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Ensayos
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LA UNIVERSIDAD CONDICIONADA Y PLANA

Ensayos

Efraín Alzate Salazar


ALZATE SALAZAR Efraín
En Contravía Ensayos
LA UNIVERSIDAD CONDICIONADA Y PLANA
Filosofía y Psicología
1a. Edición 2018
142pp. 24x17cm.
Col. En Contravía Ensayo

Ensayos Educación

En Contravía Ensayos
LA UNIVERSIDAD CONDICIONADA Y PLANA
Efraín Alzate Salazar

Primera edición, febrero 2018

ISBN: 978-958-48-3192-7
Hechos todos los depósitos legales

Efraín Alzate Salazar

Correción de Estilo:
Diego Álvarez Marín - Everardo Rendón Colorado

Carátula:
Sabas Mandinga

Impresión:
Pronto Express Publicidad

Impreso y hecho en Medellín - Colombia


Doctor Fernando Salazar Mejía
y Doctor Jaime Becerra Ayala:

“ La solidaridad es un camino que recorren


personas que transitan la utopía.”

El Autor
CONTENIDO
PRIMERA PARTE
Temas políticos y afines 13

La Dictadura Panóptica 15
Un auténtico demócrata no teme a la oposición 18
Colombia: ni paz perfecta, ni guerra justa El duro paso
de la palabra armada al desarme de la palabra 23
La paz posible:
deponiendo odios y perdonando aún lo imperdonable 28
La conspiración como alternativa de poder 33
Los lagartos ante el poder 38
La universidad de hoy y el silencio de los intelectuales 40
Imaginar una paz perfecta es de por sí una imperfección 44
Del feminismo radical al infantilismo intelectual 46
Democracia sin demócratas para los analfabetas de la democracia 51

SEGUNDA PARTE
Temas de educación y afines 57

La universidad hoy: más avispados, menos académicos 59


Profesionalizar o dignificar al docente universitario 64
La pedagogía y las ciencias sociales 67
La nota numérica: no dice lo que el estudiante es o sabe 72
Investigar y escribir en la universidad 77
Investigación, academia y pedantería 81
Hacia un modelo pedagógico en la universidad 85
Episteme de la idiotez: para no ser idiota útil 89
Los peligros del saber sin sociedad 91
En la universidad los profes escriben o perecen 93
En la evaluación de desempeño del docente
universitario: ni venganza ni determinismo político 96
El acoso en la universidad 101
Abogados para el pleito o para la justicia 105
Docentes y estudiantes en la universidad:
leedores, no lectores. la orfandad de las publicaciones universitarias 112
Del ser al deber ser en el docente universitario 115
Los decanos en las universidades 119
La universidad: de la controversia intelectual
al formulismo académico 124
Construir desde la confianza 129
Algunas ideas para evaluar un docente universitario 134
Falacias de la meritocracia 138
PREFACIO
"La universidad hace profesión de la verdad. Declara, promete
un compromiso sin límite para con la verdad. Sin duda, el estatus y el
devenir de la verdad, al igual que el valor de verdad, dan lugar a
discusiones infinitas (verdad de adecuación o verdad de revelación,
verdad como objeto de discursos teórico-constatativos o de
acontecimientos poético-performativos, etc.). Pero eso se discute
justamente, de forma privilegiada, en la Universidad y en los
departamentos pertenecientes a las Humanidades".Derrida Jacques. La
Universidad sin condición. Traducción de Cristina Peretti y Paco Vidarte.
Edición digital de Derrida en castellano. 1998

Los escritos de este texto, son el producto de análisis, reflexiones y


críticas a contextos universitarios, de realidades vividas y de intentos por
motivar debate para la universidad, para todas las universidades que han
caído en el “aculillamiento-miedo”, en el silencio y en la sumisión.
Cuando la universidad renuncia a su papel de ser buscadora de la verdad
pierde su esencia.

Para el caso en este texto, que de alguna manera tiene pretensiones de


universalidad, los ensayos se ubican ante todo en el escenario
colombiano, allí donde el silencio y la sumisión se impone en el
pensamiento universitario. Hablamos en este sentido de las
Universidades laicas en las que se presume que ninguna iglesia
las obliga al silencio sacramental. El pensamiento en la Universidad
se extravió y dió paso a los ruidos de la nueva era, con todas las
esclavitudes que trajo en su camino.

Pero ese silencio y ese miedo que vive la universidad de hoy, han sido
impuestos desde las esferas del poder donde la verdad ni siquiera a
medias tiene cabida. Los profesores Miguel Ángel Beltrán, Mauricio
Archila de la Universidad Nacional de Colombia perseguidos por el
establecimiento y señalados de ser pensadores peligrosos por los
políticos empotrados en el Congreso y el asesinato en el año 2004 del
profesor Alfredo Correa de Andrei investigador en Ciencias Sociales,
demuestran que en Colombia el pensamiento está acorralado.

Ha sido tal el daño que se ha hecho a la universidad en Colombia, que se


percibe derrotada y asumiendo una tarea técnica: egresar profesionales
escuálidos de pensamiento y precarios en el conocimiento de la realidad.
Cada ensayo de este trabajo, da una mirada a esos imaginarios que vive la
Universidad de nuestra época que abrió capillas para la oración y cerró
los espacios de la crítica, el debate y la confrontación de ideas.
Los profesores ya no escriben para motivar en sus estudiantes el
atrevimiento hacia el pensamiento, sino para congratularse con revistas
indexadas y así sacar unas monedas más para su salario. A eso lo he
llamado la impostura de la academia que cubierta de mínimas monedas
expulsa la posibilidad de pensamiento.

En algunos textos se advierte el daño que ha hecho el determinismo


político en los escenarios académicos en los que los directorios de todos
los colores dicen qué se puede pensar y qué está prohibido pensar. Así
están las universidades en Colombia con mínimas excepciones. Ya
hemos escuchado a dirigentes políticos refiriéndose a las universidades
que conservan algunas ventanas abiertas a la controversia, señalándolas
de ser “blandengues” con el terrorismo. Porque para estos políticos que
hoy están en el Congreso prefieren una Colombia de tierra arrasada y
una Universidad aculillada antes que la paz y el pensamiento recorriendo
los aires de la nación.

Algunos docentes e investigadores de las universidades cayeron en la


trampa y se tragaron el cuento de los áulicos de la violencia y optaron
por ser voceros y multiplicadores de ideas por una universidad
silenciosa. Sus formas de evaluación y su accionar defendiendo los
postulados de la quietud y el silencio tienen como fin, formar
estudiantes para el servilismo, la postración y la ceguera ante las
realidades políticas y sociales del país.

Las lecturas a Jacques Derrida en cuanto a imaginar una universidad sin


condición han conducido parte de este texto que tiene como único fin
motivar debates en contextos universitarios. Quizá sea aventurada esta
pretensión en un país, que da temerosos pasos hacia la paz, porque
sigue apegada a una historia de tragedias, de odios y miedo a asumir la
difícil decisión de perdonar incluso lo imperdonable tal como lo expone
el autor acá mencionado.

Guardamos la esperanza de que esta retirada del pensamiento de las


universidades obedezca a esa época de la sociedad líquida tal como lo
expone Bauman: para referirse a la pérdida de caminos en la
construcción de conocimiento en la universidad: "Nada es estable. Es
muy propio de la modernidad líquida. Antes construías el conocimiento
como quien construye una casa. Ahora se parece más bien a un tren que
pasa sobre los raíles y no deja ninguna huella en la tierra”

Medellín, noviembre 23 de 2017


PRIMERA PARTE

TEMAS POLÍTICOS
Y AFINES
LA DICTADURA PANÓPTICA
Cuando recorremos los pasillos de la universidad de hoy, no sucede lo
mismo que hace unas décadas. El diálogo y el debate académico, eran en
ese entonces un método para construir conocimiento; se intentaba al
menos imaginar algunas costumbres griegas. Los profesores, el rector,
los estudiantes y demás habitantes de la universidad nos mirábamos con
afecto, con respeto porque éramos parte del ágora y debatíamos sobre
asuntos que concernían a la construcción de comunidad académica.

Hoy, en la universidad, por todas partes nos vigila el "gran hermano" en


palabras de George Orwell, en su novela escrita en 1948. Siempre
estamos vigilados y la vida se convierte en una especie de angustia en
medio de vigilantes totalitarios que todo lo controlan. En los
alrededores y en los pasillos de la universidad de hoy, todo es sospecha,
están los informantes, los que ayudan a completar la información que
no logran las imágenes de las cámaras.

Esa sociedad vigilada, la imaginó Orwell describiendo los totalitarismos


de las guerras de la época; lo que quizá no imaginó era que este gran
hermano se colaría en las universidades a controlar el conocimiento. De
la supuesta seguridad personal se pasó a una especie de morboso
comportamiento de guachimán sin sueño que husmea en las sombras de
la noche.

Foucault nos muestra el panóptico como forma de control de un


vigilante oculto en una torre de cristal desde donde ve todos los
movimientos de los presos en una cárcel y a este nadie le ve. Hoy, ya no
desde una torre, sino desde un cuarto alfombrado y con aire
acondicionado el gran hermano nos vigila, nos husmea nuestros pasos
nuestros gestos; nos cuentan los abrazos y las sonrisas, nos desnudan y
nos ven como prisioneros.

La universidad ya no cuenta con el ágora para debatir sino con cámaras


para vigilar. Solo falta que en las aulas de clase se pongan cámaras para
espiar la academia y en los baños cámaras sensoriales para otear el
comportamiento íntimo y los gestos humanos a la hora de practicar las
necesidades biológicas. O algo más grave puede estar pasando: los chips
que graban y transmiten las conversaciones de las personas a centros de
control del poder institucional. Quien tiene la información tiene el
poder, dirían los jefes totalitarios de las guerras que se repartieron el
mundo. Y fue una época tenebrosa para los intelectuales, muchos de
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ellos murieron fusilados y otros lograron escapar de sus países por la
frontera.

Si bien ante las inmensas selvas de cemento que son las ciudades de hoy
con sus cientos de millones de habitantes resulta forzada la
comparación con la ciudad estado de los griegos, que en la mayoría de
los casos eran ciudades de 7000 habitantes, se podría intentar una
analogía con las ciudadelas universitarias de hoy que albergan
normalmente más de 5000 estudiantes. En las universidades de hoy son
muchas las actividades que se desarrollan con similitud al ágora de los
griegos, pero con la ausencia de debate público y racional.

Si bien el ágora de los griegos inició como lugar para el comercio, los
negocios y el encuentro entre amigos, también se sabe que llegó a ser
lugar de debate político, teatral y hasta intelectual, ya que allí llegaban
filósofos, políticos, sabios y gobernantes. En el ágora, o sea, la plaza de
las ciudades griegas, en la tarde se intercambiaban ideas y en la mañana
mercancías. En la tarde, gracias a la discusión, el discernimiento, el diá-
logo y la dialéctica, es decir, gracias al intercambio de criterios, se llegaba
a una opinión, a una doxa, a la opinión correcta, la ortodoxa.

En la tarde la plaza era el centro democrático de discusión en el que


libremente, gracias al intercambio de subjetividades, se llegaba a una
opinión; pero en las mañanas el ágora era un mercado en el que el
intercambio libre de mercancías llevaba a un precio. En las mañanas y en
las tardes, los individuos se convertían en sociedad, las subjetividades en
entidades objetivas, los muchos en uno, lo diverso en homogéneo, lo
concreto en abstracto, la diferencia en identidad y lo particular en
general. Hoy se mezclan sin reparo academia y dinero; los gurú de la
economía en las universidades son comerciantes del saber.

Hoy hablamos de ciudadelas universitarias, para categorizar ese bello


espacio al que supuestamente se llega para estudiar y en donde el
ciudadano se informa en saberes y se forma para la vida; incluso tal
como lo exige hoy las nuevas normas de la construcción, hasta las
universidades deben dejar ese espacio de circulación pública y de
encuentro ciudadano. Un somero regreso al ágora de la antigüedad, al
menos eso podría percibirse.

Pero otra es la realidad. Esas moles de cemento llamadas universidades


de hoy, que albergan a miles de soñadores estudiantes, con similitud a la
ciudad estado de los griegos, con gobernantes, gobernados, y con todo
tipo de tramas que se relacionan con el poder y la política; con los

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EFRAÍN ALZATE SALAZAR

negocios que en su interior se manejan y con su interés marcadamente


mercantil ni siquiera ser acerca a lo que fue el ágora de los griegos. La
universidad de hoy avanza peligrosamente por los senderos de la
racionalidad instrumental ya que solo busca lo eficaz para buscar un
objetivo. Desde esta perspectiva todos son objetos, o instrumentos de
un proceso, no seres pensantes con capacidad dialógica. Ya no se habla
de lo importante de es este o aquel programa, sino cuánto le reporta a la
Universidad.

El panóptico o la tiranía que vigila: El panóptico es exactamente lo


contrario del ágora. Se podría decir que "una misma visión para todo", la
imposición de una única opinión o "un solo ángulo para mirarlo todo".
Y esta última es la definición que da el Larousse: "dícese del edificio
construído de modo que se pueda ver todo su interior desde un solo
punto". El panóptico fue, un observatorio-cárcel que al permitir mirar si
ser mirado se convirtió en el modelo de control social de la modernidad.
Mucho antes que George Orwell nos amenazara con el ojo sabio del
`Big Brother', que escudriñaría día y noche nuestras prácticas y,
eventualmente, nuestros sueños, Bentham sentó las bases de los nuevos
instrumentos de disciplinamiento social.

El panóptico es la antítesis del ágora. La represión contra la libertad de


expresar libremente las opiniones. Hoy la Universidad no es ése espacio
de deliberación, porque en ella habita el silencio y el miedo. Por encima
de todo saber, de la inteligencia, del respeto a las subjetividades está el
poder mirar sin ser mirado. Al mirón no le interesa lo que sabes, sino lo
que haces porque todo ser humano es sospechoso para el panoptismo.
Ya no se vigila al que viene a hurtar sino a aquel que se atreve a pensar y a
actuar sin miedo a la dictadura panóptica.

17
UN AUTÉNTICO DEMÓCRATA
NO TEME A LA OPOSICIÓN
Aquellos Estados e Instituciones que consideran a las personas no
aduladoras ni zalameras como un peligro, cometen un grave error.
Cuando el opositor es decente y sustenta miradas diferentes con
argumentos y desde la razón sobre el manejo del poder, se convierte en
una persona valiosa para la Institución. Otra cosa es el que se opone por
oponerse, aquel que nada le sirve, que todo lo cuestiona pero que nada
aporta, a ese opositor se le puede llamar opositor indecente, y
normalmente terminan en la nada. Un opositor decente antes que ser un
obstáculo indica caminos para mejorar. Pero estos solo son visualizados
por las instituciones lideradas por personas con formación intelectual,
política y con capacidad crítica-social.

Las Instituciones perfectas se pueden imaginar en el cielo regentadas


por ángeles y querubines y allí no existen ni contradictores ni
controversia. Aprendamos de la oposición decente, porque para los
zalameros y aduladores todo está perfecto, pero en bien los jefes dan la
espalda sacan las dagas y atacan sin piedad. Este texto es una lección
desde la ciencia política para entender lo que es la oposición. Veamos el
texto del estudioso de la ciencia política Mario Fernández B.sobre la
oposición política, para entender que una democracia plena, una
empresa organizada como tal que se mueve dentro de los lineamientos
del respeto a la dignidad humana, siempre tendrán opositores
meritorios.

Básicamente "oposición" es un tipo de "conducta"


o de "comportamiento" político, cuya formalización en las
instituciones y en los sistemas políticos ha tenido lugar junto al
desarrollo del parlamentarismo y de los partidos políticos.
Oposición es expresión de la controversia que tiene lugar en el
proceso de formación de la voluntad política y de la adopción de
decisiones y se entiende que ella actúa en un marco de respeto y
de aceptación de "reglas consensuales" del juego político.
Oposición está vinculada a otros conceptos o fenómenos de la
política, como libertades o derechos políticos, pluralismo,
alternancia en el poder, conflictos.

Por una parte, oposición es el resultado del ejercicio de libertades y


derechos como la libre expresión, asociación y reunión y, por cierto, de
sufragio. Por otra parte, la oposición sólo aparece en sociedades
pluralistas, en las cuales se garantiza la libre expresión de ideas e
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EFRAÍN ALZATE SALAZAR

intereses y el funcionamiento de grupos que los encarnan. En tercer


término, oposición se relaciona con la alternancia en el gobierno, pues
uno de sus rasgos principales es justamente que la oposición es tal en
cuanto no concuerda con el gobierno y presenta un curso de acción
(programa) distinto. La oposición solo se entiende en cuanto "aspirante
al gobierno", y esa aspiración solo es viable en sistemas en los cuales la
alternancia está garantizada en la medida en que se obtiene el apoyo
electoral requerido.

Sin embargo, tanto en sistemas democráticos estables como en los


Tercermundistas, se presentan los casos de oposiciones "sin
alternativa", que están conformadas por partidos que por diversas
razones tienen cerrado el camino hacia el gobierno. Por último,
oposición se relaciona con el conflicto político entendido como la
mutua, simultánea y contradictoria aspiración de dos fuerzas oponentes
a un mismo objetivo.

El conflicto, sin embargo, puede involucrar un tipo de conducta


controversial que supera los límites de la oposición y que puede
definirse más bien como "resistencia", "disidencia" o como fue el caso
de los movimientos sociales de fin de los años 60 ("oposición extra
parlamentaria"). Estos tipos de actores de controversia ponen en
cuestión el sistema político y por lo tanto, no se integran a él. En los
últimos años se ha producido un fenómeno poco convencional sobre
este punto con los movimientos ecologistas, los que habiendo emergido
como grupos críticos a los fundamentos de los sistemas políticos, se han
integrado como parte de ellos por la vía electoral. Las formas o
modalidades que exhibe la oposición son muy variadas, dependiendo de
diversos factores, entre los cuales destacan los siguientes, con especial
atención a los casos latinoamericanos:

El tipo de régimen político: En los sistemas presidenciales la


oposición tiene un rol más disminuido, pues influye limitadamente en la
gestión del Ejecutivo, cuyo período no depende de las fluctuaciones de
mayoría en el parlamento. En los sistemas presidenciales más estables y,
en gran parte, con bipartidismos, la oposición está entre la cooperación
y el conflicto. También es específica de las oposiciones presidencialistas
la variedad de conductas en el transcurso del período presidencial. La
oposición actúa electoralmente, lo que es distinto de los sistemas
parlamentarios en los que el cambio de gobierno se juega, en gran parte,
en el campo de las coaliciones en el parlamento, no frente al electorado.

En los sistemas presidenciales latinoamericanos la oposición adopta a


menudo una función obstruccionista, que va más allá de la oposición
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En Contravía Ensayos
competitiva. Ella se puede graficar en la frase "no dejar gobernar", en la
creencia de asegurar así el triunfo en la próxima elección presidencial.
Este curso de acción ha sido muchas veces un factor clave en la ruptura
democrática, pues la carencia de cooperación con el gobierno elimina la
credibilidad y la legitimidad del sistema democrático. La oposición, por
lo tanto, está tan marcada por su contenido como por la modalidad en
ejercerla, pues la forma de ser oposición adelanta la forma de ser
gobierno y muchas veces esa proyección muestra un cuadro de fundado
temor que produce una tendencia a evitar el curso de la alternancia
política, al precio de interrumpir el juego democrático. En los sistemas
parlamentarios la oposición juega un papel clave.

Por una parte está siempre presente la posibilidad de que se convierta en


gobierno, especialmente en aquellos sistemas pluripartidistas en los que
se gobierna con coaliciones. Por otra parte, su programa se somete
permanentemente a prueba en el debate parlamentario e influye
siempre en alguna medida en las decisiones. Esta inevitable influencia de
la oposición en la formación de la voluntad política se torna más clara
cuando el sistema parlamentario se combina con el federalismo, pues los
partidos que son oposición en el parlamento pueden ser gobierno en
algún Estado Federado. En el caso de la combinación presidencialismo-
federalismo la interacción señalada no es tan marcada debido al
importante poder de que el Presidente dispone en la ejecución de su
programa, por una parte, y al carácter local (regional) que asumen los
programas de los partidos al nivel federado y, por lo tanto, a la escasa
proyección que se puede establecer entre ellos y el nivel federal.

El tipo de estructura y conflicto social: La oposición encarna las


disconformidades sociales. Por lo tanto, mientras mayores y más
variadas sean ellas, más compleja e inestable es la oposición.
Obviamente juega aquí el tipo de partidos políticos, en la medida en que
ellos tengan mayor o menor capacidad para integrar y articular intereses
y demandas; pero cuando la estructura social es muy heterogénea
(especialmente en su estratificación) y el conflicto tan agudo y
multicausal, los partidos políticos, independientemente de su
organización y madurez, se encuentran sobrepasados. Así ocurre a
menudo en América Latina. Y las consecuencias de ello se manifiestan
en diversos síntomas.

Separación entre el plano político-parlamentario y el plano social:


Es lo que también se denomina desde otro punto de vista como
"democracia formal". Por una parte los partidos pierden contacto real
con las demandas y realidad sociales o teniéndolo, no son capaces de

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EFRAÍN ALZATE SALAZAR

asumirlas; y, por la otra, la sociedad estructura formas organizacionales


propias que presionan por vías extra o antiparlamentarias por la
satisfacción de las demandas.

Politización de la organización social: Los partidos de oposición


pueden ser tan fuertes socialmente que tiendan a copar la organización
social que encarna la disconformidad. Ocurre, entonces, que el plano
social deja de ser autónomo y que se mezcla subordinadamente con el
nivel partidario conllevando una mutua desnaturalización de funciones.
Esta situación ha sido muy gráfica en los partidos que durante largo
tiempo fueron bloqueados en su acceso al poder político y que llegaron
a monopolizar la disconformidad social, la oposición y el control de las
organizaciones sociales: el peronismo en Argentina, el aprismo en Perú
y hasta 1970, la izquierda chilena.

Permanente fragmentación partidista: La oposición puede ser -


como el gobierno- inestable. No tanto en el sentido de que cambien los
partidos que la conforman, sino que los mismos partidos experimenten
bruscas transformaciones internas que ocasionen alteraciones del
sistema global de partidos. El fraccionamiento es una característica de la
realidad latinoamericana, que se produce tanto por la falta de
concordancia en el programa de gobierno como en la línea de
oposición. Los partidos tienden a carecer de perspectiva de largo plazo y
de mecanismos que regulen los debates internos según la naturaleza de
los problemas y no de sus trasfondos ideológicos. Desde el punto de
vista de la oposición este factor debilita la estabilidad del sistema político
en cuanto no se presenta una visión estable, compacta, que dé garantías
de que en la eventualidad de un cambio de gobierno puede esperarse
una gestión coherente.

Ideologismo y maximalismo: La heterogeneidad social y la


profundidad del conflicto social producen una falta de proporción en
los actores políticos para asumir las demandas y convertirlas en
proposiciones viables de políticas. En sus temas presidenciales la
oposición no tiene ninguna responsabilidad de gobierno y por lo tanto,
no se inhibe en tomar los inconformismos tal como se manifiestan, sin
regular su tono y su contenido. Las exigencias de la oposición son,
entonces, por una parte, maximalistas (se exige más allá de lo que
conscientemente se sabe que se puede satisfacer); y por la otra,
ideologistas (se prioriza los fines de una política por sobre sus
instrumentos o medios). Esta mezcla de ingredientes contribuye, por
una parte, a la desconfianza frente a la oposición, y por la otra, a la
frustración, una vez que la oposición se invierte en gobierno, en la
medida en que no puede hacerse responsable de sus propias exigencias.
21
En Contravía Ensayos
Bibliografía:

Barker, R. (Ed.): Studies in Opposition, Yale Univ. Press, Londres, 1971.


Dahl, Robert A. (Ed.): Political Oppositions in Western Democracies, Yale
Univ. Pr., New Haven/Londres, 1966.
_____________ (Ed.): Regimes and Oppositions, Yale Univ. Pr., New
Haven/Londres, 1973.
"Governmentand Opposition". A Quartely Journal of Comparative Politics,
Editorial Government and Opposition, Londres.
Kolinsky, E. (Ed.): Democracy and Opposition in Western Europe, Croom
Helm, Londres, 1984.
Lijphart, Arend: The Politics of Accomodation, Univ. of California Press,
Berkeley, 1968.
McLennan, B.: Political Opposition and Dissent, Dunellen Pub. Co., New
York, 1973.
Warren, K.: The Violence Within. Cultural and Political Opposition in Divided
Nations, Westview Press, Boulder, etc., 1993.

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COLOMBIA: NI PAZ PERFECTA,
NI GUERRA JUSTA EL DURO PASO
DE LA PALABRA ARMADA
AL DESARME DE LA PALABRA
"Desde la adolescencia siempre he creído en el valor
de dos cosas: la bondad y la claridad de pensamiento. Al principio
ambas permanecieron más o menos separadas una de la otra;
cuando me sentí triunfante creí en la claridad de pensamiento, y
cuando me sentí derrotado creí sobre todo en la bondad.
Gradualmente, las dos se han fusionado más y más en mis
sentimientos. Ahora encuentro que muchos pensamientos
irracionales existen como excusa para la crueldad y que mucha
crueldad es desencadenada por creencias supersticiosas." 1

La habladuría corajuda en contra de la paz la hacen los ricos y


adinerados, los mismos que defienden la guerra o el exterminio físico
del contradictor; estos guerreristas normalmente viven custodiados por
cientos de guardaespaldas en suntuosos apartamentos y gozan de
cuentas bancarias en el exterior, y lujosas mansiones. Para ellos la guerra
es un negocio que debe permanecer. Lo más grave de estos adinerados y
violentos hombres de negocio de nuestro país, es que no sienten dolor
alguno por la muerte de cientos de soldados, guerrilleros y demás
jóvenes inmersos en la guerra, ya que son en su mayoría los hijos de los
pobres. Muchos de los que alimentan el odio y la guerra hoy en
Colombia, asisten a misa en las lujosas catedrales del país con sus
engominados hijos o nietos, comulgan y se santiguan con agua bendita
mientras los chafarotes vigilan su integridad. La razón y la palabra en
Colombia se han extraviado, encontrarlas es todo un reto.

Mientras los pueblos hermanos de Latinoamérica, el gobierno de


Estados Unidos, el Papa Francisco, la ONU, la OEA y líderes de todo el
mundo apoyan el proceso de paz que se firmó con la insurgencia de las
Farc, en nuestro país fuerzas oscuras que se han lucrado con el negocio
de la guerra defienden y agitan a los cuatro vientos la posición de tierra
arrasada, muerte, desolación y exterminio del contradictor. Es más
lamentable aún cuando el líder de aquella locura sea un expresidente de
la República con su grupo político, la gran mayoría terratenientes,
ganaderos y militares en retiro. Es asombrosa la frialdad que manifiestan
los amigos de la guerra cuando por radio, televisión y prensa dejan
entrever su odio al creer que la sangre de seres humanos en cantidades
derramada en la tierra la hace germinar; prefieren la guerra porque ésta
les ha arrojado dividendos económicos.
1 Bertrand Russell (1872-1970).
23
En Contravía Ensayos
Desde este espacio, el grupo académico Círculo de Humanistas
Latinoamericanos, sustenta una posición en favor del acuerdo de paz
con la insurgencia y augura los mejores éxitos al actual gobierno para
que el proceso que avanza tenga un fin exitoso, y la paz se convierta en
el logro de los colombianos hacia la construcción de un país que dirime
sus conflictos desde la palabra. Con la paz, todos ganamos, con la guerra
solo ganan los despojadores de tierras, los que vociferan y piden tierra
arrasada desde suntuosos apartamentos y custodiados por enjambres de
guardaespaldas, los que han acumulado riqueza expoliando el erario
público, los creadores de los mal llamados "falsos positivos", los que han
perseguido a la Corte Suprema de Justicia con las "Chuzadas", y los
implicados en crímenes de lesa humanidad. Temen a la paz, porque
pueden perder el fuero de su investidura para ser investigados por la
justicia nacional e internacional. Alberdi en su obra el crimen de la
guerra nos dice: "Una vez glorificado el crimen de la guerra, los señores
de las naciones han hecho de su perpetración el tejido de su vida".

"Considerada la guerra como un crimen, ningún


soberano se ha confesado su autor; cuando se ha considerado
como gloria y honor, todos se la han apropiado. La justicia les ha
arrancado esta confesión de que debe tomar nota la conciencia
justiciera de la humanidad. Una vez glorificado el crimen de la
guerra, los señores de las naciones han hecho de su
perpetración el tejido de su vida".2

Es extraña la mentalidad de personas que se abrogan liderazgos


políticos cuando demuestran que en su mentalidad solo cabe la opción
de la guerra, ignorando incluso la historia y los procesos que han vivido
pueblos del mundo. Bastaría con mirar la foto de Nelson Mandela al
lado de su más acérrimo enemigo Fréderik De Klerk del apartheid;
después de 27 años de cárcel, Mandela iba camino a la presidencia en
Sudáfrica. La historia nos ha mostrado muchos otros procesos en los
que aquellos que pensaron diferente al estatus quo, llegaron a ser
gobernantes.

Veamos casos en Latinoamérica y el mundo. El presidente de la


República italiana, Giorgio Napolitano, excombatiente comunista, ha
regido la institucionalidad italiana por nueve años. Seis guerrilleros
latinoamericanos son presidentes de los países más importantes de la
región. El último, Salvador Sánchez Cerén, de El Salvador, ganador por
estrecho margen en una elección democrática. Dilma, en Brasil, fue
militante activa del Polop, encarcelada y torturada por la dictadura
militar; Mujica, del Uruguay, tupamaro, uno de los presidentes que son
2 Alberdi Juan B. el crimen de la guerra. Buenos Aires. 1920 ed La Facultad Juan Bautista Alberdi. El
24 crimen de la guerra. Buenos aires.1920. Ed la facultad.
EFRAÍN ALZATE SALAZAR

ejemplo mundial de austeridad y transparencia; Daniel Ortega,


Nicaragua; Ollanta Humala, Perú; Raúl Castro, Cuba; Hugo Chávez en
Venezuela con el socialismo del Siglo XXI; Rafael Correa en el Ecuador,
con pensamiento de avanzada; Evo Morales en Bolivia con su
pensamiento alinderado al marxismo; Alexis Tsipras que llega a ser
primer ministro de Grecia en una coalición de la izquierda radical.

Por ello, me atrevo a sustentar mi posición en cuanto a permitir un


nuevo trasegar histórico para nuestro país después de más de cincuenta
años de guerra fratricida, permitiendo que quienes se han alzado en
armas lleguen a los escenarios de la vida democrática desde el voto. Que
la ausencia del conflicto armado sea la oportunidad para que los
conflictos sociales tengan una dinámica que se encamine a la
construcción de una nación civilizada en la que en términos de Serrano
Gómez no vivamos como enemigos absolutos: el odio y exterminio del
contradictor, sino como enemigos justos: respetándonos en la
diferencia.

LOS QUE SE LUCRAN DE VERDAD DE LA GUERRA: es


bueno al menos saberlo, porque para aquellos que hablan de guerra pero
que viven en suntuosos apartamentos con cientos de escoltas resulta
todo muy fácil y creen que la guerra es solo un juego.

Los fabricantes de armas: Acá están las grandes potencias que se


lucran del dolor de los pueblos. Ellos tienen en su PIB la producción de
armas, en otras palabras la vida solvente de las familias en los países
productores de armas depende del dolor y el sufrimiento de los pueblos
que sufren por la guerra.

Fabricantes de vehículos para la guerra: Carros, aviones, barcos con


los que transportan armas, bombas, explosivos alimentos para los
guerreros. Esta industria militar arroja jugosas ganancias.

Las industrias de las comunicaciones: La satelital, de radar; de


sistemas de rastreo y alarmas que permiten detectar la presencia de
objetos extraños a grandes distancias y con el máximo de precisión.
Esto no lo producen los países pobres.

Gana la industria farmacéutica: Que con base en los traumas de


guerra, en las enfermedades y dolencias adquiridas por las tropas en los
campos de combate, producen nuevos fármacos. Esta industria no la
tienen países en vía de desarrollo, es decir, son los países poderosos del
planeta los que controlan esta fuente de riqueza.

25
En Contravía Ensayos
Ganan las industrias textileras: los que confeccionan los uniformes
para las tropas y la compra de estos implementos para la guerra se paga
con los bajos salarios y los altos impuestos que crean los gobiernos
guerreristas.

Ganan las industrias alimenticias: los que proveen raciones de


campaña con el mínimo de volumen y el máximo de valor nutritivo para
alimentar a las tropas.

Ganan también los grandes consorcios de la construcción: Los


que están como caimanes para actuar en la supuesta reconstrucción de
los países devastados por la guerra. El caso de Irak en la posguerra es un
ejemplo.

Gana la fuerza pública y las empresas de escoltas: Estas se llevan la


tajada más suculenta del presupuesto nacional y sus efectivos que por el
tiempo extra que les reporta su estancia en zonas rojas o de conflicto
armado, pueden pensionarse con menos tiempo de servicio que el resto
de los nacionales. Mas el dinero de pago a escoltas que custodian a los
políticos. Eso lo pagamos con elevados impuestos.

Ganan también los medios de comunicación: porque desde el


momento en que se impuso el amarillismo periodístico, la emisión de las
noticias fúnebres, trágicas de robo, asesinato secuestro, y violencia en
general, les significa mayor sintonía y apoderamiento empresarial de la
Industria y el comercio para sus campañas publicitarias.

Ganan los negociantes y acaparadores de la tierra: El campesino al


ser víctima del conflicto armado abandona la tierra de la que se apropian
de inmediato los guerreristas. Tan solo un ejemplo en Colombia, pues
quienes se han apropiado de la tierra que son los guerreristas, han
impedido que se aplique la ley de restitución de tierras.

Ganan las empresas de palma de aceite: diez empresas de palma y


otros productos ganan con la guerra, porque con ésta se hicieron
fraudulentamente a tierras mediante el despojo a humildes campesinos
que tuvieron que salir despavoridos de su parcela. Desde la guerra no se
da la restitución y esto les favorece. El asesinato de los líderes
reclamantes de tierra es una forma de impedir la restitución.

Ganan los políticos terratenientes y ganaderos de la República:


porque las tierras despojadas por grupos armados pasaron a estar
dentro de sus alambradas y no las restituyen mientras exista la guerra
como argumento.
26
EFRAÍN ALZATE SALAZAR

¿Quién pierde con la Guerra? El único que no gana y todo lo pierde


es el ciudadano de a pie, el que se levanta a trabajar para pagar impuestos,
aquel a quien no le aumenta el salario porque la chequera de la Nación
va para la guerra, el maestro con su salario miserable, el campesino que
tiene que abandonar sus tierras. En fin los que perdemos somos las
grandes mayorías, porque con la miseria del pueblo se cubren los costos
de la guerra, mientras los guerreristas viven suntuosamente.

27
LA PAZ POSIBLE: DEPONIENDO
ODIOS Y PERDONANDO
AUN LO IMPERDONABLE
Plantearé en este texto, unas ideas alrededor de un tema que nos
preocupa a muchos colombianos, como es el caso de los debates
insultantes en el Congreso de Colombia por las posiciones encontradas
alrededor de la búsqueda de la paz. El odio, el rencor, los señalamientos,
ánimo exacerbado de castigo y discursos encaminados solo hacia lo
imperdonable, nos permiten concluir que el escollo de la paz está en las
percepciones y posiciones radicales que se tienen frente a términos y
comportamientos tan complejos en nuestra cultura como lo son: El odio
y el perdón. Me apoyaré para esta disertación en los textos: "perdonar lo
imperdonable y lo imprescriptible" de Jackes Derrida y la obra de
Carolin Emcke "Contra el odio".

