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B O L E T Í N D E I N F O R M A C I Ó N D I S C O G R Á F I C A

148
www.diverdi.com

Figueras Dufay Vivaldi Cimarosa Mozart Caballé De los Ángeles Schumann Giulini Maderna Argenta Weigl Reimann Rihm Coulais Ghielmi
BOLETÍN DE INFORMACIÓN DISCOGRÁFICA
AÑO XV ~ Nº 148 ~ MAYO 2006
DIVERDI, S.L. ~ ELOY GONZALO, 27 - ENTRADA POR SANTÍSIMA TRINIDAD ~ 28010 MADRID
TEL.: 91 447 77 24 ~ FAX: 91 447 85 79
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(Mayo 2006) Este mes en diverdi
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ALPHA✺ XIX Premios CD COMPACT 2006
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M. Figueras
ARCANA
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ARSIS
ARTS Todo sobre Lux Feminae, el nuevo disco de Montserrat Figueras
ASTRÉE✺
ASV
BBC MUSIC✺
BIDDULPH Entrevista con Björn Schmelzer, el nuevo enfant terrible de la música antigua
BIS
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BONGIOVANNI✺
BRIDGE B. Schmelzer Michel Bernstein: Memorias capítulo XI
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CARUS✺ El legado de Ángel-Fernando Mayo
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IDIS
INMORTAL BONGIOVANNI se pasa al DVD. Entre los títulos en preparación, todos procedentes de
INA✺
IVM representaciones recientes en diversos teatros italianos, figuran algunas rarezas aún inéditas en los
KAIROS✺ catálogos de este soporte, como el mozartiano Ascanio in Alba del Comunale de Bologna con
KLARA Forte, Norberg Schulz y Rancatore, y un muy interesante Ottavio Dantone en el podio; el Don Giovanni de
L’EMPREINTE DIGITALE Gazzaniga procedente del Teatro Donizetti de Bérgamo (Campanella, Juliano; Pelucchi); Il Re de Giordano en el
LINDORO Teatro que lleva el nombre del compositor en su ciudad natal, Foggia (Altomare, Cigna; Fratta); un olvidado título
DABRINGHAUS & GRIMM✺
MELODIYA de Carlo Coccia, Arrighetto, en el Teatro Coccia de Novara; y el Aroldo de Verdi, título ausente de la lista de títulos
MODE✺ verdianos en DVD, procedente del Teatro Municipale de Piacenza (Armiliato, Blancas Gulín, Vassallo; Morandi).
MONTAIGNE✺ Como se ve, la centenaria firma boloñesa comienza con fuerza su nueva andadura, para disfrute de todos los
MUSIQUE EN WALLONIE operómanos.
MYTO✺
NAÏVE ✺
NAR NAÏVE ha firmado recientemente un contrato de exclusividad con el conjunto L´Arpeggiata, creado
NEW WORLD RECORDS en 2000 y dedicado, bajo la dirección de Christina Pluhar, al cultivo tanto de las músicas del siglo
NIGHTINGALE XVII (Cavalieri, Frescobaldi, Landi, Kapsberger) como al repertorio de músicas tradicionales y de
NMC improvisación, entre los cuales el programa titulado La Tarantella ha encontrado una extraordinaria respuesta de
NUOVA ERA✺ aficionados y crítica en sus conciertos y en su aclamada grabación discográfica para el sello Alpha. El primer disco,
OLIVE MUSIC
ONDINE✺ titulado Los Impossibles: Songs and Dances from the Old and New World, que cuenta con la colaboración del
OPERA RARA✺ guitarrista flamenco Pepe Habichuela, recupera músicas de manuscritos de la Península Ibérica y México fechadas
OPERA TRES✺ en aquella centuria e incluirá la canción Negrillos, descubierta en Coimbra, en interpretación de L´Arpeggiata y The
OPUS 111✺ King´s Singers. Una apasionante novedad de sello francés, que aparecerá el próximo otoño.
ORFEO✺
PENTATONE
PIONEER DVD ...Y prosigue la tendencia de grandes artistas o conjuntos a crear sus propios sellos discográficos, de los
PONTO que el catálogo Diverdi ofrece una amplia muestra ( Gardiner, Koopman, Concertgebouw... y, en
PREISER✺ nuestro país, Savall, Magraner y Mallavibarrena). ARTE VERUM es el sello creado por la soprano
RAMÉE Barbara Hendricks para presentar sus grabaciones exclusivas. El primer disco, que se presentará en septiembre, está
REGIS✺ dedicado a la canción española e incluye amplias selecciones de las Canciones amatorias y de las Tonadillas de
ROYAL CONCERTGEBOUW O.
SOLI DEO GLORIA Enrique Granados, así como piezas de Fernando J. Obradors, las Siete canciones populares españolas de Manuel de
STRADIVARIUS Falla y las Cinco canciones negras de Xavier Montsalvatge. La grabación ha sido realizada en septiembre de 2003
SUPRAPHON✺ en Estocolmo y el pianista acompañante es Love Derwinger.
SYMPHONIA✺
TAHRA ... y PARADIZO es el nombre con el que Skip Sempé, el clavecinista y director de Capriccio
TESTAMENT✺ PARADIZO
TIMPANI✺ Stravagante, hace su aparición en el panorama de los sellos de intérprete. La primera grabación
VERSO aparecerá en mayo, y está dedicada a Consort Music & Airs for the flute con obras de Holborne, Dowland, van Eyck,
VMS Scheidt, Hume, Ferrabosco, Purcell y Morley. La colaboración como solista corre a cargo del flautista Julien Martin.
WERGO✺ El segundo lanzamiento, previsto para el otoño, estará consagrado a Telemann.
WINTER & WINTER✺
ZIG ZAG✺ (2)
El sorprendente universo poético de Játékok (Juegos), de György Kurtág, se revela en una formidable grabación del sello húngaro BMC

El elogio de lo breve Manuel Luca de Tena

C
ada nota tiene una razón, y el intérprete debe entenderlo. Porque nada hay de superfluo o de innecesario en la
música esencial que escribe Kurtág, genio húngaro que, como Bartók o su amigo y tocayo Ligeti, es figura
imprescindible, clásico indiscutible de la música del siglo XX. Kurtág, que cumple este año los 80, es un hombre
delgado, discreto, de aire humilde y parco en palabras, pero claro y directo en su discurso docente, en el que vuelca
todos sus sentidos a la hora de enseñar música en la Academia Liszt de Budapest, donde ha formado a pianistas hoy
de tanto prestigio como Zoltán Kócsis o András Schiff, por citar dos brillantes ejemplos.
Es esa incesante búsqueda de la desnudez artística -que conlleva una actitud que a veces raya en lo espartano- la
que conduce al compositor a trabajar con unidades simples y autosuficientes, bien sea una voz o un instrumento solo,
y a observar cada nota con microscopio, como si de una célula viva se tratara, obviando con ello cualquier sistema
en donde impere la complejidad gratuita, o estructuras forzadas que conduzcan a vacuos gestos retóricos: es más la
creación de objetos sonoros autónomos que no se relacionan mediante un sistema
jerárquico; como afirmaría Deleuze : «La obra más resueltamente fragmentaria puede ser
perfectamente presentada como la Obra total o el Gran Opus», en referencia a los trabajo
del espíritu. En ello reside lo atractivo y conmovedor de la música de Kurtág: la de estar
asentada en un tan sólido como sabio modelo interior que le proporciona una amplia
movilidad y libertad al componer al tiempo que le permite mantener fidelidad a sus
principios, incluso cuando recurre en sus citas y homenajes a material procedente de otros
compositores pretéritos, sean Bach, Schumann, Satie; o coetáneos, como, por ejemplo,
Boulez o Lachenmann. Añadamos a ello la honda relación que con la palabra mantiene el
compositor -que habla siete idiomas- a través de Kafka, Hölderlin, Beckett o Celan, por
citar algunos autores cuyos textos han formado cuerpo con su música; sin olvidar ese
nutrido grupo de poetas y autores húngaros que convoca a menudo.
Fruto precisamente de esos encuentros son sus ciclos de minúsculas composiciones:
Kafka Fragments, Signs, Games and Messages, obra en desarrollo; ... pas a pas - nulle part
..., impresionante pantomima apoyada en poemas de Beckett, y el que aquí nos trae,
Játékok, ciclo compuesto por un número creciente de tan breves como enjundiosas piezas para piano que configuran
un íntimo diario, pretexto perfecto para la reflexión, la invocación o el recuerdo en el que Kurtág nos habla desde su
personal lenguaje pianístico, y con toda la libertad que cabe, de un mundo visto como organismo vivo en cuyos
intersticios habita lo poético, en los que lo banal convive de forma natural con lo sublime, lo sombrío con lo
luminoso, lo presente con lo ausente.
Kurtág, nacido en la Transilvania rumana, se hizo ciudadano húngaro en 1948 y, tras acabar sus estudios de piano
y composición en su país, se traslada a la capital francesa para recibir clases de Messiaen y Milhaud; pero lo que
claramente da un vuelco definitivo a su concepción musical es el conocimiento de la obra de Anton Webern: la
brevedad, concisión, rigor y atención al silencio del universo aforístico y atonal del maestro vienés deja una huella
indeleble en el joven húngaro que se descubre tempranamente en su opus 1, un audaz Cuarteto de cuerda, de 1959.
Progresivamente el lenguaje se depura en un proceso de reducción a lo mínimo, bordeando una nada -«todo sonido
es un eco de la nada», dirá Cage- que llega a secuencias de una calidad volátil, ingrávida, de resonancias espaciales
y elaboradísimas texturas en las que el compositor vuelca su genio como parte de un acto de interiorización y
voluntad comunicativa (Stele, Gravestone for Stephan).
Játékok comienza en 1973 bajo un cierto influjo de Milhaud y una vocación pedagógica cuyos destinatarios serían
en un principio los niños, aunque esto último iría relegándose a un segundo término para dar cabida al margen de
prejuicios a una, necesaria en aquellos momentos, fantasía liberadora que, por su grado de intimidad confesional,
hace de estas piezas un retrato preciso del autor. De tal modo que la músicas populares o el canto gregoriano se
mezclan con sus apuntes y mensajes personales, o con una abundancia de recuerdos, homenajes o duelos por
amistades queridas, pero sin dejar de lado el humor, incluso el más cándido e inocente. Este material heterogéneo,
múltiple y discontinuo, está formado en este registro por un conjunto de 58 piezas en la que la más breve dura 19’’ y
la más extensa 3’52’’, seleccionadas por el pianista Gábor Csalog, brillantísimo intérprete que lleva trabajando con
Kurtág desde 1980. Las piezas a cuatro manos cuentan a su vez con la colaboración de András Kemenes. Pero siempre
que se trata de piezas de Juegos, Kurtág y su esposa Márta se unen para interpretar una selección -escúchese
Portraitkonzert Salzburg 10.8.1993, en el sello COL LEGNO-, que en la presente grabación destacan por su atmósfera
cálida, envolvente, calma y profunda, a lo que contribuye la tamizada acústica del «pianino con pedale di
supersordino», la impagable compenetración de esta pareja de artistas y la excelente toma de sonido.
El conejo y el zorro (compuesta para su hija de 6 años), Lecciones de húngaro para extranjeros, Berberechos
calientes, Peleando, Haciendo monadas, Gorjeando, Pantomima, son algunos de los títulos de aire jocoso e informal,
una invitación a la sonrisa, que se alternan con piezas-homenaje a otros artistas que son de carácter más serio. En
cualquier caso, aquí desaparece la intención pedagógica del Microcosmos bartokiano, los métodos de Kodály o el
clima romántico y descriptivo de las Escenas de niños, de Schumann, porque aquí el objetivo es, creo que por encima
de todo, la esencialidad poética y musical. Flores somos... es un título recurrente que en sus cinco apariciones libera
por unos segundos un perfume tan etéreo, tan sutil, que nos recuerda y revive nuestra frágil condición humana, como
a su modo lo haría un haiku, «que posee la pureza, la esfericidad y el vacío mismos de una nota musical», tomando
prestadas unas palabras a Barthes.
Un Bach que irradia serenidad y gran belleza es el broche final de este registro, una transcripción del mismo Kurtág
para piano a cuatro manos de la Sonatina del Actus tragicus, que el compositor interpreta junto a su esposa con un
espíritu sencillo, humilde y sabio, cuya escucha es una deliciosa y memorable experiencia que permanece en el aire,
en nosotros, tiempo después de que las notas se hayan desvanecido.

GYÖRGY KURTÁG (1926): Játékok (Juegos) / Gábor Csalog, piano. András Kemenes, piano. Márta Kurtág & György Kurtág, pianinos con pedal de
suprasordina / BMC / Ref.: BMC 123 (1 CD) D1

(3)
Bertrand Cuiller ofrece un recital centrado María Luz Álvarez y Accentus Austria presentan en ARCANA
en William Byrd, para ALPHA un fascinante registro de romances sefardíes en el Imperio Otomano

Maestros del teclado Mil y una canciones en el país


de las mil y una noches
W
illiam Byrd (c.1542-1623) no sólo
fue uno de los compositores más
estimados de su tiempo, sino uno
de los más versátiles de toda la historia de la
música británica. Cultivó todos los géneros
¿ Música judía? ¿Músicas judías? ¿Maneras de interpretarlas?: tantas como judíos. En
principio, dos o tres: los hay ortodoxos, liberales, reformados, laicos... En realidad,
la cosa es más complicada : según Rav Ouaknin, los hay practicantes, practicantes
creyentes, practicantes no-creyentes (sí), no-practicantes creyentes, no-practicantes no-
fundamentales de su época y en todos
destacó, lo mismo en la música religiosa creyentes, no-practicantes ateos, no-practicantes indiferentes; encontramos en la
(hasta tres misas católicas y casi 200 geografía a judíos israelíes, a judíos árabes (algo que
motetes latinos, no lo olvidemos) que en las ignoran sistemáticamente nuestros telediarios) o
canciones más diversas y, por supuesto, en chinos... A cada una de las categorías, y a cada una
de las variantes y combinaciones, corresponden no
solo una música sino una interpretación: tenemos
por ejemplo a unos ashkenazim de Argentina
interpretando magníficamente los cantos sefaradíes
con instrumentos modernos (Trío Sefarad,
distribución Diverdi), a unos cíngaros tocando el
repertorio perdido de los judíos (perdidos ellos
también) de Transilvania (Maramaros, comentado en
el boletín), a unos españoles (Jordi Savall y su
orquesta) insertando la música de Sefarad en un
pasado medieval cristiano, a otros, también
españoles, que la insertan en una España musulmana
soñada (Paniagua) o al contrario a una cantante (Zoshia Noel-Heyman) que interpreta
la escritura para el consort de violas y para esos cantes, dentro de la tradición de los judíos de la memoria, tal como los aprendió
la tecla, en la que fue un consumadísimo en su casa frecuentada por jassidim...
maestro, convirtiéndose en la cabeza Supongo que todas las maneras son buenas, con tal de hacerlo bien, y según el gusto
principal de la gran escuela de virginalistas o el imaginario de este o aquel oyente. Y en este contexto, infinito, el del buen hacer,
ingleses, que continuarían entre otros Peter Accentus Austria hace otra propuesta: engarza los romances sefaradíes en la Sublime
Philips (1560-1628) y John Bull (1562- Puerta, es decir en el imperio otomano, donde se refugiaron algunos de los expulsados
1628), dos de sus alumnos predilectos. de Sefarad. El director de Accentus Austria, Thomas Wimmer afirma «la adopción de
La mayor parte de la música de los palabras ajenas sacadas del entorno lingüístico, o sea del hebreo, del turco...
virginalistas se ha conservado en contribuyó a la muy escasa homogeneidad del judeoespañol...» y «el judeoespañol no
manuscritos, y a ellos ha recurrido Bertrand constituye, pues, en absoluto una forma conservada del español medieval...» No
Cuiller para ofrecer este programa centrado interesa aquí debatir esas contundencias (solo apuntar, por ejemplo, que el turco es un
en William Byrd que contextualiza con las entorno lingüístico -del exilio- mientras el hebreo es una o la lengua madre, fundadora)
célebres Pavana y Gallarda Dolorosa de sino señalar que Accentus Austria, basándose en esa «muy escasa homogeneidad», y
Philips y un par de piezas de Bull. El recital eso no es una crítica, acompaña esos cantos de los sefaradíes de Turquía (en la que se
está dominado por los aires de danza, deslizó una versión marroquí de Nacimiento y vocación de Abraham, tal como se hace
pavanas, gallardas, alemanas y correntas en Tetuán y Tanger, con el salto de octava en el primer «luz de Israel») con instrumentos
que alternan con fantasías, grounds y alguna del Occidente medieval, viola da braccio, laúd, flauta de pico, salterio, arpa española,
pieza de carácter descriptivo. Cuiller es decir los equivalentes occidentales de los rebab, ´ud, ney, kanun... Sin embargo,
emplea dos instrumentos muy contrastados: otros instrumentos, la percusión, tienen inconfundible sonoridad turca, como el
el virginal de Skowroneck (1971) tiene un pandero grave. Sea por su origen austriaco, sea por esa mezcla, Accentus Austria da a
sonido mate y aterciopelado muy sugerente, su versión un tinte mozartiano (tendencia turca), parece realizar unos esbozos del
mientras que el clave de Philippe Humeau Rapto en el serrallo y en este caso, la elección de la heterogeneidad funciona
(copia de Ruckers hecha en 1999) suena plenamente: los cantantes, excelentes, tienen una pronunciación envidiable del
brillante, incisivo, un punto agresivo, que el judeoespañol, es decir inventan un judeoespañol creíble; María Luz Álvarez, intérprete
clavecinista francés controla en todo de los mil y un matices, anticipa/evoca a una Constancia sensible, frágil y a pesar de
momento con maestría. Sus interpretaciones su nombre, llena de dudas, mientras Cesar Carazo borda un papel ambiguo, cuando es
juegan con las posibilidades de melancólico (Yo m’enamori d’un aire) recuerda/anuncia a Belmonte y cuando es
matizaciones de color de los dos tragicómico a Monostatos (ya lo sé...) por no decir a algún guardián del serrallo algo
instrumentos, resultan polifónicamente amputado, por ejemplo en el papel de la muchacha de La comida de la mañana.
cristalinas y rítmicamente precisas sin ¡Buena escucha! pues o, como decían nuestras abuelas ofreciendo una golosina: «Que
resultar por ello ni rígidas ni secas. En la dulce la tengáis».
pieza que da título al CD, Pescodd Time,
una serie de variaciones sobre un ground, Pierre Élie Mamou
Cuiller demuestra además una inverosímil ROMANCES SEFARDÍES EN EL IMPERIO DE LA SUBLIME PUERTA / María Luz Álvarez, soprano. César Carazo
agilidad en la digitación y una fantasía Jalón, tenor. Accentus Austria. Dir.: Thomas Wimmer / ARCANA / Ref.: A 341 (1 CD) D2
ornamental desbordante. Imprescindible
para los buenos amantes de la música JOHANN SEBASTIAN BACH (1685-1750): Sonatas & Partitas para violín
isabelina. (Y una advertencia: no se solo, vol. 2 / Hélène Schmitt, violín / ALPHA / Ref.: ALPHA 090 (1 CD)
D2
adelanten a quitar el disco cuando oigan
extinguirse los últimos armónicos de la
Pavana que supuestamente lo cierra. La
paciencia es virtud que a menudo goza de
su recompensa.)

Pablo J. Vayón
α
WILLIAM BYRD (c.1542-1623): Pescodd Time / Bertrand MARC-ANTOINE CHARPENTIER (1643-1704): Méditations pour le Carême /
Cuiller, clave y virginal / ALPHA / Ref.: ALPHA 086 (1 Ensemble Pierre Robert. Dir.: Frédéric Desenclos / ALPHA / Ref.: ALPHA 091
CD) D2 (1 CD) D2

(4)
Siete siglos de músicas sobre la mujer y su luz de la mano de Montserrat Figueras

Celebración del misterio femenino

L
a mujer como símbolo de amor y sensualidad, de fertilidad, de júbilo existencial, de
padecimiento por el dolor del mundo, de misticismo; la mujer como portadora de vida,
sabiduría y poesía; la mujer como vínculo entre el cielo y la tierra, entre el espíritu y la materia.
Tras su celebrado disco anterior, Nina nanna, apasionante acercamiento al ámbito de lo maternal
partiendo de las canciones de cuna, Montserrat Figueras nos propone una auténtica celebración
del misterio femenino en Lux Feminae, 900-1600, fascinante travesía por un océano espacio-
temporal de siete siglos, sin cesar agitado por excelsas sonoridades. Y más concretamente, por ese
mar Mediterráneo de las Tres Culturas, la cristiana, la musulmana y la judía, a la búsqueda de
antiguas músicas y palabras relacionadas con los enigmas y expresiones de la feminidad. Antiguas
músicas y palabras, hemos escrito, pero que resuenan hoy con sorprendente vibración
contemporánea, como secciones de una línea, de una tradición ininterrumpida que, en este disco,
parte de la sibila romana para llegar hasta Santa Teresa de Jesús,
y desde ahí proyectarse hasta el momento actual con su carga
de belleza y espiritualidad, de conocimiento, de libertad
creativa.
La voz de Figueras se constituye en la principal guía por este
territorio de facetas tan diversas como la misma representación
de lo femenino. Con su canto, desbordante de emoción y
autenticidad lírica, de tornasolado cromatismo, nos conduce
por antiguos claustros de monasterios, por los castillos de las
trovaritz occitanas, por los patios habitados por el rumor de mil
fuentes de la desaparecida Al-Andalus, por estancias del viejo
call judío de Girona… Pero no se trata de una simple tarea de
recreación de sonoridades pretéritas, por hermosas que éstas
sean, sino de volver a establecer puentes con un palpitante
universo espiritual, intemporal. En este sentido, cada pieza en
Lux Feminae parece configurarse como ocasión de encuentro
entre pasado y presente, entre las mujeres de ayer y la mujer de
hoy, sin dejar, qué duda cabe, de invitar gustosamente al hombre a asistir a este feliz proceso de
reconocimiento.
En esta aventura -plasmada, digámoslo ya, en un lujoso libro-disco que cuenta con textos de
alto contenido lírico debidos a las plumas de la propia Montserrat Figueras y del poeta Manuel
Forcano- la soprano catalana se ha rodeado de una insigne nómina de colaboradores, en la que
destacan los nombres de Jordi Savall (violas de gamba, lira de arco, rebab), Rolf Lislevand
(guitarra), Driss El Maloumi (oud), Andrew Lawrence-King (arpa), Pedro Estevan (percusiones) o
Arianna Savall, Tina Aagaard (sopranos), Laurence Bonnal (contralto) y Begoña Olavide
(mezzosoprano y salterio). Todos ellos colaboran en la confección de una trama sonora de
impactante claridad y calidez, rebosante de acentos y detalles tímbricos, de sonoridades corpóreas
hondamente enraizadas en la tierra, en la historia, y al mismo tiempo tendentes a la inmaterialidad,
prestas siempre a emprender el vuelo, como apuntando de algún modo a una esfera superior de
experiencia.
Varias son las etapas en este original recorrido propuesto por Figueras: Femina antiqua, Femina
nova, Femina ludica, Femina mistica, Femina amans, Femina mater y Femina gemens. Por su parte
Flavit auster, fragmento del Códice de las Huelgas interpretado aquí con cristalina belleza, abre y
clausura este disco concebido a manera de anillo que se cierra sobre sí mismo abarcando muchas
caras de la feminidad, trayéndonos a la mente el antiquísimo símbolo del ouroboros, la serpiente
que se muerde la cola, imagen de la totalidad y del vientre creador, del útero universal. Entre esta
apertura y este cierre descubriremos el relato sagrado de la sibila, Judicii signum, cantado con
majestuoso poder de evocación, piezas como Hal sabil likhalwa, Saeta antigua o la jarcha Gar kom
lebare, tres maravillas de embriagadores aromas orientales. Y también canciones como Estat ai en
greu cossirier, con texto de la condesa Beatritz de Dia y música de Raimon de Miraval, donde la
voz de Figueras cuenta con el acompañamiento de Jordi Savall a la lira de arco creando una
delicada atmósfera de ensoñación, dúo que se repite (ahora con Savall al rebab) en Plany
d’Estelina, a partir de un anónimo sefardí, gran momento intimista del programa. Aunque si lo que
buscamos es recogimiento, e incluso arrobo místico -eso sí, de elevado voltaje emocional-, hay
que escuchar Alma, buscarte has en Mi, poema de Teresa de Ávila con contrafactum musical
aportado por una pieza del Cancionero de Palacio, extraordinaria composición donde Figueras (y
Savall, y Lawrence-King, y Olavide…) alcanza a transmitir en tonos conmovedoramente humanos
el anhelo de unión con la divinidad de la santa. Como ideal contrapunto, el programa cuenta con
secciones de rítmica más vibrátil y marcada, la de encantadores villancicos como Niña y Viña, Yo
me soy la morenica, Soleta so jo aci o Soleta I Verge estich (anónimos los dos primeros y los otros
de Bartomeu Cárceres), todos ellos arreglados con el mayor gusto y sensibilidad melódica.
¿Qué más añadir? Lux Feminae constituye un programa susceptible de entusiasmar al amante
de las músicas antiguas y modernas, a las mujeres y hombres que comprendan que sumergirse en
el pasado resulta en ocasiones la mejor manera de acceder al presente. Disfrutemos pues de este
precioso catálogo de experiencias musicales que gravitan sobre el eje de lo femenino, sobre la
presencia de la mujer eterna, de la mujer siempre cambiante.
Stephanie Marshall
LUX FEMINAE (900-1600): Siete retratos de la mujer de la antigua Hesperia / Montserrat Figueras, canto. Tina Aagaard, Arianna
Savall, sopranos. Laurence Bonnal, contralto. Begoña Olavide, mezzosoprano & psalterium. Andrew Lawrence-King, arpa
cruzada. Jordi Savall lira, rebab, violas de gamba. Frederike Heumann, Fahmi Alqhai, violas de gamba baja. Pierre Hamon,
flautas. Driss El Maloumi, oud. Rolf Lislevand, guitarra. Marc Clos, Carlo Rizzo, percusiones / ALIAVOX / Ref.: AVSA 9847 (1
SACD) D1

(5)
ALMAVIVA recupera una preciosa selección de villancicos del México colonial

La Catedral de Puebla, donde se respira el Siglo de Oro

E
l Siglo de Oro hispano trascendió nuestras fronteras y su lugar natural de expansión fue América, donde una parte considerable de
los españoles buscó fortuna, aventura y, en cualquier caso, una vida nueva. México, por razones obvias, atrajo a nuestros
antepasados como ningún otro país y la mejor música peninsular halló acomodo en las nuevas fundaciones de aquellas tierras.
Además de la capital, otra ciudad floreció especialmente en Nueva España, Puebla de los Ángeles, sobre todo en la etapa del obispo don
Juan Palafox y Mendoza, entre 1640 y 1665. Gracias a él se pudo poner fin a la magnífica catedral, cuyas obras se iniciaron en 1575,
pero aún sin concluir cuando él llegó. Inaugurada el 18 de abril de 1649, fue Palafox quien la
consagró, granjeándose la enemistad de los jesuítas y de la clase opulenta colonizadora, pero el amor
del pueblo autóctono.
La Catedral de Puebla no solo es uno de los templos más importantes de América, con su bello coro,
sino uno de los más grandes centros musicales del Continente durante los siglos XVI y XVII. La
discografía de la música virreinal (Palafox fue virrey de Nueva España en 1642) se ha disparado en los
últimos años y ahora se podría ilustrar bien una historia de la música en la Catedral de Angelópolis o
Puebla de los Ángeles; desde el portugués Gaspar Fernandes (c. 1570-1629), que se hizo cargo del
magisterio de capilla de la Catedral en construcción el año 1606. Luego, Antonio de Salazar, cuyo
discípulo Manuel de Sumaya (c. 1685-1755) fue autor de la primera ópera mexicana, La Parténope, en
1771, y es uno de los grandes maestros del barroco tardío en aquel continente. La polifonía, heredera
de la que floreció en la metrópolis, tuvo en la ciudad de México o en la vecina Guatemala grandes
cultivadores, desde el extremeño Hernando Franco (1532-1585) hasta el italiano Ignacio Jerusalem (c.
1710-1769), pero Puebla ostentó, durante todo el siglo XVII, la primacía de la música eclesiástica, ya
de la litúrgica en latín, bien de la que se cantaba en castellano por medio de villancicos, género favorito
en España en el campo de la música religiosa. Basta recordar los nombres de Juan Gutiérrez de Padilla y de uno de los cantores a sus
órdenes, el bajón y organista Francisco López Capillas (c. 1608-1674), maestro a su vez de Juan García de Zéspedes (c. 1619-1678),
autor éste de fuerte sabor indígena. Incluso cierto convento de Puebla, el de la Santísima Trinidad, conserva un extraordinario patrimonio
musical. Por ejemplo, entre los grandes polifonistas en la transición del siglo XVI al XVII se encuentra Juan de Lienas, probablemente
aragonés de Huesca, maestro de capilla del Convento de la Encarnación en México capital, de quien se conservan más de 200 obras,
realmente espléndidas, en el llamado Códice del Carmen.
Juguetes, guarachas, negros, jácaras, cachuias, rorros, negrillos, calendas, tonos, gitanillas... son maneras peculiares que adopta el
villancico, una forma que caló en el pueblo mexicano con la misma facilidad que lo había hecho en España. Todos los compositores
citados han escrito gran música litúrgica, pero su aceptación popular llegó a través de los ritmos graciosos e incisivos del villancico, con
su introducción, respuesta, estribillo y coplas que nunca faltan.
El malagueño Juan Gutiérrez de Padilla (c. 1590-1664) destacó en lo sacro latino y en el villancico castellano. Sus numerosos
villancicos para las principales festividades del año litúrgico, son brillantes y delicados. Han alcanzado justa fama. Cuando salió de la
Península era maestro de capilla en Cádiz y al llegar al Nuevo Mundo pasó a la Catedral de Puebla como cantor y pronto como ayudante
del maestro Gaspar Fernández. A la muerte de éste en 1629, pasó a ser maestro de capilla hasta su muerte en 1664, lo que significa que
gozó del esplendor angelopolitano en los felices y prósperos años del obispo Palafox, el cual finalmente se retiró a Burgo de Osma (Soria),
de cuya diócesis fue nombrado obispo.
Gutiérrez de Padilla dominó la técnica de la parodia, como se aprecia en su Missa Ego flos campi y en otras; compuso excelentes
motetes y salmos e innumerables villancicos. Algunos como A la jácara, jacarilla, y ¡Ah siolo Flasiquiyo!, a 4 y a 6 voces respectivamente,
gozan de merecida popularidad.
En este disco del sello Almaviva, promovido por el Centro de Documentación Musical de Andalucía, el grupo Ars Longa de la Habana
que dirige Teresa Paz, incluye los dos citados y otros catorce villancicos del maestro malagueño, dentro de la serie Documentos sonoros
del patrimonio musical de Andalucía, colección realmente ejemplar por su clara visión de cuanto merece ser registrado de ese inmenso
patrimonio. Padilla disponía en Puebla de un coro nutrido y de calidad, apto para sus obras más complejas a doble coro.
Aunque sus obras están escritas para ser cantadas a cappella, muchos de sus cerca de una treintena de cantores, eran instrumentistas
y doblaban con instrumentos las voces. Ars Longa, además de cinco excelentes solistas y un pequeño coro de cámara, ha contado con
un amplio ensemble instrumental con la cuerda e instrumentos de viento o de música alta (cornetto, flautas, chirimías, bajón, bombarda,
sacabuche) además de la vihuela, la guitarra, el arpa, el clave, el órgano y la percusión. Tanto en los villancicos donde impera lo rítmico,
como en los más líricos (realmente hermoso, por ejemplo, Lágrimas de un niño, y Las estrellas se ríen, un juego de cañas a 6 voces) Ars
Longa muestra su calidad vocal e instrumental. Esta última se hace patente en la versión instrumental de dos villancicos de Gaspar
Fernández, el autor que compartió un tiempo con Padilla la responsabilidad de la música en la Catedral angelopolitana: uno para los
músicos de cuerda y otro para los de viento, ambos sin voces. Claridad, viveza, impecable afinación, hacen superiores estas versiones a
otras de las mismas obras de Padilla grabados anteriormente. Muy necesarias para calibrar el mérito de la grabación de estos Cuadernos
de Navidad de Padilla, son las notas de la organista Miriam Escudero. Si nuestro país tuviera más cultura musical esta grabación vendería
miles y miles de ejemplares. Se respira el Siglo de Oro.

