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1. Psicoanálisis. l. Título
CDD 150.195
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prendido la reprografía y el tratamiento informático, sin la autorización escrita de los editores.
OTIUM EDICIONES
25 DE MAYD 30 - 7 B
SAN MIGUEL DE TU CU MAN
ISBN 978-987-23398-0-7
RESPONSABLES DE lA TRANSCRIPCIÓN
Viviana Carrasco I Ofelia Wyngaard I Carlos Yamin
COLABORARON EN lA CORRECCl0•J
Exequiel Jiménez I Lucrecia Russo I Daniela Villalbal
FUNDAMENTOS DE LA CLÍNICA ANALiTICA
Y que los hombres se estrellan contra algo que se llama la angustia de cas
tración. Este serfa el límite al que llega Freud.
Para saber por qué Freud llega al límite de decir que no se puede atravesar
esta angustia de castración en el varón como no se puede atravesar este
empeño del pene en la mujer, hay que entender lo que Lacan llama el peca
do original de Freud. Lacan dice que siempre.tiene. que haber un pecadp
originai, siempre tiene que haber un n¡ito, que tiene que ver con la culpa .
con el de�eq; y que el de Freud era un pecado original muy particular, que
era el de las histéricas.
Ustedes tienen que observar que el psicoanálisis no comiC'n7.J como una
relación médico-enfermo sino como una relación hombre-mujer. Es la rela
ción de Freud con las histéricas, esto es el origen del psico.111.\lisis. Ton es
así que en unos escritos técnicos "Sobre la iniciación del tratamiento" Freud
compara el análisis con la gestación de un niño. Dice que un iln.11isis es
corno un hombre que puede embarazar a una mujer, pero no puede decidir
qué engendrar con esa mujer, ni siquiera puede decidir el sexo c.Jr la criatura
que va a engendrar.
Es decir, que si el análisis excluye la relación sexual de entrada es porque
justamente la relación sexual anularía el análisis, porque un análisis no es
una relación médico-enfermo. Esta ética no siive para un médico, porque
nosotros no podemos decir que un médico no podría atender a una persona
con la que tiene relaciones sexuales. Sin embargo ¿por qué un analista no
puede tener relaciones sexuales con su analizante? No puede tenerlas quiere
decir que en caso de tenerlas, desapareció el psicoanálisis, porque el psicoaná
lisis es los efectos que pruduce esta suspensión de la relación sexual.
Es importante darse cuenta que esto no está fundado en un prejuicio mora
lista ni nada por el estilo. Simplemente si se tienen relaciones sexuales con
alguien que está en análisis con uno, a partir de entonces no tendrá ese
análisis. Esta es la tesis de Freud.
El hecho de que a Freud se le ocurriese fundar la cuestión no sobre una rela
ción médico-enfermo sino sobre una relación hombre-mujer que ha dejado
fuera la relación sexual, es lo que va a permitir que la respuesta que estas
mujeres dan a lo que Freud les propone, sea sexual.
Si descubre la sexualidad de la neurosis es justamente porque se ha inventa
do un dispositivo donde no hay relación sexual1, lo cual permite hacer ap;.
recer todas las fantasías sexuales, etc. A tal punto que Freud proponía a sus
analizantes una regla, que nunca se la nombra, que es la regla de abstinencia
y que no era solamente de abstinencia en la relación analista-analizante sino
que él proponía a sus pacientes que se abstuvieran incluso de relaciones
sexuales en su vida cotidiana para poder fantasear sobre esas relaciones, en
lugar de realizarlas.
10 ICLASEUNO
GERMÁN GARCÍA
Serge Cottet, comentando esta afirmación de Lacan, dice que se trata del
deseo del hombre, el deseo histérico es el deseo del hombre. No el de cual
quier hombre sino el deseo del padre, aunque cualquier hombre pueda servir
siempre y cuando desee a otra mujer que no sea Dora. Cualquier. hombrg
ciue desee a otra mujer puede servir para funcionar como equivalente deJ.
• deseo paternq. Se trata del deseo del hombre. Por eso Lacan dice que hacer
el histérico es hacer el hombre, no hacer la mujer. Aunque hay histerias
femeninas y masculinas.
Hay otra mujer, evidentemente, pero esa otra mujer siempre cumple la fun
ción de plantearle a la histérica el enigma de su propia femineidad. que es
como se le aparece la señora K. J Dora.
Y es por eso que es muy fácil confundirse en la histeria, confundir la relación
histeria/ homosexualidad porque la pregunta puede tomar como objeto J la
otra, pero la cuestión es cuál es la pregunta que está en juego.
Podemos decir, que en la histeria siempre va a haber otra mujer que plantee
la pregunta: ¿quién es? Y a su vez, si ella se pregunta cuál es su deseo es por
que, al estar identificada al deseo del padre, ella se extravía respecto al deseo
·�menino", entre comillas.
Esto va a modificar una afirmación que se hace muy rápidamente, y que es
decir que la mujer funciona como falo o cosas por el estilo. En verdad la
histérica se identifica a ese lugar fálico. Pero Lacan dice que el deseo de una
mujer sería un deseo que la pone en posición de objeto causa, de objeto a.
Si hay un inconveniente en la histeria, justamente, es no colocarse en ese
lugar de objeto causa. Digo esto porque se confunden las dos cosas, se habla
de la femineidad como si fuera la histeria, Lacan separa lo que es la histeria
y lo que es la feminidad, empeñada (Neid) en otra cosa.
Lacan habla de histeria, vean los Escritos, habla de la mujer como falo, el
falo velado, etc. Cuando habla de la femineidad, en Encare, el Seminario
XX, habla de la mujer en tanto se relaciona de alguna manera con el objeto
causa del deseo.
Entre Freud y Lacan lo que cambia en los fundamentos del psicoanálisis es
este lugar de la feminidad, este lugar de la mujer. En verdad Cottet aquí roz.n
el tema pero no Jo continúa. Dice que habría que criticar la tesis de Freud
sobre la mujer para entender la diferencia entre Lacan y Freud. lnteres.nn las
dos cosas. entender bien cuál es la tesis que tiene Laca n sobre la femineidad
y entender bien cuál es la crítica que hay tácitamente, en Lacan, .n la posición
de Freud sobre la feminidad.
El que ha hecho este trabajo es Paul Laurent Assoun. No está traducido. se
llama Freud y la mujer, donde él demuestra, creo que bastante bien, cómo
la teoría freudiana sobre la mujer en verdad es una especie de paráfrasis de
la teoría bíblica sobre la mujer. Lo que Assoun plantea es que si se toma la
12 IClASEUNO
FUNDAMENTOS DE LA CLÍNICA ANALfTICA
pasion� que haría posible alguna cuestión referida al dese�. Lacan, a las
pasiones, las ordena en tres: amor. odio e ignorancia. Como se dice, las tres
cosas que dificultan la vida son lo que se ama, lo que se odia y lo que se
ignora; si no se amara, no se odiara ni se ignorara, la vida funcionaría bien.
Pero las tres pasiones del yo son estas tres: el amor, el odio, la ignorancia.
Si bien Lacan va a marcar que estas tres pasiones no tienen el mismo esta
tuto, el amor y el odio aparecen en lo imaginario, la ignorancia tiene una
estructura simbólica. Que sea simbólica significa que la ignorancia es estruc
tural 122.ra el su�. O sea, el hecho de estar constituido por el incouscien\¡"
hace ffi!e el sujeto se ignore como causa de sí. O, como dice Lacan en algún
lado, podemos decir dos cosas: o el sujeto no es la causa de sí, o bien es
una causa de sí escindida, dividida. O, digamos, el sujeto se despreocupa de
la causa de sí y anda por el mundo y se acabó, o, en el momento en que el
sujeto se pregunta sobre la causa de sí aparece como escindido.
Cottet dice: "Aplicado a las euros de Freud. la fórmulil, o sea, el deseo del
hombre es el deseo del Otro, esta fónnulil. aplicado a las curas de Freud nos
invitaría a dar a luz al hijo de Freud sobre el diván histérico". Se está refirien
do a Breuer. "Lo cual se reduce a escucharse decir lo que se quería escuchar:
liJ. escena de seducdón corno real a desenmascarar llega en el momento
oportuno. Se puede fddlmente, en efecto, observar cómo la sexualidad hace
su e,urada en la escena analítica por un peco.do original, según la expresión
. de l.acan, que no es nada menos que el deseo de Freud. También la histérica
nos pone, dice Laca, sobre li1. pista de un cierto pecado original del análisis;
es necesario que haya uno, el verdadero sólo puede ser una única cosa, el
deseo de Freud mismo, a saber, el hecho de que algo, en Freud, jamás fue
analizado". Y van a ver que esto que no es analizado es la relación de Freud
a lo femenino.
Hay otro libro que analiza bastante bien este problema en Frcud, el libro
de una filósofa que es amiga mía. Lo hice traducir y lo prologué, se llama:
El enigma de la mujer, de Sarah Kofman, Editorial Gedisa. Ella cuenta que
F'reud temía morir antes que su madre, y que decía: "Yo quisiera que ella
muera primero porque va a sufrir mucho si muero yo".
En especial hay que leer un texto de Freud que se llama "El tema de la elec
ción de un cofrecillo", de 1913, donde él habla de las Parcas (Cloto, Laquesis
y Átropos). La mujer como madre. la mujer como amada y la mujer como
muerte. Y lo que plantea es que el hombre no tiene relación con una mujer.
Eso está en la vertiente esta de "no hay relación sexual". Una mujer para un
hombre es la muerte (en Buenos Aires se dice que una mujer es la muerte
cuando es fea).
La mujer como muerte, la mujer como amada, la mujer como madre. Estas
tres posturas de la mujer, habría que ver si se cumplen en otras culturas,
14 lctASEUNO
FUNDAMENTOS DE LA CL!NICA ANALfrtr.A
das por una de sus padentes: Emmy van N. agobiada por su charla. ( Freud le
dice/: Le doy plazo hasta mañana para recordarlo. Y hete aquí que me dice,
con expresion ce descontento. que no debo estarle preguntando stempre de
dónde viene esto y esro otro. sino dejarla contar lo que tiene para decLrme. Yo
convengo en ello". Freud acepta el juego. Esta es la famosa Emmy von N. que
le dijo a Freud, "Bueno viejo, pará, yo también deseo".
"Vemos aquí que. al poner a Freud en su lugar. Emmy le asigna uno que
Feud entonces no inventó, el de psicoanalista." Freud se ve obligado por
una paciente a ocupar el lugar del analista, mientras que una vez que el psi
coanálisis está inventado, las nietas por decirlo así, de esta histéricJ, vienen
a sacarlo al analista del lugar en que su abuela lo puso. Porque Freud no
paraba de hablar y ella le dijo: "Por qué no te callas y nw escuch.:1s un poco''.
Y ah, fue que aprendió. Entonces, los nietos de Frcud se encut'ntran ahora
con las nietas de esta mujer que. al contrario, dice11: "Por que no me dices
algo, habla tú, quiero escuchar tu hermosa vo;,;",
"Ademds. enseñándole a callarse y evidentemmte sin sal;erlo, ella indica cuál
es el motor de esa curiosidnd abrasadorci. indiscreta e insadable: el deseo de
Freud, ignorado por él mismo".
Ese "por qué no te callas" de esta hisléricJ funciona como una interpreta
ción. Creo que este libro tienen que leerlo, es sencillo.
Después seguiremos por un seminario difícil que se llama El acto psicoanalitim. Y
voy a usar el resto del tiempo pnra comentar "Variantes de la cura tipo''.
La vez pasada les comellle la primera frase, "Variantes de la cura-lipa. este
título constituye un pll.'onasmo, pero no sencillo: señalándose con una connu
du:ci.ón. no por ello es menos COJO." Les había comentado esto y la solución
de Millcn. Un pleonasmo es una repetición.
Variames de la cura tipo, hay que juntar "variantes" con "tipo" y "cura"
con "ética". segun Miller. Ese es el término que falta. es un pleonasmo al
que le falla un cérmino. Si no se explica, no se emiendc por que dice: "este
título constituye un pleonasmo ... ", o sea, una repetición, ·: .. pero no sencilln:
señalándose con una contradicción. no por ello es menos co10." Es decir. por
ello le falta un término.
18 iCLASEUNO
FUNDAMENTOS DE LA CLÍNICA ANALÍTICA
l
"En ese sie11cio que es el priuil.P.gio de las verdades no discuh.das, /.os psllXXl
nalistas encuentron el re[IJ8ÍD que /.os hnce impermeables a todos los mtenos
que rw sean Los de una dinámica, de una tópica., de una economÚl que son
i11.cnpaces de hacer valer fuero.." Esta es una crítica. Una vez que se consiguió
el círculo, hay un silencio, el privilegio de las verdades no discutidas. Este e¡
el peligro de la formación de.todo gru_po, que.se.ampare en el privilegio de,.
las verdades no discutida�
¡Qué pasa cuando a un grupo, eso que les resultJ evidente, no lo pueden
hacer valer fuera? Imaginemos una familia de campesinos aislados que tiene
cinco hijas, una de las cinco es la más bella de la casa. Pero cuando la llevan
al baile, no baila nunca. Tendrá que cuestionarse el criterio de belleza.
Un grupo de psicoanalistas están convencidos de que ellos detentan el saber
analítico, pero cuando lo quieren hacer valer fuera del grupo que ellos mis
mos son, nadie los escucha.
20 1 CLASEUNO
:;'I
f UNOAM[NTOS DE LA CLÍNICA ANALÍTICA
24 i ClASEUNO
FUNDAMENTOS DE LA CLÍNICA ANALÍTICA
"Somos gente normal" Por ejemplo, la élite de los cañeros de aquí, gente
normal. gente que probablemente vino de afuera, y llegaron a tener dinero.
