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Creciendo a la estatura del

varón perfecto

CONOCIMIENTO

CARACTER
MINISTERIO

EL CRECIMIENTO INTEGRAL DE
TODOS LOS CREYENTES

Iglesia Dios es Amor


ASIGEO
Samuel Marcano y Katty Small
Enero, 2002

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IMPORTANTE

Se recibió el permiso de Editorial CLIE para usar los siguientes libros en la preparación de
este material para los pastores y líderes que participan en este congreso de ASIGEO:

Christian A. Schwarz, Método Para la Prueba de Dones, Barcelona, Editorial CLIE,


1994.
Alfred Kuen, Dones para el Servicio, Barcelona Editorial CLIE, 1993.

Se les recuerda que el uso del Test de Dones Espirituales en el libro de Schwarz es para los
participantes de este congreso. El permiso recibido no incluye la duplicación del Test para el
uso en las iglesia de los participantes. Si se desea utilizar el Test cono los miembros de su
iglesia, se recomienda conseguir el libro de Shcwarz, Método Para la Prueba de Dones en
una librería cristiana o fotocopiar el Tets para el uso dentro de su propia iglesia.

En un tema tan amplio como los dones espirituales se hace difícil tratar cada inquietud o
pregunta que surge. Por ende se recomienda que consiga libros que le puedan ampliar su
conocimiento del tema. Le pueden ser útil los siguientes libros:

Horacio Alonso, Dones Conflictivos, Barcelona, Editorial CLIE, 1995.


Christian A. Schwarz, Métodos Para las Prueba de Dones, Barcelona, Editorial CLIE,
1994.

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CRECIENDO A LA ESTATURA DEL VARON PERFECTO
El crecimiento integral de los creyentes es una evidencia de la salud de la iglesia. Varias
veces en el Nuevo testamento se menciona el crecimiento como un rasgo necesario de la iglesia
(1Cor.15:58; Ef.2:21; Col.1:10; 2Tes.1:3). Nadie podría dudar de la necesidad de tal crecimiento,
pero ¿qué exactamente entendemos por un crecimiento integral de todos los creyentes?

Hay por lo menos tres áreas donde cada creyente debe crecer en forma permanente.
La primera tiene que ver con su conocimiento. El conocimiento de Dios era una búsqueda
fundamental en la vida del pueblo de Israel (Pv.2:5-6) Este conocimiento no era sólo una
información de Dios sino más bien un conocer a Dios: una experiencia vital de encuentro
personal y permanente con el Dios vivo (Jer.9:24). En el Nuevo Testamento tal
conocimiento también llega a ser el eje de desarrollo espiritual del creyente (Ef.1:17; 4:13;
Col.1). Ese conocimiento hoy en día puede ser encontrado básicamente en la palabra
revelada de Dios (La Biblia) y en el encuentro personal y vivencial que tenemos con El.

La segunda área de crecimiento es el carácter. El término carácter lo estamos


usando en el sentido de aquellas cualidades morales que definen el comportamiento de un
individuo. Actuamos de acuerdo a lo que somos. La Biblia dice: “...cual es su pensamiento
en su corazón, tal es él (Pv.23:7). El creyente tiene el reto de imitar el carácter de Cristo y
crecer de acuerdo a las pautas que él dejó establecidas. Nuestra conducta debe ser la de él y
nuestras convicciones las suyas (1Jn.2:6).

La tercera y última área debe ser la ministerial. No sólo debemos cultivas nuestro
conocimiento de Dios y nuestro carácter a la imagen de Cristo, es necesario que también
sirvamos al cuerpo de Cristo a través de nuestros dones, habilidades y capacidades en
ministerios específicos.

Ser, saber y hacer son las tres áreas de crecimiento integral de cada creyente. El reto
que tenemos como iglesias que quieren llegar a ser bien establecidas es que cada uno de
nosotros crezca en estas tres áreas de una forma armónica, constante y progresiva para la
gloria de Dios y el establecimiento de su reino.

El propósito de este material es ayudar en este proceso proveyendo una guía de


estudio sobre el tema del crecimiento integral de la iglesia. Este estudio debe ser realizado
en grupos pequeños (entre 5 a 8 creyentes) y dirigido por un tutor entrenado para este fin.
Estamos a la orden para ayudarles en todo el proceso y proveerles otros materiales
adicionales que puedan necesitar.
Por una iglesia bien establecida
Samuel Marcano
 Iglesia Dios es Amor Katty Small
mecabildcantv.net

NOTA: Agradecemos a Desarrollo Cristiano por darnos el permiso para la reproducción de los artículos
2
tomados de la revista Apuntes Pastorales.
TABLA DE CONTENIDO
Pág.
Introducción: Creciendo a la estatura del varón perfecto................................................... 3
Unidad 1: Llenos del conocimiento de su voluntad........................................................ 5
Tema 1: La Biblia es la fuente absolutamente confiable de verdad.................................. 5
Tema 2: Conociendo la palabra de Dios............................................................................. 6
Proyecto Personal............................................................................................................... 7
La Sola Scriptura................................................................................................................ 8
Las Críticas a la Biblia........................................................................................................ 13
La Integridad Doctrinal....................................................................................................... 16
La Sumisión a las Escrituras............................................................................................... 23
Lectura Comprensiva de la Biblia...................................................................................... 25
¿Cuál traducción es la mejor?...............................................................................................30
Escollos a Evitar en el Uso de la Biblia................................................................................34
El Principio de la Interpretación Privada..............................................................................41
Interpretación Bíblica y Consejería......................................................................................46

Unidad 2: Transformados a la Imagen de Cristo............................................................52


Tema 1: Cristo es el Modelo para el Desarrollo del Carácter Cristiano...............................52
Tema 2: Cultivando Hábitos y Disciplinas para el Desarrollo del Carácter Cristiano Maduro........... .........53
Proyecto Personal..................................................................................................................53
El Cristo que Adoramos........................................................................................................55
Hábitos que dan forma al Carácter Cristiano........................................................................57
La Madurez...........................................................................................................................61
La Base del Carácter.............................................................................................................68

Unidad 3a: El Plan de Dios para su Iglesia...................................................................... 81


Tema 1: El Ministerio y el Sacerdocio de Todos los Creyentes...........................................81
Tema 2: La Comprensión de los Dones Espirituales............................................................82
Tema 3: Definición General de los Dones Espirituales........................................................82
Proyecto Personal..................................................................................................................83
El Uso del Término Carisma en el Nuevo Testamento.........................................................84
Una Definición de los Dones Espirituales............................................................................85
Repaso de los Dones Espirituales.........................................................................................86

Unidad 3b: Los Dones Espirituales...................................................................................87


Tema 1: Perspectiva Bíblica de los Dones Espirituales........................................................87
Tema 2: El Fruto del Espíritu, Las Habilidades y Las Funciones Universales.....................88
Proyecto Personal..................................................................................................................89
La Lista de los Dones Espirituales........................................................................................90
Los Dones Espirituales, sus Definiciones y Tareas Posibles Dentro de La Iglesia..............95
Las funciones Ministeriales del Apóstol, Profeta, Evangelista, y Pastor/Maestro............................97
Dones Espirituales y El Fruto del Espíritu........................................................................... 98
Los Done Espirituales y Las Habilidades Naturales.............................................................99
3
Los Dones Espirituales y Las Funciones Universales de Todos Los creyentes..................101

Unidad 3c: Descubriendo su Dones Espirituales.............................................................103


Tema 1: Descubriendo sus Dones Espirituales....................................................................103
Tema 2: Pasión y Dones Espirituales...................................................................................104
105
Proyecto Personal.................................................................................................................
Pasos para Descubrir sus dones Espirituales........................................................................106
Tets de los Dones Espirituales..............................................................................................114
¿Cuál es mi Pasión?..............................................................................................................121
El Enlace entre La Pasión y Los Dones Espirituales............................................................126

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UNIDAD 1: LLENOS DEL CONOCIMIENTO DE
SU VOLUNTAD

Para seguir un proceso ordenado en el estudio de esta unidad, se recomienda seguir las
siguientes instrucciones para cada tema por separado. A cada tema se le debe dar el tiempo
adecuado para ser explorado, e idealmente sólo un tema debe ser tratado en cada sesión.

Paso 1: Tomando en cuenta el objetivo del tema, estudie minuciosamente los pasajes bíblicos y sus
contextos para que pueda entender claramente el significado que el autor quiso comunicar
y la importancia que ese contenido tiene para nosotros hoy. Las conclusiones de este
estudio deben ser discutidas en el grupo.

Paso 2: Lea y analice la contribución que los distintos autores hacen al tema bajo estudio a
través de las lecturas sugeridas, las cuales pueden hacerse en forma individual o en grupo,
según se considere. Las reflexiones resultantes de estas lecturas deben ser compartidas en
el grupo.

Paso 3: Discuta las preguntas de reflexión sobre el tema con el grupo. Muchas de estas preguntas
no tienen respuestas simples y requieren de una cuidadosa reflexión y discusión.

Paso 4: Elabore los proyectos en forma individual a menos que se indique lo contrario, y
discútalos en el grupo.

TEMA 1: LA BIBLIA ES LA FUENTE ABSOLUTAMENTE CONFIABLE DE


VERDAD.

Objetivo: Valorar la confiabilidad de la Biblia como fuente de verdad absoluta

PASAJES LECTURAS PREGUNTAS PARA REFLEXIONAR


BÍBLICOS

Salmo 19 1. La Sola Escriptura 1. ¿En qué forma debería afectar a un creyente el


Salmo 119: hecho de que la Biblia es absolutamente
160 2. Las críticas a la Biblia verdad?, ¿Cómo influyen Satanás y el pecado
Juan 17:17 en la confianza plena que deberíamos tener en
1Tes.2:13 3. Una necesidad de la la Biblia como verdad absoluta?
2Tim.3:14-17 iglesia: La integridad
doctrinal 2. ¿Cuáles son las principales dudas que usted
ha tenido en relación con la Biblia: su estudio,
4. La sumisión a la fidelidad de las traducciones, pasajes
Escritura controversiales, etc.?, ¿cuánto le han afectado
estas dudas?

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TEMA 2: CONOCIENDO LA PALABRA DE DIOS
Objetivo: Evaluar las distintas formas cómo debemos
acercarnos a la Biblia para conocer su mensaje.

PASAJES LECTURAS PREGUNTAS PARA REFLEXIONAR


BÍBLICOS

Sal.1:1-3 1. Lectura comprensiva 1. ¿Qué entiende usted por lectura devocional


Sal.119: 97 de la Biblia de la Biblia?, ¿cómo realiza usted este tipo
2Tim.2:15 de lectura y qué benéficos específicos le ha
2Tim.3:16 2. ¿Cuál traducción es traído a su vida?
mejor?
2. ¿Cuán importante es para usted tener un
3. Escollos a evitar en el conocimiento general básico de toda la
uso de la Biblia Escritura?, ¿Tiene usted alguna estrategia
para adquirir este conocimiento?
4. El principio de la
interpretación privada 3. ¿Por qué es importante que un creyente
(especialmente aquellos que de alguna u otra
5. Interpretación Bíblica forma enseñan la Biblia) estudie
y Consejería profundamente algunos libros claves de la
Biblia hasta llegar a dominarlos?, ¿qué
criterios debe usar un creyente para
seleccionar los libros claves que necesita
estudiar profundamente?

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PROYECTO PERSONAL

Los siguientes proyectos están diseñados para estimularle a comenzar a usar lo que está
aprendiendo y a que produzca un "trabajo" que tenga utilidad práctica tanto para su propia
vida como para su ministerio. Las conclusiones a las cuales ha arribado en cada uno de los
temas tratados influirán en la manera como usted complete el proyecto que aparece abajo.
Siéntese en libertad de diseñar sus propios proyectos además del dado aquí.

TITULO: VALORANDO LA CONFIABILIDAD DE LA PALABRA DE DIOS

CONTENIDO:
1. Escriba un ensayo no mayor de dos páginas donde exponga cuan importante es
para usted la Biblia en las decisiones que diariamente debe tomar

2. Haga una investigación sobre el beneficio de tener distintas traducciones de la


Biblia. Puede consultar para esto a pastores y líderes que conozcan sobre el
tema.

3. Prepare un argumento no mayor de dos páginas que incluya por lo menos tres
versículos donde usted busque persuadir a sus lectores del valor absolutamente
confiable de la Biblia.

TITULO: ESCUDRIÑANDO LA PALABRA DE DIOS

CONTENIDO:
1. Diseñe un plan general a largo plazo (para cubrir en 8 a 10 años por lo menos)
donde incluya:
a. Libros en los cuales quiere hacer una lectura devocional (su programa
devocional debe ser dinámico, serio y eficaz)
b. Libros con los cuales necesita familiarizarse mejor
c. Libros claves que quiere estudiar en forma profunda y sistemática.
d. Personajes claves que desea estudiar a profundidad
e. Pasajes claves que necesita dominar bien
f. Salmos claves que debe conocer bien

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HISTORIA
LA SOLA SCRIPTURA
Por Harold Segura Carmona

Primera y gran herencia de Lucero


La Reforma del siglo XVI para la iglesia del siglo XXI

Son dos los acontecimientos que han gozado de mayor publicidad y popularidad en la vida
del gran reformador alemán Martín Lutero: el primero, la fijación de las 95 tesis contra los
escándalos del tráfico de indulgencias el 31 de octubre de 1517, y el segundo, su dramática
comparecencia ante la Dieta de Worms el martes 16 de abril de 1521, donde se le llamó
para que se retractara de sus nuevas y revolucionarias creencias.

Sin embargo, poco se conoce acerca de lo sucedido del 12 al 14 de octubre de 1518. En


esta fecha Lutero fue a Augsburgo para presentarse en un juicio que estaba a cargo de un
Cardenal de nombre Cayetano, un teólogo dominico de cierta envergadura. Lutero asistió a
ese juicio a pesar de los consejos, y hasta súplicas de sus amigos, que temían que algo malo
pudiera suceder.

El viaje hacia Augsburgo fue tenso: le produjo trastornos digestivos, fatiga nerviosa y
agotamiento. La historia cuenta que hasta sufrió un desmayo.

Este incidente de Augsburgo ocupa un lugar importante, puesto que fue allí frente al
Cardenal Cayetano que Lutero reafirmó pública y categóricamente su apego a las
Escrituras, y declaró sin temor que la Palabra de Dios estaba por encima del Papa y de los
Concilios.

Cuando Cayetano le exigió que se retractara, Lutero contestó: «Su Santidad el Papa abusa
de las Escrituras. Yo niego que él esté por encima de la Palabra de Dios». El Cardenal
explotó y le gritó que no volviera a menos que fuese para retractarse de lo dicho.

En Augsburgo Lutero dejó claro de una vez por todas que el fundamento de sus creencias, y
en general de toda su teología, era la Escritura y sólo la Escritura, para él esta autoridad de
la Palabra de Dios superaba a la del Papa y a la de los Concilios.

Este compromiso valiente con las Escrituras fue reconfirmado tres años después en la
famosa Dieta de Worms, donde compareció ante el emperador y la corte del imperio; en esa
ocasión en que fue invitado otra vez a retractarse contestó: «No puedo ni quiero retractarme
a menos que se me pruebe, por el testimonio de la Escritura o por medio de la razón, que
estoy equivocado; no puedo confiar ni en las decisiones de los Concilios ni en las de los
Papas, porque está bien claro que ellos no sólo se han equivocado sino que se han
contradicho entre sí. Mi conciencia está sujeta a la Palabra de Dios y no es honrado ni
seguro obrar en contra de mi propia conciencia, ¡Qué Dios me ayude! Amén».

Queda claro que para él las Escrituras eran el fundamento de su fe. Por eso, propongo como
tesis central de este artículo que ese apego y esa centralidad dada a la Biblia es la primera y
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gran herencia que el Dr. Martín Lutero nos ofrece hoy.
Al examinar rápidamente su obra literaria es fácil comprobar que la Biblia es la constante
que la recorre, desde que irrumpe en la historia universitaria en Wittenberg comentando los
salmos hasta que muere con la enésima revisión de su traducción al alemán en sus manos.
El principio de Sola Scriptura extrañaba la convicción de ser ella la fuente de revelación, de
gracia, de fe, de justificación, de santificación, de salvación, de vida cristiana, de
organización eclesiástica, etcétera. Como le dijo un día a un grupo de sus amigos íntimos:
«La Biblia se parece a un bosque enorme con toda clase de árboles de los que se pueden
coger los frutos más variados, y no hay ningún árbol de ese bosque al que no haya sacudido
y del que no haya cortado un par de peras o manzanas».
Ante ese ejemplo de fidelidad y de entrega a las Escrituras han sido muchos los grupos y
movimientos cristianos que en estos últimos siglos se han apropiado de la figura de Lutero
para presentarlo como su prototipo y, por qué no decirlo, algo así como su slogan o lema
publicitario cuando han querido mostrarse como el verdadero Pueblo del Libro o fieles
seguidores de la Sola Scriptura. Claro, resulta sumamente atractivo decir que somos
bíblicos y que la Palabra de Dios es nuestra única norma de fe y práctica, y que en esto
somos los continuadores de la valiosa propuesta de Lutero. Sin embargo, no convence
cuando la realidad demuestra que la propuesta del reformador es en la práctica fácilmente
traicionada.

«Martín Lutero, el admirado y a la vez traicionado reformador», he aquí un buen título para
un foro. Lutero ha sido admirado como personaje histórico y como gestor, promotor, y líder
de uno de los movimientos de mayor impacto en la historia cristiana pero, a su vez, ha sido
traicionado cuando sus admiradores, aferrándose más a las tradiciones de los hombres y a
las frías estructuras eclesiásticas, han olvidado lo que manda la Escritura y se han dejado
llevar otra vez por sus costumbres y conceptos.

Ahora pensemos en nosotros, cristianos evangélicos en América Latina a las puertas del
siglo XXI: ¿Qué reflexiones autocríticas o recuperaciones teológicas podemos hacer
pensando en la rica herencia de la Sola Scriptura de Lutero?

Permítanme proponer algunas de mis inquietudes:


Una inquietud pastoral
Preocupa sinceramente el escaso contenido bíblico de muchos de nuestros sermones. En un
congreso internacional convocado por la Fraternidad Teológica latinoamericana hace ya
varios años se afirmó, en el documento final que «el púlpito latinoamericano está en crisis...
», que «el mensaje bíblico tiene indiscutible pertinencia para el hombre latinoamericana,
pero su proclamación no ocupa entre nosotros el lugar que le corresponde».

Han pasado varios años desde esa declaración y con tristeza debemos admitir que la
realidad no ha cambiado. Abundan en nuestros púlpitos la anécdota interesante, el
testimonio espectacular, el grito llamativo, las frases entretenidas, pero escasea la Palabra
de Dios. El púlpito anecdótico y entretenedor no le ha querido dar lugar al púlpito bíblico,
exegético y contextualizado.

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Los sermones que exponen la Escritura y que ofrecen una interpretación seria y una
explicación de sus verdades son escasos. No digo que los predicadores o predicadoras no
pasen al púlpito con una Biblia y que no la lean al comienzo de sus sermones; sin embargo,
muchos leen unos pocos versículos y después predican cincuenta minutos sin hacer una
clara y seria referencia a ella.

Cuando se lee la Biblia se pide a la congregación que se ponga de pie en actitud de


reverencia, pero después, cuando la congregación se sienta para oír el mensaje, el
predicador o predicadora olvidan la verdadera reverencia que consiste en exponerla con
seriedad e interpretarla fielmente. El escritor y profesor cubano Cecilio Arrastía ha dicho
que de esta manera le estamos dando un «golpe de estado al texto».
¡Cuán diferentes somos a Lutero! Él, en sus 95 tesis, más exactamente en la 54, escribió en
contra de los predicadores que empleaban más tiempo en un mismo sermón para hablar de
los intereses económicos de la Iglesia que de la Palabra de Dios; dijo que esto era una
ofensa contra las Escrituras.

En la tesis 55 dice: «...si las indulgencias se celebran con una campana, una procesión y una
ceremonia, el evangelio (que es lo más importante) debe predicarse con cien campanas,
cien procesiones y cien ceremonias».
Una preocupación educativa
Esta segunda inquietud tiene que ver con la formación bíblica y teológica que se está
impartiendo en nuestras iglesias y, debemos también admitirlo, en muchos de nuestros
institutos ministeriales y seminarios. El creyente típico repite de memoria varios textos de
la Escritura, pero carece de solidez doctrinal y fundamentación bíblica.

Al pueblo evangélico se le ha llamado el Pueblo del Libro, pero la verdad es que no lo


conoce muy bien. Algunos estudiosos de la realidad evangélica latinoamericana han dicho
que nos caracteriza el «analfabetismo bíblico».

Si queremos ser fieles al principio reformado de Sola Scriptura, debernos entonces procurar
que nuestras iglesias amplíen la comprensión de la fe, que profundicen el conocimiento de
la Palabra de Dios, y que nuestros programas educativos o discipulares traspasen la barrera
de lo elemental.

La teología debe ser asunto de todos. No se trata de un ejercicio intelectual para los ratos de
ocio, sino una reflexión comprometida. La teología, decía Orlando Costas: «No es algo que
uno repite o memoriza, sino más bien lo que uno hace»; por eso «la teología debe
concebirse como pensar la fe en el contexto de nuestras respectivas situaciones de vida».

Sin embargo, ¿cómo vamos a desarrollar teología desde nuestras comunidades locales con
la pobre base bíblica que poseen sus miembros? La Reforma que hoy celebramos nos
enseñó que el quehacer teológico parte de las Escrituras y se deja guiar por ellas. Es decir,
que es necesario conocer a fondo la Palabra de Dios para pensar y creer bien acerca de Él.
Si la teología es el tratado sobre Dios, las Escrituras son las que tratan acerca del Dios
desde el cual queremos mirar nuestras realidades, angustias y esperanzas.
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Una iglesia que no reflexione críticamente y contextualmente sobre su fe, morirá. En
palabras del apóstol Pablo, será llevada «por doquiera de todo viento de doctrina» (Ef.
4:14).

Lutero insistió una y otra vez en la importancia de la capacitación y profundización de la


Palabra de Dios. Escribió su Catecismo Breve con el propósito de instruir a los laicos en la
fe (por eso el catecismo fue llamado la Biblia del laico). Asimismo contribuyó a la revisión
del currículo teológico de la Universidad de Wittenberg, y se ocupó continuamente de la
preparación de los pastores y predicadores para la iglesia luterana.

Lutero mismo es un verdadero ejemplo de una persona conocedora de las Escrituras. En


una ocasión dijo. «Cuando yo era joven me acostumbré a la Biblia, la leía con mucha
frecuencia y me familiaricé con el texto; llegué a conocerlo tan a la perfección que sabía de
memoria dónde se hallaba cada cita y adónde acudir para encontrarla si había que hablar de
ella».

