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El Político legal

Se refiere a las normas legales ( Leyes, Decretos, Ordenanzas, resoluciones ) que estén en
vigencia, o que estén en curso en el Congreso, Asambleas, Municipios, gobierno central o
local y las Instituciones descentralizadas o Departamentos administrativos.

El SENA, la DIAN, el INVIMA, la COMISION NACIONAL DE REGULACION DE LAS


TELECOMUNICACIONES, los Ministerios, las secretarías locales de Educación, Salud,
Gobierno, etc, emiten permanentemente normas que pueden hacer que una empresa o un
proyecto de empresa sea o no viable.

Un ejemplo muy demostrativo es el del % de impuesto sobre las utilidades establecido para
las Empresas instaladas en las zonas francas : Es del 15% frente a las del 35% vigente para
cualquier sociedad. Es claro que una empresa puede ser viable y rentable económicamente
si paga el 15% pero no si tiene que pagar el 35%.

Otro claro ejemplo es el de la Ley 100 que creo las EPS privadas, que a su turno dieron
lugar a una inmensa cantidad de IPS o Instituciones prestadoras de servicios como
laboratorios médicos, ópticas, consultorios dentales y a una alta demanda de médicos
especialistas que aunque se sientas mal pagados, han reemplazado la consulta costosa
inalcanzable por un alto volumen de consulta que les genera, aunque con mucho mas
trabajo, un flujo y permanencia importante de ingresos.

Es vital que el empresario conozca, en detalle, las leyes, decretos y otras normas detalladas
que rigen la actividad empresarial y específicamente la de su sector.

En este momento se prevé que el gobierno emitirá en muy breve normas para promover la
creación de empleo, que se aplicarán exclusivamente a nuevas empresas. También se espera
que emita normas que permitan mitigar el impacto de la revaluación del dólar sobre los
exportadores.

El Económico
Se refiere a la situación financiera del mundo en general, del país, y de los sectores
empresariales.

Un ejemplo concreto se aprecia en el sector de la construcción, que tiene unos ciclos de


crecimiento, y unos de decrecimiento. Hoy florecen las empresas constructoras y las
proveedoras de elementos de construcción, pero ya vendrá el ciclo de dificultades, la
destorcida, y a ella hay que anticiparse.

La crisis económica mundial que hasta ahora parece estar terminando, y sus consecuencias;
La fluctuación de la tasa de cambio, que afecta de manera muy sensible la exportación, y
que a pesar de los esfuerzos del Banco de la República continuará bajando porque
corresponde a una tendencia macroeconómica mundial generada por la liquidez mundial, la
baja de las tasas de interés en el exterior y las posibilidades de mercado en colombia para
los inversores extranjeros; la demanda de materias primas por economías en emergencia
como China e India, son fenómenos de los que hay que estar pendientes porque o
favorecen, o juegan en contra de las posibilidades de éxito de una empresa que se quiera
establecer.

El Socio – demográfico
Las empresas existen para satisfacer necesidades de los consumidores, Industriales,
Institucionales y domésticos, que por ello les compran. Tienen que ajustar sus productos y
su forma de satisfacer al cliente, a la manera como este se comporta.

Y el cliente y su comportamiento frente a las necesidades, está cambiando


permanentemente.

El ingreso de la mujer al mercado laboral, el crecimiento del trabajo independiente con base
en la casa, sobre el trabajo asalariado, el crecimiento enorme de personas solas o con un
hijo en el hogar ( estudiantes que se independizan, separados, madres solteras ) ,la aparición
de los barrios con negocios que permiten la vida dentro del barrio sin tener que salir para
satisfacer necesidades domésticas, son fenómenos sociodemográficos que han alterado
fundamentalmente los productos y la forma de operar de las empresas.

Han dado lugar al surgimiento , por ejemplo, de las comidas rápidas, de la entrega a
domicilio, de las papelerías y pequeños supermercados de 24 horas, de la compraventa de
servicios y de bienes por computador, etc.

Han surgido negocios muy recientes como fenómeno social, como el mototaxismo y se han
ido acabando negocios como las salas de cine fuera de los centros comerciales, los negocios
en el “centro” de la ciudad, las posadas para turistas mochileros, etc.

