Documenti di Didattica
Documenti di Professioni
Documenti di Cultura
Abstract: This article examines the evolution of the Honorable Constitutional Court of
Colombia in its jurisprudence, regarding the fundamental nature of sexual and reproductive rights
in Colombia, specifically, in Assisted Human Reproduction (ART) Techniques, and within these,
In vitro fertilization (IVF). For the above, the jurisprudential line methodology is applied in the
pronouncements made by the high court, concluding that, although initially it was completely
reluctant to recognize, by way of guardianship, the right to access treatments considered as TRA ,
1
Abogada egresada de la Universidad San Buenaventura, estudiante de postgrado de Derecho de Familia de la
Universidad Santiago de Cali
1
through a milestone ruling, it was ended by separating from the jurisprudential precedent to
recognize that there are specific cases in which these procedures can be ordered, in order to
guarantee the sexual and reproductive rights of citizens.
Key Words: Jurisprudence, Constitutional Court, In Vitro Fertilization, Health Regime, Inter-
American Court of Human Rights
CONTENIDO
INTRODUCCIÓN. ....................................................................................................................................... 3
TECNICAS DE REPRODUCCIÓN HUMANA ASISTIDA (TRA) Y FERTILIZACIÓN IN VITRO
(IVF). ............................................................................................................................................................. 5
EVOLUCION DE LOS DERECHOS SEXUALES Y REPRODUCTIVOS EN LA JURISPRUDENCIA
DE LA CORTE CONSTITUCIONAL. ........................................................................................................ 8
3.1 NATURALEZA DE LOS DERECHOS SEXUALES Y REPRODUCTIVOS Y SU INCLUSIÓN EN
EL BLOQUE DE CONSTITUCIONALIDAD. ............................................................................................ 8
3.2 CASO ARTAVIA MURILLO Y OTROS VS ESTADO DE COSTA RICA....................................... 10
3.3 LA JURISPRUDENCIA DE LA CORTE CONSTITUCIONAL FRENTE A LOS DERECHOS
SEXUALES Y REPRODUCTIVOS Y EL ACCESO A TRA ................................................................... 13
CONCLUSIONES. ..................................................................................................................................... 19
2
INTRODUCCIÓN.
Las Técnicas de Reproducción Asistida - (en adelante TRA) son un tema relativamente nuevo
en nuestro país, y la carencia de una legislación que regule estos procedimientos se debe
principalmente a la ausencia de interés del Estado para intervenir en un tema que, a priori,
parecería pertenecer única y exclusivamente a la esfera de intimidad de las personas. Esta
ausencia de regulación, podría dar origen a un uso indebido e incluso ilícito de las TRA, además
de ser un tema que venido adquiriendo relevancia dentro de la sociedad, pues son numerosas las
parejas que padecen temas de infertilidad y que ven en estos métodos una oportunidad de
materializar su voluntad de reproducción.
Aunado a esto, también se debe considerar la baja probabilidad de éxito de la IVF, pues si
bien la efectividad de este procedimiento depende de diferentes factores como la edad de la
mujer, la causa de la infertilidad, la calidad de los ovocitos y embriones, la técnica IVF aplicada,
entre otras, lo cierto es que su porcentaje de efectividad nunca ha llegado a alcanzar el 100%. Al
respecto, conviene citar las cifras establecidas en el cuarto Congreso Mundial sobre la
Fecundación In Vitro, celebrado en Australia, en el año 1985, en el cual se menciona que entre
1982 y 1985 se realizaron en todo el mundo más de 30,000 tentativas de Fecundación In Vitro, de
las cuales nacieron solo 2,300 niños2, es decir, un porcentaje mínimo del 7.66 % de efectividad.
2 SALA CONSTITUCIONAL DE LA CORTE SUPREMA DE JUSTICIA, Resolución No. 2000-02306. Acción de inconstitucionalidad
promovida por Hermes Navarro Del Valle, portador de la cédula de identidad 1-618-937 contra el Decreto Ejecutivo Nº 24029-S, publicado en
"La Gaceta" Nº 45 del 3 de marzo de 1995.