En el extenso y profundo conocimiento que tenía Lutero de las Escrituras encontramos el


verdadero secreto de su quehacer teológico; él fue, sin discusión, un privilegiado conocedor
de la Biblia. Sus escritos teológicos, así como sus comentarios bíblicos, lo demuestran.
Dominaba el griego del Nuevo Testamento de tal manera que lo tradujo al idioma alemán
en 1522, y en 1534 terminó la traducción de toda la Biblia.

Los debates teológicos del Dr. Lutero partieron siempre de las Escrituras. En su famoso
debate con Erasmo acerca de la predestinación, por ejemplo, deja a un lado el tratamiento
escolástico que era el acostumbrado en su época y hace de los escritos de Pablo su punto de
partida. Para él era con la Biblia que el teocentrismo del evangelio podía reemplazar al
antropocentrismo de la religión.
Una inquietud doctrinal
Es preocupante también observar la manera fácil e irresponsable como en muchas de
nuestras congregaciones evangélicas se elaboran nuevas doctrinas y se fomentan
experiencias extraordinarias a partir de la subjetividad individual, sin mayor respaldo de las
Escrituras.

Tomemos sólo un ejemplo, quizá el más cercano: ahora el «Así ha dicho Jehová», de las
Escrituras, quiere ser reemplazado por el «Así digo yo», de los super-pastores o de los
nuevos profetas. ¿Acaso no decimos que como herederos de la Reforma son las Escrituras
nuestra única norma de fe y práctica?

Predicadores de nuevas doctrinas invaden el mercado de literatura cristiana con textos que
proponen sus últimas visiones y descubrimientos en materia de fe. Uno de ellos habló de
las nueve personas de la trinidad, otro escribió acerca de la regeneración de Jesús en el
infierno, y no se quedó atrás quien escribió sobre la deificación de Satanás.
En este asunto de la doctrina tenemos que seguir a Lutero para aprender que a las
conclusiones doctrinales sólo se puede llegar después de compenetrarnos con la Palabra de
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Dios y dejar que ella nos muestre sus tesoros. Lutero trabajaba hasta altas horas de la
noche; glosaba el texto bíblico a la manera de los exégetas medievales, con comentarios
lingüísticos, gramaticales, filológicos y referencias a otros textos paralelos. Nunca propuso
una tesis doctrinal sin antes haberla probado suficientemente con las Escrituras; por eso
decía que podía ser derrotado en lógica, pero nunca se le podría ni siquiera contradecir en
teología.

El camino reformado para la enunciación de las doctrinas es muy claro: primero la Biblia y
de allí la teología; primero la Biblia y de allí la doctrina. Es una ofensa a las Escrituras
llegar a la doctrina por el atajo del emocionalismo o de la experiencia subjetiva. Hacer
teología sin Biblia siempre será arriesgado.

Precisamente Lutero, en una de sus duras arremetidas contra el Papa y los Cardenales, en
1538 dijo: «En 600 años ningún Papa, ningún Cardenal ha leído la Biblia», y agrega:
«Nadie leía la Biblia hace treinta años, ella era una perfecta desconocida». Con esto Lutero
invalidaba el intento de ser un guía espiritual sin antes ser un conocedor profundo de las
Escrituras y partir de ellas para su labor.

Concluyamos recordando la propuesta inicial: la primera y gran herencia de Lutero es su


apego a la Palabra de Dios y la centralidad que ella tuvo en su vida y en su ministerio
reformador.

El primer efecto que produjo ese amor por las Escrituras fue la paz que consiguió en su
propio corazón, «Cuando me di cuenta de esto -escribió- me sentí como si hubiese nacido
otra vez. Las puertas del paraíso se habían abierto de par en par y yo había entrado.
Entonces allí toda la Escritura tomó otro aspecto para mí». Uno de sus biógrafos, Lucien
Febvre, dice que bruscamente descubrió un camino diferente. Lutero buscaba la seguridad,
pero no la halló hasta encontrarse con el verdadero Dios a través de Su Palabra.

Las Escrituras transformaron a Lutero y trastornaron a la Iglesia de su tiempo. Ahora nos


queda a nosotros reflexionar sobre esa rica herencia y obedecer el principio de Sola
Scriptura, para que ya no solamente hablemos con entusiasmo de una revolución que
sucedió hace más de 500 años, sino que experimentemos una que con urgencia estarnos
necesitando. En palabras del Dr. Lutero: «Por la Palabra el mundo ha sido vencido y la
Iglesia salvada. Por la Palabra será restauradas».
Tomado de Apuntes Pastorales Vol. XVI N° 3

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LAS CRÍTICAS A LA BIBLIA
Por R. Sproul.

Las críticas a la Palabra de Dios atacan su fidelidad, su inerrancia y su autoridad,


pero la verdad de las Escrituras destruye toda especulación.
Amo a mi Biblia, tanto el Antiguo como el Nuevo Testamento. La debo tener y sin
ningún error. Crecí en medio de livianas devociones y juicios superficiales, pero fui
atraído por el Antiguo Testamento cuando dice: "Los hombres roban, mienten, matan,
cometen adulterio y persiguen el pecado a pleno".

No hay irrealidad en el A.T. La gente es real, luchando diariamente con la terrible


debilidad de la carne, tratando de que alguien ponga sus vidas en conexión con el Dios de
Sinaí.

La angustia de Abraham era genuina mientras caminaba durante esos tres días hacia el
Moriah, intentando alguna conversación con su hijo, su único hijo Isaac. No le repite
versículos de memoria como respuesta a las preguntas de su hijo, sino que temblaba en su
caminata de fe.

Ten en cuenta lo sucedido con Jacob: Su pelea con Dios fue violenta. Lo dejó lisiado. Lo
transformó en "Israel". Cuando reconoce el abrumador poder de Dios, no olvida su
hombría sino que la acrecienta.

Escucha a Moisés cuando discute con Dios sobre la pesada tarea que tenía. Su heroica
misión no tuvo nada de agradable. Cuando sacó al pueblo de la servidumbre, éstos eran
quejosos, y él también. Esa fue la realidad.

Allí están David, Job, Jeremías, humedeciendo sus almohadas con sus lágrimas. En la
desesperación clamaron a Dios por ayuda.

El A.T. está vivo con pasión, una pasión que trasciende las costumbres de los Hebreos.
Contesta poderosamente cada pregunta que oprime al hombre. Hay días, muchos días, en
los que pierdo el coraje. Pero el coraje es contagioso, y tanto David como Amos me lo
infunden. En ellos encuentro la razón para seguir.

Por su parte, el N.T. no es un mundo de escritos animosos y dichos interesantes. Es el


ancla de esperanza. Hay esperanza que no puede ser quebrantada, ella me mantiene
estable en medio de la tormenta. Excluye el desconcierto y nos deja sin vergüenza.

Quítame la Biblia y me dormiría en el futuro. Quítame la Biblia y me rindo. Si la Palabra


está quebrada, yo estoy quebrado.

Jesús lo entendió así. En el atormentador desierto el pan no lo podía sustentar. Necesitó la


Palabra, cada Palabra que procedía de la boca de su Padre. La tentación se profundizó
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durante los cuarenta días. Inexorablemente, obstinadamente, Jesús rechazó ceder. "La
Escritura no puede ser quebrantada..."
¿Cómo puedo romper lo inquebrantable? ¿Cómo puedo rechazar lo que sostuvo al Señor
Jesús? Todos sus temas son verdad (y la verdad te hace libre). Y de ello trata la
inerrancia. No sobre puntos importantes ni sobre gramática. No sobre números ni las
hipérboles. Tampoco sobre citas libres de pasajes del A.T. ni enumeraciones en los
sinópticos. Trata sobre la verdad, la verdad de Dios.

La inerrancia afirma que la Biblia no es nada menos que la revelación, revelación que nos
viene de un trascendente y personal Dios. La Palabra empequeñece toda conjetura
humana y destina toda especulación a la impotencia. ¿Autores humanos? Por supuesto.
Con todos los adornos de sus estilos, personalidades, énfasis personales y gustos. Pero
aun así, la Palabra de Dios. Esta es la verdad de Dios que no puede equivocarse. Esa es,
no puede ser falsa, fraudulenta, mentirosa y engañosa. Es consistente con integridad de
Dios mismo.

Quita la inerrancia y estamos perdidos, y fundamentalmente con opiniones humanas. Tal


opinión puede exhibir extraordinaria sabiduría y asombrosa visión. Puede ser creativa y
emanar una atractiva literatura. Pero la opinión queda, en cambio su Palabra "no
quedará". La opinión humana nos arrastra fuera de la luz y nos encadena para siempre en
la cueva de Platón.

He leído a los gigantes de la civilización occidental. Fui estimulado por Hume,


impresionado por Kant, intimidado por Aristóteles, despertado por Nietzsche. Me
asombré de las viñetas con visión existencial en los escritos de Sartre. Estos hombres son
maestros del pensamiento crítico. Ellos tienen la autoridad adquirida por la experiencia,
pero carecen de la autoridad de Dios. En una palabra, ellos se equivocan.

Los escritos de los eruditos, a menudo, son agudos pero su agudeza es como espada de un
solo filo. En cambio, la de Dios corta por ambos lados. Puede sondear la invisible línea
que separa los huesos de la médula, el nervio del esqueleto. Puede destruir y sanar al
mismo tiempo.

No me gusta ser criticado. Ni los palazos o las piedras hieren tanto como las palabras. Sin
embargo, en las Escrituras encuentro crítica que me sana. Delante de la Palabra puedo
estar desnudo y no avergonzarme. A veces, cuando Dios me corrige, siento que me
afirma, no que me rebaja. Con su disciplina sobreviene una innegable corriente de amor.
Aun en su ira Dios me comunica que "está conmigo". Su enojo no tiene amargura, su
reprensión no insulta.

La mente puede resistir a las Escrituras y el corazón se puede rebelar. Pero nuestras
conciencias traicionan nuestra profunda teología, porque cuando tratamos de escapar de
Dios, su presencia es asombrosamente sentida.

Mucho de lo que hoy se hace en nombre de la "crítica bíblica" no es crítica sino


vandalismo. No procede de un deseo de analizar meticulosamente las sutilezas de la

14
Escritura. A menudo procede de un vívido deseo de desaprobar todo lo que este libro
señala como medida de la autoridad divina. Si esa autoridad puede ser dejada de lado,
entonces, al fin el hombre puede "hacer lo suyo". La batalla es por la autoridad y los
combatientes tienen pesados vestidos de intereses.

Algunos buscan una posición intermedia en la batalla. Estos dicen, con caras sinceras,
que la Biblia es inspirada, pero equivocada. Es la Palabra de Dios, pero falible. Esta
posición intermedia parece muy diplomática. Sin embargo se eriza con calumnias hacia
Dios.

Una cosa es decir que la Biblia es el producto equivocado del esfuerzo humano, otra decir
que Dios mismo inspira el error. Los abogados de esta posición aún tienen que explicar
cómo la inspirada Palabra de Dios puede estar equivocada y ser falible.

Tengo un sueño: Que en alguna parte, de algún modo, nosotros, en este mundo
académico, nos tomemos un tiempo sabático en la negativa crítica de la Biblia. Hagamos
un cese al fuego y guardemos nuestros rifles, permitiendo a la Escritura que nos critique.
Ella a nosotros.

La inerrancia nunca es una licencia para la superficialidad. No es un pasaje para patinar


suavemente sobre la superficie del texto. La Palabra de Dios es profunda. Demanda un
escrutinio. Proclama por el discipulado más excelente. Implica agudeza en el análisis
técnico, digno de esfuerzo. La renta de tal esfuerzo es la verdad.

La verdad de la Escritura demuele la especulación. Admite la infalible Palabra, la Palabra


da luz al mundo moribundo. Trae esperanza, no deseos o inseguridad.
Sin ella, muero.
Tomado de Apuntes Pastorales Vol. V N° 2 pp.4-5

15
Una necesidad de la iglesia
LA INTEGRIDAD DOCTRINAL
Por John F. MacArthur,Jr.

El viejo refrán. dice: "Todo hombre tiene su precio". ¿Es eso verdad? ¿Tenemos todos
nosotros normas morales que son válidas sólo mientras convienen a nuestros objetivos y
deseos personales? ¿O estamos dispuestos a poner a un lado nuestros deseos en favor de
esas normas que afirmarnos creer?

La historia de la iglesia abunda en personas que se negaron a transigir en cuanto a las


normas bíblicas. Mientras se hallaba de pie ante la Dieta de Worms y se le ordenaba que
se retractara de sus escritos si no quería perder su vida, Martín Lutero no negó a Cristo.
Hugo Latimer y Nicolás Ridley, dos reformadores ingleses, fueron quemados en la
hoguera por su fe en Cristo. Esos hombres representan a la gente que no puede
comprarse; ningún precio los hará venderse.
El costo de hacer concesiones
Hay una gran falta en la iglesia de hoy de hombres y mujeres que se aferré a sus
convicciones. Muchos que se llaman cristianos se ufanan de normas morales y alaban su
recto carácter, pero abandonan sus convicciones cuando hacer concesiones resulta más
beneficioso y oportuno. Quizás usted reconozca alguna de las situaciones siguientes:

· Personas que dicen creer en la Biblia, pero asisten a iglesias donde no se enseña la
Biblia.

· Personas que están de acuerdo en que el pecado debe castigarse, pero no si esos pecados
son cometidos por sus hijos.

· Personas que se oponen a la deshonestidad y a la corrupción hasta que deben confrontar


a sus jefes y arriesgarse a perder su empleo.

· Personas que mantienen altas normas morales hasta que relaciones contrarias a la
Palabra de Dios encienden sus deseos.

· Personas que son honestas hasta que un pequeño acto de deshonestidad les ahorrará
dinero.

· Personas que mantienen una convicción sólo hasta que esta es desafiada por alguien a
quien admiran o temen.

Lamentablemente, estas concesiones no son excepciones, sino que se han convertido en


la regla. También las Escrituras están llenas de personas que comprometieron sus
convicciones, entre ellas algunos grandes Servidores de Dios.

· Adán comprometió la ley de Dios, pecó al igual que su esposa y perdió el paraíso (Gn.
3.6,22-24).

16
· Abraham comprometió la verdad, mintió acerca de su relación con Sara y casi perdió su
esposa (Gn. 12.10- 12)

· Sara comprometió la Palabra de Dios y envió a Abraham a Agar, quien concibió a


Ismael y destruyó la paz en el Oriente Medio (Gn. 16.1 -4,11-12)
· Moisés comprometió la orden de Dios y perdió el privilegio de entrar en la tierra prometida (Nm.
20.7-12).
· Sansón comprometió su devoción como nazareo y perdió su fuerza, su vista y su vida
(Jue. 16.4-6,16-3 l).

· Israel comprometió las órdenes del Señor, vivió en pecado y, cuando peleó contra los
filisteos perdió el arca de Dios ( 1 S. 4. 1 l). También comprometió la ley de Dios con su
pecado e idolatría y perdió su patria (2 Cr. 36.14-17).

· Saúl comprometió la palabra divina de Dios al no matar a los animales de su enemigo y


perdió su reino (1 S. 15.3, 20-28).

· David comprometió las normas de Dios, cometió adulterio con Betsabé, asesinó a Urías
y perdió a su bebé (2 S. 11. 1-12.23).

· Salomón comprometió sus convicciones, se casó con mujeres extranjeras y perdió el


reino unido (1 R. 11.1-8)

· Judas comprometió por treinta monedas de plata su supuesta devoción a Cristo y fue
separado de Él por toda la eternidad (Mt. 26.20-25, 47-49; 27.1-5; cp. Jn. 17.12).

· Pedro comprometió su convicción acerca de Cristo, lo negó y perdió su gozo (Mr.


14.66-72). Un tiempo después, comprometió la verdad con el objeto de ser aprobado por
los judaizantes y perdió su libertad (Gá. 2.11-14).

· Ananías y Safira comprometieron su palabra sobre su ofrenda, le mintieron al Espíritu


Santo y perdieron sus vidas (Hch, 5. 1 -1 l).

Estos ejemplos me traen a la mente dos observaciones. En primer lugar, en cada caso el
efecto de la concesión fue perder algo valioso a cambio de algo temporal y que no
satisface, de un deseo pecaminoso (énfasis del editor). En segundo lugar, nótese lo que se
comprometió en cada uno de esos ejemplos: o la Palabra de Dios, o una convicción
acerca de Dios. Así, el verdadero precio de la concesión es un acto de rebelión en contra
de Él y la elevación de uno mismo como la autoridad final.

Esa es la situación actual en muchas iglesias. Incluso en las que antes eran genuinamente
evangélicas, donde la Biblia era la norma divina en cuanto a la creencia y al estilo de
vida, la Palabra de Dios se halla ahora comprometida. En muchas iglesias que antes
predicaban la sana doctrina, se consideran, ahora, aceptables males que Dios condena de
plano una y otra vez. Las Escrituras son a menudo reinterpretadas para acomodarlas a
estos conceptos antibíblicos.

El hecho es que la gente se satisface con nociones no bíblicas que elevan su nivel de
comodidad, y justifican o ignoran sus pecados. Se apresuran a acusar de falta de amor a
cualquiera que pretenda hacerlos responsables de sostener creencias doctrinales y normas
morales que ellos consideran anticuadas e irrelevantes.
17
Actualmente la iglesia está llena de bebés espirituales, los cuales están en constante
peligro de ser presa de toda nueva moda religiosa que aparezca (Ef 4.14). Como no están
anclados en la verdad divina, están sujetos a todo tipo de verdad falsa: humanística,
cultista, pagana, demoníaca, o la que sea. Del mismo modo que las familias de hoy están
dominadas por sus hijos, también lo están muchas iglesias. ¡Qué tragedia tan grande es
que creyentes inmaduros de la iglesia estén entre sus maestros y líderes influyentes!
Proteger la verdad

¿Dónde reside el problema? Sin duda alguna, la culpa se halla fundamentalmente en los
líderes: en los pastores y los dirigentes laicos cuya responsabilidad es enseñar, guiar y
proteger al pueblo de Dios. Como bien advirtió Pablo a los ancianos de Éfeso: (Hch.
20.29, 30). Los falsos maestros son inevitables, y debería ser la responsabilidad de los
líderes estar a su acecho.

Pero también el pueblo debe compartir parte de la culpa. La Palabra de Dios también está
a su alcance, y por eso no pueden seguir ciegamente su liderazgo espiritual. Los que han
sido edificados y fortalecidos en la Palabra de Dios son capaces de discernir la verdad del
error, por lo que tienen el deber, por su propio bienestar espiritual, de asegurarse de que
sus dirigentes estén a la altura de la norma de las Escrituras.

Todos los creyentes deben actuar como guardianes de la verdad. Cuando Pablo se refirió
al privilegio de la identidad de Israel en Romanos 3.1 y 2 dejó bien claro que el principal
regalo de Dios a Israel fue su Palabra. La iglesia se halla en la misma posición, porque Él
nos ha confiado el depósito y la comunicación de su verdad.

Unidad e integridad doctrinal


Antes de que la iglesia cumpla su misión, todos los creyentes deben consagrarse a la
integridad doctrinal. El apóstol Pablo lo corroboró cuando dijo que uno de los papeles del
pastor-maestro es «la edificación del cuerpo de Cristo, hasta que lleguemos a la unidad de
la fe» (Ef. 4.12, 13). Por «fe» Pablo no se refiere al acto de creer o al de la obediencia,
sino al contenido del evangelio en su forma más completa.

En los últimos años se han hecho muchos esfuerzos para unificar a la iglesia, y el
resultado que hemos visto dentro de los círculos evangélicos es la inclusión de todo tipo
de religiones y sectas. Pero esa no es la unidad que Dios desea para su iglesia. La unidad
de la fe es imposible, a menos que sea erigida sobre la verdad establecida y reconocida.
Jesús, en su oración de Juan 17, en versículos 17 al 21 dejó bien claro que la unidad sólo
es posible si es el resultado de la santificación de los creyentes en la verdad. El
compañerismo que abandona o menosprecia las doctrinas cruciales de la fe no es unidad
cristiana; es una concesión impía. En la iglesia no puede haber unidad si no hay
integridad doctrinal.

Depositarios de la verdad

Hoy la iglesia existe en un mundo profetizado por el apóstol Pablo, quien dijo a Timoteo:
«Vendrá tiempo cuando no sufrirán la sana doctrina» (2 Ti. 4.3). A través de la historia,
18
la iglesia verdadera ha permanecido fiel a la verdad en medio de las persecuciones de
afuera y de las enseñanzas falsas de adentro. Nuestro único medio de contrarrestar la
tendencia actual de la claudicación doctrinal es el esfuerzo renovado de ser depositarios
de la verdad, y de proclamarla y transmitirla sin adulteración a la generación inmediata de
creyentes.

Al igual que la iglesia de hoy, los creyentes de Éfeso del primer siglo se enfrentaron a la
tentación de comprometer la verdad de la Palabra de Dios. Las cartas de Pablo a Timoteo
están llenas de exhortaciones a vivir, proclamar y defender la verdad. En una de esas
exhortaciones, Pablo establece la misión de la iglesia con la siguiente imagen: la iglesia
es «Columna y baluarte de la verdad» (1 Ti. 3.15). La iglesia ha de ser un testimonio de la
verdad de Dios. Esa es la misión de la iglesia en el mundo.

Toda iglesia tiene la solemne responsabilidad de mantener con firmeza la verdad de la


Palabra de Dios (énfasis del editor). La iglesia no inventa la verdad, y si la altera lo hace
sólo al precio del juicio divino. El deber de la iglesia es mantener y preservar la Palabra
como la posesión más preciosa sobre la tierra. Las iglesias que alteran, falsean,
menosprecian o abandonan la verdad bíblica destruyen su única razón de existir y
experimentan la impotencia, y el juicio divino.

Cómo preservar la verdad

Aunque mantener la Palabra de Dios es responsabilidad colectiva de toda iglesia local,


eso no puede ocurrir a menos que cada creyente individual se consagre a ese deber. Hay
varios modos de hacerlo:

· Creerla: Pablo dio el siguiente testimonio ante Félix, el gobernador romano de Judea:
«Así sirvo al Dios de mis padres, creyendo todas las cosas, que en la ley y en los
profetas están escritas» (Hch. 24-14). Las muchas exhortaciones a oír la Palabra también
se refieren a oír con fe. Usted no puede mantener la Palabra si no la oye y no la cree.

· Memorizarla: No hasta con oír la Palabra: hay que guardarla en la memoria (Sal. 1 19. 1
l). Sólo entonces estaremos «siempre preparados para presentar defensa ... ante todo el
que os demande razón de la esperanza que hay en vosotros" (1 P. 3.15).

