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Introducción y compilación /Julio César Javier Quero

' ■' \r-:: i .

501704
M. C. Salvador Galván Infante
R ector
Dra, Esther García Garibay
Secretaria G eneral
M. A. Rogelio Díaz Ortiz
Secretario de Difusión C ultural
y E xtensión U niversitaria
Dr. Isaías Elizarrarás Alcaraz
Secretario A dministrativo
L. A. E. Javier de Jesús Arroyo NúfteZ
TE sórero
Mtro. Napoleón Guzmán Ávila
S ecretario A uxiliar
CUARENTA AÑOS DEL PARQUE M ^ S E O -P O E M A DE LA VENTA
CUARENTA AÑOS
DEL PARQUE M | | SEO-POEMA
DE LA VENTA

Selección, notas e introducción /Julio César Javier Quero


Prólogo / Felipe Garrido
F T
qn -zé3

cAion
Vj ^ ” Parque Museo-Poema de Li Venta es una frase
de Carlos Pellicer, en la carta que, desde Villahermosa, Tabasco,
le envió a don Alfonso Reyes en México, con fecha 9 de septiembre de 1957

917.263
J38
Javier Quero, Julio César
Cuarenta años del Parque Museo-Poema de La Venta / Selección, notas e introducción
de Julio César Javier Quero; prólogo Felipe Garrido. Morelia, Michoacán: Universidad
Michoacana de San Nicolás de Hidalgo, 1998.
152 páginas, 3 mapas.

I. La Venta, Parque Museo d e -T a b a s c o -2. Parques y reservas n acionales-Tabasco-


I. Garrido, Felipe, prólogo. II. T.

Primera edición, México, marzo de 1997

© Julio Ce'sar Javier Quero


© Universidad Michoacana
de San Nicolás de Hidalgo,
primera edición
Ciudad Universitaria
Morelia, Michoacán, México
Apartado Postai 46 A

Diseño y cuidado editorial


Ma. Concepción Delgado Parra

Mapas
Magdalenajuárez y Cony Reyes

IS B N 9 6 8 -7 5 0 -2 1 4 -2

Impreso en México /Printedin México


Para Bertha Estefanía
inspiración total

así como para Sandra, Julio César y Mauricio


estímulos permanentes

; u ' -w ,
J. th ,j •/ O it
No veremos más a Carlos Pellicer; pero
en cada árb o l del trópico y en el caudal
atlético de nuestros ríos, perm anecerá su
nom bre. É l es lo intem poral, lo que
trasciende a la m uerte.
En el Museo La Venta, están impresas
las huellas de suspies descalzos, señalando
veredas a los buscadores de m ilagros en
piedras esculpidas con alientos
de eternidad

M anuel R. M ora
R econocimientos

Al habituado don Jorge Priego Martínez, por sus exhortaciones


durante el tiempo en que se seleccionó el material para este libro
y se escribió la introducción del mismo, así como por su atinadas
correcciones. A m i amigo don Lorenzo Ochoa por proporcionarme
documentos valiosos y por su revisión profunda.
A Felipe Garrido, por sus recomendaciones y consejos
Prólogo
e introducción
PRÓL(9GÜ_

El árbol de la pimienta, el macudí y el guayacán velan el sueño


del lagarto y del jaguar, el paso inmutable del río, el vuelo de la
garza, las evoluciones de la jicoteay del pejelagarto en la entraña
del agua, la sombra silenciosa de la serpiente, la mirada alerta del
venado, el esfuerzo luminoso de la orquídea, como fue en el prin­
cipio, en el silencio lleno de rumores de la selva, cuando los abue­
los alzaron la mirada para medir el paso de los astros. De piedra
fueron sus memorias, un gesto trágico para hacer frente al tiem­
po. De piedra y de intenciones oscurecidas por los siglos que nos
separan. Allí se alzan, en la orilla del agua, en un orden nuevo
que les dio Carlos Pellicer. Nadie puede, después de recorrer las ga­
lerías vegetales del Parque Museo de La Venta, en el ombligo de
Villahermosa, volver a ser el mismo. Porque después de haber se­
guido las huellas del poeta, algo de la raza antigua se habrá su­
mado a nuestra sangre. Todo parece haber estado allí desde el
origen. Pero sabemos que no fue así. Que la voluntad ceiba de
Pellicer imaginó la nueva asamblea de las piedras y la hizo posi­
ble. Si acaso amenazamos con olvidarlo, aquí está esta amorosa
recopilación armada por el museógrafo Julio César Javier Quero
para dejar constancia de los pasos del poeta. Y también del asom­
bro, del fervor que despierta su poema de piedra y sombras floreci­
das. Los textos recogidos por Javier Quero reconstruyen las
negociaciones de Pellicer para organizar el Parque Museo y para
trasladar las piezas. Asimismo, dejan constancia de los cambios

[15]
que, para mal y para bien, ha sufrido el lugar. Destacan sus avisos
sobre lo que haría falta para proteger definitivamente las piezas
que allí se conservan. En su conjunto, estos textos que ha reunido
Javier Quero son una guía a las razones y las obras que dieron vida
al Parque Museo de La Venta y una prueba de que, para contrade­
cir la regla, Pellicer fue y es profeta en su tierra.

Felipe Garrido
CUARENTA AÑOS DEL PARQUE MWSEO-POEMA DE LA VENTA ‘

16
NOTA P R E LIMINAR

Lina tarde del mes de junio de 1995, en la ciudad de Veracruz, con­


versaba con el historiador, geógrafo y sobre todo gran amigo, de
estirpe cubana, don Antonio Núñez Jiménez, quien había venido a
México a sustentar una conferencia magistral dentro del marco
del Festival Internacional Afrocaribeño, que se celebra en ese puerto
cada año; me platicaba que por la mañana de ese día había asis­
tido a la presentación del libro Obras completas de Alejo
Carpentier, losconfinesdelhombre, del investigador veracruzano
y mutuo amigo don Félix Báez-Jorge; de cuya edición me obse­
quió un ejemplar. Al examinar el libro advertí que se incluía un
artículo que Alejo Carpentier dedicó al Parque Museo de La Venta;
este ensayo fue publicado originalmente el 5 de octubre de 1958
. .en la sección ‘Letras y Solfas’ del periódico El Nacional de
Caracas... ” con el título El Parque de La Venta} Leí detenida­
mente el texto y en ese momento me nació la idea de compilar
cierto número de documentos dedicados al Parque Museo de La
Venta. Así se inició el sueño de integrar este compendio.
Para relacionar este material fue necesario conversar con mu­
chos amigos, escritores y personas relacionadas con la obra
museográfica de Pellicer; fundamental también resultó husmear
en librerías, bibliotecas, ardiivos, anaqueles y cajones para encon-

Félix Báez-Jorge, Obras completas deAlejo Caijietilier. los confines del hombre, selec­
ción, notas y estudio introductorio, Siglo XXI. México, 1 9 9 i solapa.

[17]
trar indicios que me llevaran al encuentro de algún artículo de
interés, ya que el objetivo del libro era publicar los puntos de vista
de hombres que en algún momento visitaron el lugar o conocie­
ron de cerca el esfuerzo de Pellicer por lograr uno de los museos
más bellos del mundo.
Cl'AREKTA AÑOS DEL PARQUE MIÍSEO-POEMA DE LA VENTA

18
IN T R O D U CCIÓN

Esta compilación es un mesurado testimonio de fervor en memo-


nade Carlos Pellícer (16 de enero de 1897-16 de febrero de 1977)
en el centenario de su nacimiento, y a los 40 años de que se abrió
al público el Parque Museo de La Venta (4 de marzo de 1958), la
obra museográfica más importante de Pellicer2, la obra más ad­
mirada y reconocida del poeta, aunque esta afirmación parezca
un contrasentido.
Se trata de la conjunción de una serie de créditos, recono­
cimientos y consideraciones a la creación museográfica del poe­
ta, consignados fundamentalmente por hombres prominentes y
contemporáneos suyos. También se incluyen algunos textos del
propio poeta.

Carlos Pellicer organizó a todo lo largo y ancho del país los siguientes muscos- el Museo de
Tabasco, 1950-1952; el Musco de la Universidad de Sonora, en la ciudad de llermosillo,
Sonora, 1955; ei Parque Museo de la Venta, en Villahermosa,Tabasco, 1957; d Museo de
Sitio de la Zona Arqueológica de Palenque, Chiapas, 1958; el Museo Frida Kahlo, en lacasa
t|ue habitó la artista en Coyoacán, 1958, el Museo Anahuacalli, integrado por las coleccio­
nes prehispánicas de Diego Rivera, 1964; el Museo Arqueológico de Tepoztlán, Morelos, al
que legó parte importante de su colección, 1965; el Museo al aire libre en los jardines del
Centro de Convenciones de Acapulco, (luerrero, 1975; el Museo de Sitio de la Zona Arqueo­
lógica de Comalcalco, Tabasco -e i cual dejó inconcluso-; realizó también el anteproyecto
del Museo al aire libre en Ciudad Juárez, Chihuahua -ta m b ié n llamado Museo de "El
Chamizal " - , el cual era una idea semejante al del Parque Museo de La Venta, en Tabasco;
en 1975 inició la constrocción.conel proyecto d é ja m e OrtJz Monasterio, del nuevo Museo
Arqueológico de Tabasco -h o y Museo Regional de Antropología "Carlos P e llice r"- en
Villahermosa, Tabasco, el cual se inauguró el 16 de febrero de 1980, cuando se cumplió el
tercer aniversario luctuoso de Carlos Pellicer

[19]
En relación al trabajo e interés museográfico de Carlos Pelficer,
todo me indicaba que se originaba con el montaje, del Museo de
Tabasco (1950-1952), pero Felipe Garrido nos proporciona un im­
portante dato:

[en] La segunda semana de octubre de 1925, Carlos Pellicer, a punto de


cumplir 26 años, se embarcó en Veracruz rumbo al Viejo Continente. Lle-
v;iba una pensión de 240 pesos mensuales de la Secretaría de Educación
CUARENTA AÑOS DEL PARQUE MtlSEO-POEMA DE LA VENTA

Pública y la comisión de estudiar la organización de los museos en Euro­


pa. Durante casi tres años viajó con calm a y constancia por Francia, Gre­
cia, Palestina, los Países Bajos, [e] Italiá . }

Aquí vale la pena aclarar que Felipe Garrido se deja engañar por
la presunción del propio Pellicer y da como un hecho, que el poeta
nació el 4 de noviembre, día de San Carlos, de 1899 y no el 16 de
enero de 1897.
Ahora bien, en relación a la creación del Parque de La Venta,
es difícil saber cuándo nació en Pellicer la idea de crear un museo
al aire libre, que sugiriera el sitio donde se había desarrollado en
Tabasco la cultura olmeca; seguramente fue en la visita que rea­
lizó al sitio arqueológico de La Venta, con Francisco J. Santamaría,
gobernador de Tabasco, a fines de 1951; pues en diciembre de ese
año se publicó en el diario RumboNuevo, editado en Villahermosa,
una nota, de la cual tomamos el siguiente fragmento:

.. .el señor gobernador resolvió hacer una visita en com pañía del director
y organizador del Museo, el señor profesor Carlos Pellicer Cámara, a la
región de las ruinas de ' La Vienta" para tener una visión de conjunto de
dichazona arqueológica toda vez que el gobernador Santamaría, siguiendo 3

3 Felipe Garrido, ponencia litulada “ Encuentros", enviada para su lectura en el homenaje


<)ue con motivodcl centenariodel naialiciodet poeta Carlos Pellicer se realizó en la ciudad
de Zacatecas, Zacatecas el Kj deenetode 199?, y postenormentepublicada e n \»Revista de
diálogo cultural entre las Fronteras de México, núm. A, año 2, volumen 2, primavera,
esa, México, D.F., 1997, P- 2.
la orientación del poeta Pellicer, trata de que las piezas sean colocadas en
un lugar especial, al aire libre, sobre la explanada del bulevar "Gil y Sáenz”
[ hoy Paseo Tabasco], reproduciendo exactamente la colocación que tienen
actualmente y reproduciendo, también el ambiente natural en que se en­
cuentran. . ,4

Otro testimonio sobre el esbozo anticipado de Pellicerpara lacrea-


ción del Museo de La Venta, es el publicado en el periódico La
Opinión, de Coatzacoalcos, Veracntz, el 14 de febrero de 1952.

El maestro Pellicer nos suplicó hacer público el agradecimiento a Luis


Moran M. gerente general de laZona Sur de Petróleos Mexicanos, a quien
suplicó, a nombre propio y del estado de Tabasco, la colaboración de Pe­
tróleos Mexicanos para sacar y transportar todas las ruinas que actualmente
existen en La Venta, Tabasco, hasta Villahermosa en donde el poeta y
arqueólogo Pellicer, bajo los auspicios del gobernador Santamaría, tiene
proyectado instalarlas en la misma posición . . . 5

INTRODUCCIÓN
Las citas anteriores junto con otros documentos incluidos en este
libro, nos dejan de manifiesto que la idea de crear el parque ar­
queológico de Villahermosa existió en Pellicer desde por lo me­
nos 1951.
En el transcurso de 1952, Carlos Pellicer le propuso, segura­
mente, al candidato a gobernador del estado don Manuel Bartlett
Bautista, su amigo, la idea de crear el parque arqueológico de
Tabasco. Siendo candidato Bartlett, visitó las instalaciones del
Museo de Tabasco, el cual estaba casi a punto de ser inaugurado;
de esta visita el periódico Rumbo Nuevo nos dice:

... [realizó] una visita de cortesía al Museo de Tabasco, Manuei Bartlett


Bautista, candidato del pki al gobierno del estado, acompañado de un grupo
de amigos y correligionarios [ . . . ] Bartlett fue atendido gentilmente por

4 Periódico Rumbo A'uem, Villahermosa, Tabasco, líd e d id e m h re d e 1951.


5 Periódico La Opinión, Coatzacoalcos,Veracruz, 14 febrero de 1952.
Carlos de América, habiendo quedado gratamente impresionado por la im­
ponente sala de la cultura de La Venta.. .(l

Probablemente en esta ocasión y en otras tantas Pellicer y Bartlett


platicaron del proyecto, ¡>ero fue hasta el 3 de marzo de 1955 cuan­
do Pellicer le envió a Manuel Bartlett, gobernador constitucional
del estado, el plano del terreno del Parque Tabasco y de los solares
adyacentes, haciendo hincapié en que en ellos podían situarse los
CUARENTA AÑOS DEL PARQUE MUSEO-POEMA DE U VENTA i

monumentos colosales de La Venta678.


No existe, o por lo menos no conozco, un documento ante­
rior a la inauguración del Museo, que muestre el proyecto de
Pellicer para su realización, pero estoy seguro de que, como todo
ser talentoso, lo tenía claro y definido en su mente, y lo fue desa­
rrollando paso a paso y según sus tiempos.
El Parque Museo de La Venta fue abierto al público, según
advierte la placa de inauguración:

. .el 4 de marzo de 1958 por el C. presidente de la república don Adolfo


Ruiz Cortines. Construido por el gobierno del general de división Miguel
Orrico de los Llanos y con la colaboración del Instituto Nacional de Antro­
pología e 11istoria, Petróleos Mexicanos y la Secretada de Recursos 11idráu-
licos Proyectó y dirigió: Garios Pellicer. Dirigió las maniobras de extracción
y colocación de los monumentos: C.P.A. Salvador Com peán*

A partir de esa fecha el Parque Museo ha sido visitado por miles y


miles de visitantes de todo el mundo. En 1989 lo visitaron 138,300
paseantes; en 1990 lo hicieron 169,637; en 1991183,606 y en 1992,
145,925, lo que promedia aproximadamente 441 visitantes dia­
rios. Sólo los que han regresado al paso de los años, podrán ha­
berse percatado de que el Parque Museo ha sufrido una serie de
cambios en relación a la idea original de Pellicer. Estas transfor-

6 Periódico ffw w éo A'uctü , Viltahermosa, Tabasco, 20 de enero de 1952.


1 Archivo del Museo Regional de Antropología “ Carlos Pellicer".
8 Placa de inauguración localizada en la entrada actual del Parque Museo de La Venta
mariones, en la mayoría de los casos, se han realizado a voluntad
de los gobernadores en turno, quienes pomposamente las han lla­
mado “ remodelaciones” . Señalaré, a mi juicio, las que considero
más trascendentales, o por lo menos las que más impacto social
(bueno o malo) han causado, y algunas otras que pueden darle
al lector una mejor visión de la transformación del Museo:

• La primera resección de la que tengo conocimiento fue la he­


cha en el periodo gubernamental de don Manuel R. Mora
Martínez (1964-1970), y se hizo cuando se remodelabael Fal­
que Tabasco. Al respecto Carlos S. Hernández nos dice:

.. se le amputó una parte para construir el teatro al aire libre del popu­
larmente llamado entonces Parque Tabasco y se pretendió quitarle la ve­
getación para sem brarle pasto inglés, y evitar así la proliferación de
mosquitos, a lo cual se opuso rotundamente el m aestro.. ,9

INTRODUCCIÓN
• Durante el gobierno de Mario Trujillo García (1970-1976),
en el periodo en que Roberto Rosado Sastre fue presidente
municipal de Centro, se cercó el Parque Museo en su parte
este, quitándole todo el terreno que da a la laguna de Las Ilu­
siones, esto para poder construir, a lo largo de toda la orilla
de la laguna, “ un hermoso andador” . Pellicer realmente se
indignó por esta agresión al Museo, ya que la laguna en últi­
mo plano, y sin ningún elemento arquitectónico de por me­
dio, daba al visitante la idea de estar en una isla, situación
original del sitio arqueológico de La Venta. También el flan­
co oeste del Parque fue mutilado a todo lo largo, el justifi­
cante de este otro atentado fue la ampliación de la carretera
180, la cual comunica a Tabasco, y obviamente a la penín­
sula de Yucatán, con el centro del país; como dato anecdótico

9 Carlos S. Hernández; m Muiros Viajero. Revista Mexicana de Cultura, octubre-diciem­


bre; núm. 4, Cárdenas, Tabasco, l*W6, p 17.
señalaré que popularmente a esta carretera se le conoce como
“ La Internacional” , o “ Paralelo 18” ya que fue construida,
en buena parte, sobre el paralelo 18° latitud norte, entre los
meridianos 93° y 94° latitud oeste.
• En enero de 1979, durante el régimen de Leandro Rovirosa
Wade, se ampliaron los andadores de circulación del Mu­
seo y se les puso grava, con el objeto, según se dijo, de evitar
que en tiempos de lluvia se produjera lodo, y sobre todo, que
CUARENTA AÑOS DEL PARQUE MlíSEO-POEMA DE LA VENTA

el visitante tuviera mayor amplitud en su recorrido; a m u­


cha gente le pareció bueno el proyecto, pero muchos otros
opinaban lo contrario, ya que rompía con la concepción ori­
ginal de Pellicer, la cual consistía en simular una porción
de selva que sugiriera al visitante cómo vivían los olmecas de
La Venta. También se instaló en esa época, un espectácu­
lo de Luz y Sonido a base de rayos láser y recursos esce­
nográficos digno de sus creadores, los hermanos Antulio y
Rogelio Jiménez Pons; el espectáculo en sí, era realmente
atractivo, pero el guión que lo sustentaba era realmente
catastrófico, ya que contrarrestaba todo conocimiento ar­
queológico logrado en relación al sitio de La Venta. Quizá
24 lo positivo de esta “ remodelación” , fue el hecho de que por
primera vez el Parque Museo contó con una sala de intro­
ducción, en la que se pretendía hacer comprensible, a tra­
vés de fotos, dibujos y maquetas, la forma de vida de los
olmecas de la región, el uso y las formas de sus instrumen­
tos de trabajo, así como los elementos de uso cotidiano que
tenían; las piezas arqueológicas que se exhibían en esta sala
fueron prestadas en comodato por el Museo Regional de An­
tropología “ Carlos Pellicer” de Villahermosa. Esta recons­
trucción fue inaugurada por José López Portillo, presidente
de la república.
En ese periodo también se le quitó al Parque Museo una
buena porción de terreno para las construcciones del res-
taurante “ Mis Blancas Mariposas” y del Centro de Convi­
vencia Infantil.
• A inicios del gobierno de Enrique González Pedrero (1982­
1988), presenté al director de cultura del estado, Juan Gar­
zón, un documento titulado Algunas causas de la
destrucción de laspiezas del Parque Museo de La Ven-
taw, en el que planteaba algunas soluciones para la pro­
tección, conservación y m ejor exhibición de las piezas
arqueológicas; infortunadamente, esta iniciativa nunca
prosperó.
En septiembre de 1986, durante el mismo periodo de go­
bierno, se modificó el guión del espectáculo de Luz y Sonido
y se repararon las computadoras, ya que por mal uso y exce­
so de humedad habían dejado de funcionar. En esta nueva
transformación, hubo el intento de convertir el Parque Museo
en un gran orquideario o tal vez en un gran jardín botánico,
pero un sector de la ciudadanía villahermosina protestó, y por
primera vez logró imponerse en la defensa de su Museo. Lo INTRODUCCIÓN
más sobresaliente de esta remodelación fueron los cambios,
positivos, que sufrió la sala de introducción, la cual se acre­
centó con un buen número de piezas arqueológicas de toda 25
Mesoamérica, con el objeto de que el visitante tuviera una
visión comparativa del tiempo, región y evolución de los
olmecas en relación a otras culturas; estas piezas fueron pro­
porcionadas en comodato por el Museo Nacional de Antro­
pología. Otro gran acierto, fue la edición en cinco idiomas,
de la guía arqueológica del Museo, la cual fue coordinada por
Lorenzo Ochoa; también se editó una guía botánica, la cual
describía la rica flora del Museo y fue elaborada por Silvia
Capello García y Ángel Alderete Chávez.

