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Asesor
ÓSCAR ÁGREDO PIEDRAHÍTA
Comunicador social
Durante el desarrollo de este trabajo conté con el apoyo de diferentes personas a las cuales
quiero agradecer:
Al profesor Óscar Ágredo, por motivarme a encontrar nuevas formas de entender el mundo.
CONTENIDO
INTRODUCCIÓN………………………………………………………………..……….6
OBJETIVOS…………………………………………………………………….……......10
Objetivo
general……………………………………………………………..........................10
Objetivos
específicos……..……………………………………………….…….....................10
MARCO CONCEPTUAL………………………………………………………..…….23
CONCLUSIONES……………………………………………………………………..135
GLORSARIO…………………………………………………………………………..145
REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS……………………………………………..…149
WEBGRAFÍA………………………………………………………………..……....…151
INTRODUCCIÓN
tuve un breve contacto con algunas asignaturas que abordaban algunos estudios de género,
por hombres.
Frente a esta temática, pensaba que también los personajes masculinos tenían una
historia que contar con respecto a sus problemas, sus dilemas, sus frustraciones. Quizás
sentía cierta conmiseración, cierta solidaridad, o quizás me veía reflejado en ellos. Además,
pensaba que, aunque la sociedad aún está lejos de ser igualitaria en lo que concierne al
género, las mujeres de mi entorno no parecían tan subordinadas ni los hombres tan
dominantes.
Mi intención era encontrar formas de estudiar la situación de los hombres y las mujeres
en relación con mi propia realidad. Quería orientarme hacía una literatura en la cual los
Por eso el proyecto se volcó sobre Angosta y Fragmentos de amor furtivo, del escritor
Héctor Abad Faciolince, porque en ambas obras el autor presenta unos personajes con
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machismo, feminismo, movimientos de libertad sexual, tradiciones religiosas, mecanismos
En las novelas aparecen personajes que presentan ciertas rupturas propias de las
algunos se mueven en el límite que divide las clases sociales, o en la frontera imaginaria que
divide los géneros, o entre ideologías patriarcales y modernas. De esta forma, los
personajes que deben replantear sus concepciones sobre sí mismos y sobre las mujeres, ya
que se encuentran en mundo que sufre fuertes cambios en las relaciones de género. Las
mujeres de las novelas han alcanzado cierto grado de independencia económica y sexual,
situación que obliga a los hombres a interactuar de forma diferente con ellas.
Por lo tanto, por un lado trataré de describir las características particulares de cada
con el mundo que los rodea y con las mujeres de su entorno. Habrá que tener en cuenta la
imagen que cada uno de ellos tiene sobre las mujeres y la forma como sus prejuicios influyen
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Por otro lado, buscaré aquellas transformaciones que sufren los personajes en relación
todo en lo referente a las variaciones que han ocurrido en la manera de relacionarse con las
mujeres.
Este será esencialmente un trabajo exploratorio, que no busca agotar todo lo referente
a la masculinidad ni a los estudios de género que se presenten en las novelas. Sólo se trata
de rastrear algunas situaciones que se ponen en escena con relación al hecho de ser hombre,
entender la manera como se organizan algunas sociedades con respecto al género, nos
permite entender los cambios que se han venido presentando y los diferentes ámbitos en los
que se presentan. Este autor también resulta útil para comprender las interacciones entre la
entre otros, que nos den las herramientas para entender las características del patriarcado y,
al mismo tiempo, nos muestren las consecuencias que ha traído la puesta en crisis de este
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Además, tendremos en cuenta enfoques más locales, como los propuestos por Mara
Viveros y Eleonor Faur, que sean útiles en el desentrañamiento de los valores culturales,
machistas o no, que atraviesan las novelas y, sobre todo, el desarrollo de la historia de los
personajes. Además, el uso de estos enfoques, entre otros propuestos por mujeres que buscan
sociedades más equitativas, nos permitirá tener una mirada más crítica sobre las relaciones
Con esto no se pretende tratar a los personajes como si fueran personas de carne y
hueso a quienes aplicarles unas teorías, sino como una guía en la búsqueda de ciertos
aspectos sociales y culturales con respecto a la masculinidad que hayan quedado plasmados,
social y sus rupturas, que se presentan con respecto al género dentro de las Fragmentos de
amor furtivo y Angosta. Y una búsqueda de los significados, valores y expectativas con
respecto al hecho de ser hombre que se presenten en el imaginario de los personajes y en las
obras en general.
OBJETIVOS
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Objetivo general:
Objetivos específicos:
1. Encontrar los valores simbólicos que presentan las novelas con respecto al hecho de ser
hombre.
3. Realizar un panorama acerca de los cambios que han originado la participación de las
mujeres en las diferentes esferas del espacio público, con respecto a la situación de los
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Todos los seres humanos vivimos inmersos en una serie de prácticas, creencias,
que nos desarrollamos en nuestra manera de pensar y actuar. Debido a que estamos
expuestos a sus efectos desde el momento en que nacemos, nos parece que muchas
Un ejemplo de este fenómeno es la concepción que tenemos sobre lo que significa ser
que muchas personas de mi entorno familiar, social y hasta académico, pensaba que para ser
considerado un hombre de verdad tenía que cumplir con ciertas características: fortaleza,
voz grave y firme, etc. Todas estas actitudes y poses histriónicas me parecían absolutamente
inherentes a lo masculino, como si sólo existiera una forma correcta de ser, de existir.
Mi manera de ser y de pensar acerca de este tema estaba totalmente influenciada por
mi entorno, el cual ejercía presión sobre mí para que siguiera los parámetros propios de lo
que yo creía era la “masculinidad”. Del mismo modo, yo reproducía esas exigencias
censura mediante chistes y burlas: “Ay mucha niña, mucha loca, mucho marica”. Todo aquel
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lo que se alejara de lo masculino como propio de las mujeres y de hombres que quieren ser
mujeres. Además, en la censura estaba implícita cierta subvaloración de las mujeres y de los
nerviosismo, entre otras actitudes, eran consideradas como negativas y especialmente como
De esta manera, consideraba como natural el hecho de que ser hombre estuviera
discriminación y violencia. La cultura es algo así como la fuerza de gravedad, estamos tan
acostumbrados a su acción que nos olvidamos que está ahí, empujando constantemente.
que no existe una única manera de ser hombre y que la masculinidad se trata de una
construcción cultural que depende del contexto de cada sociedad en particular, fue muy
revelador.
Siempre había pensado que existía una esencia masculina y una femenina, es decir que
las diferencias sociales entre hombres y mujeres eran absolutamente naturales. Sin embargo,
cuando se empieza a pensar que ambos son víctimas de mandatos culturales que los obligan
constituye el primer paso para lograr relaciones de género más justas y satisfactorias.
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Porque hay que tener en cuenta que no sólo las mujeres sufren con la subordinación a
la que se ven sometidas por el sistema patriarcal. Los hombres, por su parte, se ven
obligados a soportar la gran carga que su papel exige: debes ser fuertes, inteligentes,
posición de poder. El problema es que para muchos este molde resulta imposible de llenar y
Otro asunto que genera frustración entre los hombres es el hecho de que las relaciones
economía, la educación, etc. Esto ha hecho que los límites que anteriormente parecían tan
De esta manera, algunos hombres sienten que sus espacios han sido invadidos y que han
Aunque nuestras sociedades están muy lejos de ser justas e igualitarias, el estudio de
las masculinidades, como las diferentes formas de encarar el hecho de ser hombre, resulta
mujeres. Además, nos ayuda a entender el panorama de un mundo que parece existir en
medio de una gran cantidad de ideologías y formas de pensar que se entremezclan, algunas
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Vivimos en una sociedad con una fuerte ideología patriarcal, pero que, al mismo
tiempo, presenta fuerzas que emergen en busca de cambio y una gran cantidad de sujetos
que no encajan en los modelos tradicionales: hombres que se han abierto a su lado
acción; personas que transitan en las fronteras de los géneros o que simplemente tienen una
comunidad LGTBI, y muchos otros que simplemente no quieren una etiqueta que los
clasifique. En este contexto es que los estudios de género invitan a la comprensión del otro,
comprensión.
hombre dentro de nuestra sociedad. Habrá que preguntarse cuáles son los valores que se
transmiten a los varones, de qué forma ocurre dichas transmisión, y qué importancia tiene
este fenómeno en la vida diaria de las personas. Algunos padres, por ejemplo, transmiten
modelos patriarcales, de importancia y ejercicio del poder, que en muchos casos no están
acorde a la situación de las sociedades actuales; se les enseña a los niños varones a creer en
una falsa superioridad sobre las mujeres y cuando llegan a ser adultos deben enfrentarse con
una realidad diferente: deben obedecer a mujeres que ocupan cargos superiores y por lo
tanto van a ejercer poder sobre ellos; también llegan a relacionarse con mujeres de mayor
Existen, también, casos en que los niños son educados en hogares sin modelos
masculinos presentes, en hogares dirigidos por abuelas o madres que trabajan y dejan a sus
hijos al cuidado de terceros. Por lo tanto, el modelo del hombre como el jefe de familia
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parece no tener mucho sentido para estos chicos. Posiblemente en el futuro no estarán
En otros casos, el padre está presente pero se caracteriza por ser una figura distante,
que permanece la mayor parte del tiempo ocupado y que tiene poco contacto con sus hijos,
tal vez porque él también fue educado así. Entonces, el modelo que se transmite es el de un
frustrados, padres ausentes, seres distantes y apáticos, etc., resulta comprensible que algunos
ejemplo: un hombre que no se sienta satisfecho con su masculinidad, como podría ocurrir
Por supuesto que hay buenos padres y madres que transmiten a sus hijos varones
veces atribuidas sólo a lo femenino: cercanía, expresión de sentimientos, cuidado del entorno
y de otras personas, empatía, solidaridad, etc. Sin embargo, un vistazo general a la condición
de los hombres, evidencia un gran número de problemas derivados del uso de la violencia y
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Anteriormente, en contextos sin la velocidad ni las exigencias de las sociedades
contemporáneas, los niños estaban en contacto directo con sus padres, aprendiendo los
oficios, las prácticas y las actitudes propias de un tipo de masculinidad que, aunque
patriarcal, transmitía cierta satisfacción y sobre todo mayor estabilidad en la identidad. Ser
honesto, honrado, comprometido con su familia y su comunidad, son algunos de esos valores
hombres también debe hacerlo. El problema es que muchos no están preparados para estos
cambios, porque de una u otra forma siguen esperando encontrar mujeres pasivas y sumisas
masculinidad tradicionales. Si bien, muchos han sido educados por padres distantes o
actos sorprendentes, casi siempre con la violencia como principal mecanismo, que les
permiten ubicarse en la cima del mundo y ganar el derecho a quedarse con la chica. A todo
esto se le suma que el dinero y el lujo han aparecido en la escena como señal de aceptación
y validación social.
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Por un lado, los personajes de la ficción son, a grandes rasgos, hombres capaces de
sobresalir en algún aspecto. Son los más fuertes, o los más hábiles, o los más inteligentes, o
como un asunto hiperbólico, que en la mayoría de los casos resulta inalcanzable para los
probablemente se sientan satisfechos, a pesar de la carga y esfuerzo que esto conlleva. Pero
aquellos que persiguen esos ideales sin alcanzarlos, se sentirán frustrados, inestables e
incompletos.
Por otro lado, también existen hombres “reales” que a través de los medios de
veces la siguiente frase: “Ganamos porque jugamos como hombres”, para referirse al hecho
ante las dificultades. Lo curioso es que pareciera que las mujeres no pueden ser
perseverantes y entregar toda su energía en una actividad física y además que los miembros
del equipo contrario fueron inferiores en hombría. Así, los futbolistas se convierten en
presión y las dificultades, pero, al mismo tiempo, reproducen ideas que subvaloran el mundo
Sin embargo, merece la pena resaltar que algunos modelos futbolísticos han empezado
del portugués estrella del Real Madrid Cristiano Ronaldo, exhiben cierta vanidad con
respecto a sus apariencias, actitud que anteriormente era considerada como femenina.
Además, muchos de ellos han dejado de lado los excesos de sus predecesores: mujeres,
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licor, exagerada vida nocturna, constantes polémicas, peleas, rebeldía, y han encarado
formas de ser más tranquilas. Para ejemplificar este fenómeno basta con comparar al
por su cabello bien cuidado. De igual manera, este personaje se diferencia en gran medida
de su predecesor Faustino Asprilla, quien era conocido como parrandero y mujeriego. Estas
comparaciones evidencian ciertos cambios en los modelos de masculinidad que los medios
exponen, que son, de cierta manera, más positivos, pero que de igual forma se basan en el
éxito y el dinero.
Colombia, Álvaro Uribe Vélez, es un claro ejemplo de este fenómeno. A través de la radio
forma violenta de diferentes amenazas contra el estado (FARC O ELN). Así, se erigió en un
confrontación, imposición y hasta destrucción del otro, entendido como todo aquel que
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Frente a este panorama, parece que abundan modelos de masculinidad que invitan a la
hombres y sobre las mujeres. Estos modelos tienen un mayor efecto en una sociedad que
exige de sus miembros largas jornadas laborales de trabajo automatizado y que desarrolla
cooperativos.
no está al servicio de la comunidad sino que tiene como objetivo la obtención de dinero para
poder comprar tantas cosas como sea posible. En ese orden de ideas, con el dinero como
Por lo tanto, las familias, tradicionales o no, se crean con el objetivo de acumular de
manera conjunta ciertos bienes: casa, carro, finca, etc., asunto que ocupa la mayor parte del
escuelas, colegios y universidades, donde deben aprender las habilidades necesarias para
que en el futuro estén en la capacidad de ganar dinero y continuar con la cadena productiva.
conseguir dinero e influenciados por los modelos de masculinidad que ofrecen los medios
importancia a la racionalidad, que tiene poco espacio para estudiar los deseos y necesidades
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de sus estudiantes y que está diseñado para producir miembros útiles al sistema capitalista.
De ahí que asignaturas como matemática, física y química, parecen tener una mayor
educación de sus hijos, las escuelas, los colegios y las universidades tienen un papel
como los hombres están encarando su masculinidad y las mujeres su feminidad. Se debe
invitar a comprender que los géneros son construcciones sociales y no camisas de fuerza que
obligan a seguir un camino ya trazado. Todo esto para formar ciudadanos más críticos y
satisfechos con su identidad que, en el caso de los hombres, los alejen de modelos violentos
y apáticos.
de la experiencia humana que tradicionalmente han sido asociadas con lo femenino: ser
por las personas que nos rodean, cuidar del otro, ser solidarios, sensibles, empáticos. Es
necesario que dejemos de pensar que la masculinidad es un asunto que se puede perder ante
la más mínima señal de debilidad, podemos decir que tenemos miedo, que no somos capaces,
que necesitamos ayuda, que necesitamos apoyo, sin que por eso dejemos de ser hombres.
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Con todo lo dicho anteriormente, resulta evidente la importancia de este tema en
considero que esta puede entrar en contacto con diferentes disciplinas y que el estudio de
explorar diversos aspectos del mundo en el que vivimos. En una obra literaria podemos
analizar las representaciones de la masculinidad que el autor nos ha transmitido, bien sea
porque coinciden con su visión particular del hecho de ser hombre, o simplemente porque
esos aspectos que han sido puestos en escena, intencionalmente o no, son de nuestro interés.
Finalmente, por el lado de la práctica educativa, creo que los futuros docentes
enseñamos algunas obras a la luz de algunos conceptos sobre la forma como se construyen
las masculinidades, podríamos lograr que los estudiantes se sientan identificados con los
mecanismos que rigen la realidad de las novelas, debido a que, de una u otra manera, esos
mecanismos están íntimamente ligados con su realidad, ya que en todos los contextos
sociales se construye una idea particular de lo que significa ser hombre y cada uno establece
21
En conclusión, el análisis de las masculinidades es una labor que podría traer nuevos
horizontes de análisis para la literatura, pero sobre todo que podría desembocar en una
importante actividad educativa que ayude a formar sujetos más críticos, libres y felices.
MARCO CONCEPTUAL
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concepto género, y obviamente su derivación hacia la masculinidad. Para el análisis de las
novelas en cuestión, es necesario hallar ciertos criterios que nos permitan acercarnos a las
concepciones que las obras nos ofrecen sobre las diferentes formas de encarar la condición
de hombre, en busca de esbozar la visión particular de cada una de ellas sobre este tema.
década de los cincuenta por el doctor Jonh Money. Según Ana García (2003), el concepto
surgió ante la imposibilidad que tuvo el doctor Money para explicar los casos de
determinado sexo, como consecuencia de la asignación que le habían hecho sus padres en
relación con su órgano sexual externo. Sin embargo, resultaba que estos comportamientos,
Money necesitaba un concepto vinculado a la realidad del sexo, pero diferente de él,
que explicase estas contradicciones. El termino elegido fue la palabra género, que en latín
mujeres y varones. Un papel que incluso puede modificar los designios de la biología.
García (2003) explica que Money utilizó el concepto de “rol de género” para salvar el
obstáculo terminológico que presentaba la definición tradicional de rol sexual que, al estar
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muy centrada en las actividades erótico-genitales del sexo, no era útil para describir algunos
siguiente: “Todo cuanto una persona dice o hace para indicar a los demás o a sí misma el
grado en que es niño o varón, o niña o mujer respectivamente” (pág. 25). Además, Money
afirmaba que un varón podía tener un rol masculino aunque no tuviera pene y no pudiera
Otro pionero en el desarrollo del concepto de género es el doctor Robert Stoller, quien
estableció más claramente la diferencia conceptual entre sexo y género. Era evidente que
esta diferenciación era necesaria, debido a que los casos de hermafroditismo resaltaban la
importancia del medio, en ese caso los padres, a lo hora de configurar la identidad de un
sujeto.