· Meditarla: Josué 1.8 dice: «Nunca se apartará de tu boca este libro de la ley, sino que de
día y de noche meditarás en él, para que guardes y hagas conforme a todo lo que en él
está escrito; porque entonces harás prosperar tu camino y todo te saldrá bien».

· Estudiarla: Pablo insistió a Timoteo: «Procura con diligencia presentarte a Dios


aprobado, como obrero que no tiene de qué avergonzarse, que usa bien la palabra de
verdad» (2 Ti. 2.15).

· Obedecerla: Jesús dijo: «Bienaventurados los que oyen la palabra de Dios, y la


guardan» (Lc. 11.28). De poco sirve oír la Palabra, memorizarla, meditar en ella y
estudiarla, si usted no la obedece.

· Defenderla: Pablo dijo a los Filipenses que había sido «puesto para la defensa del
evangelios» (Fil. 1. 17). La verdad siempre será atacada, y usted debe estar listo para
19
defenderla con gran vigor. Es por eso que Judas dijo: «Que contendáis ardientemente por
la que ha sido una vez dada a los santos» (v.3).

· Vivirla: Pablo le recordó a Tito que los creyentes «en todo adornen la doctrina de Dios
nuestro Salvador» (Tit. 2.10). Tener la mente controlada por la Palabra de Dios produce
un comportamiento piadoso (Col 3. 16).

· Proclamarla: En obediencia al mandato de nuestro Señor, debemos alcanzar, integrar y


discipular con la palabra (Mt. 28.19, 20). Debemos hacerlo a tiempo y fuera de tiempo (2
Ti. 4.2).

¡Que cada uno de nosotros sea fiel cada día en defender la integridad de la Palabra de
Dios, y en ese proceso, demuestre su propia integridad!

Proclamar la verdad

La esencia de la proclamación
La Palabra de Dios es una inmensa e inagotable mina de verdades espirituales. De todas
esas verdades, ¿cuál es la más importante que debe ser defendida y proclamada por la
iglesia? Pablo nos ofrece la respuesta en 1 Timoteo 3.16: «Dios fue manifestado en carne,
justificado en el Espíritu, visto de los ángeles, predicado a los gentiles, creído en el
mundo, recibido arriba en gloria.» El mensaje que predicamos no es otro que Jesucristo;
Él es el centro de lo predicamos (1 Cor 2.2)

Algunos pastores y maestros evangélicos han afirmado que el sencillo evangelio bíblico
debe ser reforzado y adornado con diversas adaptaciones culturales para hacerlo más
atractivo y aceptable para el hombre moderno. ¡Qué atrevimiento es pensar que un
imperfecto y pecaminosa ser humano pueda mejorar el mismísimo mensaje de Dios para
llevar a los hombres a Él. Cuando el evangelio es predicado con claridad a hombres y
mujeres pecadores, el Espíritu Santo regenerará, en algún momento, a aquellos a quienes
Dios ha elegido, y estos creerán.

El apóstol Pablo sabía que la fe salvadora, por la que había sido llamado a Predicar,
nunca podría ser producida o mejorada por su propia sabiduría, inteligencia o persuasión.
Busque en 1 Corintios 1.23-25; 2.1,2 lo que escribió a la mundana iglesia de Corinto con
respecto al centro y carácter de su predicación.

La sencilla, pero infinitamente poderosa verdad del evangelio de «Jesucristo, y a éste


crucificado» nunca dejará de producir fe salvadora en aquellos que han sido elegidos por
Dios.

El único mensaje verdadero acerca de Dios está manifestado en su Palabra (Tit 1.3).
¿Cómo podría cualquier pastor o maestro que llame a Cristo su Señor y Salvador,
proclamar otra cosa que no sea la Palabra de Dios? Toda verdad que necesitemos para
evangelizar o edificar se encuentra en su Palabra; ella es la única simiente que da vida
eterna (1 P. 1.23 y 2.1, 2). Esas verdades absolutas, no se hallan sino sólo allí.

Lealtad en el liderazgo

20
Si bien lo que sigue es responsabilidad de todos los cristianos, tiene implicaciones
especiales para los que son o piensan convertirse en pastores, diáconos o ancianos de la
iglesia. La base de toda enseñanza efectiva de la Palabra de Dios es su compresión de esa
revelación y su obediencia a esta. Por tanto, usted debe ser inquebrantablemente fiel a las
Escrituras.

Pablo le escribió a Tito diciéndole que fuera «retenedor de la palabra fiel tal como ha sido
enseñada» (Tit. 1.9). «Retener» significa «aferrarse o adherirse firmemente a algo o a
alguien.» Por tanto, usted debe aferrarse a la Palabra con ferviente devoción y constante
solicitud. Usted debe estar «nutrido con las palabras de la fe y de la buena doctrina» (1
Ti. 4.6). Eso implica dedicación a la autoridad y suficiencia de la Palabra de Dios como
la única fuente de verdad moral y espiritual.

El liderazgo en la iglesia no se logra por las capacidades naturales de una persona, ni por
su educación, sentido común o sabiduría humana. Se logra por su conocimiento y
comprensión de la Biblia, su consagración a ella y su sumisión al Espíritu Santo, que
aplica las verdades de la Palabra de Dios en su corazón y en su vida. El hombre que no se
aferra a la Palabra de Dios y que no se consagra a vivirla, no está preparado para
predicarla ni enseñarla. Sólo entonces el poder de la integridad del líder causará un
impacto en aquellos a quienes ministra.

Quienes pecan de deslealtad a las Escrituras, son en gran parte responsables de la


predicación y enseñanza superficial y egocéntrico que está presente hoy en muchas
iglesias evangélicas.

Pero el pastor fiel, como Esdras, tiene «preparado su corazón para inquirir la ley de
Jehová y para cumplirla, y para enseñar en Israel sus estatutos y decretos» (Esd 7. 1 0).
Sabe que la Biblia no es un recurso para establecer la verdad, sino la fuente de verdad
divinamente revelada. Sus verdades no son opcionales, sino obligatorias. El propósito del
pastor no es hacer las Escrituras relevantes a su gente, sino capacitarles para que
entiendan la doctrina y la apliquen a sus vidas sabiamente.
Vivir la verdad
No se puede vivir una vida efectiva sin una sólida comprensión de la doctrina cristiana.
Por eso el apóstol Pablo, en Tito 1. 1, conecta «el conocimiento de la verdad» con
«piedad». Más adelante, en la misma epístola, Pablo dice: «La gracia de Dios se ha
manifestado para salvación a todos los hombres, enseñándonos que, renunciando a la
impiedad y a los deseos mundanos, vivamos en este siglo sobria, justa y
piadosamente» (2.11, 12).

La verdad divina y la piedad están íntimamente relacionadas. La verdad de Dios produce


piedad. Sólo Él puede revelar qué espera de sus hijos.,

El teólogo R.C. Sproul explica lo importante que es una sana doctrina para una vida
piadosa: Debernos rechazar la falsa división entre doctrina y vida. Podemos tener una
doctrina sana sin una vida santa. Pero : es extremadamente difícil avanzar en la
21
santificación sin una doctrina sana. La sana doctrina no es una condición suficiente para
producir una vida piadosa. No produce santificación de manera automática. La sana
doctrina es una condición necesaria para la santificación. Es un prerrequisito
fundamental. Es como el oxígeno y el fuego. La mera presencia de oxígeno no garantiza
el fuego, pero no se puede tener fuego sin oxígeno. (Pleasing God [Wheaton, III.:
Tyndale Hause, 1988, 217).

Sólo los que se aferran a la Palabra de Dios corno su única fuente de autoridad y
conducta, pueden tener una vida sin concesiones.

Tomado de Apuntes Pastorales Vol. XVII N° 4 pp. 6 - 8

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LA SUMISIÓN A LAS ESCRITURAS
Por Esteban Clark

Si el Nuevo Testamento es una colección de inspirados escritos apostólicos que forman el


canon, tiene entonces la máxima autoridad en la vida de un Cristiano. Presenta palabras
de Dios, el Señor de todo y se le debe creer y obedecer. Para usar un término del Nuevo
Testamento (2 Co. 11.4), los cristianos deben someterse a él. Deben someterle sus
mentes, inclusive toda su vida. Esta sumisión comprende, por un lado, creer lo que dicen
las Escrituras en donde proclaman un hecho acerca de la fe cristiana y, por el otro,
obedecer los deseos del Señor que ellas señalan.

Los cristianos deben responder a las Escrituras como a algo que posee autoridad sobre
sus vidas, de tal modo que sea suficiente para ellos saber que las Escrituras han enseñado
algo para aceptarlo y seguirlo. La enseñanza bíblica no es meramente una opinión más
entre muchas opiniones, puntos de vista o teologías. Es la medida con la cual se deben
medir todas las demás opiniones. Si otros puntos de vista no coinciden, se los deberá
rechazar.

Esta no es una cuestión puramente intelectual sino que habla de la manera en que la gente
debería orientar sus vidas. Con facilidad, uno puede comenzar a acercarse a las Escrituras
como a una fuente de opinión o de justificación para distintas proposiciones, tornando
frente a ellas la postura de un pensador que hace uso de las Escrituras. Cuando los
cristianos piensan en las Escrituras no deben ponerse por encima de ellas, usándolas para
sus propósitos. Aproximarse a estos preciosos escritos es aproximarse al mismo Señor.
Los que ellas dicen deberá recibirse como lo que son: Un mensaje del Señor. La actitud
adecuada es la de sumisión, la sumisión que deberá caracterizar toda relación con el
Señor. La rectitud demanda sumisión al Señor.

Sin embargo, la sociedad contemporánea no valora la sumisión personal. Por el contrario,


enseña que la máxima posición, la posición ideal que puede alcanzar un ser humano, es la
de autonomía personal. El ser humano que es valorado es aquél que decide por sí mismo,
que es creativo, que inventa nuevas opiniones y puntos de vista, que es "adulto"; es quien
asume la responsabilidad de tomar sus propias decisiones. En contraste, el ideal cristiano
es someterse totalmente a Dios para ser moldeado y formado por El y desear, por sobre
todas las cosas, ser lo que Dios quiere que él sea. El cristiano es el siervo (doulos -
esclavo) de Jesucristo; tal vez sea un siervo voluntario, pero siervo (Ro. 6.16-23). Es la
persona a quien su vida ya no le pertenece, sino que se la ha entregado por completo,
incluyendo su mente, a otro.

Muchos cristianos modernos han perdido no sólo el sentido de la dignidad de la sumisión


al Señor sino también la comprensión de cómo someterse. Ya no poseen una comprensión
instintiva de la importancia de la obediencia como un aspecto de la lealtad personal a
Dios y de cómo la obediencia surge de una devoción personal a El. Jesús dijo: "Si me
amas, guarda mis mandamientos". La obediencia y el amor van de la mano. Pero la
obediencia en amor no se contenta con sólo guardar los mandamientos explícitos que nos
están solemnemente impuestos. La obediencia en amor también implica las ansias de

23
seguir sus preferencias y ser formado por todos sus deseos. Los cristianos que muestran
una obediencia amorosa desean que sus vidas sean formadas por los deseos del Señor, de
modo que lo complazcan hasta en las cosas más pequeñas.

Pero hay más en esto, la obediencia en amor es obediencia activa. No espera que el Señor
muestre su voluntad sino que trata de averiguarla. Está ansiosa por descubrir qué es lo
que el Señor prefiere, ¡ y hacerlo! Concretamente, obedecer significa comparar nuestra
mente y nuestros pensamientos con la mente y los pensamientos del Señor tal como lo
encontramos en las Escrituras. Obedecer, entonces, significa cambiar nuestras mentes
cuando no armonizan con las Escrituras y cambiar nuestras vidas cuando no están
formadas por los deseos de Dios revelados en las Escrituras (“Ceñid los lomos de vuestro
entendimiento... como hijos obedientes...”,1 Pe. 1.13,14). Esta actitud no niega que Dios
pueda revelar su voluntad de otras maneras, sólo que enfatiza el hecho de que El ha
revelado su voluntad en las Escrituras y que uno debe estar, por lo menos, ansioso de
obedecer lo que dice allí.

Los cristianos somos, a menudo, tentados a una sumisión selectiva. Algunas enseñanzas
bíblicas les resultan muy atrayentes y encuentran que hay en ellos mismos admiración y
deseos de someterse a ellas. A los cristianos modernos les resulta más fácil,
generalmente, sentirse entusiasmados por la enseñanza cristiana sobre la paternidad de
Dios o el amor a los otros. Sin embargo, algunas enseñanzas bíblicas contradicen sus
deseos. Y otras pueden inclusive repudiarlos. Muchas veces la dificultad es que
sinceramente no están muy seguros de cómo responder a algún trozo de las Escrituras. A
menudo, una persona sabe que las Escrituras están diciendo algo acerca de un terna
determinado, pero se encuentra dudando en cuanto a cómo entender o aplicar lo que allí
dice. Al margen de algunas incertidumbres, a la mayoría de los cristianos les queda
mucha enseñanza bíblica que es suficientemente clara o que podría aparentemente ser
más clara con mayor investigación, pero a la cual ellos no están dispuestos a someterse.
Aquí es, precisamente, donde se comprueba la autenticidad de la sumisión. Un cristiano
demuestra que su sumisión es genuina, y no un mero engaño, cuando se somete al Señor
en algo que le es personalmente difícil y que le puede hacer perder el respeto de aquellos
que lo rodean. Un cristiano puede dudar de cómo someterse, pero no debe ser selectivo en
cuanto a la sumisión.

El presente es un resumen del capitulo del mismo nombre del libro Hombre y mujer en
Cristo, del mismo autor

Tomado de Apuntes Pastorales Vol. V N° 2 pp. 12-13

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LECTURA COMPRENSIVA DE LA BIBLIA
(Parte 2)
Por Samuel Marcano

Consideraciones generales
Imagine a un forense que lleva horas analizando los tejidos de un cadáver para establecer
la razón exacta de su fallecimiento y que de pronto ve al supuesto cadáver incorporarse y
decirle: ¡Tranquilo, amigo!, te ahorraré trabajo diciéndote que mi muerte se produjo por
haber sido mordido por una coral venenosa... y enseguida vuelve a su lugar. Tal escena
sólo cabría en nuestra imaginación, pero nos ayuda a entender el hecho de que la
interpretación bíblica es como la tarea de este forense: debemos examinar con mucho
cuidado cada parte .del texto bíblico para establecer con la mayor precisión posible lo que
quiso decir el autor de ese texto. Al mismo tiempo, quien inspiró a ese autor no está
muerto; vive y puede ayudarnos a entender sus pensamientos. Esa es la gran paradoja de
la interpretación bíblica. Analizamos un escrito de Pablo, muerto hace ya casi dos mil
años, y por otro lado contamos con la iluminación del Espíritu Santo, que inspiró a Pablo
y nos puede ayudar a establecer lo que Pablo quiso decir. ¡Qué maravillosa paradoja!

La tarea del intérprete es ardua y delicada, no nos engañemos. El hecho de que podemos
contar con la ayuda del Espíritu Santo no nos exime de la responsabilidad de estudiar
seriamente el texto bíblico. En ese sentido, es necesario establecer algunas pautas
generales que nos permitan sustentar el trabajo de la interpretación bíblica. Estas pautas
tienen la idea de proveer dirección básica a la tarea del intérprete y no deben ser
consideradas necesariamente como un método o sistema de interpretación; son simples
sugerencias.

Consideremos primero algunas actitudes que debe tener toda persona que se acerca a la
Biblia para interpretarla. Aunque la Biblia es literatura, no es cualquier literatura. Es
cierto que debemos tomar en cuenta los distintos aportes que puedan darnos las ciencias
del análisis literario, pero la singularidad de la Biblia como Palabra de Dios hace
necesario que, en cierta manera, establezcamos pautas muy especiales para su estudio.
Leemos a Cervantes o Shakespeare de una manera muy diferente a cómo leemos el
evangelio de Juan o la carta de Pablo a los Romanos. Por eso es necesario que toda
persona que se acerca a la Biblia asuma que:
1. Dios se ha revelado a través de la Biblia.
La Biblia es básicamente el libro de Dios. Hay un precioso misterio en esto. Dios reveló
su plan a los hombres y los inspiró para que ellos lo pusieran por escrito (2 Ti. 3:16; 2 P.
1:20,21; ). Así que podemos afirmar con toda confianza que la Biblia es exactamente lo
que Dios quiere que sepamos y que fue escrita en forma tal que podamos entenderla

2. Debemos depender de Dios para interpretar la Biblia.


Si la Biblia es el libro de Dios, entonces es Él quien en última instancia puede indicarnos
su significado. Fue el Espíritu Santo quien inspiró a los escritores (2 P. 1:21), y es ese
mismo Espíritu quien puede traer a nuestro entendimiento. especial comprensión de lo
25
que quiso revelar. Nuestra petición debe ser como la del salmista: «Abre mis ojos para
que vea las maravillas de tu Ley» (Sal. 119:18). Esta dependencia de Dios debe
manifestarse básicamente en una vida de oración (no un tiempo breve antes de leer la
Biblia) y una profunda meditación en la Palabra de Dios (Sal. 119:97).
3. Debemos ser humildes para reconocer que nuestra interpretación no es
necesariamente la correcta.
La interpretación es el esfuerzo del lector por comprender el sentido que el autor quiso
dar a su obra. Toda interpretación corre el riesgo de no reproducir exactamente esta
intención. Muchas veces es más fácil decidir sobre lo que no quiso decir un autor que
sobre lo que realmente quiso decir. Cuando nos acercamos a la Biblia debemos tener
siempre presente que nuestra interpretación es un acercamiento falible (puede estar,
equivocado) y, por lo tanto, no es definitivo ni final. Debemos aceptar otras
interpretaciones posibles siempre y cuando tengan sentido, coherencia y consistencia.

El proceso de interpretación se sustenta en principios o pautas. Una de estas pautas tiene


que ver con la perspectiva con la cual nos debemos acercar a la Biblia y señala que:
DEBEMOS MANTENER UNA PERSPECTIVA GLOBAL Y NO SÓLO
PARTICULAR DEL TEXTO BÍBLICO.
Una de las dificultades en el proceso interpretativo es el equilibrio que debe mantenerse
entre el análisis del texto en profundidad y al mismo tiempo en proyección longitudinal
(profundizar lo más que podamos en un texto particular sin perder de vista toda la Biblia
en general). Imagine que usted recibe una novela y se le pide que haga un análisis de ella.
Usted se dirige al capítulo final de la novela y después de leer dos o tres párrafos
entonces elabora su análisis. Es ilógico e incomprensible. Sin embargo, eso hacemos
frecuentemente con la Biblia. Queremos explicar lo que significa la expresión el agua y el
Espíritu (Jn. 3: 5) sin analizar todo el capítulo; comprender el capítulo 2 de la segunda
epístola a Timoteo sin entender toda la carta; saber el significado del libro de Apocalipsis
sin el aporte del resto de los libros del Nuevo Testamento, y queremos entender el libro
de Hebreos sin conocer el aporte de todos los libros del Antiguo y el Nuevo Testamento.
En otras palabras, no se puede entender la parte sin entender el todo. La Biblia es un
conjunto de libros en perfecta unidad orgánica. Es como un gran libro con sesenta y seis
capítulos (cada libro es como un capítulo); un solo libro con un solo y gran tema: el plan
de Dios para restaurar la creación caída.

La explicación anterior nos lleva a advertir el cuidado que debemos tener en considerar
todo el texto en lugar de algunos versículos aislados. Con frecuencia fallamos al
concentrar nuestra atención en unas cuantas palabras de un capítulo sin atender a que este
versículo pertenece a un conjunto mayor. Los libros de la Biblia no fueron escritos en
capítulos y versículos. Los escritores de la Biblia escribieron todo el texto íntegro sin
divisiones intermedias.

Posteriormente, algunos traductores y estudiosos organizaron el material bíblico en


secciones más pequeñas y manejables. Así, por ejemplo, sabemos que para el año 586 a.
C. ya se habían organizado los cinco primeros libros de la Biblia (Pentateuco) en 154
26
agrupaciones para facilitar su lectura en un plan de tres años. Posteriormente se siguieron
haciendo este tipo de divisiones hasta la que hoy en día conocemos en capítulos y
versículos, que debemos principalmente a Esteban Langton, profesor de la Universidad
de París (1227).

Este arreglo de la Biblia en capítulos y versículos ha sido tremendamente ventajoso. Nos


permite, entre otras cosas, organizar planes de lectura secuenciales, ubicar con rapidez
cualquier sección de la Biblia y memorizar porciones específicas de las Escrituras. Sin
embargo, al mismo tiempo puede dar la falsa imagen que los libros de la Biblia son una
colección de versículos o sentencias con sentidos completos en sí mismos, independientes
de la relación con los demás. Esta imagen está muy generalizada en la mayoría de los
creyentes y para algunos ha sido la razón principal de interpretaciones erróneas.

De manera que, por un lado, tenemos nuestras Biblias organizadas en secciones mayores
y menores en un formato de columnas con el propósito de ayudar al creyente en su
lectura y, por el otro, el conflicto de que esta misma división puede ser un factor de mala
interpretación para algunos. ¿Qué podemos hacer frente a esta situación? Debemos tomar
en cuenta tres, aspectos para remediar este asunto: la globalidad del argumento, la
globalidad del relato y la globalidad del mensaje.
La globalidad del argumento.
Cuando el texto que estamos estudiando es un argumento (una secuencia de afirmaciones
desarrolladas en forma coherente) es necesario tomar en cuenta todo el argumento
presentado por el autor. Si quisiéramos entender el significado del texto de 1
Tesalonicenses 5:19: No apaguéis al Espíritu, tendríamos que examinar cuidadosamente
cuál es el argumento que Pablo está desarrollando en esta carta y qué dio lugar a esta
declaración. Para ello es necesario leer con mucha atención toda la carta varias veces para
familiarizarse con el tema y comprender mejor lo que él quiere decir (comprensión del
argumento principal). En forma general, notará que esta carta fue enviada para animar a
la naciente iglesia de Tesalónica a mantenerse firme en la fe cristiana tras el informe que
trajo Timoteo a Pablo (1 Ts. 3:6-13).

Posteriormente a esta lectura comprensiva es necesario que notemos las diferentes partes
en las cuales Pablo organiza el argumento de toda la carta. En el caso específico de la
carta que estudiamos, es notorio que Pablo en los primeros tres capítulos se dedica a
reconocer la firmeza de la fe de los creyentes y los anima a mantenerse firmes.