I® Julio CésarJavier Quero. Algunascausasdeladestrucción tk laspiezasM PasqueMuseo


de La Venta, texto incluido en este mismo volumen.
• En 1991, durante el gobierno de Salvador Neme Castillo, se
intentó realizar un mega-proyecío en el que se planteaba pro­
teger de manera integral todo el Parque Museo; este proyecto
estaba orientado, según sus creadores, al “ ... replanteamiento
operativo y museológico déla institución. . . ” 11y buscaba los
siguientes objetivos:

... restauración, conservación y protección del patrimonio arqueológico;


CUARENTA AÑOS DEL PARQUE MliSEO-POEMA DE LA VENTA I

rehabilitación del entorno natural y creación de condiciones propicias para


la preservación de la flora y fauna tabasqueñas; modernización de sus
espacios, de su museografía y de sus servicios educativos y didácticos que
hagan accesible el contenido histórico, antropológico, a los posibles visi­
tantes; creación del ambiente natural (arquitectura del paisaje) que re­
produzca la selva tabasqueña y dé realce a la exhibición de las piezas
arqueológicas de la colección del Parque Museo; modernización y amplia­
ción de los espacios destinados a dar servicio a los visitantes y al personal
del Parque Museo; creación de la imagen institucional del Parque Museo
para apoyar una intensa actividad promocional y editorial, así como para
generar una variedad de artículos destinados a su comercialización, con
la que se originen recursos adicionales para el mantenimiento de la ins­
titución; instalación del espectáculo Luz y Sonido que, junto con otras acti­
vidades afines al Parque Museo, le permitan retener a sus visitantes por
mayor tiempo en la ciudad de Villahermosa.12

Relevante en la cita anterior es el énfasis que por vez primera


se hace sobre la conservación y protección del patrimonio ar­
queológico que guarda el Parque Museo; al detalle el proyec­
to resalta, por ejemplo, la necesidad de elevar las piezas y
construir bases de concreto cubiertas con fibra de vidrio, para
evitar que las piezas se siguieran dañando por el efecto de hu­
medad por capilaridad; se planteaba también la posibilidad
de techar las piezas con algún elemento acrílico que se•

•1 Rogelio Jiménez Pons, Proyecto integral de rehabilitado» y modernización Parque


Museo de La Venta, Archivo del Museo Regional de Antropología “ Carlos Pellicer.''
12 Ibid
mimetizara con el follaje de los árboles, con el objeto de evi­
tar que la lluvia, el sol y sobre todo la materia fecal de aves y
antropoides cayera sobre las piezas.
El alto costo del proyecto ($14,770’000,000.00 de la épo­
ca) obligó al gobierno del estado a buscar otras alternativas
de financiamiento, optando por la integración de unsubfondo
económico, conjuntamente con el Consejo Nacional para la
Cultura y las Artes; este subfondo quedó constituido el 28 de
noviembre de 1991 con la firma del convenio por parte de Sal­
vador Neme Castillo, gobernador constitucional de Tabasco,
de Víctor Flores Olea, presidente del Consejo Nacional para la
Cultura y las Artes y de Roberto García Molí, director general
del Instituto Nacional de Antropología e Historia. Lo curioso
de este documento es que sólo el gobierno del estado estaba
comprometido a aportar recursos económicos; el monto con
el que participó Tabasco (según consta en el convenio) fue

introdiícción
de $1,000’000,000.00 de pesos, suma que permaneció inacti­
va durante casi tres años. El anteproyecto para la remodelación
del Parque Museo lo realizó Rogelio Jiménez Pons; a mi juicio,
no se ejecutó el proyecto por su alto costo y por las circunstan­
cias políticas que vivía Tabasco en esos momentos. 27
• En febrero de 1994, el Instituto de Cultura de Tabasco con­
cluyó los trámites para rescatar el monto que la administración
anterior había aportado para la integración del subfondo
Parque de La Venta, así como los intereses que se habían ge­
nerado durante el tiempo transcurrido; el monto original, ya
en nuevos pesos, fue destinado nuevamente para el mismo fin,
a través de un fondo especial el cual se signó en el mismo acto
en que se firmó el primer Fondo Estatal para la Cultura y
las Artes de Tabasco, suscrito por Rafael Tovar y de Teresa,
presidente del Consejo Nacional para la Cultura y las Artes
y Manuel Gurría Ordóñez, gobernador sustituto del estado. Los
intereses generados en el subfondo anterior fueron deposita-
dos en la Secretaría de Finanzas del estado, que a su vez lo
aplicó en los trabajos que se realizaban en el Parque Museo.
A fines de 1993 ya se habían iniciado los trabajos de la
nueva “ remodelación” del Parque Museo de La Venta, en su
inicio, a cargo de Soledad Hernández de Gurría; poco tiempo
después se hicieron cargo de la obra Iker Larrauri, museógrafo
de reconocido prestigio y Mayán Cervantes.
En octubre de 1994 se concluyó esta remodelación, la
CUARENTA AÑOS DEL PARQUE MUSEO-POEMA DE LA VENTA

cual ha sido a juicio de muchos, la de mayor trascenden­


cia, ya que fue la primera vez en que se ensanchó la exten­
sión territorial del Museo, al aumentársele el área de lo que
fuera el Centro de Convivencia Infantil; durante los casi 36
añas de vida del Parque, siempre había sido mutilado bajo
el pretexto de su modernización o la de las áreas circunve­
cinas.
Enh GuíaArqueológicadelParqueMuseodeLa Ven­
ía, editada por el gobierno del estado de Tabasco en 1994, se
justifican los trabajos realizados de la siguiente manera:

El crecimiento de la ciudad alteró la fisonomía del conjunto por lo que se


28 emprendieron diversos trabajos con el fin de recuperar el ambiente origi­
nal del Parque, establecer un programa permanente de conservación de
los monumentos y mostrar la flora y la fauna de la región que es, en gran
medida, la misma que convivió con los olmecas de la [sic] Venta.
Además de la restauración de la selva tropical, se creó un nuevo espa­
cio museográfico: los olmecas de la [sic] Venta, aprovechando las estruc­
turas existentes de lo que fuera el Centro de Convivencia Infantil. Este
Museo informa del fenómeno olmeca y trata de ubicar, en su contexto cul­
tural, los monumentos que se exhiben en el Parque. La exposición se en ­
riqueció con reproducciones de varias piezas de especial significación que
se encuentran en otros ámbitos1' 13

13 GuíaArqueológica Jé ParqueMuseo Je La Venia, "Los olmecas de La Venta", Ediciones


det gobierno del estado de Tabasco, Metcco, 1974, p. 7
Antes de hablar de los trabajos de ésta, esperamos que última
“ remodelación” , quiero exteriorizar mi descontento por la
destrucción de aquella nostálgica y agradable gran champa,
ubicada más o menos a la mitad del recorrido, en donde el
visitante podía descansar y refugiarse del sol. En este inmueble
también estaba ubicada una pequeña oficina, los sanitarios y
una bodega; cerca de ella merodeaban, sobre todo a la hora
de la comida, infinidad de animales de la región, los cuales
andaban en libertad por todo el Parque Museo.
Al aumentársele el área mencionada, fue necesario
reubicar el acceso al Museo de acuerdo con la nueva distri­
bución de espacios que la “ remodelación” propició; hoy se
ingresa por lo que fue la entrada al Centro de Convivencia In­
fantil, o sea enfrente a la puerta del Museo de Historia Natu­
ral. Esto le permitió a los museógrafos contar con mayor
superficie, tal como k) manifiestan en la cita anterior, para
realizar una gran sala de introducción, en la cual se ubica­
INTRODUCCIÓN
ron reproducciones de todas las piezas monumentales encon­
tradas en el sitio arqueológico de La Venta, y que están
localizadas en diversos museos del país.
Al cambiarse el acceso al Museo, se hizo necesario variar 29
el recorrido de la visita; los museógrafos aprovecharon para ha­
cer más angostos los caminos, tal como si fuesen veredas en la
selva, con lo que se aumentó las áreas verdes del Parque.
Dadas las características del proyecto, se movieron por
lo menos 4 piezas de la ubicación original; a todas se les cons­
truyó una base, lo que permitió elevarlas y protegerlas de los
encharcamientos. También se les puso cédulas informativas
a cada uno de los monumentos, con lo que el visitante pue­
de ahora tener una mejor visión del desarrollo cultural
olmeca.
El Centro de Convivencia contaba con una serie de jau­
las y fosas donde se exhibían diversas especies de la fauna in­
ternacional. Ahora el visitante sólo podrá admirar las espe­
cies animales que se desarrollan en el territorio de Tabasco, y
que seguramente convivieron con los olmecas.
Después de muchos años se volvieron a construir en el
Museo, lástima que de manera deficiente, las pequeñas palapas
a lo largo del recorrido. Pellicer decía que el visitante debería
de tener un refugio o un lugar de meditación.
Se edificaron también una tienda de artesanías y una ca­
CUARENTA AÑOS DEL PARQUE MUSEO-POEMA DE LA VENTA ¡

fetería, así como pequeñas tiendas para la adquisición de re­


cuerdos. En síntesis, estos fueron los trabajos que se realizaron
durante 1993-1994.
Creo que es necesario conocer la opinión de Carlos S.
Hernández en relación a esta “ remodelación” , ya que es la
más reciente y la que más revuelo ha causado:

Este m áxim o poem a arqueológico y ecológico de Carlos Pellicer sufrió


el penúltimo atentado en 1994, ya que la autoridad del gobernador M a­
nuel Gurría Ordóñez se impuso a la voluntad general y el Parque sufrió
una gran transformación o remodelación que hizo desaparecer la idea ori­
ginal de Pellicer de que los monolitos estuvieran en su nuevo lugar en un
escenario similar al que tenían cuando fueron encontrados por Sterling
30 en la zona arqueológica de La Venta, en Hurnanguillo, Tabasco, integran­
do fauna y flora tabasqueñas al Museo.
La entrada antigua y el recorrido original se cambiaron. Ahora se
entra por el parque anexo de Convivencia Familiar, se le quitó la champa
central y se construyeron otras pequeñas, algunos monolitos cambiaron de
sitio y se construyó un puente colgante con tubería de hierro que propor­
cionó pemfx . El recorrido se hace más fatigoso y resbaladizo a consecuen-
ciade haber hecho los accesos a los monumentos laberínticos y colocado
grava suelta en ellos. Se agregó jardinería a la selva. El Parque Museo de
La Venta que se consideró único en el mundo por su novedosa instalación,
se convirtió en uno más de tantos.H14

14 C a rta S. Hemández,en Albatros Viajera, Revista Mexicana de Cultura, odubre-didefn-


bre, núm. 4, Cárdenas, Tabasco, 1996, p. 17.
En suma, estas han sido las “ remodelaciones” más sobresalientes
que ha sufrido el Parque Museo; estoy persuadido, y este es mi punto
de vista, que el espíritu primario con que fue diseñado, por Carlos
Pellicer, se ha conservado a pesar de todas las transformaciones, y
no me cabe la menor duda de que éstas han sido hechas, en casi
todo los casos, con el propósito de perpetuar el nombre del gober­
nante en tumo, y no con el de proteger uno de los museos más
bellos del mundo, patrimonio cultural de Tabasco.

, INTRODUCCIÓN

31
El Parque
Museo de La Venta
PARQUE M 'l'fS E O P E IA VENTA15

Carlos Pellicer

El Parque Museo de La Venta lleva este nombre en recuerdo del pa­


raje en que fueron descubiertos en 1940, por el norteamericano M.
Stirling, los extraordinarios monumentos que fueron traídos aquí
por Carlos Pellicer con la venia del Instituto de Antropología e His­
toria y colocados aproximadamente en el orden en que estaban allá,
en el norte de Tabasco, a más de cien kilómetros de Villahermosa.
A la llamada cultura de La Venta se le da una antigüedad
de tres mil años y también se le dio anteriormente el nombre de
“olmeca” . Huellas de esta gente extraña se encuentra en muchas
partes del territorio nacional y también en Centroamérica. Para al­
gunos sabios, la cultura de La Venta es la cultura madre, es decir, la
que dio origen a la mayor parte de las grandes civilizaciones anti­
guas de México: maya, zapoteca, “ totonaca” , etcétera.
Lo que sabemos de ellos, de la gente de La Venta, es lo que
nos dicen o sugieren sus monumentos: que se parecen a ciertos
negroides de Oceanía, que fueron guerreros, como lo demuestran
algunos de sus monumentos, y que las cabezas enormes son tal
vez retratos de personajes notables.
El material empleado se encuentra a más de cien kilómetros
de La Venta y el esfuerzo para acarrearlo debió ser tremendo, si

15 Carlos Pellicer, Museos de Tabusco, Guia Oficial, 1959, Instituto Nacional de Antropolo­
gía e Historia, México, pp. 35 - 51.

[5 5 ]
como es casi seguro esa gente desconocía el uso de la rueda. De lo
que propiamente llamamos arquitectura, no dejaron huellas.
Fueron, eso sí, estupendos escultores. Tallaron el jade con rara
maestría. De su religión nada sabemos por ahora. El altar triun­
fal, inmediato a la casa de reunión, representa a un vencedor de
poderosa figura, con el puñal en la izquierda y sujetando con la
mano derecha un cable grueso con el que está amarrando del pulso
izquierdo al vencido que aparece en alto relieve en un lado del
CUARENTA AÑOS D a PARQUE M1¿SEO-POEMA DE LA VENTA I

maravilloso monumento. Arriba, en la lorna, hay un monumen­


to con dos personajes que visiblemente discuten, admirablemente
dibujados. Atrás de la casa grande está el monumento a la mater­
nidad, de prodigiosa ejecución. La gran cultura de La Venta, sien­
do tal vez la que dio origen a las demás, se presenta llena de misterio
y de fuerza y nos asombra con su sentido monumental.
El Parque Museo de La Venta fue proyectado y dirigido por
Carlos Pellicer y construido por el gobierno del general Miguel
Orrico de los Llanos. Petróleos Mexicanos colaboró poderosamente
facilitando el transporte de las esculturas, y la Secretaría de Re­
cursos Hidráulicos sufragó los gastos de descargay colocación de
los monumentos aquí en Villahermosa. El capitán de aviación civil,
Salvador Compeán, dirigió las maniobras de extracción y coloca­
ción sobre bases de concreto, de todos los monumentos en el Par­
que Museo de La Venta.
Se presenta igualmente, un muestrario zoológico, por ahora
incompleto, de la fauna regional.

Breve descripción de los monumentos

N ú m er o 1. Gran Altar con cara de mono al frente, semi-destruido.


Este objeto pesa 30 toneladas.
N ú m e r o 2 . Mono viendo al cielo. El cuerpo está tratado simplifi­

cándolo como una columna.


N úm ero 3- Pequeño jaguar que como todas las «culturas de La
Venta está trabajado en basalto.
N úm er o 4. Gran pez o tiburón con adornos o inscripciones, tallado
en serpentina.
N úm er o 5. Monumento que es quizá el más grandioso y magnífico
de toda esta colección. Aparece delante de un nicho un perso­
naje desnudo y corpulento. Lleva algo parecido a una corona
adornada con hojas o plumas a los lados, collar en forma de
serpiente y pectoral cuya concavidad pudo haber estado ocu­
pada por unaplacade jade. Es un vencedor que lleva en la mano
izquierda el puñal y con la derecha un grueso cable con el que
aparece amarrando del antebrazo izquierdo al vencido que pa­
rece ser de otra raza Al frente, arriba del personaje vencedor, se

: EL PARQUE M U S E O DE LA VENTA
ve claramente ta cara de un enorme jaguar que tal vez repre­
senta el sol. Entre los colmillos hay dos rayas cruzadas que se
parecen al signo del cielo entre los mayas siendo esta inscrip­
ción muy anterior. A los lados del personaje triunfante hay cua­
tro elementos de apariencia serpentina. Visto de lejos, con el
fondo rojizo de la tierra y la vegetación, este monumento es una
de las expresiones más grandiosas del arte universal.
N úm er o 6. Mosaico representando en forma geométrica una cara 37
de tigre o jaguar. Lleva adornos en la cara y se compone de
cuatrocientas noventa y ocho losetas talladas en ese hermoso
material duro verde azulado, conocido con el nombre de ser­
pentina. Se trata indudablemente de un pavimento sagrado
y de carácter mágico. Fue numerado, pieza por pieza, al traerse
a este lugar y colocarse exactamente como se encontró en La
Venta, Huimanguillo, hace quince años.
N ú m e r o 7 . Estela llamada del rey. El personaje aparece de pie to­

mando con las das manos el arma o cetro de mando. Adorna


su cabeza con un tocado complicadísimo y tan alto como él.
Su aspecto es casi terrible. A ambos lados sus guerreros lo re­
verencian y lo resguardan. Este objeto pesa 20 toneladas.
N ú m er o 8 .Cabeza número 1. Las cabezas colosales de La Venta son
claramente retratos de personajes notables. El tipo negroide
con sus características más notables aparece también aquí.
El modelado es de una perfección absoluta así como la ex­
presión un poco bravia de este gigante que parece que va sa­
liendo de la tierra. Lleva una especie de casco y adornos en
las orejas. Pesa 20 toneladas.
N ú m e r o 9- Estela con personaje con lagarto.
CUARENTA AÑOS DEL PARQUE MIÍSEO-POEMA DE LA VENTA I OO

N ú m e r o 10. Este altar representa a un personaje delante del clásico

nicho de La Venta, llevando un niño en brazos. Es de todos


estos monumentos el más destruido.
N ú m e r o 11. Esta lápida, tratada en serpentina, muestra algo que

parece ser el principio de los numerales. Hay grupos de barras


de dos y tres. Lo que fue seguramente la parte más impor­
tante de este documento se ve destruida desde la antigüedad.
N ú m e r o 12. Este altar semidestruido presenta a un personaje sen­

tado y con la pierna izquierda flexionada hacia adentro. Lle­


va un rico turbante y pectoral. A su izquierda se ve una figura
de pie. En la parte lateral izquierda de este monumento está
el relieve más interesante de toda la colección. Dos persona­
jes hablan acaloradamente de acuerdo con la expresión de sus
manos. Llevan aparentemente barbas postizas. Uno de ellos,
el más importante, aparece sentado a mayor altura respecto
del otro. El dibujo de los cuerpos, a pesar del daño producido
por el agua y el sol durante muchos siglos de abandono, es
muy notable.
N ú m e r o 13. ¿Esbozo de escultura?

N ú m e r o 14. ¿ E s una diosa joven en su nicho... ? Esta escultura es

indudablemente una de las más antiguas de esta colección


dadas las proporciones incorrectas del cuerpo y a pesar de ello
tiene un encanto particular.
N ú m e r o 15. Este gran trono de piedra labrado en serpentina tiene

todavía visibles algunas inscripciones.


C r o q u is d e u b ic a c ió n
DE LOS MONOLITOS EN EL PARQUE MUSEO DE L a VEOTA
Vülabermosa, 7hbascol(l

EL PARQUE M 1 ÍS E 0 DE LA VENTA

39
1. Gran Altar con máscara de jaguar. f 5. ¿Aliar o (roño?, labrado en serpentina.
2. Mono mirando al cielo. 16. Personaje arrodillado en actitud de ofrenda.
3-Jaguar. 17. Estela del Hambre Barbado.
4. Tiburón. 18. Pequeño monumento con personaje viajero.
5. AharW uníal número 1. 19. Mosaico número 2, hecho con serpentioa, for­
6. Mosaico formando máscara de ¡aguar, labrado en mando geométricamente “ Máscara jaguar'*.
serpentina, número 1. 20. <Jaula para conservar vivo un jaguar divinizado?
7. Estelarle!rey. 21. Cabeza núm ero2, representando a un joven, de­
8. Cabeza número 1. teriorada.
9- Estela del personaje con lagarto. 22. Cabeza número i joven sonriente Copíade! ori­
10. Aliar número 2, muy deteriorado Personaje con niño ginal que se conserva en el Museo del estado.
en brazos. 23. Cabeza número 4, retrato de hombre viejo.
11. Lápida con inscripciones, labrada en serpentina. 24. Altar número 4.
12. Altar número 3, deteriorado, con notable bajo-relie­ 25. Objeto en forma de huevo y con inscripciones.
ve, con personaje conversando 26. Akar número 5, ¿monumento a la maternidad
13. ¿Esbozo de escultura?' 27. Monumento muy deteriorado, con personajes y
14. ¿Diosa jw en en su inicio? cabeza de buho.

Tomado de Museos de Tabasco, Guía Oficial, im a m , México, 1959. apéndice.


N ú m er o 16. Esta figura en actitud de ofrenda tuvo tal vez una pla­
ca de jade en la concavidad del objeto que lleva en las manos.
S in n ú m e r o . Sarcófago no colocado todavía.

N ú m e r o 17. Estela del hombre barbado. De todos los monumentos

aquí reunidos éste es el más inquietante. La presencia de un


personaje de tipo totalmente distinto a los representados en
los demás objetos nos hace pensar en un extranjero. Nótese
la cara angulosa y la nariz aguileña que lo diferencian tan
CUARENTA AÑOS DEL PARQUE M1ÍSEO-POEMA DELA VENTA

vivamente de todos los otros personajes representados. Un


hombre poderoso, del que se ha perdido desde hace muchísi­
mo tiempo el rostro, aparece frente a él. Los típicos hombres
de La Venta aparecen arribaen actitud volante. Uno de ellos lleva
una máscara terrible. Esta pieza pesa más de 20 toneladas.
N ú m e r o 18. Este pequeño monumento cilindrico, con las inscripcio­

nes características encima, representa a un recién llegado: su


paso es de camino y a su derecha puede verse la huella de un
pie humano que indica travesía Va desnudo y lleva faja y lujo­
sas sandalias, collar de cuentas gruesas y espléndido tocado. En
la mano izquierda, un banderín; la derecha sobre el pecho. El
dibujo de este cuerpo es perfecto. Parece bordado. A la izquier-
40 da del personaje hay tres jeroglíficos: un óvalo, un trébol y una
cabeza de pájaro. Se trata, probablemente, del nombre del per­
sonaje, del sitio de donde llega o de su virtud más característica.
Después del mediodía este objeto tiene la mejor luz para
ser visto y fotografiado.
S in n ú m e r o . Estas columnas de basalto natural las usaron los pobla­

dores de La Venta, hace tres mil años, sea para construir la tum­
ba regia o para delimitar un recinto de ceremonia.
N ú m e r o 19. Mosaico semejante al ya descrito con el número 8.

N ú m e r o 20. Trímba regia reconstruida aquí. Stirling encontró en

Huimanguillo, hace dieciséis años, una colección de precio­


sos objetos de jade que actualmente se exhiben en el Museo
Nacional efe Antropología de la capital de la república.
N ú m er o 21. Esta cabeza representa a un joven. A pesar del estado de
destrucción en que ha llegado hasta nosotros, es muy hermo­
sa. Compárela con la enorme cabeza que se ve en el fondo.
N ú m e r o 22. El original está en el Museo de Villahermosa. Aquí se

pondrá una copia posteriormente*


N ú m e r o 23. Esta cabeza representa a un hombre viejo, es la más

grande de todas y es, como todas una obra maestra.


N ú m e r o 24. Es el más pequeño de todos los altares de La Venta y

parece ser el más antiguo de todos.


N ú m e r o 2 5 . Esta piedra semiesférica iba a ser probablemente, otra

cabeza. Encima, las características inscripciones que hemos


advertido en otro monumentos.
S in n ú m e r o . Mosaico número tres no colocado todavía*

i EL PARQUE M 1ÍSEO DE U VENTA


N úm er o 26. Monumento que representa una madre con el niño en
brazos y dentro de un nicho aparente se inclina con ternura
hacia su hijo. Aparece sentada con las piernas cruzadas; lle­
va un gorro alto adornado con una carita de jaguar. A los lados
de este bellísimo monumento hay bajorrelieves de persona­
jes, masculinos y femeninos, llevando en brazos niños que
parecen tener máscaras de jaguar. Nótese la habilidad del es­
cultor mostrando las manos de los niños sobre los hombros
de los personajes. Las mutilaciones de este monumento, así
como las de otros, son muy antiguas.
N ú m e r o 2 7 . Altar adornado con cabezas de tecolotes. Al frente, sa­

liendo de un nicho, lacabeza de un personaje con barba apa­


rente. A los lados se ven personajes de pie señalando con el
dedo índice algo que parece ser un signo importante semi-
borrado en la parte de arriba. En el lado izquierdo puede ver­
se una garra y las dos piernas de un personaje. Otro personaje
aparece entre las dos cabezas de búho o tecolote.

* Piezas que nunca fueron colocadas.


Z O N f l A R Q U E O L Ó G I C A D E L A V E N T A 17

La zona arqueológica de La Venta está situada en el municipio


de Huimanguillo, Tabasco. Para los interesados en cuestiones
arqueológicas resulta muy importante su visita ya que fue el cen­
tro principal de la antigua cultura olmeca perteneciente a los
siglos II-I a. C.
Para llegar a La Venta es necesario trasladarse a Puerto México
[Coatzacoakos, Veracruz]; de allí por carretera aTonalá, Tabasco;
continuar después en lancha por ei río Tonalá y el arroyo Biasillo
hasta el paso Biasillo y, para terminar, hay que hacer una excur­
sión hacia el norte de diez kilómetros a pie.
La Venta debe haber sido una pequeña isla, situada entre la
desembocadura del río Tonalá y su afluente el Biasillo, pero ac­
tualmente sólo está rodeada de un enorme pantano. No se encuen­
tra piedra en la isla ni en lugares cercanos, por lo que los enormes
bloques usados en los monumentos de este lugar, deben haber sido
llevados desde lugares muy lejanos.
En La Venta se descubrieron cinco estelas, seis altares, seis
monumentos esculpidos y numerosas columnas de basamento.
Se exploraron algunas tumbas obteniéndose un tesoro de obje­
tos de jade de la mejor calidad, y también se encontraron varias
cabezas de guerreros, esculturas de tamaño colosal, cuyo signifi-

■7 íensciHotdesMecíamos, órgano oficial de la Asociación Mexicana de Hoteles. A. C., mareo,


México, 1963, p. 3.

[4 2 ]
cado constituye uno de los enigmas más interesantes de la arqueo­
logía. La mayoría de estos monumentos han sido transportados,
para su más fácil acceso, al Parque Museo de La Vienta, en la ciu­
dad de Villahermosa.
Para visitar estos sitios se recomienda un equipo apropiado
para excursiones en la selva que incluya botas altas, pantalones,
sarakof y termo para bebidas refrescantes. Hay que usar repelente
contra insectos.