Andrés Ruiz Tarazona


JUAN GUTIÉRREZ DE PADILLA (1590-1664): Música en la Catedral de Puebla de los Ángeles / Grupo Ars Longa de la Habana. Dir.: Teresa Paz / ALMAVIVA / Ref.: DS 0142
(1 CD) D2

J.S.BACH: Cantatas. Vol. 30 (Jauchzet Gott in allen Landen! SILVIUS LEOPOLD WEISS (1687-1750): EVARISTO FELICE DALL’ABACO (1675-
BWV51; Alles mit Gott und nichts ohn’ ihn, BWV1127 (aria L'esprit italienne / Paul Beier, laúd / 1742): Sonatas para uno y dos violines /
discovered in June 2005 - first complete recording). Bonus track STRADIVARIUS / Ref.: STR 33731 (1 Insieme Strumentale di Roma. Giorgio Sasso,
(stereo only): Aria: Spielet, ihr beseelten Lieder from O holder CD) D2 violín y dirección / STRADIVARIUS / Ref.: STR
Tag, erwünschte Zeit, BWV210 / Carolyn Sampson, soprano / 33740 (1 CD) D2
Bach Collegium Japan. Dir.: Masaaki Suzuki / BIS / Ref.: BIS
SACD 1471 (1 SACD) D2
(6)
GLOSSA presenta Tempio dell´Onore e delle Vertù, una magnífica selección de chansons de Guillaume Dufay (c. 1397 - 1474)
a cargo de Cantica Symphonia

Excepcional Dufay profano

L
a obra de Guillaume Dufay está indisolublemente asociada a los grandes cambios sociales,
religiosos, políticos y, sobre todo, culturales que experimentó Europa a lo largo de la Baja Edad
Media. Los aires renovadores de la sensibilidad humanista unidos a la lenta, pero inexorable,
secularización que experimentaron casi todos los aspectos de la vida cotidiana, dieron lugar a
nuevas formas de pensamiento y expresión artística que culminarían a comienzos del siglo XV con
las primeras manifestaciones del espíritu renacentista. La música, como parte integrante de aquel
universo, también inició por entonces y de la mano de una generación de compositores encabezada
por el propio Dufay y seguida por Binchois, Frye o los Lantins entre otros, la lenta transición entre
la estética tardomedieval y las complejidades polifónicas del Renacimiento.
Aunque el motete fue, probablemente, la forma musical en la que Dufay mejor supo plasmar las
inquietudes intelectuales de su tiempo, la chanson se convirtió en el género predilecto del maestro
franco-flamenco para expresar su inspiración en temas amorosos, pastoriles, políticos y, en algún caso, probablemente teatral como
podemos comprobar a lo largo de esta soberbia antología que ahora nos presenta Cantica Symphonia. Entre las excelencias de esta
grabación habría que citar que se han incluido todas las composiciones de Dufay con texto en italiano, además de otras piezas en francés
de sobra conocidas como La belle se siet, Je me complains piteusement o la famosísima Se la face ay pale, y unas interpretaciones que,
como en el caso de sus anteriores registros dedicados a música sacra de Dufay, vuelven a alcanzar una perfección difícilmente superable.
Sólo la elección de unos programas atractivos y de gran belleza, el conocimiento profundo del repertorio y una sabia dirección como la
que Giuseppe Maletto exhibe en cada nueva producción, la calidad de unos cantores e instrumentistas de reconocido prestigio
internacional y la profesionalidad de un sello como Glossa nos pueden brindar discos como éste. El trío Dufay, Cantica Symphonia y
Glossa funciona a las mil maravillas.

Francisco de Paula Cañas Gálvez


GUILLAUME DUFAY (c.1397-1474): Tempio dell’Onore e delle Vertù (Chansons) / Cantica Symphonia (Alena Dantcheva, Laura Fabris, Maria Teresa Nesci, Fabio Furnari,
Giuseppe Maletto, Guido Magnano, Svetlana Fomina, Efix Puleo, Margret Köll, Michele Pasotti). Dir.: Giuseppe Maletto / GLOSSA / Ref.: GCD P31903 (1 CD) D2

Nuevo trabajo del ensemble De Labyrintho


Obras para clave de Jacob y Hans Leo Hassler, en RAMËE
para STRADIVARIUS

Josquin o el simbolismo Envolventes variaciones


encriptado
E
n ocasiones la elección del intrumento más idóneo reviste la misma
importancia que la del programa a abordar en una grabación.

L
a antífona Gaudeamus omnes, que sirve de Introito para Diríase que tal es el caso en Hassler. Ich gieng einmal spatieren,
la festividad de Todos los Santos, es una de las más donde el teclista Léon Berben interpreta la
solemnes y conocidas melodías del repertorio música de los hermanos Jacob (1569-1622)
gregoriano. Numerosas misas y Hans Leo Hassler (1564-1612) con un
de los más diversos autores clavecín del gran luthier veneciano
del Renacimiento la tienen Franciscus Patavinus, construido en 1561,
como espina dorsal y el gran uno de los escasos clavecines del siglo XVI
Josquin Desprez no fue, que se han conservado hasta nuestros días
desde luego, una excepción. perteneciente a la colección del Deutsches
Este nuevo cd del conjunto Museum de Munich. Se trata de un soberbio
De Labyrintho subraya el instrumento de sonoridad en extremo
interés simbólico que límpida, de bella reverberación, de agudos
esconde esta hermosa misa, incisivos y graves ligeramente acidulados,
tal y como ha estudiado el que en manos de Léon Berben (miembro de
especialista Willem Elders. Musica Antiqua Köln y antes de Amsterdam Baroque Orchestra o
Partiendo de las 61 ocasiones Freiburger Barockorchester) se convierte en la mejor herramienta para
en que es citado el «tema generador» a lo largo de las cinco restituir con nitidez las líneas contrapuntísticas y arborescentes
partes del ordinario, Elders establece una relación con la variaciones diseñadas por los Hassler. Ambos músicos alemanes
numerología bíblica y teológica, de la misma manera que lo estudiarían con Andrea Gabrieli en Venecia, entrando luego, en
hiciera Bach. Habsburgo, al servicio de la influyente familia Fugger y, en Praga, del
Dejando al margen estas cuestiones, interesantes, sin emperador Rodolfo II, siempre en calidad de organistas. De Jacob
duda, pero que el oyente no percibirá durante su escucha, Hassler se nos ofrecen entre otras piezas algunas elaboradas muestras
hemos de traer al primer plano lo que sí es fácilmente del género conocido como Ricercar, fantasías y fugas de motivos aquí
perceptible por todos cuantos abran sus oídos ante esta desarrollados con minuciosidad pero de indudable inventiva. Con todo,
música: su magistral factura, el turbador efecto sonoro de quizá la obra más interesante de las recogidas en el disco sea la extensa
cada palabra, de cada frase. Variaciones sobre Ich gieng einmal spatieren de Hans Leo Hassler, de
El disco se completa, además, con cinco motetes muy variados recursos armónicos y rítmicos que sirven para desplegar
marianos de no menor atractivo, entre los que se incluye el con rigurosa coherencia compositiva y alto sentido formal el material
ambicioso (pre-barroco?) «Inviolada, integra et casta» a 12 sonoro. En este punto se revela exquisita la tarea de Léo Berben, que
voces. equilibra cualquier tendencia a la abstracción mediante un fraseo
Estupenda traducción nuevamente la realizada por Walter líricamente inspirado, profusamente cromático, de delicada sensibilidad
Testolin, al frente de este grupo, genuinamente italiano, que ornamental, alcanzando a crear una atmósfera de progresivo y
apuesta por el modelo a cappella para otorgar a las voces, sin envolvente intimismo.
más, todo el peso de la música…y de los números.
Norberto Tauste
Caronte
JACOB HASSLER: Toccata di quarto tono; Ricercar; Ricercar del primo tuono; Fantasia noni
JOSQUIN DESPREZ (1455-1521): Musica Symbolica / De Labyrintho / toni; Canzon; Fuga septimi toni. HANS LEO HASSLER: Variaciones sobre Ich gieng einmal
STRADIVARIUS / Ref.: STR 33722 (1 CD) D2 spatieren / Leon Berben, clave / RAMÉE / Ref.: RAM 0501 (1 CD) D2

(7)
James Bowman y Daniel Taylor protagonizan un delicioso recital renacentista en BIS

Dos contratenores y la melancolía

U
no de los contratenores más prestigiosos de la historia, el británico James Bowman, y uno de los jóvenes que con más pujanza
optan a sucederlo en su trono, el canadiense Daniel Taylor, se unen en este disco a tres
instrumentistas del conjunto Theatre of Early Music (la arpista Frances Kelly, la laudista Elisabeth
Kenny, el violista Mark Levy) y al actor Ralph Fiennes para ofrecer uno de los discos más originales,
emocionantes y bellos de los que haya memoria.
Alternando la mejor música isabelina (Robert Jones, Robert Jonson, John Dowland, Thomas Campion)
con poemas de una generación irrepetible de la literatura inglesa (William Shakespeare, Ben Jonson,
George Herbert, Sir Walter Raleigh, Abraham Cowley…) que recita con temple y nobleza aquel admirado
y, al tiempo, digno de lástima paciente inglés, el sello Bis ha conseguido atrapar en estos generosos setenta
y cinco minutos la atmósfera de una de las épocas más ricas y sugerentes de la historia del arte británico.
Hay canciones para dos voces, en las que Bowman y Taylor funden sus timbres, más leve el del inglés,
incisivo y brillante el del canadiense, con precisión y exquisito gusto; canciones para voz sola, en las que
Bowman muestra que no ha perdido la capacidad de seducción (delicadísimo, emocionante el Flow, my
tears de Dowland) y Taylor, voz ancha, solar, que el futuro es cosa suya; piezas instrumentales en diferentes
combinaciones, a cada cual más sugerente... Sobre todas ellas late un espíritu profundamente romántico
y apasionado, de una melancolía dulce y reparadora, que cuando te toca ya no te suelta en horas. Para
combatirla, lo mejor es escuchar el disco en buena compañía.

P.J.V.
LOVE BADE ME WELCOME: Canciones y poesía del Renacimiento: obras musicales de Robert Jones, Robert Jonhson & John Dowland. Poesía de William Shakespeare, Walter
Raleigh, Ben Jonson, Thomas Campion, Francis Quarles & Abraham Cowley / James Bowman y Daniel Taylor, contratenores. Frances Kelly, arpa. Elizabeth Kenny, laúd. Mark
Levy, viola da gamba. Ralph Fiennes, recitación / BIS / Ref.: BIS 1446 (1 CD) D2

Estevan Velardi dedica un nuevo y bello disco a Stradella en BONGIOVANNI BONGIOVANNI presenta, en primera
grabación, la Opus 3 de Tomaso Albinoni
Falsas leyendas, hermosas realidades Sabio diletante

C
asi con cuentagotas llegan las

C
uenta la leyenda que Alessandro Stradella (1639-1682) fue un
compositor al que las aventuras amorosos apenas dejaban tiempo para novedades discográficas de Tomaso
la música. Las leyendas, cierto es, suelen tener una base real, pero tan Albinoni, como si el hartazgo
deformada y exagerada que, finalmente, son abiertamente falsas. Porque producido por el falso innombrable hubiera
Stradella mujeriego fue -y mucho-, y su llevado a los actuales directores historicistas
desmedida afición a la galantería -al a olvidar su música. Pero ésta, sin ser
parecer, resultaba irresistible para el excepcional, no deja de ser interesante. ¿Hay
género femenino- terminaría costándole la que recordar una y otra vez que J.S. Bach
vida trágicamente apenas estrenada la estudió y copió algunas de sus obras? Vayan,
cuarentena, tras otro intento de asesinato y pues, nuestras albricias por la primera
alguna que otra huida in extremis. Pero, a grabación de los Balletti, Op. 3, editados en
pesar de su corta vida, su producción
conservada comprende cuatro óperas,
media docena de oratorios, una veintena
de obras dramáticas menores, 175
serenatas y cantatas de cámara y un
puñado -éste sí, más bien reducido- de
obras instrumentales. Y en su obra, genial
síntesis del barroco pleno, supo mirar
audazmente hacia el futuro como pocos,
anticipando formas y géneros -el concerto grosso, la sonata en trío, la
estructura del aria y la cantata de cámara, por ejemplo- que poco después
llevarían a la madurez A. Corelli y A. Scarlatti.
Los intérpretes historicistas no podían olvidar a Stradella: hasta una veintena
larga de referencias es posible citar -aunque, eso sí, con repeticiones de títulos
y descatalogaciones varias-, con directores como Mark Minkowski, Michael
Schneider, Alan Curtis, Anthony Rooley, Enrico Gatti... Y, por supuesto, Estevan 1701. Se trata de una docena de sonatas en
Velardi que, primero al frente de la Camerata Ligure y más tarde con el trío integradas, tras los preludios
Alessandro Stradella Consort, es su gran apóstol contemporáneo. En su invariablemente marcados largo, por los
habitual sello BONGIOVANNI -que ofrece, además, un folleto particularmente consabidos movimientos de danza, en este
detallado- vuelve hoy con Il duello, una serenata escrita en 1674 para Cristina caso, allemandas, correntes, gavotas,
de Suecia, y un par de cantatas para una y dos voces. La música, bellísima, sarabandas y gigas. Quienes se acerquen a
recibe una interpretación muy convincente tanto instrumental (Fabrizio ellas descubrirán, en una discreta
Cipriani es el primer violín) como vocalmente (destacamos, no obstante, la interpretación por parte del Ensemble
participación femenina), como ha venido ocurriendo sistemáticamente en los Benedetto Marcello, una música de calidad y
últimos registros de Velardi. ¡Qué hermosos, por ejemplo, esos movimientos muy bella que justifica plenamente la fama
lentos delicadamente punteados por la tiorba del continuo! Hay otros muchos de que el diletante veneciano gozó en su
bellos momentos en el disco. Ustedes mismos los descubrirán. tiempo.
Mariano Acero Ruilópez Juan de Atienza
ALESSANDRO STRADELLA: Vola, vola in altri petti / Rosita Frisani, soprano. Anna Chierichetti, TOMASO ALBINONI (1671-1751): Balletti a Tre, op. 3
soprano. Cristiana Presutti, soprano. Gianluca Belfiori, alto. Riccardo Ristori, bajo / Alessandro para dos violines, violonchelo y clave / Ensemble
Stradella Consort. Dir.: Estevan Velardi / BONGIOVANNI / Ref.: GB 2326-2 (1 CD) D2 Benedetto Marcello / BONGIOVANNI / Ref.: GB 5628-2
(1 CD) D2

(8)
Sonatas en trío para flautas traveseras del siglo XVIII español, en ARSIS

Los Pla, un fervor que vuelve


E stá por escribir, aunque fuese un libro no demasiado grande, la
historia de la flauta en España. Muchos han sido los grandes
flautistas en nuestro país desde Luis Mirón (c. 1720-1766) hasta
nuestros días. Algunos fueron además compositores notables y
numeroso, en el que figura un segundo traverso, Fernando Texeira,
y un bajo integrado por Pablo Zapico (violonchelo) y Carlos García-
Bernalt (clave), en el mundo de la flauta dieciochesca. El grupo se
denomina Estil Concertant y todo el CD está dedicado a las Sonatas-
alcanzaron sin proponérselo proyección internacional. Trío para dos flautas traveseras y continuas de Juan y José Pla.
Remontándonos al siglo XVIII, que es el que nos ocupa, basta Se incluyen seis sonatas para dos flautas y bajo. Cuatro de ellas
recordar también a Felipe Lluch, Antonio Rodil, Pedro Anselmo se publicaron en Londres por John Hardy hacia 1754, como
Marchal, Pablo Minguet, Juan Oliver y Astorga, Carlos Julián, etc. consecuencia de la presentación de los dos hermanos Pla en la
Autores como José Herrrando y Carlos Julián, que escribieron para capital inglesa. John Mainwaring en sus Memoirs of Haendel
flauta, eran principalmente violinistas, otros como Minguet, (Londres, 1760) escribió: Haendel solía hablar de si mismo con
impresor, Marchal era organista, Oliver y Astorga dirigía orquestas, satisfacción, y ciertamente había
Rodil o los hermanos Pla, objeto de este breve escrito, oboístas. La razón para ello; por encima de su
flauta parece en España, por entonces, algo que hay que tocar talento como artista, él tenía un
porque gusta en la alta sociedad o en el mundo cortesano. temperamento dulce y el más
Recordemos que una gran figura de la flauta en Europa, el alemán apacible carácter. Por otra parte, los
Johann Joachim Quantz (1697-1773), compositor y gran teórico del hermanos Pla (famosos oboístas), que
instrumento, entró como oboísta en la corte de Augusto II de Sajonia vinieron desde Madrid, contaron
en Dresde y de allí pasó como tal a Varsovia, antes de convertirse últimamente que Scarlatti, admirado
en el flautista favorito de la corte de Federico II el Grande de Prusia. con frecuencia por su gran
Hasta 1680 es muy raro el uso de la flauta travesera barroca. Los interpretación, mencionaba a Haen-
Hotteterre, familia de constructores, ejecutantes y compositores del y se persignaba de veneración.
para instrumentos de viento en París, entre los que destacó el Las dos restantes Sonatas-Trío
llamado Jacques Le Romain (Jaime el romano), fueron los primeros fueron publicadas por el editor John
en hacer uso de la flauta cónica barroca. Con ella, el burgalés José Welcker de Londres en 1770.
María Ribas, asombró al público londinense en el staccato de El Welcker publicó mucho de Johann
sueño de una noche de verano de Mendelssohn hacia 1830. Cristian Bach y de maestros de la célebre escuela de Mannheim. Y
Los hermanos Pla Ferrusola, hijos de Juan Pla, oriundo de es que los Pla se codearon con lo más distinguido de la música
Balaguer (Lérida), y fallecido en Madrid en 1755, dejando viuda a europrea de su tiempo y lo mismo eran solicitados por el Gran
Isabel Ferrusola, eran seis: Juan, Antonia, Manuel, José, Gaspar y Duque Carl Alexandre de Württemberg en Stuttgart que por los
Francisco. El mayor Juan Bautista, Manuel y José fueron músicos, Concerts Spirituels de París, o de Madrid, Karlsruhe, Amsterdam,
oboístas y flautistas. Recordemos que la digitación de la travesera y Hamburgo y Londres.
la del oboe u obue, como se decía en algunos documentos Las sonatas de los Pla son un buen ejemplo del estilo galante que
españoles, es muy parecida. se impuso en el Berlín de Quantz y Carl Philipp Emanuel Bach y en
Manuel fue un autor especialmente fecundo. No había nacido en el Londres de Johann Christian, o en el Madrid de Boccherini.
Cataluña, como su padre, sino en Torquemada (Palencia), quizá Algunos rompen la estructura habitual, allegro-andante-allegro;
durante algún viaje de sus padres. No salió de Madrid, donde encontramos un rondó como movimiento inicial, intensos y
cultivó con éxito la música escénica, bien en el terreno lírico o delicados movimientos lentos, allegros un poco melancólicos y
como música incidental. hasta cierto arrebato Sturm und Drang en el último allegro de la
En cuanto a Juan Bautista y José, ambos hicieron una carrera Sonata-Trío No. 6 en Mi menor. Es un arte muy cortesano, pero esos
internacional como intérpretes y compositores, aunque me parece brotes de subjetivismo pre-romántico y burgués, las pusieron en la
que en este último extremo, Juan Bautista fue más prolífico que José. vanguardia de su tiempo e hicieron de sus autores figuras del mundo
Juan componía y José daba su parecer, corregía cosas e interpretaba ilustrado. Las excelentes versiones del grupo Estil Concertant
con él las muchas sonatas para dos flautas y bajo continuo o las explican bien aquel fervor y saben transmitirlo al filarmónico de
Trío-Sonatas, que, en ocasiones, se han tocado con flauta, oboe y hoy.
clave. En el presente disco de Arsis, que ya el pasado año lanzó un
interesante CD bajo el título Europa mediterránea en el siglo XVIII A.R.T.
con Marisa Esparza a la travesera y Margit Schultheiss al arpa
barroca, insiste con la misma María Esparza y un grupo más JOAN & JOSEP PLA: Trio-sonatas para flautas y bajo continuo / Estil concertant / ARSIS
/ Ref.: ARSIS 4196 (1 CD) D2

Obras de cámara, con dos primeras grabaciones mundiales, de W.F. Bach en CPO

Novedades de Wilhelm Friedemann

E
l reducido corpus de la música de cámara del hijo primogénito y maldito del cantor de Leipzig, Wilhelm
Friedemann Bach, se ha visto recientemente incrementado con el descubrimiento de dos sonatas para
traverso y bajo continuo anunciadas en el siglo XVIII, pero desconocidas hasta ahora. Éstas, las únicas
sonatas para un instrumento y continuo conocidas del compositor, se registran ahora por primera vez en este
interesante disco de CPO, acompañadas por tres sonatas en trío (más un fragmento de otra) en lo que
constituye la grabación integral de sonatas y triosonatas con bajo continuo de Wilhelm Friedemann.
Todas ellas pueden atribuirse a su etapa de organista en Dresde (1733-1746), cuando compaginaba sus
escasas tareas profesionales con la prosecución de su formación y se afanaba por encontrar un estilo propio,
anticipando lo que sería una obsesión -la de la originalidad- que le acompañaría a lo largo de toda la vida. Los detalles en este sentido
abundan en todas las obras -aunque es patente, lógicamente, la influencia de su padre y de Telemann-, que conjugan idiomatismo
instrumental, frescura juvenil y dominio técnico de las formas tratadas y en las que coexisten notables ejemplos contrapúnticos (F.49) con
una cantabilitá melódica muy de su día y algún rasgo propio de su atormentada personalidad. La Camerata Köln las interpreta con la
agilidad y viveza que son sus señas de identidad, brillando los solistas -Karl Kaiser y Michael Schneider, flautas traveseras; Sabine Lier e
Ingeborg Scheerer, violines (F.50)- y con un bajo continuo discreto, pero eficaz. El folleto está firmado por Peter Wollny, uno de los
mayores especialistas actuales en la música de Wilhelm Friedemann Bach. Se recomienda, por supuesto. [Por cierto, en el índice del
ejemplar que manejo hay un error, confundiéndose títulos y movimientos de las sonatas F.48 (2 fl. y b.c.) Y F.50 (2 vln. y b.c.)]

M.A.R.
WILHELM FRIEDEMANN BACH (1710-1784): Sonatas y tríos / Camerata Köln / CPO / Ref.: 777086-2 (1 CD) D5

(9)
La obra maestra de Haydn Las siete últimas palabras de Cristo en la Cruz, en versión oratorial,
por Accentus y la Akademie für alte Musik

Empastada belleza

N
os parece curioso e interesante este acercamiento gobernado por Laurence Equilbey al oratorio Las siete últimas palabras de Cristo
en la Cruz. Recordemos que la primera versión de la obra, encargada por la catedral de Cádiz, data de 1786. Se trataba de una
partitura exclusivamente orquestal, constituida por siete adagios, una introducción y un Terremoto
final. Más tarde el compositor trasladó los pentagramas a los de un cuarteto de cuerda. La versión para coro,
solistas y orquesta sólo la llevó a cabo tras escuchar en Passau, en 1795, un arreglo para este conjunto
debido al maestro de capilla Joseph Friebert. Parecía lógico, desde luego, que Haydn quisiera echar
también su cuarto a espadas en este terreno.
No hay muchas interpretaciones actualmente en disco de la obra en esta versión cantata. Hace mucho
tiempo circuló en vinilo una dirigida por Scherchen. Hoy localizamos a lo sumo cuatro, cinco con la que
ahora se nos presenta. La más apreciable era la firmada por Spering con sus conjuntos para Op. 111. La de
la experta maestra de coro Laurence Equilbey es singular, respecto a todas, por la manera austera, rectilínea,
severa, algo seca, que tiene de trazar la línea de las voces, que se incorporan al flujo orquestal como un
elemento añadido, aunque imprescindible en este caso. La propia directora manifiesta: «La idea era
imaginar una meditación espiritual (deseada por Haydn al componer la primera versión para orquesta), pero
articulada y cantada esta vez, sin que la voz fuera, sin embargo, el actor principal del drama: el canto, el
texto pensados como prolongación de la idea musical pura; lo que no ha de excluir la expresividad.»
Efectivamente, no la excluye, porque tras esa concisión se adivina un fervoroso mundo de fondo; aunque la apariencia esté alejada de
la emoción a flor de piel. Pero el discurso mantiene, dentro de esa seriedad y sobriedad, una tersura constante, una luz matizada que otorga
un discreto calor. No hay, como puede suponerse, tanto por el carácter de la obra como por la entidad de la recreación, altibajos, cimas
y simas, contrastes específicos y de un dramatismo apreciable, pero lo que resulta es de una belleza contenida suficiente y de un lirismo
evocador. Después de todo, la dirección está muy atenta a los detalles y a los episódicos juegos vocales-instrumentales; así en la Palabra
nº 6, Es ist vollbracht, donde la consumación se nos pinta de forma poco escalofriante, muy hacia adentro.
Figuran en la grabación, como figura en la partitura original del oratorio, antes de la mayor parte de los movimientos, unas breves y
arcaizantes introducciones a cappella, en las que la Palabra es declamada como una especie de epígrafe. Muy respetuosa la visión de
Equilbey, que consigue, con los magníficos instrumentos de época de la Akademie für Alte Musik de Berlín, unas sonoridades empastadas
muy atractivas, en las que participa, naturalmente, el estupendo Coro Accentus. Los solistas muestran por su parte un buen
comportamiento; sus voces, pequeñas, muy líricas, se suman al espectro general.

Papageno
FRANZ JOSEPH HAYDN (1732-1809): Die Sieben Letzten Worte Unseres Erlösers am Kreuze Hob. XX/2 (Las siete últimas palabras de Cristo en la Cruz) / Sandrine Piau, soprano.
Ruth Sandhoff, mezzo-soprano. Robert Getchell, tenor. Harry van der Kamp, bajo. Accentus. Akademie für Alte Musik Berlin. Laurence Equilbey, dirección / NAIVE / Ref.: V 5045
(1 CD) D1

Sonatas para piano de Ferdinand Ries, en CPO Músicas para las liturgias salzburguesas, en CARUS

Su mejor alumno «Bombones de


Michael Haydn»
A
l referirse a Ferdinand Ries parece que resulta ineludible
recordar a su maestro Beethoven. Es justo pero no exhaustivo.

H
ermano menor del gran Joseph Haydn, Joahnn Michael
En efecto, se puede concluir que Ries recorrió una senda sucedió como organista de la catedral de Salzburgo a
beethoveniana pero corresponde agregar W.A. Mozart, en 1781. Su música, de trazas sencillas,
que lo hizo con un sesgo personal. Es un se adaptó perfectamente a las
músico beethoveniano pero no un mero exigencias «anti-operísticas» de la
eco del maestro ni el autor pastiche de las Iglesia Católica del país más
cosas que al Gran Sordo se le olvidó conservador del mundo.
componer. No deberá quién se escuche
En el ramo pianístico, que cubre este este disco entrar en comparaciones
compacto, se advierte ante todo la con los dos astros citados, nombres
destreza con la cual Ries maneja la que ensombrecieron durante todo
escritura para el teclado: amplitud de los el siglo XIX el trabajo de Johann
registros, seguridad de los efectos, Michael, y -dicho sea de paso- ¡de
disposición de escalas y arpegios como cuantos autores de su tiempo
parte del discurso y no como mero ornato pillaron por delante! Por
de la melodía. Las manos dialogan como lo hacen las voces y el descontado que se trata de una
contrapunto crea espacios de cierta imponencia. música sin las pretensiones de un
También es notable la libertad con que Ries estructura sus obras. sinfonista, ni las exigencias de un operista. Es música
La gran sonata opus 9, de amplia extensión (una media hora de funcional, bien compuesta, con un inspirado sentido
travesía), se abre y se cierra con un adagio resuelto en allegro, entre melódico, y que aprovecha con exquisito oficio los
los cuales media un minué y una serie de 8 variaciones al tema, que ingredientes armónicos que caracterizaron la segunda mitad
constituyen un tercer movimiento. Recuerda al Beethoven de la del XVIII. Un trabajo así, de confitería fina, para endulzar los
sonata dedicada a Kreutzer para violín y piano, y al gran reformador momentos en los que nuestro oído o nuestro cerebro busquen
de la música de cámara, Boccherini, que usó las variaciones como tomarse un respiro del triunfo sinfónico de la forma sonata o
tiempos de sus pequeños conjuntos. La sonata-fantasía opus 26 del virtuosismo vocal de los escenarios vieneses.
empieza con un tiempo lento que conduce al allegro, evocando la Excelente el coro de Cámara de Viena, moldeado con
Quasi una fantasia del maestro, la popular Claro de luna. En fin: un esmero por Johannes Prinz y perfectamente arropado por el
buen discípulo es capaz de dictar magistrales lecciones. organista Robert Kovács.
Caronte
Blas Matamoro
JOHANN MICHAEL HAYDN: Deutsche Messe (+ pequeñas obras religiosas de
FERDINAND RIES (1784-1838): Sonatas para piano / Alexandra Oehler, piano / CPO / Michael Haydn, Leopold Mozart & Wofgang Amadeus Mozart) / Wiener
Ref.: 777136-2 (1 CD) D5 Kammerchor. Dir.: Johannes Prinz / CARUS / Ref.: CARUS 83.354 (1 CD) D2

( 10 )
Sandrine Piau, Ottavio Dantone y la Academia Bizantina firman In furore, otro sobresaliente disco de la Edición Vivaldi en Naïve

Vivaldi furioso

A
lgunas crónicas de la época nos describen a Vivaldi tocando el violín como un frenético endemoniado, un furibundo. El furor es
uno de los componentes esenciales de la música vivaldiana, uno de los cimientos de su impulso
arrollador. En las notas del disco, Sandrine Piau afirma que el motete In furore es una partitura ideal
para cualquier soprano que desee enfrentarse consigo misma. Pero es también una disección anatómica de
un furor musical muy peculiar. En las escalas rápidas, los vocalismos frenéticos y las semicorcheas
tempestuosas, ese sentimiento pierde sus connotaciones viscerales y se vuelve alado, fantástico, solar. El
compositor veneciano somete a la cantante a un tour de force más propio de una ópera que de una pieza
sacra.
Como compositor de melodramas, Vivaldi conocía muy bien la cólera de las primedonne: devastadora
pero también caprichosa y aérea como una nube. ¿Quiso sugerirnos tal vez que lo más parecido al furor
divino serían los alborotos de los divos de la ópera? No lo sabremos nunca. Lo que sí nos desvela In furore
es que, tras los fuegos de artificio iniciales, el furor produce un éxtasis relajado, que Vivaldi retrata
espléndidamente en el aria central Tunc meus fletus, donde envuelve la voz femenina en las sábanas sedosas
de las cuerdas sin el bajo continuo.
Entre las mismas sábanas flota también la Sinfonía R 169 «Al Santo Sepolcro», una de las obras más impresionistas salidas de la pluma
del músico veneciano por sus armonías suspendidas, sus atmósferas neblinosas y borrosas. Todo el disco de la Accademia Bizantina nos
sitúa en un limbo en el que lo religioso sale de la iglesia y atraviesa los canales venecianos, donde adquiere un matiz luminoso. El
Concierto para violín y órgano R 541 y el Laudate Pueri R 601 revalidan esta apuesta con sus timbres excéntricos e híbridos, situados
entre la plaza y la sacristía.
La sobresaliente Sandrine Piau tiene la inteligencia de entender que la furia vivaldiana no es simple y necesariamente rabiosa sino que
representa uno de los múltiples disfraces del entusiasmo. En esa óptica la siguen la Accademia Bizantina y su director Ottavio Dantone,
que se confirman una vez más como uno de los conjuntos barrocos italianos con más pujanza dentro del panorama actual.

