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VATICANO II
“UNA LLAMADA
DEL ESPÍRITU
A LA IGLESIA
DE DIOS”
50 años
después
del Concilio
DIÓCESIS
DE IRAPUATO
E
l Santo Padre Benedicto XVI ha convocado un Año de la Fe en el cin-
cuenta aniversario de la apertura del Concilio Vaticano II y los veinte
años de la publicación del Catecismo de la Iglesia Católica, para
invitarnos a una auténtica y renovada conversión al Señor, único Salvador
del Mundo. Nos ha recordado que con el Concilio se nos ha ofrecido una
brújula segura para orientarnos en el camino del siglo que comienza. Nos
aseguró que si lo leemos y acogemos, guiados por una hermenéutica
correcta, puede ser una gran fuerza para la renovación siempre necesaria
de la Iglesia.
INTRODUCCIÓN
El Concilio Vaticano II (1962 – 1965) ha sido el acontecimiento más tras-
cendente de los últimos tiempos para la Iglesia universal.
Convocado por S.S. Juan XXIII tuvo como propósito principal poner la
Iglesia al día (aggiornamunto):
• En el desarrollo o crecimiento de la fe
• En la renovación de la vida moral y costumbres
• Y adaptar la normatividad de la Iglesia a las necesidades del mundo
actual, su relación con el Mundo y las otras religiones.
u Tres Declaraciones
1. Sobre la Educación Cristiana
2. Sobre las Religiones no Cristianas
3. Sobre la Libertad Religiosa
u Nueve Decretos
1. Sobre los Medios de Comunicación Social.
2. Sobre las Iglesias Orientales Católicas.
3. Sobre el Ecumenismo.
4. Sobre el ministerio pastoral de los Obispos.
CONCILIO VATICANO II 1
5. Sobre la Vida Religiosa.
6. Sobre la Formación Sacerdotal.
7. Sobre el Apostolado de los Laicos.
8. Sobre la Actividad Misional.
9. Sobre los Presbíteros.
2 CONCILIO VATICANO II
CONSTITUCIÓN
DOGMÁTICA
SOBRE LA IGLESIA
CONCILIO VATICANO II 3
PROEMIO
25-
29
Para entender la Iglesia en su aspecto visible y en su dimensión espi-
145 ritual se requiere junto con la ilustración del entendimiento, la Fe, para
confesarla como extensión de la vida Trinitaria a la humanidad.
II – EL PUEBLO DE DIOS
137 El A.D.N. del cristiano se encuentra en el Bautismo, al ser sumergido
en la vida de la Trinidad, injertándose en Cristo y recibiendo las arras
del Espíritu.
IV – LOS LAICOS
178 Junto con la Jerarquía y de manera corresponsable está el laicado, que
en virtud de su Bautismo hace presente a Cristo en aquellos espacios
que componen el tejido social e integran todos los aspectos y dimen-
siones de la vida humana, destacándose la familia.
VI – DE LOS RELIGIOSOS
67 Tanto jerarquía como laicado, tienen un mismo origen: participan del
153-
155 oficio sacerdotal y profético de Cristo, así como de su función regia;
160
188 cada quien según la vocación y los carismas que recibió señalándose
190-
191
de una manera especial los llamados a la vida Religiosa. Todos tene-
193 mos como meta común la identificación plena con Cristo y el compartir
211 Por la comunión de bienes espirituales, ofrece sufragios por los ya fa-
llecidos en la fe, e invoca la intercesión de los que ya gozan de la pre-
sencia del Señor.
2.- ¿Cuáles son los medios con los que la Iglesia nos ayuda a ma-
durar en la fe? (II)
6 CONCILIO VATICANO II
CONSTITUCIÓN
DOGMÁTICA
SOBRE
LA DIVINA
REVELACIÓN
PABLO VI. 18 – NOV – 1965
CONCILIO VATICANO II 7
INTRODUCCIÓN
Lo más íntimo del hombre es su palabra y su amor. Dios nos hace par-
tícipes de su intimidad al regalarnos su Palabra divina en la persona de
Jesús y el envío del Espíritu Santo que es el Amor que une al Padre y al
Hijo.
