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“fabricar” un hijo de
CALIDAD TOTAL
1ª edición
Impreso en / Printed in
DEDICATORIA
1 Etapa De La Preconcepción
Busca una pareja con buenos genes
¿Qué edad deben tener los fabricantes?
¿En qué estación del año debes iniciar la fabricación de tu hijo?
¿En qué altitud debes fabricar a tu hijo?
Factores que afectan la calidad del semen
Los teléfonos celulares y la calidad del semen
El uso de Laptop y la calidad del semen
La grasa abdominal y la calidad del semen
Las grasas dietéticas y la calidad del semen
Los ftalatos y la calidad del semen
Los parabenos y la calidad del semen
El bisfenol A y la calidad del semen
La contaminación atmosférica y la calidad del semen
Las patatas fritas y la calidad del semen
Otros factores que afectan la calidad del semen
Infertilidad masculina
Infertilidad femenina
Fecundación “in vitro”
Espaciamiento entre los embarazos
Preparación de la fábrica de humanos
a) Estructura de la fábrica de humanos
b) La estructura del futuro padre
c) La limpieza de la fábrica de humanos antes del embarazo
d) Estado nutricional antes del embarazo
2 Fecundación
Genes buenos o genes malos
¿Será varón, será mujer?
3 El Embarazo
Nuestra vida intrauterina
Nutrición materna durante el embarazo
Nuestra dieta ancestral
Los ácidos grasos esenciales
Los ácidos grasos esenciales y la inteligencia
Los ácidos grasos y el comportamiento
Los ácidos grasos omega-6 y la inteligencia del niño
Los ácidos grasos trans y la inteligencia del producto
Los ácidos grasos trans y la obesidad del niño
Consumo de pescado y la duración del embarazo
El consumo de salmón durante el embarazo y la calidad de la leche materna
Los alimentos marinos y la ansiedad materna
Los ácidos grasos omega 3 y la depresión post-parto
El ácido docosahexaenoico y la función visual del niño
Consumo de pescado y enfermedades alérgicas
Los ácidos grasos esenciales y la obesidad
Los ácidos grasos omega-6 y la obesidad infantil
Los ácidos grasos esenciales y la salud ósea de tu hijo
La vitamina D y la reproducción humana
La vitamina D y el resultado del embarazo
La vitamina D y el sistema nervioso del niño
La vitamina D y el autismo
La deficiencia de vitamina D y el riesgo de esquizofrenia en la descendencia
La vitamina D y la diabetes tipo 1 en el niño
La vitamina D y el desarrollo del esqueleto del hijo
La vitamina D y la obesidad del descendiente
La vitamina D y el desarrollo muscular de la descendencia
La vitamina D y la caries dental de los niños
La vitamina D y los trastornos de la alimentación
La vitamina D y el riesgo de esclerosis múltiple en la descendencia
La deficiencia de vitamina D durante la gestación y aterosclerosis en la
descendencia
Vitamina D y cáncer de piel en el hijo
Dosis recomendada de vitamina D
Los micronutrientes y el desarrollo del producto
Vitamina B 12
Ácido fólico
Vitamina A
Colina
Zinc
Calcio
Hierro
Yodo
La obesidad materna y su influencia en la calidad del producto
Comida chatarra durante el embarazo
El consumo de soja durante el embarazo
El origen fetal de las enfermedades del adulto
La nutrición materna y la presión arterial del hijo
Limpieza de la fábrica: la inmundicia química en la vida moderna
La polución en el hogar
La edad del plástico
Los plásticos y los ftalatos
Los ftalatos en productos de cuidado personal
Los ftalatos en productos de belleza
El tipo de alimentos y los ftalatos
Los ftalatos trasudan de las botellas de plástico
Ftalatos en los medicamentos
Ftalatos en el polvo de la casa
Los ftalatos y el sistema nervioso fetal
Ftalatos y autismo
Ftalatos y el Síndrome de Hiperactividad con Déficit de Atención
Exposición “in útero” a los ftalatos y comportamiento
Los químicos ambientales y el aparato reproductor del feto
El sexo cerebral del producto
Los tóxicos del medio ambiente y la orientación sexual
El bisfenol A
El bisfenol A en estudios con animales
Efectos del bisfenol A en humanos
El bisfenol A y el desarrollo del cerebro fetal
Los pesticidas
Metales pesados y embarazo
Los hidrocarburos policíclicos aromáticos
Los parabenos
Bifenilos policlorinados
Bifenilos polibromados
Tabaquismo materno
Consumo materno de alcohol
La cafeína
Uso de drogas recreacionales durante el embarazo
Uso de medicamentos durante el embarazo
Exposición materna a tóxicos ambientales y cáncer.
Exposición materna a campos electromagnéticos
Contaminación del aire y daño fetal
Efecto de las áreas verdes
Mascotas en casa durante el embarazo
Ruido y embarazo: sus efectos
Ejercicio y embarazo
El trabajo como factor de riesgo durante el embarazo
Luz y oscuridad durante el embarazo
La armonía en la fábrica de humanos
El estrés prenatal feminiza al feto varón
El estrés prenatal masculiniza al feto hembra
Música en el embarazo
Ultrasonido y autismo
4 El Nacimiento
Cesárea y la función pulmonar del recién nacido
Cesárea y los niveles de glucosa en el recién nacido
Cesárea y anemia en el niño
La cesárea y la flora intestinal del niño
Efectos de la cesárea sobre la lactancia
Cesárea y enfermedades alérgicas en el niño
Cesárea y riesgo de infecciones respiratorias en el niño
Cesárea y riesgo de diabetes tipo 1
Operación cesárea y obesidad infantil
Cesárea y esclerosis múltiple
Cesárea y riesgo de muerte fetal en el siguiente embarazo
La anestesia epidural y el comportamiento del recién nacido
El recién nacido y la vernix caseosa
5 La Lactancia
Etapas de la lactancia
Componentes nutricionales de la leche humana
La leche humana tiene vida
Las células madre de la leche humana
Comunidad bacteriana de la leche humana
Macronutrientes de la leche humana
Las proteínas de la leche humana
Los péptidos antimicrobianos y la inmunidad
Las membranas de los glóbulos de grasa
Las grasas de la leche humana
Carbohidratos de la leche humana
Micronutrientes en la leche humana
Componentes bioactivos de la leche humana
Factores de crecimiento
Hormonas de la leche humana
Dieta materna, composición de la leche y desarrollo infantil
La leche humana calma el dolor
Factores que afectan la producción de leche
Beneficios de la alimentación natural para el bebé
Lactancia materna y cociente intelectual del niño
La leche materna protege del autismo
Lactancia materna y Síndrome de Hiperactividad con Déficit de Atención
Lactancia materna y agudeza visual del niño
Lactancia materna y el desarrollo motor del niño
Lactancia materna y el sistema inmune del niño
Lactancia materna y otitis
Lactancia materna y el riesgo de hospitalizaciones
Síndrome de Muerte Súbita Infantil
Lactancia materna y diabetes tipo 1
Lactancia materna y Diabetes tipo 2
La lactancia materna y las infecciones gastrointestinales
Lactancia materna y enterocolitis necrosante
Lactancia materna y enfermedades alérgicas
Lactancia materna y enfermedad celiaca
Lactancia materna y enfermedad inflamatoria crónica del intestino
Lactancia materna y obesidad en la descendencia
Lactancia materna y colesterol en la edad adulta
Lactancia materna y aterosclerosis en la edad adulta
Lactancia materna e hipertensión en los descendientes
Lactancia y enfermedad cardiovascular
Lactancia materna y la forma del cuerpo
Lactancia materna y desarrollo facial
Lactancia materna y desarrollo mandibular
Lactancia materna y la respiración del niño
La leche materna y la calidad del sueño infantil
La leche materna y el desarrollo del lenguaje
Lactancia materna y cánceres en la niñez
La contaminación de la leche materna
El uso del biberón
Hábitos no nutritivos de succión
Tabaquismo materno durante la lactancia
Beneficios de la lactancia para la madre
Duración de la lactancia
Fórmulas infantiles
Las fórmulas enriquecidas con ácidos grasos de cadena larga
La leche de vaca
Leche orgánica
Leche cruda o leche pasteurizada
¿ Qué es la leche real?
La leche de soja
6 Infancia y Adolescencia
Nutrición en la infancia y adolescencia
Tóxicos ambientales y el desarrollo del niño
Contaminación del aire y neurodesarrollo.
Acetaminofén (paracetamol) y autismo
El uso de antibióticos en la infancia y la enfermedad de Crohn
La hipótesis de la higiene
Nuestros amigos los gusanos
Conclusión
Apéndice 1: Circuncisión
Apéndice 2: Herencia Epigenética Transgeneracional
Referencias
PRÓLOGO
Este libro es una magnífica guía y contiene importantes recomendaciones para
los futuros padres en busca de hijos sanos, orientándolos y motivándolos a
adquirir un estilo de vida saludable antes, durante y posterior al embarazo.
La información aquí mencionada está respaldada por la ciencia y promueve
un cambio de actitud preventiva que no solo se verá reflejado en sus hijos sino
incluso en futuras generaciones. Consideramos también que es un excelente
apoyo para los padres que desean involucrase en la creación de hijos de calidad,
ya que desafortunadamente la mayoría de los médicos no nos tomamos el tiempo
de explicar a profundidad las recomendaciones aquí mencionadas las cuales
serán trascendentes en el desarrollo de un nuevo ser humano.
Las recomendaciones hacia lactancia, cesárea o parto y la elección del padre
hacen objetivo un conocimiento pocas veces analizado ya que habitualmente
vamos por la vida de una manera subjetiva, sin detenernos a observar que la
mayoría de las ocasiones nos dejamos llevar solo por el corazón y los
sentimientos o por el otro extremo, por el cerebro y razonamiento. A esta batalla
eterna lo único que pone fin es el equilibrio, por lo que este libro complementará
la parte de razonamiento objetivo y por medio de tu intuición elijas tu muy
individualizado punto intermedio.
Dra. Edith Návar Vizcarra, Ginecología y Obstetricia, Biología De La
Reproducción.
Dra. Sirelda Návar Vizcarra, Medicina Interna, Geriatría y Longevidad
Saludable.
INTRODUCCIÓN
Este libro es una colección de información científica actual que contiene
consejos prácticos que te ayudarán a fabricar un hijo con altos estándares de
calidad. Los conocimientos relevantes de cómo hacerlo no están disponibles en
los consultorios médicos como lo demuestra el hecho de que la mayor parte de
los humanos nacidos en las últimas décadas tienen defectos de fabricación que
puedes comprobar.
Estos defectos se ven por igual tanto en las familias de altos ingresos como
en las familias pobres. Si te fijas, notarás que la mayor parte de los niños y
jóvenes no tienen una estructura física adecuada: unos son angostos y alargados;
otros obesos. En muchos la forma de su cara no es la ideal: en lugar de ser un
óvalo tiene forma de cono de nieve. En la punta inferior, la mandíbula pequeña y
estrecha contiene dientes apiñados y torcidos por falta de espacio. No me
extraña, conozco bien esas caras; las estadísticas de algunos países hablan de que
la frecuencia de apiñamiento dental es de más del 60% en los jóvenes.
En una gran proporción de estos niños, los huesos malares, que dan forma a
los pómulos y son símbolo de excelencia en el desarrollo, no resaltan; el tercio
medio de su cara aparece aplanado. Algunos usan anteojos, porque no hubo la
materia prima suficiente (ácidos grasos) para un desarrollo visual normal. Son
productos mal fabricados; me aterroriza pensar cómo van a ser los hijos de estas
criaturas cuando les llegue su turno ser padres.
Tal vez ya te has percatado de que los hijos son menos robustos que sus
padres y que el hermano menor es más angosto y alargado que el hermano
mayor.
Seguramente también te has dado cuenta de que muchas mujeres
embarazadas usan artículos de belleza. Su médico no les advirtió que pocas
horas después de aplicarse el maquillaje, la crema, la mascarilla, el esmalte de
uñas o el perfume, aparecen en su sangre unas sustancias químicas llamadas
ftalatos que pueden dañar de forma permanente el feto que llevan dentro. Dichas
sustancias se absorben a través del estrato córneo (la capa más externa de la
piel), y también a través de las uñas; pasan a la placenta y luego al feto pudiendo
afectar su desarrollo y dañar, de forma permanente, su sistema nervioso con
consecuencias desastrosas (autismo, bajo cociente intelectual, síndrome de
hiperactividad con déficit de atención, trastornos del comportamiento, sexo
cerebral diferente al sexo genético, etc.) ¿Te vas enterando cómo la industria
agrede, inmisericorde, la biología humana aún desde su mismísimo comienzo?
Al mismo tiempo que se altera el medioambiente por las acciones del
hombre este pierde cualidades en cada generación (degenera). Ha tenido poca
influencia el hecho de que estemos viviendo la maravillosa etapa de la Biología
Molecular que es el estudio de la estructura, composición y función de las
moléculas importantes para la biología humana. Con la tecnología actual no se
“supone”, como antes, que tal o cual fenómeno biológico sucede: ahora es
posible “ver” exactamente qué pasa, cómo es la estructura de las moléculas, qué
átomos las forman, qué cambios sufren, con qué otras moléculas reaccionan y de
qué manera se produce la enfermedad cuando se va en contra del diseño humano
resultado de millones de años de evolución.
Con la tecnología moderna es posible saber, por ejemplo, qué sustancias
absorbe tu piel si usaste suavizante para telas al lavar tu ropa, qué fórmula tienen
esas sustancias, qué concentración de ellas hay en tu sangre, en tu saliva y en tu
orina y qué daño pueden producir al embrión o al feto si estás embarazada.
Con la tecnología actual (Imagen de Resonancia Magnética, Tomografía
Axial Computarizada, etc.) es posible saber también que los cerebros no son
iguales: el cerebro masculino es diferente al cerebro femenino; un cerebro de un
hombre homosexual es estructuralmente semejante a un cerebro de mujer y un
cerebro de una mujer homosexual tiene la forma de un cerebro de hombre.
Con esta tecnología podemos también observar que la corteza cerebral de un
niño alimentado con fórmula artificial es más delgada que la corteza cerebral de
un niño alimentado con pecho materno, lo que explica el por qué este último es
más inteligente. Estamos viviendo una asombrosa etapa de desarrollo
tecnológico que nos permite afirmar que el efecto pernicioso de ir contra la
evolución es inexorable.
Tal vez te preguntes ¿por qué en la actualidad es necesario un instructivo
para fabricar un hijo de calidad total? Te lo diré fríamente: el panorama no es
muy alentador. Veamos algunos ejemplos: analizando moldes dentales se
encontró que los humanos nacidos de los años noventa en adelante mostraron
mandíbulas más pequeñas que los nacidos en los años cincuenta. Los dientes no
caben en esas mandíbulas y se empalman y se tuercen. Desde luego que ahí
están los ortodoncistas listos para colocar lo que un joven llamó “el grotesco
adorno de los brackets”. Sin embargo, la acción del médico no va a corregir la
arquitectura de esa cara, no va a restaurar la harmonía y la belleza en ese rostro,
no puede hacer una completa remodelación; solamente va a alinear los dientes,
lo que equivale a poner un parche. punto.
Otros ejemplos para que veas con suficiente precisión lo que está pasando:
las tasas de suicidios, depresión, manía y ansiedad se han ido elevando
continuamente con cada generación estudiada mientras que el autismo, la
discapacidad del desarrollo del sistema nervioso que tiene más alto crecimiento,
aumenta del 10-17% cada año en Estados Unidos de acuerdo a la Sociedad de
Autismo de América. Aproximadamente el 70% de los niños con autismo
muestran deficiencia mental. El Síndrome de Hiperactividad con Déficit de
atención tiene ya una prevalencia de más del 40% en los niños, y el 70% de estos
aún padecen el síndrome en la edad adulta. En Brasil se encontró que el 17% de
los niños estudiados presentaron más de un trastorno psiquiátrico.