3
Lo anterior, generó que las respuestas a las solicitudes de las personas que deseaban acceder a
tratamientos como la IVF debieran ser atendidas por el Sistema General de Seguridad Social en
Salud, el cual terminaba resolviendo de manera desfavorable las mismas, por cuanto las TRA se
encuentran actualmente excluidas del Plan Obligatorio de Salud (POS), conforme a lo dispuesto
en el numeral 4 del Artículo 130 de la Resolución 5521 de 2013, proferida por el ya extinto
Ministerio de Salud y la Protección Social, y en el literal c del Artículo 18 de la Resolución 5261
de 1994, expedida por el actual Ministerio de Salud. Esta exclusión, fue vista por algunos
sectores como una violación a los derechos sexuales y reproductivos de los afectados, pues
resultaba claro que a las TRA solo podrían acceder, de manera directa, quienes tuvieran la
capacidad económica de costearlas de manera independiente.
Frente a la situación anteriormente descrita, se tiene que el mecanismo que con frecuencia se
empleó para intentar acceder a estos tratamientos en Colombia es la acción de tutela, pero de
acuerdo a la jurisprudencia sentanda por la Corte Constitucional hasta el año 2014, ésta solo
procedía cuando se verificaba que el/la solicitante se encontraba bajo un riesgo inminente en su
salud, por la no práctica del procedimiento de fertilidad. En la búsqueda de alguna respuesta para
llenar la carencia normativa que se indica, se encontró que la Corte Interamericana de Derechos
Humanos estableció, en la sentencia “Artavia Murillo Vs Costa Rica”, unos lineamientos sobre la
IVF, y en virtud de ello se entiende necesario determinar, jurídicamente, si estas disposiciones
deben ser aplicadas por Colombia como Estado parte de la Convención Interamericana de
Derechos humanos, para garantizar los derechos sexuales y reproductivos de los ciudadanos.
4
En este sentido, el presente trabajo busca establecer la evolución de los derechos sexuales y
reproductivos en la jurisprudencia de la Corte Constitucional de Colombia, demostrando que se
hace necesaria la regulación normativa de la IVF, como técnica de reproducción humana asistida
dentro del marco jurídico colombiano, para que este se adecue a los lineamientos establecidos por
la Corte Interamericana de Derechos Humanos, a las necesidades reproductivas de las familias
colombianas y a los avances científicos en materia de reproducción humana asistida. Para lo
anterior, en un primer momento se estudiará el concepto de las TRA, y dentro de ellas,
específicamente el de la fertilización in vitro (IVF). En segundo lugar se aplicará la técnica de
línea jurisprudencial para analizar la evolución de las TRA como mecanismo para garantizar los
derechos sexuales y reproductivos en Colombia. Finalmente, como tercer punto se establecerán
unas conclusiones al respecto.
Las denominadas Técnicas de Reproducción Asistida (TRA), pueden ser definidas como un
conjunto de métodos médico – científicos que se emplean para ayudar a que una mujer pueda
constituir un embarazo. En palabras de Doctor Luis Santana Solís, médico y profesor del
Departamento de Morfología de la Universidad Autónoma de Madrid, las TRA se circunscribe al
Conjunto de métodos bio-médicos, que conducen a facilitar, o substituir, los procesos biológicos
naturales que se desarrollan durante la procreación humana, como la deposición del semen en la
vagina, la progresión de los espermatozoides a través de las vías genitales femeninas, la
capacitación del espermatozoide una vez eyaculado, la fertilización del óvulo por el
espermatozoide, etc.3
3 SANTAMARIA SOLIS, Luis, Técnicas de Reproducción Asistida en Manual de embriología y anatomía general. España: Servei de
Publicaciones. 2000. Pág. 25
5
hereditaria que se transmiten de los padres a los hijos, tales como como la hemofilia, el síndrome
de Down, entre otros, o cuando existe incompatibilidad del factor Rh.
Las técnicas de reproducción humana asistida, según la doctrina médica se pueden clasificar
en técnicas intracorpóreas y técnicas extracorpóreas. Frente a las primeras, se determinan como
todos aquellos métodos en donde el proceso de fecundación del óvulo por el espermatozoide se efectúa en
el interior del aparato reproductor femenino4”, es decir, como su nombre lo indica se realiza el
procedimiento al interior del cuerpo de la mujer. Algunas de estas técnicas corresponden a la
inseminación artificial y la transferencia intratubárica de gametos. De otro lado, las
extracorpóreas se realizan por fuera del cuerpo de la mujer, y se definen como una modalidad de
reproducción en donde la fecundación se produce en el exterior del aparato reproductor femenino5”, y
también tiene diversas formas de realizarse, entre ellas la micro inyección de espermatozoides, o
la que nos interesa para efectos del presente trabajo, comúnmente denominada Fecundación In
vitro (IVF).