Observar las distintas fuentes que alimentan el odio


o la violencia en un caso concreto sirve para rebatir el consabido
mito de que el odio es algo natural, algo que nos viene dado.
Como si el odio fuese más auténtico que el aprecio. Pero el odio
no está ahí, sin más. Es algo que se fabrica. Tampoco la violencia
se produce de forma espontánea. Es algo que se incuba. La
dirección que toman tanto el odio como la violencia, las
personas contra las que se dirigen, los umbrales y obstáculos que
es necesario derribar… todo eso no es aleatorio, no viene dado
sin más, sino que se canaliza. Emcke, Carolin. Contra el odio. Del prefacio. Taurus.
2017

Los dos bandos enfrentados en los que quedó el Congreso después de


los acuerdos de paz firmados entre el Gobierno y las Farc y luego del
voto mayoritario de los colombianos al NO al plebiscito por la paz, nos
han hecho ver ante el mundo como una sociedad apegada a un pasado
violento, aferrada a una historia sangrienta y temerosa de la paz. En este
sentido, en el parlamento colombiano existen dos fuerzas ideológicas
enfrentadas: los que quieren volver a la guerra, o eliminar físicamente a
los hombres y mujeres que se desmovilizaron de la guerrilla de las FARC
y los que quieren dar la salida política definitiva a este conflicto armado
que por más de cincuenta años ha enlutado a Colombia. Pero en
definitiva no es esperanzador las medidas que pueda tomar el Congreso
en favor de la paz o el bienestar de los colombianos; la mayoría los
congresistas llegaron a este escenario con la compra subterfugia de
votos para usufructo personal. Poco les importa la sociedad y el país.

28
EFRAÍN ALZATE SALAZAR

"La construcción de la paz implica romper el miedo


a la tolerancia política, al sacrificio de los postulados de la
venganza por la alternativa del dialogo, a resolver las
desigualdades anacrónicas de lo rural, a plantear un modelo de
desarrollo basado en la obtención de libertades sustanciales, a
entender el conflicto armado como un fenómeno complejo, y
por tanto, carente de soluciones simplistas y cobardes como la
guerra. Me niego a creer en la maldición de los fracasos, en la
acumulación infinita de arrepentimientos colectivos, aborrezco
la terrible posibilidad de nuevas generaciones masacradas moral
y físicamente por la espanto de una guerra detestable. El miedo a
la paz es aún más deprimente que la guerra misma; porque esta se
nutre de héroes de papel, de enemigos compartidos, de
patriotismos oportunistas, en cambio la paz, al ser más compleja
y radical, por ser la manifestación sublime del significado de la
humanidad y del entendimiento colectivo, se es más fácil de
ignorar y desconocer; y por tanto de asumir". El miedo a la paz Jhon
Jairo Trujillo Opinión diario del Huila 2015-09-06

Nuestra historia y nuestra antropología fueron cruzadas en todo su


proceso por la violencia atroz. Si bien una cultura no es el resultado de
besos y abrazos sino la imposición del más fuerte sobre el más débil,
para el caso de nuestra América y de Colombia para el tema que se
plantea en esta oportunidad, si fue una imposición despiadada un
crimen generalizado, un exterminio calculado que dio como resultado
lo que hoy somos: una cultura cimentada en el odio y en el miedo a
imaginar al menos la paz dentro de lo utópico que ella encierra; nuestra
sociedad tiene la venganza en su alfabeto cultural y este lastre se
mimetiza con gran facilidad en los discursos de los políticos que
perciben la práctica religiosa con la cercanía a la violencia. Esa sociedad
es la que se refleja en el Parlamento colombiano, en los debates , en los
discursos llenos de odio, que no son otra cosa el miedo a abandonar ese
pasado que cabalga en nuestra historia y en la mentalidad individual y
colectiva de nuestra sociedad. Desde esta perspectiva, el odio, el miedo a
la paz y la imposibilidad del perdón se tornan contagiosos, y resulta fácil,
al odio responder con el odio.

"El odio solo se combate rechazando su invitación


al contagio. Quien pretenda hacerle frente con más odio ya se ha
dejado manipular, aproximándose a eso en lo que quienes odian
quieren que nos convirtamos. El odio solo se puede combatir
con lo que a ellos se les escapa: la observación atenta, la
matización constante y el cuestionamiento de uno mismo. Esto

29
En Contravía Ensayos
exige ir descomponiendo el odio en todas sus partes, distinguirlo
como sentimiento agudo de sus condicionantes ideológicos y
observar cómo surge y opera en un determinado contexto
histórico, regional y cultural" Emcke, Carolin. Contra el odio. Del prefacio.
Taurus. 2017

La autora de este brillante trabajo sobre el odio nos dice que, esto puede
parecer insuficiente. Puede parecer modesto. Cabría objetar que los
verdaderos fanáticos no se darán por aludidos. Es posible; pero bastaría
con que las fuentes de las que se nutre el odio, las estructuras que lo
permiten y los mecanismos a los que obedece fuesen más fácilmente
reconocibles. Bastaría con que quienes apoyan y aplauden los actos de
odio dudasen de sí mismos. Los feroces debates llenos de vísceras y
precarios d cerebro en el parlamento colombiano nos demuestran la
manera como la mayoría de políticos están armados de dentro hacia
afuera por el odio, y esto gusta a un grueso de colombianos que también
caen en el barril sin fondo del odio.

Al exponer unas ideas para el debate en temas tan álgidos y coyunturales


como el perdón y el odio para el caso de nuestro país, que ha dado unos
difíciles pasos en la construcción de paz, resulta en mi caso un tanto
contradictorio. En la mayoría de mis escritos, he sustentado una
posición de clase, y un notorio radicalismo, además de cierto odio
acompañado de la negativa hacia la posibilidad del perdón, con aquellos
que han asumido posiciones contrarias a la paz, y que en esencia están en
la orilla opuesta a mis posturas ideológicas. También caí en el contagio
que nos advierte Carolin Emcke. Trataré de hacer mi propia catarsis para
entender esta trama humana en la que nos desenvolvemos, y asumiré mi
propia autocrítica para entender de otra manera el perdón y así motivar
miradas diferentes que le den fortaleza a los debates académicos que
no pueden estar ajenos a la realidad política de nuestro país .

"Cada vez que el perdón está al servicio de una


finalidad, aunque ésta sea noble y espiritual (liberación o
redención, reconciliación, salvación), cada vez que tiende a
restablecer una normalidad (social, nacional, política,
psicológica) mediante un trabajo de duelo, mediante alguna
terapia o ecología de la memoria, entonces el "perdón" no es
puro, ni lo es su concepto. El perdón no es, no debería ser, ni
normal, ni normativo, ni normalizante. Debería permanecer
excepcional y extraordinario, sometido a la prueba de lo
imposible: como si interrumpiese el curso ordinario de la
temporalidad histórica" Derrida Jackes. Perdonar lo imperdonable y lo
imprescriptible. Alvarigani editores 2015

30
EFRAÍN ALZATE SALAZAR

El perdón considerado como uno de los actos más nobles del ser
humano se define según el Diccionario de la Lengua Española, como la
"Acción de perdonar". "Remisión de la pena merecida, de la ofensa
recibida o de alguna deuda u obligación pendiente". El perdón tiene que
ver con algo que alguien da, un obsequio, un presente, una decisión de
dar, de obsequiar. En este sentido, se podría decir que, nuestra cultura,
nuestra sociedad arropada en miles de normas, con una Constitución
Política remendada permanentemente para favorecer el poder, con
códigos para cada acción humana es eminentemente punitiva y unida a
la lógica de la ley del Talión: "ojo por ojo, diente por diente". El perdón
desde esta perspectiva no trasciende los linderos de los pecados veniales
para los que bastaría un "vete en paz y no peques más del confesor". El
perdón que se encamina a la construcción de tejido social y de país se
encumbra por las laderas de lo imposible para hacer posible la vida en
sociedad.

El perdón puro va más allá de lo que para muchos


podría ser imaginable, pensable, o admisible. Para abordar el
concepto mismo de perdón, la lógica y el sentido común
concuerdan por una vez con la paradoja: es preciso, partir del
hecho de que, sí, existe lo imperdonable. ¿No es en verdad lo
único a perdonar? ¿Lo único que invoca el perdón? Si sólo se
estuviera dispuesto a perdonar lo que parece perdonable, lo que
la Iglesia llama el "pecado venial", entonces la idea misma de
perdón se desvanecería. Si hay algo a perdonar, sería lo que en
lenguaje religioso se llama el pecado mortal, lo peor, el crimen o
el daño imperdonable. Derrida Jackes. Perdonar lo imperdonable y lo
imprescriptible. Alvarigani editores 2015

Lo propio de quien perdona es la capacidad de olvidarse de sí mismo


para situarse más allá de todo sufrimiento y asentarse en el lugar y cara a
cara del ofensor. Pero no es un acto de intuición en el sentido de que el
ofendido, de cara al verdugo, no construye razonamientos lógicos para
perdonar al culpable; no es tampoco un acto de comprensión, porque la
perversidad no tiene explicación ni justificación alguna. Más bien es una
relación en la que lo que acontece es un acto de amor y desprendimiento
que carece de explicaciones racionales. El acto que emerge de la víctima
es, al conferir el perdón, un acto de coraje. Es el miedo y nuestra
cobardía la que nos impide dar el paso para salir del odio y alcanzar el
perdón, único camino posible para reconstruir nuestro tejido social.

Recuerdo hace unos años un cuadro conmovedor que presentó la


televisión de un encuentro entre víctima y victimario en un país africano
31
En Contravía Ensayos
en donde las luchas entre grupos, castas y por la liberación, han sido
atroces. Un joven excombatiente de uno de los bandos se arrodilló ante
una abuela a la que este joven soldado, le había asesinado su nieto. La
abuela le preguntó: ¿por qué asesinaste a mi nieto? El solo respondió:
abuela perdóname, estábamos en guerra. Ella lo abrazó y le dijo: te
perdono. El pesado lastre del odio que cruza nuestra historia como
República ha construído sus propios apóstoles en el entramado político,
los mismos que desde el Congreso con vísceras en mano expelen el odio
con el que contagian a los incautos los que se convierten en caja de
resonancia de los que anhelan la guerra.

El gesto más importante contra el odio tal vez sea


no caer en el individualismo. No dejarse confinar en la
tranquilidad de la esfera privada, en la protección que brindan el
propio refugio o el entorno más próximo. El movimiento más
importante tal vez sea salir de uno mismo y dirigirse hacia los
demás para reabrir juntos los espacios sociales y públicos.
Emcke, Carolin. Contra el odio. Del prefacio. Taurus. 2017

La construcción de la paz implica rasgar el miedo al perdón, y superar


los postulados de la venganza pasando a la alternativa del diálogo
buscando resolver las desigualdades anacrónicas entre el campo y la
ciudad, atreviéndonos a pasar la hoja de manera civilizada al conflicto
armado que nos ha impedido ser un país de avanzada. El miedo a la paz
es aun más deprimente que la guerra misma; porque esta se nutre de
héroes de papel, de enemigos compartidos, de patriotismos
oportunistas, en cambio la paz, al ser más compleja, por ser la
manifestación excelsa del significado de la humanidad y del
entendimiento colectivo, tiene más riesgos ya que el odio crea raíces y
estamos inclinados a la condena antes que al perdón. Si vamos a perdonar,
que sea incluso lo imperdonable, y si pretendemos la paz debemos idear la vacuna
que nos impida el contagio del odio, enfermedad crónica que nos destruye.

Bibliografía:

Derrida, Jackes. Perdonar lo imperdonable y lo imprescriptible. Alvarigani


editores 2015
Emcke, Carolin. Contra el odio. Del prefacio. Taurus. 2017
Trujillo Jhon Jairo, El miedo a la paz Opinión diario del Huila 2015-09-06

32
LA CONSPIRACIÓN
COMO ALTERNATIVA DE PODER
En esta oportunidad vamos a poner en escena un término que es muy de
moda en la política de hoy; hablemos de la conspiración y de los
conspiradores. Iniciemos con textos del cura Jean Meslier (1664-1729),
conspirador de sotana y Biblia en la mano. Ante las imposiciones del
clero y la amenaza de hoguera a los ateos por parte de su iglesia, Meslier,
en la soledad de su alcoba conspiraba y escribía: "Hagamos que los poderosos y
los nobles se cuelguen y estrangulen con los intestinos de los clérigos, de los poderosos y los
nobles, que son quienes pisotean a los pobres, los atormentan y hacen de ellos seres
desgraciados…Nuestra salvación está en nuestras manos… tomar con nuestras propias
manos los bienes y riquezas que tan abundantemente producimos con el sudor de nuestra
frente". Sin lugar a dudas era un gran conspirador.

En los tiempos que pasan también se conspira, también existen


conspiradores; cuando recorremos pasillos y cafeterías en diversos
escenarios de la vida cotidiana, incluyendo las universidades, vemos el
rostro de personas que hablan en voz baja y con mirada temerosa,
porque todo es sospecha y las paredes tienen oídos. Ellos, sin darse
cuenta, están conspirando, porque bien saben que es la única manera de
mantener sin amenazas la trinchera laboral, aunque para ello sea
necesario guardar absoluto silencio, incluso frente a acciones injustas.
Hoy se conspira también, desde una camuflada hipocresía cuando se
reparten a montones besos en la mejilla como muestra de sumisión ante
los potentados. Analógicamente, en las jaurías de perros salvajes
después de una lucha, los sometidos, agachan la cabeza y lamen el
hocico de aquel que les perdona la vida. En nuestro mundo de la vida el
beso traicionero de Judas es frecuente y el que lo da normalmente lleva
guardado un puñal, o viene conspirando, algo está buscando. Son pocos
los besos que se dan con sabor a lealtad, reconocimiento y sincero
afecto. Pero ¿qué es la conspiración?

"Del latín conspiratio, el concepto de conspiración


hace referencia al acto de conspirar, es decir, de aliarse contra un
superior para arrebatarle el poder o contra un particular con el
propósito de hacerle daño. La idea de conspiración suele estar
vinculada, por lo tanto, a la estrategia que tiene el propósito de
quitar el poder que ostenta un sujeto. De esta manera, la
conspiración abarca a un conjunto de actos llevados a cabo por
distintos individuos para vencer las fuerzas del líder o soberano.
Las conspiraciones de carácter político que buscan derrocar un
gobierno u otro tipo de poder se conocen con el nombre de
complot".1

1 Definición de Conspiración. Diccionario Larousse de la Lengua española.


33
En Contravía Ensayos
Cada vez que presenciamos un acto injusto y que no actuamos nos
volvemos una parte de la injusticia; guardamos silencio como una forma
de mantener algún privilegio. Aquellos que en repetidas veces son
pasivos frente a lo injusto, terminan siendo corrompidos y serviles. La
mayoría de los actos de injusticia presenciados están asociados con mal
gobierno y con el mal manejo del poder. Cuando el gobierno es bueno -
pocas veces sucede- la injusticia no reparada es poco usual y el poder
aplicado no es látigo para el contradictor, porque este último indica las
perversidades que se aplican, y puede llegar a ser mirado como un punto
de equilibrio entre lo injusto y la posibilidad de enmendar la injusticia
cometida. En aquellos lugares en los que el silencio es ley, es en donde
más se conspira; tras las puertas del silencio la gente va conspirando. No
hay otro camino.

"Hay gente que conspira. Hay grupos que intentan


imponer sus objetivos desde las sombras. Se reúnen en lugares
impenetrables para la luz pública y desde allí, de manera
antidemocrática, deciden el destino de los otros. A veces, los
conspiradores son grupos sin importancia que sólo pueden
lograr sus objetivos por medio de una infinita cadena de
complots sobre complots, de alianzas y contra-alianzas
innombrables. Pero en la mayoría de los casos, son grupos con
poderes casi sobrenaturales sobre recursos humanos y
económicos: sus órdenes son obedecidas por agentes en
regiones distantes y son capaces de comprar a las más probas
conciencias por medio de sobornos inconmensurables". 2

Los teóricos de la conspiración consideran que todo evento social es la


consecuencia de la maquinación de una fuerza superior y a menudo
secreta. Éstas no se refieren a las pequeñas tramas conspirativas que
todos construímos y que otros construyen en sus interacciones diarias y
que podríamos presumir como parte normal de nuestra convivencia: El
amante que conspira para serle infiel a su cónyuge, el compañero de
trabajo que conspira para moverle la baldosa a su compañero, el jefe de
personal que selecciona las hojas de vida por pago de favores o
conveniencias; el don Juan que tienen varias novias y a todas les miente,
etc. Pero solo en la gran conspiración, se tejen artimañas de poder y se
practican todo tipo de perversidades y atentados, porque el poder para
mantenerse se la juega toda y se conspira como forma de mantenerlo. Es
cierto que llega el momento en que los hilos de la conspiración se
revientan y el poder se derrumba, porque fue más fuerte el hilo que unía
a los conspiradores detractores del poder establecido.
2 Intersticios: Revista Sociológica de Pensamiento Crítico. Interacciones. http://www.intersticios.es.
34 P. 115.
EFRAÍN ALZATE SALAZAR

"Una percepción desprevenida sin pecado original


diría que los actos humanos siempre son buenos y por lo tanto
refutaría la teoría de la conspiración apelando a lo imposible de la
componenda planteada. Desde esta óptica las cosas no son
causadas por la perversa intencionalidad de poderosos agentes,
sino por asuntos del azar. Esta apreciación de la conspiración,
parte de la buena fe y de la generosidad del otro. Por ello para
aceptar esta idea sobre la conspiración implicaría también acepta
toda una serie de consecuencias que atentan contra los
miembros de una empresa, una Universidad, o de un grupo
político; implicaría incluso cambiar el disco duro que ha guiado
la buena fe de nuestras acciones humanas, porque en donde hay
3
gatos, suelen existir también ratones".

La teoría de la conspiración implica una relación casi perfecta entre


intención y consecuencia de la acción; el sentido común nos dice que esa
relación no siempre es la esperada. En este momento hay gente en el
mundo conspirando, pero no siempre logran sus propósitos y si los
logran, rara vez pueden mantenerse el secreto por mucho tiempo;
bastaría con mirar la conspiración que se armó contra la justicia en
Colombia en el gobierno de la "Seguridad Democrática", en este caso
existió algo que puede tener analogía con las grandes mafias Sicilianas:
todo se descubría, pero los cerebros permanecieron inmaculados. Los
carga-ladrillos morían en conspiraciones o iban a la cárcel, y el cerebro,
el artífice permanecía con el poder intacto; hoy para el caso de
Colombia, los verdaderamente conspiradores aparecen con carácter
mesiánico y punteando en encuestas en las que conspirativamente
tienen influencia. Para éstos, como para la sagrada concepción de María,
el sol pasó a través del cristal y el vidrio ni se rompió, ni se manchó.

"El mundo está dividido en tres clases de personas:


los que manejan los hilos, la masa ignorante y los valientes que lo
revelan todo. Hay conspiraciones y conspiradores, sin duda, y los
ha habido siempre. No existe una conspiración perfecta. Sí así
fuera nunca sería descubierta, y por tanto no se podría hablar de
una trama oculta teorizando sobre su alcance y ramificaciones.
Así son las mentiras, y que están sometidas al implacable juez
que es el tiempo, ese que termina por dejar al descubierto los
4
cadáveres emparedados, colocando las cosas en su sitio".

A la hora de buscar conspiradores, o de planear conspiraciones, es


necesario ser rigurosos para no caer en nimiedades. Lo perverso es
perverso, lo falaz es falaz y la conspiración y el conspirador existen, pero
2 Intersticios: Revista Sociológica de Pensamiento Crítico. Interacciones. http://www.intersticios.es. P. 116.
3 Pérez, Hernáiz. La conspiración como instancia e instrumento de una particular ética política de las
35
convicciones 2008
En Contravía Ensayos
con sobradas razones en donde el mismo poder existente fue fruto de
conspiraciones y por ende es una máquina demoledora de detractores;
de lo contrario se puede llegar a caer en luchas con molinos de viento, o a
buscar enemigos donde no los hay, tal como lo expone Hana Harent:
"Las leyendas atraen a los mejores de nuestros contemporáneos, tal como las ideologías atraen
al tipo medio y los cuentos y rumores sobre crueles poderes secretos tras la escena atraen a lo
peor de lo peor".

Allí donde existe la intención de un grupo de actores por conspirar, las


consecuencias de la acción son impredecibles, de modo que no se puede
establecer la existencia de una gran conspiración que controle la realidad
social partiendo de supuestas consecuencias observables. Para cambiar
radicalmente el comportamiento de un régimen, se requiere de
inteligencia, además se debe tener en cuenta que los regímenes no
quieren ser cambiados.

En los regímenes autoritarios, a diario se camina en hervideros de


interacciones conspirativas entre la misma élite política, unos para
derruir el régimen y otros para mantenerlo. Son ejemplo, en Colombia,
los disgustos de parodia de Uribe y Santos por los medios de
comunicación. Solo queda la bella expresión de Aristóteles para
valorarlos: "las aves de igual plumaje vuelan juntas" a Santos y Uribe
los une vistoso penacho: el del autoritarismo y el afán de poder, aunque
para ello sea necesario insultarsen públicamente. Mera apariencia.

"Los conspirados son frecuentemente diferentes,


pues algunos confían y dependen de otros, mientras otros
aportan poco. La información importante fluye frecuentemente
por algunos vínculos, la información trivial por otros. Por lo que
ampliamos nuestro modelo simple de grafo conectado para
incluir no solo vínculos, sino también su "importancia".
Imaginemos una cuerda gruesa y pesada entre algunos clavos y
un hilo fino y liviano entre otros. Llamemos a la importancia, el
grosor de cada cuerda, su peso. Entre conspiradores que nunca
se comunican el peso es cero. La "importancia" de la
comunicación a través de un vínculo es difícil de evaluar apriori,
pues su verdadero valor depende del resultado de la
conspiración".5

En todos los lugares en donde se mueven intereses de poder se conspira


y se actúa sigilosamente, es una perversa relación de amigos-enemigos.
Nadie es tan inmaculado como para decir que jamás ha conspirado. Los
más fieles conspiran mentalmente mientras se santiguan con agua
bendita. Solo los inocentes sin pecado original habitan bajo cielos
5 Ídem.
36
EFRAÍN ALZATE SALAZAR

donde todo es musical y bello. Quienes habitamos en espacios de


gobernantes y gobernados, siempre tenemos a nuestro lado una
conspiración, la que se hace más fuerte cuando es más tirano el poder
establecido. El cura Meslier es un buen ejemplo para quienes han creído
que el rostro es el espejo del alma… desconfiar, conspirar es el camino
que queda.

37
LOS LAGARTOS ANTE EL PODER
"hay lagartos con títulos nobiliarios, lagartos ricos,
lagartos aristócratas, lagartos lobos, lagartos de medio pelo, de
club, de redacción, lagartos de coctel, de tienda, de asamblea de
accionistas, de foros y reuniones internacionales. Pero todos son
inoportunos… siempre está dispuesto a lanzarse a la palestra
social esgrimiendo unas armas de las que se cree dueño y señor:
el 'don de gentes' y la simpatía". Antonio Montaña. Fauna Social
colombiana. 1987. Bogotá, ed. Gamma

Normalmente, el término lagarto se utiliza caricaturizando el panorama


político en Colombia, para describir a aquellas personas que con mirada
lánguida rostro sombrío están vigilantes a la entrada de las oficinas de
los políticos o de los jefes, para intentar alcanzar alguna migaja que este
le pueda dar. Se pavonean haciendo un ritual pidiendo una carta de
recomendación, algún carguito, una influencia para contratación y otros
menesteres.

Para sus logros, sabe muy bien los alcances que tiene su adulado jefe, y le
hace todas las reverencias posibles; se asemeja a un pajecito o escudero
muy similar a cuadros de la época feudal donde se hablaba de cortesanos
y cortesanas que cargaban el maletín y el abrigo del señor feudal. El
lagarto llega a extremos de servilismo, así sea frente a lo más indignante,
lo único que le importa es algún ascenso social que pueda alcanzar. Este
espécimen de la fauna política colombiana está siempre ahí, a la
expectativa ante cualquier oportunidad. En la oración del lagarto de
Jorge Guebely está bien clara la anatomía del lagarto, veamos:

"Estoy tan aculillado, señor, que regalo los dones


que me diste. Prometo no pensar, no ver, no oír, no hablar, no
sentir. Prometo no ser. Que todo sea por una perpetua sumisión,
por una constante zalamería, por un pan miserable. No importa
si me convierto en gozque de jefe político o de señor empresarial.
A él le entrego mi señora, mis hijas, mi vida. Mándame, señor, un
buen político corrompido. Puede ser de la capital o del valle de
Aburrá. Uno de esos dos gloriosos centros de poder. Poco
importa que sea liberal o conservador, de extrema derecha o de
extrema izquierda. Tampoco importa que sea de extremo centro
con tal de que sea de la extrema corrupción. Ya no importa que
sea la que sea con tal de que sea político". La oración del lagarto. De Lo
último de Jorge Guebely. Periódico la nación de Neiva julio de 2013

38
EFRAÍN ALZATE SALAZAR

El lagarto es "el arribista; una persona que intenta elevarse por cualquier
medio en la escala social o política", en general y para Colombia, en
particular se reconoce como la persona que adula a alguien para obtener
sus favores, asunto que aplica mucho en materia política, porque esta sí
que está llena de lambones. El diccionario de la RAE, simplemente lo
define como "hombre pícaro, "avispado" “lambón". Yo agregaría
además oportunista rastrero, lame suelas, fantoche. El lagarto en nuestra
cotidianidad es también esa persona muy velona que todo lo quiere
tener y pedir. Destila babaza cuando habla y siempre aparece cuando se
informa de la llegada de alguien que conoce a algún cargo de poder.

Empieza a hacer presencia en oficinas y a llevar detallitos al recién


nombrado: Lapiceros de tinta mojada, agendas, una botellita de Whiski
de regular categoría. En fin, es todo un lagarto lagarteando y sabe para
escalar es necesario arrastrarse. Cuando alcanza la cita con el nuevo jefe:
llega muy perfumado se acomoda y expresa: "siquiera llegó jefe a este cargo, a
usted lo necesitábamos; aunque no lo crea yo voté por Usted y estoy feliz de que ocupe este
Honor. Si en algo le puedo ayuda no dude en llamarme”

No podíamos despachar esta tibia perorata sin darles una mirada a los
lagartos de la academia. Estos especímenes en este ambiente sí que son
notorios y peligrosos. Son vistosos cuando se van a nombrar docentes y
se las tira de un sabelotodo. A la hora de elegir Decanos un desfile de
lagartos empiezan a hacer presencia en las rectorías para lagartearse un
cargo "téngame en cuenta señor Rector, que yo soy fiel y obedezco lo que me digan, me
someto a todo"; y si es un aspirante a cátedra con liviana hoja de vida es más lagarto todavía:
"deme una catedrita de lo que sea señor decano que yo no le quedo mal".

A los lagartos en la universidad a veces les va bien, porque el jefe para


quitárselos de encima les da alguna “chamba”, algún proyecto, o algún
mandado. Los distingues por su zalamería al entrar a las oficinas porque
saludan muy bien a las secretarias, a los celadores y a todos los jefes. Los
lagartos son abundantes en besos abrazos y adulaciones, pero precarios
en inteligencia. Muchos tienen la lagartería como arte en su vida, por eso
suelen decir: "ahí lagarteando me saqué un paseo para dar una conferencia de algo que
poco me importa", "o me nombran en encargos reemplazando al jefe porque soy un
espécimen lagarto especial". Pero la aspiración de los lagartos es reemplazar definitivamente al
jefe" ¡cuídate de los lagartos! Que se arrastran para escalar.

39
LA UNIVERSIDAD DE HOY
Y EL SILENCIO DE LOS INTELECTUALES
Cuando observamos el panorama que se vive en las universidades del
país en cuanto a los intelectuales, no queda más alternativa que tomar un
buen calmante contra la acidez estomacal; el determinismo político
opacó los procesos intelectuales, y aquellos hombres y mujeres
formados para la construcción de conciencia universitaria desde una
perspectiva crítico-social que se negaron a ser cooptados por las
"nuevas ideas neoliberales", fueron excluídos de la universidad; en ella
logran permanecer aquellos seudo-intelectuales que se mimetizaron a
las nuevas y perversas lógicas institucionales. La universidad dejó de
cumplir el papel que le corresponde: ser la conciencia objetiva y crítica
de sus estudiantes respecto a la realidad que vive la sociedad.

" Pa r a q u e l a s u n i ve r s i d a d e s c u m p l a n
satisfactoriamente con sus propósitos deben orientar sus
actividades académicas al desarrollo de la conciencia objetiva y
crítica de los estudiantes respecto a la realidad que vive la
sociedad, los rasgos de la evolución de esta realidad en el pasado
y las perspectivas que presenta para el futuro. Se trata no sólo de
lograr el entendimiento de dicha realidad sino también de
establecer la responsabilidad del estudiante frente a ella, en
cuanto a los valores y objetivos fundamentales que actividad
práctica conduzcan al logro de tales." 1

El estruendoso grito por parte de los nuevos ortodoxos, los áulicos del
neoliberalismo:"el marxismo ha muerto, viva el capitalismo", puso en
retirada a los intelectuales consecuentes que durante mucho tiempo
hicieron su aporte en la educación desde una perspectiva crítica,
pertinente en el tiempo y congruente con su utopía. Ellos imaginaron la
construcción de un mundo mejor haciendo de la educación una
barricada contra el miedo; pero los cambios que se dieron en el mundo
de la post-guerra, llevaron a una mirada despectiva a los libre-
pensadores. Los movimientos estudiantiles de gran beligerancia, fueron
reemplazados por masca-chicles cuya lucha ya no es por la sociedad sino
por sus angustias individuales y existenciales; las asociaciones de
profesores, desaparecieron con nuevas formas de contratación que se
implementaron para reordenar el gasto de la universidad, o sus líderes
fueron corridos o exterminados. El ser consecuente estorba a los amos
de oficinas alfombradas.

1 El papel de las universidades ITAM. Estudios. Filosofía y Letras. Madrid, invierno de 1991.
40
EFRAÍN ALZATE SALAZAR

"La paradoja fundamental de nuestro tiempo, sin


embargo, es que estos giros en el poder no están acompañados
en la realidad por una consolidación capitalista efectiva,
amenazado como está el sistema por la volatilidad de los
mercados financieros, la desintegración interior de las grandes
ciudades, la polarización de clases y regiones de la economía
mundial, la destrucción del medio ambiente. Todo habla del
fracaso del capitalismo en resolver cualquiera de los problemas
básicos denunciados por el marxismo. La "aclimatización"
intelectual a las nuevas fuentes de poder, y su abandono del
marxismo, revela por tanto la profunda separación del
"discurso" intelectual de las realidades históricas concretas". 2

Los nuevos intelectuales que se apostaron en las universidades, algunos


venidos del marxismo, se aclimataron con facilidad a los modelos de
poder emergentes y abandonaron el ideal marxista, a tal punto que sus
escritos se encaminaron a demostrar la pérdida de vigencia de cualquier
postulado que se encaminara a los linderos del socialismo; tal como lo
expone el autor de la anterior cita: revelaron en su formación una
profunda separación del discurso intelectual y las realidades concretas.
El caso del escritor William Ospina, en Colombia, es una muestra, al
pasar de La Franja Amarilla, una aparente izquierda intelectual, a la
franja de la extrema derecha colombiana, al adherirse al uribismo con
elogiosos escritos a su líder, cuando zuluaga fue candidato presidencial,
asombrosa voltereta.

"Estos tres rasgos, frecuentes en el mundo


universitario-academicismo, ausencia de un debate exigente y
riguroso, lenguaje alambicado- van contra el núcleo, el eje de la
tarea del intelectual que hemos definido, que es su capacidad de
influir en las discusiones públicas, de crear y ocupar un espacio de
debate racional. En la medida en que quienes tienen las
herramientas para argumentar con inteligencia se refugian en la
complejidad irrelevante, la cortesía tolerante o la incomunicación
presuntuosa, el mundo de la razón crítica se debilita frente al
ámbito de la propaganda o la manipulación emocional." 3

Pocas universidades en nuestro país escapan a esta tentación de declarar


como sospechoso a aquel que se atreve a disentir del orden institucional:
esa herencia cristiano-medieval permanece en el imaginario individual y
colectivo de aquellos que ostentan el supremo poder en las
universidades. En este comportamiento marcatista, casi de orden
fascista, son raras las excepciones; para el caso que se intenta exponer en
este texto no es otro más que el papel de los intelectuales, para lo cual ha
2 Petras, James. Los intelectuales en retirada. Sociólogo norteamericano. Docente e investigador en la State Uni-
versity of New York en Binghamton.
41
3 Jorge Orlando Melo. Conferencia dictada en la Universidad de los Andes.
En Contravía Ensayos
de quedar claro que una cosa es el seudointelectual que se hace experto
en lecturas rápidas o que se peina para el lado que le indicó algún autor, o
que se autoproclama ratón de biblioteca, y que además adula, soba y es
experto en genuflexión, y otra muy distinta la del intelectual
consecuente, que sabe de su responsabilidad con la sociedad y la vida.
Este último sabe que tiene un compromiso con la verdad y la justicia y
jamás guardará silencio ante la infamia.

"La figura del intelectual siempre ha resultado


molesta, y hoy esta sensación quizá esté bastante difundida en
amplios sectores de la opinión pública, existiendo determinados
temas "testigo" que producen en los políticos al uso y en los
"mandarines" ideologizados susceptibilidades frente a la
intervención de los intelectuales. La misma palabra "intelectual",
en los últimos tiempos, se ha hecho más huidiza, sobre todo
cuando tocamos el papel del intelectual en la política, lo que
induce a una pluralidad de significados del término". 4

Nada más incómodo para un orden establecido que un hombre o una


mujer con una pluma clara, indeclinable y contundente; este es un
estorbo para los que asumen el poder como látigo que golpea y somete.
El intelectual insobornable es una especie rara en una sociedad
parasitaria, en la que todo tiene valor comercial y en la que con gran
facilidad se renuncia a la dignidad y a la crítica si esto asegura el empleo
la estabilidad y algún salario. El silencio en las universidades no es la
certeza de que todo está bien. Se guarda silencio porque de lo contrario
se puede perder el empleo, y es mejor estar congratulado con los jefes,
así sea pura apariencia. Por ello nadie se organiza ni sindical ni
gremialmente, aunque en los corredores y en las cafeterías se murmure
inconformidades.

El seudointelectual y político desteñido que hoy conocemos, no se


sonroja si para mantenerse en las estructuras de dominio tiene que
traicionar su ideal ilustrado y pasa por el mismo rasero de un político
tradicional incursionando, incluso en las esferas del despotismo y la
corrupción. Hoy el intelectual, el librepensador como tal ha perdido
espacio; no es la élite que solíamos ver en las cafeterías o en las
bibliotecas en debates a veces ruidosos frente a diversos temas. El
intelectual insobornable es prácticamente una especie en extinción por
razones obvias: estorban en la vida académica por ser a veces
contestatarios y sospechosos de crítica fuerte y son excluidos,
marginados y arrinconados por el poder político institucional; otro
sector de los intelectuales para evitar confrontaciones, a veces riesgosas
4 Maldonado, Tomás ¿Qué es un intelectual? Ed. Paidós Ibérica, Barcelona, 1998, 132 p.p.
42
EFRAÍN ALZATE SALAZAR

se replegaron al espacio silencioso de su biblioteca; y los otros


hipotecaron su conciencia al poder y allí actúan como bufones o
mentores o hasta asesores de corrientes políticas que no acreditan
decencia.

"¿Seremos todos en el futuro igualmente


pensantes?" estamos en una fase de cambio en el ámbito del
pensamiento operante, es decir, el que actúa sobre el mundo
productivo y comunicativo de la sociedad, y en estos sentidos
todos seremos igualmente pensantes por tener acceso a la misma
"tecnología del pensamiento". Otro tema será el del
pensamiento discursivo, el cual creen algunos que desaparecerá
(visión hegeliana o marxista), renacerá con fuerza en base a la
capacidad humana de comportamiento imprevisible, de
comportamiento generador de sorpresas. 5

Algunos que hemos trasegado senderos de utopías, nos negamos a


aceptar esa lógica histórica de la tragedia y la comedia en la que han
vivido los intelectuales y aún le apostamos al intelectual consecuente; a
aquél que sabe que su mayor equipaje ha de ser su dignidad, para no
quedar opacado en la oleada neoliberal en la que incluso los seres
humanos son tratados como objetos con código de barras. El intelectual
digno y consecuente permanece con su angustia famélica de pie y sabe
que esto tiene sus costos; puede tener mayores éxitos y mejores
posibilidades en la empresa de hoy, en la universidad de hoy, aquél que se
institucionaliza y arrodilla su gordura, pero una vida así ¿qué significado
tiene?