Ahora, sería muy difícil reclutar aquí una élite de psicoanalistas entre gente
normal, porque la gente normal ha� sus_cálculos, sabe que no le conviene ..
mucho este asunto.
Y es tan cómico que tendríamos que seguir con este tema, por ejemplo, la
generación de los años 'SO se llamó la generación de los normópatas, se
quejaban los analistas de que eran tan normales que no se les podía aplicar
el psicoanálisis. A consecuencia de la segunda guerra mundial los analistas
se hicieron milagreros y famosos, porque curaban cosas que los psiquiatras
no curaban. Entonces mucha gente nom1al dijo: "Vamos a dedicarnos al
psicoanálisis". Antes no, porque no daba dinero. Entonces les explicaban,
"el sueño es una realización del deseo", y el nonnal dice: "¿Por qué eso?".
Y tiene razón el normal, hay que estar un poco chiflado para pensar eso.
Un normal dice: "No, soñé con esto que me asustaba". Y le recordarnos lo
de la condensación y el desplazamiento, y � 11�12nal dice..: "¿Y eso quien lo
verificó? ¿Qué encuesta dice que es así?".
La gente norm�! no quiere saber nada. Entonces, que pasa si uno le da
crédito a los normales. parece una propaganda de la Pitman. Dicen: "Yo
antes no creía en mí mismo. no conseguía muchacho, pero desde que me
analizo todos me sacan a bailar". Esto en el país se usó mucho. No tengo
tiempo pero, ya que somos muchos, podríamos hacer un estudio sobre esto.
Podríamos subrayar lo que dicen los analistas clásicos sobre el fin de un
análisis. Cuando ellos dicen, por ejemplo, que tal paciente tenía tal problema
y dejó de tenerlo. Si uno '@_Sumando los problemas que resuelven, obtiene
un robot de lo que ellos consideran que es un fin del análisis. Y el fin del
análisis es volver al carril, el sujeto es siempre descarriado en algún sentido.
Por ejemplo: ganaba poco en el trabajo porque tenía un problema, ahora
ganará dinero. No se podía casar o se casaba mal, tenía una relación sádica,
masoquista o fóbic.:i, etc.
Ahora bien, es evidente que no hay que dirigirse a los analistas, porque
como dice Lacan aquí la élite de los analistas son gente normal. No los ana
listas, según Freud, Ferenczi. Lacan mismo, que no son gente nonnal. Pero
la élite es gente normal. Entonces no hay que hacer creer que los ,malistas
son mala gente, su clientela es como ellos, no hacen más que re<1lizar un
ideal de la misma clientela.
Y esto es lo opuesto a la palabra verdadera. Es muy interesante porque cuan
do se analiza, la gente lo primero que siente es miedo, miedo a decir algo
que una vez dicho no podrá dejar de decir. Por lo tanto, siempre que tenga
un modelo de una realidad que venderle, el otro acepta porque no sabe a
donde puede ir a parar por cuenta propia, por decirlo así. Prefiere asociarse
ClASEDO�
FUNDAMENTOS DE LA CLÍNICA ANALÍTICA
con el otro en un ideal común, y es así como se hace la teoría del analista
como ideal, el analista como punto de identificación, etc.
Lacan viene hablando del hombre real, porque esta historia va a recaer en
(_im"fiombre rea!)en el sentido de la imposibilidad de definir la posición de
,, analista. Entonces hay un punto que es el hombre real, que tenía unas cuali
dades reales, es el tipo que decimos de la élite, el hombre normal, es el tipo
que viene a análisis a decir: "Yo soy un hombre como todos" y que habrá
que responderle: "Lo felicito", ¿qué más se le va a decir?
"Entonces importa poco que el lwmbre real se descargue de la tarea de definir
ese término en las autoridades que sólo subvienen a ella dandD gato por
liebre, o que se avenga a desconocerlo en su rigor, evitando poner a prueba el
límite; en /.os dos casos será, por su acción, más burlado que burlador de él,
pero con ello no se hallará sino mds a sus anchas paro alojar ali( los dones
que lo adaptan a él: sin darse cuenta de que al abandonarse aquí a la mala
fe de la práctica instituida, la hace caer al nivel de las rutinas cuyos secretos
dispensan los hábiles; secretos desde ese momento incriticables, puesto que
están siempre subordinados a los mismos dones, aunque ya no los hubiese
en el mundo, que ellos se reseroan discemir''.
Claro, porque si no se trata de la palabra verdadera del analizante, los dones
los discierno, ese secreto no puede ser cuestionado. Porque incluso con
el concepto ·de resistencia puedo siempre prevalecer diciendo que tal no
aceptó los dones que le daba, pero los dones cómo van a ser cuestionados.
Ustedes observen, o la cosa funciona y tenemos razón, o no funciona y
otro se resiste. Entonces, este hombre real cargado de cualidades reales, es
incuestionable.
Mientras que si se trata de la verdadera palabra del otro, veremos hasta
donde se llega en ese camino de la verdad. Esta es la relación que está
haciendo Lacan.
'í'\quel que se deja, a este precio, aligerar de la preocupadón de su misión
se creerd incluso confinnado en ello por la advertenda que resuena todavía
con la voz misma que formuló las reglas fundamentales de su práctica: de no
hacerse una idea demasiado elevada de esa misión. ni menos aún el profeta
de alguna verdad establecida. Así ese precepto, presentándose bajo_ el modo
negativo, por el cual el maestro pensó ofrecer esas reglas a la comprensión, no
abre sirw su contrasentido a la falsa humildad''.
Esto está en el capítulo "De la vía del psicoanalista a su mantenimiento".
Aquí ustedes tienen que cambiar humildad por objeto a. Lo de Lacan es
u;a alusión al precepto de Freud que dice a los analistas que no se hagan
una alta idea de lo que están haciendo. Vale decir: sólo se puede hablar del
lugar que uno quiere, si uno no quiere nada en ese lugar. A lo largo de un
análisis seremos tomados como testigos, como cómplices, como acusadores,
36 i CLASEDDS
GERMÁN GARCÍA
hablar en presencia del otro. En verdad, como lo dice Lacan aquí, durante
cuarenta o cincuenta minutos. Si uno va a charlatanear si, pero si no. no se
soporta. Entonces, se invierte la cuestión y después lo que es insoportable es
que una sesión dure más tiempo. Y no hay reglas en eso, cada analista debe
inventarse su tiempo, al menos tiene que saber que tiene que inventarlo, que
no está fijado, que no hay otro genérico.
''�'"'
tescapa graciasª ellas de considerar la acción que Le corresponde en la pro
f d11Cción dela uer:dad"
.
O sea, que aquí hay una definición tácita de interpretación, fíjense ustedes, la
lf:.>�f.,.!.e,
/
�ón, \ma acción, que después Lacan llamará un acto, una acción
Cl!:!_e corresponde a la producción�
,, r
(
.,1},'-
Pregunta: ¿Eso tiene que ver con la ignorancia?
G. G: Si. Y aquí cuando habla de lo constituyente va a decir primero que lo
constituyente es lo inconsciente, y después dirá que lo constituyente es la
interpretación.
40 i CLASEDDS
FUNDAMENTOS DE LA CLÍNICA ANALÍTICA
acá. Sin embargo, dice Freud, consideremos que toda reunión social es para
exhibir nuestras mujeres, con lo cual es cierto que hay una cuestión sexual, a
la que ya se está habituado.
O el ejemplo de un paranoico, pasa uno y tira un pucho, entonces el para
noico piensa que el tipo lo desprecia. Y tiene razón porque si él fuese una
alta personalidad, seguramente el otro no hubiera tirado el pucho. Y que el
hecho de que sea cotidiano y rutinario no quiere decir que no sea desprecio.
Es un artículo genial de Freud y es un texto clave. Lacan escribía la tesis de
la paranoia y cita este artículo, él mismo fue el traductor.
Se trata de una estructura paranoica del yo que en Lacan tiene tres tiempos,
un antes del espejo que aparece como amenazador, que sería lo que él llama
como el kakon oscuro. el mal oscuro de Melanie Klein. Una especie de
horror primero. El segundo tiempo es en el espejo, que sería el transitivismo,
la transitividad agresiva de uno y otro. Y un más allá del espejo que sería
la identificación simbólica, lo que para el suje osería una salida de estos
terrores infantiles.
Pero aunque el sujeto salga, la impronta paranoica del yo no va a desapa
recer nunca. Por eso cuando a Lacan le preguntaban sobre la tesis de la
paranoia que se llama La pamnoia y su relación con la personalidad. dice
que hoy en día le cambiaría de título porque la paranoia es la personalidad.
La personalidad de cada uno es la paranoia de cada uno. En España, en
la época del franquismo, para asustar a los demás, decían por ejemplo:
"Estacionó mal". Y el otro contestaba: "Usted no sabe con quién está hablan
do". Enseguida apelaban a este kakon oscuro de la Guerra Civil. Era como·
estar antes del espejo.
Continúa el texto de Lacan: "Solo este estudio dard su sentido a la subida
progresiva del iruerés concedido a la agresividad en la transferencia y en la
resistencia, no menos que en el Malestar en la cultura, mostmndo que no se
trota aquí de la agresión que se imagina en la raíz de la lucha vital". Aquí
esta la diferencia entre agresividad y agresión. "La noción de la agresividad. \
responde por el contrario al desgamuuieato deLsujew corura sí mismo". -J
-
Entonces la paradoja es que la agresividad es siempre de quien la denuncia.
Porque ¿quién la denuncia? Aquel que se siente desgarrado contra sí mismo.
No hay que confundirla con la agresión. La agresión actúa, si se puede decir
así. La agresividad no es nada más que la denuncia de la agresividad.
"Desgarramiento cuyo momento prinwrdial conoció al ver la imagen del
otro", ahí tenemos el problema del amor, el odio, etc. "Captada en la tota-
lidad. de su Gestalt, anticiparse al sentimiento de su discordanda motriz,
a la que estructura retroactivamente en imágenes de fragmentación. Esta
experienda nwtiua tan.to la reacción depresiva, reconstruid.a por la señora
Melanie Klein".
44 I CLASEDDS
FUNDAMENTOS DE LA ClÍNICA ANALÍTICA
46 ICLASEDOS
FUNDAMENTOS DE LA CLÍNICA ANALÍTICA
C-8{
nos en la inteligencia y más en el acto. Los actos se hacen y después tienen
efectos, pero la inteligencía esuna costumbre.
Lacan dec1a que Piaget cree que los niños están hechos para terminar ha
blando con él. Claro, porque cuando los niños tienen el nivel de inteligencia
de Piaget, pasan a unos niveles de organización motriz, de imaginación des
pués, etc., entonces son niños piagetianos. Dios organiza el universo para
que los niños sean como Piaget.
� piagetismo, que pasa por ser una especie de ciencia en este país, es una
'
H,�·v "' máquina montada sobre la�uclas segregando niños, mandando a 1111 hijQ
¡).;Jt.
..
�-.l. -
a aquel distrito porque tiene el nivel no sé cuanto y mandando al otro hijo a
50 1 CLASETRES
FUNDAMENTOS DE LA CLÍNICA ANALÍTICA
,---;
discurso analítico, que se supone capaz de sustraerse a estos otros discursos
1
y analizarlos. Entonced, en Lacan hay siempre cuatr� diset�ca hay
U_!10J....!lº_si;_p_��J disct¿rso analítico en un Jugar sj a su vez no
-se tiene algún tipo de trato con los otros discursos.
Deo que en la Argentina el psicoanálisis se sometió a cualquier política cul
tural. Los psicoanalistas peleaban por si era. 1.!!1��º peronistas, no se
peleaban por su posición en el psicoanálisis. Es evidente que esto implicJhn
UnaTaiia-Je política analítica.
Freud, en todo��adía imaginar qu�gía del otro ;ra un síntoma,) "- -
pero Freud jamás se iba a pelear por eso. Freud era intransigente, lo mismo
que Lacan, cuando alguien decía del psicoanálisis una pavada. Eso no lo SO·
portaba. Pero que la gente fuera de izquierda, derecha, centro, católic.i. más
o menos atea. Esos eran síntomas que analizaba. El psicoanálisis l'S anJlizar
que la gente es más o menos atea, más o menos de derecha, rnas o menos de
izquierda, más o menos criminal, más o menos masoquista.
54 ICLASETRES
FUNDAMENTOS DE LA CLfNICA ANALÍTICA
Ese es el poder del lenguaje. Lacan dice que cuando no se está a la altura de
ese poder uno hace un ejercicio del poder.
Cuando nosotros hablamos del su¡eto dividido nos referimos a un principio
de Saussure que es el siguiente: No se puede decir a - a. No hay identidad
en Saussure. Tenemos que decir que: a e# b "1- c. Saussure dice: '"En la lengua
todo es diferencia". Lo cual implica negar el principio de identidad.
e
Si en la lengua todo es diferencia, cada elemento lo tomamos a nivel de la
partícula fonemática, o a nivel de la panícula significante. Cada elemento es
negativo�egativo quiere decir gue no vale por sí mismo. Es relativo al otro
-
�o. 'Ñégativo, relatwo y oposit'ívo.
Si el sujeto del que hablamos es el sujeto de la lengua, por este mismo prin
cipio de que la lengua es pura diferencia, podemos esc1ibir entonces: S 'f. S,
lo cual nos da como resultado esto: ( $ ). Ése es el sujeto dividido. El sujeto
dividido, es el efecto de la estructura misma del lenguaje. Podemos definir:
sujeto no igual a sujeto. El sujeto es dividido.
Una manera de explicar que el sujeto es dividido es decir que el sujeto es un
parletre. Sl ustedes tienen un gato, pongan la mano sobre él y van a ver que el
gato en vez de usar la garganta para hablar, usa la garganta para hacer vibrar
todo el cuerpo. Lacan dice que los gatos no ronronean con la garganta, smo
que con la garganta hacen vibrar el cuerpo. Ese gato no puede sufrir porque
no lo amó la gata, ni puede pedir nada. Ese gato es una máquina de gozar.
