de la Tierra, la
atmósfera y las nubes. Estos gases son: vapor de agua, dióxido de carbono, óxido
nitroso, metano y ozono.

El cambio de composición de gases, especialmente los gases de efecto


invernadero –GEI- es uno de los mas grandes mecanismos de fuerza internos
(mecanismos que regulan el clima en la Tierra). Aquí radica la principal
importancia del estudio de la química atmosférica, es decir, el estudio de la forma
en la que se producen, transforman e interactúan los compuestos gaseosos, en
las diferentes partes de la atmósfera, para producir otros compuestos, y la energía
que necesitan para llevar a cabo estas transformaciones.

En la actualidad la humanidad es el factor mas sustancial de cambio. Está


alterando la concentración de los gases de efecto invernadero y los aerosoles. Las
alteraciones pueden ser directas (generando y liberando mayor cantidad de los
GEI) o bien de forma indirecta (generando y liberando gases fotoreactivos en la
atmósfera, que luego darán origen a gases de efecto invernadero).

La atmósfera se encuentra integrada por varias capas que presentan


diferencia en cuanto a su temperatura y composición:

1. La Tropósfera es la capa más cercana a la superficie terrestre. Alcanza una


altitud variable de entre 6km en las zonas polares y 18 a 20km en las zonas
intertropicales.

A medida que sube disminuye la temperatura, llegando a alcanzar los -50


grados Celsius, a excepción de algunos casos en los que se observa inversión
térmica debido a causas locales o regionales determinadas.
Es en esta capa en la cual tienen lugar la mayoría de fenómenos
meteorológicos.
2. La Estratósfera es la capa que se extiende desde los 18 o 20km hasta una
altitud de 50km. En esta capa la temperatura aumenta con el incremento de
altura debido a la liberación de calor durante el proceso de transformación del
oxígeno en ozono gracias a los rayos ultravioleta.

En esta capa se encuentra la mayor concentración de ozono, en la llamada


ozonósfera. En ella se absorbe entre el 97% y el 99% de la radiación
ultravioleta de alta frecuencia.

3. La mesósfera es la tercera capa de la atmósfera terrestre. Se extiende desde


los 50km aproximadamente, hasta una altura de 80km. Contiene cerca del
0.1% de la masa total de aire. Es la zona más fría, con temperaturas de hasta -
80 grados Celsius. Debido a que esta capa se encuentra por encima de la capa
de ozono, se encuentra expuesta a toda la radiación proveniente del espacio,
por lo que en ella se llevan a cabo múltiples reacciones químicas de
importancia.

4. La Termósfera o Ionósfera se encuentra ubicada entre los 70km y los 800km


de altitud. En esta capa la temperatura aumenta con la altitud. Es la cuarta
capa de la atmósfera terrestre. La concentración de gases es muy baja y la
temperatura varía en función de la actividad solar.

5. Finalmente la Exósfera es la última capa de la atmósfera, se eleva hasta los


10,000km. Los gases en ella escapan con facilidad hacia el espacio.

Figura No. 2: Fases de la atmósfera terrestre

Representación de las 4 primeras capas de la atmósfera terrestre y sus variación en altitud y


temperaturas.
Excepto el ozono, todos los gases de efecto invernadero –GEI-
directamente influenciados por las emisiones humanas están bien mezclados en la
atmósfera, de forma que su concentración es casi la misma en cualquier parte y es
independiente del lugar donde se produce. El ozono también difiere de los demás
GEI porque no se emite directamente hacia la atmósfera, sino que es fabricado
por reacciones fotoquímicas en las que participan otras sustancias, denominadas
precursores, que sí se emiten directamente. En lo que respecta a los procesos de
eliminación, todos los gases de efecto invernadero, excepto el dióxido de carbono,
se eliminan en buena parte a través de reacciones químicas o fotoquímicas dentro
de la atmósfera.

Figura No. 3: Interacciones química-clima en la tropósfera

Importantes interacciones química-clima en la tropósfera. El color indica la dirección de


los efectos de cambio: rojo indica incremento, azul indica disminución y verde indica un
efecto variable o desconocido en la región. El tamaño de los recuadros indica la magnitud
del cambio para dicho componente.