Teniendo en cuenta lo anterior, entenderemos la Fertilización in vitro (IVF) como una de las
técnicas de reproducción humana asistida, en las que un espermatozoide se une con el ovulo en
forma diferente a la natural, realizando la fecundación por fuera de los órganos reproductivos de
la madre, a fin de resolver diversos inconvenientes de infertilidad que puede presentar tanto la
mujer como el hombre, y así mismo mejorar defectos genéticos que pueden ser transmitidos por
los padres o en el caso de ser los padres portadores de VIH o de algún otro tipo de enfermedad
hereditaria.
Frente a este procedimiento, el médico especialista en infertilidad, Dr. Luis Kushner Dávalos,
conceptualiza que:
4 MONROY, Juan Pablo, “Técnicas de reproducción asistida y su incidencia en. Colombia”, Verba Iuris 30, Julio-Diciembre 2013, Bogotá
D.C. Colombia. Pág. 28
5 Ibid, Pág. 29
6
in vitro en el laboratorio de embriología previa selección y clasificación de la calidad ovocitaria
y capacitación espermática; cultivo embrionario sistemático; y transferencia de embriones en la
cavidad uterina, a la espera de una implantación satisfactoria6
Por su parte, se debe indicar que en el año 2009 la Organización Mundial de la Salud
reconoció la infertilidad como una enfermedad que afectaba a un porcentaje considerable de la
población mundial, determinando que esta podía ser concebida como una enfermedad del sistema
reproductivo definida como la incapacidad de lograr un embarazo clínico después de 12 meses o más de
relaciones sexuales no protegidas8. En este punto, vale la pena resaltar que el termino infertilidad
no es un sinónimo del de esterilidad, pues el primero aplica cuando solo uno de los miembros de
la pareja posee problemas para que se dé el engendramiento, motivo por el cual hay un alto riesgo
de que la etapa de gestación sea interrumpida de manera intempestiva, mientras que en el
segundo existe una incapacidad absoluta, tanto del hombre para fecundar, como de la mujer para
concebir, haciendo nugatoria la posibilidad de constituir un embarazo.
En Colombia, las estadísticas son contundentes, pues para el año 2016, existía un total de 2,5
millones de personas infértiles, las cuales representaban un porcentaje de aproximadamente el
20% de la población que para ese entonces se encontraba en edad reproductiva, lo cual da cuenta
6 KUSHNER DÁVALOS, Luis. La fertilización in vitro: beneficios, riesgos y futuro. Rev Cient Cienc Med. 2010; 13(2):77-80.
7 CARLSON, Bruce. Embriología humana y biología del desarrollo, Human Embryology and Developmental Biology (4 ed.). (D. S. Edición,
Trad.) Barcelona, España: Elsevier España. (2009).
8 ORGANIZACIÓN MUNDIAL DE LA SALUD (OMS). (2010). Glosario de terminología en Técnicas de Reproducción Asistida (TRA).
7
de la importancia actual de la aplicación de Técnicas de Reproducción Asistida para mantener
una estabilidad en las tasas de natalidad del país y en la protección de los derechos sexuales y
reproductivos de esas personas. Con este contexto, se procede en el siguiente capítulo a analizar
la evolución de las TRA, como mecanismo para garantizar los derechos sexuales y reproductivos
en Colombia, empleando la metodología de línea jurisprudencial, enseñada por el profesor Diego
Eduardo López Medina en su libro “El derecho de los jueces”.
Los derechos sexuales y los reproductivos pueden ser entendidos actualmente como una
subcategoría de los derechos humanos, que se fundamentan en otros derechos que han sido
tradicionalmente reconocidos como la vida, el libre desarrollo de la personalidad, la integridad
personal, igualdad, entre otros. Como se sabe, así como los derechos sexuales y reproductivos
tuvieron un lento desarrollo en el ámbito del Derecho Internacional Público y de los Derechos
Humanos, en el ámbito constitucional de nuestro país tampoco corrieron con diferente suerte. En
consecuencia, es posible afirmar que solo hasta la promulgación de la Constitución Política de
1991 en su artículo 42, se empezó a brindar forma a un cuerpo normativo sólido de protección de
estos derechos, con el reconocimiento del derecho a decidir libremente y responsablemente el
número de hijos que quiere tener una pareja.