Si a ese gato le inyectáramos significantes se preguntaría:¿_qué e�-gato?, y
entraría en esta enfermedad del lenguaje.
Ustedes saben que Lacan terminó diciendo que el lenguaje es la debilidad men
tal, porque el lenguaje tiene una estructura que conduce a que uno siempre
esté buscando el término que sigue y como los términos son sincrónicos, me
ramente diferenciales y están sostenidos por un vacío, uno tiene que darle una
sustancia y eso crea la debilidad mental. O si ustedes quieren, la repetición.
Una vez que este su¡eto está en el lenguaje, como no hay lengua de uno, tiene
que dirigirse a otro. Dividido como está tiene que buscar a Otro:$- A (vamos
él poner una A, un Otro en francés, en homenaje a Lacan, porque los gráficos
no se traducen), y esto es lo que llama el poder discrecional del oyente. Si
un niíio le pregunta a su madre qué es el universo, la madre tiene el poder
discrecional de darle cualquier significación a esa pregunta. Puede decir: "Es
lo que Dios creó", o puede ser que la madre sepa algo y se tome el trabajo de
comprar un cuadernito y le explique más o menos qué es el universo. Quiere
decir que el sujeto está atrapado en una cadena significante de la cual él no
tiene la sig7iificación.
Ei;j'eto es una pregunt� Heidegger decía que una pregunta es la devoción
del pensar. Los niños tienen mas devoción del pensar que los adultos, porque
los adultos, muchas veces responden.
58 ICLASECUATRD
FUNDAMENTOS DE LA CLINICA ANALÍTICA
...._,. 1
1(a) son los cristianos haciéndose comer por los leones.
Si el anahsca se pone aquí, /(A), el analista es un pequeño líder de masa.
Tiene la si�icación de la vida del otro tobliga al otro a corregir su imagen
, en función de sostener ese ideal de significación que él da.
Lo ,mcresance del esquema es que Lacan, cuando comienza su escuela, co
loca a los A.ME., los Analistas Miembros de la Escuela en S(AJ. Se puede
psicoanalizar gente sin tener ningún deseo de analista, (porque además no
se sabe qué es un deseo de analista, es decir, que si se lo tiene tampoco se
sabe). Si soy un analista instituido por la significación social del psicoanálisis,
reconocido como tal, no podría jamás poner de moda el psicoanálisii., porque
soy el efecto de la moda del psicoanálisis.
Mientras una escuela se reduce a que haya A.ME., (o sea, gente reconocida
socialmente como analistas), las fluctuaciones del mercado analítico variarán
según se acepte o no se acepte el psicoanálisis en ese lugar. Pero bastaría un
solo deseo de analista para poner de nuevo en marcha la máquina. Lacan
tuvo un deseo decidido de analista y entonces sacó de la decadencia al psi
coanálisis.
Lacan puede decir que él tenía un deseo de analista, y �prueba del deseo del
analista es su pr�agación. Podemos decir que el deseo del analista es lo que
sepropaga,o mejor dicho, lo que hace que se propague el psicoanálisis. Es
algo más que una declaración de principios: yo deseo el psicoanálisis.
La sugestión del lenguaje. El analista, ¿se va a aprovechar de ella o la va a
analizar? Esto es lo que Lacan plantea. Se puede aprovechar de eso. porque
la primera posición del analista es de S,, o sea, es de saber (un a11alista es
llamado por otro a ese lugar). Esto lo explica Eric Laurent en un libro que
les recomiendo, Concepciones de la cura en psicoandlisis. De saber ¿por qué
S,? Pol!lu�el otro vjene con un significante que lo esclaviza. El analista es el
segundo significante. No quiere decir que le dé una explicación, pero basta,
por ejemplo, con que alguien diga: "Soy insomne" y otro le pregunre: ¿desde
cuándo?, y el primero responda: "Desde que murió mi abuela", para que eso
sea una revelación. Incluso luego dice: "Mi analista me dijo que soy insomne
a causa de mi abuela". No se da cuenta que es él quien relaciono eso. Pero ese
error no tiene 1mponancia porque uno no se dedica al diálogo con los pacien
tes. Entonces, este S1 es la primera posición. De entrada nos adjudican ese
lugar. Sino, no hahría llamados. Pero la segunda posición es mas conplicada,
porque esta segunda posición es lo q�e Lacan llama el sigrlificance amo, s,.
El analista se vuelve insensato. ya no revela enigmas, sino que él mismo se
propone como enigma.
62 ICIASECUATRO
GERMAN GARCÍA
-
el deseo actual es el empresario, pone las representaciones. De manera que
un deseo inconsciente será sustituido por las representaciones de un deseo
actual; luego, se puede decir que el sueño
-es una - metáfora
-del deseo que se
realiza.
Eso es mucho mejor que decir que el �eño realiza deseos, porque entonces
_f;;nfundimos el des,!;S> con el placer. Por ejemplo, un adolescente que bailó
con su novia luego se fue a dormir y tuvo una polución nocturna, soñando
que le hacía el amor. Eso no es el deseo, eso es un placer. Que�! sueño
puede incluso producir un placer, como también angustia, quiere décir que
en los dos casos, produzca placer o angustia, el sueño es una metáfora del
deseo. Es un punto donde la cadena no puede seguir y se corta. Recomiendo
-
üñÍJello texto de Jacques-Alain Miller que se llama "Despertar", está en la
revista Omicar?.
En la primera tópica Freud dice que el "ojalá fuese'' se convierte en el "ya es".
Si deseo hablar con mi padre muerto y tengo un sueño en el que hablo con él
¿Ven que ahí la palabra tiene un poder performativo?. Empezamos a entender
de otra manera la frase de Lacan: "El dicho primero es oráculo y confiere al
otro su oscum autoridad''. Podemos decir que la oscura autoridad del otro,
q�e es el inconsciente, es conferida por estos dichos primeros.
Freud pone el ejemplo de "Tuya es Tiro". ¡Conocen el ejemplo de Freud? Se
los cuento: Alejandro estaba frente a Tiro e iba con un adivino de sueños,
se duerme y sueña con un sátiro que baila sobre un escudo, se despierta, le
consulta al adivino de sueños y el otro le dice: "Sa Tiro", que en griego es
"Tuya es Tiro"; Alejandro ataca y toma la ciudad.
Los guerreros de la antigüedad llevaban tipos que adivinaban sueños o que
leían las entrañas de los pájaros etc. Ahora se lee la borra del café ¡se dan
cuenta que confieren toda la auwridad al café?.
Esta primera tópica se dobla en otra, la segunda tópica, donde Freud explora
otra variable del lenguaje. Lo que se articuló como performativo en la prime
ra tópica, aunque lo quiera evitar, me vuelve como imperativo
- en la segunda
tópica. -
Se puede reducir la teoría de Freud, desde el punto de vista linguístico, al
predominio de estas dos funciones del lenguaje: el lenguaje es p_5'rformativo
y el lenguaje es imperativo.
Esto se traduce clínicamente: performativo asociación libre, el sujeto va ahí
a lo que sabe, la asociación libre. Imperativo,
w
en tanto otro escucha. el sujeto
-
va perdiendo la significación de e mismo que dice. Lacan decía que no se
responde a la demanda del paciente, lo cual no quiere decir que no se le exi
,t ge. Porque al paciente se le exige: venga a tal hora, pague, hable.
(
(
J \J
64 IClASECUATRO
i., { 7 I \
GERMAN OARCIA
Entonces cuando Lacan dice que el dicho primero es oráculo, este di cho
primero no es saber. Ustedes van a analizarse para buscar un saber.como
vienen a una conferencia. Van a analizarse con la sensación de ser habitados
por un saber que desconocen y con la idea de que ese saber que ustedes
desconocen hay otro que lo puede conocer. Una idea muy descabellada si no
entendemos el inconsciente freudiano, porque si cada uno duerme consigo
mismo, sabe lo que sueña, lo que piensa, como se rasca la oreja ¡de dónde
deduce que contándole cuatro cosas a otro, el otro sabe de él más que él
mismo?.
El lenguaje no está adentro de uno, sino que uno está vaciado de un lenguaje.
Estonos sirve para comprender que Freud habla de eso, del poder del lenguaje.
Ahora bien, Eric Laurent da una pista en ese libro y dice: "Relean la oposición
en Hegel (él dice relean porque Jo leyó, para nosotros seria lean) entre el himno
y el oráculo''.
Hegel, en La Fenomenología del espíritu, Pág. 413 de la edición castellana,
un subtítulo que se llama "Himno / Oráculo" en la parte que se llama "La
Religión", donde van a leer cosas como que solo aquel que interroga el orácu
lo expresa la posición ética de desprecio hacia Jo contingente. El que interr oga
el oráculo expresa - no creo que diga 'expresa· pero no recuerdo que palabra
utiliza - la posición ética de desprecio hacia lo contingente.
Hegel dice que el lenguaje es un ser ahí. existente. que cuando el particular
habla lo lanza a la comunidad universal. Cuando el particular muerde la soga
del lenguaje es vaciado directamente. Una vez que es vaciado de sí misrno,
tiene dos cosas: o hace el himno, que sería la plegaria entre nosotros, o inte
rroga al oráculo.
Hegel dice así, Himno (definimos): el hombre le habla a los dioses de los
dioses. Por ejemplo si uno dice: "Padre nuestros que estas en los cielos", uno
es un hombre que Je habla a Dios de sí mismo. Entonces el himno es definido
como que el hombre habla a los dioses de los dioses. El oráculo es al revés:
los dioses hablan a los hombres de los hombres. Saquen dioses y pongan
inconsciente, el inconsciente le habla a cada uno de él mismo, y esto es Jo
insoportable, pero solamente quién interroga al oráculo, expresa la posición
ética de desprecio hacia lo continge)Jle.-
Esto del oráculo lo comenta también Koje� en el libro La.dialéctica.del amo
y del esclavo en Hegel en el apartado que se llama "Cultura religiosa."
�eno, vamos a leer el párrafo de Lacan de nuevo a ver si nos dice algo:
"Volveré pues a poner al analista en el banquillo en la medida en que lo estoy
yo mismo, para observar que está tanto menos seguro de su acción c1Umto que
en ella está mas interesado en su ser", punto 4 de la primera parte. "Intérprete
de lo que me es presentado en afirmaciones o en actos yo decido lobre mi
oráculo y lo articulo a mi capridw, único amo en mi barco, después de Dios. "
,
CLASECUATHO 165
FUNDAMENTOS DE LA CLÍNICA ANALÍTICA
¿Ven que ahí la palabra oráculo no está puesta por casualidad? Ni la palabra
Dios tampoco.
"Y por supuesto, lejos de poder medir todo el efecto de mis palabras... ", porque
la pitonisa no media el efecto cuando le dice a Edipo que matará a su padre
y a su madre, ese es el mensaje que corresponde. El inconsciente tampoco
mide su efecto cuando habla, hace lo que quiere, hace un fallido, produce un
delirio, una obsesión.
"Y por supuesto lejos de poder medir todo el efecto de mis palabras, pero de
esto advertido y tratando de remediarlo, di.cho de otra manera, liúre siempre
del_!!!E.mento..1..!!!l número, �,� la elección de mis iruerv�.
hasta el punto de que parece que la regla haya sido ordenada toda ella para
no estorbar en nada mi quehacer de ejecutante, a lo cual es correlativo el
aspecto de "material", bajo el cµal mi acdón aquí toma lo que ella misma ha
producidD''.
Bueno, ahí tenemos al analista frente al oráculo. Él como oráculo dueño de
la situación, poniendo el segundo significante del saber. Lo tenemos ahora
instalado en un Jugar insensato, ¿acaso hace Jo que quiere? Pues no. El punto
S en el séptimo párrafo casi al final, comienzo del punto 6 dice: "Pero lo que
es seguro es que�sentimi�l analista sólo tienen �n lugar po_sible en
este juego, el del muerto; y que si se le reanima. el juego se prosigue sin que
sesepa quién lo conduce. fbr eso el analista es menos libre en su estrategia
Q!J.� en su tdctJ.ca''.
El otro punto dice así: "Vayamos mas lejos. El analista es aún menos libre en
aquello que domina estrategia y táctica: a saber. su política, en la cual har(a
mejor en ubicarse por su carenda de ser que por su ser''.
Ya sabemos algo de esto, sabemos que carencia en ser para Lacan quiere
decir deseo. Haría mejor en situarse mas por su deseo que por su ser.
El punto 3 enumera, y dice que el analista también debe pagar, y que paga
de tres maneras: con palabras en la interpretación, con su cuerpo en tanto
se desdobla en la transferencia, y con su ser. Ahora podemos decir, con su
falta de ser. Entonces tenemos tres punto� la in�etación, la transferencia,
-
y el deseo.
Miller subraya que hay una correspondencia entre interpretación (la tácúca
del analista) y transferencia (la estrategia) pero no es estrategia del analista,
la estrategia es de la transferencia, es decir, la transferencia iiiiiñina la estra
tegia. Y por último, p<iliiica y deseo.
Laurent también comenta esto en el libro Concepciones de la cura en
Psicoandlisis, en el artículo que se llama "Grupo y Discurso". Cuenla que, al
parecer, a Newton no le tomaban en serio la teoría de la gravedad entonces
tuvo que armar una patota de propaganda. ¡Viva la gravedad! ¡La gravedad
es fundamental! Formó una sociedad para hacer aceptar la teoría de la gra
66 ICLASECUATRO
GERMÁN GARCIA
,'
CIASECUATIIO 171
(iERMÁN GARCÍA
Y una cita puede ser también un equívoco lógico. Es lo que sale en los ma
nuales de lógica como la paradoja del mentiroso.