Todo ello porque el comportamiento del cliente, su estilo de vida, sus conceptos, su forma
de ver la vida, ha cambiado.

El Tecnológico
Véase como, producto de la micromatización desaparecieron negocios como los de
reparación de máquinas eléctricas de coser ( Singer ) escribir ( IBM ), impresión y pegada
de avisos en papel en grandes carteleras.

Por lo contrario, han surgido una cantidad importante de oportunidades para diseñadores
gráficos, diseñadores de páginas web, prestadores de servicios y proveedores de elementos
para computadores de escritorio y portátiles.
Las audio guias en museos o sitios como el Castillo de San Felipe en Cartagena, de
aparición recientemente informada, son un producto/servicio, surgido del desarrollo
tecnológico, que va a acabar o por lo menos a disminuir muy sensiblemente el trabajo del
guía local de transmisión oral de la historia, pero que da surgimiento al negocio de
producción del material que contienen dichas audioguías.

Son pues otros ejemplos de cómo el desarrollo tecnológico hace que unos negocios vayan
desapareciendo y otros vayan surgiendo.

Conclusión.
Es necesario que el empresario de cualquier tamaño, esté pendiente, mas que de lo que está
ocurriendo, de cuales son las tendencias en los aspectos PEST, para identificar
oportunidades de negocios de amplias posibilidades, asi como de areas en las que estos van
a ir desapareciendo, para darle pertinencia a las empresas que se monten, para hacer viable
su crecimiento y mantenimiento rentable, surgido de la demanda que tengan por satisfacer
necesidades que siempre serán cambiantes.

A quien no está pendiente de esto, simplemente le va a pasar por encima el tren, que lo va a
sorprender cuando ya no puede hacer nada para salvarse.

La pertenencia a gremios y asociaciones de productores, las revistas especializadas, los


congresos sectoriales y la internet, son excelentes medios para estar enterado del como se
desarrolla el medio ambiente PEST, pero sobretodo de sus tendencias.
OTRA PAGINA
Una serie de indicadores económicos despertó preocupación en el país durante 2017. Casi
paralelamente, el crecimiento de la conflictividad política y social alteró la vida de los
bolivianos, especialmente en los dos últimos meses del año. En ese marco, la incertidumbre
sobre lo que pueda suceder el año que empieza desató una ola de especulaciones más
intensa de lo habitual. Por ello, OH! conversó con seis reconocidos analistas acerca de los
posibles escenarios que podrían generarse en este 2018.

Bien podría decirse que las respuestas alientan una buena y una mala previsiones para un
año sobre el que se adelantó implícitamente la campaña electoral 2019. En la buena
previsión coinciden los tres economistas consultados: se prevé que el ciclo de estabilidad
económica continuará este año en Bolivia. “Para empezar, se prevé que el contexto
internacional será mejor que el de 2017 que, a su vez, fue mejor que el del año pasado”,
dice el economista Juan Antonio Morales, “las economías de los países industrializados
están creciendo y también, aunque a un ritmo moderado, van creciendo las economías de
los países vecinos. Por ello, todo hace pensar que los precios de las exportaciones
bolivianas van a aumentar”.

Coinciden con Morales sus pares Armando Méndez y Pablo Cuba. “La crisis mundial
empezó a disminuir”, explica Cuba, “no habrá un crecimiento como el del boom de 2006
hacia 2014, porque ese ciclo ya ha acabado, pero comienza un ciclo de expansión general
moderada. China crecerá, y a nosotros nos conviene que crezcan Brasil y Argentina porque
la capacidad de demanda de gas natural se incrementará. También se incrementará el precio
de las materias primas en general”. Méndez confía en que, bajo esas condiciones, se
cumplirá la previsión de un crecimiento del 4 por ciento de la economía boliviana y añade
que “no habrá grandes cambios ni hacia arriba ni hacia abajo”.