Como recuento histórico, tenemos que el debate sobre los derechos sexuales y reproductivos
inicia en 1948, a partir de la Declaración Universal de los Derechos Humanos, en el marco de las
8
Naciones Unidas. Posteriormente, otros instrumentos internacionales como los Pactos
Internacionales de Derechos Civiles y Políticos y de Derechos Económicos Sociales y Culturales
(PIDESC) (1976), la Convención Internacional para la Eliminación de Todas las Formas de
Discriminación contra la Mujer (1981), la Convención sobre los Derechos del Niño (1990),
Declaración y Programa de Acción de la Conferencia Internacional de Derechos Humanos de
Viena (1993), el Programa de Acción de la Conferencia Internacional de Población y Desarrollo
de El Cairo (1994), Programa de Acción de la Conferencia Mundial de la Mujer de Beijing
(1995), dieron un mayor contenido a estos derechos, e indicaron los deberes y las
responsabilidades de los Estados parte frente a los particulares, definiendo mecanismos para
poder verificar su cumplimiento.
Disfrutar de una vida sexual satisfactoria y sin riesgos y de procrear, y la libertad para decidir
hacerlo o no hacerlo, cuándo y con qué frecuencia. Esta última condición lleva implícito el
derecho del hombre y la mujer a obtener información y de planificación de la familia de su
elección, así como a otros métodos para la regulación de la fecundidad que no estén legalmente
prohibidos, y acceso a métodos seguros, eficaces, asequibles y aceptables, el derecho a recibir
servicios adecuados de atención de la salud que permitan los embarazos y los partos sin riesgos y
den a las parejas las máximas posibilidades de tener hijos sanos9
9 ORGANIZACIÓN DE NACIONES UNIDAS. (5 de Septiembre de 1994). Conferencia Internacional sobre la Población y el Desarrollo de El
Cairo. Tomado de http://daccess-ods.un.org/access. nsf/Get?Open&DS=A/CONF.171/13/ Rev.1&Lang=S
9
prevalecen en el ordenamiento interno, sino que además son un criterio de interpretación
obligatorio de los derechos fundamentales reconocidos en la Constitución.
Aquella unidad jurídica compuesta por normas y principios que, sin aparecer formalmente en el
articulado del texto constitucional, son utilizados como parámetros del control de
constitucionalidad de las leyes, por cuanto han sido normativamente integrados a la Constitución,
por diversas vías y por mandato de la propia Constitución. Son pues verdaderos principios y
reglas de valor constitucional, esto es, son normas situadas en el nivel constitucional, a pesar de
que puedan a veces contener mecanismos de reforma diversa al de las normas del articulado
constitucional strictu sensu10.
El caso Artavia Murillo y Otros contra el Estado de Costa Rica, conocido por la Corte
Interamericana de Derechos Humanos, se constituye como un precedente importante en materia
de derechos sexuales y reproductivos de las personas, específicamente de aquellas que por
motivos de infertilidad desean acceder a tratamientos como la Fertilización In Vitro (IVF),
además de sentar unos lineamientos sobre las obligaciones concretas que en material de salud
sexual y reproductiva tienen los Estados parte de la Convención Americana de Derechos
Humanos. A continuación, se procede a establecer, de manera sucinta, los hechos que dieron
lugar al caso y a indicar las conclusiones que de él se desprenden, con la finalidad de impartir
claridad frente al estándar internacional de protección de esta tipología de derechos.
10 Corte Constitucional de Colombia. Sentencia C – 067 de 2003, MP Marco Gerardo Monroy Cabra.
10
Así las cosas, se tiene que el día 19 de enero de 2001, la Comisión Interamericana de
Derechos Humanos (CIDH), recibió el caso de un grupo de personas de nacionalidad
costarricense que padecían de infertilidad y por ello acudieron a un centro médico. Ahí, iniciaron
un procedimiento de fertilización in vitro (IVF) pero, luego de estar en lista de espera durante un
tiempo, les fue negado el servicio por parte de la institución prestadora de servicios de salud, con
el argumento de que dicho procedimiento ya no estaba vigente, por causa de una decisión emitida
por la Sala Constitucional de la Corte Suprema de Justicia de ese país.