Stoller utiliza la palabra sexo para referirse a los componentes biológicos que
distinguen al macho de la hembra y que engloba los cromosomas, las gonadas, el estado
hormonal, el aparato genital externo y el aparato sexual interno, las características sexuales
y la fisiología, mientras que el termino género lo reserva para señalar el dominio psicológico
y fantasías que, aun hallándose ligados al sexo, no dependen de factores biológicos. Para
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que conlleva el hecho de ser hombre o mujer tomaría un giro hacia el ámbito de lo social y
lo cultural.
Marta Lamas (1999) afirma que al término género se le ha dado diferentes usos que se
pueden agrupar en dos grandes grupos: para designar a las mujeres y para referirse a la
construcción social de la diferencia sexual, aludiendo a las relaciones sociales de los sexos.
El concepto género, en una primera instancia, está enfocado en las diferencias sociales
y culturales que una sociedad establece en torno a las categorías de hombre y mujer,
termino género abarca un espacio muy amplio y es utilizado como categoría de análisis en
Por eso es necesario definir algunas categorías; Mara Viveros (2000), en su ensayo
Notas en torno de la categoría analítica de género, citando a Joan Scott, explica que existen
dos formas de ver el género: la primera, como un elemento constitutivo de las relaciones
sociales, y la segunda, como una forma primaria de relaciones de poder. Viveros, además,
describe las categorías que Scott estableció, en tanto el género como elemento de las
relaciones sociales:
-Un aspecto simbólico atinente a mitos y símbolos que evocan de manera diversa -y a
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-Un aspecto normativo que expresa las interpretaciones de los significados de estos
que definen qué es, qué debe hacer y qué se espera socialmente de un varón o de una mujer.
-Un aspecto institucional tocante a organizaciones sociales como las definidas por las
políticos.
-Un aspecto subjetivo referido a las identidades de los hombres y las mujeres reales,
En cuanto a los asuntos del poder, el género es una referencia recurrente para analizar
las formas del poder y de la dominación masculina, y para realizar fuertes críticas al poder
Hasta este punto, Viveros, a través del análisis de las posturas de Scott, deja entrever
que este tema puede ser estudiado desde un enfoque que ubica al género como un elemento
constitutivo de diversas formas de relación social y también como una herramienta de crítica
a la dominación masculina.
enfoca en los valores simbólicos que se le atribuyen a las categorías hombre y mujer, y las
prácticas adscritas a estos. El segundo, de corte más sociológico, se enfoca en el orden social
y en las transformaciones que sufre dicho orden: sobre todo en lo que corresponde a la
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separación entre lo público y lo privado, anteriormente adjudicado a lo masculino y lo
femenino respectivamente.
concretas. Sin embargo, aunque los personajes y las sociedades descritas en la literatura son
simples representaciones, estos conceptos nos ayudan a entender qué valores simbólicos han
quedado plasmados en las novelas y qué tipo de relaciones se establecen entre los personajes
y esos valores. Además, estas concepciones serán útiles para entender las formas de orden
que las nociones acerca de lo masculino se asocian con lo racional; fuerte; activo;
ocasionales), mientras que lo femenino suele asociarse con lo emotivo; débil; pasivo;
presenta una doble particularidad: no sólo se considera que las características más
lo masculino, sino que además se suelen crear estereotipos al considerar que hombres
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y mujeres efectivamente son así y no admiten rasgos del otro polo dentro de sí. (pág.
49- 50)
categorías simbólicas que se excluyen y que están llenas de prejuicios culturales que se
anidan en el imaginario colectivo, y que, sin embargo, no pueden ser tomadas como
social: La política, la economía, la sexualidad, etc. La única forma en que se puede estudiar
el hecho de ser hombre es en relación directa con lo que significa ser mujer en una
comunidad determinada. Esto sucede porque solo podemos definirnos en la medida en que
nos contrastamos con el otro; por ejemplo, somos colombianos en tanto tenemos
sólo en contraste con la feminidad. Una cultura que no trata a las mujeres y a los
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La masculinidad está profundamente relacionada con la organización social que
establecen las dinámicas del género, y puede entenderse su funcionamiento a través de estas
relaciones. Sin embargo, este componente no agota todas las posibilidades del concepto.
Eleonor Faur (2004) afirma que existen cuatro tipos de estudios sobre la masculinidad y las
relaciones de género:
intentan explicar algunas diferencias entre hombres y mujeres. José Antonio Marina (2005)
dice con respecto a la tendencia de creer que todo es cultura: “Pero nos hemos excedido y
hemos llegado a pensar que todo era interpretación, que por debajo de esa hermenéutica
infinita no había nada, que todo era cultura y nada naturaleza” (pág. 18). En ese orden de
ideas, es interesante una mirada a algunos campos diferentes a las ciencias sociales.
débil y su cerebro, nos entrega un amplio panorama sobre las diferencias entre hombres y
mujeres en cuanto genética, funcionamiento del cerebro, análisis hormonal, etc. Lo primero
que nos anuncia Huther es que no existe ningún gen responsable de que los hombres y las
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mujeres tengan un aspecto diferente y mucho menos de que a menudo piensen de forma
las particularidades masculinas, entre las que se cuentan las diferencias físicas ya conocidas
manera diferente. Como primera medida hay que entender que el cerebro humano se moldea
Desde este conocimiento se esclarece la causa de que los hombres posean un cerebro
diferente al de las mujeres: desde pequeños se interesan por cosas diferentes, les importan
otras cosas y se entusiasman por otras cosas. Por una parte, debido a que son del sexo
masculino y se orientan más claramente hacia aquello que tanto niños como hombres
acometen con entusiasmo. Por otra porque vienen al mundo con un cerebro cuya
tienen ya desde el comienzo un cerebro algo distinto que las niñas. (Huther, 2011, pág. 91)
Este autor concluye que es inevitable que los niños hagan algunas cosas mejor y otras
peor que las niñas. Por lo tanto, lo que resulta significativo para ellos será diferente a lo que
le interesa a las niñas, y en la medida en que crezcan se interesarán más en las actividades
propias de cada género. Además, Huther va más allá. Enumera algunas características en las
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De recién nacidos son por regla general más impulsivos, más excitables
capacidad para imponerse a los demás es mayor que la de las niñas, con frecuencia arrebatan
a otros niños sus juguetes y muestran interés por automóviles, excavadoras y locomotoras.
Ya a partir de los tres años aumenta su curiosidad por lo prohibido, por remover límites y
En esta visión nos dice que existen algunos aspectos que tienen cierta determinación
algunas particularidades biológicas que hacen que hombres y mujeres sean un poco
cultura y la sociedad.
identidad masculina. Juan Carlos Callingos (2003), afirma que la primera fuente de
identificación de niños y niñas es la madre, ya que con ella desarrollan un sentido de unidad:
individuación como seres autónomos. Sin embargo, los niños deberán rechazar la
identificación con sus madres como condición indispensable para adquirir su propia
identidad masculina, es decir que los hombres adquieren su identidad por oposición a lo
femenino.
oposición a ella y empujándolo a asumir un rol masculino en su relación con ella” (pág. 63).
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padre o con una figura masculina, este en muchos casos está ausente por la lejanía del ámbito
social y laboral en el que se desempeña. Por lo tanto, en muchas sociedades se presenta una
identificación “posicional”, es decir con aspectos del rol del padre, no propiamente a través
identificación las figuras propuestas por los medios de comunicación, las cuales poseen unas
teorías similares a las expuestas por Callingos, pero hace una salvedad que resulta definitiva
para el enfoque que desarrollará en este trabajo: Este psiquiatra se aleja del complejo de
Edipo y afirma que esta separación no produce miedo y cólera hacia el padre, sino hacia lo
femenino que ha dejado atrás. Se produce un temor a una nueva identificación con lo
femenino. Esta teoría entra en consonancia con la visión antropológica de Gilmore (1994),
quien estudió varias culturas en relación con la masculinidad, y encontró que en muchas de
ellas los jóvenes deben enfrentarse a ciertas pruebas para adquirir la condición de hombre y
masculina, aunque a veces se adquieran valores negativos como en el caso de las pandillas.
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CONCEPTOS BÁSICOS SOBRE MASCULINIDAD
(2003):
posición en las relaciones de género, las prácticas por las cuales los hombres y
mujeres se comprometen con esa posición de género, y los efectos de estas prácticas
También tendremos en cuenta algunos de los conceptos más significativos que este
autor nos ofrece varias perspectivas que resultan muy útiles. Por un lado, su manera de
encarar el tema de la masculinidad nos ayuda en el campo de las relaciones sociales, en tanto
expone diferentes ámbitos de las formas de organización de los géneros; por otro lado, nos
permite abordar este tema desde una posición crítica frente a los sistemas de poder patriarcal.
Además, sus criterios nos posibilitan un primer acercamiento a aquellos cambios que han
originado las mujeres, en cuanto a su inserción paulatina en los diferentes campos de la vida
pública. Cambios que, por supuesto, afectan a los hombres. Estos conceptos serán expuestos
a continuación.
Existen tres grandes ámbitos en los que las relaciones de género se expresan a través
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1. las relaciones de poder: se practican en los modos de ejercer autoridad y de poner
recursos en el ámbito bajo análisis. Se relaciona tanto con el mundo público como con el
Estos tres ámbitos no son totalizantes, pero si dan una visión panorámica del asunto.
está relacionado con la producción y con la sexualidad, por dar un ejemplo Estos aspectos
sexuales.
reproduce socialmente y, por ello, no puede definirse fuera del contexto social, económico
comunicación, etc.) que moldean modos de habitar el cuerpo, de sentir, de pensar y de actuar
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género. Esto equivale a decir que existe un lugar privilegiado, una posición jerarquizada para
ciertas configuraciones masculinas dentro del sistema de relaciones sociales (Faur, 2004,
Pág. 54).
puede defenderse por la violencia directa sino que requiere de recursos de autoridad más
representada por hombres blancos, de clase media, de mediana edad, alto nivel educativo,
dominación y subordinación. Así, los hombres gay suelen ser discriminados por sus
congéneres a partir de una lógica homofóbica que los considera “femeninos” (lo que
generar recursos económicos más altos que los de las mujeres y mayor valoración simbólica
de sus voces, de sus cuerpos y de su racionalidad. Según Connell, estos hombres pueden
tener fuertes compromisos con las mujeres y no ser violentos con ellas, pero aun así, la
obtención de esta suerte de “dividendo patriarcal” les resta motivos para intentar cambiar el
4. Marginación: las masculinidades marginadas coinciden con los grupos étnicos que
marginación en este caso, se refiere al tipo de relación entre masculinidades (por ejemplo,
el interior de los grupos étnicos pueden operar similares privilegios de género a los
indígena puede tener más poder dentro de su comunidad que una mujer de su misma etnia.
importante, hay que tener en cuenta que la masculinidad es un concepto heterogéneo y que
cada individuo, utilizaremos algunas percepciones de Eleonor Faur (2004). Ella habla de
considerarse como un esbozo, porque no todos los hombres de esta región son iguales.
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heterosexualidad, asunción de riesgos, capacidad para tomar decisiones, autonomía, fuerza,
afirma:
Pero es evidente que ni todos los hombres “mandan” y ejercen el poder del mismo
modo, ni todos los hombres seducen mujeres a diestra y siniestra, ni todos los hombres tienen
trabajos espléndidos en los cuales perciben los ingresos necesarios para el funcionamiento
de sus familias. En este sentido, es claro que no existen en los hombres de carne y hueso
En este orden de ideas, podemos pensar que en cada contexto social existen hombres
con diferentes maneras de ser: algunos serán más o menos duros, o más o menos
expectativas y los valores que yacen en el imaginario colectivo de una sociedad en particular.
tanto los hombres de carne y hueso muchas veces no encajan en las pretensiones de lo
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diferencias en cuanto a masculinidades que se presentan en el mismo espacio pero en
A pesar de lo anterior, para el análisis de las masculinidades es útil contar con algunos
conceptos que parecen presentarse en muchos ambientes patriarcales. Uno de esos conceptos
constantemente y durante toda la vida del individuo. (Callingos 2003, Gilmore 1994)
En algunas sociedades descritas por Gilmore (1994), los niños debían pasar por
fuertes procesos de iniciación en la vida adulta masculina caracterizados por rituales que
exigían fuerza física y fortaleza de carácter. Sin embargo, esto no era suficiente y su
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Faur (2004) dice que a estos imperativos se les puede sumar la conquista sexual, la
tienen hijos, e, incluso cuando se emborrachan junto a los amigos. Muchos de estos
pasajes suponen fuertes dosis de inseguridad para los hombres. (pág. 66)
CRISIS DE LA MASCULINIDAD
Como en muchos otros aspectos, Connell (2003) establece las bases teóricas para
un sistema coherente que se destruye o se restaura como resultado de una crisis. No puede
ser analizada con un concepto estable e independiente, sino como parte de un sistema de
39
crisis de una configuración; más bien podemos hablar de una ruptura o de una
ámbitos:
del poder patriarcal y un movimiento global por la emancipación de las mujeres” (Pág. 49.).
En este orden de ideas, las masculinidades se configuran de acuerdo con las diferentes
incorporación de mano de obra femenina en los países pobres. Ya sea en uno u otro ámbito,
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En estos tres aspectos se desarrolla la tendencia a la crisis de que habla Connell. Cada
uno de ellos en constante relación con los otros dos. El poder que ejerce el patriarcado, por
esta línea, es común encontrar las relaciones de poder como el centro de la discusión acerca
Michel Kaufman (1997) estudia las relaciones de género en cuanto al poder. Este autor
cuidar de otros, etc. Esta renuncia se hace para alcanzar los valores que tradicionalmente se
que vencer, estar encima de las cosas y dar las ordenes. Tenemos que mantener una coraza
Según el mismo autor, estas prácticas pueden acarrear un enorme dolor, porque los
hombres de carne y hueso no pueden alcanzar tales ideales prácticos y simbólicos. Esto
sucede, por un lado, porque solo son ideales infantiles de omnipotencia y, por otro, porque
los hombres siguen teniendo necesidades afectivas que deben reprimir y ante las que
experimenta un profundo temor. “Este temor y este dolor tienen dimensiones intelectuales,
sintamos presos del temor, más necesitamos ejercer el poder que nos otorgamos como
41
Siguiendo con Kaufman, los hombres debían hacer ciertos sacrificios con el objetivo
a las posibilidades emocionales y la satisfacción del poder. Sin embargo, según él, este
equilibrio se ha desbalanceado:
hombres. En sociedades y épocas en que el poder social masculino fue muy poco
totalidad. Cuando uno manda en el gallinero, da todas las órdenes y se encuentra más
cerca de Dios, no queda mucho campo para el dolor, al menos para el tipo de dolor
Finalmente, Kaufman (1997) concluye que en tanto se desafíe el poder de los hombres
la compensación por el dolor será menor o, por lo menos, quedará en tela de juicio. Además
afirma que esta inestabilidad ha ocasionado que, frente a las experiencias individuales de
dolor e inquietud que los hombres experimentan relacionadas con el problema de género,
surjan expresiones sociales sumamente diversas, algunos hombres con deseos de volver a la
Según Bonino Méndez, (citado en Burin, 2000), existe un ideal de dominio y control
genérico: ser sensible y empático. Este nuevo ideal se enmarca en los profundos
42
Esas características parecen a simple vista muy positivas, y dan la impresión de que
masculinidades que apunten hacia estos nuevos ideales. Sin embargo, el mismo Bonino
advierte que en el cumplimiento de este nuevo ideal se pueden presentar dos tipos de
trastornos: primero, conflictos con los otros ideales; segundo, trastornos por la “pérdida del
Parece ser que para muchos hombres abandonar su ideal de dominación es muy
mundo. Por otro lado, el no tener un horizonte claro hacia dónde ir, se presenta un fenómeno
los hombres viven entre el temor de ser demasiado machos para las mujeres, y muy poco
expresar una virilidad controvertida. La nueva ecuación macho=mal hace que toda
Badinter (1993) además afirma que esta bancarrota masculina se expresa en escritores
como Norman Mailer y en el aumento, según los psicólogos, de los problemas de los
hombres. Los hombres se debaten entre mutilar su feminidad o su virilidad. Por supuesto,
estas apreciaciones no se pueden aplicar a toda clase de hombres, y mucho menos a todos
43
los grupos sociales; sólo sirven para esbozar posibles escenarios producto de los cambios en
identidad masculina. Ahora, miraremos cuáles son las reacciones de los hombres ante las
luchas femeninas por la igualdad. Aunque Luis Bonino Méndez (2003), en su artículo Los
hombres y la igualdad con las mujeres, hace una caracterización de las posiciones
realidades. Puede que en diferentes proporciones, pero estos tres grupos se pueden presentar
-Los contrarios a los cambios de las mujeres: Son hombres que suelen vivir con
mujeres que sólo se dedican a las labores domésticas. Se resisten al cambio y suelen ser
como búsqueda de igualdad, sino como un intento de dominar a los varones y romper el
orden social.
-Los favorables a los cambios de las mujeres: son jóvenes con estudios superiores, sin
hijos, con mujeres que trabajan en el ámbito público y viven en grandes ciudades. Algunos
igualitaria. Otro grupo que va en aumento es el de los acompañantes pasivos, los cuales
ceden la iniciativa a las mujeres, provocando una inversión de los roles tradicionales. Existen
también los utilitarios, que se benefician de los cambios hechos por las mujeres sin ofrecer
44
nada a cambio. Tanto los compañeros como los utilitarios están a favor del cambio en las
mujeres, pero la mayoría cree que la lucha por la igualdad la deben afrontar sólo ellas.
-Los ambivalentes frente al cambio de las mujeres: generalmente son hombres con
mujeres que trabajan en el ámbito público, divorciados o con hijos. En algunos aspectos
están en acuerdo y en otros en descuerdo con los cambios de las mujeres. “Son los que más
cambios de las mujeres, a quienes ya no pueden (ni muchas veces desean) controlar.”
