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CONTENIDO
PRESENTACIÓN
REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS
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PRESENTACIÓN
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2.1. CONCEPTOS PARA PROFESIONALES DE LA PREVENCIÓN
2.1.1 ¿Qué es prevenir?
Para la organización Mundial de la Salud [OMS] (1998), la prevención es un conjunto
de medidas sistemáticas destinadas, no solamente a prevenir la aparición de la enfermedad
(como la reducción de factores de riesgo), sino también a detener su avance y atenuar sus
consecuencias una vez establecida.
Programa Familias Fuertes:
Amor y Límites, es una
La prevención orientada a la reducción de la adaptación del programa Iowa
Strengthening Families,
demanda de drogas se centra en el individuo con la
realizada por OPS/OMS y luego
finalidad de promover cambio de actitudes, por DEVIDA en el Perú. Se basa
en evidencia científica que
percepciones y conductas; reducir los factores de riesgo;
muestra la importancia de la
entrenarlo en habilidades; entre otros. Aun cuando se disciplina ejercida de manera
realice a un nivel más amplio; como la prevención en el consistente y del soporte
afectivo de los padres y del
ámbito escolar, familiar y comunitario; el objetivo sigue apoyo de estos para desarrollar
siendo el individuo o grupo de individuos al que se dirige. en los hijos estrategias de
desarrollo personal.
Se fundamenta en modelos
La prevención de drogodependencias es un proceso teóricos como la teoría
ecológica, la teoría del
activo de implementación de iniciativas dirigidas a
establecimiento de metas
modificar y mejorar la formación integral y la calidad de (proyecto de vida) y otras teorías
vida de las personas, fortaleciendo el autocontrol del cambio del comportamiento.
El propósito final del programa
individual y la resistencia colectiva ante la oferta de es prevenir el consumo de
drogas (Becoña, 2002). drogas en adolescentes y otras
conductas de riesgo.
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Gráfico 1: La prevención como ciencia
(INL, 2017)
6
En el Perú, de acuerdo ENLCD (2017-2021), reconociendo la complejidad de esta
problemática, se ejecutan programas, servicios y proyectos que involucran un trabajo
articulado entre los tres niveles de gobierno y diversos actores clave.
Es indiscutible que las consecuencias que acarrea el consumo de drogas son de gran
impacto socio sanitario, y afectan la esfera individual, familiar y social del
consumidor. Ante este hecho, una forma idónea para hacer frente a esta
problemática es la prevención de las drogodependencias. Se entiende por prevención
de drogodependencias al «proceso activo de implementación de iniciativas
tendentes a modificar y mejorar la formación integral y la calidad de vida de los
individuos, fomentando el autocontrol individual y la resistencia colectiva ante la
oferta de drogas» (Martín, 1995, cit. Becoña, 2002 p. 66).
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2.1.4. Objetivos de la prevención
Educar a los individuos para que sean capaces de mantener una relación
madura y responsable con las drogas.
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idealista y utópico. Sin embargo, sí es un objetivo realista el que las personas retrasen el consumo,
hagan solo consumos esporádicos, o una parte importante de ellos no las lleguen a consumir.
Evitar la transición de la
Limitar el número y
Retrasar la edad de inicio prueba de sustancias al
tipo de sustancias
del consumo de drogas. abuso y dependencia de
utilizadas.
las mismas.
Aunque se podría argumentar que el origen del consumo de drogas se sitúa en la infancia
temprana, la iniciación real en el consumo comienza, normalmente, para la mayoría de los
individuos, en la adolescencia temprana, y avanza a partir de aquí, según una secuencia bastante
bien definida, a lo largo de la adolescencia media (Becoña, 2002). En sus primeras etapas, el
consumo de drogas es infrecuente, se limita a una única sustancia y a situaciones sociales
determinadas. A medida que aumenta la implicación, el consumo se incrementa tanto en frecuencia
como en cantidad y progresa hacia múltiples sustancias. Se sabe que la adolescencia es una etapa
de grandes cambios físicos y psicológicos. En esta etapa, los cambios emocionales son intensos,
el adolescente se siente maduro, solicita mayor libertad y autonomía, las fiestas de los 15 años se
presentan con mayor frecuencia, las salidas con los amigos son más frecuentes, lo éxitos y fracasos
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se viven con mayor emoción, las drogas legales se convierte en un símbolo de madurez, y se
empieza a ver una suma de situaciones de riesgo para ingresar al consumo de drogas legales e,
incluso, ilegales como la marihuana.