O
%

43
_E LP¿PQ U E m useo de la V E N T A 18

Entre la ciudad y el aeropuerto de Villahermosa, en las márgenes


de la laguna de Las Ilusiones, enmarcado dentro de bellísimo pai­
saje tropical, existe uno de los museos más originales del mundo:
el Parque Museo de La Venta.
Este Museo reproduce de manera perfecta el ambiente de la
arqueológica ciudad de La Venta, habitada, en su tiempo, por los
misteriosos olmecas, de cuya cultura, una de las más importantes
de la antigüedad, nos han quedado obras de arte excepcionalmente
hermosa talladas en piedras y jade.
A este Parque Museo el distinguido poeta y museógrafo
tabasqueño Carlos Pellicer trasladó los principales monumentos
de La Venta: los altares, las cabezas colosales de guerreros, las es­
telas y las esculturas zoomorfas, así como los tres magníficos
mosaicos de serpentina que adornaban la plaza principal de aque­
lla ciudad que florecióen los siglos 11-1 a C., y que aquí en el Museo
producen efecto de extraordinaria belleza. Estos monumentos han
sido colocados aproximadamente en su ubicación original, y pro­
ducen las sorpresas más agradables e inesperadas en el visitante
que se pasea por el Parque.
El Parque Museo se enriquece además con un muestrario
zoológico de la fauna regional.

'8 k le m , p. 4.

[44]
El contenido de este Museo al aire libre se complementa con
el del Museo de Tabasco, obra también de Pellicer, ubicado en el
centro de Villahermosa, algunas de cuyas salas están dedicadas
también a la cultura olmeca.

i EL PARQUE M U S E O DE LA VENTA

45
Documentos
sobre el Parque
Museo de La Venta
EL JAGUAR QUE C O N T E M PLA LOS ASTROSls

Paul Weslheim

En el Museo de Tabasco de Villahermosa, las obras del México an­


tiguo están presentadas de tal manera que el visitante cree encon­
trarse en un museo de arte. Gracias a la sensibilidad artística de
Carlos Pellicer los muchos objetos que llenan las once salas reve­
lan, asombrosamente, su esencia creadora. Pellicer ha compren­
dido que la tarea sustantiva de un organizador de museo es
humanizar el pasado, o sea acercarlo como vivencia espiritual y
artística al hombre de nuestros días.
Entre las zonas arqueológicas situadas en el territorio del esta­
do de Tabasco sobresale porsu importancia La Venta, centro de cultu­
ra olmeca, donde se crearon, probablemente unos siglos antes de
nuestraera, los monumentales altaresy cabezas, excavados por Stirfing.
Los olmecas no sólo forjaron una gran cultura; es muy probable
que a ellos se deban las concepciones religiosas en que posteriormente
se basaron las llamadas culturas clásicas. En las discusiones de la mesa
redonda de 1942 en tomo al problema de “ Mayas y olmecas” , en
que los arqueólogos acordaron poner aesapartede la cultura olmeca
el nombre de “ Cultura de La Venta” , Enrique Juan Palacios dijo:19

19 Este articulo es, sin duda alguna.el testimonio de uno de los arqueólogos más importantes
de este siglo, sobre la capacidad museográfica de Pellicer. Paul Westheim, "El jaguar que
contempla los astros", Revista Universidad de México, iinasi, agosto, México, 1955, tra-
ducctón de Mariana Píenle

[49]
No hay sino un gran tronco cultural en México (el olm eca). Ramas se­
gregadas de ese gran tronco, colum na vertebral de la cultura, fueron la
civilización maya y la zapoteca, ambas apartadas desde tan antiguo que
florecieron independientemente.

Una de esas ramas, la de los mayas, se extendió por la región de


Tabasco.
Es natural que la misión principal del Museo de Tabasco
CUARENTA AÑOS DEL PARQUE MWSEO-POEMA DE LA VENTA

sea recoger y conservar las obras creadas y encontradas en su pro­


pio territorio. Pero no se limita a esto. Valiéndose de modernos
recursos didácticos, procura dar una idea del desarrollo artísti­
co que tuvo el conjunto de las culturas precortesianas, dentro del
cual las obras de Tabasco se destacan con un sello propio y origi­
nal. De varias creaciones características -com o la Coatlicue az­
teca y el adolescente huasteco, conservados en el Museo Nacional
de Antropología, o bien de los murales de Bonampak, decoracio­
nes de paredes en lo más intrincado de la selva chiapaneca- se
exhiben buenas copias.
No pretendo dar en este lugar una descripción del Museo de
Tabasco, que ya tiene más o menos tres años de vida. Quiero ha-
50 blar de lo más emocionante que hay en él: de la sala de La Venta
en el sótano del extenso edificio. Ordenada con suma objetividad
y reserva, dej a hablar las obras expuestas en ella su propio lenguaje.
Así se logra que aquellos símbolos sagrados produzcan, según la
voluntad de sus anónimos creadores, un efecto avasallador, el efec­
to de lo sobrehumano.
Dos vigas, que sostienen el techo, apoyadas por pilares de ma­
dera, dividen la sala de tal suerte que las esculturas, ópticamente
aisladas, parecen hallarse dentro de nichos. En la sala reina una
penumbra mística. Cree uno entrar en una cueva, en un misterio­
so lugar de congregación de dioses. En las figuras, iluminadas
indirectamente, se destacan con claridad todos los detalles, como
si brillaran con su propia luz, lo que contribuye a aumentar el
efecto misterioso. Al fondo, en el centro, se yergue monumental la
cabeza del llamado “ guerrero sonriente” .
En una de las paredes laterales se encuentra la figura de una
enana arrodillada, de rostro tipo “ baby-face” , llamada “ la Abue-
lita” y designada por Stirling como “ monumento 5” . Esta figu­
ra es indudablemente una de las manifestaciones, más tempranas
del culto del maíz. La caja que sostiene en las manos es la caja
celeste en que el dios de la lluvia o la diosa de la luna recogen el
agua de la lluvia, el “ semen divino” que la deidad manda del cie­

| DOCUMENTOS SOBRE EL PARQUE M U SEO DE U VENTA


lo para fecundar el grano de maíz en el seno de la tierra. El casco
que lleva en la cabeza, una estilización del peinado usual en la
zonadel Golfo -e n la cabeza, rapada de los lados, los cabellos de
en medio están recogidos en lo alto, formando una especie de cres­
ta- podría simbolizar también la resurrección del dios del maíz:
la punta de la hoja, con la cual la planta perfora la costra de la
tierra para resurgir del mundo inferior, mundo de los muertos,
hacia la luz del día.
Junto a esa figura se halla otra escultura monumental de
piedra, representación de un jaguar sedente, o de un hombre-
jaguar,con una máscara delante del rostro, una de las más gran­
diosas creaciones de la cultura de La Venta. (Desgraciadamente 51
no posee el Museo ninguna fotografía que corresponda a la im­
portancia de esa obra singular.) Parece que hasta ahora la litera­
tura sobre el México antiguo no se ha interesado por ella, aunque
invita al análisis, y no menos por sus valores plásticos que por la
índole de su significación mítico-religiosa
Ese jaguar sentado acusa la misma plasticidad que las cabe­
zas colosales de La Venta Como en ellas una alta disciplina for-.
mal, que aprisiona lo corpóreo a la vez que lo supera, convierte en
imagen conceptual la realidad observada, estupendamente obser­
vada. Como en ellas la meta creadora es la monumentalidad, la
fuerza expresiva, el vigor elemental. Distinta es sólo la articula­
ción de la masa Aquellas cabezas están estructuradas como masa
de bloque cerrada, cúbico-geométrica: un cilindro por encimadel
cual se abomba una semi-esfera. El contorno no se interrumpe
jamás. No hay salientes y sólo insignificantes depresiones. Los
detalles que caracterizan la escultura como cabeza humana: la
boca, los ojos, las orejas, el casco que cubre la cabeza, dan la im­
presión de estar grabados en la superficie; y movimiento de super­
ficie es lo que se logra con ellos. En el jaguar, en cambio, hay
movimiento dinámico de la masa misma. En lugar de la forma
CUARENTA AÑOS DEL PARQUE MlíSEO-POEMA DE L \ VENTA I

cerrada, determinante del volumen en aquellas cabezas humanas,


el contorno se impone mediante vigorosas salientes que penetran
en el espacio aéreo. La masa está aligerada: se despliega en enér­
gicos acentos cúbicos, que producen a la vez efectos intensos de
luz y sombra. Pero esa estructura distinta no significa de ninguna
manera que se sacrifique la tendencia creadora que confiere al arte
de La Venta la monumentalidad. También en esta obra la concep­
ción parte de una forma básica cúbico-geométrica. El zócalo, sobre
el cual se yergue la figura, es un bloque rectangular, delimitado
por caras verticales. (De acuerdo con esa tendencia vertical las
patas traseras están aplanadas y apretadas contra el cuerpo.) El
lomo y las dos patas delanteras forman por encima del zócalo
una pirámide, en cuya cúspide descansa la cabeza de curvas ova­
ladas, característica del arte olmeca. Como en las cabezas colo­
sales, las facciones están configuradas mediante depresiones y
ligeras convexidades, pero de tal suerte que laformaovalada no que­
da destruida en ninguna parte. Esta cabeza está echada totalmente
hacia atrás, de manera “ no natural” ; forma, sobre la masa del
cuerpo yacente, un volumen horizontal, que corresponde a la
horizontal del zócalo. Así surge un bloque ideal de planta rectan­
gular, dentro del cual está estructurado el cuerpo. Podríamos to­
mar la posición artificial de la cabeza por un capricho del artista.
Pero teniendo presente que dentro de la estructura plástica de las
cabezas colosales el factor esencial es la estricta incorporación de
todas las posiciones de la masa a la forma cúbico-geométrica, no
podemos rechazar la idea de que también aquella posición de la
cabeza es meditada y preconcebida: de que los desconocidos es­
cultores de La Venta ya habían comprendido que la creación ar­
tística es creación formal. Una estética incapaz de emanciparse de
los cánones del neoclasicismo, que además no ve en la forma sim­
bólica sino el motivo y el tema, clasifica ese arte de La Venta como
“ arcaico” y “ primitivo” .
El dios jaguar, que posteriormente se convertirá entre los pue­
blos nahoas en Tezcatlipoca (y en Tepeyollotl, afín a éste, el dios

DOCUMENTOS SOBRE EL PARQUE M U SEO DE LA VENTA


de las cuevas, el “ corazón del mundo”) es una de las concepcio­
nes religiosas que tienen su origen en la zona del Golfo, y muy
probablemente dentro del complejo cultural considerado como
olmeca. Se puede suponer que era la deidad tribal de los olmecas: la
boca olmeca no es sino la estilización de las fauces del jaguar; los
totonacas, que adoptaron de los olmecas muchos objetos rituales
-e l yugo, la palma, el hacha ceremonial- también tomaron de
ellos el concepto del dios jaguar. Así como los aztecas eran infati­
gables en la representación de la serpiente, emplumada y sin plu­
mas, así el arte de los pueblos establecidos en la zona del Golfo
consideraban su tarea principal el crear efigies de su animal sagra­
do: el jaguar. Lo representaban en todas las variaciones y materiales 53
concebibles: en piedra, en jade, en barro; como figurita pequeña y
como escultura monumental. Covarrubias habla de la “ obsesión
felina” de esas culturas.
También el concepto de Quetzalcóatl procede de la región
del Golfo. Es cierto que Sahagún dice de los olmecas “ que eran
hijos de Quetzalcóatl” y también Francisco Planearte y Navarrete
afirma que Quetzalcóatl es “ el jefe de los olmecas” , pero pode­
mos tener por seguro que ese concepto surgió en la vecina Huasteca.
Alva Ixtlilxóchitl escribe: “ .. .y estando en la mayor prosperidad
llegó a esta tierra un hombre a quien llamaron Quetzalcóatl” .
Jiménez Moreno lo designa igualmente como “ una deidad consi­
derada como de origen huaxteco” . Pero parece que entre los
olmecas la idea del dios sacerdote tuvo un desarrollo ulterior y ante
todo en su aspecto decisivo: como organizador del sistema
calendárico. Miguel 0. Mendizábal {Ensayossobre las civiliza­
cionesaborígenesamericanas) dicede losolmecas, refiriéndose a
\c&Anales de Cuauhtitlán:

.. siguieron estudiando los cielos y el curso de los astros, y un gran sacer­


dote de esa nación, Quetzalcóatl, logró escudriñar las concordancias cí­
CUARENTA AfiOS DEL PARQUE MUSEO-POEMA DE LA VENTA I ^

clicas entre los movimientos del sol y del lucero d ela m a ñ a n a y d e la tarde,
que se verifican cada ocho años solares.

En vista de esa afirmación de losAnalesdeCuauhtitlán, quisiera


interpretar la figura del Museo de Tabasco con su cabeza echada
hacia atrás y su mirada dirigida intensamente hacia arriba, como
imagen del dios jaguar (o bien del sacerdote que lo representa)
“ estudiando los cielos y el curso de los astros” .
TRAS LA HUELLA
DE UN MISTERIO DE H ^ CE 25 SIGLOS20

CarlosPellicer21

En el horizonte de las antiguas culturas de México existe la huella


de un pueblo misterioso que ha dejado vestigios de su genio mag­
nífico.
En los escritos del incomparable fray Bernardino de Sahagún,
pleno siglo xv), se nos dan noticias de un grupo humano conocido
por el nombre de olmeca, palabra que se deriva del vocablo ulli,
que significa hule; esto viene a significar la palabra olmeca.
Hace algunos años, en una reunión de arqueología celebra­
da en Hixtla Gutiérrez, se desechó el término de cultura olmeca
prefi riéndose el de cultura de La Venta para esa civilización miste­
riosa, tan original que según algunos estudiosos dio origen a casi
todas las otras grandes culturas prehispánicas que florecieron en
suelo de México. Se pretende, por datos conseguidos científicamen­
te, que la llamada cultura de La Venta es anterior en varios siglos
a la Era Cristiana. Su difusión fue enorme; pues encontramos sus*2

20 Revista Impacto, núm. 299, México, 1955, pf>. 24-33


2• Carlos Pellicer, sin duda uno de los más destacados poetas de Latinoamérica, por el mo­
mento ha dejado en reposo a sus musas y dedica su tiempo a estudios arqueológicos en su
tierra natal, Tahasco. Pellicer ha realizado importantes investigaciones en la región de La
Venta, donde se encuentran restos de una civilización rodeada de misterios e incógnitas, a
la que el propio poeta y arqueólogo considera perteneciente a la cultura olmeca. Pellicer,
además, ha fundado un Museo Regional en la capital del estado.Nota introductoria reali­
zada por la mnstalmpaclo.

[55]
vestigios en casi todo el territorio mexicano, y también en suelo
guatemalteco. Sus mayores y más importantes monumentos se en­
cuentran en el sur de Veracruz y en el norte de Tabasco. En este
último estado existe una aldea de formación reciente, conocida con
el nombre de La Venta, junto a lacual se hallan las más soberbias
manifestaciones de la cultura de este pueblo, que estableció allí
su más importante centro ceremonial dado el número y la mag­
nitud de los monumentos que en ese lugar todavía pueden admi­
CUARENTA AÑOS DEL PARQUE M1ÍSEO-POEMA DE LA VENTA

rarse. También en una pequeña localidad cercana al gran centro


petrolífero de Minatitlán, estado de Veracruz, llamada San Lorenzo
Tenochtitlan, se encuentra un grupo de esculturas que rivalizan
con las de La Venta.
Por los rasgos faciales se trata probablemente de gente pareci­
da a las de la raza negra: cara redonda, pómulos salientes, labios
gruesos, muy dibujados, ojos grandes, nariz ancha, etcétera. Una
pequeña cabeza de barro exhibida en el gran Museo Arqueológico
de Villahermosa, Tabasco, da los rasgos anotados, más el dato del
cabello crespo que no podemos ver en las cabezas colosales de La
Venta y de San Lorenzo, pues en éstas notamos la presencia de una
especie de casco que recuerda mucho el de los jugadores de fútbol
56 americano.
Los monumentos de La Venta y de San Lorenzo se caracteri­
zan por su masa. Son esculturas colosales que representan cabe­
zas que miden entre 1 metro y 60 de alto hasta de 2 metros 75. Son
indudablemente retratos de hombres notables, jefes famosos en la
paz o en la guerra. Estas cabezas no corresponden a cuerpo algu­
no y ésta es una de las mayores originalidades de estos monumen­
tos. No hay en la historia del Arte Universal caso semejante. Acusan
un gran realismo y una seguridad y maestría en el dibujo y en el
modelado. Pero son retratos, porque en cada una de ellas podemos
estudiar claramente los rasgos característicos no solamente del ser
sino del modo de ser de estos hombres que fueron célebres hace
25 siglos. Estas cabezas tienen un peso que varía entre las 4 y las
15 toneladas. Yo hice trasladar en 1952 una de estas cabezas gi­
gantescas: la del joven guerrero que sonríe y que hoy puede admi­
rarse en el Museo de Tabasco. También hay estelas en las que la
labor realizada en bajo relieve es como en las cabezas, de una per­
fección absoluta. Hay otros monumentos que hemos convenido en
llamarles Altares, también gigantescos y en los que la figura hu­
mana aparece soberbiamente representada.
El explorador m is notable tanto de La Venta como de San Lo­
renzo Tenochtitlán, es el arqueólogo norteamericano Mathew

DOCUMENTOS SOBRE EL PARQUE M W SEO DE LA VENTA


Stirling, que en los años de 1940,1941 y 1942, exploró los sitios
ya anotados. El arte de los escultores de La Venta es sobrio, simpli­
ficado y sumamente fuerte. A veces las composiciones como el ma­
ravilloso pectoral de jade que puede verse en el Museo Nacional de
México, la composición es genial. La forma de la boca del jaguar
influye notablemente en las esculturas hechas en. jade o en barro,
y este felino tiene una proyección muy honda en muchas de las
representaciones plásticas de esta gran cultura.
La cultura de La Venta parece ser el nudo de donde partie­
ron en siglos posteriores los albores de las culturas maya y
zapoteca, así como la comúnmente llamada totonaca y también
influyó en forma vigorosa en el desarrollo de la civilización 57
teotihuacana.
México tiene en los monumentos de La Venta y San Loren­
zo, una de las expresiones más estupendas de la escultura uni­
versal. Pero el misterio rodea y hace más poética y fascinante la
búsqueda de sus orígenes y el establecimiento de sus principios
históricos.
CART(JLDE ALFONSO TARACENA A CARLOS PELLICER22

Mayo 10 de 1957
Sr. Carlos Pellicer Cámara
Villahermosa, Tab.

Mi querido Sobera De la flor:

No puede usted imaginarse lo bien que quedaron las fotografías


de La Venta. Es un artista el tal Aurelio. Ya escribí con una de ellas
el primer artículo cuya copia puede ver usted en Rumbo Nuevo
que creo lo publicará el domingo 19. Verési envío lanegativapara
que salga ilustrado también, como aquí en Revista de Revistas
de ese día. Ésta se la remitiré. Como sé lo flojo que es usted en lo
que se relaciona con sus amigos, le abreviaré el trabajo diciéndole
que el artículo mío en RevistadeRevistas lo hallará usted en las
primeras páginas. Se lo digo porque si no lo encuentra a las pri­
meras de cambio, avienta usted el ejemplar al cesto.
Mi querido Sobera: todavía no recibo respuesta a las pregun­
tas simbólicas que le hice de las cabezas. Mi dirección exacta está
arriba de esta carta, en la esquina izquierda. No deje de enviárme­
las, por favor, porque me urgen o me veré precisado a decir de mi
ronco pecho cuanto me venga en gana. Allá se lo haya, porque si

22 Alfonso Taracena y Carlos Pellicer sostuvieron una gran amistad, prueba de ello es la si­
guiente carta.

[5 8 ]
en este mi primer artículo le trato bien, yo no sé lo que sucederá si
me enojo. Cuando piensesalir a La Venta o venirse a ésta, le ruego
también me lo diga para no remitirle en esos días lo que vaya yo
publicando. Adiós y que se conserve bien. No le oí quejarse de nin­
guna vértebra en La Venta ni cuando estuvimos en Villahermosa.
Quiera Dios que ya haya sanado radicalmente. (Por acá se ha ce­
lebrado su indumentaria despreocupada y genial. Dicen que si así
anduvo usted recorriendo las cortes metropolitanas en busca de
ayuda para los refugiados de La Venta y darles asilo en el Parque

DOCUMENTOS SOBRE EL PARQUE MUSEO DE LA VENTA


Tabasco, como yo digo, no es extraño que no haya encontrado a
nadie que le hiciera caso, hasta que el general Orneo de los Lla­
nos se condolió de usted y de los que exiliados.
Elenita Poniatowska dice que lo admira a usted mucho.
Muchas gracias por el viaje que por mediación de usted hicimos a
La Venta. Si puede, envíele un ejemplar aunque sea del Rumbo
Nuevo a Germán Arciniegas, cuya dirección no sé, testimonián­
dole mi admiración.

Alfonso Taracena23

59

23 Archivo del Musco Regional de Antropología "Carlos PelUcer" de ViRahermesa, Tabasco.


CARTAI D E C A R L O S P E L L I C E R A E U S E B I O D À V A L O S M

31 de julio de 19572425
Sr. Dr. Eusebio Dávalos Hurtado
Director del Instituto
Nacional de Antropología
Córdoba 43, México, D.F.

Muy estimado amigo:

Aunque usted no ha tenido a bien, seguramente por causa de tem­


blores, responder mi última carta yo le envío estas líneas para
decirle todo lo que sigue: que el gobierno de Tabasco les giró a us­
tedes la cantidad de $1,250.00 para gastos de empaque y flete del
mosaico de La Venta que ustedes nos devolverán a la brevedad
posible, pues aunque no venga al caso, me complazco en partici­
parle que el traslado de las esculturas de La Venta está ya muy
adelantado, pues tengo ya quince esculturas sobre sus bases fal­
tándome solamente cinco, más la tumba y la numerosísima
postería de basalto. Es probable que ahora en agosto traiga cuatro
de las esculturas faltantes, pues hay una que pesa cerca de cinco
toneladas y para la cual necesito ir a México a conseguir trans-

24 Carta relacionada con el Parque Museo de La Venta que envía Carlos Pellioer a Eusebio
Dávalos Hurtado, director del Instituto Nacional de Antropología e Historia, en ese tiempo.
25 Jorge Priego Martínez. Suplemento Cullitrul del periódico Novedades de Tabasco Marzo 6
de 1988.

[6 0 ]
porte que pueda soportar dicha carga. Aunque no es correcto y opor­
tuno comunicárselo pero me complazco en decirle que todo hasta
ahora respecto al traslado de las cosidas de La Venta a Villahermosa,
se ha efectuado con el mayor buen éxito y que ya colocadas en
70,000 metros cuadrados, en uno de los escenarios más bellos que
pueda uno imaginar, el Parque Arqueológico de La Venta le dará a
la modestísima ciudad donde nací, una indudable categoría inter­
nacional. He procurado hasta donde el pequeño espacio me lo per­
mite - 7 hectáreas- reproducir en lo posible el orden en que se

¡ DOCUMENTOS SOBRE EL PARQUEMWSEO DE LA VENTA


encontraban originalmente los muñequitos. Sólo en dos ocasio­
nes tuve necesidad de sacrificar en parte la verdad a la belleza: la
ortografía topográfica a los valores poéticos del paisaje. Monos y
venados en libertad darán al visitante la sorpresa animal necesa­
ria en medio del quietismo milenario de las esculturas. Confío en
que ustedy el señor Bemal tengan abien aceptar la invitación que
desde este momento yo les hago en nombre del gobierno deTabasco
para venir a acompañamos a fines de septiembre a la inaugura­
ción del Parque de La Venta. Mire doctor cuando el 13 de junio próxi­
mo pasado a las 11 de la mañana comencé a mover el gran al tar de
38 toneladas, algo muy hondo escuché dentro de mí. Y cuando a
las tres y media de la tarde de ese mismo día vi partir el enorme 61
Mack llevando lentamente el gran monumento, mi emoción rom­
pió todos los límites y un rumor de siglos desconocidos llenó el
pequeño y humilde horizonte de mi vida. A los cinco años de ba­
talla, mi viejo proyecto está realizándose.
Vea doctorcito, vamos ahora a la parte poética de todo este pro­
saico y deplorable asunto: me urge saber a la brevedad posible, si
ustedes pueden, si su hoy floreciente Instituto nos va pagar dos
guardianes con el impresionante sueldo de $8.00 diarios, pues de
lo contrario nuestra situación aquí en punto a vigilancia en el
Parque de La Venta sería casi nula. Creo que es lo menos que no­
sotros podemos solicitar de ustedes y confío en que el esfuerzo que
acá estamos realizando merezca la colaboración que estoy solici-
tándole. El gobierno de Tabasco pagará el sueldo a un conserva­
dor y materialmente no puede hacer más. Los dos nombramien­
tos que solicito de usted serían con fecha I o. de septiembre. ¿Nos
negará usted lo que le estoy pidiendo?
Le pedí a usted el otro día media docena de cabecitas zapotee as
de las que hay centenares en el almacén de San Ángel. Me urge
mucho.
¿Qué, ni siquiera dos o tres figurillas dejainade las que llevó
CUARENTA AÑOS DEL PARQUE MIÍSEO-POEMA DE LA VENTA

la señora Leonard26 cederá ese Instituto al Museo de Tabasco que


está en la más grande indigencia arqueológica?
Haga usted un esfuerzo por contestarme esta carta rápida y
sabrosamente.
Le abraza con el cariño y el respeto de tantos siglos su pobrecito
amigo.