(Lomas, 109). Estos sujetos se sienten debilitados y perplejos y aceptan, con inconfesado
Para finalizar, quiero hacer énfasis en algunos aspectos que, para Bonino (2003),
-Si el varón ejerce autoridad se siente validado en su identidad, por la imagen que
45
1. MASCULINIDADES EN ANGOSTA
Antes de iniciar con el análisis de la novela, me parece pertinente hacer una breve
reseña que les permita a los lectores de este trabajo ponerse en contexto.
Angosta, que podría representar cualquier ciudad colombiana e incluso latinoamericana, está
dividida en tres sectores ubicados en tres pisos térmicos respectivamente: En tierra caliente
está ubicado el “sektor”1 C (la boca del infierno), plagado de miseria y habitado en su
1
En este trabajo se utilizará la palabra sektor, fiel a la ortografía original de la novela, porque hace
referencia al carácter violento y exclusivo de la separación. “la K se impuso gracias a la ortografía de uno de
los ejércitos de intervención” (Abad, 2003, pág. 24)
46
los segundones o tibios, compuestos principalmente por empleados y dueños de pequeñas
donde habitan los “dones”, quienes son terratenientes, ejecutivos, políticos, grandes
empresarios, etc.
Las divisiones entre estas tres castas no solo son económicas y sociales, sino que
también son físicas. Los “dones”, por el temor a perder su nivel de vida, decidieron crear
barreras de contención para separar a los segundones y tercerones. Para que estos últimos
pueda acceder a tierra fría deben contar con salvoconductos. La mayoría de los tercerones y
segundones que cuentan con este documento son personas que trabajan en ese “sektor”, los
cuales entran en la mañana y salen en la tarde, ya que no se les permite pasar la noche allí.
Ese es un derecho exclusivo de los “dones”, quienes son considerados una clase superior y
quienes consideran a las personas de los demás “sektores” como inferiores. Esta idea
acumular un millón de dólares para ser considerado un “don”, es decir, alguien que es
La historia de Angosta le llega al lector a través de un libro que lee uno de los
personajes principales de la novela, Jacobo Lince. Esa narración cuenta que comenzaron a
surgir problemas de violencia entre las personas ricas y pobres de la ciudad, a cause de las
grandes diferencias económicas y sociales. Se dice que a raíz de unos atentados perpetuados
por algunos grupos comunistas, los habitantes de tierra fría, conocidos como dones, con la
De esta manera, las personas adineradas, definidas como aquellas que tienen más de un
2
En Angosta se utiliza la palabra paradiso en lugar de paraíso, tal vez por su cercanía con la palabra
“Paradise” del inglés y por hacer referencia a una supuesta alta cultura.
47
millón de dólares, quedaron aisladas en tierra fría, alejados de la miseria y la violencia de
quienes viven en tierra templada, entre el miedo de caer en la miseria de ser un tercerón y la
esperanza de algún día poder convertirse en un don e irse a vivir a tierra fría.
librero promiscuo, dueño de una librería llamada “La Cuña”, alrededor de la cual se mueven
una serie de personajes que se dedican a criticar la situación de Angosta pero que no pasan
de ser simples observadores; y Andrés Zuleta, un poeta incomprendido que trata de buscar
su lugar en el mundo. Sus historias se conectan en el hotel “La Comedia”, pues Lince vive
ahí desde hace algunos años y Zuleta llega a ese sitio después de abandonar su casa, donde
llamado Dan, hombre solitario y preocupado principalmente por un problema numérico; dos
libreros, bohemios y amantes de la tertulia y los libros: Jursich y Quiroz; Luisita, mujer
violencia y exclusión que expone la novela. Este personaje es un hombre promiscuo que
tiene sexo con mujeres provenientes de los tres sectores de Angosta, y cada una de ellas
expone una realidad diferente de acuerdo al espacio en el que se mueve. Por un lado está
Beatriz, una chica adinerada, hija de un senador que desde la clandestinidad ordena
asesinatos selectivos, quien se fija en Jacobo atraída por la curiosidad que le despierta
48
entablar una relación con un sujeto proveniente de la zona templada. Por otro lado tenemos
brutalidad excesivas. Finalmente está Camila, una mujer atractiva de tierra templada, amante
de un mafioso que la considera su propiedad y por la que Jacobo recibe una paliza como
Andrés Zuleta también nos conecta con la violencia de los tres espacios. Al igual que
Lince, él también tiene algún tipo de contacto sexual con Candela y Camila. Además, este
joven poeta consigue un trabajo en tierra fría: su labor era escribir algunos artículos de
postura de simple observador y crítico silencioso, y decide realizar una denuncia en contra
de los asesinos de Zuleta. A causa de esta denuncia, Jacobo recibe fuertes intimidaciones y
“Putas”, que dirige la delincuencia en su “sektor” y además tiene vínculos con fuerzas del
poder de tierra fría. En tierra fría el agente violento está representado por el senador Potrero,
el padre de Beatriz, quien pertenece al grupo de los siete sabios, los cuales ordenan
49
poderosos. Cada uno de estos agentes contribuye a perpetuar la violencia, la desigualdad y
La exclusión.
consecuencia. En esta ciudad, unas pocas personas tienen acceso a un ambiente limpio y
bien organizado. Los otros deben repartirse entre el infierno de tierra caliente o el espacio
Todo en la sociedad de Angosta está organizado para excluir a las personas que se
consideran diferentes, principalmente porque tienen menos dinero. Esa es la lógica bajo la
Mire, Zuleta, en Paradiso, donde usted trabaja, la gente no va los cafés, sino a
los clubes. Y eso ya es muy distinto, eso marca una diferencia sustancial. Ellos abren
uno y otro club para distinguirse y excluirse entre ellos. Esa es la lógica de sus vidas,
2003,pag.302).
Lince tiene toda la razón, la ciudad funciona bajo el dominio inevitable de esa lógica.
Además, los segundones también tienen sus propios comportamientos excluyentes. Candela,
con el resentimiento que caracteriza a los de tierra caliente por sentirse menospreciados,
aclara que los segundones también excluyen a los tercerones. Después de escuchar una
50
lectura sobre la camaradería e igualdad que reinaba en la librería alrededor de las tazas de
La cita es buena, Jacobo. Pero los tercerones no podemos permitirnos ese lujo.
café gratis, porque abusamos con los terrones de azúcar, o porque se dan cuenta de
que en general no tenemos ni ganas ni paciencia para ponernos a leer. Mejor dicho,
para nosotros no existe ese regalo del café, sino la primera vez (Abad, 2003, pag.303).
Entonces, Candela nos muestra el profundo resentimiento que generan las dinámicas
de exclusión y hace evidente que esta situación puede ser uno de los detonantes que enciende
vistos por el resto de la ciudad como una amenaza, como un sector condenado a la miseria
y el abandono.
Toda esa situación es el caldo de cultivo para organizaciones como el “Jamás”, quienes
están en contra del apartamiento y luchan en contra de los dones con el objetivo de acabar
de las clase privilegiada, quienes tienen el monopolio de los recursos amparados en su poder
económico y militar.
Esa manera de percibir al otro (calentanos) como un ser diferente, extraño, peligroso
es descrita por el narrador como una creencia, en la mayoría de los casos, errónea:
51
La mayoría de la gente calentana, sin embargo, es pacífica y mansa, también
solidaria, por lo desesperada, pero la gente mansa, por mucha que sea, casi nunca se
nota. Están allá arrinconados, sin posibilidad alguna de mejorar sus vidas, con la
entrada prohibida en todo el mundo, empezando por los demás “sektores” de su propia
ciudad, donde les temen y los evitan como la propia peste (Abad, 2003,pag.195).
mayoría del mundo se hace participe sin darse cuenta. Por ejemplo, en “La comedia”
también hay una estratificación y los personajes que se encuentran en condiciones inferiores
son excluidos de algunas prácticas, como ocurre con la cena que organiza el señor Rey, el
dueño del hotel, para las personas más importantes del edificio.
clasificar al otro de acuerdo a los prejuicios que acompañen su lugar de procedencia. En una
ocasión, por ejemplo, Zuleta dice que el ascensorista ni siquiera se dignó a mirarlo,
seguramente porque su condición de inferioridad en “La Comedia” hace que incluso los
52
Esa percepción del otro como un extraño no se hace basándose en el color de la piel o
en alguna ascendencia étnica. El narrador nos explica que la exclusión está basada
segundones con desprecio, con una hostilidad irracional, casi animal. Cuando Lince baja a
tierra caliente, tan solo su presencia genera hostilidad. Su actitud insegura y temerosa lo
Jacobo miraba para arriba, para atrás, hacia los lados; por cada uno de los rostros
que entraba en contacto (ojos hundidos en rabia, pelo cortado al rape, cejas juntas)
sentía miedo, y el los miraba a todos a los ojos, con desconfianza, tratando de prever
el momento del ataque. <<Si le da miedo, para qué sale, segundón güevón>>, le gritó
que resultan marcas de identidad para un determinado grupo, como es el pelo cortado al
rape. El narrador hace esta descripción como si fueran rasgos característicos de tierra
caliente.
Los dones, por su parte, utilizan la ropa y toda clase de cosas de máxima elegancia y
distinción como signo evidente de su condición de miembros de tierra fría. Para ellos es
decir, para demostrar que son diferentes a los simples mortales de los sectores de abajo y así
ser identificados como verdaderos dones. “Una vez que todas las necesidades esenciales
53
están satisfechas, los dones tienen que buscar cómo distinguirse a través de detalles cada vez
hacen tan necesarias en un sistema de estratificación social como este, marcado por el miedo
y la paranoia, que definen la postura y la forma como se deben tratar las personas, y como
son percibidas. Un ejemplo claro de esto es que cuando Candela estaba trabajando en tierra
fría, si se le olvidaba ponerse el carnet que la identificaba como tercerona, era confundida
con una doña porque usaba ropa fina que le había regalado Jacobo. Los hombres la
consideraban digna de deseo y la miraban como una mujer atractiva. En cambio, si exhibía
su carnet, los hombres le pasaban por el lado sin ponerle atención. La ropa se constituía
Los personajes de los diferentes niveles tienen maneras de vestir, posturas y hasta todo
un lenguaje que funciona en pro de la diferenciación. Mientras que los dones han establecido
el inglés como un idioma que marca su nivel social y que los relaciona más con el primer
mundo que con sus coterráneos de abajo, en los sectores inferiores se ha dado una cierta
degradación del español que también los identifica como miembros de sus “sektores”. Por
ejemplo, se dice “emano” en lugar de hermano. También se hace alusión al uso frecuente de
En resumen, las personas de los diferentes sectores están separadas por la política de
apartamiento que generan un ambiente de exclusión que lleva a la percepción del otro como
54
un enemigo. Además, existen una serie de sistemas simbólicos, entre los que se encuentran
el lenguaje, la ropa, los accesorios, etc. que ayudan a sustentar la idea de la diferencia.
La violencia.
La violencia es el mecanismo a través del cual las personas de los sectores entran en
relación con la política de apartamiento. Los dones para tratar de mantenerla y los calentanos
abundancia de recursos. Los tibios, como su nombre lo dice, en el medio, sin intervenir
demasiado; la mayoría no odian a los dones porque tienen la esperanza de algún día poder
ascender.
propios habitantes, divididos en sectores. Es una herida abierta de la que emanan ríos
interminables de sangre.
guerrilleros polpotianos sin hígados, que secuestran y asesinan a todo aquello que les
huela a <<sangre de dones o cara de ricos>>. Y por otro lado los grupos aliados del
Este párrafo define el círculo de violencia en el que se desangra Angosta. Los grupos
guerrilleros hacen atentados en tierra fría, dejando algunos dones muertos, y estos, a su vez,
55
responden con tremendas batidas en tierra caliente. Entre el ejército y los grupos
paramilitares asesinan a los insurgentes y a todo aquel que quiera ir en contra de sus políticas.
La mayoría de los dones creen que la única forma de garantizar que su estatus no les
sea arrebatado es mediante el uso de la violencia. La novela muestra que los dones, como el
senador Potrero o como Palacio, el esposo de la ex de Lince, sienten que son merecedores
de sus riquezas y están en todo su derecho de defenderlas, piensan que los guerrilleros
quieren arrebatarles algo por lo que no han trabajado. Además, saben que los recursos no
son infinitos y que el hecho de dejar entrar personas en su espacio podría amenazar su estilo
de vida. Lo más importante para los de arriba es que los de abajo no les vayan a destrozar
su paradiso.
El “sektor” de tierra fría tiene todo un sistema para mantener el orden establecido.
Además del aparato del estado, los dones cuentan con un grupo de personas influyentes que
deciden asesinatos sistemáticos. Este grupo es conocido como los Siete Sabios. Sus
mandatos son ejecutados por un grupo de asesinos conocidos como la Secur, quienes se
Cada uno de los miembros de los siete sabios representa algún sector de la sociedad,
económicos, etc. Este grupo ejerce una constante vigilancia en todos los “sektores” de
56
Otro asunto a señalar consiste en el poder y la manipulación que los dones ejercen
sobre los medios de comunicación. Como en los otros ámbitos, existe un control legal, que
en este caso consiste en omitir la información poco conveniente aprovechando que son los
dueños de los medios. Si esas primeras medidas no funcionan, aparece la violencia como
mecanismo para callar las críticas y para mantener la estabilidad del sistema. Un claro
exclusión, también se adentra en las huellas que deja este nefasto fenómeno en la vida de las
y se adentra en ese dolor personal que tienen los personajes, en la rabia y la impotencia de
Basta con pensar en Luisita, “la mujer más triste de Angosta”, para que el autor nos
muestre el dolor. Ella perdió a su esposo y a su hijo a manos de la Secur y a partir de allí
perdió también las ganas de vivir. Otro ejemplo es Candela, quien tiene un legado de
novela, de su amado Andrés Zuleta. Jacobo también luce devastado al final, pues termina
dándose cuenta que la violencia se lleva todo lo que le importa: su librería, sus amigos, su
tranquilidad.
57
Como ya se ha explicado anteriormente, la masculinidad es un concepto relacional que
depende del contexto económico, político y social en el que se desarrolle. Por lo tanto, se
puede decir que cada comunidad establece uno o varios tipos de masculinidades de acuerdo
lo tanto, las características particulares de cada una de estas castas resultan de gran
importancia a la hora de entender las masculinidades de la novela y los contextos en los que
se desarrollan.
En ese orden de ideas, la percepción que los personajes y la comunidad tengan sobre
el hecho de ser hombre estará mediado por el “sektor” al que pertenezcan y evidentemente
dentro de estos.
los hombres. Es decir que se hará énfasis en los ejercicios de poder físico y simbólico que
Para entender mejor la interacción entre las múltiples masculinidades que nos expone
58
entre las masculinidades de la novela y su comprensión nos ayudará a entender las
diferencias que existen entre las variadas formas en que los personajes afrontan el hecho de
ser hombres. Además, estos conceptos nos permitirán entender cómo interactúa una forma
de ser hombre con otra, por ejemplo: la relación que tiene el ejercicio de la masculinidad de
ámbito cultural especifico y además adopta una posición de liderazgo frente a otras
masculinidades y frente a las mujeres. Este ideal, aunque a veces es representado por
quienes evidentemente ocupan una posición de privilegio gracias al dinero, y se erigen como
la clase líder de toda la ciudad. Los “dones” son descritos como personas poderosas que
mayoría de los habitantes de Angosta como socialmente superiores, como un ideal al cual
aspirar. Los siete sabios son un claro ejemplo de esa superioridad y de la autoridad que
Por supuesto, existen mujeres en esta clase social, pero los personajes poderosos son
supremacía del hombre blanco, rico y heterosexual (Herrera, 2012). Recordemos que los
habitantes de F “por negros, indios, o mestizos que sean, siempre se llaman y se consideran
59
a sí mismos blancos y juzgan como negros e indios a todos los demás” (Abad 2003, pág.
20).
Coral Herrera (2012) afirma que occidente heredó la mirada aristotélica de ver la
realidad en pares opuestos y, por lo tanto, esto conllevó a que se separara el mundo en
hegemónica que excluye y busca dominar todo lo que se le diferencie: los homosexuales,
para ser considerado un “don”. También existen ciertas marcas sociales como el pertenecer
a una familia que siga el modelo tradicional heterosexual, las buenas costumbres, etc. En la
novela sólo se nos exponen familias tradicionales, sobre todo en el caso de los dones.
