Sei sulla pagina 1di 11

Desarrollo de la Antropología de Gran Bretaña, Estados Unidos, Francia y Alemania a

Mediados del S.XIX y Mediados del S.XX

1. Antropología Británica
La antropología británica es una de las disciplinas que más camino ha recorrido en el
transcurso de vida de la antropología europea, destacando con estudiosos reconocidos y
algunas veces llamados “padres de la antropología”. No obstante, hubo un largo recorrido
teórico realizado por antropólogos que se han perdido en el tiempo, por eso vale la pena hacer
un recorrido histórico desde el primer germen antropológico con auge como lo fue el
evolucionismo cultural en el siglo XIX y su transcurso de teoría a otra hasta llegar a la
segunda mitad del siglo XX.
Este primer acercamiento antropológico nació en un mundo académico dominado por
revoluciones en las ciencias exactas y la productividad que se integraba en el nuevo contexto
industrial de la sociedad británica. A pesar de esto la expansión del país hacia colonias
inexploradas dio paso a una curiosidad exótica que integró disciplinas como la geografía, la
zoología y la botánica, las cuales produjeron trascendentales logros intelectuales, como la
teoría de la evolución.
Es este acontecimiento el que llama la atención de personas vinculadas a un círculo
distintivo en la sociedad británica, los filántropos quakeros. Según Barth (2005) de este sector
poblacional surgieron tensiones entre los más fuertemente comprometidos con la
evangelización, y los que le daría una mayor prioridad a la tarea de estudiar las poblaciones
aborígenes. Ocurre entonces una división debido a los ideales que quería llevar a cabo cada
parte, dando como resultado la formación de la Sociedad Etnológica de Londres en 1844
dirigida por Thomas Hodgkin y James Cowles Prichard quienes se propusieron explicar la
diversidad humana. No obstante, James Hunt, secretario de la sociedad, persiguió sus puntos
de vista racistas con la energía y el rencor, y en 1863 rompió con su facción para fundar la
Sociedad Antropológica de Londres por separado, la cual años después sería llamada Real
Instituto de Antropología bajo la dirección de Thomas Huxley.
Es a partir de esta primera etapa de ires y venires entre sociedades enfocadas en un
estudio académico similar que surge como mayor representante de la época Edward Burnett
Tylor con su Primitive Culture en 1871 en el cual se aproxima a especificar el objeto del
antropólogo: la cultura. como “...aquel todo complejo que incluye el conocimiento, las
creencias, el arte, la moral, el derecho, las costumbres, y cualesquiera otros hábitos y
capacidades adquiridos por el hombre.” (Tylor, 1871)
Esta definición estaba permeada por un contexto teórico que estaba tomando fuerza en
el territorio europeo, el evolucionismo cultural, que al igual que otros estudiosos con rasgos
evolucionistas de la época. Aunque se ha cuestionado esta teoría y hoy en dia no es válida ni
reconocida, Restrepo (2009) argumenta que también debe indicarse que reconocía que
incluso las sociedades más ‘salvajes’ respondían a una racionalidad y eran
representantes de la unidad psicológica y biológica del género humano.
Esta teoría, fuertemente aceptada en su época defendió cinco ideales: la afirmación de
que existía una unidad psíquica y biológica fundamental de la especie humana; el hecho de
que esta se expresaba en diferentes fases o etapas en la evolución social;en tereco, todos
los grupos humanos transitan el mismo camino y todos llegarían a la misma fase de
evolución; la capacidad de todos los grupos humanos de inventar o descubrir por sí mismos
las técnicas, prácticas y demás; y por último concibe a la evolución como el paso de formas
más simples a unas más complejas.
Esta primera etapa de la disciplina se reconoce por su gran trabajo de escritorio. No
obstante no es del todo cierto que esta metodología fue así durante toda este periodo ya que
es en este marco en el que se realizan las primeras expediciones que llevaron al terreno a
estudiosos de las sociedades no occidentales al terreno, como lo fue la ​Expedición al
Estrecho de Torres en 1888. Esta expedición, dirigida en principio por Alfred Cort Haddon,
zoólogo de Cambridge es un hito importante en la construcción de una disciplina
antropológica británica al realizar trabajo de campo con los nativos de la zona indagando en
aspectos culturales y recolectando objetos etnográficos.