Otros datos, para que te enteres por dónde vamos: la incidencia de cáncer de
próstata se ha triplicado en los últimos 30 años, la incidencia de cáncer de pecho
en la mujer se incrementó el 57% en el mismo periodo y la frecuencia del cáncer
testicular ha aumentado a nivel global formidablemente (es 2-3 veces más alta
que hace 30-40 años). Muchos de estos cánceres se programan durante la vida
intrauterina a causa de la exposición a químicos tóxicos que abundan en el
ambiente actual.
Las enfermedades metabólicas, cuyo origen puede empezar “in útero”,
también muestran lo suyo: la incidencia de la diabetes tipo 2 se ha incrementado
más de 6 veces en los últimos cincuenta años y la prevalencia de la obesidad en
Estados Unidos paso del 13.4% al 35.1% en el mismo periodo.
¿Qué tan hostil es el ambiente donde vas a fabricar a tu hijo? Echemos una
ojeada a algunos datos para que empieces a ver el panorama más claro. En los
últimos 60 años los científicos fabricaron más de 140.000 sustancias químicas
nuevas. De esas sustancias, 212 fueron detectadas en la sangre y orina de miles
de personas evaluadas entre los años 1999 y 2004 por el Centro para el Control y
Prevención de Enfermedades de Estados Unidos (CDC). Más recientemente, el
Environmental Working Group (EWG) encontró hasta 414 químicos acumulados
en los tejidos de los humanos de todas las edades.
Fíjate en esto: un adulto utiliza en promedio 116 sustancias químicas
diariamente en productos de cuidado personal. El siguiente dato seguramente te
causará pánico: el mismo EWG investigó la presencia de contaminantes en la
sangre del cordón umbilical de 10 recién nacidos y encontró que ésta contenía un
promedio de 287 sustancias químicas industriales. Dicho hallazgo debe parecerte
alarmante si tienes en cuenta que cada célula del feto humano es alimentada con
esa sangre llena de sustancias tóxicas lo que puede acarrear consecuencias
gravísimas y permanentes para el producto como veremos más adelante. Intento
transmitirte mi certeza de que la fauna humana se enfrenta con la contaminación
industrial justo al comenzar su vida intrauterina, cuando cada futuro humano es
solo un puñado de células. La fábrica de niños –cuerpo materno- está llena de
porquerías.
Quisiera que entendieras que, hoy en día, “fabricar” un hijo con altos
estándares de calidad es un extraordinario desafío. No siempre fue así; el hombre
y los demás seres vivos que habitan el planeta fueron moldeados y cincelados
por su entorno físico a través de un largo proceso evolutivo. El humano es
producto de aquel mundo natural de las plantas y de los animales, de los suelos,
de las aguas, del aire y del sol que le precedió en millones de años. El cambio
que ha sufrido en apenas unas décadas el ambiente natural, con el que el humano
ha llevado una compleja relación, es simplemente brutal.
No quiero decir con esto que en un pasado remoto todo fuera dicha; tampoco
estoy insinuando que todos los seres humanos que nacieron mucho antes que
nosotros tuvieran una salud radiante y un desarrollo físico esplendoroso. Sin
duda, en todas las épocas hubo algunos medios ideales para la procreación donde
la forma de vida, acorde con la pureza y sencillez de la naturaleza, permitía una
descendencia de gran belleza física y aspecto saludable; hubo también, es
comprensible, momentos trágicos en que las condiciones no fueron nada
propicias para generar descendientes de calidad: los cambios climáticos, las
epidemias, las sequías, las hambrunas, las guerras, las amenazas de los
depredadores y hasta el corto espacio entre un embarazo y el siguiente
seguramente impidieron que muchos humanos llegaran a tener un alto grado de
excelencia. Estamos viviendo otra de esas etapas trágicas: el mundo lleno de
inmundicia, el mundo de plástico, el mundo de los alimentos falsos; el mundo
del estrés extremo, el mundo del engaño.
Antes, la salud dependía del armonioso equilibrio del hombre con su medio
con el que estaba prácticamente fundido. El genoma, que tiene toda la
información hereditaria de una persona, encajaba a la perfección en ese
medioambiente natural dado que fue ese medioambiente el que le dio forma a lo
largo de millones de años. Ahora, nuestro genoma, que es prácticamente el
mismo genoma de nuestros antepasados, no “encaja” en el medioambiente en
que vivimos porque este ha cambiado.
Nos podemos comunicar con nuestro genoma únicamente por medio de los
nutrientes que lo configuraron en esa prolongada evolución y también por medio
del sol y de la oscuridad que se suceden, como siempre, en forma interminable.
Ese es el idioma que entiende; si exponemos nuestro genoma a una sustancia
sintética extraña para él, es como si le habláramos en otro idioma. Entonces, su
desconcierto puede hacerlo reaccionar de tal forma que nos causa enfermedad.
Vivimos ahora en un medioambiente que ha sido alterado a tal grado que nos
corrompe y amenaza; para minimizar ese peligro, precisamos tener pleno
conocimiento de los cambios que, en un desatino formidable, ha hecho el
hombre a ese medio primigenio.
El ser humano se construye mediante la interacción de la información
genética con el medioambiente. Los genes contienen esa información en el ácido
desoxirribonucléico (DNA). Sin embargo, las instrucciones genéticas están
diseñadas para funcionar en un medioambiente que ya no existe, por lo menos
para una gran parte de los humanos.
Para ti, como para la mayoría de las personas el proyecto “hijo” tiene una
importancia capital. Primero, porque lo amarás inmensamente mientras vivas (y
sufrirás por él). Segundo, porque él es una extensión de tu misma vida: es tu
misma sangre y tus mismos genes que son al mismo tiempo los genes de tus
padres, de tus abuelos, de tus bisabuelos y de muchos de tus antepasados.
Las consecuencias potencialmente catastróficas de fabricar un hijo
defectuoso residen en el hecho irrefutable de que las fallas no son corregibles; o
se fabrica bien a la primera o defectuoso quedará de por vida. En este proceso no
interviene la magia ni el mito ni la buena voluntad. Pensar, por ejemplo, que la
industria médica va a reparar el daño es falso e ilusorio; lo más que hará el
médico, mientras vanidoso acaricia el estetoscopio que cuelga de su cuello, será
inspeccionar el producto y hacer saber a los consternados padres la áspera, ruda
y cruel realidad de que tienen un hijo con defectos irreparables.
Como podrás imaginar, los padres de un producto de mala calidad están
destinados a una vida menos plena y de mayor sufrimiento y, si los defectos de
fabricación son graves, a una prolongada tragedia.
Pero, ¿cómo puedes fabricar un hijo de calidad total? La respuesta está en el
conocimiento. Este libro será un puente de comunicación entre tú y la ciencia
verdadera que emana de los datos experimentales. Este trabajo, realizado en
muchos años, recopila la sabiduría y la opinión de miles de expertos
investigadores y pensadores del mundo científico. Estoy seguro de que tu
incursión en este asombroso territorio, donde la moneda circulante es la verdad,
será una experiencia fascinante que te ayudará a elaborar un nuevo concepto de
lo que es fabricar un hijo en el mundo moderno.
El siguiente paso es actuar; si haces un esfuerzo total y persistente, la
recompensa será lograr una alta calidad en la manufactura. Tendrás un hijo
robusto, atractivo e inteligente, dotado con un sistema inmune poderoso. Tu
amado hijo que te dará un millón de satisfacciones.
La calidad de tus nietos y bisnietos también depende de ti porque hay
algunos factores que pueden dañar la descendencia por varias generaciones. Si tu
hijo es expuesto a productos tóxicos durante su vida intrauterina, sus hijos,
nietos y bisnietos pueden padecer, irremediablemente, diversas enfermedades.
Por ejemplo: si durante el embarazo te expones al DDT, insecticida que aún se
usa en algunas partes del mundo, estarás transmitiendo el riesgo de que tus
nietos y bisnietos padezcan obesidad, aunque ellos nunca se expongan a este
químico tóxico. Esto es lo que se conoce como “herencia epigenética
transgeneracional” que estudiaremos en un capítulo del apéndice.
La concepción de tu hijo debe realizarse en los meses más soleados del año.
Es necesario que expongas tu cuerpo desnudo a suficiente radiación solar.
Eso será un gesto tierno y generoso para tu hijo. Basta con 15 minutos de
exposición solar diaria con el cuerpo desnudo en el lapso comprendido
entre las 10 de la mañana y las 6 de la tarde para que tu piel produzca
suficiente vitamina D.
La ropa impide la producción de vitamina D.
No es conveniente que uses bloqueadores solares: impiden la síntesis de
vitamina D.
El sol que recibas no debe pasar a través de cristales, hules o plásticos.
También puedes obtener vitamina D comiendo abundantes peces grasos
como el salmón.
Aunque no se asimila de manera eficiente por vía digestiva, tienes la opción
de tomar suplementos de vitamina D3 (colecalciferol).
Es conveniente que fabriques tu hijo al nivel del mar o a poca altura sobre
el nivel del mar. Las grandes alturas significan pobre oxigenación para la
placenta y para tu criatura.
El hombre cuyo semen fecundará tu óvulo no debe usar su Laptop sobre sus
piernas cerca de sus testículos. Puede usar computadoras con unidad central
de procesamiento (CPU) que se encuentre lejos de los testículos para evitar
la fragmentación del ADN del esperma. Vigílalo.
Recuerda que el espermatozoide puede durar hasta 74 días antes de ser
eyaculado; por lo tanto, es durante ese periodo que deben tomarse
precauciones para no dañarlo
Para cuidar el esperma, el futuro padre debe evitar los productos enlatados.
También deberá descartar los alimentos y líquidos envasados en
contenedores de plástico.
Aconseja a tu esposo que no coma patatas fritas para que su semen sea
saludable.
Infertilidad masculina
La infertilidad es la incapacidad para concebir después de relaciones sexuales
frecuentes y sin protección por más de un año. Puede deberse a problemas en el
hombre, en la mujer o en ambos. La esterilidad, por su parte, es la incapacidad
de llevar a término un embarazo y tener un hijo vivo. La prevalencia de la
esterilidad es alta en muchos países y afecta a una de cada 7 parejas siendo la
causa más común la infertilidad masculina presente en el 5% de los hombres.
Muchos factores pueden ser causa de infertilidad y uno de ellos es la baja cuenta
espermática.
En Europa, por ejemplo, se encontró que del 15-20% de los hombres de 18-
25 años de edad tienen menos de 20 millones de espermatozoides por mililitro y
aproximadamente el 40% de ellos tiene menos de 40 millones 94 . Puedo también
señalar que otro factor que afecta la fertilidad son los espermatozoides
defectuosos.
Muchos hombres infértiles producen suficientes espermatozoides como para
lograr la fertilización, pero la mayor parte de estos tiene defectos que impiden
que la concepción se realice. Se ha culpado a la fragmentación del ADN del
espermatozoide de la baja fertilidad y de consecuencias negativas como:
desarrollo defectuoso del embrión, alta frecuencia de aborto involuntario y un
aumento en la incidencia de enfermedades en la descendencia incluyendo
cánceres.
Te causará honda impresión saber que el espermatozoide humano está en
peligro: numerosas investigaciones dejan muy claro que la salud reproductiva
masculina se ha deteriorado en las últimas décadas. Estudios recientes revelaron
que de 1938 a 1990 la concentración de espermas bajó de 113 millones/mililitro
a 66 millones/mililitro mientras que la cantidad de esperma en cada eyaculación
descendió de 3.40 a 2.75 mililitros. Es importante señalar también que aumentó
el número de espermatozoides con forma anormal y baja movilidad 95 .
Otra señal de disminución de la masculinidad, aunada a la baja concentración
de espermas y al bajo volumen de semen es que los hombres de 65 años
examinados en el 2003 tuvieron concentraciones menores de testosterona en
comparación con los hombres de la misma edad examinados en 1988. En tan
solo 15 años se observó ese descenso que va aparejado con una disminución de
la fertilidad. Además, las bajas concentraciones de testosterona están
relacionadas con muchas enfermedades incluyendo: diabetes, obesidad
abdominal, síndrome metabólico, alteración de los lípidos, disminución de la
masa ósea y de la masa muscular, litiasis renal, depresión y disminución de la
calidad de vida 96 .
¡Asómbrate! los testículos actuales son más pequeños. En un estudio hecho
en Finlandia, se comparó el peso de testículos de autopsias realizadas en 1981
con el peso de testículos de autopsias hechas en 1991 y se reportó una
disminución del 11% en el peso testicular 97 . Estos cambios llevan a una
disminución de la masculinidad y se deben en parte a la contaminación química
del ambiente.
Diversos tóxicos que hay en el medioambiente han mostrado afectar la
producción de esperma que lleva a baja cuenta espermática y baja calidad del
semen. Estos tóxicos pueden incrementar el estrés oxidativo en los testículos al
estimular la producción de excesivas cantidades de especies reactivas de oxígeno
(ERO) que dañan las proteínas, los lípidos y los carbohidratos de los espermas y
fragmentan el ADN.
Los aspectos nutricionales inciden también en la baja de la masculinidad. Por
ejemplo: la cantidad de ácidos grasos esenciales ingeridos en la dieta afecta la
fertilidad. Los pacientes infértiles tienen una relación anormalmente alta de
omega-6-omega-3, esto es, exceso de omega-6 y deficiencia de omega-3 98 .
A su vez, la grasa abdominal es un indicador de estrés oxidativo que parece
estar involucrado en la disminución de la calidad del semen. Hombres de parejas
con baja fertilidad sometidos durante 6 meses a un programa de pérdida de grasa
abdominal por medio de asesoría dietética y ejercicio, perdieron grasa abdominal
y al mismo tiempo disminuyó su tasa de fragmentación del ADN espermático.
También hubo recuperación de los perfiles metabólicos con disminución de los
triglicéridos y el colesterol y mejoría en los perfiles hormonales con aumento de
la testosterona. Además, todas las esposas quedaron embarazadas y todas
llevaron a término su embarazo.
Otros compuestos que afectan también la fertilidad masculina son los
fitoestrógenos como los isoflavones, compuestos que se encuentran
principalmente en el frijol de soja y en los productos derivados de la soja. Estos
compuestos tienen actividad estrogénica (funcionan como hormonas femeninas).
Un estudio conducido en la Escuela de Salud Pública de Harvard puso en claro
que los hombres asiáticos que consumen muchos productos de la soja tienen
testículos con menor peso y más baja concentración de esperma 86 .
Numerosas drogas de prescripción pueden producir infertilidad en hombres;
entre ellas: la sulfasalazina utilizada para el tratamiento de los trastornos del
intestino irritable, algunas drogas anti-epilépticas como la carbamazepina y el
valproato y la Cimetidina usada como anti-ulceroso.
Puntos clave:
Infertilidad femenina
En la mujer, muchos factores pueden ser causa de infertilidad, uno de ellos es la
edad. El punto de máxima fertilidad de una mujer es a los 20 años de edad.
Después de los 35 años y especialmente después de los 40, es más difícil que una
mujer se embarace. El hecho de embarazarse no significa que haya éxito
reproductivo, si tomamos en cuenta que solamente el 30% de las concepciones
(unión óvulo y espermatozoide) llegan a generar un niño vivo; el 30% se pierde
antes de implantarse en el útero, otro 30% se pierde después de la implantación,
pero sin dar síntomas, y 10% son abortos involuntarios que presentan dolor y
sangrado uterino.
La radiación solar es un factor importante para la fertilidad femenina. Los
humanos somos animales diurnos programados por la evolución para vivir
durante el día en el exterior recibiendo luz solar; esto es importante porque,
como ya se ha dicho, la vitamina D se sintetiza en la piel bajo el efecto de la luz
solar.
La vitamina D es una hormona que ejerce un gran número de efectos en todo
el organismo. Antes se creía que solo regulaba el metabolismo del calcio y la
salud de los huesos; sin embargo, abundante investigación reciente indica que
tiene múltiples efectos sobre una variedad de sistemas orgánicos incluyendo el
sistema reproductivo. Se han encontrado receptores para la vitamina D en el
músculo uterino, en el recubrimiento interno del útero (endometrio), en el cuello
del útero y en los tejidos de la glándula mamaria. Concentraciones adecuadas de
vitamina D en la sangre materna son necesarias para la ovulación y la deficiencia
de vitamina D es un obstáculo para el éxito reproductivo.