Connell (2003), en que un grupo de hombres domina y otro es sometido, y puede presentarse
en cualquier espacio social. Este concepto está relacionado con el hecho de clasificar como
60
es la bodega de todo lo que es simbólicamente expelido de la masculinidad
hegemónica, con asuntos que oscilan desde un gusto fastidioso por la decoración hasta
que tiene ciertas características que podrían ser consideradas como femeninas. La novela
él, por el simple hecho de no poseer ciertos valores que ellos consideran que debe tener un
marginados, como los segundones o los tercerones, e incluso las mujeres establecen sus
propias jerarquías y ejercen dominación sobre aquellos a los que consideran inferiores. La
mamá de Andrés Zuleta, por ejemplo, censura constantemente el carácter de su hijo por
considerarlo femenino.
aceptación del modelo de masculinidad hegemónica, por parte de algunos hombres, con el
afán de disfrutar los beneficios que el sistema patriarcal ofrece. Este tipo de complicidad se
presenta en la mayoría de los casos, debido a que casi ningún hombre cumple con los
requisitos que la masculinidad hegemónica impone. Jacobo, por ejemplo, se beneficia de los
un “don”, se vale de algunos presupuestos machistas para ejercer su copiosa actividad sexual
61
sin que se le censure demasiado. Otro ejemplo significativo lo constituye el papá de Zuleta,
mecanismos de exclusión frente a las masculinidades de otros grupos étnicos y otras clases
sociales. En Angosta, la separación entre los “dones”, los segundones y los tercerones dan
cuenta de este tipo de relación. Por lo tanto, los segundones y los tercerones no son
percibidos por los “dones” como simples hombres; son percibidos como hombres inferiores
por su pertenencia a una clase más baja. “Vos te llamás Jacobo Lince y sos un segundón de
Con esto no quiero decir que se pueda establecer una suerte de perfiles de personalidad
en los que encajen perfectamente los personajes. Algunos “dones” desarrollan su historia
personal muy lejos del modelo de masculinidad hegemónica y algunos calentanos ejercen
sirve para entender esos valores que una comunidad determinada considera superiores para
los hombres. En el caso de Angosta, esas características están representadas en los “dones”,
sin que por ello se pueda afirmar que en toda tierra fría se presente un solo tipo de
una “masculinidad calentana”, por ejemplo. Sólo podemos hablar de las relaciones que se
62
En Angosta, tanto los segundones como los tercerones se establecen, con alguna
diferencia en cuanto al nivel de rechazo, como la contraparte de los “dones”, y sirven como
en una estructura cambiante de relaciones>> (Connell, 2003, pág 43). En otras palabras,
estos conceptos sólo servirán para analizar de forma relacional situaciones particulares de la
Jacobo Lince y Andrés Zuleta, es necesario considerar que los dos habitan un edificio que
recibe el nombre de “La Comedia”, donde parecen habitar seres marginales: homosexuales,
bohemios, prostitutas, personas sin familia. Por lo tanto, ambos parecen tener maneras
tradicional de su clase.
En ese orden de ideas, ninguno puede ser considerado un personaje estereotípico del
sektor T. Cada uno debe ser estudiado poniendo mucho énfasis a su situación particular, es
decir, enfocándose en las relaciones que ejercen con el contexto, con otros personajes y con
sus ideologías.
63
Jacobo es uno de los personajes principales de Angosta. Es un hombre de 39 años que
se gana la vida con una librería de viejo llamada La Cuña, haciendo artículos para la prensa
tiene una hija de la que poco habla, pero quien parece ser la única persona a la que quiere
verdaderamente. Su característica más llamativa es que tiene una aparente obsesión por
No cree en nada trascendente, pues hace tiempo sustituyó la religión por el sexo.
Para él no es el espíritu, sino el deseo el que sopla dondequiera. De unos años para acá
sus relaciones son siempre carnales, nunca sentimentales. Trata de comerse (este verbo
en Angosta es lo que los machos dicen que hacen al copular) a todas las que conoce y
que puede, siempre y cuando huelan bien y manifiesten signos exteriores de fertilidad,
lo cual no quiere decir que las quiera embarazar: se hizo hace años la vasectomía
Para Lince el deseo por las mujeres es un asunto incontrolable, pues hace parte de su
naturaleza. Jacobo cree que su condición de hombre lo obliga a buscar una mujer tras otra,
otros hombres. Siguiendo este principio, él vive su promiscuidad como una situación
inevitable.
No le gusta ser así, pero es así, y las veces que ha intentado contenerse su cabeza
lo engaña, lo lleva por vericuetos traicioneros hasta conducirlo (como tira la soga de
64
piensa que lo mejor es no resistirse, no rebelarse, no pelear, dejarse ir tras el deseo que
está convencido de que el hecho de ser hombre está absolutamente influenciado por aspectos
considera que está programado genéticamente y que su programa reproductivo le dice todo
el tiempo: “fecunda, fecunda, fecunda. Mete tu miembro en toda vulva joven que se te
de las mujeres, posee un deseo sexual incontrolable. El mismo personaje elabora teorías que
justifican y definen un supuesto sistema de género. Lince afirma que las mujeres son
diferentes a los hombres porque la cópula trae mayores consecuencias para ellas: la progenie,
y esto conlleva a que ellas se alejen de la promiscuidad que él practica. Además, las mujeres
desarrollan miedo al abandono por parte de los machos proveedores y son menos propensas
a ser infieles. Lince también afirma que las mujeres tienen un deseo sexual inferior, salvo
En resumen, el sistema de género propuesto por Jacobo consiste en que las mujeres
son menos promiscuas, menos infieles y con un deseo sexual inferior al de los hombres.
Siguiendo esta línea teórica, es fácil entender que Jacobo entienda que su masculinidad, por
oposición, se desarrolla cuando da rienda suelta a su deseo sexual y cuando tiene más de una
pareja sexual.
65
Jacobo, entonces, trata de justificar la sensación de placer y poderío que le otorga su
éxito con las mujeres a través de unos principios que lo ubican más del lado de lo animal
papel del eterno cazador de mujeres. Por eso hace ese despliegue de rituales de cortejo, para
justifica el placer que le otorga su posición de privilegio, en tanto dueño del derecho a
promiscuidad permite que exista coherencia entre el relato que el mismo ha construido y su
experiencia vital. Es decir que el hecho de cumplir con su supuesto mandato biológico es
suficiente para que se perciba a sí mismo como un verdadero hombre. Es por eso que Jacobo
no parece muy interesado en exponer sus conquistas, porque su identidad de género está
Sin embargo, merece la pena señalar que, aunque la conducta de Jacobo se explica en
su propio discurso, este está influenciado por algunos imperativos sociales, es decir que su
66
discurso no es completamente una construcción personal. Si retomamos a Gilmore (1994),
masculinidad patriarcal está relacionado con ser sexualmente activo y con permanecer en
constante búsqueda de conquistas amorosas. Jacobo cumple con estos mandatos y la gente
a su alrededor se da cuenta de esto, por eso nadie duda de la masculinidad de Jacobo como
Pese a todo esto, hay que tener en cuenta que, aunque Jacobo parece un machista sin
encuentran eco en el narrador, la historia tiene aspectos que hacen que la percepción que
tenemos de él cambie, por lo menos parcialmente. Es un personaje que tiene nuevas formas
de encarar la masculinidad.
para resolver conflictos y el ejercicio de su masculinidad no tiene mucho que ver con el
despliegue de fuerza física o con la confrontación. Parece ser que Jacobo no es un hombre
totalmente patriarcal: su práctica vital no está determinada por el mandato del “protector”,
es decir que no se interesa en mostrarse fuerte y capaz de encarar situaciones peligrosas para
obtener respeto.
Otro aspecto que lleva a pensar que Jacobo representa una masculinidad menos
tradicional es el hecho de que es un hombre que reflexiona sobre su condición y sobre las
67
consecuencias negativas que su manera de actuar conlleva. Acerca de sus preferencias
afirma: “A mí me gusta el amor furtivo, profesor, y no creo que este preparado para ningún
otro, pero nunca he podido saber por qué es el único que me gusta, si no crea compromisos,
constante auto justificación, Jacobo despliega grandes dosis de autocrítica con adjetivos
como: egoísta, narcisista o solitario imposible. Este hecho evidencia que él es un hombre
que comprende que sus actitudes son negativas porque le impiden desarrollar vínculos
transformación.
Finalmente, el aspecto más importante que tiene Jacobo, como una representación de
nuevas masculinidades, consiste en que, tras la muerte de Andrés Zuleta, este personaje sufre
una transformación empujado por el contexto social en el que vive. Su mundo de confort se
viene abajo: su librería de viejo es quemada por las manos oscuras de la Secur y es obligado
a salir del país debido a que recibe constantes amenazas por haberse vinculado con este caso
pesar de ser un hombre con un nivel cultural alto y de conocer bien la situación de Angosta,
nunca se preocupó por mejorar la situación de su ciudad, ni tampoco las condiciones de vida
de las personas que lo rodeaban. Le bastaba con dar un poco de dinero a quien pudiera
un pusilánime que vivía cómodamente su mediocridad hasta que la violencia tocó su puerta
68
En ese mismo punto recibe una lección con respecto a las mujeres, el personaje se
sirvan de soporte en los momentos difíciles. Busca algo real y duradero, y por eso trata de
aferrarse a Virginia.
Pero ahora, con Andrés muerto, de repente se sentía más monógamo y fiel que
nunca en su vida; quería que Candela lo acompañara esta vez y siempre, con todo su
deseo y con todas sus fuerzas. Había perdido la librería y la seguridad; quería algo
firme. Temía que Virginia se negara. Sentía que había dejado atrás un larguísimo
periodo de su vida, el de las parejas que cambian y se remplazan como ropa sucia, y
que había llegado el momento de envejecer en paz, amar la rutina y despertarse sin sed
y sin ansias mirando siempre el mismo rostro y las mismas orejas a su lado. (Abad,
personas. Candela lo consideraba “seco por dentro”, por ejemplo. Al final de la novela,
promete compañía ni afecto. Incluso cree que podría compartirla con Andrés dado el caso
de que estuviera vivo. Ha pasado de creer que necesita de los placeres sexuales de muchas
mujeres a creer que necesita la compañía y el afecto de una sola mujer, con el gran
69
Candela quiso irse con él al Cono Sur, o a cualquier parte. Antes quiso advertirle
una persona, la cual ya estaba muerta. Jacobo no la podía culpar si en algún momento,
donde fuera, ella lo dejaba solo, tirado. <<No me vas a echar culpas, abuelo, si te dejo
de vínculos emocionales y familiares. No hay que olvidar que Jacobo es un hombre que,
salvo su hija a quien ve poco, no tiene familia. Jacobo es un hombre solo, que el final de la
novela deja convertido en un personaje debilitado que se aferra a la compañía de una mujer
que no le da ninguna seguridad emocional, pero que parece ser su única opción para evitar
la soledad y la tristeza.
Otro punto que quiero señalar es el hecho de que los personajes femeninos de la novela
no encajan en las teorías que Jacobo nos ofrece. La novela nos muestra mujeres con niveles
de infidelidad y promiscuidad muy similares a los de Jacobo. Camila es novia del señor de
las apuestas cuando lleva a cabo sus encuentros furtivos con Jacobo, Candela tiene sexo con
este al mismo tiempo que con Andrés Zuleta, y Beatriz está a punto de casarse cuando decide
Las mujeres, por lo tanto, no le tienen miedo al sexo como Jacobo cree. Quizás el gran
error de Jacobo es subestimar a las mujeres y creer que son seres simples que se dividen en
esposas, amantes o putas. Candela, por ejemplo, es un personaje complejo. Es una mujer
70
fuerte que no necesita la protección de ningún hombre y que defiende su independencia
(nunca cedió a las pretensiones del Putas, un personaje poderoso y oscuro de tierra caliente).
Además, a pesar de los numerosos beneficios que le trae la cercanía de Jacobo, ella nunca
parece deslumbrada por aquel macho “proveedor” y “seductor”. Por el contrario, prefiere la
Zuleta. A pesar de que él no tenga seguridad económica y carezca de muchos otros atributos
que la sociedad considera masculinos, ella encuentra con él un verdadero vínculo afectivo y
Andrés Zuleta es un joven de 25 años que llega a la Comedia después de haber dejado
la casa de sus padres, con quienes no se llevaba muy bien debido a que él no era lo que ellos
esperaban: Andrés no tenía una profesión respetable como su hermano Augusto, un militar
con un cargo importante; además, parecía tener cualidades que ellos consideraban como
que es voluble, inquieto en inestable. Nunca supo, de niño, lo que quería ser cuando
fuera mayor, y cuando se lo preguntaban decía cualquier cosa para salir del paso:
médico, abogado o bombero o pintor. Le daba igual y le sigue dando igual. No sabe
qué quiere ser, ni todavía sabe qué es…. (Abad, 2003, pág. 41)
71
En este aparte se puede percibir a un Andrés indefinido. En primer lugar, a pesar de
independencia económica y con el carácter débil de un niño. Además, no ejerce un rol social
sexual, porque al inicio de la novela le teme a las mujeres y “no estaba seguro de gustarles
ni de que le gustaran” (Abad, 2003, pág. 40) y tampoco accede a los acercamientos de
de su familia, debido a que no posee las características necesarias para que su madre, su
padre y su hermano lo reconozcan como hombre. En esta situación, toda la familia reproduce
miembros varones, al llegar a una cierta edad que define la adultez, deben aspirar a ser
los mismos elementos de un sistema patriarcal: La mujer debe ser, pasiva, sumisa y estar
3
Manuel Delgado, en El animal público, define la liminalidad como una posición intermedia entre dos
estados diferentes o estructuras. El liminal está en una posición de transición. Es decir que Andrés Zuleta se
encuentra entre el niño y el adulto.
72
confinada al ámbito de lo privado y el hombre debe ser activo, fuerte, autoritario,
profesión respetable. Por eso el orgullo de esta familia es Augusto Zuleta, el hermano mayor,
disciplinado y exitoso.
Además, el gusto por los deportes, especialmente por el fútbol, hace parte de ese
imaginario colectivo acerca de lo que significa ser hombre. El modelo de hombre con el que
leyendo las páginas rosadas de la Gaceta Deportiva” (Abad, 2003, pág. 68). Por supuesto,
Andrés tampoco se siente muy atraído por esta actividad y por la idea de masculinidad que
esto representa.
Bajo este sistema de creencias es normal que la madre se sintiera como “una gallina
criando un pato”, o que su padre dijera que de lo único que no estaba satisfecho era de “haber
fecundado un hijo inepto y para colmo afeminado”. En ese sistema de género, una persona
que tenga genitales masculinos pero que no encare las características mínimas de la
masculinidad resulta inteligible para dicho sistema. Siguiendo a Coral Herrera (2012), todo
del temor.
algunos comportamientos que son descritos en la novela como femeninos, y esta situación
lleva a los miembros de su familia a considerarlo un homosexual. Angosta ofrece una gran
73
posibilidad para hacer reflexiones acerca del género y las ideas preconcebidas que se tienen
demostrado que Andrés no tiene una orientación homosexual, y, sobre todo, que el hecho de
que un hombre tenga ciertos rasgos femeninos no lo hace un homosexual. En ese orden de
ideas, Angosta parece mostrarnos la incapacidad de los sistemas de género tradicionales para
agrupar a todas las personas y la gran variedad de comportamientos que pueden llegar a
porque se puede ser hombre o mujer de muchas maneras. Por eso precisamente se habla de
masculinidades (prural) en este trabajo, porque no existe una única manera de ser hombre y
el hecho de que un personaje tenga ciertos atributos femeninos no lo hace menos hombre.
Florence Thomas (1997) dice que se trata de hacer un esfuerzo por abrir los conceptos
asociar hombre con masculino y mujer con femenino; hombre con público y mujer con
privado; hombre con cultura y mujer con naturaleza; hombre con trabajo y mujer con
maternidad; hombre con activo y mujer con pasivo; hombre con razón y mujer con intuición;
hombre con reflexión y mujer con emoción; hombre con trascendencia y mujer con
74
inmanencia, entre muchas otras posibilidades.
Por lo tanto, lo que consideramos masculino y femenino son sólo dos aspectos de la
mujer. Podemos pensar en un hombre tierno, sensible, comprometido con el cuidado de los
siendo una persona cálida y sensible, y al mismo tiempo muestra independencia, seguridad,
e incluso valor cuando decide investigar los asesinatos de la Secur. La novela nos muestra
que ellos establecen, los límites son inviolables y cualquier cruce es entendido como una
homosexual es percibido como una falla, por eso necesitan rotularlo, para identificarlo y que
75
La presencia de lo femenino como rasgo definitorio de la homosexualidad no es
una constatación de hecho sino una necesidad estructural del arquetipo ideológico de
En Angosta, entonces, los géneros no son camisas de fuerza en las cuales deban
encajar todas las personas. En esta novela hay pequeñas muestras de que la experiencia
humana es mucho más compleja: un hombre puede tener características femeninas y una
mujer puede tener características masculinas, sin que por este hecho sean considerados
homosexuales. Por lo tanto, la novela nos entrega una realidad donde hay diversas maneras
grupo de los siete sabios, que es un grupo de “dones” que ordena asesinatos selectivos que
76
tienen el objetivo de mantener a raya a segundones y tercerones que quieran destruir el orden
establecido.
gran poder político, económico y social, que subordina no solo a las mujeres, sino a todas
que muestra la novela: es un hombre adinerado, con una familia tradicional, con poder
político, y sobre todo, con una gran cantidad de hombres a su mando, quienes siguen sus
órdenes sin protestar. Su poder llega hasta el punto de poder decidir sobre la vida de todos
los miembros de Angosta, incluso sobre los mismos “dones”. Recordemos que, al final de
la novela, el grupo de los siete sabios da la orden de asesinar al señor Burgos, un don que
estaba empeñado en denunciar las acciones violentas de la Secur, el grupo armado que
Otro personaje que merece la pena resaltar es el Señor de las apuestas, quien a pesar
de ser un “don” está inmiscuido en actividades ilegales y de allí proviene su fortuna y por
ende la posibilidad de vivir en tierra fría. Este tipo de personaje encarna el estereotipo del
traqueto: un personaje con grandes cantidades de dinero, que resuelve sus problemas, en la
mayoría de los casos, a través de la violencia. Este es un hombre que ante la menor amenaza
reacciona violentamente, por ejemplo, manda golpear a Jacobo por acercarse a una de sus
posesiones: Camila.
Este tipo de personaje expresa su poder gracias a que posee una gran cantidad de
hombres dispuestos a realizar cualquier acto de violencia que sea necesario para defender
77
sus interese. Estos hombres constituyen unas masculinidades subordinadas, pues su
representa un ideal al cual aspirar. Además, el señor de las apuestas se vale de mujeres
hermosas, a quienes trata como posesiones muy preciadas, como símbolos de su virilidad,
pues lo erigen como el macho que es capaz de tener las mejores hembras a su disposición.
hegemónica de los “dones”, pues se benéfica del poder y los privilegios de vivir en tierra
fría, a pesar de no estar de acuerdo con el uso excesivo de la violencia como mecanismo de
manera de definirse como hombre está atravesada por el uso de toda clase de artículos de
lujo que expongan su gran poderío económico. Este tipo de masculinidad está muy
influenciada por la capacidad de comprar artículos que resultan inalcanzables para otras
personas.
