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LA CANCERINA

La cancerina es una planta originaria de México la cual su nombre científico es hippocratea excelsa, pero la cual
por razones prácticas es preferible llamar cancerina.Si piensa que esta planta tiene relación con el cáncer
entonces usted está en todo lo cierto, ya que es usada como medicina herbolaria para tratar tumores o áreas
cancerosas.A esta planta se le puede sacar beneficios al tallo, la raíz, a la rama y la corteza. las hemorragias por
miomas, quistes o úlceras gástricas pueden ser controladas con tomas de la cancerina favoreciendo la absorción
de nutrientes de mejor manera gracias a que limpia el organismo.

la cancerina mejora la función inmune


Los principios activos de la cancerina le permiten ser antiinflamatoria, cicatrizante, desinfectante y depurativa, cualidades
que son importantes en casos de cáncer. Esta es la razón por la que es usada para tratar tumores.
Por otro lado, al ser útil para limpiar el organismo prepara al cuerpo para estar en condiciones para soportar los efectos
adversos de esta enfermedad. La beta sitosterol también juega un papel crucial en el recuperamiento a causa de la
enfermedad debido a que este compuesto fortalece el sistema inmune factor principal y obligatorio para sobreponerse
de los agresivos tratamientos contra el cáncer. El cáncer es una enfermedad que se produce cuando hay un crecimiento
descontrolado de las células. ¿Por qué afecta al sistema inmunológico?
Porque la enfermedad junto con el tratamiento debilita al sistema desgastando a las células sanguíneas que protegen
contra enfermedades y bacterias. Como consecuencia esto genera ocasiones en las que el cuerpo no puede protegerse
eficazmente y tampoco luchar contra la infección ni cualquier otra enfermedad por pequeña que parezca.
Este es el motivo por cual las primeras medidas a tomar al detectar el cáncer es blindar el sistema inmunológico. Esto se
hace supliendo al organismo de sustancias que lo fortalezcan y preparen. La cancerina es una opción natural donde se
puede reforzar sus efectos junto a la combinación de otras sustancias naturales que también han mostrado su eficacia
para contrarrestar esta enfermedad. Cuando se está bajo los efectos de esta lamentable enfermedad todos los recursos
para combatirla son bienvenidos. Y en este aspecto hay gran variedad de ayudas naturales que juntas suman grandes
beneficios.

¿Vitaminas y minerales para el cáncer?


Por lo general cuando sufrimos a causa de una enfermedad viral como lo es un resfriado, lo primero que se utiliza para
alejar es la vitamina C. La teoría de esta medida es que hemos sido víctimas de un virus que nuestras defensas no
pudieron detener y que ha entrado en el sistema inmune. Es aquí donde entra en rescate la vitamina C para darle fuerzas
a nuestro sistema. Como ya se mencionó anteriormente, por motivos del cáncer, el sistema inmunológico se puede ver
afectado así que trabajo de la vitamina C cobra valor en este caso. Pero lo importante a destacar aquí es que esta
vitamina cumple una función más que la hacen más usada aun en esta situación. La vitamina C ha sido sometida bajo
evaluación durante muchos años pues se considera en los pacientes con cáncer pues las dosis altas de esta vitamina son
capaces de destruir las células cancerosas. En el caso de los pacientes donde la enfermedad es irreversible e incurable, el
uso de vitamina C ha mejorado su calidad de vida mitigando los molestos síntomas de dolor, fatiga, vómito y pérdida del
apetito. Dado que este valioso nutriente como lo es la vitamina C no puede ser elaborado por el ser humano, es necesario
buscar obtenerlo mediante los alimentos y suplementos. La guayaba, la naranja, el perejil, las fresas, moras, son
alimentos que te suplen de ella. CelProtek También te aporta de vitamina C y otras vitaminas y sustancias que lo hacen un
suplemento reforzador del sistema inmune. Además de prevenir y atacar el cáncer la vitamina C es necesaria para:
 El crecimiento y reparación de tejidos
 Sanar y cicatrizar heridas
 Bloquea los daños de los radicales libres
 Protege de enfermedades del corazón y artritis
 Repara y mantiene el cartílago, huesos y dientes
LA PLANTA DE ÁRNICA, también conocida como tabaco de montaña, posee numerosas propiedades medicinales. Una de
las más conocida y utilizada es la analgésica, que se debe a su composición, principalmente al ácido gálico. También destaca
su efecto antiinflamatorio, ya que entre sus componentes posee aceites esenciales, que favorecen la circulación
sanguínea. Con los pétalos del árnica se elaboran toda clase de cremas, lociones, pomadas y geles que alivian el dolor y
desinflaman en caso de contusiones, moratones, agujetas, distensiones, esguinces o torceduras
El árnica o Arnica Montana es una planta con una gran reputación y muy utilizada en la medicina rural, que ha mantenido
su fama como eficaz antiinflamatorio natural en los remedios de herbolario y también como ingrediente farmacéutico.
Pastores y campesinos del centro de Europa la vienen empleando desde antiguo para tratar una gran variedad de dolencias,
y se la conocía también como tabaco de monte o tabaco de montaña. Era costumbre recorrer los prados de montaña donde
habita para cosecharla en su medio natural, pero hoy día se ha enrarecido bastante y es preferible evitar su recolección al
aire libre y adquirir ejemplares procedentes de viveros medicinales. Además, por las características de la planta y su afinidad
con otras muchas, los errores en su identificación han sido frecuentes. En cualquier caso, estamos ante una planta bella y
prodigiosa, que es preciso salvaguardar, y que supone una interesante opción para aliviar molestias a nivel tópico.
En todo caso, conviene aclarar que sus efectos antiinflamatorios pueden ser útiles en casos leves de torceduras o golpes
(de ahí que las madres suelan llevar una barra de árnica siempre consigo), sin embargo su efectividad es más cuestionable
en hematomas o contusiones más importantes, por lo que igualmente conviene conocer bien su uso para evitar posibles
efectos secundarios.