5 Ídem, p. 134.
43
IMAGINAR UNA PAZ PERFECTA
ES DE POR SÍ UNA IMPERFECCIÓN
"Perfecto en sí se dice por tanto o de aquello a que
no falta nada de lo que constituye el bien, de aquello que no es
superado en su género propio, o de lo que no tiene fuera de sí
absolutamente ninguna parte. Otras cosas, sin ser perfectas por
sí mismas, lo son en virtud de aquellas, o porque producen la
perfección, o porque la poseen y están en armonía con ella, o
bien porque sostienen alguna otra especie de relación con lo que
propiamente se llama perfecto. Una cosa, una esencia es
perfecta, cuando en su género propio no le falta ninguna de las
partes que constituyen naturalmente su fuerza y su grandeza. Se
da también el nombre de perfectas a las cosas que tienden a un
buen fin. Son perfectas en tanto que tienen un fin". 1

Imaginar una paz perfecta, sería la realización de la utopía, el logro de la


felicidad. Ya no sería necesario mirar hacia el horizonte en actitud de
búsqueda sino ocultarnos en la caverna a invernar para gastar desde la
plena quietud la abundancia que llegó por arte de magia. En este sentido
la perfección en los asuntos que tienen que ver con el ser humano no son
logrables. Desde la postura que el Círculo de Humanistas
Latinoamericanos asume en los debates académicos, políticos y sociales
frente a búsqueda de la paz en Colombia y tratando de aportar
elementos para un debate racional en este momento histórico, dejamos
claro que la paz en ninguna parte del mundo ha tenido como paradigma
la perfección y quienes aceptan la perfección en la búsqueda de la paz, de
por sí están parados en una imperfección.

Lo que ha tenido como base la perfección ha sido la guerra; una perfecta


bomba atómica para matar a miles de personas al menor costo posible;
un perfecto avión de espionaje para contar el ejército enemigo y saber
cuántos fusiles y soldados se requieren para el exterminio del enemigo;
un perfecto dron para escuchar las conversaciones del enemigo y saber
donde están los jefes de la guerrilla para eliminarlos. Una perfecta mina
quiebra patas que mutile bien al soldado que está en zona de combate.
Los politólogos, violentólogos y estrategas militares han dedicado su
vida al estudio de la guerra y los éxitos que ésta reportó a un bando. Muy
poco se estudia o se difunden procesos de paz que se han dado y a
aquellos hombres que han liderado la búsqueda de la paz, y que incluso
han sido asesinados cumpliendo esta noble tarea y paradójicamente han
quedado en el olvido.

1 Aristóteles, Metafísica, libro V, 16.


44
EFRAÍN ALZATE SALAZAR

Desde esta perspectiva, creemos que la paz imperfecta podría ser un


buen instrumento para que los investigadores de la paz podamos
incorporarnos al debate y a la construcción de nuevos paradigmas con
los que podría posibilitarse la construcción y comprensión de mundos
más pacíficos, justos y perdurables. Es necesario establecer y adjuntar a
partir de la epistemología y desde las teorías políticas el concepto de
imperfección, de tal manera que se abra la posibilidad de alejarnos de
aquellas visiones objetivas cerradas, dogmáticas que han sido nuestro
constructo histórico, para hacer posible el acercamiento a nuevas
intersubjetividades abiertas y dispuestas a la palabra y la argumentación.

"La disonante "fascinación" que hemos tenido


sobre la violencia ha condicionado no sólo nuestras
autopercepciones han hecho sobrevalorar su papel -al menos en
la cultura occidental-, y a su vez focalizar las investigaciones más
hacia las acciones violentas y sus causas, y, en consecuencia ha
deformado los mismos presupuestos teóricos. Una
consecuencia directa de ellos es la descompensación conceptual
y epistemológica entre la violencia y la paz.". 2

En el acuerdo de paz proceso que se firmó con la insurgencia de las


FARC en Colombia han tomado parte diversos personajes de la vida
académica, unos argumentando la necesidad de la paz y otros
argumentando su defensa a la guerra. La historia de Colombia ha estado
cimentada en teorías y epistemologías violentas fáciles de multiplicar en
auditorios de las grandes ciudades con aire acondicionado y sonidos
estereofónicos por aquellos que se lucran de la guerra. Para los retos que
encarna llegar al fin de un conflicto armado y la búsqueda de la paz, son
precarios los escenarios, los debates y el interés por el tema. De manera
extraña está inmerso en la mentalidad individual y colectiva cierto miedo
a la paz cuando se le quiere arropar con el hábito de la perfección. Lo
extraño es que son aquellos que han hecho de la guerra un perfecto
negocio los que ven imperfecciones a todo lo que se refiera a la paz.

2 Muñoz, Francisco. La paz imperfecta. Instituto de la Paz y los Conflictos Universidad de Granada.
45
DEL FEMINISMO RADICAL
AL INFANTILISMO INTELECTUAL
"No debería existir cuotas de representación a las
mujeres (a las feministas) para que se dediquen a la política. Las
actividades de los partidos políticos, las elecciones y los
parlamentos deberían ser exclusivamente para las mujeres.
Entonces los hombres, liberados por fin de estas tareas, podrían
dedicarse de lleno a las bellas artes."PAPINI, Giovanni. Episodio de
Gog. El libro negro.

Estas líneas que expongo con el ánimo de motivar controversia, se


sustentan en la posición que desde hace rato he manifestado: "los
grupos y los grupúsculos banalizan la política"; fundamento mi
planteamiento a partir de diferentes lecturas que he hecho al Universo
de los Derechos Humanos: lo histórico, lo jurídico, lo ético, lo político y
en general las nuevas acciones en este campo que van desde la escuela
hasta la sociedad. Además, he apreciado en el radicalismo feminista que
se ventila en las academias, una peligrosa aventura que puede conducir al
infantilismo intelectual y más en nuestro país donde han llegado los
nuevos macrodiscursos: feminismo, animalismo, lesbianismo,
travestismo, machismo etc., de manera tardía, son interpretados
conforme a intereses europeizantes.

El feminismo, con todo y sus pretensiones universales, es un proyecto


occidental, modernista e imperialista que solo por la fuerza puede ser
impuesto. El bombardeo de Estados Unidos a Afganistán en 2002 y la
ocupación militar tuvo dos banderas políticas para realizarse: una, el
combate al terrorismo; otra, que el gobierno talibán violaba los
derechos de las mujeres. Hoy, a lo mejor, se da la libertad para que todas
las afganas (sobrevivientes) puedan ser como Madona, Britney Spears,
Mónica Lewinsky o Salma Hayek. Con el mismo cuento invadieron Irak,
esperando cambiar el Burka que cubre el rostro de la mujer por
minifaldas, nada de esto sucedió. El feminismo sin lugar a dudas ha sido
plenamente asumido por el sistema, por ello no es gratuita la existencia
de múltiples tratados y compromisos internacionales a favor de los
derechos de las mujeres. En este nuevo siglo, pintoresco y novedoso
tenemos en todas las esferas de la vida pública y privada un feminismo
soberbio institucionalizado. Basta con ver las marchas del día de la mujer
cuando salen mujeres pechugonas de la burocracia institucional a
reivindicar el 8 de marzo, pero no se untan de pueblo ni se manifiestan
por los asesinatos de las líderes sociales porque ese día se estratifica y
quienes desde el erario público manejan feministamente los dineros son
estrato nueve.

46
EFRAÍN ALZATE SALAZAR

El feminismo murió. Su gigantesco cadáver


permanece ocupando enormes espacios en todos lados: leyes de
papel, instituciones, discursos alucinantes de lo políticamente
correcto y, sobre todo, en el imaginario de las feministas; viudas
como aquella reina, Juana la Loca, quien iba y venía por todo el
reino con el cadáver embalsamado de su difunto marido, Felipe el
Hermoso, único sentido de su vida y su juicio. Todos los
metarrelatos de la modernidad se agotaron, incluyendo al
feminismo. Las que fueron vanguardias, hoy son lugares
comunes, piezas decorativas en la maquinaria del sistema o
fetiches ideológicos de sus fanáticos (y fanáticas; los y las, por
supuesto; o los fanáticos y las fanáticas). El feminismo no murió
por la represión a sus militantes (los y las, también; ¿o
militantas?). Tampoco murió por el cumplimiento total de sus
demandas. Murió, sí, por haber llegado a su techo histórico, por
haber alcanzado el tope de su realización fácticamente posible,
por la imposibilidad de ir más allá de donde ha llegado en el
cumplimiento de sus metas. SALAZAR, Claudia. El feminismo murió;
pero triunfaron las feministas Grupo Reforma, ciudad México, febrero 2003

El feminismo al igual que los movimientos obreros en la realización de


su proyecto histórico varía en cada lugar del mundo y no se puede
avanzar más en ningún caso. Los derechos de los trabajadores están
reconocidos y garantizados por las leyes en cada país, otra cosa es que
sean pisoteados. No se discute la justicia de sus demandas ni la necesidad
de su cumplimiento, pero es un hecho que no hay trabajo para todos ni
hay posibilidad de elevar los salarios. Tampoco hay oposición a los
abusos con los derechos de las mujeres y a la legislación
correspondiente; pero en cada país hay límites culturales que impiden
pasar de un tope en el cumplimiento de los derechos de las mujeres, y de
los trabajadores. El choque de civilizaciones imposibilita que el derecho
internacional se cumpla efectivamente en todo el mundo. Cada país
arma su trama desde sus parlamentos para institucionalizar lo ilegal, esto
se percibe en los mismos procedimientos que eligen a quienes rigen el
poder.

Quizá la tecnología, más que el feminismo, ha dado a muchas mujeres la


posibilidad de vivir con mayor libertad e igualdad de oportunidades. Las
feministas se dedicaron a la literatura, la fotografía o la investigación
sociológica o antropológica o a la cátedra en la universidad con
discursos excluyentes, incluso cercenando de la academia a los clásicos
de la filosofía por considerarlos machistas. Aristóteles, Kant, Hegel
Schopenhauer y otros genios del pensamiento, son enviados al exilio en
los discursos feministas radicales. A ésto le llamo infantilismo
intelectual, ya que se ignora con ello el trasegar dialéctico del
pensamiento.

47
En Contravía Ensayos
A propósito de la tecnología y la reivindicación de la mujer, tenemos que
las empresas farmacológicas abrieron la posibilidad de tener relaciones
sexuales plenas sin consecuencias indeseables ("derechos
reproductivos"). Para ello, la fundación Rockefeller Made in USA,
patrocinó el desarrollo de los anticonceptivos; la Banca Mundial con sus
directrices en políticas públicas de reducción de la población y la
industria del vestido han promovido mucho más el cambio en la vida de
las mujeres que todas las creaciones artísticas de las feministas. Cómo
negar que los macrodiscursos de la posmodernidad son inventos
calculados de organismos internacionales para ocuparnos más a los
países en vía de desarrollo y dividirnos en grupos y grupús-culos para
efectos de luchas que sí tendrían que ver con la dignidad humana.
Perdonadme, ortodoxos, pero las formas de percibir el mundo, ya sea
desde el extremo machista o feminista, son otra forma de ceguera. Es el
ser humano como tal el que cuenta. Y no hace falta hacer una
descripción antropológica o sustentada si así se quiere desde la Biblia
para demostrar el papel preponderante de la mujer en todo el proceso de
constructo de la humanidad. El europeísmo nos ha hecho llegar ya sus
discursos agotados y como tal los hemos asumido. Mientras ellos han
regresado al ser humano, nosotros los países en vía de desarrollo lo
mutilamos.

Un subversivo de cualquier movimiento de izquierda, siempre ve como


algo indigno si una mujer muestra sus virtudes féminas con escotes o
minifaldas; diría que eso es darle gusto al capitalismo y a la burguesía,
igual los Benedictos los Franciscos de Roma, o los curas ultragodos, de
forma similar actuarían los musulmanes. Todos ellos condenarían al
"fuego eterno del infierno" a la mujer que se atreviera a insinuar sus
encantos. En esencia feminismo es un extremismo y los extremos tienen
la tendencia a encontrase en cuanto a la intolerancia. Radicales de
derechas y de izquierdas se oponen a que las mujeres muestren
públicamente su encanto corporal y seductor, ya para propósitos
mercantiles, o por gusto propio. Al suponerse poseedores de la verdad y
garantes del bien, quieren imponer su voluntad sin pasar por las
formalidades del consenso, o de consultas democráticas. En los diversos
espacios en los que uno se encuentra con una feminista, siente a veces
susto, se ven soberbias, intolerantes casi inabordables y en la academia sí
que son extrañas; en su discurso feminista se percibe intención
excluyente sin darse cuenta que atacando a los hombres o a su
machismo terminan pareciéndose a ellos. Esa soberbia feminista
extrema, obedece a que todo extremismo conduce a delirios de
persecución, percepción de amenazas en todos lados, conspiraciones en
su contra y agravios.

48
EFRAÍN ALZATE SALAZAR

"Como toda ideología y discurso fundamentalista,


todo aquello que no sea política y gramaticalmente correcto, de
acuerdo con sus criterios, es repudiado, proscrito y estigmatizado
con calificativos que lo denuestan. Machismo, sexismo,
homofobia y misoginia son cuatro de las principales armas
gramaticales de las feministas para arrojar a los infiernos de lo
políticamente incorrecto a cualquiera que se aparte un ápice de
su "enfoque de género". La primera víctima de la
institucionalización del feminismo ha sido la gramática; la
segunda, el sentido común. Etimológicamente, homofobia
quiere decir miedo a lo que es igual, no rechazo a las personas
cuya preferencia sexual es la de su mismo género; y sexismo no
quiere decir discriminación a la mujer, sino ideo-logía del sexo".
SALAZAR, Claudia. El feminismo murió; pero triunfaron las feministas Grupo
Reforma, ciudad México, febrero 2003.

Como toda doctrina, el feminismo radical no alcanza a entusiasmar


multitudes. Su ideal no de todas las mujeres, su liderazgo alcanza para
representarse a sí mismas. No a la mujer como tal, sobre todo aquellas
que sin alegato de pertenecer a una cofradía feminista también
defienden sus derechos. La institucionalización del feminismo ha
llevado al asunto de las cuotas de poder, lo que es contrario a la
democracia. Bajo la demanda de la "representatividad" se impone la
obligación de un porcentaje mínimo de mujeres en la toma de decisiones
de todos los asuntos públicos. En este caso acojo la idea de Giovanni
Papini con la que se encabeza este texto. "adelante mujeres, tomaos los
parlamentos, nosotros los hombres buscaremos los nichos del arte y el ocio", porque
ser mujer en el poder es una cosa y otra muy distinta es además de ser
mujer tener conciencia del lugar que ocupan las mujeres, y esto sí sería
un auténtico feminismo que sin radicalismos actuaría construyendo
sociedad.

En este sentido, sustento mi posición de respeto a la mujer desde la


perspectiva ética y política de la universalidad de los Derechos
Humanos, punto desde donde hago las observaciones a cualquier
extremismo, incluyendo al feminismo extremo, con los que banalizan
las luchas por la dignidad humana. El hecho de ocupar espacios en los
partidos, en la administración pública, en las listas de elección popular,
en los parlamentos, el acceso preferencial a becas y a prebendas del
Estado desde su feminismo a ultranza, puede llevar a una egolatría
insoportable. Ya cooptadas por el poder y el sistema que es a donde
finalmente llegan, su desempeño se mirará más por su condición
sexista- misógina y feminista y no por el talento o mérito con dignidad.
Así las cosas, no hay mucha distancia para caer de la cumbre del
feminismo radical a las blanduras del infantilismo intelectual.
49
En Contravía Ensayos
Bibliografía

1 PAPINI, Giovanni. Episodio de Gog. El libro negro.


2 SALAZAR, Claudia. El feminismo murió; pero triunfaron las
feministas Grupo Reforma, ciudad México, febrero 2003.
3 SALAZAR, Claudia. Op. Cit.

50
DEMOCRACIA SIN DEMÓCRATAS
PARA LOS ANALFABETAS
DE LA DEMOCRACIA
"La democracia es una práctica social y plural de
control y ejercicio del poder, desde su deber ser, incorpora el
sentido ético de la condición humana, es una forma de vida. Si no
se ejercita no existe. Articula conflictos, disenso. Asume la
radicalidad de la diferencia, no la igualdad. Es un poder
constituyente, se expresa como una realidad contingente y sufre
involuciones. El control y ejercicio del poder desde el deber ser
del poder. De ahí su componente ético irrenunciable. Su
explicación se relaciona con sus consecuencias. En eso consiste
ser demócrata. Asumir la responsabilidad de los actos que se
realizan. No hay eximentes. En democracia no se puede hacer lo
que se quiere. Es un proyecto político fundado en la ciudadanía
plena, en la construcción del bien común entendido como la
vivencia de la acción del yo ciudadano. Es un mandar
obedeciendo". 1

En muchos Estados y aún en muchas instituciones, el opositor, aquel


que advierte las falencias de quienes manejan los hilos del poder, es
tildado de traidor. Esta percepción, perversa, se impuso en Colombia a
partir del obduliouribismo en ocho nefastos años de gobierno. Todo
aquel que se manifestaba opositor a las corruptelas de la supuesta
Seguridad Democrática era tildado de guerrillero o de traidor a la patria.
En las auténticas democracias, el disidente, el opositor y aún los
intelectuales son importantes por ser esa conciencia crítica que permite
ver aquello que los aduladores tapan. Los gobernantes y dignatarios de
Estados e instituciones en los que se vive la seudodemocracia y que
miran al disidente y al opositor como enemigos a excluir, terminan
arroyados y estripados por su propia megalomanía, o en la cárcel en
donde ni siquiera son visitados por aquellos que fueron sus serviles.

Lo más grave es, que aún en el mundo de la academia, en las mismas


universidades en los tiempos que pasan, dan prioridad al determinismo
político, antes que a su esencia intelectual. Lo que importa es el poder y
las alianzas para arrasar con el látigo de las mayorías muchas veces
irreflexivas, a las minorías que piensan de otra manera y que consideran
la universidad más para la academia que para afanes de partidos y líderes
de la politiquería. No se quiere sustentar con lo anterior una defensa a
posturas apolíticas sino que éstas no deben guiar los destinos de la
universidad. Sin embargo nadie ignora que, a la hora de elegir
1 Roitman Rosenmann.
51
En Contravía Ensayos
dignatarios en las universidades en Colombia, son los partidos políticos
los que imponen sus fichas; poco importa el peso intelectual de quien
llegue a dirigirlas. Ya lo advirtió Julián Marías hace cerca de cien años:

"Ha habido épocas en que la universidad ha


coincidido y aproximado con la vida intelectual; en otras, por el
contrario, ha sido solo un componente parcial de ella, y lo más
vivo y creador ha transcurrido al margen de ésta." 2

Lo planteado hasta aquí, obedece a múltiples motivos, el mayor quizá es


nuestra esencia histórica antidemocrática, y por el mismo camino el
analfabetismo político y antidemocrático que hace más de doscientos
años se cultiva desde la marrullera inteligencia del Estado, lo que se
manifiesta en el desprecio por la democracia;este pensamiento
retorcido se ha ido propagando como epidemia incurable en la
mentalidad individual y colectiva de los colombianos. Estos vicios
cultivados desde las altas esferas estatales han tomado asiento en la
universidad y han postrado y desterrado el pensamiento crítico. Los
falsos consensos o alianzas entre castas politiqueras apoderadas del
mundo académico hacen ver al disenso, al disidente, al contradictor
como enemigo y no como la otra opción posible de pensamiento.

"El disenso debería ser parte de la formación de


opinión, pero lamentablemente en la mayoría de los casos es
objeto de censura y persecución por estar en condición de
minoritario. La limitación en la expresión del disenso conduce al
empobrecimiento de las ideas de una sociedad y de las
instituciones, al darse como válida solo una de las múltiples
perspectivas posibles. La disidencia es una posición transitoria
que se asume en determinadas circunstancias y que debe dar
lugar a aportes superadores encaminados a la construcción de
consensos". 3

El disidente en la universidad de nuestro tiempo, en las “parroquias” de


graduación de profesionales, estorba porque percibe otro sentido al
dado como precepto al mundo, el hombre y sus problemas. Rechaza lo
aceptado, el statu quo, no a partir de una receta ideológica sino a partir
de un pensamiento que surge de la propia meditación sobre los
problemas que afectan la vida del hombre en el mundo. El disidente
estorba porque, no aspira a cargos oficiales ni busca votos, tampoco
busca agradar a nadie porque actúa desde la libertad de pensamiento.
Esas instituciones maquilladas de democracias de nuestro tiempo, en las
que la disidencia y la oposición son estorbo, las podemos bautizar con el
nombre de escuelas del analfabetismo político: en ellas están
matriculadas empresas públicas y privadas y la misma universidad.
2 J. Marías. 1953.
52 3 (CALVELO, 2009).
EFRAÍN ALZATE SALAZAR

"Tolerancia y disenso son las dos caras de la misma


moneda. Esa moneda es la política, como mecanismo para
acordar que estamos dispuestos a tolerar. Lo primero a tolerar es
el disenso, pues sin él nunca podríamos cambiar. El consenso
sobre lo que se tolera tiene dos características: es difícil y
dinámico. Difícil pues todo consenso deja heridos. Todo acuerdo
deja un margen de disidentes. Esto obliga a tolerar la disidencia
pero también obliga a respetar el acuerdo mayoritario. Difícil
porque nunca es completo. Y dinámico, porque es temporal y no
eterno". 4

La democracia, ni en Colombia ni en ninguna de las instituciones


públicas o privadas en las que se manejan omnímodos poderes, incluida
la universidad, ha existido (o ha existido de nombre); ni siquiera la
Constitución de 1991 logró ese cambio de mentalidad, aunque en letra
se perciban buenas intenciones. No nos gusta la democracia porque no
hemos sido educados para ello, y las élites que están en el poder no
tienen interés en que se aplique y se eduque en democracia, ello iría en
contra de sus intereses. Esa ignorancia o minoría de edad en el campo de
la política y lo político que se ha vivido en Colombia por más de
doscientos años, ha permitido que la Casa de Nariño sea habitada cada
cuatro años por personajes y castas de familia que en su mayoría tienen
oscuros antecedentes con el país. Pero igual sucede en las demás
instituciones que se guían por el ejemplo de los gobernantes.

Los que se lucran de la antidemocracia, así están muy bien, y los


colombianos ignorantes de sus derechos mucho más, y quienes ganan el
pan en antidemocráticas empresas e instituciones, guardan silencio a
pesar del látigo que cae permanentemente en sus espaldas. En otras
palabras, los que gobiernan no son demócratas y el pueblo tampoco;
somos analfabetas de la democracia. Las grandes masas en
manifestaciones previas a un gobierno llevan en el ruido que las mueve
la capacidad de olvido, ya que las arrastra más la emoción que la razón,
por ello los grandes intervalos en los comicios electorales. Las
reelecciones de dignatarios en el Estado, empresas e instituciones, se
dan por la precaria memoria de los ciudadanos. Solo mire hacia atrás 12
años a Colombia.

"Si democracia es gobierno del pueblo sobre el


pueblo, en parte será un sistema gobernado y en parte
gobernante ¿cuándo el gobernante? Obviamente cuando vota,
en las ocasiones electorales. El nombre "gobernante", asignado
en las elecciones no se debe subevaluar. Las elecciones son
eventos discontinuos, distanciados por largos intervalos, además

4 (LICHMAJER, 2011).
53
En Contravía Ensayos
entre las opciones electorales y las decisiones de gobierno se
interpone un amplio margen de discrecionalidad: las elecciones
establecen quién gobernará, pero no señalan el contenido que
5
tendrá ese gobierno"

Para nuestra realidad no aplica hace rato el modelo tradicional de la


democracia griega; ni más faltaba que desde el pragmatismo de las élites
colombianas, se mirara así fuera de reojo el ethos griego, y la polis griega.
La ética y la política para nuestros días no se relacionan, ni se
complementan. Todo vale para alcanzar el poder y desvirtuar
definitivamente lo que debe ser una democracia. Si democracia es
mayoría de votos a como dé lugar, es preferible no ser demócrata, es
preferible no participar de esa morbosa fiesta de mentiras, y en esas
condiciones son tan culpables por la crisis sin regreso del Estado de
Derecho, tanto los que conspiran radicalmente con las armas, como
aquellos que se ponen máscaras de demócratas y un saco de dinero para
comprar los votos.

En un orden democrático que funcione de verdad, la legalidad adquiere


el carácter universal; ese sería el ideal, y el gobernante que está allí al
frente de esta excepción, lo puede gritar a todo el mundo, puede sentirse
orgulloso de mostrar su éxito. Para nuestro caso en Colombia, en sus
años de historia, jamás hemos podido mostrarnos como un modelo
democrático. Las violencias que hemos vivido han estructurado las
mentes de los gobernantes para no aceptar la efectividad de la
democracia. La verdad es que no somos demócratas, ni en la casa, ni en
el trabajo. Cuando alguien nos confronta sobre la forma de pensar y/o
actuar, de inmediato queremos eliminarlo, sacarlo, excluirlo. Esa es la
realidad, y para que esto siga en la mentalidad individual y colectiva, los
medios de comunicación son eficaces, nos muestran a los
antidemócratas con la cara maquillada fungiendo de demócratas.

La Democracia nunca será un estatus concedido por el Estado, porque


es una existencia en la alteridad y la diferencia. Es necesaria la rebeldía
democrática la que supone pensar la democracia desde los valores
éticos y de compromiso con la defensa de la humanidad y de un
proyecto transformador que no se hace declamando la democracia, sino
asumiéndola aunque sea ella misma la que en un momento dado nos
obligue a hacernos a un lado. Quien desde la megalomanía y embriaguez
que da el poder, desconoce, ignora o desprecia la democracia, comete
una acción inquisitorial y esto es propio de quienes tienen miedo al
debate, a la divergencia y a la controversia. Por este camino se han ido al
abismo poderes que se llegaron a creer omnipotentes, autoritarios y
fascistas. Un ejemplo fue la del vanidoso Mussolini que lo arropó la
4 SARTORI, G.
54
EFRAÍN ALZATE SALAZAR
muerte mordiendo el polvo de las calles de la Italia que gobernó como
dictador fascista.

"El contexto autoritario tiene una característica


fundamental: allí no existe un sistema legal que garantice la
eficacia de los derechos y garantías que los individuos y los
grupos pueden enarbolar contra los gobernantes, el aparato
estatal y otros que ocupan la jerarquía social y política existente." 6

Para nuestra realidad ni siquiera el concepto de rectitud defendido por


los mayores, influye en lo más mínimo para contener los desafueros en el
afán de poder; el que estudia ciencia política y se enamora de la política
partidista, sabe que debe separar lo que estudió con lo que va a practicar,
porque con decencia nada se logra. Para llegar al Senado hay quienes
invierten capitales exorbitantes, pero saben que en nuestra seudo-
democracia el dinero se recupera, no tanto lo que reconoce la
Registraduría por votos obtenidos conforme a la ley, sino los negociados
que pueden hacer una vez que fueron elegidos. Lo más grave es que esta
perversa forma de entender la democracia hizo metástasis en cada
espacio de poder desde el Estado y por el mismo camino cada espacio de
poder incluidas las universidades que dicen llamarse templos de la
sabiduría y de la democracia.

"La democracia se deteriora grandemente cuando el


gobernante miente a los gobernados; confunde los recursos
económicos públicos con los privados; existe tráfico de
influencias entre gobernantes, amigos, aliados y familiares;
cuando la corrupción y la consiguiente impunidad se convierten
en regla; cuando se utiliza el cargo para satisfacción personal, no
para servir a la comunidad, o para construir alianzas con los
poderes fácticos en beneficio propio, durante o después del
ejercicio del cargo; cuando se dejan crecer los problemas para no
exponerse políticamente, no se cuidan las instituciones sino a sí
mismo; cuando las actitudes cínicas se vuelven cotidianas; se
trastocan los valores democráticos por los del dinero y el poder
sin sustento jurídico". 7

Perdonadme ortodoxos por este pesimismo manifiesto en este texto,


pero cuando hablamos de democracia más allá del romanticismo que
nos han sembrado en la mente desde la escuela, desde la realidad que
vivimos, solo nos queda decir cuando nos hablan de democracia, tal
como lo expresó Sócrates cuando fue condenado a muerte: "Todo es
oscuridad".

6 O' DONELL, Guillermo. Estado, democratización y ciudadanía. En: Las incertidumbres de la


democracia. Pedro Santana, compilador. Ediciones Foro Nacional por Colombia. Bogotá 1995. P. 319.
55
7 CARPIZO, Jorge. Revista jurídica, boletín mexicano de derecho comparado, No 19.
En Contravía Ensayos
Bibliografía

BUELA, A. (2011). Falso y auténtico disenso. Revista del centro


de estudios internacionales para el desarrollo, 45.
CALVELO, G. (24 de 01 de 2009).
http://escritosprofugos.blogspot.com/2009/08/vale-ser-siempre-
disidente.html. Recuperado el Lunes de Agosto de 2010
CARPIZO, Jorge. Revista jurídica, boletín mexicano de derecho
comparado, No 19
J. Marías. La Universidad realidad problemática. Ed. Cruz del Sur,
Santiago, 1953
LICHMAJER, J. p. (2011). La tolerancia. La Gaceta Argentina, 65.
ROITMAN ROSENMANN, Marcos. Democracia sin demócratas
y otras invenciones. Ediciones Sequitur, Madrid, 2007, p.11.
SARTORI, G. Qué es la democracia. Taurus Pto. México 2003.
Pág. 87

56
SEGUNDA PARTE

TEMAS DE EDUCACIÓN
Y AFINES
LA UNIVERSIDAD HOY:
MÁS AVISPADOS, MENOS ACADÉMICOS
"El avispado tiene profunda confianza en sí mismo,
no tiene dudas. Tiene respuestas para todo pero hace muy pocas
preguntas. Ya Estanislao Zuleta nos había revelado que la
ignorancia no es un estado de vacío sino de llenura. Por el
contrario, el conocimiento es un salto al vacío. El científico tiene
más preguntas que respuestas. Cada logro de la ciencia no es un
punto de llegada sino el lugar donde surgen los nuevos
interrogantes. "Sólo sé que nada sé" decía Sócrates con humildad. "Yo me
las sé todas" farfulla con arrogancia el avispado. 1

La universidad de nuestro tiempo se ha dedicado más a enseñar que a


educar, en este sentido se ha ido desterrando la posibilidad de un
pensamiento crítico y se percibe más la presencia de avispados que de
académicos e intelectuales. Desde este espacio he intentado apostarle a
una universidad en la que se privilegie el pensamiento y se estimule la
crítica. Pero el afán de enseñar para entregar profesionales al mundo de
las prisas lleva a que la educación no sea una prioridad en las prácticas y
discursos universitarios. No es lo mismo enseñar que educar, ya que la
enseñanza se encamina más hacia el manejo de esta o aquella habilidad,
pues de ella depende la formación de especialistas capaces de garantizar
el funcionamiento de los sistemas de producción. La "educación", en
cambio, va dirigida a formar al individuo como miembro de una
sociedad, y es aquí en donde cabría una de las tareas de la universidad en
cuanto a formar hombres y mujeres conscientes de la realidad.

Juan Luis Mejía, en su texto sobre el avispado, nos reta para que
hagamos estas reflexiones en la vida universitaria y en la vida cotidiana,
porque esa cultura del avispado, ha permitido que en las instancias
académicas el trabajo intelectual se opaque. No son las hojas de vida las
que juegan a la hora de hacer relevos en instancias de poder. Por ello
muchos cargos de las estructuras de poder son ocupadas por los
avispados, los que hablan al oído, los que adulan, los que a todo
responden sí, sin preguntar nada ni cuestionar nada. Las excepciones
son mínimas.

"El avispado está conforme con el mundo mientras


no le afecte su estatus. Por el contrario, el arte y la ciencia nacen de
la inconformidad. Aquel que está insatisfecho con el mundo
decide reinterpretarlo o recrearlo. El espíritu crítico permite que
la humanidad avance. Por eso la Universidad no puede perder

1 “El culto al avispado”. Juan Luis Mejía A.


59
En Contravía Ensayos
jamás el espíritu de indagación. La Universidad, en síntesis, es la
ventana por la cual nos asomamos a indagar el Universo, a
extraerle con cuentagotas sus arcanos secretos, sus leyes más
profundas". 2

La universidad tiene como tarea prioritaria la construcción de


comunidad académica, y no se logra desde las perversas lógicas del
"avispado", por ello me inclino más por las posiciones intelectuales,
académicas y críticas que por las tácticas rastreras de los avispados. Las
posiciones críticas y consecuentes separan a quien las sustenta de las
opciones de poder; andar de rodillas y en silencio es una buena táctica
para escalar.

Ser una voz disidente en el espectro universitario puede ser incluso


riesgoso, ya que la crítica así sea sustentada y argumentada pocas
personas e instituciones las resisten. No es fácil mantener una posición
digna e indeclinable en una sociedad que no tolera el pensamiento ni la
crítica. La universidad no ha escapado a esta tendencia de uniformidad y
silencio característica de los tiempos que pasan, después de las guerras
inventadas por la caída de las Torres Gemelas y los pánicos que con ello
se han venido. Hoy todos somos sospechosos de algo y el poder se ha
ido acorazando con estrategias sofisticadas, para que los Osama Bin
Laden no aparezcan más, y así las nuevas torres que se clavan orgullosas
en el corazón del cielo no tengan amenaza. El pensamiento pasa a ser
sospechoso.

"Antes se creía que la burocracia era una categoría


ligada a los papeles y los buroes, hoy se sabe que es una forma de
pensamiento, un estilo de dirección y una actitud ante la vida. El
burócrata que es un ser plano, cuadrado, monocromático, con
frecuencia arbitrario, implacable con quien se aparta de la norma
ritual, e incapaz de percibir los matices que adornan a las
personas, lo enfoca todo desde una perspectiva administrativa.
Cuando mira ve el bosque, no los árboles y de la gente capta a la
multitud, jamás al individuo". 3

En todas las universidades hay dos tipos de personajes: burócratas,


avispados, académicos. La burocracia es un sistema de ordenamiento y
control del trabajo de principio a fin; los burócratas se mueven con
astucia al lado de los jefes para poder conservar algún espacio de
dominio universitario. El peligro del burócrata se da cuando éste
aprovecha el poder para su propio beneficio y no para el beneficio de la
organización, pasándose así del plano colectivo al plano individual en
función de intereses de dominación. De allí en adelante, entramos en el
terreno de las perversiones organizacionales. La perversión burocrática
2 Ídem.
60 3 Gómez G. Jorge. Burócratas y burocracias.
EFRAÍN ALZATE SALAZAR

consiste en subestimar a las personas ubicadas en los procesos


sustantivos o en reorientar los controles en su propio beneficio, para así
ir ganando cada vez más poder e ir ascendiendo en la misma pirámide
organizacional.

"Están advertidos, una vez que el pensamiento y el


modo de hacer burocrático se apoderan de una región de la
realidad, no hay nada que reparar: la única manera de lidiar con la
burocracia es acatarla y para extirparla tiene que ser de raíz, la
poda no es aconsejable, rebrota con más beligerancia''. 4

En esencia el burócrata avispado pertenece al rango de la perversión, y


trabaja en la sombra y en la oscuridad haciendo ataques por sorpresa, y
dedica su tiempo a planificar cómo hacer ascender a alguien o cómo
hacerlo caer, siempre en función de sus intereses de poder; no le interesa
la universidad sino su propio ascenso dentro de la misma, pero no por
méritos académicos, por ser totalmente incapaz. Utiliza mecanismos
burocráticos perversos. El burócrata es un mediocre, analfabeta de la
investigación, nunca lee ni se actualiza porque no alcanza a interpretar
contenidos científicos. El burócrata con sus artimañas llega a ocupar
muchos oficios, aunque poco entienda de las tareas de su cargo. Por eso
llega a los oficios como un avispado, no por su hoja de vida que sustente
su calidad intelectual.

La academia es la responsable de mantener y organizar líneas de


pensamiento, de crítica y autocrítica a la estructura institucional y
plantea alternativas de investigación y análisis en el contexto del
accionar universitario. El académico es el docente o la autoridad
universitaria que plantea acciones para movilizar el pensamiento en la
universidad. Puede existir perversión del académico cuando éste entra
a negociar con la burocracia para lograr privilegios, y para ello ablanda la
calidad de su trabajo y su capacidad crítica y hace parte de las
componendas y negociaciones internas de poder.