El ideal de vida de Palacio era, en general, la elegancia. ¿Qué era eso para él?
Empezaba como algo obvio, por los datos exteriores de la apariencia, que se ceñían a
una elección cuidadosa de la ropa, los muebles, los objetos, los cuadros, los carros, los
tapetes, los sitios de destino durante las distintas vacaciones, los licores, los platos, los
Este tipo de signos de abundancia sirven como una marca, que sirve para demostrarles
a otros “dones” que son dignos de su clase social. De esta manera, el dinero se convierte en
78
una señal de masculinidad en tierra fría, pues en la novela las “doñas” no parecen entrar en
la el ámbito productivo.
de los casos, solo se conocen en relación con los personajes masculinos de la novela. A
diferencia de Candela y tal vez Camila, de quienes se debe hablar puntualmente, la novela
no muestra la manera de pensar ni de sentir de las mujeres, solo hace pequeñas referencias
Las mujeres que pertenecen a una familia tradicional son seres sumisos y
por ejemplo, es descrita como “Ama de casa, piadosa y sin mucha personalidad” (pág. 69).
Algo similar sucede con Ofelia Frías, la madre de Beatriz y esposa del senador Potrero.
Aunque es una “doña”, pertenece a tierra fría, no debe realizar labores domésticas y su
la autoridad de su marido y se dice que “es una mujer que no ha querido nunca enterarse de
los abismos de podredumbre de su esposo” (Abad, 2003, pág. 170). Es una mujer acomodada
que no tiene mayor injerencia en la vida económica, política y social de su comunidad, pero
79
Con características similares podemos encontrar a otros personajes. Dorotea, por
cómodamente en tierra fría. Así mismo, Catalina de Rey, la esposa del dueño del hotel La
hombre.
mujer igual a pareja o unidad superior, sino más bien Varón más Mujer igual a Varón
completo, Varón con sucursal o simplemente Varón asistido. Lo que tiende a esperar
el varón es una mujer que realice aquellas tareas de las que él no puede ocuparse, que
asuma las tareas de comunicación que él no puede atender. El varón espera que su
Las mujeres que acompañan a los hombres más patriarcales de la novela parecen
de la historia. Los personajes femeninos que Angosta explora de manera un poco más
80
profunda, son aquellos que desestabilizan los sistemas de relaciones de género y además
gozan de cierto grado de autonomía y empoderamiento. Por lo tanto, estas mujeres nos
1.6.1 Beatriz
Beatriz es hija del senador Potrero y habitante de Tierra Fría. “Es una doña pura,
inalcanzable, rodeada de muros y de luz, una luz que parece como sacada de sí misma porque
es una belleza que ilumina, Jacobo la conoció por sus clases de inglés” (Abad, 2003, Pág.
165)
educada, con buenos modales, “con apuntes certeros, inteligentes y muy bien informados”
(pág. 169). Está comprometida para casarse con un “don” y necesita las clases de inglés para
ejercicio del poder. Su posición económica y social la ubican jerárquicamente por encima
de muchos hombres, y parece poseer ciertos niveles de libertad e independencia que merecen
la pena resaltar.
Beatriz ejerce su poder en dos situaciones puntuales que tienen que ver con Jacobo, su
descubierto que Jacobo es un falso profesor Irlandés y el violento Gastón está ansioso por
enviarlo a la Boca del Infierno. Doña Ofelia intercede un poco y sugiere que simplemente
81
sea despedido, pero Beatriz se niega rotundamente: “-No- dijo Beatriz, y era un no dicho
con tal intensidad que sonó como un nunca”. El senador Potrero le ordena a Gastón que se
retire y cede ante el capricho de su hija. De este modo, Jacobo continúa siendo el profesor
Este fragmento es otra muestra de que las relaciones de género están determinadas por
la clase a la que se pertenezca. En esta situación, Beatriz demostró que su opinión y sus
deseos están por encima de los de Gastón por el simple hecho de ser una “doña”.
A partir de ese momento, Beatriz comienza a desear a Jacobo porque considera muy
atractivo que él sea un segundón, como si fuera un plato exótico que quiere probar.
cazador, ni seductor, ni estratega, es más bien el juguete sexual de una niña rica y caprichosa.
En el aparte anterior se pueden observar dos cosas. La primera es que las relaciones
patriarcales de género se han invertido entre Jacobo y Beatriz. Lo tradicional es que la mujer
se erija como objeto de deseo y el hombre como el sujeto deseante. Además, se espera que
el hombre tome la iniciática y la mujer espere pasivamente a ser cortejada (Abarca, 2000).
Sin embargo, en este caso él ha quedado convertido en una entidad pasiva que cumple los
segundón, aspecto que evidencia que los hombres de la novela son percibidos de acuerdo al
82
La segunda situación en la que Beatriz despliega su poder y la gran libertad que posee
es cuando organiza un encuentro sexual con Jacobo en la finca de su padre. Cuando Gastón
trata de evitar el encuentro sexual porque considera a Jacobo un ser inferior para la hija de
su patrón, ella le responde de forma altanera: “Ayer nadie me vigiló y no pasó nada. Yo no
me meto en lo que usted hace con sus armas, Gastón; no se meta usted en lo que yo hago
Parece ser que Beatriz goza de ciertos niveles de libertad e igualdad sexual; La novela
parece ofrecernos un panorama en el que algunas mujeres son menos subordinadas y por lo
1.6.2 Camila
hombre mafioso conocido como el Señor de las Apuestas. Este hombre paga todos sus gastos
sexuales y recibió una paliza como escarmiento por parte de los secuaces de este hombre.
Es en este punto donde Camila, al igual que Beatriz, es una mujer que deja a un lado
la pasividad y van en busca de su objeto de deseo. Es ella quien debe ir hasta la Comedia
para llevar a cabo el encuentro furtivo con Jacobo. Está lejos de ser una mujer sumisa que
obedece fielmente los mandatos de su pareja, el señor de las apuestas, que en este caso le
83
Pero lo más importante de Camila es que, al igual que Jacobo, sufre una
corre hacia un desenlace trágico que sacude a los personajes y que transforma su manera de
pensar y de ver el mundo. El narrador inicialmente nos describe a Camila como: “Frívola,
Parece que lo único que interesa de Camila es lo que concierne a su vida sexual. Sin
Camila como un ser humano víctima de una violencia sexual cruel y despiadada ejercida por
el Señor de las Apuestas. De esta manera comenzamos a entender sus dilemas. La novela
deja de lado la imagen de Camila como objeto sexual, para darle paso a una mujer valiente
que hace todo lo posible por alejarse de su opresor. Además ella está dispuesta a arriesgar
mujer como simple objeto hacia una mujer como sujeto activo, que trata de tomar en sus
Camila nos ofrece un panorama muy revelador con respecto a las masculinidades de
la novela, como consecuencia de su relación con el señor de las apuestas, Jacobo y Andrés.
con quien ella se relaciona con el objetivo de obtener beneficios económicos y del que no
obtiene ningún placer sexual: ella hace referencia al tamaño diminuto de su pene y a su
84
Con respecto a Jacobo, aunque él no es un hombre violento como el Señor de las
Apuestas, tiene la misma actitud patriarcal hacia las mujeres. “el patriarcado puro considera
siempre a la mujer como inferior y, por lo tanto, la única forma de relacionarse con ellas es
consuelo; o también como objeto de posesión y ostentación (Marqués, 1997, pág. 27).
Porque Jacobo no sentía ningún amor por Camila, y ni siquiera afecto, solo un
deseo intenso e insolente de olerla y penetrarla, quizá lo mismo que sentía el Señor de
las Apuestas. Sacó un par de cuentas en su cabeza y concluyo que esa muchacha no
era otra cosa que unos sesenta o sesenta y cinco kilos de buena carne, nada más (Abad,
En ese aspecto, Jacobo no se diferenciaba mucho del Señor de las Apuestas. Ambos
ven a Camila como un simple objeto sexual y ninguno de los dos se interesa por ella como
ser humano. Sin embargo, la relación ente Jacobo y Camila surge por atracción, es decir que
no está mediada por asuntos económicos, ni tampoco por ejercicios del poder a través de la
relacionarse con un hombre que sólo espera de ella sexo y que no pretende oprimirla. Sus
encuentros con Jacobo representan una cierta rebeldía y le sirven a Camila para liberarse,
por lo menos sexualmente, y para vengarse del Señor de las apuestas. En este punto es
Jacobo quien parece convertirse en el objeto de Camila porque ella lo usa para fines muy
específicos.
consumo. Es simplemente una carne voluptuosa que está ahí para el goce sexual. Es un
85
cuerpo que se establece como deseable en tanto posee ciertas medidas, sobre todo en los
senos y en la cola. Es un cuerpo que sigue unos estándares construidos por el deseo
masculino.
Andrés, por su parte, no tenía ninguna pretensión cuando entra en contacto con
Camila. Es ella quien propicia todo el encuentro sexual y, como ella dice, “Había sido algo
casual, por combatir la soledad, pero bonito” (Abad, 2003, pag 338). Este fragmento insinúa
que Camila se acerca a Andrés con el afán de escapar de su situación de aislamiento afectivo.
ella, quizás porque él es el único hombre de la novela que no la ha visto como un simple
complicidad que acompaña al peligro. Los otros dos hombres en cuestión sólo comparten
Andrés, entonces, resulta ser un hombre atractivo a los ojos de Camila, a pesar de que
tiene ciertas características que son consideradas como femeninas. Podríamos aventurarnos
a decir que los hombres como Jacobo y el Señor de las apuestas le generan cierta
insatisfacción y soledad, y por eso una persona como Andrés despierta atracción en ella,
Camila, indica que una forma de entender la masculinidad más sensible y solidaria puede
llegar a ser más atractiva para un tipo de mujeres cansadas de la opresión del machismo y el
patriarcado. Además, este hecho insinúa que esas nuevas formas de masculinidades se
86
reafirman en la medida que encuentren correspondencia en las mujeres. Andrés comienza a
Finalmente, quiero remarcar que Jacobo también sufre una suerte de transformación
con respecto a Camila y a las mujeres en general. Tras la muerte de Andrés, Jacobo es testigo
del sufrimiento de Camila y se da cuenta que ella es un ser humano vulnerable que necesita
empezar a buscar el beneficio de las personas que lo rodean. A raíz de su propia situación,
pues él también está en peligro de muerte, empieza una preocupación por el otro, que en este
De esta forma, Jacobo ayuda a Camila a salir del país y desea volver a verla algún día,
esta vez sin las connotaciones sexuales que siempre acompañaban su figura. Su despedida
1.6.3 Candela
las masculinidades. Ella es, en primer lugar, quien tiene mayor incidencia sobre los
sexual y su identidad masculina a pesar de su afeminamiento. Y por otro lado, logra que al
87
En segundo lugar, Candela es una mujer transgresora del sistema de relaciones de
vinculada directamente con ningún hombre que ejerza algún tipo de dominación sobre ella.
Es una mujer fuerte y con una gran versatilidad, ya que se desarrolla efectivamente en los
tres sektores: se mueve fácilmente por tierra caliente, un sitio hostil que la novela asemeja
al infierno, vive cómodamente en tierra templada y trabaja con bastante suficiencia en tierra
fría.
En su primer encuentro con Jacobo, cuando él andaba perdido en Tierra Caliente, ella
es quien lo ayuda y lo protege del mundo hostil que amenaza con destruirlo. La única cosa
que evita que la gente de tierra caliente ataque a Jacobo es el hecho de que va acompañado
por Candela. “Fresco, que el hombrecito viene conmigo, es de confianza” (pág. 147), repetía
ella constantemente.
anteriormente, uno de los imperativos de dicha masculinidad es ser el macho protector. Sin
embargo, Jacobo dista mucho de encarnar este rol y es Candela quien representa al protector
en este caso. Ella se mueve de forma efectiva por tierra caliente, no requiere de ningún
convertido en una especie de tutor con el que tiene sexo ocasionalmente, ella no le profesa
88
ninguna obediencia a Jacobo y se indigna ante cualquier tipo de control que él quiera ejercer
sobre ella.
sentimental con Andrés Zuleta, un hombre que no posee en apariencia ningún atributo
masculino deseable: no tiene el dinero suficiente para ser el soporte económico de una
Candela entonces evita esas características patriarcales, ante las cuales ella solo puede
Andrés, con quien puede compartir diferentes aspectos de su vida además del sexo. Andrés
le ofrece una verdadera relación en la que ambos comparten sus maneras de ver el mundo,
afectivamente. Él podía ayudarle a conseguir trabajo, darle un sitio donde vivir, alimentarla,
etc., pero no se interesaba por ella de una forma personal y cercana: no conocía los intereses
de relaciones de género patriarcal, pues no necesita un hombre que cuide de ella, sino un
compañero con quien compartir su vida. Además, su relación con Andrés empieza por su
89
propia iniciativa y, al igual que Beatriz y Camila, está muy lejos de ser la doncella que espera
90
2. MASCULINIDADES EN FRAGMENTOS DE AMOR FURTIVO
Al igual que en el capítulo anterior, es necesario presentar una pequeña reseña que dé cuenta
Fragmentos de amor furtivo es una novela del escritor Héctor Abad Faciolince,
publicada en 1998 por Alfaguara. Es la historia de una relación amorosa entre un hombre y
una mujer: Rodrigo y Susana. En esta novela se describen detalladamente un gran número
de situaciones en las que los personajes se ven envueltos con respecto a su vida en pareja.
Se muestran sus deseos, sus percepciones, sus ideologías, sus expectativas, sus temores, sus
inseguridades, etc.
ella no había terminado su relación amorosa anterior cuando tuvo su primer encuentro sexual
con Rodrigo. Quizás por ese bautizo inmoral es que la confianza nunca termina de afianzar
las bases de su unión. Ella había estado casada por algunos años con un profesor
Cartagena, en una ocasión en que habían coincidido en esa ciudad. Como consecuencia,
Isaías abandonó a Susana y nunca se volvió a saber de él. A partir de ese momento, los
encuentros entre Rodrigo y Susana se hicieron cada vez más frecuentes: “Rodrigo siguió
viendo a Susana, casi viviendo con ella, viéndola todos los días desde ese día” (Faciolince,
91
En ese punto de la novela, se despliegan dos asuntos importantes que marcaran el
desarrollo de la historia. El primero, que Rodrigo sufría de disfunción eréctil en sus primeros
encuentros sexuales, producto del estrés y la ansiedad. Este hecho nos muestra un hombre
inseguro que necesita de mayor intimidad para poder llegar con una erección hasta el
experimentada, segura de su cuerpo; de sus propias sensaciones y de las que puede provocar
en el otro. Es una mujer capaz de aceptar su sexualidad sin temores y sin prejuicios.
palabras. Le habla cariñosamente a su pene y logra que él tenga una erección que les permite
tener su primer encuentro sexual satisfactorio. Susana hace gala de sus habilidades y esto
asusta a Rodrigo, ya que él piensa que una mujer que tenga semejante conocimiento de las
artes amatorias no es muy confiable, es un ser peligroso porque es libre, no está atada a los
Los temores de Rodrigo se hacen evidentes para Susana. Ella decide hacer una oferta
que resultará definitiva para el desarrollo de su historia de amor. Ella decide mostrarse tal y
92
como es, con el objetivo de que Rodrigo termine por entregarle toda su confianza. Por eso
decide contarle la historia de sus anteriores parejas, para que él pueda entender su forma de
ser y el camino que ella ha recorrido para convertirse en la mujer que es.
Cuando Susana empieza a contar sus historias, Rodrigo comienza a entrar en estrecha
relación con ellas. Cada narración, cada personaje, pondrá en juego algún aspecto de la vida
de Susana y de Rodrigo. Él terminará por sentirse agredido por esos fantasmas del pasado.
Empezará a compararse con las caricaturas que ella hace de sus amantes y tratará, de una u
uno de los amantes de Susana, asistirá a la exposición de sus debilidades, de sus temores, de
sus inseguridades. Los anteriores amantes de Susana son personajes machistas, infieles,
egocéntricos, que terminan por contrastar con el hombre respetuoso y comprensivo que es
Rodrigo.
De esta manera queda claro por qué habla con la misma suficiencia con la que tiene sexo.
De sus amantes extrajo todo lo que pudo: experiencias sexuales, conocimientos y, sobre
todo, el deseo de no ser dominada y reprimida. Ella es producto del contacto con sus
Tras algunos años de relación, Rodrigo decide ponerle una trampa a Susana con el
objetivo de comprobar si ella era realmente fiel. A pesar del tiempo, Rodrigo nunca logro
93
dejar de lado la desconfianza que le generaba la libertad sexual de Susana. Él fingió ser un
desconocido y le puso una cita, a la que ella asistió motivada por la curiosidad y por la idea
haber sido engañada y de la trampa de Rodrigo, decidió tener una aventura como venganza.
encuentro amoroso. Parece ser que esos años de relación los han llevado a conocer
falsa cita
Rodrigo, valiéndose de algunas artimañas, logra ver a Susana teniendo sexo con otro
hombre. De esta manera se confirman las inseguridades de Rodrigo, y su relación con Susana
y, sin embargo, guarda la esperanza de que no se lleve a cabo lo que él tantas veces ha
predicho.
Después de su decepcionante descubrimiento, él inicia una relación con una mujer más
joven llamada Amalia. Sin embargo, después de un tiempo Rodrigo se siente desencantado
y desea volver con Susana. Posteriormente Rodrigo y ella tratan de reconstruir su relación
pero la desconfianza y la rabia resultan insuperables para ambos; ella no puede perdonarle
94
que él se haya alejado tanto tiempo y que, además, haya estado a punto de tener un hijo con
enteramos, por palabras de Susana, que ella estaría dispuesta a regresar con él, en caso de
que estuviera vivo, y que él, antes del accidente, la llamaba constantemente con la intención
de reanudar su relación.