Cómo es y dónde se encuentra la Arnica montana


El Arnica montana L. es una hermosa planta rizomatosa muy glandulosa, de la familia de las compuestas, de hasta 60 cm
de alto, con las hojas basales grandes y recubiertas de fina pilosidad, de forma ovado-lanceolada, agudas, y las superiores
opuestas y mucho más reducidas. Flores amarillas agrupadas en capítulos grandes, con lígulas (flores externas del
receptáculo) de hasta 30 mm de largo.
Crece en prados y pastizales de montaña, entre los 1.600 y los 2.400 metros de altitud, y está presente en las grandes
sierras montañosas de Europa, desde Portugal a Escandinavia. En España la encontramos en los Pirineos y las montañas
del Cantábrico, donde había sido muy común, aunque en los últimos decenios se ha hecho mucho más rara a causa de
una extracción incontrolada y por las transformaciones de su hábitat. Florece durante el verano.

Principios activos del árnica


El árnica es una planta medicinal clásica de herbolario en Europa, que se viene utilizando desde antiguo. Se cosechan las
flores en verano y las raíces en otoño, tanto de la especie nominal, Arnica montana, como de especies afines del mismo
género como es el caso de Arnica chamissonis, que es la árnica norteamericana. La actividad farmacológica de la árnica se
basa principalmente en su esencia, que se encuentra en la flores, pero también en la raíz, una vez sometida a destilación.
El producto resultante, de coloración variable entre amarillenta o anaranjada, desprende un aroma que puede recordar a
la manzanilla.
Los principios activos del Arnica montana que definen su acción terapéutica quedan enumerados a continuación:
Aceite esencial, con lactonas sesquiterpénicas como la helenalina, que le confiere todo su poder antiinflamatorio y
analgésico, otras lactonas y sus ésteres derivados como los ácidos cafeico e isobutírico.
Dentro de la esencia se aprecian también derivados del timol, sesquiterpenos como humuleno y mirceno.
 Flavonoides y pigmentos xantofílicos.
 Cumarinas como la umbeliferona.
 Colina.
 Alcaloides pirrolizidínicos como la tusilagina.
 Fitosteroles.
 Taninos.
El cuachalalate es uno de los árboles más comunes de la zona centro y sur de México. Hay una larga tradición de
consumo de sus propiedades desde la época prehispánica, por sus poderes para aliviar el principalmente el
estómago. Estas cualidades paulatinamente van comprobándose mediante la ciencia. No sólo es un remedio ideal
para la gastritis, también es un efectivo anticancerígeno.