Cuando Lacan dice que es necesario que la interpretación recobre su virtud
alusiva,.que ésta pueda volver a tener ese valor de pista, de enigma, de
ñ
�ívoco; luego dice también: "¿Quién barrerá todo ese enonne� de7
literatura psiroanalíti.ca? Seguramente no QfJuellos que la toman como apoyo''.
Que Lacan diga estiércol aquí, tómenlo como objeto a.
Ahora bien, si digo que la obra de Freud no es nada mas que la metáfora del
deseo de Freud, a lo cual uno se aliena porque no tiene una metáfora propia JI('
para hablar de su deseo. Y posibÍemente si uno leyó alguna vez la obra de
Lacan, que es una metáfora del deseo de Lacan ¿qué hacer?. Si uno entró
tiene que salir, porque si uno se va, se queda adentro. No es lo mismo salir
que escapar.
Descontando el hecho de que tenga una mutación subjetiva, descubra una
vocación nueva, se haga cineasta, pintor, etc., la gente que huye del psicoa- (""
nálisis - como ya habían entrado a medias-. queda en un grado de estupidez
considerable.
Esto lo desarro�� en un artículo sobre la interpretación que está
en un libro de Manantial que se llama Acto e interpretació_.n.
En Freud hay un artículo del año 1911, que es clave, se llama "El empleo de
la interpretación de los sueños en el análisis". Freud dice que hay tres tipos
de sueños: unos que se llaman biográficos, que no se pueden interpretar
porque implican la vida del sujeto que desconocemos. Por ejemplo, sueños
que ponen en escenas paisajes infantiles, cosas que el analista no conoce.
Otros, sueños de confirmación donde el analista hace una interpretación y el
paciente la sueña. Freud dice que esos sueños están hechos para seducir al
analista. Y finalmente otro tipo, los sueños enigmáticos, oscuros, que son los
mejores según Freud porque no los entiende ni el paciente ni el analista y di
rigen la cura. Por lo cual un sueño no se puede interpretar. "La interpretación
de los sueñ�s" está hecha para demostrar que el inconsciente existe. No es
un método de trabajo como se lo ha tomado siempre. Ahí encontramos tres
textos; está el sueño que Freud pone en bastardilla, las asociaciones que se le
ocurren al Sr. Freud y la deducción teórica que el teórico Freud va haciendo
en relación de éstos dos textos.
En una nota al pie de página del capítulo tres,� Freud dice: "El analizante, por
,,,asociación libre, interpreta su propio sueño". No-dice que el analista interpre
ta.Ustedes venía cuestión éi iainterpretación, en el campo de la psicología,
de la significación, se ha convertido en cualquier cosa. Continúo con Lacan,
punto 19: "Puesto que se trata de captar el deseo, y puesto que solo puede
captárselo en la letra, puesto que son las redes de la letra las que determinan,
sobredetenninan su lugar de pájaro celeste, ¿cómo no exigir al pajarero que
CIASECINCO I n
FUNDAMENTOS DE lA CLÍNICA ANALÍTICA
Lacan usa muchas veces la palabra "praxis" que implica que no hay acceso
a lo real sino a través de lo simbólico. Digamos que si ustedes leen la intro
ducción a la economía política de Ma�an a encontrar que él se vale de
Spinoza para teorizar que la producción es la transformación de la materia • :;)
por la idealidad. Si tomo un iÍierro y hago una espada estoy transformando la
materia según una idea que ten&9: es una espada barroca, filosa, etc. Quiere
decir que cuando un tipo hace una espada ya está la estructura simbólica
puesta en juego. ¿Por qué se hace espada? Supongamos que porque hay una
guerra. Y hay una guerra porque hay una economía, etc. El tipo que accede a
una acción, esa acción es ella misma lo simbólico en acto.
Hay un libro de Heidegger - un poco sospechoso este autor - que se llama Qué
significa pensar?, cuya tesis es: lo gravísimo de nuestra época grave es que
todavía no pensamos. Una tesis muy interesante. No es que pensamos ayer
o pensaremos mañana, el "todavía no pensamos" es lo que se da a pensar.
Entonces cita para hacer un análisis del pensamiento un poema de Holderlin
que dice así: "Un signo somos/ indesdfmb/e, sin dolor somos/ y en tienu
extmña / casi perdimos el habla". Cuando dice, "un signo somos, indescifra
ble", no quiere decir que seremos descifrados mañana sino que somos in
descifrables. El poeta no dice: un signo somos a descifrar, o, un signo somos
que se descifrará. Dice: un signo somos, indescifrable. La estructura misma
del signo <!!;!e somos no se puede descifrar. Entonces lo que va a mostrar
Heidegger es que el pensamiento no se puede pensar a sí mismo en sentido
hegeliano; sino que el pensamiento se convierte en acto, o que el acto es
una consecuencia, o es incluso un antecedente del pensamiento. Que !!2,h.ay �
una relación causal entre las dos cosas, que hay que disolver esa oposición.
Lacan, del acto analítico, dice: "Es necesario revisar la estructuro por donde
toda acción interviene en la realidad''.
En cuanto al acto analítico, tienen que leer un libro de una lingüista que se
llama Catherine Kerbrat Orecchioni, el libro se llama La enunciación y el
subtitulo es De la subjetividad en el lenguaje de la editorial Hachette. Es una
lingüista que critica a Jakobson.
Vamos a plantear el problema del(eni&m-ª de la interpretación:--Si le digo a
una mujer: "Ese es tu vestido más hermoso", no es una frase enigmática en sí
misma, nin�n enunciado se puede explicar a sí mismo si no es por el acto de@
1.iU!!_;mciaciÓJJ. Si le digo a esa mujer: ese .es tu vestido más hermoso y está
saliendo de la ducha desnuda, puede ser un elogio; si está harapienta puede
ser una ironía, si está vestida que da pena, puede ser una cosa piadosa. � �
hay manera de saber qué quiere decir una frase sin saber cuál es el acto de \
enunciación en que esta frase está inserta.
J
Cuando se habla de que el analista debe provocar un enigma no quiere decir
que el analista tenga que decir cosas gloriosas como las pitonisas. Quiere
ClASECINCO l 81
FUNDAMENTOS DE LA CLÍNICA ANALÍTICA
decir que tiene que decir cosas en un lugar enigmático para el que lo recibe.
Si ustedes toman el Seminario 2, van a ver que al Mnal Lacan tiene una charla
sobre la cibernética y el psicoanálisis donde hace un análisis de la puerta: la
puerta es un objeto binario, una puerta que se abre, se cierra, cte.
Lo que importa es que Lacan plantea lo siguiente: un consultorio tiene una
puerta, quiere decir que tiene una parte de adentro y una parte de afuera.
El espacio de adentro no tiene el mismo valor que el de afuera. No tiene el
mismo valor sentados frente a frente que tirado en el diván, no tirnc el mis
mo valor el decir algo de pie. Sabemos que hay analizantes que no pueden
hablar una vez que se levantan del diván. Salen en silencio. Hay otrc,s que es
al revés, están mudos en el diván y cuando se van empiezan a qucrN contar
una conferencia desde el diván hasta la puerta. Hay que pensar entonces que
, un consultorio es �te ..19 de enunciación que tiene �uchas pc,sibilida
�No es lo mismo decirle a alguien aquí, allá, en el momento en que salió,
etc. Estas cosas Lacan las tenía en cuenta, porque quería hacer una l1lgica del
acto analítico que le permitiera actuar, no repetir un ritual.
Coñiiñúa To el punto 6: "Para los psicoanalistas de hoy ésta relación con La
realidad cae por su peso propio. Miden. sus defecciones en el paciente sobre el
principio autoritario de los educmiores de siempre''.
Es decir, que el otro debe ser como ya soy. Platón dice: tú lo educarás y una
�ez que lo eduques será diferente, no será el mismo, será otro. Tú _quieres
*v mat¡y-lo como el q_ue es para que sea el otro que tú quieres. Lo cita René
,,,,,- '\ Se� en �SJl!<!flSOg{a pervertida como el princi!/1,g del educador: el deseo
de asesinato 2.,C una imager y la..entcada de otra imagen.
\ Cuando un analista se pone a decir que él es la medida de la realidad, cuan
do entiende la transferencia como una especie de borrachera donde el otro
lo ve a él con dos cabezas porque está mareado, y que al final del análisis
lo verá tal cual es ... Pichon Riviere decía que el análisis termina cuando el
paciente sabe que soy Pichon Riviere. Y la pregunta es ¿y él cómo :;abe que
él es Pichon Riviere? Pichon Riviere no es un objeto medible, en intensión y
extensión, transparente para sí mismo, que puede saber que el otro no lo ve
tal cual es. No se puede hacer una teoría de la transferencia así.
Con esto se puede hacer muchas paradojas. Hay un chiste lindo en ,�ste libro
de la enunciación que dice: un amo le dice a un esclavo: "Adúlame" Y el
esclavo le dice: "Eres el más grande rey del mundo". El amo le dice: "Eso no
es una adulación, eso es verdad"; entonces el esclavo le dice: "Tú eres más
grande que Dios" Y el rey le dice: "No exageres". Y el esclavo contesta: "No
exagero, lo estoy adulando".
Una vez que ustedes introducen la dimensión del malentendido no hay
��Ueda �!Silr_el tener la buena palabra, hay que sabe1 trabajar
con eso.
82 ICV.SECINCO
GERMÁN GARCÍA
En una concepción dual necesito que el otro me entienda para seguir funcio
nando. Le digo al otro: "Tal cosa". Y si el otro me dice: "De ninguna manera'".
Yo le digo: "Usted se resiste". Pero no lo digo porque sea un neurótico, lo digo
porque parto de la idea de que el otro me tiene que entender. Como creo no
haberme equivocado, y no obstante el otro lo rechaza una y diez veces, en
tonces introduzco el concepto de resistencia para imponer al otro mi visión
de las cosas.
Porque la negación es una articulación del inconsciente, entonces cuando
alguien dice: "De ninguna manera se trata de mi abuela", no hay que decirle:
"Sí, es tu abuela, no sea cabeza dura, no se resista". Hay que decir: "Bueno,
está bien".
Si alguien ha leído realmente "La Vemeinung" de Freud, no puede usar el
concepto de resistencia; no lo puede usar porque eso in�lica negar que la
�g�ción articule eldeseo inconsciente.
Lacan dice en el punto 7: "Si el analista sólo tuviese que 11érselas con resisten-
cias lo pensaría dos 11eces antes de hacer una interpretación, como en efecto
es su caso, pem estaría a mano después de esa prudencia. Sólo que esa inter
�
pretación, si él la da, 11a a ser recibida como pmveniente de la perso�a
transferencia supone que �."
váiedecir que aLaca·n le interesa más que el analista teQga idea del lugar • �
que ocupa en el otro, más que del conteni�o de Jo que gice. Todo el mundo
sabe que uno no recibe las palabras de la misma manera si las dice el padre,
la madre, un amigo, etc. De modo que alguna idea hay que hacerse del lugar
desde donde se está hablando.
Luego continúa: "¿Aceptará apm11echarse de ese ermr sobre la persona? La
moral del análisis no lo contradice, a condición de que interprete ese efecto, a
falta de lo cual el análisis se quedaría en una sugestión grosera." Es decir, que
el lugar del padre, de hermano, etc., todo eso se puede usar, siempre que a
su vez se interprete_eso.
"Posición innegable, sólo que es como proveniente del Otro de la transferencia
como la palabra del analista será escuchada aún, y sólo que la salida del suje
to fuera de la transferencia es propuesta así ad infinitum." Quiere decir que si
me pongo en el lugar del Otro (el padre, la madre, que son figuras del Otro),
me doy cuenta que mi lugar de Otro en ese análisis es de padre e interpreto
l
�Pero]ic�can, el Otro se retiii'lñmediatam-;;nte, porque cada vez q9; -
interpreto sigo teniendo ese lugar de Otro que denuncio. Entonces, ahí apare- v
cen las cosas que no se inttfl>retan. Aquí no habla de liquidar la transferencia _
" ...,,.__
sino de salir de ella. No t,ay liquidación de la transferencia, dice Lacan. Al
final del análisis hay una cristalización, una recipitación, si ustedes quieren,
de la transferencia. Eso t.lmbién lo decí Freu . entre el analista y ,�l anali-
zante hay un lazo real qw� n�e disue �e con el a,!2á!_sis.
_
CLASECINCO 183
�
FUNDAMENTOS DE lA CLÍNICA ANALÍTICA
Sigue la cita: "Es pues gracias a lo que el sujeto atribuye de ser (de ser que sea
en otra parte) al analista, como es posible que una interpretación regrese al
lugar desde donde puede tener alcance sobre la distribución de las respuestas."
Aquí dice lo siguiente: es necesario que el analista esté en otro_ lu� para
qu� lugar del ana�sta esté la interpretación. En otro seminario lo dice
de manera chistosa, que conviene que los analistas tengan sus objetitos por
ahí. Vale decir, que no estén en ese lugar. La interpretación no puede regresar
ahí si ese lugar está ocupado por el analista. Cómo alguien desap.1rece en
e
su interpretación, no hay un yo que interpreta siñoiiña 1nterpretación qü
queda suspendida, digamos, pura enunciación, en el lugar donde n� está el
analista.
Y hay una manera. Por eso subrayamos lo de la cita, porque si cito al anali
zante, no soy quien está ahí. Si le digo a un analizante: " ¡ Qué madre terri
ble!", sólo puede ser por dos cosas, porque tengo problemas con mi madre
o porque le escuché decir algo de eso. Si le escuché decir algo de eso y lo
digo, no estoy ahí cuando lo digo, estar ahí sería estar con mi opinión sobre
la madre de ese señor, o sobre las madres en general.
Entonces, ".. . lo que el sujeto atribuye de ser. de ser en otro parte, para que
la inlerpretación regrese a ese lugar ... ", al lugar que deja vacante el analista
cuando es en otra parte.