Los factores de riesgo deben estar claramente definidos para una edad específica o
etapa evolutiva. Junto a estos dos importantes aspectos también hay que considerar
los factores que suelen influir en el impacto de los programas.
¿Los factores relacionados con el consumo de drogas a los que está expuesto Juan son de
riesgo o protectores?
Elabora una lista de estos factores.
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Se entiende por factor de riesgo a “un atributo y/o característica individual, condición
situacional o contexto ambiental que incrementa la probabilidad de uso o abuso de drogas
(inicio) o una transición en el nivel de implicación con las mismas (mantenimiento). Mientras
que, se entiende por factor de protección a “un atributo o característica individual, condición
situacional y/o contexto ambiental que inhibe, reduce, o atenúa la probabilidad del uso y/o
abuso de drogas o la transición en el nivel de implicación con las mismas” (Becoña y Cortes,
2011).
FACTOR PROTECTOR
condición situacional o
contexto ambiental que
inhibe, reduce, o atenúa la
probabilidad del uso y/o abuso
de drogas o la transición en el
nivel de implicación con las
mismas”.
FACTOR DE RIESGO
Los supuestos básicos que caracterizan la investigación sobre los factores de riesgo en
relación con el abuso de drogas son los siguientes:
1) Un simple factor de riesgo puede tener múltiples resultados. Por ejemplo, un niño
abusado puede en futuro presentar problemas de consumo de drogas, abuso de alcohol,
conducta violenta o trastorno de personalidad.
2) Varios factores de riesgo o protección pueden tener un impacto en un simple resultado.
La violencia familiar, el fracaso escolar, o la inestabilidad emocional en un adolescente
pueden llevarlo a abusar del consumo del alcohol.
3) El abuso de drogas puede tener efectos importantes en los factores de riesgo y
protección. Por ejemplo, el consumo de drogas puede empeorar el fracaso escolar.
4) La relación entre los factores de riesgo y protección entre sí y las transiciones hacia el
abuso de drogas, pueden estar influidas de manera significativa por las normas
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relacionadas con la edad. Se observa mayor riesgo de consumo de drogas en la
adolescencia.
Existe una serie de principios generales que Clayton (1992, cit. García del Castillo y
López-Sánchez, 2012) sugiere tener presentes al referirse a los factores de riesgo.
5) Las intervenciones directas son posibles en el caso de algunos de los factores de riesgo
detectados y pueden tener como resultado la eliminación o la reducción de los mismos,
disminuyendo la probabilidad del abuso de sustancias. Por ejemplo, trabajar con los
problemas emocionales y de conducta podemos reducir el consumo de drogas,
problemas delictivos y manejar la conducta violenta.
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En el caso de otros factores de riesgo, la intervención directa no es posible, debido a que
su objetivo principal es atenuar su influencia y, así, reducir al máximo las posibilidades de que
estos factores generen consumo de drogas.