Carlos Pellicer Cámara

62

26 Carmen Cook de Leonard


C A R T A D E C A R L O S P E L L IC ^ R A A L F O N S O R E Y E S 27

Villahermosa, Tabasco, a 19 de septiembre de 1957

Al Poeta y Maestro
Alfonso Reyes, en la Ciudad de México

Me alegré muchísimo al saber que las cuchilladas que te dio un


tal Pesqueira en complicidad del as de corazones fueron favora­
bles a pueblos y naciones. Alfonso, por si no lo sabes, te lo diré: yo
te quiero mucho y te admiro hasta donde puedo; es decir, ya no
puedo más.
Cuando yo regrese a la capital iré a verte y te platicaré de las
cosas en que ando metido; aquí ando moviendo y trasladando
milenios de 38 toneladas. [Oyeras cómo crujen! Y cuando se aco­
modan sobre la plataforma del “ Mack” , el que sigue crujiendo soy
yo. Figúrate que cuando moví la Gran Piedra Triunfal -ésa de 38
toneladas- pasé la noche sentado pensando que la formidable es­
cultura venía por la carretera a razón de 20 kilómetros por hora y
desde una lejanía de más de 150 kilómetros. Ya he trasladado27

27 Esta caita fue remitida por Carlos Pellicer a Alfonso Reyes, y en ella le inform a de los ú lti­
mos detalles que le estaba dando al Parque Museo de La Vfenta. También confirm a este
documento que Pellicer, en 1952, ya pensaba en la organización del museo, cuando m ani­
fiesta: " . . . yo hace cinco años pensé en la chingamusa ésta ..." y de igual, en 1957 ya lo
consideraba " . . . [como] la obra de m i vid a .. . JomadasPálicertams, Mirando d ríóde
aquellas tardes, EstudiosobreCariosPdliceq gobierno dd estado de Tdasco.ier, México, 1990,
pp. 214 - 217. Compilador Samud Gordon.

163]
quince monumentos. Me faltan aún cinco esculturas -u n a de ellas
de cerca de 50 toneladas: ociosidades del volum en- más un se­
pulcro megalítico y un gran sarcófago -atascado de siglos. He
tenido que ponerme a régimen para envejecer lo suficiente y estar
a tono con estas piedras maravillosas que por ser desconocidas,
cuando yo dé por terminada la mise enpublic28, asombrarán a
los mundos.
Pero hombre: figúrate un poema de siete hectáreas. Con ver­
CUARENTA AÑOS D a PARQUE MtíSEO-POEMA DE LA VENTA j

sos milenarios y encuadernados en misterio. Naturalmente a ori­


llas de un lago con algunos errores llamados cocodrilos. La
settimana ventura29 soltaré allí mismo catorce venados que le
darán rápida puntuación a tan magnífico texto. Aquí en Tabasco
ya sabes que se hila muy delgado. Cuando vas a cortar una flor, se
te va pues resultó ser una mariposa, y viceversa. No somos culpa­
bles. ¡Allá el sol! En el mismo predio estoy organizando un zooló­
gico con las solas especies tabasqueñas. Tenemos un pájaro que
es como la paleta olvidada de un pintor muy joven. También el
tapir que es un proyecto descalificado de rinoceronte. Con muy poco
esfuerzo completaré lo botánico y de esa manera los tres reinos es­
tarán en mí. Y te digo en m í porque ya toda esta negocia es parte
64 de mi cuerpo.
Todo este manoseo de siglos a la luz del día me ha confirma­
do que hay que pasar la vida jugando. Claro, jugando y conjugando,
y nada de participios: a darle que es gerundio. Pobres los que se
empeñan en jugar en serio, porque están Xodidos. Porque mira
Alfonsito: cuando yo hace cinco años pensé en la chingamusa ésta,
me dije: ¡a ver qué sale! Y claro, lo que ha salido es una cosa tre­
menda, pero deliciosa. Y es la obra de mi vida. Estoy haciendo un
poema con los tres reinos y mucho Hombre. En pequeños refugios
de jahuacte y huano -cañ a y palm era- contra la lluvia o el calor

28 Expresión en francés que se puede interpretar como la puesta en escena.


29 Expresión en italiano que se puede interpretar como la semana venidera.
habrá libros de madera con textos brevísimos sobre la Naturaleza
y el alma. Cuando quieras escríbeme algunos -frases, bien enten­
dido- que haré incidir sobre planchas delgadas de maderas pre­
ciosas. Así, el visitante bueno o malo, tendrá que fregarse y encontrará
su sitio. Como ves, a lo mejor todo esto va a resultar bien sabroso.
Claro, habrá aguas frescas -d e frutas tropicantables- y a escondi­
das venderemos Coca-Colas con mentadas de madre. Dentro de un
mes regresaré -Dios mediante- a Las Lomas y llamaré por teléfono
para ir un día a detallarte más esta información. ¡Aunque te duer­

DOCUMENTOS SOBRE E l PARQUE M 1ÍSEO DE LA VENTA


mas! Y el Parque Museo-Poema de La Venta, en esta fea
Villahermosanó lo podré terminar sino hasta junio venidero. Pero
ya está muy adelantado.
Saludos para Manuela. Al punto y mole. También para tus
preclaros agresores. ¡La sabiduría siempre hiere!
Juega con esta carta y un fósforo encendido, verás ¡qué color!

Tli pobrecito
Carlos Pellicer

65
EL PA RQUE DE LA VENTA30

Alejo Carpentier

En su último número, la revista L’Oeuñconsagra un importante


artículo, ilustrado eon bellas fotos, al Parque de La Venta, creado
en Villahermosa por el poeta Carlos Pellicer, donde ahora pueden
admirarse las grandes esculturas olmecas, cuyo descubrimiento,
realizado en 1943 por el arqueólogo norteamericano Stirling, tuvo
una resonancia mundial. En efecto, hasta aquel momento no se
sospechaba la existencia de esas gigantescas cabezas de piedra,
enterradas en las turberas de Coatzacoalcos, que constituían una
extraordinaria novedad dentro del conjunto del arte mexicano.
Siempre desprovistas del cuerpo, las enormes esculturas, casi esféri­
cas, surgían del suelo, al cabo de siglos, para mostrarse a los hom­
bres de esta época. Primero se había dicho que la civilización olmeca
databa de los primeros años de nuestra Era. Pero, al ser sometidos al
veredicto del carbono 14, algunos vestigios que hoy pueden verse en
el Parque de La Venta revelaron una antigüedad mucho mayor, si­
tuando a sus artesanos en el primer milenio a. C.
“ La cultura olmeca -dijo Alfonso Caso, con su inmensa auto­
ridad en la materia- es madre de todas las culturas que luego se de-*5

30 Este es el artículo que me inspiró la realización del presente trabajo y fue publicado o rig i­
nalmente . .en la sección ‘Letras y Solfas' del p e riódico s A to :» « « /d e Caracas [ . ]del
5 de octubre de 1958... ” , pp 81-85 Fáix Báez-Jorge, selección, notasy estudio introductorio,
Obras completas deAlejo Carpentier, ioscotâmes tkibombre.Si&XXi.Méúco, 1994,
solapa.

[6 6 ]
sarrollaron en México.” Y Paul Westheim, discípulo del gran
Worringer: “ La Venta crea las normas y las tendencias que habrán
de determinar la actitud estética del hombre precolombino, carac­
terizada por la aversión a lo puramente descriptivo” ... Hoy, Carlos
Pellicer ha colocado las cabezas ciclópeas, las máximas tallas y es­
tatuas encontradas hasta ahora, en un jardín acogedor, lleno de
exuberantes vegetaciones tropicales, que constituye uno de los más
hermosos museos al aire libre que pueden visitarse en América.
¿Y cómo explicar ese culto a los gigantes entre los olmecas,

DOCUMENTOS SOBRE EL PARQUE M U S E O DE LA VENTA


precursores de artes futuras? Se cita al respecto un curioso frag­
mento de la Historia de los chichimecas, escrita poco después de
la conquista de México por uno de los descendientes de los reyes
de Texcoco, convertido al catolicismo:

Las crónicas más respetables de los tiempos de la idolatría hacen alusión


a una Primera Edad que se inició con la creación. Fue la Edad del Sol de
las Aguas. Esa Primera Edad terminó con un diluvio universal que hizo
perecer a todos los hombres y a todas las criaturas. La Segunda Edad, la
del Sol de la Tierra, terminó con un terrible terremoto. Se abrió el suelo;
las montañas se abismaron o desplomaron, matando casi a todos los hom­
bres Fue esa Segunda Edad un reinado de gigantes, seguida de la Tercera
Edad, la del Sol del Aire, que terminó en un viento tremendo por el cual
fueron derribados los árboles, los edificios y hasta las rocas. Durante este
tercer periodo, vivían ya los olmecas. Según se ve en sus historias, eran
hombres venidos del Oriente, en naves y canoas, que se habían instalado
en las orillas del río Atoyac. Allí encontraron a algunos de los gigantes de
la Segunda Edad, que habían escapado de la destrucción de los seres vi­
vos. Éstos, orgullosos de su fuerza, sometieron a los recién llegados a una
servidumbre atroz. Los hombres, para deshacerse de ellos, los invitaron a un
gran banquete, los embriagaron y los asesinaron con sus propias armas...

¡Otra vez el diluvio universal! ¡Otra vez el reinado de los gigantes!


Dos elementos míticos que se encuentran en todas las leyendas
cosmogónicas de Asia, de la cuenca mediterránea, de América.
Gigantes sabios o gigantes terribles, que acaban por ceder la Tie-
rra a los hombres, luego de haberlos instruido o de haberlos he­
cho padecer. Gigantes adorados acaso por los olm ecas... Tan te­
naz es el mito en la memoria de los hombres que nos dejamos llevar
por la imaginación hacia las fascinantes, aunque peligrosas, hipó­
tesis emitidas hace algún tiempo por el malogrado Denis Saurat,
en su poético e inquietante libro: LaAtlántiday el reino de los
gigantes?11 3
CUARENTA AÑOS DEL PARQUE MUSEO-POEMA DE LA VENTA I ° 0

31 La fascinante civilización olmeca ha motivado la atención de destacados investigadores.


Enire los autores más prolfficos (según nos lo hace saber Francisco Beverido Pereau en su
recopilación bibliográfica) destacan Miehael D. Coe, Ignacio Bemal, Román Piña Chan,
David Grove y Mattew W. Stirling. Vale la pena recordar la interesante opinión que Jacques
Soustelle externara en Losolmecas, completísima obra de síntesis, en el sentido de que así
como se ha comparado a los aztecas con los romanos y a los mayas con los griegos, los
olmecas podrían equipararse a los sumerios: “ largo tiempo desconocidos, como ellos; pre­
cursores, como ellos; hundidos bajo los escombras de los milenios, como ellos, y ocultes a
nuestros ojos por los vestigios de los pueblos que les han sucedido". En efecto, la aprecia­
ción de Alfonso Caso sigue siendo válida: laolmecaes la cultura madre de Mesoamérica; lo
que todavía no tenemos claro es la identificación de su descendencia étnica. La primera
fase de La Venta, el llamado “ corazón de la cultura olmeca", se remonta a 1100-1000 antes
de nuestra era. Consúltese). Soustelle, Los olmecas, México, ice , 1984 (primera edición en
francés, París, UbrairieArthaud, 1979), y Francisco Beverido Pereau, Bibliografía olmeca,
Xaiapa, Universidad Veracruzana, 1986. Una información actualizada respecto al avance
de las investigaciones sobre los olmecas puede leerse en Arqueología, revista de la Direc­
ción de Arqueología del nuil, núm 3, enero-junio, México, 1991; incluye valiosas aporta­
ciones de Beatnz de la Fuente, Miehael W Love, Thomas A. Lee Jr„ entre otros. (Nota de
Félix Báez-Jorge.)
¿PROFESIÓN?;
ARQUITECTO DE BELLEZA... NATURALMENTE
NOS REFERIMOS A CARLOS P E LLICER

Héctor Manuel Romero

Vaya problema el del empadronador de la Dirección de Estadísti­


ca que allá, en las Lomas de Chapultepec, por el rumbo de Santa
Teresa, hubo de censar la profesión de Carlos Pellicer. ¿Poeta?
¿Maestro? ¿Esteta? ¿Arqueólogo?... Y así como la de Antonio Ruiz
Galindo es difícil de definir -p or más que un reportero norteame­
ricano la clasificó con una sola palabra ejemplar: “ mexicano” - ,
la de Carlos Pellicer porta en sus lomos el hierro típicamente
pellicerezco: “Arquitecto de Belleza” ...
Y así, cuando jineteabasobre el potro de su inquietud arqueo­
lógica en la gigante ola verde de la selva de La Venta, en los límites
de Veracruz y Tabasco; cuando con abnegación emocionantísima
clasificaba los tesoros que Diego legó a su pueblo y que hoy - r i­
gurosamente clasificados- tienen refugio digno en la penumbra
del Anahuacalli, en el Pedregal; cuando arroja al suelo su maltre­
cho sombrero de palma tropical y frente a un micrófono recita el
Romancero de Gurría Urgell, también tabasqueño, Pellicer ejerce
su personalísima profesión: Arquitecto de Belleza.
Arquitecto que utiliza el soneto como plomada; el ritmo como
cincel; la cadencia como escuadra; la luz como teodolito, y que
un día, inspirado en las riberas de una laguna tabasqueña, la vol-

[6 9 ]
vio efectivamente encantada cuando sin violar su tranquila sere­
nidad de espejo abrazado por la flora tropical, se le incrustó un
museo vivo, palpitante, dinámico, único en el mundo: el Museo de
La Venta. Y todo esto lo realizó mientras que en sus ratos de ocio, con
los adobes que fabricaba durante sus jornadas de descanso, orga­
nizaba también... el Maseo de Villahermosa.
Poeta de América -pero de esta América que aún cree en que
el tiempo es algo más que “ money” y que en manos de poetas se
CUARENTA AÑOS DEL PARQUE MIÍSEO-POEMA DE LA VENTA

transforma en eternidad y en destino-, Carlos Pellicer ha ubicado


a Tabasco, gallardamente, en el mapamundi de las exigentes
preferencias turísticas mundiales. Y lo ha hecho sin recurrir al
tequilazo, al alarido gorilesco del mariachi deformado, ni a la pro­
caz insinuación de que, en México, “ relax” es poder hacerlo todo,
con todos y en todo tiempo, sino... transportando de la selva a la
Villahermosa de Madrazo y convirtiéndolo en Museo, un inspira­
dor episodio de la historia de México, cristalizado en basalto
prodigiosamente tallado por manos morenas que una vez, hace
muchos siglos, estuvieron -com o nuestro Arquitecto de Belleza-
animadas por la inspiración de las estrellas...52

70

32 Héctor Manuel Romero; Revisto Hoteles Mexicanos, órgano oficial de la Asociación Mexi­
cana de Hoteles, A. C , marzo, México, 1963,p. 7.
LAV gN TA»

JoséCarlos Becerra

En Tabasco, casi en la desembocadura del río Tonalá, existe un


lugar llamado La Venta, donde fueron encontrados los restos de
altares y las cabezas monumentales de una antiquísima cultura
de raíz olmeca.
Resulta inquietante que en sitio tan terriblemente inhóspito
-especie de isla cercada de marisma- se hayan encontrado estos
restos monumentales de roca basáltica. Es inexplicable el acarreo
desde las estribaciones de la Sierra Madre del Sur -sitios donde esta
roca se produce, y que sí ofrecían magníficas condiciones para
vivir- de esas toneladas monolíticas de basalto por selvas y panta­
nos, y el por qué fueron labradas y erguidas en lugar tan extraño.

¡have heard
Laughter in the noises o f beasts that m ake strange noises
T. S. Eliot

I
Era de noche cuando el mar se borró de los rostros de los
[náufragos como una expresión sagrada.
Era de noche cuando la espuma se alejó de la tierra com o una
[palabra todavía no dicha por nadie.3

33 José Carlos Becerra, El otoño recorre ¡as islas (obra poética 1961-1970), Ediciones Era, S. A.,
México, 1984, pp. 137 y 143.

[7 1 ]
Era la noche
y la tierra era el náufrago mayor entre todos aquellos hombres,
entre todos aquéllos era la tierra
como un artificio de las aguas.

Y ahora, en los sitios no determinados ya por la razón,


en la plaza interior de la Plaza Pública,
la brisa parece procrear ese lejano olor
de animales y prisioneros flechados o ya dispuestos en las lanzas
CUARENTA AÑOS DEL PARQUE MUSEO-POEMA DE LA VENTA I £ 3

o conducidos a la presencia de la m ano que ordena y señala,


[sostenida por sus anillos y pulseras,
desde los sitios básicos del poder necesidad y crimen.

¿En dónde están los hombres que dieron este grito de batalla y este
[grito de sueño?
¿Dónde están aquellos que condujeron la palabra
y fueron llevados por ella al sitio de la oración y a la materia del
[silencio?

Carencia fluctuando entre la piedra y la m ano que va a producir en


[ella la sospecha de su alma;
habitante sombrío enmudecido bajo tus obras, condúceme al himno
[disperso que flota ceniciento entre la podredumbre de las
[hojas.
Unta cada palabra m ía con cada silencio tuyo, m as no nos ciegue el
[chispazo de este mutuo lenguaje,
para que así los muertos asomen la m irada entre las brasas de lo
[dicho
y la frase se encorve por el peso del tiempo.

II
Jugó la selva con el m ar como un cachorro con su madre,
bostezó el día entre los senos de la noche,
en su acción de posarse buscó alimento la palabra,
sonó el acto en su propio vacío
como una dolorosa constancia de fuerza que el sueño del hombre
[no pudo medir.
Ahora juega la tarde un momento con ios islotes de jacintos antes
[de abandonarlos
y el aire es todavía un venado asustado.
El sol es una mirada que se va devorando a sí misma,
todo jadea de un sitio a otro
y la hojarasca cruje en el corazón de aquel que al caminar la va
[pisando.

Un pez está inmóvil bajo el peso de su respiración,


bajo la dura luz poniente fluyen las grandes aguas color chocolate,

DOCUMENTOS SOBRE EL PARQUE M X ÍS E 0 DE LA VENTA


sobre un tronco caído, una iguana
fluye succionada por otro tiempo, pero está inmóvil, no hay fuga en
[sus ojos más fijos que la profundidad del mar,
y el movimiento que la rodea es lo que petrifica sus señales.
La tempestad pesa como un dios que va haciéndose visible,
una bandada de truenos cruza el cielo,
la luz se está pudriendo; ya no quedan designios,
nadie escucha en la piedra los sonidos humanos donde la piedra
[ganó rafe de carne,
nadie se desgarra con esa soberbia del mineral que tiene a la
[m em oria cogida por el cuello.
Todo parece dormir igual que un dios que se torna de nuevo visible
detrás de este tiempo, donde ahora se balancean y crujen
las ramas de los árboles.

Herid la verdad, buscad en vuestra saliva la causa de aquel y de


[este silencio,
pulid esta soberbia con vuestros propios dientes;
de nuevo la lanza en la mano del joven,
de nuevo la arcilla bajo la instrucción de la mano volviéndose al
[sueño y al uso del sueño,
de nuevo la escultura bebiéndose el alma,
de nuevo la doncella acariciada por la m ano del anciano sacerdote,
de nuevo las frases de triunfo en los labros del vencedor
y en su voz el estremecimiento de su codicia y sobre sus hombros
[el manto de su raza.

Pero ya nada responde.


La selva transcurre vendada de lluvia,
todo yace enterrado en las grandes cabezas de piedra,
todo yace ubicado en el ciego peso de la piedra;
en ese rostro congestionado de feroz ironía, en el fondo de ese
[rostro
de donde parece surgir, igual que una burbuja de aire de otro que
[respira allá dentro,
esa sonrisa que sube a viajar quién sabe hacia dónde
entre el negror de los labios...
Todo está igual que el primer día sin embargo;
CUARENTA AÑOS DEL PARQUE MUSEO-POEMA DE LA VENTA !

la selva lo acecha todo, su velocidad tiene forma de pozo,


hay muertes en espiral abasteciendo su mesa.
Todo está igual que el último día sin embargo,
la flor del m aculí como una boca violeta y roja suspendida en el
[aire caliente,
la ceiba enorme atrapada por la fijeza de su fuerza,
y por las noches, entre el zumbido de los insectos, el olor dulzón y
[tibio de los racimos de flores del jobo,
y entre las ramas de los polvorientos arbustos, el olor lejano del
[hueledenoche.

Pero todo está detenido,


todo está detenido entre el valió poderoso del pantano
y las cabezas de piedra de los hombres y dioses abandonados.
Pero nada está detenido,
todo está deslizándose entre el vaho poderoso del pantano
y las cabezas de piedra de los hombres y dioses abandonados.
Ciudad desordenada por lasciva;
la serpiente rodeando su ración de muerte nocturna,
el paso del jaguar sobre la hojarasca,
el crujido, el temblor, el animal manchado por la muerte,
la angustia del mono cuyo grito se petrifica en nuestro corazón
como una turbia estatua que ya no habrá de abandonam os nunca.

¿Quién escucha ese sueño por las hendiduras de sus propios


[muertos?
La fuerza de la lluvia parece crecer de esas piedras, de allí parece la
[noche levantar el rostro salpicado de criaturas invisibles,
de ese sitio que ha retomado al tiempo vegetal, al ir y venir de la
[hierba.
Nada descansa pero todo duerme; lo que se pudre, inventa.
Esta doncella aún no concedida al placer,
aquellos ojos seniles que ruedan en su propia fijeza, a semejanza de
[u n desterrado de sus recuerdos;
los consejeros del rey, los vencedores del tiburón,
los que sujetando al vencido con una soga al cuello, posaron
[sentados bajo el friso de los altares de piedra,
asentando sus cuerpos rechonchos en el interior de una concha de
[poder.
Nube de tábanosyde grandes y gordas moscas de alas azules rezumbando

i DOCUMENTOS SOBRE a PARQUE MWSEO DE LA VENTA


sobre la cabeza del predicador, sobre la boca del
[poeta,
sobre el manto estriado por la sangre de los esclavos;
una corona de tábanos y moscas sobre el nombramiento del mundo.

Todo duerme, todo se nutre de su propio abandono,


en el centro de la inmovilidad reside el verdadero movimiento.
El poder de la selva y el poder de la lluvia,
la garra del inmenso verano pósala sobre el pecho de la tierra,
el pantano como una bestia dormida en los alrededores del sol;
todo come aquí su tajo de destrucción y delirio,
la luz se hace negra al quemarse a sí misma,
el cielo responde roncamente, el rayo cae como todo ángel vencido.

Mirad las cabezas de piedra bajo la lluvia


o bajo el hacha deslumbrante del sol como un verdugo embozado
[en oro.
Mirad los rostros de piedra en el campamento de la noche,
en la descomposición de la gloria, en la soledad de la primera
[pregunta y en su retomo después de la segunda.
Mirad las cabezas de piedra,
máscaras que ocultan su clave divina, su organismo atajado por el
[silencio.
Mirad los rostros de piedra junto a la boca impía del pantano.