Palabra que nos fue dada desde antiguo por los profetas que cuando los
leemos de nuevo, continuamos escuchando la voz del Espíritu Santo que
los inspiró. Palabra hecha carne, que actúa en nuestro interior de una
manera viva y eficaz. (Heb. 4,12).
San Pablo nos dice: “Que la Palabra de Dios habite en lo más íntimo de
nuestros corazones” (Col. 3,16), “hasta que alcancemos la Ciencia eminen-
te de Cristo” (Fil 3,8).
Laus Deo
8 CONCILIO VATICANO II
CONSTITUCIÓN DOGMÁTICA SOBRE
LA DIVINA REVELACIÓN
PROEMIO:
2
y
Dios quiso revelarse a sí mismo.
6
u Lo hace mediante la Creación. El hombre puede conocer a Dios con
certeza, por la luz natural de la razón humana.
3 u Por medio de Abraham, de Moisés y los profetas, Dios educó a su
pueblo para ser conocido como un solo Dios, único, vivo y verdadero.
5
y
u Jesucristo, su Hijo, es el mediador y la plenitud de toda la Revela-
6
ción; en él se cumplió la promesa de la Salvación.
u Jesús nos revela el misterio de la Sma. Trinidad. Nos da a conocer la
voluntad del Padre y mediante el envío del Espíritu Santo perfecciona
la fe y nos explica lo íntimo de Dios.
Mediante el misterio de su muerte y resurrección, Cristo nos hace par-
tícipes de su naturaleza divina (Ef. 2,18) y nos invita a la comunión ín-
tima con Dios.
Todos estos libros expresan un vivo sentido de Dios con sublimes en-
señanzas que ocultan el misterio de nuestra salvación.
CONCILIO VATICANO II 11
CAP. V – SOBRE EL NUEVO TESTAMENTO
19
y
Los cuatro Evangelios de origen apostólico, escritos por Mateo, Mar-
20
cos, Lucas y Juan, transmiten lo que Jesús, hijo de Dios, hizo y enseñó
realmente mientras vivió entre los hombres y son fiel testimonio de su
vida y doctrina.
18
y
El NUEVO TESTAMENTO contiene además de los 4 evangelios, las car-
20 tas de San Pablo y otros escritos apostólicos redactados por inspiración
del Espíritu Santo, confirmando con ello lo que atañe a Cristo, y escla-
reciendo su doctrina.
12 CONCILIO VATICANO II
22 Es necesario que los fieles tengan acceso a la Sagrada Escritura pro-
porcionándoles versiones adecuadas con aprobación eclesiástica, in-
cluso las que con esfuerzo mancomunado se elaboren con los herma-
nos separados (con la supervisión de la Iglesia).
23 La Iglesia se esfuerza por alcanzar una inteligencia cada vez más pro-
funda de las Sagradas Escrituras a fin de alimentar a sus hijos con la
palabra de Dios que es luz para la mente, firmeza para la voluntad y
enciende el corazón en el amor de Dios.
25 Por consiguiente, los sacerdotes en primer término, así como los diá-
conos y los catequistas deben familiarizarse con la asidua lectura y
esmerado estudio de la Escritura para no ser “vano predicador por
fuera de la palabra de Dios, por no ser oyente de ella por dentro”, (Sn.
Agustín) cuando su deber es comunicar a los fieles, la riqueza de la
palabra de Dios que les ha sido confiada. “Ignorar las Escrituras es ig-
norar a Cristo”. (S. Jerónimo).
18 – nov – 1965
Pablo VI Obispo de la Iglesia Católica
CONCILIO VATICANO II 13
CONTESTA LAS SIGUIENTES PREGUNTAS SOBRE
LA REVELACIÓN
Cap. I
1.- ¿De qué manera Dios fue revelándose como Dios único, vivo y ver-
dadero? (C. I)
2.- ¿Por qué se dice que la revelación se llevó a cabo por medio de he-
chos y palabras? (C. II)
Cap. II
1.- ¿Por qué se dice que la Sagrada Escritura y la Tradición constitu-
yen un solo depósito sagrado? (C. III)
Cap. III
1.- ¿Qué es lo que los escritores sagrados por inspiración del Espíritu
Santo consignaron por escrito? (C. III)
Cap. IV
1.- ¿Qué relación existe entre el Antiguo y el Nuevo Testamento?