En los capítulos cuatro y cinco les da una serie de instrucciones que parecen obedecer a
algunos problemas particulares que habían aparecido en la iglesia y que Timoteo
oportunamente le informó: necesidad de mantener una vida santa en medio de la
inmoralidad circundante (4:1-8); la práctica del amor fraternal (4:9-12); consuelo para los
hermanos cuyos familiares creyentes habían muerto (4:13-18); aclaraciones con respecto
a la segunda venida de Cristo (5:1-11); trato adecuado para los dirigentes de la iglesia
(5:12, 13); trato de los ociosos, pusilánimes y débiles (5:14); necesidad de tratar a todos
bien (5:15); ser constantes en el gozo, la oración y el agradecimiento (5:16-18); no limitar
la acción del Espíritu Santo (5:19-21) y abstenerse de toda apariencia de maldad (5:22).
27
La carta termina, como casi todas las del apóstol, con un saludo cordial (5:23-28).
Finalmente, debemos relacionar el versículo que estamos estudiando con el argumento
anterior y posterior (versículos que están antes y después). Nos damos cuenta de que esta
orden de no apagar al Espíritu está asociada con otra similar: no menospreciéis las
profecías (v. 20). ¿Habrá alguna relación entre los dos versículos? ¿Apagar el Espíritu
tendrá que ver con menospreciar las profecías? En este punto necesitamos el auxilio de
otros textos de las Escrituras que puedan relacionar los conceptos de las profecías, el
Espíritu Santo y el menosprecio de los dones del Espíritu. Sabemos por algunos pasajes
que la profecía es un don del Espíritu Santo (Ro. 12:6; 1 Co. 12:1 0). También sabernos
que en la iglesia de Corinto el don de profecía era menospreciado por preferir el don de
lenguas (1 Co. 14). La expresión apagar al Espíritu es una expresión figurada. Aquí
recurrimos a las figuras de la literatura. El apóstol ilustra la acción del Espíritu como un
fuego. Si alguien en la iglesia limitaba la manifestación del Espíritu era como apagar o
extinguir esa llama. No sería extraño que esta naciente iglesia, al igual que la de Corinto,
asumiera una actitud indiferente hacia las profecías. De manera que sí podemos ver una
relación entre el versículo 19 y los versículos 20 y 21. La Orden de no apagar el Espíritu
tiene que ver con no menospreciar las profecías (limitar la práctica de la profecía en la
iglesia). Al contrario, debía darse lugar a ella evaluando cuidadosamente el mensaje de
los profetas para retener lo bueno (v. 21). Recordemos que en ese tiempo no se contaba
con la Biblia como ahora y que Dios usaba hombres y mujeres para revelar su voluntad a
la iglesia (vea Hch. 13:1; 21:10; 1 Co. 14).

Se han dicho muchas cosas de este versículo. Por ejemplo, que el Espíritu Santo puede
ser apagado por nuestros pecados. También se ha relacionado este pasaje con la parábola
de las cinco vírgenes fatuas y las cinco prudentes, concluyendo que el fuego en aquella
parábola es el Espíritu Santo que no debe ser nunca apagado en la vida del creyente
porque correrá el riesgo de quedarse cuando Cristo venga. En fin, todas estas
interpretaciones no toman en cuenta el argumento global de la carta.

Usted podrá pensar que esto requiere un gran esfuerzo y tiene razón. Acostumbrados
como estamos al facilismo y la comodidad de la era tecnológica, esperamos obtener todas
las respuestas de manera instantánea: apretar un botón y saber enseguida la solución.
Invertir horas o días en una lectura reposada y comprensiva de todo un libro de la Biblia;
consultar una concordancia para revisar el uso de una palabra en varios libros; pasar una
o dos semanas dedicando una o dos horas al día para comparar lecturas de la Biblia que
tengan relación entre sí; Todo eso parece una descripción del trabajo de los monjes en la
edad media. ¿Puede alguien creer que se debe invertir todo este tiempo para saber
simplemente la explicación de un versículo? He aquí la razón de tanta interpretación
superficial y errónea en nuestros días.

La globalidad del relato.


Cuando el texto que estamos estudiando es una narración (secuencia de eventos),
entonces debemos tomar muy en cuenta el bloque completo del relato y no las escenas
particulares. Por ejemplo, podemos considerar la visión que tuvo Pedro en Jope, relatada
en Hechos 10: 9-16. Allí Pedro recibe la orden de matar y comer todo tipo de animales.
Algunos han defendido su tendencia a comer cualquier tipo de alimentos basados en este
28
pasaje. Otros han visto aquí el valor de la oración como vehículo de revelación. Para
otros, aquí hay un argumento contra los vegetarianos. En todo caso, se pasa por alto el
hecho de que este episodio está enmarcado en un relato mayor que ocupa todo el capítulo
10 y 11:1-18, a saber, la expansión del evangelio a los gentiles.

Debemos ver, entonces, la escena del lienzo como una forma a través de la cual Dios
estaba preparando el corazón de Pedro para que pudiera encontrarse con Cornelio.
Aunque algunos señalan esta porción como la conversión de Cornelio, en verdad quien se
convirtió fue Pedro. Sus prejuicios y tradiciones contra los gentiles fueron derrumbados y
entendió que no debía hacer acepción de personas (Hch. 10:28). Cuando tenga que
estudiar un pasaje narrativo, lea con mucha atención todo el relato; para ver si forma
parte o no de una secuencia mayor. Cuidado con perder de vista este importante factor.
La globalidad del mensaje.
¿Cuál mensaje? El mensaje de la Biblia. Nunca debemos olvidar que el mensaje central
de la Escritura es que Dios se ha movido por misericordia para restaurar a su creación
caída. La historia de la Biblia es la historia del amor de Dios por su creación,
especialmente el hombre. De manera que cualquier versículo, capítulo o libro de la Biblia
está impregnado de este mensaje en una manera u otra.

Este mensaje central son las líneas que sirven de límite a cualquier interpretación que se
haga a un texto de la Biblia. Algunos han querido ver en la visión de las cuatro ruedas de
Ezequiel 1:15, 16 una alusión a platillos voladores. Otros han considerado que el arca
del pacto era una fuente de energía extraterrestre. No olvidemos nunca los límites de la
interpretación bíblica: el amor de Dios por su creación reflejado en su plan redentor.
Estos límites permanecen como los rieles del tren: le dan dirección y lo limitan. Tomar
otro camino es descarrilarse hacia falsas interpretaciones que terminarán por destruir
nuestra fe y estrellar nuestras convicciones.

Preguntas para la discusión grupal


1. ¿Por qué piensa que algunos creyentes son tan dogmáticos a la hora de defender su
interpretación del texto bíblico? ¿Cómo evalúa esta actitud? ¿Cuál sería a su entender la
actitud correcta?

2. ¿Qué lugar ocupa la oración en su vida como intérprete de la Palabra de Dios?

3. ¿De qué manera podemos orientar a la congregación a ver la Biblia más allá de
capítulos, versículos y columnas, a fin de que enfoque el argumento o relato completo?

Tomado de Apuntes Pastorales Vol. XVII N° 2 pp. 70-73

29
¿CUÁL TRADUCCIÓN ES LA MEJOR?
Por R.M.W

Cuál es la mejor traducción de la Biblia? Para varios, esto no es una pregunta difícil,
porque afirmarán categóricamente: "¡Por supuesto que la versión de 1960!".

Sin embargo, no es una pregunta de respuesta fácil. La búsqueda de la mejor versión está
llena de "expertos", cargados con opiniones, colmados de retórica, confusos en su
terminología y escasos en información objetiva. Pero para el pastor que ama a Dios y ama
su pueblo es una pregunta de suma importancia y no fácil de contestarla. Hay factores
cruciales que deberá considerar. En esencia, tienen que ver con: Precisión (dar el sentido
correcto), comprensión (claridad) y pertinencia (que sirva al propósito para el cual se la
usará). Para ilustrarlo, consideremos cuales son las versiones más precisas que hay hoy
del Nuevo Testamento. Sin duda, éstas son las escritas en griego, pero no son
comprensibles para la gran mayoría. Una Biblia no sólo necesita ser precisa sino también
legible y comprensible para quienes desean leerla.

Por lo tanto, en la práctica, no hay una "mejor" traducción. Vemos aun esto con los
mismos apóstoles y escritores del Nuevo Testamento que tradujeron el Antiguo
Testamento de diversas formas, citando distintas versiones. A veces utilizaron el texto
hebreo (Dt. 8.3 y Mt. 4.4), otras veces usaron la Septuaginta, el Antiguo Testamento en
griego popular (Dt. 32.43 y He. 1.6; Gn. 47.31 y He. 11.21), y a veces una combinación
de los dos (Is. 28.11,12 y 1 Co. 14.21; 2 Sa.7.14 y 2 Co. 6.18). El uso apostólico del
Antiguo Testamento demuestra el valor de usar más de una versión. Ellos usaban
diferentes versiones para complementarse y expresar con más claridad la verdad.

Ninguna traducción es perfecta, pero la mayoría son “en su mayor parte, verdaderas y
suficientes” como dijeron unos traductores hace más que 300 años en el libro Los
traductores al lector. Entonces la pregunta que debemos hacer no es "¿Cuál es la mejor
Biblia?" sino "¿Cuál de las traducciones es la mejor para el propósito y las personas a
quienes estoy deseando comunicar la verdad?"

Aquí, entonces, vemos el drama de los que realmente entienden en el problema de la


traducción. ¿Cómo hacemos algo que sea preciso y comprensible a la vez? ¿Cómo honrar
y respetar a la Palabra de Dios con la exactitud y a la misma vez con el propósito del
Autor en comunicarse claramente con todos? ¿Cómo traducir "lo que fue inspirado" y
hacerlo claro, no sólo para los estudiantes o eruditos sino para todo el pueblo?

El Nuevo Testamento fue escrito, originalmente, en griego común (coloquial), no en el


griego clásico. Los apóstoles comunicaron las verdades de Dios en el lenguaje del
mercado, no en el lenguaje de los eruditos. Estamos siendo infieles al espíritu de ellos
cuando nuestras traducciones sólo son comprensibles a los de un nivel alto de educación.

Muchos "expertos" dicen, lamentablemente, que la precisión de las llamadas "paráfrasis"


y versiones de fácil lectura es sospechosa. Llaman, a la traducción palabra por palabra,
"traducción literal". La mayoría de las personas creen que literal significa exacto y que
paráfrasis implica "demasiada libertad" e interpretación en la traducción, sin embargo
30
muchas veces no es así.

Las técnicas de traducción literal, empero, no garantizan la exactitud; asimismo, y como


bien saben los que han traducido alguna vez, las traducciones literales pueden hacer
perder completamente el sentido real del original. Pensemos, por ejemplo, en los casos en
que las Escrituras hablan de las "entrañas". En su cultura, eso se refería al centro afectivo
de la persona, hoy hablamos del "corazón" en la misma forma figurativa. Para ser fiel en
una traducción literal tendrían que poner "entrañas", pero en realidad es más preciso
traducirlo como "corazón", porque así el lector realmente entiende la idea que quería
transmitirle el autor. Lo importante es que el lector entienda realmente los conceptos e
ideas claves. Esto presenta dificultades grandes y a veces aun c6rnicas. Se cuenta que en
un grupo de esquimales, cuando les dijeron que el infierno era un lugar de fuego
permanente, todos deseaban ir allí.

Muchos también piensan que cada palabra griega o hebrea tiene sólo una definición
correcta en castellano y que ése es el significado literal. Pero las palabras no tienen
significados literales; sólo tienen significado contextual. Por ejemplo, ¿Cuál es el
significado literal de la palabra “ peso”? Puede ser moneda de alguna nación o la medida
de cuántos kilos "pesa" algo, o la importancia que tiene una persona para tomar una
decisión en un grupo. El significado específico de una palabra depende de cómo está
usada en el contexto. Las palabras bíblicas no son diferentes. Su sentido está determinado
por el contexto así como también por el uso cultural de la época en que se escribió.

Entonces, la cuestión en sí no es saber si la versión es literal o está parafraseada. En


ambos casos las palabras han sido definidas por el contexto y las oraciones han sido
traducidas con flexibilidad. Por lo tanto, las versiones difieren en forma y vocabulario,
rara vez en significado esencial. Por ejemplo, los que conocen hebreo y griego han
descubierto que en muchas partes la versión popular "Dios Habla Hoy" es tan exacta en
comunicar el sentido original como la rígida versión de 1960. En otras, la versión de 1960
se destaca sobre aquélla.
Determinando la exactitud
Como la mayoría de las versiones son "en su mayor parte verdaderas y suficientes", todas
tienen traducciones cuestionables. Cuando la versión de 1960 salió, muchos pusieron el
grito en el cielo por sus debilidades y "errores", pero con el tiempo fue aceptada por la
mayoría. Fue una mejora significativa de la versión de 1909.

A la misma vez, hay variaciones entre las traducciones que dependen de cuál de los
manuscritos antiguos han sido usado. Lamentablemente, no tenemos el original de
ninguna parte de la Biblia sino copias antiguas que tienen algunas variaciones entre sí.
Ninguna de las variaciones tiene significado teológico que afecte las doctrinas centrales
de la Biblia pero sí nuestro entendimiento de algunos puntos menores. Sin embargo,
cuando el traductor se sienta a trabajar debe decidir cuál variante va a escoger, y unos
eligen unas y otros otras.

31
Definiendo la legibilidad
La mayoría de las traducciones son, en esencia, precisas. Las Sociedades Bíblicas han
hecho un trabajo muy bueno. Sin embargo, no todas las versiones son esencialmente
legibles para diferentes grupos, Para que algo sea legible para una persona, el texto
necesita tres elementos: Que el vocabulario sea conocido para el lector, que el sentido de
las palabras y frases sean comprensibles para él y que pueda ser leído con fluidez. No
sólo debo buscar que la gente de mi iglesia pueda leer las palabras sino entender lo que
Dios está tratando de comunicarles. Por ejemplo, mi hijo puede leer las palabras de una
página completa sin entender de qué se trata. Lo importante no es que sólo pueda leer las
palabras sino entenderlas y que lo pueda hacer con fluidez. Dos pastores conocidos
estaban discutiendo entre ellos sobre cuál versión era mejor para su iglesia. El defensor
de la versión de 1960 decía que la versión "Popular" no tenía ni la riqueza teológico ni la
precisión de la versión del ... 60". El otro le contestó que el problema es que la gente no
la entendía, y que por eso mucha gente sufría leyendo la Palabra. El primer pastor
contestó:
-Por eso tenemos maestros, para que la gente la entienda -.
El segundo pastor replicó:
-Entonces, ¿por qué no usamos únicamente el Nuevo Testamento en griego, ya que
tenemos maestros para que la gente lo entienda?-.
Los dos tenían algo de razón. Siempre vamos a necesitar maestros, pero también
necesitamos versiones adecuadas para los diferentes grupos.
San Agustín decía: "La variedad de traducciones es una ganancia que ayuda a encontrar
el sentido de las Escrituras". Cuando veo que dos versiones traducen un mismo pasaje
con gran variación, necesito descubrir por qué. Cuando están de acuerdo, en la mayoría
de los casos puedo proceder con confianza.

Necesitamos entonces también definir el propósito para el cual vamos a usar diferentes
versiones, reconociendo sus fuerzas y debilidades, en relación a la tarea que tenemos por
delante. Para dictar una clase en el seminario debo usar un versión distinta de la que usaré
para un estudio bíblico realizado en un barrio donde la gente tiene poca educación formal.

El gran desafío delante de la iglesia en nuestro continente es proveer las Escrituras en una
forma exacta y legible (comprensible) para todo el pueblo. Tenemos que reconocer que la
mayoría, aunque puede "leer", tiene un nivel de lectura y comprensión muy bajo. Esto no
significa que no sean inteligentes, sino que, en general, no han tenido la oportunidad de
desarrollarse. En el gráfico N°1 observarnos que la mayoría de nuestros pueblos no tienen
la escuela primaria completa. Corno resultado, está la dificultad que la mayoría tiene en
realmente entender la versión de 1909 o 1960. Pida en cualquier congregación que lean
públicamente, en voz alta, un texto, y encontrará que pocos pueden leer con fluidez un
pasaje de estas versiones, sin haber "ensayado" previamente. Pídales que después
expliquen el texto leído y encontrará aun mayores problemas. El pastor que ama a su
pueblo y desea su crecimiento espiritual sabe de la importancia de la lectura y meditación
personal en las Escrituras. Sin embargo, observamos que son pocos los que encuentran
gozo en la meditación y estudio, simplemente porque los cuesta mucho entender.

32
Hubo varios problemas serios cuando salió la versión popular "Dios llega al hombre"
(primera versión de lo que hoy se llama "Dios Habla Hoy"). Varios pasajes de
importancia teológico para el pueblo evangélico fueron traducidos "mal" o en forma
"débil", generalmente con el propósito de hacer que el pueblo católico lo leyera y
aceptara. En mi opinión, las autoridades principales de la Sociedad Bíblica no
reconocieron la importancia de hacer la versión aceptable al liderazgo del pueblo
evangélico en esos detalles chicos. El segundo gran problema fue que mucho del
liderazgo evangélico desechó el 98% de la versión que era buena por ese 2% que era
impreciso. Lamentablemente, la Sociedad Bíblica no cambió algunos de los pasajes y, por
su parte, muchos líderes rechazaron el bien junto con el mal, de manera que los miles que
podrían haberse beneficiado con esta versión nunca la recibieron.

El pueblo necesita una Biblia precisa y legible para que el evangelio corra como debe. El
gráfico N° 2 muestra los años de educación promedio necesarios para comprender bien
las diferentes versiones. El grafico N°1 muestra, como dijimos, los niveles de educación
en la mayoría de los países latinos. Hay multitudes, literalmente la mayoría, que están
debajo del nivel básico para aprovechar las Escrituras como deben. Estos datos deben
llevarnos a orar, trabajar y apoyar todo esfuerzo dirigido a resolver esta necesidad.
Mucho del material que viene del norte (libros y material de escuela dominical), tampoco
tiene un impacto profundo por la misma razón. Necesitamos desarrollar material con
estas realidades en mente. Grupos como SEAN, que produjo la guía de estudio "Vida
Abundante", han tocado miles de vidas porque hicieron legibles y comprensibles las
verdades básicas de la Biblia.

Hay muchos que enfatizan la necesidad de desarrollar material para los profesionales y
estudiantes universitarios que están en aumento en nuestras iglesias porque son "más
exigentes" y son los "futuros líderes", y tienen razón. Sin embargo, nunca debemos
olvidar las enseñanzas de 1 Co. 2 y Stgo. 2 , y la realidad de que Dios ha llamado a
millones de personas con poca educación ("para ser ricos en fe") que necesitan entender
la Palabra de Dios. Debemos orar y trabajar para lograr que todo hombre tenga la Palabra
de Dios delante de él en una forma que le dé gusto leerla y adquiera una comprensión de
los consejos perfectos de Dios para su vida.

Nota: Los datos correspondientes a cada nación tienen diferentes fechas , según el año
que se hicieron censo y estudios. Para algunos países los datos son incompleto, resultados
en variantes complicadas; en otros, como México, no pudimos conseguir datos mas o
menos acertados.

Tomado de Apuntes Pastorales Vol. V N° 2 pp. 6-8

33
ESCOLLOS A EVITAR EN EL USO DE LA BIBLIA
Por Derek Bigg

Todo estudiante de la Biblia desea la pura verdad y no algo parcial, incompleto,


desequilibrado, carente de marco teológico. Para hacerlo es necesario destacar algunos
escollos que se han de evitar. La siguiente lista no es exhaustiva.
1. Incumplimiento en la lectura
Hay miles de creyentes en el mundo de hoy que desean leer la Biblia, pero no poseen ni
una sola copia. Por contraste, nosotros que la tenemos muchas veces somos negligentes
en su lectura. De modo que el primer escollo es simplemente ¡dejar de leer la Biblia!
Falta básica e inexcusable.

La Biblia es la fuente primaria del alimento espiritual. Leerla debe ser, por tanto, una
prioridad, por muy atareados que estemos. Y no solamente leer, hay que meditarla. Esto
supone reflexionar sobre el significado del texto y ponderar cómo se aplica a nuestras
vidas.

Además de la lectura devocional cotidiana, conviene que leamos toda la Biblia cada año o
cada dos años, para no omitir aquellas partes que consideramos menos atractivas. Es
preciso leer Levítico y Ezequiel. Sin embargo, la tentación permanente es concentrarse
exclusivamente en los salmos, los evangelios y otras porciones más «apetitosas». Es de
gran valor leer las Escrituras por grandes porciones, quizás un libro entero, a fin de
obtener una visión general.
2. Pereza mental
Fácilmente leemos la Biblia casi sin pensar en lo que dice. Colocamos el «piloto
automáticos» y, al finalizar, ¡no sabemos qué hemos leído! Ha sido una lectura mecánica,
sin esfuerzo. Hemos cedido a la pereza mental.

Quizá nos hagamos la ilusión, al leer un pasaje conocido por enésima vez, de que ya lo
entendemos perfectamente. Por tanto, no esperamos aprender nada nuevo. ¿No hay nunca
sorpresas en la Palabra de Dios? No es que busquemos novedades, pero sí debemos leer
despabilados, con espíritu expectante. Si nos estancamos mentalmente, nuestra vida
espiritual sufrirá.

Amar a Dios con toda la mente y con todo el entendimiento (Mr. 12:30, 33) supone dejar
que la mente sea estimulada continuamente y, también, renovada mediante el estudio de
la Biblia, para que se transformen nuestro pensar y nuestra conducta (Ro. 12:2).
3. Formalismo
¿La Biblia controla tu mente? ¿Penetra tu corazón? ¿Remuerde tu conciencia? Para un
judío, éstas habrían sido tres variaciones sobre una sola pregunta, ya que según el
pensamiento hebreo no hay distinción bien definida entre corazón, mente y conciencia.
34
(Obsérvese cómo Pablo agrupa todos ellos en Romanos 2:15).

Como quiera que lo expresemos, nos plantea la cuestión del formalismo. Si la Palabra de
Dios no afecta nuestra manera de vivir al desafiar la mente, el corazón y la conciencia,
somos víctimas del formalismo. ¿Qué es la Biblia? ¿Resulta ser en la práctica un libro de
texto cualquiera? ¿Ha dejado de ser para ti la Palabra del Dios viviente?

Las raíces del formalismo son, a menudo, una actitud rebelde del corazón y una mente
insumisa, que producen una conciencia embotada. El único remedio es permitir que la
Biblia nos domine corrigiendo tanto nuestra actitud como nuestro pensamiento.
4. Superstición
¿Son supersticiosos los evangélicos cuando manejan la Biblia? Algunos, sí. Quizá la
mayoría, al menos de vez en cuando.