Stefano Russomanno
ANTONIO VIVALDI (1678-1741): Motete In Furore iustissimae irae RV626; Sinfonía Al Santo Sepulcro RV169; Salmo Laudate Pueri RV 601; Concierto para violín y órgano
RV541; Concierto «Per la solennità di San Lorenzo» para violín, cuerdas y clave RV286 / Sandrine Piau, soprano / Accademia Bizantina. Dir.: Ottavio Dantone / NAIVE-OPUS
111 / Ref.: OP 30416 (1 CD) D1

El oratorio Judas Iscariote, en SUPRAPHON A Basket of Wild Strawberries, selección de piezas para teclado por
La sustancia volátil de Brixi Tzimon Barto, en ONDINE

Rameau al atardecer
U
n duende amante de los colores y de la gracilidad, casi
mozartiano, nos atrapa de entrada al escuchar la
espiritosa introducción instrumental de Judas Iscariote,
oratorio para cuatro voces solistas de Frantisek Xaver Brixi
(1732-1771), uno de los compositores checos más notables
« Esta grabación tiene algo de carnaval, de juego de respuestas a las
cuestiones que plantea la interpretación de esta música», afirma el
pianista americano Tzimon Barto en la entrevista que acompaña el
presente CD, A Basket of Wild Strawberries [Una cesta de fresas
del periodo caracterizado por su
fecundidad creativa y, sobre todo, salvajes], selección de piezas para teclado de
capacidad de invención. Pero la Jean-Philippe Rameau. Uno dudaría, con todo,
continuación de la obra no nos de lo correcto de aplicar el calificativo de
defraudará en absoluto. Sus arias «carnavalescas» a estas versiones, magníficas
de estilo italiano prosperan en por lo demás, si bien de sonoridades a veces un
nuestro ánimo con facilidad, tanto tenues y exangües. Entiendáseme bien,
conquistándonos por su refina- por favor. Estamos ante unas interpretaciones
miento y un equilibrio que alterna verdaderamente espléndidas de Barto,
con sabiduría la dulzura expresiva caracterizadas por sus deslumbrantes matices
y el poderío dramático. Se trata de dinámicos y cromáticos, su soberbia com-
una obra (seguramente compuesta prensión de las complejidades armónicas de
hacia 1760, en el momento de Rameau y su tan refinada como desbordante
máxima inspiración de Brixi) enseguida acogedora, de expresividad. Es sólo que el pianista apuesta en
atmósferas intimistas, despliegue ágil y efectivo, sin grandes ocasiones por un generoso rubato y unos tempi inusualmente lentos
masas corales o instrumentales que, por decirlo de algún que convierten su fraseo en una especie de «romanticismo barroco» un
modo, dificulten la movilidad y el dinamismo. Hasta las punto vagoroso, nebuloso, restándole ligereza al arte del compositor en
intervenciones del personaje central -Judas, por supuesto- beneficio de un pathos quizá en exceso melancólico y crepuscular:
transmiten esperanza. Vale la pena en este sentido escuchar citemos como ejemplos ese casi impresionista Preludio inicial, esas
el Aria IV. Allegro moderato, hermosa como pocas, aunque lo Sarabandes y Allemande de rítmicas coaguladas o, en especial, esos
cierto es que las seis brillan con luz propia; quizá algo Soupirs que parecen orlados de nimbos tan lunares…
demasiado laxa, prolija, la última, pero ese Allegro final para Se trata, eso sí, de unas lecturas tremendamente personales, desde
coro nos devuelve otra vez la alegría. luego legítimas, de hermoso despliegue melódico, de enorme
Por otra parte, tal vez tenga mucho que ver en esta gran musicalidad. Barto se revela por otra parte centelleante -sin recurrir a
impresión de conjunto el trabajo del director Jaroslav Krcek, pirotecnia alguna- en los tiempos más veloces, donde puede dar libre
al frente de un conjunto Musica Bohemica de muy bella curso a su pulsación lírica y precisa. En este sentido constituyen
configuración tímbrica, y de los cuatro solistas vocales, entre grandes momentos Les Niais de Sologne, Les Trois Mains o La
los que destacaremos a la soprano Ludmila Vernerová, Triomphante, entre otros, cerrándose el programa con una exquisita
empleada tal vez con excesiva entrega en los agudos pero en versión de Cavotte & Six Doubles. En fin, no es una interpretación
general de cristalina emisión y acusado sentido melódico. aconsejable para los aficionados al rigor «histórico», pero sí
convincente y altamente disfrutable.
N.T.
Luis José Rodríguez Viejo
FRANTISEK XAVER BRIXI (1732-1771): Judas Iscariot (Oratorio para el Viernes
Santo) / Ludmila Vernerova, soprano. Pavla Ksicova, contralto. Jiri Vinklarek, A BASKET OF WILD STRAWBERRIES: Selección de joyas para el teclado de Jean-Philippe
tenor. Miloslav Podskalsky, bajo / Chamber Chorus of Prague. Musica Rameau / Tzimon Barto, piano / ONDINE / Ref.: ODE 1067-2 (1 CD) D2
Bohemica. Dir.: Jaroslav Krcek / SUPRAPHON / Ref.: SU 3866-2 (1 CD) D10

( 11 )
Patrick Cohën-Akenine brinda una gran versión de algunas serenatas de Mozart

Folies mozartianas

E
l violinista Patrick Cohën-Akenine se pone al frente del conjunto Les Folies Françoises para firmar tres
solventes versiones de un Mozart encantador y vitalista, el de la Serenata en re mayor «Serenatta
Notturna» K 239, Divertimento en si bemol mayor «Zweite Lodronische Nachtmusik» K 287 y Serenata
en sol mayor «Eine kleine Nachtmusik» K 525 (de la primera y la tercera Jordi Savall acaba precisamente de
entregar luminosas y arrebatadoras lecturas). Se trata de piezas ciertamente bien conocidas de cualquiera
mínimamente aficionado a la música de este salzburgués cuyo doscientos cincuenta aniversario de su natalicio seguiremos celebrando
aún muchos meses. Pero el caso es que Cohën-Akenine y los suyos traducen estas composiciones en sonoridades por lo general frescas
y dinámicas (Marcia de Serenata K 239 o, por supuesto, el archifamoso Allegro de Eine kleine Nachtmusik), en texturas aterciopeladas
(aunque ocasionalmente algo pastosas, como se advierte en algún momento de Serenata K 239), pero siempre particularmente agradables
al oído (por ejemplo, esos Menuettos del Divertimento K 287, especialmente sedosos). Es cierto, sin embargo, que a veces da la impresión
de faltar cierto nervio y efervescencia en la dirección, carencia en parte suplida por una transparente concepción de las obras y un
hermoso despliegue tímbrico. La tarea de Cohën-Akenine al violín es desde luego notable, demostrando su sensibilidad para el ritmo y
el color y un elevado virtuosismo -sin hacer gala de florituras demasiado exageradas-, comunicándose muy bien con los (reducidos pero
adecuados) efectivos orquestales. Les Folies Françoises garantizan por su parte una interpretación fluida, una inmejorable sintonía entre
las cuerdas (en el Allegro y el Andante grazioso del Divertimento los cornos, por otra parte, suenan algo reverberados y lejanos; a pesar
de ello colaboran de manera deliciosa en la urdimbre musical al lado de los violines) y un impulso muy mozartiano. En Eine kleine
Nachtmusik se ha optado por un solo instrumento por parte, lo que proporciona a la pieza una atractiva ligereza sin que se eche a faltar
mayor opulencia sonora.
En resumen, se trata de versiones sin duda sugerentes que complacerán en particular a los amantes de un Mozart interpretado con
criterios más o menos históricos, beneficiadas del excelente desempeño de Patrick Cohën-Akenine al violín.

L.J.R.V.
WOLFGANG AMADEUS MOZART (1756-1791): Nachtmusik / Les Folies Françoises. Patrick Cohen-Akenine, violín solista & dirección / ALPHA / Ref.: ALPHA 092 (1 CD) D2

PENTATONE rescata un reciente descubrimiento Fantástica grabación del Ensemble 415 en torno
de arreglos propios mozartianos al Mozart serenatesco y concertante, en ZIG ZAG

Serenata en el serrallo Exultante Mozart festivo

M
archando tres obras del Mozart más lozano, chispeante y
jacarandoso. Como inicio, la espectacular Serenata nocturna en re

E
l rapto en el serrallo fue estrenada en 1782 y
Mozart escribió por entonces a su padre dándole mayor, concebida para dos bloques orquestales que reinventan desde
noticias de que proyectaba un arreglo para el lenguaje clásico la mejor tradición del
pequeño conjunto de vientos (las llamadas «columnas concerto grosso. En el centro, la primera
de armonía») de dicha ópera, así como una nueva casación conservada de Wolfgang, por entonces
sinfonía de encargo, que sería la Haffner. El arreglo se un mozalbete capaz de organizar los números
dio por perdido hasta musicales de una importante celebración
que aparecieron, en la universitaria. Y para finalizar, el no menos
década de 1950, dos ceremonioso Concertone para dos violines,
ejemplares, uno en oboe y violonchelo.
Praga y otro en La amplia historia de la fonografía de Mozart,
Florencia. Los musi- desde muy satisfactorias interpretaciones a la
cólogos se pusieron a romántica, se nutrió sobre todo de las obras
investigar la auten- compuestas en sus últimos años de vida. Tanto
ticidad de dichas peso ha dejado esta tradición en el imaginario
partituras, sin llegar a melómano, que sus poco difundidos trabajos primerizos, escuchados además
ninguna conclusión. con timbres de época, por comparación quizás se antojan los de otro
En mayo de 1983, compositor nacido algún siglo antes. Lo mejor es que no sería cualquier otro,
Bastiaan Blomhert sino que su genialidad, acaso librada de su propia sombra, estaría ya fuera de
halló en la Biblioteca toda duda. Digo esto ante el hecho comprobado de que muchos siguen
de la Corte Fürstenberg, en Donauenschingen, un llevando a cabo comparaciones innecesarias y así describen algunas obras del
tercer manuscrito y se puso a examinarlo con ánimo Mozart galante como mera música circunstancial, despreciable consecuencia
detectivesco, llegando a la conclusión de que es el de fútiles caprichos mundanos.
redactado por Mozart, porque tiene en cuenta los tres Pues mundano me proclamo, mas a mucha honra, embriagado por el
manuscritos de la ópera que se conocen y algún desliz entusiasmo que contagian Banchini y sus chicos al afrontar con resuelta y
que anticipa la citada sinfonía. convencida soltura estas páginas de magistral y maravillosa superficialidad. Y
A Mozart le gustaba escribir para estos conjuntos es que el colorido despliegue de medios más el carácter constantemente
serenateros. Compuso colaciones y músicas nocturnas variado repercuten en una lectura de sano desparpajo desbordante.
para ellos, y los hizo participar del infernal banquete Contagioso el nervio danzarín de minuetos y rondós, se convierte éste en
que va cerrando su ópera Don Giovanni. Dominaba gozosa solemnidad para las marchas. Pero no hemos de olvidarnos de la
este lenguaje como todos los demás de la música y sus envolvente atmósfera que recubre arrebatadora los movimientos lentos. En
deliciosos resultados rescatan, a la vez, la fluencia suma, podría decirse que el Ensemble 415 planea y exhibe para estas piezas
suntuosa de sus melodías como la noción de que nos todo un catálogo de su virtuoso dominio orquestal: accelerandi sonrientes,
están contando una historia, sepamos o no la fábula embriagados rubati, cambios de ritmo anunciados por sorpresa, empastes
de su comedia. reforzados toda vez que homogéneos, pizzicati de gracejo boccheriniano...
recursos que, sobra decirlo, como anillo al dedo van para el exultante Mozart
B.M. festivo. Puro disfrute.

WOLFGANG AMADEUS MOZART (1756-1791): Arreglos para Pablo del Pozo


vientos de El Rapto en el Serrallo, KV. 384 / Sección de vientos de The
Academy Of Saint-Martin-In-The-Fields. Dir.: Bastiaan Blomhert / WOLFGANG AMADEUS MOZART: Serenata Notturna K 239, Cassation K63, Concertone K190 /
PENTATONE / PTC 5186088 (1 SACD) D1 Ensemble 415. Chiara Banchini, violín y dirección / ZIG ZAG / Ref.: ZZT 060301 (1 CD) D2

( 12 )
Siegbert Rampe emprende una audaz y revolucionaria integral de la obra para tecla del salzburgués en MDG

Cosas que decir sobre Mozart


M
ás allá de la bizantina discusión sobre si Mozart habría tres primeros volúmenes) dos modelos de clavecín (uno de doble
aprobado la interpretación de su música con un Yamaha o teclado basado en un original de Silbermann de 1749 modificado
un Steinway modernos, queda el hecho incontestable de en 1776, con diapasón en 420; otro en un Blanchet parisino de
los instrumentos de teclado que conoció, aquellos en los que fue hacia 1730, afinado a 415), un clavicordio (basado en un Christian
iniciado por sus mayores, aquellos que fue descubriendo a lo largo Gottfried Friederici de 1765, afinado a 420) y un fortepiano (según
de su trayectoria profesional y vital. Por supuesto, el aristocrático un Stein de 1788, diapasón en 432), lo
clavecín, omnipresente en Europa a mediados del siglo XVIII y que que garantiza ya de antemano una
se resistió a desaparecer hasta entrado ya el XIX; pero también el riqueza tímbrica de indudable atractivo
sutil clavicordio, el preferido por Bach para la música doméstica; y, por sí misma.
al menos desde 1777, de forma muy especial el revolucionario Los criterios para asignar las obras a
fortepiano, pues aquel año Mozart tuvo la ocasión de probar en cada instrumento pueden resultar
Augsburgo un modelo de Johann Andreas Stein que le fascinó. No chocantes a más de uno, ya que Rampe
obstante, tardaría el compositor varios años aún en acceder a su tiene, por ejemplo, la osadía de
propio fortepiano, y cuando lo hizo (en 1782) no fue a un modelo interpretar la gran Sonata en re mayor
de Stein, demasiado caro entonces para sus posibilidades, sino a KV 576 (fechada en Viena en julio de
uno de Anton Walter, que ha sobrevivido hasta llegar, muy 1789) con un clave, elección que
modificado, a nuestros días. justifica con serios y bien ponderados
Obviamente los instrumentos que el compositor tuvo a su argumentos en las muy documentadas
disposición marcaron el carácter de sus obras, del mismo modo que y convincentes notas interiores. El arranque de la integral es ya
lo hicieron la forma de producción y difusión musical de su época apasionante: Rampe toca al fortepiano, con fogosa y exaltada
o el tamaño de las salas en que aquellos instrumentos sonaban. intensidad, la extraordinaria Fantasía KV 475 como introducción de
Significa eso que usando los instrumentos y el estilo adecuados la Sonata en do menor KV 457, obra de la que ofrece, en primicia
podemos aproximarnos a la sonoridad que debió de tener su discográfica, la versión que Mozart preparó para su alumna (¿acaso
música, y que cada cual ponga el límite de lo verdaderamente también su amante?) Maria Theresia von Trattner. En estos tres
auténtico donde crea más conveniente. Lo que parece claro es que primeros volúmenes se incluyen igualmente la Fantasía KV 397
las interpretaciones mozartianas con instrumental de época no como introducción a la Sonata KV 576 (ambas al clave), la Sonata
anulan la riquísima tradición de los pianos modernos (¿alguien está KV 12, por primera vez en disco para instrumento solista (clave),
dispuesto a renunciar al Mozart de Gieseking, Kraus, Gould, minuetos y otras breves piezas infantiles (siempre al clavicordio), un
Solomon, Horowitz, Arrau, Barenboim, Pires o Brendel? Yo no, par de series de variaciones (KV 179 y 354) y algunas otras sonatas
desde luego), pero sí que han aportado nuevas y esclarecedoras (KV 283, 309, 311, 332, 570).
perspectivas sobre aquella música, viniendo a poner de relieve que En último término, nada de lo que llevo contado tendría
esas líneas o aquellos adornos imposibles de reproducir con auténtico valor si las interpretaciones no tuvieran el altísimo nivel
claridad en los grandes artefactos de nuestros días no eran producto de perfección técnica, profundidad musical y personalidad artística
de las torpezas del compositor, sino de la inadecuada relación entre que Rampe demuestra. Más allá de la impresionante variedad de
el espíritu de la letra original y el medio empleado para su colores y atmósferas que consigue recrear, admira su desbordante
reproducción. fantasía en el fraseo (con las repeticiones ornamentadas con un
Nombres como los de Paul Badura Skoda, Ronald Brautigam, gusto y una originalidad sorprendentes), la escrupulosa
Patrick Cohen o Andreas Staier han quedado ya ligados a la transparencia de las líneas melódicas, el exquisito equilibrio de los
corriente interpretativa autenticista, y a ella se suma ahora de forma planos sonoros, el fluido perfectamente lógico y flexible del ritmo.
arrolladora el alemán Siegbert Rampe (Pforzheim, 1964). Su integral Aunque parezca mentira, aún quedan músicos que tienen algunas
para MDG (de la que aquí se presentan los tres primeros volúmenes) cosas nuevas e importantes que decirnos sobre Mozart.
se adivina como la más completa y excitante que se haya grabado
jamás. Recurriendo a un solo autógrafo o a la edición original para P.J.V.
cada obra, Rampe ofrece no sólo las sonatas, las series de
variaciones y el resto de piezas más conocidas para dos manos, sino WOLFGANG AMADEUS MOZART (1756-1791): Obra completa para teclado Vol.1 /
Siegbert Rampe, clave, clavicordio & fortepiano / MDG / Ref.: MDG 1301 (1 CD) D2
también todas las obras infantiles recogidas en el cuaderno de
Nannerl (1759), en el cuaderno de esbozos londinenses (1764-65) o WOLFGANG AMADEUS MOZART (1756-1791): Obra completa para teclado Vol. 2 /
Siegbert Rampe, clave, clavicordio y pianoforte / MDG / Ref.: MDG 1302 (1 CD) D2
las Sonatas KV 10-15 sin la parte de violín (o flauta) con la que se
han difundido habitualmente. Utiliza para ello (al menos, en estos WOLFGANG AMADEUS MOZART (1756-1791): Obra completa para teclado Vol. 3 /
Siegbert Rampe, clave, clavicordio y pianoforte / MDG / Ref.: MDG 1303 (1 CD) D2

Sonatas para piano de un grande del Clasicismo

Dussek: el profesor y el maestro

E
s frecuente hallar las obras de Jan Ladislav Dussek (1760-1812) en los atriles de los estudiantes de piano. Junto
con Czerny, Diabelli, Clementi y algunos otros, sigue enseñando a dominar el teclado a lo largo de los siglos y
entre centurias de pianistas. Y, en efecto, escuchando estas sonatas, se prueba sobradamente cómo Dussek
domina la escritura pianística en una época fundacional, la que va del clasicismo al romanticismo, y cuyo capítulo
decisivo escribe Beethoven. Dussek abre claramente el mundo del piano romántico sin salirse de los marcos
formales y estructurales de la sonata clásica. El suyo resulta, en consecuencia, un romanticismo de salón,
compatible con la mesura académica. No daremos con las libertades de Chopin y, sobre todo, de Schumann, sino, más bien, con el
equilibrio entre sensatez y sensibilidad de Mendelssohn. El mérito de Dussek es haber anunciado la apertura de esta tradición, que tendrá
larga herencia en el piano del siglo XIX, hasta Brahms, Saint-Saëns, Granados y Martucci, por citar con amplitud.
Nuestro músico ensaya la melodía con amplio desarrollo, a la vez que compromete al solista con pasajes de brillo que recorren todos
los registros del piano, seguramente que soñando con instrumentos de mayor generosidad sonora que los de su tiempo. Escalas, arpegios,
acordes sucesivos, posiciones distanciadas, todo confluye hacia el espectáculo del virtuoso con su sólido mecanismo. A veces, Dussek
se permite alguna agazapada audacia armónica, cromatismos en las repeticiones de temas principales, por ejemplo. Por lo demás, hay
romanzas, minués, rondós, dentro de la estructura sonatística estricta. En fin, que estamos en el puente que lleva de una época a otra y
el puente afecta la forma de un teclado.

B.M.
JAN LADISLAV DUSSEK (1760-1812): Sonata para piano nº. 26 en La bemol Mayor, op. 64; Sonata para piano nº. 24 en Fa sostenido Mayor, op. 61; Sonata para piano nº. 18
en Mi bemol Mayor, op. 44 / Markus Becker, piano / CPO / Ref.: 777020-2 (1 CD) D5

( 13 )
Taddei, Cerquetti y Rossi Lemeni encabezan BONGIOVANNI exhuma una desconocida partitura
el reparto de este Mosè romano de Domenico Cimarosa

Moisés prerrevolucionario Cleopatra en la corte rusa

C S
asi contemporáneamente a su grabación para Philips, Tullio ingular partitura la que estrenó Cimarosa en 1789, durante su
Serafin dirigió en Roma en 1956 el Mosè de Rossini en algo breve estadía sampetersburguesa, donde, sucediendo a
italiano, para el que reunió a un grupo de intérpretes Sarti, compartió labores musicales con el valenciano Vicente
considerado entonces uno de los más capaces de poner al día una Martín y Soler. Cleopatra, basada únicamente en el provechoso
obra tan respetada como infrecuente y por ello desconocida. A la idilio, pero con final triste, que mantuvieron la reina de Egipto y
distancia de medio siglo, y considerando la revolución Marco Antonio, surgió como celebración del veintisiete
interpretativa operada desde hace tres décadas en relación con la aniversario de la llegada al trono de Catalina II. De este origen
obra del compositor adriático, deriva la originalidad de la obra, que tiene tanto de cantata como
esta lectura nos suena hoy tan de ópera propiamente dicha. De la primera, la escasez de acción;
considerable como exótica. No de la segunda, las posibilidades
hay duda de que el Nabucco decorativas del montaje que,
verdiano está en ella inevita- obviamente, en el disco no se
blemente reflejado: era la pueden apreciar. Protagonizada
referencia posible, la más fácil, por dos importantes cantantes,
para cualquier aproximación Anna Pozzi (la protegida de Sarti
realizada entonces en relación que sobrevivió en la corte rusa a
con esta grandiosa partitura la caída del compositor) y el
bíblica. No en vano Verdi, castrado Domenico Bruni,
cuando compuso su Nabucco Cimarosa les compuso una serie
tuvo como modelo el rossiniano de arias bellísimas y algún que
Mosè. Así que es un poco como otro dúo, capaces de permitirles
poner en contacto de nuevo a el consabido lucimiento, entre-
dos vasos comunicantes, completar de nuevo el círculo, rehacer mezclados por ostentosos coros y
el circuito. Un actor-cantante de la estatura de Nicola Rossi- deliciosos momentos danzables,
Lemeni parecía muy adecuado para dar identidad al solemne todo arropado por una cuidadosa y reforzada orquestación. La
hebreo que conduce al pueblo elegido a la tierra prometida, y ópera, estrenada en el teatro del Ermitage, fue un triunfo,
este grandioso bajo, turco de nacimiento, italiano de confesión, manteniéndose en el repertorio de la corte hasta bien iniciado el
no defrauda expectativas. Una soprano de mayor entidad vocal siglo siguiente. No es de extrañar: no hay un momento de la obra
para Anaide, la sobrina del legislador judío, encontraba en la donde la calidad disminuya ni se rebaje la inspiración. La pareja
opulenta Anita Cerquetti el colorido instrumental adecuado en central de enamorados se complementa con la presencia de
franco contraste con otra soprano, la dulce Rosanna Carteri, ésta Domizio (en la grabación, el tenor Luca Favaron) y Arsinoe (la
de corte más lírico para Sinaide, la sumisa mujer del Faraone. soprano Maria Pía Moriyòn), respectivos confidentes de Marco
Para este enérgico personaje qué mejor elección que la de un Antonio y Cleopatra que tienen una sola aria cada uno, páginas
barítono de empuje, cargado de enormes posibilidades algo más convencionales, pero que los define perfectamente. Los
dramáticas, como Giuseppe Taddei. Para el agudo tenor dos participan asimismo en un cuarteto al final, un inmaculado,
rossiniano -como es el indeciso y poco fiable Amenofi, el hijo del delicioso «nocturno» casi mozartiano: Sento in sì dolce istante. A
rey egipcio- Gianni Jaia, famoso por lidiar con los Arturos destacar también, con el delicado diseño destinado al violín, La
bellinianos y los ocasionales Arnoldos de la misma galería de veggo, la ascolto de Marco Antonio (a falta hoy de evirados, la
entidades rossinianas, se evidenciaba el más idóneo, mientras que mezzo Patrizia Morandini), la exigida y brillante intervención de
para el algo oscuro hermano de Moisés, el tranquilo Elisero, no se Cleopatra Al mio foco (voluntariosa Luisa Giannini), así como, ya
podía elegir mejor que al bueno de Agostino Lazzari, ya medido en el acto segundo, otro finísimo momento sentimental para la
previamente con otros personajes del compositor. Maria, la soprano del título, Deh ritorna al primo affetto. Dirige Franco
hermana de Moisés, podía encontrar en los medios Piva, especializado en sacar del limbo obras injustamente
mezzosopraniles, livianos pero importantes, de la siempre segura relegadas, autor asimismo de la revisión crítica, con los elementos
Anna Maria Rota el colorido adecuado. Con todo este cóctel orquestales y corales de la Città de Adria donde se realizó la
vocal, un director de la prosapia y experiencia de Serafin era grabación en octubre de 2004. Imposible detallar todas las
capaz de dar al conjunto la necesaria valoración musical y teatral. bellezas aquí acumuladas: un delicado diseño en la línea de
Y así surgió esta velada romana de la RAI que ahora Bongiovanni canto, una aérea intervención de la flauta, un apoyo de encajes
incluye en su precioso y voluminoso catálogo. de la cuerda... Un aspecto imprevisto del compositor del genial
Matrimonio secreto.
Fernando Fraga
F.F.
GIOACHINO ROSSINI (1792-1868): Mosè / Nicola Rossi Lemeni, Anita Cerquetti,
Giuseppe Taddei, Agostino Lazzari, Gianni Jaia, Plinio Clabassi, Rossana Carteri, DOMENICO CIMAROSA (1749-1801): Cleopatra / Luisa Giannini, Patrizia
Anna Maria Rota, Tommaso Frascati, Ferruccio Mazzoli / Tulio Serafin, dirección Morandini, Luca Favaron, Maria Pía Moriyòn / Franco Piva, dirección /
(Grabación en directo, Roma 1956) / BONGIOVANNI / Ref.: HOC 039/40 (2 CD) BONGIOVANNI / Ref.: GB 2395/96-2 (2 CD) D2 x 2
D6 x 2

FRANCIS POULENC (1899-1963): Dialogues des CARL MARIA VON WEBER (1786-1826): Der Freischütz / King, Price,
Carmélites / Knol, Loose, Dickie, Höngen / Orchester Ridderbusch / Orchestra Sinfónica e Coro di Roma della RAI. Dir.:
und Chor der Wiener Staatsoper. Dir.: Berislav Klobucar Wolfgang Sawallisch; Oberon /Hollweg, Bjoner, Hering, Hamari /
(Grabación en directo, Viena, 8/11/1961. Cantada en Orchestra Sinfonica e Coro di Roma della RAI. Dir.: George Alexander
alemán) / PONTO / Ref.: PO 1041 (2 CD) D5 x 2 Albrecht / PONTO / Ref.: PO 1045 (3 CD) D2 x 2

GASPARE SPONTINI: La Vestale / Le Bris. Denize, Dumét,


Méloni / Orchestre Radio-Lyrique et Choeurs de la RTF. Dir.:
Toger Norrington (Paris, 1976) / PONTO / Ref.: PO 1038 (2 CD)
D5 x 2

( 14 )
MYTO rescata el polémico debut escalígero de Montserrat Caballé en uno de sus personajes donizettianos más infrecuentes

Scala 82: Caballé en Anna Bolena, leyenda y realidad


A Romano Gandolfi, in memoriam

D
ejando a un lado las diversas apreciaciones, aún objeto de apasionado debate por los expertos, de lo que la personalidad artística
de Montserrat Caballé ha significado en el mundo de la lírica internacional en los años 60 a 80 del pasado siglo, nadie discutirá su
aportación fundamental a la recuperación del repertorio del romanticismo italiano, y más en concreto a la Donizetti Renaissance,
iniciada con las escasísimas pero cruciales aportaciones callasianas (Anna Bolena, Poliuto) y continuada por divas como Gencer,
Sutherland, Sills y la soprano barcelonesa. Lucrezia Borgia, Roberto Devereux, Maria Stuarda, Caterina Cornaro, Parisina d´Este y Gemma
di Vergy, por este orden, obtuvieron a través de ella, bien sus primeras ejecuciones modernas tras un
largo siglo de olvido, bien memorables interpretaciones preservadas por el disco pirata, a las que cabría
añadir otras grabaciones en estudio de los comienzos de su carrera, y en inmejorables condiciones
vocales, de fragmentos de Belisario, Torcuato Tasso, Maria di Rohan y Anna Bolena. Y precisamente es
esta última ópera la que más se resistió a Caballé, que la abordó tardíamente y en contadísimas
ocasiones sin obtener éxitos comparables a los anteriores. Las míticas funciones escalígeras de 1957 del
binomio Gavazzeni-Visconti (con Callas y Simionato más allá de toda ponderación, pero con
partenaires masculinos de discutible idoneidad), o la dificultad de encontrar el plantel de voces
requerido para una perfecta ejecución de obra tan difícil y extensa, parecían funcionar como inhibidoras
de nuevas incursiones -aunque Gencer la abordó a finales de los 50 en la RAI y en Glyndebourne-, y la
misma Sutherland no la grabó hasta 1987, ya cumplidos los 60 años.
Al margen de sus tempranas grabaciones de fragmentos (escena final, en 1964, y dúo Anna-Giovanna
con Verrett, en 1969), la incorporación en escena de la desdichada esposa de Enrique VIII por parte de
Montserrat Caballé no tuvo lugar hasta las Navidades de 1981 en Barcelona, junto a la Giovanna de
Alicia Nafé, el Enrico de un muy maduro Cesare Siepi y el juvenil Percy de Luis Lima, funciones dirigidas
por Eugenio Marco, a una de las cuales tuve ocasión de asistir y que no pasarán a las efemérides
gloriosas del coliseo de las Ramblas (sin que tampoco pudiera hablarse de un fracaso clamoroso). Pues bien, su segunda y última
oportunidad de medirse con el rol fue la función del 21 de febrero de 1982 en la Scala de Milán, que el presente registro de MYTO nos
presenta como una absoluta primicia. Las escuetas notas del libreto nos cuentan las peripecias previas a la velada: el clamoroso escándalo
causado por la cancelación de la primera función debida a una gastroenteritis, anunciada cinco minutos antes de la hora señalada para su
comienzo; su sustitución por Ruth Falcon; la nueva cancelación de la segunda. Con estos antecedentes, el ambiente estaba muy caldeado
al comenzar la velada. Caballé había obtenido éxitos resonantes en el teatro milanés desde su debut en 1970 con Lucrezia Borgia, seguida
de Maria Stuarda, varias Norma, y cuatro títulos verdianos: Ballo, Aida, Luisa Miller y Forza del destino, pero después había cancelado una
Turandot. El loggione, los «viudos de Callas», o quien fuera, estaban afilando los cuchillos, y las cancelaciones de las funciones previas no
habían hecho sino exaltar los ánimos; pero Caballé tenía también en la Scala decididos partidarios, y por ello lo que nos brinda este
documento sonoro tan apasionante como divertido es la crónica de una recita caldissima en la que cualquier vacilación o fallo de la diva
o sus acompañantes provoca de inmediato ruidosos abucheos, sin la menor consideración a los artistas y al resto del público, y en el que
los gritos a favor o en contra son inmediatamente replicados, convirtiendo los pasajes más controvertidos en ocasión de verdaderos
guirigays.
La leyenda ha pretendido que esta velada habría sido un fiasco para Caballé, que a punto de cumplir 49 años no se encontraría ya en
plenitud de facultades y se habría estrellado en su soñado rol. La escucha atenta del álbum pone las cosas en su sitio: si efectivamente
Caballé se encontraba en condiciones físicas lejos de lo óptimo, fatigada, con desigualdades de fiato y problemas en algunas notas altas
(escúchese, al comienzo de la escena final, el agudo en la palabra infiorato, que se transforma en un grito recibido con sonoras protestas),
si en algún momento la voz parece sonar sin fuerza, convertida en un hilo casi inaudible, hay otros pasajes de gran impacto en los que
nos llega con extraordinaria energía (dúo con Percy) o con extrema delicadeza (la plegaria «Cielo: a´miei lunghi spasimi», perteneciente a
la escena final). Y, desde luego, la recepción de la audiencia escalígera es todo menos hostil: los partidarios se imponen a los detractores,
y tanto el finale primo como la entera velada concluyen en triunfo. De todos modos Caballé sólo regresaría a la Scala para una Salomé en
1987, y sus futuras creaciones de personajes donizettianos se redujeron a la Mamma Agata de Le convenienze e inconvenienze teatrali y
a la protagonista de Sancia di Castiglia en la Zarzuela madrileña (1992).
Junto a Caballé, las voces grandes del bajo americano de origen ucraniano Paul Plishka y la mezzo rusa Elena Obraztsova prestan a sus
respectivas encarnaciones de Enrico y Giovanna una dimensión bigger than life; más que a un rey seductor (quien haya escuchado a
Samuel Ramey en la grabación de Decca entenderá lo que quiero decir) y a una joven seducida parecen incorporar a un temible Barba
Azul y a una señora de armas tomar con la que conviene andarse con pocas bromas. Y el tenor romano prematuramente fallecido Antonio
Savastano constituye una sorpresa por el color y la extensión vocal, y por su fogosidad interpretativa -aunque, como casi siempre, su
comprometida escena del segundo acto ha sido totalmente suprimida-, mientras Elena Zilio resulta un paje Smeton de atractivo timbre y
musicalidad. La versión presenta otros cortes de menor entidad que en conjunto reducen en más de media hora la duración de la obra.
Coro magnífico bajo la dirección del recientemente desaparecido Romano Gandolfi, que poco despues pasaria a desempeñar la misma
función en nuestro Liceu, y experta dirección de Giuseppe Patané. Los fans de Caballé están de enhorabuena.