FACTORES DE RIESGO
ESCOLARES
INDIVIDUALES
Bajo rendimiento académico
Biológicos Bajo apego a la escuela
Psicológicos y conductuales Tipo y tamaño de la escuela
Rasgos de personalidad Conducta antisocial en la
escuela
SOCIALES
- Deprivación económica
y social
COMPAÑEROS O PARES
-Desorganización
FAMILIARES comunitaria - Actitudes favorables de
- Cambios y movilidad de los compañeros hacia el
- Consumo de alcohol y
lugar consumo de drogas
drogas por parte de los
- Creencias, normas y - Compañeros
padres
leyes de la comunidad consumidores
- Baja supervisión familiar
favorables al consumo de - Conducta antisocial o
- Baja disciplina familiar delincuencia temprana
sustancias
- Conflicto familiar - Rechazo por parte de los
- Disponibilidad y
accesibilidad a las drogas pares
- Baja percepción social
de riesgo de cada
sustancia
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FACTORES PROTECTORES
INDIVIDUALES
Religión, Creencia de orden social
Desarrollo de las habilidades
ESCOLARES
sociales
Escuela de calidad
Creencia de autoeficacia
Oportunidades para la el desarrollo de conductas prosocial
Habilidades para adaptarse a las
Refuerzos/reconocimiento para la implicación prosocial
circunstancias cambiantes
Creencias saludables y claros estándares de conducta
Orientación social positiva
Cuidado y apoyo de los profesores y del personal del
Poseer aspiraciones de futuro
centro
Buen rendimiento académico e
Clima institucional positivo
inteligencia
Resiliencia
Sabía que…
Nuestro país cuenta con la Estrategia Nacional de Lucha
contra las Drogas 2017 – 2021.
La Estrategia Nacional de Lucha Contra las Drogas
contiene las principales acciones para hacer frente a la
problemática de las drogas en el Perú.
Esta estrategia tiene un enfoque integral que involucra
y articula a todas las instituciones del estado con la
sociedad civil y la comunidad internacional.
La Comisión Nacional para el Desarrollo de Vida Sin
Drogas (DEVIDA) es el ente rector de la ENLCD.
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2.2.1. Consideraciones para un programa de prevención
•Considera el contexto y la
Activo percepción social
•Dirigido a un subgrupo de
personas, barrio concreto,
Específico grupo de edades, entre
otros.
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2.2.2. Principios básicos de los programas de prevención
Los principios básicos que se deben considerar en el diseño de los programas de prevención
de drogodependencias propuestos por NIDA (1997, en Becoña y Martin, 2009) son los siguientes.
Los programas deberían diseñarse para fomentar los factores de protección e
1
Invertir o reducir los factores de riesgo.
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2 También deberían abordar todas las formas de consumo de drogas, incluidos el consumo de
tabaco, alcohol, cannabis e inhalantes.
3 Los programas de prevención deberían incluir estrategias para resistir la oferta de drogas,
reforzar el compromiso personal contra el consumo e incrementar la competencia social (p. ej.,
en comunicación, relación con iguales, autoeficacia y asertividad), junto con el refuerzo de las
actitudes contra el consumo de drogas.
4 Los programas de prevención dirigidos a los adolescentes deberían incluir métodos interactivos,
tales como grupos de discusión entre iguales, en lugar de utilizar exclusivamente los métodos
didácticos tradicionales.
5 En los programas de prevención deberían participar los padres o cuidadores con el fin de reforzar
lo que los chicos están aprendiendo y ofrecer oportunidades para dialogar en la familia sobre el
consumo de sustancias legales e ilegales y sobre las normas familiares al respecto.
6 Los programas de prevención deberían tener una continuidad en el tiempo a lo largo de los cursos
escolares, adaptados a cada nivel del desarrollo evolutivo del niño o el adolescente, con el fin
de reforzar los objetivos generales de la prevención.
7 Los esfuerzos de prevención dirigidos al conjunto de la familia tienen un mayor impacto que las
estrategias que se centran únicamente en los padres o en los hijos.
8 Los programas comunitarios que incluyan campañas en los medios de comunicación y cambios
en las políticas sobre drogas –tales como nuevas regulaciones que restrinjan el acceso al alcohol,
al tabaco u otras drogas– son más efectivos cuando se aplican conjuntamente con intervenciones
en la escuela y en la familia.