En efecto, la Sentencia de fecha 15 de marzo del 2000, anuló el Decreto Ejecutivo N° 24029 -
S, que había sido expedido por el Ministerio de Salud de Costa Rica y que autorizaba la práctica
de la Fertilización In Vitro (IVF) para cónyuges. Con base en este, la IVF estuvo permitida entre
1995 y 2000, año en el cual la Sala Constitucional de la Corte Suprema de Justicia, al estudiar
una demanda de inconstitucionalidad en contra del referido decreto, determinó que el poder
ejecutivo no tenía competencia para legislar respecto a derechos y libertades fundamentales; y el
acto administrativo acusado regulaba el derecho a la vida y a la dignidad humanad, porque lo que
en consecuencia, su expedición había sido contraria a la Constitución.
11
Una injerencia arbitraria en los derechos a la vida privada y familiar y a la igualdad de las
víctimas, colocándolas en una situación de desventaja al negarles la posibilidad de un
tratamiento que les hubiera podido permitir tener hijos biológicos11.
En igual sentido, se determinó que a todas aquellas personas que sólo tengan en las técnicas de
reproducción humana asistida (TRA) su única opción para constituir un embarazo y poder
procrear, los Estados parte deben reconocerles y garantizarles este derecho, pues
Vale la pena resaltar, que para la Corte Interamericana de Derechos Humanos (IDH) resulta
claro que la medida adoptada por la Sala Constitucional de la Corte Suprema de Justicia de Costa
Rica era discriminatoria, en razón de la situación económica de las personas, por ello dispuso que
se deberían adoptar todas las medidas necesarias para que quedara sin efecto la prohibición de
practicar la IVF y para que las personas que desearan hacer uso de la misma pudieran realizarlo
sin injerencias de ninguna naturaleza, agregando que el Estado “debía incluir la disponibilidad de la
FIV dentro de sus programas y tratamientos de infertilidad en su atención de salud, de conformidad con
el deber de garantía respecto al principio de no discriminación”13.
La Corte IDH estimó que una vulneración al derecho a la reproducción asistida supone
directamente una injerencia arbitraria en la vida privada. De esta manera, se señaló que “el
Estado debe proteger a las personas frente a acciones arbitrarias de instituciones estatales que
afectan la vida privada y familiar”14. Además, una precisión adicional de la Corte IDH establece
que el derecho a la reproducción asistida no es sinónimo de privacidad, sino que su alcance es
más amplio, y comprende la íntima relación con la dignidad de la persona. Visto de esta manera,
el concepto de vida privada engloba aspectos de la identidad física y social, incluyendo el derecho a la
11 CORTE INTERAMERICANA DE DERECHOS HUMANOS. Sentencia 12361 en el Caso Artavia Murillo y otros (“fecundación in vitro”) vs.
Costa Rica. 28 de noviembre de 2012.
12 CORTE INTERAMERICANA DE DERECHOS HUMANOS. Sentencia 12361 en el Caso Artavia Murillo y otros (“fecundación in vitro”) vs.
Costa Rica. 28 de noviembre de 2012.
13 Ibíd. Numeral 4 de la parte dispositiva.
14 CORTE IDH. Caso Artavia Murillo y otros vs. Costa Rica, párr. 244.
12
autonomía personal, desarrollo personal y el derecho a establecer y desarrollar relaciones con otros
seres humanos y con el mundo exterior15.
15 CORTE IDH. Caso Artavia Murillo y otros vs. Costa Rica, párr. 142.
13
T- 375 de 2016 (punto Arquimedico)
1er – T- 274 de 2015 T- 528 de 2014
Nivel (sentencia Hito)
T-528 de 2014. T-760 de 2008
(Sentencia Hito)
2do – T- 780 de2008 T-274 de 2009
Nivel T- 539 de 2013 T-595 de 2002
T- 627 de 2012
(a) Cuando el tratamiento de fertilidad fue iniciado y es posteriormente suspendido por la EPS sin
mediar concepto médico o científico que justifique tal proceder; (b) cuando se requiere la
práctica de exámenes, para precisar una condición de salud asociada a la infertilidad; (c) cuando
la infertilidad sea producto o consecuencia de otra enfermedad que sí ponga en riesgo reales
derechos fundamentales de la paciente, como la vida, la integridad y la salud 16
16 CORTE CONSTITUCIONAL DE COLOMBIA Sentencia T – 009 de 2014 (MP Nilson Pinilla Pinilla)
14
existencia de otros medios para conformar una familia., es decir, el procedimiento de fecundación
in vitro con lavado previo de semen seguía siendo negado.