Aquí están,
aquí donde no representan ni señalan.
Aquí los triunfadores y los esclavos y el gemido del anciano y la
[prim era sangre de la doncella
están ya confundidos en una sola masa, en un solo bocado que
[mastica la piedra indefinidamente.
Piedra caída en el agujero del sueño no por su propio peso
sino por el peso que la realidad obtuvo del sueño.
¿Cuándo hizo la vida ese gesto poderoso?
¿De quién fue esa boca a cuya sonrisa una araña se mezcla
[minuciosamente?
¿Ante quién hizo la vida esta m irada hoy muerta? ¿Qué ojos
[hum anos la llevaron a término?
CUARENTA AÑOS DEL PARQUE MliSEO-POEMA DE LA VENTA

Éste es el rostro, éste es el cuerpo,


la carne que se hizo piedra para que la piedra tuviera un espejo de
[carne.
Animada por un soplo de piedra, la imagen de la piedra le dio
[nuevo peso a la carne;
y así se oye el peso de otro silencio y el peso de otra imagen en la
[actitud inmóvil del caimán;
aquí está la piedra despuntando en la carne,
aquí esta la muerte eructando la piedra mientras hace la digestión
[de la imagen.
La piedra, la piedra, la piedra,
la piedra siempre agazapada
al final de todos los gestas de la carne del hombre.

76

Rompe el porvenir sus diques de estatuas,


lam a que se extiende como un hormiguero verdinegro sobre la
[sapiencia de los altares devastados,
en el salitre de los muros derruidos aparecen la sombra y el olor de
[la bestia,
entre el cieno de las inundaciones
los pejelagartos vuelven estúpidamente la cabeza hacia la eternidad
y comen bajo el brillo del sol en sus costados negros.

Nadie pasa, nadie sigue adelante en el reino de tanto movimiento,


[en la basura de tanta vida, en la creación de tanta muerte.
Dioses dispersos entre las altas yerbas,
restos divinos de un festín hum ano bajo las hojas enormes del
[quequeste.
Ya no quedan palabras ni flechas ni k percusión de las
[maderas,
ni llamados de caracol ni brillo de puntas de lanzas,
sólo estas cabezas como flores monstruosas, erupciones
oscuras y apagadas.

Ahora la verdad aparece con el zopilote,


sus alas negras baten como una lengua negra sobre el silencio de

i DOCUMENTOS SOBRE EL PARQUE M 1ÍS E 0 DE U VENTA


[las cabezas de piedra,
y en el ruido de ese aleteo
aparece el nuevo lenguaje,
las frases de la carroña al quitarse su máscara de esclava.

Llueve
y la lluvia es el mito sangrante y blanco de todos los dioses muertos.
El agua escurre sobre las negras cabezas como una palabra perdida
[de lo que dice,
y después de la lluvia
los pájaros caminan otra vez por el cielo com o vigías olvidados,
mientras se abren las puertas del amanecer
con un rechinar de goznes enmohecidos.

IV
Se abre la noche como un gran libro sobre el mar.
Esta noche
las olas frotan suavemente su lomo contra la playa
igual que una manada de bestias todavía puras.

Se abre la noche com o un gran libro ilegible sobre la selva.


Los hombres muertos caminan esparcidos en los hombres vivos,
los hombre vivos sueñan apoyando las sienes en los hombres
[muertos
y el sueño contamina de piedra a sus imágenes.
Se abre la noche sobre ustedes, cabezas de piedra que duermen
[com o una advertencia.

Se detiene la luna sobre el pantano,


gimen los monos.

Allá, a lo lejos, el m ar merodea en su destierro, esperando la hora


[de su invencible tarea.
CUARENTA AÑOS DEL PARQUE MUSEO-POEMA DE 1A VENTA

Diciem bre 1964-noviem bre 1965

78
FRAGMENTO DE CONVERS f l CIÓNCON PELLICER

[•••]

Becerra: aquí nos viene a la memoria su obra en el mundo de la


arqueología, su rescate importantísimo de la cultura prehispánica,
para incorporarla a nuestro desarrollo cultural. Usted es el reali­
zador de esa obra portentosa que constituye el Parque de La Venta.
Pellicer: sí, la arqueología, mejor dicho, el arte antiguo de
México, ha sido para m í uno de los elementos vitales de mi exis­
tencia. Y creo que nunca seremos completamente mexicanos si no
nos asomamos a este arte nuestro antiguo, prehispánico, que es
la raíz primera de nuestro ser mexicano.
Hace unos doce años pedí permiso al presidente Ruiz
Cortines para trasladar las 37 esculturas de la civilización olmeca,
que es, como todos ustedes saben, la cultura madre, la más antigua.
Desde hace unos meses, gracias a las pruebas de laboratorio, sabe­
mos que estas estupendas esculturas datan de los siglos xi y xii a. C.
El gran Centro Ceremonial de La Venta, en el norte de
Tabasco, resultó ser un tesoro de petróleo. Petróleos Mexicanos
decidió perforar en la misma zona arqueológica. Yo pedí permiso
al presidente, al Instituto de Antropología, al ministro de Educa­
ción, etcétera, para hacer el traslado. Claro, las autoridades se me
quedaron viendo, pensando: “este pobre señor que hace versos qué
tiene que ver con esto” . Sin embargo, no sé qué comunicación ex-

[79]
traña permitió que estas autoridades me dejaran hacer este traba­
jo, este traslado del Centro Ceremonia] a la orilla de Villahermosa
-diríamos de Villafea, porque el paisaje tabasqueño es maravillo­
so, pero la ciudad es fea con entusiasmo.
Entonces, en la orilla de Villahermosa reconstruí la zona
arqueológica, dejando los monumentos de acuerdo con su hábitat,
pero reduciendo un poco las distancias porque el predio en que
hice esta reconstrucción arqueológica es apenas de ochenta mil
CUARENTA AÑOS DEL PARQUE MUSEO-POEMA DE LA VENTA i

metros cuadrados y en su origen esto pasaba de los doscientos mil.


Como quiera que sea, el Parque Arqueológico de La Venta, se ha
convertido en un lugar de fama mundial, no por mi trabajo, sino
por el estupendo trabajo de los escultores olmecas.
He hecho ya seis museos arqueológicos. Probablemente
haré otro en el verano, en La Paz, Baja California, donde la pene­
tración norteamericana -p or asuntos de frontera, de cercanía de
este territorio- de la Coca Cola, de la guerra de Vietnam, etcétera,
debe ser contrarrestada por un pequeño museo arqueológico. El
Instituto de Antropología ha decidido donar a la ciudad de La Paz
cerca de doscientas piezas de todas las culturas antiguas de Méxi­
co. De ese modo, con el muestrario general del arte prehispánico,
80 La Paz tendrá un sitio de recuerdo de su mexicanidad.
Vuelvo a decir: creo que ningún mexicano lo será comple­
tamente si no se acerca -prim ero para conocerlo y luego para
am arlo- al arte maravilloso de nuestros antepasados.54

[...]

Verano ile l% 7

M El párrafo anterior form a parte de una conversación entreJosé Carlos Becerra 0937-1970)
y Carlos Pellicer (1897-1977) grabada en el antiguo Museo de la Ciudad de México en 1967,
por el autor de Relación de los hechos. pp. 278 - 279
ALGUNAS CAUSAS DE LA DESTRUCCIÓN
DE LAS PIEZAS ARQUEOLÓGICAS
DEL PARQUE M IJ S gO DE LA VENTA55

Constantemente se ha dicho que la ubicación física de las piezas


arqueológicas localizadas en el Parque Museo de La Venta, repre­
senta un atentado a nuestro patrimonio cultural ya que están ex­
puestas a la intemperie y son amenazadas constantemente por
diversos fenómenos.
Beatriz de la Fuente, estudiosa de la cultura olmeca, opina
del deterioro que ha sufrido en general el patrimonio cultural ar­
queológico olmeca;

Es en verdad lamentable, que si bien la tierra olmeca ha sido pródiga en m o­


numentos que ha conservado por más de dos mil quinientos años, la destruc­
ción de éstos se acelera ahora que han sido extraídos de ella. Las varias decenas
de espléndidas esculturas expuestas a la intemperie en algunos museos, son
ya testimonio de tan inconsciente destrucción. Es suficiente observar las fotos
publicadas por Stirlingentre 1939y 1947 para darse cuenta de aqué grado se
han dañado. A menos que sean colocadas en más adecuadas condiciones lie­
mos de ser, tal vez, de los últimos en apreciarlas en todo su esplendor.36

35 Este diagnóstico sobre el estado de tos monolitos otmecas del Parque Museo de La Vfenta,
fue escrito en ViHahermosa, en abril de (983 y entregado, como me refiero en páginas an­
teriores, a inidos de 1984, a Juan Garzón, director de cultura deTabasco; posteriormente,
a mediados de 1986, se loemregué a 8eatriz.de la Fuente, en la visita que realizó a Tabasco
invitada por el Instituto de Cultura.
36 Beatriz de la Fuente, Escultura monumenld olmeca, umm , México, 1973, p. 8.

Í81]
De la cabeza 2 de San Lorenzo, Veracruz nos dice:

se encuentra en el jardín del Museo Nacional de Antropología, de la


Ciudad de México, lie oído decir, recientemenle, que en la zona en donde
se encuentra el Museo se carga m ucho el smog razón por lo cual las pie­
zas a la intemperie están sufriendo daño. . . 3738

Del mismo modo aporta datos sobre las cabezas 1 y 3 del Museo
de Jalapa, Veracruz:
CUARENTA AÑOS DEL PARQUE MIÍSEO-POEMA DE IA VENTA

En las que se encuentran en el exterior, expuestas a la acción destructiva


del sol y el agua, ocurre lo mismo que con las del Parque Museo de La
Venta, en Villahermosa; se están desgastando a ú n a velocidad asombrosa,
pero como fueron halladas en mejor estado de conservación, el proceso
de desgaste es menos notorio. . . 3,1

De igual forma opina en relación a las piezas de La Venta, Tabasco:

Con el objeto de atojariasen un lugar seguro.se adaptó en el año de 1958


el Parque Museo de Villahermosa, y es allí donde se encuentra la mayoría
de ellas, expuestas a la intemperie, esperando que llegue el día de su dete­
rioro total. Otras obras que corrieron con mejor suerte, fueron llevadas al
Museo del Estado de Tabasco, en donde están resguardadas.. 39

Ahora bien, para poder hablar del detrimento que sufren las pie­
zas, tenemos que hablar primero de la composición mineral y
química de éstas, ya que ese es un factor importante para deter­
minar el grado en el cual se deterioran. Entre las piezas arqueoló­
gicas del Parque Museo de La Venta, sobresalen dos tipos de roca:
basalto y serpentina.
El basalto es una roca extrusiva, quizá la más cuantiosa del
mundo; se compone casi en su totalidad de silicatos oscuros de
grano fino, sobre todo feldespato, piroxeno, plagioclasas y mag-

37 UatíizdeWfuente,LascahamcotosalesolmecM.Kf.,México, 1975,9 21
38 íbid, p. 21.
39 Ibid, pA l
netita. Algunos tipos de basaltos se caracterizan por su gran canti­
dad de poras, por los cuales penetran en ellos agentes que, activan
su descomposición al estar a la intemperie. En general, el basalto
es relativamente resistente al intemperismo mecánico, pero resul­
ta vulnerable al intemperismo químico.
La serpentina es una roca metamòrfica de estructura masi­
va, lisa, grasosa al tacto y frágil; además es astillosa y normalmente
de color verde endrino. Su componente básico es el silicato de
magnesio hidratado.

DOCUMENTOS SOBRE EL PARQUE M 1ÍSEO DE LA VENTA


Pero en realidad ¿qué peligros amenazan a las piezas arqueo­
lógicas del Parque Museo de La Venta?
En geología se conoce como intemperismo al proceso por
medio del cual las rocas experimentan un cambio físico (desinte­
gración) o químico (descomposición) al estar expuestas a la at­
mósfera; estos cambios son ocasionadas al entrar en contacto la
roca con el agua, el aire y con organismos; estos factores actúan
simultáneamente, dependiendo de la naturaleza de la roca.
El intemperismo físico, conocido también como intemperismo
mecánico o desintegración, en el caso de las rocas, es la transforma­
ción que sufren éstas cuando fuerzas exteriores ejercen presión en
ellas, sin modificar su composición química; entre estas fuerzas 83
sobresalen los cambios de temperatura; uno de los principios bá­
sicos de la termologia dice: lodo cuerpoal calentarsesedilatay
al enfriarsesecontrae-, esto mismo es lo que sucede con las rocas
al estar expuestas a cambios drásticos de temperatura, aunque en
un grado mucho menor en relación con otras sustancias. Los
minerales que componen el basalto varían en su coeficiente de
dilatación. A pesar de ello en el interior de la roca se establecen
esfuerzos; la repetición diaria de este proceso a través del tiempo
causa el desarrollo de pequeñas grietas y hendiduras que permi­
ten la penetración de la humedad y el crecimiento de plantas in­
feriores, además de la actividad de otros agentes del intemperismo,
tales como el acuñamiento o la disolución.
Los rayos solares están formados por radiaciones de muchas
clases; algunas de ellas son visibles, y están compuestas por los
siguientes espectros: el luminoso, el infrarrojo y el ultraviolado.
El segundo de ellos se caracteriza por la energía térmica que con­
tiene y el tercero por su energía química.
Además del sol, emiten rayos ultraviolados, por cierto más
ricos, las lámparas de mercurio, zinc, aluminio y magnesio. Los
rayos ultravioleta producen enorme actividad sobre todo órgano
CUARENTA AÑOS DEL PARQUE MlfSEO-POEMA DE LA VENTA |

vivo. En algunos casos puede ser benéfica pero también nociva;


activan el crecimiento de plantas y animales.
Los factores vegetales se encuentran íntimamente relaciona­
dos con la colección y vida del Museo, ya que éste se halla encla­
vado en una pequeña jungla, donde los árboles superiores son un
constante peligro para las piezas, ya que caen a causa del viento y
del agua con bastante frecuencia; se ha tenido suerte que hasta la
fecha no haya sucedido un percance lamentable. También las
plantas inferiores, como son: liqúenes, hongos, algas, y mohos, que
con frecuencia crecen en las hendiduras de las rocas, producto de
los cambios bruscos de temperatura, o bien en las cavidades pro­
pias de las rocas, representan un peligro coastante, ya que al ir cre-
84 ciendo van ejerciendo presión en el interior de la roca, llegando a
desprender pequeños fragmentos.
Las condiciones climatológicas tienen un efecto indudable
sobre la naturaleza y velocidad del intemperismo. El rocío y la llu­
via penetran a través de las grietas y poros de las piezas, ejerciendo
presión por cada centímetro cuadrado; éste es otro de los factores
que son determinantes en el destrozo de rocas porosas, agrietadas
o debilitadas.
La exfoliación se presenta cuando escamas delgadas se descor­
tezan de la roca madre. Existe algún desacuerdo acerca de las cau­
sas exactas de la exfoliación, pero parece ser el resultado de los efectos
combinados de los cambios altemos la temperatura y del alivio de
la presión. Como el basalto es una roca de granulación fina, se co-
rre el riesgo de que se produzca el fenómeno llamado intemperismo
esferoidal, esto es, que bajo ciertas condiciones, la exfoliación per­
siste hasta que las masas angulosas adquieren perfiles curvos.
El intemperismo químico, también llamado descomposición,
produce nuevos minerales, los que sustituyen a los que han sido
destruidos. Los gases químicamente activos de la atmósfera, se com­
binan con los elementos de los minerales que forman parte de la
estructurarte la roca y producen nuevos compuestos más simples.
La vegetación juega un papel importante en la destrucción quí­

DOCUMENTOS SOBRE EL PARQUE M U S E O DE LA VENTA


mica de los elementos de la roca, ya que ésta al ser calentada por
la energía radiante solar, la cual es rica en energía química, des­
compone el anhídrido carbónico del aire.
La oxidación se produce cuando el oxígeno, asistido por el aire
húmedo, se combina con minerales para formar los óxidos. Las
rocas y los minerales contienen compuestos de hierro y son espe­
cialmente susceptibles a este tipo dedescomposición. Laoxidación
de los compuestos del hierro que producen el herrumbre, es tam­
bién responsable de las manchas de colores en las piedras; ade­
más, ciertos compuestos que forman la roca, producen ácido
cuando se oxidan. Estos ácidos aceleran el proceso de descompo­
sición de las rocas, actuando en cadena sin fin. 85
La carbonatación es un fenómeno que sucede cuando el bióxi­
do de carbono se añade a los minerales contenidos en las rocas en
forma de ácido carbónico, cuyo C02 se ha derivado de la atmósfe­
ra, el suelo y la vegetación. El ácido carbónico es mucho más efec­
tivo que el agua pura al atacar a los feldespatos y a otros minerales,
y de esta manera son disueltos los carbonates de potasio, de sodio y
de sílice.
Algunos sólidos manifiestan la propiedad de absorber u ocluir
en su seno una gran cantidad de gases; sobre todo, los cuerpos po­
rosos. El efecto producido por la oclusión es que, los gases ejercen
presión sobre las paredes de las cavidades, similar a la que produ­
ce el agua en tales casos.
La gran variedad de animales que habitan la pequeña jun­
gla del Museo, también representan una seria amenaza para las
piezas; a esto, habrá que sumarle también los efectos que produ­
cen las plagas y microorganismos.
Entre los animales que con su materia fecal y orina pueden
dañar las piezas se encuentran: monos, ratas, ratones, pájaros de
distintas especies, e incluso algunas variedades de animales do­
mésticos, que por distintas circunstancias están o penetran al
CUARENTA AÑOS DEL PARQUE MUSEO-POEMA DE LA VENTA

Museo. Los animales pequeños también deben de ser considera­


dos potencialmente dañinos para las piezas, principalmente los que
se encuentran dentro de la clasificación de insectos: avispas, co­
mején, hormigas, cucarachas, grillos, moscas, etcétera, ya que ani­
dan en las grietas y poros de las rocas.
La disolución es un proceso por medio del cual los minerales
de las rocas se disuelven en el agua; este proceso juega un papel
importante dentro del intemperismo químico. Sesabe que el agua
disuelve todos los minerales, pero la disolución se acelera con la
adición del ácido carbónico. A este tipo de intemperismo se le co­
noce también como lixiviación.
Es variable el ritmo y velocidad del intemperismo, ya que está
86 en base a la formación y tipo de roca; algunas tienen una duración
prolongada, pero aun las más resistentes llegan a intemperizarse.
Los siguientes factores son los que determinan en sí la velocidad
del intemperismo:

• Composición química o mineralógica.


• Temperatura.
• Humedad.
• Altitud.
• Vida vegetal y animal.

La ciudad de Villahermosa, Tabasco, tiene las siguientes condicio­


nes climatológicas:
• Temperatura mínima; 14.5° centígrados en el mes de febrero.
• Temperatura máxima; de 40° a 42° centígrados en los me­
ses de abril y mayo.
• Temperatura media anual: 27.4° centígrados.
• Clima predominante: cálido y muy húmedo.
• Vientos dominantes: del noroeste, generalmente acompa­
ñados de lluvias continuas a las que se les denominan
“ nortes” , frecuentes de octubre a marzo.
• Altitud sobre el nivel del mar: 10 metros.

j DOCUMENTOS SOBRE EL PARQUE M IÍS E O DE LA VENTA


• Precipitación pluvial: 1200 a 1500 milímetros anuales.
• Precipitación máxima: 2856 milímetros.
• Humedad relativa: 82% media mensual.
• Evaporación: 100 a 120 milímetros media mensual.

Estas condiciones climatológicas son propicias para que el


intemperismo químico se desarrolle, no así el intemperismo físi­
co, el cual necesita de otros factores y latitudes para desarrollarse.
En el Parque Museo de La Venta, como en todos los museos, se
encuentran identificados dos grupos perfectamente circunscritos de
personas: los trabajadores del edificio y el público visitante. Es nece­
sario que los trabajadores, capacitados, y en base a un programa y 87
reglamento, orienten al visitante a que conozca sin velo en dónde
comienzan sus obligaciones para con el patrimonio cultural que
se le ofrece, y dónde sus oportunidades de aprendizaje o deleite.
Dos tipos de soluciones sobresalen, a mi juicio, para el resca­
te de las piezas del Parque Museo de La Venta. En ambas, la res­
tauración y limpieza representan el primer paso a dar.
Traslado de las piezas: esta solución representa el proyectar y
construir un edificio (de una sola planta) adecuado técnicamente
para la conservación y exhibición de las piezas; además, el trasla­
do implica un riesgo considerable tomando en cuenta la falta de
maquinaria y técnicos especializados; a esta carencia tendremos
que aunarle el peso promedio de las consideradas piezas monu-
mentales que es de 11.18 toneladas por pieza. A pesar de los riesgos
y de las opiniones en contra, esta es la solución óptima.
Protección de las piezas en el sitio: esta solución parece ser la
más viable, a pesar de que también representa serios problemas
técnicos. Está basada en aislar a cada una de las piezas, a través de
grandes domos de acrílico, que permitan el acceso al visitante, y
que evitarían la penetración del viento, lluvia, brisa, polvo, aire
húmedo, frío, insectos, reptiles, además de que estarían controla­
CUARENTA AÑOS DEL PARQtE MIÍSEO-POEMA DE U VENTA | O g

dos los daños por factor humano. Algunos problemas no serían


solucionados con la simple colocación del domo (exceso de luz,
resol, calor, humedad ambiental, humedad por capilaridad, etc.),
para ello sería necesario la construcción de elementos arquitectó­
nicos que aíslen a las piezas del suelo (evitando así la humedad
por capilaridad); también será necesario instalaren cada domo
un equipo de acondicionamiento de temperatura, con el que se
eliminarían los problemas de calor y humedad ambiente. Los pro­
blemas restantes son más sencillos de controlar; ahora bien, lo im­
portante de esta solución es que se conservaría el ambiente selvático
del Museo y la escala relativa en que están ubicadas las piezas.
Con este trabajo, se pretende hacer ver los efectos que fenóme­
nos físicos y químicos, están ejerciendo en las piezas arqueológi­
cas del Parque Museo de La Venta. Se trata de una recopilación de
datos publicados en libros de geología, física, química; adecuados a
la problemática del Museo. A pesar del cuadro poco estimulante
que guardan las piezas del Museo, se está todavía a tiempo, defi­
nitivamente, de organizar los trabajos de rescate, programados y
asesorados pon geólogos, restauradores, especialistas de museos y ar­
quitectos, quienes seguramente encontrarán otras soluciones, cua­
lesquiera de ellas, como las expuestas en este trabajo, llegarán a la
misma conclusión: es necesario, a pesar de todos los esfuerzos físi­
cos y de todas las erogaciones económicas, rescatar y conservar para
las futuras generaciones, el acervo cultural que hemos heredado
de nuestros antepasados.
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LA D EST R U C C IÓ N DE LAS ESCULTURAS OLMECAS40

Beatriz de la Fuente

Hace años durante 1972, escribí para la revista Plural unos artícu­
los en los cuales solicitaba de las autoridades competentes, pro­
tección para las esculturas monumentales prehispánicas que, a la
intemperie, se exhiben en el Museo de la Universidad Veracruzana, en
Jalapa, y en el Parque Museo de La Venta en Villahermosa, Tabasco.
Han transcurrido catorce años desde que se publicaron esos artícu­
los, y aún no se ha tomado medida alguna para preservar esas obras
en el mencionado Parque Museo. Los monumentos escultóricos,
además de ser testimonios que permanecen de nuestro remoto
pasado, son de inigualable relevancia artística. Tengo conocimien­
to de que en Jalapa se está construyendo un magno museo arqueo­
lógico que guardará las piezas que se exhiben en los jardines, y
albergará también, de manera digna, el riquísimo tesoro del cual
es poseedor. Por ello, me referiré, exclusivamente a las piezas del
Parque Museo de La Venta en Villahermosa.
Éste, pretende recrear el medio ambiente original en donde
se encontraban obras que se realizaron hace unos tres mil años.
Pero ocurre que en el estado de Tabasco se tiene uno de los índices
pluviométricos más altos de la República Mexicana, y que el cli­
ma es muy caluroso durante varios meses del año. Como se sabe

40 Beatriz de la Fuente, “ la destrucción de las esculturas «Imecas", en la Revista Universi­


dad de México, volumen XLI, núm. 423, abril, México, 1986, pp. 38 - 40.