Otro factor que afecta las posibilidades de concebir es el tipo de grasas de la
dieta. Por ejemplo, alta ingesta de ácidos grasos omega-3 (comer salmón) mejora
las posibilidades de concebir, mientras que una dieta alta en grasas trans (grasa
vegetal hidrogenada, margarina) impide la ovulación (la expulsión del óvulo por
el ovario) 99 .
La obesidad es otro factor adverso para la procreación, debido a que
promueve un estado de oxidación en todo el organismo; esta oxidación acelera el
envejecimiento del óvulo una vez que este ha sido expulsado por el ovario. La
oxidación se da por medio de las especies reactivas de oxígeno (ROS) que se
forman continuamente por las reacciones bioquímicas que se llevan a cabo en
todas las células del organismo. Mientras que el oxígeno en niveles normales es
necesario para que las células vivan, un exceso de éste en forma de especies
reactivas puede dañar el óvulo y comprometer la reproducción. La obesidad
produce trastornos menstruales, impide la ovulación y la fecundación del óvulo
por el espermatozoide e incrementa la frecuencia de abortos involuntarios.
La distribución de la grasa en el cuerpo de la mujer parece tener más relación
con la fertilidad que la obesidad misma. Por ejemplo, se encontró que un
incremento de 0.1 unidades en la relación cintura- cadera hace que disminuya el
30% la posibilidad de concebir por cada ciclo menstrual. Se ha considerado .7
como la relación ideal entre el perímetro de la cintura en relación con el
perímetro de la cadera; por ejemplo, si una mujer tiene 63 centímetros de cintura
y 90 centímetros de cadera, estará en la proporción correcta porque si dividimos
63 entre 90 nos dará 0.7. Sin embargo, si esa mujer aumenta su perímetro de la
cintura a 72 centímetros, habrá incrementado su relación cintura- cadera en 0.1
unidades, porque si dividimos 72 entre 90 resultará 0.8 que equivale a un
aumento de 0.1 unidades 100 . Lo primero que debe hacer una mujer que intenta
embarazarse es reducir la grasa de su abdomen porque esta genera oxidación
sistémica que daña el óvulo e impide la implantación del embrión 101 . Por otro
lado, las mujeres muy delgadas también tienen menos posibilidades de concebir.
El actual aumento en casos de infertilidad puede estar influenciado por la
presencia en nuestro ambiente de múltiples químicos hormonalmente activos.
Por ejemplo, las mujeres que trabajan en la agricultura (en el campo o en
invernaderos) y que están expuestas continuamente a pesticidas tienen un alto
riesgo de infertilidad. También tienen alto riesgo de infertilidad las personas que
consumen mucha cafeína.
Los compuestos del cigarro pueden dañar el proceso reproductivo afectando
directamente al embrión. Varios componentes del cigarro han sido identificados
en el embrión cuando apenas está formado por unas cuantas células y también en
el endometrio (recubrimiento en forma de esponja que tapiza el interior del
útero); esto demuestra que en una mujer que fuma, el embrión comienza su
desarrollo en un ambiente tóxico. Los tóxicos del cigarro afectan el
funcionamiento de los ovarios y la síntesis de las hormonas esteroides
(estrógenos y progesterona) que sostienen el embarazo.
Las sustancias tóxicas del cigarro también impiden el correcto
funcionamiento de las trompas de Falopio que, mediante los movimientos
ciliares y la contracción muscular, deben transportar con éxito al embrión rumbo
a su sitio de implantación en el endometrio uterino. Esta transportación
defectuosa del embrión explica la alta tasa de embarazo ectópico (fuera de lugar)
que se observa en las embarazadas fumadoras.
Los tóxicos del cigarro impiden la vascularización del endometrio la cual es
importante para dotar este tejido de abundante sangre, preparándolo para
alimentar al embrión cuando éste se implante entre el séptimo y el octavo día
después de la fecundación. Los componentes del cigarro también impiden la
relajación del músculo uterino necesaria para favorecer la implantación. Estos
efectos conducen a una falla en la implantación y a un aumento en el riesgo de
aborto involuntario 102 .
Existen otros compuestos químicos sintetizados por el hombre que afectan la
salud reproductiva. En un estudio se encontró que mujeres con altos niveles de
bisfenol A en sangre, cuando fueron sometidas a fertilización in vitro,
presentaron falla en la implantación del embrión; esto significa que el óvulo fue
fecundado exitosamente, pero no se “ancló” en el endometrio para empezar a
nutrirse y murió. Si una mujer consume alimentos o líquidos enlatados puede
sufrir esterilidad 103 porque el bisfenol A produce degeneración del óvulo y
disminuye su sobrevivencia 104 .
En más del 80% de mujeres estériles se encontraron altos niveles de bisfenol
A en la orina, los mismos que se relacionaron con un ovario más pequeño y con
disminución del número de folículos que son las unidades básicas de la biología
reproductiva femenina encargadas de nutrir y madurar al ovocito (precursor
inmaduro del óvulo) y de liberarlo en el momento adecuado.
Las concentraciones en sangre de bisfenol A están también relacionadas con
el aumento en la probabilidad de infertilidad producida por endometriosis,
ovario poliquístico y abortos involuntarios recurrentes.
La actividad física y la alta ingesta de ácidos grasos omega-3 (salmón, atún)
favorecen la fertilidad femenina, mientras que la fertilización de los óvulos
disminuye cuando aumenta el estrés materno.
Otro factor que favorece la fertilidad es la oscuridad. La melatonina es una
hormona que se produce principalmente en la glándula pineal. La producción de
melatonina se estimula en la oscuridad. En la noche, cuando el ojo detecta
obscuridad, manda una señal a la glándula pineal para que ésta produzca
melatonina. Si se enciende una luz, el ojo manda una señal para que se
interrumpa la producción de esta hormona. Por su gran capacidad antioxidante,
la melatonina es protectora del óvulo, por lo tanto, dormir en oscuridad completa
para que se produzca suficiente melatonina beneficia la fertilidad.
El uso regular de suplementos que contengan multivitaminas puede
disminuir el riesgo de infertilidad producidas por trastornos en la ovulación 105 .
Puntos clave:
Sol, salmón, ejercicio, obscuridad completa en la noche y una vida sin
estrés mejoran tu fertilidad.
La cafeína, el alcohol, los insecticidas y los químicos industriales como el
bisfenol A son enemigos de tu fertilidad.
la edad gestacional y bajo peso al nacer 109 . Está perfectamente bien establecido
también que después de un periodo corto entre un embarazo y el siguiente, el
producto del segundo embarazo es más angosto y más escuálido que el del
primer embarazo, sobre todo si no hay una excelente nutrición materna y si la
piel de la madre no recibe suficiente de radiación solar.
Desgraciadamente, y como era de esperarse, un corto intervalo entre las
gestaciones puede afectar también el desarrollo del sistema nervioso. Los niños
nacidos después de un corto intervalo entre los embarazos están en mayor riesgo
de desarrollar autismo en comparación con el hermano anterior y el riesgo
aumenta cuando los embarazos son separados por menos de un año 110 . También
se encontró asociación entre el corto intervalo entre el nacimiento de dos
hermanos y el riesgo de esquizofrenia del segundo hermano.
Las mujeres que tienen un parto con un intervalo de menos de 12 meses con
el parto anterior, tienen 3 veces más posibilidades de presentar depresión post-
parto causada por el agotamiento extremo de los ácidos grasos
docosahexaenoico y araquidónico 111 que son el alimento cerebral.
Se ha establecido que el intervalo óptimo entre los nacimientos es de 36-56
meses 112 .
Puntos clave:
Puntos clave
Un padre con su peso normal es lo ideal para garantizarte un hijo de óptima
calidad.
Prepara tu cuerpo con una excelente nutrición desde por lo menos 6 meses
antes del embarazo. Tu hijo debe encontrar almacenados todos los
elementos que necesita para formar cada uno de sus órganos.
2
FECUNDACIÓN
Para ti, las mantecas vegetales y las margarinas están totalmente prohibidas
durante el embarazo y la lactancia. Vale decir que durante cualquier etapa
de tu vida porque no pertenecen a la evolución y son sumamente dañinas.
Puntos clave:
Los aceites extraídos de granos, así como los alimentos que provienen de
animales alimentados con granos, son ricos en ácidos grasos omega-6.
Evítalos porque su consumo excesivo durante el embarazo puede programar
que tu hijo sea obeso durante toda su vida.
Los ácidos grasos esenciales y la salud ósea de tu hijo
El suministro de algunos nutrientes durante la vida fetal y neonatal tiene
importantes efectos sobre la descendencia que persisten durante la edad adulta.
Una dieta materna, durante el embarazo y la lactancia, que contenga una correcta
relación de ácidos grasos omega-6: omega-3 promueve la formación de huesos
con alto contenido mineral y mayor diámetro. Durante la etapa fetal y los
primeros meses de vida extrauterina se programa la robustez del esqueleto,
misma que persistirá en la edad adulta. Los mecanismos reguladores de la
formación ósea se programan en etapas tempranas de la vida (etapa fetal y etapa
de la lactancia) y no se compensan con la introducción de una dieta estándar
después del destete, según se ha comprobado en estudios animales 189 .
Cuando en la dieta materna hay excesivos ácidos grasos omega-6 y pocos
omega-3, los niños nacidos a término tienen huesos más delgados y con menos
minerales según se desprende de mediciones hechas por medio de
absorciometría de rayos X de energía dual (DEXA) en niños de 8 años de edad
190 –191 .
Aun cuando la industria de los bloqueadores solares proclama que la luz del
sol es peligrosa, ésta es indispensable para la síntesis de vitamina D.
La industria de los bloqueadores solares, al impedir con sus productos la
síntesis de vitamina D en los humanos, les incrementa el riesgo de padecer
14 diferentes tipos de cáncer.
El cáncer de piel ha aumentado en los países donde se usan más
bloqueadores solares.
Mantener nuestra piel sin radiación solar es un comportamiento contrario a
la evolución.
Si tu piel no recibe suficiente radiación solar es necesario que consumas
alimentos ricos en vitamina D o que tomes suplementos de vitamina D en
las dosis que se darán más adelante.
Es imposible que fabriques un humano de calidad sin concentraciones
adecuadas de vitamina D.
factor de riesgo para el desarrollo de síntomas de depresión después del parto 209
.
Puntos clave:
Mientras más sol reciba tu piel desnuda, tu hijo será más inteligente.
Aumentarás puntos al cociente intelectual de tu hijo por cada kilo de
salmón que comas.
La vitamina D y el autismo
El autismo es un trastorno del desarrollo del sistema nervioso caracterizado por
daño en la interacción social y en la comunicación verbal y no verbal y por
comportamientos restringidos y repetitivos. En Estados Unidos, de acuerdo con
el Centro de Control y Prevención de Enfermedades (CDC), aproximadamente 1
de cada 68 niños es diagnosticado como autista y la prevalencia va en aumento
anual de entre el 10-17%, generando costos enormes al sistema médico del país.
Se calculó que el costo de mantener a un individuo con trastorno del espectro
autista durante su periodo de vida es de aproximadamente 2.4 millones de
dólares en Estados Unidos y de 2.2 millones de dólares en el Reino Unido. Los
principales componentes del costo para el cuidado de los niños fueron los
servicios de educación especial y la pérdida de productividad paterna. Los
adultos autistas, por su parte, ocasionan gastos en el apoyo de vivienda y por la
pérdida de productividad individual.
Los genetistas no han podido encontrar una mutación genética común que
cause el autismo. Hay quienes han propuesto una nueva teoría para el
componente genético del autismo que involucra el sistema de la vitamina D. Se
descubrió que los niveles de vitamina D en los niños autistas son en gran medida
heredados; esto significa que todos los componentes del sistema de la vitamina
D están bajo control genético. Estos componentes son las enzimas que
transforman la vitamina D en su forma activa (calcitrol), el número de receptores
que tiene cada órgano incluyendo el cerebro, la proteína transportadora de la
vitamina D encargada de llevarla a todos los tejidos del cuerpo y las enzimas
encargadas de su metabolismo final.
Si al nacer el niño la madre lo alimenta con su leche también deficiente en
vitamina D y al destete lo alimenta con cereal y jugos de fruta en lugar de darle
peces grasos de aguas frías, se habrá concretado la tragedia: un niño autista en
casa. Se trata de un niño que tuvo la desventura de formar pocos receptores de la
vitamina D en su cerebro, lo que afectará en forma permanente su
comportamiento y la calidad de vida de sus padres 213 .
Otra de las acciones de la vitamina D es proteger las membranas celulares y
el ácido desoxirribonucleico (ADN) de los ataques del estrés oxidativo, algo
fundamental para la estabilidad del genoma. Es incuestionable, además, que la
vitamina D tiene potentes acciones anti-inflamatorias y es reguladora del sistema
inmune. El autismo se considera una enfermedad auto-inmune porque tanto en
los fetos como en los niños autistas se han identificado varios auto-anticuerpos
(anticuerpos que dañan el propio cuerpo) en el cerebro.
Los estudios muestran que la prevalencia de autismo en Estados Unidos está
inversamente correlacionada con las dosis de radiación solar ultravioleta
recibida. En este país, las radiaciones ultra violeta del sol son más fuertes de
marzo a octubre que en enero 214 . Las tasas de autismo son mayores en aquellos
lugares con más precipitación pluvial y cielos más nublados 215 . Un estudio
reportó que hay una relación entre la prevalencia de autismo en los niños
americanos de 6-17 años y los bajos niveles de vitamina D materna durante el
embarazo.
Dado que la vitamina D desempeña un papel importante en el desarrollo del
esqueleto, si los niños autistas son resultado de deficiente vitamina D deben, en
consecuencia, presentar trastornos en el desarrollo óseo. Eso es lo que demuestra
un estudio: los niños autistas tienen reducción del espesor del hueso cortical, que
es el hueso compacto del esqueleto 216 .
Los niños con trastorno del espectro autista tienen niveles en sangre de
vitamina D significativamente más bajos que los niños saludables. La deficiencia
de vitamina D durante el embarazo y la niñez temprana puede ser un factor que
produce el autismo 216 –218 . El incremento espantoso en la frecuencia de autismo
corresponde al creciente consejo médico de evitar el sol. Los fabricantes de
bloqueadores solares, hambrientos de ganancias, aspiran a que todos los
humanos usen diariamente sus productos; para eso proclaman a viva voz que el
sol es dañino. El médico siempre sumiso, obedece y difunde el siniestro mensaje
contrariando, ni más ni menos, que a la propia evolución.
Puntos clave:
Es mejor para ti asolearte y comer salmón que recibir más adelante la triste
noticia de que tu hijo está enfermo (y estará enfermo toda su vida) de
diabetes tipo 1.
Sol y salmón son la clave para que tengas niveles óptimos de vitamina D en
tu sangre.
Si no hay abundante sol, es útil que tomes un suplemento de vitamina D 3
de acuerdo a las dosis recomendadas.
Vitamina B 12
La dieta macrobiótica consiste en cereales integrales, frutas, legumbres,
hortalizas, algas, derivados de la soja (miso y tamari), te verde, ciruelas
umeboshi, pequeñas cantidades de algas marinas, nueces, semillas y alimentos
fermentados. Esta dieta y la dieta del veganismo poseen muy bajo contenido de
cianocobalamina (vitamina B12). La principal fuente de cianocobalamina son los
productos animales.
Se ha observado que niños nacidos de madres vegetarianas, veganas o que
llevan una dieta macrobiótica presentan alteraciones en el desarrollo cognitivo
(inteligencia) por deficiencia de vitamina B 12. Los signos y síntomas anormales
encontrados en estos niños incluyen: apatía, movimientos involuntarios de los
músculos, atrofia cerebral y falta de mielinización de las células nerviosas.
