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CONTEXTO GENERAL DEL SIGLO XX.

TRANSFORMACIONES SOCIALES E
IDEOLÓGICAS
El siglo XX es una época muy agitada, llena de cambios políticos y descubrimientos, un
mundo cambiante y conflictivo que se ha reflejado en una literatura variada y muy ligada a los
acontecimientos, que refleja perfectamente las experiencias traumáticas y la crisis de valores
sufridas por la sociedad a lo largo del siglo XX.
Entre los aspectos históricos y sociales que influyen en la
literatura de la época, hay que citar los graves conflictos
políticos: dos guerras mundiales, la Revolución Rusa, el crack de
la bolsa de Nueva York (1929), la guerra fría, la caída del
socialismo, la Guerra Civil Española, las Guerras de Vietnam,
Corea, Oriente Próximo, Yugoslavia, los regímenes dictatoriales en
países tercermundistas….
La inestabilidad y angustia se acentúa sobre todo después
de la Segunda Guerra Mundial, cuando el mundo queda dominado
por la Guerra Fría y la división en dos bloques (Estados Unidos/
URSS.), unido a una serie de cambios trascendentales como:
1. La modificación de los estilos de vida tradicionales:
La sociedad agraria es sustituida, por la urbana; los
descubrimientos científicos y tecnológicos crean esperanzas de
progreso, pero también acentúan las desigualdades sociales y
provocan mayor incomunicación, angustia, consumismo,...El
mundo es cada vez más globalizado, pero persisten las
desigualdades Norte-Sur y aparecen nuevos retos: crisis energética y alimentaria, migración,
enfrentamientos político-religiosos, etc.
2. Sobre todo desde la década de los sesenta surgen toda una serie de nuevos
movimientos sociales, que muestran el cambio de valores sociales. Podemos citar las
movilizaciones por los derechos civiles de los negros en EEUU, el movimiento hippy, mayo del
68, «La Primavera de Praga», la caída del muro de Berlín...
3. La influencia de los medios de comunicación produce una civilización de la
imagen y la cultura se dirige a un público que incluye a todas las clases sociales.
En ese contexto, el mundo literario de la segunda mitad del siglo XX se caracteriza
por la experimentación y la ruptura con las formas literarias tradicionales.

PRINCIPALES CORRIENTES DEL PENSAMIENTO EN LA EUROPA DEL SIGLO XX

La crisis de la conciencia burguesa y el desarraigo existencial.


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En el último tercio del siglo XIX se produce la llamada “crisis finisecular” en la que se
cuestionan los valores que habían sustentado la sociedad burguesa y se produce un definitivo
cambio de actitud por la pérdida de confianza en el Positivismo y en el Racionalismo. Las
convulsiones políticas, económicas y sociales de principios del XX acentuaron este
proceso y finalmente la confianza en el progreso se romperá por completo ante la
visión horrorizada de la capacidad destructiva del ser humano en las siguientes
guerras que asolarán el siglo.

El pensamiento decimonónico entra en crisis. El positivismo es sustituido por


doctrinas filosóficas irracionalistas y vitalistas (Schopenhauer, Nietzsche y Kierkegaard)
que afirman que la razón no puede explicar la complejidad de la realidad en su totalidad.
Vinculadas más o menos a las posiciones irracionalistas, nacen tres de las
escuelas de pensamiento que más van a influir no solo sobre la literatura, sino sobre
los modos de vida y el arte del siglo XX: psicoanálisis, marxismo y existencialismo.
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Coincide con la reacción literaria de tipo idealista o posromántico contra el Realismo caracterizada por el
sentimiento antiburgués, el irracionalismo y el esteticismo.
 El marxismo de Karl Marx (1818-1883), que
predica la lucha de clases para conseguir una sociedad
igualitaria, sin explotadores ni explotados. Muchos
escritores del XX considerarán que también su literatura
deben estar al servicio de la transformación social y se
harán eco de los planteamientos marxistas para
conseguirlo. Será, pues, fundamental en toda la literatura
comprometida. En la literatura española, el
compromiso será la orientación dominante
especialmente en la década de los 50 cuando ante los
graves conflictos políticos y sociales de la época (dictadura,
insatisfacción, lucha contra la opresión política o económica o
militar, desigualdades sociales…), un gran número de escritores
deciden usar sus palabras como armas útiles para denunciar la
injusticia y cambiar el mundo existente por otro mejor.

 El psicoanálisis de Sigmund Freud (1856- 1939), que


descubrió el inconsciente, la parte oculta de la personalidad
del ser humano que escapa al control de la razón. Su objetivo
es analizar esos impulsos irracionales que gobiernan la vida
humana. Según este autor, el hombre está orientado hacia la
búsqueda del placer; pero ese deseo choca habitualmente
con la sociedad y la moral, y acaba siendo reprimido y
sepultado en el subconsciente. Este hecho provoca la
frustración que lleva a los seres humanos a la angustia. Su
influjo será definitorio en el Surrealismo.
 El existencialismo de Jean Paul Sartre
(1905-1980), que topa con el absurdo cuando
intenta buscar sentido a la vida. La doctrina
existencialista, que recoge ideas de filósofos del
XIX como Kierkegaard, reflexiona sobre la
angustia vital, el vacío y el absurdo de la
existencia. Su idea central es que el hombre es
un “ser para la muerte”, en cuanto que ser
hombre significa estar abocado a la muerte.
Esta condición temporal del ser humano, y el
hecho de asumirla es una de las razones de la angustia existencial que con tanta
frecuencia se encuentra en la literatura del nuevo siglo. En la literatura, el tema
dominante del siglo XX es la angustia, si bien desde distintas actitudes:
- Nihilismo, absurdo y, en algunos casos,
experimentación. Algunos autores consideran
que la vida humana es un sinsentido y un
absurdo, ya que el ser humano está abocado
a la muerte y al olvido y nada puede evitarlo.
Este planteamiento se aprecia en movimientos
vanguardistas como el Dadaísmo, en el
expresionismo de Valle Inclán o en el teatro del
absurdo, anticipado por Miguel Mihura.
También en la Literatura existencial de los 40.
- El compromiso ético y social. No excluye lo
anterior. En el fondo, se trata de intentar
corregir la causa de la angustia, el mundo
absurdo que nos ha tocado vivir. Pese al
absurdo de la existencia, el hombre aspira a
mantener su dignidad y a justificar su vida
mediante la acción o la solidaridad con sus semejantes. El realismo social de
los 50 responde a ello.
- Otra vía de salida a la angustia existencial es la de autores con creencias
religiosas que buscan en ellas el sentido de la existencia. Pero entre el
ateísmo y agnosticismo, y los que ven la creencia en Dios como lo único que
dota de sentido la existencia humana, hay una tercera
postura, la del cristianismo trágico que refleja el drama
personal de quien se debate entre la razón -que impide la fe
y convierte la vida en algo inútil y sin sentido-, y el deseo de
creer en Dios para encontrar un consuelo al sufrimiento
humano. Esta lucha entre razón y necesidad vital domina en
la obra de Unamuno.
- Finalmente, en este panorama dominado por la angustia
existencial, religiosa o social, muchos escritores vuelven sus
ojos hacia la capacidad de creación artística con distintos
objetivos: bien como medio de escape de una realidad que
les disgusta profundamente, bien como fruto de la
necesidad de autoafirmación del artista, o bien la literatura
entendida como simple juego.

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