Santiago Salaverri
GAETANO DONIZETTI (1797-1848): Anna Bolena / Montserrat Caballé, Elena Obraztsova, Antonio Savastano Paul Plishka, Elena Zililo, Carlo del Bosco / Orchestra Sinfonica e
Coro di Milano della RAI. Dir.: Giuseppe Patané (Grabación en directo, Milán. Primera edición mundial) / MYTO / Ref.: 2MCD062324 (2 CD) D10 x 2

GIUSEPPE VERDI: Aida / Leontyne Price, Giorgio


Casellato-Lamberti, Mirella Parutto-Boyer, Mario
Zanasi / Dir.: De Fabritiis (Roma 1966) / MYTO /
Ref.: 2MCD062327 (2 CD) D10 x 2

RICHARD WAGNER (1813-1883): Rienzi / John


Mitchinson, Lois McDonall, Michael Langdon,
Lorna Haywood, Raimund Herincx, David Ward,
Adrian de Peyer, Paul Hudson, Elizabeth Gale /
BBC Northern Symphony Orchestra. Dir.: Edward
Downes (Grabación en directo, BBC North, 27 de
Junio de 1976) / PONTO / Ref.: PO 1040 (4 CD)
D3 x 3

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OPERA RARA publica la primera grabación oficial de la obra maestra de Verdi en su versión original íntegra

Todo sobre Don Carlos: el valor de una edición pionera

O
PERA RARA completa su colección Verdi Originals, dedicada a la serie de grabaciones que la BBC realizara entre 1969 y 1981
de las versiones originales de cinco ópera verdianas, con este Don Carlos interpretado en vivo en el Camden Theater londinense
el 22 de abril de 1972 ante una audiencia discreta y silenciosa que únicamente interviene con sus aplausos al concluir cada
cuadro. Conocida ya por haber sido publicada de modo no oficial por algún otro sello -en estas páginas fue comentada la edición de
Ponto- conviene advertir que nos encontramos ante la edición oficial de la primera ejecución absoluta
del original francés con toda la música compuesta por Verdi para su estreno parisino en 1867, parte de
la cual hubo que suprimirse antes de la función inaugural. En el artículo introductorio Andrew Porter
explica las vicisitudes del citado estreno, los cortes entonces practicados y las peripecias que, a partir
del Congreso verdiano de Parma en 1969, llevaron al descubrimiento de los fragmentos que se
consideraban perdidos y sin embargo formaban parte del manuscrito original, donde se encontraban
simplemente plegados o tachados. Hoy día es posible encontrarnos con otras versiones que responden
al mismo planteamiento, como la versión vienesa de 2004 recientemente publicada por Orfeo, pero la
que aquí comentamos tiene el aliciente de que los cinco papeles principales están a cargo de
excelentes, si no muy conocidos, cantantes francófonos que aportan un idiomatismo absolutamente
perfecto a la expresión del texto original, de mucha mayor calidad literaria y dramática que las
traducciones italianas de De Lauzières y Zanardini. Tanto Edith Tremblay como Michelle Vilma (ésta
conocida como la Elisabetta de la Maria Stuarda que Caballé y Carreras cantaron en París en 1972, un
mes antes de la presente grabación) están perfectas como Élisabeth de Valois y Eboli, respectivamente,
mientras André Turp es un muy aceptable Don Carlos con algún apurillo en la zona aguda. Joseph
Rouleau es un Felipe II de voz de bajo profundo más que del bajo cantante adecuado al rol -lo que resta al dúo con el Gran Inquisidor
de Richard van Allan el contraste tímbrico presente en otras versiones-, pero campa un autoritario y sonoro monarca. A un nivel algo
inferior el Posa de Robert Savoie, de timbre no ingrato pero de limitada extensión. El monje de Robert Lloyd, el paje Thibault de Gillian
Knight y los restantes papeles secundarios está muy bien servidos. Y como los BBC Singers y la BBC Concert Orchestra cumplen a la
perfección con su abrumador cometido bajo la batuta de un Matheson experto en estas lides verdianas, el resultado final es
absolutamente satisfactorio. La presentación, como siempre, fastuosa en ilustraciones, packaging, etc., y si las notas redactadas para estas
ediciones verdianas son mucho más sucintas que las incluidas en los restantes álbumes del sello, en cambio tanto éstas como los libretos
figuran en cuatro idiomas (no, ¡ay! en español).

S.S.
GIUSEPPE VERDI: Don Carlos (versión íntegra) / Joseph Rouleau, André Turp, Robert Savoie, Edith Tremblay, Michelle Vilma / BBC Singers. BBC Concert Orchestra. Dir.: John
Matheson / MYTO / Ref.: ORCV 305 (4 CD) D1 x 4

GOLDEN MELODRAM edita la producción londinense con Victoria de los Ángeles

Butterfly sin sentimentalismos

E
l personaje de Cio-Cio-San fue uno de los papeles fetiche de Victoria de los Ángeles. Lo cantó
en numerosas ocasiones, y dejó de él dos extraordinarios testimonios discográficos, en 1954 y
1959. Especialmente el primero, al mando de Gianandrea Gavazzeni, publicado por
TESTAMENT, es una de las opciones indiscutibles de la partitura
pucciniana. Entre ambos registros, la soprano barcelonesa lo
interpretó en el Covent Garden, inaugurando la temporada de
verano de 1957 en el coliseo londinense. Como señalan los
anónimos comentarios, parece ser que la interpretación de la
soprano barcelones dejó al público inglés un tanto frío,
posiblemente acostumbrado a una visión del personaje más WOLFGANG AMADEUS MOZART (1756-
melodramática. Realmente, la Butterfly de Victoria es un dechado de 1791): Don Giovanni / Fischer-Dieskau,
Greindl, Grümmer, Grobe, Lorengar /
sobriedad, sin el menor recurso a lo lacrimógeno y basada Orchestra and Chorus of the German Opera.
básicamente en recursos puramente canoros, con una voz de una Dir.: Férénc Fricsay (Cantado en alemán.
Grabación en directo, Berlin, 24/09/1961) /
belleza y una pastosidad incomparables en aquellos momentos, una GOLDEN MELODRAM / Ref.: GM 50059 (3
musicalidad impecable, y un minucioso sentido del fraseo, que le CD) D10 x 3
hace dar a cada inflexión su justo valor. En ese sentido, su geisha es
de una modernidad absoluta, limándola de todos los excesos de la
tradición verista y dándole una entidad y una dignidad inusitadas.
Contó para ello en el foso con un artista tan atípico en este repertorio como Rudolf Kempe, quien,
no obstante, ofrece también un modelo de dirección por su variedad de colores, su riqueza de
matices, su fuerza dramática y su ausencia de todo exceso o vulgaridad. Por desgracia, la toma de
sonido es bastante precaria, y no permite disfrutar de toda la variedad tímbrica propuesta por el
maestro germano. En cualquier caso, constituye un rarísimo testimonio del gran director enfrentado
a un repertorio en principio muy alejado de sus pasiones: Wagner y Richard Strauss.
El resto del elenco está formado básicamente por fuerzas del teatro londinense, con la entonada
Suzuki de Barbara Howitt, el expresivo Sharpless de Geraint Evans y el muy honesto Pinkerton de
John Lanigan, tenor australiano activo en el Covent Garden desde los años 50, que estrenó A
Midsummer Marriage de Tippett y fue un célebre Shuiski en el segundo Boris Godunov de Boris
Christoff (el de André Cluytens) para EMI, y que aquí luce las buenas cualidades adquiridas durante
sus estudios en Milán.
CHARLES GOUNOD (1818-1893): Faust /
Rafael Banús Irusta Gianni Poggi, Raffaele Arié, Marcella Pobbe,
Ettore Bastianini / Gabriele Santini, dirección
(cantada en italiano) / BONGIOVANNI /
GIACOMO PUCCINI (1858-1924): Madama Butterfly / Victoria de los Ángeles, Barbara Howitt, John Lanigan, Geraint Evans, Ref.: HOC 041/42 (2 CD) D6 x 2
Michael Langdon, David Tree, David Allen / Orchestra and Chorus of the Royal Opera House, Covent Garden. Dir.: Rudolf
Kempe (Grabación en directo, Londres, 2 de Mayo de 1957) / GOLDEN MELODRAM / Ref.: GM 50058 (2 CD) D10 x 2

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MYTO presenta un Freischütz romano dirigido por Sawallisch, con Margaret Price y James King en el reparto

La bala del diablo

D
irector de corte tradicional, con gran experiencia como hombre de foso y muchas horas de glosa
wagneriana y straussiana a sus espaldas, Wolfgang Sawallisch no encuentra la menor dificultad a la
hora de traducir una ópera como Der Freischütz, de Carl Maria von Weber, inscrita por completo en la
gran tradición centroeuropea. Un trabajo el de Weber de gran importancia musical, hay que apresurase a
añadir, que calará muy hondo durante la primera hora wagneriana, hasta los tiempos de Lohengrin (en la que
todavía hay ecos weberianos). A su vez es una obra llena de acentos premonitorios, sobre todo en la terrorífica
escena de Samiel, en el acto II, en la que Weber hace un uso magistral de la técnica del leitmotiv. Todo esto
es traducido fielmente por Sawallisch, con un trazo de línea clara y expresiva vena clásica. Los coros, magníficos, también dicen mucho
sobre la musicalidad de este director, y su intervención del tercer acto revela un acento teatral poco común.
Margaret Price es una cantante que nunca ha dejado de progresar, de afianzarse en su dominio técnico. Aquí parece todavía algo
deslumbrada por el arte mayúsculo de una soprano anterior a ella: Elisabeth Schwarzkopf. Lo cual quiere decir que junto al canto
reconcentrado, casi absorto, y de clase suprema, en otros instantes se da en la Price una tendencia a entubar el sonido o a emitirlo con
cierta fijeza.
El tenor James King (fallecido hace poco) es una debilidad de la casa. Y lo es por su voz resistente (por no decir irrompible), de recia
belleza, que salía airosa de una cita con Wagner o Strauss, pero no menos de otras con Giacomo Puccini. Criticado a veces por su más o
menos presunta asepsia, quienes así razonaban no habían vivido todavía nuestra época, tan baldía en lo vocal y en lo interpretativo, que
cuando exista la suficiente perspectiva no tengo la menor duda de que será recordada por su extrema frialdad e impersonalidad, en lo que
al canto se refiere. James King es el Max más firme y en lo vocal más asentado de su tiempo. Pero como Der Freischütz es una obra
privilegiada desde el punto de vista de los tenores que la han cantado, su competencia en el papel cabría buscarla más bien echando la
vista hacia atrás: hacia un Völker o un Wittrich, con fama de grandes estilistas (sobre todo el segundo).
Karl Riddersbusch ya no canta, por desgracia para nosotros, entre otras cosas porque se ha muerto. Hoy es imposible que un bajo alemán
reúna tantas virtudes como las que en él se daban cita. Un fulano actual puede ser tan buen actor como Ridderbusch, y puede tener
también un timbre tan grato como el suyo. Pero en ningún caso su técnica. Las voces germanas actuales son en el mejor de los supuestos
resistentes, pero siempre cavernosas y leñosas, y nada pueden frente a este instrumento fino y recio a la vez, emitido con pasmosa ligereza
incluso en los pasajes de agilidad. En Viena, en cuya Staatsoper a menudo cantó esta obra, era un cantante muy querido. ¿Qué más se
pude pedir en la vida?
Oído en paralelo este Freischütz con la versión de Karl Böhm (también de 1973, con elementos de la Ópera de Viena e idéntico trío
protagonista), ambas revelan un nivel artístico similar, fruto de estos hechos, pero la de Sawallisch tiene dos ventajas que la hacen
globalmente superior, aun contando con una orquesta menos idiomática: Margaret Price, por lo que sea, canta mejor y con más cuajo bajo
la batuta de Sawallisch; por su parte, una luminosa Helen Donath convence en el papel de Änchen en mayor grado que la más pálida e
impersonal Renate Holm.
El bonus constituye otro valioso documento de Sawallisch como fiel guardián de la tradición. Se trata de una pequeña selección de un
Tannhäuser (que viene a coincidir con el episodio que narra Eichendorff en su Sortilegio de otoño), tomada en vivo en 1972, en la localidad
italiana de Perugia. Es importante su recuperación, pues su protagonista el tenor René Kollo no mantendría durante mucho tiempo este alto
nivel. Expresión que también corresponde al sonido de esta grabación, así como al del Freischütz.

Joaquín Martín de Sagarmínaga


C. M. VON WEBER: Der Freischütz / Margaret Price, James King, Helen Donath, Karl Ridderbusch, Anton Diakov / Orquesta y Coro de la RAI de Roma. Dir.: Wolfgang Sawallisch.
Grab. en vivo: Londres, 27.I.1973 Bonus: Selec. de Tannhäuser con René Kollo y Mignon Dunn / MYTO / Ref.: 2MCD061322 (2 CD) D10 x 2

Desde la Arena de Verona DYNAMIC presenta una gran versión de la principal ópera de Ponchielli

Una Gioconda muy actual

C
on La Gioconda en la Arena de Verona, se sabe, debutó Maria Callas en Italia en 1947. Por su
espectacularidad, la obra es una auténtica grand-opéra a la italiana, idónea para tan magno
escenario, del que sin embargo estaba ausente desde 1988. Por ello, no es extraño que sea un título
frecuente en su cartellone, ocupándolo de nuevo el pasado verano. Dynamic nos da ahora, a pocos
meses de distancia, la oportunidad de comprobar sus resultados. Un equipo de primeras figuras actuales,
el necesario para que el arduo mensaje vocal ponchielliano alcance su máxima expresión, se reunió en
la arena que franquea la acogedora Piazza Bra. La norteamericana Andrea Gruber, que en la vida real se
enfrentó, superándola, a una de las más nefastas drogas, la heroína, se mide en la profesión con las heroínas italianas más onerosas
(Turandot, Odabella, Abigaille) vencedora asimismo de tan terrible desafío añadiendo a su canto una considerable entrega como actriz.
En la línea de los Enzos Grimaldos más ostentosos de una cadena italiana de tenores que puede comenzar modernamente con Gianni
Poggi, Marco Berti es un cantante todo entusiasmo y brillo, ideal para triunfar en tamaño recinto al aire libre. La húngara Ildiko Komlosi
se ha ido afianzando como mezzo más dramática, tras un periodo de intérprete de corte lírico (Octavian, Compositor straussianos, por
ejemplo) para ir ya metiéndose en roles italianos de intensidad y poderío como Eboli y Amneris. Como Laura Adorno combina
sabiamente ambos aprendizajes, ya que esta veneciana casada a desgana con el bajo y amando en secreto como debe ser al tenor,
combina aquellas dos posibilidades de cantar e interpretar. La tercera voz femenina en cartel es Elisabetta Fiorillo, un despliegue de
contratación para La Ciega, tratándose de una primera figura que canta a menudo los grandes papeles destinados a su cuerda. Está incluso
más centrada que en su participación reciente como la Duquesa Federica en la Luisa Miller madrileña. Alberto Mastromarino es un
Barnaba de corte algo lírico al que no le faltan ni el empuje ni el concepto justo que merece tan malvadísimo personaje. Si consideramos
que otra alternativa veronesa fue Carlo Guelfi, los oyentes del disco puede que salgan ganando. Carlo Colombara pone su valentía y su
voz oscura y noble para dibujar un tirano-Dux de considerables proporciones. Dirige Renzetti con dominio de las masas orquestales y
escénicas, una lectura que pone de manifiesto las deudas del compositor a la influencia verdiana al mismo tiempo que anuncia la
inmediata aparición del Verismo. La realización teatral es al completo de Pizzi, señal de que esta entrega audio puede ser la avanzadilla
de una sucesiva aparición en DVD.

F.F.
AMILCARE PONCHIELLI (1834-1886): La Gioconda / Andrea Gruber, Marco Berti, Alberto Mastromarino, Carlo Colombara, Ildiko Komlosi, Elisabetta Fiorillo / Coro di voci
bianche Benjamin Britten. Orchestra, Coro e Corpo di ballo dell’Arena di Verona. Dir.: Donato Renzetti (grabado en vivo en Verona, Italia, Junio 2005) / DYNAMIC / Ref.: CDS
500/1-3 (3 CD) D2 x 2 [3 CD al precio de 2]

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ORFEO presenta un primer y extraordinario recital «ricardiano» de la gran revelación Adrianne Pieczonka

Salud vocal

B ienvenidas sean las voces jóvenes que llegan a nuestros queda algo corta en ese trabajo de diferenciación de sentimientos,
pecadores oídos y nos envuelven en un caudal de sonidos en esa labor de orfebre que descansa en las sutilezas dinámicas,
ordenados, emitidos con regularidad y seguridad, dotados de siempre enriquecedoras del discurso. En ese sentido nos parece
timbre y colores atractivos, cálidos y generosos. Son alegrías que que Pieczonka, una mujer de aspecto sanote y fuerte, está aún lejos
nos proporcionan de un tiempo a esta parte algunas de las de acercarse a antecesoras como Lotte Lehmann o Lisa della Casa,
sopranos recién llegadas al mundo de la escena y del disco, las con quienes se la ha comparado por tipo vocal y por repertorio,
últimas luminarias de un arte que hace tiempo perdió algunas de con mucho Wagner y Strauss en las faltriqueras. Son
sus señas de identidad, que no repara en diferencias estilísticas y evidentemente los papeles líricos de ambos autores, por supuesto,
que tiende a estandarizarse en demasía; que suele buscar con los que aborda en este registro muniqués de 2005. Es forzoso
excesiva frecuencia el efecto fácil antes que intentar la expresión referirse a las citadas predecesoras. Aquélla era más cristalina y
profunda. Se cuenta con técnicas efectivas, eficaces, sólidas en elegante, de un lirismo más concentrado, y ésta resultaba más sutil,
ocasiones, que no pueden ocultar carencias interpretativas. En todo variada y dotada de una luz más refulgente; era también más
caso, en el ámbito del canto femenino la cosa va mucho mejor, caleidoscópica. Basta comparar la escena final de Capriccio, en la
especialmente en el ocupado por las sopranos, que, al contrario que Pieczonka está realmente bien, con la que hacía la suiza,
que sus iguales, los tenores, encuentran con cierta soltura vías de siempre más rica de contrastes y, a la postre, más humana. En una
acercamiento a las partes operísticas y línea que luego ha seguido, hasta cierto punto,
liederísticas más variadas del repertorio. Fleming.
En este mundo, en el que la crisis de La soprano que estudiamos canta muy bien los
algunos tipos vocales -que afecta sobre todo a dos fragmentos de Lohengrin, aunque le falte
la parcela de lo dramático, véase el caso esa dimensión poética y efusiva de una
wagneriano- es evidente de toda evidencia, Grümmer, para continuar hablando de grandes
aparecen de cuando en cuando instrumentos del pasado, respecto de las cuales, como vemos,
corpóreos, carnosos, firmes, compactos y bien tampoco queda tan mal parada. Está muy bien,
equilibrados que nos alegran las pajarillas. Es sin duda, en el fragmento de La walkyria, donde
el caso del de la soprano canadiense de 1962 nos ofrece una Sieglinde juvenil y arrostrada, de
Adrianne Pieczonka, desde principios de los una frescura singular. La voz fluye tranquila y
90 cada vez más presente en los grandes noble por los meandros de los Wesendonk, en
teatros en cometidos de lírica ancha, plena, o donde quizá echamos a faltar esa extraña
spinto; para entendernos, lírico-dramática. La mezcla de lo nostálgico y lo sensual. Pero la
voz es, en efecto, es espléndida por su confortabilidad de la escucha es notable: cada
rotundidad y redondez, su anchura, su sonido, cada vocal, aun las más cerradas, en su
homogeneidad, extensión y metal. Maneja y mantiene, del grave al sitio, el timbre siempre presente y reverberante. Ariadne y Arabella
agudo, con unidad de timbre, la columna de aire y distribuye el eran territorios de la inalcanzable Della Casa y de doña Elisabeth
aliento con destreza, de tal forma que puede regular con cierta Schwarzkopf, que hacían maravillas con los fonemas, auténticos
comodidad las intensidades y repartir vibraciones de arriba abajo. encajes de bolillos, más carnal y cercana la primera que la
Así el espesor, la densidad del sonido no se resienten y los segunda. Pero Pieczonka se defiende con notable corrección, una
armónicos pueden fluctuar libres y equilibrados en toda la gama. apabullante exhibición de solidez en los ataques, en el
No es el timbre de Pieczonka especialmente satinado, cálido o mantenimiento del aliento y en las subidas y bajadas, bien
de una cremosidad subyugante. En ese sentido la aventaja una asentada igual en un la grave que en un si bemol agudo. A este
soprano venida del otro lado del Atlántico, la estadounidense respecto, resuelve con fortuna la difícil, espinosa y tirante parte
Renée Fleming, de instrumento más rico e irisado, aunque de final del monólogo de Ariadne.
menor amplitud. En cualquier caso, la canadiense dispone Ulf Schirmer, un director avezado, destacado servidor de la
hábilmente de sus armas, que no son pocas, y liga un canto música de nuestros días pero también un cumplidor intérprete de
consistente, trazado con inteligencia y buena disposición la ópera de todo tiempo, es el encargado aquí de proporcionar
emocional. Escuchándola estamos tranquilos: sabemos que la soporte orquestal a la cantante. Lo hace con habilidad, apoyado en
sonoridad es sana, con excelente apoyo, y que la técnica de una buena Orquesta de la Radio de Munich, marcando bien los
emisión, regulación y pronunciación es magnífica, lo mismo que la tempos, adecuándose a las características de la solista y jugando
proyección del sonido a la zona alta, donde vibra con naturalidad con el rubato. Bien es cierto que nos habría gustado que en
y resuena con potencia. El si natural con el que se cierra, por ocasiones su lectura tuviera un poco más de vuelo, de finura
ejemplo, el aria de entrada de Elisabeth en Tannhäuser, es tímbrica y de sutileza expresiva. Cosas más apreciables en los
catapultado con brío, plenitud y brillo como remate de una fragmentos straussianos.
interpretación que, eso sí, se nos antoja un tanto plana, no tan
contrastada como habríamos querido, de tal manera que se Papageno
combinen y alternen los pasajes recogidos, introvertidos, que
reflejan una preocupación, con los exultantes y efusivos, que ADRIANNE PIECZONKA canta RICHARD WAGNER: Wesendonk-Lieder &
fragmentos de Tannhäuser, Die Walküre & Lohengrin & RICHARD STRAUSS:
celebran alborozados al llegada del amado. fragmentos de Ariadne auf Naxos, Arabella & Capriccio / Adrianne Pieczonka,
Es algo que se le puede criticar a la cantante, que a veces se soprano. Münchner Rundfunkorchester. Dir.: Ulf Schrimer / ORFEO / Ref.: C665061A
(1 CD) D2

LEOS JANÁCEK: Jenufa / Gabriela Benackova,


Nadezda Kniplova, Vilem Pribyl, Vladimir Krejcik,
Anna Barova, Karel Berman / The Orchestra and
Chorus of the Janacek Opera Company in Brno.
Dir.: Frantisek Jilek / SUPRAPHON / Ref.: SU 3869-
2 (2 CD) D5 x 2

RUDI STEPHAN (1887-1915): Die ersten Menschen


(Los primeros seres humanos) / Nimsgern, Ronge,
Cerny, Aschenbach / Rundfunk-Sinfonieorchester
Berlin. Dir.: Karl Anton Rickenbacher / CPO / Ref.:
999980-2 (2 CD) D2 x 2

( 18 )
DYNAMIC sorprende con un Parsifal de La Fenice, dirigido en 2005 por Gabor Ötvös y con un reparto más que solvente

Anónimo veneciano

C
on el mercado discográfico saturado y en plena crisis, sorprende la insistencia -más que
insistencia podríamos calificarlo de fe- del sello Dynamic en registros recientes en vivo de títulos
del repertorio -y alguna que otra rareza- procedentes de teatros italianos. En lo que respecta a
Wagner, después de una más que digna grabación de Las hadas (CDS 217), nos llega ahora este Parsifal,
grabado en La Fenice de Venecia en marzo del pasado año. Mi primera reacción al ver en el reparto una
rara mezcolanza de cantantes que creía jubilados junto a nombres desconocidos por mí y una batuta
solvente pero poco prometedora, fue de rechazo. Rechazo que se tornó en grata sorpresa al avanzar en
la escucha.
El especialista Gabor Ötvös, director húngaro nacionalizado alemán, muy activo en Chile (1) e Italia,
demuestra que conoce bien la partitura y el idioma, sabe lo que se trae entre manos. Obtiene una
formidable respuesta de la Orquesta del Teatro de La Fenice, precisa, con bellas sonoridades en maderas
y metales, cuerda aterciopelada y empastada, pianissimi delicados y corpóreos. Más allá de los sonidos,
la dirección es autocomplaciente, muelle en exceso, poco incisiva y falta de garra en momentos decisivos. Aunque no lo aparentan, los
tempi son vivos (100’ + 65’ + 71’), una prueba más de que en la apreciación subjetiva del tiempo el cronómetro no lo es todo. Preocupado
porque nada se descuadre, Ötvös no se implica emocionalmente salvo en contadas ocasiones, como en el descubrimiento del Grial, la
deliciosa escena de las Muchachas Flor, que se pasa en un suspiro, o la oración de Parsifal. No obstante -esto no siempre es así, y por eso
lo destaco-, la aproximación de la batuta no impide disfrutar de la belleza de la música, que se nos presenta como envuelta por la pátina
del tiempo, un tiempo ficticio que otorga languidez y distanciamiento a la narración. Los coros de la Fenice, reforzados para la ocasión
con la Camerata Silesia y los Piccoli Cantori Veneziani, cumplen discretamente (uno se acostumbra a los pitzianer y luego cualquier cosa
sabe a poco).
El veterano Matthias Hölle (Gurnemanz), cantante inteligente, poseedor de un material de calidad, ya bastante gastado, es un noble
cronista, que soporta dignamente el peso de la función y supera la agotadora prueba con notable, a pesar de la emisión dura y los audibles
problemas en la zona aguda (ruinosa por encima del Mi b, y Gurnemanz ha de alcanzar ocasionalmente el Fa). Wolfgang Schöne, nacido
en 1940, está ya más para hacer de Titurel que de Amfortas. Con una voz fea y tremolante, el dolor que le causa la herida que nunca se
cierra se traduce en un dramatismo superficial y vociferante, sobre todo en el tercer acto. Imponente el Titurel de Ulrich Dünnenbach, de
voz recia y oscura. El Klingsor del barítono Mikolaj Zalasinski, de dicción mejorable, antes que personificación de la maldad, parece un
pobre hombre, atormentado y obsesionado por la venganza, visión plausible del personaje adecuada a sus medios, más bien ligeros. Es
posible que el estadounidense Richard Decker (Parsifal) sea lo más parecido a esa especie extinta que fue el tenor heroico que hoy se pasea
por los escenarios (2). Cantante musical, expresivo, respetuoso con lo escrito -se atreve con los reguladores, apiana-, sabe reservar sus
fuerzas y vaciarse donde es preciso. Pasa desapercibido en el primer acto; se entrega en el segundo (espléndido, muy sentido «Amfortas!
Die Wunde!»); comienza el tercero desfallecido, para reanimarse en el bautizo de Kundry y dar el resto -poco le queda ya por dar- en un
poderoso «Nur eine Waffe taugt!». La gran sorpresa, totalmente inesperada, es la carismática Kundry de Doris Soffel, que este mes de mayo
cumple 58 años. En un estado vocal envidiable a su edad, con un registro amplio, homogéneo, graves sonoros, sobrada en el agudo
(tremendo «Ich sah - ihn - und - lachte»), compone una seductora memorable, basada tanto en la contundencia de sus medios como en el
fraseo cuidado y una expresividad sincera que huye de la afectación.
Esta grabación demuestra varias cosas: a) hay vida (inteligente) fuera de Bayreuth; b) aún es posible hacer un Wagner interesante; nada
comparable a los ejemplos que todos conocemos, pero tampoco desdeñable; c) eso puede suceder donde uno menos lo espera, y d) venir
de la mano de repartos y batutas ignotos y/o poco prometedores a priori. Moraleja para wagnerianos impenitentes: hay que estar a la que
salta. Dynamic anuncia la próxima aparición de este Parsifal en formato DVD. Las fotografías de la producción que acompañan el libreto
de la edición en compacto no auguran grandes alegrías. Siempre queda el recurso de apagar el televisor o conformarse con el CD.

Miguel Ángel González Barrio

Notas:
(1) Como titular de la Filarmónica de Santiago fue responsable en 1994-97 del estreno chileno de la Tetralogía, en el Teatro Municipal, de la que
anteriormente sólo se había representado La Walkyria.
(2) El lector curioso encontrará detalles de su biografía, fotos y ejemplos de su canto en formato mp3 en su página Web, http://www.richard-decker.com/.