9 Los programas comunitarios deben reforzar las normas contra el uso de drogas en todos los
ámbitos de prevención como la familia, los centros escolares y la comunidad.
10 La escuela ofrece la oportunidad de alcanzar a todas las poblaciones y también sirve como un
importante escenario para trabajar con poblaciones específicas en riesgo de consumo de drogas,
tales como chicos que tengan problemas de conducta o dificultades de aprendizaje, así como
aquellos con probabilidades de abandonar el colegio.
11 La programación de la prevención debe adaptarse a las necesidades específicas del problema de
drogas en cada comunidad.
12 A mayor nivel de riesgo de la población objetivo más intensivo debería ser el esfuerzo
preventivo y antes debería comenzar.
13 Los programas de prevención deberían ser específicos para la edad de los destinatarios,
apropiados a su etapa de desarrollo y sensibles a su realidad cultural.
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2.2.3. Elementos de un programa preventivo eficaz
“La información es necesaria pero no suficiente”, esta debe ser pertinente. Aquellos
programas informativos y de apelación al miedo que se pusieron en práctica hace varias décadas
no conseguían que, con dicha información, las personas dejasen de consumir drogas. Usar
imágenes o discurso para causar miedo a los consumidores no ha sido efectivo. Aunque es cierto
esto, también es importante proporcionar en cualquier programa preventivo cierta cantidad de
información sobre la sustancia, sus efectos y consecuencias. Esta información tiene que ser
objetiva, organizada al nivel de comprensión para las edades a las que va dirigida y acompañada
de una buena didáctica, como ejercicios interesantes, dinámicas, etc. La información que se
proporciona en un programa preventivo va desde por qué las personas comienzan a fumar
cigarrillos, beber alcohol o consumir marihuana y qué factores los inducen a continuar
consumiendo, hacerlos dependientes o adictos; hasta las dificultades que enfrentan cuando se
hacen adictos a la sustancia, y las enfermedades y mortalidad que producen las distintas drogas,
especialmente el tabaco y el alcohol. Así mismo, se debe analizar distintos mitos sobre las drogas
(ej., el de la libertad, el cuerpo es de uno, etc.), el engaño de la información publicitaria, etc., son
aspectos que se deben conocer y trabajar en las sesiones iniciales.
Los jóvenes tienen gran cantidad de información sobre las drogas, pero, muchas veces, de
modo adulterado. Por ello, es importante corregir la desinformación sobre el consumo. Por
ejemplo, muchos adolescentes y jóvenes señalan que consumir marihuana es saludable porque es
natural, y que su consumo es aceptado por el estado. Es decir, no diferencian entre consumo
recreativo y abusivo con el uso medicinal del aceite de la marihuana para problemas de salud.
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2.2.3.3. Conocer y detectar los factores de riesgo y protección para todo el grupo y
para ciertos individuos del grupo
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2.2.3.5. Entrenamiento en habilidades para la vida cotidiana
Este entrenamiento tiene que abarcar tanto la práctica en habilidades sociales como en otras
habilidades para la vida. Cuando se trata de habilidades sociales se debe enfocar en
desarrollar destrezas para mejorar la interacción social, el manejo de la presión de grupo,
etc. Por otro lado, para desarrollar habilidades sociales, se debe entrenar a los adolescentes
en estrategias que puedan ayudarlos a afrontar la vida, como la resolución de problemas,
el manejo de las emociones, habilidades para organizarse, etc. Este componente se ha
vuelto imprescindible, dado que no es suficiente el entrenamiento en el rechazo de una
sustancia para evitar su consumo. Con este componente se podría incrementar la eficacia
de los programas preventivos debido a que se sabe que el consumo tanto del tabaco y del
alcohol, como de las drogas ilegales cumple diversas funciones en el consumidor, como
reducir la ansiedad, mejorar el estado de ánimo, aceptación de sí mismo, estar bien con las
personas que lo acompañan, etc.
