Hidrología Superficial y Subterránea Unidad 3 Precipitación Actividad 5 Profesor: MC. Ing. Juan Francisco Palacios Barrera Nombre: Angélica María Campa Vallejo Grupo: 004 Matrícula: 1722174 Fecha: 29 de agosto del 2019 Precipitación Es cualquier producto de la condensación del vapor de agua atmosférico que se deposita en la superficie de la Tierra. Ocurre cuando la atmósfera (que es una gran solución gaseosa) se satura con el vapor de agua, y el agua se condensa y cae de la solución (es decir, precipita). El aire se satura a través de dos procesos: por enfriamiento y añadiendo humedad. La precipitación que alcanza la superficie de la tierra puede producirse en muchas formas diferentes, como lluvia, lluvia congelada, llovizna, nieve, aguanieve y granizo. La virga es la precipitación que comienza a caer a la tierra pero que se evapora antes de alcanzar la superficie.
La precipitación es un componente principal del ciclo hidrológico, y es responsable
de depositar la mayor parte del agua dulce en el planeta. Aproximadamente 505000 km³ de agua caen como precipitación cada año, y de ellos 398000 km³ caen sobre los océanos. Dada el área superficial de la Tierra, eso significa que la precipitación anual promediada globalmente es más o menos de 1 m, y la precipitación anual media sobre los océanos de 1.1 m.
¿Cómo se forma la precipitación?
Cuando el aire en superficie se calienta asciende en altitud. La troposfera desciende su temperatura con la altitud, es decir, conforme más alto vayamos más frío hace, por lo que, cuando la masa de aire asciende, se topa con el aire más frío y se satura. Al saturarse, se condensa en pequeñas gotitas de agua o cristales de hielo (dependiendo de la temperatura a la que se encuentra el aire circundante) y se sitúan alrededor de pequeñas partículas de un diámetro inferior a dos micras llamados núcleos de condensación higroscópico. Cuando las gotas de agua se aferran a los núcleos de condensación y las masas de aire de la superficie no paran de ascender, se va formando una nube de desarrollo vertical, puesto que es tal la cantidad de aire que se va saturando y condensando, que acaba aumentando en altura. Este tipo de nubes que se forman por inestabilidad atmosférica se le llama Cumulus humilis que, conforme se desarrollan verticalmente y alcanza un espesor considerable (lo suficiente como para no dejar pasar apenas radiación solar), se le llama Cumulonimbus. Para que el vapor existente en una masa de aire que alcanza la saturación pueda condensarse en forma de gotitas es preciso que se cumplan dos condiciones: la primera es que la masa de aire se haya enfriado lo suficiente, y la segunda es que existan en el aire núcleos de condensación higroscópicos sobre los que puedan formarse gotitas de agua. Una vez que se han formado las nubes, ¿qué es lo que hace que den o no lugar a la lluvia, el granizo o la nieve, es decir, a algún tipo de precipitación? Las minúsculas gotitas que forman la nube y que se encuentran en suspensión dentro de ella gracias a la existencia de corrientes ascendentes, empezarán a crecer a expensas de otras gotitas que encuentran en su caída. Sobre cada gotita actúan fundamentalmente dos fuerzas: la debida al arrastre que la corriente de aire ascendente ejerce sobre ella, y el peso de la propia gotita. Cuando las gotitas son lo suficientemente grandes como para poder vencer la fuerza de arrastre, precipitará hacia el suelo. Conforme más tiempo pasan las gotitas de agua en la nube, más tamaño adquieren, ya que se van agregando a otras gotitas y otros núcleos de condensación. Además, también dependen del tiempo que pasen las gotitas ascendiendo y descendiendo en la nube y cuanto mayor sea la cantidad total de agua que tenga la nube. Tipos de precipitaciones La precipitación se divide en tres categorías:
Precipitación líquida: llovizna y lluvia.