190]
bien, la humedad excesiva aunada al calor es un agente erosionante
poderoso. A lo anterior hay que añadir que tanto las grandes es­
culturas de bulto, como los relieves, se ven invadidos por liqúenes,
musgos y hongos que imperceptible, pero eficazmente, causan
daño irreparable. Por si las acciones destructivas de la naturaleza
fueran pocas, se han sumado a ellas dos causas propiciadas por la
acción del hombre; me refiero a la lluvia ácida producida por las
cercanas instalaciones de Petróleos Mexicanos, y al espectáculo
llamado Luz y Sonido que cada noche embate los monumentos,

DOCUMENTOS SOBRE EL PARQUE MUSEO DE LA VENTA


con el calor de las lámparas y con el golpe de agua que los baña,
para contribuir al mayor realismo de la función.
La tierra olmeca se ha mostrado pródiga en esculturas de ba­
salto que conservó escondidas durante cerca de tres milenios, y que
ahora entrega a hombres de nuestra cultura que hurgan en sus
entrañas. Sin embargo, si no se toman medidas urgentes para
preservarlas, esas piedras que enterradas se conservaron, muchas
de ellas en condiciones excepcionalmente buenas, al ser expuestas a
la intemperie se les condena a una rápida destrucción.
En el Parque Museo de La Venta en Villahermosa está la mayor
parte de las monumentales esculturas provenientes de la casi de­
saparecida ciudad olmeca de La Venta, incluyendo tres cabezas 91
colosales, siete altares y cinco estelas, una de las cuales, la núme­
ro dos, conocida popularmente como “ El Tío Sam” , fue arrastra­
da, desde el sitio en que se la localizó, con la cara labrada hacia
abajo, de manera tal, que el relieve original se dañó gravemente.
La piedra ha sido tallada de nuevo, al parecer en dos ocasiones;
hoy en día la escena en que se encuentran dos señores olmecas
rodeados por seis pequeñas figuras humanas, apenas se percibe.
Al observar las fotografías publicadas entre 1939 y 1947, por
Mathew W. Stirling, tomadas conforme hacía los descubrimien­
tos, y ver el estado en que las piezas fotografiadas se encontraban
entre 1971 y 1973, y comparar cómo se miran en la actualidad, se
comprueba el desgaste lamentable que han sufrido. Citaré a ma-
ñera de ejemplo algunos de los monumentos en que, por su cali­
dad de relieve, el daño es más notorio; las estelas 2 y 3, los altares
3,4 y 5 y el monumento 13.
Es inadmisible la indiferencia, o la ceguera, ante estos hechos,
sobre todo si se tiene en cuenta que muchas de las esculturas
olmecas, además de obras de arte únicas en su género, son prueba
fehaciente de la cultura en que se produjeron.
Entre las escasas fuentes de información con que contamos
CUARENTA AÑOS DEL PARQUE MUSEO-POEMA DE LA VENTA I

sobre la cultura olmeca, están sus monumentales esculturas. És­


tas son la expresión de un despliegue de energía que sólo puede
haberse aplicado a una finalidad excepcional: hacer algo desti­
nado a durar, preservando imágenes que encierran fundamental
significación. Aún no comprendemos cabalmente el código de que
se valieron los olmecas para expresar y conservar aspectos de su
religión, de sus ideas y de sus mitos, pero sin duda éstos se encuen­
tran, de alguna manera, representados en las grandes esculturas.
Cuánto más difícil será la tarea de quienes tratan de esclarecer la
historia y la cunura olmeca, si los testimonios con que hoy conta­
mos llegan a desaparecer.
Ante hechos tan evidentes, ¿por qué no hacen nada las autori­
dades para impedirlo? Es indudable que si las piezas se dejan en las
condiciones actuales, los efectos devastadores llegarán a ser totales,
y en pocos años observaremos masas infonnes en lugar de armóni­
cas tallas.
A todo esto se puede aplicar una solución relativamente sen­
cilla y de poco costo, a la vez que satisfactoria para aquellos que
gustan de admirar las esculturas al “ aire libre” : que las obras ori­
ginales se guarden bajo techo, y que se sustituyan en el Parque
Museo con reproducciones. En otro parque de la Ciudad de México
están en exhibición copias, hechas en materiales sintéticos, de
conocidas esculturas precolombinas.
Mucho se ha especulado durante los últimos años respecto a
la preservación de monumentos prehispánicos; se dictaron estric-
tas leyes que controlan la propiedad de esta clase de bienes, y se
establecieron regulaciones que aparentemente sancionan el comer­
cio de los mismos. Sin embargo, las instituciones, me refiero di­
rectamente a la que se ocupa del patrimonio prehispánico, el
Instituto Nacional de Antropología e Historia, a quien se ha enco­
mendado la custodia de tales obras, se mantiene a! margen del
problema en que insisto ahora, indiferente ante la progresiva des­
trucción de los monumentos que se encuentran bajo su cuidado,
depositado en sus distintas dependencias.

i DOCUMENTOS SOBRE EL PARQUE M U S E O DE U VENTA


Después del espectacular y todavía inexplicable robo al Museo
Nacional de Antropología de la Ciudad de México, los mexicanos
no podemos permanecer en silencio ante la actitud irresponsable
de las autoridades. Es preciso que se atiendan las llamadas para
salvaguardar el patrimonio artístico que hemos heredado, y que
se demande su protección a quienes les corresponde.
La forma de conciencia del significado histórico de nuestro
pasado indígena se adquiere al reconocernos en las obras de arte
creadas por los antiguos mexicanos; de ahí la importancia de que se
preserven para el futuro.

93
EL RESCATE DE LAS ESCULTURAS
O LM gC A S DEL PARQUE MUSEO DE LA VENTA41

Beatriz de la Fuente

En el número 423 correspondiente al mes de abril de este año, se


publicó en la sección que se titula “ Lo irremplazable; testimonios
sobre nuestro acervo artístico“ de la Revista UniversidaddeMéxi­
co encomendada al Instituto de Investigaciones Estéticas, un ar­
tículo mío sobre “ La destrucción de las esculturas olmecas“ . En
él llamaba la atención a las autoridades que tienen a su cargo el
Parque Museo de La Venta en Villahermosa, Tabasco, por el grave
estado de deterioro en que se encontraban las piezas exhibidas al
aire libre. Señalaba que el desastre de las esculturas monumenta­
les olmecas era debido a que se encontraban a la intemperie, su­
jetas a la acción destructiva de la naturaleza. Mi propósito fue
destacar, ante esas autoridades, el riesgo de perder algunas de las
grandes obras talladas hace unos tres mil años por escultores de
la primera civilización en Mesoamérica. De seguir a la intempe­
rie, sin limpieza y sin mantenimiento, en poco tiempo no se po­
drían reconocer las imágenes esculpidas. Se publicaron fotos
tomadas en los años 40, en los 60, en los 70 y en 1983 para mos­
trar el irremplazable daño sufrido.

4' Beatriz de la Fuente, “ El rescate de las esculturas olmecas del Parque La Venta", en la
Revista Universidad de México volum en XLI, núm . 428, septiembre, México, 1986,
pp.34 - 55.

[9 4 ]
Ahora bien, a partir de junio de 1985 se llevó a cabo un Pro­
yecto derestauracióny conservación delosmonolitosolmecas
que se exhiben en el mencionado Parque Museo que ha dado re­
sultados sorprendentes. El proyecto terminó en mayo del presente
año. llive la oportunidad de visitar el Parque Museo en junio, aún
estaban pasando las últimas manos de una solución a base de
Silicon a la Tlimba de Columnas, y de apreciar cómo lucen ahora
30 de las esculturas procedentes de La Venta; precisamente las que
están a la intemperie. Creo conveniente dar a conocer los resulta­

DOCUMENTOS SOBRE EL PARQUE M U SEO DE LA VENTA


dos del Proyecto antes mencionado; desconocido por mí cuando
se publicó el artículo a que he hecho referencia.
Por invitación de Nidia Hernández,42 del Instituto de Cultura
de Tabasco, recorrí el Parque Museo acompañada, entre otras
personas, por Carlos S. Hernández V. de patrimonio cultural de
Tabasco. Las esculturas monumentales destacan con sorprenden­
te claridad debido a un concienzudo tratamiento de limpieza, así
que hoy se miran esplendorosas, desprovistas de manchas e im­
purezas que las cubrían. De este modo en los “ altares” , entre los que
sobresalen el 4 y el 5, conocido este último como el de los
“ quíntuples” , se advierte el detalle antes casi invisible, de las figu­
ras laterales; en el 4 la imagen que lleva enrollada en su mano 95
izquierda una gruesa cuerda que la une a la mano derecha de la
soberbia figura que emerge de un nicho en la parte frontal. En el
5 se ven, como si estuvieran iluminados, los relieves de las cuatro
figuras que sostienen a esa suerte de niños o enanos que antes se
miraban renegridos y sin realce. De hecho, en todos los monolitos
con relieve, éste parecía perdido, estaba oscurecido y no se distin­
guían las siluetas que los definían. La pieza más dañada era la
Estela 3, enorme roca de 426 centímetros de altura y 190 centíme­
tros de espesor. En la foto de 1983 que ilustraba el artículo a que

42 Nidia Hernández fungia como fefa del departamento de comunicación social del mencio­
nado Instituto.
he aludido, no se veía lo que estaba representado: el encuentro de
los dos personajes, uno de ellos de aparienciaolmeca, el otro, acaso
un extranjero, de gran nariz aguileña, por lo cual se le apodó “ El
tío Sam” ; alrededor y por arriba de los dos personajes se apreciaban,
como si estuvieran suspendidas en el aire, seis pequeñas figuras. Este
monumento había sufrido serios daños, y se habían vuelto a tallar
debido a que se le arrastró con la cara labrada hacia abajo, durante
alguna parte de su trayecto de La Venta al Parque Museo. Yo desco­
CUARENTA AÑOS DEL PARQUE MIÍSEO-POEMA OE LA VENTA I

nocía, por ello no lo mencioné en el Catdbgo de esculturas mo­


numentales olmecas, u n a m , 1973, ni en Las hombres depiedra,
un am , 1977, que llegó quebrada en dos secciones; ahora, después de

la limpieza, se ve con precisión la banda de cemento que las une.


También quedó mayormente visible la talla añadida al mo­
numento 56, del cual se ha dicho que es un mono o un hombre
que contempla a las estrellas. Se trata de una gruesa espiga de
piedra rematada por una cabeza; ésta se mutiló, no se sabe si des­
de tiempos antiguos, o durante el traslado de La Venta al Parque,
y sólo le quedaba el tocado y media cara. La otra mitad que hoy
resalta por el color claro de la piedra, fue tallada en el Parque
Museo. Los rasgos de las cabezas colosales se distinguen asimis­
mo, con inapreciable nitidez.
A todas las esculturas se les aplicaron varios lavados con sol­
ventes para eliminar la microflora y la suciedad depositada a lo
largo de los años; posteriormente se les cubrió con polietileno para
evitar contacto directo con lluvias y humedad, y como parte final
del proceso de limpieza y consolidación se les barnizó con varias
capas de un repelente a base de Silicon. Los resultados son, por
ahora, excelentes; las esculturas se pueden apreciar con todos los
pormenores que conservan, y el basalto en que fueron talladas luce
un color hasta ahora desconocido: es un matiz casi rosado. Las
treinta esculturas de La Venta se nos muestran con plena digni­
dad y sobresalen de modo excelente de la vegetación tropical del
Parque Museo.
Si parte de nuestro quehacer como historiadores de arte es co­
laborar en la preservación del patrimonio artístico del país, adver­
tir de su pérdida y posible destrucción, también nos compete dar
noticias alentadoras acerca de la buena custodia de los bienes
nacionales. El personal del Instituto Nacional de Antropología e
Historia del Centro Regional de Tabasco y del Instituto de Cultura
de Tabasco han hecho una labor encomiable al proteger uno de
los más preciados tesoros artísticos prehispánicos. Es una labor
modelo y excepcional que ha sido posible gracias a la determina­

DOCUMENTOS SOBRE EL PARQUE M U SEO DE LA VENTA


ción de la comunidad tabasqueña por conservar su patrimonio.
Por ello nos congratulamos, y quedamos en espera de que esta
labor sirva de ejemplo a otros lugares que guardan también rique­
zas de nuestro pasado precolombino. Esperamos que mantengan
lo que han logrado: rescatar a los monumentos olmecas del olvi­
do y de la degradación; para ello es necesario el mantenimiento y
la limpieza, en forma reiterada y persistente. Sólo así podrían con­
servarse con decoro para las futuras generaciones.

97
LA DESTRUCCIÓN DEL ARTE
_PR^HISPÁNICO A TRAVÉS DEL TIEMPO13

Beatriz de la Fuente

Dedicada a historiar el arte prehispánico, mi intención en el pre­


sente ensayo es mostrar los daños y las pérdidas de las obras de
arte, bajo una luz, acaso, diferente: mostrando cómo las culturas
tienen modos propios de alterar y destruir esas obras a través del
tiempo. Dicho de otra manera, en los tiempos que corren tene­
mos modos particulares de agredir a los objetos de arte; en tiem­
pos anteriores había otros, diferentes de los actuales, y aún en los
más antiguos de que tenemos noticia, también se modificaban y
aniquilaban de modo distinto.
En todos los tiempos se encuentran razones de orden religioso,
político y social que explican los actos que lesionan los objetos de
arte; ello no significa que hoy día se justifiquen tales actitudes. En
efecto, ninguna razón sería plenamente aceptada; el resguardo y
respeto que las obras de arte merecen, deben ocupar un lugar funda­
mental en la educación y en la conciencia cívica de los mexicanos.
Desde finales del siglo xvm, pero sobre todo durante el siglo
xix, el cambio de percepción visual hacia objetos creados por cul-

43 Beatriz de la Fuente analiza a lolargodesu investigación, la manera como se modificaron


y destruyeron los objetos de arte en tiempos prehispánicos, novohispanos y modernos; to­
mando en consideración los objetivos de nuestro trabajo, sólo citaremos estos últimos.
Beatriz de la Fuente, " ljd c s trjc c ió n del arte prehispánioo a través del tiempo", en la Re­
vista UniversidaddeMéxico, volumen XL1V, núm. 462, ju lio , .México, 1989, pp. 30 - 37.

m
turas no occidentales, trajo la lenta pero progresiva aceptación de
éstos como obras de arte, lo cual produjo otros modos de cambiar
el arte del antiguo universo prehispánico. Ello se debió a que los
objetos fueron codiciados por los coleccionistas y los museos de
diferentes partes del mundo; se inició así el saqueo de sitios y
monumentos arqueológicos.
Ciertamente las colecciones de arte son de fundamental im­
portancia en el desarrollo cultural del mundo moderno. Entre las
acciones sustantivas de los museos y colecciones actuales están las

! DOCUMENTOS SOBRE El. PARQUE M liS E O DE LA VENTA


de preservar, conservar y restaurar las obras de arte, así como su
conocimiento y clasificación. El estudio de las obras de arte con­
servadas en tales sitios, ha sido factor fundamental en el desarro­
llo de la historia del arte.
La tendencia actual es reunir toda la herencia artística del
mundo en museos y colecciones, exceptuando la arquitectura y
ciertas obras que pennanecen in situ, y exhibirlas de acuerdo con
determinados conceptos museológicos. En virtud de sus funciones
culturales, científicas y sociales, los museos tienen las mismas fi­
nalidades para las artes visuales que las bibliotecas para la litera­
tura y la ciencia.
La historia de la colección de obra de arte data, en el Viejo 99
Mundo, desde tiempos egipcios, con inventarios y registro de obje­
tos [ . . . ] El coleccionismo alcanzó el Nuevo Mundo muy tardía­
mente, para fortuna de nuestras obras de arte prehispánicas;
durante los siglos de la Colonia, el volumen de piezas que salió de
nuestro país, tras los envíos que siguieron inmediatamente a la
consumación de la Conquista, fue, relativamente, muy escaso. No
había interés ni comprensión hacia nuestro arte antiguo. Sin
embargo, a partir del cambio en la percepción visual, una vez que
las obras no europeas fueron aceptadas como objetos artísticos y
se difundieron a través de libros e ilustraciones de las piezas fabri­
cadas por los antiguos, dio principio la adquisición de tales obje­
tos. Así, el coleccionismo de piezas prehispánicas y el concepto de
“ museo” son producto de los tiempos modernos. Los afanes co­
leccionistas se cumplieron, con creces, cuando se llevó a cabo el
cuantioso robo al Museo Nacional de Antropología la noche del 24
de diciembre de 1985.
Otros modos en que la modernidad ha alterado y dañado la
herencia artística, tiene que ver con la intemperización de las pie­
zas, la contaminación ambiental y la presencia humana y ani­
mal, la cual usa y abusa de los sitios y monumentos arqueológicos.
CUARENTA AÑOS DEL PARQUE MUSEO-POEMA DE LA VENTA

Pondré a continuación algunos casos a manera de ejemplo


de lo antes dicho.
Cuando se realizaron los hallazgos de los principales monu­
mentos olmecas de piedra, entre los años treinta y las sesenta, éstos
fueron trasladados, en su gran mayoría, al Museo de Antropolo­
gía de la Universidad Veracruzana en Jalapa y al Parque Museo de
La Venta en Villahermosa. El atractivo de ambos museos consistía
en que las piezas se exhibían a la intemperie, de acuerdo con la
falsa idea romántica de reproducir su medio ambiente original. No
se tuvo en cuenta que los monumentos perduraron porque estuvie­
ron enterrados por cerca de dos milenios, y que traerlos de nuevo a
cielo descubierto, bajo calores intensos, lluvias despiadadas y otros
100 efectos causados por insectos que anidaban en sus resquicios y mus­
gos y liqúenes que crecían desmesuradamente iba a acelerar, como
en efecto ocurrió, en unos cuantos años, su irreversible destruc­
ción. Por suerte, los monumentos de Jalapa se albergaron bajo te­
cho en el Nuevo Museo de Antropología, e inclusive tres cabezas
colosales que yacían en su lecho de origen, en tierras olmecas de
San Lorenzo, fueron desenterradas y hoy día engrandecen, con su
presencia, dicho Museo.
El Parque Museo La Venta en Villahermosa no corrió con la
misma fortuna; las piezas ahí permanecen y las acciones por pre­
servarlas se han suspendido.
A partir de junio de 1985 se inició un Proyecto de restaura­
ción y conservación de bs monolitos olmecas, mismo que se
Parque-Museo La Venta
c' rll
‘ii 'f
L aguna
de LAS
I lusione
P arque M useo

de L a V enta

Esculturas
1. Cabeza de jaguar.
2. Mono viendo al cielo.
3. Jaguar humanizado.
4. Manatí.
5. Niño jaguar.
6. Gran altar.
7. Personaje en la serpiente.
8. Mosaico de jaguar.
9. Sacerdote.
10. El rey.
11. Cabeza colosal número 1.
12. Estela del monstruo.
13. Cabecitas jaguarinas.
14. Altar del personaje.
15. Esbozo de escultura.
16. Altar con ofrenda.
17. Lápida con señales.
18. La diosa joven.
19. Escultura.
20. Personaje arrodillado.
21. Estela del hombre barbado.
22. El caminante.
23. Mosaico del jaguar.
24. Jaula del jaguar.
25. Cabeza del joven.
26. Altar cúbico.
27. Cabeza del viejo.
28. Piedra semiesfe'rica.
29. Altar del sacrificio infantil.
30. Piedra de los tecolotes.
P arque
T o m á s G a r r id o
Canabal ■
dio por terminado en mayo de 1986. A todas las esculturas se les
aplicaron varios lavados con solventes para eliminar la microflora
y la suciedad depositada a lo largo de los años; posterionnente se les
cubrió ron polietileno para evitar contacto directo con lluvias y hu­
medad y romo parte final se les barnizó ron varios repelente a base
de Silicon. Las piezas lucían como nunca antes; la piedra adqui­
rió matices rosados; alcancé a percibir fracturas que fueron pega­
das, quién salte cuando, que antes no distinguí; esa importantísima
parte de la herencia olmeca estaba atendida. Además se estaban

DOCUMENTOS SOBRE EL PARQUE M 1ÍSEO DE LA VENTA


fabricando, con gran esmero, réplicas de las piezas originales;
supuse que su destino era el de sustituir las originales.
Cuando visité, en mayo de 1988, por invitación del Instituto
de Cultura de Tabasco, el Parque Museo Villahermosa, había ya
un número considerable de réplicas y las piezas originales aún
mostraban buenas condiciones; se me informó entonces de que no
se les había vuelto a dar ningún tratamiento de limpieza y de con­
servación. Hoy día tengo noticia que no se ha hecho nada más;
carezco de información acerca del número de réplicas que fue a
parar al museo de sitio de La Venta, y los originales están, una vez
más, expuestos a los efectos desvastadores de la intemperie.
Para que el tratamiento sirva, debe de ser aplicado con regu- 105
laridad. Lo ocurrido en el Parque Museo es un ejemplo, entre otros,
de cómo nuestras obras de arte están sujetas a los vaivenes
sexenales. No hay programas que se continúen y según el interés
del momento, los objetos y los sitios se cuidan o se abandonan...
Comprendo que es tarea costosísima para el país, sobre todo
en los momentos actuales, asignar presupuestos suficientes para
la conservación de las obras de arte de los antiguos mexicanos;
sin embargo, hay acciones de poco costo y, en especial, programas
educativos que se pueden y se deben realizar. Si en el Parque Mu­
seo no se continúa ron el mantenimiento de los monumentos ni
se hacen más réplicas, se pueden guardar los originales bajo mo­
destas palapas...
En resolución, he señalado ciertos modos en que la moder­
nidad ha contribuido a la metamorfosis y aniquilamiento de las
obras de arte de nuestros antepasados indígenas; el coleccionismo,
eficaz colaborador del saqueo, la intemperización y la contami­
nación ambiental como agentes seguros de agresión; también hice
mención del abuso destructivo del hombre en una zona arqueo­
lógica [... ] También he abordado modos de destrucción en los
tiempos modernos; las causas se aprecian del todo diferentes a las
c u a r e n t a a ñ o s d e l p a r q u e m u s e o -p o e m a d e

de los tiempos anteriores. Se confunden razones de lucro, de indife­


rencia, con otras de orden cultural como en el caso de los museos. Y
ahora, como nunca antes, la situación parece incomprensible; no
hay explicación válida de orden religioso, político y social. La acla­
ración primordial es la falta de educación.
Sólo el ejercicio de la educación podrá salvar nuestra herencia
prehispánica.
Es indispensable que a quienes les corresponde guardarla,
cumplan ese compromiso fundamental que tienen con el país.
LA VENTA
EL MUSEO ARQUEOLÓGICO DE TABASCO44

Germán Arciniegas

Hay en Villahermosa uno de los museos arqueológicos más famo­


sos del mundo. “Yo que de Tabasco vengo con nudos de sangre
maya/ donde el cacao molido/ da nuevo sentido al agua/ y se ve
crecer la yerba/ entre plumajes y estatuas” . Porque Villahermosa
es el ombligo de una panza tatuada con las culturas más viejas de
América Por un lado se va a La Venta, con cabezotas de piedra de dos
metros de diámetro, labradas en un solo bloque. Hay una colosal,
la del hombre sonriente, en donde Paul Ribet descubría el enig­
mático gesto leonardino. Por otro lado se va a Palenque, con sus
treinta y tantas pirámides que se cubrieron de árboles con los si­
glos, pero que ahora al desnudarse van demostrando sus flancos
de estatuas de estuco y sus bajorrelieves en piedra de una elegan­
cia y finura incomparables. Por otro lado se va a Bonampak, la de
la casa de colores, con frescos en que los Diego Riveras de princi­
pios de la era cristiana hicieron, a todo color, un prolijo relato de
sus guerras, sus ceremonias y la fastuosa corte de sus reyes.
El Museo de Villahermosa recoge estas arqueologías, y las con­
vierte en neologías animadas. Es uno de los mejores del mundo.