"Hacer academia es crear las condiciones adecuadas


para que profesores y estudiantes trabajen en conjunto, con el fin
de desarrollar sus capacidades al máximo. Dicha tarea involucra
producir y aprehender conocimientos con miras a la creación de
riqueza intelectual. Quienes participamos en el hacer académico
no debemos olvidar nuestra responsabilidad: infundir esta
experiencia a la sociedad. Esta es nuestra manera de contribuir al
país y al mundo". 5

4 Gómez G. Jorge. Burócratas y burocracia.


5 Hacer academia con libertad y responsabilidad. Mujica Sergio, U. de California.
61
En Contravía Ensayos
Para ser calificado como académico no basta cumplir con las funciones
propias de una "Universidad moderna" sino que, además, es necesario
participar de la vida académica, a través de comisiones de estudios,
responsabilidades administrativas, informes técnicos, etc. Para que
pueda realizar todas estas actividades propias de la vida universitaria, es
imprescindible que el académico disponga de tiempo suficiente y una
remuneración adecuada; no se es académico por decreto o por cercanía
a las altas burocracias; es académico el que vive, participa, crea y recrea la
imaginación propiciando espacios de debate y construyendo
comunidad académica.

En la universidad de nuestro tiempo que ha asumido todos los


imaginarios de la globalización, se ha tornado compleja la construcción
de Comunidad Académica, toda vez que se ha empezado a confundir la
burocracia con la academia. Los hombres y mujeres con propuestas
claras, con trabajo intelectual de avanzada no tienen seguro el ingreso a
la vida universitaria si antes no hipotecan su conciencia y burocratizan
su alma. La universidad de nuestro tiempo, antes que ser la formadora
de conciencias, se ha convertido en el espacio en que muchos se
acomodan para ganar el pan, renunciando a cualquier postura que llegue
a incomodar las altas esferas de poder.

"Los gobernantes, y entiéndase por tales a quienes


ejercen el poder a cualquier nivel ("hombres de aparato", que
diría Bourdieu), han preferido tradicionalmente que sus
gobernados no piensen; para eso ya estaban ellos. Hubo un
tiempo en que la ignorancia de las personas era "virtuosa" y
"saludable". ¿Subsiste aún ese parecer? Las personas que "no
piensan" no dan problemas u ocasionan menos problemas". 6

A las universidades colombianas les urge implementar medidas que


fomenten el ejercicio del pensamiento crítico en toda la comunidad
educativa; la cual incluye, alumnos, profesores, investigadores,
administrativos y directivos. Sólo así, formando ciudadanos libres, será
posible superar viejas prácticas autoritarias (que aún se dejan sentir en el
ámbito de lo cotidiano) y avanzar decididamente en la consolidación de
una sociedad más justa y democrática. Este objetivo debe entenderse
como auténtica responsabilidad social, lo cual obliga a prestar servicio
no sólo en términos de enseñanza (algo que remite a un saber técnico-

6 Prieto G. José Manuel. Pensamiento crítico y universidad: Revista de investigación y ciencia No 36.
62 Universidad Autónoma de Aguas Calientes 2008. Mujica Sergio, U. de California.
EFRAÍN ALZATE SALAZAR

especializado), sino también de educación. De no ser así, la universidad


pierde su razón de ser o estaríamos asumiendo lo que ha advertido el
intelectual Norteamericano Chomsky: uno se da cuenta muy rápido de
que, para triunfar, hay que servir a los intereses del sistema doctrinal.
Hay que estarse callado e instilar en los alumnos las creencias y los
dogmas más útiles para los intereses de los que están de verdad en el
poder.

63
PROFESIONALIZAR O DIGNIFICAR
AL DOCENTE UNIVERSITARIO

"La actividad profesional no es sólo un medio para


conseguir una meta que está situada fuera de ella (el ingreso), sino
una actividad que tiene el fin en sí misma. Por decirlo con
Aristóteles, no es poiesis, acción mediante la cual se obtiene un
objeto situado fuera de ella, sino praxis acción que se realiza por sí
misma; no es la praxis atelés, sin fin interno, sino praxis teleía, que
contiene el sí misma el fin" 1

En frecuentes debates con profesores de diferentes áreas y de diferentes


niveles he sostenido que mientras la educación en Colombia sea gasto y
no inversión, resulta una falacia hablar de la profesionalización del
docente universitario, y de la calidad de vida de quienes ejercen la
docencia en todos los niveles, desde la escuela hasta la universidad,
desde el preescolar hasta doctorados y post-doctorados. La
profesionalización o la dignificación del docente universitario se logra
más allá de los debates, foros o seminarios, congresos con eminentes
teóricos y académicos que hablan muy bien del tema; se logra cuando
esta sea una Política Educativa del Estado y cuando en la misión y la
visión de las universidades públicas y privadas se incluya el derecho a la
organización gremial o sindical de sus profesores. No existe
profesionalización sin dignificación, porque la profesionalización va
acompañada de una vida digna sin ninguna degradación, explotación o
ignominia.

"La dignificación asentada en el derecho a vivir


significa tener acceso a una existencia humana en el sentido de
vivir dignamente y vivir la vida con dignidad. Vivir dignamente es
comer, tener casa, salud, educación, etcétera; y vivirla con
dignidad significa no tener que existir en la afrenta, en la
degradación o la ignominia a causa de la pauperización como
efecto de la explotación y la opresión" 2

En este sentido bastaría con ver el irrespeto con docentes universitarios


de la calidad intelectual de Carolina Sanín en la Universidad de los Andes
en Bogotá, al ser expulsada por su carácter de librepensadora y al no
contar el profesorado con un sindicato o una organización gremial que
defendiera con ahínco la dignidad y los derechos del docente
universitario, muchos guardaron silencio temeroso. Pero igual sucede en
todas las universidades de Colombia, cuando el docente universitario
1 Cortina Adela., (2000) Ética de las profesiones. Ed. Verbo Divino. Navarra.
64 2 Flores Magan, Ricardo. Diccionario de Filosofía Latinoamericana.
EFRAÍN ALZATE SALAZAR

tiene que defender su espacio laboral escribiendo obligadamente textos


con carácter de indexación, publicar libros, guiar semilleros de
investigación y además ser sumiso y silencioso para garantizar su
espacio laboral. El docente universitario es profesional al ser portador
de un título otorgado por una institución de Educación Superior que
avaló sus saberes. La profesionalización la alcanza en la medida en que
asume tareas desde su saber y cuando es reconocido, valorado,
respetado y tratado con dignidad.

La profesionalización es un concepto dinámico que


expresa el transcurrir de ciertas ocupaciones hacia la
profesionalización conforme a características de profesiones ya
instituidas. Es en esencia la continuidad de las distintas
ocupaciones para adecuarse al ideal de profesión que se quiere
llevar. Es decir, las ocupaciones tienen la tendencia a volverse
profesiones. En ese tránsito se van consolidando unas etapas: la
dedicación plena a una actividad, la posesión de unos
conocimientos de rango superior, la constitución de una
asociación profesional y gremial. 3

Por su parte, Bourdoncle (1994), distingue el sentido de las palabras


profesión desde las percepciones inglesas, francesas, países
anglosajones y latinos; el sentido francés subraya el significado
semántico de la palabra como profesión de fe, es decir declaración
pública de las creencias. Según esta primera característica, la profesión
se refiere a una actividad en la cual los saberes para ejercerla son
transmitidos públicamente y no de forma iniciática o misteriosa. En
segundo lugar la profesión tiene en común con la ocupación el que
constituye un medio de vida. La tercera característica se aproxima al
sentido anglosajón, al definir la profesión como un oficio que tiene un
cierto prestigio por su carácter intelectual o artístico, o por la posición
social de los que la ejercen como son los abogados, los médicos los
profesores y demás.

Sin embargo, para ser profesional no es suficiente el saber hacer; implica


un dominio científico y unos conocimientos claramente alcanzados. Al
plantear la docencia como profesión se supera cierto tipo de
pragmatismo que defiende la tesis de que a "enseñar se aprende
enseñando. Para ser profesional no es suficiente con un conocimiento
por el ejercicio de unas prácticas, porque además debe ser un proceso
creativo y creador. Es en este sentido que sustento la razón por la cual el
docente universitario es un profesional que desde un proceso creativo y
creador a diario construye sociedad, y la profesionalización de esta
labor se da en la medida en que se dignifique propiciando todos los
3 (Wilensky, H. L. 1964).
65
En Contravía Ensayos
espacios que le permitan construir Comunidad Académica desde la
organización gremial y el reconocimiento pleno de su papel como
intelectual en el mundo universitario. En palabras de Morín, si la
universidad se asume como conservadora desde sus dogmas y miedos al
pensamiento es muy poco lo que se puede hacer. Desde ella misma han
de darse los avances para que la profesionalización del Docente
Universitario sea además la oportunidad para su dignificación.

"Según los dos sentidos del tér mino


"conservación", el carácter conservador de la Universidad puede
resultar vital o estéril. La conservación es vital si significa
salvaguarda y preservación, pues sólo se puede preparar un futuro
salvando un pasado, y estamos en un siglo en el que múltiples y
potentes fuerzas de desintegración cultural están actuando. Pero la
conservación es estéril si es dogmática, petrificada, rígida. Así, la
Sorbona condenó todos los avances científicos del siglo XVII, y la
ciencia moderna se formó en gran parte fuera de las universidades
durante el transcurso del siglo XVII". 4

Bibliografía

BOORDONCLE, R. (1994): "La professionnalisation des


enseignants". European Journal of Teacher Education, vol. 17, pp. 25-
29. 1994
CORTINA Adela., (2000) Ética de las profesiones. Ed Verbo Divino.
Navarra.
WILENSKY, H. L. (1964): "The professionalization of everyone?".
The American Journal of Sociology, septiembre, pp. 137-157.

4 Del libro: En la ruta de las reformas fundamentales. Prólogo de Edgar Morin. México 2010.
66
LA PEDAGOGÍA
Y LAS CIENCIAS SOCIALES
La formación pedagógica-social que adquiere,
desarrolla y vivencia cotidianamente el educador en general, el
profesional de las Ciencias Sociales en particular, es producto de
la confluencia de múltiples acciones y factores curriculares intra y
extracurriculares y que se vehiculiza en los modelos y prácticas
pedagógicas que circulan, observan, interiorizan o imitan en los
espacios del acontecer académico de la escuela.1

La formación pedagógica y la formación en Ciencias Sociales se


constituyen en una unidad en el sentido práctico, teórico y
metodológico para el quehacer del licenciado en Ciencias Sociales. El
proceso formativo profesional y su desempeño en dicho campo, el tipo,
el carácter, la estructura y la consistencia de la formación de que es
objeto quien se forma en las Ciencias Sociales como educador, se verá
reflejado o transformado en su acontecer cotidiano, incidiendo en su
desempeño docente y en la capacidad de comprender las complejidades
sociales que vivimos.

Es necesario fundamentar un modelo pedagógico congruente con la


misión y la visión institucionales y conforme al estado del arte a nivel
universal de las Ciencias Sociales. El modelo pedagógico se concibe
como un constructo teórico y de interacción en un contexto específico
que alienta una perspectiva futura de formación y que se construye para
concretar propósitos referidos a un proyecto de sociedad, de cultura y
de educación. En este sentido, debe tenerse claro el tipo de profesional
que se quiere sustentar ante la sociedad. Un teórico que entiende lo que
se vive en su entorno o un hombre con ánimo de búsqueda y con interés
transformador desde una conciencia crítico-social. Si formamos
profesionales para la educación desde una "burbuja de paz" desde un
modelo pedagógico quietista, sin acceso a los debates, estamos
formando para el fracaso.

"Se entiende por modelo pedagógico la relación


flexible, dinámica, dialéctica entre contenidos, fines, maestros,
alumnos y métodos. El modelo pedagógico está fundamentado
epistemológicamente, cuando se pregunte por la concepción de
conocimientos, los criterios de verdad, los de conocimiento,
como conocer el maestro y el alumno. También en los modelos
hay fundamento: ético, pedagógico, político. 2

1 BRAVO MOLINA, Carlos Ramiro. Revista de Ciencias Humanas Nro. 30 UPT, 2012.
2 Ministerio de Educación Nacional. "Aportes sobre formación de Educadores. Resultados de los pre 67
congresos". Documento de Trabajo. Octubre de 1996. Idea orientadora Nro. 21.
En Contravía Ensayos
No es lo mismo un licenciado en Ciencias Exactas que un licenciado en
Ciencias Sociales, aunque ambos pueden llegar a tener visón crítico-
social del mundo; pero es el docente en Ciencias Sociales, el que dedicó
mayor parte de su proceso formativo al análisis de la sociedad. Es
importante entender que a las Ciencias Sociales pertenecen diversas
disciplinas, a saber: el Derecho, la Antropología, la Economía, la Ciencia
Política, la Filosofía, la Sociología, etc. En diversos espacios, en foros, en
seminarios se ha planteado el asunto de las ciencias sociales y del modelo
pedagógico en las universidades. Sin embargo se percibe cierto temor en
estos momentos de posibilidades de Post-conflicto en Colombia por
parte de los profesores que hoy tienen la tarea de formar profesionales
para la educación en el sentido de permitir el asomo a un modelo
pedagógico en el que se incluya la realidad del país. No se puede caer en
el determinismo teórico de la pedagogía ignorando el contexto, asunto
en el que se ha caído en las Universidades que forman licenciados.

El vasto campo de las ciencias sociales ha sido mirado de soslayo, por los
expertos de las ciencias de la precisión y tecnócratas de diversas
tendencias; incluso en la escuela se cree que las Ciencias Sociales son
áreas que las puede liderar cualquier aprendiz de dictador de clase. En
este escrito expongo unas ideas sobre la importancia de la formación
pedagógica y la formación en ciencias sociales. Desde los debates
actuales, en el universo de la enseñanza, estas dos perspectivas se
constituyen una unidad en el sentido de las prácticas teórico-
metodológico del quehacer del licenciado en Ciencias Sociales. Tanto en
el proceso formativo profesional, como en el ejercicio profesional, el
tipo, el carácter, la estructura y la consistencia de la formación de que es
objeto quien se forma en las Ciencias Sociales como educador, se verá
reflejado o transformado en su acontecer cotidiano, incidiendo en su
desempeño docente. Un Licenciado en Ciencias Sociales debe conocer
y entender los problemas sociales que se viven; debe aproximarse a lo
llamado "Pedagogía para la paz", temáticas que a pesar de los escépticos
y reaccionarios del mundo académico cruzará los lineamientos
educativos de nuestro país.

"Solo el que llegue a comprender la totalidad del ciclo de la


educación, incluyendo sus fases, las críticas y los estadios específicos
pueden tener una idea de formación. La formación no es aquí concebida
como el simple acto de ir a la escuela, estudiar, tener una profesión. Esto
solo es estar instruido. La formación es tener conciencia, haber
comprendido en el pensamiento y en la imaginación, la educación del

68
EFRAÍN ALZATE SALAZAR
hombre, antes que ella se realice. Es por eso que el Emilio surge del
pensar y experimentar lo que es la educación del hombre y se
dirige a la humanidad para que sirva de guía para toda educación
ilustrada" 3

Reivindico la formación Pedagógica desde una posición crítico-social,


tarea que debe cumplir la Universidad que forma hombres y mujeres
para la educación. Esta formación, ha de ser producto de la confluencia
de múltiples acciones y factores curriculares intra y extracurriculares y
que se vehiculiza en los modelos y prácticas pedagógicas que circulan,
observan, interiorizan los espacios del acontecer académico. Sin lugar a
dudas deben las Facultades de Educación adecuar un modelo
Pedagógico acorde con la Misión y la Visión Institucional, para no caer
en la saturación de modelos fruto del poco diálogo académico entre los
formadores.

El educador debe saber lo que enseña, el educador


debe saber a quién enseña, el educador debe saber para qué
enseña, el educador debe saber por qué enseña (vocación), el
educador debe saber producir conocimiento pedagógico, el
educador debe estar siempre actualizado en lo que sucede en
pedagogía y debe ser competente en el manejo de los diversos
medios modernos de comunicación e información. 4

No basta con decir: "aquí sabemos de pedagogía" se trata de entenderla,


de vivenciarla, de escribir sobre el tema; es necesario, además, que la
pedagogía sea el hilo conductor de los discursos de aula en el contexto
de la carrera y esto se logra a partir de una malla curricular tejida
juiciosamente con todos los docentes formadores. De no ser así los
licenciados formados tendrán en su constructo académico una colcha
de retazos sin horizonte. Por ello insisto que una Facultad de Educación
debe seleccionar sus docentes con seriedad, allí no pueden estar los que
no se proyectan ni se sienten maestros. El reto es vivir lo que se hace
enseñando y para ello se debe estar más allá de la buhardilla que les ayuda
a ganar el pan. El mercenarismo académico debilita la calidad en la
formación de los licenciados al demostrar que en su discurso y práctica
más allá de un proyecto intelectual, fluyen intereses personales.

"Es el maestro quien articula la relación entre lo


pedagógico y lo disciplinario. Allí en la lección que es el espacio
privilegiado de la expresión del saber pedagógico. Es decir, es
saber que produce el maestro y cuya producción lo transforma en
miembro de un gremio específico: el de los que saben enseñar.
Por lo tanto, este es el eje esencial de la formación de un maestro,
cuando la pregunta por sus contenidos y estructuras se formula
desde los horizontes y fronteras del saber." 5

3 QUICENO Castrillón, Humberto. Rousseau y el concepto de Formación. Revista Educación y Pedagogía. Univ. de Antioquia.
Nro.14 15. 1995. P 87.
4 BRAVO Molina, Carlos Ramiro. La pedagogía y las Ciencias Sociales. Revista de Ciencias Humanas Nro. 30 UPT 2012.
69
5 DE Tezanos, Araceli. "La formación de Educadores y la calidad de Educación". Revista Educación y Pedagogía. Univ. de
Antioquia. Nro.14-15. P. 57.
En Contravía Ensayos
En este sentido cabe una mirada crítica en la cotidianidad del quehacer
pedagógico en la universidad, en cuanto a la formación de licenciados:
qué competencias se trabajan desde lo pedagógico; existen o no
exigencias desde los saberes y competencias específicas; se tiene
fundamentación y formación pedagógica y se reclama una sólida
fundamentación epistemológica de la pedagogía como ciencia; se tiene
claridad sobre lo que es pedagogía como mediadora de lo cultural;se
investiga sobre la práctica pedagógica;se generan prácticas
emancipadoras de situaciones complejas. El maestro de ciencias sociales
requiere sensibilidad, ética, trascendencia e identidad. Y en los saberes,
requiere: el saber pedagógico, cultural e interdisciplinario, el saber
investigar y reflexionar, saber de su contexto histórico, socio-histórico,
político, saber integrar y proyectarse.

El concepto de formación que hemos estudiado quienes cursamos


licenciatura, es el de la Ilustración y, a decir verdad, no ha sido superado
por nuevas estrategias que se han venido aplicando, como son el
desarrollo de habilidades y destrezas, encaminadas básicamente a la
instrucción. La formación es lo que queda, es el fin perdurable;la
condición de la existencia humana temporal es formarse, integrarse,
convertirse en un ser espiritual capaz de romper con lo inmediato y lo
particular, y ascender a la universalidad a través del trabajo y de la
reflexión filosófica, partiendo de las propias raíces.La formación
humana como misión y eje teórico de la pedagogía, trasciende al
docente, en tanto hace referencia a su misión de educador y formador de
la condición humana de los sujetos con quienes irradia su accionar
cotidiano.

Propongo para la Facultad de Ciencias de la Educación un modelo


pedagógico enmarcado en el ámbito de la acción comunicativa y el
trabajo por problemas, de tal manera que, considere las estrategias
posibles del otro, involucrando la comunicación interpersonal y la
argumentación. Un modelo transformador del saber cómo en un saber
qué; y esto se logra con docentes cualificados y formados en lo
disciplinar, en lo pedagógico, en lo didáctico y lo metodológico.
Docentes dialécticos y dialógicos, abiertos a nuevas dialécticas;
dialécticas abiertas en cuanto que éstas consideran que en la realidad de
los conflictos pueden intervenir múltiples actores y múltiples
motivaciones.

Un modelo pedagógico con tres componentes interactuantes, a saber:


con un proyecto académico claro y pertinente; un modelo que propugne
por el afianzamiento de la comunidad académica y científica y,

70
EFRAÍN ALZATE SALAZAR

finalmente, un modelo que busque la formación de personas íntegras


en su dimensión intelectual, socio-afectiva, práctica y argumentativa,
además, incluyendo los debates que el pensamiento complejo propone
hoy. Mientras sea nuestra Facultad de Ciencias de la Educación un
espacio que forma Licenciados en Ciencias Sociales, debe tenerse claro
el paradigma crítico-social de éstas. No basta ser bueno, sino parecerlo.
No solo hay que actuar intelectualmente, es necesario que esta postura
resplandezca siempre de manera inequívoca.

"El tipo de formación colectiva del profesor, la


organización de grupos de trabajo entre los profesores,
profesoras y estudiantes, el origen de una cultura colaborativa en
el centro, una mayor profesionalización docente y un proceso de
comunicación entre iguales... Esta formación lleva parejo el
concepto de autonomía como modalidad de trabajo y
participación". 6

Un modelo pedagógico fundamentado desde el pensamiento crítico,


nos permitiría la formación de docentes para la sociedad a la que
estamos asistiendo. Quienes egresamos como licenciados en el campo
de las Ciencias Sociales hacia la decada de los 90, teníamos la posibilidad
de ser actores conscientes de la realidad del país. Hoy los licenciados en
esta disciplina asisten al silenciamiento y a los rigores del "bien pensar",
en el sentido de caminar y pensar solo en el sentido institucional, y
sustentando las Ciencias Sociales desde la oficialidad. Incluso los
docentes argumentados desde el pensamiento crítico no tienen cabida,
salen por ser estorbosos a los formulismos académicos, y los relevos con
sus ejemplares y laureadas hojas de vida encajan perfectamente en las
nuevas dinámicas de la educación universitaria en Colombia:"silencio
y sumisión".

6 IMBERNON, Francisco. La formación del profesor. Formar para innovar. Editorial Magisterio del Río
de la Plata. Buenos Aires. 1996. P.32.
71
LA NOTA NUMÉRICA:
NO DICE LO QUE EL ESTUDIANTE
ES O SABE
El proceso "enseñanza-aprendizaje",
aparentemente binario, debe concebirse, por el educador, como
un proceso esencialmente ternario. Sin el trabajo de la
construcción interior del alumno, sin ese "silencio interior"
indispensable, sin esa "pausa", no existe ni existirá un auténtico
conocimiento. Podrá haber repetición pero no cognición. No se
puede concebir un proceso de enseñanza-aprendizaje que tenga
como único fin un examen con un interminable número de
preguntas y un interminable número de respuestas exigidas, esto
no es un acto propio del pensamiento humano.1

Con el determinismo de la nota numérica, han transgredido nuestra


conciencia, nuestra vida interior, el sentido de la moral, del bien y del
mal, de la dignidad de nuestra vida. Nos han hecho, por un lado,
dependientes patológicos de "un dictamen" externo para poder actuar y
por otro, nos han convertido, perversamente, en emisores de juicios
hacia los demás. Todos sabemos que "legalmente" un examen es el
instrumento que mide los conocimientos y tiene por resultado una
calificación o nota numérica, la que tiene la suficiente validez
administrativa para acreditar o desacreditar a un estudiante. Es
creativamente muy pobre el docente o el decano de una universidad o
institución de educación cualquiera que solo tiene como herramienta
para evaluar a sus estudiantes la nota numérica. Estos docentes le temen
al debate, a la confrontación de las ideas y se enorgullecen de ser los
rajadores.

Un examen o una nota numérica no indican, "a ciencia cierta" cuál es el


SABER de una persona y mucho menos puede validar que esa persona
sea definida por un número y que el futuro de su vida dependa de una
estadística. El examen se ha convertido para las autoridades educativas,
para los maestros para los padres de familia y para los estudiantes, en un
instrumento en el cual se deposita la esperanza de mejorar el nivel
académico de su país o de una facultad. Como si la enseñanza, el
aprendizaje, el examen y la calificación constituyeran, entre sí, principios
y causas de una relación indisoluble. Como una acción mágica: a mejores
sistemas de evaluación, mejores sistemas de enseñanza. Esto también es
falso. Por esta razón los resultados son, desalentadores ya que al tener la
mira puesta en los exámenes y en las calificaciones, nos hemos olvidado
de conocer, estudiar y arrostrar los verdaderos problemas de la tarea
educativa.
1 Olga Moreno de Gama. Revista. Iberoamericana de Educación No 40 nov de 2006. Adictos a las
72 calificaciones.
EFRAÍN ALZATE SALAZAR

Nos olvidamos que el principal objetivo de la escuela, del colegio, de la


universidad no es que los alumnos aprendan a repetir las cosas que han
repetido todas las generaciones pasadas, es promover a cada ser humano
a ser creador de su propio pensamiento de manera que logre ser dueño
de una mente crítica y que sea una persona más consciente y responsable
de sus posibilidades, de sus procesos y de los resultados de sus
aprendizajes. La naturaleza del funcionamiento de la mente humana no
tiene, como se piensa con frecuencia en la escuela tradicional, "un doble
y simple movimiento": receptor-emisor.Los actos vitales son, en
esencia, "ternarios", no binarios.

El objetivo del maestro jamás podrá estar encaminado a que sus


alumnos "repitan" las mismas cosas, en el mismo momento. El objetivo
prioritario de la docencia será el de enseñar al alumno a construir su
propio pensamiento. Enseñarle a pensar. En la medida en que el ser
humano toma conciencia de su propio proceso de pensamiento, podrá
hacer un mejor uso de lo que ya conoce, de lo que ya domina, de lo que
ya sabe, y buscará nuevos caminos para dar nuevas respuestas a nuevos
problemas. Es un hecho contundente que no se aprende a pensar ni de
"cualquier modo" ni bajo "cualquier circunstancia". Se aprende a pensar
gracias a "modos" y a "circunstancias" dignas de la naturaleza cognitiva
del hombre.

El docente deberá crear el ambiente, las estrategias y las acciones


propicias para que los alumnos aprendan a aprender. Para que cada uno
pueda construir las estructuras fundamentales del aprendizaje gracias a
un proceso creativo y recreativo, y pueda acceder posteriormente a las
más altas esferas del conocimiento. Así exhortaba Unamuno a sus
discípulos: "Estudiantes, ¡Ojala vinieseis todos henchidos de frescura, sin la huella
que os han dejado quince o veinte exámenes, y trayendo a estos claustros no ansia de
notas, sino sed de verdad y anhelo de saber para la vida, y con ello aire de plaza, del
campo, del pueblo, de la gran escuela espontánea y libre!" Miguel de Unamuno.

El objetivo principal del docente será, en definitiva, lograr que cada


alumno sea una persona activa, eficaz, estratégica, autónoma,
cooperativa, eficiente y responsable. Que tenga que depender cada vez
menos de la información externa y de las instrucciones del profesorado
y que pase a depender más de sus propias capacidades para aprender a
través de lo que ya saben, consiguiendo lo que no saben todavía,
planificando, supervisando y evaluando sus propios procesos de
aprendizaje. No existe mayor premio que el propio aprendizaje, ni
73
En Contravía Ensayos
mayor castigo que el no haberlo logrado. Las calificaciones tal como se
ha planteado son signos huecos carentes de significado para expresar el
logro de un aprendizaje. No son, de ninguna manera, indicadores fieles
del progreso obtenido.

En el proceso de evaluación la voz más importante es, obviamente, la


voz del sujeto que aprende.Sin embargo, en el sistema tradicional el
único evaluador es el maestro y la única forma de evaluación es el
examen, con todos los aspectos coercitivos que lleva implícitos. Todo
aquello que el sujeto realice por una imposición exterior, en realidad,
aun cuando el resultado externo manifieste mucha eficacia, el resultado
interno será sólo una deformación de su desarrollo personal. "Soy muy
buen estudiante, pero soy mala persona". Respondo todo lo que me
preguntan, pero eso para nada me importa. Entonces, ¿en qué momento
surge este reduccionismo pedagógico?, ¿dónde y por qué se originan los
exámenes y las calificaciones escolares, como factores primordiales y
decisivos del sistema escolar?

El examen fue un instrumento creado por la


burocracia china para elegir miembros de castas inferiores:"Para
eludir la constante amenaza de apropiación de cargos, impedir la
formación de clientela y la de monopolios de notables, el poder
patrimonial de la China imperial tomó estas medidas:
nombramientos a corto plazo, exclusión de cargo donde el
funcionario tenía parientes, vigilancia mediante espías,
agregando, por primera vez en la historia, la exigencia de
exámenes..." (Weber).

Existen innumerables evidencias de que hasta antes de la Edad Media


no existía un sistema de exámenes ligado a la práctica educativa. La
asignación de notas (calificaciones) al trabajo escolar es una herencia del
siglo XIX a la pedagogía. Herencia que produjo una infinidad de
problemas, que hoy seguimos padeciendo. Si el examen no es un
problema ligado históricamente al conocimiento, sí es un problema
signado por las cuestiones sociales, políticas y económicas. Cuando la
sociedad no puede resolver problemas del orden económico
(asignación de presupuesto) y del orden social (justicia en la distribución
de satisfactores), transfiere esta impotencia a una excesiva confianza de
"elevar la calidad de la educación", cifrando sus esperanzas en el
examen.

Sin embargo, el examen es sólo un instrumento que no puede por sí


mismo resolver los problemas que se han generado en otras instancias

74
EFRAÍN ALZATE SALAZAR

sociales. No puede ser un instrumento justo cuando la estructura social


que lo promueve es injusta. Foucault plantea que "el examen es un
espacio que invierte las cosas, presenta como relaciones de saber, las que
fundamentalmente son relaciones de poder".

Enseñar se debe a una disposición de tres cosas:


tiempo, objeto y método. Así como la naturaleza es única, igual
que Dios, así también el método como imitación de la naturaleza
debe ser único, desplegándose entre enseñar-aprender, leer-
escribir, palabras-cosas.Para aprender y enseñar es necesario
proceder de lo conocido a lo desconocido, desde lo simple a lo
complejo, etc. Los métodos de enseñanza basados en el castigo y
la amenaza, solamente despertaban el terror de los muchachos
para con el conocimiento e impiden la creatividad y el ingenio.2

Comenio plantea que el examen está ligado al método, pero su función


es ser la última parte, lo secundario del método, porque la nota o la
calificación no siempre ayudan a aprender. El examen ni la calificación
numérica, según este pedagogo, no puede ser determinante en la
promoción del estudiante. Cuando el alumno no aprende, el autor
recomienda que el maestro revise su método. Asimismo explícitamente
indica que no se le debe castigar porque se le crearía una aversión hacia
los estudios. En estas condiciones el maestro debe regresar a su método,
éste es su instrumento central de trabajo y desde ahí apoyar el proceso de
aprendizaje. Ésta es en realidad su tarea.

La acción del salón de clase se convierte en una


acción casi perversa: los docentes sólo preparan a los alumnos
para resolver eficientemente los exámenes y los alumnos sólo se
interesan por aquello que les representa puntos para pasar dicho
examen. Parece haberse extinguido el deseo y el gozo del saber.
Se asiste a la escuela para acreditar. La aparición de las
calificaciones modificó los ejes de trabajo de la pedagogía. La
teoría técnica del examen construyó una pedagogía centrada en
el mismo: "La pedagogía del examen" y se muestra a sí misma
como eficiente cuando logra tipificar con un número el
aprendizaje del estudiante". Necesitamos recuperar el aula como
espacio de trabajo personal, de movilidad, de reflexión, de
concentración y silencio (nacidos de la necesidad interior, no
impuestos del exterior), de debate, de creatividad y de
conformación de pensamientos originales.3

La nota sólo es una convención por medio de la cual la escuela certifica


un conocimiento. La contratación del egresado no depende, la gran
mayoría de las veces, de sus calificaciones, puesto que tal como lo han
2 De la didáctica magna de J. Amos Comenio.
3 Olga Moreno de Gama. Revista Iberoamericana de Educación. Adictos a las calificaciones.
75
En Contravía Ensayos
mostrado diversas teorías empresariales, la obtención de un puesto
laboral obedece a factores totalmente independientes del proceso
escolar. La pedagogía, al preocuparse tanto por los exámenes y las
calificaciones, ha caído en una trampa que le ha impedido percibir y
estudiar los grandes problemas de la educación.

76
INVESTIGAR Y ESCRIBIR
EN LA UNIVERSIDAD
"La Investigación en la universidad tercermundista
es subestimada y desperdiciada; no se reconoce ni se aprovecha
las oportunidades de los Trabajos de Grado para resolver
problemas científicos y para dinamizar propios programas. En el
fondo, está implícito que la docencia no sabe qué es investigar y
que la Investigación no tiene nada que ver con la docencia".José
padrón guillén caracas. Informe de investigaciones educativas, vol. XVIII año 2004,
pp. 69-80 desconexiones de las demás funciones universitaria sautismo
universitario. Noviembre de 2004

Una de las preocupaciones que se suscitan cuando se ingresa a la


universidad, es la capacidad de respuesta ante las exigencias académicas
y la manera como se deben afrontar los trabajos de investigación,
escritos, ensayos y otras tareas propias de la Educación Superior. En la
medida en que avanza la carrera se va complejizando el proceso
formativo del estudiante y más cuando debe hacerse la pregunta: ¿qué
debo hacer para optar mi título profesional? Para buscar respuesta a
estas inquietudes, cada programa en la universidad tiene estructurada
una materia que tiene que ver con la investigación y es este el espacio en
donde se buscan respuestas a preguntas del profesional en formación.
Incluso, cada Universidad legisla desde su autonomía en aspectos que
tienen que ver con sus procesos académicos y requisitos de grado de los
estudiantes tanto en el campo de pregrados como de especialización,
maestría y doctorado. No existe un rasero académico o directriz
Ministerial en este campo, ya que cada Institución desde su misión,
visión y ruta académica, orienta los procesos y exigencias para graduar
a sus profesionales.

"Los centros u órganos de gestión, financiamiento y


promoción de la investigación en nuestras universidades
tercermundistas se preocupan por los formatos de solicitud de
financiamiento, junto a múltiples detalles de carácter burocrático,
pero no les pasa por la mente preguntarse cómo se utilizarán sus
resultados ni en qué sector de la sociedad podrían ser ubicados. Se
contentan sólo con saber que habrá una investigación y que ésta
se llevará a cabo de acuerdo a los cánones
burocráticos".Investigar por investigar. Importa el proceso no el
producto José Padrón Guillén Caracas, Noviembre de 2004Publicado en
Informe de Investigaciones Educativas, Vol. XVIII. Año 2004, pp. 69-80

Muy pronto en la universidad vemos apurados a los estudiantes


inscribiéndose en semilleros de investigación, espacio en el cual
empiezan a debatir sobre algún tema de interés para darle forma a su

77
En Contravía Ensayos
trabajo de grado. Algunos docentes llaman a esto investigación pero que
finalmente resulta ser un ejercicio escritural bibliográfico para cumplir
el requisito de grado. En esencia la Universidad aún con sus semilleros-
que pocas veces germinan- no alcanzan a desarrollar las investigaciones
y los estudiantes que se encarretan, se quedan en mitad de camino,
porque el afán de la graduación diluye los proceso investigativos que se
emprenden. En muchos casos quienes orientan las metodologías de la
investigación en las universidades no tienen claridad sobre líneas y
niveles de los procesos investigativos y el rigor que lleva cada uno de
ellos: el trabajo de grado, la tesis de grado y la monografía. Para obviar
estas confusiones debe hacerse claridad sobre el Proyecto de Grado en
los estudiantes y ubicarlos en el escenario respectivo.

El proyecto de Grado: Es un documento de carácter académico y


como su nombre lo indica es la presentación de una propuesta de
carácter operativo para luego avanzar hacia el campo específico del nivel
que corresponde estos es: pregrado, especialización, maestría y
doctorado. En este se sustenta de manera teórica el camino a seguir en
un proceso investigativo. La tendencia que se tienen en la Universidad a
poner aureolas a los investigadores y lenguajes figurados y oscuros a las
teorías investigativas es una buena forma de banalizar el proceso y por
ello el estudiante termina detestando la investigación porque no fue
más que una talanquera en su proceso de grado. Es necesario considerar
los niveles en los procesos de investigación, esto es, el trabajo de grado y
monografía para pregrado y especialización y la tesis en la que ya se
acredita un riguroso ejercicio de investigación para la maestría y el
doctorado. De todas formas, esto corresponde a la autonomía
académica de la Institución y a la percepción que tiene en este campo
quien ostenta el cargo de director o Vicerrector de investigaciones. Ante
todo debe ser el resultado del debate académico en cada carrera para
establecer líneas de investigación conforme a la al modelo pedagógico y
al diálogo pertinente entre docencia, investigación y Extensión.