Cap. V
1.- ¿Qué es lo que consignaron los cuatro evangelistas?
Cap. VI
1.- ¿Qué relación existe entre la Liturgia y la Sagrada Escritura?
14 CONCILIO VATICANO II
CONSTITUCIÓN
SOBRE
LA SAGRADA
LITURGIA
CONCILIO VATICANO II 15
INTRODUCCIÓN
Que tu comunión con Cristo sea plena. El es el que ora, canta, lee, ac-
túa, cuando tú lo haces en comunión con el sacerdote que representa a
Cristo. Que tu fe en Cristo Jesús te lleve cada vez más y más a la plena
identificación con él.
16 CONCILIO VATICANO II
CAP. I – PRINCIPIOS GENERALES PARA LA REFORMA Y
FOMENTO DE LA SAGRADA LITURGIA
Así como Cristo fue enviado por el Padre, El a su vez envió a sus após-
toles, no sólo a anunciar el Evangelio, sino también a continuar su obra
de salvación mediante los sacramentos, a través de los cuales se hace
presente.
Para ello se requiere que los sacerdotes estén impregnados del espíri-
tu y de la fuerza de la liturgia para animar a los fieles.
21 Esta reforma se hace para que los textos y los ritos expresen con mayor
claridad su significado y el pueblo pueda comprenderlas fácilmente y
participar en ellas.
A. Normas generales:
22 Nadie por iniciativa propia puede añadir, quitar o cambiar cosa alguna
en la liturgia, esto es de competencia exclusiva de la Sede Apostólica
CONCILIO VATICANO II 19
o del Obispo.
24
y
En la celebración litúrgica, la importancia de la Sagrada Escritura es
25
muy grande:
u De ahí se toman las lecturas que se explican en la homilía.
u Así mismo: los salmos, las oraciones e himnos.
u De ella reciben su significado las acciones y los signos.
28
y
Los acólitos, lectores, comentadores, cantores desempeñan un autén-
29 tico ministerio, por lo que cada uno debe hacer su función, penetrado
del espíritu litúrgico, con orden y sincera piedad.
A su vez, Dios por medio de Cristo (único Mediador entre Dios y los
hombres) da a su Iglesia la abundancia de su gracia.
u Dios habla al pueblo en la Liturgia.
u Cristo sigue anunciando el Evangelio.
u Cristo representado por el Sacerdote ora en nombre de todo el
pueblo, lo mismo cuando éste lee, ora, canta o actúa, tributa a Dios
un culto racional.
u Los signos visibles que se usan en la Liturgia, fueron escogidos por
Cristo, para significar realidades divinas invisibles.
35 La íntima conexión entre palabra y rito debe aparecer con mucha cla-
ridad.
39
y El Obispo es quien determina dichas adaptaciones sobre todo en lo
40
tocante a la administración de los sacramentos, a los sacramentales,
procesiones, lengua litúrgica, música y arte sagrado. Además conside-
rará los elementos que se pueden tomar de las tradiciones culturales
para incorporarlas al culto divino.
41
y
Hay que tener en gran aprecio la vida litúrgica en torno al Obispo, par-
42 ticularmente en la Eucaristía, ya que debe ser considerado como el
gran sacerdote de su grey de quien deriva y depende la vida en Cristo,
de sus fieles.
Esto mismo vale para los párrocos que a su vez hacen las veces del
Obispo y que de alguna manera representan a la Iglesia visible.
43 Vale aplicar ahora lo que en el tiempo del Concilio se dijo: “La refor-
ma litúrgica, es paso del espíritu Santo por su Iglesia por disposi-
ción providencial de Dios, para darle un sello característico a la vida, al
pensamiento y a la acción religiosa de nuestra época”.