Este hecho dio paso a más expediciones de corte etnográfico realizadas por Rivers y
Seligman, integrantes de la expedición, a principios del siglo XX, fue así como ambos se
desplazaron a un ámbito regional en su trabajo empírico recorriendo la India y Sudán. Sin
embargo, Rivers pasó a ser más reconocido como el representante de la teoría del
difusionismo en Inglaterra al intentar reconstruir una historia cultural global basándose en los
préstamos culturales. Dentro de esta perspectiva difusionista, en el caso británico se apelaba a
la tesis heliocéntrica en la cual “el antiguo Egipto era el manantial de toda la civilización
humana, una visión elaborada por Grafton Elliot Smith y William James Perry” (Barth, 2005)
A partir de estas dinámicas de campo se fue formando una generación interesada en el
estudio antropológico ​in situ ​como lo son R. R. Radcliffe-Brown con estudios en las Islas
Andamán durante 1906-1908 y, como el mayor representante del trabajo de campo,
Bronislaw Malinowski, que fue a Mailu en el Golfo de Papúa en 1914 durante seis meses, y
luego a las Trobriand durante dos años durante 1915-1918. (Barth, 2005)
Es a partir de este antropólogo que se empieza a reconocer el auge y los aportes de la
llamada antropología social británica y su padre, Malinowski, este junto a A. R.
Radcliffe-Brown empiezan a construir lo que se conoció como funcionalismo británico desde
finales de los años veinte hasta la década del sesenta, el cual empezó a usar el trabajo de
campo etnográfico en profundidad como metodología, produciendo textos como los
Argonautas del pacífico occidental en 1922 y ​Los isleños de Andaman en el mismo año. A
pesar de su reconocimiento como escuela funcionalista vale la pena aclarar que entre los dos
antropólogos no hubo un acuerdo mutuo sobre esto, así lo dice A. R. Radcliffe-Brown: ​“Se ha
dicho en más de una ocasión que pertenezco a algo llamado ‘escuela funcional de
antropología social’, y hasta que soy su líder. Esta Escuela Funcional no existe realmente;
es un mito inventado por el profesor Malinowski” (Radcliffe-Brown, 1974)
En esta corriente antropológica el primer exponente argumentaba dos postulados; la
totalidad integral de una cultura o sociedad en la cual sus elementos están fuertemente
relacionados; en segundo lugar está la universalidad funcional que cada componente cumple
en una cultura o sociedad. El otro gran exponente del funcionalismo, tiene una manera
diferente de entender este postulado a como lo hace Malinowski. Para evitar
ambigüedades en la noción de función Radcliffe-Brown no habla de necesidades sino
de condiciones necesarias de existencia. En complemento con esto está un tercer
postulado, la concepción de la reproducción de la cultura o de la sociedad, llamada
unidad funcional.
Ya cerrando la etapa de la Segunda Guerra Mundial entra una nueva generación de
antropólogos, varios de ellos discípulos de estos llamados padres de la antropología, algunos
de estos son Max Gluckman, que se hace cargo del departamento en Manchester y Meyer
Fortes en Cambridge. Es a partir de esta etapa que los análisis y estudios antropológicos
británicos empiezan a tomar otros caminos, cuestionando aspectos que en décadas anteriores
no fueron de importancia y entrando en diálogo con lo propuesto en otros países como
estados Unidos y Francia.
2. Antropología Estadounidense
La antropología en Estados Unidos podría llamarse igualmente etnología, aunque esto
sólo sucede antes de la división de la disciplina en cuatro partes: antropología física,
arqueología, antropología cultural y lingüística. Pero para iniciar hablaremos sobre el
desarrollo de la antropología desde finales del siglo XIX hasta la primera mitad del siglo XX.
Es preciso empezar con el primer evolucionismo en Estados Unidos, de la mano de Lewis
H. Morgan y su obra ​La sociedad primitiva (1877). ​Morgan realiza una división en tres partes
de la historia de toda la humanidad, estas son: salvajismo, barbarie y civilización. Las dos
primeras se subdividen en tres partes más: bajo, medio y superior. Cada una de estas
divisiones son planteadas desde las relaciones entre actividades económicas, sociales y
políticas. En este periodo podemos observar que las principales preguntas a resolver en este
periodo eran ¿cómo es la conducta de toda la humanidad? ¿cuál ha sido el desarrollo de la
conducta humana en todos los lugares y durante todos los tiempos?