"Pues bien, por más que este ejemplo parezca una


película surrealista, esa es exactamente la tendencia general de la
producción de investigaciones en nuestras universidades
tercermundistas. Ni más ni menos. En nuestras universidades
duermen el sueño de los justos miles y miles de investigaciones
valiosas, que no tienen nada que envidiar a las de los países primer
mundistas. Sin embargo, no sólo no han sido gestionadas como
producto, sino que ni siquiera sabemos que están allí. Investigar por
investigar. Importa el proceso no el producto José Padrón Guillén Caracas,
Noviembre de 2004Publicado en Informe de Investigaciones Educativas, Vol.
XVIII. Año 2004, pp. 69-80

78
EFRAÍN ALZATE SALAZAR

El Trabajo de Grado: Es un ejercicio de profundización desarrollado


por el estudiante de pregrado como requisito para optar al título
profesional; desde el trabajo de grado, se integran y aplican de manera
teórica o teórico-práctica conocimientos y habilidades generando
nuevos conocimientos. Mediante éste, se solicita al estudiante que
presente una propuesta a manera de un ejercicio escritural con apoyo
bibliográfico donde se pone en ellos los conocimientos adquiridos en
su proceso de carrera; para esto se supone que ha tenido unos elementos
formaticos metodológicos investigativos con los que puede ordenar y
canalizar los saberes en los que ha encontrado mayor interés. Es de
destacar que el trabajo de grado no solamente es útil para obtener el
título de pregrado o postgrado, porque a partir de este se puede avanzar
hacia nuevos logros en otros niveles académicos, construyendo
proyectos de investigación de interés con mayor rigurosidad y que se
tornan en base intelectual para el desempeño profesional.

No todos los estudiantes alcanzan este interés, pero la Institución y por


ende los docentes de cada carrera han de tender la capacidad para
detectar las capacidades de los estudiantes para encaminarlos a
investigaciones de orden superior. Tampoco se puede generalizar que el
interés de todos los estudiantes termina con el Diploma; estos serían los
casos de los jóvenes de los semilleros de investigación que germinaron, a
los que la Institución debe estimular y apoyar. Si el trabajo de grado no
trasciende la formalidad en la que ha estado, se convierte en una
montaña de papel arrumada en anaqueles, lo que resulta un ejercicio
verdaderamente antiecológico.

"El fin específico de la universidad no es capacitar,


es educar. La capacitación no educa, instruye, enseña a operar, se
ordena a la acción, al cómo hacer, es decir, a los resultados y la
efectividad, y por lo tanto, a las técnicas y procedimientos que los
alcanzan y aseguran. La sustitución sofista "moderna" de la
educación por la capacitación, de la teoría por el adiestramiento, y
del pensamiento, la filosofía, y la cultura del espíritu por la
adquisición de destrezas técnicas ordenadas a la sola utilidad
económica o política del individuo o la sociedad, está
masivamente conduciendo a la "muerte" del pensamiento y a la
disolución de la universidad". RIVERO, Francisco. Universidad y poder.
Universidad de Carabobo Perú. Abril 7 de 2011.

La tesis de grado: Es un trabajo de investigación, un informe que


concierne a un problema o conjunto de problemas en un área definida
de la ciencia y debe explicar lo que se sabe de él previamente, lo que se
hacía para resolverlo, lo que sus resultados significan, y dónde o cómo se
pueden proponer progresos, más allá del campo delimitado por el
trabajo. Partiendo del significado inicial, la Tesis es un postulado que,
79
En Contravía Ensayos
luego de un proceso de investigación, puede sostenerse como una
verdad que puede ser científica, dependiendo del ámbito y alcance del
trabajo. Usualmente se realizan tesis a fin de obtener ciertos grados
académicos por lo general para título de maestría o doctorado; con éste
se busca dar respuesta a ciertos problemas que se suscitan en el universo
de la academia. El objetivo de la tesis de grado es la comprobación de un
planteamiento o la solución a un problema, a través de la investigación
(bibliográfica o de campo); y debe ser metódica y exhaustiva, a la que se
le añade la reflexión sobre el tópico específico de determinada área. Con
la Tesis de grado, se escudriña el estado actual de una disciplina, pero
además se avanza con nuevas ideas y hallazgos que se relacionan con la
formación del autor.

La monografía: Por sus raíces griegas ("mono", uno, y "graphos",


estudio), se refiere al estudio de un tema específico. En una extensión
regular de cincuenta o más cuartillas; aborda un asunto que ha sido
investigado con cierta sistematicidad; por lo general, es producto de un
trabajo de investigación documental que únicamente da cuenta de
información ya elaborada. Se puede presentar como un trabajo
argumentativo, expositivo, explicativo o descriptivo.

Está compuesto por un texto argumentativo, con función informativa,


organizado en datos obtenidos con base en el tema elegido, que realiza
un análisis completo al tomar información de varias fuentes y hace una
reflexión crítica de ésta. La palabra y monografía es empleada con
distintos alcances; Umberto Eco, por ejemplo, en Cómo se hace una monografía se refiere a textos
de 100 a 400 páginas redactados durante una carrera por una o varias personas, sobre un tema referido a los
estudios en que debe doctorarse. En algunas universidades la monografía califica
para efectos de optar el título de maestría o doctorado y se publica como
un texto de actualización bibliográfica de una disciplina en particular,
pero no siempre cumple con los rigores que debe acreditar la tesis de
grado, ya que en esta última debe surgir una propuesta novedosa en una
disciplina en específico.
Bibliografía
Eco, Umberto. Cómo se hace una tesis. Editorial: GEDISA. 2004
Manzo, A. Manual para la preparación de monografías. Buenos Aires:
Hvmanitas. 1971
Entrena, Ignacio. El currículo y la formación de investigadores.
Universidad Simón Rodríguez caracas. 1995
Camacho Hernando. Qué es un trabajo de grado. Universidad Sergio
Arboleda. Bogotá.

80
INVESTIGACIÓN, ACADEMIA
Y PEDANTERÍA
En un espacio de la universidad una joven estudiante próxima a
graduarse, expresaba un tanto estresada lo que había vivido en el
proceso de investigación en su facultad y los pormenores de la
sustentación de su trabajo. Los docentes y abogados asesores llegaron a
la conclusión de que el material presentado y sustentado reunía los
requisitos pero que debía someterlo a ajustes de forma. Hasta acá todo
me pareció normal dentro de lo reglamentario y protocolario que tiene
cada facultad para otorgar un título. Lo que me sorprendió fue cuando la
joven estudiante exponía lo que dijo la directora de
investigaciones:"Tefue muy bien, porque yo soy dura y experta en cortar
cabezas en estos procesos". Expresiones como esta demuestran una vez
más que la academia está atestada de pedantes que antes que motivar la
investigación y el trabajo en los estudiantes los frustran. Veamos algo
sobre este tipo de pedantes.

"La pedantería es aquella pretensión de


conocimiento, aquella manera en que los seres humanos hacen
una gala exagerada de su saber. Se aplica al que por ridículo
engreimiento se complace en hacer inoportuno y vano alarde de
erudición, téngala o no. En esencia es una actitud del que presume
sabiduría". 1

Asumamos que la "investigadora" expresó esto sin advertir lo ridículo


que suenan estas expresiones, pero el hecho de no advertir la pedantería
en nuestros novedosos discursos investigativos, no nos exime de la
culpa. Un docente-investigador; además, soberbio, convencido,
presuntuoso, iracundo y radicalmente seguro que sus ideas son las
únicas, resulta insoportable y está muy cerca del fracaso en la
universidad o en el medio académico en el que se desempeñe. Pero
también hace mucho daño en los estudiantes, quienes finalmente hacen
el trabajo para cumplir no para aprender. Si quienes en la academia
asumen la pedantería como estrategia tuvieran la oportunidad de
mirarse luego en una cámara indiscreta sus acciones de aula, y tuvieran el
valor de revisarse, ofrecerían de inmediato disculpas públicas a todos
aquellos a quienes han maltratado con sus ínfulas de ser superior.

"Seguramente que la pedantería es una actitud que


tiene su finalidad, es decir, sirve a un propósito más o menos
oculto del individuo. Y no sería remoto que esa finalidad fuera
ignorada por el sujeto mismo que practica aquel vicio. Todo
pedante da la impresión de un actor que desempeña una comedia,
1 (Ramos, 1990)
81
En Contravía Ensayos
y la pedantería es una máscara que oculta, que disimula algo; ¿qué
es lo que la pedantería trata de disimular?" (Ramos, 1990)

Jamás un pedante podrá ser un buen maestro, está condenado a ser "un
dictador de clase" a lo sumo un seudoinvestigador al que se le responde y
poco se le puede preguntar, porque la pedantería es una forma de
expresión adscrita casi exclusivamente al tipo humano intelectual o que
pretende serlo, pero que no llega a serlo. Tiene una máscara intelectual
porque carece de intelecto y en el caso de los investigadores, muchos se
dedican a enseñar investigación porque no saben investigar. El pedante
de la academia ni siquiera se puede llamar vanidoso (sa), porque cierta
vanidad es común en los seres humanos y el pedante es inconfundible
por su entonación, en su forma de hablar y de imponer sus ideas.

El problema de la pedantería y los pedantes, es que logran hacer algún


séquito de ingenuos seguidores que les aplauden hasta en las cosas más
absurdas; en la universidad estos aduladores de pedantes, en el fondo ya
lo son y encontraron el clon que les revivió su ego. Muchas veces estos
muchachos que resultan abrazados y adormecidos por los discursos
pedantes, fueron los que en sus primeros estudios se las creían de ser los
únicos y mejores de la clase. Quizá los mismos que vienen de familias
encopetadas que en la vida pública gozan de privilegios. Jamás un joven
crítico, consciente de la realidad se somete a los discursos pedantes. Los
pedantes son indiscretos, en las reuniones suelen intervenir para hacerle
saber al grupo que ahí están. De inmediato el común los ve como
inadaptados, perdidos en la maraña de la vida. Cuando los pedantes se
ponen la aureola de "investigadores" son todavía más pintorescos,
porque así se perciba un trabajo adecuado y bien logrado, el pedante le
busca la curva para descalificar o para hacer alguna observación.

"El pedante aprovecha toda ocasión para exhibir


ante grandes o pequeños auditorios sus prodigiosas cualidades. A
decir verdad, una de las características de la auténtica pedantería
es la inoportunidad, pues sus más conspicuos representantes son
precisamente aquellos sujetos que siempre desentonan, que
sientan cátedra en todas partes. Los vemos hablar de cosas
profundas en medio de una conversación familiar, citar nombres
famosos o sentencias célebres en los lugares o circunstancias en
que menos viene a cuento. En una palabra, el pedante choca
siempre a los demás, por su falta de tacto y discreción; es la
persona que en todas las relaciones sociales da una nota
discordante, usando un lenguaje y tono inadecuado. Bajo el
aspecto del trato, el pedante corresponde, sin duda, a la especie
numerosa de los inadaptados". 2

2 Ídem.
82
EFRAÍN ALZATE SALAZAR

A diferencia del pedante investigador o dictador de clase, en la


universidad se pueden encontrar verdaderos maestros, que trascienden
las nimiedades de la vida y que superaron las fugaces provocaciones del
egocentrismo, algo que sentimos en determinado momento. El maestro
que nos indica caminos en la investigación, es el motivador de los
estudiantes en la búsqueda de la verdad y sin descalificar a nadie advierte
que las cosas se pueden hacer mejor. El maestro hace al discípulo y el
discípulo hace al maestro. Es un intercambio de personalidades, sin que
el maestro haya de constituirse en modelo indefectible, en plagio de
personalidad. Del discípulo se espera que sea él, que sea original. Dista la
autoridad del maestro de convertir a sus discípulos en incondicionales
creyentes; no alquila servidumbres intelectuales. Entre maestro y
discípulo, medianera es la verdad y como cada uno se aproxime a ella,
por su paso y ritmo.

"Más que las palabras del maestro, el contacto de


inteligencias en mutuo aprecio, provoca en el alma del discípulo
el acto de la comprensión, la chispa de la luz intelectual que en él
habita. A través de palabras y señales sensibles, las dos almas se
unifican en la comprensión de la verdad, que no es del maestro
más que del discípulo, ni de éste más que de aquél, pero que en su
universalidad señorea y preside todas las mentes particulares. El
buen maestro se allega a la totalidad de la persona del alumno, sin
ceñirse al cultivo de estrecha porción intelectual, por razón de la
asignatura enseñada. El maestro esculpe la escultura integra del
ser, como el artista el cuerpo entero de su obra. Forma el todo,
no la parte, respetando en el alumno la insondable solemnidad
del ser humano" 3

En cambio, el gesto de la pedantería tiene, sin duda, la intención


manifiesta de afirmar una superioridad ante los demás, pero con un
acento agresivo o con un aire de desprecio. El pedante parece decir "aquí
yo soy el único que vale, ustedes son unos imbéciles". Pero la pedantería
no engaña a nadie y los demás se percatan de la falsedad de sus
pretensiones. En vez de lograr el reconocimiento y la admiración, el
pedante no hace más que despertar antipatía y enemistad. Los efectos
que obtiene son precisamente antisociales. Por lo general, los pedantes
son rabiosos individualistas, incapaces de comprender los valores
ajenos y renuentes a todo esfuerzo en cooperación.

Los pedantes a veces logran reunir círculos de admiradores, ingenuos o


ignorantes, que se dejan sorprender por sus palabras. Porque lo trágico
es que la pedantería necesita siempre del público, como no puede haber
3 Borrero Alfonso. S .J 1995.
83
En Contravía Ensayos
teatro sin espectadores. La pedantería implica manifestar una
superioridad teórica, con relación al interlocutor para encubrir el déficit
intelectual; es decir: se verbaliza en demasía lo sabido, sin importar que
exista -o no- sustento teórico para envanecerse acerca del conocimiento
que ha sido objeto de ostentación. Aquel que tenga la característica de
ser pedante, es un ser humano que tiene más grande la boca que el
conocimiento.

La cura para la pedantería es acudir a la humildad y a la capacidad de


autocrítica, aspectos que le permitirían al pedante transformar sus
exagerados egos en fortalezas, acercándose así de manera sincera a sus
interlocutores. Reconocer los errores es propio de hombres y mujeres
inteligentes. Por ello en la academia estamos propensos a estas
enfermedades que hacen más daño a aquellos a quienes tenemos como
discípulos que a nosotros mismos y el pedante puede aparentar que goza
de buena salud. Todos podemos tener en nuestras acciones rasgos
pedantes, lo importante es tener la capacidad para revisarnos y
corregirnos sin ningún temor.

Nunca creamos que aquellas cosas que intentamos imponer desde


nuestro egocentrismo lograrán rescoldo alguno en el pensamiento de
los jóvenes. A lo sumo nos recordarán como la persona que fue un
obstáculo en su proyecto de vida. Cuando la academia y sus procesos de
investigación y docencia se arropan con los colores de la pedantería solo
se alcanzará como producto lo falaz y lo gaseoso. Acudamos a alguna
escena que tuvimos con maestros en nuestra vida y recuperemos la
humildad intelectual para lograr que nuestros jóvenes se sientan
estimulados con nuestras indicaciones. En este sentido el maestro
Borrero nos ilustra::
"En toda educación en lo superior y para lo superior
es imprescindible la presencia del maestro, cuya figura obtiene
derecho de asilo permanente en la memoria del discípulo. Padre y
madre generan el ser físico; el maestro acrecienta las herencias
espirituales, intelectuales y físicas. Nadie nace del todo. El
nacimiento natural es ingreso a la vida; la educación continua el
trayecto hacia la eternidad; y el maestro, aunque desaparecido, es
siempre guía del espíritu". 4

Bibliografía

Borrero, Alfonso. S.J El maestro Universitario.


Ramos, S. (1990). La Pedantería. México: Espasa Calpe.

4 Borrero Alfonso. S .J 1995.


84
HACIA UN MODELO PEDAGÓGICO
EN LA UNIVERSIDAD
"La universidad contemporánea, por definición,
alude a lo universal, a la búsqueda de la totalidad, trasciende lo
local, lo específico, con la pretensión de abrir horizontes, de
generar y compartir conocimientos, de formar personas capaces
de incidir en la conformación de un determinado tipo de
sociedad. Sin embargo, hay que tener presente que la universidad
puede optar por constituirse en gendarme de la organización
social dominante o en agente de cambio. Por tratarse de una
institución educativa, la universidad nunca será ideológicamente
neutra". 1

La gran mayoría de universidades en el país organizan de manera


juiciosa sus proyectos Educativos Institucionales conforme a los
requerimientos que cada gobierno trae, con el ánimo de granjearse la
confianza y el reconocimiento a la hora de buscar los Registros
Calificados y/o la Acreditación de sus programas. Los vicerrectores
académicos, la dirección de procesos de calidad, y demás directivos,
antes que dedicarse a pensar académicamente la universidad,
terminaron en el funcionalismo y en las cuadrículas que exigen en su
momento los pares "sabios" que envía el Ministerio de Educación a
valorar los formatos y el logro de los pasos que se exigen para la
aprobación de programas. Incluso los debates que se suscitan en los
procesos académicos en los programas universitarios en cuanto al
modelo pedagógico que se tiene, queda en el vacío. En fin de cuentas
con modelo pedagógico o sin éste el profesional egresa y eso es lo que
cuenta.

En otras palabras, ya no importa que la universidad responda a las


necesidades sociales, sino a su capacidad de acoplamiento, a la vigilancia
del Estado. En este sentido, quienes están al frente de los destinos de las
universidades y de los programas que presentan para ser evaluados,
tienen bien claro que lo primero que se debe tener es una síntesis en un
vistoso Power Point con las generalidades que demuestren, así sea en el
papel el cumplimiento de lo normativo, aunque todo esté distante de los
debates de actualidad en lo pedagógico, académico, político y social. Y si
hacemos referencia a las que el Estado llama las "mejores universidades"
bastaría con preguntar a uno de sus egresados sobre el modelo
pedagógico con el cual se formó, para darnos cuenta que estos asuntos
no son más que letra hueca que se anexa a los proyectos educativos
universitarios para estar en concordancia con lo que el Estado exige.

1 (Meana, 2008) Ileana Castillo Cedeño1 Vicedecana del CIDE, Universidad Nacional Heredia, Costa Rica. La
Construcción de un Modelo Pedagógico en la Educación Superior: Una reflexión necesaria. Revista Educare
85
Vol. XII, N° 1, 123-134, ISSN: 1409-42-58, 2008.
En Contravía Ensayos
"La universidad legitima su modelo pedagógico en
la medida que dé cuenta en su accionar, de los propósitos que le
dan sentido y razón de existir. No basta con la definición o
adopción teórica de un modelo pedagógico determinado, sino
que es imprescindible que éste resulte de la participación y
compromiso de la comunidad universitaria. El modelo
pedagógico, como representación de las relaciones que describen
un hecho, constituye una imagen que permite profundizar en la
comprensión de lo que simboliza, y como la universidad es una
institución dinámica, en la cual se llevan a cabo procesos
educativos complejos, resulta indispensable que se asuma el
modelo pedagógico como estructura flexible que permita
abordar el análisis de expresiones socio-históricas en constante
actualización".2

No queda duda que, en lo que se puso de moda: "Modelo pedagógico


universitario" lo que se da no es más que cumplimiento formal a
requerimientos, ya que para que éste sea posible debe estar a la par con la
construcción de Comunidad Académica. No es suficiente la redacción
de éste si no ha sido fruto del debate con estudiantes y profesores para
que estos den cuenta efectivamente del modelo pedagógico con el cual
formaron y se formaron. No creo que sea pertinente hablar de un
modelo pedagógico cuando no existe Comunidad Académica,
entendida como el espacio de encuentro y de debate de todos aquellos
que en la universidad asumen tareas educativas.

"La Comunidad Académica la entendemos como el


trabajo conjuntode académicos (docentes, administradores y
alumnos) de las más diversas áreas que, desde sus preguntas y su
deseo, ínter y transdisciplinariamente abordan problemáticas
afines que tienen que ver con la trayectoria e intereses de la
Institución, abordaje que se hace desde el debate. Es desde el
debate y desde la crítica sistemática venida de las más diversas
áreas del saber, donde el discurso del profesional se cualifica". 3
(Hernando, 2010)

Tanto la didáctica como la pedagogía, elementos fundantes y


dinamizadoras de la tarea educativa, han sido miradas de manera
despectiva por el Estado y por la misma universidad. Pocas veces los
Ministerios de Educación de cada gobierno son regentados por
personas con inquietudes en este campo; técnicos, tecnócratas y cuotas
de partidos políticos circulan por estos espacios, y desde su ignorancia
en la esencia de la educación emiten leyes y normas. Desde esta
perspectiva, no fue extraña la propuesta de la Ministra de Educación del
2 Ídem.
86 3 Hernando., S. G. (2009). La construcción de Comunidad Académica. Una reflexión desde Unaula. Círculo de
Humanidades, 20-24.
EFRAÍN ALZATE SALAZAR

actual gobierno quien con desparpajo dice: "es lo mismo un técnico, o


un tecnólogo, que un profesional universitario". Que se lleve al técnico y
al tecnólogo a hacerse profesional a partir de la aplicación de los ciclos
propedéuticos es diferente a que se equiparen en el campo específico de
su formación.

En este sentido las universidades no escapan de esa mirada superficial a


lo pedagógico y lo didáctico, lo que llega a ser una copia de la mirada
sesgada del Estado a las disciplinas fundantes de la educación; la razón
es muy sencilla: quienes conducen los cargos de talante académico son
personas cuyos saberes en los que se formaron académicamente no
tenían ningún interés por la didáctica o la pedagogía, y difícilmente
puede hablar alguien de aquello en lo que no fue ni ha sido su interés.
Desde esta precariedad en temas neurálgicos de la educación, las
universidades se dedican a egresar profesionales que no saben a qué
Comunidad Académica pertenecen ni qué modelo pedagógico sustenta
su profesión.

El hecho de escribir estos temas en los proyectos educativos


institucionales de la universidad, no da el mérito de su consciente
aplicación. Esta falencia no se enmienda mientras en las direcciones
Académicas de las universidades y en las instancias de poder del Estado
en el campo de la educación, estén tecnócratas funcionales que
consideran la didáctica y la pedagogía sólo como teorías para cortar y
pegar desde Wikipedia en los libros que se presentan como sustento de
sus programas por parte de la Institución. Para hablar de un modelo
pedagógico es necesario ante todo entender que la educación es más que
un acto frívolo mediante el cual la universidad forma profesionales.

"Ante la dificultad de realizar generalizaciones de


realidades tan complejas como los hechos educativos, es
indispensable visualizar el modelo pedagógico como estructura
dinámica que permite abordar, desde sus supuestos, el análisis de
expresiones socio-históricas específicas y concretas, donde se
dan las interacciones entre la enseñanza intencional y el
aprendizaje. Por lo anterior, no puede pretenderse que de un
modelo pedagógico se deriven estrategias de enseñanza que se
apliquen de manera mecánica, sino espacios para un trabajo
docente reflexivo, en el marco de principios orientadores". 4

A mi modo de ver un modelo pedagógico para la universidad debe tener


las siguientes características: a) Conceptos claros sobre procesos de
aprendizaje; b)Tipo de sociedad y ser humano que se quiere construir;
4 (S, 1993) Kemmis, S. (1986).
87
En Contravía Ensayos
c) Tipos de relaciones que se generan del acto educativo; d)Estrategias
mediadoras en el proceso de enseñanza; e)Contenidos temáticos y
razón de ser de estos; f)Conceptos claros sobre lo que es la evaluación;
g) Un académico líder que demuestre autoridad y formación en estos
campos.

Los diversos debates a los que se asiste hoy recogen los ítems que
planteo. Pero quienes hablan de lo pedagógico y lo didáctico en la
universidad, dan a entender que estos temas no son de mucho interés o
no los entienden; pero algo más grave sucede: la mirada nimia que se
tiene de la universidad hoy al considerarla como espacio donde egresan
profesionales a como dé lugar. Una tarea nos queda: motivar el debate
para que a los espacios académicos universitarios lleguen profesionales
con demostrada producción intelectual y con sólida formación en lo
pedagógico y en lo didáctico. De no ser así, la universidad será solo una
simple fábrica de profesionales.

Bibliografía
.
Meana, C. C. (2008). La construcción de un modelo pedagógico
en la Educación Superior: una reflexion necesaria. Educare, 123-134.
S, K. (1993). El currículo más allá de la Reproducción. Madrid: Morata.
Hernando, S. G. (2010). Procesos de escolaraización. Un acto fallido.
Medellín: Unaula.
Meana, C. C. (2008). La construcción de un modelo pedagógico
en la Educación Superior: una reflexión necesaria. Educare, 123-134.
S, K. (1993). El curriculo mas allá de la Reproducción. Madrid: Morata.

88
EPISTEME DE LA IDIOTEZ
PARA NO SER IDIOTA ÚTIL
Al término epistemología le podemos rastrear en Grecia sus
antecedentes; este sustantivo está compuesto por la unión de dos
palabras: episteme que se puede traducir como "conocimiento o
ciencia" y logos que vendría a significar discurso. En este sentido, vamos
a hacer una epistemología del término: "idiota útil". Con ello se quiere
aportar para identificar a estos personajes y ayudarles a salir de la laxitud
y esclavitud en la que permanecen.

"Un "idiota útil" es un ignorante de las motivaciones


ocultas de quienes se aprovechan de él, a tal punto que termina,
involuntariamente, por favorecer el avance de una causa
(usualmente política) adversa a sí mismo o a sus propias
creencias, la que, obviamente, no apoyaría si estuviese mejor
informado o analizase más a fondo esos hechos subyacentes." 1

El concepto de "idiota útil" como binomio, es atribuído a Lenín. Según


las versiones, el líder comunista, lo usaba para describir a los
simpatizantes de la URSS de países occidentales que, bien conducidos -
o sea, con cerebros correctamente lavados-, apoyarían su política una
vez regresados a su tierra de origen. Es oportuno resaltar que no es un
insulto ni un menosprecio, sino que constituye un término para definir a
ciertas personas que son utilizadas para actuar en cumplimiento de
situaciones que desconocen efectivamente. Este vocablo compuesto es
usado más ampliamente para describir a alguien que es manipulado por
un movimiento político o por individuos con capacidad de poder e
intriga; el idiota útil llega a creerse tan importante que no advierte las
intenciones de su titiritero.

Los idiotas útiles son ingenuos, tontos, e ignorantes de los hechos;


excesivamente idealistas, son soñadores y deliberadamente son
incapaces de aceptar la realidad. Son personas que hipotecan su
conciencia por una sonrisa o una zalemas seudoamorosas.
Generalmente son vacíos y de poca capacidad de criterio, por ello son
proclives a todo tipo de manipulación y engaño; estos tartamudos de
personalidad sombría provienen de las filas de los infelices crónicos;
nunca se han sentido ni amados ni deseados; caen con gran facilidad en
los brazos del amor fácil. Tienen la capacidad de renegar de sus propias
acciones y cambian de bando o de color político como cambiándose de
ropa interior. Son acróbatas del comportamiento: ríen, lloran, gritan o
guardan silencio, dependiendo del látigo que les infieren en la espalda.
1 Jorge L. Fernández Avello. Rionegro. co.ar oct 01 de 2013.
89
En Contravía Ensayos
El idiota útil se entrega por un abrazo o una sonrisa fingida y sirve de
paladín de un jefe que a diario le mete información en su mollera para
que la defienda, la repita o la recite en reuniones de cofradías.

"El idiota útil es un personaje todoterreno: tanto


puede responder hoy a un interés, como mañana al opuesto; eso
sí, siempre convencido de ser dueño de la razón y defensor
persuadido de la verdad. Mercenario calificado, se vuelve
peligroso cuando logra con su discurso o sus acciones atravesar el
pensamiento ajeno, pero se convierte en polvo cuando su eco
muere en el intento. Sin embargo, no se desanima, intentará ser
escuchado, tenido en cuenta, pasar a la historia".2

El idiota útil puede ser alguien que posa como líder estudiantil, o
académico; puede ser incluso un docente o un político. Existen idiotas
útiles adinerados y hasta cineastas; los hay también en las universidades y
en las grandes y pequeñas empresas. Son casi que inevitables y vistosos.
La variable más peligrosa del idiota útil está cuando se considera: "El
superdotado de propuestas novedosas", a sabiendas de que éstas no
son más que las órdenes que recibe de su jefe. El idiota útil es una especie
de marioneta, un muñeco de ventrílocuo de poco talento y energía, y en
ocasiones hasta posa como el gran filósofo de sillón.

El idiota útil nunca muestra un punto de vista diferente desde la


honestidad y la convicción, porque siempre está actuando obedeciendo
órdenes ciegas. El idiota útil podemos descubrirlo en casi todos los
ámbitos; en la política, la justicia, el gremialismo, el periodismo.
Miserable en el estricto significado de la palabra, sueña con amos que le
ordenen y le aclamen, pues su esquema de conducta no va más allá de la
relación amo-esclavo.

"Idiota es quien padece de idiocia, o sea un


trastorno caracterizado por una deficiencia profunda de las
facultades mentales y congénitas o adquiridas en la primera etapa
de su vida. Y de útil, dice el diccionario, que es aquello que produce
provecho, que puede servir para algo; el idiota útil es mentiroso
por naturaleza y bruto por aprendizaje deficiente, ignora que
existe, en tanto y en cuanto sirva al proyecto de su mentor. Pero
desconoce que a la menor señal de ineficiencia para alcanzar la
meta, el maestro, por cuyos "principios" lucha, lo desechará como
a papel higiénico y buscará a otro, tan idiota como él, pero que
presuponga más útil". 3

2 Silvia Villaggi de Vittori. Diario El Litoral. Argentina, marzo 19 de 2009.


90 3 Ídem.
LOS PELIGROS DEL SABER
SIN SOCIEDAD
"La soberbia no es grandeza, sino hinchazón, y lo
que está hinchado parece grande, pero no está sano. Detrás de su
apariencia de grandiosidad el soberbio esconde su propia
flaqueza. Es el dime de qué presumes y te diré de qué careces. La
soberbia es la debilidad, la humildad es la fuerza. El soberbio
puede ser inteligente y astuto, pero solo en la virtud está la
sabiduría." 1

Quienes hemos estado de alguna manera vinculados con la academia,


no escapamos de esa torpe y engreída actitud a la que se llega después de
leer algunos libros y conocer algunos temas con los que nos creemos
eruditos, sabios profesores encopetados, intelectuales duchos,
soberbios discursivos, investigadores epónimos y hasta precursores de
la inteligencia. El problema se agudiza cuando además de las lecturas y
posturas mencionadas aparecen los títulos, pergaminos, diplomas y
certificados que legitiman a los profesionales, licenciados magíster,
doctores y Ph.D. Todos los que hemos trasegado la esfera universitaria
hemos estado de alguna manera comprometidos con esta distorsionada
concepción del saber y del mundo intelectual.

Lo más lamentable de los honorables y hasta merecidos títulos y


cartones universitarios es el efecto negativo que ocasionan en aquellos
que los reciben; toman tan "en serio" el asunto que se distancian de la
sociedad, de la comunidad, del estudiante, del compañero profesor que
no es docto, de los amigos de antaño y hasta del pueblo raso que es
supuestamente para quien estudió y se adornó de diplomas. De este tipo
de académicos e "intelectuales" estamos copados en las universidades
colombianas, en el periodismo, en los cafés libres de humo, y en los
restaurantes “estrato nueve” que es donde no llegan ni el pueblo, ni
mendigos plebe. Estos intelectuales-seudointelectuales de cartón se
ocultan en una burbuja incontaminable y separada de la populacha y
fastidiosa sociedad y de allí solo salen cuando les permiten pontificar o
hacer alardes de la "sabiduría" acartonada que orgullosamente ostentan.

"El hombre o la mujer endiosados, sea líder político


o caudillo intelectual, niega sus lazos consanguíneos con el
hombre común y, desde ese momento, se desliga
emocionalmente del prójimo, a quien puede aplastar como una
cucaracha". 2

Entre el saber y el poder, entre la fuerza y el conocimiento, ha existido


siempre una dependencia mutua, pero también una enemistad
2 San Agustín.
3 Genealogía de la soberbia intelectual. Enrique Serna.
91
En Contravía Ensayos
profunda. En La Roma Imperial, los emperadores no dudaban en tener
entre sus preferidos en las comilonas a personajes con inteligencia ya
fueran literatos, filósofos o poetas. El saber se ponía de rodillas ante el
poder, pero ninguno de los sabios adalides de los emperadores escapó
de la horca o del puñal del poderoso. Jamás el poder confía de la
inteligencia cuando ésta no está en su rebaño; o disimula el odio para
mantenerle cerca y así exterminarle con mayor facilidad. No hay nada
más asqueante que un intelectual zalamero con los hilos del poder.
"Cuando entran en pugna, la inteligencia puede
quedar sometida al poder, pero las ideas proscritas o censuradas
retoñan años o siglos después con renovado empuje. Aunque
haya tratado de crear un espacio autónomo desde los tiempos de
la Academia platónica, la república de las letras y las ideas nunca
ha sido un ámbito ajeno a los intereses mezquinos y las rencillas
políticas" Genealogía de la soberbia intelectual. 3

En la antigüedad los sabios eran sacerdotes que se ocultaban en la


maraña de la naturaleza para que nadie los viera y les quitara la sabiduría.
Esta actitud se percibe en el "intelectual moderno" cuando renuncia al
contacto con la comunidad y se establece con su secta que le aplaude en
todo lo que pontifica. Muchos de los sumisos aduladores de este tipo de
sabios terminan enredados en la telaraña de su sacerdote que no llega a
ser más que un seudointelectual.
"La manera más primitiva de acaparar el
conocimiento es negarse a compartirlo, tapiar las puertas y
ventanas por donde la gente común puede asomarse a los
hallazgos de la secta privilegiada. Muchos intelectuales creen que
la alta cultura, por su propia naturaleza, siempre será un club de
acceso muy restringido y en consecuencia, no vale la pena
empeñarse en divulgar lo que la masa jamás comprenderá. Saben,
sin embargo, que algunos intrusos pueden meter las narices en las
disciplinas bajo su custodia, y para mantenerlos a prudente
distancia, procuran oscurecer más aún su lenguaje cifrado, con el
secreto afán de que ningún lego ose profanarlo." 4

Intentar reconstruir el derruido tejido del mundo intelectual en nuestro


medio es casi un imposible. De alguna manera hemos aportado a la
impostura intelectual cuando hemos hecho de cualquier título
académico una forma de marginación y de encierro frente las personas
con quienes cotidianamente compartimos, ya sean estudiantes,
compañeros o comunidad. Sin darnos cuenta terminamos en los
vericuetos de la estupidez humana. De ésto, solo nos salvaría la
generosidad y la sencillez; lenguajes propios de la sabiduría y la
inteligencia.

3 Ídem.
92 4 Ídem.
EN LA UNIVERSIDAD
LOS PROFES ESCRIBEN O PERECEN
"Intelectual, Intus-legere, "el que sabe leer", es el
origen etimológico de la palabra "intelectual". Obviamente, esto
no se refiere al que sencillamente puede leer -en el sentido de que
no es analfabeto- sino al que sabe hacerlo: el que lee más allá de lo
que "salta a la vista". Aclaremos: "leer" es aquí una metáfora
(aunque no una cualquiera, ya que testimonia un privilegio del
logos en la cultura occidental a partir al menos de los
presocráticos); intelectual puede ser también, por ejemplo, el que
sabe escuchar más allá de lo que se oye, o sabe mirar más allá de lo
que se ve".1

Quienes han intentado desde la academia sustentar posturas


intelectuales dignas y con argumentos tal como lo expone el poeta Jorge
Artel en su poema "Credo": "el intelectual insobornable es aquel se
enfrenta a la lucha y no se rinde, ni con halagos ni amenazas; aquel no enajena sus
ideas, con su angustia famélica de pie y no con su gordura arrodillada", han
encontrado en gran medida un muro de indiferencias afianzado por los
intelectuales de bolsillo o de estómago, los mismos que se vieron en la
obligación de guardar silencio para conservar su trinchera laboral.
Pensar es riesgoso en una sociedad parasitaria.