Otro factor que incidirá en la estabilidad económica radica en un muy probable incremento
del gasto público por parte del Gobierno por motivaciones políticas. “No hay que olvidar
que habrá un calentamiento pre electoral”, recuerda Morales, “por ello el Gobierno tiene un
presupuesto muy grande. Entonces, la combinación de un contexto internacional benigno y
un mayor gasto público probablemente le dé impulso a la economía para que mantenga el
mismo ritmo de crecimiento de los últimos años”.

Los nubarrones económicos

Sin embargo, la estabilidad económica que se anuncia para el año recién iniciado no
conjura todavía las nubes negras que se han observado en diversos análisis. Méndez señala,
por ejemplo, que “la deuda externa va a aumentar porque el déficit fiscal de 2018 es
bastante fuerte (7,8 por ciento del Producto Interno Bruto). Ese déficit fiscal se va a
financiar fundamentalmente con deuda externa. Así se sostendrá el gasto público
programado para este año”.
Y sobre la creciente deuda boliviana surgen más resquemores, especialmente los de la
dependencia.

Cuba remarca que se ha generado una deuda externa básicamente bilateral con China. Ello
sucedió debido a que se fueron cerrando los canales de préstamos multilaterales a largo
plazo y de bajo interés. Y alerta: “Si la tendencia es a que Bolivia no cambie su política
comercial exterior y no se abren nuevos mercados, dependeremos mucho de China. Esa
dependencia implica tasas de interés más altas, plazos cortos, pocas posibilidades de
generar empleo, porque son créditos amarrados a contratar empresas chinas, etc”.

Y el tercer gran nubarrón económico que tensiona a la economía boliviana constituye el


tipo de cambio de divisas. “Para hacer más competitivos nuestros productos en los
mercados internacionales se debería devaluar la moneda, pero es algo que el Gobierno se ha
resistido a hacer hasta ahora”, explica Cuba, “eso ha frenado las inversiones en rubros
como manufacturas, confecciones, etc. Y por eso muchos compatriotas emigraron a
Argentina, Chile, Brasil o Perú a realizar sus propias inversiones”.

La gran pregunta

A las preocupaciones sobre las diversas variables económicas que ingresaron en números
rojos Juan Antonio Morales añade una: “El déficit comercial se importa mucho más que en
otros años”. Y en función a que la esperanza en mejores perspectivas crezca lanza una
interrogante: “La gran pregunta es ¿cuándo van a ser rentables las inversiones públicas, tan
voluminosas, que se han ido haciendo desde 2014? Tenemos casos como los de la industria
de fertilizantes en Bulo Bulo, el ingenio azucarero de San Buenaventura y otras varias
inversiones públicas que o no son rentables o que tardarán en serlo”

Luego añade: “Es un panorama más o menos alentador para la economía boliviana. Sin
embargo, dos factores la podrían hacer descarrilar: que las previsiones económicas
internacionales no se cumplan y que se acentúe la conflictividad política en el país”.

Y para el panorama político hay mucho menos optimismo que para el económico. El
politólogo Jorge Lazarte alerta que lo que está ocurriendo en estos días y que
probablemente se extienda puede ser la pauta general de lo que podría pasar en 2018. “Es
decir: conflictos que nacen en un determinado lugar y que van poco a poco creciendo
debido a que el Gobierno no los enfrenta a tiempo y no sabe negociar, en un clima general
de un creciente descontento en el país. Los conflictos nucleares se convierten en canales de
salida, de expresión, de ese descontento. (…) Puede ser un año muy convulsionante en lo
sociopolítico, porque aún los conflictos con demandas estrictamente sociales no dejan de
trasuntar un malestar político creciente, sobre todo en las ciudades y sectores de clase
media”.

Otro analista, Roger Cortez, añade en perspectiva un factor que, asegura, agrava el
escenario político: “El ascendente uso de la fuerza a la que apela el Gobierno nos empuja a
la proliferación de conflictos, cada vez más violentos”.
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CONFLICTOS Lo que ocurre en estos últimos días, y que probablemente se extienda,


puede ser la pauta general de lo que podría pasar en 2018.
AGENCIAS

Precocidad electoral

Y la coyuntura electoralizada precozmente por la polémica habilitación de la candidatura de


Evo Morales le dará una tónica adicional al año que empieza. “2018 será un año pre
electoral en Bolivia”, dice el sociólogo Rafael Archondo, “signado por el fallo del Tribunal
Constitucional Plurinacional (TCP) que autoriza a Evo Morales a ser candidato presidencial
por quinta vez en su vida, el escenario más buscado será aquel que anticipe la nueva
correlación de fuerzas ya vislumbrada por el referéndum del 21 de febrero de 2016 y las
elecciones judiciales de 2017”.