Lewis H. Morgan “no siempre consideró sus periodos como procesos rígidos a través de
los cuales todos los pueblos hubieran pasado en el mismo orden”. (Eramus, 1953) Aunque
aún así intentó explicar la historia de la cultura sin conocer propiamente la misma historia.
Con esto planteaba que todos los pueblos pasaban por las mismas etapas de la evolución
aunque, como lo expliqué anteriormente, no tienen un orden específico.
Al evolucionismo se le hicieron varias críticas, principalmente por la comparación
unilineal que hacía de las sociedades y la justificación del racismo. Después llega Franz Boas
a los Estados Unidos y empieza a hacer trabajos sobre folklore. Con esto empieza sus
primeros postulados sobre difusionismo y como contraposición al evolucionismo.
Boas empieza a interesarse por la presencia de fenómenos similares recurrentes en
comunidades que no habían tenido contacto histórico. Por esto empieza a acercarse a algunos
estudios que afirman una unidad psíquica universal en los seres humanos. Después hace
énfasis en el estudio de los mitos de comunidades de indios en el norte de los Estados Unidos,
con esto en cuenta algunos aspectos semejantes o diferentes en estos relatos, algunas veces
más simples y otras veces más complejos. Con esto afirma que la difusión de los aspectos de
la cultura se pueden dar de lo simple a lo complejo o viceversa. “Los elementos culturales en
una combinación sencilla pueden desarrollar independientemente la misma combinación
dentro de un área contigua.” (Eramus, 1953) Luego plantea que los elementos con mayor
distribución son los más antiguos y que es importante realizar un estudio de lo representativo
y frecuente en un grupo específico. En este periodo las principales preguntas se desarrollan
con relación a la difusión de aspectos de la cultura entre comunidades vecinas.
Tiempo después Kroeber realiza estudios sobre parentesco y realiza aportaciones teóricas
con los conceptos de área cultural y configuración cultural. Con lo cual también hace énfasis
en la individualidad de las culturas y la importancia de la arqueología para estudiar la historia
de la cultura. En este punto el difusionismo plantea que los elementos de la cultura no sólo se
acogen, también se remodelan. ​A partir de 1911 se empezó a utilizar más a menudo la
arqueología para reconstruir aspectos de la vida de pueblos contemporáneos con relación a
los del pasado.
Entre 1911 y 1920 Sapir plantea que la reconstrucción de la historia de la cultura con
relación a la geografía, al estilo boasiano. Mientras Malinowski y Boas piden la recolección
de datos representativos de la población en la mayor parte del mundo. Y Kroeber defiende el
método estadístico para evitar las conjeturas por parte de informantes. Además propone el
determinismo cultural y el estudio de los superorgánico.
Después se realiza la división ya antes nombrada de la antropología en las cuatro ramas
del estudio antropológico: la lingüística, la antropología física, la arqueología y la
antropología cultural-social. Y Boas sigue defendiendo la individualidad de las culturas, el
cambio y la difusión de la misma. Y entre 1931 y 1940 se inician los principales estudios de
situaciones de contacto dentro de determinados tiempos históricos. Y se despierta un interés
pedagógico y teórico principalmente sobre la dimensión social. Con esto se vuelve
importante analizar la relación entre la cultura y la personalidad. Mead, Lowie y Henry tratan
el problema de aprendizaje con relación a las lenguas aborígenes. Mientras Ruth Benedict
plantea una anormalidad relativa, ya que empieza a considerar las culturas como personas,
con esto se abordan problemas prácticos relativos a la mala adaptación del individuo o de un
grupo específico esto hace que se la dimensión social sea más pedagógica que en los ingleses.

Luego, finalizando la primera mitad del siglo XX el interés por la personalidad se empieza
a centrar en la conducta. Y después de casi medio siglo después del surgimiento del primer
evolucionismo, se retoman las ideas a favor de la búsqueda de leyes y regularidades
universales de la cultura. Aunque con la diferencia de que organiza con mayor precaución a
los pueblos contemporáneos. Y construye sus datos basados en la arqueología y en la
comparación de grandes cantidades de material bibliográfico.