La prueba de que en general los analistas no entienden esto es el hecho de
que no se pueden juntar con sus pacientes. Fue una de las críticas constantes
a Lacan; de que los analizantes de Lacan eran también sus discípuloL Porque
cuando Lacan analizaba no era Lacan, e� u�interpretación en el lugar de
Lacan. Y cuando Lacan enseñaba decía que el- analizante
-- -era él, dado que
hablaba y los otros escuchaban.
Cootinúa?'¿Quién dird lo que es el analista y lo que queda al pié del muro de
la tarea de interpretar?''. O sea, como alguien sale, pone su palabra y sale del
lugar. "Que se atreva a decirlo él mismo, si todo lo que tiene que resporulemos
es que es un hombre."
Sigue diciendo en esta primera parte: "Que lo tenga o no sería pues todo el
asunto: sin embargo es allí donde vuelve grupas, no sólo por la impudida
del misterio, sino porque ese tener. es del ser de lo que se trata, y del cómo.
Veremos mas abajo que este cómo no es cómodo. f.br eso prefiere atenerse a su
yo, y a la realidad sobre la cual sabe su poquito. Pero entonces ya lo tenemos
en que si tú o que si yo con su pacienle. ¿c.ómo hacer. si estdn con las uñas
fuera? Aquí es donde astutamente se recurre a las inteligendas que hay que
tener en el lugar. denominado paro esta ocasión la parte sana del y), la que
piensa como nosotros''.
Es el famoso problema de la agresividad en el análisis. Para Lacar la agre
sividad es una tensión subjetiva, no es un acto de agresión. La.can dice, por
84 IClASECINCO
GERMÁN GARCÍA
r
Freud también constata un límite de las asociaciones y piensa que por todas
las asociaciones del otro hay una construcción posible de hacer. o sea, i!t.
qog_uci!0a Q_alabra que no sería una cita delpaciente;_ la palabra del fin de
análisis, sería más bien 'la· o 'las' palabras encontradas por el analista en la
t3
construcción del fantasma en el análisis.
Porque el fantasma no es del orden del discurso, pero a través del discurso se
va escuchando el fantasma. Cuando el analista dice algo que apunta al fan-
tasma introduce una 2.a.!abra que tiene otro estatuto que la cita de la cadena A-
�ifi�ante del paciente. Si tú hablas y en la insistencia de lo que dices voy
articulando un fantasma tuyo, la comunicación de ese fantasma no va a ser
una cita de Jo dicho, porque ese fantasma puede ser escuchado, pero no pue-
de ser dicho; entonces, el que lo escucha puede decir alguna palabra sobre el
fantasma, pero el que lo dice no, porque aj gue dice no dicg el fantasma, dice k
según la insistencia del fantasma. ..-
En Freud la fañtasía es una estructura inconsciente con represen1aciones
(preconsciente-consciente). La fantasía, para Freud tampoco es decible, es
como el deseo inconsciente, no tiene representación.
Pregunta: ¿Por qué dice que no existe salida de la transferencia? ¿Por qué el
vínculo con el analista es un vínculo real?
G.G.: No dije vínculo. Freud dice: "Si cedemos en las palabras cedemos en
CLASECINCO l 87
:.;::::,
FUNDAMENTOS DE LA CLÍNICA ANALÍTICA
las cosas". Eso se refería a lo que decía de cómo ser analista en ausE"ncia del
analista; quiere decir que lo que queda de real entre el analizante y el analista
es el psicoanálisis. Porque para Lacan un tipo que se analiza hasta el finaj
es un analista, aunque no practique elpsicoanálisis. Porque un analista es
�ma ciérta posición subjetiva. Podemos decir que una persona que terminó
L--;:J�n análisis está en la posición subjetiva de ser una analista en tanto que hay
algo real que se transmite.
Este deseo de analista - no deseo del analista- ¿Qué hay de real en ese deseo?
¿Espera compensaciones el analista? ¡Compensación social, imaginaria? Hay
algo de real, dice Lacan, es el pasaje
- del--trabajo de
-transferencia
- a la transf't
rencia cíe trabajo-1:-
--
Si el deseo de Freud es un deseo nuevo en la historia ¿tiene algo de real ese
deseo? Y si tiene algo real ¿se transmite ese real?, es lo que dice Lacan.
Pasa con la identificación. Ahí está la discusión con los tipos que teorizan
el fin del análisis como una identificación. La propuesta de Lacan es que
hay algo real que se transmite, pero que eso no se puede saber si no hay un
aparato de pase y toda la maquinaria que ahí se monta. Podemos decir que
ese real es ahora virtual, es a demostrar, es una hipótesi§; pero es algo que
se entiende.
Porque si hubiera liquidación de la transferencia llegaríamos a la aporía de
que ningún sujeto analizado podría ser analista. Si se liquidara la transferencia
totalmente, si eso desapareciera del sujeto, éste se dedicaría a cualquier cosa
menos al psicoanálisis. Si se dedica al psicoanálisis es porque está alienado a
su analista, identificado a su analista, o porque hay alguna cosa real que se
transmite más allá de la identificación. Esto es lo que Lacan plantea.
88 JCLASECINCO
GERMÁN GARCÍA
........ -
CLASE DEL 14 DE JUNIO DE 1986 )
\_____ - _/
siempre bien que trotar alegremente por encima de los textos sin entender
nada, que es lo que a veces ocurre.
Voy a tomar el punto 3 del apartado II de "La Dirección de la Cura", se
llama "¿Cuál es el lugar de la interpretación?" Voy a leerlo de corrido
y a demostrarles que bastaría este punto para hacer un seminario de
dos años. Se los voy a leer primero como un sermón. Dice: "Nuestra
doctrina del significante es en primer lugar disciplina en la que se avezan
aquellos a quienes fonnamos en los modos de ef ecto del signifi.cante en el
advenimiento del significado, única vía para concebir que inscribiéndose
en ella la interpretación pueda producir algo nuevo.
Pues no se funda en ninguna asunción de los arquetipos divinos. sino en
el hecho de que el inconsciente tiene la estructura radical del lenguaje,
que en él un material opera según unas leyes que son las que descubre
el estudio de._J_as lenguas posicivas;·,de las lenguas que son o fueron
efectivamente habladas.
La metáfora del (logis to que nos inspiraba Glover hace un momento recibe
su adecuación del error que evoc a( la significación)).o emana de la vida en
mayor medida que el flogisto se escapa de los cuerpos en la combustión.
Antes bien habría que hablar de ella como la combinación de la vida con
el átomo cero del signo, del signo en cuanto que en primer lugar connota
la presencia o la ausencia, aportando esencialmente el y que las liga.
puesto que connotando la presencia o la ausencia, instiwye la presencia
sobre fondo de ausencia. como constituye la ausencia en la presencia.
Debe recordarse que con la seguridad de su avance en su dominio, Freud,
buscando el modelo del automatismo de repetición, se detiene en la
encrucijada de un juego de ocultación y de una escansión alternativa de
dos fonemas. cuya conjugación en un niño le llama la atención.
Es que efectivamente aparece allí al mismo tiempo el valor del ob¿eto
en .f!!Q!ltO ins_igJ]fficant1;, (lo que el niño hace aparecer y desaparecer),
y el carácter �cesorio de la perfección fonética junto a la 2istinción
(Ene'r!É!_ica, con respecto a la cual nadie negaría a Freud el derecho de
traducirla inmediatamente por los Fort! Da! del alemán hablado por
él cuando adulto. P..w.YQ de inseminación de un origen simbólico que
preexiste al sujeto infantil y según el cual le va a ser preciso estruclllrarse."
Esa es la página. Vam sa separar la página en puntos y a�otar¡;;;; -
......,, I I Doctrina del significante.
21 La interpretación romo producción de algo nuevo.
3 I La estructuras de las lenguas, del lenguaje.
41 El átomo cero del signo.
SI Aut y Vel. Aut es: o bien esto o bien aquello. Ve/ es: y. Él dice la "o" y
la "y", cuando dice la 'o' subrayado, quiere decir el Aut, una disyunción
CLASESEIS J 91
,�
'11,
FUNDAMENTOS DE LA CLINICA ANALÍTIC�
exclusiva y cuando dice la y que liga quiere decir el Ve/, una disyunción
inclusiva. Quiere decir que estar en la es� tura d!I len_�uaje es !:'lar y�
en la trampa de la exclusión y la inclusión a la J._ez.
61 El automatismo de repetición.
71 El objeto in-significante. Distinción entre fonética y fonemática,
81 Orden simbólico.
Vamos a ver cuál es la encrucijada de la que parte Lacan, cómo podemos
nosotros a esta página, orientarla, situarla, en la época contemporár>ea.
Lacan es discípulo de De Clérambault. Éste descubrió el automatismo
mental, que no es lo mismo que el automatismo psicológico, el cual,
por ejemplo, sostiene que si aprendo a manejar un auto, manejo
automáticamente, o prendo la luz en la oscuridad, etc.
El automatismo mental se refería a los fenómenos de los p:.icóticos
que-hablaban por asonancia, rimas, aliteraciones, etc. Diríamos, hay
un predominio det significante, están llevados por una especie de
{mti�
De Clérambeault era organicista y pensaba que el automatismo mental se
podía llegar a explicar orgánicamente, él nunca lo explicó de este modo
pero describió muy bien el fenómeno. Este fenómeno es retomado por
Lacan en su tesis de la paranoia, se trata de que hay un automatismo
mental, hay�t�etc.
Freud, hasta 1920, viraba como podía para hacer entrar todo bajo el
principio del placer. Digamos que hasta ese momento él pensaba que
era posible, incluso la discusión más tensa de Freud está dada en el
artículo-.::_Lo Siniestro";,.donde plantea este automatismo. Allí es el único
lugar donde Freud hace una diferencia entre automatismo y repetición.
Cuando trata de explicar lo síniestro dice que no se trata de que por
un automatismo contra nuestra voluntad nos veamos llevados al mismo
punto, sino que ese llevarnos al mismo unto tiene un efecto de retorno
que es lo que provoca lo siniestro, ese retornó ef1a repeiigoiyDiferencia
entonces entre automatismo y repetición.
Ahora bien, lo que se llama "la ética burguesa", sin adjetivo, la ética
burguesa de Stuart Mili, Bentham, etc. es una ética del utilitarismo y el
hedonismo.
La psicología experimental, por ejemplo, está basada fundamentalmente
en la ética burgues� Según ésta, el sujeto debe realizar el mayor
rendimiento con el menor esfuerzo y que podemos considerar como
obligaciones inútiles o inercias todo aquello que obstaculiza este plan
consciente del sujeto de realizar lo más que puede con el menor esfuerzo.
Del lado de la utilidad, esto sería la ética social de la burguesía, toda
persona quiere hacer lo menos posible y conseguir el mayor fruto. Desde
92 j ClASESEIS
GERMÁN GARCÍA
94 lctASESEIS
FUNDAMENros DE LA CLÍNICA ANALÍTIC,\
mano y ya está. Cuando el joven descubre esto piensa que es una farsa,
una estafa. No es verdad, no curan.
En la tribu de al lado, que es una tribu diferente, curan pero sin este
truco. Pero como nunca falta una histérica en cualquier tribu, un buen
día, la hija del jefe enferma de gravedad y no puede ser curad 1 por el
sistema que ellos tienen. Se ven obligados a llamar a un curandHo de la
otra tribu, la de los estafadores. Los ancianos aprovechan y mandan al
joven, que va y cura a J¡¡ joven.
Lévi-Strauss cuenta esto, lo mezcla con Cannon, un autor que describió
cómo durante los bombardeos de la segunda guerra había mue10s que
no tenían lesiones, simplemente un ataque de pánico.
Lévi-Strauss también cita al vudú, que si se hace un maleficio sobre mí
y no me entero, sigo lo más tranquilo, pero si me entero caigo bajo el
maleficio y muero.
Dice que es evidente que estas dos cosas demuestran una �ficacia
simbólica de la_palabra, pero cuando estas tribus intentan explicar lo
qÜeháZen, cÍ�IÍra-n, se entregan a la fabulación colectiva. ¿Y usted por
qué cura? Y... yo curo porque bla, bla, bla, dicen cualquier cosa.
Lévi Strauss lanza así este desafío que es el que recoge Lacan. ¿�
teorías psicoanalíticas explican la causa de la eficacia del psicoanálisis
........ T
- r, o son una fabulación coíectiva de los psicoana - istas sobre una eficacia
-
cuya caus-:ici'esconocen?
\ No podemos negar que Adler haya curado a alguien, seguramente hay
gente que se ha curado con Jung, con Melanie Klein, con Winni�ott, con
Rascovsky. Es evidente que por más que el otro delire hay alguna eficacia
que está funcionando igual.
Los Escritos de Lacan, rnntradiciendo el orden cronológico que tiene la
edición de los textos que lo componen, parten de un texto qu,� es "La
carta robada". Yo no voy a comentarlo ahora, simplemente digJ que el
·cuento de Poe se basa en decir que lo que está a la vista es lo q Je no se
ve, una mentalidad poi ,cial va a buscar las cosas siempre deb<1jo de la
mesa, nunca arriba de 13 mesa.
De esa misma manera 1·s como explican la repetición estas teorías, por
ejemplo la que plantea que son los reflejos cond1cionados-incondil'ionados
los que expresan su repetición en el sujeto, o como dice De Clérambault,
que se trata de una causa orgánica que desconocemos y que se manifiesta
bajo la forma de sonsonete, o la nma, etc., o según Freud, que hay una
tendencia demoníaca a la pulsión de muerte, a retornar no sé adonde.
A diferencia de ellos Lacan dice lo que está a la vista, la estructura de
la repetición es la estructura del lenguaje. Es el lenguaje mismo el que
introduce la repetición en el sujeto, no hay que ir a buscarla en otra
96 ICIASESEIS
GERMAN GARCÍA
N e Entonces, la equivalencia de
Naturaleza (N) = animal, Cultura
Ciencias Ciencias (C) = humana se rompe, porque
Exactas hay cultura animal y animalidad
Humanas
humana.