Un número considerable de modelos ha sido desarrollado para investigar el


comportamiento de los gases de efecto invernadero en función de las variaciones
atmosféricas y las emisiones, naturales y antropogénicas, al punto de tener
ampliamente estudiado el comportamiento de los principales GEI, y de aquellos
que de forma indirecta afectan sus concentraciones.
Sin embargo cada vez es mas obvia la conexión entre la química atmosférica y el
clima. Continuamente se descubren trazas de gases de origen antrópico en la
composición atmosférica que antiguamente no se encontraban presentes, además
de observarse los incrementos en aquellos gases que ya se encontraban en la
atmósfera aunque en cantidades mínimas y que debido a la acción humana van
incrementando su concentración cada vez mas.

Según Allen y Sherwood (2008) La temperatura en la tropósfera ha venido


incrementándose cerca de 0.65K desde 1970 por sobre lo esperado de acuerdo a
los modelos de clima basados en la observación de las temperaturas en la
superficie. Estas variaciones son de importancia destacada ya que afectan el
equilibrio del ozono, uno de los principales agentes de cambio en la química
atmosférica y agente de regulación de la temperatura en la tropósfera y la
estratósfera.

Existen numerosos estudios y publicaciones que proveen información sobre


el comportamiento y la variación de las concentraciones de los gases principales
que componen la atmósfera, sobre todo aquellos que son causantes, directa o
indirectamente, del efecto invernadero. Estos estudios y modelos pueden ser
aplicados a nivel global, regional o local (por país).

Figura No. 4: Variaciones en las emisiones de SO2 y NOx

Variaciones en las emisiones de SO2 (a la izquierda) y NOx (a la derecha) en el período de 2000 a


2030

Se encuentran basados tanto en mediciones directas de las variaciones de


concentraciones, como en mediciones realizadas desde satélites, así como en
datos obtenidos sobre la ocurrencia y variación de los principales eventos
meteorológicos, que definen en buena medida la distribución de los gases en la
atmósfera.

Sin embargo, con el surgimiento de nuevos gases en la composición de la


atmósfera, debido a las emisiones de origen antrópico, el campo de la química
atmosférica se amplía y las variables de estudio se incrementan. Dado que estos
nuevos gases presentes no son inertes y tendrán participación en las reacciones
químicas que se lleven a cabo, interactuando con los gases ya existentes y dando
lugar a desplazamientos en el equilibrio químico atmosférico, así como a la
formación de nuevos compuestos.

Estas variaciones, a largo plazo, pueden tener efectos contraproducentes


para la vida en la Tierra si, por ejemplo, alteran la disponibilidad de oxígeno en la
atmósfera, o refuerzan el incremento de dióxido de carbono.

Un ejemplo poco estudiado de estos gases es el compuesto denominado


acetonitrilo.

Se conoce de la existencia del acetonitrilo (CH3CN) en la composición de la


atmósfera desde principios de los 80’s. Forma parte de los gases que constituyen
el restante 1% de la masa total de la atmósfera (el nitrógeno constituye un 78%, el
oxígeno un 20% aproximadamente y el vapor de agua puede constituir hasta un
1%).

Sin embargo, existe poca certeza en cuanto a su distribución en las capas


de la atmósfera, la forma en que se difunde y cuales son los medios de secuestro
que regulan su concentración. Singht et al. (2003) hace referencia al
desconocimiento general sobre el papel del acetonitrilo en la atmósfera y su
interacción con el océano. San-hueza et al. (2004) sugiere que el océano actúa
como un reservorio de CH3CN: tal vez el acetonitrilo en fase gaseosa se disuelve
en el agua salada fría y es liberado luego en el agua de los océanos tropicales.

El problema se complica porque existe muy pocos datos in situ sobre la


distribución de este compuesto, y aún menos datos sobre su distribución en el
océano.

Holzinger et al. (1999) menciona que la concentración total de este gas en


la tropósfera (la capa mas cercana a la superficie terrestre, que puede alcanzar los
20km de altitud) es de entre 50 y 200 ppt (partes por trillón). También menciona
que la masa total de acetonitrilo aportada anualmente a la atmósfera, proveniente
de las actividades antropogénicas se estima en 1.1 Tg (entre los principales
generadores se encuentra la quema de biomasa, que aporta hasta 0.80 Tg/año).

Según Holzinger et al. (1999) la quema de biomasa produce varios gases,


además del acetonitrilo, entre los que se encuentran el formaldehido (CH 2O),
acetaldehído (CH3CHO), metanol (CH3OH), acetona (CH3COCH3) y HCN. Todos
estos compuestos juegan un rol significativo en la química atmosférica.