El hecho de que ambos añoraban el regreso, nos lleva a pensar que tal vez los dos
habían encontrado la compañía, el apoyo y el placer que necesitaban para sus vidas, a pesar
de los problemas de infidelidad que había sufrido su relación. En este punto, podríamos decir
que la novela concluye, o por lo menos insinúa, que la búsqueda de una relación marcada
por la exclusividad sexual, imperativo que resulta ausente en la mayoría de los personajes
de la obra, en muchas ocasiones no permite que se disfrute de forma más plena de los
Hay que remarcar dos asuntos que resultan de suma importancia para la entender la
que los personajes principales tienen sus encuentros en los suburbios, alejados de ese
contexto. Con este hecho se nos muestra a los personajes como seres que pertenecen a una
95
clase privilegiada, y por lo tanto, sus percepciones estarán atravesadas por la clase social y
El otro aspecto a señalar es que el narrador de la novela nos pone de entrada frente a
un tipo de hombre alejado del estereotipo del hombre violento, de aquel que es capaz de
matar por el hecho de ver mancillado su honor, en este caso con una infidelidad: Isaías
reacciona de forma pasiva y solo decide abandonar a Susana. Incluso, el propio Rodrigo,
compostura; lo único que hace es llevarse un zapato del hombre que estaba con ella, en un
acto de venganza que podríamos catalogar de infantil. En este orden de ideas, la novela nos
muestra un tipo de hombre con cierto nivel educativo y económico, el cual no usa la
violencia para solucionar sus problemas, y sobre todo, no reacciona violentamente ante la
infidelidad femenina.
hombre, y no la representación de una generalización, que para este caso sería Medellín.
Fragmentos de amor furtivo nos ofrece la visión de un hombre de clase media alta, con un
nivel educativo universitario, inmerso en un contexto en el que las relaciones de género han
96
Además, es pertinente considerar que la masculinidad sólo se puede entender con
género con tendencia a la crisis. Por lo tanto, la manera como Rodrigo se percibe a sí mismo
está determinada por una serie replanteamientos con respecto a las dimensiones de la
fenómeno:
Por encima de todo, Susana parecía pasar por encima de todo. Era una libertad
infinita la que Rodrigo veía en ella. Era la libertad de una nueva generación de mujeres
que iba a acabar con todas las costumbres. El corazón le palpitaba, de gusto, de susto.
por las mujeres y los movimientos feministas. Siguiendo la línea de Connell (2003),
trataremos de explicar la situación de Rodrigo. Este autor expone tres niveles de relaciones
producción y relaciones afectivas. Basado en esos tres aspectos se puede definir la situación
del personaje.
97
En las relaciones de poder, Rodrigo ve desmoronarse el antiguo sistema de poder
patriarcal ante el carácter liberal y la actitud de mujer emancipada que evidencia Susana.
Rodrigo como Susana se mueven en el ámbito de lo público ya que ambos tienen trabajo.
En otras palabras, Susana no cumple con el antiguo rol femenino que la confinaba al ámbito
de lo privado, es decir que Susana no se queda en casa para cumplir con las labores
domésticas.
Además de los tres aspectos antes mencionados, hacen falta algunas características de
los personajes para completar el cuadro: Rodrigo es un hombre tímido, inseguro y hasta es
asustadizo y temeroso con las mujeres. Susana es, por el contrario, una mujer
experimentada, segura de su cuerpo; de sus propias sensaciones y de las que puede provocar
en el otro. Es una mujer capaz de aceptar su sexualidad sin temores y sin prejuicios. Es, de
cierta manera, una mujer libre de los preceptos que la religión y la moral imponen.
98
En el entrecruzamiento de estos caracteres tan diferentes se desarrolla la historia.
la libre. De esta manera se despliega la relación que van a establecer los dos personajes;
Susana va a tratar de liberar a Rodrigo de sus ideas preconcebidas acerca de las mujeres, de
ATORMENTADO CONSERVADOR
aspectos que están relacionados con su vida en pareja y con el ejercicio de su sexualidad.
Todo lo que podemos decir de él girará en torno a este aspecto, ya que parece que el
comparte con mujeres como Susana), solo cuenta con la conquista sexual para afirmar su
construcción de su identidad es establecer una relación con una mujer, en este caso Susana.
En Occidente hablamos del sexo como de una verdad última, una frontera: la
verdad evidente del cuerpo. Tenemos dos creencias profundas: suponemos que el
sexo es una vía para encontrar nuestra verdad -en nuestra cultura el sexo va unido a
99
y tendemos a creer que nuestra sexualidad es el aspecto más espontáneo y natural
entender la importancia que tiene para él lograr copular satisfactoriamente con una mujer.
Para Rodrigo es todo un reto, es la prueba máxima de su masculinidad. Es por eso que a
pesar de tener una buena erección al inico del encuentro sexual, esta termina por disminuir
piensa que su masculinidad consiste en realizar un acto, una presentación frente a la mujer.
Susana entiende perfectamente la situación, esto le dice a Rodrigo: “El tuyo no es ni siquiera
caso, porque lo que esto tiene es sólo timidez, distensión por exceso de tensión, bobadas,
Rodrigo posee el deseo sexual que se traduce en erección, pero cuando racionaliza el
simple acto de follar de una significación simbólica que ejerce presión sobre sí mismo. En
este punto aparece Susana para ayudarlo a superar su inseguridad y para ayudarlo a
Susana, al curar la disfunción de Rodrigo a través de las palabras, logra que él se sienta
más o menos así: Susana le habla cariñosamente al pene de Rodrigo y logra que él tenga una
100
erección, lo cual les permite tener su primer encuentro sexual. Susana hace gala de sus
habilidades y esto asusta a Rodrigo, ya que él piensa que una mujer que tenga semejante
conocimiento de las artes amatorias no es muy confiable, es un ser peligroso porque es libre,
no está atada a los prejuicios de la sociedad y por lo tanto no temerá convertirse en una mujer
infiel. “Pero el monólogo de Susana, que hizo levantar la cabeza del miembro de Rodrigo,
asustó la cabeza del cuerpo de Rodrigo. Lo confirmó en los miedos del principio” (Abad,
Para lograr que Rodrigo la aceptara totalmente, Susana decide contarle acerca de sus
aventuras amorosas, de sus encuentros furtivos. Quiere que él termine aceptando su libertad.
Rodrigo, por su lado, creía que debía dejarla pero se sentía profundamente atraído hacia ella,
hacia sus historias y hacia el placer y la satisfacción que le generaba su relación con ella. El
sentía recelo ante esa mujer que había conocido tantos amantes, pero al mismo tiempo tenía
una extraña fascinación hacia ella; quería conocer los secretos de Susana, apoderarse de su
esencia a través de los relatos. En este orden de ideas, como lo señala la novela, Rodrigo se
convierte en el sultán que no consigue decapitar a Sherezada, porque ella, con sus historias,
Rodrigo se va debatir, durante gran parte de la novela, entre el deseo de dejar a Susana
y el deseo de continuar con ella. Estos deseos contrarios están respaldados en dos maneras
mirarla como su igual: a comprender que Susana tiene el derecho a explorar su sexualidad
libremente, como lo hacen muchos hombres, sin que se le censure por eso. La segunda lo
101
lleva a pensar en Susana como un ser negativo, inmoral, que no encaja con los ideales que
Estoy maleducado por una horrible tradición y no puedo evitarlo, o sólo puedo
acuerdo. No estoy de acuerdo con lo que pienso, no estoy de acuerdo conmigo mismo.
de pureza; que entronizaba la mujer fiel, sumisa y sacrificada por el hogar; y que despreciaba
incluyendo a las mujeres. Sin embargo, no estaba realmente convencido de esto, ahora que
se enfrentaba a una mujer libre como Susana, todas sus dudas, basadas en prejuicios que la
patriarcal también vivían en él. En otras palabras, en Rodrigo convivían una mirada liberal
y una mirada conservadora sobre la mujer. Con respecto a Susana, vivía feliz y atormentado
al mismo tiempo.
Él vivía furioso con ella; mientras Susana le relataba sus historias empezaba a
102
machista, inquisidor, déspota, tirano, verdugo. Pero cuando lo pensaba mejor tenía que
como tomaba las cosas del mundo, la intensidad con que vivía este breve paréntesis
Existe otro aspecto que ayuda a entender la inestabilidad de Rodrigo frente a Susana:
la conquista y las mujeres deben esperar pacientes a que llegue su príncipe azul, además son
los hombres quienes están en continuo control de las situaciones (Faur, 2004). En la medida
en que Susana toma la iniciativa, se invierte esta dicotomía y resulta entendible la desazón
que experimenta Rodrigo. A pesar de que él pretende asimilar fácilmente este cambio, es
evidente que le resulta incómodo este papel. Abarca explica este fenómeno de la siguiente
manera:
definitiva, seducción es señal para conquista: esos son los límites de lo permisible
103
Vale la pena remarcar que este autor nos habla de que la conducta activa femenina es
una excepción que permanece en el terreno de la fantasía. Inicialmente, para Rodrigo fue
muy satisfactorio encontrarse con un tipo de mujer como Susana, que le proporcionara placer
y el desarrollo de sus fantasías sexuales. Sin embargo, esa mujer no resulta tan conveniente
entrega, la terrible servidumbre del amor. Como buen macho suramericano prefería
dominar las circunstancias, no fuera a ser que un día, ya con la guardia baja, se diera
cuanta que Susana se frotaba la piel del pubis contra la ingle erguida de algún efebo
De esta manera, con el tiempo afloraron los mecanismos ancestrales que la cultura
domarme, cambiarme, volverme una mujer igual a mi mamá. Yo no voy a dejarme, Rodrigo,
yo no voy a dejarme”, reclama Susana (Abad, 1998, pag. 233). Ella, quien al inicio de la
obra lo consideraba un hombre moderno, se ha dado cuenta que resulta muy difícil que él se
Rodrigo no resulta ser del todo un tipo liberal como parecía al principio. Es un hombre
inmerso en un contexto en el que se han presentado fuertes cambios, que él aún no termina
de aceptar. Es, sobre todo, un hombre con una gran influencia de la cultura patriarcal
tradicional, pero que al mismo tiempo lucha por establecer nuevas formas de masculinidad.
104
2.4 MASCULINIDADES NARRADAS POR SUSANA
Rodrigo un gran número de experiencias sexuales y afectivas que ella ha tenido con otros
hombres. Su objetivo principal es lograr que él la quiera por lo ella realmente es: una mujer
que desarrolla su vida alejada de los preceptos que la sociedad impone en cuanto a la vida
sexual y en cuanto a las actitudes de subordinación y sacrificio que se esperan de una mujer.
decir, cuando se les enseña a las niñas el rol que deben desempeñar en la sociedad, se les
infinito hacia el otro que impide quererse a sí misma y el control del erotismo
Susana, entonces, es una mujer que no desarrolla estas características como un ideal:
ella no parece ejercer autocontrol sobre su erotismo y tampoco tiene actitudes de sacrificio
y sumisión. La novela hace evidente que ella no encaja en el sistema de relaciones de género
tradicional y que este hecho hace que Rodrigo se sienta confundido y tenga que reevaluar
105
De esta manera, en Fragmentos de amor furtivo, la forma como Rodrigo percibe su
y, además, a través de las narraciones que ella hace de otros hombres. Es como un juego de
cualquier manera, ella exagera los rasgos negativos de los personajes de sus historias y
Rodrigo se establece, gracias a los relatos de Susana, como un equilibrio casi perfecto. “Al
fin un hombre que no se escandalizaría con sus historias, al fin un amigo amante, lo que se
Susana termina resaltando las virtudes de Rodrigo con respecto a sus anteriores
parejas: es al mismo tiempo buen amante y buen compañero, no es ni tan inseguro como
para no poder relacionarse satisfactoriamente con ella, ni tan egocéntrico que sólo pretenda
su propio bienestar. En ese orden de ideas, cada historia entra en diálogo directo con Rodrigo
y logra que él se sienta complacido con la visión que Susana le devuelve de sí mismo.
El puro sexo, el sexo a secas, por bueno que sea, no basta. Esto es una banalidad,
Rodrigo, pero es cierto. Por eso no creo que lo del pajarero vuelva a repetirse. Puedes
llama y me dice que a la orden, que lo use cuando quiera y cuando lo necesite, pero si
106
Teniendo en cuenta lo anterior, a la hora de analizar los personajes masculinos que
expone Fragmentos de amor furtivo, debemos tener en cuenta que, a diferencia de Rodrigo,
los personajes son dibujados por Susana a través de sus relatos y, por lo tanto, solo
corresponden a su visión particular de mujer, es decir, a la visión de una mujer que rechaza
En ese orden de ideas, los relatos de Susana funcionan en dos direcciones: la primera,
para entender la historia de vida y las características de Susana con las que Rodrigo debe
confrontarse; y la segunda, para contrastar a Rodrigo con otros hombres, con el fin de definir
Como ya se dijo anteriormente, los personajes descritos por Susana ayudan a conocer
su naturaleza y al mismo tiempo sirven de contraste para Rodrigo. Sin embargo, no todos
los personajes tienen la misma importancia y en algunos casos parece que, salvo pequeñas
ciertos estereotipos y poner a Rodrigo y a Susana en relación con estos. Existen dos grupos
de personajes en Fragmentos de amor furtivo: Primero, aquellos que parecen haber pasado
107
En este primer grupo se encuentran personajes poco definidos, principalmente porque
lo que más importa es la situación de Susana y no las características de estos. Sin embargo,
de ellos se pueden sacar conclusiones muy importantes tanto para Susana como para
Rodrigo.
Los personajes de los relatos de Susana no siempre son claros y a veces solo sirven
para mostrarle a Rodrigo su evolución como mujer. En el caso de sus primeros relatos,
parece que ella busca que él entienda el proceso que la llevó a convertirse en la persona que
masculinos que parecen simples instrumentos de sus pretensiones, por eso no conocemos
Estos primeros personajes tienen mucho que ver con la evolución de Susana con
relación a su cuerpo: pasó de tener problemas con su desnudez y con establecer intimidad
con otra persona a posar desnuda frente a un fotógrafo. Además, con las historias del nadador
y el aprendiz se observa cierta evolución. Con el primero tenía una relación basada en la
vida.
El primer personaje a tratar es Homero, el ciego, del que poco se sabe en la novela. Lo
más importante es que su incapacidad visual le resulta útil a Susana para perder su
108
virginidad, porque le permite tener sexo sin ser vista desnuda. Ella creía que el himen era
solo una membrana a la que se le daba más importancia de la que merecía y que ocasionaba
en las mujeres temor y angustia. Entonces, deshacerse de ella era, además de liberarse de la
libremente.
personalidad. Sin embargo, eso no quiere decir que ella sea una mujer que vea el sexo
con mi cuerpo; que alguien me viera desnuda me parecía grave, no que alguien me atravesara
con su lanza o me cortara una inútil membrana” (Abad, 1998, pág. 51). De este modo,
Otro personaje que ayuda a mostrar la evolución de Susana en relación con su cuerpo
es el fotógrafo. Con el ciego, al perder su virginidad, toma control de su cuerpo al evitar que
los preceptos sociales y religiosos manden sobre él. Con el fotógrafo, explora las
Este personaje es un hombre simpático que toma fotos de mujeres sin blusa y sin
tapujos. Su característica principal es que logra obtener las poses, los ángulos, y los mejores
109
A ella le gustaba sentirse deseada por el fotógrafo y su gran anhelo era que la
excitación que le producía el ser observada y el deseo del fotógrafo quedaran inmortalizados
en la imagen. De esta manera, cuando el fotógrafo terminó de tomar las fotos y el deseo de
ambos fue saciado con algunos encuentros sexuales, ambos perdieron interés y se alejaron.
Aquí se puede observar un tipo de hombre que es sensible a la forma y a la estética del
cuerpo de la mujer, y que no concibe el cuerpo femenino como una simple fuente de placer
experiencia que Susana tuvo con él, podemos ver a una Susana que tiene nuevas experiencias
Posteriormente, después de haber tenido sexo con el ciego y con un par de compañeros
de la universidad, Susana conoce a un nadador muy atractivo con el que establece una
relación marcada por los excesos de la juventud. Es un hombre apuesto, con un cuerpo
atlético y bien trabajado con el deporte y con una disposición permanente para el coito.
metidos en un clóset, en todas partes, a todas horas” (Abad, 1998, pág. 82).
En este punto, Susana descubre los placeres corporales que le puede ofrecer un buen
amante, pero al mismo tiempo se da cuenta que el sexo no es suficiente para establecer una
encuentros, a él no parece importarle que ella trate de dejarlo y no hace nada para detenerla.
Este joven solo busca placer y no está interesado en establecer ningún vínculo afectivo.
110
Estas características del nadador obedecen a un tipo de masculinidad relacionada con
se siente inseguro de su capacidad para convertirse en un hombre adulto y por eso sus
personaje, por ejemplo, tiene un cuerpo esbelto que expone el culto a la fuerza que se
presenta en la adolescencia. Además, el desmesurado apetito sexual del nadador tiene todo
la barriga, tiene como seis hijos, se acuesta con la esposa cuatro veces al año o cuando
menos por pascua resurrección. Tiene un buen puesto y cuando lo veo pasar veo que
Como vemos, en las palabras de Susana se hace énfasis en dos características perdidas
del nadador: en su cuerpo esbelto y en su apetito sexual. Sin embargo ha ganado estabilidad
laboral y familiar. Susana expresa, con cierta ironía, los valores que una sociedad patriarcal
espera de un hombre joven y aquellos que espera de un hombre adulto: el imperativo radica
111
Teniendo en cuenta estos aspectos, Rodrigo entra en contraste con las características
pianos que le permite vivir cómodamente y que le da la estabilidad económica que exige
una masculinidad adulta. Además, a pesar de no estar casado con Susana, el cumple con
ciertas responsabilidades con la relación afectiva que tiene con ella: fidelidad, compromiso,
compañía, etc.