98 1 CLASESEIS
GERMAN GARCiA
-
z
En una metáfora sustituyo, digamos pongo una X en lugar de Z, enton
�-
ces a�ora �. �ece aquí con una significaciQ!!..lLll�e..lleY.a..ento.Il.W
ª'-déoucir con � esa, el valor de Z.
Cuando se dice por ejemplo: "Las perlas del rocío", se ha puesto la pala·
bra "perla" en lugar de "gota". Ahora para saber el valor de gota, gota
adquiere una significación x diferente porque antes no tenía una relación
�R_erla y_¿hora si la tiene. Entonces, habrá que averiguar en p;rla la
signi fi�-ªción x de gota. Tendremos �mino sobre una x.
En l�gü�iea se llami(,,,metáfora extingÜiaa a � � no se P.er
cibe cgmo tal. Digamos, la metáfora tiene dos problemas. uno es que
la metáfora es un mecanismo general del lenguaje. Hay un artículo de
_Nietzsche que se llama Verdad y mentira en sentido extramoral que
plantea eso, que todo le[guaje es metáfora. La creencia de que hay un
lenguaje primero es una creencia religiosa. se puede decir que primero
fue el hebreo, el griego, o que el lenguaje de las clases altas es mejor que
el de las clases bajas, pero cuando mandan otros, esto se da vuelta. Los
españoles dicen que en Sudamérica se habla mal el castellano. En fin...
cada cua!.,s.uenta l!L!. �o.
Lo único cierto es que no hay un leng'M�ero. No se puede pensar
que hay "mujer", primero, con respecto a "mina", una vez que mujer y
mina funcionan son dos términos sustituibles recíprocamente. Se puede
utilizar "mina" para burlarse de una mujer, pero también se pue<ie decir
"mujer" para burlarse de una mina. Se puede decir muy amorosamente
.1 "mina", o se puede decir, "mira esta mujer" como diciendo "mira este
aparato··. O sea, no podemos decir que hay un lenguaje- neutral
· q11e sería
el término primero y otro marcad�
Digo esto respecto a temas a estudiar como el de la denotación y la
connotación. Por ejempl,J, si digo "mujer" pm¡do connotar "mina", "per
canta", etc., la idea de que "mujer" sea el derlotante no es cierta porque
C\ASESEIS l 103
GERMAN GARCÍA
\-�
es licencioso como su padre. Entonces uno se da cuenta gue el 9!Seo, la
c�ón metonímica, está en el puente que ha ¡;¡_ermitido la sustitución
metfil_órica. Podemos decir sustitución metafórica, sustitución de padre
por tío. �emento_común padre-tío, metonimia.
De modo que, analíticamente, ¿qué hay que escuchar? El síntoma es una
metáfora pero ¿de qué metonimia?
Supongamos que la crisis matrimonial la tiene un lector de Husserl,
que es un filósofo que escribió un libro que se llama La crisis de las
ciencias europeas, o, peor todavía, un lector de la revista Crisis. La crisis
matrimonial es como un sueño. Tenemos que aprender a escuchar como
Freud escuchaba los sueños, es decir, los significantes. El significante
no remite a un significado, sino a una trama de significantes. Debemos
entender que aquí la palabra "crisis" no remite al significado crisis, sino,
que remite al menos a dos significados. Así entenderemos, dice f'reud, la
�obredeterminación del síntoma-:--
Freud daba importancia a la fecha, porque fechamos los acontecimientos
con otros acontecimientos. Alguien dice que le tiene miedo a la noche,
y uno pregunta "¿Desde cuándo?", el otro contesta por ejemplo, "Desde
que murió mi abuelo". No dice una edad, o dice una edad y agrega un
acontecimiento. "Desde los 7 años... ¡Ah! A los 7 años pasó... tal cosa".
Quiere decir que basta fechar para que empiece una cadena metonímica
respecto a las cosas que habla. ¿Cuándo comenzó algo? ¿En qué momen
to? Porque un síntoma se desencadena en un momento, incluso aunque
haya existido como carácter siempre.
j J
El carácter de una persona es una metáfora extinguida, es algo que ya no "'.\ c<o, t 7
O
le molesta como metáfora, se ha identificado a eso y es parte de su ser.·\ ·W 1 \.'-,o..,
Por eso Freud puede diferenciar: carácter obsesivo y neurosis obsesiva;
carácter histérico y neurosis histérica; carácter fóbico y neurosis fóbica;
carácter paranoico y paranoia.
¿Qué es el carácter? Un sujeto se puede presentar con todos los rasgos de
..i la paranoia y no ser un paranoico. Dicho de otra manera. tiene que ser
un paranoico para sí mismo, no para uno, porque si no ya ten,!mos al
sujeto que escucha con una especie de identikit que dice qué es qué .
Volvemos entonces a._"átomo cero del �ig;o"JEI átomo cero del signo,
que introduce el aut y el vel, nos permite definir la pul.§.i.2IQ.t!TIU�te de
Freud: es lo que falta al viviente por el hecho de hablar. No hace falta
t ClASESEIS l 105
FUNDAMENTOS DE LA CLÍNICA ANALÍTICA
Fort/ da
00 / ªª
Aquí tenemos también la operación de l�macía del significante sobre
la significación porque desde el punto de vista del significante hay nada
más que una oposición fonemática: o-a, que p�mite al otro hacer volver
una significación a-posteriori.
�
Fort / da
Fort-da, si eso fuera una interpretación habría que ver qué le sigue para
saber su efecto, qué es lo que produzco de nuevo. Quiero decir, si Freud
analizando a ese niño hubiera dicho Fort-da, hubiéramos visto qué
pasaba con el niño.
Bueno, esto es una pequeña explicación. Se puede pasar de nuevo por
esta página, nosotros no lo vamos a hacer, pero conversemos.
.J
CLASESEIS l 107
GERMÁN GARCÍA
es esto' está en juego algún deseo. Incluso está en juego el deseo aún si
el que ha interpretado se ha equivocado. Porque si interpreto algo y me
equivoco, y el analizante dice "no es esto", es otra cosa.
Entonces hay dos mane�as E�!§!, una es decir: "Sí es esto y usted
se resiste", que sería lo que llama Lacan la psicología. 01decir: "S�
�sto, qu� !!S e_ntonces' y_hacer @e el analizante hable de su dese_g .
..fil..g_ispositivo,
a
aunque la interpretación del analista fuese equivocada, no
ctejarí igual de provocar la posibilidad del deseo. Por esp dice Laca'n que
la superstición es tan grande que no se tiene en cuenta lo que implica la
negación, de confesión.
Yo puedo adjudicarle a alguien algo, decirle por ejemplo, "Usted. tiene
tales problemas con su hermano" y él puede responder, "Yo no tengo
problemas con mi hermano". "Pues bien, ¿con quién tiene problemas?".
Tendrá que decir algo. Entonces, siempre vamos por el camino del deseo.
�i b.usco que fLotr� consienta voy a utilizar el truco de la resistencia.
Lacan entiende que en la historia del psicoanálisis la idea misma de
resistencia supone yaun análisis dual y un buscar el consentimientode
otro, Lacan dice "Primum viuere sin duda; hay que evitar la ruptura�
Esta superstición psicologizante, esta manera dual de encarar el análisis,
� apunta a �lienación del sujeto p.ara evitar la ruptura.
Hay que vivir. En los controles uno pregunta "¿Por qué le dijo eso a
su paciente?" y algunos analistas responden "Porque si no, no venía
más". Entonces se lo dijo para que siga viniendo. Eso no es una razón
terapéutica, es una razón de subsistencia del que analiza. Primurr¡ vivere,
entonces, el evitar la ruptura.
"Que se clasifique bajo el nombre de técnica la civilidad pueril y honesta
para enseñar con este fin, pase. Pero que se confunda esa n,�cesidacJ
física, de la presencia del paciente en la cita, con la relación analítica, es
engañarse y as( se extravía el novicio por mucho tiempo''.
Esta idea de que la relación analítica no equivale a la presencia física del
analizante en el análisis, es lo que modificó toda la técnica psicoanalítica,
según Lacan.
Vamos a pensar así: si hacemos una secuencia de presencia ausencia
(P A) vamos a poner:
p IAIpIA1
Da I Fort I Da I Fort
., .
1101 CLASESIETE
0
¡::l· ( -1-�¿\ ,,..., . ,ti.,;..
FUNDAMENTOS DE LA CLÍNICA ANALÍTICA
�-
estas tres maneras en que Lacan habla del ser.
- -
Para Lacan"elrer ·se vuelv� aquí modal, o sea, son los mJdos ... de"
articulación, en el sentido de la lógica modal, de que hay lo posible, lo
imposible, lo contingente y lo necesario.
Hay un modo del ser que es la falta, hay un modo del ser que es su
desgracia, es su pedir en la lengua del Otro.
Lacan dice que el ser es pedigüeño por definición, y hay un modo del
1 ser que es el soportar el horizonte deshabitado de sí mismo. El hecho de
114 I _ CI.ASESIETE
GERMÁN GARCÍA
@(
Esta relación a La mujer se convierte en la relación al superyó materno,
haga lo que haga nunca puede saciar,il amor de ésta.
Estamosiñüy acostumbrados a decir "la madre" , entonces no nos damos
cuenta de lo que estamos diciendo. Decimos "la madre" pero hay que
decir La mujer, porque no es necesariamente "la madre" en sentido
empírico. Giiiadre es La mujer'.)
Entonces la mujer puede prohibir el acceso a los hombres, obligarle el
acceso a los hombres, puede hacer muchas cosas. ¿En relación a qué
existe un obstáculo?.
Cuando Lacan habla de La mujer o cuando dice que una mujer entra
siempre en la cama como madre, no es sólo porque el Edipo masculino
hace que alguien encuentre un rasgo de la madre en cualquier mujer que
tenga, tanto por la exigencia masculina como por la propia exigencia del
=��� -
superyó femenino, una mujer tiene que meterse en la cama en conexión
���
FUNDAMENTOS DE LA CLÍNICA ANALÍTICA
·i
cosa, Sache, y de la Sache deducir el objeto. Este es el esquema, digamos,
que aparece en Freud:
31
pero el objeto tiene gue perderse dos_ _;1eces, porg_!;!e si se pierde una es la
�colía. El objeto se perdió enJ�ealidad y la relación con el objetq
sigue en la fantasía. �y que perderlo dos veces para que haya duelo. Por
eso Lacan habla de "Eurídice, dos veces perdida".
Si hace dos años que una relación amorosa no anda, ahora hay que
separarse. Esta segunda separación es el duelo, la primera es la melancolía.
Por eso la gente no sufre mucho de los muertos. La gente sufre de seguir
viviendo con objetos que ya perdió; entonces es esta segunda pérdida la
que hay que plantearse, esta segunda pérdida, que además, se llama en
Freud sublimación.
En los años '30 Freud define la sublimación como la capacidad d1il sujeto
de cambiar de objeto. ¡Esto no va más, afuera! A otra cosa. F.so para
Freud sería la sublimación� la capacidad de un sujeto de cambiar de
o.J2i.eto.
Lacan lo va a tomar bajo las tres formas de identificación, que es otro
tema. Lacan habla de tres ícfentificaciones. Identificación al siguificante
omnipotente de la de�� por ejemplo en un análisis eso se puede
hacer fácilmente diciendo: "no". No es lo mismo decir "no puedo" o
"no quiero", que decir "no". Porque cuando digo "no", se supone que
tengo aquello que me piden. Por ejemplo: "¿me prestas dinero?", "¡No!"
Entonces tengo dinero. Si digo "no tengo" no es lo mismo. Quiere decir
que cada vez que uno_:!_ice "no" s�t� colocando en este lugar de la
omnipotencia. Eso hay que saberlo, se lo puede hacer, pero hay que
saber lo que se hace.
La otra es la identificación al objeto de amor, y la tercera que Lacan nombra
es esa identificación que por estabilizar al deseo vuelve indiferente a los
objetos, se refiere a la histérica. Lacan en este texto habla de tres tipos de
identificación, Freud menciona otras, pero eso no lo vemos ahora.
Se perdió el objeto, dice Freud, el neurótico mantiene una relación en
la fantasía y la neurosis quiere decir que se perdió, pero no se· perdió.
Entonces habría que decir "no sirve", porque no se perdió en el sentido
de la pérdida. la pérdida crea disponibilidad, digamos así, el duelo es una
sorpresa, no es una tristeza.
Freud usa Sache, usa la galabra Sachvorstellung, mientras g ue el
�ic�. a través del yo ha tomado las palabras, dice Freüd, como igual
a das Ding, las palabras como cosas. Es decir que si hay una regresión
;=la fa;;taiía, el fantasma puede producir la progresión hacia un nuevo
objeto; si la pérdida del objeto vuelve la palabra equivalente de la cosa
misma, no hay pérdida de la cosa, por lo tanto, no hay represión. Porque
la represión en Freud quiere decir que tengo que decir sí, tengo que
nombrar y cuando nombro pierdo. Y esto es muy interesante para explicar
12B I ClASESIETE
GERMAN GARCIA
Creo que es una buena noticia y de paso ya saben que les le1!rá con
atención si le hacen lleg,,r algo.
Quiero hoy puntualizar ,1lgunas cosas en torno al tema de la "Dirección
de la Cura" que es el texto que estuvimos trabajando. En marzo je] año
que viene me gustaría comenzar con el Seminario de La identificación.
Porque el problema que se plantea y en el que concluye la "Dirección
de la Cura" es que, si como decía Freud, hay un deseo que es iiempre
¡
el mismo, indestructible, las posiciones del sujeto respecto ai deseo
ilependen de las identificaciones.