Los actuales "intelectuales" son en su mayoría cómplices arribistas de


los poderosos. Lo que ha sucedido en las últimas décadas (crisis del
marxismo, derrumbe de los socialismos reales, ingreso a la globalización
neoliberal), ha trastocado los contornos políticos y epistemológicos de
la tarea del intelectual. Por un lado, la demanda de profesionalidad y la
especialización del saber repercutieron sobre las figuras realmente
existentes del intelectual y terminaron por otorgarle centralidad a la
figura del intelectual experto. La universidad no requiere de pensadores
sino de llenadores de formatos.

La universidad está zambullida en un proceso que devora intelectuales y


los convierte en un nuevo tipo de ser académico, cuyo fin último es
llenar páginas de escritos, publicar libros desconectados de los
problemas sociales, y asistir a numerosas reuniones en donde se debate
sobre investigación pero no se investiga. Ya no interesa el docente que
intenta ahondar en las situaciones complejas que vive su país, ni aquel
que se organiza en proyectos intelectuales o en gremios que dignifiquen
su labor. Las políticas del Estado han permeado de tal manera a la
universidad que va logrando su objetivo de acabar con la reflexión y el
pensamiento crítico en todos los niveles de la sociedad.
1 Carlos Fuentes.
93
En Contravía Ensayos
El sistema universitario colombiano desapareció de tajo el interés que
en algún momento tuvo de estimular un profesorado que haga de sus
clases una fiesta del conocimiento, fue excluyendo los docentes que
trascienden en el aula las repeticiones de libros descontextualizados. La
perversión de nuestra universidad ha llevado a que se valore por encima
de todo canon las publicaciones en revistas de alto impacto para estar a
nivel de ciertos estándares y exigencias internacionales, asunto que ha
convertido a los docentes en cagatintas o escribientes. Muchas de las
publicaciones universitarias que han hecho los docentes presionados
por el ansia de publicar son de poca utilidad para la sociedad, a lo sumo
sirven para mejorar mínimamente la escala salarial.

Las instituciones de Educación Superior en Colombia, están inmersas


en un proceso que aniquila intelectuales y los convierte en un nuevo tipo
de ser académico cuyo fin último es escribir y escribir sin pausa y sin
reflexión alguna. Aunque en nuestro medio existen universidades que
hacen alarde de su talante de publicaciones y de estar en el ranking
internacional no alcanzan a tapar sus falencias en cuanto a la formación
de sus profesionales y las dificultades en los pregrados, posgrados y
maestrías. Una cosa son los libros publicados con bonitas pastas y
organizados juiciosamente en estantes y otra es el papel que cumplen
estas publicaciones en la construcción de Comunidad Academica e
intelectual.

También es cierto que eso obedece a políticas que se enganchan en el


marco de la globalización en la que poco interesa el pensamiento y el ser
humano en su dimensión total. En este sentido, en el lugar del
conocimiento por excelencia, en el lugar donde deberían gestarse las
alternativas y formarse seres humanos que luchen por la igualdad y la
justicia social, hay un sistema de incentivos para generar estudiantes
mediocres, sin reflexión y manipulables, académicos sin discusión,
catedráticos sin cátedra ni conversación e intelectuales sin intelecto.
Publicar es la tarea aunque sea por publicar; al respecto esto expresó
José Gaos, hace 43 años.

"Para venir a lo más inmediato -a nosotros; a lo


concreto- con nosotros; a nosotros mismos: henos aquí, a los
profesores, obligados, contractualmente, por deber profesional,
por la necesidad de hacer carrera, a publicar, a producir, y para ello
a investigar, a descubrir, a pensar, queramos o no queramos,
podamos o no podamos. Y lo normal es, no ya que no queramos,
por una indolencia y una voluptuosidad del ocio que, después de
94
EFRAÍN ALZATE SALAZAR

todo, serían bien intelectuales, sino que no podamos -por lo


menos en el volumen y con el ritmo que se reclama de nosotros: lo
otro sería anormalidad, -genial o patológica.

Henos aquí, pues, atrafagándonos por leer, traducir, escribir, y publicar -


a como dé lugar-; aunque no hagamos más que acumular trivialidades o
banalidades, muchas veces ni siquiera disimuladas con simulación de
originalidad o profundidad; o glosas, repeticiones, plagios, igualmente
descarados en muchos casos, y perfectamente superfluos -acumulación
abrumadora en la balumba de la cultura. No basta que seamos órganos
de transmisión fiel y escrupulosa, acuciosa y entusiasta, de las
generaciones pasadas a las generaciones incipientes; tenemos que ser
órganos de reproducción sin creación, y de amontonamiento aplastante,
de -pronta basura cultural.

La defensa higiénica, biológica contra esa basura y


las infecciosas epidemias que esparciría, contra la creciente
producción de publicaciones, está en que no se leen, aunque se
compren. No hay que dejarse engañar por el hecho de que cada
vez se editan y se venden más libros, ni por el hecho de que cada
vez lean más personas y personas de menor condición cultural -si
cada vez leen menos y peor las personas que leen, no sólo las
advenedizas de la lectura sino hasta los mismos intelectuales. 2

2 José Gaos “La vida intelectual”. En: De antropología e historiografía, p. 263-4. El tema de la
sobreproducción de libros y la disminución de la lectura lo anticipa desde Crítica del tiempo.
95
EN LA EVALUACIÓN DE DESEMPEÑO
DEL DOCENTE UNIVERSITARIO:
NI VENGANZA NI DETERMINISMO
POLÍTICO
"Las personas y los pueblos perecen o son esclavos
de la naturaleza o de otros hombres cuando no son dueños
intelectuales de sí mismos, porque solamente, siendo dueños de sí
mismos pueden saber quiénes son, cuál es su historia, cuál es su
universo, cuáles son sus recursos y cuál es su necesidad; e
igualmente, comprender cuáles son sus limitaciones y peligros, y
cuáles son los rumbos que no deben seguir y las empresas que por
necias, fútiles o proporcionadas no deben acometer."(Paramo, 2002)

Finalizando cada año académico en las universidades, sobre todo en las


privadas, los docentes de hora cátedra, de medio tiempo, de tiempo
completo y de exclusividad entran en interinidad y con cierto grado de
incertidumbre se hacen algunas preguntas: ¿me volverán a contratar?
¿Soy o no del grupo del decano? ¿Qué dirán los del Consejo de
Facultad? ¿Cómo me evaluarían los estudiantes? ¿Qué dirá el jefe
político de la facultad? Lo cierto es que desde el mes de octubre los que
manejan los hilos del poder en los Consejos de Facultad empiezan a
hacerle el inventario a cada docente, y si por casualidad no estuvo
enfiladito con los que manejan voz y voto, corre el riesgo de ser
reemplazado, así haya sido un docente con alto rendimiento. Los vicios
de la vida política tradicional se reflejan en el mundo universitario, y esto
es desastroso para las universidades que buscan consolidarse con un
proyecto académico en el medio. Una pregunta central: ¿es suficiente la
postura de un consejero de facultad para excluir a un docente? ¿cuántos
estudiantes evaluaron al docente excluido? ¿es objetiva la evaluación?
¿qué papel cumple la Vicerrectoría Académica en cuanto a la claridad en
los procesos de evaluación?

Pero ¿qué es evaluar y para qué se evalúa? No se evalúa a un docente o a


un estudiante para reducirlo, acabarlo, eliminarlo, excluírlo. Se evalúa
para ubicar aciertos y desaciertos con el ánimo de plantear correctivos.
Cuando se evalúa surgen riesgos, porque es una actividad humana, en la
cual grupos de intereses rivalizan entre sí, y en muchos casos se actúa
con subjetividades. Cuando la evaluación reúne elementos de
objetividad se dan logros para las personas y la institución. La
evaluación que se hace como una forma de retaliación y de castigo,
pierde su objetivo y los evaluadores pasan a ser gendarmes de poca
monta.

96
EFRAÍN ALZATE SALAZAR

Evaluar el desempeño de una persona significa evaluar el cumplimiento


de sus funciones y responsabilidades, así como el rendimiento y los
logros obtenidos de acuerdo con el cargo que ejerce, durante un tiempo
determinado y de conformidad con los resultados esperados por la
institución u organización laboral. La evaluación del desempeño
pretende dar a conocer a la persona evaluada, cuáles son sus aspectos
fuertes o sus fortalezas y cuáles son los aspectos que requieren un plan
de mejoramiento o acciones enfocadas hacia el crecimiento y desarrollo
continuo, tanto personal como profesional, para impactar sus
resultados de forma positiva.(Withe, 2004)

Aquellas instituciones que por su naturaleza, origen histórico y proyecto


educativo institucional, tienen en su reglamento interno la participación
democrática en la toma de muchas decisiones, han de ser vigilantes a la
hora de aplicar los ejercicios de evaluación a sus docentes, ya que, siendo
la evaluación un ejercicio de humanos, se puede caer en extremismos
que desvirtúan la evaluación. Esto es, por ejemplo, excluir a un docente
por no ser servil, silencioso y sometido, sin importar que sea un
académico, un intelectual que aporta a los estudiantes y a la institución.
Cuando esto se da, el concepto de democracia resulta una falacia, una
mentira, un mero disimulo, y la desfiguración de lo político fluye y se
banaliza. En la vida académica el determinismo político desentona y
querámoslo o no, la democracia representativa se vincula, por lo común, con los partidos políticos y
no funciona sino a través de ellos.(Capeletti, 1998).

Pero tanto la evaluación institucional, como los procesos de docencia y


de los docentes en la universidad, es un problema que no puede ni debe
ser abordado desde percepciones reduccionistas que nos impidan
visualizar su complejidad. Se puede caer en la mirada simple que reduce

la docencia universitaria a una bolsa de empleo y al docente


universitario como a un ser humano que se le permitió una opción
laboral en parte por su hoja de vida académica, y en mayor parte por la
capacidad de sometimiento o de cercanía con los que manejan algunos
hilos de poder en los consejos de facultad. Un docente con su
conciencia hipotecada ¿qué puede enseñar a sus estudiantes en cuanto a
libertad y dignidad del ser humano? Es necesario que la universidad
trascienda esas verdades a medias, y ponga en cintura a aquellos
postuladores de verdades que son los que mantienen en el atraso el
mundo académico. Aquellos que dicen en la universidad cómo funciona
lo verdadero por lo general viven en medio de la mentira.

97
En Contravía Ensayos
"... La verdad es de este mundo; se produce en él
gracias a múltiples coacciones. Y detenta en él efectos regulados
de poder. Cada sociedad tiene su régimen de verdad; es decir, los
tipos de discurso que acoge y hace funcionar como verdaderos o
falsos, el modo en cómo se sancionan unos y otros; las técnicas y
los procedimientos que están valorizados para la obtención de la
verdad; el estatuto de quienes están a cargo de decir cómo
funciona lo verdadero..."(Foucault, 1990)

Una universidad que se precie respetuosa del saber y del conocimiento,


que establece distancias entre la política y la academia, no puede adoptar
cualquier modelo de evaluación en el desempeño de sus docentes, ya
que el mismo debe ser válido, objetivo, imparcial, confiable, efectivo y
aceptado, así como permitir comparar los resultados en el tiempo desde
diversos ángulos. Su esencia no está dada por la vigilancia jerárquica para
ejercer el control de las actividades, sino favorecer el perfeccionamiento
del profesorado y generar políticas que coadyuven a su generalización.
La evaluación no puede ser un acto vengativo ni del estudiante al
docente, ni del docente al estudiante, tampoco puede ser una forma de
castigo a quien se atreve a discrepar. La evaluación es un elemento
verificador de procesos y de cumplimiento de tareas, y para el caso de la
universidad la evaluación es una estrategia académica que permite
identificar y atender en forma pertinente los problemas asociados al
desempeño académico y profesional de los docentes, con la finalidad de
verificar, retroalimentar y mejorar la calidad de los métodos de
enseñanza-aprendizaje. Si la evaluación a los docentes se hace desde este
enfoque, se trascendería la evaluación como forma de ingreso y/o
separación. La evaluación cumple un papel básico cuando al menos en
ella se intenta algún grado de objetividad.

"La evaluación proporciona a los profesores una


fuente de retroalimentación que puede tener una influencia
directa en su auto-imagen, identidad y satisfacción profesional,
así como en una mejor práctica de enseñanza. Asimismo, permite
establecer un clima que proporciona información acerca del
compromiso institucional hacia el mejoramiento profesional y la
confianza que se tiene en que cada miembro del personal docente
pueda hacer una contribución valiosa al logro de metas
compartidas". (Rueda & M., 2000)

No se pretende en este escrito, defender la medianía del docente en la


universidad. De ninguna manera. La docencia que se ejerce debe tener
98
EFRAÍN ALZATE SALAZAR

unos niveles de rigor, de manejo temático, de diálogo estudiante-


docente. La docencia no puede ser ese lugar en el que los estudiantes
padecen discursos pedantes y triviales. El docente universitario debe ser
el intelectual, el académico que sin pretender ser un modelo para nadie,
vive y practica la docencia con decencia. La universidad ha de trabajar
también el estímulo ante los docentes que trascienden el "dictar clase".
Debe construir Comunidad Académica con aquellos hombres y
mujeres que desde la docencia construyen universidad y la hacen visible
en el medio. Prestar atención a los docentes y a su gestión para promover
el desarrollo continuo no es un costo, al contrario es una inversión que
redunda en el logro de mayores niveles de eficiencia y eficacia de los
procesos universitarios y en la satisfacción creciente de las demandas
sociales.

El profesor no solo es un experto (Santos Guerra, 2003), el profesor ha


de ser un conocedor de la disciplina que desarrolla, un especialista en el
campo del saber, permanentemente abierto a la investigación y a la
actualización del conocimiento. Pero ha de saber, también, qué es lo que
sucede en el aula, cómo aprenden los alumnos, cómo se puede organizar
para ello el espacio y el tiempo, qué estrategias de intervención pueden
ser más oportunas en ese determinado contexto. El profesor, pues, no
es sólo un experto conocedor de una disciplina sino un especialista en el
diseño, desarrollo, análisis y evaluación de su propia práctica. La misión
del personal docente en la universidad debe ser cada vez más científica,
moderna y de rigor, para que sea favorecedora de nuevas
transformaciones conducentes a estadios de calidad cualitativamente
superiores.

En los procesos que asume la Instituciones por las exigencias del Estado
y la adecuación a estándares internacionales sabemos que debemos
contar con docentes en permanente cualificación, estabilidad y
dignificación de su vida. Es necesario analizar el papel que cumplen los
docentes de tiempo completo, los ocasionales, los de hora cátedra y los
de exclusividad si los hay. Que sea la calidad de su trabajo y el
compromiso que asume para que nuestra Universidad avance el
elemento primordial que lo faculta para continuar como docente. Ni
amiguismos ni seguidismos pueden ser la impronta que elige a un
docente de calidad en ninguna Universidad seria. Y la Evaluación no
puede ser un acto vengativo ni para los estudiantes ni para los
profesores. La academia es nuestra razón de ser.

99
En Contravía Ensayos
Bibliografía

Foucault, M. (1990). Diálogos sobre el poder . Buenos aires: Alianza


Ed. P. 143.
Gimeno, S. J. (1989). La enseñanza, su teoría y su práctica. Madrid:
Akal Universitaria.
Paramo, G. (2002). Sentido cultural de la autonomía universitaria
y de la vigilancia de su calidad. Bogotá. Colombia: CNA.
Rueda, & M., B. (2000). Evaluación de la docencia: Perspectivas actuales.
México : Paidós. Página 13.
Santos Guerra, M. (2003). La Evaluación como aprendizaje. Madrid:
Narcea.
http://www.mineducacion.gov.co
Cappelletti, Áng el. Falacias de la democracia. 1998.
http://www.contranatura.org/ar ticulos/Polit/Cappelletti-
Falacias.htm

100
EL ACOSO EN LA UNIVERSIDAD
"Así es como la Universidad ha llegado a
transformarse para muchos de sus mejores recursos humanos en
una organización "feudal" en la que muchos trabajan en el miedo
y algunos otros trabajan para alimentar y desarrollar ese mismo
miedo en su provecho particular. Nada se piensa, nada se dice,
nada se sabe… Nadie conoce a nadie, en medio del más puro e
inquietante silencio de los corderos". 1

Es común en comentarios de prensa, radio y televisión expresiones y


escritos sobre el acoso en las escuelas, o la violencia entre jóvenes y
niños para dirimir sus diferencias o envidias. pero para este caso, trataré
de presentar un panorama de un tema también de actualidad y es el de las
diferentes formas de acoso que se dan en la universidad. La relaciones
humanas son complejas y en el universo de la academia mucho más,
porque las enemistades surgen a partir de envidias; las que conducen a
odios al no poder superar al otro en su accionar académico. Veamos
algunas formas de acoso que se presentan en las universidades donde
tienen presencia fuerte grupos políticos, económicos y sectas religiosas.
En ellas, más que la academia, funciona la estrategia para mantener el
poder, y para ello se forman camarillas, casi masonerías, a las que solo
pueden llegar los iniciados en adulación y lambonería. A esta forma de
actuar en la universidad la llamaremos acoso estratégico, porque antes
que acciones comunicativas de debate racional se mueven las personas
sombrías: cachacos con lociones finas recorriendo las alfombradas
oficinas a media luz armando las estrategias para mantener el poder.

"Es aquel que forma parte de la estrategia de la


institución, es por ello que aparece en varias Facultades y Escuelas
Universitarias dependientes del mismo rectorado. El acoso
universitario estratégico es una compleja patología al servicio, no
de los alumnos o la investigación, sino de bandas, mafias
departamentales y otros grupos de interés y se manifiesta por la
perversión del sistema. Afirmamos que toda la organización está
funcionando de manera perversa, es decir que bajo un barniz de
democracia o legalidad se incumplen permanentemente las leyes,
esto se concreta en la arbitrariedad en la asignación de plazas
docentes y en el fraude permanente en los concursos de cátedras"
2

El acoso estratégico universitario es la forma como las autoridades se


abrogan todo tipo de decisiones para beneficio de los grupos
simpatizantes, sin importar los costos académicos que esto acarrea; se

1 Profesor Iñaki Piñuel El Maltrato Psicológico en la Universidad el Silencio de los Corderos. U. de Málaga,
España. 101
2 Marina Parés Soliva. El acoso escolar y el acoso universitario. La afectación sobre la excelencia. II Congreso
Internacional de Violencia Escolar – bullying- marzo 2010-Universidad de Almeria.
En Contravía Ensayos
nombran en los micro- poderes personas manejables que aunque poco
aporten a la academia, a sí sean bandas transmisoras del gran poder. La
estrategia está en este caso por encima de la razón de ser de la
universidad, la misma que pierde su esencia al convertirse en prenda de
empeño a intereses particulares y no de la comunidad.

Todo funciona en una dirección de poder, incluídos la elección de los


docentes cuyas hojas de vida y sus soportes no son tan importantes
como la capacidad de sumisión, de sometimiento y adulación. Este
acoso estratégico consentido y practicado casi como algo estructural
en la universidad de hoy y de ayer, se convierte en acoso institucional,
al estar soportado y mantenido desde el silencio y la complacencia de un
alto número de personas que comparten la vida en la universidad. El
acoso institucional tiene lugar cuando los mórbidos han conseguido
corromper a toda la institución educativa de tal manera que pueden
hacer y deshacer a su antojo y en donde el acoso se practica de forma
habitual para librarse de todo aquel que molesta o dificulta los planes de
la estructura organizacional. Las organizaciones que instigan o
consienten el acoso en su seno acaban pagando de manera desastrosa
esa imperfección implantada.

Pero en la vida de las Instituciones se mueven todo tipo de acciones que


tienen como fin el control del poder para garantizar su existencia.
Cuando a los espacios de dirección de las universidades llegan personas
sin más mérito que su relación directa con la estructura de poder,
aparece la práctica del acoso universitario de dirección. Desde la
cúpula del poder se seleccionan cuidadosamente personajes de exiguas
capacidades intelectuales que solo actúan cuidando sus privilegios y
cumpliendo, órdenes superiores. Son los primeros en estar cumpliendo
todo lo que le ordenan, así sea arbitrario y si es necesario se torna en
informante a los altos mandos de aquellos que se atreven a hacer
cualquier crítica. Estos mediocres con su papel de francotiradores
contra la academia, consiguen que la universidad se mantenga en
niveles de insuficiencia.

Su interés es el lucro personal al ser carentes de un proyecto intelectual.


En esencia son la sombra que impide cualquier asomo de luz y de
pensamiento en la universidad. Los vicios y perversidades de la sociedad
hacen presencia en todos los lugares donde se vislumbran espacios de
poder; la universidad por su misma tarea no escapa a ello, ni tampoco a
la presencia de personajes siniestros cuyo único interés es mantener su
102
EFRAÍN ALZATE SALAZAR

panza y sostener privilegios. Estas perniciosas perversiones crean el


acoso institucional perverso, que está motivado por el sentimiento de
envidia.

"El acoso universitario de dirección acostumbra


afectar a un solo departamento o cátedra y coexiste con otros
departamentos menos contaminados y más dedicados a la
excelencia docente y de investigación. Este tipo de acoso, a
menudo puede provocar luchas inter-departamentales con
graves acusaciones a la excelencia entre docentes; cuando se llega
a estos niveles, los alumnos también acaban siendo incluídos en
estas guerras de departamentos". 3

La única salida para evitar esta “virulencia”, es llevar a la práctica la


transparencia en la elección de cargos y para ello se debe practicar el
concurso, el mérito y la dignidad. Cuando se eligen dignatarios en las
universidades bajo la modalidad de cuota, pago de favores o intrigas, la
perversión toma asiento y la Institución se vuelve rehén de la
mediocridad; incluso para maquillar el asunto, se hacen remedos de
convocatorias para suplir los cargos, pero la verdad es que ya todo está
calculado.

Todos los acosos esbozados aquí, tienen presencia en la universidad y en


la empresa moderna perdiéndose su esencia humanística que las abrigó
durante mucho tiempo. Estas perversiones que permearon la
universidad tienen su origen en el mismo avance del neoliberalismo,
además de transformar la educación en una forma de desplazamiento de
la esencia humana, también impuso niveles de competencia económica
a las empresas y los seres humanos pasaron a ser códificadas. Ya incluso
la inhumanidad se instaló de tal manera en todos los escenarios de la vida
que en la misma universidad aparece otro tipo de acoso que sanciona a
quien no se vincula a las perversidades. El acoso sancionador es un
castigo ejercido, tanto sobre docentes como sobre alumnos que de
alguna manera cuestionan el "estatus quo", y una de las manifestaciones
más habituales de esta aberración consiste en la apertura de expedientes
sancionadores.

No cabe duda que el acoso universitario tiene graves consecuencias


en el seno de la comunidad científica. En un primer nivel afecta a las
nuevas generaciones, ya que los jóvenes ambiciosos tienen mayor
facilidad de actuar en este contexto tóxico de las universidades que los
jóvenes con mentes brillantes; y en un segundo nivel porque el
encapsulamiento de la comunidad universitaria genera una separación
abismal con el resto de la sociedad, tanto de sus necesidades como de
3 Ídem.
103
En Contravía Ensayos
sus inquietudes. La democracia presente en las universidades, basada en
consejos y representantes, es la forma de organización ideal para que se
instalen y perpetúen los grupos de acosadores, cuando no se hacen
elecciones conscientes. En cambio, las formas de democracia directa y
pública, a través de las asambleas, es la mejor forma de
desenmascararlos. De ahí la importancia de organizaciones estudiantiles
y sindicatos por fuera de la institucionalidad.

El acoso moral surge luego cuando ha hecho metástasis la crisis de la


Institución con todo tipo de acosos; la emergencia del acoso moral nos
ha de servir como luz roja y como alarma para evidenciar el avance, el
ascenso y la amplitud de poder acumulado de los "grupos de presión"
fuera del control democrático. Las consecuencias del acoso moral en
estos espacios de la vida humana, solo pueden ser interpretadas como la
manifestación del éxito psicopático en alcanzar el poder.

La universidad es una entidad auto-referencial que ha de gozar de la


suficiente autonomía para determinar las normas, reglas y valores que
deberán regir internamente. Por tanto de ella va a depender la aplicación
de acciones tendentes a detener cualquier caso de acoso en su seno. La
importancia de este compromiso tiene grandes consecuencias sobre la
sociedad, ya que el impacto social de toda universidad queda definido
como la suma de profesionales formados dentro de la ciencia y de los
valores.

104
ABOGADOS PARA EL PLEITO
O PARA LA JUSTICIA
"Mientras los conflictos existan los abogados
seguiremos siendo necesarios para la sociedad y, la naturaleza
conflictiva del humano es parte de su ser, sin embargo los juristas
de la vieja escuela positivista son los que podrían salir sobrando,
aquellos que entienden al litigante como un ente que vive del
litigio judicial, aquellos que piensan que los abogados nada tienen
que ver si las resoluciones judiciales verdaderamente resuelven el
conflicto social o lo recrudecen, aquellos que piensan que el
derecho nada tiene que ver con la justicia y la paz, quienes ven al
derecho como solamente norma, sin un valor detrás, sin un
elemento social y cultural. El modelo antiguo de abogado es el que
sale sobrando pues ha fomentado el formalismo jurídico y la
búsqueda de la legalidad, no de la justicia, aquel que ha provocado
la crisis en la impartición de justicia y desgraciadamente es aquel
que se sigue formando las facultades de derecho, todavía
mayormente positivistas.1

Disculpen respetados profesores juristas y estudiantes de Derecho que


se forman como abogados en la ciudad y el país; en esta oportunidad
vamos a problematizar alrededor de un tema que se viene discutiendo en
diversos escenarios académicos, en el campo de la formación intelectual
del abogado. Existen dos líneas de abogados, a saber: los de vieja data
formados exclusivamente en la escuela de Kelsen, positivistas
normativos y codificados, que defienden y sustentan únicamente una
formación para los abogados en leyes y legalidad, y otro sector de
académicos que sustentan la urgencia de formar abogados para la
justicia, en una sociedad que se ha descarriado en la que la vida humana
ha perdido su preciado valor.

Desde el Círculo de Humanidades, después de debatir estos temas con


juristas de avanzada, nos hemos encontrado con la pertinencia de los
programas en Derecho que acreditan interdisciplinariedad y
multidisciplinariedad, lo que le permitiría al abogado que se forma en
una sociedad en crisis el abordaje y resolución del conflicto; creemos en
la necesidad de que los juristas vean más allá de las normas para
contextualizar en la totalidad, volviéndolas en una real herramienta de
construcción social.

Es necesario afianzar la educación del abogado, en el entendimiento de


la norma, su crítica, los valores que persigue y fomenta, los hechos
sociales que sanciona y castiga, porqué se dan éstos; qué los motiva,
cómo podían prevenirse, cómo se dan las relaciones humanas, porqué
1 Zaragoza, J. y. (2009). la interdisciplinariedad y la multidisciplinariedad como nodelos a 105
seguir en la enseñanza del derecho . Letras juridicas Numero 8 , 30 a 44 .
En Contravía Ensayos
surge el conflicto que se refleja en la normativa jurídica y cómo
resolverlo o prevenirlo definitivamente, completamente. Un abogado
que solo sabe de leyes, sin una visión clara de los problemas sociales que
se viven; un egresado de una Facultad de Derecho que no sabe que se
formó en una carrera que pertenece al campo de las ciencias sociales, a la
que corresponden también la antropología, la sociología, la ciencia
política, las ciencias económicas y otras más, está perdido. La razón del
Derecho no es solo la ley; es el ser humano quién está inmerso en ella.

"Fomentemos en los futuros juristas su capacidad


para la paz, si bien es cierto, los estudios del conflicto apenas
están en su juventud, el modelo positivista ya demostró estar más
que rebasado por necesidades modernas, apostemos al cambio,
apostemos a los abogados integrales que tanto traten lo jurídico
como el problema personal y social. Esto es lo que parece el
Derecho para gran parte de la población, ¿de qué sirve crear
abogados que salen a no resolver conflictos o peor aún a
empeorarlos?, ¿de qué sirve un sistema judicial que resuelve
conforme a formalismos legales y no resuelve el conflicto?, ¿de
qué sirven un sistema de normas jurídicas, si en muchos de los
casos se encuentran caducas y no coadyuvan a la resolución de
conflictos conforme a la justicia y equidad que busca la sociedad?,
¿de qué sirven las facultades de derecho si forman a los alumnos
conforme al mismo sistema viciado y que no ha podido resolver
2
los males antes mencionados?" (Zaragoza, 2009)

La suma de los conocimientos no sólo han logrado mejores resultados


en las negociaciones que las realizadas de manera "intuitiva", sino que
(aplicada a la formación de los abogados) ha provocado un mejor
servicio proporcionando verdaderas formas de solucionar los
conflictos, inclusive sin tener que acudir a los tribunales, así el abogado
se convierte en un asesor en situaciones de controversia para las partes
(no sólo en el litigio judicial) y los tribunales se convierten en verdaderos
sistemas de solución de las necesidades sociales, al buscar de distintas
formas, una adecuada solución a las disputas de las partes que no sólo
resuelva sus necesidades sino que mantenga también la salud emocional
de los ciudadanos y evite consecuencias sociales producto de las
desavenencias.

El abogado de nuestro tiempo que egresa con una visión positivista del
derecho, con dificultades en su expresión oral y escrita, sin otra
perspectiva que el código, se pierde en la maraña de una sociedad que
solo sabe de la violencia para dirimir los conflictos. Es más, las
Facultades de Derecho que forman los abogados en Colombia, han de
esta preguntando por el futuro de esta carrera, cuando vemos desfilando
2 Ídem.
106
EFRAÍN ALZATE SALAZAR

a los magistrados, lo que otrora se consideraba lo más granado de la


justicia, por las pasarelas de la delincuencia organizada. Nada más
aberrante que escuchar, ver y leer sobre la corrupción en la justicia a tal
punto que se habla de "El cartel de los togados".

El jurisconsulto ha de ser un conocedor de las leyes, pero además


habilidoso para dirimir conflictos desde la palabra y la negociación; si
solo asume el argumento de la norma, corre peligro de quedarse en el
escenario de un técnico constitucional, muy presente en el mercado del
litigio en la ciudad, en donde existen oficinas en las que un aprendiz de
leyes hace las demandas y las firma un abogado titulado. Podría decirse
que el Derecho ve al conflicto desde el ángulo normativo, la psicología
desde la visión de la mente humana, la sociología desde la perspectiva de
la relación de los grupos sociales, la filosofía desde la necesaria búsqueda
de la verdad, pero ninguna desde su paradigma da una explicación plena,
porque lo que está en juego es el ser humano y este en su complejidad no
lo abarca ni le descubre una sola mirada; es necesario el dialogo
interdisciplinar para avizorar al menos posibilidades, y no certezas
inamovibles e indiscutibles.

Recordemos como Gómez Romero en su artículo "La educación


jurídica como adiestramiento para la utopía" nos hacía un repaso de
algunos pensadores que criticaban la falta de conciencia de los litigantes,
las ideas de Thomas Moro, quien pensaba que un mundo mejor era
donde "quedan excluidos todos los abogados (….) esos picapleitos de
profesión, que llevan con habilidad las causas e interpretan sutilmente
las leyes", o como Robert Burton, quien nos califica como buitres con
toga, "peores que cualquier asaltante del camino" Este comportamiento
irresponsable, en parte se explica por la formación jurídica totalmente
enfocada a la ley escrita, como establece José Ramón Cossío, donde sólo
se considera puramente la normativa del derecho; de los órganos del
Estado y demás sujetos de actuación dentro de los procesos. (Zaragoza, 2009)

Una educación que evita la crítica y la autocrítica del litigante y del


funcionario judicial, es porque está en crisis su modelo jurídico. Un
jurista preparado desde el conservadurismo solo para mantener el
Estatus Quo se separa de la realidad que vive. Los abogados en estas
condiciones se ven como contrincantes en un sistema legal adversarial,
en una guerra jurídica sin importar las consecuencias ya que no les
enseñaron el desgaste inútil que esto implica. Seguir fomentando una
educación jurídica basada en dichos modelos, puede poner en
107
En Contravía Ensayos
entredicho la tarea del abogado. El Derecho debe adecuarse a las
necesidades de nuestro tiempo, y esto es concebir la jurisprudencia para
prevenir conflictos, educar en justicia y trabajar en soluciones, no para
agrandar y extender las querellas buscando lucro personal.

El cáncer de la corrupción en Colombia ha hecho metástasis y ha


impregnado todos los escenarios, incluídos la política el Derecho, las
Altas Cortes, el Congreso de la República, la fiscalía, la procuraduría y
pare de contar. Desde este panorama pesimista que se vislumbra nos
queda una esperanza: Volver la mirada a las Facultades de Derecho en
donde se forman los hombres y mujeres para la justicia. No se trata de
egresar abogados a montones, ávidos de dinero rápido. Se trata de un
Nuevo profesional del derecho que tenga la capacidad de asumirse en
los marcos de una ética profesional.

Y es que si encajonamos al abogado como un representante ante la


justicia de los derechos de un cliente, entonces poco espacio dejamos
para la utilización de la multidisciplinariedad en el litigante. El litigo
judicial aunque es producto de la inteligencia humana en busca de una
solución civilizada a las controversias de la gente, no deja de ser un
conflicto en el cual el ejercicio tradicionalmente adversarial de la
profesión descubre ciertas facetas negativas del ser humano, como el
temor de perder, la agresividad, estar a la defensiva, sentimiento de
culpa y en algunos casos recurrira a la mentira y la falta de sinceridad.

El Derecho se basa en la amenaza de una medida correctiva o coactiva,


como técnica social, en caso de una conducta contraria para poder
lograr una determinada conducta social. El abogado-mediador creando
un clima de confianza, de verdad y certeza intenta evitar precisamente
el desgaste y el estrés que genera el litigio judicial, resolviéndose la
controversia por la inteligencia de las partes y no por un tercero ajeno.
Como podemos ver, se fomentan más valores humanos en el entorno
del diálogo que en el de pleito, aun el judicial. Este es otro factor por el
que se deben impulsar las aptitudes mediadoras en los juristas, porque
participarían así, en la construcción de escenarios de convivencia social.
Es por ello que consideramos que el abogado mediador es un verdadero
jurista con sentido humano porque propugna por estos valores, busca la
justicia utilizando diferentes medios y primordialmente busca que dicha
justicia lleve a la paz. Si queremos la paz debemos formar juristas que
procuren la justicia, si queremos la justicia debemos formar abogados
que procuren la paz. Por ello el modelo académico de las facultades de
Derecho hoy, se sustenta en la interdiscíplinariedad y
multidiscíplinariedad. En este sentido los abogados querellantes van
108
EFRAÍN ALZATE SALAZAR

perdiendo vigencia en una sociedad que hace intentos por avanzar hacia
idearios de paz, y va cobrando vigencia el abogado como mediador,
conciliador y defensor de la justicia.

"Como vemos, no parece descabellado pensar que


la aplicación de la interdisciplinariedad fortalezca los diversos
campos del saber, pero tampoco es desproporcionado apostar
que la participación de científicos de diferentes materias en
investigaciones en común comiencen a generar nuevas ciencias.
El trabajo conjunto entre abogados, políticos, psicólogos,
filósofos etc., por resolver conflictos podría resultar el día de
mañana en una Facultad de Ciencias de Conflicto, en
Licenciaturas en Resolución de Conflictos con acentuaciones en
Derecho, Política, Psicología, Economía".3 (Zaragoza, 2009)

La crisis de la Justicia y el Derecho en Colombia:

Las Facultades de Derecho lugar en donde se forman los prohombres


para la justicia, con pocas excepciones, han guardado un extraño
silencio frente al caso de las altas cortes por el llamado "cartel de las
togas", la corruptela en su interior, y su temerario Pretel Chaljub por
ejemplo, para mencionar uno de los primeros indignos. A lo mejor todas
ellas están trabajando por la Acreditación y es necesario guardar silencio,
para que las visitas de pares del MEN crean que todo está muy bien,
tanto en sus espacios de poder de donde vienen como en las
universidades que visitan.