3. Antropología Francesa
Según Frederik Barth (2012), en Francia existió una división más clara en
comparación a Estados Unidos y Gran Bretaña con respecto a la división de labores, en donde
se recolectó gran material de datos etnográficos para el área. Además de lo anterior, ya que
Francia gozaba de poderes del colonialismo, también hubo personas como misioneros,
militares, administradores y más que recolectaron datos etnográficos; pero según Barth
(2012), el desarrollo teórico era marginal en comparación a otros países. Según el mismo
autor, la antropología francesa durante la guerra consistió principalmente entre antropología
de sillón y trabajo de campo intensivo como en la antropología británica bajo la influencia de
W.H.R. Rivers.
Según Marvin Harris (1996), la estructura universitaria de enseñanza en las escuelas
francesas hasta los años veinte era rígida y conservadora, por ello no aparecieron rápidamente
programas y planes de estudio semejantes a los estadounidenses y los británicos. Sin
embargo, Emile Durkheim, con su determinismo social, ayudó a la liberación del
reduccionismo biológico (el cual afirmaba que la naturaleza humana era determinada por los
genes) y fundó la escuela “sociológica”, que se interesó por los datos de la etnografía
primitiva y de la sociología euroamericana (Harris, M., 1996), y que más tarde, con ayuda de
Marcel Mauss, se volvería un poco más antropológica (Barth, F., 2012).
Durkheim fue influenciado por figuras de la ilustración, como Jean-Jacques Rousseau,
Jean Baudrillard y Bruno Latour, los cuales tocaban el tema de una noción de colectivo y una
dimensión social de la vida humana en donde los pensamientos y acciones del individuo eran
mediados (Barth, F., 2012). Además, también estuvo la figura de Montesquieu, quien habló
de factores externos no sociales que tenían impacto en una sociedad, a las cuales Durkheim
negó (Barth, F., 2012); y también trató de clasificar a las sociedades en tipos que debían ser
vistos como todos integrados que podían ser estudiados a través de sus respectivas leyes
(Barth, F., 2012). Durkheim, por otro lado, afirmó que las leyes expresaban los ideales
sociales, y a veces utilizaba un pensamiento inductivo aunque el razonamiento deductivo era
una característica de pensadores tempranos (Barth, F., 2012).
Otros pensadores como Saint-Simon y Comte Claude tuvieron un impacto en el
pensamiento de Durkheim. Para el primero, la sociedad era supraindividual y orgánico, y veía
la sociedad industrial como algo beneficioso, pues era como la base para la creación de una
sociedad civil, con unidades independientes del gobierno pero unidos en una asociación libre
por un sistema de división de trabajo (Barth, F., 2012). Por otro lado, Comte, quería
establecer bases científicas para la constitución de una sociedad aceptable en un futuro
(Barth, F., 2012).
Durkheim, estando en contra de las ideas de Comte, el cual veía la división del trabajo
como una amenaza al progreso ordenado, afirmó que la división del trabajo incrementaba y
elevaba la cohesión social, aunque sin ignorar los efectos potenciales divisivos de ésta. Él
expresa la concepción de la evolución social negando la necesidad de un cambio estructural
desordenado (Harris, M., 1996).
Para Marvin Harris, el “positivismo francés actuó como un muelle amortiguador
entre la ciencia de la sociedad y la agitación revolucionaria política e industrial característica
de todo aquel siglo de la historia Francesa que precedió a la publicación de La División del
Trabajo” (Harris 1996, pp. 404).
En el siglo XIX, empezó a verse una desarrollo en el interés de la etnología, en donde
estaba incrementando los estudios de sociedades no europeas, se tenía una perspectiva
evolutiva y había una confusión en raza, cultura y lenguaje (Barth, F., 2012). Entre 1839 y
1847, por ejemplo, se fundó la Société Ethnologique de Paris Por William Edwards, entre
otros, para estudiar la organización física, intelectual y el carácter moral, los lenguajes y las
tradiciones históricas (Barth, F., 2012), pero también se empezaron a fundar otras
instituciones como la Société d’Anthropologie, que se alejaba de la etnología puramente
racial a una antropología “progresista” en donde se unía lo físico con lo cultural y social.