Como ya expliqué previamente, la mielinización consiste en la formación de
mielina que es una sustancia blanca y grasosa que cubre las células nerviosas y
forma una capa aislante. La mielina es necesaria para la conducción de los
impulsos nerviosos entre las neuronas; adicionalmente, protege estas de la
degeneración.
Bajos niveles maternos de vitamina B12 durante el embarazo llevan al
producto a sufrir daño en la memoria a corto plazo y en la capacidad de sostener
la atención, según evaluaciones realizadas a los 9 años de edad 241 .
En un estudio se encontró que los adolescentes macrobióticos tenían
deficiencia de vitamina B 12 y de ácido fólico y, al practicarles pruebas
psicológicas, mostraron daño en el desempeño cognitivo, mismo que puede tener
consecuencias que se pueden observar aún en etapas posteriores de la vida 242 .
La restricción materna de vitamina B12 y de ácido fólico está relacionada
también con un incremento en la cantidad de grasa visceral (gordura) de la
descendencia y con resistencia a la insulina, que no se corrige aun cuando en la
etapa escolar se suministren estos elementos 243 .
Ácido fólico
El ácido fólico y otras vitaminas del complejo B pueden ser fundamentales para
el desarrollo del sistema inmune fetal. Esta vitamina se encuentra en las vísceras
de animales, en las verduras de hoja verde, en los frutos secos y granos enteros y
en la levadura de cerveza. Si no hay una alimentación adecuada con estos
nutrientes, se recomiendan los suplementos del ácido fólico de preferencia desde
un mes antes de la concepción porque tienen un efecto preventivo sobre los
defectos del tubo neural. El ácido fólico es importante para la proliferación
celular, para la reparación de las células del sistema nervioso central y para el
desarrollo del sistema inmune.
El uso de suplementos del ácido fólico está asociado con menor riesgo en el
retardo en el lenguaje en niños evaluados a los 3 años de edad 244 . La
administración de ácido fólico en el periodo periconcepcional (alrededor de la
concepción) previene la mayor proporción (90%) de los defectos del tubo neural
y el 40% de los defectos congénitos del corazón 245 . Altas concentraciones de
ácido fólico en sangre maternal fueron asociadas con mejor desempeño
cognitivo (inteligencia) evaluado a la edad de 9-10 años. La ingesta materna de
ácido fólico durante el embarazo y la lactancia disminuye el riesgo de que el
niño desarrolle autismo 246 –247 .
La suplementación materna con ácido fólico o con ácido fólico + zinc +
hierro reduce el riesgo de disfunción renal y de síndrome metabólico en la
descendencia, mejora el crecimiento lineal y reduce la adiposidad periférica
(gordura) en niños. Las fórmulas con múltiples micronutrientes fallaron en
beneficiar el crecimiento 248 . Por otro lado, el uso de multivitaminas fue
asociado con un incremento modesto de muerte fetal temprana 249 .
Debido a que el folato no se almacena en el cuerpo en grandes cantidades,
cada embarazo agota las reservas maternas de folato las cuales tardan por lo
menos un año en recuperarse. Se ha establecido la deficiencia de folato durante
el embarazo como una causa de esquizofrenia en la descendencia 250 .
Se recomienda que todas las mujeres en edad fértil tomen un suplemento de
ácido fólico de 400-800 microgramos (μg) diariamente de preferencia desde un
mes antes de la concepción. Esta medida ha ocasionado una disminución en la
frecuencia de espina bífida, que es un efecto o abertura en una o más vértebras
de la parte baja de la espalda, y de anencefalia que es una malformación cerebral
congénita caracterizada por la ausencia parcial o total del cerebro, cráneo y cuero
cabelludo.
Puntos clave:
Vitamina A
La vitamina A es un nutriente esencial liposoluble (soluble en las grasas) que se
requiere para la formación de muchos órganos y tejidos. También es
imprescindible para el desarrollo de la inmunidad específica a cargo de los
linfocitos B y de los linfocitos T.
La deficiencia de vitamina A durante el embarazo puede causar disminución
(permanente) en el número de nefronas en la descendencia y subsecuentemente
enfermedad renal e hipertensión. La nefrona es la unidad funcional del riñón
encargada de filtrar las sustancias de desecho de la sangre para eliminarlas a
través de la orina. Un número escaso de nefronas está ligado a mayor riesgo de
hipertensión arterial, de insuficiencia renal y necesidad de diálisis 251 .
La deficiencia de vitamina A también puede causar intolerancia a la glucosa,
lo que puede ser factor de riesgo para el desarrollo de diabetes tipo 2, así como
una disminución en el número de células del sistema inmune (linfocitos de la
pared intestinal) y, en consecuencia, mayor susceptibilidad a infecciones.
Además, la ingesta limitada de vitamina A durante el embarazo incrementa el
riesgo de hernia diafragmática congénita en la descendencia 252 .
La vitamina A es un factor esencial para el neurodesarrollo porque promueve
la expresión y la regulación genética, así como la correcta proliferación y
migración neuronal. La deficiencia de vitamina A durante el segundo trimestre
del embarazo incrementa más de tres veces el riesgo de que la descendencia
desarrolle esquizofrenia en la edad adulta 253 .
Las fuentes dietéticas de vitamina A incluyen huevos, queso y yogur, así
como las frutas y verduras amarillas y anaranjadas: espinacas, brócoli,
zanahoria, mango, papaya, melón, col rizada y calabaza.
Colina
La colina es un nutriente que pertenece al grupo de las vitaminas B; se encuentra
en alimentos de origen animal (huevos, hígado de ternera) así como en alimentos
de origen vegetal como la soja y el germen de trigo. Es precursor del
neurotransmisor acetil colina y desempeña un papel fundamental en el desarrollo
del sistema nervioso central 254 . La deficiencia materna de colina durante las
etapas tempranas de la gestación afecta la función cognitiva (inteligencia) de la
descendencia. Alta ingesta de colina durante la gestación se ha encontrado
asociada con mejor memoria visual de los niños evaluados a los 7 años de edad
255 . La memoria visual es la capacidad de recordar caras e imágenes.
Zinc
La deficiencia de zinc es un problema importante que afecta al 40% de la
población mundial. De acuerdo con estudios realizados por científicos de la
Universidad de Harvard, las concentraciones atmosféricas elevadas de dióxido
de carbono (CO2 ), resultado de la quema de combustibles de carbono, producen
disminución del contenido de zinc y otros nutrientes en los cultivos alimenticios
y son causa importante de la deficiencia de zinc a nivel global 256 . El zinc es un
factor necesario para que más de 200 enzimas realicen múltiples actividades
metabólicas incluyendo la síntesis de proteínas y de ácidos nucleicos (ADN y
RNA). Sin éste no se realizan estas actividades enzimáticas.
La deficiencia de zinc durante el embarazo restringe el crecimiento fetal
incrementando el riesgo de que el producto presente bajo peso al nacer. Esto es
importante dado que, de acuerdo a lo establecido por el Dr. Baker y
colaboradores, el retardo en el crecimiento fetal está altamente correlacionada
con alto riesgo de el producto sufra enfermedades metabólicas (obesidad,
diabetes) y no metabólicas (hipertensión, enfermedad cardiovascular) al llegar a
la edad adulta 257 .
La deficiencia materna de zinc durante el embarazo se ha relacionado
también con parto prematuro, aborto, muerte fetal y defectos del tubo neural.
El zinc es un nutriente esencial para la formación del cerebro, sobre todo en
la etapa de migración neuronal, e indispensable para la correcta conformación de
la inteligencia. Su deficiencia está relacionada con alteraciones en la estructura y
la función del cerebro y con el síndrome del espectro autista. Más del 50% de los
niños autistas de 3 años de edad tienen deficiencia de zinc 258 .
La restricción de zinc durante el embarazo puede contribuir a presión arterial
elevada y lesiones en el riñón del producto cuando este llegue a la edad adulta.
Entre los daños renales se encuentra una disminución en el número y el tamaño
de las nefronas, que son las unidades funcionales del riñón. Al haber pocas
nefronas, disminuye la tasa de filtración glomerular. Esto puede ocasionar
hipertensión arterial. Adicionalmente, la deficiencia intrauterina de zinc puede
contribuir a una disminución en la sensibilidad a la insulina y a un aumento en la
ganancia de peso en la edad adulta.
Muchos alimentos son ricos en zinc, entre ellos: ostras, salmón, semillas de
calabaza, semillas de ajonjolí, chocolate negro, camarones, semillas de sandía,
garbanzos, cangrejos, yema de huevo, langosta, espinaca, cordero, linaza, carne
de cerdo, arroz integral y levadura de cerveza. No se recomienda en la actualidad
el uso de suplementos de zinc en el embarazo excepto en áreas donde las
deficiencias de zinc son comunes.
Calcio
La ingesta inadecuada de calcio durante el embarazo puede programar
hipertensión, resistencia a la insulina y obesidad en la descendencia. Los
alimentos de origen animal como la leche, huevo y pescados contienen calcio.
Entre los vegetales ricos en calcio están las espinacas, col rizada, cebolla, berros
y brócoli.
Hierro
La deficiencia de hierro es común tanto en los países en vías de desarrollo como
en los países desarrollados. Afecta el 30% de las mujeres embarazadas y su
descendencia. Los hijos de madres con anemia presentan disminución en el
desempeño de pruebas mentales y psicomotoras. El hierro es necesario para
asegurar la oxigenación y para proporcionar energía al tejido cerebral. Se ha
encontrado deficiencia de hierro en niños con el Síndrome de Déficit de
Atención.
El hierro se asimila mejor de fuentes de origen animal. Contienen hierro los
pescados, mariscos, cereales integrales, yema de huevo y vísceras. El hierro de
origen vegetal se aprovecha mal en el organismo porque estos contienen
sustancias que dificultan su absorción: el ácido fítico (se encuentra en lentejas,
garbanzos y cereales integrales), el ácido oxálico (presente en espinacas, acelgas,
coles, espárragos y chocolate) y los taninos (café, te).
Yodo
La principal causa de retardo mental en todo el mundo es la deficiencia de yodo.
Las hormonas tiroideas juegan un papel esencial en el desarrollo del sistema
nervioso central durante la vida fetal y durante los primeros años de vida fuera
del útero; el yodo es un micronutriente necesario para la producción de estas
hormonas por la glándula tiroides.
La mayor parte de yodo que hay en el mundo se encuentra en el océano. Los
humanos que viven en zonas alejadas del mar donde hay poco yodo en la corteza
terrestre pueden presentar deficiencia de este elemento químico. En estas áreas,
se recomienda la ingesta de sal yodada para cumplir la ingesta diaria
recomendada por la Organización Mundial de la Salud (OMS) DE 250 μg/día.
Entre las fuentes naturales de yodo están los productos de mar como las
algas y algunos peces como el bacalao, el róbalo, la lubina, la perca de mar y el
abadejo, así como las plantas que crecen en suelos ricos en yodo.
Las bajas concentraciones de hormona tiroidea en la madre, debida a una
deficiencia de yodo, resultan en una reducción crítica de las fuentes de hormona
tiroidea disponible para el cerebro fetal en desarrollo. Los niños nacidos de
madres con hipotiroidismo (bajos niveles de hormonas tiroideas) durante el
embarazo tienen menores niveles de cociente intelectual (IQ) 259 . Investigadores
de la Universidad de Messina, Italia, descubrieron que el 68.5% de los hijos de
madres que viven en un área deficiente de yodo fueron diagnosticados con
Síndrome de Hiperactividad con Déficit de Atención (ADHD) mientras que
ninguno de los hijos de las madres que viven en áreas de suficiente yodo fue
diagnosticado con ese síndrome 260 .
La deficiencia de yodo durante la primera mitad del embarazo puede ser
causa de autismo en la descendencia. 50 niños autistas y sus madres fueron
estudiados y comparados con otros 50 niños no autistas y sus madres: se
encontró que 54% de los niños autistas y 58% de sus madres eran deficientes en
yodo, mientras que ningún niño y ninguna madre del grupo no autista tenían esta
deficiencia 261 .
La deficiencia severa de yodo durante el embarazo incrementa la tasa de
aborto espontáneo, reduce el peso al nacer, incrementa la mortalidad infantil y
puede causar cretinismo en los niños, caracterizado este por: enanismo,
deficiencia mental, rasgos faciales toscos, piel seca y engrosada y voz ronca. En
áreas de deficiencia severa de yodo, la madre debe recibir suplementos de yodo
desde antes del embarazo o en el embarazo temprano para prevenir el daño fetal.
Esto puede mejorar el desempeño cognitivo de su descendencia.
Debes entender que si comes alimento chatarra (con altos niveles de grasas,
sal, condimentos, azúcares y aditivos alimentarios) durante el embarazo
estarás programándole “hambre permanente” de comida chatarra a tu hijo.
La comida chatarra le programará también, irremediablemente,
enfermedades metabólicas y cardiovasculares.
Tu hijo nunca será robusto si durante tu embarazo comes este tipo de
basura.
Las patatas fritas, galletas y cereales para el desayuno contienen acrilamida,
sustancia tóxica que puede dañar a tu feto en forma permanente.
La polución en el hogar
Los estudios muestran que las personas están expuestas a múltiples sustancias
tóxicas en el interior del hogar provenientes de los materiales usados en la
construcción de la casa, así como de una enorme variedad de productos de
consumo. Los contaminantes en el hogar ejercen efectos dañinos sobre la salud y
se han clasificados como “perturbadores endocrinos” (algunos los llaman
disruptores endocrinos) porque tienen la habilidad de interferir con el sistema
hormonal de nuestro cuerpo.
Cada día entendemos mejor que los ambientes interiores contribuyen de
manera importante a la exposición humana de una amplia variedad de
contaminantes. La mayoría de las casas tienen una gran diversidad de
compuestos químicos; las concentraciones de algunos químicos tóxicos son, a
menudo, mayores en el interior del hogar que en el exterior y pueden ser más
dañinas a la salud, debido a que la gente pasa hasta un 90% de su tiempo en
interiores. Esto es más grave en ambientes herméticos con poca ventilación
porque la contaminación queda atrapada dentro. Los ftalatos, por ejemplo, son
omnipresentes en el medioambiente del hogar con concentraciones mucho más
altas en las regiones urbanas que en las rurales.
Se han detectado más de 100 compuestos químicos en el aire residencial
incluyendo algunos que dejaron de producirse como el DDT prohibido en 1972
(aunque ya se está usando nuevamente) y los bifenilos policlorinados, prohibidos
en 1970. Estas sustancias aún permanecen en el aire y en el polvo, así como en la
sangre de los que han habitado por largo tiempo las casas monitoreadas.
Los químicos encontrados en el interior penetran a las casas en el aire y en el
polvo del exterior o son introducidos en productos de consumo como aerosoles,
productos de belleza, productos de cuidado personal, artículos de limpieza,
insecticidas y antimicrobianos.
Ciertamente es difícil para los compradores elegir el producto adecuado
porque algunos productos no tienen una lista completa de los ingredientes. Otros
tienen nombres equivalentes o son listados en forma abreviada y es difícil
determinar qué ingredientes están presentes en muchos de estos artículos. La
solución es no comprarlos: no llevarlos a casa.
El desarrollo de la industria química ha llevado al descubrimiento de nuevas
sustancias que no existían de manera natural en el medio ambiente donde
durante millones de años evolucionó el ser humano. La procedencia de las
sustancias químicas encontradas en el aire del interior, en el polvo del hogar y en
la sangre y orina de sus moradores es múltiple:
Evita usar los productos de belleza que ofrece la industria porque son una
amenaza para la calidad de tu hijo. Lucirás más hermosa sin toda esa
suciedad química en su cuerpo.
Bajos niveles de hormona tiroidea dañan el desarrollo del feto a lo largo de todo
el embarazo, pero especialmente durante la primera mitad de la gestación cuando
la madre es la única fuente de hormona tiroidea disponible para el cerebro en
desarrollo.