Lacan en este texto nombra tres tipos de identificaciones. Uno podría
decir que el Seminario de La identificación podría ser el paso siguiente
para trabajar el año que viene.
En la "Dirección de la Cura" Lacan dice: "Dejarse conducir asi" por la
lectura de Freud hasta el relámpago que ella necesita''. La diferencia que
.) hay entre un significantE· y una letra en Lacan, es que el significante es
siempre sustituible por otro significante mientras que la letra no. Por
ejemplo, Lacan dice qm el nombre propio está del lado de la l1!tra, no
del significante. "Yo me l amo Jacques Lacan en todas las otras le'lguas".
Y le llama a 11ombr;propio l núcleo de enunciación latente.
Por ejemplo, si la carta que les acabo de leer estuviera firm,1da por
Garma, significaría otra cosa; y si estuviera firmada por Melani,! Klein,
CLASEOCHO l 131
FUNDAMENTOS DE LA CLÍNICA ANALÍTICA
Ella dice que todo neurótico quiere justificar su existencia. Los gatos, los
perros, no lo hacen, mientras que nosotros estamos tratando siempre de
justificar la existencia. Y Ferenczi se desesperaba por justificar el ser del
analista, no el del analizante.
Por eso estos dos trabajos se pueden leer juntos, el de Ferenczi como el
autor que se plantea: ¿Qué es el ser del analista?
El problema de la identificación lo queremos abordar el año que viene,
que es donde desemboca este texto. ¿Cómo hace el analista para cuidar
la falta de ser de su analizante, sin llenarla con un rasgo identificatorio
ofrecido por él mismo? Dado que su falta en ser es su deseo, bastaría con
darle al analizante un rasgo identificatorio para que el analizante pasara
a "desear" lo que su analista quiere, y entonces se acabó la película.
¿Cómo resguardar la falta en ser del analizante? En Introducción al psi
coanálisis, de Osear Masotta. hay un subtítulo así: "El resguardo de la
falta"'. Este "resguardo de la falta" es una expresión rara, porque la falta
es la que mueve la cadena metonímica. lo que conduce al otro hacia el
deseo. si una identificación puede frenar eso, se acabó la historia.
Lacan introduce una respuesta, para saber de qué manera se puede
cuidar la falta de ser del analizante hay que saber de qué manera operar
con el deseo del analista. La respuesta de Lacan va a ser "el deseo del
analista". O sea, la falta de ser del analista. el desetre del analista.
-l!_na p.9sición ética: deseo del _anali��a .
l¿!;a posición epistemológica: una crítica a la comprensión y al
12!nsamiento.
Evidentemente aj_ que piensa y comprende no le falta nada. Lacan -..�
critica a los pensadores. dice ¿qué es un pensador? Un pensador es un
masturbador de gran talla, dado que el origen del pensamiento en el
psicoanálisis es la masturbación. Parece raro pero es así. Diógenes era
famoso por eso.
FEYQJ!�e-9.!!LJl pensamiento es i11co�ente. Potque eLPen§.!)miento
es el goce de uno. Laca!l va a decir que la sustancia del pensamiento es
el goce,_y na.cualquier goce.
Lacan dice que no hay que comprender ni pensar nada. Tenemos un
problema que es la posición. ética del analista, el d� del 1nalista,
y un problema epistemológiro1 salir de la idea de la comprensión y el
pensamiento, para llegar al acto analítico. Lai:an dice que s�.sl�
acto y no de la comprensión ni del pensamiento.
Cuando Freud recomienda la atención flotantg dice, por ejemplo: "no
piense", "no comprenda", "escuche", "déjese hipnotizar por el otro";
pero tiene que saber en qué punto del diSCl.l.!§.Q.. del otro salirse,
P� eso-Lacañpuede definir el análisis como una hipnosis al revés; que
CLASEOCHO 1137
FUNDAMENTOS DE LA CLÍNICA ANALÍTICA
138 I ClASEOCHO
FUNDAMENTOS DE LA CLÍNICA ANALÍTICA
-� 1
Lacan va a diferenciar El comprender con lo imaginario. Esto ese� ya en
Freud en el artículo "LoJ11c,0nscieJ!te.'.:, dQllile.dj¡;,e gue .ecir.q ue conprend�
mas a otro es identificarn )S con él y��de n��stro Qropio pens 3m�n!Q.
E�a�!..:'.�.i.Y.<2Jli� u�d."
Lacan opone el comprer,der al entender. Entender es un problem.1 de sin-
-i,. 1 taxis, entender eng)É_ll,!gar_de lo g.ue el otro está hablando está ese suieto.
Por ejempJo, una cosa que los analistas dejan pasar siempre por un.1 especie
de pudor social, es lo que Freud llamaba el pecado de lesa majestad Alguien
entraba en una taberna y decía: "El que diga que el rey es un hijo d,i puta se
las verá conmigo" y era rastigado por haberlo dicho.
Es muy común en los a 1álisis que alguien diga "Me han dicho que usted
tal cosa" y que el analistt no haga decir el nombre del que dijo eso, es una
forma de complicidad. !Jo hay "me han dicho" sino que alguier lo dijo.
144 I CLASEOCHO
GERMÁN GARCIA
r-
contrabando discursivo de entrada. Y entonces no sabemos en qué lugar
está el sujeto. Porque el sujeto dice: "Me dijeron que usted" y es él quién
habla. Y a la inversa, identificado con un tercero puede decir: "Yo pienso ... ". e/
Quiere decir que el sujeto puede enunciar en primera 12ersona cosa�le .J.
�j� y en tercera �rsona cosas que le son propias.
Por lo tanto, s� que entre el enunciado y la enunciaciQ!! hay que ( """'
e�e: lQosic16n cFefsuJ�S�Side �ue dice.
Lacan dice que el deseo no consiste en lo que digo, sino que insiste en lo
que digo.
A su vez, la enunciación de la demanda no puede ser interpretada, porque
interpretar la demanda es de nuevo una alienación. Porque si hay una
incompatibilidad entre el deseo y la palabra, si el deseo es insistencia y no
consistencia, interpretar la demanda es tomarla llot. el deseo; y si bien la
demanda es la estructura del de-;o, no es el deseo, porque el deseo es lo
q�lta en lo que el otro dice, 90 Jo que dil;e. Es lo que insiste en lo que
el otro dice.
A lo largo de su trabajo, Lacan va cambiando el lugar del analista. En los
años SO el analista es el Otro. Está tomado de Lévi-Strauss, es el garante de
la verdad. En los 60 el analista es el lugar vacío en el Otro, es un significante '1f
que falta, no hay en el Otro un significante que garantice la verdad de mi ser.
Y en los '70, el analista es el objeto causa del deseo, hay silencio del analista.
El silencio del analista es objeto a.
La palabra semblant es difícil de traducir. Una mujer me dio una indicación
interesante. Ella dijo que en francés, por ejemplo, si uno le dice a un niño
"Te voy a comprar un regalo", el niño pregunta si es semblant o si es vérité.
Es como si dijera "Hablas en serio o me haces un chiste". Entonces aquf sem
blant está usado en dos sentidos, hacer
1950-A semblant de objeto, y a. la inversa,
1960-//. mostrar que el objeto es semblant.
1970-- a plus de gozar El analista puede ser semblante de
objeto. Por ejemplo puede ser de cabal-
lo de Juanito. Pero también puede
mostrarle que el caballo es irrisorio y ahí entra el problema de lo que Lacan
va a llamar el desetre del analista.
Cuando el analista hace semblante de objeto con su silencio, si se identifica a
ese semblante ya no es un sujeto supuesto saber, es un sujeto que sabe. Si no
se clentifica a eso tendría que mostrar que el semblante de objeto también es
que el objeto es puro semblante, y esto tiene que ver con el fin de análisis.
Hay que sostener con el silencio y la presenci��t� �bjeto.!. pero 1..!"0
hay que mostrar con�labra que el objeto es�e. esto es la ínter-
ClASEOCHO J 145
FUNDAMENTOS DE LA CLÍNICA ANALÍTICA
I•
p�Semblante no es apariencia, incluso en la &fad Media, semblante
era la sustancia, porque no había diferencia entre apariencia y esencia, era
sustancia. O sea que el analista hace de sustancia de objeto, se podría decir
también. Pero el analista a su vez dice que no hay sustancia, por lo tanto
ven que �/ant)a adquiriendo otro sentido. Entonces, !!Q_ es.....!llif_gr
� agade�-� bien hacer ªP'!.��r. Sería decirlo así: aparecer como el
,
objeto causa y hacer aparecer ese objeto causa.
Lacan lo dice muy bien cuando habla de los bailes de máscaras y dice que
caen las máscaras, no era él, no era ella. Hay un semblant de objeto pero no
era él y no era ella.
Esto es un comentario general sobre algunos puntos para que ustedes sigan
leyendo "La dirección de la cura"
Bueno, ustedes hasta ahora, en.silencio y en presencia han hecho semblante
de objeto. Saben que en el discurso universitario, que es el que estoy ha
ciendo ahora, el objeto causa es el alumno, se supone que el alumno quiere
saber, lo cuál es suponer demasiado. Se supone que a causa de que otro
quiere saber es que alguien enseña. Ustedes recuerdan que Lacan ubica
en el lugar del otro al estudiante, en el discurso universitario. Pone como
agente al saber, S2, en el lugar del otro está el a, y esto produce una división
que es la división saber-no saber, y tiene detrás un significante amo, s,. que
comanda.
Vamos a decir que si alguien va a estudiar a una universidad, va a causa
de algún tipo de identificación, y si alguien va a enseñar allí, va a causa
de algtín tipo de identificación también. Digo esto porque estas cosas se
entienden mal, porque se cree que el discurso universitario es malo, que
la universidad es pésima, Jo cual es cierto. Lacan no tiene ningún deseo de
criticar este discurso.
S7 -- ª Discurso
S1 - S universitario
e� histérica./" Que el deseo sea histérico implica que hay una estructura de
insatisfacción propia_del _d�seo, implica que el deseo siempre se legra por �
. .
delegación, y la,_identificaciónes o
. condición. sea en fJ:e�pQríjll!Wl �
sujeto se identific� al p�r!�m:.�mueve a la madre al lugar del objeto. d-
'T.
No es esta la posición del analista. El des� 1ist�rico_qyLere hac�i:.desear, el
�a1ista ·ño quiere h'!.cer desear¡ sabe que ya � un d�eo,_y que ese desto-·
tiene una est!:!!_ftur2_ histéric.i. Porque si quisiera hacer desear creería que el
paciente no desea.
Lacan, en Los cuatro conceptos fundamenta/es del Psicoanálisis, r�cuerda
que Preud dice que la histérica tiene el deseo de deseo insatisfecho. ¡ Por qué
aceptamos esto como una verdad? Entonces da una vuelta y agrega 11 padre
impotente de la histérica. Como decían las madres "pájaro que comi, i, voló".
Es evidente que hacer de:;ear sin sa.!i�qu.i.Y.i!l��sos�!Jff el d;s!:.Q_ del
� Lacan dice que si 11 histérica tiene un deseo de deseo insalisfecho, /."\ ¡\ ,u.
,
no es que sea masoquist.1 ni cosa por el estilo. Es que 1<1..insatisf.í!J;i¡m_¡:s. r.!:!)
condición de sog_enimien!Qjel deseo del otro que es impotente. fjay Otro
que es impotente y hay histéricas que hacen desear.
Miller usaba para esto los modos de la lógica y hacía una diferencia entre la
histeria y la obsesión. Ponía el modo (los modos son: necesario, contingente,
posible, imposible) y el deseo que resultaba de eso. Y dice que �a histe
ria (H) el modo es la contingencia. Cuando cuenta una relación amorosa,
siempre la va a generar a partir de !:lna contingencia cualquiera. Se encontró
de casualidad, etc.
Mientras gu� en la obsesión (O) el modo es lo necesario.
f\ mí me fue a ver un muchacho y me dijo: "Tengo todo solucionado, me
llevo bien con mis padres, tengo un buen trabajo, tem1iné la carrera, tengo
amigos, nunca me peleo con nadie, sólo me falta casarme". ¿Y con quién se
va a casar? le pregunté, "bueno, ese es el problema, que no tengo novia".
El punto es que era rzecernrio casarse. Él tenía que casarse, ya había hecho
todo lo demás. Y él nunca había
Modo Deseo visto una pelea entre sus padres,
era una familia con una .irmonía
H contingente insatisfacción total, hasta que apareció un re
cuerdo infantil que lo perturbó
un poco y es que en verdad hubo
una época en que los padres no
o 00tt,a,2{)(posóblc se llevaban bien. La casa tenía un
Certeza patio, el padre le había pegado a
la madre, la madre salió corrien
do por ese patio oscuro_, él venía de afuera, tropieza con la madre. la madre
lo confunde con el padre y le dice "Por favor no me pegues más".
CLASEOCHO l 149
FUNDAMENTOS DE LA CLÍNICA ANALITICA
agente otro
-- --
$-S1 Discurso
de la histeria
verdad producción a- Sz
1501
GERMÁN GARCIA
Lacan plantea tres tipos de identificaciones cuando solamente hay un deseo. >.
Las identificaciones, en plural, y el deseo, en singular.
Lo interesante del Seminario La identificación es que, al revés de lo que
ustedes pueden leer en cualquier lado sobre el tema identificación, parte de
, la idea de que no se .trata de saber con quién me identifico�no a qué me <t
ic!_ent�. Lo cual implica la no existencia de la identidad.
La palabra identidad es una palabra muy difundida. Se habla de la identidad de
los pueblos, de la identidad de los grupos, de la identidad de las personas.
Lacan parte de la idea de que no existe tal identidad, que esto es un cuento
chino, para lo cuál hace un análisis muy exhaustivo del prefijo ídem) latino.
Casualmente, como nosotros sabemos, lo utilizamos para una repetición. Si
ustedes citan un texto una vez, la segunda vez ponen "ldem, página tal".