En cuanto a lo que tiene que ver con el sexo, después de escuchar a Susana, Rodrigo
reflexiona y se percibe a sí mismo como poseedor de una sabiduría sexual que los jóvenes
no poseían por falta de experiencia. “Era quizás mejor amante, aunque menos hermoso,
sexual en contraste con las del joven. “Pero él era capaz de abrazar por largo rato, sin sentir
el ímpetu irreprimible de salta encima, como un adolescente, y a veces esa serenidad también
ese capítulo, ella ha decidido tener sexo con algunos jóvenes que tomaban clases de natación
con ella, y al mismo tiempo transmitirles sus conocimientos sobre sexualidad. Su objetivo,
aparentemente, era enseñarles algunas cosas para enfrentar su vida sexual: algo de
formación de un tipo de hombres que se preocupen más por el placer femenino y además
112
que puedan disfrutar de su sexualidad libremente, sin que tengan que cargar con el peso de
2.4.2 El eunuco
aparte porque nos ayuda a contextualizar la disfunción eréctil de Rodrigo. Ante la falta de
erección que presentó Rodrigo en sus primeros encuentros con Susana, ella decide contarle
la historia del eunuco: un hombre que estaba interesado en ella afectivamente pero que no
mostraba interés en ninguna clase de contacto físico, quizás porque no lograba tener una
erección. En este fragmento se puede evidenciar que los relatos de Susana buscan generar
Susana cuenta ese hombre no era un eunuco del cuerpo porque “su instrumento era
normal” (pag 33), sino que “Tal vez lo sería del espíritu o de partes del cuerpo menos
aparentes y accesibles, de esas que se esconden por alguna ruta extraviada de los sesos”
(pag. 34). Es decir, que según Susana, el problema de este hombre es probablemente
psicológico y sin embargo lo sigue llamando eunuco. Entonces, para ella, un hombre que no
logre tener una erección y por lo tanto no pueda tener sexo con una mujer, es un varón
En este punto vale la pena resaltar que la masculinidad patriarcal exige el despliegue
de ciertas habilidades sexuales y sobre todo pruebas de ello. Coral Herrera (2012) afirma,
que en la ideología patriarcal: “los hombres están obligados a demostrar su virilidad a través
113
del número de mujeres que puedan poseer. De este modo, un hombre está obligado a ser
deja en una posición que, aunque incómoda, resulta fácil de superar. El hecho de que Susana
compare la situación de un hombre castrado con la de un hombre que no puede tener erección
es muy significativo. Parece ser que la capacidad de tener relaciones sexuales es un requisito
atributo no está completo. De este modo, Rodrigo no es un ser incompleto porque ella ha
comprobado que él tiene erecciones ante las primeras caricias y los primeros besos, es decir,
que ella sí despierta en él deseo sexual pero la ansiedad no le permite llevar a cabo el coito
satisfactoriamente.
José Manuel Salas (2001) dice, en consonancia con las teorías de Kimmel (1997) en
cuanto a la necesidad de probar permanente la virilidad, que los hombres deben, en el ámbito
• Siempre dando satisfacción sexual a las mujeres (como nadie lo hace) (pág. 6)
Siguiendo estos imperativos es fácil entender que Rodrigo sienta tanta ansiedad ante
el encuentro con Susana, pues su encuentro sexual tiene un carácter de prueba. También es
posible comprender que Susana identifique la falta de erección del eunuco con un hombre
114
castrado, mutilado, incompleto, es decir, que no tiene ciertas características que se esperan
de él como hombre.
estereotipo del hombre macho, está inmerso en una cultura que tienen ciertas exigencias de
mismo. Rodrigo necesita el acto sexual para reafirmar la visión de la masculinidad que su
cultura le ha impuesto, solo así se explica la ansiedad que le produce el encuentro con
Susana.
forma más detallada y con los que Rodrigo ve contrastada su masculinidad de forma más
directa, pues se trata de hombres adultos al igual que él y no de jóvenes imberbes o de seres
mutilados psicológicamente.
Sin embargo, a pesar de que estos adultos tienen profesiones y maneras de pensar
relaciones y de ejercer dominación sobre Susana. En los relatos que ella construye, los
hombres se configuran como seres distantes, con serias deficiencias afectivas y con una gran
disfuncionalidad emocional. Susana describe a unos personajes que están absortos en sus
maneras de pensar y en sus profesiones. Todos parecen darle prioridad a las disciplinas que
afectivas y emocionales. A Susana le pasa lo mismo con casi todos los hombres: se aburre
115
relación termina porque ella no logra acomodarse a las percepciones y deseos que estos
podrían encerrar los demás gracias a sus características estereotípicas. El ornitólogo, quien,
enfocado en el tamaño de su pene, es un hombre que solo se preocupa por lograr largas
faenas sexuales con las mujeres. Bertulfo, el ganadero, un personaje tosco y dominante, que
vive obsesionado por los animales de su finca y que ve a la mujer como una posesión más.
El pintor, representante de un tipo de hombre que encarna una masculinidad más flexible
2.4.3.1 El ornitólogo
Era un hombre rico y solitario que tenía como interés principal el estudio de los
pájaros. También se interesaba por tener encuentros sexuales ocasionales y Susana fue una
de sus parejas preferidas. Su principal característica era que tenía un pene descomunal: “qué
forma, qué textura, qué color. ¡Y sobre todo, qué tamaño!”, afirma Susana.
Según la descripción de Susana, este es un hombre basa su relación con las mujeres
exclusivamente en el sexo, quizás porque piensa que su gran pene y sus largos periodos de
tiempo realizando el coito son suficientes para las mujeres; él sólo está interesado en hacer
un gran despliegue de virilidad porque de este modo reafirma su identidad. Solo así se
explica que Susana pueda dormir mientras tienen sexo y que él no se percate de este
116
en el que pueda desplegar su potencial sexual. Susana dice al respecto: “Él prefiere, ante
todo, el sonsonete de su lora amaestrada que repite hace años lo mismo, “eres el más grande,
eres el más grande” y puede que hasta diga “tienes el más grande” ( Abad, 1998, pág. 110).
necesita una constante reafirmación de su masculinidad y para eso requiere a su lora y a las
mujeres. La primera para que se lo recuerde con palabras y las segundas para que hagan las
Rodrigo contrasta ante este hombre como el equilibrio perfecto. Según Susana,
con Susana. Por eso ella hace énfasis en que con Rodrigo puede conversar, cocinar y además
Susana, a partir de su experiencia con el nadador, parece que se interesa más por
establecer relaciones personales y no solamente por hallar buen sexo. Es así como aparecen
otro tipo de personajes, como es el caso de Bertulfo, el ganadero, con quien tiene un vínculo
117
Susana vivió con Bertulfo en gran finca ganadera y parece ser que ella es como la
señora de la casa. Sin embargo, este personaje no está muy interesado en el sexo y trata de
evitar, en la mayoría de las ocasiones, los acercamientos con Susana. En lugar de eso,
intimidad.
Don Betulfo parece representar el estereotipo del hombre del campo: el tipo duro de
Betulfo pisaba duro, hablaba duro, comía haciendo ruido, eructaba y se tiraba pedos sin
recato, pero en cuanto a la cama era tan frío como una vaca Holstein”. (Abad, 1998, pag
119)
Marqués (1997) habla de un concepto que puede resultar útil para entender a Bertulfo.
Se trata del termino Varón en precario y describe un tipo de situación en la que los varones
por demostrar en los terrenos más dispares y aún más sorprendentes que es varón, que
es digno de serlo, que es en algún sentido importante. (Marqués, 1997, pág. 24)
Bertulfo y su afán incansable por controlar todos los aspectos de su finca, como una manera
de esconder su inseguridad. Por eso, Susana parece señalar que esos comportamientos
118
parecen ser indicios de mucha virilidad, como si la falta de buenas maneras pudiera
interpretarse como cierta animalidad. Susana muestra a este personaje como un hombre
distante que solo quiere tenerla como uno más de sus animales. Si la masculinidad del
ornitólogo estaba relacionada con su pene, la de Bertulfo está relacionada con la posesión y
sexualmente en Susana, no permitía que ella tuviera un contacto muy directo con otros
hombres. “Y Bertulfo no me hacía nada, casi nunca, y a los otros no podía mirarlos mucho
rato porque si don Bertulfo me llegaba a ver mirándolos me mataba” (Abad, 1998, pág. 121)
necesita a Susana, para ella le ayude a completar el cuadro de su masculinidad, para que ella
Lo que llamamos masculinidad es a menudo una valla que nos protege de ser
los demás ver dentro de nosotros, y un esfuerzo frenético para mantener a raya aquellos
asuntos de su finca, como de la mujer que está a su lado. Sin embargo, la novela evidencia
que los hombres no se corresponden con la imagen de masculinidad del imaginario colectivo
y, en este caso en particular, con la sexualidad que se le exige a este clase de hombres.
119
2.4.3.3 El pintor
El pintor fue el primer esposo de Susana. Tenía dos particularidades. La primera, que
era un personaje exhibicionista que le encantaba ser observado por Susana. Ella dice al
respecto: “Y se mostraba, se mostraba todo, como las mujeres en un strip tease” (pág. 135).
Ante tal afirmación, podemos inferir que, ante los ojos de Susana, el pintor realizaba una
inversión de los roles establecidos para lo femenino y lo masculino. Lo “normal” sería que
discurso del deseo que es dominante en sociedades dadas; y este discurso del deseo
producción. El discurso posee una gramática que determina quién le hace qué cosa a
quién, y es esta gramática del sexo la que designa los objetos o sujetos de las prácticas
Susana se da cuenta que este hombre pretende ser el objeto de deseo y su discurso
demuestra que, desde su perspectiva, esta actitud es poco masculina. Sin embargo, a ella no
parece importarle este tipo de inversiones, pues ella también es una trasgresora en tanto
mujer liberal. Por el contrario, las excentricidades del pintor la entusiasman y termina por
120
La segunda particularidad del pintor es que, cuando se casa con Susana, no tiene los
todas las responsabilidades económicas en Susana. Es tal la inversión de roles que tiene esta
pareja, que incluso cuando el pintor tiene la capacidad económica para ocupar el lugar del
lugar que la ideología tradicional parece haberle otorgado “Que tenía que ahorrar para el
futuro, me decía, y que por el momento era mejor que siguiéramos viviendo de mis
representadas en muchas ocasiones por estereotipos. Los hombres y las mujeres reales no
necesariamente corresponden con estas características y con estos estereotipos. Por lo tanto,
de masculino y femenino. En ese orden de ideas, El pintor puede tener ciertas actitudes que
puedes ser consideradas femeninas y Susana puede tener cualidades que se consideren
como un adulto responsable y mucho menos narcisista. Esta dispuesto a establecer con
Susana una verdadera relación de pareja, equitativa y placentera para ambos. Él, a diferencia
121
2.4.3.4 El científico
El científico es un sujeto muy racional, que en teoría debería estar libre de los
prejuicios que envuelven a la sociedad en general. Sin embargo, había cambiado las
los hombres son significativamente más racionales que las mujeres. Susana dice que, según
matemáticos, incluso para comprender a fondo un juego tan simple como el ajedrez” (Abad,
Este personaje atribuye las diferencias entre hombres y mujeres a que los hombres y
las mujeres se especializaron durante miles de años en labores diferentes: las mujeres solo
se ocupaban de la crianza de los hijos por lo que sus cerebros no se desarrollaron mucho en
otros aspectos.
naturaleza.” (Abarca, 200, pág. 107). En este orden de ideas, el ejercicio de la masculinidad
del científico no le permite estar en contacto con sus emociones, ni relacionarse de forma
afectiva con Susana debido a que el cree que su racionalidad es incompatible con la
sensibilidad. Los asuntos del cuerpo y la emoción están reservados para las mujeres.
122
Esta masculinidad se define como la dominación del cuerpo por la mente, es decir, por
diferencia mucho de la de aquel hombre que valora su capacidad para soportar dolor o que
considera las lágrimas asunto de mujeres: ambas son formas de dominar las expresiones del
cuerpo.
En este aspecto, Mabel Burín (2000) afirma que la cultura patriarcal le ha ofrecido a
los hombres el poder en el ámbito público, al precio de dejar a un lado aspectos centrales de
masculinidad que reflexiona sobre el orden patriarcal y sobre sus creencias acerca de las
mujeres. Además, es un sujeto que ha entrado en contacto con su lado emocional, ya que ha
empezado a interesarse por el desarrollo de su relación con Susana. Los demás personajes
se enfocan en sus propias concepciones sobre el mundo, mientras que él intenta entender la
2.5 SUSANA
que se da entre Rodrigo y Susana. Por lo tanto, la representación de la masculinidad que nos
123
Como ya dijimos anteriormente, la feminidad y la masculinidad no son sino
En la contemporaneidad se presenta una tendencia a la crisis de ese orden, pues parece que
los límites establecidos entre un género y otro se han desestabilizado. En otras palabras, las
mujeres han empezado a ocupar espacios que anteriormente eran exclusivos de los hombres
y estos se han visto obligados a realizar actividades que tradicionalmente han sido
a los varones y las mujeres y entre sus reacciones subjetivas frente a los importantes
mujer, Susana, que no resulta inteligible a través del sistema patriarcal que la cultura le ha
heredado, pues, a pesar de que al inicio de la novela se nos presenta a Rodrigo como un
inestable, debido al contraste de las ideas patriarcales de Rodrigo con la realidad de Susana:
124
una mujer vigorosa, inteligente, lógica, con un trabajo que le otorga independencia y
autonomía económica y con una gran sabiduría con respecto a las relaciones interpersonales,
sobre todo en el ámbito sexual. Susana es una mujer que pone de manifiesto los conflictos
no quiere decir que Rodrigo haya sido totalmente trasformado por los cambios que se han
dado en su entorno.
analizar a Susana, para entender claramente cuáles son esas características que las formas
más importante será analizar las categorías simbólicas de lo que podríamos llamar la
Medellín específicamente, con respecto a las mujeres, para identificar los valores y
4
Carlos Mario Carvajal (1998) afirma que en las nuevas generaciones de medellinenses, a pesar de presentar
cierta distensión moral y religiosa, sigue existiendo un principio ancestral: “la prohibición del goce y el
disfrute sexualmente abierto y libre de la mujer a riesgo de resquebrajar su propia imagen” (pag 69).
125
Acerca de lo que se puede esperar de una mujer, Coral Herrera (2012), en su libro Los
mitos románticos de la cultura occidental, explica que existen dos mitos en el mundo
occidental que ejercen una clara influencia en la división de roles: el príncipe azul y la
princesa maravillosa. “Él es el salvador, ella el descanso del guerrero, él es valiente, ella
La princesa es una mujer discreta, sencilla, llena de amor y felicidad que quiere
colmar de cuidados y cariño a su esposo y que además le dará hijos de cuya paternidad
podrá estar seguro. Es una mujer buena frente a las mujeres malas, aquellas
Desde este punto de vista, Susana podría ser considerada una mujer mala porque está
lejos de ser discreta, sencilla, sumisa. El poder de atracción que ejerce en Rodrigo radica
sexo y que despliega libremente sus encantos físicos e intelectuales. Sin embargo, este tipo
Una mujer tan experta, una mujer que había traicionado a Isaías y lo había
olvidado en cuatro horas, una mujer que lo abordaba con tanto desparpajo, una mujer
que lo curaba de sus temores con solo recordar un episodio parecido con otro hombre,
tenía que ser una mujer arrasadora, engañera, peligrosísima, la más amenazante que
126
Entonces, Susana tiene unas características que Rodrigo considera como negativas y
sobre todo peligrosas. Ese peligro sólo puede entenderse desde un punto de vista religioso.
La novela parece insinuar que el origen religioso de este asunto cuando Rodrigo se encuentra
con un pasaje bíblico que lo invita a alejarse de las mujeres “putas”, apelativo que
anteriormente él ha usado para referirse a Susana por su libertad sexual. “No sigas seducido
sus caminos. Porque son muchos los que ella ha herido y derribado; y han muerto a sus
religiosa que la censura y la convierte en un ser portador del pecado, capaz de llevar al
hombre a la perdición. Este modelo también divide a las mujeres en buenas y malas. Las
buenas son aquellas que siguen los preceptos religiosos cristianos de pureza y abnegación y
fue supuestamente la primera mujer que Dios le entregó a Adam, pero quien no estaba
dispuesta a ocupar un lugar inferior al del hombre y por eso fue expulsada del paraíso. Lilith
se corresponde con un ser peligroso, expulsado del paraíso por no obedecer los mandatos de
algunas representaciones literarias, en un ser oscuro, con gran apetito sexual y con un poder
127
Desde esta perspectiva, Susana no es una mujer abnegada que trata de suprimir el
placer a cambio de una mejor vida en el más allá. Es, por el contario, una mujer que no teme
ir en búsqueda de placer sexual y es capaz de perseguir su objeto de deseo, y es por eso que
Rodrigo no puede evitar tener cierta apreciación negativa con respecto a ella.
