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Carlos Daniel Pérez García.

Esta historia es como de dos tipos de personas, un tipo de persona que va buscando, siempre está
en búsqueda de nuevas cosas y nunca acaba de encontrar lo que busca, siempre se siente insegura
esta persona por que al buscar nunca sabes hacia donde va. Por otra parte está el abogado
(Narrador) que realmente es el que sabe a dónde se dirige la historia a un que a veces tenga sus
dudas sobre como este interpreta la búsqueda del otro.

El cuento nos presenta un conflicto entre tres personajes con distintas personalidades “Bartleby”,
“Nippers” y “Tukey” donde el que más resalta es Bartleby ya que su frase distintiva “Preferiría no
hacerlo” se hará muy notoria a lo largo del texto este personaje dice constantemente esta frase
ante cualquier orden que se le imponga y es ahí donde el misterio comienza ¿Por qué “Bart” esta
tan empeñado en responder con esta frase ante cualquier orden o petición”, es ahí cuando pone
en duda las decisiones que van tomando los demás personajes y es como si todo el cuanto girara
en torno a “Bart”.

Interpreto el “Preferiría no hacerlo” como una negativa hacia una orden o una petición vacía en
cuanto el deseo; preferiría no hacerlo porque mi deseo es no hacerlo por decirlo de otra manera
no le nace hacer las cosas. El último punto, el hacerlo en tanto tal, es quizás el más delicado
porque implica una voluntad que se ve doblegada ante un deseo que emana desde sí mismo
produciendo que cualquier visión al respecto de la cooperación en los eventos que van contra su
propia ser en sí, su deseo profundo, emana como una imposibilidad necesaria; “preferiría no
hacerlo” porque mi deseo es no hacerlo de forma radical pudiendo preferir no hacer nada en
absoluto. Sólo en esta connotación específicamente del no acontecimiento en el que se
circunscribe como objeto primario proyectado a través de la negación sistemática de la realidad
presente del mundo, es como Bartleby de hecho se construye como una realidad fáctica sentiente
en tanto tal: él es en no ser.

Ese no hacer deviene como no acontecimiento en el cual se construye la personalidad de Bartleby:


no conocemos nada de él, salvo todo aquello que prefiere NO hacer: prefiere no cotejar sus
textos, prefiere no corregirlos, prefiere no irse de la oficina y dado un momento dado prefiere no
hacer su trabajo; todo en cuanto se define el personaje es sólo en la negación absoluta del mundo.
Es por ello que si el deseo puede ser la definición existencial del hombre, pues aquello que
deseamos es lo que nos define en sí en tanto es aquello con lo que podremos alcanzar una
conciliación profunda, aquello con lo que no es en absoluto y es imposible que se sea en caso
alguno es también definitorio del ser en sí. Cuando Bartleby se niega de forma empedernida pero
sin una pizca de rabia ni desdén, sólo con su mínimo aliento y absurda abstinencia a seguir las
órdenes, está simplemente definiendo su propio ser en el proceso. Ser Bartleby es preferir no
hacerlo.

En conclusión este cuento nos pone una reflexión sobre la mesa ¿Somos lo que deseamos?, el
estado de Bartleby puede asociarse a ciertas enfermedades o incluso trastornos mentales pero
realmente nos deja un reflexión sobre nuestras acciones y como estas forjan nuestra personalidad
y una simple frase como “Preferiría no hacerlo” pone en jaque mate a los pensamiento de los que
rodean a Bartleby se consideran normales, es la máxima expresión de que realmente el ser
humano debería hacer lo que realmente quiere hacer y no simplemente hacer por hacer.

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