Los desechos gaseosos se difunden en la atmósfera y pueden llegar hasta


las capas mas altas de la misma, alterando de forma significativa la composición
normal del medio y dando lugar a reacciones que aún desconocemos.
Brasseur (1985) refiere que la precipitación y la captura en el océano a
través de reacciones con OH (cuya velocidad es extremadamente lenta) podrían
ser los principales responsables de su regulación, pero solamente pueden
consumir hasta el 30% de la tasa de emisión global

Se estima que la vida del acetonitrilo es de alrededor de 6 meses, haciendo


a esta molécula útil como marcador de la quema de biomasa y otros procesos
atmosféricos de transporte.

La primera medición satelital por medio de infrarrojo (IR) para el acetonitrilo


en la atmósfera terrestre fue realizada con la herramienta MLS (Microwave Limb
Sunder) instalado en el UARS (Upper Atmosphere Research Satelite), esta tuvo
lugar hasta 2011 de acuerdo con Harrison y Bernath (2013).

Dado que el acetonitrilo se dispersa en la atmósfera y llega hasta la capa


fotoreactiva de la misma, se encuentra sujeto a descomposición e isomerización,
dando lugar a la formación de numerosos compuestos, tal como ocurre en otros
planetas. Además puede reaccionar con oxígeno dando lugar a diversos
compuestos. Estas reacciones con acetonitrilo se encuentran poco estudiadas
cuando tienen lugar en mezclas con alta concentración de oxígeno.

Determinar cuáles son estos compuestos que se forman con la


descomposición del acetonitrilo y cuál será su efecto a largo plazo en la
composición de la atmósfera forma parte del trabajo de la química atmosférica.

Como puede verse, la relación entre la química atmosférica y el clima es


innegable y altamente compleja. Se requerirá de estudios profundos y muy
específicos para conocer en su totalidad la forma en la que interactúan los gases
presentes actualmente en la atmósfera, así como el potencial peligro en la
liberación de nuevos gases.

Desde la perspectiva de países pobres y de escasos recursos para la


investigación es difícil pensar en ser partícipe de dichos estudios. Pues el enfoque
es siempre mas cercano, mas dirigido a la problemática nacional actual, forzado
por la necesidad de resolver problemas puntuales que afectan directamente a la
población (sean estos, por ejemplo estudios de mitigación de los principales
impactos ambientales que la actividad humana local provoca). Sin embargo es
importante recordar que la Tierra es un equilibrio completo, como unidad, y que los
cambios que tienen lugar en un punto, pronto afectarán el planeta entero.

A pesar de los escasos recursos invertidos en investigación es posible


realizar aportes desde el punto de vista teórico y experimental básico, pues la
química atmosférica es un tema muy amplio que acepta y exige todos los recursos
disponibles para su comprensión.
Bibliografía

1. HAMM, Stephan y WARNECK, Peter. The interhemispheric distribution and the


Budget of acetonitrile in the troposphere. Journal of Geophysical research, vol. 95.
1990.

2. SOLOMON, Susan. Minor constituents in the stratosphere and mesosphere.


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3. HOLZINGER, Rupert y WARNEKE Casten, et. al. Biomass burning as a source of


formaldehide, acetaldehyde, metanol, acetone, acetonitrile, and hydrogen cyanide.
Geophysical research letters, Vol. 26, No. 8, 1999.

4. BRASSEUR, G. Et al. Is hidrogen cyanide (HCN) a progenitor of acetonitrile


(CH3CN) in the atmosphere?. Geophysical Research Letters, Vol. 12. No.3 1985.

5. ALLEN, Nicholas y HARRISON, Jeremy, et al. Acetonitrile (CH3CN) infrared


absorption cross sections in the 3 m región. Journal of Quantitative
Spectroscopy & Radiative Transfer. 2011.

6. HARRISON, J. J. y BERNATH P. F. ACE-FTS observations of acetonitrile in the


lower stratosphere. Atmospheric Chemistry and Physics. 2013.

7. BENAVIDES, Allen y LEÓN, Gloria. Información técnica sobre gases de efecto


invernadero y el cambio climático. Instituto de Hidrología, Meteorología y Estudios
Ambientales –IDEAM-. 2007.

8. I.S.A. Isaksen et al. Atmospheric composition change: Climate-Chemistry.


Atmospheric Environment. Vol. 43. 2009.

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