La superstición se manifiesta al leer la Biblia como si fuese un libro mágico. Puede ser,
por ejemplo, que la lectura devocional de hoy «me indique claramente», como por
encanto, el camino a seguir ante una decisión importante. O tal vez busco la solución a un
problema abriendo la Palabra de Dios al azar y -vaya milagro- el primer versículo que leo
me lo resuelve.

¿Y si el versículo escogido al azar fuese: «[Judas] se ahorcó» (Mt. 27.5)? ¿Y si juego,


descartando esto como absurdo, me posara sobre: «Ve, y haz tú lo mismo» (Lc. 10:37)?
Aprendamos que el Señor no nos habla normalmente de esta forma.

Analicémoslo un poco más. Mi preocupación por el problema o por la decisión que tengo
que tornar puede predisponerme a ver lo que quiero ver en la Biblia. No es entonces la
voz de Dios sino una trama Psicológica. ¡Y esta trampa me ahorra la labor de sopesar
todos los factor para llegar a una conclusión racional!

Si este enfoque merece la designación de «supersticioso» en el contexto religioso, se


puede calificar de «existencialista» desde el punto de vista filosófico. Esto significa que
la Biblia no es en sí la Palabra de Dios. Más bien contiene la Palabra de Dios. Es decir,
viene a ser la Palabra de Dios para mí personalmente en una situación dada.

Huelga decir que las Escrituras pierden así su objetividad. Yo mismo determino
subjetivamente cuándo y en qué circunstancias Dios me .habla. Además, el significado
del texto bíblico es una creación mía, derivada de esas circunstancias. Lo que debo hacer,
cada vez que leo la Biblia, es buscar el significado que se proponía el autor original y
partir de ahí.
5. Oportunismo textual
¿Cuántas veces hemos oído las palabras «La Biblia dice ... »? Son palabras
intrínsecamente potentes. Puesto que la Biblia es nuestra autoridad final, nos sentimos
obligados a escuchar. Pero hay situaciones en las que no debemos prestar atención. No
hemos de hacer caso de lo dicho si se trata de oportunismo textual.
35
Este fenómeno se expresa varias maneras. Por ejemplo, estar tentados a emplear un texto
bíblico como percha para nuestras propias ideas. Primero, mi parecer; luego, un texto
para apoyarlo. Debe ser al revés. Nuestras ideas deben ser moldeadas por las Escrituras.
Todos tenemos nuestros preconceptos. Pero hay que juzgarlos a la luz las enseñanzas
bíblicas.

Es posible reducir la evangelización al oportunismo textual. El inconverso se ve


simplemente como un «blanco», y disparamos textos sueltos sin explicar su significado.
Tal actividad -profundamente descortés- suele ser contraproducente.

El oportunismo ocurre también cuando arrancamos un texto de su contexto y lo usamos


para «probar» algo. No «probaríamos» que Dios fuera el autor del mal citando « yo
Jehová... creo la adversidad» (Is. 45:7). Asimismo, no podemos «probar» que todo
cristiano deba hablar en lenguas citando «... quisiera que todos vosotros hablaseis
lenguas» (1 Co. 14:5). En ambos casos es preciso preguntar. ¿Qué nos dice el contexto?
Nunca olvidemos que un texto sin su contexto es un pretexto.
6. Cadenas textuales frágiles
A muchos cristianos les gusta hacer cadenas textuales. Juntan toda una serie de versículos
saca de distintas partes de las Escritura y ¡he aquí lo enseñado sobre tal o cual temática!
Pero si no se piensa teológicamente, es posible –hasta probable- que la cadena que así se
ha construido sea muy frágil. No aguantará la carga que se le impone

A veces se funda una doctrina sobre un conjunto de textos que, han entresacado
simplemente por contener la misma palabra o la misma frase en la Biblia en español. La
frase «hasta el fin», por ejemplo, se encuentra once veces en el Nuevo Testamento (Mt.
10:22, 24:13, 28:20; Mr. 13:13; Jn. 13:1; 1 Co. 1:8; 2 Co. 1:13; He. 3:6,14, 6:11; Ap.
2:26). ¿Cuál es este «fin»? ¿El fin del mundo? ¿Hay otra traducción más acertada de esta
frase?

No es posible hacer una cadena segura que incluya todos estos versículos. En el texto
griego hay cinco frases diferentes que se traducen por «hasta el fin». Una de ellas -la más
común- aparece también en Lucas 18:5 (traducción:«de continuo» y en 1 Tesalonicenses
2:16 (traducción: «hasta el extremo»). ¿Conviene adoptar «hasta el extremo» en Juan
13:1?

Algunos piensan que «de continuo» o «hasta el extremo» es la mejor traducción para
Mateo 10:22, 24:13 y Marcos 13:13. Otros creen que el fin en estos tres versículos es el
fin de relación especial entre Dios e Israel, simbolizando por la destrucción del templo en
el año 70. Con tantas complicaciones (y quizás habría más si considerásemos todos los
textos citados), no caben interpretaciones simplistas. Tampoco cadenas textuales que
resultan muy frágiles.

36
7. Uso selectivo
Todos, lo sepamos o no, hemos oído exposiciones que se han dado a base del uso
selectivo de los datos bíblicos, Algunos datos relevantes se han omitido
intencionadamente o por ignorancia.

Si las omisiones han ocurrido a sabiendas, es posible que hayan sido motivadas por
lealtad equivocada (la adhesión inflexible a un sistema teológico). En aras del sistema se
dejan a un lado los pasajes que no encajan; se actúa como si no existiesen. De esta forma,
se tuerce la verdad.

Pensemos en la cuestión del sábado (el día de reposo). Es un tema que a menudo sufre el
uso selectivo de las enseñanzas bíblicas. Se expondrán a continuación unos cuantos datos
que suelen ser pasados por alto.

Moisés vincula la observancia del sábado directamente a la liberación de Israel de Egipto


(Dt. 5:15). Así se establece una relación estrecha e indisoluble entre un mandamiento
divino y un suceso histórico único que no vivió ninguna otra nación.

Los diez mandamientos (incluso, por supuesto, el mandamiento tocante al sábado) se ven
como una expresión del pacto antiguo: Moisés «escribió en tablas las palabras del pacto,
los diez mandamientos» (Ex. 34:28; ver también Dt. 4:13, 9:9-11, 2 Cr. 6:11). De modo
que los diez mandamientos no solamente se hallan en el contexto histórico del pacto
antiguo sino que constituyen una parte integrante del mismo.

Al igual que los pactos hechos con Noé y con Abraham, que tenia, sus señales distintivas
(el arco iris y la circuncisión: Gn. 9:12-17,17:9-14), el pacto mosaico tenía también su
señal la observancia del sábado. Era específicamente una señal entre Dios e Israel «para
que supiesen que yo soy Jehová que los santifico» (Ez. 20:12 ver también Ez. 20:19-20.
Ex. 31:12-17).

Hay que tener en cuenta estos puntos y otros muchos al evaluar las enseñanzas bíblicas
sobre el sábado. Debemos acumular la evidencia antes de pronunciarnos sobre la relación
entre el sábado judío y el domingo cristiano, el uso correcto del domingo por los
creyentes, y otras cuestiones de esta índole.

El uso selectivo se produce a veces como consecuencia directa de conocimientos


superficiales de la Biblia. Lamentablemente, el pecado mora en nosotros hace también
seamos propensos a entresacar pasajes por motivos que son, a fin de cuentas, puramente
personales y subjetivos. Entonces lo que necesitamos es el arrepentimiento y la debida
sumisión a la Palabra de Dios.
8. Perspectiva occidental
Inevitablemente leemos la Biblia con ojos contemporáneos. Difícilmente nos situamos

37
en los tiempos de los oyentes o lectores orientales para poder entenderla como ellos la
entendían. La distancia cultural e histórica es una barrera considerable.

Todos llevamos en la cabeza cierto «equipaje» intelectual y cultural según la época y el


lugar en que vivimos. Interpretamos nuestras experiencias de acuerdo con el modelo
mental que ha sido formado por este «equipaje».

Pongamos una ilustración bíblica. Cuando Pablo y Bernabé estuvieron en Listra, Pablo
sanó a un hombre que era cojo de nacimiento. La reacción de la gente fue: «Dioses bajo
la semejanza de hombres han descendido a nosotros». A Bernabé lo llamaban Júpiter y a
Pablo, Mercurio (Hch. 14:8-12). O sea, interpretaron lo acontecido según el modelo de su
propia religión griega que llevaban en la mente.

Del mismo modo, nuestro modelo mental influye con frecuencia en la interpretación de
las Escrituras. Las leemos desde una perspectiva occidental del siglo XX. Dicho de otra
manera, desarraigamos un pasaje de su escenario natural y original en la Biblia, y lo
colocamos inconscientemente en un escenario ajeno.

Jesús dijo una vez a alguien: «Sígueme». La respuesta fue: «Señor, déjame que primero
vaya y entierre a mi padre» (Lc. 9:59). ¿Su padre acababa de morir? A primera vista, sí.
En realidad, no.
Según la cultura del medio oriente, la expresión que se emplea aquí significa: «Déjame
cumplir con mi deber familiar quedándome con mi padre hasta que él muera y sea
enterrado; luego podré seguirte». Descifrando estas palabras, vemos que el hombre no
quería ser discípulo de Cristo porque su familia tenía prioridad. Llegamos a tal
conclusión despojándonos de nuestra cultura occidental y leyendo el texto bíblico con
ojos orientales.

¿Has orado alguna vez pidiendo sabiduría? Si es así, es casi cierto que tenías en mente el
concepto griego, que es puramente intelectual (como en 1 Co. 1:22). La sabiduría que
deseabas era la capacidad de usar correctamente tus facultades mentales. La oración fue
por lo tanto típicamente «occidental».

La sabiduría bíblica, plasmada en la mentalidad hebrea, es práctica y espiritual. El libro


de Proverbios está lleno de ella. Santiago deja claro que tal sabiduría tiene que ver con la
buena conducta y la mansedumbre (Stg. 3:13). Su característica primaria es pureza, de la
que se derivan otras cualidades espirituales y prácticas (Stg. 3.17). ¿Oras pidiendo
sabiduría de este tipo?
9. Confusión interpretativa
Hay que distinguir entre la interpretación y la aplicación del texto bíblico. La
interpretación descubre el significado del texto en su contexto histórico y cultural. Por
tanto, la cuestión importante es: ¿Cómo lo entendían los oyentes o lectores originales?
Para poder contestar satisfactoriamente, tenemos que saber por lo menos tres cosas:
¿Quién hablaba? ¿A quiénes? ¿En qué circunstancias?

38
La aplicación, por otra parte, se dirige a nuestra situación. Hemos de plantearnos: ¿Qué
dice esta porción de la Biblia a los creyentes latinos del siglo XX? Si la Palabra de Dios
es siempre contemporánea (y lo es), ¿cómo habla hoy?

Ambos aspectos, interpretación y aplicación, muchas veces se confunden. No se mantiene


la debida distinción entre ellos. Nos imaginamos que estarnos interpretando el texto, pero
en realidad lo estarnos aplicando. Cuando caemos en esta trampa, es probable que la
aplicación que hacemos no sea acertada.

El hecho es que no es posible aplicar correctamente el texto bíblico antes de determinar


su interpretación. ¿Por qué? Porque la aplicación debe desprenderse directa y
lógicamente de la interpretación. Esa es la relación entre ellas.

Hay porciones de la Biblia en las que interpretar y aplicar se funden para ser virtualmente
una misma cosa. Bastarán dos ilustraciones. «¿Pecaremos porque no estamos bajo la ley
sino bajo la gracia? En ninguna manera» (Ro. 6:15). «Y todo lo que hacéis, sea de palabra
o de hecho, hacedlo todo en el nombre del Señor Jesús ... » (Col. 3:17). El significado de
las palabras para los lectores originales (interpretación) es el mismo para nosotros
(aplicación), porque nuestra posición equivale en esencia a la suya.

Otros pasajes, en cambio, no se pueden tratar de esta forma. Hay que distinguir
tajantemente entre interpretación y aplicación. En Juan 16:13 leemos: «Pero cuando
venga el Espíritu de verdad, él os guiará a toda la verdad.» ¿Quién hablaba? Jesús. ¿A
quiénes? A los once apóstoles. ¿En qué circunstancias? El Señor estaba preparando a los
apóstoles para su partida y la venida del Espíritu Santo.

Jesús prometía que el Espíritu revelaría la verdad a los apóstoles, inclusive (al final del
mismo versículo) la verdad acerca de «las cosas que habrán de venir». Este ministerio del
Espíritu fue único. Era crucial para la autenticidad y la exactitud del Nuevo Testamento.

Esa es la interpretación correcta de Juan 16:13. La aplicación tiene que ser forzosamente
muy diferente, dado lo excepcional de la ocasión. Así que no se puede decir que Jesús
prometa aquí guiarnos a nosotros a toda la verdad. Nosotros no hemos recibido ninguna
revelación divina, sobre todo respecto a «las cosas que habrán de venir». ¿Cómo, pues,
podemos aplicar apropiadamente el texto? Subrayando que la promesa de Jesús nos
permite confiar plenamente en la veracidad de los escritos apostólicos.
10. Semántica superficial
La semántica tiene que ver con el significado de las palabras. Es una disciplina difícil y
un verdadero «campo minado». Llegamos con facilidad a conclusiones superficiales
sobre cuestiones semánticas, especialmente en cuanto a palabras bíblicas que tienen
varios matices.

Si una palabra tiene más de un significado, la recopilación de los pasajes bíblicos donde
se encuentra nos permite muchas veces fijar las fronteras dentro de las que se debe buscar
su significado correcto. Pero el significado exacto siempre se determinará por el contexto
39
próximo.
Pensemos en el verbo «ser». Es posible identificar seis usos distintos del vocablo griego:

-Existencia («En el principio era el verbo» Jn. 1:1).

-Atributo («... sólo uno es el Bueno» Mt. 19:17).

-Semejanza («Y la lengua es un fuego» Stg. 3:6).

-Identidad («¿La ley es pecado?» Ro. 7:7).

-Causa («... - el ocuparse de la carne es muerte» Ro. 8:6).

-Cumplimiento («Mas esto es lo dicho por el profeta Joel» HCR. 2:16).

Huelga decir que la semántica del verbo «ser» es muy relevante en el debate sobre el
significado de la frase más controvertida del Nuevo Testamento «Esto es mi cuerpo» (Lc.
22:19).

A veces se sostiene que los dos términos griegos para «amar» son totalmente distintos.
Uno de ello, supone un amor «alto», el otro un amor más «bajo». Este argumento se
presenta a menudo con relación a Jn. 21:15-17, donde se usan dos veces la palabra más
«alta» y cuatro veces la más «baja». Por supuesto, las gamas semánticas de estas palabras
no son idénticas. Pero si coinciden en gran parte. Dos veces leemos: «El Padre ama al
Hijo» (Jn. 3:35, 5:20). Pero se usan verbos diferentes. ¿Implica esto que Dios ama a su
Hijo de dos maneras distintas?

Se ha dicho que la palabra «apóstol» significa «alguien que es enviado», porque tiene la
misma raíz que el verbo griego para «enviar». Pero esta idea no está bien fundada. La
forma y la derivación de la palabra no constituyen una guía segura. Lo que sí importa es
su uso normal en su contexto histórico.
Conclusión
Diez escollos a evitar. Hay otros. Pero estos diez se hallan entre los más comunes. Para
ser realista, la flaqueza humana nos impide evitarlos por completo. No obstante, la
responsabilidad que tenemos ante Dios es hacer todo lo posible para usar bien la palabra
de verdad (2 Ti. 2:15).

Mucho depende de nuestra actitud, lo cual nos conduce a nuestro punto de partida: la
humildad en el uso de la Biblia. Sin humildad, se pierde todo. «Vestíos, pues, como
escogidos de Dios, santos y amados, de... humildad» (Col. 3:12).

Tomado de Apuntes Pastorales Vol. XVI N° 2 pp. 36-44

40
EL PRINCIPIO DE LA INTERPRETACIÓN PRIVADA
Por R.C Sproul

La Biblia sigue siendo el mayor éxito de librería de nuestros países. Puede que muchas
de ellas sirvan meramente como decoración o corno un lugar para guardar fotos y disecar
flores, y también para exhibirse en un lugar prominente cuando el pastor viene de visita.
Debido a la facilidad de acceso a la Biblia, nos resulta fácil olvidar el precio que fue
pagado por el privilegio de poseer una escrita en nuestra propia lengua.
Martín Lutero y la interpretación privada.
Dos de los grandes legados de la Reforma fueron el principio de la interpretación privada
y la traducción de la Biblia a la lengua vernáculo. Los dos principios van de la mano y
fueron logrados solamente tras muchas controversia y persecución. Infinidad de personas
pagaron con su vida, quemados en la hoguera (principalmente en Inglaterra) por atreverse
a traducir la Biblia al idioma vernáculo. Uno de los mayores logros de Lutero fue la
traducción de la Biblia al alemán, con el fin de que cualquier persona letrada pudiera
leerla por sí misma.

Fue el mismo Lutero quien en el siglo XVI enfocó nítidamente la cuestión de la


interpretación privada de la Biblia. En la famosa respuesta del reformador a las
autoridades eclesiásticas e imperiales en la Dieta de Worms se hallaba implícito ese
principio. Cuando se le pidió que se retractara de sus escritos, Lutero contestó: «A no ser
que yo sea con vencido por la Sagrada Escritura o por razón evidente, no puedo
retractarme, pues mi conciencia es cautiva de la Palabra de Dios, y el actuar contra la
conciencia no es ni correcto ni seguro. Ésta es mi posición, no puedo tomar ninguna otra,
así Dios me ayude». Note que Lutero dijo:«A no ser que yo sea convencido ... » En
debates anteriores, en Leipzig y Augsburgo, Lutero se había atrevido a interpretar la
Escritura en forma contraria a las interpretaciones establecidas por los papas y por los
concilios de la iglesia. El hecho de que fuese tan atrevido le ganó la repetida acusación de
arrogante por parte de los miembros del clero. Lutero no tomó esos cargos a la ligera,
sino que agonizaba sobre ellos. Él creía que podía estar equivocado, pero insistía en que
el papa y los concilios también
podían errar. Para él solamente una fuente de verdad estaba libre de error. Dijo: «Las
Escrituras jamás se equivocan». Por tanto, a menos, que las figuras de la iglesia pudieran
convencerlo de su error, él se sentía moralmente obligado a seguir adelante con lo que su
conciencia sabía que la Escritura enseñaba. Con esta controversia nació, bautizado con
fuego, el principio de la interpretación privada.

Tras la valiente declaración de Lutero y su subsiguiente trabajo de traducir la Biblia al


alemán en Wartburg, la Iglesia Católica Romana no permaneció inactiva. Movilizó sus
fuerzas en una contraofensiva de tres puntas conocida como la Contrarreforma. Una de
las púas más afiladas del contraataque fueron las acusaciones contra el protestantismo
formuladas por el Concilio de Trento. Éste discutió muchas de las cuestiones suscitadas
por Lutero y otros reformadores; entre ellas, la de la interpretación privada. El concilio
expresó:

41
Para controlar los espíritus desenfrenados [el concilio] decreta que nadie,
basándose en su propio juicio, podrá en asuntos de fe moral referentes a la edificación
de la doctrina cristiana, trastornando las Sagradas Escrituras de acuerdo con sus
propios conceptos, presumir de interpretarlas contrariamente al sentido que la Santa
Madre Iglesia, a quien pertenece el derecho de juzgar por su sentido e interpretación
verdaderos, ha mantenido o mantiene, o incluso en contra de la enseñanza unánime de
los padres, a pesar de que tales interpretaciones en ningún momento deberán ser
publicadas

¿Capta usted el sabor de esta proclama? La declaración dice, entre otras cosas, que es la
responsabilidad del departamento de enseñanza de la Iglesia el interpretar las Escrituras y
declarar su significado. Éste no deberá ser un asunto de juicio u opinión privada. Esta
declaración de Trento fue claramente concebida para responder al principio de
interpretación privada defendido por la
Reforma.

Sin embargo, si examinarnos detenidamente esta declaración, podemos ver que contiene
un malentendido muy serio en cuanto al principio reformador. ¿Promovieron los
reformadores la noción de desenfreno? ¿Significa la interpretación privada de la Biblia
que un individuo tiene el derecho de interpretar la Escritura en una forma antojadiza,
caprichosa, sin ninguna restricción? ¿Debe el individuo tomar en serio las
interpretaciones de otros, tales como los que se especializan en enseñar las Escrituras?.
Las respuestas a estos interrogantes son obvias. Los reformadores también se
preocupaban por las formas y los medios de controlar la anarquía mental. (Ésta es una de
las razones por las que trabajaron tan ardua te para delinear los principios sólidos de la
interpretación bíblica como un dique a la interpretación, extravagante.) Pero la forma en
que ellos buscaron el control del pensamiento anárquico no fue declarando que las
enseñanzas de los maestros la iglesia eran infalibles.

Quizás el término más crucial que aparece en la declaración de Trento sea la palabra
trastornar. Trento dice que nadie tiene el derecho particular de trastornar las Escrituras.
Con ello los reformadores estaban completamente de acuerdo. La interpretación privada
jamás significó que los individuos tuvieran, derecho a trastornar las Escrituras. Con el
derecho a la interpretación privada viene la sobria responsabilidad de la interpretación
exacta. La interpretación privada da licencia para interpretar, pero no para trastornar.

Cuando volvemos la vista periodo de la Reforma y vemos la respuesta brutal de la


Inquisición y la persecución de aquellos que tradujeron las Escrituras a la lengua
vernácula para hacerlas accesibles a los laicos, nos horrorizamos. Nos preguntamos cómo
los príncipes de la Iglesia Católica Romana podían ser tan corruptos como para torturar a
las personas por leer la Biblia. Nos deja perplejos, inclusive hecho de leer tales cosas. Sin
embargo, lo que con frecuencia pasamos por alto es que había muchas personas bien
intencionadas involucrada en ello. Roma estaba convencida de que, si se ponía la Biblia
en las manos de un laico sin preparación y se le permitía interpretar el Libro, surgirían
distorsiones grotesca que llevarían a las ovejas a la deriva, probablemente al tormento
eterno. Por tanto, para proteger a las ovejas de embarcarse en un curso de autodestrucción

42
segura, la iglesia recurrió al castigo corporal, aun al punto de la ejecución.