RICHARD WAGNER: Parsifal / Decker, Hölle, Schöne, Soffel, Zalasinski, Dünnebach / Orchestra e Coro del Teatro La Fenize di Venezia. Dir.: Gabor Ötvös (grabación en vivo,
Venezia, Marzo 2005) / DYNAMIC / Ref.: CDS 497/1-4 (4 CD) D2 x 2 [4 CD al precio de 2]

Jurinac, Della Casa y Kmentt, a la cabeza de un reparto de campanillas para una excelente versión
de la primera gran creación operística de Mozart

Un Idomeneo modélico

E
l sello Ponto se especializa en la indispensable tarea de rescatar versiones en vivo de obras y elencos
que han quedado al margen de los estudios montados por las grandes firmas. Esta vez se exhuma una
memorable sesión mozartiana tenida en la Ópera de Viena el 14 de marzo de 1971, con Idomeneo. Vaya
por delante la tarea del director, Jaroslav Krombholc, un nombre de modestos alcances pero un lector
enérgico, tenso, delicado, limpio mas, sobre todo, un maestro concertante que ha homogeneizado el
conjunto de solistas, factor sin el cual Mozart, y esta obra en particular, se malogran sin remedio.
Del reparto, el protagonista, Valdemar Kmentt, asumió antes el rol de Idamante (en Buenos Aires, por
ejemplo, en 1963) y Sena Jurinac, el de Ilia, con Busch en Glyndebourne. Ahora, Kmentt sortea con señorío
el difícil papel, que requiere un tenor lírico aunque con un sólido registro central y buena coloratura, aparte de un elegante patetismo,
dada la historia de un padre que ha de entregar la vida de su hijo a los impasibles dioses. Jurinac traza una Electra de nerviosa factura,
rica de color vocal, imperial en los temibles saltos y arduas fijaciones en el agudo que la parte exige. Su D´Oreste e d´Aiace es un
inmenso ejemplo de canto mozartiano dramático, a la altura de las grandes, Elisabeth Grümmer, sin ir más lejos. Contrasta con ella la
sutileza lírica de Lisa della Casa y el eficaz cumplimiento de Werner Krenn. Quede anotado, por lo demás, que la versión es completa
y comprende las arias más exigentes, que suelen eliminarse de otras lecturas por la limitación vocal de los intérpretes.

B.M.
WOLFGANG AMADEUS MOZART (1756-1791): Idomeno, Re di Creta (ópera seria en tres actos) / Waldemar Kmentt, Werner Krenn, Lisa della Casa, Sena Jurinac, Reid Bunger,
Manfred Jungwirth / Orchester und Chor der Wiener Staatsoper. Dir.: Jaroslav Krombholc (Grabación en directo, Viena, 14 de Marzo, 1961) / PONTO / Ref.: PO 1044 (2 CD)
D5 x 2

( 19 )
Myra Hess y Clifford Curzon, dos de los más grandes exponentes del BBC Legends publica otro testimonio sonoro del gran
pianismo británico del siglo XX, entre las novedades BBC director italiano, con Mozart y Brahms en atriles
Compromiso con el Arte Primus Inter Pares: Giulini
con la Orquesta Filarmonía
L
a serie Grandes Intérpretes que publica el sello BBC LEGENDS
presta atención esta primavera a dos de los más grandes
exponentes del piano británico de las décadas centrales del

E
pasado siglo con dos grabaciones que harán las delicias de los l 19 de julio de 1982, dentro del ciclo de los «Proms»,
aficionados. La primera de ellas está dedicada a Myra Hess, que fue la tuvo lugar un bellísimo concierto en el cual Giulini
discípula más importante de la escuela que en Londres creó Tobias programó la Séptima Sinfonía de Bruckner - que BBC
Matthay. Pese a que su carrera se inició en 1907, adquiere su Legends ya ha publicado- precedida por esta Sinfonía Linz de
verdadera importancia durante la Segunda Guerra Mundial, cuando, a Mozart. Es sabido que Giulini fue muy lento a la hora de
despecho de los bombardeos alemanes, incorporar obras nuevas a su
interpreta regulares conciertos en la repertorio; concretamente, las
National Gallery. Es en ese momento sinfonías de Beethoven y Mozart
cuando adopta la forma de héroe nacional, tardaron bastante en llegar y, de las
teniendo como repertorio -y es curioso del salzburgués, solo grabó
notarlo- las grandes obras de la música oficialmente las tres últimas. De
alemana. Siendo tan excelente traductora ahí el especial valor de este CD,
de Beethoven e intérprete indispensable de más aun cuando se trata de una
Schumann, BBC LEGENDS nos da una versión tan bella y tan bien
muestra de la altura artística que alcanzó realizada.
la pianista londinense con un Concierto Frente a la alegría más patente
para piano No. 2 del músico de Bonn y el del registro clásico de Bruno
indispensable Concierto para piano en La Walter, Giulini subraya compla-
del autor de la Renana. Ambas cido en el Andante las anti-
grabaciones son tardías y marcan el final cipaciones de un romanticismo - el de Schubert- todavía
de la carrera de Hess como pianista de lejano, con unos maravillosos juegos de luces y sombras. Se
concierto antes de retirarse de la escena. diría que la música está más acariciada que tocada: la cuerda
Permiten no obstante apreciar un pianismo de la Filarmonía se muestra en óptima forma. Pero ello no
sin decadencia, preocupado por la excluye la energía del Allegro spiritoso inicial ni la claridad
sonoridad y que, al igual que el disco del contrapunto en este movimiento y en el Presto final, todo
precedente, se aleja de una lectura ello presidido por esa elegancia italiana que halla terreno
brillante y exhibicionista. De control no particularmente propicio en el Minueto. Esta versión
tan exquisito como Curzon, no tan bellísima, muy bien grabada por la BBC, vale por sí sola el
extremadamente musical, carece de la ágil precio del CD y quienes pudimos disfrutar en el Albert Hall de
lectura de otras pianistas de su generación aquel memorable concierto, podemos ahora revivir la
(Haskil) o de la seducción del color de la escuela francesa (Marcelle experiencia.
Meyer), superando a ambas en hondura y en variedad de ataque. Es, La Primera Sinfonía de Brahms fue una obra muy querida
qué duda cabe, indispensable en su repertorio. Atención a su por Giulini, de la que nos ha dejado tres magníficas versiones
magisterio con Schumann. oficiales, especialmente lograda la que grabó con la
El segundo registro está dedicada al inmenso Clifford Curzon. Filarmonía en 1961, más o menos coetánea de ésta que hoy
Curzon fue al tiempo que un intérprete extraordinario, un músico al recupera la BBC. Desde la solemne introducción, cargada de
que le costaba horrores meterse en el estudio de grabación. Por esto es sentido dramático, Giulini plantea una progresión inexorable,
una noticia de singular relevancia que BBC presente estas grabaciones perfecta de construcción, de la oscuridad a la luz, con una
que, aparte de ampliar nuestro conocimiento del artista, incluyen para radiante liberación en el final, cuyo memorable tema expone
colmo de bienes dos obras que nunca habían sido por él grabadas: se con amor, casi con devoción, consiguiendo una conclusión
trata de una Fantasía coral beethoveniana del año 70 y -algo que a emotiva al máximo. Quienes no conozcan a Giulini como
quien suscribe le parece más interesante aun si cabe- un extraordinario intérprete de Brahms bajo ningún concepto deben dejar pasar
Concierto para piano de Delius, grabado en Londres un año antes de esta oportunidad, aunque la calidad de la grabación no
su muerte. En ambas obras podemos apreciar las particulares virtudes alcance, lógicamente, las excelencias de la Linz, veinte años
que animaron la carrera de Clifford Curzon: claridad de articulación, posterior. Pero los resultados musicales son difícilmente
fraseo elegante y poético, soberbia tímbrica, exactitud acompañada de superables.
equilibrio, y una rara habilidad para presentar las soluciones como las
más adecuadas. Sólo puede ser comparado con dos colegas Roberto Andrade
contemporáneos, Arthur Schnabel, a quien superó, y el gran maestro CARLO MARIA GIULINI dirige WOLFGANG AMADEUS MOZART (1756-
moravo Alfred Brendel: los tres muestran ese in media virtus que 1791): Sinfonía No.36 en Do Mayor, K425, Linz. JOHANNES BRAHMS (1833-
parece inalcanzable en un instrumento que ofrece la posibilidad de los 1897): Sinfonía No.1 en Do menor, Op.68. / Philharmonia Orchestra. Dir.: Carlo
Maria Giulini / BBC / Ref.: BBCL 4175-2 (1 CD) D2
extremos. No pierda de vista este disco aquel que desee entender
porqué Clifford Curzon es un intérprete tan admirado (cierto: escribo
bajo su influjo). El anciano Curzon, el pianista maduro, tiene un La Novena Sinfonía del autor bohemio, en una fabulosa,
mensaje estético que transmitirnos que habla del más alto compromiso referencial lectura a cargo de Bruno Maderna, en BBC
con el Arte: algo que no es poco en los tiempos que corren. Legends
Roberto Blasco Enamorado de Mahler
CLIFFORD CURZON interpreta DELIUS: Concierto para piano en do menor*; MOZART:

B
Piano Concierto para piano No.24 en do menor, KV491**; BEETHOVEN: Fantasia para runo Maderna (1920-1973) es una de las personalidades
piano, coro y orquesta en do menor, Op.80**† / Clifford Curzon, piano. BBC Symphony
Orchestra*. London Philharmonic Orchestra**. Dirs.: Sir John Pritchard* / Bernard más atractivas de la música del siglo XX en su doble
Haitink** (Recorded: Royal Festival Hall, London, 3 September 1981* / Royal Festival Hall, condición de compositor y director de orquesta. Y en
London, 6 November 1979**; Royal Festival Hall, London, 28 January 1970†) / BBC esta última de sus facetas su trabajo debe ser siempre
LEGENDS / Ref.: BBCL 4181-2 (1 CD) D2
reivindicado, sobre todo porque imponía a sus versiones una
MYRA HESS interpreta BEETHOVEN: Concierto para piano No.2 en si bemol mayor, personalidad fortísima, que en ocasiones podía hacerlas
Op.19*; SCHUMANN: Concierto para piano en la menor, Op.54**; J.S. BACH: Toccata en
sol mayor, BWV916*** Scottish National Orchestra* / Sir Alexander Gibson*. BBC discutibles pero que siempre resultaban fascinantes. En sus
Symphony Orchestra** / Sir Malcolm Sargent**. Dame Myra Hess, piano (Recorded: Usher últimos años, Maderna se enamoró de la música de Mahler,
Hall, Edinburgh, 30 August 1960* / Royal Albert Hall, London, 18 September 1958** BBC
Studios, London, 13 October 1950***) / BBC LEGENDS / Ref.: BBCL 4178-2 (1 CD) D2 cuyas sinfonías consideraba no sólo la irradiación plena de un
ser humano sino la muestra cumplida de toda una cultura. Fue

( 20 )
United Archives publica por vez primera en CD la principal integral de Beethoven del mítico Budapest Quartet

El primer Beethoven moderno

E
l joven sello United Archives ha demostrado un gran olfato al reeditar por vez primera en CD la más importante grabación integral de
los cuartetos de Beethoven del mítico Budapest Quartet. Se trata de la grabación que realizaron entre 1951 y 1952 para Columbia en
el Coolidge Auditorium de la Biblioteca del Congreso de Washington con los Stradivarius de la
Gertrude Clarke Whittall Collection. Entre 1927 y 1945 el Budapest Quartet ya había realizado
numerosas grabaciones sueltas de los cuartetos de Beethoven que conformarían otra integral, a
excepción del Opus 18 nº 5 del que tan sólo se ha conservado un registro en vivo de 1941 del tercer
movimiento. Muchas de esas grabaciones fueron publicadas originalmente en discos de pizarra por His
Master’s Voice y Columbia, y fueron generalmente sustituidas por las que aquí presentamos, realizadas
con el advenimiento del moderno LP. De hecho, la adopción generalizada del sonido estéreo llevaría a
este cuarteto a realizar una nueva integral de Beethoven en el ocaso de su carrera. Concretamente, sería
grabada entre 1958 y 1961, también para Columbia, pero esta vez en sus estudios de la calle 30 de
Nueva York y con el conocido productor discográfico de musicales de Broadway, Thomas Z. Shepard,
como director artístico.
Esta última integral en estéreo estuvo disponible hace tiempo en CD tanto en cofre como por
separado en Sony Classical y hoy, con suerte, puede encontrarse todavía alguna parte de la misma en
stock. De la que aquí presentamos de 1951 y 1952 tanto Sony como antes CBS en su serie Masterwork
Portrait publicaron tan sólo el Opus 18 completo junto al tercero de los cuartetos «Razumovsky». En
cuanto a las grabaciones realizadas con anterioridad ha habido varios sellos que han ido publicado
algunas en disco compacto de forma aleatoria como, por ejemplo, Fono Enterprise o la propia Sony, y ha habido otros que se han
especializado en las grabaciones en vivo entre 1941 y 1960 como Bridge o en los registros anteriores a 1936 como Biddulph, es decir, lo
que se conoce como la primera etapa del cuarteto.
Conviene aclarar que el Budapest Quartet en sus cincuenta años de historia (1917-1967) ha pasado por distintos integrantes y también
por distintos estilos interpretativos que suelen dividirse en dos etapas. La primera abarca desde 1917 hasta más o menos 1936 y coincide
a grandes rasgos con el liderazgo de Emil Hauser como primer violín, con el asentamiento que le dio su nombre y con integrantes húngaros
procedentes de la orquesta de la Opera de Budapest. Su estilo era claramente romántico y estaba relacionado con la escuela violinística
de Jeno Hubay, del que eran discípulos suyos tres de sus integrantes. Se caracterizaba por la escasez de vibrato, la libertad de fraseo y
portamento, y una búsqueda de la expresividad que sacrificaba en ocasiones la precisión rítmica.
La segunda etapa empieza a gestarse en 1927 cuando es admitido Joseph Roisman como segundo violín. Roisman era, por el contrario,
ucraniano y se había formado en Odessa con el famoso Pyotr Solomonovich Stolyarsky de cuya aula saldrían otros grandes violinistas del
siglo XX como Nathan Milstein o David Oistrakh. Al contrario que Hauser, Roisman era un violinista moderno caracterizado por una
poderosa técnica, una gran precisión rítmica, un vibrato continuo y una gran economía en el uso del portamento. La retirada de Hauser
en 1932 colocó a Roisman al frente del cuarteto y la llegada hasta 1936 de otros tres músicos de origen ruso y ucraniano en consonancia
con la estética del nuevo líder llevaría a cambar por completo el sonido y a modernizar el estilo interpretativo de la agrupación que, pese
a todo, siempre mantuvo su nombre original. En 1938 el cuarteto emigra a Estados Unidos y se establece como residente de la Biblioteca
del Congreso, un puesto en el permaneció hasta 1962, tras lo cual terminaría su carrera cinco años después en Buffalo en la State University
de Nueva York.
La integral beethoveniana de 1951 y 1952 representa su mejor momento como agrupación. Resulta más interesante que la posterior en
estéreo tanto en la forma técnica de sus integrantes como en la frescura de su interpretación de Beethoven, que habían asentado tras varias
grabaciones e integrales en concierto (llegarían a dar más de sesenta integrales de Beethoven en toda su carrera). Su interpretación resulta
equilibrada y objetiva, y suena plenamente moderna. Sin duda, aquí el Budapest Quartet había ya encontrado su propia visión de esta
música, tras una etapa en los años cuarenta en que personalizaron un acercamiento a la música de cámara de Beethoven más impetuoso
e influenciado por Toscanini.
Estamos, sin duda, ante una de las grandes integrales de los cuartetos del compositor de Bonn, que representa además la primera
interpretación verdaderamente moderna de esta música. Para comprobarlo les propongo una audición evolutiva del movimiento final del
Op. 131 por el Cuarteto Rosé (1927), Cuarteto Capet (1927), Cuarteto Busch (1936) y Cuarteto Calvet (1938) que pueden consultar
tecleando http://www.cndp.fr/secondaire/bacmusique/beethoven/questions.htm en sus ordenadores. La interpretación de este tormentoso
«Allegro» final del cuarteto nº 14 en manos del Budapest Quartet en diciembre de 1951 (disco 6; corte 11) es un prodigio de equilibrio,
precisión rítmica, musicalidad y respeto a las indicaciones del compositor, y al que sólo se aproxima el Cuarteto Calvet, una agrupación a
la que Roisman y sus compañeros tomaron como modelo en sus inicios.
La edición de United Archives es cuidada y simple. Dispone de una carpetilla que incluye tan sólo las fechas de cada grabación y unas
interesantes notas anónimas sobre los intérpretes tanto en inglés como en francés. La remasterización digital tiene buena calidad y el sonido
monoaural, sin ser del todo limpio, permite escuchar con nitidez muchos detalles. Por el contrario, hay alguna deficiencia menor (por
ejemplo en disco 3; corte 4; 5’02’’) que no acierto a saber si se debe a un problema de la fuente o del trabajo editorial del remasterizador
de United Archives, también anónimo.

Pablo-L. Rodríguez
BEETHOVEN: Integral de los cuartetos de cuerda. Op. 18, 59, 74, 95, 127, 130-132 & 135. / Budapest String Quartet (Joseph Roisman, violín; Jac Gorodetzki, violín; Boris Kroyt,
viola & Mischa Schneider, violonchelo) / UNITED ARCHIVES / Ref.: UAR0018 (8 CD) D2 x 2 [8 CD al precio de 2]

un enamoramiento tardío pero a través del contraste con el Adagio final. Es apasionante plantearse
de una enorme intensidad. Y esta cómo se resolverá la partitura completa a partir de esa toma de
extraordinaria Novena, grabada posición, y el resultado es sencillamente fascinante. Tanto que al
en vivo en Londres, al mando de firmante de esta nota le parece una de las mejores versiones de esta
la Sinfónica de la BBC, el 31 de sinfonía llevadas al disco, diferente a cualquiera, apasionante de
marzo de 1971, lo demuestra principio a fin, con una orquesta subyugada por la personalidad de
con creces. La visión del maestro un maestro con el que -como cuenta Mike Ashman en sus
italiano es de una lucidez magníficas notas al programa- había tenido sus más y sus menos.
extrema y se diría que no se Imprescindible por lo que tiene de reveladora.
parece a ninguna otra, ya desde
el tempo elegido en el primer Pablo Batallán
movimiento, más ligero que de
ordinario y que hace que nuestra G. MAHLER: Sinfonía nº 9 / Orquesta Sinfónica de la BBC. Dir.: Bruno Maderna / BBC
LEGENDS / Ref.: BBCL 4179-2 (1 CD) D2
concepción de la obra se amplíe

( 21 )
ONDINE sigue paliando el silencio discográfico Llega a España la edición de TAHRA
de la Philadelphia Orchestra de un estupendo concierto de Argenta en París

Tchaikovsky emotivo Un espíritu vitalista

P
or fin llega a España el único CD dedicado hasta ahora

O
ndine sigue adelante con su relanzamiento por Tahra al malogrado director cántabro Ataúlfo
fonográfico de la Philadelphia Orchestra. Argenta (1913-1958). Incluye la grabación íntegra de un
En realidad hay que aclarar que lo que ha concierto que dirigió Argenta en el Centre Pistor de París en
pasado con esta orquesta es que en realidad ha abril de 1951 y cuya retransmisión radiofónica se ha
cambiado de medio. Ha dejado internet para volver conservado en cinta en el Institut National de l’Audivisuel
al viejo formato comercial del CD, ya que la (INA). El programa combina la música contemporánea de
grabación de buena parte de sus conciertos entre dentro y de fuera de
1999 y 2004 podía escucharse hasta hace unos España con su gran pasión
meses por un módico precio de suscripción en la por Brahms. Se abre con
«musicroom» de la página web de Andante su versión de la suite del
Ch. Eschenbach
(http://www.andante.com). Sin duda, la vuelta al ballet Pulcinella que
disco compacto de la agrupación americana está conforma lo único que ha
relacionada con la extraordinaria labor que viene desarrollando llegado hasta nosotros del
Christoph Eschenbach (1940) como director titular, un puesto en el que Stravinsky de Argenta, un
sucedió en 2003 al veterano Wolfgang Sawallisch. Eschenbach se compositor que aborda
confiesa gran admirador de la desde su familiaridad
tradición de esta orquesta y se ha tímbrica con la música de
propuesto situarla en el siglo XXI Falla. Su versión de esta
entre las mejores del mundo. Para suite está llena de brillo y
ello, además de volver a grabar vitalidad, lo que permite
discos, el director alemán ha que los solistas de la
reactivado las giras inter- Orquesta Nacional de
nacionales (este verano actuará, Francia se luzcan como músicos de cámara, especialmente el
por ejemplo, en el Festival de concertino Henri Bronschwak y los solistas de oboe y flauta.
Lucerna y en los Proms de Igualmente vitalista y dinámica es la interpretación del
Londres), los proyectos de Concierto de Estío de Rodrigo que le sigue. Aquí Argenta
formación y captación de público, cuenta como solista con un entregado Christian Ferras que
y también ha rediseñado la acababa de grabar esa obra en estudio con extraordinarios
programación del repertorio que resultados bajo la dirección de Georges Enesco.
combina imaginativos miniciclos Pero, sin duda, lo más interesante de este disco es la
con conciertos basados en una idea monográfica, manteniendo la base Segunda de Brahms, la única grabación conocida de Ataúlfo
del repertorio de la orquestra en torno a Mozart, Beethoven, Argenta de una sinfonía del que fuera posiblemente su
Tchaikovsky, Mahler y Richard Strauss, y haciendo habituales compositor favorito. Como es bien sabido, entre los planes
incursiones en la música contemporánea. que tenía el director cántabro en el momento de su prematura
De hecho, la grabación de este disco está directamente relacionada muerte, en enero de 1958, estaba la grabación para Decca de
con estas iniciativas de Eschenbach. Fue realizada en vivo entre el 12 y la integral de las sinfonías de Brahms con la Filarmónica de
el 14 de mayo de 2005 en el Verizon Hall de Philadelphia dentro de un Viena, una grabación que se habría realizado en la Sofiensaal
programa titulado «Tchaikovsky emotivo» que incluía, además de la con el equipo de John Culshaw. Por fortuna, este registro
Quinta, el Primer concierto para piano que contó para la ocasión con parisino permite hacernos una idea de la calidad musical que
Lang Lang como solista. El título del concierto le va como anillo al dedo hubiera tenido esa integral brahmsiana, donde Argenta habría
a la versión de Eschenbach, pues resalta el lado emocional y logrado seguramente un equilibrio perfecto entre su
conmovedor de esta obra, y su interpretación resulta completamente formación neo-objetiva alemana y su espíritu vitalista. No
distinta de la intensa y dramática que hizo Sawallisch con la misma obstante, hay muchos elementos a destacar en esta
orquesta en diciembre de 2001 (y que hasta hace poco podía interpretación. Por ejemplo, en el primer y segundo
escucharse en la referida web de Andante). No hay más que escuchar movimientos la forma primorosa en que canta la cuerda o su
la lentísima introducción del movimiento inicial para verificar ese forma equilibrada de dialogar con las distintas secciones de
acercamiento contemplativo a esta música de Eschenbach. la orquesta. La precisión es asombrosa en el «Allegretto
Técnicamente es una versión irreprochable en todas y cada una de las grazioso», equilibrando perfectamente los contrastes
secciones de la orquesta, que suenan con un acabado sonoro dinámicos y las tensiones. Finalmente, en el «Allegro con
asombroso. Quizá sea esa su mejor baza: el sonido absolutamente spirito» saca a relucir su vitalidad y da muestras, al mismo
embriagador de esta versión. Ahora bien, la interpretación extirpa tiempo, de un sentido muy elegante de fluctuación del
cualquier pathos de la partitura, llegando a resultar por momentos tan tempo.
bella y emotiva como insincera y artificial. Precisamente, dos adjetivos La toma de sonido ha permitido a Charles Eddi realizar
estos últimos que, según recuerda Christopher H. Gibbs en las notas del una remasterización con un sonido monoaural muy nítido, a
disco, utilizó el propio Tchaikovsky para referirse a esta obra, tras dirigir pesar de que la cinta está bastante gastada en algunas partes
varias interpretaciones de la misma en Praga. de la suite de Stravinsky, en las que podemos escuchar con
Para rellenar el tiempo del disco hasta los 76 minutos se ha optado claridad lo grabado con anterioridad, y también hay arrastres
por una solución bastante peculiar: la inclusión de una grabación del en la sinfonía de Brahms que cambian levemente la afinación
propio Christoph Eschenbach al piano de música de Tchaikovsky. La u oscurecen por momentos el sonido. A todo ello hay que
idea resulta interesante por cuanto hacía varios años que no salía una añadir los intermitentes silbidos de la toma radiofónica que a
grabación de Eschenbach al piano, pero resulta frustrante al incluir la veces resultan un tanto molestos. De todas formas, para
mitad de los meses de su ciclo pianístico Las Estaciones, Op. 37b. Su compensar esas pequeñas incomodidades, Myriam
interpretación sigue el mismo camino que la sinfonía, aunque aquí su Scherchen facilita en la libreta del disco una breve e
estilo poético resulte más apropiado. Para terminar se incluye la interesante autobiografía de Argenta junto a una detallada
bellísima «Barcarolle» de «Junio» que es un final ideal para un disco discografía que incluye todas sus grabaciones conocidas
que subraya el lado emotivo de Tchaikovsky. hasta la fecha.

P.-L.R. P.-L.R.
PIOTR I. TCHAIKOVSKY: Sinfonía nº 5 en Mi menor, Op. 64 / The Philadelphia Orchestra. ATAÚLFO ARGENTA dirige IGOR STRAVINSKY: Pulcinella, ballet. JOAQUÍN
Dir.: Christoph Eschenbach; Las Estaciones, Op. 37b (Enero-Junio). Christoph Eschenbach, RODRIGO: Concierto de estío para violín y orquesta. JOHANNES BRAHMS:
piano / Grabaciones realizadas en mayo de 2005 / ONDINE / Ref.: ODE 1076-5 (1 SACD) Sinfonía nº. 2 en Re Mayor, op. 73 / Christian Ferras, violín. Orchestre National
D1 du France. Dir.: Ataúlfo Argenta (Grabación en directo, París, 4 de Abril de
1951) / Tahra / Ref: TAH 427 (1 CD) D6
( 22 )
TAHRA consagra una edición, dividida cronológicamente en tres volúmenes, a repasar la trayectoria artística de Eugen Jochum

Tradición y austeridad

E
sta magna edición dedicada a Eugen Jochum pone en tela de conmemorativa), la traducción de la Sinfonía nº 4 del gran
juicio dos opiniones muy extendidas sobre el gran director hamburgués.
alemán, con las que cabe estar más o menos en desacuerdo. Cantos y danzas de la muerte, del santo bebedor Mussorgski, se
La primera es la idea bastante extendida de que Jochum era un nos antoja como una obra algo periférica en el repertorio del
director efectista. Por el contrario, creo que era uno de los músicos director alemán. En ella, Jochum tiende a suavizar un poco sus
que mejor entendía la sección de los metales, y que más contornos más rocosos y sombríos. Pero no hay duda de que
concienzudamente trabajaba los clímax, a fin de que éstos nunca entiende la obra a la perfección. Además, en ella se luce el gran
fueran forzados. Jamás, pues, este trabajo estaba guiado por un bajo finés Kim Borg, sobre todo en los tres primeros cantos.
puro furor decibélico, ni degeneraba en esa trompetería por En ausencia de Bruckner, lo
desgracia tantas veces al uso. Gradación de los efectos, sí; más parecido es Wagner o César
efectismo muy raras veces. Franck, y se advierte enseguida
La otra idea considera a Jochum como portador del fuego la profunda afinidad de Jochum
sagrado de la gran tradición orquestal romántico-alemana. Por con estos autores. Una obra
supuesto que no es un músico nada gélido, pero yo lo no intuyo como la Sinfonía en re menor de
tampoco tan flamígero. Lo veo más bien como a un viejo guardián Franck, con sus transiciones, sus
de dicha tradición y, por lo tanto, como a un hombre provisto de modulaciones o su infinitud, es
un bagaje técnico muy sólido, así como de una considerable un vehículo idóneo para que
cultura sinfónico-coral. Pero no me parece un director tan afloren la profunda religiosidad y
inflamado, ni hiperromántico, ni -salvo en los últimos años de su el hondo patetismo del director.
larga carrera- siempre inspirado. Director muy alemán, sí; Aquí, como también en la
tradicional, e incluso algo conservador, también; iluminado o obertura de Los maestros
visionario, más raramente. cantores de Wagner, la Orquesta
Sin embargo, esta segunda idea resulta mucho más viable, del Concertgebouw de Amsterdam exhibe sus rotundas y bellas
puesto que en algo se adapta a su visón de la obra de Anton sonoridades, aunque, por descontado, no sea ésta su única
Bruckner, a menudo poseída por un raro y luminoso fervor. Por prioridad.
cierto que Bruckner es una insoslayable laguna dentro de esta gran Durante el Concierto para piano de Grieg, Jochum prepara un
edición discográfica, donde están representados, menos él y muelle colchón (en expresión usada a veces al hablar del
Haydn, la práctica totalidad de los autores que componían su acompañamiento orquestal), para que el solista articule una
selecto repertorio, y todos aquellos en los que categóricamente versión sobremanera elástica. Pero el solista, que es Emil Gilels, lo
destacó: Mozart, Beethoven, Schubert, Wagner, Brahms. usa para todo menos para echarse una siesta. Y eso que el maduro
La Cantata de bodas, BWV 202 de Bach (por proceder con un Gilels estaba ya a muchas leguas del modelo heroico-virtuosístico
cierto orden cronológico), muestra a un Jochum fluido armonioso, de su juventud, en la que practicaba un pianismo de manos de
en línea no muy distante de la de un Karl Münchinger de aquellos acero y alma estereofónica. Aquí es, sobre todo, un inmenso poeta,
años, con el concurso de una apropiada y fresca Elly Ameling aunque estereofonía y alma todavía le sobren.
como única voz solista. Mozart está representado por varias obras, Llegados a este punto, algunos lectores pueden pensar que todo
entre las que cabe destacar el Concierto para piano nº 9 (llamado esto está muy bien, pero que a Jochum ya lo juzgarán ellos en su
Jeunehomme), el primero de su autor enteramente personal, al momento, y lo que de verdad importa ahora es cómo suena esta
decir de algunos estudiosos, que nos rescata a una pianista auténtica avalancha de discos del músico de Babenhausen. Me
maravillosa. Sólo con decir una pianista maravillosa casi estamos apresuro, pues, a contestarles que el sonido es bueno en muchas
aludiendo ya de forma clara a Clara Haskil, aun en el supuesto de de las tomas (lo cual es más o menos proverbial en este sello), y
que silenciáramos su identidad. Y también a su estilo transparente, excelente en casi todas las grabaciones posteriores a mediados de
diáfano (bien apoyado desde la orquesta), al servicio de un modo los años cincuenta.
de tocar en verdad embelesado. Brillante, a falta de unos pies más
ligeros, la obertura de Benvenuto Cellini de Berlioz. Sus claras J.M.S.
proporciones, tan bien podadas, nos remiten por momentos al
propio Mozart. EUGEN JOCHUM: CENTENARIO VOL.1: Obras de Wagner, Brahms, Beethoven,
Mozart, Reger y Corelli / Orquesta Filarmónica de Berlín, Orquesta del
Un Réquiem alemán, de Johannes Brahms, casa muy bien con Concertgebouw de Amsterdam, Orquesta Filarmónica de Hamburgo. Dir.: Eugen
las maneras de Jochum. Su traducción es más lírica y efusiva que Jochum (Grabaciones entre 1933 y 1945) / TAHRA / Ref.: TAH 466-469 (4 CD) D6 x
4
dramática (aunque los términos se inviertan en el penúltimo
número), y está llena de un fervor nunca excedido. Al coro se le EUGEN JOCHUM: CENTENARIO VOL.2: Obras de Mozart, Beethoven, Brahms y
Mussorgski / Orquesta Filarmónica de Berlín, Orquesta del Concertgebouw de
exige a veces hasta el borde de sus límites, por eso es más meritorio Amsterdam, Orquesta Sinfónica de la Radio Bávara. Dir.: Eugen Jochum (Grabaciones
que nunca pierda su calidad ni tampoco su densidad. Esta versión, entre 1948 y 1961) / TAHRA / Ref.: TAH 470-473 (4 CD) D6 x 4
además, recupera las voces queridas y poco prodigadas en disco EUGEN JOCHUM: CENTENARIO VOL.3: DEBUSSY: 3 Nocturnos; BERLIOZ:
de la soprano Clara Ebers y el barítono Karl Schmitt-Walter. Ella, en Benvenuto Cellini; WAGNER Encantamientos del Viernes Santo de Parsifal; Los
concreto, ofrece una versión muy delicada de su único gran solo, Maestros Cantores, preludio; BACH: Cantata n.202; FRANCK: Sinfonía en re menor;
BRAHMS: Sinfonía n.4; GRIEG: Concierto para piano; SCHUBERT: Sinfonía n.9 /
delicadeza que no oculta, empero, la real consistencia de su voz. Orquesta del Concertgebouw de Amsterdam. Orquesta RIAS de Berlin. Dir.: Eugen
También es soberbia (entre lo mejor de toda la edición Jochum (grabaciones 1963-1986) / TAHRA / Ref.: TAH 474-477 (4 CD) D6 x 4

MIECZYSLAW HORSZOWSKI interpreta obras de RUDOLF FIRKUSNY interpreta J. BRAHMS (1833-1897): 4 KNAPPERTSBUSCH dirige L. VAN BEETHOVEN:
J. S. Bach, W. A. Mozart, L. van Beethoven, C.r Piezas para Piano Op.119. F. J. HAYDN (1732-1809): Sonata Sinfonía nº.8 en fa mayor op.93 J. BRAHMS:
Frack & R. Schumann / Mieczyslaw Horszowski, para piano No.59 en Mi bemol Mayor Hob XVI:49; Sonata para Sinfonía nº.2 en re mayor op.73 / Orquesta
piano (Aldeburgh Festival, Snape Maltings, Suffolk, piano No.33 en Do menor Hob XVI:20. F. SCHUBERT (1797- Filarmónica de Munich. Dir.: Hans Knappertsbusch
12 de Junio de 1986) / BBC / Ref.: BBCL 4171-2 (1 1828): Sonata para piano en Si bemol Mayor D960 / Rudolf (live recording, Ascona, 18 de octubre de 1956) /
CD) D2 Firkusny, piano / BBC / Ref.: BBCL 4175-2 (1 CD) D2 IDIS / Ref.: IDIS 6485 (1 CD) D5
( 23 )
Llega Lackschmi, un increíble ballet de Nielsen (Ludolf), ambientado en la India.