Podríamos juzgar que la crisis de la justicia en Colombia como la crisis


que viene de las Facultades de Derecho que han optado por formar
abogados sin una férrea conciencia ética, eso se percibió en las
declaraciones del abogado de Pretel Chaljub, el muy conocido
picapleito de los parapolíticos Abelardo de la Espriella quien dijo para
RCN; "la ética no tiene nada que ver con el Derecho". Volvamos al texto
de Eduardo J. Couture para tener un referente serio cuando hablamos de
los litigantes y el Derecho:

"El derecho no es un fin, sino un medio. En la escala


de los valores, no aparece el derecho. Aparece, en cambio, la
justicia, que es un fin en sí y respecto de la cual el derecho es tan
sólo un medio de acceso. La lucha debe ser, pues, la lucha por la
justicia. Los asuntos no se dividen en chicos o grandes, sino en
justos o injustos. Ningún abogado es tan rico como para rechazar
asuntos justos porque sean chicos, ni tan pobre como para
aceptar asuntos injustos porque sean grandes. Por la grave

3 Ídem.
109
En Contravía Ensayos
confusión entre el fin y los medios, muchos abogados, aun de
buena fe, creen aplicable al litigio perdido, la máxima médica que
aconseja prolongar a toda costa la vida del enfermo en espera de
que se produzca el milagro.". Los mandamientos del abogado. Eduardo J
Couture. Discurso pronunciado por el profesor cuando recibió el título de socio
honorario del colegio de abogados de B. Aires. Montevideo. 1949

Los incidentes, las dilatorias, las apelaciones inmotivadas, constituyen


una confusión de valores. Podrán todos esos ardides forenses ser
eficaces en alguna que otra oportunidad; pero son justos muy pocas
veces. Podrán, en ciertos casos, significar una victoria ocasional; pero en
la lucha lo que cuenta es ganar la guerra y no ganar batallas. Y si en
determinado caso, algún abogado ha ganado la guerra con el ardid, que
no pierda de vista que en la vida de un abogado la guerra es su vida
misma y no sus efímeras victorias. La confusión del fin y los medios
podrá pasar inadvertida en algún caso profesional. Pero a lo largo de la
vida entera de un abogado no puede pasar inadvertida.

Colombia es la cuna de los carteles: cartel de la droga, cartel de los falsos


testigos, cartel de los togados, cartel de los pañales, y pare de contar. Da
escalofrío la situación de las Altas Cortes en Colombia y la crisis que de
alguna toca a los abogados que se formaron para la justicia y el derecho.
Las facultades de Derecho tienen un compromiso ético inmenso, pero
muy pocas se han pronunciado ante esta perversa presencia de
conciencias criminales en togados que están encargados de impartir
justicia. Con razón, audaces negociantes investigados por jueces de la
República ocupan sillones del Congreso y nada les pasa. Entre gatos,
nadie pregunta quien se comió el queso.

Pero no todo está perdido, volvamos a la Universidad y repensemos el


proceso que llevamos en la formación de abogados, para que estos sean
de verdad para la justicia y el derecho y no para el pleito y el negocio, y
esto se logra asumiendo de alguna manera responsabilidades cuando
formamos abogados con mentalidad negociante, desde programas
verticales y sin posibilidades de crítica alguna. Es una innegable realidad
que a lo largo y ancho del país, muchos de los hombres y mujeres
encargados de impartir justicia, cayeron en interés mezquino para
acomodar sus fallos recibiendo gruesas sumas de dinero de los
delincuentes, que han robado el erario o que han asesinado a cientos de
inocentes.

El paramilitarismo de la "mal llamada Seguridad Democrática" durante


terribles ocho años, acosó a los jueces que no se dejaron sobornar, y
lentamente se fue apoderando de las notarías, de los juzgados, y de
110
EFRAÍN ALZATE SALAZAR

grandes extensiones de tierra, y de esta manera se daba mediante asalto


calculado la ocupación de todo espacio de poder, para monopolizar las
elecciones de gobernadores, alcaldes y demás. La flauta no les sonó de
manera total, pero lograron avanzar a tal punto que aún tienen el poder y
siguen ahí a la espera de la retoma del mando de la nación. Cuando los
abogados en Colombia no cambien su conciencia por dinero o
negocios, podremos decir que la justicia recuperó su dignidad.

"Día de prueba para el abogado es aquel en que se le


propone un caso injusto, económicamente cuantioso, pero cuya
sola promoción alarmará al demandado y deparará una inmediata
y lucrativa transacción. Ningún abogado es plenamente tal, sino
cuando sabe rechazar, sin aparatosidad y sin alardes, ese caso. Y
más grave aún es la situación que nos depara nuestro mejor
cliente, aquel rico y ambicioso cuya amistad es para nosotros
fuente segura de provechos, cuando nos propone un caso en que
no tiene razón. Los mandamientos del abogado. Eduardo J Couture. Discurso
pronunciado por el profesor cuando recibió el título de socio honorario del colegio
de abogados de B. Aires. Montevideo. 1949

La historia del Derecho en Colombia en las dos últimas décadas, ha


tenido luces y sombras. Sin embargo la tea que iluminó las Altas Cortes
por largos años fue la visión ética y recta del Dr Carlos Gaviria Díaz. Su
legado no desaparece ni aun con estas sombras que tomaron asiento en
las Altas Copras después de su retiro; pero con él muchos otros
abogados han hecho dignidad y majestad de su carrera y su
responsabilidad. Eduardo Umaña Luna, Jesús maría Valle J, Eduardo
Umaña Mendoza, Iván Velásquez, este último, perseguido político por
el gobierno de la Seguridad Democrática, etc.

El abogado necesita, frente a esa situación, su


absoluta independencia moral. Bien puede asegurarse que su
verdadera jerarquía de abogado no la adquiere en la Facultad o el
día del juramento profesional; su calidad auténtica de abogado la
adquiere el día en que le pueda decir a ese cliente, con la dignidad
de su investidura y con la sencillez afectuosa de su amistad, que su
causa es indefendible. Hasta ese día, es sólo un aprendiz; y si ese
día no llega, será como el aprendiz de la balada inmortal, que sabía
desatar las olas, pero no sabía contenerlas". Los mandamientos del
abogado. Eduardo J Couture. Discurso pronunciado por el profesor cuando recibió
el título de socio honorario del colegio de abogados de B. Aires. Montevideo. 1949

111
DOCENTES Y ESTUDIANTES
EN LA UNIVERSIDAD: LEEDORES,
NO LECTORES.
La universidad colombiana hoy, tiene afanes, prisas y rutas trazadas.
Antes que dedicar su mayor interés a los jóvenes que allí llegan a
formarse, mira hacia el contexto universal para adecuarse a estándares
de "alta calidad" que se predican desde los monopolios del poder
internacional. El humanismo que otrora ocupaba algún espacio en los
escenarios de la academia, hoy es mirado como algo pifio. La lectura ha
pasado a ser algo de poco interés, aunque se tengan pomposas oficinas
de producción masiva de libros y refritos que van quedando
elegantemente distribuidos en estanterías.

Los profesores que publican, lo hacen para ganar unos centavos más, y si
uno pregunta a los estudiantes por las publicaciones universitarias, muy
pocos dan cuenta. En esencia se publican libros para mostrar a los
guapos del Ministerio de Educación Nacional porque eso puede dar
puntos para una acreditación de programa o de carrera. Los docentes
debieran creer en lo que escriben, motivando la lectura de sus libros con
los estudiantes, pero esto no se hace porque el único fin que buscan es
mejorar su escalafón y ganar algo más.

"El hombre que no tiene la costumbre de leer está


apresado en un mundo inmediato, con respecto al tiempo y al
espacio. Su vida cae en una rutina fija; está limitado al contacto y a
la conversación con unos pocos amigos y conocidos, y sólo ve lo
que ocurre en su vecindad inmediata. No tiene forma de escapar
de esa prisión. En cuanto al sabor del discurso, todo depende de
la forma de leer. Que uno tenga sabor o no cuando habla,
depende de su método de lectura. Si un lector obtiene el sabor de
los libros, demostrará ese sabor en sus conversaciones, y si tiene
sabor en sus conversaciones no podrá menos que tener sabor en
lo que escribe".1

El conocimiento con el que egresan muchos profesionales es parcelado,


determinista con una sola mirada ante la realidad. La Universidad
debiera formar en saberes, pero además debiera formar para la vida.
Esto es, un profesional debe egresar con conciencia del mundo en el que
vive y a la sociedad con la que va a interactuar. El estudiante juicioso, hoy
es el que responde silenciosamente a las preguntas o exámenes que le
hace un docente; que el muchacho responda es lo que le interesa al
profesor y que responda de memoria, irreflexivamente sin cuestionar
nada para ser considerado el mejor de la clase. Incluso se percibe la
112 1 Lin Yutang.
EFRAÍN ALZATE SALAZAR

apatía por la lectura en las carreras que son de ciencias exactas y de


derecho, porque basta con saber fórmulas y códigos para ser excelente
estudiante o egresado. Tremendo error en el que viven incluso docentes
de vieja data.

Pero el problema no se queda en los pregrados, el asunto va más allá.


Incluso en posgrados y maestrías, continúan los mismos errores que
vienen desde la escuela, pasando por el bachillerato y luego en los
pregrados. Sobrecarga de trabajos y lecturas aisladas que hacen del
programa no un espacio de construcción de conocimiento y búsqueda,
sino el lugar que ha de legitimar la posibilidad para mejorar mi salario o
para afianzar la hoja para tener empleo en la Universidad. Aún en
estudios muy superiores seguimos siendo leedores y no lectores.

"Las universidades carecen de políticas claras de


lectura y escritura en las disciplinas y en su lugar ofrecen cursos
genéricos que, si bien buscan fortalecer las competencias
comunicativas de los estudiantes, no les enseñan a escribir para
sus áreas de formación, que exigen el dominio de textos
específicos". 2

En las aulas de clase de hoy se requieren lectores no leedores; estos


últimos, son autómatas silenciosos y adecuados a las políticas de los
regímenes universitarios. Los acomodados al estatus quo, normalmente
son leedores, no lectores. Los que responden y cuestionan son muy
pronto excluídos del abanico de sobresalientes. Síntoma grave de la
muerte de la universidad, o mejor dicho de su transformación de espacio
para la cultura y el debate, en fábrica que produce profesionales seriados
como si fueran automóviles de una fábrica multinacional. En este
sentido, no queda duda que los estudiantes universitarios son "leedores,
más que lectores, porque hacen solo lecturas prioritarias para la
búsqueda de una información con un propósito específico: responderle
una pregunta a un profesor.

Y mucho de lo que leen lo hacen a través de Internet y con experticia


cortan y pegan, sin análisis alguno para presentar un "buen trabajo", y
muchos docentes no se percatan del plagio, porque también son
leedores y no lectores, y ni siquiera toman en serio el trabajo de sus
estudiantes.

Al igual que una ama de casa al leer las instrucciones para la elaboración
de una receta, que lo hace con un fin utilitario o funcional más que como
algo placentero, los estudiantes también asumen esa actitud cuando
dicen, por ejemplo, que leen hasta las 4 de la mañana, pero su objetivo es
2 Andrea Linares G. Redactora de Vida de Hoy @VidadeHoyET El Tiempo. Agosto 13 de 2012.
113
En Contravía Ensayos
"pasar un examen", lo que viene a ser un estilo de lectura utilitario no
formativo, y cuando esta se asume solo para un fin, somos leedores y no
lectores. Para que las publicaciones universitarias no sean una buena
forma de desforestar la naturaleza, debemos motivar a los docentes y a
los estudiantes para que sean lectores no leedores.

"Yo leo para pasar, porque el profe me manda y leo


lo inmediato que es lo que está en la red. Pero el libro me fastidia,
me cansa…" es lo que suele decir un estudiante actualmente. Es
necesario pasar de ser leedores a lectores, y eso cuenta para
estudiantes y docentes. El mismo profesor debe cambiar su
concepción de libro y de lectura, la mía básicamente es gozar y
disfrutar al otro (autor), pero si el otro me permite que cambie mi
ser y me transforme, esa debe ser mi verdadera lectura". Los
textos que consultan los universitarios han sido generalmente
escritos por especialistas para especialistas, con lo cual su
escritura se dificulta para los jóvenes universitarios., pero que sea
disfrutada… Es incorporarlo a un hecho cultural del que forma
parte porque él va a ser más adelante un transformador de
cultura". 3

114 3 Coromoto Salas, coordinadora académica del IUGC. ULA Táchira.V.


DEL SER AL DEBER SER
EN EL DOCENTE UNIVERSITARIO
"El verdadero discípulo no es el que toma de su
maestro las cosas, sino los modos. Y, a su vez, y esto es lo
característico, deja en el espíritu del maestro modos y cosas suyas
esenciales. Por lo que el gran profesor no solo lo es por su aptitud
de crear discípulos verdaderos sino por otra cosa más importante,
dejarse renovar por ellos"1

Cuando llegan los estudiantes a la Universidad, un tanto hastiados del


conductismo y la medianía que en gran medida vivieron en las escuelas y
colegios, tienen la esperanza de que encontrarán un paradigma
motivante que les estimule su proyecto de vida a partir de la carrera que
eligieron. Pronto se dan cuenta que el modelo paradigmático de la
educación y de los docentes son muy similares en ambos escenarios,
algunos motivadores y acogedores, otros indiferentes y fríos sin un
aliciente que contagie alegría para sentir que se eligió la carrera y la
universidad acertadamente. En otras palabras el joven se da cuenta que
el problema nadie se lo va a solucionar y que por el contrario le
resultarán nuevos líos que debe saber sortear para mantenerse. Los
tiempos postmodernos parecen menos propicios a la construcción de
figuras de docentes ejemplares y tan atractivas. La gestión predomina
sobre la sabiduría y la rapidez sobre el sosiego. No es buen tiempo para
los maestros, se piden especialistas.

"Tenemos por maestro a quien ha remediado


nuestra ignorancia con su saber, a quien ha formado nuestro
gusto o despertado nuestro juicio, a quien nos ha introducido en
nuestra propia vida intelectual, a quien - en suma- debemos todo,
parte o algo de nuestra formación y de nuestra información; a
quien ha sido mayor que nosotros y ha hecho de su superioridad
ejemplaridad; a alguien de quien nos hemos nutrido y sin cuyo
alimento u operación no seríamos quien somos. Alguien, en fin,
cuya obra somos en alguna medida" 2

No es fácil ser profesor universitario en la actualidad, si hablamos desde


un somero intento por ser, además, maestro; es difícil combinar
tradición y post-modernidad en nuestro ejercicio profesional. Estamos,
definitivamente, en otra universidad. Todas las universidades transitan
en este dilema, y algunas ni siquiera ven como algo significativo la
formación de sus docentes. Incluso a veces creen que es suficiente con
que un párvulo egresado de carrera puede pasar de inmediato a ocupar
el cargo de docente, sin tener en cuenta que un profesor enseña tanto
1 Gregorio Marañón en el homenaje a un discípulo suyo. 1930.
2 Dionisio Ridruejo, hablando de Ortega. 1955. 115
En Contravía Ensayos
por lo que sabe, como por lo que es. Buena parte de nuestra capacidad de
influencia y reconocimiento ante los estudiantes se deriva precisamente
de lo que somos como personas; de nuestra forma de presentarnos, de
nuestras modalidades de relación con ellos, y algo más contundente: la
capacidad magistral y discursiva, fruto del dominio del conocimiento
que se está entregando.

"Produce una cierta angustia solidaria el ver a las


nuevas generaciones de becarios y profesorado novel viviendo
un sin vivir con la necesidad perentoria de acumular méritos a
cualquier precio. Eso les lleva a estar inmersos simultáneamente
en infinidad de tareas: volcados en su tesis, asistiendo a cuanto
curso se ofrece, corriendo de congreso en congreso para obtener
un papel con el que engrosar su currículum vitae, marchando al
extranjero por exigencias de las becas, etcétera. Y, a la vez,
debiendo encargarse de las clases que nadie quiere con horarios
imposibles. Todo ello, que ya parece abusivo, sólo en una cara de
la moneda. Por la otra está la vida personal y familiar que muchos
se ven obligados a aplazar porque les resulta imposible
compaginar ambas."3

La enseñanza tiene mucho de arte pero su estudio y mejora tiene que


hacerse a la par de los criterios científicos de regularidad y previsión. No
es lo mismo elucubrar, opinar o impartir doctrina que presentar hechos
contrastados o hacer propuestas apoyadas en investigaciones previas.
Los dictadores de clase, que los hay por montones en las universidades
con cátedras de mucha importancia subestiman la formación
pedagógica y didáctica del docente, actitud que los hace pedantes y
escurridizos a la hora de asumir las críticas que se les hace.

Este aspecto se debe trascender en la universidad para que el ejercicio de


enseñanza aprendizaje sea efectivamente un goce y no un espacio en
donde se padecen discursos vacíos, o sobrecarga de videos con los que
se intenta llenar falencias intelectuales. No es lo mismo llegar cada día al
aula y soltar tu rollo y marcharse, que organizar un proceso complejo de
oportunidades diferenciadas de aprendizaje profundo y supervisar el
itinerario personal que va siguiendo cada uno de los estudiantes en ese
proceso.

"Necesitamos avanzar más, sobre todo en


conocimientos más específicos sobre los procesos de enseñar y
aprender en campos científicos concretos, pero esos avances son

116 3 Zabala, Miguel. Universidad de Santiago de Compostela. Ser profesor universitario hoy.
EFRAÍN ALZATE SALAZAR

poco previsibles si sigue prevaleciendo la idea de que enseñar es


un arte y, por tanto, nadie tiene nada que decir al respecto pues
cada artista desarrolla su actividad como mejor le parece". 4

La docencia universitaria resulta una tarea distinta a otras y con


complejidad notable. Complejidad que, virtualmente al menos, se ha
incrementado con los nuevos planteamientos. Especialmente cuando se
nos dice que hemos de pasar de una docencia centrada en la enseñanza a
otra que esté centrada en el aprendizaje de nuestros estudiantes. Al dar
clase o impartir conferencias el protagonista es el docenter. Sus
principales virtudes han de estar referidas al dominio que posea del
contenido a explicar. Cuando estamos frente a un docente de esta
categoría decimos: "magistral" y a su competencia comunicativa, es
decir, que la explicación esté bien organizada, que sea clara, amena, con
buenos ejemplos, etcétera.

Si el eje de la docencia pasa a ser el aprendizaje, las cosas cambian por


completo. Quien aprende no es un grupo sino cada sujeto y cada uno de
ellos a su manera. Una docencia basada en el aprendizaje de nuestros
estudiantes nos obliga a estar pendientes de cada uno de ellos, a
supervisar el proceso que va siguiendo, a facilitar su progreso a través de
los dispositivos didácticos cuyo dominio se nos supone como
profesionales de la enseñanza. El objetivo de la docencia es conseguir
buenos aprendizajes. La misión de un profesor universitario está en
lograr que todos los alumnos lleguen a conseguir, con su ayuda, los
aprendizajes óptimos que los buenos estudiantes son capaces de
conseguir por sí mismos. Esa visión de la docencia pasa por asumir que
cuando hablamos de proceso de enseñanza aprendizaje estamos, en
realidad, hablando de un mismo proceso. No se trata de dos
componentes que funcionen independientemente sino de dos
momentos de un mismo proceso que interactúan entre sí, siendo que el
primero condiciona el segundo.

"El profesor pedagógicamente competente


comunica los objetivos de su curso a sus estudiantes, es
conocedor de la existencia de métodos y estrategias alternativas y
selecciona aquel método de instrucción que, de acuerdo con las
evidencias de la investigación, resulta más efectivo para ayudar a
sus estudiantes a alcanzar los objetivos del curso." 5

La mejor prueba de que algo que uno creía saber no lo sabe en realidad,
es que fracasa al enseñarlo; resulta deplorable tener que reconocer la
incapacidad de hacer que los estudiantes aprendieran lo que uno intentó
4 Ídem.
5 Ídem.
117
En Contravía Ensayos
enseñar. Pero normalmente el profesor, aquel que llegó a la docencia por
carambola, no está dispuesto a aceptar esa derrota. Incluso muchos
catedráticos ni siquiera advierten el poco dominio de su área y el poco
avance de sus estudiantes con sus discursos. El mayor logro de estos
docentes estaría en reconocer que se requiere un poco de formación en
docencia; aunque ésto no hace milagros, sí podría llevar a mejores
logros.

118
LOS DECANOS EN LAS UNIVERSIDADES
"Un decano es una persona nombrada para presidir
una FACULTAD dentro de una UNIVERSIDAD. Además sirve
como coordinador de los profesores que imparten las asignaturas
de su área. También se le llama "Decano" a la persona de mayor
antigüedad en alguna Institución Educativa, es alguien a quien se
le reconocen ciertos atributos que lo hacen ser una persona muy
respetable entre sus compañeros de trabajo, gracias a la
experiencia y vivencias acumuladas a lo largo de su trayectoria
académica. Persona que es conocedora del tema educativo
además de tener experiencia en este ámbito". 1

En La Universidad de nuestro tiempo los cargos se dan a partir de la


lucha de poderes y en estas lides, no es determinante la contextura
intelectual pero sí la conveniencia personal y la relación con la estructura
de poder. Esta afirmación es más notoria en las universidades que
intentan prácticas democráticas a partir del co-gobierno en el que
impera el poder de las mayorías. Es notoria la ausencia de pensamiento
crítico en la universidad de nuestro tiempo, diríamos que estamos en la
época de "intelectuales en retirada", y esto sucede, según Carlos
Tünnermann, estudioso de la Educación Superior porque la
Universidad está definida y estructurada por normas y padrones
enteramente ajenos al conocimiento y a la formación intelectual. En las
prácticas democráticas de nuestro tiempo actúa más la emoción que la
razón, por ello no es extraño que un decano o un docente brillante sean
estorbosos a las medianías del pensamiento de quienes votan o no su
elección.

"La universidad contemporánea se convirtió en una


organización administrada, por lo que está cerrada sobre sí misma
como estructura de gestión y arbitraje de contratos. Regida por
contratos de gestión, evaluada según índices de productividad,
calculada para ser flexible, la universidad está estructurada por
estrategias y programas de eficacia organizacional y, por lo tanto,
por la particularidad e inestabilidad de los medios y de los
objetivos. Definida y estructurada por normas y padrones
enteramente ajenos al conocimiento y a la formación intelectual,
se encuentra pulverizada en micro-organizaciones que ocupan a
sus docentes y doblegan a sus estudiantes a exigencias que son
exteriores al trabajo intelectual."2

Desde esta lógica, en muchas universidades del país los decanos en las
diferentes carreras universitarias, permanecen por mucho tiempo, sin
necesidad de acreditar la mejor formación académica e intelectual, pero
1 Diccionario de la Real academia española.” Edición 22, 2001.
2 (Tunermann, 2003).
119
En Contravía Ensayos
que sí han aprendido a manejar habilidosamente los procesos que se
tienen para cada elección. Estar unidos con nudo ciego en las cuerdas
del poder es una condición de peso que garantiza la permanencia en el
cargo. Es decir, usted o aquel pueden llegar muy lejos y estar por largos
años en un cargo dependiendo de lo juicioso y silencioso que sea.

Aquellas universidades planas, silenciosas y sin controversia se


convierten en espacios que pervierten el concepto de democracia y por
ello su decadencia es inevitable. Es necesario que fluya el debate
intelectual, que se organicen los docentes para debatir sobre los
procesos académicos sociales y políticos que les afecta en su quehacer
cotidiano. Que sea importante hacer las cosas con plena convicción, no
para servir a individuos o a burocracias, sino a la sociedad que es el lugar
en donde se proyecta la función social de la Universidad. Es necesario
que en las universidades se recupere la capacidad de debate y de crítica,
para que sean efectivamente espacios para el desarrollo del pensamiento
y la libertad. Pero siempre que se use la palabra libertad hay que pensar
para quién, porque: "La libertad para el pobre quiere decir que no me
opriman. Pero la libertad para el rico es que me dejen las manos libres,
que yo haré lo que me dé la gana y entonces explotaré a quien haga
falta.".(Sampedro, 2011)

A los decanos las funciones se las asigna en cada universidad el


reglamento académico, que en la mayoría de los casos es congruente con
la estructura institucional y con la normatividad que para tal efecto ha
planteado el Estado. Sin embargo, las universidades, alegando la
autonomía, crean cargos y tienen su propio reglamento interno con el
que sustentan su poder institucional. Un buen decano, es aquel que llega
por méritos, no por roscas; aquel que se apunta a los concursos que
convocan muy pocas universidades en el país; porque la mayoría
preparan sus propias tramas para que a esos cargos lleguen los del grupo
del estatus quo."El hombre bueno debe ser amante de sí mismo (porque
se ayudará a sí mismo haciendo lo que es noble y será útil a los demás. El
intelecto escoge, en cada caso, lo que es mejor para uno mismo, y el
hombre bueno obedece a su intelecto".(Aristoteles, 2004)

Los buenos decanos se relacionan académicamente con sus estudiantes


y son vigilantes para que los docentes cumplan con las tareas
programadas. Un buen decano en una facultad no evade
responsabilidades y da solución a problemas con inteligencia, de tal
manera que se dé la concertación antes que la sanción. Es riguroso
académicamente pero respetuoso de la normatividad, es ecuánime y no
otorga prebendas a nadie, teniendo claro su sentido de justicia.

120
EFRAÍN ALZATE SALAZAR

El decano burócrata, es un sujeto que actúa en la sombra y en la


oscuridad, dando ataques por sorpresa, y conspirando arreglos
inesperados. Dedica sus días y sus noches a planificar cómo hacer caer o
hacer subir a alguien dentro de su facultad, y siempre va en función de
sus intereses de poder. No le interesa la universidad, sino su propio
ascenso dentro de la misma, pero no por méritos académicos, para los
cuales suele ser totalmente incapaz, sino por mecanismos burocráticos
perversos. El Decano burócrata es prácticamente un analfabeta en
investigación. Los decanos burócratas, son acérrimos defensores de sus
jefes inmediatos, porque saben calcular las jugadas que se mueven en el
entramado institucional. El patrimonio intelectual de un Decano
burócrata no corresponde a una sólida formación académica, sino en la
capacidad de intriga. Por ello debemos formar decanos inquietos por el
saber, que además de saber acatar y obedecer tengan propuestas para la
facultad y la Universidad en la que se desempeñan.

En todas las universidades hay dos tipos de personajes claramente


definidos: los burócratas y los académicos. Ya sabemos que en toda
organización, definida por unos procesos que conducen a unos
productos terminales, la burocracia equivale a los sistemas de
ordenamiento y control del modo en que los contenidos de trabajo
fluyen desde su punto de partida hasta su punto de llegada a través de las
arterias o trayectorias de proceso. La Academia, en cambio, equivale al
contenido sustantivo de lo que fluye por esas arterias y trayectorias. La
Academia se dedica, por ejemplo, a investigar sobre un problema,
mientras que la burocracia se dedica a controlar la permisología
requerida, los tiempos de ejecución, los trámites para actuar.(Padrón, 2004)
También existe el decano funcional que no es otro que se hace notar lo
menos posible con sus ideas, porque esto puede costarle su puesto. En
las universidades con co-gobierno o sin co-gobierno, el decano
funcional cumple órdenes rectorales, y apoya las decisiones que se
tomen en los Consejos de Decanos, aunque muchas veces sean
arbitrarias, porque aquí es más importante ser fiel: "seguidor irracional"
que ser leal: "contradictor respetuoso". En esencia la mayoría de
decanos en nuestras universidades son funcionales, porque cuidan su
puesto. Esa lógica de hacer poco para tener menos problemas, funciona
en nuestras universidades en las que el poder se emplea para vencer y no
para convencer.

Es necesario construir la Universidad con un auténtico proyecto


académico e intelectual, y esto se logra con hombres y mujeres con una
adecuada solvencia intelectual; humanistas respetuosos del ideario
político, pero no deterministas en él. Debemos edificar una universidad
121
En Contravía Ensayos
que esté más allá de los edificios, porque quienes la habitan son su
esencia. Vale la pena repensar esa universidad que respetando la
academia atrae hacia ella hombres y mujeres con lectura de texto y
contexto, y que saben hacer de ella un templo de sabiduría. El Decano, el
Rector y los demás funcionarios de la universidad que imaginamos, no
hacen política desde la dignidad que se les otorga, y se dedican a
administrar imparcialmente con principios éticos y morales la
Institución.

La Universidad actual se encuentra en el filo de la navaja. Su posición es


más notoria y brillante que nunca, porque estamos cruzando el dintel de
la sociedad del conocimiento, en la cual las demandas de generación y
transmisión del conocimiento son cada vez más perentorias. Y no ha
surgido ninguna otra corporación que sea capaz de realizar estas tareas
mejor que la Universidad. Mas, de otra parte, las propias instituciones
académicas están sufriendo un proceso de vaciamiento interno, ya que
en ellas decaen los ideales que las vienen alentando desde hace ocho
siglos. (Llano, 2007)

Ante las ideas expuestas se puede concluir que por la forma como
marchan todas las Universidades hoy, están en problemas y es necesario
atrevernos al cambio. Hacer las cosas de "otra manera" es el reto y si la
Universidad es un templo del conocimiento debemos saber que éste
también vive cambios. La era en la que vivimos es de probabilidades y
posibilidades; venimos de un pasado de certidumbres conflictivas a un
presente en el que nos debemos cuestionar. De esquemas globales y
leyes generales inalterables se vislumbra el paso hacia lo temporal y lo
complejo. Ya lo advirtió Edgar Morin: "laestructura del conocimiento
contemporáneo, solo puede ser asumida por el pensamiento complejo;
La supremacía de un conocimiento fragmentado según lasdisciplinas,
impide a menudo operar el vínculo entre las partes y las totalidades y
debe darpaso a un modo de conocimiento capaz de aprehender los
objetos en sus contextos, sus complejidades,su conjunto.(Morín, Los siete
saberes necesarios para la educación del futuro, 2000)

Separar el nombramiento de los decanos de las tramas y particularidades


que surgen por las formas de selección burocrática que tienen en
Colombia las Universidades públicas y privadas, permitiría la elección
de decanos de tiempo completo, comprometidos con la excelencia
académica, con los estudiantes y los docentes de su facultad, atentos a
la calidad y compromiso de sus docentes, con planes de trabajo
concretos y congruentes con los retos que plantea el mundo a nivel de la

122
EFRAÍN ALZATE SALAZAR

educación. Que sea la calidad de su trabajo la que sustente su


permanencia como Decano y no los vaivenes e intereses de quienes
hacen de la burocracia un modus vivendi.

Bibliografía

Aristóteles. (2004). Ética a Nicómaco. México: Alianza.


Cruz, O. P. (2003). El ser universitario y el fenómeno de la burocracia.,
(pág. 2 a 4). México.
Llano, A. (2007). Repepensar la Universidad.Pamplona, España.:
Ediciones internacionales universitarias.
Morín, E. (2000). Los siete saberes necesarios para la educación
del futuro. Caracas, Venezuela: FACES.
Padrón, G. J. (2004). El dominio de laburocracia. Informe
de investigaciónes educativas , 69 a 80.
Sampedro, J. L. (20 de 03 de 2011). www.público. es/. Recuperado
el enero de 15
Tunermann, B. C. (2003). Desafíos de la Universidad en la sociedad
del conocimeinto. Paris: UNESCO.

123
LA UNIVERSIDAD:
DE LA CONTROVERSIA INTELECTUAL
AL FORMULISMO ACADÉMICO
En conversación de cafetería escuché atentamente a un docente de
luenga y canosa cabellera increpando mis escritos; palabras más
palabras menos esto dijo: "de nada sirve lo que escribes en una
universidad en la que estudiantes y profesores solo se mueven alrededor
de afanes por un título (…) todo está perdido agregó". Yo solo atiné a
responderle: "escribo para sentirme vivo a pesar de que por tu agotada y
compleja mollera ya no circulen ni existan asomos de esperanza alguna."
Ante los comentarios anteriores no queda duda que la universidad de
nuestro tiempo, está inmersa en un proceso que aniquila al intelectual y
lo convierte en un nuevo tipo de ser académico cuyo fin último es hacer
“papers” sin pausa y sin reflexión. En el lenguaje anglosajón papers son
trabajos de investigación destinados a la publicación en revistas
especializadas, que en la mayoría de los casos poco aportan y poco se
leen. Esta producción en tinta y papel lejos de alguna crítica o aporte
social termina en montoneras de revistas amarillentas acumuladas en
vetustas cajas en los rincones de las bibliotecas.

El docente de ayer, intelectual crítico, se ve hoy apurado leyendo para


publicar y así asegurar su espacio laboral, aunque solo se logre
trivialidades o banalidades sin originalidad ni profundidad. En la
balumba de la cultura de las normas APA, de párrafos esquemáticos con
parafraseos y sutiles plagios solo importa la producción sin creación de
textos sin aporte alguno a la sociedad. En este sentido el trabajo del
intelectual desaparece de la universidad mediante el formateo de su
cerebro y el control a lo que se dice y se escribe con inventadas fórmulas
mágicas y normas técnicas a su producción escritural y a su
pensamiento.

En el mundo universitario son muy pocos los intelectuales valientes que


no aceptan la esquematización de su pensamiento. La valía de un
intelectual se mide por su coraje moral, intelectual y político, y los tres se
encuentran estrechamente entrelazados. La función social, cultural,
política y civilizatoria de un intelectual consiste y se funda en su espíritu
de crítica, su independencia, su autonomía y libertad radical, lo que no se
ha de entender como beligerancia pero sí como capacidad de
controversia, de polémica y de crítica argumentada. El intelectual debe
ser consecuente con lo que dice y lo que hace.

A la universidad de hoy poco le importa si te esfuerzas en enseñar o no


te esfuerzas. El decoro del docente hoy se calcula por la capacidad de
124
EFRAÍN ALZATE SALAZAR

sumisión y silencio que demuestre; los méritos docentes no es que estén


en segundo plano: es que han salido por completo de plano. Esta faceta,
en comparación con la investigación, ha quedado relegada a una esfera
personal, ética, individual: al buen profesor le preocupa enseñar, aunque
en realidad nadie -excepto los propios alumnos, con un poco de suerte-
vayan a premiar ese esfuerzo. Las autoridades políticas y académicas en
las universidades públicas y privadas conceden a esta tarea docente una
importancia absolutamente circunstancial.

Estamos asistiendo a una nueva colonización cultural y ahora


académica, porque de los centros hegemónicos de la cultura
universitaria se imponen nuevas modas de académicos con poses
pseudointelectuales cuya tarea no es otra que negar la realidad de
nuestro continente, opacar los procesos de lucha desde un lenguaje
artificial e impostado, elaborado para congraciarse con los poderes del
Estado y de las instituciones. En 1918 el manifiesto de Córdoba advirtió
sobre los peligros que se venían para las universidades del Siglo XX y
XXI. No se equivocaron cuando expresaron:

"Las universidades han llegado a ser así fiel reflejo


de estas sociedades decadentes que se empeñan en ofrecer el
triste espectáculo de una inmovilidad senil. Por eso es que la
ciencia frente a estas casas mudas y cerradas, pasa silenciosa o
entra mutilada y grotesca al servicio burocrático (…) Por eso
queremos arrancar de raíz en el organismo universitario el arcaico
y bárbaro concepto de autoridad que en estas casas de estudio es
un baluarte de absurda tiranía y sólo sirve para proteger
criminalmente la falsa dignidad y la falsa competencia". 1

La universidad se integró a la lógica capitalista del mercado


multinacional mediante la producción de ideologías legitimadoras que
permearon las Ciencias Sociales para que guardaran silencio cuando se
muestra la realidad actual como lo único valedero; de igual manera se
ejerce un control riguroso en las carreras por parte del Estado, de las
empresas que financian la educación y de ciertas élites que en la
universidad imponen el poder político; además, se impone y se exige un
desteñido cientificismo con absoluta neutralidad ante la realidad social,
desde la supuesta implementación de armonías curriculares para
aquietar debates y complejidades que por naturaleza se viven en la
universidad. Nada más absurdo que una borrega academia uniformada
y silenciada.

1 Manifiesto de Córdoba, Argentina, Junio 21 de 1918.


125
En Contravía Ensayos
El sentido dialéctico de la academia nos permite imaginar la universidad
en hervideros de debates y confrontaciones intelectuales, por ello la
propuesta para que la universidad salga del marasmo y la agonía es un
currículo universitario dialéctico y complejo, antes que armonioso y
ceremonioso. La heterogeneidad en las formas de ver el mundo, de
expresarnos y de pensar diferente en el universo de la academia es lo que
nos permite llegar al saber.

Quizá la única armonía antes del caos puede ser la del cosmos. Jamás en
espacios en donde el ser humano está presente habrá armonía. Quizá
exista la armonía en las notas musicales que le dan forma a una canción
ubicada perfectamente en el pentagrama, o en las iglesias la armonía
ceremonial con rezos y bendiciones que desean a todos la felicidad en la
vida eterna. En esencia, la armonía en un currículo universitario es
posible en las universidades en las que sacerdotes, obispos y sacristanes
llevan la iniciativa. En la universidad laica, forjada desde el libre
pensamiento son la dialéctica, la complejidad y la heterogeneidad las
que la hacen visible y presente en la sociedad.