Lutero estaba enterado de los peligros de tal movimiento pero estaba convencido de la
claridad de las Escritura. Por lo tanto, aunque los peligros de la distorsión fuesen
grandes, él pensó que el beneficio de exponer a las multitudes un mensaje básicamente
claro del evangelio podría aportar más a la salvación eterna que a la pobreza eterna. Él
estaba inclinado a asumir, el riesgo de girar la válvula que podría abrir la «compuerta de
iniquidad»

La interpretación privada dio acceso a los laicos a la Biblia, pero no terminó con el
principio del clero educado. Retrocediendo a los días bíblicos, los reformadores
reconocieron que en la práctica y las enseñanzas del Antiguo y del Nuevo Testamento
había un lugar significativo para el rabí, el escriba y el ministerio de la enseñan. El hecho
de que los maestros debían ser conocedores de lenguas costumbres, historia, y análisis
literarios antiguos es aún un factor importante en la iglesia cristiana. La doctrina famosa
de Lutero acerca del «sacerdocio de todos los creyentes» ha sido con frecuencia mal
interpretada. No significa que no haya distinción entre el clero y el laicado. La doctrina
simplemente afirma que cada individuo cristiano tiene un papel que desempeñar y una
función que mantener en el ministerio total de la iglesia. Todos, en cierto sentido, somos
llamados a ser «Cristo para nuestro prójimo». Pero esto no significa que la iglesia no
tenga supervisores o maestros.

Mucha gente ha llegado a desencantarse con la iglesia organizada en nuestra cultura


actual. Algunos se han ido en dirección de la anarquía eclesiástica. De la revolución
cultural de los años 1960, con el advenimiento del movimiento de Jesús y la iglesia
subterránea, vino el clamor de la juventud: «No necesito acudir a ningún pastor; no creo
en una iglesia organizada o un gobierno estructurado del cuerpo de Cristo». En manos de
estas personas el principio de la interpretación privada podría ser una licencia para el
subjetivismo radical.
Objetividad y subjetividad
El gran peligro de la interpretación privada radica en el subjetivismo en la interpretación
bíblica. El peligro está más extendido de lo que aparenta a primera vista. Yo lo veo
manifestado muy sutilmente en el curso de la discusión y el debate teológico.

Recientemente participé en un jurado con eruditos de la Biblia. Discutimos los pros y


contras de cierto pasaje en el Nuevo Testamento, cuyo significado y aplicación eran
debatibles. Uno de los eruditos del Nuevo Testamento dijo en su declaración de apertura:
«Yo pienso que deberíamos ser abiertos y honestos en cuanto a la manera de abordar el
Nuevo Testamento. En el análisis final leemos lo que queremos leer, y eso está bien». Yo
no podía creer lo que oía. Quedé tan aturdido que no lo contradije. Mi estado de shock se
mezcló con una sensación de inutilidad ante la posibilidad de un intercambio significativo
de ideas. Es raro que un erudito exponga sus prejuicios tan abiertamente y en público.
Todos podemos luchar contra la tendencia pecaminosa de leer en la Escritura lo que
queremos encontrar. Sin embargo, confío en que hay medios disponibles para controlar
esa tendencia.
43
Esta fácil aceptación del espíritu subjetivista en la interpretación bíblica prevalece
igualmente a nivel popular. En muchas ocasiones, después de discutir el significado de
cierto pasaje, la gente contradice mis declaraciones diciéndome: «Ésa es su opinión».
¿Qué puede significar tal comentario? Primero, es perfectamente obvio a todos los
presentes que una interpretación que yo ofrezco como mía propia es mi opinión. Yo soy
el que acaba de darla. Pero no creo que eso solamente sea lo que la persona tiene en
mente.

Un segundo significado es el de un rechazo implícito, que señala culpa por falacia de


asociación. Señalando que la opinión ofrecida es mía, la persona siente quizás que eso es
todo lo necesario para refutarla, ya que todos conocen la conjetura tácita: cualquier
opinión que salga de la boca de R. C. Sproul debe ser errónea, porque él jamás ha tenido,
y nunca podría tener, la razón. Sin embargo, por hostiles que sean las personas en cuanto
a mis opiniones, dudo que eso sea lo que intentan decir cuando afirman: «Esa es su
opinión».

Creo que una tercera alternativa es la que casi todos intentan decir: «Ésa es su
interpretación y está bien para usted. No estoy de acuerdo, pero mi interpretación es
igualmente válida. Aunque nuestras interpretaciones se contradigan, las dos pueden ser
verdad. Lo que usted quiera es verdad para usted, y lo que yo quiera es verdad para mí».
Esto es subjetivismo.
Subjetivismo y subjetividad no son la misma cosa. Decir que la verdad contiene un
elemento subjetivo es una cosa; decir que es totalmente subjetiva es bastante diferente.
Para que la verdad o la mentira, tengan algún significado en mi vida me deben implicar
en alguna forma. El comentario: «Está lloviendo en San José» puede ser verdad
objetivamente, pero no me afecta. Se me podría convencer de que sí me afecta si, por
ejemplo, se pudiera demostrar que junto con la lluvia hay un severo granizo que destruye
las cosechas de flores en las que invertí mi dinero. Entonces el comentario adquiere una
importancia subjetiva para mí. Cuando la verdad de un asunto me toca, ése es un asunto
subjetivo. La aplicación de un texto bíblico a mi vida puede traer consigo fuertes
alusiones subjetivas. Pero eso no es a lo que nos referimos con subjetivismo. El
subjetivismo ocurre cuando trastornamos el significado objetivo de los términos para
adaptarlo a nuestros propios intereses. El decir: «Está lloviendo en San José», puede no
tener ninguna importancia en mi vida si estoy en Buenos Aires, pero las palabras siguen
siendo significativas. Es importante para las personas que viven en San José, así como
para las plantas y los animales.

El subjetivismo ocurre cuando la verdad de una declaración no se extiende ni se aplica


meramente al sujeto, sino cuando es determinada en forma absoluta por dicho sujeto. Para
evitar la distorsión de la Escritura, debemos evitar el subjetivismo desde el principio.

Al buscar un entendimiento objetivo de la Escritura no estamos reduciendo ésta a algo


frío, abstracto, y sin vida. Lo que estamos haciendo es tratar de entender lo que la Palabra
dice en su contexto antes de llegar a la tarea igualmente necesaria de aplicarla a nuestra
vida. Un comentario en particular puede tener numerosas y posibles aplicaciones

44
personales, pero solamente puede tener un significado correcto. Las interpretaciones
opcionales que se contradicen y son obviamente exclusivas no pueden ser verdad, a no
ser que Dios esté mintiendo. Nos interesa fijarnos metas de sólida interpretación bíblica.
La primera de ellas es llegar al significado objetivo de la Escritura y evitar las trampas de
la distorsión causadas por permitir que las interpretaciones sean gobernadas por el
subjetivismo.

Los eruditos de la Biblia hacen una diferencia necesaria entre lo que ellos llaman la
exégesis y eiségesis. Exégesis significa explicar lo que la Escritura dice. La palabra viene
del griego y significa «guiar fuera de». La clave de la exégesis se encuentra en el prefijo
«ex» el cual significa «de» o «fuera de». Hacer exégesis de la Escritura es extraer el
significado de las palabras, ni más ni menos. Por otra parte, el término eiségesis tiene la
misma raíz, pero el prefijo es diferente. El prefijo «eis» viene también del griego y
significa «adentro». Por lo tanto, eiségesis implica leer dentro de un texto algo que no
esta allí. La exégesis es una empresa objetiva. La eiségesis implica un ejercicio subjetivo.

Todos tenemos que luchar contra el problema del subjetivismo. Frecuentemente, la Biblia
dice cosas que no queremos oír. Por un lado, podemos ponernos tapones en los oídos y
vendas en los ojos. Sin embargo, es más fácil y mucho menos doloroso criticar la Biblia
que permitir que ella nos critique a nosotros. Con razón a menudo Jesús concluía sus
palabras diciendo: «El que tiene oídos para oír, oiga» (Lc. 8:8; 14:35).

El subjetivismo no solamente produce error y distorsión, sino que también engendra


arrogancia. Creo lo que creo simplemente porque lo creo o discutir que mi opinión es la
correcta meramente por ser mi opinión es el máximo de la arrogancia. Si mis puntos de
vista no pueden pasar la prueba del análisis objetivo y de la verificación, la humildad me
exige que los abandone. Pero el subjetivista tiene la arrogancia de mantener su posición
sin base ni corroboración objetiva. El decirle a alguien: «Si te gusta creer lo que quieres
creer, está bien; yo creeré lo que quiera creer», aparenta humildad sólo en la superficie.
Los puntos de vista privados deben ser evaluados a la luz de la evidencia y la opinión
externa. Nadie sobre la faz de esta tierra tiene un entendimiento puro de la Escritura.
Todos tenernos algunos puntos de vista y mantenernos algunas ideas que no son de Dios.
Tal vez si supiéramos exactamente cuáles de nuestros puntos de vista son contrarios a los
de Dios, los abandonaríamos. Pero esa selección es muy difícil. Por tanto, nuestros puntos
de vista necesitan la tabla de armonía y el acero templado de la investigación y la
experiencia de otras persona

Tomado de Apuntes Pastorales Vol. XVI N° 2 pp. 46-51

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INTERPRETACIÓN BÍBLICA Y CONSEJERÍA
Dr. Jay E. Adamas

La persona que no puede interpretar debidamente la Palabra de Dios, no puede aconsejar


bíblicamente. Es un error hablar de ser bíblico y, al mismo tiempo, ignorar el verdadero
estudio de la Biblia. Es inexcusable utilizar las Escrituras de manera superficial y simple, lo
que en muchos casos trae como consecuencia la tergiversación de lo que Dios esta diciendo
en los pasajes a lo que el autor se refiere.¿Existe realmente tal problema?. Déjeme decirle
que si. Tan solo con leer una pequeña porción de la literatura de consejería que circula por
ahí (y me refiero a literatura de «consejería cristiana», edita por creyentes), uno reconoce
que existen conflictos con la forma en que se usa la Biblia.
Uso incorrecto de las Escrituras
Aquí van algunos ejemplos: un consejero usa de manera incorrecta la afirmación de
Jeremías acerca de que Dios no recordara nuestros pecados (31:34) para sostener su opinión
sobre la «sanidad de los recuerdos», como si Dios alguna vez se olvidara de algo. También,
identifica erróneamente «nunca más me acordaré» con «olvidar». Además, llega a tal punto
de interpolación antibíblica que dice: «Quizá Dios mismo ha tenido alguna clase de sanidad
de sus recuerdos». Si eso no es usar incorrectamente las Escrituras, e insultar a nuestro Dios
al hacerlo, no sé qué es.

Un prominente consejero denominó el proceso bíblico de expulsar a una persona de la


iglesia y entregarla a Satanás, descrito en 1 Corintios 5:5, como un «ritual satánico».
¿Puede usted creer esto?

Otro, en un libro sobre el perdón, dijo lo siguiente: «Cristo tenía por costumbre perdonar
aun antes de que se lo pidieran. Él oró: 'Padre, perdónalos'. Eso es perdón no solicitado e
inmerecido, dado voluntariamente». Pero incluso la exégesis superficial revela que no se
concedió el perdón desde la cruz. Era una oración para que Dios perdonara, no un
otorgamiento de perdón hacia los que lo estaban crucificando. ¿Dios alguna vez contestó
esa oración? Sí, en el día de Pentecostés y en ocasiones subsiguientes, cuando Pedro
predicaba. Aquellos, que por la misericordia de Dios, se arrepintieron y creyeron, fueron las
primeras de las muchas respuestas a la oración de Jesús. El perdón no fue dado
separadamente del arrepentimiento y la fe. Este escritor entiende de manera completamente
incorrecta el pasaje.

¿Cuándo será la última vez que escuche a alguien usar de manera incorrecta 1
Tesalonicenses 5:22? Pablo nos insta a evitar toda especie de mal. Casi cualquier
comentario fidedigno aclara que Pablo no está diciendo: «Apártense de las cosas que
parezcan malas pero no lo son»; sino más bien está diciendo: «Apártense de todo mal
genuino, cualquiera sea la forma que represente y dondequiera que aparezca».

Recientemente, en una emisión de una televisora cristiana, alguien que estaba tratando de
vender un tónico dijo: «La Biblia enseña: 'límpiame con hisopo'» (lo que es cierto). Luego

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continuó: «En consecuencia, usted debe beber este tónico de hisopo para limpiar sus
órganos internos».
Cualquiera que tiene un poco de conocimiento bíblico sabe que en las Escrituras la
limpieza o purificación con hisopo se refiere a la aspersión de sangre sobre personas y
objetos por medio de esta planta. En Éxodo 12:22 se nos dice: «Tomen luego un manojo de
hisopo, mójenlo en la sangre recogida de la palangana, unten de sangre el dintel y los dos
postes de la puerta». En Hebreos 9:19, Moisés tomó la sangre de los becerros junto con
agua, lana escarlata, y ramas de hisopo, y roció al libro de la ley y a todo el pueblo. No dice
una sola palabra acerca de un tónico de hisopo que limpie los órganos internos.
La llave del conocimiento
A la luz de tales afinaciones me pregunto: ¿Es necesario aprender a interpretar la Biblia
para poder aconsejar con la Palabra de Dios? ¿Es que Dios simplemente bendice el uso de
su Palabra, sin importarle qué hacemos con ella? Dios tiene el derecho de hacer lo que a Él
le place, pero esto no es un pretexto para que utilicemos incorrectamente o
malinterpretemos las Escrituras.

Pareciera que para Jesús este era un asunto importante, como podemos ver en la forma en
que se dirige a los consejeros que estaban guiando a otros por mal camino debido a sus
interpretaciones erróneas de la ley del Antiguo Testamento. Jesús dijo: «¡Ay de ustedes,
expertos en la ley!, porque se han adueñado de la llave del conocimiento. Ustedes mismos
no han entrado, y a los que querían entrar les han cerrado el paso» (Lc. 11:52). Esto es
serio. No sólo se pusieron ellos mismos en peligro ante Dios sino a otros también, porque
los dirigían erróneamente.
La necesidad de estudio
Pedro explicó en detalle la severidad de este problema en 2 Pedro 3:16-18. Refiriéndose a
los escritos de Pablo, Pedro dijo que sus cartas contenían « ... algunos puntos difíciles de
comprender, que los ignorantes e inconstantes tergiversan como lo hacen también con las
demás Escrituras, para su propia perdición.

Así que ustedes, queridos hermanos, puesto que ya saben esto de antemano, manténganse
alerta, no sea que, arrastrados por el error de esos libertinos, pierdan la estabilidad y
caigan». Pedro dice que es peligroso seguir a los que tuercen las Escrituras y se desvían de
ellas. Sin embargo, es importante reconocer que hay porciones más difíciles de comprender
que otras. Interpretarlas correctamente tomará tiempo extra, esfuerzo, oración y estudio,
Pablo, al igual que otros autores, no siempre escribió cosas fáciles de entender.

La Biblia no es un libro para ser leído superficialmente, corno si se tratara de un periódico.


Es un libro al que se le deben derramar en el estudio nuestro corazón, nuestra alma, y todas
nuestras habilidades hasta extraer los grandes tesoros que Dios ha puesto en él. Dios no
trató de hacerlo difícil, pero algunas partes son más complicadas que otras. No es suficiente
leer la Biblia de manera superficial; debemos leerla en profundidad.

Me preocupa la palabra devocional. Cuando la gente dice que estudia la Biblia


devocionalmente, temo que muchas veces quiera decir: «Voy a cerrar mi mente a lo que el

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pasaje podría significar; en su lugar, voy a dejar que las palabras corran a través de mi ser y
filtren algo que sea útil para mí. Sea o no la intención de Dios para el pasaje, de algún
modo me hará bien».

Deseo animar a los lectores a estudiar su Biblia devocionalmente, pero a no cerrar nunca su
mente al hacerlo. Deben poner toda su perspicacia y habilidad para comprender el
verdadero corazón del pasaje. Tómense tiempo para pensar sobre el significado del mismo.
No lo dejen hasta lograrlo. Luego agradézcanle a Dios por la comprensión, y aplíquela a su
vida, de manera que aumente su devoción hacia Él. Lean la Biblia diariamente,
dedicándose a estudiarla por entero.
Tergiversando las Escrituras
Lamentablemente, con cierta frecuencia se tornan libertades con la Biblia a fin de acomodar
algunas ideas encontradas en algún libro secular. Y alguien con un título en psicología
interpreta la Escritura, esta se doblega cada vez más para acomodarse a la ciencia. No se
puede estudiar la Biblia de esta manera. Pedro dice que tergiversar las Escrituras termina
destruyendo a las personas, tanto a los que lo hacen como a aquellos que los escuchan.
De acuerdo con Pedro, ¿por qué es que hay tanta mala interpretación de la Palabra de Dios?
El verso 16 lo señala: por ignorancia e inestabilidad. Dios no premia la ignorancia. Él desea
que las personas sean iluminadas en conocimiento y sabiduría. El primer capítulo de
Proverbios enseña que el entendimiento, el discernimiento, y la sabiduría son parte de la
voluntad de Dios para nuestras vidas. La Biblia nos es dada para que tengamos sabiduría.
«El principio de la sabiduría es el temor del Señor» (Pr. 1:7, 9:10; Sal. 111:1 0).
La última moda
Recientemente se publicó un libro secular titulado Moda Surfing. Está enfocado hacia las
organizaciones que van de moda en moda, creando nuevas ideas para ayudar a que sus
negocios operen mejor. Sin embargo, los gerentes de estas organizaciones ya se están
cansando; además, esto perturba a su personal y a sus empresas. Pienso que lo mismo se da
también en la evolución popular de la consejería hoy en día.

Cuando comencé a aconsejar, era Freud quien estaba en boga; luego Rogers llegó a ser
importante. Después vino Skinner, quien pronto desapareció de la escena. Al tiempo
descendió una avalancha de cosas tales como «Yo estoy bien, tú estás bien», y luego se
produjo un énfasis en la autoestima. Sin embargo, tales esfuerzos se dispersaron cuando las
personas reconocieron que no hacían ningún bien.

Las personas que promueven una moda tras otra de nuevas soluciones psicológicas son
ignorantes en cuanto a como obtener de las Escrituras lo que Dios puso en ellas. Emplean
su tiempo en leer libros sobre consejería, pero su comprensión de las Escrituras es
superficial.
Aprendiendo a interpretar las Escrituras
No solamente existe el abuso Escrituras porque las personas ignorantes. Pedro dice que tan
son inestables. Sus raíces no son profundas; son llevadas por cual viento de doctrina. En
lugar de profundizar y refinar su conocimiento bíblico sobre cómo vivir para Dios con

48
gozo, adoptan y luego intentan promover ver un sistema de consejería tras otro. Nunca
llegan a conocer la verdad «Ellas siempre están aprendiendo pero nunca logran conocer la
verdad (2 Ti. 3:7).

¿Qué debe hacer si desea diferente? En lo posible, tome un curso sobre interpretación
bíblica, hermenéutica o exégesis. Lo importante es entender las Escrituras.

La Palabra de Dios es sólida. Los consejeros que fundan su fe en ellas serán sólidos y
estarán arraigados sobre algo que no ha de cambiar. Mientras profundicen su conocimiento,
ellos cambiarán. Por lo debido a que las Escrituras permanecen siendo fuente y punto
referencia de todo lo que ellos creen hacen al aconsejar, nunca tendrá que cambiar por un
modelo enteramente nuevo. Aprenderán más sobre lo tienen; el cambio consistirá, entonces
en una mayor profundidad de entendimiento. ¡Qué diferencia! Puede estar seguro de que si
se mantiene en la Palabra de Dios y emplea su tiempo aprendiendo más y más de ella,
estarán haciendo algo sólido y que va pena.

Hay otra bendición digna mencionarse: usted estudia la Palabra del Dios viviente. No puede
hacer eso sin que le traiga algún beneficio, desafiándolo, conduciéndolo al arrepentimiento,
a una mayor comprensión acerca de cómo convivir con otros, cómo tratar a los
aconsejados, o resolver problemas, etcétera. Es una gran privilegio estudiar la Palabra para
predicar y aconsejar. No comprendo por qué algunos emplean su tiempo buscando
sabiduría en otro lugar.

Sin embargo, de acuerdo con Pedro el error es contagioso. 2 Pedro 3:17 dice: «Así que
ustedes, queridos hermanos, puesto que ya saben esto de antemano, manténganse alerta, no
sea que, arrastrados por el error de esos libertinos, pierdan la estabilidad y caigan». Algunas
de estas personas inducen al error, aunque tienen buenas intenciones. Otros, como dice
Pedro, carecen de principios. Algunos reconocen el vacío en lo que están haciendo, pero
sus intereses personales son tales que, aunque no ayudan realmente a las personas,
continúan aparentándolo.
Tres elementos de interpretación.
Hay tres términos importantes para la interpretación de la Biblia. La primera palabra es
hermenéutica. La palabra proviene del nombre de un individuo: Hermes. Él fue,
supuestamente, el mensajero e intérprete de los dioses griegos. Hoy en día el término ha
perdido sus connotaciones religiosas, pero continúa llevando la idea de un mensajero que
interpreta el mensaje de una persona para otra. En la actualidad la palabra simplemente
significa: explicar, interpretar. En Lucas 34:27 el autor dice que Jesús, «comenzando por
Moisés y por todos los profetas, les explicó lo que se refería a él en todas las Escrituras».
Jesucristo estaba haciendo hermenéutica; estaba explicando.

Hoy en día utilizamos la palabra hermenéutica para referirnos a la ciencia de la


interpretación bíblica o explicación. Incluye las teorías, principios, y prácticas de
interpretación bíblica.

49
La manera de poner en práctica esos principios se nombra con una palabra diferente:
exégesis, el segundo término con el que usted debe familiarizarse. Es una forma intensiva
de una palabra griega que significa extraer. Se refiere al acto de guiar o extraer los
pensamientos de un escritor de sus escritos. En la exégesis usted está extrayendo esos
pensamientos, utilizando herramientas hermenéuticas de acuerdo a principios
hermenéuticos. Usted guía esos pensamientos del libro hacia su corazón y su mente, para
exponer así a otras personas a las verdades de la Palabra de Dios.

Cuando hacemos exégesis aplicamos los principios de interpretación (hermenéutica), de


manera tal que recibimos del libro lo que Dios puso dentro de este.

Juan Calvino escribió lo siguiente: «La primera tarea del intérprete es dejar que el autor
diga lo que dice, en lugar de atribuirle lo que nosotros pensamos que debiera decir». La
exégesis implica el uso de cada porción de conocimiento relevante, cada experiencia y toda
la ayuda disponible para obtener los significados e intenciones que tuvo el Espíritu Santo al
escribir el original del o de los libros.

METAS QUE EL INTÉRPRETE DEBE TENER EN MENTE

· No quitar ni agregar nada a los pensamientos e intentos del Espíritu Santo


· Reproducir su mensaje en palabras comprensibles
· El interprete y el aconsejado deben comprender el mensaje

Estas metas son un requisito de la verdad consejería bíblica.

