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Sri Aurobindo
Vigila todos los pensamientos que pasan por tu mente. Vigila todos los deseos que
se apoderan de ti. Vigila incluso los pequeños gestos: andar, hablar, comer, tomar un
baño.
Sigue vigilándolo todo. Deja que todo se convierta en una oportunidad para vigilar.
En la línea horizontal, te mueves por motivaciones. Tienes que alcanzar algo: dinero,
prestigio, poder o a Dios, pero tienes que conseguir algo. Hay una motivación.
El movimiento sin motivación significa
conciencia.
no hay que darle importancia al hecho de haberse perdido muchas veces, lo que importa
es que te has vuelto a acordar muchas veces.
Cuando la mayoría piensa que eres tonto, existe alguna posibilidad de que seas un
sabio; de lo contrario, no hay ninguna posibilidad.
Por eso, a causa de los durmientes, de los numerosísimos durmientes, existen tantos
mundos.
Hagas lo que hagas, y aunque no hagas nada, una cosa debe estar constantemente en tu
conciencia: que tú eres.
El ego es un falso yo... no eres un yo, pero aun así crees que eres un yo.
«Volveré en cualquier momento. Tenéis que estar alerta día y noche para
recibirme.»
Te sientes afectado, no porque hayan tocado tu centro, sino porque no tienes centro.
Como el pasado nunca queda terminado, se mete en el presente, sigue adelante y penetra
en el futuro.
¿Cómo centrarse en uno mismo? ¿Cómo logra uno centrarse para no seguir: en la
periferia? La técnica consiste en ser testigo.
La mente es una perturbación de la conciencia, como las olas son una perturbación del
mar.
intentar controlar la mente no es otra cosa que una parte de la mente intentando
controlar otra parte de la mente.
Solo los débiles se preocupan por los pensamientos. Solo los débiles se preocupan por
la mente. Las personas fuertes simplemente absorben todo el conjunto y con ello se
enriquecen. Las personas fuertes nunca rechazan nada.
Observar la mente significa mirarla con profundo amor, con profundo respeto, con
reverencia. Es un don de Dios.
«Soy absolutamente responsable de todo lo que me ocurre. Ocurra lo que ocurra, sin
condiciones, el responsable absoluto soy yo.»
Si sigues echando las culpas a otros, recuerda que seguirás siempre siendo, un
esclavo, porque nadie puede cambiar a los demás.
Encontrarás muchas heridas en tu interior, heridas que duelen, y debido a esas heridas te
sientes triste... son tristes; esas heridas no han cicatrizado; están vivas. El método de
retroceder hasta el origen, del efecto a la causa, las curará.
Utiliza la ira misma como si fuera un río; fluye con la ira y la ira te llevará hacia dentro.
Encontrarás sutiles heridas dentro de ti.
Una persona que retrocede se libera del pasado. Y entonces el pasado ya no funciona,
entonces el pasado ya no tiene poder sobre ella y el pasado queda terminado. El pasado
ya no tiene sitio en su ser. Y cuando el pasado no tiene sitio en tu ser, quedas accesible
para el presente, pero no antes.