Aunque sus milagrosos efectos gastrointestinales son un hecho, este árbol tiene más propiedades de las que
comúnmente se conocen. El regreso a los conocimientos milenarios, hoy avalados por la ciencia, se refleja en
recientes estudios. Hace poco, un grupo de científicos de la UNAM comprobó que esta planta tienen un efecto
anticancerígeno, como se creía. Además, su acción no perjudica a las células contiguas, un efecto común en este
tipo de remedios.

Algunos de los efectos curativos de este árbol milagroso al que los antiguos mexicanos le atribuían un efecto
purificador son:

Infecciones
Se usa para la fiebre, la calentura y la gangrena.

Problemas circulatorios
Desde hace siglos se le atribuía la propiedad de ser un desintoxicante sanguíneo. Ayuda a curar várices y úlceras
variciosas.

Enfermedades bucales
Con la corteza del árbol puedes endurecer tus encías, y aliviar fuegos o úlceras de la boca.

Molestias urinarias y afecciones de los riñones


Se debe cocer la corteza junto con el palo de tres costillas y beber esa agua durante 20 o 30 días.

Heridas, enfermedades de la piel o granos


La corteza del cuachalalate ayuda a que las heridas cicatricen. En la Revolución mexicana se usó mucho para curar a los
heridos.

Enfermedades gastrointestinales
Este es su efecto curativo más famoso. Alivia inflamación del estómago, gastritis crónica y úlceras gástricas; también el
dolor gástrico, y además limpia el estómago. Recientemente, científicos de la UNAM comprobaron sus propiedades
anticancerígenas, sobre todo en el estómago.
LA ARTEMISINA

La hierba china que mata a células cancerígenas en 16 horas

El ajenjo dulce (Artemisia annua) va a ser uno de los


descubrimientos más prometedores para luchar contra la
enfermedad del cáncer. No es una planta que ha llegado por
sorpresa a la farmacopea, anteriormente ha sido muy usada en la
Medicina Tradicional China, pero sobre todo se la conoce por tener
una capacidad increíble para luchar contra la malaria. Nuevas investigaciones le atribuyen otros beneficios nada
desdeñables: un derivado de la hierba tradicional china «Sweet wormwood», llamada artemesinina, puede matar
y destruir hasta el 98% de las células cancerosas en 16 horas. sorprendente descubrimiento

Los investigadores descubrieron que la hierba por sí misma puede causar una reducción del 28% en las células
del cáncer de mama, pero cuando se combinó con el hierro, puede eliminar hasta el 98% de las células
cancerosas sin afectar a las células normales. Unos datos que han sido comprobados en el laboratorio por el
Dr. Tomikazu Sasaki, explica que “el compuesto a base de artemisinina es como un agente especial que coloca
una bomba dentro de la célula. Este compuesto es selectivo y eficaz para eliminar diferentes tipos de cáncer,
incluida la leucemia, la mama y la próstata en animales de laboratorio ”. Se trata de una nueva manera de luchar
contra el cáncer, ya que la artemisinina es altamente tóxica para las células cancerosas en presencia de hierro,
pero es relativamente inofensiva para las células normales: a diferencia de las terapias contra el cáncer
tradicionales, que incluyen quimioterapia y radiación, la artemisinina no daña las células normales y mata a
100 células cancerosas por cada célula sana (aproximadamente diez veces mejor que las quimioterapias
actuales).

Células del cuerpo humano.

Según los investigadores, los compuestos a base de artemisinina son mucho más letales para matar las células
cancerosas cuando se asocian con el hierro, ya que las células cancerosas necesitan una gran cantidad de hierro
para mantener un rápido crecimiento del tumor. La combinación de artemisinina y hierro es mucho más efectiva
para matar células cancerosas, y cuando las células cancerosas envían señales al cuerpo que indican su necesidad
de hierro y proteínas, no saben que el compuesto tóxico artemisinina está al acecho en su superficie junto con el
hierro y las proteínas. En el interior del tumor, el hierro reacciona con la artemisina tóxica para liberar moléculas
venenosas conocidas como radicales libres. Cuando hay suficiente acumulación de radicales libres, la célula
cancerosa muere. «El complejo es como un pequeño mono con bomba montado en la espalda de un caballo de
Troya», dice Henry Lai, profesor de bioingeniería de la Universidad de Washington y coautor del estudio. “La
mayoría de los medicamentos disponibles actualmente están dirigidos a cánceres específicos. Este compuesto
funciona de manera general en las células cancerosas por su alto contenido de hierro

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