Yo tengo la tesis de virus, la enamorada debe actuar como los virus. Estar ahí,
las defensas, y en el mismo instante en que se le bajan, trac, caerle como un virus
En la novela, es ella quien lleva a Rodrigo a vivir su experiencia sexual de manera más
relajada y placentera, pues después de conocer a Susana parece que su disfunción eréctil ha
desaparecido. Parece ser que ella ha cambiado la forma como él se relaciona sexualmente
con otras mujeres. En ese sentido, podríamos decir que ella es quien encamina a Rodrigo a
disfrutar del erotismo humano y, aunque la novela no considera este aspecto como algo
negativo, sí se percibe, como ya vimos, una cierta censura en el imaginario colectivo hacia
este tipo de mujeres, que, al igual que Lilith, parecen conducir a los hombres a escenarios
José Antonio Marina afirma: “Una de las funciones tradicionales de la religión ha sido
ordenar el mundo. Y eso implicaba dar órdenes, imponer ritos salvadores, promulgar normas
de comportamiento” (Marina, 2005, 88). En ese orden de ideas, algunos conceptos sobre la
128
sobre aquellos mandatos que Susana rechaza, y a su vez, afectan la percepción que Rodrigo
una sola pieza como lo es la cultura: la mujer debe conservar en su vida de soltera una
esta norma y es obvio que esta descripción tiene casi cuarenta años. Sin embargo, este aparte
nos sirve para esbozar una tradición religiosa con la cual la novela dialoga constantemente.
Según el aparte anterior, los preceptos religiosos tienen gran influencia en el orden moral.
Por eso, a pesar de que Rodrigo no es un hombre que siga la doctrina cristiana e incluso se
considere alejado de esta, termina siendo afectado por las concepciones y las reglas que la
ni de acción. Ella es una mujer que no necesita estar casada para iniciar su vida sexual.
Cuando pierde su virginidad, lo hace de forma deliberada y consciente de estar dejando atrás
Susana afirma lo siguiente: “Desde pequeña me habían dicho que era algo que yo debía
ofrecer en sacrificio algún día, pero solamente en el altar del matrimonio” (Faciolince, 1998,
pág. 50).
129
Entonces, Susana es un personaje que conoce las demandas de la sociedad en la que
vive y que decide conscientemente transgredir los límites que esta pretende imponerle,
para encontrar correspondencia con los modelos de princesa y virgen María. Ella no está
dispuesta a encarar los ideales de amor maternal e incondicional subyugado a los deseos de
En un momento de debilidad y rabia ella había fallado, pero ese desliz sin
monja, no. No iba a rogar y a pedir perdón toda la vida por una acostada sin
En la novela, existe un sistema de género tradicional que de cierta manera está presente
supuesto orden “natural” de las cosas. Uno de los aspectos más relevantes de la personalidad
de Susana es que no expresa aquella pasividad de la que habla Coral Herrera, en tanto que
las mujeres esperan a ser rescatadas o seducidas por el hombre. En este aspecto, podríamos
decir que Susana es una mujer con algunas características masculinas desde una división de
género tradicional. Ella va en busca de su objeto de deseo, en este caso Rodrigo, propiciando
ella habla abiertamente de sus experiencias sexuales. Como hemos visto anteriormente, esta
130
es una actitud que se evidencia principalmente en hombres que necesitan reafirmar
masculinidad, pero sí necesita reafirmar su carácter transgresor de mujer activa (valor que
Pero ya que te cuento esto quiero te quiero confesar algo que las mujeres casi
importa o, mejor dicho, las mujeres los prefieren grandes. No descomunales por
largueza y calibre, pero sí notorios cuando se dejan al aire libre y se liberan de los
La novela hace evidente que Susana se aleja de las actitudes típicamente femeninas en
este aspecto: “Algunas mujeres conquistan a los hombres con el silencio. Es el truco más
viejo, dejarlos tranquilos con la aparente y total sumisión del silencio. No pierden el control,
De esta forma, Susana no trata de ocultar sus experiencias sexuales para mantenerse a
salvo del ojo inquisidor masculino, sino que decide abrirse a Rodrigo en su afán por
retenerlo. El relato de Susana trata de hacer comprender a Rodrigo que ella no es solo una
“puta”, desde el punto de vista tradicional, sino que es una mujer que ha adoptado algunas
porque no está dispuesta a vivir en una condición de inferioridad y porque pretende disfrutar
131
El hombre, y la mujer más aun, están diseñados para empezar a hacer el amor
muy jóvenes. Así lo hizo la evolución para asegurar largas descendencias. Ahora
seguimos con ese mismo impulso y con la ventaja de no tener que cargar con el fardo
Finalmente, si bien ella no ejerce poder sobre Rodrigo, que según Mabel Burin (2000)
sería “contar con las herramientas necesarias para decidir sobre lo que los otros hacen” (pág.
102), podemos decir que ella tampoco deja que él ejerza poder sobre ella. Cuando ella se ve
una mujer igual a mi mamá. Yo no voy a dejarme; Rodrigo, no voy a dejarme” (Faciolnce,
Para resumir, Susana va en contra de casi todas las normas e ideales de la tradición
princesa esperando a su hombre ideal, ni la virgen que se mantiene pura hasta el matrimonio
para ser digna de su hombre. Por el contrario, es una mujer independiente que no está
132
CONCLUSIOES
Las novelas de Héctor Abad Faciolince que aquí se han abordado son, con respecto a
sus temáticas, muy diferentes. Angosta es un ejercicio futurista acerca de una ciudad ficticia
agresiva y violenta que está dividida social y políticamente mediante fronteras físicas bien
definidas. Mientras que Fragmentos de amor furtivo se centra en la historia de dos amantes
que se aíslan del mundo exterior, hostil y violento, para vivir una relación erótica y afectiva.
Uno de los puntos de encuentro entre estas dos obras es el contexto de violencia y
división social en el que se desarrollan sus historias. Los personajes están fuertemente
influenciados por su condición socioeconómica, de ahí que sus formas de vida y sus visiones
En las dos obras, los personajes masculinos principales, Jacobo Lince en Angosta y
Rodrigo en Fragmentos de amor furtivo, pertenecen a una clase media alta, tienen un nivel
educativo universitario, algunos conocimientos que indican una suerte de alta cultura y el
dinero suficiente para suplir cómodamente todas sus necesidades. En ese orden de ideas, las
novelas insinúan que son hombres que tienen una visión de la masculinidad y de su relación
con las mujeres que los hacen diferentes a otros hombres de estratos sociales y culturales
diferentes.
133
Los personajes, por ejemplo, son hombres que desechan la violencia como mecanismo
para enfrentar sus problemas: Jacobo Lince decide huir en el momento que su librería es
quemada y su vida corre peligro; en el caso de Rodrigo, cuando descubre a su pareja teniendo
sexo con otro hombre, sólo recurre al acto infantil de llevarse un zapato para generar algún
Otro aspecto en el que los personajes se asemejan es en el hecho de que ambos son
mujeres y sus modos de ser. Jacobo tiene un discurso bastante elaborado acerca de las
características bilógicas que lo impulsan a llevar una vida promiscua y analiza las diferencias
de su condición de macho con respecto a las hembras humanas. Rodrigo, por su parte, trata
con el de ella.
En resumen, son dos hombres a quienes su nivel cultural y educativo parece llevarlos
de subordinación con otros hombres, ni tampoco con las mujeres. En cuanto a sus discursos,
evidentemente están plagados de tintes machistas que demuestran una fuerte influencia de
Existen varios puntos de encuentro entre las dos obras. Sin embargo, las
aproximarnos a las conclusiones que nos dejan las novelas con respecto a la masculinidad.
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Rodrigo desarrolla su historia de amor con Susana en el marco de una sociedad que
atraviesa una serie de cambios, tanto simbólicos como prácticos, en las formas de entender
la masculinidad y la feminidad. Rodrigo empieza una relación amorosa con una mujer para
la cual no está preparado, por lo menos en lo que se refiere a la vida sexual. Es decir, que la
cultura, tal vez su familia, le transmitió la imagen de una mujer que no logra encontrar en
tradicionales, que exigían grandes despliegues de fortaleza física, apetito sexual, asertividad,
búsqueda del poder, etc. Pero que, al mismo tiempo, no logra deshacerse de algunos
de la mujer virtuosa que subyace en su imaginario: pasiva, sin experiencias sexuales previas,
Rodrigo es un hombre capaz de aceptar los cambios que han ocurrido en su sociedad
en relación con las mujeres y es capaz de establecer una relación igualitaria con Susana. Él
entiende que las mujeres tienen derecho a desarrollarse laboralmente y que su masculinidad
evidencia una fuerte censura a las mujeres que gozan de libertad sexual (Susana) y una
parece que no está influenciada por el mandato tradicional de conformar una familia; de ser
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padre (preñador, protector y proveedor) y ser madre respectivamente. A pesar de que logran
establecer una relación afectiva más allá de los encuentros sexuales, el imperativo social de
tener hijos y establecer una familia no parece influir en ellos. La novela expone una relación
experimentar cambios en cuanto a su condición social, gracias a que cuenta con un trabajo
que le otorga independencia económica y, sobre todo, gracias a que no está dispuesta a
subordinada.
A través de Susana se expone una generación de mujeres que han encarado ciertas
discreción, como elementos de opresión del patriarcado hacia las mujeres. Ella entiende que
el mito mariano de la pureza sólo es un elemento más del patriarcado para cohibir a las
mujeres sexualmente y por eso su referencia al hecho de que ella no va a dejar que los
A través de los relatos de Susana, se expone la visión de una mujer que dibuja una
infieles y desleales. Además, estos hombres tienen como principal característica que quieren
imponer sus ideologías y sus maneras de entender el mundo. Sin importar sus profesiones y
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sus condiciones, la mayoría son seres impositivos que se preocupan poco por entender la
La falta de correspondencia entre los valores simbólicos que Rodrigo tiene con
confusión, frustración, inseguridad y, sobre todo, una profunda desconfianza. Por eso se
empeña en poner a prueba la fidelidad de Susana, porque para él esa fidelidad es símbolo de
deteriora porque ninguno de los dos logra superar que el otro haya tenido sexo con otras
personas. Sin embargo, en el final, Susana quiere regresar con Rodrigo, situación que, según
ella, nunca había ocurrido con ninguno de sus amantes. Quizás su arrepentimiento se deba
al hecho de que Rodrigo probablemente esté muerto. Sin embargo, esta situación podría ser
El gran error de Rodrigo es no haber podido dejar sus prejuicios a un lado y haber
aceptado a Susana tal y como era. En ese sentido parece que la novela concluyera que los
hombres deben hacer ajustes en su forma de entender las relaciones amorosas con las
mujeres, debido a que ellas cada vez se comportan con mayor libertad en el ámbito sexual y
están cada vez menos dispuestas a seguir los mandatos de fidelidad, castidad, sumisión,
pasividad, etc.
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En lo que respecta a Angosta y a Jacobo Lince, a través de este personaje se desarrolla
una de las grandes propuestas de la novela con respecto al género. Jacobo pasa de percibir a
las mujeres como simples seres para su satisfacción y deleite, producto de su ideología
las personas se tornan de gran importancia en un mundo que se torna hostil y peligroso.
Jacobo, cuando se siente solo, triste y envejecido, debe recurrir a Virginia en busca de
figura del personaje femenino es entronizada, como la portadora de una dimensión afectiva
estereotipos que Lince les atribuye: él las considera poseedoras de menos apetito sexual y
por eso biológicamente menos infieles, sin embargo la mayoría de los personajes femeninos
En resumen, Jacobo recibe una gran lección al final de la novela, en tanto descubre la
en las mujeres seres sensibles y con una dimensión humana y un atractivo más allá del simple
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deseo sexual. Jacobo pasa de ser un tipo autosuficiente, a convertirse en un hombre
preocupado verdaderamente por las personas a su alrededor, sobre todo por las mujeres.
En Angosta, se presentan una serie de particularidades que tienen que ver con la
masculinidad que van más allá de la historia de Jacobo. Los hombres, por ejemplo, en
general se definen a sí mismos, o son definidos por el narrador, de acuerdo con la casta a la
que pertenecen y de acuerdo al lugar que ocupan en relación con otros hombres y con las
hegemónica, porque ellos constituyen una idea de hombre a la cual aspirar, en tanto son la
clase que detenta el poder económico, político y social. Los “dones” ejercen dominación
sobre sus mujeres y sobre toda la población que ocupa los estratos inferiores.
mecanismos, en su mayoría violentos, para expresar su poder y para establecer los límites
con otros hombres principalmente. Sin embargo, existe todo un lenguaje de la diferencia,
saberes, que se establecen como símbolos de exclusión, incluso con respecto a las “doñas”,
en tanto los lugares de mayor ejercicio del poder y de mayor privilegio son ocupados
139
De esta manera, la mayoría de los personajes masculinos segundones y tercerones
constituyen unas formas de ser hombres en una relación de subordinación con los “dones”,
en tanto su forma de ser hombres estará siempre considerada como inferior en relación con
ellos, esto quiere decir que la idea de masculinidad del “don”, en la mayoría de los casos es
personajes que no se ajustan a los mandatos que el sistema de género les impone. Sólo así
Angosta, además, muestra una suerte de inversiones del sistema de género tradicional:
masculinas, evidenciando ciertas inconsistencias entre lo que una sociedad patriarcal espera
de un hombre o una mujer y lo que realmente ocurre en la práctica. De esta manera la novela
etc.
visión de una masculinidad patriarcal, la cual asume que los hombres que poseen
para la sociedad de Angosta, con un sistema de género bastante tradicional, un hombre que
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evidencia características femeninas es asimilado por el sistema como una anomalía, como
un homosexual.
A través del caso de Andrés Zuleta, la novela muestra que un hombre con algunas
expone que no siempre hay correspondencia entre las características que la sociedad asume
como femeninas y la orientación sexual. Un hombre que explora su lado femenino, por así
Además, el caso de Andrés nos lleva a pensar que la experiencia vital de un hombre
confluyen características masculinas y femeninas, sin que esto signifique que él sea menos
perciben a los hombres. En una sociedad que se desarrolla en medio de cambios con respecto
a las relaciones de género, resulta lógico que algunas mujeres comiencen a relacionarse con
hombres menos patriarcales. Parece ser que Virginia, e incluso Camila, encuentran en
Andrés un tipo de hombre nuevo, que les atrae porque se relaciona con ellas de forma
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En ese orden de ideas, podríamos concluir que los cambios en la mentalidad de las
entender la masculinidad, porque aquellos hombres como Andrés, con formas de ser menos
patriarcales, encuentran aceptación en ellas. Por lo tanto, los cambios que las mujeres han
aparición de nuevas masculinidades que puedan coexistir con ellas y que puedan entender
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GLOSARIO
Estereotipos de género: En toda sociedad es casi una costumbre agrupar a la gente bajo
un listado de características, por ejemplo, según sean hombres o mujeres. Estos estereotipos
son conocidos como estereotipos de género, pues las características que se asignan a cada
sexo se basan en los roles e identidades que socialmente se le han asignado a hombres y
(“todas las mujeres son románticas”), descripciones parciales (“para ser una verdadera mujer
hay que ser madre”) y distorsionadas (“en la familia el hombre tiene que traer el sustento y
la mujer cuidar de su marido y sus hijos”) sobre las características de los varones y las
mujeres. Con el tiempo estas ideas se naturalizan, es decir, se asumen como verdades
Género: Según Marta Lamas (1999), corresponde a las diferencias sociales y culturales
que una sociedad establece en torno a las categorías de hombre y mujer, basándose en una
desligarse de su contexto y por eso estará definido por las condiciones sociales, históricas,
Hombría: es todo aquello que los hombres piensan y hacen para ser considerados
hombres.
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Machismo: engloba el conjunto de actitudes, conductas, prácticas sociales y creencias
-Las mujeres son más tiernas, suaves y afectivas que los hombres.
-Los hombres “por naturaleza” necesitan más de una pareja y por lo tanto la infidelidad
-Las mujeres “por naturaleza” necesitan únicamente una pareja y la infidelidad por lo
-Los trabajos de los hombres son más importantes que los de las mujeres.
-Las mujeres son “propiedad” de los hombres y deben aceptar sus reglas.
(Tufró, 2012)
relaciones de género, las prácticas por las cuales los hombres y mujeres se comprometen
con esa posición de género, y los efectos de estas prácticas en la experiencia corporal, en la
desde un ideal que no es simplemente un reflejo de la psicología individual sino parte de una
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Masculinidad hegemónica: de acuerdo con Connell, en cualquier tiempo dado, se
en el dominio de los hombres sobre las mujeres. En este sistema se considera a los varones
superiores a las mujeres; el varón tiene derecho a exigir a la mujer fidelidad absoluta, o sea
monogamia, que sólo tenga una sola pareja, y él, por el contrario, puede tener varias mujeres
a la vez. Además, mujer está relegada al hogar y se le destina únicamente a ser madre o
Preñador: en términos de Gilmore (1994), este mandato les dice a los hombres que ser
un “verdadero varón” es tener la capacidad de fecundar y tener hijos, especialmente del sexo
masculino. Además, este mandato deriva en la idea de que los hombres deben ser siempre
permanentes.
(1994), consiste obligación impuesta a los hombres a ser el jefe de familia, el que lleva el
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mujeres. En muchas ocasiones la adquisición de estas habilidades conlleva a convertir a los
Sexo: Se llama sexo a las diferencias biológicas entre hombres y mujeres. General-
mente una persona es de uno u otro sexo de acuerdo a sus órganos sexuales y reproductivos.
(Tufró, 2012)
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REFERENCIAS BIBLIOGRAFICAS
Bonino, L (2003). Los hombres y la igualdad con las mujeres. En Carlos Lomas
(compilador) ¿Todos los hombres son iguales? Barcelona: Ediciones Paidós Ibérica.
Callirgos, Juan. Sobre héroes y batallas. En Carlos Lomas (compilador) ¿Todos los hombres
son iguales? Barcelona 2003. Ediciones Paidós Ibérica.
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Gilmore, H. (1994). Hacerse hombre. España: Paidós Ibérica
Kaufman, M (1997). Las experiencias contradictorias de poder entre los hombres. En Teresa
Valdés (compilador) Masculinidades Poder y Crisis. Santiago de Chile: Andros Ltda.
WEBGRAFÍA
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Herrera, C. (2012). El amor romántico desde el Queer. Recuperado de
http://haikaediciones.blogspot.com/2013/08/el-amor-romantico-desde-una-
perspectiva.html#.UvSNrfl5P-s
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