El comienzo de los estudios intensivos en campo y el rechazo al spencerismo
(llamado así por Herbert Spencer) en Francia data de los años treinta del siglo XX, muchas
veces impulsados por discípulos de Marcel Mauss, el cual fue también discípulo de
Durkheim. La historia de la antropología francesa tiene similaridades con la de la
antropología estadounidense, pues ambas empezaron a rechazar la perspectiva evolucionista,
estimulan los enfoques emic (en donde le dan importancia a los análisis lingüísticos) y tratan
de hallar principios nomotéticos de fenómenos culturales en las condiciones materiales
(Harris, M., 1996).
Cabe resaltar que surgieron críticas hacia Durkheim, como lo hizo Arnold van
Gennep, antropólogo francés de origen alemán, al cual le preocupaba reformar los estudios de
folklore de sobrevivientes y arcaísmo a estudios sincrónicos, llevando entonces a una
antropología más holística que iba a emerger después de la segunda guerra mundial (Barth,
F., 2012).
A mediados del siglo XX, la escuela francesa de la antropología marxista-estructural
tuvo una gran presencia, normalmente reconocida por Lévi-Strauss, aunque tiene su origen
también en el trabajo de Ferdinand de Saussure. Éste último dio origen a la lingüística
estructural, introduciendo también el “método estructural” (Restrepo, E., 2009). El primero,
por su parte, toma ideas de Saussure y aplica el estructuralismo temas como el parentesco,
totemismo, mitos y más; con la intención de encontrar las estructuras subyacentes de las
formas culturales (Restrepo, E., 2009). Así mismo, para Lévi Strauss la antropología debía
dar cuenta de las “invariantes inconscientes de la mente humana (la lógica generadora de las
estructuras) que dan forma a la variedad de prácticas, relaciones y representaciones que
aparecen en la superficie de la vida social” (Restrepo 2009, pp.55).

4. ​Antropología Alemana:
La antropología Alemana, se centra en el acontecer de la actualidad y lo que se puede
visualizar para el futuro en la disciplina antropológica. En ese sentido, en cuanto a los
antecedentes de la disciplina en la historicidad de los seres humanos se es selectiva en la
manera de tomar datos para la aprehensión y la utilidad de estos en los estudios del presente,
como también se valen de referencias comparativas.
La implicación presentista, da lugar a los límites lingüísticos y temporales de
examinar el registro histórico de la antropología alemana. Es entonces, la discusión por el
tiempo y en ese sentido a los hitos que han generado un impacto tanto lo que comprende
Alemania como otras partes de Europa. Lo anterior también se hace presente en la lucha
“etno-racial”, con las consideraciones ante las migraciones de refugiados a las capitales
europeas.
Para principios del siglo XIX, Alemania como nación no se tenía en consideración por
la sombra que formaban las demás naciones es su momento imperialista, se tomaban el
mundo; entre ellas Inglaterra y Francia; quienes eran también productoras del conocimiento
intelectual.
Entonces, las nociones y primeros pasos para la antropología alemana tiene origen en
estudios filosóficos y lingüísticos de lenguas no europeas. Se hizo importante en este punto,
la documentación, análisis y recopilación de datos referentes a la traducción de las lenguas;
son incipientes de procesos comparativos entre lenguas, buscando patrones que interconectan
lenguas en su origen.
El principio de la antropología Alemana se encuentra en lo mencionado anteriormente
porque precisamente es el paso empírico, etnográfico de las variaciones culturales
lingüísticas; comprendemos entonces que empezando por el conocer de las lenguas se puede
aterrizar en la comprensión de las culturas y conformación estructural. He ahí el momento
donde se plantea una internacionalización de la antropología. Así como también muchos
consideran que en estos procesos se elaboró la terminología de etnografía y el relativismo
lingüístico.
La construcción del conocimiento intelectual de la ilustración alemana se vio
permeada también por ideas que incitaron al próximo nacionalismo e ideales sobre una
legitimidad racial sobre otra, como la obra del filósofo, crítico literario y teólogo alemán,
Johann Gottfried von Herder que aunque se hace la salvedad de que su obra estuvo orientada
por el estilo y tiempo de su producción, el romanticismo, no es de subestimar el hecho de que
muchos de sus aportes tuvieron repercusiones en las ideas que se promulgaron y defendieron
después con la promulgación nacionalista e incitaciones etnocéntristas.