Por ello, las previsiones alientan que 2018 será un año de un decisivo realineamiento de
fuerzas políticas tanto dentro del Gobierno como entre quienes se hallan contra él. “En el
caso del Gobierno, él sabe que está disminuido, pero que sigue siendo la principal fuerza
política del país”, dice Lazarte, “su propósito será ver cómo recuperarse de ese proceso de
debilitamiento que viene desde el año pasado”.
Luego añade: “Teóricamente en la oposición hay la certidumbre de que tiene todo para
ganar. El problema es definir qué medios tiene para ganar. Se le ha abierto un panorama,
puede infringirle varias derrotas al Gobierno. El problema de los opositores es que deben
vencer sus propias debilidades internas. Entonces, 2018 será el año en que buscarán qué
fórmulas encuentran para vencer sus propias debilidades que les permitan aprovechar este
nuevo ciclo y de tal modo que la oposición se rearticule, tarea nada fácil”.

En suma, y según los analistas, para 2018 la situación económica de Bolivia muy
probablemente añada otro año a la era de estabilidad que se inició hace más de una década.
En menor medida que en los años de la bonanza, pero nuevamente contará con un contexto
internacional de precios favorable. Sin embargo, el que parece haber concluido y cambiado
constituye el ciclo de estabilidad política. En ese escenario, no sólo se alerta sobre la
conflictividad interna. El cambio de ciclo también marca el entorno internacional, con
gobiernos no precisamente afines al de Evo Morales, tal cual sucedió la anterior década. Y,
ese factor, tal cual, concluyen los analistas, en cualquier momento, podría tener una
influencia determinante sobre lo que significará 2018 para Bolivia.

COCHABAMBA ESPERA CAMBIO

Pablo Cuba, analista:

La economía de Cochabamba se halla atrapada por el crecimiento acelerado de Santa Cruz,


potenciado por las ventajas agroindustriales que le dio el Gobierno. Cochabamba no es
competitivo en diversos rubros de producción. Es demasiado dependiente del mercado
cruceño y administrativamente de La Paz.

Será muy difícil para nuestro departamento, en 2018, que crezca más de lo que vino
creciendo. Ocupa el cuarto lugar en crecimiento a nivel nacional. El aporte de 14 por ciento
al PIB no es tan dinámico. Para que haya un cambio tendrían que hacerse acuerdos
comerciales internacionales que lo vuelvan más eficiente en manufactura, tecnología y
rubros ligados a la ciencia y los servicios. Eso permitiría atraer inversiones al
departamento.

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ECONOMÍA Se anticipa que el año que comienza mañana aumentará la deuda externa.
AGENCIAS

SIN COINCIDENCIA

“Si miramos la historia, economía y política no necesariamente se corresponden. En el


pasado de inestabilidad política, en sus momentos pico, de estallido de la crisis política, no
había una coincidencia con una crisis económica. Eran como procesos separados”, afirma
Jorge Lazarte.
La Revolución Nacional de 1952 es el hecho más importante de la historia boliviana
desde la independencia. Pese a todos los errores que haya podido tener, la revolución ha
definido el rumbo de nuestro país, integrando a sectores antes marginados, creando
políticas económicas con el fin de impulsar el desarrollo nacional y dando derechos
políticos, civiles y económicos a las grandes mayorías nacionales. La llegada al poder de
Evo Morales es un producto de la revolución y un hito de suma importancia para Bolivia;
por primera vez en la historia del país se ha elegido a un presidente indígena. Las mayorías
marginadas, especialmente los campesinos, iniciaron un proceso de integración a la
sociedad sin precedentes desde el periodo revolucionario.