En la universidad de nuestro tiempo son los académicos cuadriculados


los que han tomado la iniciativa desplazando las propuestas
intelectuales, y lo más grave es el notorio arrodillamiento de las
Instituciones de Educación superior a los cánones internacionales que
exigen riguroso control al pensamiento. En este sentido el intelectual
poco interesa, es más, ya resulta estorboso para los planes del
neoliberalismo y la globalización, cuyo aterrador propósito es
uniformar a los seres humanos con códigos para controlarles sus ideas.
El arrodillamiento de la universidad a las multinacionales del
pensamiento ha llevado a que la gran mayoría de profesores
universitarios se hayan convertido en sumisos académicos expertos en
llenar formatos, y en escribir por contrato para las revistas "indexadas"
con lo que supuestamente mejoran sus precarios ingresos económicos.

Desde la perspectiva del intelectual Renán Vega Cantor, esta era


capitalista se presenta a sí misma como el fin de la historia, el mejor de
los mundos, una realidad insustituible sin pasado ni futuro y la
realización plena del presente perpetuo, que siempre gravita sobre lo
mismo: sobre la producción mercantil y el consumo exacerbado. La
dignidad en el pensamiento y la crítica han sido borradas del espectro
universal y se impone desde los Estados poderosos las líneas de
pensamiento que deben asumir las universidades, lo que deben aprender
sus estudiantes y lo que deben hacer sus docentes.

126
EFRAÍN ALZATE SALAZAR

"El pensamiento digno no se vende por unas


cuantas migajas, no se desmorona ante las lisonjas y halagos
interesados de los mercachifles del saber y de la investigación, no
se subordina a los dictados de la figuración mediática propia de la
sociedad del espectáculo, no escribe ni diserta sobre aquello que
proporcione dinero y fama, no negocia con el saber cómo si este
fuera una mercancía, no se cotiza en la bolsa de valores del
arribismo intelectual."Tomado de: Rebelión. Vega cantor Renán. Elogio del
pensamiento crítico. Texto leído en el evento En defensa del pensamiento crítico,
realizado el miércoles 9 de mayo de 2012 en la sede de la Universidad Pedagógica
Nacional. Rebelión

El Intelectual es el trabajador del pensamiento. Es aquel hombre que


enaltece la vida cuando empuña la pluma para combatir las iniquidades,
como los otros hombres empuñan el arado para fecundar la tierra, o la
espada para liberar a los pueblos. El intelectual está condenado a no
guardar silencio ante las infamias. El intelectual desde sus posturas
pensantes dignas, aun solitario, con sus escritos se convierte en el
trabajador del pensamiento y en la opción seria y solidaria que devela las
tramas de lo oculto y encubierto. No escribe al contrato ni por
congratularse con el poder y sus textos no aparecen en las revistas
indexadas porque allí no cuenta la posición que desnuda las mentiras de
las instituciones ni las componendas de las ideologías dominantes.

El académico apoltronado en la universidad de hoy renuncia a la libertad


de pensamiento y se fila institucionalmente para que sus escritos puedan
aparecer en las revistas indexadas que circulan por los Ministerios de
Cultura. El académico por excelencia hace todo lo posible por ocultar
cualquier asomo de postura intelectual con la que podría perder su
posibilidad laboral. Sabe que su empleo se supedita a la capacidad de
abyección que demuestre. Los académicos de universidad tienen en su
escritorio la dignidad; son puntuales en las reuniones y pontifican sobre
las normas de calidad y los formatos que se deben llenar a diario por
todo lo que se hace. El académico que recorre los pasillos universitarios
sabe muy bien que el salario que recibe es proporcional a la sumisión que
demuestre. Jamás se queja por arbitrariedades de los jefes, al contrario es
vocero del estatus quo.

"Al mantenerse en general la rígida separación en


disciplinas, en vez de la indispensable transversalidad, se culmina
el proceso de deshumanización de la Universidad cuando se
fragmenta y se atomiza perdiendo de paso su espíritu crítico. Los
cuerpos docentes y de investigación practican la guerra de todos
contra todos, las autoridades se odian entre sí, los profesores se
relacionan mediante la envidia y los investigadores pelean por
127
En Contravía Ensayos
financiamientos escasos. La idea que prevalece en la Universidad
es evitar las ideas; la Universidad vive un ambiente mezquino,
pobre de ideas y rico en conspiraciones".Tomado de: Rebelión. Vega
cantor Renán. Elogio del pensamiento crítico. Texto leído en el evento En defensa
del pensamiento crítico, realizado el miércoles 9 de mayo de 2012 en la sede de la
Universidad Pedagógica Nacional. Rebelión

La universidad debe recuperar su vocación cívica, ética, política.


Afirmar su independencia, su espíritu crítico, su compromiso no solo
con la docencia y la ciencia, también los derechos de los ciudadanos. La
ciencia social debe ser un arma, no la única, de combate por la verdad y
por el progreso social, por la justicia. Quizás es un deseo que mira más al
pasado que al futuro, el eterno retorno. La universidad de las ideas, de la
crítica, el debate y la esperanza, es posible.

128
CONSTRUIR DESDE LA CONFIANZA
"La confianza es un requerimiento operacional
clave para que la sociedad no se vea abocada al caos o al miedo,
retardando e incluso paralizando la capacidad de decisión a todo
nivel nos indica que la confianza tiene el efecto de reducir tanto la
incertidumbre como la complejidad. Al actuar con confianza
reducimos el margen de todas las cosas que podrían pasar y
hacemos más manejable el futuro. De la misma manera, el
mundo se nos hace menos complejo, menos difícil, más simple.
Todo ello permite establecer una relación básica entre la
confianza y la acción humana." 1

Es importante en la vida laboral y social, intentar actuar desde la


perspectiva de la confianza, ya que si somos reacios a la comprensión de
las complejidades del mundo y de las relaciones entre humanos,
podemos caer en la ingenuidad o en la desconfianza permanente. Con
ambas perdemos. La ingenuidad nos expone a amenazas que podríamos
haber evitado, y la desconfianza como práctica de vida nos convierte en
seres sombríos, tristes, distantes del mundo y de la sociedad. Es cierto
que la sociedad de nuestro tiempo no es la misma que vivieron nuestros
abuelos; los avances de la ciencia y la tecnología, nos han hecho menos
humanos, menos sinceros, más desconfiados. En los tiempos de la prisa,
no es bien visto el pensamiento ni los que piensan, porque ellos no
actúan como autómatas.

En palabras de Nietzsche, el hombre que es dueño de sí mismo y que


está libre de ataduras frente a los demás siempre será un peligro para la
cultura del rebaño; paradójicamente en nuestra cultura es aceptado
aquel que se matricula en la manada y que obedece a órdenes sin reparo
alguno. Y ante los que cuestionan acciones de poder y formas de
injusticia nos tornamos reaccionarios, a pesar de que existan razones.
Somos sicóticos de la desconfianza permanente y esta forma de vida
nos cierra posibilidades y restringe nuestras relaciones. La manera como
apostemos, el que confiemos o no confiemos, nos permitirá establecer
distintos tipos de relaciones con las personas, con el mundo, con el
futuro, con nosotros mismos; por lo general, elegido el paradigma de la
desconfianza, preferimos caminar siempre huyéndole a sombras y a
murmullos que caminar libres de la atadura de la tristeza que genera la
desconfianza a ultranza.

"Las personas, al igual que los sistemas sociales,


están más dispuestas a la confianza si poseen seguridad interior, si
tienen algún tipo de confianza en ellas mismas. Y esta confianza
en sí mismo sólo puede aprenderse cuando uno es objeto de la
1 Niklas Luhmann (1979).
129
En Contravía Ensayos
confianza de otros.(…) Situaciones nuevas y gente nueva están
continuamente planteando nuevos problemas de confianza a lo
largo de la vida."2

La confianza es una actitud que concierne el futuro, en la medida en que


este futuro depende de la acción de otro. La confianza aporta sentido de
comprensión a análisis eficientes del éxito o del fracaso del mundo
organizacional de las Instituciones. Es también un sentimiento, un
comportamiento, una reacción o una función facilitadora de las
relaciones. La confianza ha de llevar a una suspensión temporal de la
situación básica de incertidumbre sobre las acciones de las personas, es
decir, se dejan de lado las dudas y se cree firmemente. La confianza va
más allá de la información que recibe del pasado y se arriesga definiendo
el futuro. Al confiar, uno se compromete con la acción como si
existieran sólo ciertas posibilidades en el futuro. Un futuro
determinado, un futuro común.

"Una completa ausencia de confianza "impediría


incluso que alguien se pudiera levantar por la mañana. Sería
víctima de un sentido vago de miedo y de temores paralizantes.
Incluso sería incapaz de formular una desconfianza definitiva y
hacer de ello un fundamento de medidas preventivas, ya que
supondría confianza en otras direcciones. Todo sería posible y tal
confrontación abrupta con la complejidad del mundo al grado
máximo es más de lo que soporta el ser humano". 3

La pérdida de confianza se debe a un agotamiento emocional, causado


por la mala intención de la persona, que fomenta la incapacidad de
cumplir con lo prometido de forma continuada en el tiempo. La
confianza en el sistema, en la empresa, en la persona, se basa en el hecho
de que otros también confían y que esta posesión común de la confianza
se hace consciente. La confianza nace de las relaciones que
establecemos con los otros, pero también con nosotros mismos y ésta, a
su vez, es necesaria para el éxito de estas relaciones. La confianza se
relaciona con la credibilidad y ésta consiste en la comunicación de dos
vías, capacidad e integración. La comunicación de dos vías ascendente y
descendente, se centra en la capacidad del líder como comunicador, lo
que conlleva mayor aceptación de sus acciones y decisiones. La
capacidad se expresa en la manera en que el superior coordina las
actividades del personal y las dirige hacia el cumplimiento de los
objetivos.

130 2 Noureddine Affaya. La confianza y el cambio del paradigma migratorio. Revista CIDOB d'Afers
Internacionals, núm. 61-62, p. 101-116.
3 Luhmann, Niklas y De Georgi Raffaele (1993), Teoría de la Sociedad, México.
EFRAÍN ALZATE SALAZAR

La confianza se construye con integridad, respeto, colaboración,


valoración, equidad y justicia, entre otros. La integridad se refiere a la
honestidad del líder, pero también al hecho de que cumple los
compromisos que adquiere; la confianza también es respeto en ambas
direcciones. Respeto, que tiene a su vez los componentes de apoyo,
colaboración y valoración del empleado. El apoyo se refiere a que la
dirección proporciona recursos y entrenamientos para el desarrollo
profesional, así como para la innovación, además de premiar y
reconocer el esfuerzo personal extraordinario.

La colaboración implica la inclusión de los empleados en la toma de


decisiones relevantes para ellos. La valoración se expresa en la
preocupación de la dirección por el ambiente y las condiciones de
trabajo, y el equilibrio que los empleados le están dando a su vida laboral
y personal. La equidad se demuestra por condiciones imparciales de
pago y reconocimientos de logros. La justicia se refiere a la eliminación
de las prácticas de discriminación por razones de género, de raza, edad,
entre otros factores, así como la garantía de que las decisiones que
aparentan ser arbitrarias pueden ser cuestionadas. La autoridad se
legitima en la medida en que resiste la crítica.

"La confianza suele considerarse como un bien


público, nadie suele quejarse porque haya demasiada y de su
presencia se puede aprovechar incluso el desconfiado. Es
necesaria para que funcionen bien las organizaciones y tiene
importancia en el funcionamiento de las empresas y las
instituciones. Aparece claramente en la relación de los
ciudadanos con el gobierno, pues esto en último término significa
confiar en los demás". 4

La comunicación es actualmente una necesidad estratégica para lograr


así que la compleja realidad que vivimos por las múltiples formas de ver
el mundo, no sea la causa de incomprensión, de conflictos o de
incomunicabilidad. Una verdadera política de comunicación necesita
tiempo. Es importante la comunicación entre todos con todos, desde el
más sencillo trabajador de mano de obra de la empresa, de la institución
o de la universidad, hasta el más renombrado académico o gerente, para
conocer la opinión de cada uno sobre los proyectos que cada uno va
construyendo. En las universidades es frecuente, hacer de cada de
unidad una especie de isla con alambradas eléctricas en donde solo
ingresan los que son autorizados después de un análisis minucioso a su
hoja de vida; tremendo error en el que se cae ya que los proyectos
académicos son de la Institución y no de individuos.

4 BARON, J. (1998): "Trust: beliefs and morality".


131
En Contravía Ensayos
Tener confianza en nosotros mismos, y tener confianza en el otro para
poder compartir nuestras dificultades sin miedos, he ahí el reto. El
espíritu de la sospecha debe, en algún punto, ceder ante el espíritu de la
confianza; confianza en lo que es importante, confianza en nuestras
capacidades, confianza misma en el acto de crear. El problema es cómo
impedir que la sospecha se convierta en cinismo y que la confianza se
convierta en superficialidad. La confianza sin sospecha es la receta para
una relación fluida. La sospecha sin confianza es la receta para una
relación mezquina y vacía.

La confianza se vuelve ahora algo que ha de descubrirse o reconocerse,


o algo a lo cual entregarse. Esto nunca es sencillo y adopta formas
diferentes para cada uno de nosotros. Pero ¿qué es la confianza?
Ciertamente parece difícil definirla. Generalmente este término es
confundido con palabras similares tales como honestidad,
confiabilidad, cooperación, confianza, seguridad, etc. Inclusive, cuando
se habla de confianza a veces se hace referencia a un estado de ánimo,
otras veces a una creencia y muchas otras directamente a un
comportamiento observado. En términos muy generales, la confianza
parece ser una entidad intangible que juega un rol primordial en las
relaciones entre personas, y entre individuos e instituciones.

"Escribir sobre el buen gusto es algo en sí mismo de


muy mal gusto. Análogamente se podría señalar que escribir sobre
la confianza parece inicialmente algo bastante sospechoso o poco
confiable. Y es que con dicho tópico ocurre algo curioso. Por un
lado, la confianza parece ser un componente clave para la
existencia, funcionamiento y reproducción de las relaciones,
instituciones y sociedades. Por otro lado, generalmente la
academia parece bastante renuente a trabajar profesional y
sistemáticamente dicho tópico, y tiende más bien a darlo por
descontado, a tratarlo como una variable o entidad exógena." 5

En las Instituciones en donde se forman hombres y mujeres como


profesionales de diversas disciplinas, es de gran importancia trabajar
desde la confianza para crear niveles de salud mental y capacidad de
encuentro con el otro. Recuperar la palabra, volver al diálogo y a la
alegría; sentir plenitud al estar en los espacios académicos y laborales,
será el resultado de un ejercicio de confianza en sí mismo y en los demás.
Las Instituciones en las que se vive la incertidumbre y la desconfianza,
patinan en el tramado de su propia destrucción. Pero aquellas en las que
desde un clima de respeto se respira confianza y alegría van
construyendo caminos hacia el progreso y la excelencia.

132 5 Comentario de Mary Douglas citado en Berger, Bennett M. (1986).


EFRAÍN ALZATE SALAZAR

El temor a la crítica nos hace frágiles. La perfección solo es posible en lo


etéreo, en los ángeles o en los dioses. Las instituciones y quienes las
habitan corresponden sencillamente a lo tangible y material.
Mostrarnos tal como somos nos permite avizorar hacia lo que
aspiramos, hacia lo que queremos ser.

133
ALGUNAS IDEAS PARA EVALUAR
UN DOCENTE UNIVERSITARIO
UNA MIRADA DESDE UNAULA

"Las personas y los pueblos perecen o son esclavos


de la naturaleza o de otros hombres cuando no son dueños
intelectuales de sí mismos, porque solamente, siendo dueños de sí
mismos pueden saber quiénes son, cuál es su historia, cuál es su
universo, cuáles son sus recursos y cuál es su necesidad; e
igualmente, comprender cuáles son sus limitaciones y peligros, y
cuáles son los rumbos que no deben seguir y las empresas que por
necias, fútiles o proporcionadas no deben acometer. De allí que,
para todas las culturas, los sabios y algo como el Calmécac o la
Academia es una necesidad; además las Universidades fueron
fundadas por nuestra cultura para satisfacer su necesidad de
sabios entendidos como aquellos que pueden ver más allá de la
apariencia, porque la generalidad de los seres humanos depende
de la apariencia para reconocer a los tipos humanos de su propia
sociedad". Páramo, G. Sentido cultural de la autonomía universitaria y de la
vigilancia de su calidad, Editado por Consejo Nacional de Acreditación, Colombia,
Julio 2002

Es necesario que se construya un modelo evaluativo objetivo, no


sesgado y que no permita la aplicación de determinismos políticos o
personales cuando se procede a la elección de los docentes. Se debe
pensar en estrategias que eviten las hogueras para los docentes que
aplican el rigor académico en su trabajo y que no acostumbran poner su
dignidad intelectual a los vaivenes estratégicos del poder. Aquellos
muchachos que sin formación política y académica llegan a los Consejos
de Facultad, pueden caer con facilidad en miradas sesgadas hacia los
docentes que exigen y en liviandades con aquellos profes que para evitar
un voto en contra les asignan notas no merecidas. Cuando un docente
formado, con los títulos que le habilitan para aspirar a una cátedra se ve
de momento entrevistado por un párvulo de tercer semestre de carrera,
ve que algo no anda bien en la Institución a la que aspira.

Debe crearse en la Universidad un auténtico cuerpo académico que


evalúe las hojas de vida y haga las entrevistas para no caer en nimiedades
del mundo universitario. Ejemplo fue el año 2014 cuando el C
Académico de la Universidad se vio en la obligación de regular la
elección de docentes de la Facultad de Derecho por la exclusión que se
hacía de algunos de ellos sin el debido proceso y más bien obedeciendo a
134
EFRAÍN ALZATE SALAZAR

intereses personales o de orden político. El Rector tomó las riendas del


asunto y llevó el caso al C Académico que reorientó decisiones tomadas
por el C de Facultad. En otras palabras el cogobierno también puede
equivocarse.

Los métodos de evaluación de la actividad docente y


del profesorado universitario, que se realizan en nuestro entorno,
pueden ser una forma objetiva de valoración. Sin embargo,
debemos pensar en los posibles perjuicios si esa evaluación es
llevada a cabo con métodos inadecuados y por personas sin
formación en el campo de la evaluación. En efecto, si no se
dispone de equipos adecuadamente preparado, podemos
encontrarnos con sujetos que blandiendo las "puntuaciones" y
"etiquetas" de la evaluación (medias, medianas, etc.), como armas
arrojadizas, capaces de descalabrar a buenos docentes y de
premiar a otros sin un horizonte claro en la docencia. En otras
palabras dime qué evalúas y te diré qué encontrarás".J. De Juan
Herrero1; R. M. Pérez Cañaveras. Buenas prácticas en la evaluación de la docencia y
del profesorado universitario. Universidad de Alicante

En frecuentes diálogos con docentes universitarios que les ha


correspondido pasar su tamiz por la molienda evaluativa de los
Consejos de Facultad de nuestra Unniversidad Autónoma
Latinoamericana, han notado que, más del 60% de los consejos tal como
están constituidos no cumplen por lo menos con el rigor de ser pares
académicos a la hora de entrevistar al docente. Esta apreciación la
comparto con los inquietos en el tema, y esto no quiere decir que esté en
contra de los Consejos de Facultad o del cogobierno, pero sí creo que se
hace necesario regularlos o por lo menos legislar sobre su composición.

¿Quién evalúa a quién? Porque insisto un párvulo no tiene elementos


suficientes para cuestionar la formación y la experiencia académica de
un docente y es aquí en donde se puede dar el espacio para que pares
académicos con formación en temas específicos evalúen a docentes en
temas puntuales y específicos. No se puede asumir que por el hecho de
ser un dignatario de un Consejo de Facultad se cuenta con todos los
elementos para evaluar a todos los que van a ingresar a ser docentes, esto
resulta un tanto aventurado y más cuando las subjetividades son tan
frecuentes en la toma de decisiones en escenarios de poder y las
universidades no escapan a ésto.

"Las instituciones universitarias alrededor de su


misión edifican un proyecto institucional en el cual patentizan sus
principios, propósitos y estrategias que abarcan campos tan
significativos como el de la docencia, la investigación y la
proyección social. Las estructuras organizativas, los niveles

135
En Contravía Ensayos
jerárquicos, las rutinas comunicativas, los esquemas de
participación, establecidos como un todo articulado constituyen
el ambiente institucional desde el cual se posibilita el quehacer
docente. Rizo M Héctor E. evaluación del docente universitario. una visión
institucional Universidad Autónoma de Occidente, Colombia Revista
Iberoamericana de Educación (ISSN: 1681-5653)

Los expertos en docencia universitaria: José Luis Almuiñas Rivero y


Judith Galarza López del Centro de Estudios para el Perfeccionamiento
de la Educación Superior de la Universidad de La Habana, plantean
unos modelos evaluativos que sería pertinente considerar a la hora de
evaluar a un docente. Estos modelos de evaluación nos podrían ayudar
a aclarar ideas en los procesos de enseñanza aprendizaje, pero ante todo
desde una objetividad que abarque también mi propio compromiso en
el proceso culminado. No todo es perfecto, pero igual la descalificación
absoluta de un proceso académico y de un docente, puede llegar a
percibirse como una acción vengativa y no como acto que apunte a
mejorar procesos académicos. La evaluación objetiva ayuda a mejorar
procesos educativos en la Universidad. Esto expresan académicos
cubanos:

"Modelos centrados en el perfil del docente: evalúan el desempeño


del docente de acuerdo a su grado de concordancia con los rasgos y
características, según un perfil diseñado, de lo que constituye un
profesor ideal. Estas características se pueden establecer elaborando un
perfil de las percepciones que tienen directivos, profesores, alumnos y
padres, sobre lo que es un buen profesor o a partir de observaciones
directas e indirectas, que permitan destacar cualidades importantes de
los profesores que están relacionadas con los logros de sus estudiantes.

Modelos centrados en los resultados obtenidos: evalúan el


desempeño docente mediante la comprobación de los aprendizajes o
resultados de sus estudiantes. Se sustentan en el criterio de que para
evaluar a los docentes, no hay que centrar la atención en lo que hace éste,
sino mirar lo que acontece a los estudiantes como consecuencia de lo
que el profesor hace.

Modelos centrados en el comportamiento del docente en el aula:


evalúan la eficacia docente identificando aquellos comportamientos del
docente relacionados con los logros de los estudiantes,
fundamentalmente los que se relacionan con su capacidad para crear un
ambiente favorable de aprendizaje en la clase.

136
EFRAÍN ALZATE SALAZAR

Modelos centrados de la práctica reflexiva: evalúan para la mejora


del docente y no para el control orientado a despidos o promoción. Se
fundamenta en una concepción de la enseñanza como una secuencia de
episodios para encontrar y resolver problemas prácticos, en la cual las
capacidades de los profesores crecen (análisis de la actuación para ver
éxitos, fracasos y las cosas que se podrían haber hecho de otra manera.)"
Almuiñas José Luis, Galarza L Judith. La Educación superior, La
Habana Cuba.

Es necesario reconocer que existen un conjunto de problemas


vinculados con dichos procedimientos que afectan el proceso de
evaluación del docente: subjetivismo, resistencia al cambio,
desvinculación entre el perfil del docente y la evaluación del desempeño,
mala interpretación y poca claridad de los propósitos y objetivos de la
evaluación, inseguridad y temor, insuficiencias en la aplicación de las
técnicas y dificultades para obtener consenso sobre los criterios para
evaluar el desempeño. cuatro sesiones de un docente no son suficiente
argumento para condenar al ostracismo a un académico que maneja
temas concretos, pero que no lo sabe todo. Este sería el caso de las
diplomaturas, que tienen como objetivo actualizar a los profesionales de
manera rápida en un tema específico. Por ello la evaluación debe
considerar diversos aspectos que van desde el manejo del tema hasta la
apropiación de bibliografías actualizadas, igualmente las relaciones con
los estudiantes y la solución de inquietudes.

Cuando un estudiante de pregrado, de posgrado, de maestría, de


diplomado o seminario de diplomado o expresa que "el docente no
llenó expectativas" está sustentando que quedaron vacíos, que es
necesario leer más y consultar más sobre temas de interés. Ni siquiera
una carrera de pregrado o maestría llena los vacíos a cada ser humano
que estudia. Los que asumimos la academia como goce, como espacio
de crecimiento y de debate, intentamos desde la interlocución aportar al
conocimiento. Al respecto Martha salinas en su trabajo sobre la
evaluación en la Universidad expone:

"Ubicándonos claramente como docentes y


como estudiantes en la Universidad, nos permite develar, si la
concepción que tenemos de la evaluación es de amenaza o de
encuentro, si es de fiscalización o de diálogo, si es de juicio o de
comprobación, si es una intromisión o es un diagnóstico, si es una
descalificación o es un intercambio, si es una imposición o una
ayuda." Salinas M marta. Evaluación de aprendizajes en la universidad
137
FALACIAS DE LA MERITOCRACIA
"La justicia como concepto o como significado, en
su aspecto sustantivo, tiene que ver con los principios de libertad-
igualdad y equidad-diferencia; y como concepción -en su aspecto
procedimental se vincula con el mérito en tanto permite formular
criterios para determinar qué situaciones pueden ser estimadas,
justas o injustas, y cuáles ameritan ser consideradas como dignas
de aprobación o no -de acuerdo con los principios
organizacionales de una institución virtuosa".(Lamas, 2006)

Ante el sombrío panorama que recorre las universidades colombianas,


en diversos campos: académico, intelectual político y social, es
importante proponer elementos que motiven cambios de mentalidad en
las autoridades estatales y en los personajes que, con directrices
históricamente equivocadas, y buscando sa-tisfacer intereses
personalistas, han manejado la educación superior desde una perversa
concepción burocrática y la negación de lo meritorio y lo justo, que debe
ser la esencia de la universidad. Esta lógica viciada en el manejo de las
instituciones que forman hombres y mujeres para la vida pública y
privada de la Nación, ha permitido que en los cargos de mayor
representación y de mayor reto académico e intelectual, aparezcan
personajes oportunistas sin ningún mérito científico, a los que se les
pagan favores políticos, familiares, o intrigas de toda índole, sin
importar el detrimento de la esencia de la universidad. Ninguna
universidad colombiana escapa a la maquinación para su manejo en
cuanto a cargos en los que se debería aplicar el reconocimiento de lo
meritorio y lo justo. De esta lógica perversa no escapa ninguna instancia
de poder del Estado desde donde se trama todo, y se da ejemplo para
todo.

"El mérito es un valor absolutamente presente en


nuestra sociedad, hasta el punto de que a su alrededor gira un
modelo social propio: la meritocracia. El mérito y la meritocracia
suelen asociarse a las aspiraciones igualitaristas de quienes
confían en que los individuos sean valorados, en el acceso a las
posiciones sociales, por su capacidad y no por otros requisitos
moralmente irrelevantes como el origen social, étnico, cultural, el
sexo, el aspecto físico, las creencias religiosas o la ideología. Pero,
paradójicamente, tanto el mérito como la meritocracia tienen un
escaso compromiso con el valor de la igualdad".(Puyol G, 2007).

138
EFRAÍN ALZATE SALAZAR

Aquellos que manejan habilidosamente los hilos del poder en las


universidades se cuidan para que a su alrededor estén en su gran mayoría
amigos de confianza y no intelectuales o académicos consagrados; en la
vida universitaria sí que resulta una falacia la llamada meritocracia, ya
que "quien escruta elige, decía Camilo", y en la universidad el que evalúa
las hojas de vida o quien tiene el poder es el que decide quién es el que
llega a los espacios que supuestamente están vacantes. El determinismo
político, antes que lo académico en la mentalidad rectoral, lleva a que se
practique un cierto desprecio por aquellos hombres y mujeres que
acreditan la decencia académica, y se privilegia el amiguismo y el
favoritismo.

Desde esta perspectiva, en las nuevas oficinas aparecen personajes que


salieron despavoridos de otras instituciones que cayeron en crisis por la
corrupción. Llegan con mirada angelical a sentar cátedra de moral y
calidad intelectual, sin merecer el cargo. Son solo fichas políticas. La
meritocracia que solapadamente se pregona en las altas esferas del
Estado y en Instituciones de orden privado, ha resultado un embeleco;
se hacen convocatorias cerradas de tal manera que quien pueda cumplir
las exigencias sea alguien preparado desde la intriga. Incluso en muchos
casos las hojas de vida son manipulables y se les cuelgan pergaminos
sospechosos por su origen para completar la trama. La meritocracia en
un país carcomido por la corrupción, es solo un distractor, los ejemplos
sobran; el pago de favores con las notarías, promovidas desde algunos
gobiernos es una muestra, aunque paralelamente se hable de
meritocracia.

"La palabra 'mérito' que viene del latín meritum


(acción que hace al hombre digno de premio, cualidades de una
persona que la hacen digna de aprecio o alabanza, es un valor
digno de reconocimien-to), y con el griego cratos o kratos, que
significa gobierno o poder. Sin embargo, etimológicamente,
meritocracia viene del latín mereo que significa merecer, obtener;
con el sufijo cracia, meritocracia es un sistema de gobierno
basado en la habilidad o el mérito".(Huaco, 2000)

La justicia y el mérito deben tener una relación, cuando se trata de


estimular acciones pasadas, que permiten identificar quién, desde la
transparencia de lo justo, puede ocupar espacios dignos. Desde una
justicia humanista y plena, los individuos son tratados de acuerdo con
sus méritos. Para el caso que se plantea, la justicia es para el individuo, así
mismo los méritos de un individuo no son los mismos de otro,
igualmente los premios y castigos difieren unos de otros. Desde una
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En Contravía Ensayos
aplicación sensata de la justicia no existe promedio; el asunto es
reconocer a cada individuo su propio mérito. Las instituciones, y entre
ellas la universidad, al romper con el paradigma de la clientela y el
burocratismo, se ubican en lo que ha de ser su esencia en la vida del país.
Formación de hombres y mujeres cultas, dignas y de cara al mundo en
donde han de aplicar sus saberes. En otras palabras el mérito se atribuye
si el esfuerzo o la habilidad acreditan resultados, por lo tanto, el mérito y
la justicia deben estar estrechamente vinculados y esto se da por lo
general en una sociedad decente.

En las instituciones públicas o privadas en las que se intenta aplicar los


conceptos mérito y justicia para ocupar cargos de importancia, se
percibe un ambiente de respeto y de confianza, y en las universidades
cuyas autoridades tienen claridad sobre la necesidad del reconocimiento
a las capacidades profesionales para ocupar los cargos que dinamizan la
vida académica, la calidad de la educación que se imparte tiene mayor
reconocimiento y mejores posibilidades para realizarse. El respeto a los
méritos y el justo reconocimiento al trabajo de las personas sí funciona
en las universidades, y son ellas mismas las llamadas a vivenciar y a dar
ejemplo; de lo contrario se quedan al mismo nivel de las maquinarias
políticas que se mueven alrededor del Estado, en donde el que llega a un
cargo lo hace por ser ficha de directorio o familiar de senador. Las
universidades no pueden ser caja de resonancia de los vicios
politiqueros porque su fin es la academia.

"La meritocracia es un sistema social basado en la


aristocracia del talento y no en alguna forma de justicia
democrática o igualitaria; consiste en distribuir los trabajos, los
cargos y las recompensas sociales y económicas de acuerdo a las
cualidades y calificaciones individuales, de modo que los
individuos con mayores aptitudes y capacidades deberían obtener
los cargos y puestos sociales de mayor importancia y prestigio. La
actual meritocracia se presenta como una alternativa sin duda más
justa que otras concepciones antecesoras del mérito,
fundamentadas en las castas o el origen social, puesto que permite
que cualquier individuo pueda alcanzar la mayor de las
recompensas sociales a partir de sus propias capacidades. Sin
embargo, la meritocracia no tiene como fin la eliminación de las
jerarquías sociales, sino instaurar un nuevo modo de acceder a
ellas". (Puyol G A. , 2007).

Existe desconfianza en diversos espacios del Estado y en las


instituciones de educación superior, hacia personajes que desde una
reconocida trayectoria política antes que académica, emprenden la tarea

140
EFRAÍN ALZATE SALAZAR

de los relevos en cargos de representación. Pocas veces se reconocen la


formación y la hoja de vida de los que aspiran a empleos dignos desde lo
que se ha llamado meritocracia. Sin exagerar, en nuestro medio,
meritocracia no es más que clientelismo y burocracia, disfrazada con
palabras de inclusión y participación. En Colombia es casi que
costumbre crear la norma y de inmediato inventar la trampa para
violentarla; incluso la CPC trae lineamentos que regulan la carrera
administrativa y la aplicación de la meritocracia, pero es letra muerta, ya
que el interés no es el reconocimiento a los méritos ni una aplicación
plena de justicia a la hora de asignar cargos, sino la intriga. Se requiere,
sin exagerar, la aplicación de un exorcismo cultural para sacar de la
mentalidad de los gobernantes y de la gran mayoría de hombres y
mujeres que ostentan algún espacio de poder, lo que se ha llamado:
"cultura de la trampa y de la intriga", para pasar a una cultura de la
decencia, de la dignidad y el reconocimiento. Es contradictorio hablar
de cultura desde una concepción negativa, pero también es cierto que
aquello que crea raíces en una sociedad se vuelve cultura.

"Una ventaja importante para Colombia donde la


corrupción y el clientelismo son comunes en las esferas de la
administración pública y privada es la meritocracia, ya que por
medio de sistemas de selección con base en las cualidades, aíslan
a los servidores de las influencias políticas debido a que el
resultado de su éxito en el proceso de selección es por la
evaluación mediante un sistema de exámenes, el cual enmarca
una justa igualdad de oportunidades. Entonces existe una alta
probabilidad de eliminar los famosos "favores políticos" en el
momento de la asignación de cargos (públicos o
privados)".(Bastidas, 2006).

La práctica más notoria en las universidades colombianas al cambiar de


rector, es que cada cual trae su equipo de banderilleros. Y los selecciona
con el rasero de la concepción de amigo favorecido y no por la
capacidad que un aspirante a cargo institucional demuestre. Esta es
quizá una de las razones por las que en el ranking universal nuestras
universidades ni siquiera aparecen en los últimos lugares, porque se
tiene el discurso de la calidad de la educación pero se practica la
perversión burocrática y el amiguismo. En la mayoría de universidades
hoy, regentadas por profesionales con ideas muy del Siglo XVIII y con
perfil distinto al intelectual, es un hecho que las personas que acrediten
mérito, formación y capacidad para ocupar espacios de rigor académico,
sean excluídas, acorraladas o ignoradas por no ser sujetos inclinados a la
adulación. El mérito que acredita quien aspira a asumir tareas de rigor
141
En Contravía Ensayos
intelectual desde una perspectiva de lo justo, a la luz de la razón de quien
tiene sembrada en su cabeza la palabra poder para vencer y excluir, no
aplica.

El mérito como garante de la igualdad de oportunidades se enfrenta a


otro tipo de dificultad crucial: no sabemos cómo medirlo. El principio
del mérito descansa en la idea de que todos los candidatos a un trabajo o
un cargo son juzgados imparcialmente a partir de sus capacidades. La
justicia del mérito individual consiste en la imparcialidad con que se
evalúan las calificaciones de los aspirantes para ocupar los puestos en
palestra. Pero eso no se corresponde con la realidad.

Bibliografía

Bastidas, O. M. (2006). Es la meritocracia lo que Colombia Necesita? VI


Seminario de Administracion Pública. Bogotá: Universidad Nacional
de Colombia.
Huaco, J. (19 de abril de 2000). La meritocracia. El Tiempo, pág. 6.
Lamas, L. y. (2006). Justicia Pedagógica y atención a la diversidad.
Buenos Aires, Argentina: Universiadd del Mueseo Social.
Puyol G, A. (2007). Contraste . Internacional de filosofía Volumen XII,
30 a 42.
Puyol G, A. (2007). Contrastes. Internacional de Filosofía Volumen XII,
36 a 40.

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En Contravía Ensayos
se terminó de imprimir el día XX de febrero de 2018
en los talleres editoriales de Pronto Express Publicidad Medellín - Colombia
Para su elaboración se utilizó papel propallibro beige 70g.
Fuente tipográfica Garamond 10,5 pt.

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