44, Cada diócesis, sea ella sola o con las de su Provincia, debe contar con
45
y
46
comisiones que promuevan la acción pastoral litúrgica, la música y el
arte sacro, bajo la dirección de la autoridad eclesiástica.
22 CONCILIO VATICANO II
EVALÚA TUS CONOCIMIENTOS SOBRE LA LITURGIA
7.- ¿Por qué se dice que la forma de la Liturgia es paso del Espíritu
Santo por su Iglesia? (43)
CONCILIO VATICANO II 23
CAP. II – EL SACROSANTO MISTERIO DE LA EUCARISTÍA
u Sacramento de piedad
u Signo de unidad
u Vinculo de caridad
u Banquete pascual
u En el cual se recibe a Cristo como alimento
u El alma se llena de gracia
u Se nos da una prenda de la gloria futura.
57
y
La concelebración manifiesta apropiadamente la unidad del sacerdo-
58 cio. Al obispo le corresponde reglamentar la disciplina de la concele-
bración en la diócesis.
80
y
Finalmente es necesario revisar los ritos de profesión religiosa y el de
82 las exequias.
85 Todos aquéllos que ejercen esta función, cumplen con esta obligación
de alabar a Dios, consagrando el curso entero del día y de la noche,
participando del altísimo honor de estar ante su trono en nombre de
la madre Iglesia.
86 Los sacerdotes rezarán con fervor las alabanzas de las Horas imitando
a los apóstoles que dijeron “dedicarse de lleno a la oración y al minis-
terio de la palabra” (Act. 6,4).
89
a
Laudes debe considerarse como oración matutina y vísperas como
97
oración vespertina; ambas son como el doble quicio sobre el que gira
26 CONCILIO VATICANO II
el Oficio cotidiano.
Completas es una forma que responda al final del día. Por motivos de
apostolado, maitines, tercia, sexta y nona, puede rezarse una que se
acomode al momento del día. No así en las comunidades conventuales
o que tienen órdenes mayores, están obligados a rezar diariamente en
privado o en común todo el oficio.
100 A los seglares también se recomienda rezar al Oficio divino, ya sea con
los sacerdotes, ya sea reunidos entre sí, o en particular.
107
y
La celebración de los misterios de la redención es la forma de inculcar
108 y alimentar la piedad de los fieles.
112 La Iglesia aprueba y admite en el culto divino todas las formas de arte
auténtico, siendo de gran estima el canto sagrado y que unido a la ac-
ción litúrgica, constituye una parte necesaria e integral de la liturgia
solemne.
113
y
La acción litúrgica reviste mayor solemnidad cuando se celebra en la
114
Iglesia catedral y más cuando intervienen otros ministros sagrados con
la participación de los fieles y la animación de un coro (scholae can-
torum).
115
y
La Iglesia considera importante:
116
u La enseñanza y práctica musical en los seminarios y casas de for
mación religiosas.
28 CONCILIO VATICANO II
u La erección de institutos superiores de música sacra.
u La educación litúrgica, a compositores, cantores y niños.
u El canto gregoriano como el propio de la liturgia romana.
u El canto polifónico con tal que responda al espíritu de la acción
litúrgica.
118
y Es importante fomentar el canto religioso popular que haga resonar
119
las voces de los fieles, así como el darle su lugar a la tradición musi-
cal que permita fomentar el sentido religioso al acomodar el culto a la
idiosincrasia de lugares de misión.
122 La Iglesia ha sido siempre amiga de las bellas artes por ser un reflejo
de la infinita belleza de Dios, sobre todo sí éstas contribuyen a su ala-
banza y a su gloria.
126 Que los templos sean aptos para las celebraciones litúrgicas y la par-
ticipación activa de los fieles, así mismo la construcción de los altares,
el lugar y seguridad del Sagrario, la funcionalidad y dignidad del bap-
tisterio, las imágenes sagradas, en fin toda la decoración y el ornato.
CONCILIO VATICANO II 29
Es bueno escuchar a la comisión diocesana de arte sagrado y a las
personas entendidas en ello.