Bollywood «made in Denmark»

S
i ya supuso hace muuuuchos años una agradable sorpresa encontrarse con este «otro» Nielsen, y descubrirle a través de su magnífica
Segunda Sinfonía, ahora la sorpresa se transforma casi en shock con la aparición de este exótico ballet del que jamás habíamos
conocido su existencia. Fue Lackschmi una verdadera sensación en su estreno en Dinamarca, allá por el año 1922. Por primera vez
en la historia del Teatro de la Opera Real, se había preparado una fantasía al estilo de Diaghilev, con todo lujo de medios y bailarines, pero
con partitura de un compositor nacional, y libreto basado en la novela del también danés y Premio Nobel Karl
Gjellerup. Era este último un personaje peculiar, estudiante de religiones orientales y filosofía, así como
experto en budismo. Errantes del Mundo, en la que se basa este espectacular ballet, era una obra iniciática
sobre la trasmigración de las almas, dotada de un gran trasfondo filosófico y simbólico. Sin embargo los
coreógrafos utilizaron sólo la trama central despojándola de sus paradigmas y la convirtieron en el inmenso
pastiche de amor y celos que todo el mundo deseaba, todo un Bollywood de la época. Leyendo la trama,
protagonizada por mujeres serpientes, esclavas bayaderas, sultanes luchadores y genios malignos, se nos hizo
la boca agua pensando en la escucha de la partitura de Nielsen escrita para tal evento.
Ludolf Nielsen no había escuchado jamás los tres grandes ballets de Stravinsky, pero sí se había impregnado
en la música de Rimsky -Korsakov, y a él le debe el colorido pentatonismo de esta obra fastuosa, que después
de tres años de gran éxito fue inexplicablemente guardada en un cajón y nunca más repuesta. Es Ludolf, a
pesar de su mayor juventud, menos innovador o investigador que Carl, y rechaza también el impresionismo
de los franceses que trabajaron para Diaghilev: su talento reside principalmente en impactar a través de la
perfección sonora, realizando inteligentes juegos de contrapuntos y melodías concretas de gran impacto y
verdaderamente refrescantes. A pesar de algunos momentos en los que el autor muestra una estereotipada orientalidad, e incluso de
fragmentos que remiten directamente a la música española, Nielsen consigue mantenerse a un paso del kitsch de un Ketelbey, demostrando
en todo momento su seriedad de gran academicista y sólido instrumentador. Una gozada.
Menos suerte aún tuvo la ópera Isbella, ambientada en la España de la invasión napoleónica, con imposible argumento que explica la
desdichada relación entre una campesina espía y de Burgos, y un soldado francés. Si la obra sólo aguantó las primeras representaciones,
su imponente Obertura, única de las piezas de Ludolf Nielsen que alguna vez se interpreta en salas de conciertos, es la guinda del dulce
pastel que constituye este CD, en el que de nuevo se luce el tenaz defensor de causas perdidas Werner-Andreas Albert junto a la más que
impecable orquesta de Nueva Zelanda.

Mel Smith Window


LUDOLF NIELSEN (1876-1939): Obertura de Isbella, op. 10; Lackschmi (una historia de amor hindú) / The Queensland Orchestra. Dir.: Werner Andreas Albert / CPO / 777072-
2 (1 CD) D2

Obras para piano del autor de Mi Patria por Jitka Cechova, Una selección de obras de cámara del autor vienés, en CPO
en SUPRAPHON

Smetana cerca de Liszt Eybler, un maestro escondido

H
emos de recurrir a las enciclopedias para enterarnos de quién

S
olemos identificar a Smetana con la música sinfónica de fue Joseph Leopold Edler von Eybler (1765-1846), austriaco,
programa y la ópera nacional checa. Su tarea como maestro de capilla en Viena, director de orquesta y primer,
compositor de piano ha quedado traspuesta, en buena aunque frustrado, auxiliar póstumo de
parte porque Smetana no fue estrictamente un pianista. Su Mozart para completar su Requiem.
formación respecto al teclado es Gozó de la amistad y la consideración
de carácter autodidáctico y se del salzburgués, lo mismo que de
cumplió, sobre todo, leyendo la Haydn, pero sus tareas litúrgicas y su
música pertinente de su tiempo, escueta obra, ceñida al mundo
en especial Liszt. Lo aproximaba camarístico, han restringido su
al maestro húngaro tanto su circulación.
dominio omnipotente de los En este programa es posible
recursos instrumentales como el averiguar la recóndita maestría de
interés nacionalista por el folclore Eybler para obtener incontables
de su tierra, en especial el gitano. recursos de unos dispositivos exiguos
En el catálogo pianístico de como el trío y el quinteto de arcos. Al
Smetana la huella liszteana es respecto conviene recordar la tarea de
evidente y productiva. Ante todo, Boccherini, descollante en hacer lo mismo y en mezclar
porque hace rendir al instrumento al máximo de su capacidad. instrumentos con creativa libertad. Eybler pone en su quinteto un
Arpegios, escalas dobles, manos distanciadas, acordes con contrabajo, con el cual obtiene efectos rítmicos y tímbricos de gran
sutiles cromatismos y disonancias, enfrentan al ejecutante con inventiva.
un compromiso que puede llevarlo al triunfo virtuoso. A veces, En lo formal también se percibe la libertad con la que el músico
se trata de páginas de inspiración literaria (las brujas de vienés trabajó. El quinteto tiene seis movimientos, con dos minués,
Macbeth) como si estuviéramos ante un poema sinfónico en lo cual aproxima el conjunto a la suite de danzas barroca (¿hace falta
reducción pianística. Otras, homenajes a querencias como recordar de nuevo a Boccherini?). El trío cuenta cinco partes, de las
Schubert y el mismo Liszt, con transcripciones o citas. Hay cuales la primera alterna tiempos rápidos y lentos, y luego hay una
estudios de concierto para sumo lucimiento del ejecutante, así suerte de andante-adagio entrecortado por un minué. Desde luego,
como las esperadas piezas de inspiración folclórica, a veces la panoplia de esmaltes que necesita esta música sólo puede hallarse
con un preciso destino: hacer que su novia Bettina se ponga a en plenitud cuando la abordan los conjuntos comprometidos en el
bailar una polca. Inspiraciones paisajísticas, visiones propias compacto que se juzga. No se dude en calificar al violín de Hans
de un romanticismo ya muy sazonado, toques de color local: Kalafusz y al chelo de Reiner Ginzel como francamente feroces.
Smetana al completo pero sometido a la disciplina del teclado.
B.M.
B.M.
JOSEPH EYBLER (1765-1846): Trío para cuerdas, op. 2; Quinteto para cuerdas, op. 6
BEDRICH SMETANA (1824-1884): Obras para piano / Jitka Cechova, piano / No. 1 / Deutsches Streichtrio. Roland Metzger, 2ª viola. Dir.: Heinrich Braun / CPO /
SUPRAPHON / Ref.: SU 3841-2 (1 CD) D2 Ref.: 777025-2 (1 CD) D5

( 24 )
Los Kuijken y los cuartetos de Robert Schumann, en ARCANA

Excursiones a lo desconocido

F
ue Mendelssohn, dedicatario de los cuartetos de Schumann y hablando del primero, quien describió
así el estilo de su amigo. Pero daba a entender, como si una cosa debiera contradecir a la otra, que
aun siendo insólito en forma y contenido, el cuarteto estaba «concebido y consolidado con gran
inteligencia». Hete aquí uno de los grandes traumas románticos: si el ideal es la expresión de lo inefable,
y lo inefable sólo puede ser alcanzado por caminos sin trillar, ¿cómo guiarte por ellos, en ausencia de
mapas?, ¿cómo crear modelos sin que éstos perezcan en el acto?, ¿cómo lograr, en fin, que no parezca que
enfrentas la intuición a la inteligencia?
En el caso de Schumann, torrencial artífice de emociones incanalizables, apasionado indagador de nuevos mundos a través de su
música, la presuposición para ésta de un irracionalismo vacuo y carente de técnica ha sido siempre un rasgo característico de su
recepción histórica. Pero sólo de parte de ella, pues sin embargo, conmemorando que estamos en el siglo y medio de la muerte de
nuestro hombre, sus obras continúan interpretándose y escuchándose con veneración... por algo será.
Nada mejor para avalar la combinación apreciada por Mendelssohn que escuchar el opus 41 completo, sin duda uno de los puntos
cumbres de la carrera de Schumann. Y además, de una tacada, que con acierto hay quien ha descrito los tres cuartetos como uno único
de doce movimientos. Gentileza de ARCANA, pues no es en absoluto frecuente que un disco dure 79 minutos.
Ilustres pioneros del movimiento historicista, los hermanos Sigiswald y Wieland se acompañan en esta ocasión de Veronica y Sara,
hijas del primero y sobrinas del segundo. El resultado es soberbio. Su trabajo busca ante todo el subrayado de los complejos desarrollos
motívicos y de las continuas imitaciones estereofónicas, modo por el que resaltan la mencionada sensación conjunta de globalidad, de
una música que se va haciendo a sí misma partiendo siempre de sí misma. De ese modo, y por huir de lo empalagoso en los movimientos
lentos o de la violencia gratuita en los rápidos, entrelazando con toda naturalidad unas secciones con otras. El equilibrio demostrado se
desprende además de un cuidadísimo análisis de las acentuaciones en particular y de las gradaciones de toda índole en general. Marca
Kuijken, ya saben: excelencia, finura, intensidad y pureza, como si del mejor chocolate belga estuviésemos hablando.

P.d.P.
ROBERT SCHUMANN (1810-1856): Los tres cuartetos / Kuijken Quartet / ARCANA / Ref.: A 326 (1 CD) D2

Prosigue la recuperación de la obra de Perosi


por BONGIOVANNI Los cuartetos de cuerda de Ahmed Adnan Saygun, en CPO

Cristo renace y canta El turco universal

D
entro de la vasta obra oratorial de Lorenzo Perosi no

C
oncluido hace unos meses su atractivo ciclo sinfónico a cargo
podía faltar una Resurrección de Cristo. La compuso del finlandés Ari Rasilainen y atento siempre a rellenar huecos en
en su juventud, con apenas 26 años, el verano de el repertorio ausente de los catálogos discográficos, CPO vuelve
1898, huyendo de la tórrida Roma e instalado en un ameno la mirada hacia Ahmed Adnan Saygun
pueblecito llamado Andorno (1907-1991) para dar a conocer esta
Micca, en su país de Biella. A vez, en versión del cada vez más
pesar de su mocedad, encumbrado Cuarteto Danel, su
monseñor Perosi ya tenía integral para cuarteto de cuerda.
decidida su estética y Cuatro obras -la última de ellas
resuelta su técnica, la que incompleta- configuran este des-
aplicó a toda su familia de conocido legado que, desde 1947
oratorios. Confió el relato, hasta 1990, muy poco antes de su
extraído de textos sagrados muerte en Estambul, recorre a pasos
en versión latina, a una voz distanciados toda la carrera del músico
de tenor en carácter de turco.
historiador, e hizo aparecer, No hay aquí lugar para obras
en momentos oportunos, a inmaduras ni de tanteo estilístico, ni
personajes diversos de las siquiera una marcada evolución entre las cuatro piezas, pues la
Escrituras. La intervención composición del Primer Cuarteto coincide ya con el inicio de la
más curiosa está a cargo de segunda fase de la obra creadora de Saygun, marcada por el triunfal
dos mujeres, las dos Marías, la Virgen y Magdalena, que estreno en Ankara del oratorio Yunus Emre. El equilibrio (nada forzado)
lloran la muerte de Jesús. Y así Pilatos y el propio Mesías. entre tradición oriental y huellas occidentales aparece ya plenamente
La obra se estructura en dos partes que gozan de visible y asumido en esta partitura inaugural, dedicada por Saygun al embajador
audible autonomía. La primera sucede con Cristo muerto y es norteamericano en Turquía, en la que la impronta impresionista -
sombría, doliente y extenuada. La segunda narra la Saygun estudió en París entre 1928 y 1931- convive con el universo
Resurrección y resulta luminosa, vibrante y colorida. Tal vez misterioso de ciertas melodías homofónicas cargadas de misticismo.
se trate de dos partituras independientes, ligadas por la El sentimiento de soledad que desprenden algunas páginas del
anécdota gloriosa y por la permanencia del personaje Cuarteto nº 3 (1966) o el humorismo soterrado que permea el segundo
protagónico. Desde luego, la presencia coral es decisiva y movimiento del inconcluso Cuarteto nº 4 son sólo diversas facetas de
admite, asimismo, una clasificación entre voces terrenales y un lenguaje absolutamente personal que quizá alcanza su cima de
celestiales. Hay, como siempre en Perosi, una puesta en expresividad en el Segundo Cuarteto, el más bartokiano de la serie -
escena que, si bien es virtual, no deja de ser escénica y nos Saygun y el músico húngaro recorrieron juntos la región de Anatolia en
recuerda que estamos en Italia y que hemos heredado la sus pesquisas folclóricas-, escrito en 1958 por encargo de la Fundación
tradición oartorial barroca. Elizabeth Sprague Coolidge a raíz del gran éxito de la première
neoyorquina del citado oratorio a manos de Stokowski, y que darían a
B.M. conocer en Washington -¡nada menos!- los miembros del Cuarteto
LORENZO PEROSI (1872-1956): La Risurrezione di Cristo (oratorio) / Dino Di Juilliard.
Domenico, Marco Camastra, Emilia Bertoncello / Coro Polifonico Castelbarco
di Avio. Luigi Azzolini, dirección coral. Orchestra Sinfonica Carlo Coccia di Jean Marie Viardot
Novara. Arturo Sacchetti, dirección (Grabación en directo en la Perosiana
2004 en el Santuario di Nostra Signora della Guardia, Tortona, 29 de Octubre
de 2004) / BONGIOVANNI / Ref.: GB 2400/01-2 (2 CD) D2 x 2 AHMED ADNAN SAYGUN (1907-1991): Integral de cuartetos para cueda / Quatuor Danel
/ CPO / Ref.: 999923-2 (2 CD) D5 x 2

( 25 )
Monográfico Anthony Gilbert en NMC CPO prosigue su dedicación a la obra de Franz Lehár con la
edición de su opereta El mundo es bello
Pájaros de luz
Una aventura en los Alpes
A
unque quizá no tan conocido,

L
Anthony Gilbert (1934) conforma a opereta Schön ist die Welt (El mundo es
junto a Jonathan Harvey y Peter bello) se titulaba originalmente Endlich
Maxwell Davies, según algunos críticos allein (Finalmente solos). Se estrenó en
británicos, algo así como la santísima
Anthony Gilbert

1914 en uno de los templos de la opereta, el


trinidad de la música contemporánea Theater an der Wien (un precioso escenario
inglesa. Su gramática se revela de recientemente recuperado para la ópera
inmediato compleja y severa, lo que no barroca y mozartiana) y contiene el más
excluye importantes dosis de fantasía curioso acto segundo de toda la historia del
desplegadas generosamente en cada pieza Franz Lehár género, solamente una gran escena entre los
a fin de dotarlas de un aura original y lírica. Desde hace años dos personajes principales, Georg, príncipe
-como muestran estas cuatro composiciones para orquesta- heredero de un país desconocido, y su prometida, la princesa
está interesado por las escalas Elisabeth von Lichtenberg, que, obviamente, no se conocen todavía
rítmicas de la música tradi- cuando se quedan atrapados en la
cional india, las estructuras montaña a causa de un alud. Franz
temporales cíclicas, los sutiles Lehár se sentía especialmente
cambios de luz y, al igual que orgulloso de esta pieza, aunque el
Messiaen, el canto de los público no fue de la misma
pájaros. opinión, por lo que el compositor
...Into the Gyre of a Madder se decidió en 1930 a realizar una
Dance, como otros trabajos del nueva versión, ya con el título
compositor, se inspira en la actual, aunque sin cambiar ni una
obra de alto vuelo místico de la sola nota de su querido acto
poetisa tasmana Sarah Day. segundo. Entretanto había
Celebración del orden sobre el encontrado en el tenor Richard
caos en la naturaleza, densa Tauber finalmente al cantante que
desde un punto de vista podía hacer justicia al prota-
armónico, enfrenta estructuras muy dinámicas sostenidas por gonista masculino. De hecho, la
los vientos -¿el canto de las aves?- con la presencia más serena canción que da nombre a la obra
de los metales, alcanzando una difícil conciliación. Más se convertiría en un indiscutible hit para el cantante austriaco.
relevante parece Certain Lights Reflecting, ciclo de cinco El crítico musical Alfred Einstein mostró su entusiasmo por las
canciones que describen los poderosos paisajes australianos y altas exigencias sinfónicas de la partitura, llegando a calificar a Lehár
sus lumínicas alteraciones. Dirigida por Andrew Davis, con como «el Wagner de la opereta». Creo que únicamente existía una
excelente prestación de la cantante Susan Bickley, la BBC versión completa de Schön ist die Welt, grabada por la Radio de
Symphony Orchestra exhibe aquí una notable paleta Viena en 1942 al mando del compositor, con Anton Dermota y Adele
cromática y una fuerte sensibilidad rítmica. Unrise cede el Kern en la pareja protagonista. Esta versión íntegra -aunque sin
protagonismo a los metales para conducirnos de nuevo al diálogos-, realizada en colaboración con la Radio Bávara, pone de
mundo primigenio de ...Into the Gire, aunque ahora revisitado relieve toda la fuerza orquestal de la partitura, que Ulf Schirmer
con sugestivo laconismo. Para acabar, On Beholding a resalta en todo su poderío al frente de la Orquesta de la Radio de
Rainbow, concierto para violín y orquesta, manifiesta una Munich, con una espléndida toma de sonido. La pareja protagonista
estilizada escritura; las bien argumentadas variaciones e está muy convincentemente defendida por el ardiente Zoran
inversiones de las frases del solista, y en general todo tipo de Todorovich como Georg y la no menos apasionada Elena Mosuc
interferencias conflictivas, se convierten en interesantes como Elisabeth. Una aportación decisiva a la exhaustiva edición
mecanismos de avance. Lehár de CPO.

Antón Piedrahita Tirado R.B.I.


ANTHONY GILBERT: ...Into the Gyre of a Madder Dance; Certain Lights
Reflecting; Unrise; On Beholding a Rainbow / Anthony Marwood (violín), Susan
Bickley (mezzo), RNCM & BBC Symphony Orchestras, Andrew Davis & Garry FRANZ LEHÁR (1870-1948): Schön ist die Welt / Elena Mosuc, soprano. Zoran
Walker, directores / NMC / Ref.: NMC D105 (1 CD) D2 Todorovich, tenor / Chor des Bayerischen Rundfunks. Michael Gläser, dirección coral.
Münchner Rundfunkorchester. Dir.: Ulf Schirmer / CPO / Ref.: 777055-2 (1 CD) D2
Václav Talich Special Edition

TALICH SPECIAL EDITION, VOL. 6: TALICH SPECIAL EDITION, VOL. 7: TALICH SPECIAL EDITION VOL. 8:
SMETANA: Mi Patria / Orquesta Filarmónica DVORÁK: Poemas Sinfónicos (El duende WAGNER: Tristan und Isolde, Preludio &
Checa. Dir.: Václav Talich (1954) / acuático op.107; La bruja del mediodía Muerte de amor; TCHAIKOVSKY: Sinfonía
SUPRAPHON / Ref.: SU 3826-2 (1 CD) D6 op.108; La rueca dorada op.109; La paloma nº. 6 en si menor Patética, Op. 74 / Orquesta
torcaz op.110) / Orquesta Filarmónica Sinfónica de la Radio de Praga. Orquesta
Checa. Dir.: Václav Talich (1950, 1951) / Filarmónica Checa. Dir.: Václav Talich /
SUPRAPHON / Ref.: SU 3827-2 (1 CD) D6 SUPRAPHON / Ref.: SU 3827-2 (1 CD) D6

( 26 )
Nuevo disco de Christoph Eschenbach y la Orchestre de Paris para ONDINE

La década prodigiosa de Albert Roussel

G
rabadas por ONDINE en febrero y julio del pasado 2005 en sendas localizaciones parisinas, las dos obras que integran la más
reciente entrega de la Orquesta de París bajo la batuta de Christoph Eschenbach nos brindan una estupenda ocasión de asomarnos
al fascinante universo sonoro del Albert Roussel maduro. La Sinfonía nº 2 en si bemol mayor, op. 23, es la primera obra de
envergadura cuya composición emprende, tras su desmovilización al término de la guerra, un Roussel
llegado a la cincuentena y consciente de que los tiempos han cambiado irremisiblemente, que ni el
tardorromanticismo de la escuela posfranckiana ni el impresionismo que hizo furor antes de la guerra, de
los que era tributaria su Primera Sinfonía, tienen razón de prolongar su imperio en un horizonte musical por
el que han transitado Schoenberg y Stravinski y en el que se afirman el neoclasicismo y la juvenil vanguardia
de los Seis.
Compuesta entre 1919 y 1921 y estrenada el 4 de marzo de 1922, la obra será recibida con frialdad por un
público que esperaba una reedición de El festín de la araña y se encontraba con una obra áspera, llena de
vigor, de marcada inestabilidad tonal y originalísimo colorido orquestal, en la que el sombrío arranque se
reitera alternándose con pasajes de diseño ligero o con momentos de triunfante violencia para evocar las
tres edades del hombre, pero sin intención programática alguna. Única de las cuatro sinfonías de su autor
integrada por tres movimientos, el plan inicial incluía además un scherzo cuyas dimensiones llevó a Roussel
a ofrecerlo separadamente como poema sinfónico bajo el título Para una fiesta de primavera, que lleva el
número de opus inmediatamente anterior, el 22, y que fue estrenado en octubre de 1921. Ambas obras,
presentadas casi simultáneamente, convirtieron a su autor en el más respetado líder de la escuela francesa para la joven generación que
encontraba a Ravel, seis años menor que aquél, un representante del pasado.
Bacchus et Ariane, la obra que completa el álbum, ofrece las dos suites en que se divide el ballet que narra la historia del abandono de
Ariane por Teseo en Naxos y su feliz rescate por Baco. Compuesto en el momento en que las facultades creativas de nuestro autor alcanzan
su culminación, y estrenado el 22 de mayo de 1931 en la Ópera de París por Serge Lifar, a la vez coreógrafo e intérprete de Baco, con
decorados de Giorgio de Chirico, si el trabajo de estos artistas fue muy controvertido, la música fue unánimemente reconocida como una
absoluta obra maestra. Y así sigue siendo apreciada por los públicos de hoy, sorprendidos por su maravilloso colorido instrumental, su
contagioso vigor rítmico y su capacidad evocadora, que la sitúan junto al Dafnis y Cloe raveliano como las dos más perfectas evocaciones
musicales de la Antigüedad clásica. La Orquesta de París y Eschenbach, en una grabación de particular presencia sonora, nos brindan
versiones brillantes, contundentes, de estas dos obras maestras de la música francesa del siglo XX.

S.S.
ALBERT ROUSSEL (1869-1937): Sinfonía nº. 2; Bacchus et Arianne (Suites 1 & 2) / Orchestre de Paris. Dir.: Christoph Eschenbach / ONDINE / Ref.: ODE 1065-2 (1 CD) D2

ETCÉTERA revela una faceta poco conocida del «bad boy» americano

Antheil también compuso cuartetos

E
ste disco no es de ahora, tiene ya sus añitos, pero su novedad es considerable para nosotros, al margen
de que algún que otro elegido lo tuviera ya atesorado como muestra oculta de lo que era este George
Antheil de nuestros pecados. Ya sabemos que el gringo George Antheil, descendiente de alemanes, nació
en Treonto, Nueva Jersey, en 1900, bajo el signo de Cáncer. Desde muy pronto quiso ser compositor
provocador trasgresor revolucionario, todo eso. Hoy día, ser trasgresor es más o menos obligatorio. Los
periodistas, cuando quieren hablar bien de ti, dicen que eres trasgresor. Antheil lo era más que nadie, de
manera más gesticulante que nadie en el París gesticulante de posguerra, ese París que no supo evitar que
Berlín le arrebatara, primero la característica de capital cultural del mundo y, segundo, la libertad (en ese
periodo belicoso llamado «entreguerras»).
Este disco antiguo que ha sido elaborado en un país llamado West Germany nos llega con caracteres de estreno y contiene los tres
cuartetos que compuso este esplendoroso músico al que los dioses hicieron caer para que no se creyera tan cerca de ellos. Por una parte,
tenemos los 15 minutos ininterrumpidos del Cuarteto nº 1, obra de 1924 revisada un año después, que tiene muy en cuenta la forma
vienesa de buscar la disonancia total, y lo agresivo de los mensajes de por entonces (Bartók, el contemporáneo, más que trasgresor era
desasosegante, y eso tiene todavía más mérito). Por otra, tenemos una obra de esos días, el Cuarteto nº 2, dedicado a Sylvia Beach
(«conamor»). Esta obra consta de cinco partes y adopta otra actitud, la de la modernidad neoclásica. Tiene cuatro partes de breve
duración, aunque la segunda sea más amplia y a su vez su divida en dos episodios diferenciables, un Lento y una Fuga; si el Lento es
todo un poema, como el Largheto de introducción al Cuarteto, la Fuga tiene corte bachiano, y no porque sea fuga, puesto que ha habido
siempre fugas y fugatos, sino porque de manera deliberada Antheil quiere simularlo así, con su guiño y su sabiduría. Es el Cuarteto nº 2
una obra de 1927, revisada en los 40. Sylvia Beach, vanguardista, editora, librera y musa, era amiga de buena parte de los componentes
de la vanguardia parisiense del momento. Hay en el libreto de este album una preciosa instantánea: Antheil trepara, desde la librería
Shakespeare and Company, al primer piso, porque Sylvia se ha olvidado las llaves en su apartamento; abajo, Sylvia se monda de risa.
Los cuartetos nº 1 y nº 2 son muy distintos, pero están hechos por mano moderna, poderosa, nerviosa, creativa. El Cuarteto nº 3 es de
corte folclórico, pero más que Antheil echando mano del folclore, nos parece Victor Young preparando folk music para una película
como Shane. No es Bartók, y recuerda un poco a los nacionalistas del pasado. En cualquier caso, es un Cuarteto que, por mucho que
choque comparado con los otros dos, mantiene bastante de lo insobornable de la rebeldía a la que nunca renunció, ni siquiera bajo el
peso ultraconservador de la América profunda.
Se trata de grabaciones holandesas de 1985 y 1990, magistrales lecturas, a veces mágicas (el Largo del Cuarteto nº 3, precisamente el
nº 3), de una formación espléndida que creemos aún en activo, el Cuarteto Mondriaan, que ha dedicado su vocación y su esfuerzo a la
música del siglo XX y a compositores vivos.
En fin, un disco interesantísimo por interpretación y contenido. ¿Acaso empezamos a saber algo ya de ese compositor inquieto que
fue George Antheil? Si es así, se lo debemos a discos como éste, o a los que saca Wergo. Cosas así, meritorias, bellas y fuera de lo manido.
Como debe ser. Aunque su llegada sea tardía.