Precipitación glacial: llovizna congelada y lluvia congelada (aguanieve). Precipitación congelada: nieve, bolitas de nieve, granos de nieve, bolitas de hielo (aguanieve), granizo, bolitas o copos de nieve y cristales de hielo
Los tipos de precipitaciones se dan en función de la forma y el tamaño de las gotas
de agua que precipitan cuando se dan las condiciones adecuadas. Pueden ser, llovizna, chubascos, granizo, nieve, aguanieve, lluvias, etc.
Llovizna: la llovizna son pequeñas precipitaciones cuyas gotitas de agua son
muy pequeñas y caen de una forma uniforme. Normalmente, estas gotitas no llegan a mojar demasiado el suelo y dependen de otros factores como es la velocidad del viento y la humedad relativa. Chubascos: los chubascos son gotas con mayor tamaño que suelen caer de una forma violenta y durante un corto periodo de tiempo. Los chubascos se suelen dar en lugares donde la presión atmosférica disminuye y se crea un centro de bajas presiones llamado borrasca. Los chubascos están relacionados con aquellas nubes de tipo Cumulonimbus que se forman con demasiada celeridad, por lo que las gotitas de agua adquieren gran tamaño. Granizo y copos de nieve: las precipitaciones también se pueden dar en forma sólida. Para ello, en las nubes se deben de formar cristales de hielo en lo más alto de la nube y a temperaturas muy bajas que rondan los -40°C. Estos cristales pueden crecer a expensas de gotitas de agua a muy baja temperatura que se congelan sobre ellos (siendo el inicio de la formación del granizo) o bien uniéndose a otros cristales para formar los copos de nieve. Cuando alcanzan un tamaño adecuado y debido a la acción de la gravedad, pueden salir de la nube dando lugar a la precipitación sólida en superficie, si las condiciones ambientales son las apropiadas.A veces los copos de nieve o el granizo que salieron de la nube, si encuentran una capa de aire cálida en su caída, se derriten antes de alcanzar el suelo, dando lugar finalmente a precipitación en forma líquida.
Cómo se mide la precipitación
Para medir la cantidad de lluvia o nieve que ha caído en una determinada zona y en un intervalo de tiempo, existe el pluviómetro. Se trata de una especie de vaso en forma de embudo profundo que envía el agua recogida a un recipiente graduado donde se va acumulando el total de la lluvia caída. Dependiendo del lugar donde se encuentre colocado el pluviómetro, pueden existir factores externos que alteren la medida correcta de la precipitación. Estos errores pueden ser los siguientes: Falta de datos: se pueden completar las series por correlación con otras estaciones próximas que tengan una situación topográfica semejante y estén en zonas climatológicamente homogéneas. Errores accidentales: error aleatorio, un dato concreto presenta un error, pero no se repite (caída de un poco de agua durante la medida, errores de impresión, etc.). Son difíciles de detectar, aunque un error aislado no afectará a un estudio general con valores de un largo periodo. Errores sistemáticos: afectan a todos los datos de la estación durante un determinado intervalo de tiempo y siempre en el mismo sentido (por ejemplo, mala ubicación de la estación, uso de probetas inadecuadas, cambio de ubicación de la estación, cambio del observador, mal estado del aparato). Para evitar las salpicaduras de las gotas de lluvia al incidir sobre el borde exterior del pluviómetro se construye con los bordes biselados. También se pintan de blanco para reducir la absorción de radiación solar y evitar en lo posible la evaporación. Si se hace que el conducto por el que cae el agua al recipiente sea estrecho y profundo, se reduce la cantidad de agua que se evapora, por lo que la medición de la precipitación total es lo más cercana posible a la real. En las zonas de montaña, donde es frecuente que la precipitación sea en forma sólida (nieve) o que las temperaturas desciendan por debajo del punto de congelación del agua, se suele incluir en el depósito algún tipo de producto (normalmente, cloruro cálcico anhidro) cuya función es reducir el valor de la temperatura a la cual se produciría la solidificación del agua. Hay que tener en cuenta que la posición del pluviómetro puede afectar en su medida. Por ejemplo, si lo colocamos cerca