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QUE ES UN TERREMOTO

DEFINICIÓN

Un terremoto es el movimiento brusco de la Tierra (con mayúsculas, ya que nos


referimos al planeta), causado por la brusca liberación de energía acumulada
durante un largo tiempo. La corteza de la Tierra está conformada por una docena
de placas de aproximadamente 70 km de grosor, cada una con diferentes
características físicas y químicas. Estas placas ("tectónicas") se están
acomodando en un proceso que lleva millones de años y han ido dando la forma
que hoy conocemos a la superficie de nuestro planeta

El punto de origen de un terremoto se denomina foco o hipocentro. El epicentro es


el punto de la superficie terrestre que se encuentra directamente sobre el
hipocentro. Dependiendo de su intensidad y origen, un terremoto puede causar
desplazamientos de la corteza terrestre

¿POR QUÉ SUCEDEN LOS TERREMOTOS?

La causa de los terremotos se encuentra en la liberación de energía de la corteza


terrestre acumulada a consecuencia de actividades volcánicas y tectónicas, que
se originan principalmente en los bordes de la placa.2
Aunque las actividades tectónicas y volcánicas son las causas principales por las
que se generan los terremotos hay otros factores que pueden originarlos:

 Acumulación de sedimentos por desprendimientos de rocas en las laderas de


las montañas.
 Modificaciones del régimen fluvial.
 Variaciones bruscas de la presión atmosférica por ciclones

MEDICIÓN DE TERREMOTOS
Se realiza a través de un instrumento llamado sismógrafo, el que registra en un
papel la vibración de la Tierra producida por el sismo (sismograma). Nos informa
la magnitud y la duración.

Este instrumento registra dos tipos de ondas: las superficiales, que viajan a
través de la superficie terrestre y que producen la mayor vibración de ésta ( y
probablemente el mayor daño) y las centrales o corporales, que viajan a través
de la Tierra desde su profundidad
TIPOS DE ONDAS QUE INTERVIENEN EN UN TERREMOTO

Ondas P
De acuerdo a la teoría de Biot, en el caso de medios porosos saturados por un
fluido, las perturbaciones sísmicas se propagarán en forma de una onda rotacional
(Onda S) y dos compresionales. Las dos ondas compresionales se suelen
denominar como ondas P de primera y segunda especie. Las ondas de presión de
primera especie corresponden a un movimiento del fluido y del sólido en fase,
mientras que para las ondas de segunda especie el movimiento del sólido y del
fluido se produce fuera de fase. Biot demuestra que las ondas de segunda especie
se propagan a velocidades menores que las de primera especie, por lo que se las
suele denominar ondas lenta y rápida de Biot, respectivamente. Las ondas lentas
son de naturaleza disipativa y su amplitud decae rápidamente con la distancia
desde la fuente
Ondas S
Las ondas S (secundarias o secundae) son ondas en las cuales el
desplazamiento es transversal a la dirección de propagación. Su velocidad es
menor que la de las ondas primarias. Debido a ello, éstas aparecen en el terreno
algo después que las primeras. Estas ondas son las que generan las oscilaciones
durante el movimiento sísmico y las que producen la mayor parte de los daños.
Solo se trasladan a través de elementos sólidos.
Tsunamis
Un tsunami es una serie de olas procedentes del océano que envía grandes
oleadas de agua que, en ocasiones, alcanzan alturas de 30,5 metros, hacia el
interior. Estos muros de agua pueden causar una destrucción generalizada
cuando golpean la costa.
Estas sobrecogedoras olas son causadas normalmente por grandes terremotos
submarinos en los bordes de la placa tectónica. Cuando el suelo del océano en
un borde de la placa se eleva o desciende de repente, desplaza el agua que hay
sobre él y la lanza en forma de olas ondulantes que se convertirán en un tsunami.
La mayoría de los tsunamis, aproximadamente un 80%, se producen en el Océano
Pacífico, en el Cinturón de Fuego, un área geológicamente activa donde los
movimientos tectónicos hacen que los volcanes y terremotos sean habituales.
Los tsunamis también pueden estar causados por deslizamientos de tierra
subterráneos o erupciones volcánicas. Incluso pueden ser lanzados, como ocurrió
con frecuencia en la Tierra en la antigüedad, por el impacto de un gran meteorito
que se sumergió en un océano.
Los tsunamis recorren el mar a unos 805 kilómetros por hora, tan rápido como un
avión a propulsión. A ese ritmo pueden cruzar la extensión del Océano Pacífico en
menos de un día. Y sus grandes longitudes de onda implican que pierden muy
poca energía por el camino.
En un océano profundo, las olas de los tsunamis pueden parecer de solo unos
centímetros. Sin embargo, conforme se aproximan a la costa y entran en aguas
menos profundas, se ralentizan y comienzan a crecer en energía y altura. Las
partes altas de las olas se mueven más rápido que sus bases lo que causa que se
eleven precipitadamente.
Normalmente la parte baja, la que se encuentra bajo la cresta de la ola, llega a la
costa primero. Cuando esto sucede, se produce un vacío que succiona el agua
hacia el mar y deja expuestos el puerto y el suelo. Esta retracción del agua es una
señal de alerta importante de un tsunami porque la cresta de la ola y su enorme
volumen de agua normalmente golpean la costa unos cinco minutos después.
Reconocer este fenómeno puede salvar vidas.
Los tsunamis habitualmente se componen de una serie de olas, llamadas tren de
olas, por lo que su fuerza destructiva puede estar compuesta de olas sucesivas
que alcanzan la costa. La gente que experimenta un tsunami a menudo recuerda
que el peligro puede no haber pasado con la primera ola y que se debería esperar
a que se anuncie oficialmente que es seguro volver a las zonas vulnerables.
Algunos tsunamis no aparecen en la costa como olas rompedoras masivas sino
que parecen una ola que emerge rápidamente e inunda las áreas de la costa.
La mejor defensa contra un tsunami es la alerta temprana que permite a la gente
buscar un terreno más elevado. El Sistema de Alerta de Tsunamis en el Pacífico,
una coalición de 26 naciones con sede en Hawái, mantiene unos equipos sísmicos
web y medidores del nivel del agua para identificar tsunamis en el mar. Se han
propuesto sistemas similares para proteger las áreas costeras en todo el mundo.

DIFERENCIA DE UN GAS REAL Y UN GAS IDEAL

Diferencia 1:

Un gas se considera ideal a altas temperaturas y bajas presiones (condiciones


ambientales). Los gases reales no cumplen necesariamente con este postulado.

¿Pero que consideramos como altas temperaturas y bajas presiones?- El oxígeno


a presión atmosférica normal (1 atmósfera) y temperatura ambiente (20 – 25 °C)
seguramente se comportará como ideal; en cambio el vapor de agua a 1 atm. y
150 °C no se comporta como ideal.

Cualquier gas real puede comportarse como ideal dependiendo de las condiciones
en que
se encuentre.
Diferencia 2:

En los gases ideales el factor de compresibilidad siempre será igual a la unidad


(1), en los gases reales no se cumple este postulado.

Diferencia 3:

Para la ecuación de Van der Walls

Se diferencia de las de los gases ideales por la presencia de dos términos de


corrección; uno corrige el volumen, el otro modifica la presión.

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