A diferencia de todas las religiones y de la filosofía, el cristianismo no es una religión que se basa
en ciertas ideas o nace de la comprensión sobre la naturaleza. El cristianismo es,
fundamentalmente, la Fe sobre una Persona: Jesús ¿Quién es este Jesús? ¿Cuál es su mensaje y su misión? Estas son las preguntas esenciales que, una vez respondidas, nos brindan una respuesta sobre la esencia del cristianismo y que, finalmente, nos abren a una pregunta todavía más radical ¿Acaso yo también creo en este Jesús? Jesús es, a los ojos de la historia –y de los no creyentes–, un judío palestino del siglo I.; para nosotros –los cristianos– es también un judío palestino del siglo I. que, plenamente, es también Dios. Esta es la novedad del cristianismo que, a diferencia de las demás las religiones, anuncia que Dios mismo se ha hecho hombre. Y que, gracias a este hecho, nosotros podemos conocer a Dios directamente: Dios con Jesús ha dejado de ser misterioso y ha intervenido en la historia humana mostrándonos su rostro. Por esto es importante entender que el mensaje de Jesús no puede separarse de la interpretación de su persona. Y su persona, en todo momento, se presenta como el Hijo de Dios, como la Palabra de Dios, como Dios mismo. Si leemos con cuidado los Evangelios y procedemos con las precauciones teológicas, filológicas e históricas del judaísmo palestino del siglo I. (es decir, del tiempo en que Jesús vivió) podemos notar que lo que escandalizo a la comunidad judía –la cual, junto con el poder imperial romano, sentencio a muerte a Jesús– es su presentación como Dios mismo. Así, la visión común –y secular– que se tiene de Jesús como un sabio judío que vino a quebrar las leyes y la escrupulosa moralidad judía a través del amor irrestricto y totalmente libre, no es, una imagen totalmente correcta. Al menos, si leemos con atención los Evangelios, Jesús constantemente se presenta como “en el lugar de Dios”, lo que nos quiere decir, como el mismo anuncio, que viene para “dar plenitud –cumplimiento– a la Ley” y extender la alianza de Dios para todas las personas del mundo: para todo aquel que crea en Él. Una de las mejores formas de presentar a Jesús es través de sus parábolas. Las cuales, no precisan –aunque sea muy superficialmente– de la confesión de Fe. Las parábolas son historias que Jesús conto para dar a conocer su mensaje; comúnmente, después de expuesta estas pequeñas historias Jesús preguntaba –a los que lo habían escuchado– algo específico sobre esta historia ¿Qué harían? ¿Qué pensaban? Y a través de su repuesta, Jesús mismo exponía la esencia de su mensaje *Se puede –reescribir cada una de las parábolas– para el contexto de los chicos y trabajarlas en comunidades, para decidan el caso, para luego todos juntos, leamos l repuesta de Jesús y se está nos dice algo sobre nuestra vida y como llevarla. a) La parábola de Buen samaritano (¿Quién es prójimo al que debo ayudar?) b) La parábola de los dos hermanos (¿Qué significa el perdón?) c) La parábola del rico epulón y el pobre Lázaro (¿Qué significa el sufrimiento?)