Otro término, aunque no técnico, que nos ayuda a la comprensión, es la palabra apertura.
Esta palabra aparece en Lucas 24:32-45. Significa explicar por medio de la apertura del
entendimiento.
¿Recuerdan cuando Jesús dijo que los fariseos habían cerrado la puerta de la casa del
conocimiento y tirado la llave? Esto impedía que la gente entrara y obtuviera sabiduría. En
contraste la puerta es insertar la llave en la cerradura y abrir la puerta del conocimiento de
la Palabra de Dios a las personas. Es decirles: “Esto es lo que Dios dice en su libro” y
explicárselo.

Ministrar la palabra en una sesión de consejería es explicar un pasaje a las personas para
que puedan decir, ya sea en sus corazones o en voz alta: «¡Ah! ¡Ya entiendo de qué se trata!
» Al terminar, no dirán: «Esa es la idea del consejeros sino: «Comprendo que eso es lo que
Dios estaba diciéndome en su Palabra. El consejero me abrió ese pasaje de tal manera que
supe lo que Dios me estaba diciendo a mí».

Cuando aconsejamos bien, en primer lugar, estudiamos la Palabra de Dios para entenderla
nosotros mismos. Luego, con las personas aconsejadas sentadas frente a nosotros, abrimos
el pasaje para que puedan comprobar que la autoridad de lo que decimos no viene de
nosotros, sino de Dios. Cuando se abren las Escrituras, las personas no pueden excusarse
encogiéndose de hombros, y decir: «Pero eso es sólo lo que piensa el consejero». Si se echa
atrás para evitar un mandato bíblico, lo hace a sabiendas.

50
Las metas de un intérprete

Dado que la idea es comprender los pensamientos e intentos del Espíritu Santo expresados
por los escritos inspirados de hombres escogidos, las metas del intérprete deberían ser tres:

1) no quitar, ni agregar nada a los pensamientos e intentos del Espíritu Santo, sino 2)
reproducirlos exactamente en palabras que puedan ser comprendidas 3) por el intérprete y
por aquellos a quienes él aconseja. Estas metas son un requisito de la verdadera consejería
bíblica.

¿Por qué es esto importante?. Debido a lo que Dios dice sobre lo que hace un verdadero
consejero. En Isaías 40:13,14, durante el transcurso de su argumentación. Isaías hace una
lista de las cosas que normalmente realiza un consejero. Dice que normalmente un
consejero dirige a las persona, segundo, les provee información; tercero, les brinda
comprensión o discernimiento; cuarto, les enseña. Luego en Isaías 41:28, añade que un
consejero da respuestas a la personas. Por lo tanto, un consejero dirige, informa, brinda
comprensión, enseña, y responde a las preguntas de las personas. Si usted va a hacer estas
cosas bíblicamente, precisa saber como interpretar el Libro

Tomado de Apuntes Pastorales Vol. XVII N° 3 pp. 48 - 54

51
UNIDAD 2: TRANSFORMADOS A LA IMAGEN DE CRISTO

Para seguir un proceso ordenado en el estudio de esta unidad, se recomienda seguir las
siguientes instrucciones para cada tema por separado. A cada tema se le debe dar el tiempo
adecuado para ser explorado, e idealmente sólo un tema debe ser tratado en cada sesión.

Paso 1:Tomando en cuenta el objetivo del tema, estudie minuciosamente los pasajes bíblicos y sus
contextos para que pueda entender claramente el significado que el autor quiso comunicar
y la importancia que ese contenido tiene para nosotros hoy. Las conclusiones de este
estudio deben ser discutidas en el grupo.

Paso 2:Lea y analice la contribución que los distintos autores hacen al tema bajo estudio a través de
las lecturas sugeridas, las cuales pueden hacerse en forma individual o en grupo, según se
considere. Las reflexiones resultantes de estas lecturas deben ser compartidas en el grupo.

Paso 3: Discuta las preguntas de reflexión sobre el tema con el grupo. Muchas de estas preguntas
no tienen respuestas simples y requieren de una cuidadosa reflexión y discusión.

Paso 4: Elabore los proyectos en forma individual a menos que se indique lo contrario, y
discútalos en el grupo.

TEMA 1: CRISTO ES EL MODELO PARA EL DESARROLLO DEL CARÁCTER CRISTIANO.

Objetivo: Identificar algunos rasgos específicos donde debemos imitar el carácter


de Cristo

PASAJES LECTURAS PREGUNTAS PARA REFLEXIONAR


BÍBLICOS

Mateo11:29; 20: 1. ¿En qué aspectos específicos dice la Biblia


20-28 1. El Cristo que que nosotros debemos imitar a Cristo? Haga
Juan 17:21-22 adoramos. una clasificación de los textos según las
Rom.8:29; 15:2-3; características que señalan, Ejemplo: amor,
5-7 unidad, humildad, etc.
Gal.3.27; 6:.2
Ef.5:2 2. ¿Qué aspectos del carácter de Cristo le cuesta
Fil.2:1-8 más imitar?, ¿cuáles son las razones por las
Col.3:13 cuales se le hace difícil imitar a Cristo?, ¿qué
Heb.12: 2-4 ha hecho específicamente para superar sus
1Ped.2:21-24 deficiencias?
1Jn.2:6
Ap.3:21
1Ped.1:15

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TEMA 2: CULTIVANDO HABITOS Y DISCIPLINAS PARA EL DESARROLLO
DEL CARÁCTER CRISTIANO MADURO

Objetivo: Valorar la importancia de los hábitos y disciplinas espirituales para el


desarrollo del carácter cristiano maduro.

PASAJES LECTURAS PREGUNTAS PARA REFLEXIONAR


BÍBLICOS

Dan.6:10 1. Hábitos que dan 4. ¿Qué idea tiene usted sobre las disciplinas
Mat.26.41 forma al carácter espirituales tales como la vigilia, el ayuno, el
Hec.13.1-3 cristiano. retiro, etc.?, ¿conoce o practica algún otro
1Cor.9: 26-27 tipo de disciplina o hábito espiritual para el
1Tim.4:7-8 2. La madurez: fortalecimiento de su carácter?
prenda preciada.
5. ¿Cómo contribuyen las disciplinas y hábitos
3. La Base del espirituales a la formación del carácter a la
carácter imagen de Cristo?, ¿qué abusos o malos
entendidos se han presentado en la práctica
de estas disciplinas?, ¿cómo puede lograrse
un auténtico equilibrio bíblico en el tema de
las disciplinas y hábitos espirituales para el
desarrollo de la piedad personal?

PROYECTO PERSONAL

Los siguientes proyectos están diseñados para estimularle a comenzar a usar lo que está
aprendiendo y a que produzca un "trabajo" que tenga utilidad práctica tanto para su propia
vida como para su ministerio. Las conclusiones a las cuales ha arribado en cada uno de los
temas tratados influirán en la manera como usted complete el proyecto que aparece abajo.
Siéntese en libertad de diseñar sus propios proyectos además del dado aquí.

TITULO: TRANSFORMADOS A LA IMAGEN DE CRISTO

CONTENIDO:

1. Escriba un proyecto personal para el desarrollo de su carácter a la imagen de Cristo.


Este proyecto debe incluir:
1.1. Áreas de su carácter en las cuales debe trabajar.
1.2. Libros o pasajes de la Biblia que va a estudiar para reforzar los principios
bíblicos que necesita consolidar en cada área que va a fortalecer.

53
1.3. Hábitos o disciplinas espirituales que va cultivar en cada área de carácter
señalada.
1.4. Mentor o tutor que le va a ayudar durante el proceso

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EL CRISTO QUE ADORAMOS
Por H.CHewlett

El testimonio por excelencia que podemos dar los cristianos es Cristo mismo; Cristo en su
inefable gracia y gloria. Cristo adorado en el corazón, proclamado con los labios y
manifestado en la vida. Así como Jacob tomó la piedra que le sirvió de almohada para el
descanso y la erigió como un monumento de testimonio, de la misma manera, en un mundo
inseguro y descontento que apenas atina a saber lo que desea y menos aun lo que necesita,
es el privilegio de los creyentes en Cristo Jesús el levantar delante de los hombres al Cristo
que ha traído el descanso y satisfecho el corazón.

Solamente podemos proclamar con eficacia aquello cuya eficacia hemos experimentado. Si
nuestras vidas no dan testimonio por medio del amor, el gozo y la paz, demostrando que
Cristo es real para nosotros, nuestras palabras llegarán en vano a los oídos que las
escuchan.

Los corazones de los hombres están vacíos y solamente Cristo puede llenarlos, porque El es
tanto el Salvador como Quién satisface. Los que le conocen así son los que deben divulgar
su fama.

El pasaje del Cantar de los Cantares 5.9-16 nos ayuda a recordar el testimonio concerniente
a El. Esta es una declaración de exquisita belleza y profunda reverencia. Llegar a apreciarla
correctamente es llegar a conocer la verdad de un antiguo himno:

"Tal es mi Amado y a este yo he de ensalzar y amar".

Tomemos, por ejemplo, la declaración: "Su aspecto como el Líbano" (v. 15). El es tan
majestuoso a los ojos de alguien que le ama que se lo asemeja a una montaña imponente
que eleva sus picos nevados hacia los cielos. Así como el Monte del Líbano domina el
paisaje en el límite norte de Israel, así el Señor Jesús cubre de gloria la visión del alma que
cree en El.

En primer lugar, su Persona está llena de atractivos, porque cubre totalmente el horizonte
de nuestra contemplación. En una ocasión estuve parado en el Valle Tasman, en los Alpes y
miré hacia el murallón interminable que se extiende hacia la derecha y hacia la izquierda,
en toda la extensión en que la vista alcanza a ver. Ese murallón es coronado con los picos
gemelos del Monte Cook que se recortan contra el azul puro del cielo. Es una vista
imponente ante la cual el grupo de turistas queda un rato en silencio con el espíritu
humillado. Sin embargo esto es apenas una de sus obras. ¡Cuánto más glorioso es El
mismo! Sí, El llena todo nuestro horizonte de gloria y nos hace inclinar a sus pies en
humilde adoración y gozoso agradecimiento. A El pertenecen la eternidad, el poder
absoluto y la sabiduría infinita. "En El habita corporalmente toda la plenitud de la Deidad"
(Col. 2.9). Pero además. El es el Hombre de tierna compasión, de trabajos y lágrimas,
cuyos pies anduvieron solitarios en el camino que lo condujo a la cruz y cuyas manos, que
fueron una vez extendidas para nuestra salvación, están ahora levantadas para nuestra
bendición.

55
En segundo lugar. El es Santo en santidad suma. El nombre Líbano significa blanco y la
montaña es llamada así a causa de sus picos nevados. Cuando nuestro Señor se transfiguró,
"sus vestidos se volvieron resplandecientes, muy blancos, como la nieve, tanto que ningún
lavador en la tierra los puede hacer tan blancos" (Mr. 9.3). Las vestiduras representan los
delicados toques del carácter y el testimonio sobre aquellas ropas resplandecientes señala
una pureza que era enteramente suya, en forma exclusiva y que por otra parte nunca pudo
haber tenido un origen terrenal. La santidad de Cristo en los días de su carne no fue en lo
más mínimo menor que la de su estado reencarnado, cuando los serafines decían de El:
"Santo, Santo, Santo" (Is. 6.3). Ningún pecado, ni en pensamiento, ni en palabra, ni en
hecho, perturbó su vida ni exterior ni interiormente. Su pureza no pudo ser empañada, ni
por el gozo ni por la tristeza, ni cuando lo aclamaron o cuando lo rechazaron; nunca hubo
defecto alguno en sus caminos. Los más nobles personajes de la Biblia alguna vez
"arrastraron sus ropas en el polvo" y mostraron ser hombres como los demás. Solamente
Jesucristo desplegó su humanidad en la expresión de una santidad invariable. Sólo El podía
ser. nuestro Salvador. Solamente El pudo ser hecho para nosotros justicia y santificación (1
Co. 1.30). Sólo El podía ser Aquel a quien, en última instancia, llegaremos a ser
conformados. Podemos gloriamos en El con toda razón.

Por último. El es el que satisface plenamente. Los arroyos que se alimentan de las nieves
perpetuas del Líbano nunca llegan a secarse. Sus aguas nunca dejan de refrescar la tierra
sedienta. De nuevo el Líbano habla de Aquel de cuya inacabable plenitud desbordan los
arroyos de gracia y verdad que no cesan de reanimar, reconfortar y bendecir. Todo cristiano
puede dar el invariable testimonio de que El "sacia al alma menesterosa y llena de bien al
alma hambrienta" (Sal. 107.9). "...el que creyere en El, no será avergonzado" (Ro. 9.33). La
esperanza puesta en El no dejará de tener su plena realización y cuando al fin le veamos
"cara a cara" nos daremos cuenta que en verdad "ni aun se nos dijo la mitad acerca de El",
tal como dijo la reina de Saba sobre Salomón (1 Re. 10.7). Cuando lleguemos a conocerlo
como El nos conoce y cuando todo el camino por el cual El nos ha conducido llegue a ser
tan claro para nosotros como lo fue siempre para El, nuestros corazones estarán rebosando.
En nuestra copa de plena satisfacción no faltará ni siquiera una gota.

Todo lo que no proviene de El llegará a mostrarse con todo su desencanto. Los ídolos
humanos terminarán siendo motivo de angustia. Pero aquellos que confían todo a su
todopoderoso Salvador encontrarán en El su descanso, su camino, su meta, su todo. El es
Aquel a quien todos los hombres necesitan. El es Aquel a quien nosotros tenemos el honor
de adorar y predicar.
Tomado de Apuntes Pastorales Vol. V N° 2 pp. 9-10

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HÁBITOS QUE FORMAN EL CARÁCTER CRISTIANO
Copilado por Guillermo Dona Donamaría

Armando estaba parado en el borde de una importante avenida. Debía cruzarla y llegar
hasta la vereda de enfrente, pero los automóviles no lo dejaban pasar. El semáforo
continuaba dando paso al tránsito sin dar tiempo a los peatones. Después de unos veinte
minutos de esperar inútilmente que la luz detuviera automáticamente a los vehículos,
Armando vio el cartel que decía: «Semáforo manual. Pulse el botón para detener el
tránsito». ¿Qué había pasado? Él estaba esperando que otro (en este caso el mecanismo)
hiciera lo que él mismo debía hacer.

En el proceso hacia la madurez cristiana, si bien no todo depende del hombre, tampoco
todo depende de Dios. En 2 Pedro 1:3-4, Dios nos habla de su trabajo en nosotros a través
de Jesucristo. Seguidamente, a partir del verso 5, dice: «... poniendo toda diligencia por esto
mismo, añadid a vuestra fe...». Allí, la Palabra de Dios nos ordena nuestra parte.

Así es el camino hacia la adquisición de un carácter cristiano; una combinación, una


armonía de voluntades y trabajos entre el Señor y el señoreado, donde el hombre decide
vivir en Dios, en su poder, en obediencia absoluta a su voluntad. Si bien el poder de Dios
actúa en mí, yo necesito estar dispuesto y tomar decisiones que Él no tomará en mi lugar.
Igual que en el caso de Armando y el semáforo manual.

Hábitos

Todo hábito es la costumbre adquirida por la repetición de un acto. También se lo define


como una habilidad adquirida para obrar con facilidad.

Una acción bien hecha se produce con mayor facilidad al ser repetida; la primera vez se
transformó en disposición, las reiteraciones irán consolidándola. Una vez que se ha entrado
en una selva virgen es más fácil entrar allí otras veces.

Los hábitos ya formados sólo necesitan ponerse en movimiento por el ejercicio de la


voluntad, sin necesidad de ocuparse demasiado acerca de su funcionamiento. Por otra parte,
son de suma utilidad para la eficiencia personal:

a) Multiplican las posibilidades. Sin los hábitos, deberíamos atender a cada detalle de
nuestra vida como si fuera la primera vez, tanto desde manejar la cuchara hasta tomar el
transporte público que nos lleva al trabajo; desde caminar hasta leer. El tener eso ya
«programado» por hábitos, libera nuestra mente para concentrarnos en otras cosas.

b) Dan facilidad creciente. Con la repetición de los actos, el cuerpo, la mente, etc. quedan
mejor dispuestos para seguir creciendo y aprendiendo.

c) Aumentan la calidad. Teniendo un hábito como base (el cual ya no requiere gran
concentración mental), podemos dedicarnos a perfeccionar los procedimientos en sus
puntos débiles.

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d) Definen el carácter. Así es, la suma de hábitos y costumbres definen el carácter de una
persona.

Carácter

Carácter proviene de una palabra griega que significa: «marca»; una marca en la vida que
define a los sujetos que la poseen. A pesar de las tergiversaciones del término, «una
persona de carácter» significa que tiene: a) fidelidad a sí mismo; b) firmeza en esa
fidelidad; c) una sola dirección en la vida.

De allí tenemos que carácter cristiano signifique: a) fidelidad a Cristo que vive en mí; b)
firmeza en esa fidelidad; c) una sola dirección en la vida. En suma: vivir para Jesucristo.
Cristo formado en mí (Gá. 4:19). Yo, con una sana personalidad cristocéntrica.

Decimos otra vez: carácter es el resultado de costumbres, actitudes, hábitos, que vamos
formando en la vida. «Siembra una acción y recogerás un hábito, siembra un hábito y
recogerás un carácter.»

¿Cómo adquirimos un hábito?

Disciplina y hábito van de la mano. El hábito es el resultado de la disciplina. Disciplina es


autoeducación voluntaria, que tiene su base en la obra del Espíritu Santo según su poder, el
conocimiento (nutriente) que tomamos de la Palabra y la obediencia a ella (2 Ti. 1:7).

Recordemos que la meta es, siempre, formar un carácter cristiano. Hemos nacido con
naturaleza pecaminosa y en un mundo (sistema) pecaminoso. Hemos formado hábitos
neutros, amorales, que nada tienen que ver con el pecado (manejar la cuchara, el tenedor,
abrochar una camisa, encender la luz, leer y escribir, etc.), pero también tenemos hábitos
pecaminosos, producto de nuestra naturaleza y del sistema en que vivimos (contestar mal
cuando nos hablan mal, dejar que el instinto egoísta desarrolle hábitos que buscan siempre
mi interés por sobre el del prójimo, en lugar de tener sed de justicia desarrollar sed de
venganza, llegar tarde al trabajo, tener hábitos viciosos, etc.). En la formación de un
carácter cristiano debemos trabajar para cambiar nuestros hábitos negativos por otros
positivos.

En su tratado de psicología, William James da algunos consejos.

a) Lo primero para adquirir un hábito nuevo y dejar uno viejo es: «Lanzarse de lleno, con
toda fuerza y vigor, buscando cuanta ayuda sea posible, fomentando pensamientos,
sentimientos y actitudes favorables».

b) No admitir excepción de ningún tipo. No confiar en poder manejar por uno mismo un
«gradualismo».

c) Conservarse entrenado. Esto habla de permanencia, constancia, esfuerzo en una práctica


regular del nuevo hábito adquirido.

58
Esto no se contrapone con Dios y su gracia, siempre que entendamos que esto no lo
podemos hacer solos, porque recuerde que: el carácter cristiano es la suma de hábitos y
costumbres cristocéntricas, actitudes espirituales y conducta santa, todo esto gobernado por
el Espíritu de Dios que mora en nosotros.

El terreno nuestro para adquirir hábitos espirituales es la redención, la gracia de Dios, su


fuerza y su poder trabajando en nosotros y «al lado nuestro» (1 Co. 15:10, 16:1; Ef. 6:1;
Col. 2:18-19; 1 Ts. 5:23-24; 2 Ti. 2:1; 2 Pe. 1:3-11).

Cambiar un hábito neutro y mecánico (como la forma en que camino hacia mi trabajo, la
manera de cepillarme los dientes) es difícil, aunque no tanto. El verdadero trabajo consiste
en cambiar aquellos hábitos que tienen que ver con sentimientos, o con la personalidad.
Cambiar es difícil, pero es posible en Cristo (Jr. 13:23 y 32:27).

Muchas veces tenemos cuentas del pasado para solucionar, por malos hábitos o malas
acciones. Debemos saber que el pasado no puede ser cambiado, pero sí arreglado a través
del perdón, la reconciliación y la rectificación de la conducta. Es importante llamar a la
gente al arrepentimiento para un cambio total. «Arrepentirse es cambio de actitud mental
que se traduce en un acto de la voluntad». No sólo lágrimas sino arrepentimiento total (He.
12:16-17; Hch. 26:20). La gente dice: «lo siento pero no puedo cambiar, soy así». Esto es
verdad para la vida natural o carnal que nos tiene esclavos, pero no para el creyente que
desea tomar en serio la vida nueva en Cristo y usa los medios adecuados.

¿Por que cuesta cambiar? Porque estamos muy cómodos en nuestra modalidad
complaciente de vivir. Puede ser también porque ignoramos cómo hacerlo (Stgo. 1:5-7).
Por último, tal vez ignoramos que debemos cambiar.

Factores para el cambio

Efesios 4:22-24

1 ) Despojarse o desnudarse de la pasada manera de vivir (1 Pe. 1:14).

2) Cambiar la mente (Ro. 12:2-3; 1 Co. 14:20; Flp. 4:8).

3) Vestirse (Ro. 13:12-14; Ef. 6:11; Col. 3:12,14).

La práctica de la santidad lleva a la santidad y, si uno aprendió el mal, también puede


aprender el bien. Esto requiere diligencia y energía, además de tiempo. No se pueden
esperar cambios rápidos y profundos. Lo que a veces llamamos cambios rápidos son el
resultado, a menudo, de muchos años de labor paciente del Espíritu Santo quebrantándonos
y llevándonos al cambio.

Siempre debemos tener en cuenta que Dios ayuda, pero que debemos aplicar los medios
que Él ideó: control por su Espíritu, oración, alabanza, agradecimiento, estudio diligente de
su Palabra, obediencia, comunión y discipulado.

59
El proceso de cambio

(Ef. 4:17-32 y Col. 3:1-17)

¿Cuándo uno ha cambiado verdaderamente? Cuando deja de hacer, «habitualmente», el


acto pecaminoso y ha desarrollado lo positivo en su lugar.

1. Ser conciente de la práctica o mal hábito del que debo ser despojado (Ef. 4:25-31; Col.
3:5, 8-9).

2. Descubrir la alternativa bíblica que me lleva a tener una actitud adecuada para el cambio
(Col. 3:9-10, 12-13; Ef. 4:32).