Una levísima reducción en las concentraciones de la hormona tiroidea en la
sangre materna puede dañar el desarrollo intelectual del producto. Por ejemplo:
los niños de madres que durante el embarazo tuvieron un promedio de tiroxina
libre de 9.1 partes por trillón (PPT) lograron una puntuación en cociente
intelectual (IQ) 4 puntos más alta que los niños de las madres con tiroxina libre
de 7.5 PPT. Esa levísima disminución de 1.6 partes por trillón de la hormona
tiroidea significó que los niños, evaluados entre 7 y 9 años de edad tuvieran
menor puntuación en: inteligencia, atención, lenguaje, habilidad para leer,
capacidad visual y desempeño escolar 259 .
Los ftalatos afectan el funcionamiento de la glándula tiroides haciendo que
descienda la concentración en sangre de la hormona tiroidea que esta glándula
produce; a mayor concentración de ftalatos en la sangre materna, menor cantidad
de hormona tiroidea circulante. En un estudio realizado en Taiwán, se encontró
que los niveles de ftalatos en suero y en orina recolectados durante el segundo
trimestre de embarazo se correlacionaron negativamente con los niveles de
hormona tiroidea (más ftalatos= menos hormona tiroidea) dejando al feto sin
suficiente hormona disponible para su crecimiento y, en especial, para el
desarrollo de su sistema nervioso 299 .
La carencia de suficiente hormona tiroidea puede causar efectos adversos al
feto en desarrollo y posiblemente el resultado de esta agresión solo se hace
patente en etapas posteriores de la vida. Por ejemplo, la deficiencia de hormona
tiroidea en la madre incrementa cuatro veces el riesgo de autismo en la
descendencia.
Los ftalatos son una amenaza real y persistente al desarrollo del sistema
nervioso como lo demuestra un estudio realizado con 84 bebés recién nacidos: se
encontraron ftalatos ni más ni menos que en el 88.1% de las muestras de sangre
tomadas del cordón umbilical.
El funcionamiento adecuado de la glándula tiroidea materna y de la glándula
tiroidea fetal es de vital importancia para asegurar que el desarrollo intelectual y
psicológico del feto progrese debidamente. Al inicio del embarazo, el desarrollo
cerebral fetal depende solo de la hormona tiroidea producida por la madre, dado
que la glándula tiroidea fetal no comienza a producir la hormona sino hasta
aproximadamente las 10 semanas de gestación. La carencia de suficiente
hormona tiroidea, tanto durante la vida fetal como durante los primeros años
después del nacimiento, puede afectar la arquitectura y la organización de la
corteza cerebral.
Cuando los hijos de ratas embarazadas a las que se les indujo hipotiroidismo
(bajos niveles de hormona tiroidea), fueron sacrificados y su cerebro examinado
al microscopio, se encontró que la sustancia gris del cerebro contenía menos
cuerpos neuronales. ¿Cuál es la causa de esto? Primero: la proliferación de
neuronas se limita cuando no hay suficiente hormona tiroidea y segundo:
muchas neuronas no alcanzaron a migrar completamente desde el centro hasta la
periferia y sus cuerpos se quedaron varados en una capa del cerebro que no les
corresponde; atascadas en la materia blanca, en una posición aberrante. Ver
figura 3 .
En las ratas, el periodo de gran actividad de multiplicación de las neuronas y
de la migración de los cuerpos neuronales hacia la corteza cerebral ocurre entre
los días 14-16 del embarazo 300 , mientras que en los humanos, el periodo de
mayor migración de neuronas del centro hacia la periferia para formar la corteza
cerebral ocurre de la 8-24 semanas de desarrollo fetal 301 : La migración
incompleta resulta en una conectividad dañada y en un funcionamiento
defectuoso de los circuitos nerviosos de la red neuronal de la corteza cerebral.
La corteza cerebral es el recubrimiento externo del cerebro y constituye
aproximadamente el 80% de éste; es la parte del cerebro que permite al humano
las extraordinarias funciones cognitivas superiores que incluyen: lenguaje,
percepción, atención, memoria, pensamiento consciente, acciones dirigidas,
inteligencia y sentimientos.
Puntos clave:
Ftalatos y autismo
El autismo es la discapacidad del desarrollo del sistema nervioso con más rápido
crecimiento y es considerado ya una epidemia. De 1990 a 2010, la tasa de
autismo aumentó el 30%. Según el Centro para Control y Prevención de
enfermedades, (CDC) en Estados Unidos en 1970 había un caso diagnosticado
de autismo por cada 2.500 niños de 8 años; en 2010, la cifra asciende a uno por
cada 68 niños 302 . Estos datos reflejan un crecimiento formidable en la
prevalencia de esta enfermedad y, por desgracia, este ascenso aún no termina.
Los síntomas del autismo aparecen típicamente antes de los 3 años de edad y
esta discapacidad acompaña a la persona durante toda la vida. Se le llama
también trastorno del espectro autista porque las personas que lo padecen
presentan una amplia variedad de síntomas. El autismo es una de las
enfermedades más difíciles que puede enfrentar una familia; “es desgarrador”;
dice la madre de un niño autista; “ha desquiciado completamente nuestra
existencia”; dice otra.
Hasta hora, la comunidad científica no tiene nada que ofrecer a estos
pacientes porque los resultados del tratamiento son desalentadores: programas
terapéuticos de arte, terapia del habla, terapia ocupacional, sesiones de oxígeno
en una cámara presurizada para tratar la inflamación y aumentar la irrigación
sanguínea del cerebro, quelación intravenosa para eliminar metales del cuerpo,
vitaminas, hierbas, dietas especiales y rezos; todo intentan los padres en su
desesperación por aliviar a su hijo.
El autismo se caracteriza por una función anormal en la interacción social,
dificultades en la comunicación y patrones de comportamiento repetitivo. Los
autistas perciben el mundo como un lugar amenazante, sintiendo miedo a cada
momento; atrapados en interminables conductas repetitivas, no se percatan que
las personas se comunican entre ellas. Tampoco saben que los ojos, los rostros y
las voces transmiten mensajes; por eso les es imposible conectarse con otras
personas. Tienen problemas con el lenguaje y directamente nunca hablan.
Tampoco obedecen instrucciones y su habilidad para socializar con otros está
dañada. Consideran a las otras personas como herramientas u objetos.
Los jóvenes autistas son reactivos e impulsivos emocionalmente y no
mantienen el autocontrol. Si no obtienen lo que quieren es el fin del mundo y
pueden tener auténticos ataques de furia.
El tamaño del cerebro en el autismo es ligeramente reducido al nacer y
aumenta dramáticamente durante el primer año de vida. Al cumplir su primer
año es posible comprobar, por medio de la Resonancia Magnética Nuclear
(NMR), que su cerebro es mayor que el promedio de su edad. Alrededor del 20%
de los pacientes con autismo tienen cabeza muy grande, sin embargo, no todas
las partes del cerebro crecen rápidamente, solo algunas lo hacen. Aunque hay un
aumento en el número de neuronas en algunas áreas del cerebro, estas células
nerviosas están reducidas de tamaño. También se observa una deficiente
migración de neuronas a su destino previsto.
Hasta el 40% de los pacientes autistas padecen epilepsia y el 70% tienen
retardo mental mientras que otros pueden estar dentro del promedio o tener una
habilidad por encima de la normal.
Las causas precisas del autismo se desconocen; sabemos que el autismo
viene de familia y los científicos continúan en la búsqueda de los genes
culpables que, interactuando entre sí y con el medio ambiente, producen la
enfermedad.
Los trastornos del espectro autista (ASDs) están en constante aumento de
frecuencia, por lo que se cree que hay factores en el medio ambiente
responsables de ese incremento; la exposición tanto antes del nacimiento como
después del nacimiento a algunos químicos tóxicos puede ser la responsable de
la actual epidemia de autismo.
Los siguientes factores se han relacionado con el autismo: tabaquismo
materno, sexo masculino, problemas económicos en la familia y deficiente
ventilación en la casa.
Los ftalatos, debido a su uso extensivo y a su persistencia, se presentan como
interesantes candidatos a ser factores de riesgo para el autismo. Estos químicos
pueden ser transferidos de la madre al feto y dañar su desarrollo cerebral.
Se ha reportado que una gran proporción de niños con autismo tienen pisos
de cloruro de polivinilo (PVC) en su habitación y en la habitación de sus padres,
en comparación con niños sin autismo. El piso de PVC es una fuente importante
de ftalatos en el aire del interior del hogar. También el asma y la prevalencia de
alergias están asociadas con las concentraciones de ftalatos en el polvo
sedimentado en la recámara de los niños 303 .
He dejado establecido ya, primero, que las altas concentraciones de ftalatos
en sangre materna producen un descenso en la producción de hormona tiroidea y
segundo, que esta hormona es indispensable para el desarrollo normal de la
arquitectura del cerebro. Es posible afirmar que el sistema tiroideo es el
“constructor del cerebro”. La deficiencia materna de hormona tiroidea, conocida
como hipotiroidismo, aun siendo transitoria, puede aumentar 4 veces el riesgo de
tener un niño autista 304 –305 .
Las características estructurales de los cerebros autistas se deben a un
proceso defectuoso que ocurre en etapa temprana del desarrollo (primera mitad
del embarazo) y estas características anatómicas anormales son permanentes e
irreversibles. Por eso es imprescindible que elimines todas las posibles fuentes
de ftalatos en el ambiente donde vas a “fabricar” a tu hijo hermoso.
Los ftalatos no son los únicos químicos tóxicos que interfieren con la
producción, transporte y metabolismo de la hormona tiroidea. Se sabe que más
de 100 sustancias agreden el sistema de la hormona tiroidea. Entre estos se
encuentran: plomo, selenio, bifenilos polibrominados, insecticidas, mercurio,
cloruro de cadmio y fenobarbital 306 .
Dado que cada día se sintetizan nuevas sustancias químicas, es posible
pensar que el riesgo de daño al sistema de nuestras glándulas seguirá latente.
Aparte del daño al desarrollo del sistema nervioso, la escasez de hormona
tiroidea puede dañar el desarrollo de otros órganos, así como el ojo y el oído.
El bisfenol A
El bisfenol A fue sintetizado por primera vez en 1891 pero fue identificado como
un estrógeno sintético o xenoestrógeno hasta 1930. A partir de 1950 comenzó su
producción masiva para emplearlo en la fabricación de policarbonato plástico
usado en productos como: biberones, contenedores de alimentos y bebidas,
lentes de anteojos, dispositivos médicos, discos compactos y discos versátiles
digitales (DVD). Se usa también para fabricar resinas epoxy, estas últimas
forman parte del recubrimiento interno de latas de bebidas y alimentos.
El bisfenol A se agrega también como aditivo a diversos tipos de plástico
como el cloruro de polivinilo (PVC) utilizado para fabricar tubería médica y
juguetes y al tereftalato de polietileno (PET) con el que se fabrican las botellas
de soda y agua mineral.
Actualmente se usan más de 5 millones de toneladas de bisfenol A para
producir plástico de policarbonato ante la creciente demanda de las industrias
productoras de bienes de consumo, de los fabricantes de dispositivos médicos,
de la industria de la construcción y de la industria automotriz. Otros 1.4 millones
de toneladas de bisfenol A se usaron para fabricar resinas epoxi con las que se
recubre las latas que contienen bebidas y alimentos para preservarlas de la
oxidación y de la corrosión.
El bisfenol A es uno de los químicos que más se producen a nivel mundial y
se encuentra en la mayor parte de productos enlatados, en los plásticos, en el aire
de interiores, en el polvo del hogar, en el suelo, en el agua y en los desechos
industriales. También está presente en algunos selladores dentales y en los
recibos de papel de impresión térmica.
El bisfenol A se combina con bromo o cloro para hacer retardantes de flama;
el más usado es el tetrabromobisfenol con una producción global de más de
60.000 toneladas por año. Los retardantes de flama tienen la propiedad de
reducir la inflamabilidad de productos plásticos (electrónicos y muebles) y
textiles (ropa). Dado que no se une químicamente a los plásticos, el bisfenol A
migra o trasuda de todos estos artículos hacia el medio ambiente y contamina
aire, agua, polvo y alimentos.
El bisfenol A tiene una estructura química similar a la hormona femenina
estradiol, lo que lo convierte en un perturbador del sistema endocrino con
capacidad para dañar los sistemas reproductivos masculino y femenino, para
producir alteraciones en el comportamiento y actuar como carcinógeno. La
mayor parte de los humanos tienen niveles detectables de esta sustancia en la
sangre y en la orina. Los niños tienen niveles más altos que los adultos porque
tienen menor capacidad para eliminarlo. En la mayor parte de tejidos humanos
está presente el bisfenol A, con la más alta concentración en la grasa seguida por
el hígado y el cerebro.
La principal fuente de exposición al bisfenol A es la ingestión, pero también
se absorbe por la piel y se inhala con el aire contaminado de polvo. El bisfenol A
trasuda de las botellas de policarbonato hacia el agua y otras bebidas contenidas
en ellas. Los alimentos enlatados y empacados en policarbonato contienen
bisfenol A 333
Las latas usadas como contenedores de alimentos y bebidas están protegidas
de la oxidación y de la corrosión por un recubrimiento interior de resinas epoxy;
el bisfenol A es uno de los componentes de esas resinas y escurre hacia el
contenido de la lata. Las altas temperaturas y la exposición a sustancias ácidas
incrementan esa migración. Después de que las latas son sometidas a
esterilización en autoclave a altas temperaturas, usualmente son almacenadas por
semanas, meses o años antes de ser vendidas; durante ese periodo de tiempo se
puede incrementar la acumulación de bisfenol A en los alimentos y bebidas.
El bisfenol A se usa también para hacer películas de estiramiento para
empacar alimentos: estas películas pueden ser importantes como fuente de
contaminación de los alimentos con este químico tóxico70 .
Los individuos que consumen soda, lonches escolares y alimentos
preparados fuera de casa tienen altas concentraciones de bisfenol A en orina 334 y
se comprobó que beber líquidos envasados en botellas de policarbonato por una
semana, incrementó los niveles urinarios de bisfenol A al 66%66 , en tanto que el
consumo de sopa enlatada durante 5 días consecutivos elevó las concentraciones
de bisfenol A en los participantes en más del 1000%, en comparación con los
participantes que consumieron sopa fresca 335 .
El hecho de consumir alimentos frescos, no enlatados o empacados en
plástico, hace que los niveles de bisfenol A en orina desciendan en forma
significativa. Los investigadores encontraron que más del 75% de los productos
alimenticios analizados en Estados Unidos y en China contenían bisfenol A.
Las personas que utilizan vajillas de cerámica tienen concentraciones
significativamente menores de bisfenol A en orina que aquellas que usan tazas
de plástico o que toman líquidos en botellas de plástico. Los recipientes de
plástico también liberan bisfenol A hacia la sopa caliente que se sirve en ellos.
El bisfenol A se absorbe a través de la piel después de usar desinfectante para
manos. Después de aplicarlo, el bisfenol A contamina los alimentos que se
toman con las manos, es ingerido, se absorbe en el estómago y en el intestino y
llega a la circulación para luego ser eliminado por la orina 336 .
La tinta de las impresoras contiene bisfenol A; también algunos productos de
papel, particularmente los papeles térmicos (recibos) en los que el bisfenol A es
usado para desarrollar color. El bisfenol A funciona como una especie de tinta
invisible que se hace visible en el papel en respuesta a la presión y al calor. En
los recibos, el bisfenol A no está unido químicamente al papel; está libre y es
capaz de contaminar la piel, los billetes y otros objetos.
En Europa se utilizan 1.6 millones de kilos de bisfenol A para fabricar
recibos de papel térmico como los que te dan en cualquier tienda. Los
investigadores comprobaron que con el hecho de sostener con los dedos un
recibo durante 10 segundos se transfieren a la piel 2.5 microgramos de bisfenol
A y si se frota el recibo la cantidad que se absorbe aumenta enormemente.
Además, los recibos de impresión térmica pueden contaminar los billetes si se
guardan junto con ellos en la cartera. Se encontró bisfenol A en todos los billetes
analizados de 21 países 337 .
