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Tema: Levántate

Quisiera decirte que nunca he resbalado, pero te mentiría. Con pena debo decir que conozco el
dolor de la caída, No es algo que me haga sentir feliz cuando lo recuerdo; de hecho esos días
me apenan, pero he decidido mantenerme cada día creyendo que la obra de Dios por medio de
Jesús en la cruz es más grande y fuerte que todos mis días tristes. Dios ha sido siempre mayor
que todo, y ha mostrado su fidelidad en cada momento; por muchos años quise enfrentar las
debilidades a través de mi esfuerzo religioso con muy pocos resultados, hubo ocasiones en las
que quedé postrado en el lugar del dolor y la culpa. Dios ha sido muy paciente conmigo
llevándome de la mano en un proceso de aprendizaje algunas veces doloroso, pero que al final
ha dado fruto, y es por eso que hoy quise tomarme el tiempo de escribir algunas cosas que
considero importante que conozcan aquellos que necesitan levantarse y empezar una nueva
etapa.

Toda conducta es el resultado de una convicción del corazón. Esta puede ser consciente o
inconsciente, es decir, algunas veces sabes que tienes ese pensamiento y otras veces te has
acostumbrado tanto a esa forma de pensar que opera de forma automática. El Salmista David
hace mención de este tipo de conductas, he aquí algunas referencias:

“Examíname, oh Dios, y conoce mi corazón; Pruébame y conoce mis pensamientos; Y ve si hay


en mí camino de perversidad, Y guíame en el camino eterno.” Salmo 139:23-24

“¿Quién podrá entender sus propios errores? Líbrame de los que me son ocultos”. Salmo 19:12

Él pedía a Dios que revisara sus pensamientos y sus caminos, mencionaba que algunos de ellos
le eran ocultos, Hay pensamientos errados en el corazón que deben de ser vencidos por la
Verdad que viene de la boca de Dios, en ocasiones necesitamos un consejero que nos ayude a
detectar dichos pensamientos saturados de mentira. Debemos detectarlos y pelear cada día
contra de ellos utilizando la palabra de Dios como la verdad por encima de estos, esto es una
labor diaria, constante y de fe, que cuanto tú la empieces te sorprenderás de la cantidad de
cosas que decimos y hacemos sin pensar y que provienen de la mentira. Si eres capaz de
emprender esta tarea todo lo demás será más fácil, porque Nadie puede vencer una conducta,
si primero no gana una batalla en la mente.
Una segunda cosa es reconocer el poder que hay en la renuncia. Renunciar a cualquier cosa que
nos separa de la comunión con Dios y el buen camino es determinante, una decisión es la
semilla para una cosecha de libertad. Cuando un mal hábito se arraiga en nuestra conducta se
vuelve un amo de nuestro caminar, pero es un amo ilegitimo ya que Dios es el único dueño
legítimo de nuestra vida y él nos creó para vivir en libertad. Renuncia a lo que te ha
encadenado. El hábito es el arma más grande del enemigo para destruir tu vida, pero tú puedes
vencerlo cuando renuncias de todo corazón; lucharas con eso algunos meses, pero en la medida
que te aferras a la verdad que viene de Dios, la fe dará fruto.

Una tercera cosa es que Escuches el sonido del dolor. Cuando algo nos duele lo más común es
tomar un analgésico, pero el dolor es la señal de que algo está fuera de orden. Las drogas, el
alcohol, los antidepresivos, una parranda, etc. o cualquier cosa que bloquee tu mente y
emociones, son ese “analgésico” que usamos para olvidar que el dolor está diciendo algo; Si
hay dolor en tu vida, seguramente algo está fuera de orden, así que debieras poner atención a
lo que el dolor está diciendo. El dolor está diciendo que debes ordenar lo que esta
desordenado.

Y una cuarta cosa: ve paso a paso de la mano de un mentor. No desesperes. Ten paciencia
contigo mismo, Hay cosas que han estado años contigo, no desesperes si se rehúsan a irse. Eso
que te ha frenado, lo que te ha hecho caer, etc. Esta vencido, Jesús lo venció en la cruz.

“Como ustedes saben, el hombre viejo que está en nosotros ha sido crucificado con Cristo. Las
fuerzas vivas del pecado han sido destruidas para que no sirvamos más al pecado”. Romanos
6:6 BLA

Legalmente todo hábito, cadena y conducta ha sido crucificada con Cristo. Tú me preguntarás,
¿y por qué yo siento como si fuera un monstro que me persigue? Es porque llevas muchos años
en esa conducta y el enemigo ha mentido por muchos años. Pero la verdad es que el enemigo
te ha tenido preso en una cárcel que no está cerrada, fue rota por la victoria de Jesús, sal de
ella, levántate y cree la verdad. Eres libre, tus cadenas ya fueron rotas. Sostente de la mano de
Dios y camina con el paso a paso, Dios está de tu parte en este proceso. Busca un mentor que
te ayude a mantenerte en esta ruta, un mentor no es un consejero, es alguien a quien tú
respetas y de quién sigues su consejo. Recuerda que la honra produce favor, Busca un mentor a
quien le des tu respeto y a quien tú oigas y pídele que te ayude a cruzar este valle, hay alguien
cerca de ti que ya venció el gigante con quien tú peleas. Te bendigo

Puedes hacer la siguiente Oración:

Padre celestial, decido creer con todo mi corazón en tu amor por mí, te pido que me limpies
con el poder de la sangre de Jesús, creo que mi viejo hombre fue crucificado con Cristo y que la
carnalidad no tiene autoridad legal sobre mí. Decido creer la verdad por encima de todo
pensamiento equivocado en mi corazón, examina mis pensamientos y renueva mi
entendimiento por el poder de tu Palabra, quiero estudiar tu palabra cada día y conocer lo que
soy en ti. Este día Renuncio en el nombre de Jesús a todo hábito que no te honra, creo que soy
libre para decidir ser lo que tú has diseñado que yo sea. Te pido me rodees de mentores y me
ayudes a respetarlos y seguir su mentoría como tus discípulos te siguieron a ti. Te pido que
entres a mi corazón, te recibo como mi Señor y salvador. Todo lo pido en el Nombre de Jesús,
Amen.

Si has hecho esta oración mándanos un comentario, nos alegrará mucho tener noticia tuyas

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