Quiere decir que ya la misma rafz ídem, de la cuál viene identidad, no es
�
utilizada como lo idéntico en el sentido de lo igual a sf mismo, sino como la r
repetición de al�o. Hay algo y uno luego dice íitem. -
Lacan analiza esta palabra ídem. La raíz ídem va marcando, a lo largo del
seminario, de qué manera en las lenguas para designarse a sí mismo hay gue 4f--
-
<!_�li�ais_e, c;kcic..::y:o mismo".
Lacan dice que en todas las lenguas indoeuropeas se da esto. Incluso se da
en el hecho de designarse de dos maneras. Por ejemplo, en francés se ve
más claro porque está el je y el moi. Uno se puede designar como je o como
ClASENUEVE J 153 )
GERMÁN GARCIA
racismo, por que el racismo es otra cuestión. Con esta teoría de la agresividad
no se entiende porque hay racismo, dado que aquí no habría semejantes.
Entonces, si la agresividad es una cuestión entre semejantes, el más próximo
a uno, el racismo es más bien un odio al goce del otro. O si lo queremos
decir mejor, un cierto odio a que el goce del otro sea otro goce. Y el racismo
hace sus cosas, por ejemplo, los puritanos norteamericanos convencidos de
que las mujeres no deseaban (eran puritanos), hicieron propaganda de que
los negros eran ardorosos, muy bien armados, incansables, infatigables en la
cama. Todavía esa propaganda hace soñar a muchas mujeres. Ellos parten de
una premisa falsa "las mujeres no desean". Pero sus hijas y nietas empezaron
a crear el mito de que los negros son unos tipos terribles.
Franz Fanon, que era un poco inocente porque era discípulo de Sartre, por
lo tanto creía en la conciencia, era analista a su vez, no recuerdo donde
trabajaba, cuenta en un libro que se llama Escucha Blanco que una mujer
blanca comenzó a hablar de lo terriblemente sexuales que eran los negros.
No había tenido nunca experiencias sexuales con un negro pero ella sabía
eso, y además, que los negros eran tipos que tenían unos atributos sexuales
muy desarrollados. Franz Fanon quiso convencer a la blanca diciéndole que,
según las estadísticas. el promedio del tamaño del pene de un negro no
difería mucho del promedio estadístico del tamaño del pene de un blanco.
Entonces, la blanca quedó un poco desconcertada y le replicó enseguida:
"Bueno, puede ser que lo tengan igual, pero ellos lo hacen mejor".
Así como vemos que del lado masculino hay una especie de odio al goce
� que da el racis�o que podemos llamar un racismo dulce,
que es la fascinación por el supuesto goce de ese otro, que serfan quienes se
fascinan poi una persona de otra raza.
El racismo no tiene la misma estructura ni se parece a la agresividad, aunque
pueda cometer violencia. Por ejemplo, si nosotros leemos las crónicas de
las colonias vamos a ver que las tensiones agresivas se daban entre los
conquistadores que trataban de sacarse lugares, mientras que con respecto
a los indios no había agresividad sino había directamente �resión,. rechazo
del goce del Otro, domesticación. Es decir, no había eso de que los blancos
y los indios se encontraron y se llevaron bien y después se pelearon. No, el_
encuentro equivalía al dominio o al exterminio inmediato de uno por el otro,
no ña6ía posibilidad de tensión agresiva. Mientras que el Imperio incaico
es� dividido en una tensión agresiva entre dos hermanos.
No sabía por qué se dice: "Eso es una jauja". Jauja es una ciudad que está en
Perú. Había dos hermanos que gobernaban, uno estaba en lo que ahora es
t
Lima y el otro estaba en Jauja. Habían hecho dos fuertes, se habían forificado
y estaban en guerra. Peleaban entre ellos por el dominio del imperio cuando
llegan los españoles. Los españoles apoyan al hermano que estaba en
156 I CLASENUEYE
GERMÁN GARCÍA
Jauja, contra el otro que tenía el centro del imperio. Cuando derrotan a
este último, los españoles hacen una gran fiesta. Parece ser que los Incas
tenían una manera de cazar animales que era muy curiosa, porque subían
a las montañas y empezaban a hacer ruido, bajaban haciendo ruido, y los
animales bajaban a una especie de desfiladero, donde otros lo esperaban y
los mataban a garrotazos. Mataron a miles de animales e hicieron una fiesta
junto a los españoles, para festejar la victoria, que duró una semana. Una
fiesta donde los indios tomaban y los españoles comían. De ahí viene el
dicho "una jauja", que alude a esta fiesta que termina mal. En esa historia
que es mucho más complicada de lo que lo cuento, se juntarían estos dos_
esquemas: el esquema del odio al goce d�oti:9.i... que es el esquema que
aplican los españoles a los que encuentran en América, porque los españoles
no se preguntan si les conviene o no aliarse a estos, simplemente no quieren
que estos indios tengan un goce que ellos desconocen. ¡Qué es esto de gozar
del sol, de sacrificio de niños! Esto no puede ser. Y J.a agresividad, que era en
este caso la agresividad que había entre estos dos hermanos.
Un mito parecido genera la diferencia entre los Tupí y los Guaraní. También
era la historia de dos hermanos, esto lo cuenta Alfred Metraux en un libro
que se llama Magia y religión en América de Sur. Eran dos hermanos, pero no
estaban peleados entre ellos sino que sus esposas los hicieron pelear. Parece
ser que eran muy parecidos, entonces ellas para distinguirlos hicieron que se
pelearan. Uno de ellos da lugar a la cultura Guaraní, el otro a los Tupí. Esto
es un mito de origen, no es un hecho histórico.
Si la agresividad, la tensión entre los parecidos es lo que está en lo imaginario,
¿qué pasa con la guerra? ¿Con el racismo? Bueno, ese es otro problema que
hay que estudiar a través del tema de las identificaciones.
Lo primero que podemos decir es que cualquier _§,ujeto que �diferente a
nosotros parece encamar el goce que nosotros mismos n;primimos. Hitle�
propooe una aporía: "Los judíos no valen nad7i':: rero hay que exterminar
)
hasta el último porque uno solo es un peligro. Los judíos no valen nada. Pero
a su vez siete judíos que se juntan pueden dominar el mundo.
Freud escribe "Psicología de las masas y análisis del yo". Está tomada una
dimensión de la estructura social, la segregación, el racismo, la agresividad, la
tensión agresiva, etc. No es algo que apunte solamente a la clínica individual,
sino que apunta a cierta concepción social del fenómeno.
Adorno y Horkheimer en base aÜnaínvestigaci��bieron La persoTllllidad
autoritaria. No se consigue, lo editó una editorial anarquista, hace como 20
años. Encontramos en este libro encuestas que se hicieron después de la
caída de los nazis. Se hizo con nazis presos e hijos de nazis. Lo que ellos
muestran ahí es la equivalencia entre el enemigo y lo que hay que reprimir
del propio padre idealizado ¿Cuál es el ideal de su padre? Le preguntaban a
CLASENUEVE 1157
FUNDAMENTOS DE LA CL1NICA ANALÍTICA
estos jóvenes nazis. "Un padre guerrero, valeroso, rubio, alto, noble, que lleva
en sí los valores arios". "¡Cómo era su papál" "Era borracho o degenerado,
o medio drogadicto".
Había que buscar uno �ra_a quién se pudiera perseguir para no mirar
hacia ese lad.Q.:..Lo que estos autores mostraban era de qué manera el enemigo
viene a cumplir con las condiciones exigidas para reprimir lo familiar. A esto
Freud lo explica en un texto que se llama Das Unheimliche o "Lo Siniestro".
Das Unheimliche serla lo in-familiar, palabra que no existe.
Freud nos dice que lo que nos resulta siniestro, Unheimlich, en este sentido,
espantoso, aterrador, ruinoso, no es sino el retomo afuera de algo reprimido
�rajli!I', Algo que se reprime en lo familiar y aparece afuera. Quiere
decir que el tema de la identificación nos va a llevar a nosotros a pensar, por
que el tonto que pregunta ignora. Con esta ideología de la imagen es que los
grupos se vuelven cada vez más pesados y banales. Porque si alguien hace
una pregunta y el otro no la hace, se supone que el que preguntó no sabe, y
el que calló ¿calló por qué? Y. .. porque sabe. Ese es el problema de preguntar
en público.
Comentario: No, pero a veces te contestan mal, una se frena porque tiene
miedo que le contesten mal, con autoritarismo.
G.G: ¿Contestar bien � responder 1� que .!L..'lue pregunta quiere? En
ocasiones el que pregunta, en vez de preguntar afirma. No es autoritarismo
lo que le digo. Porque si alguien me hace una pregunta y en la pregunta me
quiere decir: "observa que ingenioso soy", tendría que decir directamente:
"que ingenioso que soy" y no preguntarme nada. Eso sería una buena
intervención. J..a_pregunta no es una virtud, es.filia necesidad. La virtud está
en la respuesta. Esos cuentos que se inventan los grupos de psicoanalistas
para seguir: "Nos interrogarnos", "nos preguntamos". Bueno, pero mientras
tanto, cobran. ¿Porqué no parar la máquina hasta que se respondan? ¿Se ha
visto un arquitecto que diga: "yo me interrogo cómo se hace un edificio"?
No, porque nadie le darla trabajo. El arquitecto dice: "Sé hacer un edificio".
Él afirma. No hay ingenieros que digan: "Yo me interrogo qué será esto de
la ingeniería". Porque a esta gente nadie le daría trabajo. A los psicoanalistas
les parece una virtud juntarse y decirse unos a otros: "Yo me interrogo y esta
pregunta fundamental donde me pregunto por la respuesta que el colega se
preguntaba ... "
La cuestión no es: "Nos interrogamos sobre la psicosis... " mientras cobran
!os sueldos en el hospital. La cuestión es: "Hacemos tal o cual cosa por la
psicosis". Si primero decimos cómo respondemos después podemos decir
qué preguntas hacemos. Pero no se puede hacer de la pregunta una especie
8
de virtud dilatoria para vivir siempre de algo de lo cuál no se sabe. Ese es
--
un punto.
-
El otro punto lo planteab3 Rolar.d Barthes, que fue profesor durante muchos
años en b univ!.'rsidad. La meniira del discurso universitario es que hay que
responder siempre como si la pregunta fuera •una denotación y no tuviera
coñ'ñotación. ·
Por ejemplo, alguien me pregunta: "¿Quién es Jacques Lacan?" Alguien
que no sabe. 't'cJ digo: "Es un psiquiatra francés que hizo esto, aquello".
Le respondo. Si viene el señor que cuida este lugar y me pregunta: "¡Ah!
Estaban hablando aquí de un señor Lacan ¿Quién es?" Seguramente le voy
a responder bien, porque me pasa en los trenes, en los aviones. Les cuento
también de Freud. Una especie de nota dominical de Lacan.
Ahora, si entra un psicólogo y me dice: ¡Y quién es Lacan? Con cierto tono,
CLASENUEVE l 163
FUNDAMENTOS DE LA CLfNICA ANALÍTICA
causan el hecho de que hable, para la decisión de ustedes. Uno por uno,
tirado en un diván verá a causa de qué está hablando de Lacan o escuchando
sobre Lacan, pero colectivamente no hay manera de saber a causa de qué
estamos aquí. Pero podemos saber para que estamos, estamos para pasar de
un no saber Lacan a un saber Lacan. Se supone que el que entró aquí ya sabe
de antemano, porque aquí no se pone un cartel de "Verdulería" en la puerta
y después se dice a la gente que viene: "No, nos quedamos sin verdura pero
le contamos Lacan". Aquí se dice: "Lacan". ¿Y por qué Lacan? Y ye, que sé.
Un chico me dijo: "BuenJ, pero Lacan entonces es Dios". Y Je respondí que
no era exactamente así. La diferencia entre Dios y Lacan es que Lacan hacía
topología, Dios no sé, hacía oráculos o hacía otra cosa.
E.!! f.1 discurso analítico no sólo que no hay uno que charlatanea, como
yo aquí, sino que �gent� e_!! el discurso analítico es el a, es el silendo.
El silencio, lo cual provoca esa división pacticulaLde.J:Juién está hablando
( a -+ $ ) , que es la asociación libre, que hace aparecer, como dice Freud,
cosas desagradables para uno. ..fil_agente n_o es un saber, el agente es un
seio; digamos, un an�lista vale _¡:nás .129r su silencio que por su palabra, el
que enseña sólo vale por lo que dice.
Entonces, esta c;ñfusión que explotan algunos analistas, entre la escena
analítica y la escena de enseñanza, hay que cortarla de raíz. El que enseña
tiene que saber de qué habla, si no, no enseñar. Y el que enseña puede no
tener nada que ver con el psicoanálisis.
A un psicoanalista de lo más noble que no sabe topología es inútil que le
preguntemos del nudo borromeo, la banda de Moebius, o la botella de Klein,
porque no lo sabe.
Ese analista podría interpretar nuestra ambición de querer saber m�s que él,
con lo cuál tampoco sabemos topología. Entonces, las cosas tiener¡ que ser
claras, si vamos a estudiar topología, el que enseña tiene que saber topología.
"¡Si, pero este deseo de estudiar topología!" No, no, deseo de nada. ¿Usted
sabe topología o no? O ¿Usted sabe Lacan? ¿Usted sabe Freud?
Comentario:En el final del texto "La dirección de la cura" Lacan parece tomar
partido por, a mí me pareció cuando lo leía, el tercer modo de identificación,
a la que define como identificación al deseo sin importar el objeto.
G.G: Si, con referencia al objeto, lo que fue llamado identificación histérica, �
p��ás�cerci!!hl.� la estrÜctÜradel deseo. "
s o p
s y p
CLASENUEVE j 169
GERMÁN GARCiA
INOICEONOMASTICO i 171