Las cajeras pueden tener mucho más altas concentraciones de bisfenol A en
orina que las personas dedicadas a otras ocupaciones porque la mayor parte de
los recibos usados en las tiendas contienen éste químico. Un recibo de papel
térmico puede contener hasta el 2.2% de su peso total de bisfenol A. Una cajera
puede tener concentraciones tan altas de bisfenol A como una persona que
consume grandes cantidades de alimentos enlatados.
Aunque los recibos de impresión térmica contienen las más altas
concentraciones de bisfenol A, otros productos de papel también contienen este
químico: servilletas de papel, periódicos, revistas, cajas de cartón, toallas de
papel, tarjetas, notas de los bancos, filtros de cigarrillos y papel para envolver
alimentos 338 . Muchas toneladas de bisfenol A procedentes del papel higiénico
contaminado van a parar a las aguas residuales en todo el mundo contribuyendo
a la feminización de la vida salvaje.
El bisfenol A tiene función estrogénica, es decir, funciona como hormona
femenina; al mismo tiempo bloquea la acción normal de las hormonas
masculinas e impide el funcionamiento de la hormona tiroidea. La exposición
“in útero” a altas concentraciones de bisfenol A se ha relacionado con: obesidad,
diabetes, resistencia a la insulina, enfermedades cardiovasculares, trastornos
reproductivos, cambios en el desarrollo de la glándula mamaria y de la próstata
(que pueden predisponer al cáncer), daño hepático, perturbación en la
diferenciación sexual del cerebro, trastornos del comportamiento y, en las
hembras, pubertad precoz y ovario poliquístico.
Todos los fetos estudiados y la mayor parte de las mujeres embarazadas
tienen cantidades medibles de bisfenol A en su cuerpo. Esto es preocupante no
solo por ellas, sino también porque en sus fetos en desarrollo el bisfenol A puede
producir efectos a corto y a largo plazo, estos últimos a través de “mecanismos
epigenéticos” que serán estudiados más adelante.
Con el hecho de embarazarse, los niveles de bisfenol A aumentan (hasta el
26% en un estudio) porque durante el embarazo la eliminación de este tóxico se
hace más lenta 339 . El bisfenol A cruza la placenta y se encontró en
concentraciones 5 veces mayores en el líquido amniótico (donde el bebé flota
mientras está en el útero) obtenido durante las semanas 15-18 del embarazo que
en otros líquidos corporales como la sangre materna y la sangre del cordón
umbilical65 .
La presencia de bisfenol A en los tejidos placentarios puede causar efectos
dañinos que conducen a resultados adversos del embarazo como, por ejemplo:
pérdida del embarazo, parto prematuro, preeclampsia y reducción del
crecimiento.
Puntos clave:
Los pesticidas
La exposición de los humanos a los pesticidas es un tema complejo porque
involucra muchos compuestos de estructura química diferente, mismos que
pueden penetrar al organismo por la respiración, a través de la piel o por
absorción intestinal después de ingerir alimentos contaminados. Los pesticidas
son sustancias usadas para controlar plagas (herbicidas, fungicidas, insecticidas,
rodenticidas). Una vez que se aplican, se dispersan en el aire, en el agua y en el
suelo. El hombre puede estar expuesto a los pesticidas por su trabajo
(agricultura, floristería, jardinería), por el uso doméstico de insecticidas, por el
uso de antiparasitarios en humanos y en mascotas o por la inhalación de
pesticidas volatilizados en el ambiente.
La exposición a los pesticidas durante el embarazo se está convirtiendo en un
importante problema de salud pública porque puede afectar el desarrollo del feto.
La mayor parte de los hogares en el mundo tienen almacenado algún tipo de
pesticida. La exposición a pesticidas en el interior del hogar es de considerable
magnitud: en algunos estudios, un alto porcentaje de mujeres (85%) reportaron
el uso de algún tipo de plaguicida en el hogar durante el embarazo y estas
sustancias tóxicas se detectaron en el 97.7-100% de las muestras de aire del
hogar y en el 39-70% de las muestras de sangre recogidas tanto de las madres
como de sus bebés al momento del nacimiento 362 .
Varias semanas después de una sola aplicación de un pesticida en el hogar
aún se detectan residuos de mismo y es posible que, sobre todo los niños,
alcancen niveles extremadamente peligrosos de estos químicos en su sangre por
inhalación de polvo mientras gatean o juegan en el piso.
Los pesticidas se ingieren con alimentos contaminados; por ejemplo: con el
hecho de sustituir las dietas convencionales por dietas orgánicas se logró
disminuir hasta niveles no detectables los insecticidas Malatión y Clorpirifós en
un grupo de niños estudiados 363 . En los cultivos orgánicos no se utilizan
pesticidas químicos.
Algunos insecticidas perturban el crecimiento fetal; los hijos de madres
expuestas durante el embarazo a altos niveles residenciales de ciertos
insecticidas (Clorpirifós, Diazinón) pesaron en promedio 215 gramos menos que
los hijos de madres no expuestas 314 . Otros insecticidas como el Malatión
acortan la duración del embarazo 364 .
Se ha confirmado que los pesticidas son tóxicos para el desarrollo del
sistema nervioso. Los pesticidas organofosforados (Malatión, Paratión, Paratión
metílico, Clorpirifós, Diazinón, Fosmet, etc.) tienen amplios usos domésticos
para el control de plagas en plantas del interior y en jardinería residencial. La
presencia de metabolitos de Malatión y Clorpirifós en la orina materna durante el
embarazo está relacionada con problemas de desarrollo mental en la
descendencia, de acuerdo a evaluaciones realizadas a los 2 años de edad 365 ;
también está relacionada con un déficit de 7.0 puntos en el cociente intelectual
(IQ) según mediciones realizadas en los niños a la edad de 7 años 366 .
La residencia materna cerca de un área agrícola donde se aplican pesticidas
puede estar asociada con trastorno del espectro autista en la descendencia 367 y
con defectos del tubo neural 368 .
La exposición prenatal a pesticidas como el Clorpirifós se encontró asociada
con una pequeña pero significativa reducción de la circunferencia de la cabeza.
Esto es importante porque se sabe que una cabeza de tamaño pequeño predice
una subsecuente disminución en inteligencia 369 .
Se ha comprobado en ratas que la exposición al Clorpirifós antes del
nacimiento o en los primeros días de vida postnatal altera las características de
algunas áreas del cerebro anterior involucradas en la función cognitiva
reduciendo el número de neuronas, así como el número ramificaciones e
interconexiones 370 .
Algunos pesticidas tienen efectos estrogénicos y al mismo tiempo funcionan
como antagonistas de las hormonas masculinas; las mujeres que por su trabajo
están expuestas a pesticidas tienen riesgo elevado de tener un hijo con
criptorquidia, que es el descenso incompleto de uno o de los dos testículos a
través del canal inguinal 371 , con menor volumen testicular evaluado por
ultrasonido a la edad de 11 años y con longitud del pene más corta 372 . También
hay mayor riesgo de que las niñas presenten desarrollo precoz de la glándula
mamaria 373 .
Los pesticidas organoclorados que incluyen el DDT, los bifenilos
policlorinados y el clordano perturban la programación embrionaria y el
desarrollo de las gónadas durante la vida fetal causando lo que se conoce como
el síndrome de disgenesia testicular. Este síndrome está caracterizado por
testículo no descendido, hipospadias, baja fertilidad y tumor testicular de células
germinales.
La loción Kwell, utilizada para combatir la sarna y el champú Kwell, usado
para combatir los piojos contienen lindano. El lindano es tóxico para el sistema
nervioso y la exposición al lindano durante el embarazo causa defectos de
nacimiento y cáncer en la descendencia. La exposición paterna a pesticidas en el
trabajo cerca del día de la concepción incrementa el riesgo de tumores cerebrales
y leucemia en la descendencia 374 .
Se han estudiado otros pesticidas que tienen efectos perturbadores cuando
están dentro del cuerpo de la mujer embarazada como, por ejemplo: el
metoxicloro, usado contra moscas, mosquitos, cucarachas y una gran variedad de
otros insectos y la permetrina, sustancia sintética utilizada en todo el mundo
como insecticida y acaricida y como repelente de insectos y piojos.
El vinclozolin es un fungicida utilizado en las frutas y verduras y en el
césped de los campos de golf. En roedores se ha demostrado que la exposición a
este químico durante el embarazo promovió la transmisión transgeneracional de
enfermedades que inician en la edad adulta. Aún la tercera generación de
animales no expuestos directamente al químico tóxico presentó enfermedades
como: defectos en el testículo, en los espermatozoides, en la próstata y en el
riñón en los machos y ovario poliquístico en las hembras.
En los humanos, la exposición in útero a este químico daña la fertilidad
masculina no solo del descendiente expuesto sino en los hombres que nacerán
tres o más generaciones adelante. Esta es la ya mencionada herencia
transgeneracional de enfermedades que inician en la edad adulta. Cuando una
madre embarazada se expone al vinclozolin, hasta cuatro generaciones de
descendientes sufren un aumento en la prevalencia de tumores, enfermedad del
riñón y enfermedad de la próstata.
La dioxina es un químico ambiental persistente que se encuentra en el medio
ambiente en todo el mundo y se acumula en la cadena alimentaria,
principalmente en el tejido graso de los animales. Más del 90% de la exposición
humana se debe al consumo de alimentos cárnicos, pescados, mariscos y
productos lácteos contaminados.
Puntos clave:
Los parabenos
Los parabenos, de los que he hablado ya, son compuestos sintéticos ampliamente
utilizados como conservadores por sus propiedades fungicidas y bactericidas. Se
añaden a productos farmacéuticos (medicamentos), así como a cosméticos y
múltiples productos de cuidado personal usados en niños y adultos como:
champús, cremas hidratantes, lociones para las manos, lociones para el cuerpo,
bronceadores, bloqueadores solares, lápices labiales, lociones faciales,
limpiadores faciales, rímel, jabón para las manos, acondicionadores, aerosoles y
geles. También se usan como ingredientes en algunas pastas dentales.
A partir de 1930, se usan también como aditivos en la conservación de
alimentos tales como: conservas, salsas de mesa, aderezos, jaleas, ensaladas,
jugos, refrescos, repostería y pastelería. Por su efecto anti-hongos, los parabenos
se usan ampliamente para fabricar productos de papel como cajas de cartón,
billetes, volantes y toallitas sanitarias.
Se han detectado parabenos en los ríos, en el suelo agrícola, en las aguas
residuales, en el agua de beber, así como en el polvo y en el aire del interior del
hogar.
Los cosméticos representan la ruta de exposición predominante dado que los
parabenos se absorben fácilmente en la piel. El metilparabeno es el agente más
comúnmente usado; el lápiz labial contiene la más alta concentración de
parabenos. Mientras más productos de cuidado personal use una persona, más
elevadas concentraciones de parabenos tiene en su sangre.
Los parabenos pasan a través de la placenta hacia el feto y a veces las
concentraciones de estos químicos son más elevadas en el feto que en la madre,
lo que sugiere que éste tiene menor capacidad para eliminarlos. También se han
encontrado concentraciones de parabenos incluso más altas en el líquido
amniótico que en la sangre materna.
Los parabenos, por su efecto estrogénico, han sido relacionados con defectos
en el tracto reproductivo masculino y con cáncer de pecho. Además, los
parabenos promueven la adiposidad (formación de tejido graso en el cuerpo).
Puntos clave:
Bifenilos policlorinados
Los bifenilos policlorinados son compuestos ampliamente usados como
retardadores de flama; se aplican a una amplia variedad de textiles, a diversos
materiales de construcción, a los transformadores y al equipo electrónico,
incluyendo televisiones y computadoras.
Dado que estos químicos no se unen químicamente a los materiales que los
contienen, se liberan al medio ambiente. La concentración de bifenilos
policlorinados en la sangre, en la leche y en los tejidos humanos ha aumentado
considerablemente en los últimos 30 años; la misma tendencia se observa en los
mamíferos y aves marinas.
La exposición in útero a bifenilos policlorinados está asociada con baja
calidad del semen y bajos niveles de hormonas reproductivas (testosterona)
medidos cuando la descendencia llega a la edad adulta. Se encontró relación
entre los niveles de bifenilos policlorinados en el calostro con mayor
probabilidad de testículo no descendido (criptorquidia congénita) en los recién
nacidos 380 .
La exposición a mezclas de varios compuestos tóxicos puede contribuir a
mayores daños al sistema reproductivo y nervioso que la exposición a un solo
químico. Esto es conocido como el “efecto mezcla”, y complica aún más la
investigación del papel de los perturbadores endocrinos en el éxito reproductivo.
Bifenilos polibromados
Los bifenilos polibromados, así como los éteres de bifenilos polibromados, son
compuestos químicos que se encuentran en el plástico de una variedad de
artículos de consumo: monitores de computadoras, televisores, telas y espumas
plásticas. Se usan como retardadores de flama y son mezcla de hasta 209
componentes individuales. En un estudio, altos niveles de estos químicos en el
cordón umbilical se relacionaron con baja puntuación en las pruebas de
desarrollo físico y mental en las evaluaciones realizadas a los 12, 48 y 72 meses
de edad 381 .
Tabaquismo materno
El tabaquismo materno puede afectar gravemente la salud reproductiva. Aparte
de la nicotina y el monóxido de carbono, el cigarro contiene más de 7.000
constituyentes químicos y aditivos, incluyendo agentes productores de cáncer,
hidrocarburos policíclicos aromáticos y metales pesados tóxicos. La mayor parte
de estos componentes pueden cruzar la barrera placentaria y ocasionar al feto
daños que pueden perdurar durante toda su vida.
Durante las últimas décadas, la prevalencia del tabaquismo entre las mujeres
en edad reproductiva se ha incrementado y varía dependiendo de la edad y del
nivel educacional. Por ejemplo, se estimó que, en el Reino Unido, la prevalencia
de tabaquismo en mujeres embarazadas menores de 20 años es de 45% mientras
que en Nueva York se encontró que el 39% de las mujeres embarazadas fuman
un promedio de 10 cigarrillos al día.
Se sabe que el consumo habitual de cigarrillos está asociado con alto riesgo
de infertilidad femenina y con resultados adversos del embarazo como: aborto
espontáneo, parto prematuro y bajo peso al nacer.
Las mujeres que fuman desde un mes antes de la concepción hasta el final
del primer trimestre del embarazo son más propensas a tener hijos con defectos
congénitos de corazón que aquellas que no fumaron durante este periodo de
tiempo 382 .
Las hijas de mujeres que fuman durante el embarazo tienen mayor
posibilidad de sufrir retardo en la primera menstruación 383 .
El tabaquismo materno durante el embarazo está asociado también con
múltiples deformaciones en la descendencia como: pie zambo, ausencia o
insuficiente desarrollo de manos y pies, malformaciones de brazos y piernas y
anomalías digitales entre las que se encuentran ausencia de dedos, dedos
fusionados o excesivo número de dedos (dedos supernumerarios).
El tabaquismo materno también está relacionado con deformidades del
cráneo, labio leporino, paladar hendido y ausencia de ojos, así como con
defectos congénitos en la faringe, esófago, intestino delgado, colon, conductos
biliares, vesícula biliar, hígado, órganos genitales, vejiga urinaria, riñones, uréter
y uretra. Otros efectos son aumento en el riesgo de criptorquidia (testículo no
descendido) y de estrabismo (los músculos del ojo no trabajan en armonía y
mientras que un ojo mira un objeto, el otro se desvía en una dirección diferente).
Usando imágenes de resonancia magnética en niños de 6-8 años expuestos
prenatalmente al humo del cigarro, se encontró que presentaron disminución en
el volumen total del cerebro y disminución en el volumen de sustancia gris; estos
cambios están relacionados con problemas afectivos (depresión, ansiedad,
trastorno bipolar) 384 .
El tabaquismo durante etapas tempranas del embarazo es causa de un
incremento en el riesgo de autismo en la descendencia como lo demostró un
estudio realizado con 700.000 niños de 11 estados de la Unión Americana.