La corte Constitucional tuvo conocimiento del presente asunto, planteando como problema
jurídico si ¿la EPS vulneró los derechos a la salud reproductiva e igualdad de la accionante al
negar un tratamiento de fertilidad autorizado por el médico tratante, que se encuentra por fuera
del POS? Con el fin de dar respuesta a este interrogante, el alto tribunal hizo énfasis el carácter
fundamental del derecho a la salud, y dentro de este la faceta reproductiva de los ciudadanos,
además de reiterar la jurisprudencia sentada frente a la protección constitucional dirigida a las
personas que padecen del virus del VIH como sujetos de especial vulnerabilidad.
Con base en el material probatorio recaudado, así como los precedentes sentados en las
sentencias de tutela T-274 de 2015 y T- 528 de 2014, el tribunal terminó revocando el fallo se
segunda instancia proferido por el Juzgado Segundo Penal del Circuito con Función de
Conocimiento de Santa Martha, y en su lugar amparó los derechos a la salud sexual y
reproductiva, a la intimidad, a la igualdad, al libre desarrollo de la personalidad, a la prohibición
de discriminación y a conformar una familia, indicando que:
La Sala sigue los precedentes sentados en las sentencias T- 528 de 2014 y T-274 de 2015 en las
que se acogieron las directrices hermenéuticas dictadas por la Corte IDH en el caso Artavia
Murillo contra Costa Rica, por considerar que concilian y amplían el espectro de protección de
los derechos sexuales y reproductivos elaborado en amplia jurisprudencia por la Corte
Constitucional, en los casos de los tratamientos de fertilidad asistida, siendo evidente que las
15
pautas de interpretación dadas por la sentencia de la Corte IDH garantizan, de forma más
efectiva, los derechos reconocidos en nuestra Carta Política17.
A través del ejercicio de línea jurisprudencial, se puedo evidenciar que, de manera inicial, en
la ratio decidendi de las sentencias de tutela proferidas a través de la revisión constitucional
aleatoria, se advierte un pronunciamiento uniforme respecto al tema, en el sentido de negar el
amparo solicitado por los accionantes, tal como se puede observar en las sentencias T - 1104 de
2000 (MP Vladimiro Naranjo Mesa), T - 946 de 2002 (MP Clara Inés Vargas Hernández), T -
689 de 2001 (MP Jaime Córdoba Triviño) y T - 512 de 2003 (MP Eduardo Montealegre Lynett).
Como ya se indicó, la sentencia T – 009 de 2014 (MP Nilson Pinilla Pinilla) marcó un cambio
en la jurisprudencia, pues si bien se seguía considerando que el Estado no estaba obligado a
apoyar y sufragar los procedimientos científicos especiales, incluyéndolos en el Plan Obligatorio
de Salud, para garantizar la procreación y suplir la infertilidad, se abría una ventana de
oportunidad en las excepciones que ahí fueron establecidas. No obstante, se considera que el
punto de quiebre se encuentra establecido en la Sentencia T – 528 de 2014 (MP María Victoria
Calle Correa), pues en ella la Corte reconoce, después de un análisis de derecho comparado y del
derechos humanos, que existe un déficit en la protección de los derechos sexuales y reproductivos
en Colombia, específicamente en lo que atañe a las TRA.
17 CORTE CONSTITUCIONAL DE COLOMBIA. Sentencia T – 375 de 2016. M.P. Gabriel Eduardo Mendoza Martelo.
16
Realicen la revisión de la situación que tienen que enfrentar las personas que padecen de
infertilidad y no cuentan con recursos económicos para costear los tratamientos de reproducción
humana asistida, entre ellos, la fertilización in vitro, e inicie una discusión pública y abierta de la
política pública que incluya en la agenda la posibilidad de ampliar la cobertura del Plan
Obligatorio de Salud a dichas técnicas científicas18.