El articulo es continuación de uno amerior titulado "Tabasco con el agua a la garganta".


No está estrictamente dedicado al Parque Museo de La Venta, pero dada la importancia y
amistad del escritor colombiano Germán Arciniegas con Carlos PeUiccr, lo incluimos. Su­
plemento Cultural del periódico Novedades (fe Tabasco, enero 31 de 1988, p. 3.

[107]
En la noche, con reflectores eléctricos, las piedras, los vasos de
colores, las terracotas, las copias de los frescos reciben golpes de luz
en vitrinas poéticamente escenificadas. El vaso de caracol de
Tabasco, el gran brasero de terracota del viejo imperio que parece
arrancado de un templo de Indochina, la estela de piedra donde el
guerrero maya victorioso pone su pie sobre el vencido, una figura
de mujer del viejo imperio que se mueve con el femenino encanto de
las tanagras mayas, el acróbata y el bailarín de piedra, las cabe-
CCARENTA ASOS OEL PARQCE MUSEO-POEMA DE U VENTA

citas del muestrario de las sonrisas en barro, los campesinos


totonacos que se columpiaban muchos siglas antes de que vi­
nieran a mecerlos los españoles, son maravillas que han perdi­
do el sabor de ruina y academia arqueológica porque en este lugar
el director del Instituto no es uno de esos sabios destapatumbas de
la edad de piedra en que a veces vive la ciencia, sino el poeta insu­
perable de América, Carlos Pellicer.
La oficina de la dirección del Museo está al final de las salas.
Tiene una ancha ventana que da al río. Al embarcadero. Ahí llegan
en canoas g ra n d e s , gente que vive en la otra orilla. Tabasqueñas
morenas, campesinos anfibios de las márgenes del Grijalva, que
parados en el tronco, sobre el lomo del río, dejan ver que no hay
108 mentira posible en las piedras, en la cerámica pintada, en los fres­
cos, en las figurillas de barro del Museo.
EN EL 30 ANIVERSARIO
DEL PARQUE M IJ S gO DE LA VENTA4-

Jorge Priego Martínez

El 14 de marzo de 1958, fue inaugurado por el presidente de la


república, Adolfo RuizCortines. el Parque Museo de La Venta. Este
acto fue la culminación de una obra meses atrás emprendida, y la
realización de un proyecto por más de cinco años acariciado por
el inmenso poeta Carlos Pellicer.
A raíz del viaje que en compañía de Francisco J. Santamaría
realizara a la zona arqueológica de La Venta, el autor de Horade
junio, tuvo la feliz idea de trasladar casi todos los monumentos
de dicho sitio arqueológico a la capital de Tabasco, colocándolos en
un lugar que reuniera las características del sitio donde fueron
encontrados, es decir, en plena selva. No se trataba de recrear el
ambiente en que los monolitos fueron colocados por sus autores,
sino del que los rodeaba, merced al abandono que sufrieron por
siglos y siglos.
Y con la ayuda esforzada de personas e instituciones que el
propio Pellicer menciona tanto en la Guía oficial de los museos
de Tabasco, que escribió en 1959, como en una carta que data del
mes de julio de 1957, enviada al entonces director del in a h ; el Par­
que Museo de La Venta, que resulta único en su género a nivel45

45 Jorge Priego .Martínez, Suplemento Cultural del periódico Novedades de Tabasco,


marzo 6,1988.

[109]
internacional y positivo orgullo de nuestra ciudad y de todos los
tabasqueños, pudo ser objeto de admiración para propios y extraños.
En el sencillo acto con el cual se conmemoró el trigésimo ani­
versario del Parque Museo de La Venta, Carlos Sebastián Hernández,
quien fuera el brazo derecho del Poeta de América en estas lides
y quien mejor que nadie conoce de los desvelos que éste sufrió para
hacer realidad su sueño de transportar casi toda una zona arqueo­
lógica a una distancia mayor de cien kilómetros, externó lo si­
CUARENTA AÑOS DEL PARQUE MlfSEO-POEMA DE LA VENTA

guiente:

La razón por la que se trajeron a Villahermosa de la zona arqueológica de


La Venta, distante 135 kilómetros, [los monolitos olmecas] fue que pkmkx
descubrió un rico manto de energéticos y empezó a utilizar m aquinaria
pesada para hacer perforaciones, introducción de ductos, construcción e
instalación de plantas de bombeo, así como la inevitable explosión demo­
gráfica consecuencia de esta febril actividad, sin duda ocasionaría la des­
trucción de los monumentos; com o prevención para proteger este legado
de la humanidad, Carlos Pellicer se inpuso la tarea de reunir la anuen-
ciade Ignacio Marquina, director general del inah; lacooperación de Eduar­
do Cliávez, secretario de recursos hidráulicos; del general Miguel Orrico
de los Llanos, gobernador sustituto del estado de Tabasco y de Bermúdez,
director de pkmiíx. El resultado está a la vista: un Parque Museo, único en
110 el mundo, los monumentos olmecas enmarcados con la exuberante selva
tropical con todo y fauna.
En esta importante fecha es justo recordar a todos los que en alguna
forma, con su intervención contribuyeron para la realización de este
Museo, como Salvador Compeán, Alfonso Zapata Tosca, Rafael Concha
Linares y el grupo de alijadores a quienesel Pellicer llamabasus hermanos.

Con la colaboración entusiasta de todos, unidos como un solo


hombre para lograr tan plausible objetivo, Carlos Pellicer pudo ver
logrados sus anhelos, y es que, la ayuda mutua, el concurso de los
más, movidos por una causa noble, hace posible cualquier cosa,
aunque ésta sea tan gigantesca “ como las colosales cabezas y al­
tares olmecas” .
PARQUE-MIJSgO DE LA VENTA46

La importancia excepcional de la cultura otmeca, como antece­


dente de todas la que se desarrollaron en Mesoamérica, mereció
la creación de un santuario que preserva el esplendor de su arqueo­
logía. El valor incalculable de los monumentos y objetos encon­
trados en La Venta, que expresan diversos aspectos de la vida de
nuestros antepasados, precisaba ser bien conservado en un lugar
que al mismo tiempo sirviera para destacarlo y promover su di­
vulgación.
Así, por iniciativa de Carlos Pellicer, tabasqueño sobresaliente,
apasionado de la riqueza cultural del estado y del pasado histórico
de México, se llevó a cabo la construcción del Parque Museo de La
Venta en la ciudad de Villahermosa.
El Parque ocupa una extensión de ocho hectáreas. Allí se en­
cuentra la más rica muestra de objetos de arqueología que perma­
necen como involuntario legado de los olmecas a las generaciones
actuales, que a través de ellos adquieren conocimiento de su exis­
tencia y perciben los niveles que alcanzó su sentimiento, expresa­
do a través del arte hace 25 siglos, cuando el esplendor del sol
alumbraba la majestuosidad de civilizaciones que hoy se hunden
en la noche de los tiempos.

46 Este documento es d cuerpo principal de una ju ta turística editada por d gobierno dd estado
de Tabasco, a través de la Secretaría dd Fomento industria]. Comercio yTlirísmo (sehoot)
por conducto de la Direcdón de fltm m o ; seguramente se editó durante la gestión de Sal­
vador Neme Castillo.

[111]
Hace 25 siglos, cuando el olmeca adoraba al dios jaguar en
esta parte del planeta, en el otro hemisferio Tutankamen o Nefertiti
presidían las ceremonias de adoración del buey Apis o del halcón
Horus; al tiempo que en la India se rendía culto al dios mono
Hanuman, o a Ganesha, hijo de Shiva, cuyo cuerpo era mitad
hombre y mitad elefante. Curiosa coincidencia que detennina con
claridad reveladora cómo hombres de las civilizaciones pasadas,
distantes e ignorantes entre sí, convergieron en la adoración de dei­
CUARENTA ASOS DEL PARQUE MUSEO-POEMA DE LA VENTA

dades zoomorfas, erigiendo en su honor monumentos que hoy ocu­


pan lugares de privilegio en la historia del arte universal.
Pero mayor mérito calve, sin embargo, a la cultura olmeca
por el hecho de haber sido no sólo antecedente de la civilización
de un pueblo, sino de una gran parte del continente, pues la opi­
nión de los arqueólogos concuerda en considerarla madre de to­
das las que florecieron en la inmensa zona mesoamericana
comprendida aproximadamente entre Copán en Honduras y La
Quemada en Zacatecas, México. Si bien su localización está den­
tro de los límites señalados, su influencia penetró en buena parte
de Norteamérica y llegó hasta Ecuador y Perú, donde se asentaron
núcleos indígenas diversos cuyas obras arquitectónicas denotan un
112 avanzado desarrollo ceremonial.
Muchos rasgos mesoamericanos importantes revelan la am­
plitud y complejidad de la cultura olmeca. Entre ellos: el empleo
en la arquitectura de materiales como la piedra y el estuco; los
murales al fresco, grandes escalinatas, las técnicas muy avanza­
das para tallar la piedra y realizar finos trabajos en piedras
semipreciosas como jade, amatista, cristal de roca, ópalo y
obsidiana; el uso de complicados sistemas de numeración y escri­
tura jeroglífica; los calendarios astronómicos de extraordinaria
precisión, el juego de pelota, el cultivo del cacao, etcétera.
La cultura olmeca es la génesis artística e intelectual de las
civilizaciones indígenas del área mediadel continente. Según mu­
chos arqueólogos, su significación en el devenir americano es equi-
parable a la del Valle del Nilo en Egipto, a la del Valle del Río
Amarillo (Hoang-Ho) en Asia Oriental, o la del Archipiélago Egeo
en el sureste de Europa.
Fue en Mesoamérica donde se asentaron las altas culturas
prehispánicas, de las que se conservan valiosísimos vestigios ar­
queológicos, testimonios de ciudades cuya belleza arquitectónica
ha trascendido a través de milenios. Como muchas de ellas, 1.aVen­
ta alcanzó un alto grado de magnificencia, hasta el momento en
que el destino de sus habitantes se perdió en el misterio, como ocu­

DOCUMENTOS SOBRE EL PARQUE M l¿SEO DE U VENTA


rrió con tantas otras culturas que parecen haber desaparecido sú­
bitamente.

113
L A V gN T A , LA CIUDAD OLMECA

Fue construida casi en la desembocadura del río Tonalá en el Golfo


de México, en lo que es propiamente un islote rodeado de agua del
río y de las aguas bajas del mar que penetran en tierra firme.
La Venta pertenece al municipio de Huimanguillo en el extre­
mo noroccidental del estado de Tabasco. A este lugar junto con San
Lorenzo Tenochtitlán y Tres Zapotes en Veracruz, llegaron los olmecas
aproximadamente en el año 1500 antes de nuestra era. La Venta
constituye el núcleo principal de la zona donde se desarrolló la cul­
tura olmeca en el territorio de Olman (olli-hule) o tierra del hule, a
cuyos habitantes se les llamó olmecas (pueblode la tierra del hule).
Su maravillosa obra artística, de la cual una muestra muy
representativa está depositada en el Parque Museo de La Venta,
comprende las colosales cabezas de piedra que representan tipos
humanos con ciertas características de la raza negra de fascinan­
te plasticidad y realismo, con las que contrastan los delicados
pulimentos en piedra semipreciosas; las imponentes estelas, algu­
nas de casi cuatro metros de altura; los altares triunfales en cuyo
nicho aparecen personajes típicamente olmecas, y como figuras
principales distinguidas las representaciones del jaguar, o bien las
que simbolizan figuras humanas con apariencia de jaguar, como
si trataran de expresar una transfiguración pues no se puede de­
terminar si se trata de un jaguar con apariencia humana o de un
hombre con atributos de jaguar, éstas son a fin de cuenta imá­
genes que rinden culto al jaguar como símbolo de poder divino.

[114]
IMAGEN DE UNA OBRA
CARLOS PELLICER
Y EL PARQUE M U S ^ O DE LA VENTA'17

Ménica del Villar K.

Soy más agua que tierra


y más fuego que cielo.
Navega en mi sangre
lo más antiguo de México.

“Esto soy” (México, 1972)

Ubicado en Villahermosa, Tabasco, el singular Parque Museo de La


Venta acaba de mostrarnos en octubre pasado su más reciente
imagen; la primera, creada por el poeta tabasqueño Carlos Peí licer,
concluyó en 1958, después de siete años de sueños y esfuerzos. Este
bello y poco común lugar alberga, en un entorno natural de selva
y agua, monumentales piezas arqueológicas procedentes de la ciu­
dad olmeca más importante durante 600 años antes de nuestra
Era: La Venta (1000-400 a. C.).47

47 Bsie artículo fue publicado originalmente en 1995 en la msliArifueoto^na Mexicana


en una edición especial dedicada a los olmecas; en 1996, con motivo de la exposición
Olmec Art ofAncietU México, montada en la National Gallery de Washington. D.C, el
Consejo Nacional para la Cultura y las Artes a través del Instituto Nacional de Antropo­
logía e Historia, hizo una reedición especial en ingles en la misma revista, con el título
de Olmec. Revísta Arqueología Mexicana, m arzo-abril, volumen II, núm. 12, cnca,
México, 1995, pp. 52 - 57.

[115]
Desde su apertura, el Parque ocasionó una confusión gene­
ral, provocada por la suposición de que el sitio arqueológico ha­
bía dejado de existir. listo no es así: los ricos vestigios de la otrora
isla de La venta se encuentran en el oeste del estado, y compren­
den fascinantes muestras cubiertas en gran parte por vegetación
del Centro Ceremonial, enormes edificios, áreas habitacionales,
gran diversidad de piezas y fragmentos, y un pequeño museo. Los
arduos trabajos arqueológicos que se llevan a cabo en la zona abren
CUARENTA AÑOS DEL PARQUE MUSEO-POEMA DE U VENTA

una amplia gama de posibilidades de responder a las interrogantes


fundamentales que aún existen en torno a esta enigmática “ cul­
tura madre” : laolmeca.
En entrevista, Iker Larrauri, museógrafo encargado de la re­
ciente renovación del Parque Museo durante el pasado año, nos
recuerda lo que hizo Pellicer entre 1957-1958 y lo califica como
“ unade las grandes proezas culturales de nuestro tiempo, un esfuerzo
de gigantes” , al rescatar y transportar las monumentales piezas del
sitio arqueológico hacia Villahermosa, a pesar de las penosas con­
diciones de traslado por las maltrechas vías de comunicación.
La controversia en torno a si el hecho de movilizar las piezas
arqueológicas de su localización original fue correcto o incorrec-
116 to existe aún y es causa de reflexión. Lo que resulta indudable es
que los motivos de Pellicer para efectuar el traslado obedecieron a
su profundo sentido de conservación y amor a las raíces, dado el
peligro que representaban para la preservación de las piezas, en
su momento, las múltiples obras de exploración, construcción y
explotación que real izaba p e m e x en la zona debido al descubrimien­
to de importantes yacimientos petroleros. El resultado actual es que
ambos lugares, cada uno con su género y circunstancia, aportan
mucho al visitante: La Venta-sitio arqueológico con sus orígenes y
enorme potencial de descubrimiento, y La Venta Parque Museo con
su ambiente de recreación e interpretación.
La formidable tarea de Pellicer se llevó a cabo entre muchos
obstáculos. Nada fácil debe haber sido el reinventar el entorno Al
Parque
Arqueológicoy Botánico
Ü¡CO:WILl.$

ParqueMuseon?. La Vota

I’:a» I-
Akr-.'-A'AS
selvático olmeca con su flora y fauna características y, además,
intentar seguir un esquemaque reflejara la ubicación original de
las 27 piezas iniciales en un reducido espacio. Así lo manifestaba
en una carta dirigida a Eusebio Dávalos Hurtado entonces direc­
tor del in a ii el 31 de julio de 1957:

He procurado hasta donde el pequeño espacio me lo permite, siete hectá­


reas, reproduciren lo posible el orden en que se encontraban originalmente
los muñequitos. Sólo en dos ocasiones tuve necesidad de sacrificar en par­

DOCUMENTOS SOBRE a PARQUE M t í SEO DE U VENTA


te la verdad a la belleza: la ortografía topográfica a los valores poéticos del
p a isa je .

En otra interesante carta que dirigió a Alfonso Reyes en 1957, repro­


ducida aquí, sintetiza con su singular lenguaje sus intenciones y las
dificultades que implicaba su ambiciosa tarea. Actualmente, el
poder disfrutar 33 grandiosas piezas tales como las cabezas colo­
sales, los llamados altares o tronos, las estelas, las ofrendas masi­
vas de mosaico y otras esculturas olmecas en su ambiente natural,
causa sensaciones muy vivas y completamente distinta^ a las que
despiertan los museos cubiertos.
Entre ceibas y palos mulatos, pochotes y yucas, transitan ve­
nadas cola blanca, sarahuatos, monas araña, tuzas, tepezcuintles,
y pueden verse grandes jaulas con guacamayos, tucanes y otras
aves locales. No puede faltar el majestuoso e imponente jaguar, ni
el legendario cocodrilo el cual junto con su descenden­
cia comparte aguas con la vecina lagunade Las Ilusiones. Así se
realiza el grato recorrido, todavía guiado por las huellas en pie­
dra del pie de Pellicer48.*

*8 U autora se refiere, indudaWemenlc a los ladrillos de tarro que están colocados a Iodo lo
largo del recorrido, estos tienen grabadas las huellas de los pies de Pdlioer Es probable que los
moldes originales de los ladrillas le havan quedado a Leopoldo Rodríguez, noble y ficf co­
laborador de Carlos Pellicer en el Parque Museo, realizó una gran cantidad de estos blo­
ques con la idea de decorar la lachada de su cusa habitación, ubicada en la colonia Florida
de Villahemiosa.
Parque inicial se le han hecho diversas modificaciones a lo largo
de los años. En el último cambio, comenta Iker Larrauri, la deci­
sión fundamental fue la de reincorporar los espacios divididos, es
decir, integrar las áreas de convivencia infantil, lapalapa o champa
de usos múltiples y el parque arqueológico. Con ello, se ha logra­
do una unidad que, aunque implica un cambio de secuencia en
la visita, no tiene mayores repercusiones en cuanto al proyecto ori­
ginal de Pellicer. Quien acude al Parque inicia su recorrido inter­
CUARENTA AÑOS DEL PARQUE MUSEO-POEMA DE LA VENTA |

nándose en el ambiente de la selva y sus animales, hasta llegar al


museo introductorio “ Los olmecas de La Venta” , situado en la
palapa y después continuar con la visita al parque arqueológico.
Un gran reto para el museógrafo consistió en conciliar la mejor
conservación de las piezas a la intemperie con una exhibición de
éstas que permita su mejor visión y apreciación por parte del pú­
blico. Ambos aspectos han sido resueltos, por un lado, con la apli­
cación de una técnica para la conservación de monumentos a la
intempene desarrollada hace seis años por especialistas del inaii.
El complemento museográfico consistió en el levantamiento de las
piezas del suelo mediante el uso de unas bases adecuadas que,
además de protegerlas de la humedad, establecen una distancia
122 pertinente entre los visitantes y ellas, las realzan y permiten que
cada una sea mejor apreciada.

Aún falta mucho por hacer-añade Larrauri. Unaconservación realmen­


te a fondo y a muy largo plazo, se logrará sólo techando las piezas. ¿Cómo
lograrlo sin interferir con el propósito primario de recrear el encanto de
un medio ambiente natural para exhibir el legado olmeca?

Comenta el museógrafo sobre posibles soluciones que apuntan al


uso de materiales no industriales, por ejemplo aquéllas que pro­
ponen la construcción con bambú, existente en Tabasco, y que se
están aplicando en Colombia y Casta Rica.
Necesitamos aprender una vieja lección y volver a un anti­
guo dilema: cómo conciliar los avances tecnológicos de nuestra
época con la sabiduría ancestral manifestada en el conocimiento
y empleo de las materias primas autóctonas o regionales. Para el
planteamiento cabal a la aportación de soluciones la colabora­
ción interdisciplinaria es indispensable. Las paradojas del avance
humano y de lacultura universal persisten y se acrecientan en este
fin de milenio, en esta era Posindustrial o poseedora; no podemos
avanzar sin voltear hacia el pasado y mirarlo con nuevos ojos.
Porque, como diría Carlos Pellicer en su poema "Teotihuacan” :

DOCUMENTOS SOBRE EL PARQUE M |¿ S £ 0 DE LA VENTA


Antes que Europa fuera flor de cultura, México
flores de maravilla dio a la cultura. No:
trajeron su cultura, no lacultura, aquellos
que por áurea ambición destruyeron lo antiguo
aquí, que florecía maravillosamente.
(Sin rencor ni am argura cuelgo en este poema
las palabras que dije.)

123
Otros documentos
relacionados con el Parque
Museo Poema de La Venta
NI SIQUIERA TABASQUEÑO, MENOS PELLICERIANO
EL CONCEPTO DE REMODELACIÓN APLICADO
EN LA VENTA DESAPARECIÓ LA SELVA:
NUEVO ROSTRO DEL PARQUE M U S ^ O DE LA VENTA49

MarcoAntonioAcosta

Un recorrido por el nuevo Museo Parque La Venta nos hizo llegar


a la siguiente conclusión: que ha sido desmontada la museografía
original que creó el poeta Carlos Pellicer. La clausura de la anti­
gua entrada, de hecho, plantea una nueva museografía, y por lo
mismo, no solamente borra el esquema pelliceriano sino también
la colocación de las piezas tal como las había encontrado Carlos
Pellicer en el sitio, la isla de La Venta, Huimanguillo, Tabasco.
Todo lo cual nos hace solidarios con la expresión del pintor y
sobrino del poeta de América, Carlos Pellicer López, de que la po­
lítica palaciega atenta una vez más contra la obra de arte por fal­
ta de conocimiento del proyecto original.
Clausurar la entrada no interpreta de ningún modo la
museografía pelliceriana, al contrario, ladesmonta, la alrevesa al
ensamblar una colosal fuente de concreto que también la trans­
forma y de hecho separa esta entrada del resto del Museo.

49 El siguiente articulo fue publicado originalmente el miércoles 31 deagostode 1994,en el


periódico El Portavoz, de la dudad de Cárdenas, Tabascoy posteriormente reproducido en
larcvislaX/éa/ras. Marco AntonioAcosta,,4/¿>«/rar, Revista Mexicana de Cultura, octubre-
diciembre, núm. 4, Cárdenas, Tabasco, 1996, p. 19.