El año 1848 fue determinante para los estudios antropológicos, etnológicos y
etnográficos en la Alemania del tiempo, con el nombre de Volkskunde, en ello se dan los
estudios folklóricos. Destacándose en el ámbito, los elementos artísticos, filosóficos y fervor
político acompañado de la ola nacionalista.
Los estudios sobre el folklore estuvieron enfocados en el los sectores rurales, las
tierras fue un elemento clave para el desarrollo de las ideas; la teneduría de éstas, el manejo y
relación que tenían sus pobladores con ella.
La época coyuntural para la antropología alemana, vislumbra la figura de Gustav
Klemm, del cual se conoce como un bibliotecario conocedor de historia y filosofía, pero que
particularmente coleccionaba objetos etnográficos y su obra ​Historia general de la
humanidad, ​fue determinante para la creación y conformación de museos sobre historia,
paleontología y arqueología. Éstos elementos también rayaron en las ideas superioridad de
razas etnocentristas, debido a que se denotaban las partes de exposición con descripciones de
salvajismo, analfabetismo y procesos evolutivos detenidos en el tiempo.
Posterior a Klemm y en contraposición de los postulados planteados, en la
antropología alemana se denota la figura de Franz Theodor Waitz, quien propone que la
cultura debía no debía entenderse en términos raciales o étnicos, sino en la historicidad. así
mismo planteó que determinar a las culturas bajo parámetros basados en las apariencias
externas y corporales, significa determinarlas en en posturas racistas y excluyentes;
agregándole a lo anterior que el aspecto puede ser producto de factores ambientales o de
entorno y no necesariamente genéticos.
El reconocimiento de los procesos de construcción antropológica en alemania, implica
involucrar a dos autores centrales para la comprensión de las dinámicas de los tiempos
modernos, por eso Marx y Engels son claves en cuanto a las reflexiones y críticas hechas a
los modelos, sistemas socio culturales y políticos, además de la producción económica que
regían la sociedad y que hoy día siguen estando latentes. El factor crítico y antinormativo
influyó en gran medida a la producción del conocimiento antropológico en cuanto se tiene en
cuenta las relaciones de dominio y poder que mueven el produccionismo capital.
Ahora bien, en el reconocimiento de la antropología alemana, existen dos autores que
construyen el conocimiento bajo lógicas no racistas y antievolucionistas que se opusieron a
las ideas darwinistas sobre la evolución y la distinción de raza/ especie. Ellos son Adolf
Bastian y ​Rudolf Virchow. A​unque quizá bajo la postulación de sus teorías, estuvieron
presentes relaciones de dominio hegemónica como las ecleciasticásticas e imperialistas. Es de
reconocer que el planteamiento que pudiera desmontar tales ideas es significativo para la
historia de la disciplina antropológica.

BIBLIOGRAFÍA
- Gingrich, A., Barth, F., & Silverman, S. (2005). One Discipline, Four Ways (1st ed.,
pp. 3 - 60). University of Chicago Press.
- Restrepo, E. (2009). Escuelas de pensamiento antropológico 1 Clásicos. Retrieved
from http://www.ram-wan.net/restrepo/documentos/modulo-escuelas1-fin.pdf
- Gledhill, J. La antropología social en la tradición británica. Retrieved from
http://webs.ucm.es/info/antrosim/docs/John_Gledhill_Antropologia_Social_en_la_tra
dicion_britanica.pdf
- Tylor, E. (1958). ​Primitive culture​. New York: Harper.
- Eramus, C. (1953). ​Las dimensiones de la culura: historia de la etnología en los
Estados Unidos entre 1900 y 1950. ​Bogotá. Equeima.
- Harris, Marvin. 1996 [1968]. El desarrollo de la teoría antropológica. Historia de las
teorías de la cultura. Madrid y México D.F.: Siglo Veintiuno Editores
- Barth, Frederik. 2012 [2005]. Una disciplina, cuatro caminos: antropología británica,
alemana, francesa y estadounidense. Argentina: Prometeo Libros.

Potrebbero piacerti anche