En los primeros años de gobierno, Evo Morales gozaba de una inmensa popularidad
en el país, era el abanderado de los pobres, el símbolo de una nueva era y la persona en la
que las mayorías nacionales (incluyendo la clase media) depositaron su esperanza.

Al mismo tiempo los precios de las exportaciones bolivianas subieron a los cielos,
la economía boliviana gozaba de cierta estabilidad e internacionalmente Morales gozaba de
gran simpatía. Es en este contexto que el gobierno del MAS tuvo una oportunidad única
para forjar un proyecto a largo plazo que definiera el sistema político, económico y social
de Bolivia, incluyendo a las mayorías marginadas y desarrollando la economía nacional.
Sin embargo este gobierno hizo lo contrario, dictó una serie de políticas improvisadas, sin
visión de país y confrontadoras, las cuales nos llevaron a una situación de suma
complejidad, en la que los derechos de los individuos y de los pueblos indígenas en
particular, están siendo pisoteados y subordinados a intereses sectarios.

Es importante analizar el proceso histórico nacional para comprender los éxitos y


los fracasos del gobierno de Evo Morales y poder analizar la situación política y social que
atraviesa el país. Hasta la Revolución Nacional no existió un proyecto serio de Estado
Nacional; la estructura del poder político era formalmente liberal, pero con voto calificado,
solamente podían votar aquellos ciudadanos que tenían un mínimo nivel de ingresos y de
educación, en un país donde las mayorías marginadas no tenían derecho a la educación ni
ingresos. El feudalismo y la sobreexplotación del período colonial español, se mantuvo para
las masas campesinas e inclusive en algunos casos fue aún más regresivo. La alianza de los
señores feudales con la oligarquía minera gobernó muchos años sin mayores sobresaltos.

Uno de los logros mas importantes de la Revolución Nacional fue el voto universal,
que otorgó a todos los bolivianos y bolivianas sin discriminación de ningún tipo, el derecho
a elegir a sus gobernantes, finalmente los bolivianos gozaban de libertad política. Esta
medida que favoreció fundamentalmente a las masas campesinas, integrándolas al proceso
político democrático fue paralela a la Reforma Agraria, que entregó las tierras a quienes las
volvían productivas, dando mas libertades sociales y económicas a las mayorías
campesinas. La Revolución también nacionalizó las minas, creٕó la COMIBOL, fortaleció
YPFB, construyó caminos hacia el oriente boliviano y creó infraestructura en estas regiones
antes aisladas. Estas medidas económicas se combinaron con una activa participación del
Estado en la economía, frente a la ausencia casi absoluta de una burguesía capaz de generar
ahorro e inversión en el país. Esto produjo un crecimiento del PIB sin precedentes en
Bolivia, lo que generó un crecimiento del sector privado que benefició a la economía. El
período revolucionario logró comenzar un proyecto de Estado Nacional, bajo la consigna
de “soberanía política, independencia económica y justicia social” a través de las reformas
mencionadas y otras. El proceso revolucionario fue interrumpido el año 1964, sin embargo
este proyecto, pese a ser inconcluso, modeló el Estado en el que vivimos ahora.

Los largos años de dictaduras que siguieron a los años de la Revolución pasaron una
factura muy alta al desarrollo nacional. La abolición de facto de derechos políticos y la
crisis económica causada por la administración irresponsable del Estado agobiaron a la
población. Con la llegada de la democracia, el pueblo boliviano pudo volver a ejercer sus
derechos políticos y las reformas económicas y sociales (decreto 21060, Capitalización,
Reforma Educativa, BONOSOL, Participación Popular, etc.) fueron logros para el bienestar
del pueblo boliviano. Sin embargo, pese a todo esto la democracia no pudo resolver muchos
de los problemas del país, lo que generó tensión social, protesta, levantamientos y la caída
de varios gobiernos.