Santiago Martín Bermúdez


GEORGES ANTHEIL: Cuartetos de cuerda núms. 1, 2 y 3. Cuarteto Mondriaan / ETCETERA / Ref.: KTC 1093 (1 CD) D2

( 27 )
Monográfico dedicado a Javier Torres Músicas de camara de Nikolaus Brass en COL LEGNO
Maldonado, en STRADIVARIUS
Pérdida de masa
Eventos espectrales
E
s lo que tienen muchos discípulos del gran Helmut Lachenmann: que suelen
desarrollar similar interés por las plásticas del vacío y de la desaparición, por las

E
l mejicano Javier Torres Maldonado formas adelgazadas al extremo de densidad física, por los flujos sonoros de
(1968) estudió composición con «popes» intensidades cercanas al susurro. Es el caso de Nikolaus Brass (Lindau, 1949), de quien
de la moderna música italiana como se nos ofrecen tres significativos trabajos camerísticos, tres
Franco Donatoni o Ivan Fedele, enseñando muy notables tratados sobre rastros y huellas, sobre
en la actualidad música electroacústica en el fragmentos y discontinuidades, sobre el silencio como
Conservatorio de Alessandria (Italia). Sólo dos horizonte de sentido. Cada partícula parece encerrar
piezas de las contenidas en este monográfico dialécticamente en su interior la señal de su extinción; a la
del sello STRADIVARIUS incluyen sin vez, mientras se despliega en el tiempo, no puede
embargo tratamientos electrónicos: Tiento negársele cierta plasticidad sonora, cierto placer -no
(2004), para violonchelo y cinta, en la que siempre demasiado evidente- por el hecho de haber sido
llamado a la existencia musical, por precaria que sea. Por
lo menos es lo que uno intuye al escuchar por ejemplo A
due (2003), pieza para acordeón y violín de magnético
poder de sugestión en la que se descubre una discreta pero
indudable sensualidad en la relación instrumental, a pesar
de su tormentosa convivencia en muchos momentos. Hay agitación y atmósfera
cargada de tensión, hay concentración, concisión y «compactación» de los materiales,
pero hay también un fastuoso catálogo de sonoridades, como esa amenazante gama de
bajos del acordeón en manos de Hugo Noth, como esa chirriante humanidad que
exuda el violín de Susanne Schütz, como, incluso, ese ocasional y desolado silbido...
Bien es verdad, con todo, que se trata de la composición más desmelenada del lote. La
otra obra de peso contenida en el monográfico, Trío para piano, violín y violonchelo
(1991), revela un carácter mucho más lacónico e inquietante en virtud de su
construcción preñada de microacontecimientos armónicos y dinámicos. A lo largo de
doce movimientos el lenguaje se atomiza al límite, configurando una constelación de
ésta añade oscilantes reflejos a unas
figuras ansiosas de conexión, de una reconciliación que no llega a producirse salvo en
sonoridades en pizzicato de carácter
contados instantes. Por último, VOID (1999) indaga sombríamente las condiciones de
improvisatorio, y De Ignoto Cantu (2004),
posibilidad de un mundo gravemente afectado de pérdida de masa, decretando su
para clarinete, trompeta, percusiones, violín,
cercano final: la escritura pianística exhala una conmovedora fragilidad, subrayada aún
chelo y cinta, que yuxtapone diferentes
más por el preciso tacto de la teclista Monika Stöhr.
campos armónicos y consigue generar
estructuras de gran complejidad a partir de
N.T.
elementos muy simples. Similar interés por la
exploración del espectro armónico -aunque NIKOLAUS BRASS (1949 -): Música de cámara, vol. 1; VOID; a due; TRIO / Monika Stöhr, piano. Hugo Noth,
Torres Maldonado no se considera demasiado acordeón. Sussane Schütz, violín. Kristi Becker, piano. Geoffry Wharton, violín. Roman Guggenberger,
violonchelo / COL LEGNO / Ref.: WWE 20235 (1 CD) D1
influido por el «espectralismo» francés- se
descubre en la composición que titula el
disco, la notable Exabrupto (1998), para tres El sello británico NMC vuelve sobre la ópera inglesa contemporánea
grupos instrumentales, piano y percusión.
Pieza de ambiciosa construcción surgida de
la intersección de dos movimientos de ritmo
Elaborada escritura instrumental
bien diferenciado, sus motivos y eventos se

D
imbrican según una original organización de e la compositora británica Judith Weir el sello NMC nos ofrece la tercera de
velocidades, de emisiones, de pulsiones sus cuatro óperas hasta la fecha, Blond Eckbert, a partir de un relato del
sonoras, conformando un continuo de gran romántico alemán Ludwig Tieck (sí, el de El gato
frondosidad. The Unexpected Clock in the con botas). Estrenada y grabada en 1994, la obra está
Mirrors (2005), para violín, clarinete y cinco defendida por un efectivo elenco encabezado por
instrumentos, propone un proceso de sístole y Nicholas Folwell (barítono) y Anne-Marie Owens
diástole del campo armónico que transcurre (mezzo); el director Sian Edwards conduce con pulso a la
produciendo singulares efectos cromáticos; Orquesta de la Ópera Nacional Inglesa. Es ésta una ópera
Orior (1997), para pianoforte, parte de breves -breve, apenas una hora- de atmósferas cargadas, siempre
células que irán ordenándose en densas a punto de resolverse en tormentas que no acaban de
configuraciones polirrítmicas; por último el llegar, pero bien precisadas por una escritura instrumental
ciclo Luz (2000), para cuarteto de cuerdas y si no inspiradísima, sí al menos concentrada, de hechuras
acordeón, demuestra en su dialéctica de casi camerísticas, de minucioso detallismo tímbrico,
transparencias y opacidades, de mostrándose ocasionalmente certera a la hora de recrear
rarefacciones y espejeos, una riqueza el onírico clima de los cuentos populares. Quizá el
tímbrica sin duda interesante y una modelo que ha querido seguir Judith Weir es el del último
expresividad desnuda de cualquier retórica. Janácek (extremada concisión y estilización, exploración de una gramática tonal que
Los grupos Nouvel Ensemble Moderne, limita con la disonancia, gran protagonismo orquestal...), pero carece, entre otras
Dynamis Ensemble y Quarteto Terpsycordes cosas, de su intensidad y sobresaliente sensibilidad lírica. El conjunto no resulta en
aseguran por su parte interpretaciones sí desacertado, desde luego, pero uno echa en falta al menos algunos momentos de
comprometidas de estas piezas de Torres brillo, de fulgor, sin los cuales todo parece sumergido en un magma sonoro
Maldonado. homogéneo, falto en parte de relieve y contornos.
Pese a ello, Blond Eckbert se deja escuchar con gusto por el trabajo vocal de los
A.P.T. cantantes, por ciertos originales cromatismos orquestales (destaquemos por ejemplo
los de esa dramática obertura) y, como hemos sugerido, por el elaborado trenzado
JAVIER TORRES MALDONADO: Exabrupto; Tiento; The instrumental.
unexpected clock in the mirror; De ignoto cantu; Luz /
Nouvel Ensemble Moderne. Lorraine Vaillantcourt,
dirección. Carlo Chiarappa, violín. Rocco Parisi, clarinete A.P.T.
bajo. Dynamis Ensemble. Javier Torres Maldonado,
dirección. Candida Felici, piano. Andea Cavuoto, JUDITH WEIR (1954): Blonde Eckbert / Nicholas Folwell, Anne-Marie Owens, Christopher Ventris, Nerys
violonchelo. Germano Scurti, bayan. Terpycordes String Jones / Chorus and Orchestra of English National Opera. Dir.: Sian Edwards / NMC / Ref.: NMC D106 (1 CD)
Quartet / STRADIVARIUS / Ref.: STR 33719 (1 CD) D2 D2

( 28 )
COL LEGNO continúa con la integral cuartetística El poliédrico Stabat Mater de Bruno Coulais (1960), en NAIVE
dedicada a Wolfgang Rihm

Fricciones Más allá de «Los chicos del coro»

P
rosigue la integral de los cuartetos de Wolfgang

E
l compositor francés Bruno Coulais se hizo
Rihm por el Minguet Quartet, llegando así a su conocido, incluso popular, en España a raíz
tercer volumen, y prosigue bien, exprimiendo del tremendo éxito de la banda sonora que
los recursos sonoros de los instrumentos y escribió en 2004 para la película de Christophe
alcanzando altas cotas expresivas mediante una Barratier Los chicos del coro. Público y crítica
ejecución que tiene en la concentración y la coincidieron en alabar el indudable acierto de las
virulencia sus rasgos de estilo más definidos. El grupo encantadoras melodías servidas por un coro
se enfrenta ahora a los Cuartetos nº 7, 8 y 9, obras infantil. En su país natal la fama de Coulais viene
fundamentales dentro de la escritura cuartetística del de antiguo, pues es un prestigioso autor de música
autor y de una extraordinaria exigencia: exigencia de fílmica, con una extensa carrera y tres premios
energía, exigencia de contención, exigencia de Cesar, aparte de obras no incidentales y una
resolución a la hora ópera. Sus características básicas son la alta
de adentrarse en el calidad de sus trabajos, la variedad y la
territorio de la Laurent Korcia experimentación.
entropía y el ruido. Es Dando una vuelta de tuerca, no hay niños cantores
verdad que la en este disco, sino algo incluso mejor. Coulais da un paso hacia delante
producción de Rihm utilizando uno de los mejores conjuntos vocales de la actualidad, el coro de
para este género tiene cámara Mikrokosmos. Sin embargo el coro es sólo uno de los muchos
algo de work in elementos que integran este caleidoscópico disco. La obra aquí presentada es
progress, de consoli- un Stabat Mater, encargo del Festival de Saint
dación y recon- Denis, y tiene como origen o detonante una
figuración constante célebre fotografía de Hocine Zaourar titulada
de un lenguaje que La madonna de Bentalha, que plasma la
fuera elaborado en desesperación de una madre argelina por su
los primeros cuar- hijo muerto en una masacre (en el interior
tetos; pero no es del libreto resulta impresionante la escultura
menos cierto que han quedado ya muy lejos los de Pascal Convert, inspirada en la misma
guiños a la tradición, los gestos neorománticos que instantánea). No estamos ante un Stabat
ocasionalmente adornaban las números iniciales de Mater convencional, de ningún modo. Debo
la serie. Éstos de ahora pueden entenderse como una confesar que tengo especial querencia por
coherente derivación de los agresivos nº 5 y 6, como los Stabat Mater y guardaba mis dudas acerca
una continuación más lacónica y a la vez más de una utilización poco ortodoxa del intenso
radical, por cuanto la violencia se ha exiliado a las texto del siglo XIII, pero el resultado es
sombras y a los intersticios surgiendo de manera indiscutiblemente brillante, y adecuado al
inesperada y letal. El paisaje sonoro está poblado de espíritu trágico de la pieza.
formas en disolución, de partículas y filamentos que Aunque se grabó, en junio de 2005, siguiendo la secuencia normal del texto,
se atraen o repelen, de sobrecogedores contrastes y el orden de los veinte números o estrofas aparece cambiado en el disco, en aras
descargas rítmicas. Cada una de estas constelaciones de una mejor configuración dramática del conjunto. Se presenta así una obra
constituye un catálogo a mayor gloria del pizzicato, apasionante, asombrosamente variada y poliédrica, en la que cada fragmento
el glissando y el col legno: una ingente cantidad de viene servido por diferentes solistas vocales o instrumentales, con o sin
efectos acústicos que sirven para ampliar el teatro de acompañamiento, lo cual hace que se pierda el sentido unitario de la
operaciones del compositor. En el Cuarteto nº 7, por composición clásica en beneficio del espectáculo integrado por números
ejemplo, los intérpretes devienen momentáneamente aislados engarzados por el hilo conductor: el texto del monje Jacopone da Todi.
en percusionistas al golpear bloques de madera, Además de éste, en latín, Coulais tiene la afortunada osadía de intercalar versos
acentuando el pathos dramático de una pieza del poeta sufí del siglo VIII Rabi’a al-Adawiyya, y breves pinceladas en francés,
caracterizada por sus obsesivas repeticiones, por sus holandés e inglés.
contantes alteraciones dinámicas y armónicas -no Momentos emocionantes y destacables hay a lo largo de toda la partitura,
por casualidad lleva por título Transformaciones. En que conmueve y solicita numerosas audiciones del compacto. El extenso
el Cuarteto nº 8 las cuerdas atraviesan umbrales plantel de solistas incluye voces ajenas al mundo clásico como las de Robert
ignotos de musicalidad recurriendo a la distorsión y Wyatt y Guillaume Depardieu, o la potencia étnica de la cantante Aïcha
a la rugosidad, a cierta asfixia también que afecta a Redouane, que contrastan con el hermoso sonido de la mezzo-soprano Marie
la emisión, utilizando los arcos a manera de Kobayashi. Claire Désert alterna unas descarnadas intervenciones al clave con
elementos de frotación sobre la partitura, ¡como si otras a un piano cercano al de Ligeti. La combinación de un violento cuarteto
fueran lápices con cuyas puntas pudieran ser de cuerda (encabezado por Françoise Gneri a la viola) con el coro
reescritas! Por último, el más apaciguado Cuarteto nº Mikrokosmos, la guitarra eléctrica de Slim Pezin y la percusión nos conducen
9 representa nuevas posibilidades para la melodía, a momentos con el buen sabor de las antiguas vanguardias de los años 60 y 70.
para una melodía, eso sí, contusionada, erosionada, Merecen una mención especial las desgarradas y magníficas intervenciones del
afásica, ¡pero melodía al fin y al cabo! Los procesos violinista Laurent Korcia, que hace hablar a su instrumento con abierta
elementales que dominan la composición son las maestría.
acentuaciones rítmicas, las ralentizaciones y Es una composición ecléctica, actual, con momentos cercanos al rock de
aceleraciones temporales, las rarefacciones Pink Floyd o a Jean-Michel Jarre, y otros respetuosos con la tradición, cercana
armónicas, culminando la obra con un encadenado a la música de cámara y esmeradamente trabajada. Pleno de emotividad,
de clusters de notable impacto cromático. heterodoxo, multicultural y valiente, este Stabat Mater de Bruno Coulais no
¿Quién teme a Wolfgang Rihm? Esperemos que deja indiferente, y constituye toda una experiencia sonora.
ningún amante de la música de hoy, porque se Es de agradecer que el éxito de sus partituras cinematográficas aúpe el
perdería una de las poéticas sonoras más personales conocimiento y la difusión de otras obras suyas de mayor calado, como ésta.
de las últimas décadas. Bienvenidos sean Los chicos del coro si eso fomenta nuestra aproximación a
uno de los más destacables Stabat Mater de la música contemporánea.
Javier Palacio
José Velasco
WOLFGANG RIHM (n.1952): Cuartetos para cuerdas, vol. 3:
Cuartetos Nos. 7, 8 & 9 / Minguet Quartett / COL LEGNO / Ref.:
WWE 20213 (1 CD) D1 BRUNO COULAIS (n.1960): Stabat Mater / Aïcha Redouane, voz. Laurent Korcia, violin. Guillaume
Depardieu, voz. Marie Kobayashi, mezzo-soprano. Robert Wyan, voz / Choeur de Chambre
Mikrokosmos. Dir.: Loïc Pierre / NAIVE / Ref.: V 5038 (1 CD) D1

( 29 )
Llega por fin la música del trepidante Morton Feldman y Stefan Wolpe, maestro y discípulo,
Claudio Santoro (1919-1989) reunidos en un apasionante programa

No te acostarás sin un Gramáticas corales


brasileño más
M
orton Feldman (1926-1987) fue alumno
del hoy cada vez más valorado Stefan

E
s tal la cantidad de nuevos y
Claudio Santoro

Wolpe (1902-1972); a instancias de éste


fascinantes compositores del entraría en contacto con los pintores más
siglo XX que estamos importantes del expresionismo abstracto (Pollock,
conociendo gracias a los sellos Bis y Kline, Rothko o Guston), pasando desde entonces
CPO, que a veces pensamos que se a concederle al sonido una cualidad casi física,
los inventan. No es normal que en gestual, válida sin el concurso del intelecto.
poco más de un año, Bis nos haya Stefan Wolpe Ambos, además, formarían parte de la que se
presentado tres compositores conoce como Escuela de Nueva York, entre cuyos
brasileños tan magníficos como miembros se encuentran también
Guarnieri, Mignone, y ahora a John Cage, Earle Brown, David Tudor
Santoro. Así se demuestra que el o Christian Wolff. Por eso no resulta
panorama sinfónico de Sudamérica mala idea reunir en un disco a estos
ha sido intenso y floreciente en los últimos cien años, pero dos autores que, en cierto modo, de
para nosotros continúa siendo casi desconocido. Los tres manera más callada y secreta que
autores son descendientes directos de Villalobos, y su otros dotados de más refulgente
música la verdad es que poco tiene que envidiar a la del personalidad, revolucionarían igual-
más conocido de los mente la escena contemporánea
maestros cariocas. Si ya en norteamericana. Pero si la obra de
su tiempo vimos que la Feldman hace ya tiempo que alcanzó
música de Guarnieri era el reconocimiento, la de Wolpe
moderna y severa, dotada comienza justamente ahora a
con una gran potencia de conseguirlo. Obligado a escapar de
volúmenes sonoros y Alemania por el nazismo, alumno de
espaciales, y la de Mignone Weber en Viena, siempre se sentiría
más exótica y tradicional, a ligado a las vanguardias históricas europeas -y al marxismo como
Santoro podemos colocarle instrumento de transformación de la sociedad-, si bien asimilaría
en un nivel mixto entre perfectamente los lenguajes musicales surgidos en el nuevo continente;
ambos. de este modo, su obra puede entenderse como puente entre dos épocas,
Compuesta según el molde entre dos ámbitos culturales diferentes en los que participaría de
del realismo social sovié- manera activa.
tico, pues para algo Santoro De Stefan Wolpe se nos ofrecen dos obras, Two Chinese Epitaphs
era comunista de pura cepa, la Cuarta Sinfonía se subtitula (1937) y Four Pieces for Mixed Chorus (1955). La primera, para coros y
Sinfonía Da Paz, y como su nombre indica se trata de un percusión, fue escrita en respuesta al bombardeo alemán de Guernica;
gran himno en el que se insta a todos los pueblos a que se trata de una obra llena de furia en la que el ritmo marcial de los
mantengan las manos unidas en la defensa de la paz (!qué tambores, en los momentos más dramáticos, se demuestra impotente
naïfs eran en los años cincuenta!). La influencia de Villa para ahogar la energía de las voces. Las armonías tonales quedan
Lobos es incuestionable, y los constantes aires de danza, momentáneamente disueltas por un intenso y evocador cromatismo,
que encuadran inequívocamente esta obra en la etapa llegándose a producir una impresión de tumultuoso clamor recurriendo
nacionalista del autor, están trazados con magistral a una interesante politonalidad: una pieza alimentada por el más vivo
contrapunto, finalizando todo ello en un fugato de carácter fuego, pero al mismo tiempo de muy efectiva construcción. Four Pieces
contemplativo protagonizado por un efervescente coro. for Mixed Chorus es de características bien distintas, pues es un canto
Es la Novena Sinfonía mucho más introvertida, aunque de esperanza ante la creación del Estado de Israel. Aunque por esa
igualmente aparatosa. Tras muchos años de silencio época Wolpe se demuestra apasionado por las texturas densas y las
sinfónico, la vuelta en 1981 tras el exilio alemán para disonancias, aquí opta en general por una gramática tonal de gran
encontrarse con un Brasil modernizado, brindaba la claridad y por polifonías de desarrollo cristalino que colaboran en la
oportunidad única para componer esta fantasía a ratos creación de un clima jubiloso. Sólo en la segunda de las piezas, de
dodecafónica (por primera vez escuchamos danzas notable estructura rítmica y contrapuntística, se descubren de nuevo
dodecafónicas, altamente bailables), pero plagada de gozosos tanteos con la atonalidad y con el subido cromatismo.
momentos de intrínseco lirismo, cuyo obsesivo tercer Por su parte, Morton Feldman se presenta en este disco con tres
movimiento, scherzino, similar a la música de una piezas. Christian Wolff in Cambridge (1963) subraya la dimensión más
ceremonia de vudú, se revela como el momento más etérea y abstracta del sonido; la paleta armónica estalla con suavidad
impactante. gracias a sutiles clusters corales. En Chorus and Instruments (1967),
Las piezas de propina nos obsequian con el exquisito y campanas y tuba dibujan leves trazos sobre el tejido monocromático
relajante Ponteio, para orquesta de cuerda, en la que de coral; el flujo vocal (Feldman ha hablado algunas veces en términos de
nuevo el espíritu de Villa Lobos se hace acreedor, y con la «viscosidad» aural) avanza a un tempo lento, contemplativo, como el
folclórica Frevo, delicia de orquestación sensual y mágica, que parece imponerse en las telas de su admirado Mark Rothko. Por
evocadora de todo el desmadre de los carnavales de Río. último, For Stefan Wolpe (1986), en homenaje a su mentor, digámoslo
No nos vamos a engañar: es por fin y para acabar lo que sin reparos, es una pieza soberbia, más de treinta minutos -en esta gran
estábamos esperando de un compositor brasileño. interpretación del Coro de Saint Ignatius of Antioch- que transcurren en
Como en todos los cedés de esta disimulada colección, un suspiro gracias a esas ingrávidas disonancias salidas de los dos
la orquesta de paulistas demuestra un dominio y vibráfonos, en contraste con la imperturbable, ralentizada y sinuosa
conocimiento absoluto de estas músicas a las que nosotros, progresión de la masa coral: Feldman ha configurado así un prodigioso
al otro lado del charco, aún no damos crédito. espacio para la meditación y el abismamiento interior.
M.S.-W. L.J.R.V.
CLAUDIO SANTORO (1919-1989): Sinfonía nº. 4 (Sinfonia Da Paz) STEFAN WOLPE (1902-1972): Dos epitafios chinos; Cuatro piezas para coro mixto;
(1953/54) para coro y orquesta; Sinfonía nº. 9 (1982); Ponteio para orquesta MORTON FELDMAN (1926-1987): Christian Wolff in Cambridge; Chorus and Instruments
de cuerdas (1953); Frevo (1953/1982) / São Paulo Symphony Orchestra II; For Stefan Wolpe / Benjamin Ramirez, Thomas Kolor, percusión; Stephen Foreman, tuba
Choir. São Paulo Symphony Orchestra. Dir.: John Neschling / BIS / Ref.: BIS / The Choir of Saint Ignatius of Antioch. Dir.:Harold Chaney / NEW WORLD / Ref.: 80550-
1370 (1 CD) D2 2 (1 CD) D1

( 30 )
Los lieder del compositor y pianista alemán, que este año cumple setenta, en ORFEO

Reimann: maneras de canto, maneras de acompañamiento


A ribert Reimann es un compositor alemán nacido en 1936, y
esa fecha le sirve para estar un poquito lejos de la vanguardia
de postguerra. Lejos en cuanto a sensibilidad compartida, no
en cuanto a sufrir o gozar de su magisterio, su ejemplo y su poderío.
crean ustedes que se trata de nada facilito, ni mucho menos.
Empezando por esas líneas, que se desmenuzan en cuanto
declamación, en cuanto apelación, en cuanto susurro o grito. Y
siguiendo, ojo con esto, con el acompañamiento, que pierde su
La vocación de Reimann ha sido vocal desde muy pronto, y ha nombre y se convierte en otra cosa. Si en tiempos de Schubert y a
compuesto algunas de las óperas más importantes del último cuarto lo largo de casi todo el siglo XIX el acompañamiento sirvió a la
del siglo pasado, como Lear, como Troyanas, como El castillo. Y, línea; si desde Fauré y otros compositores de la modernidad
curiosamente, como La casa de Bernarda Alba, alemana, como los vieneses, el acompañamiento
obra estrenada en el tránsito de los siglos, que se opuso a la línea, se diferenció o se desligó de
nadie ha grabado todavía y que algunos la línea, en este caso el acompañamiento crea
rabiamos por escuchar, siquiera escuchar, estallidos concretos en medio de una
caramba. declamación-recitativo-cantabile en la que se
Hay que reconocerle buen gusto a Reimann potencia el texto de manera clara y deliberada.
en cuanto a los textos: Shakespeare, Eurípides, Porque ciclos como éste desmienten que el buen
Kafka y Federico García Lorca en esos cuatro lied es no sólo el que tiene buena música, sino el
títulos operísticos. Eichendorff, Celan y Sylvia que se basa en un poema menor.
Plath para los ciclos de austeras y Las piezas nocturnas de Eichendorff, las
postvanguardistas canciones que nos llegan en experimentales y Celan y de Plath cobran gran
este CD. Atención, este CD se compone de sentido sonoro con voces como las de Barry
fonogramas de 1968, 1975 y 1981. En ellos McDaniel, barítono que tanto recuerda por su
tenemos a Aribert Reimann no sólo como emisión y buen gusto a Fischer-Dieskau; o la de
compositor, sino también como acompañante, y Ernst Haefliger, tenor a veces altino para los
ésta ha sido una de sus habilidades. Furtwängler vericuentos de Celan; y la soprano Catherine
insistía en que un gran director ha de ser acompañante de sesiones Gayer en las deconstrucciones de Sylvia Plath (de algún modo hay
de lieder, una disciplina muy difícil. Reimann lo practica (no sé si lo que llamarlas, que me perdone mi tocayo Derrida). Y, como gran
dice) de otro modo: para ser un buen compositor vocal, tanto de maestro de ceremonias más que acompañante, Aribert Reimann, en
lieder como de ópera, has de saber acompañar eso que es esos tres momentos ya lejanos que ahora Orfeo rescata, recupera,
fundamental en ambos géneros, la voz, la línea vocal, el sentido reúne. Creo que Reimann es uno de los grandes compositores de
lírico y dramático de las palabras convertidas en música, que a su este tránsito de siglos. Además, es de los que se ha librado del peso
vez convierten en un viaje de ida y vuelta a los sonidos sin sentido aplastante de una vanguardia cuya legitimidad ya no es lo que era,
de logos y a los que tienen sentido de epos y de lira. Reimann y que tantos talentos ha desviado, condicionado o abatido. No así
acompañó a Fischer-Dieskau para EMI en ciclos poco conocidos, en el de Reimann.
antologías de compositores algo ocultos de finales del siglo XIX y
comienzos del XX, y por ahí deben estar escondidos. S.M.B.
Pero, atención a los ciclos de este CD concreto, uno entre varios
(no muchos) de los que se disponen de música vocal liederística de ARIBERT REIMANN: Lieder: Nachtstücke I & II. Engfürung. 6 Poems by Sylvia Plath /
Catherine Gayer, soprano. Ernst Haefliger, tenor. Barry McDaniel, baritone. Aribert
Reimann. Son de una sensibilidad posterior a la vanguardia, pero no Reimann, piano / ORFEO / C663051A (1 CD) D2

La integral de música para piano de Shostakovich para STRADIVARIUS comienza con sus increíbles miniaturas

Muñecos diabólicos

E
s verdaderamente traumático tener que escribir algo sobre 50 piezas de Shostakovich, todas y cada una de ellas obras maestras, y
de como mucho tres minutos de duración. Y más traumático es que el sello Stradivarius las incluya en su colección Times Future,
como relegando a los genios del siglo XX a una especie de ghetto apartado y distante a los de siempre. Pero allá vamos.
Una enfermedad degenerativa en sus manos provocó que Dmitri se olvidara de ser otro gran pianista-compositor ruso. Aunque
tremendamente complicadas en su ejecución, las excéntricas piezas contenidas en este refrescante CD
tienen en común un sentido del humor y un sarcasmo que equilibran la profundidad y el lirismo que otros
compositores rusos del momento ya fueron encargados de trabajar en el momento. Los Preludios y las
Danzas Fantásticas fueron grandes fracasos en su estreno, por lo que el jovencísimo Dmitri dejó de imitar
a los clásicos y se acercó a los modernos de aquel tiempo: la admiración hacia Webern, Satie y Mossolov
(Dios mío, cuando se grabará algo de este increíble compositor!!!!), está presente en esta obra inesperada,
Aforismos. El Dies Irae pulula como una mariposa sobre todo este trabajo que hubiese convertido a
Shostakovich en un dodecafonista si no hubiese sido por las autoridades, que le hicieron ver que no iba
por el buen camino. Quizá es lo único que tenemos que agradecerles.
La audición de los 24 Preludios de Shostakovich ha constituido un motivo de dicha inigualable en el
hogar del que esto escribe, ya que a pesar de ser un compositor verdaderamente amado por estos lugares,
no me enrojezco en absoluto al confesar que jamás habíamos escuchado antes este compendio
psicotrónico de homenajes a Bach, por supuesto, pero también a Chopin, Richard Strauss, Mahler,
Beethoven e incluso al odiadísimo Czerny, convertidos sus materiales de trabajo para estudiantes en can-
cans, tarantellas y fox-trots. Algunos elementos musicales utilizados en este compendio de piezas de puzzle pertenecen a los utilizados
por Shostakovich cuando trabajaba como pianista en cines mudos de Moscú, y resulta curiosa la prodigiosa similitud de uno de ellos al
utilizado por John Barry 40 años después en la película Nacida libre.
Por último estas Danzas para Muñeca, que incluyen fragmentos censurados del ballet La Edad de Oro y de la también inexplorada
ópera El Calvo, todos adaptados al fantasmagórico ritmo de vals de una caja de música, ese instrumento maquiavélico indispensable en
su armario para cualquier abuela psicótica que se precie, que convierten este cedé en una maravilla protagonizada por un agreste Boris
Petrushansky, detallista hasta el límite en el fraseo, implacable al rechazar cualquier floritura que pudiera disfrazar la música de
Shostakovich con los adornos circenses a los que estamos acostumbrados.

M.S.W.
DMITRI SHOSTAKOVICH (1906-1975): Integral de obras para piano, vol. 1 / Boris Petrushansky, piano / STRADIVARIUS / Ref.: STR 33727 (1 CD) D2

( 31 )
An Index of Metals, video-ópera del desaparecido Fausto Romitelli, en CYPRES

Éxtasis líquido

C
omo fascinante viaje lisérgico podría definirse ésta que sería la última obra de Fausto Romitelli, la
vídeo-ópera An Index of Metals compuesta pocos meses antes de su desaparición, en 2003, a los
41 años. Antes que nada señalar que se trata de un trabajo de difícil categorización aunque
apasionante para los amantes de las experiencias sonoras más inesperadas, aquellas que no dejan de
plantear constantemente preguntas en lugar de seguir caminos mil veces transitados. ¿Qué es lo que tiene
de entrada diferente A Index of Metals? Quizá la búsqueda de un nuevo lenguaje musical de rigor
incuestionable que debe tanto a las gramáticas contemporáneas de las últimas décadas (Romitelli se
formaría, entre otros, con Franco Donatoni) como a ciertos engranajes sonoros provinientes en su mayor parte del rock o -no pongan esa
cara, por favor- del techno; en este sentido resultan sintomáticos esos intermezzi, «apropiaciones» de las crepitantes estructuras de los
finlandeses Pan Sonic, auténticas bestias pardas de la electrónica moderna, o el que la obra comience con el Shine on you, crazy
diamond, de Pink Floyd. Pero hay más. Está también el uso de los intrumentos eléctricos -psicodélicos acordes de guitarra, algún feed-
back- o el modo de vocalizar de la cantante Donatienne Michel-Dansac, que nos sitúa en similar longitud de onda a la de oscuros grupos
progresivos británicos de los setenta. Sonoridades eléctricas y electrónicas, pues, pero también otras producidas por instrumentos
acústicos, como las de ese magnífico piano cuyas sinuosas figuras están en la base de diversas secciones (en Drowningirl III, por ejemplo),
todas ellas suministradas por un conjunto Ictus de, no podría ser de otro modo, fuerte personalidad interpretativa.
Mezcla de timbres, amalgama de lenguajes, narcótica y mórbida sensualidad, sustancias en constante metamorfosis, temas que
parecen desplegarse en formato pop: son algunos de los aspectos que pueden servir para describir el estilo de Romitelli en A Index of
Metals, dividida en cinco partes correspondientes a otros tantos procesos de transformación de los metales y, al mismo tiempo, de las
enrarecidas sensaciones de un misterioso personaje femenino. De especial interés vienen a ser esas texturas líquidas, mercuriales,
conseguidas mediante glissandi y escalas lánguidamente descendentes, que nos introducen en el universo de la materia delicuescente y
de la alucinación (Hallucinations, precisamente, se titulan dos de las secciones).
Por otra parte estamos ante una extraña vídeo-ópera cuyas imágenes, elaboradas por Paolo Pachini y Leonardo Romoli, establecen
una enigmática relación con lo musical, remitiendo a la mayor abstracción a partir de hermosas iridiscencias lúmínicas, solarizaciones,
juegos cromáticos, ampliaciones de microdetalles objetuales hasta cobrar intenso valor plástico, confundiendo incesantemente nuestra
percepción (el trabajo se presenta a la vez en CD -sólo música- y en DVD -música e imágenes-). En fin, que se trata de un artefacto sonoro
y visual de singular rareza pero emisor de secretos influjos, el cual nos hace sin duda lamentar la temprana muerte de Fausto Romitelli,
ocupado hasta el final en cierto proyecto sobre La historia del ojo de Bataille que, ay, ya nunca nos será dado escuchar.