También se encontró relación entre el tabaquismo materno y un incremento en el
riesgo de nacimiento por cesárea 385 .
La exposición a contaminantes del cigarro, evaluada en muestras de sangre
tomadas del cordón umbilical, fue relacionada con problemas de conducta en
niños de edad escolar reportados por el maestro del salón de clases, y con alta
prevalencia del Síndrome de Hiperactividad con Déficit de Atención (ADHD)
386 .
Las mujeres que no fuman deben evitar el humo de otros fumadores
(tabaquismo pasivo o humo de segunda mano). Los hijos de madres expuestas
durante el embarazo a humo de otras personas están en riesgo de sufrir retraso en
el desarrollo del sistema nervioso 387 , Síndrome de Hiperactividad con Déficit
de Atención y mayor riesgo de ser diagnosticados con alguna enfermedad
psiquiátrica como: trastornos del comportamiento, trastornos emocionales o
adicción a sustancias psicoactivas cuando llegan a la edad adulta 388 .
La aspiración de humo de segunda mano también está relacionada con:
No debes fumar.
Aléjate de los fumadores; respirar humo de segunda mano es dañino para tu
bebé.
La cafeína
La mayor parte de los humanos consumen bebidas y alimentos que contienen
cafeína. La cafeína es un alcaloide que actúa como estimulante leve del sistema
nervioso central y se encuentra en muchas bebidas incluyendo: café, té, refrescos
de cola y chocolate. Muchos medicamentos que se venden sin receta contienen
cafeína; por ejemplo: tabletas antigripales, antialérgicos, diuréticos y analgésicos
para el dolor de cabeza. Te hago notar que la cafeína pasa fácilmente a través de
la placenta y se encuentra también en la leche materna.
Los efectos de la cafeína sobre el desarrollo embrionario y fetal han sido
comprobados por muchos investigadores tanto en animales como en humanos.
Muchos productos que contienen cafeína se consumen a temperaturas cercanas a
los 60 grados centígrados y las altas temperaturas incrementan el efecto de la
droga.
La cafeína durante el embarazo trastorna el desarrollo del tejido óseo: a un
grupo de ratas embarazadas se les administró cafeína disuelta en agua caliente
(46˚C) a través de un tubo inserto en el estómago, mientras que a otro grupo se
le administró solamente agua a la misma temperatura. Los descendientes de las
ratas que recibieron la cafeína presentaron deterioro en la mineralización ósea
(disminución significativa del contenido de calcio en los huesos) confirmada por
rayos X, así como múltiples malformaciones 398 . Tomar cafeína a alta
temperatura puede tener efectos adversos severos sobre el feto.
El consumo materno de cafeína durante el embarazo está relacionado con un
incremento del 87% de obesidad en la descendencia y, de manera particular, con
obesidad de tipo persistente 399 .
Puntos clave:
Ejercicio y embarazo
El ejercicio físico favorece el desarrollo del sistema nervioso porque incrementa
la actividad del factor neurotrófico derivado del cerebro (BDNF). Este factor es
importante para la correcta configuración de la red neuronal. Las investigaciones
tanto en animales como en humanos demostraron que los hijos de madres que se
ejercitan regularmente durante el embarazo tienen mejor inteligencia
(desempeño cognitivo) que los hijos de madres que no hacen ejercicio 436 .
Puntos clave:
Música en el embarazo
Has aprendido ya que el medio ambiente prenatal es de importancia crucial para
el desarrollo del cerebro y de las capacidades cognitivas. Los hijos de madres
primigestas de 19-29 años de edad expuestas a una hora diaria de música
grabada a partir de la semana 20 de embarazo, se desempeñaron
significativamente mejor en las pruebas de valoración neonatal que los hijos de
mujeres que no escucharon música 465 . Así mismo, la terapia musical durante el
parto vaginal reduce la ansiedad y el dolor.
Ultrasonido y autismo
Durante las últimas dos décadas la incidencia de autismo se ha incrementado
notablemente en forma paralela con el incremento en el uso de ultrasonido en las
exploraciones obstétricas. El ultrasonido es una vibración mecánica de alta
frecuencia que puede agitar violentamente las neuronas cuando van migrando en
forma ordenada del centro hacia la periferia del cerebro (ver figura 2 ). No
olvides que son aproximadamente cien mil millones de neuronas las que van a
formar la corteza cerebral de tu hijo y es fácil imaginar que se puede alterar su
orden con estas vibraciones. Los siguientes datos ponen de manifiesto que es
posible que exista una relación entre el uso de ultrasonido y problemas del
desarrollo del sistema nervioso:
Después de una cesárea, es muy probable que los siguientes embarazos tengan
que ser resueltos también por cesárea. Además, después de una cesárea las
posibilidades de un nuevo embarazo disminuyen en el 9%.
El modo natural, diseñado por millones de años de evolución, es dar a luz
por vía vaginal porque la cesárea puede traer consecuencias a largo plazo para el
producto y para la madre. La cesárea innecesaria es una agresión de la industria
médica al proyecto de fabricar hijos.
Puntos clave:
La mejor forma de evitar que tu hijo tenga que estar visitando al alergólogo
es que nazca por vía vaginal.
Etapas de la lactancia
Durante los primeros 5 días después del parto, la glándula mamaria produce
calostro en pequeñas cantidades (100 ml. Por día); durante los siguientes 5-15
días se produce una leche de transición y de los 15 días en adelante se produce la
leche madura.
Factores de crecimiento
La leche humana contiene numerosos factores de crecimiento que ejercen
amplios efectos en el desarrollo del tracto intestinal, del sistema nervioso, del
sistema endócrino (nuestras glándulas) y en el desarrollo de las arterias y venas
de todo el cuerpo. Entre ellos se encuentran los siguientes:
Por el lado del bebé, el peso al nacer, la edad del embarazo, el estado de
alerta, la habilidad para orientarse hacia el pecho materno y la habilidad para
succionar. El estrés que experimenta el recién nacido durante el trabajo de parto
puede ocasionar que esté demasiado débil o somnoliento para prenderse al pecho
y succionar con eficiencia. Si la leche del pecho no es exprimida en forma
adecuada, esto puede dañar la producción de leche.
1.- Las personas atractivas son valoradas más positivamente por los demás
que las personas poco atractivas y son consideradas más nobles,
interesantes y triunfadoras. Adicionalmente, también son consideradas
más fértiles, como lo demuestra el hecho de que las mujeres atractivas
tienen el 16% más hijos que las no atractivas y los hombres atractivos el
13% más hijos que los no atractivos 574 .
2.- Las personas atractivas reciben, en nuestra sociedad, un mejor trato que
las menos atractivas: en la escuela reciben más apoyo, mejores
calificaciones y menos castigos; en el trabajo gozan de puestos más
elevados, mejores salarios y ascensos más rápidos 575 .
3.- Las personas atractivas, tanto adultos como niños, muestran
comportamientos más positivos que las no atractivas 576 .
4.- Dado que el ser humano es un individuo social, las experiencias impactan
su autoestima. El atractivo físico es uno de los factores principales que
influyen en esas experiencias. Se ha demostrado que, perfeccionando un
rasgo físico, mejora la actitud, cambia la personalidad y se incrementa la
autoestima. Esto acarrea, de paso, ventajas en las relaciones
interpersonales y en un desempeño más positivo que, a la vez, conlleva
una mejor calidad de vida.
Figura 5. Dibujo a lápiz que muestra que la forma de la cara paterna es un óvalo,
mientras que el hijo muestra un pico inferior que corresponde a una mandíbula
poco desarrollada, la que a su vez condiciona una cara poco atractiva.
Mordida cruzada. En la oclusión normal, todos los dientes del arco superior
o maxilar hacen contacto por delante o por fuera del maxilar inferior. Se
define como mordida cruzada anterior cuando los delanteros de arriba se
encuentran por detrás de los dientes de abajo y mordida cruzada posterior
cuando los dientes traseros del maxilar superior se encuentran por dentro de
los dientes del maxilar inferior. La ausencia de lactancia materna o el uso de
lactancia materna por menos de un año, así como el uso regular de chupete
entre la edad de 12 meses y los 4 años son factores de riesgo para que se
presente mordida cruzada 583 . Los niños alimentados con lactancia materna
durante más de un año tienen 20 veces menos riesgo de desarrollar mordida
cruzada posterior que los nunca amamantados 584 .
Mordida abierta anterior. Es una maloclusión que consiste en que, al cerrar
la boca, no hay contacto entre los dientes anteriores del maxilar superior
con los del maxilar inferior. Los niños alimentados con pecho materno
durante un año (evitando totalmente el uso de biberones y pezones
artificiales) están en mucho menos riesgo de tener mordida abierta que
aquellos alimentados con biberón 585 .
La sobremordida es una condición en la que la mandíbula superior se
extiende más allá de la mandíbula inferior y los dientes superiores se
superponen sobre los dientes inferiores.
Puntos clave:
Duración de la lactancia
Los humanos somos animales, mamíferos y primates. Las hembras humanas
fueron diseñadas por la evolución para amamantar a sus hijos por años, no por
meses. Los chimpancés amamantan a sus crías durante 4 o 5 años y, a lo largo
del mundo, incluyendo Canadá, Estados Unidos y Gran Bretaña muchos niños
son alimentados con pecho por más de dos años y en algunos casos hasta los 7
años. Las glándulas mamarias de la hembra humana están diseñadas para
amamantar cada cría durante varios años.
Es absurdo que millones de años de evolución diseñaran glándulas mamarias
capaces de producir leche durante varios años sin que esa leche sea necesaria
para las crías. La industria (industria médica incluida) está en franca
contradicción con la lógica de la evolución y ha ocasionado un daño enorme al
ser humano. El tiempo que dure produciendo leche la glándula mamaria es el
tiempo que debe durar la lactancia.
Fórmulas infantiles
Antes del advenimiento de las fórmulas infantiles, los niños que no podían ser
amamantados por su madre eran alimentados con leche de animales o por una
nodriza. Una nodriza es una mujer que alimenta a otro niño que no es el que dio
a luz. En sus inicios, la nodriza satisfacía una necesidad imperiosa de amamantar
a un recién nacido de una madre enferma o incapacitada para amamantar o a un
niño cuya madre había muerto. Después, el uso de una nodriza dejó de ser un
asunto de necesidad para transformarse en un asunto de complacencia, una
especie de lujo que se daba especialmente entre las clases altas de la sociedad;
durante algún tiempo, contratar una nodriza era bien visto, mientras que
amamantar a un hijo se consideraba a como algo pasado de moda o como algo
perteneciente a las bajas clases sociales.
Desde tiempos antiguos, las leches de algunos animales (vacas, oveja, asnos,
cerdos, camellos, yeguas) se usaron como substitutos de la leche materna como
lo demuestran diversos artículos encontrados hechos de barro, cerámica, madera,
plata o cuernos de animales. A mediados del siglo XIX se crearon los primeros
biberones. A principios del siglo XX los biberones modernos y la alimentación
artificial comenzaron a desplazar a la alimentación natural. Al mismo tiempo, la
industria comenzó a buscar fórmulas alternativas para sustituir la leche materna.
En 1865, el químico Justus Von Liebig patentó y comercializó la primera
fórmula artificial, inicialmente en forma líquida y luego en forma de polvo. Esta
leche, proclamada como el alimento perfecto para el lactante, consistía en leche
de vaca, harina de trigo, harina de malta y bicarbonato de potasio. Otras
versiones de fórmula infantil fueron inmediatamente comercializadas por la
compañía Nestlé, fabricadas con leche de vaca, crema, azúcar y agua. En 1810
se inventó una técnica para esterilizar alimentos en envases cerrados y en 1885
la leche evaporada o condensada. Esta última llegó a ser la más elogiada por los
pediatras de 1930 a 1940, promocionada como el sustituto más adecuado de la
leche materna. En 1929 se comenzó a comercializar la primera fórmula no láctea
hecha con harina de soja. Estas primeras fórmulas carecían de nutrientes vitales
como vitaminas y ácidos grasos esenciales.
Las compañías fabricantes de fórmulas comenzaron a hacer publicidad a los
médicos y, con ellos como aliados, lograron que la lactancia materna declinara
marcadamente. A pesar de las altas tasas de enfermedad y muerte ya para 1950
la mitad de los bebés americanos eran alimentados con fórmulas artificiales; esa
cifra se elevó al 75% para 1970. A partir de 1988, la industria de los lácteos
comenzó una intensa campaña de publicidad dirigida directamente al público,
señalando sus productos como maravillosos y seguros y relegando los senos de
la mujer a desempeñar el único papel de objetos eróticos para el hombre. El
resultado fue un descenso universal en la lactancia materna de una tasa del 90%
en el siglo XX a una tasa de aproximadamente el 42% en el siglo XXI.
En su tenaz intento de seguir sustituyendo la lactancia materna por sus
fórmulas, las compañías de los lácteos modifican, agregan o quitan componentes
a las fórmulas tratando de mantenerse en el mercado. Sin embargo, el hecho de
remplazar la lactancia materna por sus fórmulas sigue produciendo graves
efectos nocivos, algunos de ellos permanentes.
No se puede cambiar un ápice el diseño realizado pacientemente por la
evolución sin tener resultados catastróficos. La historia de las fórmulas infantiles
es una historia de muerte, enfermedad y degeneración, por una parte, y de
acumulación de capitales enormes por la otra. Desde su inicio, la fabricación de
fórmulas infantiles ha sido un proceso de ensayo y error; las compañías han
mentido una y otra vez.
Las fórmulas infantiles pueden estar contaminadas por bacterias. En Nueva
Zelanda, por ejemplo, un bebé prematuro murió después de ser alimentado con
una fórmula láctea contaminada con una bacteria de la meningitis (Enterobacter
sakazakii). También pueden estar contaminadas con aluminio, cadmio, plomo,
cobalto, níquel y con altos niveles de fluoruro, este último proveniente del agua
usada por los fabricantes durante el proceso. Otros de los contaminantes
encontrados de manera regular en las fórmulas son el sulfuro de cobre, usado
como insecticida y la melamina, químico sintético usado en la fabricación de
resinas y plásticos.
Las fórmulas infantiles pueden estar contaminadas también con ftalatos y
bisfenol A. En un estudio de 22 fórmulas líquidas y 28 fórmulas en polvo se
encontraron ftalatos y bisfenol A en todas las muestras, independientemente del
tipo de envases en que se venden y de si son líquido o polvo 620 .
El arsénico es otro contaminante; los estudios han mostrado que la leche
materna tiene concentraciones relativamente bajas de este contaminante, aun en
los lugares donde el agua potable tiene altos niveles de arsénico. En un estudio,
los niños alimentados exclusivamente con fórmula artificial tuvieron niveles
urinarios de arsénico 7.5 veces más altos que los niños alimentados
exclusivamente con pecho materno 621 .
Solamente los fabricantes saben qué contiene su producto; se amparan bajo
el llamado “secreto comercial” que les da derecho a ocultar las fórmulas, los
procesos de fabricación y el diseño de un producto. De esta forma, el contenido
de una fórmula láctea puede variar de lote a lote, dependiendo de la
disponibilidad y del precio de cada uno de los ingredientes.
Las fórmulas infantiles deben ser usadas únicamente como una medida de
emergencia para evitar que un bebé muera de inanición cuando su madre esté
incapacitada para alimentarlo con su pecho. Los anuncios publicitarios que
pregonan que el contenido de las fórmulas artificiales es virtualmente idéntico al
de la leche materna deben ser ignorados. También debe ignorarse la
recomendación que dan algunos médicos de amamantar solo durante 6 meses; la
industria productora de leche artificial se beneficia de este consejo porque puede
vender sus productos durante varios años del desarrollo infantil. Por su parte, las
madres deben buscar un médico que recomiende la lactancia materna y retirarse
de aquel que, plenamente domesticado por la industria y sin ningún fundamento
científico serio, insista en la lactancia artificial.