125
y
Los artistas imbuidos del espíritu del arte sacro y de la Sagrada Litur-
127 gia deben tener presente que su trabajo es imitación sagrada de Dios
Creador y que sus obras están destinadas al culto católico, a la edifica-
ción de los fieles y a su instrucción religiosa.
30 CONCILIO VATICANO II
EVALÚA TUS CONOCIMIENTOS SOBRE LA LITURGIA
12.- ¿Cuáles son los frutos que producen los sacramentos? (59)
CONCILIO VATICANO II 31
32 CONCILIO VATICANO II
CONSTITUCIÓN
PASTORAL
SOBRE
LA IGLESIA
Y SU RELACIÓN
CON EL MUNDO
Pablo VI – noviembre 1965
CONCILIO VATICANO II 33
Introducción:
He aquí una de las joyas más preciosas que la iglesia ha recibido del
Espíritu Santo.
Contar con una doctrina cierta, segura, como en otro tiempo lo hiciera
Moisés con su pueblo, resulta un don inapreciable que hacía clamar al
salmista:“lámpara para mis ojos es tu palabra, una luz en mi sendero. Tus
estatutos son mis consejeros.”
(Ps. 118)
Laus Deo
34 CONCILIO VATICANO II
CONSTITUCIÓN PASTORAL SOBRE LA IGLESIA EN EL
MUNDO DE HOY
(Gaudium et spes)
4
y
La iglesia frente al mundo mira su función o proyección al exterior:
10
El misterio del mal subsistirá hasta el final. El demonio y todos los ene-
migos de Dios harán guerra a los hijos de Dios.
Habrá persecución pero Cristo estará con su Iglesia hasta el final.
III. La Iglesia defiende y promueve:
B. La comunidad humana
Es el Espíritu Santo quien alienta estos deseos con los que la familia
humana intenta hacer más llevadera su vida.
El es quien reparte sus dones, ayudando a los hombres a emplear sus
energías en pro de la vida humana.
39 El progreso temporal puede contribuir a ordenar mejor la sociedad
humana, e interesa al reino de Dios, ya presente; en espera de nuevos
cielos y nueva tierra donde habite la justicia y la paz que anhela el co-
38 CONCILIO VATICANO II
razón del hombre.
5.- ¿Cuáles son las acciones que el Concilio pide como apoyo para
una vida digna de la persona humana? (27)
6.- ¿Por qué decimos que las realidades terrestres tienen consisten-
cia propia? ¿Qué significa esto? (36)
40 CONCILIO VATICANO II
SEGUNDA PARTE:
u Los científicos:
u Con sus estudios pueden contribuir a la honesta ordenación de la
procreación humana.
u Los sacerdotes:
u Con su pastoral deben cultivar la vocación de los esposos, forta-
lecerlos y confortarlos.
CONCILIO VATICANO II 43
CAP. II – EL SANO FOMENTO DEL PROGRESO CULTURAL
57
La fe y la cultura
El hombre está llamado por Dios a perfeccionar la creación y hacer de
este mundo un mundo más humano, elevándose sobre el bien, la ver-
dad y la belleza, hasta llegar a la contemplación del CREADOR.
Impulsado por la Gracia, reconozca al VERBO DE DIOS como la ver-
dadera luz y suprema norma para hallar la verdad, contrario a los que
piensan que el hombre se basta a sí mismo y deja de buscar cosas más
trascendentales.
60 El derecho a la cultura
u Urge romper el yugo de la ignorancia y facilitar a todos el acceso a
la cultura básica.
u A los bien dotados procurarles estudios superiores para que des-
empeñen en la sociedad el papel que les corresponda y a su vez
ayuden a otras a hacerlo.
u No olvidarse de los obreros y agricultores para que atiendan a su
desarrollo humano.
u Hay que reconocer y promover la participación de la mujer en la
vida cultural.