de edificios o cerca de árboles. El volumen de lluvia recogida se mide en litros por metro cuadrado (l/m2) o lo que es lo mismo, en milímetros (mm.). Esta medida representa la altura, en milímetros, que alcanzaría una capa de agua que cubriese una superficie horizontal de un metro cuadrado. Características de la precipitación Tamaño y forma: Las gotas de lluvia tienen tamaños en los límites de 0.1 mm hasta los 9 mm de diámetro, y por encima de ese tamaño tienden a romperse. Las gotas más pequeñas se llaman gotitas de nube, y su forma es esférica. Cuando una gota de lluvia aumenta de tamaño, su forma se hace más redondeada, con un corte transversal más grande. Intensidad y duración: La intensidad y duración de la precipitación están, por lo general, inversamente relacionadas; es decir, las tormentas de intensidad altas probablemente serán de duración corta, y las tormentas de intensidad baja pueden tener una duración larga. Intensidad y área: Sobre un área grande la precipitación suele ser menos intensa que sobre un área pequeña. Tamaño de gota e intensidad: Las tormentas de intensidad alta tienen un tamaño de gota más grande que las tormentas de intensidad baja. Cómo se satura el aire El aire contiene humedad, medida en gramos de agua por kilogramo de aire seco (g/kg), aunque es común expresarla como porcentaje de humedad relativa. La humedad que un volumen de aire puede mantener antes de que se sature (humedad relativa del 100%) depende de su temperatura. El aire cálido tiene una capacidad mayor para mantener la humedad que el aire frío. A causa de esta propiedad del aire, un modo de saturar un volumen de aire es refrescarlo. El punto de rocío es la temperatura a la que un volumen de aire tiene que enfriarse para que se produzca su saturación. Algunos mecanismos de enfriamiento del aire incluyen: Elevación (convectiva, mecánica, advección de vorticidad positiva). Enfriamiento conductivo (el aire cálido se mueve sobre una superficie fría). Enfriamiento radiacional (el calor se irradia hacia el espacio por la noche). Enfriamiento evaporativo (la temperatura del aire baja cuando el agua líquida usa la energía para cambiar a fase de vapor). El otro modo de saturar el aire es añadirle humedad, mediante: Precipitación que cae desde arriba (estrato que forma lluvia bajo una nube más alta). El calor del agua que, de día, se evapora de la superficie de océanos y lagos. Aire más seco que se mueve sobre aguas abiertas (corrientes de nieve en los Grandes Lagos en invierno). Conclusión El cálculo del balance hídrico está definido según expresión matemática que ajusta las entradas y salidas de masas de agua en el espacio y en el tiempo. El espacio de estudio, el escenario de análisis (normalmente la cuenca) y la duración de este (minutos, horas, días, meses o años) dependerá del objetivo buscado. Podría ser de interés un espacio temporal corto (minutos, horas) para el análisis de precipitaciones intensas y sus correspondientes avenidas o espacios temporales largos (años) para la toma de decisiones correspondientes a la planificación hidrológica (usos del agua, concesiones, obras hidráulicas, sequías, etc.). Existe así una necesidad de evaluar al menos cuantitativamente la precipitación. Además de la precipitación, el balance hídrico considera otras entradas y salidas de masas de agua, la escorrentía superficial y subterranea, la infiltración, la evapotranspiración, el almacenamiento, etc. Conceptos que no se desarrollarán en esta monográfica. Las entradas de agua en nuestra cuenca tipificadas con la precipitación pueden tener varios orígenes. La climatología y la meteorología, ciencias compañeras de la hidrología, nos dictan orígenes de precipitaciones por convección, ortográficas y ciclónica o de frente. Para cualquiera de ellas, unas con más facilidad que otras, el agua precipitada puede presentarse en estado físico distinto (lluvia, granizo y nieve principalmente). Atendiendo a la expresión matemática que identifica el balance hídrico (suma de entradas igual a suma de salidas), la unidad de medida habitual de la precipitación (P) son los mm. (unidad de longitud que resulta del cociente entre el volumen de agua recogido en una superficie determinada -litros por metro cuadrado).