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estrategias de análisis y resolución de problemas que se aplican en la actualidad, pueden
ayudar a que las personas resuelvan sus problemas con mayor rapidez y tomen decisiones
adecuadas.
El trabajo activo es muy importante en esta etapa, ya que los programas interactivos son
mucho más eficaces que los no interactivos o didácticos, en los que el profesor lo dice todo
pero los participantes apenas interactúan. La metodología interactiva implica una relación
fluida entre todos los alumnos y entre éstos y el profesor. Es decir, los aprendizajes social,
colaborativo y cooperativo son espacios donde se desarrolla el pensamiento crítico del
adolescente. Por ejemplo, ese compromiso al que se llegan para no fumar tabaco o
marihuana y no beber alcohol suele ser colectivo. Toda la clase llega a esa conclusión y
firma una carta en la que se comprometen a no consumir más esas sustancias tóxicas.
En todo programa preventivo dirigido a que las personas no consuman drogas se les debe
orientar para preservar su salud a corto, medio y largo plazo, y para que opten por estilos
de vida saludables. Algunos de las indicaciones más importantes van desde no fumar ni
beber, o beber moderadamente (cuando se es adulto), hasta dormir un número adecuado de
horas (más importante aún en los niños), desayunar todos los días, tener una dieta
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equilibrada en la que se incluyan todos los nutrientes básicos, y adecuadas cantidades de
frutas, verduras y pescado, reducir o eliminar el nivel de estrés, organizar adecuadamente
el tiempo, practicar ejercicio físico regularmente, realizarse chequeos médicos periódicos,
etc.
Esta práctica de estilos de vida saludables, tan de moda en los adultos, debe ser enseñada
a los niños. Por ello se debe recomendar a que los padres incentiven y moldeen estas
conductas saludables en sus hijos.
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2.2.3.9. Involucrar en la medida de lo posible a la familia
No es suficiente con que las instituciones educativas estén implicadas en la puesta en
práctica de un programa preventivo, sino que se precisa un apoyo adicional, tanto de los
profesores, como de todos los padres o tutores de los niños, especialmente a través de las
Asociaciones de Padres Familia. A través de estas asociaciones, se puede llegar más
fácilmente a todos los padres y, a su vez, los niños pueden llegar más fácilmente con sus
sugerencias sobre el tema del tabaco a sus padres, como una actividad escolar más. Un
ejemplo, en nuestro país, es el Programa de Prevención Familias Fuertes Amor y Límites,
ejecutado y monitoreado por DEVIDA. Este programa involucra a los padres,
conjuntamente con su hijo adolescente, a trabajar y entrenarse para hacer frente al consumo
de drogas y otros problemas psicosociales.
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REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS
Borja, C., García, P. & Hidalgo, R. (2011). El Enfoque basado en Derechos Humanos: Evaluación e
Indicadores.
Comisión Nacional para el Desarrollo y Vida Sin Drogas (DEVIDA). (2017). Estrategia Nacional de
Lucha Contra las Drogas (ENLCD) (2017-2021). Perú
Ministerio de Educación del Perú. (2016). Currículo Nacional de la Educación Básica Peruana.
Perú.
Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito (UNODC). (2018). Informe Mundial
sobre Las Drogas 2018: Resumen, Conclusiones y Consecuencias en Materia de Políticas.
Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD). (2013). Informe Regional de
Desarrollo Humano 2013-2014: Seguridad Ciudadana con Rostro Humano: Diagnóstico y
Propuestas para América Latina.
Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD). (2016). Informe sobre Desarrollo
Humano 2016: Desarrollo Humano para Todos.
Secretaría de Políticas Integrales sobre Drogas de la Nación Argentina. (2016). Plan Nacional de
Reducción de la Demanda de Drogas 2016 - 2020
Comisión Interamericana para el Control del Abuso de Drogas (CICAD). (2013). Lineamientos
hemisféricos para la construcción de un modelo integral de abordaje comunitario para la
reducción de la demanda de drogas.
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