CONCILIO VATICANO II 45
LA CULTURA
18.- ¿Cuáles son los valores sobre los cuales el hombre debe
perfeccionar la creación para llegar a la contemplación del
CREADOR? (57)
46 CONCILIO VATICANO II
CAP. III – LA VIDA ECONÓMICO – SOCIAL
A. El desarrollo económico:
64 Ley fundamental del desarrollo: el servicio del hombre.
Ante un aumento de población hay que favorecer todo cuanto pueda
contribuir al progreso en función y servicio del hombre, tomando en
cuenta todas sus necesidades y aspiraciones.
65 Debe haber una cooperación orgánica y concertada entre agremiados
y los que fungen como propietarios o en su lugar las autoridades públi-
cas y no dejarlo al simple juego de las fuerzas económicas, ni a la sola
decisión de la autoridad pública.
B. Principios reguladores
67 Condiciones de trabajo:
El trabajo no solo es medio de sustento, también es un servicio, y un
medio de perfeccionamiento y de santificación.
Su remuneración debe ser justa, tomando en cuenta las condiciones de
la empresa.
No debe regirse por las simples leyes económicas sino ajustarse al de-
sarrollo y condiciones de vida de cada uno, sobre todo si se trata de
madres de familia. Debe contar con un tiempo de reposo y descanso.
68 Hay que promover la activa participación de todos en la gestión de
la empresa, incluso en las decisiones que puedan afectar el porvenir
de los trabajadores.
Pueden fundar libremente asociaciones obreras que representen al
trabajador y ayuden a una recta ordenación de la vida económica.
En caso de conflicto emplear el diálogo para encontrar soluciones pa-
cíficas y en último extremo la huelga.
CONCILIO VATICANO II 47
69 Los bienes de la Tierra tienen un destino común
Todos los hombres tienen derecho a poseer una parte de bienes sufi-
ciente para sí mismos y para su familia.
Los que más tienen están obligados a ayudar a los que lo necesitan;
esto es válido incluso a nivel internacional.
70 Es necesario invertir para crear fuentes de empleo a fin de satisfacer
las necesidades individuales y colectivas, previendo el futuro.
Tratándose de política monetaria hay que procurar no dañar ni a la
propia nación, ni a las ajenas.
71 El hombre tiene acceso a la propiedad privada en razón de su auto-
nomía personal y familiar.
El Estado debe velar para evitar todo abuso que perjudique al bien
común. También hay que tomar en cuenta que la propiedad tiene una
índole social.
Donde existan latifundios donde se encuentre dañada seriamente la
justicia, se imponen reformas para establecer condiciones más huma-
nas y favorables para el desarrollo del hombre.
72 En caso de expropiación es necesario ser equitativo. Aquéllos que
tienen en sus manos la actividad económica, actúen con justicia y cari-
dad motivados por el Evangelio y el espíritu de las Bienaventuranzas.
25.- ¿Cuáles son las obligaciones que el Concilio señala a los que
poseen riqueza? (69 – 70)
48 CONCILIO VATICANO II
CAP. IV – LA VIDA EN LA COMUNIDAD POLÍTICA
COMUNIDAD POLÍTICA
26.- Para los que ejercen la autoridad civil, ¿cuáles son los crite-
rios que deben normar su actuar para con la ciudadanía? (73-74)
CONCILIO VATICANO II 49
CAP. V – LA COMUNIDAD DE LOS PUEBLOS Y EL FOMENTO DE
LA PAZ
SECCIÓN I
82 La Iglesia urge para que con el acuerdo de todas las naciones cual-
quier guerra quede absolutamente prohibida.
La paz debe nacer de una mutua confianza y no por el terror que impo-
nen las armas y tener como gravísima obligación la preocupación de
formar la mente de todos en nuevos sentimientos pacíficos.
Conclusión:
91 El concilio ha pretendido:
u Ajustar el mundo a la dignidad del hombre.
u Responder a las necesidades más urgentes.
Su forma de expresarse es genérica y es conciente que todo está su-
jeto a cambio por lo que su doctrina debe ser continuada y ampliada
en el futuro.
52 CONCILIO VATICANO II
FOMENTO DE LA PAZ
29.- ¿Qué es lo que la Iglesia pide para que haya paz en los pue-
blos? (82)
CONCILIO VATICANO II 53