Bajo ese entendido, el alto tribunal reconoció la vulneración de los derechos sexuales y
reproductivos de las personas infértiles, otorgando el amparo constitucional solicitado por los
accionantes y ordenando a la empresa prestadora de servicios de salud que procediera a autorizar
y practicar el procedimiento fecundación in vitro, aclarando que los beneficiarios debían hacer su
aporte económico de acuerdo a sus ingresos, con el fin de ayudar a sufragar el alto costo de este
tipo de tratamientos. Finalmente, dentro del fallo se ordenó realizar un estudio de impacto fiscal
sobre la inclusión de estos tratamientos al Plan Obligatorio de Salud (POS), como también iniciar
programas de investigación en materia de salud respecto a la infertilidad.
Así las cosas, pese a que en un principio la Corte Constitucional estuvo completamente reacia
a reconocer, por vía de tutela, el derecho a acceder a ciertos procedimientos de fertilidad que
podrían considerarse como técnicas de reproducción asistida (TRA), en los recientes fallos
mencionados se puede entrever un cambio en la postura, mas garantista respecto de la
18 CORTE CONSTITUCIONAL DE COLOMBIA, Sentencia T – 528 de 2014. MP. María Victoria Calle Correa.
17
importancia de los derechos sexuales y reproductivos de las personas infértiles, incluso
generando nuevas sub reglas frente a la procedencia de la acción de tutela para acceder a dichos
tratamientos, a saber:
Sin embargo resulta para la Corte Constitucional inaudito que a pesar de existir un
reconocimiento por el derecho internacional y estar consagrado en el artículo 48 inciso 3° en
donde el Estado con la participación de los particulares ampliaran progresivamente la cobertura
de la seguridad social en la cual y han trascurridos más de 20 años hasta el año 2014 no se han
reconocido ni ha adoptado al sistema de salud, poniendo en riesgo derechos fundamentales a la
libertad de conformar una familia y absolviendo problemas a la población con que simplemente
el servicio solicitado no se encuentra dentro del POS.
19 CORTE CONSTITUCIONAL DE COLOMBIA, Sentencia T – 274 de 2015. MP Jorge Iván Palacio Palacio.
18
decisorio racional que estructure una política pública susceptible de ser implementada, de tal
manera que los compromisos democráticamente adquiridos no sean meras promesas carentes de
toda vocación de ser realizadas. Así, cuando tales compromisos han sido plasmados en leyes y
representan medidas indispensables para asegurar el goce efectivo de derechos fundamentales,
los interesados podrán exigir por vía judicial el cumplimiento de las prestaciones
correspondientes.20
CONCLUSIONES.
De otra parte, se considera que actualmente resulta necesario un debate serio y responsable en
donde se analicen aspectos de tipo jurídico, médico y científico que permita la creación de un
marco legal de carácter conceptual, explicativo y concreto, que aborde las técnicas de
reproducción humana asistida (TRA), en especial la de fecundación in vitro (IVF), con miras a
que estas sean incluidas dentro del Plan Obligatorio de Salud (POS), en tanto tienen estrecha
relación con el derecho fundamental a la reproducción, a la igualdad, al libre desarrollo de la
personalidad y al principio de la familia como núcleo fundante de la sociedad.
Se considera la Sentencia T- 528 de 2014, como una sentencia hito, pues en esta por primera
vez se realiza un estudio de los derechos sexuales y reproductivos desde un enfoque distinto,
20 CORTE CONSTITUCIONAL DE COLOMBIA, Sentencia T- 595 de 2002, M.P. Manuel Jose Cepeda Espinosa.
19
retomando la jurisprudencia de la Corte Interamericana de Derechos Humanos en el caso Artavia
Murillo contra el Estado de Costa Rica, antes analizado, y señalando que la posibilidad de
procrear es parte del derecho a fundar una familia, a la igualdad, a la dignidad, entre otros.
REFERENCIAS BIBLIOGRAFICAS.
20
CORTE INTERAMERICANA DE DERECHOS HUMANOS. Sentencia 12361 en el Caso
Artavia Murillo y otros (“fecundación in vitro”) vs. Costa Rica. 28 de noviembre de
2012.
21