Las ganancias de las compañías procesadoras de lácteos se incrementan al
parejo de la desnutrición y degeneración de los infantes. Esto ha provocado la
integración de grupos como el Boicot Nestlé, lanzado en los Estados Unidos en
1977 contra la compañía Nestlé con base en Suiza ante su agresivo mercadeo de
sus sustitutos de la leche materna. Actualmente este movimiento es coordinado
por al Comité Internacional de Boicot contra la Nestlé.
La leche de vaca
Es difícil imaginar los últimos 10.000 años de la historia humana sin vacas. Ellas
han sido proveedoras de abundantes cantidades de carne, leche, piel y estiércol,
este último usado como fertilizante. La ventaja conferida por la leche de bovinos
a la supervivencia de los humanos es innegable. Sin embargo, la leche
consumida por los humanos durante este periodo era completamente diferente a
la imitación de leche que está actualmente a la venta en los estantes de los
centros comerciales.
Para empezar, es conveniente precisar que la leche es el líquido blanco
producido por la glándula mamaria de los ovinos que viven en libertad y se
alimentan de hierba fresca. Cualquier cambio en estas dos condiciones (libertad
y alimento) produce alteraciones en la composición química de la leche. Si a esto
se agrega el proceso de pasteurización que elimina las enzimas, hormonas y
bacterias benéficas, el resultado es catastrófico. La industria (siempre la
industria) se ha encargado de transformar un producto nutricionalmente perfecto
en un producto adulterado que lo único que tiene de semejanza con el original
es, tal vez, el color blanco.
La vaca es un animal herbívoro y un rumiante y su alimentación natural es a
base de pastos y hierbas. La leche es una secreción natural diseñada por millones
de años de evolución y su contenido nutricional varía de acuerdo al tipo de
alimento que come el animal, así como en relación con su estado de salud y con
la cantidad de luz solar que recibe.
La esperanza de vida natural de una vaca que vive al aire libre alimentándose
de pasto y hierba natural es de 20 años. En contraste, en las granjas industriales
su vida es cortísima y va de los 5 a los 6 años.
Las vacas, aunque su piel está cubierta de pelo, sintetizan la vitamina D3
bajo la influencia de los rayos solares. Las granjas industriales modernas
albergan miles de vacas que se mantienen confinadas en pequeños cubículos
enrejados y con pisos de cemento. Cuando se mantienen bajo techo y no reciben
la luz directa del sol, la síntesis de vitamina D3 no se lleva a cabo y su leche es
deficiente en esta vitamina. La industria procesadora de leche agrega vitamina
D2 o ergocalciferol en cantidades que nadie conoce. Sin embargo, el
ergocalciferol no es igual a la vitamina D3 o colecalciferol que se sintetiza en la
piel por efecto de los rayos solares.
La leche industrial puede contener sustancias tóxicas como la aflatoxina,
responsable de producir daño renal y cáncer terminal de hígado; esta sustancia se
produce cuando los alimentos para el ganado a base de maíz y otros granos se
enmohecen: si las vacas consumen ese alimento contaminado, la aflatoxina pasa
a la leche. Lógicamente esto no sucede con el ganado de pastoreo.
Las vacas confinadas en encierro sufren laminitis (inflamación de capas
sensibles de tejido dentro de la pezuña), mastitis (infección de la glándula
mamaria) y otras infecciones que obligan al uso generalizado de antibióticos
como la penicilina y las sulfonamidas; todas estas sustancias se han detectado en
la leche comercial. El amplio uso de antibióticos en las vacas prisioneras en
establos tiene relación con la aparición en los humanos de brotes masivos de
salmonelosis resistente a los antibióticos a causa de ingerir leche pasteurizada
contaminada.
La leche comercial puede contener la Hormona de Crecimiento
Recombinante fabricada por Monsanto. Esta hormona se inyecta cada semana a
las vacas para forzarlas a producir más leche que la que sus cuerpos producen
normalmente. Las vacas que reciben esta hormona tienen mayor incidencia de
mastitis y otras infecciones. La presencia de Hormona de Crecimiento en la
sangre de las vacas estimula la producción del Factor de Crecimiento Semejante
a la insulina. Este factor no se destruye con el proceso de pasteurización ni
durante la digestión de la leche y se ha relacionado en humanos con cáncer de
colon, cáncer de pecho y cáncer de próstata.
Leche orgánica
La leche orgánica es aquella producida por vacas a las que se les da un trato
digno (vaca feliz) y se les permite pastar durante la mayor parte del año; esta
alimentación se complementa con un forraje o piensos compuestos de
certificación orgánica. La leche orgánica no contiene restos de herbicidas,
pesticidas, fertilizantes, hormonas o antibióticos.
Ya he mencionado que, de acuerdo a los estudios antropológicos, los
humanos evolucionaron en una dieta en que la relación de ácidos grasos omega-
6: omega-3 era de aproximadamente 1:1. Las dietas occidentales han modificado
esta relación a extremos insospechados de hasta 21 de omega-6 por 1 de omega-
3. Este desequilibrio es causa de muchas de las enfermedades crónico-
degenerativas del hombre moderno. Las preocupaciones que esto genera han
estimulado la investigación de cómo mejorar el perfil de ácidos grasos en los
alimentos incluyendo la leche.
Como he precisado antes, Los ácidos grasos poliinsaturados de cadena larga
(docosahexaenoico y eicosapentaenoico) son importantísimos para el desarrollo
cerebral y el comportamiento, especialmente en los niños. El desequilibrio de la
relación de omegas-6 a omegas-3 está relacionado con trastornos del sistema
nervioso como: trastorno de hiperactividad con déficit de atención, dislexia
(trastorno del aprendizaje de la lectura y escritura) y autismo. La leche de vacas
alimentadas con granos, que es la que predomina en los estantes de los
supermercados, contiene abundantes ácidos grasos poliinsaturados omega-6
mismos que contribuyen al desbalance mencionado.
Los investigadores concluyen que la máxima relación de omega-6 a omega-3
debe ser de 2.3 a 1. Con esta relación se incrementa la conversión de ácido alfa
linolénico (de cadena corta) en los ácidos grasos esenciales de cadena larga:
eicosapentaenoico y docosahexaenoico 626 .
Las vacas que consumen cantidades significativas de hierba producen leche
con mucha más alta concentración de ácidos grasos omega-3 y menos
concentración de grasas saturadas que las que se alimentan con granos,
especialmente con maíz. El consumo de leche de vacas alimentadas con hierba
fresca disminuye el riesgo de enfermedades coronarias a la mitad en relación con
el consumo de leche de vacas alimentadas con granos 627 .
La leche orgánica contiene 25% menos omega-6 y 62% más omega-3 que la
leche convencional. Al mismo tiempo, la leche orgánica tiene mayor
concentración de antioxidantes (alfa-tocoferol y beta-caroteno) que la leche
convencional. Además, el contenido de ácido palmitoleico es 12% más alto en la
leche orgánica. El ácido palmitoleico es un ácido graso que se encuentra en la
grasa de la leche y su consumo está relacionado con menor resistencia a la
insulina, menor concentración de insulina en ayunas y menor riesgo de diabetes.
También está asociado con presión arterial más baja, menores concentraciones
sanguíneas de triglicéridos y menor riesgo de enfermedades coronarias 628 .
La leche de soja
Las fórmulas basadas en soja han estado disponibles durante aproximadamente
un siglo. A pesar de que estos productos tienen pocas indicaciones para su uso,
en Estados Unidos representan casi el 25% del mercado de las fórmulas. Las
pocas indicaciones incluyen niños con galactosemia y niños con deficiencia
hereditaria de lactasa, condición sumamente rara. Las fórmulas a base de soja
contienen fitoestrógenos que son compuestos que existen en las plantas con una
estructura y una función semejantes a las de la hormona femenina estradiol.
La exposición temprana a productos de soja puede alterar el comportamiento
en niñas; en un estudio se encontró que las niñas alimentadas con fórmula a base
de soja exhibieron un comportamiento de juego menos femenino. Un exceso de
sustancias con actividad estrogénica puede masculinizar un cerebro femenino o
feminizar un cerebro masculino (homosexualidad).
También se ha comprobado que el bisfenol A, presente prácticamente en la
sangre de todos los humanos, incrementa el efecto de los fitoestrógenos, lo que
puede acentuar el peligro de que se presenten enfermedades relacionadas con los
estrógenos, incluyendo el cáncer de pecho 631 .
6
INFANCIA Y ADOLESCENCIA
La hipótesis de la higiene
A lo largo de este trabajo he recalcado una y otra vez que aquello que no formó
parte de la evolución humana es perjudicial para el desarrollo y la salud: la
higiene no formó parte de esta evolución. La higiene, predominante en los ricos
países industrializados, se ha convertido en un colosal enemigo del humano
porque desajusta el sistema inmune que se edifica, precisamente, sobre nuestra
relación ancestral con microorganismos y gusanos que, durante todo el periodo
evolutivo, han influido en el desarrollo, la regulación, la maduración, la
estimulación y la supresión del sistema inmune. Desde esta perspectiva, el ser
humano es resultado de un complejo proceso de convivencia con el ecosistema
que lo rodea. El bioma humano nos construyó, y si nos separamos de él, nuestro
sistema inmune se despeña; si lo dañamos, nos estamos dañando a nosotros
mismos.
Ya hemos visto, en el capítulo del nacimiento, cómo la forma de nacer (parto
vaginal o por cesárea) determina el tipo de bioma que adquiere el recién nacido:
los niños que nacen por vía vaginal adquieren una microbiota que semeja a la
microbiota de la vagina y del recto de su madre (Lactobacilos, Prebotella,
Sneathia), los nacidos por cesárea adquieren una microbiota semejante a la que
habita la piel de su madre (Estafilococos, Corinebacterium, Propionibacterium),
o sencillamente adquieren una microbiota compuesta de las bacterias de las
manos de los trabajadores del hospital, o de los muebles del hospital, o de la
ropa de la cama del hospital.
La hipótesis de la “higiene”, también conocida como la hipótesis de los
“Viejos Amigos”, sugiere que nuestro organismo necesita exponerse a estas
formas de vida porque ambos (nuestro organismo por un lado y las bacterias,
virus y gusanos por el otro) diseñan nuestro sistema inmune el que, a su vez,
modula el desarrollo del sistema nervioso.
El sistema inmune, lo mismo que el cerebro, “aprende” del medio ambiente;
para aprender necesita exponerse, no aislarse. Los individuos que habitan en las
grandes ciudades tienen una flora intestinal mucho menos variada (15-30%
menos) que los que habitan en zonas rurales 673 . Estos últimos están dotados de
un sistema inmune más equilibrado; mientras que los primeros, los que viven en
la ciudad, tienen un sistema inmune que con frecuencia se vuelve contra el
propio organismo (enfermedades autoinmunes) o reacciona en forma exagerada
(enfermedades alérgicas). Esa regulación defectuosa del sistema inmune puede
persistir durante la edad adulta.
La idea, inculcada por la industria médica, de que nuestros cuerpos son
estériles y de que cuando nos invade una bacteria aparece la enfermedad, es una
tontería. Mientras más diversa sea nuestra flora, más resistente y más preciso
será nuestro sistema inmune. Cada lágrima o cada gota de saliva, así como cada
centímetro cuadrado de nuestra piel, contiene millones de bacterias. Cada boca
humana, aun después del cepillado con pasta dental, contiene más de 100
millones de bacterias; la esterilidad es un mito.
Las sociedades industrializadas se enfrentan a un desmedido incremento en
la tasa de enfermedades tanto alérgicas como autoinmunes e inflamatorias cuyo
origen tiene que ver con la pobre diversidad de la flora intestinal. Los niños de
ciudad pueden tener una incidencia de enfermedades alérgicas hasta del 40%.
Por el contrario, se ha comprobado que los niños expuestos durante los primeros
años de vida a establos o al consumo de leche cruda de granja desarrollan
resistencia contra asma, fiebre del heno y atopia (sensibilidad exagerada ante
alérgenos ambientales) 674 .
La comunidad microbiana contenida en el polvo de un hogar se ve impactada
por la presencia de mascotas. El polvo de un hogar con mascotas contiene una
comunidad bacteriana más rica y diversa comparada con el polvo de una casa
donde no habitan mascotas. Los estudios epidemiológicos reportan que el
contacto con animales proporciona protección contra el desarrollo de
enfermedades alérgicas. Por ejemplo, permitir a los gatos entrar a la recámara
del niño desde el primer año de vida y durante la etapa preescolar le confiere
protección contra el desarrollo de asma infantil 675 .
En un estudio, las muestras de excremento de los niños que convivieron con
mascotas mostraron abundantes bacterias del género Bifidobacterium longum,
que es una bacteria probiótica no dañina. Estos niños no mostraron ningún
ataque de asma durante los dos años que duró la observación. Por otra parte, los
niños que no convivieron con mascotas tuvieron abundante Bifidobacterium
brevis. Bifidobacterium longum ejerce efectos benéficos sobre la inmunidad
tanto sistémica como intestinal, mientras que Bifidobacterium brevis tiene poco
efecto en el sistema inmune 676 –677 .
Durante millones de años la flora intestinal humana (bioma) se enriqueció de
la flora intestinal de los animales que existían en su medio ambiente. Tomar agua
de un arroyo visitado diariamente por muchos animales, los que además de
saciar su sed vaciaban en él su excremento y su orina, permitía a nuestros
ancestros ingerir una enorme variedad de bacterias. La misma fauna de ríos,
lagos y mares arroja su excremento y su baba al agua donde nada y cualquier
animal que beba esa agua recibe una enorme diversidad bacteriológica.
Evolutivamente la flora intestinal del humano se ha enriquecido durante
miles de años de convivencia con múltiples especies animales (perros, gatos,
aves, animales de pastoreo). Una flora con gran diversidad bacteriana promete
un sistema inmune eficaz. Es lógico suponer que la flora intestinal del niño se
enriquece también a expensas de la flora de sus padres o hermanos. Por ejemplo,
en un estudio se comprobó que los hijos de padres que chupan el chupete para
limpiarlo después de que este cae al suelo, tienen menos riesgo de desarrollar
alergia (asma, eczema) que los hijos de padres que no tienen ese
comportamiento. Los microbios de la saliva de los niños cuyos padres chupan el
chupón para limpiarlo, son diferentes a los que alberga la saliva de los niños
cuyos padres no tienen esa costumbre; los microbios transferidos al niño por la
saliva paterna estimulan y fortalecen su sistema inmune 678 .
El tamaño de la hermandad (número de hermanos), el orden de nacimiento y
el mayor número de hermanos mayores también protegen de la atopia
(sensibilidad exagerada ante alérgenos ambientales 679 ).
En este contexto, la higiene (altos estándares de limpieza) aparece como
factor desestabilizador del sistema inmune y algunos proponen la reconstrucción
de la flora intestinal (unos 10 billones de bacterias de unas 1.000 cepas
diferentes, innumerables virus y diversos gusanos), como una solución viable
para frenar la grotesca epidemia de enfermedades alérgicas y autoinmunes 680 .
Nuestra flora intestinal es un aliado, digiere nuestra comida, fabrica
vitaminas, modula nuestro sistema inmune y el desarrollo de nuestro cerebro. El
agotamiento de esta flora (antibióticos, antiparasitarios, dieta inadecuada) es una
de las causas de la elevación explosiva en la incidencia de las enfermedades no
contagiosas que asolan a los países industrializados. La flora intestinal merece
respeto. La administración de antibióticos durante el primer año de vida es un
factor de riesgo para el desarrollo de la enfermedad inflamatoria crónica del
intestino (enfermedad de Crohn y colitis ulcerativa) que se hará manifiesta en
etapas posteriores de la vida 681 .
Puntos clave:
Primero: que la industria de los lácteos propaga desde hace más de un siglo
que tiene el sustituto ideal de la leche materna (falso).
Segundo: la industria de los plásticos no tendrá ningún problema para
desarrollar prótesis de plástico de diferente formas, tamaños y colores para
ser usadas en el tórax de acuerdo a las diferentes etapas del desarrollo
femenino.