Es en ese contexto que Evo Morales gana las elecciones en el país. El año 2005 se
votó contra una democracia que no resolvía los problemas de pobreza y exclusión, contra
los acuerdos de cúpulas políticas que más allá de propuestas sólo buscaban gobernabilidad,
contra la corrupción que permanentemente denunciaba la prensa, en fin se votó por un
cambio. Morales era el candidato del cambio y llegó al poder en un ambiente eufórico, en el
que él era el depositario de las esperanzas de millones de bolivianos frustrados por la
pobreza, frustrados por la carencia de un Estado que “haga funcionar bien las cosas”.
Durante estos últimos años el gobierno de Evo Morales mostró sus limitaciones: una
política económica improvisada, ausencia de políticas sociales serias y sostenibles, falta de
inversión en proyectos que generen crecimiento, ostensible incremento del narcotráfico,
inseguridad ciudadana, inseguridad jurídica, violación de los derechos humanos,
restricciones a la libertad de opinión, desocupación laboral de sectores profesionales e
intelectuales, son entre otros los errores de éste gobierno, además de un sin número de
traspiés en las relaciones internacionales y en la política exterior, como resultado de un
accionar improvisado; todo esto generó un profundo malestar en la sociedad boliviana.

El gobierno del MAS no tuvo la capacidad para formar un proyecto de Estado


Nacional (o “Plurinacional”), no tuvo coherencia a la hora de desarrollar políticas propias o
profundizar los logros de la Revolución Nacional, de la que Morales tuvo la oportunidad de
ser legítimo heredero. Los aciertos del gobierno en materia de política redistributiva y
social son totalmente opacados por los errores cometidos en el área económica y política.
En el área económica el gobierno no tiene coherencia, no ha podido crear oportunidades de
crecimiento que sean sostenibles. Pese a las “nacionalizaciones” y las promesas de
industrialización, el país sigue siendo sumamente dependiente de la exportación de recursos
naturales y es de esa fuente finita que se pagan los distintos bonos. Si bien es cierto que la
desigualdad (medida con el coeficiente de Gini) ha disminuido en el país, la desigualdad ha
sido reducida en menor medida que en el resto de los países Sudamericanos (exceptuando
Colombia) y el cambio en Bolivia es solamente atribuido a políticas redistributivas, que son
absolutamente necesarias pero no suficientes para lograr una sociedad mas justa. Políticas
industriales para activar al sector productivo han sido totalmente olvidadas por el gobierno,
así como la inversión estatal que no sea en infraestructura. La polarización política
producida por el actual gobierno ha llevado a enfrentamientos entre bolivianos, a la
inseguridad política y a la persecución de quien se oponga al gobierno.

La mala situación política, social y económica se consolidó en los últimos seis años.
Los problemas que llevaron al MAS al poder se acentuaron y cada día parece más difícil
encontrar una salida a todas las contradicciones dentro del país. Pese a esto el gobierno de
Evo Morales parece no debilitarse del todo, esto gracias a una oposición inepta que aún
sigue siendo asociada con los políticos que no supieron dirigir al país en el pasado.
Mientras no exista una oposición con un proyecto serio, con una visión de país, con
coherencia ideológica y programática, el MAS podrá gobernar aun con las dificultades
señaladas, y mientras esto suceda, dada la improvisación del gobierno, muy dificilmente
Bolivia podrá solucionar las contradicciones existentes desde antes de la misma Revolución
Nacional.

Política

Desde 2005 y con mayor énfasis con la relección del presidente Evo Morales en diciembre
de 2009, Bolivia atraviesa por un periodo de transición política y de reorientación del
Estado con la promoción de un modelo de democracia participativa intercultural, guiada
por los mandatos de la Nueva Constitución Política del Estado, que incluye profundos
cambios en materia de derechos humanos, equidad de género y reconocimiento de los
derechos de los pueblos indígenas.

Economía

La economía ha logrado en los últimos cinco años un desempeño macroeconómico positivo


caracterizado por continuos superávits en las balanzas fiscal y comercial, una inflación
moderada, aumentos de las reservas internacionales y un crecimiento promedio anual
cercano al 5%.

Sin embargo, la actividad económica productiva sigue muy vinculada a actividades


extractivas intensivas en capital (gas y minería), se ha diversificada poco y presenta niveles
de productividad muy heterogéneos. Existe una gran necesidad de consolidar una
transformación productiva que pueda generar empleos de mayor calidad.

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