Conde Fosco
FAUSTO ROMITELLI & PAOLO PACHINI: An index of metals (Vídeo-ópera) / Donatienne Michel-Dansac, voz. Ictus. Georges-Élie Octors, dirección / CYPRES / Ref.: CYP 5622
(1 DVD + 1 CD) D5 x 2

La sexta sinfonía del vienés Karl Weigl (1881-1949), en CPO

De la vieja Europa
«
Siempre he considerado a Weigl como uno de los mejores compositores de la vieja escuela; uno de
los que continuaron la brillante tradición vienesa. Weigl preserva fielmente esta antigua cultura del
espíritu musical que representa lo mejor de nuestra tradición». Estas palabras de Arnold Schönberg
delimitan con precisión las coordenadas estéticas por las que habría de moverse este hijo de un
acomodado melómano judío que se llamó Karl Ignaz Weigl. Vienés de 1881 -a caballo, por tanto, entre el
autor de Erwartung y sus discípulos Webern y Berg-, alumno de Zemlinsky (amigo de sus padres), de Fuchs
y de Guido Adler, esos nombres recurrentes de la pedagogía musical cuando se evoca la gloriosa Viena
finisecular, Weigl participó en 1904, junto a Zemlinsky y Schönberg, en la creación de la célebre
Vereinigung Schaffender Tonkünstler (Asociación de Músicos Creadores) presidida por Gustav Mahler.
Ese mismo año comienza su colaboración como ayudante del músico bohemio, al que siempre profesó la
mayor admiración, en la Ópera de Viena. También en esa época inicia Weigl su carrera creadora. Por
recomendación de Mahler entra en contacto con Arnold Rosé, su cuñado y concertino de la Filarmónica a la vez que líder del Cuarteto
Rosé, célebre agrupación que estrenará dos de las primeras obras camerísticas de Weigl: el Sexteto de cuerda (1907) y el Cuarteto nº 3
(1910). Acabada la primera Gran Guerra trabaja como profesor en el Nuevo Conservatorio de Viena y en pocos años su nombre se
convierte en uno de los más ilustres del panorama musical de la antigua capital imperial. En el período de entreguerras, tan rico
musicalmente, directores como Furtwängler, Szell o Walter, pianistas como Horszowski, cantantes como Elisabeth Schumann y cuartetos
de cuerda como el Kolisch o el Busch estrenan y defienden las obras de Weigl, al tiempo que en su clase de armonía y contrapunto reciben
su magisterio Eisler y Korngold.
El Anschluss de Austria al Reich alemán en 1938 le obliga a exiliarse en Estados Unidos. Con casi sesenta años, sin dinero y apenas
conocido, Weigl subsiste alternando la composición con la enseñanza en diversas instituciones. En 1949, once años después de su marcha
de Europa, Karl Weigl muere víctima del cáncer y también -como antes Zemlinsky y más tarde Korngold- de una inextinguible nostalgia.
Aunque sellos como Nimbus y Orfeo se habían interesado anteriormente por la obra de cámara del músico vienés, puede decirse que
la recuperación de Weigl se debe a la grabación que Thomas Sanderling realizara hace un lustro para BIS de su Sinfonía nº 5
«Apocalíptica», un registro acaparador de numerosos galardones internacionales. Es de nuevo la misma discográfica y el mismo director
quienes reinciden en las postrimerías de su fase sinfónica. Como la precedente, la Sinfonía nº 6 (1946) -la última compuesta por su autor
y que se nos ofrece aquí en primicia mundial- se sumerge en un lenguaje posromántico, desgarrado en ocasiones, de tempi
predominantemente lentos, tonalidades sombrías y añorante de ese imborrable pasado europeo -los ecos fantasmales de Bruckner o Mahler
no escasean- que Weigl dejó forzosamente atrás.
Añoranza que se hace aún más ostensible en la pieza que completa el registro, Old Vienna, escrita en 1939, sólo un año después de su
llegada al Nuevo Mundo. El recuerdo de los valses de Strauss -Weigl asistía regularmente a los encuentros sociales en la residencia de Adèle
Strauss, viuda del «rey de los valses»-, de los ländler de Mahler y de la música de salón de los bailes de la corte imperial sirven al afligido
compositor para derramar una última y melancólica mirada al símbolo musical de aquella ciudad -perdida ya para siempre- en la que
transcurriera toda su vida.

Jean Marie Viardot


KARL WEIGL: Sinfonía nº. 6; Old Vienna / Rundfunk-Sinfonie-Orchester Berlin. Thomas Sanderling & Alun Francis, dirección / BIS / Ref.: BIS 1167 (1 CD) D2

( 32 )
COL LEGNO nos presenta cuatro contrastados estrenos del Festival de Donaueschingen 2004

Fantasía para cuatro amortiguadores


L
as obras de Andreas Dohmen (1962), Rebecca Saunders (1967), Michel van des Aa (1970) o Pierluigi
Billone (1960) estrenadas durante las Jornadas Musicales de Donaueschingen del año 2004 sirven para
confeccionar un programa más equilibrado de lo habitual en estos casos, donde las diferencias cualitativas
resultan ser muchas veces insalvablemente profundas. Sin embargo, este disco del sello COL LEGNO nos
presenta cuatro creaciones hasta cierto punto ambiciosas, notablemente resueltas y bien defendidas por sus
intérpretes. La primera, Lautung, para voces y orquesta, de Dohmen, dispone ante el oyente un tejido
instrumental de no poca densidad atravesado por figuras vocales de sugerente textura y conformación; el autor
ha explicado que los cantantes contaban con un amplificador de voz para manipular a su antojo el volumen,
alterando así las dinámicas, entrando en conflicto entre sí... Rebecca Saunders, por su parte, trabaja por separado las diferentes familias
instrumentales en Miniata, para acordeón, teclado coro y orquesta, fundiéndolas luego y generando todo tipo de superficies, tonalidades
y cromatismos. La voz está tratada a manera de simple material sonoro involucrado ocasionalmente con las sonoridades orquestales: las
sensaciones producidas son muy físicas, como si estuviéramos en el primer estadio de un complejo proceso orgánico. Al igual que en la
pieza anterior, tampoco aquí existe texto alguno, sino materia vocal en un momento anterior al sentido. La SWR Orquesta Sinfónica de
Baden-Baden y Friburgo es dirigida con gesto dramático y expresivo por Hans Zender.
Michel van der Aa entrega Secon Self, para orquesta y banda de sonido, experimentando con extensiones electroacústicas al juego
orquestal y consiguiendo una especie de colorista capriccio de atmósferas inquietantes, donde las cuerdas parecen aspirar a desgajarse del
tutti y amenazar su hegemonía. Ciertamente hay momentos de incertidumbre, pero la situación se reconduce en seguida... Por último,
Mani. De Leonardis, para ¡cuatro muelles de amortiguador automovilístico y vidrio!, de Pierluigi Billone, investiga a lo largo de demasiados
minutos, quizá, pero aun así con audacia, las posibilidades vibrátiles y rítmicas de tan inusuales dispositivos acústicos -posibilidades
descubiertas por otro lado desde hace dos décadas por el grupo Einstürzende Neubauten-, de sonoridades aquí cercanas a las electrónicas.

A.P.T.
DONAUESCHINGER MUSIKTAGE 2004: Obras de Dohmen, Saunders, Van der Aa, Billone / Neue Vocalsolisten Stuttgart. SWR Sinfonieorchester Baden-Baden und Freiburg.
Christian Dierstein, percusión. Teodoro Anzellotti, acordeón. Nicolas Hodges, piano / Hans Zender & Roland Kluttig, dirección / COL LEGNO / Ref.: WWE 20245 (1 CD) D1

Diversos autores rinden un homenaje musical a Paul Klee Obras para piano de Charles Wuorinen en COL LEGNO

Líneas y colores El moderno arte del contrapunto


« El arte no reproduce lo visible, sino que lo hace visible».
Pocos pintores como Paul Klee han calado tan a fondo la
secreta configuración de la naturaleza, los estratos celulares
más ocultos de sus criaturas, el juego de tensiones
E
l inmenso pianista que es Alan Feinberg se enfrenta a la música
de una de las vacas sagradas de la creación actual, Charles
Wuorinen (Nueva York, 1938), con arrebatadora potencia e
incluso gracia destellante. Y la empresa
microscópicas que sirve a la resultaba sin duda de las de alto riesgo.
estabilidad del cosmos... Wuorinen, en cuya obra pueden
Apasionado desde siempre por la rastrearse las sutiles influencias de
música y además dotado violinista, Morton Feldman o Stefan Wolpe,
sus dibujos, óleos y acuarelas nos Schönberg o Stravinsky, pero también
recuerdan partituras que repro- las de maestros del contrapunto como
dujeran las calladas armonías de la Josquin, Machaut o Bach, requiere
realidad; no resulta, pues, nada intérpretes con un alto nivel de
extraño que su producción haya compromiso y a la vez de extraordinario
atraído la atención de los virtuosismo, de digitación elástica y
compositores del siglo XX, y valga precisa, hasta tal punto sus partituras
como ejemplo este Hommage à están erizadas por peligrosos arrecifes
Paul Klee que recoge interesantes en forma de complejas armonías y
trabajos de Sándor Veress (1907- radicales mutaciones dinámicas.
1992), Eric Gaudibert (1936) y Jean-Luc Darbellay (1946). Feinberg era el artista adecuado para insuflar aliento a estas
Alumno de Zoltán Kódaly y Béla Bartók, Veress descubrió la composiciones en primera instancia lejanas e incluso gélidas. Desde
obra del artista suizo al exiliarse en Berna tras la llegada al luego que sí. Posteriores escuchas siguen revelando un tratamiento
poder de los estalinistas en su Hungría natal. Así, en 1951 del material musical severísimo, en efecto, una organización tonal
escribió Homenaje a Paul Klee. Fantasías para dos pianos y muy estricta, pero surgiendo ahora una apasionante vida interior que
orquesta de cuerda, incursión por ese universo palpita bajo la perfecta ingeniería sonora, unos giros rítmicos
conmovedoramente lírico surcado por abigarradas y sinuosas insospechados, unas disposiciones modales inauditas, unos vuelos,
líneas de fuerza cuando no animado por orgiásticos estallidos unos revoloteos, unos caracoleos de la imaginación de carácter casi
de color, lo que vale también para describir esta composición caprichoso y de fuerte impronta poética, como se percibe por
en siete movimientos. De aromas bartokianos, justo es ejemplo en Sonata para piano nº 3 (1986), quizá la obra más
reconocerle originales tratamientos tonales y modales y una importante de las contenidas en esta recopilación ella misma
gramática capaz de incorporar contrapunto y melodía con importante. Se trata de una pieza cuyos tres movimientos airean la
moderna expresividad. Por su parte, Eric Gaudibert y J.-L. singular capacidad de Wuorinen para crear sólidos haces de
Darbellay se inspiran -lejanamente, una vez escuchados los relaciones en donde cada nota se descubre cargada de valor y
resultados- en el mismo dibujo de Klee, El jardín de Orfeo, y expresividad, en donde el riguroso trazado tonal y contrapuntístico
nos proponen dos obras para corno y cuerdas, exhibiendo la apunta a una relectura fascinante de una tradición entendida como
del primero un complejo y tupido dispositivo armónico y, plataforma de lanzamiento hacia geografías armónicas apenas
sobre todo, una sugestiva escritura para este instrumento surcadas.
solista aquí desdoblado en seis registros diferentes (enfático, Otras dos piezas de impacto son The Blue Bamboula (1980), de
sentimental, voluble...); la del segundo, para dos cornos y elegante concepción dinámica y por momentos de inesperada
orquesta de cuerda, ensaya una efectiva estructura dinamizada sensualidad, o Capriccio (1981), que evoluciona desde una
de continuo por el nerviosismo de los violines y por el diálogo cimbreante relajación hasta la más tensa agitación, encrespándose
entre los dos metales. progresivamente en una muestra de lo delicada y al mismo tiempo
enérgica que puede ser la escritura de Charles Wuorinen.
A.P.T.
J.P.
HOMENAJE A PAUL KLEE: Obras de Sándor Veress, Eric Gaudibert & Jean-Luc
Darbellay / Andreas Grau, Götz Schumacher, pianos. Olivier Darbellay, trompa.
Markus Niederhauser, corno di basseto / Camerata Bern. Dir.: Erich Höbart / COL CHARLES WUORINEN (1938): Obras para piano / Alan Feinberg, piano / COL LEGNO
LEGNO / Ref.: WWE 20240 (1 CD) D1 / Ref.: WWE 20236 (1 CD) D1

( 33 )
Dog of great indifference, el ultimo trabajo de Jim Black y AlasNoAxis para WINTER & WINTER

Torbellino emocional

C
uarto disco del proyecto AlasNoAxis, liderado por el gran batería Jim Black (colaborador de Tim Berne, Uri
Caine, Laurie Anderson…). En Dogs of Great Indifference vuelve a
acompañarse de Chris Speed (saxo tenor), Hilmar Jensson (guitarras) y Skúli
Sverrison (bajo), extendiendo un poco más su particular territorio musical, una
zona de incertidumbre sonora donde surgen introvertidas y evocadoras melodías
que de pronto parecen desaparecer entre nubarrones tormentosos como si nunca
hubieran estado ahí. ¿Es esto jazz contemporáneo, rock, avant-rock incluso? Un
poco de todo, tal vez, pero lo cierto es que la música de Jim Black aparece como
siempre rebosante de intensidad emocional, de vigor instrumental, de equilibrio
entre imprevisibilidad y control. Como reconoce el batería, su grupo ha
alcanzado un elevado grado de comunicación, de cohesión, gracias sobre todo al
Jim Black trabajo en directo de los últimos años: es precisamente esa energía, la propia de
los conciertos, la que ha querido capturar en este disco en estudio que apenas
cuenta con tratamientos de post-producción.
La pieza quizá más notable de Dogs of Great Indifference es Desemrascar, palabra de argot portuguesa
que más o menos significa «cuando lo que habías previsto se demuestra irrealizable sal adelante como puedas». Es el tema más nervioso,
abrupto y punzante del compacto (interesantes las erizadas texturas de Jensson a la guitarra), cruzado por un torbellino improvisatorio
que revela altamente sutil el trabajo de Black a las baquetas (capaz de cambiar el ritmo con la mayor economía y de alterar radicalmente
cualquier atmósfera), original el de Sverrison (extrayendo de la nada complejas líneas de bajo) e incisivo el de Speed (su saxo no es
amante de virguerías, aunque tiene la facultad de generar con elegancia sinceros climas introspectivos). Pero los momentos
emocionantes, en este caso más serenos, más melódicos, no dejan de surgir aquí y allá: Tars and Vanish, Star Rubbed, Everybody Says
the Same o I’m Seven son buenos ejemplos de ese lirismo translúcido, entre melancólico y tortuoso, que practica asiduamente
AlasNoAxis.

J.P.
JIM BLACK: Dog of great indifference / Chris Speed, saxo tenor. Hilmar Jensson, guitarra. Skúli Sverrisson, bajo. Jim Black, batería / WINTER & WINTER / Ref.: WIN 910120-2
(1 CD) D1

El saxofonista Gary Fuhrman protagoniza un nuevo cd CHALLENGE

Next generation,
la nueva savia del jazz alemán

G
- Zone es el décimo volumen de la serie Next Generation con la que Challenge Records
promueve nuevos músicos del jazz alemán en colaboración con la revista JazzThing. La
joven escena jazzística del país no anda corta de talentos, algunos de los más vitales del
jazz europeo, como el trombonista Nils Wogram o el pianista y compositor Florian Ross. Ninguno
de ellos es exactamente un conformista, como tampoco lo es este
saxofonista de 28 años del Palatinado, Gary Fuhrman. Alumno de
Johannes Enders, uno de los mejores saxofonistas de la generación
que ahora se encuentra pasada la cuarentena, otra promoción bien
cuajada de talento con tenores como Matthias Schubert y Christof
Lauer, Fuhrman posee un toque bien templado en el que ha absorbido
tanto las enseñanzas del M-Base (Gary Thomas en especial), como de
otros estilos contemporáneos, así, una marcada influencia de Dave
Liebman en el soprano. Pero si este tipo de destreza instrumental ASTOR PIAZZOLLA (1921-1992): Integral de
resulta hoy moneda más o menos corriente entre los jóvenes músicos, música para guitarra / Matteo Mela, guitarra.
Per Arne Glorvigen, bandoneón. Lorenzo
no lo son tanto la madurez que Fuhrman muestra en dos aspectos, Micheli, guitarra. Ivan Rabaglia, violín. I
como son la estupenda cohesión alcanzada por su banda, muy Solisti di Parma / STRADIVARIUS / Ref.: STR
compacta en lo rítmico y con un buen pianista distintivo al Fender 33715 (1 CD) D2
Rhodes, Rainer Boehm, y sobre todo la madurez de la escritura. No
hay en este capítulo influencias decisivas sino una inteligente puesta en marcha de ideas que casi
siempre intrigan hasta su resolución llevadas por el buen nivel instrumental ( escúchese el solo
del líder en el tema título) y el trabajo de equipo. No se equivoca tampoco Fuhrman en el
reclutamiento de miembros adicionales para darle mayor variedad a su álbum de debut, al dar
lugar a sus profesores Enders y Juergen Seefelder, y, sobre todo, al fogoso trompetista Martin Auer,
cuyo toque caliente no esconde cuanto ha aprendido de Kenny Wheeler. La fuerza que despiden
está presente en todo este disco poderoso y de ambición, no en vano su tenso tema central
sobrepasa los once minutos, y es en este registro en el que Fuhrman y compañía ganan la
atención del oyente. Flaquea, en la lectura de «Chelsea Bridge», las baladas siguen siendo el
punto débil de los músicos jóvenes, y en un incómodo «Tico Tico» que no encaja del todo en el
álbum. Fuhrman se une a Auer, protagonista del quinto volumen de la serie, y al pianista Frank
Woeste, con su sensacional Mind at Play, uno de los grandes descubrimientos de lo que llevamos
de 2006, como una de las entregas a tener en cuenta para el futuro de Next Generation. TOSHIO HOSOKAWA (1955): Birds
Fragments / Claudio Jacomucci, acordeón /
STRADIVARIUS / Ref.: STR 33689 (1 CD) D2
Ángel Gómez Aparicio
GARY FUHRMAN: G-Zone / Gary Fuhrman, saxos tenor y soprano, Rainer Boehm, piano y piano eléctrico, Matthias Nowak,
contrabajo, Rene Marx, batería, invitados: Martin Auer, trompeta, Johannes Enders, saxo tenor, Juergen Seefelder, saxo tenor
/ CHALLENGE RECORDS, DOUBLE MOON / Ref.: DMCHR 71049 (1CD) D2

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10 de Classica
Excepcional 5 de Goldberg Repertoire Recomendado Choc
Diapason d’Or Selección Parade Choice
SCHERZO GOLDBERG CLASSICA REPERTOIRE CD COMPACT LE MONDE DE LA MUSIQUE
DIAPASON ÓPERA ACTUAL RITMO GRAMOPHONE

La prensa
Jordi Savall ha viajado hasta los confines de Un Sigfrido de Bayreuth 1955 que Testament
sus dominios habituales para recrearse en edita por primera vez (…) Dirige Keilberth,
algunas de las páginas más conocidas y ese Keilberth cuya estatura wagneriana
celebradas de Boccherini. Savall se ha (precisión, sobriedad, ligereza, agilidad) no
rodeado de un grupo de músicos deja de crecer cada vez más (…) La
sobresalientes, entre los que cabe destacar la cuadratura del círculo se ha conseguido aquí:
guitarra dieciochesca de Rolf Lislevand, los el prodigioso compromiso dramático de los
siempre eficientes violines de los argentinos cantantes, su inaudita frescura, su capacidad
Manfredo Kraemer y Pablo Valetti o el para darlo todo, arriesgarlo todo, conseguirlo
violonchelo de Bruno Cocset. RITMO todo (un Hotter de alucinante profundidad
sonora, Windgassen meditativo, burlón,
LUIGI BOCCHERINI (1743-1805): Fandango, jocoso, implacable, Varnay electrizante, un
Sinfonie & La Musica Notturna di Madrid / ideal Ilosvay serenamente pérfido, Kuen
Lislevand, Udaeta / Le Concert Des Nations. Dir.:
Jordi Savall / ALIA VOX / Ref.: AV 9845 (1 CD) D2 refinadamente voluble) y una calidad sonora
similar a la de estudio. Quizá la muestra más
satisfactoria, pasmosa y lograda ofrecida
Esta moderna recreación de El burgués hasta hoy por el Nuevo Bayreuth. CLASSICA-
gentilhombre es historicista hasta en sus más RÉPERTOIRE
pequeños detalles, al punto de que la
iluminación se hizo en su totalidad con Primera Tetralogía en Stereo grabada «live»
velas. Los actores están extraordinarios, en Bayreuth por los ingenieros de Decca, que
como extraordinarios están también los no había visto nunca la luz, olvidada en el
cantantes y la orquesta, Le Poéme fondo de un archivo. Desde los primeros
Harmonique, dirigida por su titular, Vincent compases de este Sigfrido nos encontramos
Dumestre. CD COMPACT en las antípodas de la versión Solti (…) Aquí,
en la de Keilberth, el sonido orquestal, lejano
JEAN BAPTISTE LULLY (1632-1687): Le
Bourgeois Gentilhomme (Comèdie-ballet de y misterioso, proviene del «abismo místico»
Molière & Lully) / Le Poème Harmonique. Dir.: requerido por Wagner; no tiene el carisma de
Vincent Dumestre / ALPHA / Ref.: ALPHA 700 (2 Kna ni el sentido narrativo de Böhm, pero sí
DVD) P.V.P.: 35,95 euros.- un soberbio sentido de la dirección. Una
representación excepcional en la que brillan
los cantantes, estrellas del Nuevo Bayreuth,
como quería Wieland Wagner. LE MONDE
DE LA MUSIQUE
Alessandrini ha plasmado la maestría de
Bach en estas revitalizadoras RICHARD WAGNER: Siegfried / Wolfgang
interpretaciones, consiguiendo que el Windgassen, Astrid Varnay, Hans Hotter, Paul Kuen.
Concerto Italiano toque con una frescura y Coros y Orquesta del Festival de Bayreuth. Dir.:
una energía propias de músicos que se Joseph Keilberth / TESTAMENT / Ref.: SBT4 1392 (4
CD) D2 x 4
enfrentan a estas partituras por primera vez.
No importa cuántos Brandenburgos tenga en Aquí tienen una Séptima de Beethoven que
su discografía, simplemente debe añadir en su estilo objetivo y analítico nos
éste. GOLDBERG atrevemos a calificar como la más bella
«apoteosis de la danza» llevada nunca al
JOHANN SEBASTIAN BACH (1685-1750): disco. La grabación es magnífica, amplia y
Conciertos de Brandenburgo núms. 1-6; Sinfonía
de la Cantata BWV 174: Ich liebe den Hoechsten espaciosa, captando hasta minuciosos
von ganzem Gemuete. BONUS DVD con la detalles instrumentales que normalmente
grabación de los Conciertos de Brandenburgo / pasan desapercibidos. Posiblemente es la
Concerto Italiano. Dir.: Rinaldo Alessandrini / Séptima de Beethoven más bella e intensa y
NAIVE / Ref.: OP 30412 (2 CD + 1 DVD) D6 x 3 una de las mejor tocadas de todo el catálogo.
SCHERZO
Knappertsbusch transforma la partitura de
Wagner en un elemento vivo, voluble, LUDWIG VAN BEETHOVEN (1770-1827): Sinfonía
ondulante y dotado de un perpetuum mobile nº. 7 en La Mayor, op. 92 / Bayerisches
desde el primer acorde hasta el último, Staatsorchester. Dir.: Carlos Kleiber (Grabación en
directo, Bayerische Staatsoper, 03/04/1982) /
ligando todos los episodios de la tetralogía. ORFEO / Ref.: C700051B (1 SACD) D3
Ni que decir tiene que gran parte del mérito
radica en un reparto antológico, irrepetible, Es, probablemente, en los años finales de su
de ensueño. La labor de remasterización vida, cuando Boccherini, empobrecido,
logra resaltar y destacar por separado voces enfermo y sintiendo cerca la llamada de la
y orquesta. ÓPERA ACTUAL muerte, escribiera algunas de sus obras más
dramáticas e inspiradas. Las lecturas que nos
RICHARD WAGNER: El Anillo del Nibelungo /
Windgassen, Hotter, Varnay / Orquesta y Coro del propone de esta música sublime la Real
Festival de Bayreuth. Dir.: Hans Knappertsbusch Cámara -Emilio Moreno y Enrico Gatti,
(Grabación en directo, Bayreuth 1956. Nueva violines, y Woulter Möller, violonchelo- son
remasterización sonora digital) / ORFEO / Ref.: de una belleza desbordante y de un encanto
C660513Y (13 CD) D2 x 5 difícilmente resistible. CD COMPACT
LUIGI BOCCHERINI (1743-1805): Los últimos
Academia Bizantina interpreta de manera tríos (opus 54, 2-4-5-6) / La Real Cámara: Emilio
soberbia (la obertura por sí sola ya compensa Moreno, Enrico Gatti, Wouter Möller / GLOSSA /
el desembolso) y Dantone es opulentamente Ref.: GCD 922003 (1 CD) D2
teatral pero manteniendo la elegancia. Sus
cantantes suelen estar fantásticos, El Trio suele a ser la pieza más olvidada de
especialmente Ann Hallenberg, cuya entre las grandes obras para clarinete del
coloratura es simplemente prodigiosa último periodo de Brahms. BIS, sin embargo,
(soñadora, sensual, inmaculadamente la une a las Sonatas, en un acoplamiento de
fraseada y con buena entonación), y Karina excelente resultado y generoso minutaje. El
Gauvin, quien da una clase maestra de canto joven clarinetista sueco Martin Fröst tiende a
barroco. GRAMOPHONE favorecer las velocidades altas en el Trio,
con dramatismo y fuerza. GRAMOPHONE
ANTONIO VIVALDI (1678-1741): Tito Manlio /
Ulivieri, Gauvin, Beronesi / Accademia Bizantina. JOHANNES BRAHMS (1833-1897): Sonatas y trío
Dir.: Ottavio Dantone / NAIVE / Ref.: OP 30413 (3 para clarinete / Martin Fröst, clarinete. Roland
CD) D6 x 3 Pöntinen, piano. Torleif Thedéen, violonchelo / BIS
/ Ref.: BIS SACD 1353 (1 SACD) D2

( 35 )
Un fastuoso itinerario histórico que muestra la riqueza tímbrica del consort de violas

Ghielmi y Winter firman una obra de arte


por Poliphilo

L
o tengo que reconocer: no me siento cómodo en el papel de crítico de discos. Me gusta
escribir sobre discos, comentarlos, compartirlos, pero no criticarlos. Producir discos de
música culta en los tiempos que corren no es ninguna sinecura. Y si el sello se llama
Winter & Winter, ECM, Glossa, Alia Vox o Alpha, lo primero que le debemos es un infinito
respeto. Para atreverse a criticar un disco no es suficiente con escucharlo una o dos veces
mientras se sobrevuela el libreto, recurrir a dos o tres prejuicios y lanzarse a valorar -con ese
tonillo ex cathedra tan insoportable- el trabajo de artistas y productores que, sin ninguna
duda, se plantean su trabajo muy en serio. No, para criticar hay que hacerlo desde dentro,
con un conocimiento pormenorizado de las intenciones del artista y del productor, hablando
si es posible con ellos, asistiendo a la gestación y consecución de sus proyectos. Hacer otra
cosa sería una falta de respeto. Es una falta de respeto.

Edita y realiza: DIVERDI, S.L. - Imprime: ESTUDIO - Dep. legal: M-10066-94


Dicho esto, vayamos con esta nueva maravilla de WINTER & WINTER. El exquisito sello
muniqués siempre parte con ventaja: hace unos años,
Stefan Winter tomó las decisiones más valientes que un
editor haya tomado en los últimos veinte años. Dejó
para los demás la penosa sumisión a la estandarización
de los formatos (llámense jewel box, slim case, digipak
o digibook) y diseñó, junto con los impresores alemanes
Herzog & Idex, el packaging más elegante y delicioso
del mercado. Dejó para los demás la angustiosa
obligación de facilitar la vida a los críticos (!)
incluyendo en los libretos paráfrasis más o menos
hábiles de los artículos del New Grove, traducidos a
varios idiomas. Dejó para los demás la imperiosa
necesidad de etiquetar rigurosamente la música para
que distribuidores, tenderos y críticos (!!) no se sientan
incómodos. Dejó también para los demás la estrategia
de la huida hacia delante, que lleva a los productores a
generar novedades a un ritmo cercano a la histeria. Y se dedicó a disfrutar, a viajar, a editar
únicamente lo que le gusta y de la forma que a él le gusta. Y por eso decimos que parte con
ventaja: porque ese disfrute, ese profundo goce que debe sentir este editor con su trabajo se
ve, se toca, se huele en todas sus ediciones. Uno se siente entregado antes incluso de
escuchar el disco. La música es sólo un elemento más dentro de una concepción estética y
filosófica general que trata al lector/espectador/escuchante como un ser inteligente,
insinuando más que mostrando, relacionando, animando a que cada uno utilice estas joyitas
a su manera. No siempre la música de WINTER & WINTER es fácil (de hecho, reconozco que
en ocasiones me resulta algo «espesa», aunque tengo la sospecha de que esto mismo les
ocurre a los intérpretes y productores de la casa), pero siempre -siempre- es estimulante.
Vittorio Ghielmi plantea este disco como un intento de salvar a la viola de gamba para el
futuro, mostrando todas sus facetas tímbricas. El leitmotiv de su propuesta es una cita de
Hubert le Blanc, el gran defensor de la basse de viole, de 1740: «No hay ninguna música en
este mundo que la viola de gamba no pueda aprehender y expresar, y por lo tanto nada que
no haya sido creado para ella.» Y así, reuniendo a un grupo de excelentes violagambistas de
su misma generación (Prada, Alqhai y Contadin), nos ofrece un variadísimo paseo por el
pasado y el presente de su instrumento. Las interpretaciones de las piezas de consort más al
uso (Hume, Jenkins, Trabaci, De Macque) son de una pulcritud absoluta, de un virtuosismo
y musicalidad que aún hoy, cuando la especialización está generando oleadas de
instrumentistas brillantes, son difíciles de encontrar. A Ghielmi le falta la inalcanzable magia
de Savall o la arrolladora intensidad de Pandolfo, pero es, sin duda, uno de los grandes (y
grandes de la viola de gamba hay cuatro o cinco, no más). Pero lo más relevante de este
disco, lo que realmente lo convertirá en una referencia con el paso de los años, es la
exploración de la infinita paleta de colores del instrumento, para lo que el violagambista
italiano ha contado con la inestimable colaboración de Ernst Reijseger, ese inquieto
compositor y chelista holandés que ya nos ha regalado varias gemas en este mismo sello. La
música de Reijseger (bellísima la pieza titulada Hownot2) es perfecta para la tarea
encomendada, que es desplegar de una forma creativa y amable todo el abanico de
sonoridades que un bien engrasado consort de violas puede producir. A medio camino entre
el repertorio clásico y los experimentos reijsegerianos, Ghielmi nos propone, además,
algunos desarrollos en clave contemporánea de piezas de cabecera de la literatura
violagambística: ahí están, por ejemplo, los verdaderamente logrados arreglos de dos piezas
de Forqueray, Jupiter y La Portugaise, en las que tanto Ghielmi como Fahmi Alqhai, miembro
de su grupo, demuestran que son algo más que excelentes intérpretes.
Sólo me queda recomendarles que se hagan con este disco. Me parece que todos los
implicados merecen que el mensaje llegue a su destino. Y además, y esto es lo que de verdad
importa, es un disco que se disfruta de principio a final. Una y otra vez. No se puede pedir
más.
VITTORIO GHIELMI: Full of Colour / Vittorio Ghielmi. Il Suonar Parlante. Ernst Reijseger, cello / WINTER & WINTER /
Ref.: WIN 910119-2 (1 CD) D1

La discografía incluida en este Boletín se puede adquirir en los centros de El Corte Inglés, Fnac y en las principales tiendas del país.
www.diverdi.com

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