[127]
Al cambiar la entrada y hacerla funcionar por el antiguo mu­
seo zoológico llamado Parque de Convivencia Infantil, el mapa
del recorrido lo pone al revés para los turistas internacionales que
no se explican el motivo del cambio. Así la pieza número 26, pasa
a ser la número 10, y así muchas de bis piezas van cambiando su
número por uno actual, su lugar deja de serlo para dar paso a una
jardinera y la pieza se transporta a otro sitio. Muchas no fueron
removidas de su anterior sitio, se ahondó sobre la base, para refor­
CUARENTAVOS DEL PARQI'E MUSEO-POEMA DE LA VENTA |

zar el nivel de altura y se le ahondó para levantar una base de


concreto mezclado con piedra blanca a la manera de bis colum­
nas de la Biblioteca Estatal José María Pino Suárez, y/o para se­
guir el estilo arquitectónico trazado para el Parque Tomás Garrido
Canabal.’ 0
Siendo gobernador de Tabasco, Enrique González Pedrero dis­
cutió con su gente el caso de La Venta, que no encajaba en la con­
cepción arquitectónica que se impondría al antiguo Parque de las
Fiestas del Desarrollo, ahora Parque Tomás Garrido Canabal;
majestuoso, imperial, dentro de ese estilo mayense que inspiró a
su arquitecto, pero finalmente se respetó la museografíade Carlos
Pellicer.
128 Ahora, en cambio, al desmontarse la museografíapelliceriana,
iker Larrauri, que es el autor de la nueva museografía, se vio em­
pujado a muchas cosas más, por ejemplo, las avenidas que antes
(en tiempos de Rovirosa Wade) habían sido sepultadas por el con­
creto, respiraron de nuevo el aire de la selva, porque previamente
había sido desmontado el concreto cuando estuvo de director Car­
los vSebastián Hernández, despedido por oponerse al nuevo proyecto.
Se le devolvió su camino de tierra, al mismo tiempo que se le trajo
piedra china de los ríos de Teapa probablemente para regarla so­
bre el camino y de esa manera evitar lodaceros en tiempos de llu-50

50 La Biblioteca Estatal José María Pino Suárez. el ParqueTomás GarridoCanabal y el Centro


Administrativo, ubicado en Tabasco 2000. fueron diseñados por Teodoro GonzálezdeCeón
via. A ambos lados del camino fueron enterradas ramas gruesas
de chipilcó formando una valla a lo largo de todas las avenidas,
cosa que las refuerza y las hace más plásticas, pero el problema

| OTROS DOCUMENTOS RELACIONADOS CON EL PARQUE MUSEO POEMA DE LA VENTA


radica en que este cerco “ pega” , echa ramazones y su impulso es
crecer. Si se le da mantenimiento constante, es un acierto. No así
la jardinería que se montó alrededor de los monumentos que es
una vegetación exótica, propia de jardines de casas de ricos, o de
ciertos parques de Polanco. No se gana belleza con este adorno,
por m is que se quiera con ello alejar a los niños traviesos de tocar
1as piezas. La j ardi nería exótica no pertenece a la selva tabasqueña
y busca crecer en forma gigantesca, lo cual taparía a los monu­
mentos como de hecho ya sucede.
Tal como se está llevando a cabo la museografía de Larrauri,
nos hace pensar que no estudió los textos y mapas que usó Carlos
Pellicer cuando trasladó las cabezas colosales al lugar que ahora
es conocido por todos. No investigó nada, y en esto tiene razón
Carlos Pellicer López al afirmar que “ no se necesita ser médium”
-com o llaman con mal gusto a Carlos Sebastián Hernández- para
conocer el proyecto original de Carlos Pellicer. Se necesita solamen­
te conocer dicho proyecto descrito por el poeta en varios textos bien
conocidos para los que sí estudian y rescatan su obra.51 129
Tampoco estamos de acuerdo con el derrumbe de la pal apa
de palma y caña -huano y jahuacte-, que servía de descanso al
visitante. ¿Por qué desperdiciar lo nuestro? ¿Y por qué llenar ese
espacio de plantas exóticas? Este vacío crea un espacio de conflic­
to con el derrumbe de la palapa.
Sin embargo, no todo es desacierto. Y apruebo el cerco de tu­
bería de seis o diez centímetros de grosor o espesor, montada alre­
dedor del charco grande donde sobreviven los lagartos, con una
pasarela.de madera para que el visitante disfrute y tenga más se-

51 />nx»so,núm .9l4,9dcm ayode 19 ^ Nota de Marco AntonioAcosta.


guridad. No vamos a negar que protege al turismo y le da una
perspectiva plástica al lugar.
Pero otra vez, no es correcto meter a la típica selva tabasqueña
que quiso rescatar Carlos Pellicer, con surcos de plátanos, pimientos
y otras plantas que trajeron los españoles durante la colonia, con
el fin de aumentar la variedad de la economía del lugar, lo cual
fue factible porque las culturas y los pueblos siempre intercambiaron
sas productos y lo mismo pasó en épocas olmecas.
CUARENTA AÑOS DEL PARQUE MUSEO-POEMA DE LA VENTA

130
PROTESTA DE LA C O M U N IDAD ARTÌSTICA52

Villahermosa, Tabasco a 2 de septiembre de 1994

Vuelvo a decir: creo que ningún mexicano lo será


completamente si no se acerca -prim ero para conocerlo
y luego para am arlo- al arte maravilloso de nuestros antepasados

Carlos Pellicer
Desde su fundación en 1957 por el Poeta de América, Carlos
Pellicer, el Parque Arqueológico de La Venta fue elogiado corno una
de las concepciones museográficas mis originales en el mundo.
En entrevista con José Carlos Becerra, en el verano de 1967, Pellicer
manifiesta lo siguiente:

bufonees, en la oriHa de Villahermosa reconstruí la zona arqueológica,


dejando los monumentos de acuerdo con su hábitat, pero reduciendo un
poco las distancias porque el predio en el que luce esta reconstrucción ar-
queológicaes apenas de ochenta mil metros cuadrados y en su origen esto
pasaba de tos doscientos mil.

Queda claro pues, que la intención fue la de respetar el diseño


original del gran Centro Ceremonial de La Venta para “ integrar

52 El siguiente documenta manifiesta ima enérgica protesta de h comunidad artística e


intelectual de Tabasco por la última ‘'remoddackm’ quesele ha hecho al Parque Mu­
seo Poema de La Venta. Tomado áeAlbalros, Revista Mexicana de Cultura; octubre-di­
ciembre, núm. 4, Cárdenas, Tabasco* 1996, p. 20.

[ 131]
de manera plena, a la naturaleza animal y vegetal con el legado del
hombre” .
Infortunadamente esa obra portentosa, como la calificó José
Carlos Becerra, al paso del tiempo ha sufrido diversas alteraciones,
unas más graves que otras: durante la administración de Manuel R.
Mora se mutiló su parte sur con el pretexto de la ampl ¡ación del tea­
tro al aire libre, del entonces conocido popularmente como Parque
Tabasco; en la administración de Mario Trujillo le fue suprimida su
CUARENTA ASOS del parque m u s e o -poema de la venta

colindancia con la laguna de Las Ilusiones para construir un


“ maleconcito” , y cercada esa parte con una fea malla de alambre.
Esto rompió su integración con el elemento agua. A la siguiente
administración, la de Leandro Rovirosa Wade, se amplían las cal­
zadas con la única finalidad de pennitir el desplazamiento de los
vehículos de los invitados especiales, y además se amputa su parte
norte para aumentar el área del Centro de Convivencia Infantil.
Sin embargo, hoy, el Parque se enfrenta a nuevas y mayores
alteraciones, como las siguientes:

1. Se cambió la ubicación de laentrada principal, lo que pro­


vocó la modificación del recorrido original.
132 2. La reubicación de las esculturas, alterando así profunda­
mente el perfil original del Centro Ceremonial y, además
3- Se introdujo vegetación exótica en detrimento de la flora
regional, así como
4. La incorporación de elementos extraños como el puente me­
tálico y la enonne fuente en la antigua entrada, además de
5. Cambiar el nombre original del Parque, y
6. Vulnerar el derecho de autor del legado de Carlos Pellicer.

Ante esto preguntamos, ¿qué hacen el inaii y patrimonio cultural


de Tabasco?
Ante el absurdo de cambiar por cambiar, protestamos enér­
gicamente, y hacemos conocer a nuestros conciudadanos nuestra
inconformidad por la alteración (no está de más recordar: “Alte­
rar: cambiar la esencia o forma de una cosa” . PequeñoLarousse
Ilustrado) de uno de los centros culturales más importantes de

OTROS DOCI I.MENTOS RELACIONADOS CON EL PARQUE M IÍS E O POEMA DE LA VENTA


Tabasco y que es patrimonio de todos los mexicanos.

Atentamente
Responsables de la publicación

Ramón Bolívar,
Miguel A. Gómez Ventura,
Fontanelly Vázquez,
Teodosio Garda Ruiz,
Gabriela Gutiérrez,
Lenin González Rincón,
Bertha Ferrer,
Salvador Córdova León,

Se anexan más de cien firmas de artistas e intelectuales de Tabasco.

133
Apéndice
burocrático
Febrero 15,195253

Estimado maestro, poeta, arqueólogo, tabasqueño y... principal


amigo:

Después que te había hecho el recado adjunto, vino a la Planta [el


señor] Palizada, trayendo envases de refrescos para llevar llenos
en su camión a Agua Dulce [Veracruz],
Le expliqué la plática que tuvimos con el Ing. Morán y que
sería casi seguro conseguir lo de Petróleo, pero me dijo que había
estado hace una o dos semanas en Villahermosa y que el Lie.
Santamaría le dijo que le resolvería hasta el 25 de marzo y que
había discutido ampliamente la transportación de las piezas del
barranco hasta el Paseo Tabasco, habiéndole dicho Palizada, osa­

APÉNDICE BUROCRÁTICO
damente al Sr. Gobernador que se comprometía a poner mármol
al pedazo de pavimento que se rompiera.
Como seguramente esa determinación a largo plazo se la dio
Santamaría mientras consultaba y obtenía lo de Petróleos, así se
lo hice ver y le dije que de una vez por todas se ponga de acuerdo
con el Sr. Roberto Rodríguez Montes, Superintendente del Campo 137
Petrolero de Agua Dulce, quien presenció la plática que tuviste con
el Ing. Morán para que si [es] posible desde luego le facilite el trac­
tor y el guayín y Palizada comience asacar las piezas hasta la orilla
del embarcadero, ya que para esta maniobra, ni Rodríguez Mon­
tes ni Morán necesitan permiso de México.
Por Fin quedamos en que el día que yo reciba tu telegrama de
venida que espero sea el viernes 29 del actual, lo llame por teléfo­
no y aquí ya convengan la sacada de las piezas hasta el embarca­
dero, pues para ello Palizada necesita autorización tanto del

53 Es innegable el hecho deque en Carlee PelMcer existía la idea de pealizar un museo ai aíre
libre desde 1951, así lo demuestra este documento.
Gobierno Federal como del listado para comenzar a abrir cami­
nos y mover las piezas y a lo mejor para ese día ya tengo la auto­
rización de Bennúdez para llevarlas hasta allá, pues puedes estar
seguro que si viene mañana, aquí consigo eso.
Unicamente es para servir a un amigo y al Lie. Santamaría y
tener la satisfacción de ganarte la apuesta y tú la satisfacción de
inaugurar todo el primero de mayo.
OO ! ViN3AVI3(]VK30d-03S7îl\' 3:lft»V’d 13Q SO^VVXN3ÜIV,T0

Ramón Figuerola Ruiz


Señor Don Antonio J. Berrnúdez,'’4
Director General de Petróleos Mexicanos
Ave. Juárez 92 y 94
México, D. F.

Muy estimado amigo:

F1 11 del actual, estuvo de paso por la ciudad de Coatzacoalcos,


Ver., el maestro Don Carlos Pellicer Cámara, quien bajo las auspi­
cios de mi Gobierno, está organizando el grandioso Museo del Esta­
do de Tabasco, teniendo el propósito de inaugurarlo, el I o. de
mayo próximo.
El maestro Pellicer obtuvo en esa ciudad de México, de
................ , la autorización correspondiente para sacar de las
ruinas de La Venta todas las piezas arqueológicas que allí existen

APÉNDICE BlíROCRÁTICO
y que como Ud. sabe, constituyen la historia de toda una época
comprendida en un milenario antes de la Era Cristiana; autoriza­
ción que sólo puede obtenerse por tres poderosas razones: porque
estando esas piezas actualmente a la intemperie y sin desagüe al­
guno, constituyen un constante peligro para la destrucción de las
piezas; porque estando esas joyas arqueológicas abandonadas 139
actualmente, no pueden ser apreciadas ni visitadas mas que por
contadas personas y, en último término, porque estando dentro de
nuestro estado, podremos desde aquí no sólo exhibirlas, sino con­
servarlas con el celo que se merecen.
Tenemos el propósito el maestro Pellicer y el suscrito de trans­
portar esas piezas hasta esta capital, e instalarlas y exhibirlas de54

54 El siguiente documento fue enviado irrisiblemente en el primer trimestre de 1952, por Ra­
m ón Pignórala Rute a Partos l’elllcer para sa revisión y, si le parecía adecuado, para que
fuera firmado por Francisco J. Santamaría, gobernador de Tabasco. Hasta donde tengo
noticias esta carta no fue enviada :tl director de Petróleos Mexicanos
1/) que sí queda claro es que este escrito, junto con el anterior, son testimonies de que
ya en la mente de Pellicer bullía, desde 1951, la idea de trasladar todas las piezas de La
Venta a la ciudad de Villahermosa.
una manera permanente en el bello Paseo Tabasco para que sirva
de admiración no sólo a nuestro pueblo, sino a todo aquel que
nos visite.
Naturalmente, para poder efectuar su traslado hasta este tu­
gar, no sólo necesitamos un gran chalán que ya nos tiene prome­
tido la Cooperativa de este lugar, sino maquinaria y un camión
Mac para el transporte de las piezas, desde donde se encuentran,
hasta la embarcación, maquinaria y camión que sólo puede pro­
CUARENTA AÑOS DEL PARQUE MUSEO-poema de u venta

porcionarnos Petróleos Mexicanos.


El maestro Pellicer, acompañado del Sr. Ramón Figuerola,
entrevistó al Sr. Ing. Luis Morán M., Gerente General de la Zona
Sur, quien no obstante sus múltiples ocupaciones, con la ama­
bilidad que lo caracteriza, escuchó su súplica y su programa y
le prometió que durante la última semana del presente mes se en­
trevistará con Ud. personalmente, le expondría ampliamente este
asunto y suplicaría a nuestro nombre, la colaboración de Ud.
para poder llevar a cabo esta obra de positivo beneficio espiri­
tual para Tabasco.
Siendo conocida ampliamente la labor de Ud. al frente de
Petróleos Mexicanos no solamente en lo que respecta a la ne-
140 gociación, sino en todo aquello que ha constituido un benefi­
cio en bien del progreso y de la cultura, a nombre propio, del
maestro Pellicer y del pueblo de Tabasco, quiero suplicarle se
sirva autorizar al Sr. Ing. Morán a que nos preste la colabora­
ción necesaria para la transportación de esas piezas hasta
Villahermosa.
Deseo anticiparme a manifestarle que el día que inaugure­
mos el Gran Museo de Tabasco, quiero tener el alto honor de con­
tar entre nuestros invitados de honor, a usted señor senador
Bermúdez y al Sr. Ing. Morán, para quienes ya Tabasco tiene una
deuda de gratitud por la colaboración que con anterioridad nos
han prestado para la extracción y transportación hasta esta ciu­
dad de la Gran Cabeza Sonriente de La Venta.
Mientras tanto reciba Ud. un afectuoso saludo de su atento
afectísimo amigo y S. S.

Ramón Figuerola Ruiz

c.c. Sr. Ing. Luis MoránM., Gerente General de laZonaSurde Pe­


tróleos Mexicanos - Coatzacoalcos, Ver.

APÉNDICE BUROCRÁTICO

141
Gobernador del listado

Tehuacán, Pue., mayo 13 de 1952

Sr. Prof.
Carlos Pellicer Cámara.
Villahermosa, Tab.
Cl'ARENTA ASOS BEI. PARQl'E MttSF.O-POE.MA DF. U VESTA

Querido Garlitos:

Sujiérote que entusiasmes al Jeneral Inurreta para que ayude al


Museo con la traslación de “ La Venta” i formación del parque
arqueolójico. Tengo la seguridad de que nos ayudaría porque es
hombre mui entusiasta según voi advirtiendo por sus actos
filantrópicos y de verdadero beneficio público. Entiendo que ya esté
saliendo de allí la Oficina Federal de Hacienda i que no te das punto
de reposo en activar la conclusión de los salones pendientes, i que
me reserves una sorpresa a mi pronta llegada allá.

Abrazóte mui afectuosamente.


142
Francisco J. Santamaría
México, febrero 17 de 1955

Maestro:

Inmediatamente recibí su carta, le contesto: tiene usted un modo


de acomodar la gramática que siempre me ha emocionado. Yo no le
oculto las cosas desagradables, las cosas son desagradables sólo si
nosotros las juzgamos así, usted hará honor a cualquier institución
en donde se presente aunque sea sólo de vez en cuando.
Estoy alarmada, porque parece que están componiendo las
pérgolas de aquí en frente y usted no me ha dicho cuándo toma­
mos posesión. Llevé su proyecto del parque arqueológico a todos
los ministros, es un proyecto bello y pelliceriano, a ver qué resulta.
Me parece increíble que haga frío en aquellas selvas y me
parece muy natural que 50 franceses (sólo 50 franceses) se hayan

APÉNDICE B1ÍROCRÁTICO
quedado atónitos con su magnífico Museo.
Sigo confundiéndolo con I-ópez Velarde. Espero que todos los
detalles lo saluden.

Afectuosamente

Berta Taracena

P. I). Talavera dice que todavía lo quiere.


Carlos Pellicer Cámara envía al Lie. Manuel Bartlett Bautista, Go­
bernador Constitucional del estado, el plano del terreno del Par­
que Tabasco y terrenos adyacentes donde podrían colocarse los
Monumentos Colosales de La Venta.5’

Vhermosa, Tab. a 3 de marzo de 1955

Carlos Pellicer Cámara


cuarenta anos del PARQUEMUSEO-poema de LAVENTA i

144

En relación a estedocumento cabehacer mención queen los archivos del Museo Regional
de Antropología "Carlos Pellicer” , no se localizó una copia del plano mencionado.
Telegrama

Villahermosa, Tab., a 2 de mayo de 1957

Sr. Don Antonio J. Bermúdez


Director General de Petróleos
Avenida Juárez
México, D.F.

Recordando conversación con usted en compañía Carlos Pellicer


en visita hicímosle hace un año su despacho ésa, le ruego decir­
nos cuándo podríamos contar con su irremplazable colaboración
para traslado Villahermosa monumentos arqueológicos “ La Ven­
ta” , aprovechando mayo y junio meses de seca que facilitarían
dicho traslado punto Saludólo muy afectuosamente.

APÉNDICE BUROCRÁTICO
Lie. Carlos A. Madrazo56
Trasmítase:
El Sbsrio. de Gobierno

I je. Manuel Gurría Ordóñez 145

56 Carlos A. Madrazo era, en esa fecha, representante del gobierno del estado deTabasco en la
Ciudad de México
Jefatura d/1. servs. de seg. publ. del edo.

Número de oficio 557


Expediente 0.11/957/24

Asunto: se solicita cooperación

A quien corresponda:
CUARENTA AÑOS DEL PARQUE MUSEO-POEMA DE LA VENTA

De la manera más atenta suplico a usted dar toda clase de facili­


dades a los camiones encargados de transportar las piezas arqueo­
lógicas destinadas para el Parque Museo de la Venta de esta Ciudad.

Atentamente

Sufragio efectivo. No reelección


Villahermosa, Tab., junio 13 de 1957
El jefe d/1, Servs. Seg. Públ. del Edo.

Cap. Rubén Romo Pacho


146
Memorándum

Villahermosa, 'lab., a 17 de junio de 1957


“Año de la Constitución”

C. Agente municipal
Ría. Pedro C. Colorado
Huimanguillo, Tab.

El portador, señor Profr. Carlos Pellicer Cámara, Director del Mu­


seo del Estado de Tabasco, pasa a entrevistarlo, con el objeto de
que le proporcione usted algunas personas que lo conduzcan ha­
cia un lugar en el que se halla una pieza arqueológica como a un
kilómetro del núcleo de población.
Con ese motivo le agradeceré se sirva dispensarle las atencio­

; APÉNDICR BIfROCRÁTICO
nes debidas y las facilidades que se quiera para esta empresa.

Atentamente

Sufragio efectivo. No reelección.


El srio. general de gobierno ene. 147
P.M.L. del desp. de Poder Ejecutivo,

Lie. Eduardo Alday Hernández


Telégrafos Nacionales

Secretaría de Comunicaciones y Obras Públicas


Dirección General de Telecomunicaciones

X204--1156-17 ORD PD MO
Pemex México DF sep 3 D 1
CUARENTA AÑOS DEL PARQUE MUSEO-POEMA DE LA VENTA .

Carlos Pellicer Cámara


Museo Nacional [sic] Antropología
Villahermosa, Tab.

6301 Permíteme informarle diéronse instrucciones nuestro gerente


Coatzacoalcos acelerar traslado monumentos La Venta. Atte.

Subtor. de Producción

José Colomo
cfm 630

148
Telegrama

Villahermosa, Tab., a 3 de septiembre de 1957


“Año de la Constitución”
Secretaría Particular

Sr. Ing.
J.J. Nettel Flores,
Gerente de pemex
Coatzacoalcos, Ver.

Hoy recibí telegrama firmado señor José Colomo, que transcríbole


dos puntos “ Permíteme informarle diéronse instrucciones nuestro
Gerente Coatzacoalcos acelerar traslado monumentos La Venta” .
Ruégole sus amables instrucciones punto Saludólo cordialmente,

j APÉNDICE BUROCRÁTICO
Carlos Pellicer C.

Transmítase con cargo al Gobierno.


El Secretario Auxiliar
149
Gustavo L. Esquivel R
Telégrafos Nacionales

Secretaría de Comunicaciones y Obras Públicas


Dirección General de Telecomunicaciones

15 Coatzacoalcos, ver, septiembre 6 - 57 xf. df. hr. 9-35.


54 c. w. ord. pa. dep. 8.50.
CUARENTA AÑOS DEL PARQUE MltSEO-POEMA DE LA VENTA i

Carlos Pellicer C.
Museo
Villahermosa, Tab.

Suyo ayer punto Tan pronto se tenga vehículo disponible y mejoren


condiciones camino continuaremos traslado tres piezas arqueo­
lógicas quedan en La Venta a Villahermosa punto Superintenden­
te Agua Dulce ya tiene instrucciones punto No podremos llevar los
aproximadamente doscientos postes para el traslado de los cuales
le sugiero contratar servicios normales de transporte. Atentamen­
te Gerente Zona Sur Pemex.

150 Ing. José J. Nettel Flores

NOTA los documentos anteriores forman parte dd Archivo del Museo Regional de Antropología
“Carlos Pellicer" de Villahermosa, Tabasco, en donde fueron consultados
ÍND/CE

PRÓLOGO E INTRODUCCIÓN 13
Prólogo 15
Nota preliminar 17
Introducción 19

EL PARQUE MUSEO DE LA VENTA 33


Parque Museo de La Menta 35
Zona Arqueológica de La Venta 42
El Parque Museo de La Venta 44

DOCUMENTOS SOBRE EL PARQUE MUSEO DE LA VENTA 47


El jaguar que contempla los astros 49
Tras la huella de un misterio de hace 25 siglos 55
Carta de Alfonso Taracena a Carlos Pellicer 58
Carta de Carios Pellicer a Eusebio Dávalos 60
El Parque de La Venta 66
¿Profesión?: Arquitecto de Belleza...
Naturalmente nos referimos a Carlos Pefficer 69
La Menta 71
Fragmento de conversación con Pellicer 79
Algunas causas de la destrucción de las piezas
arqueológicas del Parque Museo de La Venta 81
La destrucción de las esculturas olmecas 90
El rescate de las esculturas olmecas del Parque Museo de La Menta 94
La destrucción del arte prehispánico a través del tiempo 98
El Museo Arqueológico de Tabasco 107
En el 30 aniversario del Parque Museo de La Venta 109
Parque-Museo de La Venta 111
La Venta, laciudadolmeca 114
Imagen de una obra. Carlos Pellicer y el Parque Museo de La Venia 115

OTROS DOCUMENTOS RELACIONADOS


CON EL PARQUE MUSEO POEMA DE LA VENTA 125
Ni siquiera tabasqueño, menos pelHceriano. El concepto
de remodetación aplicado. En La Menta desapareció
la selva: nuevo rostro del Parque Museo de La Menta 127
Protesta de la comunidad artística 131

APÉNDICE BUROCRÀTICO 135


C-V>Jucho le debemos a Carlos Pellicer. Su irrupción en la cultura conte 'oránea y su
incesante construcción poética hasta el último día de su vida, configuran; .-a™ enor­
mes proporciones, simiente y fruto de la literatura de hoy.
Como si alguien pudiera pensar que su legado poético no era sufii óslI
heredó el Parque Museo de La Venta. La titánica obra, que reso 1ó lo' IfÉ
dos de nuestra cultura madre: los olmecas, le permitieron r 1 - S É fi
siete hectáreas. Con versos milenarios y encuadernados e
Julio César Javier Quero, tabasqueño también, nos en " ’i
tado homenaje al “Arquitecto de Belleza” , Carlos Pellicer.
La Universidad Michoacana de San Nicolás de Hidal
de este ineludible reconocimiento, aprovechando el recier
y el cuarenta aniversario de la fundación del Parque Mus.

Rector de la Universidad Michoaca*.^. jl <


u v a /io o UC íl i u a i g u

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