3. Romper voluntariamente la cadena de pecado.


a) Correr hacia Dios («Someteos») y resistir. Reaccionar en forma bíblica, conciente y
fuerte, ante la tentación (Stgo. 4:7). Esto es, el control de una situación por el uso
inteligente de la Escritura o, mejor dicho, una sumisa obediencia a ella.

b) Refrenar (Pr. 17:19; 1 Pe. 3:10-11; Sal. 37:8; Ro. 8:12-13). Todo esto conforme a la
Palabra y con el poder del Espíritu. Si es necesario confesar, deberá ser hecho, para luego
poder corregir profundamente algo que tiene que ser cambiado.

c) Buscar ayuda. Gálatas 6:2 nos habla de carga, de un objeto que oprime por su peso. 1
Tesalonicenses 5:11 nos dice: «anímense y edifíquense», y en el verso 14: amonesten,
alienten, sostengan, sean pacientes.

¿Por qué la gente no pide esa ayuda? No desean cambiar, sólo desean mostrar que están en
lo cierto y que los demás están mal (antes de cambiar el problema de raíz debe haber un
cambio de actitud ante el problema). No hay arrepentimiento, pero sí orgullo.

Es clave en este punto la consideración del proceso de discipulado, a través del cual
desarrollamos espiritual y completamente a la gente que debe crecer en su vida nueva.
También es fundamental para cambiar un hábito negativo y desarrollar uno positivo,
agradable a Dios y bueno para nuestra vida íntegra, el desarrollo de una relación personal y
completa con Cristo. El «ejercicio» diario de estar con el Señor potencia todos nuestros
trabajos en pos de un carácter cristiano.

«¿Habrá algo que sea difícil para mí?» (Jr. 32:27). Sin Él viviendo en nosotros, sólo
estaremos haciendo cambios superficiales y temporales que no nos darán un carácter
cristiano ni nos formarán como gente que refleja la imagen de Jesús. Todo cambio, sin la
intervención de Dios en la profundidad, puede llegar a ser un buen lavado de cara, pero no
más que eso (Os. 13:9 y 14:4).

60
Práctica del nuevo hábito

a) «Así que Jotam se hizo fuerte, porque preparó sus caminos delante de Jehová su Dios» (2
Cr. 27:6); «Porque Esdras había preparado su corazón para inquirir la ley de Jehová y para
cumplirla...» (Esd. 7:10).

b) La importancia de nuestra mente (1 Co. 14:20; Flp. 4:8; Ro. 14:5).

c) La importancia de nuestras decisiones (2 Pe. 1:5-8). «Añadid» es algo que tenemos que
hacer nosotros. No olvidemos que una parte la hace Dios y otra la hacemos nosotros. Dios
no nos dará, como por arte de magia, los buenos hábitos, la vida de oración o el carácter
cristiano. «Añadid» quiere decir: formar el hábito de hacer las cosas, aunque en las etapas
iniciales sea difícil. Pero tomar la iniciativa es un principio en el que seguimos
instruyéndonos al andar.

Forme el hábito de hacerle caso a Dios en todo lo que le agrada. Tome la iniciativa desde
donde está, no desde donde quisiera estar, y recuerde: los cambios profundos llevan tiempo,
y muchas veces deberá ser usted quien oprima el botón.

Tomado de Apuntes Pastorales Vol. V N° 3 pp. 12-14

61
LA MADUREZ
Prenda preciada difícil de imitar por largo tiempo
Por Cristóbal N.Shaw

Cuando el historiador nos lo presenta, no podemos resistir el asombro. Siendo


seleccionado especialmente para esa tarea por el mismo Creador del Universo, ungido
como rey por un gran profeta y poseedor de imponentes cualidades personales, este
hombre trae consigo toda la promesa de ser un poderoso instrumento en la vida del
pueblo de Dios. Pocos hombres han comenzado sus carreras con credenciales tan
impecables o han suscitado tanta esperanza en aquellos que les rodean. Con justificada
expectativa esperamos ver el desarrollo de esta impresionante figura.

Pero cuando la Biblia nos hace partícipes de una nueva escena en esta misma vida, nos
sobreviene la desazón. Con un sentimiento de desilusión, seguimos la historia en el
tiempo, esperanzados en un resarcimiento. Pero en las escenas que siguen vemos una
inquietante tendencia que se agudiza marcadamente con los años.

Por momentos lo vemos orgulloso, suficientemente seguro de sí mismo como para


intentar mejorar la inmejorable ley de Dios. La auto confianza no le permite reconocer
sus errores y rápidamente se evade de responsabilidad por el pecado. En otras situaciones
no es más que un niño malcriado y caprichoso, consumido por la ira, los celos, el temor.
En otras escenas lo vemos quebrantado, llorando desconsoladamente y exhibiendo
arrepentimiento de corta duración.

El trágico desenlace de esta vida forma una de las páginas más negras en la historia del
pueblo de Dios. ¿El hombre?: Saúl. ¿Su problema?: nunca llegó a madurar como persona,
ni cómo siervo de Dios.

La falta de madurez no es un problema que ha quedado enterrado en el triste ejemplo del


rey Saúl. Como la sabiduría, presentada con tanta hermosura en las páginas de
Proverbios, la madurez es una prenda preciosa que todos los hombres desean tener pero
que pocos alcanzan. Y de todos los problemas que afectan a la iglesia, ninguno parece ser
tan agudo como la casi universal falta de madurez en sus miembros. En nuestras
congregaciones hay una abundancia de miembros que nunca han llegado más allá de los
primeros pasos de la vida cristiana.

Debemos entender que tal situación no es aceptable en el Reino del cual la iglesia es
parte. Durante su ministerio terrenal el Señor exhortó a sus discípulos a que "sed, pues,
vosotros perfectos, como vuestro Padre que está en los cielos es perfecto" (Mt. 5.48).
Pablo resumió su ministerio diciendo: "a quien anunciamos, amonestando a todo hombre,
y enseñando a todo hombre en toda sabiduría, a fin de presentar perfecto en Cristo Jesús a
todo hombre" (Col. 1.28). En Efesios 4.11-16 se nos dice que la razón por la cual se
capacita y los santos hacen la obra del ministerio, es para la edificación del cuerpo de
Cristo, " hasta que todos lleguemos a la unidad de la fe y del conocimiento del Hijo de
Dios, a un varón perfecto..." El autor de Hebreos (5.12;6.1), así como Pedro (5:10) y el
apóstol Juan (Jn.4.17) también aportan su enseñanza en esa dirección.

62
De modo que una iglesia donde un alto porcentaje de miembros no hayan alcanzado esa
perfección, es una iglesia que no ha conocido la plenitud de vida que Cristo ha entregado
a su cuerpo; su promedio hablará de una iglesia niña o adolescente, pero no de una
comunidad adulta, aunque tenga más de cuarenta años de existencia. En tal congregación
se verá poca evidencia de vidas radicalmente transformadas por el poder que operó en
Cristo cuando fue resucitado de entre los muertos. Cuando persiste esta situación por
mucho tiempo, tanto el pastor como la congregación deben entender qué es, para la
iglesia, un serio llamado de atención. Corresponde hacer preguntas que ayuden a
clarificar la situación: "¿Porqué es que se nos hace tan difícil lograr la madurez? ¿Qué
cosas están impidiendo el crecimiento de la congregación?" Y, fundamentalmente, "¿qué
pasos debemos tomar?"

Evidentemente, gran parte de las respuestas se encuentra en una correcta comprensión del
concepto de madurez o perfección presentada en la Palabra. El término es un tanto vago
en la sociedad; sabemos identificar rápidamente las consecuencias de actos inmaduros,
pero tenemos más dificultad en detectar la falta de madurez, tomando ésta como virtud.

También está la frecuente confusión de los elementos que contribuyen a la madurez, con
la madurez en sí. El tiempo caminado con Cristo es un elemento importante en la
madurez. Sin embargo, el tener muchos años de convertido no equivale a tener madurez
espiritual. De la misma manera es indispensable un conocimiento de la Palabra de Dios.
Pero el conocimiento extenso de las Escrituras no garantiza perfección espiritual. Del
mismo modo sucede con la experiencia ministerial, pero el haber avanzado grandemente
en el uso del don recibido del Señor no convierte a las personas en maduras.

La madurez no se consigue con una correcta mezcla de los ingredientes necesarios. No


consiste en no decir malas palabras, diezmar con regularidad, no fumar ni emborracharse,
etc. En realidad, estas cosas nunca pueden en sí producir la madurez, porque la madurez
es, ante todas las cosas, un estado del corazón, de la vida espiritual. Es un cambio interno
que se manifiesta en un estilo de vida externo. Por eso, el intentar imitar algunas de las
formas no va a producir transformación de largo alcance, y con el tiempo va a dejar en
evidencia el verdadero estado de la persona.

EL LUGAR DE DIOS

Una característica que resalta en la relación vertical es que el maduro es una persona que
"por el uso tienen los sentidos ejercitados en el discernimiento del bien y el mal" (He.
5.14). Ningún elemento es tan importante para el cristiano, porque el discernimiento de lo
correcto le permite afrontar con confianza las múltiples situaciones diarias que se le
presentan donde debe elegir entre el bien y el mal, y donde no siempre es clara la
definición. El hábito de buscar poner por obra las verdades que el Señor le va revelando,
es lo que más lo ha ayudado a ejercitar este discernimiento. El inmaduro no lo posee y,
por lo tanto, vive en una constante incertidumbre. A menudo se pregunta: "¿Debo hacer
esto o debo hacer aquello?" No está acostumbrado a hacer lo correcto delante de Dios
(He. 5.13 ) y por esto le cuesta discernir la voluntad del Omnipotente. Se mueve más por
prueba y error que por guía del Espíritu Santo.

63
En segundo lugar, el maduro vive su experiencia cristiana en forma personal. El no solo
tiene conocimiento de las verdades de la persona y obra de Dios, sino que también las ha
comprobado en la vida diaria. Así como el apóstol Juan pudo dar testimonio de "lo que
hemos oído, lo que hemos visto con nuestros ojos, lo que hemos contemplado, y palparon
nuestras manos" (Jn. 1.1), el maduro también tienen amplio testimonio de haber gustado
los poderes del siglo venidero (He. 6.5). El inmaduro no puede testificar de lo mismo. Su
cristianismo es meramente intelectual, donde otros experimentan lo que él sólo cree. Sabe
mucho acerca de Dios, pero poco por descubrimiento personal. Cuando necesita
ejemplificar la vida victoriosa debe usar cómo ejemplo la vida de otros, porque carece de
experiencias propias.

En una tercera área, el maduro es una persona que ha aprendido el verdadero sentido de la
oración. Su vida de oración se caracteriza por conversaciones de Dios, tiempo en el cual
simplemente se deleita en estar en la presencia de su Creador. Tiene presente que Dios ya
tiene conocimiento de sus necesidades (Mt. 6.8). El inmaduro, en cambio, solamente ve
la oración como un medio de conseguir lo que necesita. Cuando llega a la presencia de
Dios no puede alabarlo sin también pedirle algo. Su vida de oración es un constante
hablar, y es para pedir a Dios lo que le hace falta.

CONSIGO MISMO

La persona madura crece constantemente en un conocimiento progresivo de sí mismo.


Con el pasar del tiempo, conoce con mayor claridad cuáles son sus áreas débiles y cuáles
las fuertes.

Reconoce donde necesita trabajar más en su vida, y cada vez confía menos en sus propias
habilidades para correr la carrera que tiene por delante. Cuando piensa en sí mismo lo
hace con "buen juicio", no distorsionando la realidad ni escondiéndola (Ro. 12.3);
constantemente examina su propia vida (2 Co.13.5). El inmaduro no tiene este mismo
conocimiento, por lo que su vida gira en un constante circulo vicioso. Lucha por años con
los mismos problemas y hábitos, sin lograr tener victoria en ellos.

Por su parte, el primero a aprendido del costo de trae aparejado el no resolver los
problemas y permanecer en el pecado, mientras que el segundo, en su naturaleza camal
puede rechazar la confesión y la sanidad del alma que de ella viene.

LO QUE CREE

El maduro posee convicciones sólidas y bien fundadas en cuanto a lo que cree. Son
sólidas porque provienen de un conocimiento intelectual de la Palabra de Dios, el cual ha
sido comprobado y aprobado en la realidad de su propia vida. Su teoría esta respaldada
por un caminar diario donde ha comprobado la veracidad de lo que conoce en teoría. En
cambio, el inmaduro tiene convicciones que rara vez han sido sometidos a prueba en la
escuela de la vida. En este último, esto produce dos resultados: primeramente es sacudido
por las olas y "llevados por doquiera de todo viento de doctrina" (Ef. 4.14). Y en segundo
lugar, siempre se los encuentra discutiendo acaloradamente acerca de sus teorías. Se han
entregado con pasión a las palabrerías vacías y atrevidas, controversias necias,

64
genealogías y sucesiones, contiendas y discusiones acerca de la Biblia y la doctrina, las
que son sin provecho y sin valor ( II Ti. 2.16; Tito 3.9). Su escasa experiencia de la vida
cristiana no les ha enseñado que Dios es mucho más grande que los hombres y que no
puede ser limitado a afirmaciones radicales.

LA ORIENTACIÓN Y LOS SENTIMIENTOS

El hombre maduro también tiene una clara comprensión del propósito de Dios para su
vida. Sabe en qué dirección debe estar moviéndose, tiene metas a largo al canee y trabaja
para lograrlas. Sabe esperar para el cumplimiento de estos planes y no se distrae en el
camino. Desea llegar al fin de la meta y decir, como lo dijeron el Señor y Pablo en sus
respectivos ministerios: "He cumplido con mi tarea" (Jn. 17.4; II Ti. 4.7). El inmaduro no
tiene metas claras, por lo que siempre esta cambiando de dirección. Un día quiere lograr
una cosa, al día siguiente se mueve en dirección opuesta. Además, busca en todas las
cosas resultados instantáneos. No puede esperar para los resultados y se desanima cuando
no se producen inmediatamente.

La persona madura sabe también vivir independientemente de sus emociones; mejor


dicho, ha aprendido a que sus emociones dependan de su cabeza y no al revés. No se deja
dominar por ellas sino que él es dueño de todas las situaciones sentimentales,
sujetándolas a la obediencia de lo correcto a los ojos de Dios. Su vida cristiana no
depende de su estado emocional sino del compromiso que ha asumido con el Señor. Y
aunque sus emociones, a veces, se rebelen contra esta sumisión, él las vuelve a sujetar a
la fe. En su vida se evidencia el fruto del Espíritu (Ga. 5.22-23). Pero el inmaduro vive
sujeto a sus emociones. Por esta razón es buen cristiano "de a ratos", porque con
frecuencia sus emociones lo desaniman. Vive en un constante vaivén, preocupándose por
todo, sujeto a la hipersensibilidad y necesitando con regularidad experiencias
emocionales que lo levanten de su estado apático.

Una última característica del hombre maduro que quiero resaltar es que su lenguaje es el
de la alabanza y gratitud. Esta persona, por haber superado el estar sujeto a cosas
terrenales, vive "cantando y alabando al Señor en vuestros corazones, dando siempre
gracias por todo al Dios y Padre, en el nombre de nuestro Señor Jesucristo" (Ef. 5:22). Ha
aprendido que no merece siquiera la vida, y sabe que todo lo que tiene y vive es por la
gracia de Dios; nada más que por eso. Lo opuesto ocurre en la vida del inmaduro: su
lenguaje es el de las quejas. Vive quejándose por lo que tiene, por lo que recibe y por lo
que lo rodea. Aunque esté agradecido por estas cosas, siempre encuentra un elemento que
despierta su insatisfacción.

LOS DEMÁS

En cuanto a quienes lo rodean, el maduro está pensando en qué debe dar. La persona
madura tiene cómo primer interés el compartir con otros lo que tiene, aun cuando tenga
poco. Ha comprendido el principio de Jesucristo, que es más bienaventurado dar que
recibir (Le. 6.38, He. 20.35) y vive para dar de su tiempo, dinero, amistad, recursos, etc.
Con el inmaduro ocurre exactamente lo opuesto. El vive pendiente de lo que va a recibir,
y su participación en actividades cristianas, mayormente, tiene como meta el salir

65
personalmente beneficiado. Frecuentemente sus quejas giran alrededor de que él no está
recibiendo nada y que por eso no puede dar. No ha comprendido que no recibirá mientras
no comience a dar.

La persona madura también conoce sus dones y responsabilidades para con el ministerio,
como también sus responsabilidades familiares, a las que cumple con fidelidad y
competencia (1Co. 12.1). No permite que otras actividades lo distraigan de lo que debe
hacer y administra sabiamente su tiempo, en el cumplimiento de estas responsabilidades.
El inmaduro es doblemente irresponsable; primeramente por que no cumple lo que ha
prometido, y en segundo lugar porque no cumple lo que debería estar haciendo
primariamente (Stgo. 4.17). Su vida es una inconstancia permanente.

Además, la persona madura está abierta al diálogo con otras personas, dispuesto a recibir
críticas aun cuando sean injustas. El sabe que en toda crítica hay algo que se puede
rescatar, y aplica el principio de examinar todas las cosas y retener lo bueno (I Ts. 5.21).
Tiene un corazón deseoso de aprender y mejorar en su vida cristiana; no teme a las
críticas ni a las exhortaciones. La integridad de su persona no depende de su propia
defensa sino de Dios (I Co. 4.4-5). Pero el inmaduro ve toda crítica como un ataque
contra su persona y rápidamente se ofende. Nadie puede señalarle un error o una
debilidad porque su reacción es la de salir a su propia defensa para reivindicarse. No tiene
deseos de aprender de otros hombres. Todo lo que aprende debe ser por revelación directa
de Dios o por propia intuición personal.

Por último, la persona madura sabe relacionarse correctamente con otros. Tiene una
actitud de humildad, considerando a los demás como dignos de más honor que si mismo,
y por eso no tiene dificultad de entablar y establecer relaciones con aquellos que le
rodean (Flp. 2.3-4). El inmaduro lucha constantemente en esta área, logrando solamente
relacionarse con aquellos que piensan y se comportan de igual manera que él. Pero aun en
estas relaciones, experimenta dificultad en hacer de ellas algo duradero y saludable.
Como en las otras áreas de su vida, sus amistades están sujetas a sus fluctuantes
emociones; más aun, si busca amigos como él, estos peligros se multiplican.

LA FILOSOFÍA DE LA VIDA

No quiero hablar en extenso de la diferencia entre sabiduría y conocimiento sobre la cual


todos ya conocemos, sólo señalar que quien ha comenzado a gustar la madurez es porque
ha empezado a ser sabio, con esa sabiduría que le ha enseñado el valor inapreciable de ser
justo, sencillo y misericordioso, de esperar los tiempos de Dios y ver que el camino de los
malos termina antes que el de los justos, incluso ha aprendido a callar muchas veces
porque sabe que las apariencias engañan y que no todos los malos realmente lo son, como
así también que no todas las ovejas son tales.

Cuando es consultado, el consejo del maduro suele ser el más difícil de ser asimilado
sentimentalmente, recordemos que viene de un corazón en el que los instintos y
sentimientos están en segundo lugar. El consejo del inmaduro, en cambio, es tentador y
fácil de echar a andar por venir de una mente camal.

66
Comenzamos nuestro estudio con el triste ejemplo de un hombre que nunca maduró.
Durante cuarenta años Israel fue sujeta a todos sus caprichos, la mayoría de ellos
dedicados a cumplir con metas completamente ajenas a la necesidad del pueblo. Mucho
antes de la muerte de Saúl, Dios ya estaba formando un nuevo hombre para ocupar su
puesto y cumplir con el ministerio que le había sido originalmente encomendado a él.
Este segundo hombre no llegaba al trono con las imponentes cualidades de su predecesor,
no era más que un pastor de ovejas. Pero el Señor había visto su corazón (ISa. 16.7) y
había encontrado allí los deseos ardientes de agradar en todas las cosas a Jehová. Todavía
quedaban muchos tiempos de extremada dureza por delante, tiempos de vida en el
desierto, de pecado y de derrota. Pero cuando todo hubo acabado. Dios mismo dio
testimonio de él diciendo que había andado: "en integridad de corazón y en equidad,
haciendo todas las cosas que yo... he mandado, y guardando mis estatutos y mis decretos"
(1Re. 9.4 ).

David fue un hombre maleable en las manos de Dios, dispuesto a aprender a ser siervo
cualquiera fuera el precio; un hombre que llegó a ser maduro. Su ejemplo perdura a
través de los tiempos como uno de los gigantes de la fe.
Dios puede hacer mucho con personas maduras. "Por tanto, dejando de lado las enseñazas
elementales acerca de Cristo, avancemos hacia la madurez!..." (He. 6.1 BLA).

Tomado de Apuntes Pastorales Vol. V N° 3 pp. 15-18

67
LA BASE DEL CARÁCTER
Por Richard Clinton y Paul Leavenworth

En los próximos dos capítulos, Yo (Pablo voy a escribir acerca de la formación del carácter.
Durante los primeros diez años de ministerio, la formación del carácter es el enfoque
principal de Dios en la medida en que Él desarrolla sus líderes. Nuestro desarrollo como
líderes gira alrededor del asunto del desarrollo del carácter. Nosotros como líderes en
formación necesitamos responder a la mano formadora de Dios y permitirle a El
transformar nuestro carácter. El ministerio efectivo fluirá de una vida que esta firmemente
establecida en el carácter. Si nosotros no abrazamos y aprendemos estas lecciones de
carácter, nos vamos a estancar en nuestro crecimiento. Nos vamos a frustrar en nuestros
esfuerzos para desarrollarnos como líderes. Entraremos en lo que yo llamo una "crisis de
intimidad". Permítanme describir un tiempo en mi propia vida en la que enfrenté este tipo
de crisis.

Una Crisis de Intimidad

La hoja de papel frente a mí contenía la lista de nombres de nueve personas. Junto al


nombre de cada persona había una descripción de mi ofensa y de la manera en la que yo
debía ponerme en contacto con ellos para reconocer mi pecado hacia ellos y pedir su
perdón. Cada vez que miraba este papel me llenaba de frustración, temor y una sensación
de inutilidad. ¿Cómo pude haber permitido que esto sucediera?

Los primeros años de mi vida adulta habían estado llenos de un "éxito" tras otro. Luego de
hacerme cristiano a principios de 1970, yo había estado participando en la formación de
nuevas iglesias y había sido muy exitoso en el ministerio. Había asistido al seminario, me
había graduado de la escuela y había alcanzado éxito como profesional. Cada cosa en la
que yo ponía mi mano parecía prosperar con trabajo duro. No parecía haber ninguna tarea
que yo no pudiese encontrar la forma de realizar. Para cuando llegué a los mediados de mis
treinta, ya había logrado mis metas de educación, empleo y estilo de vida.

Pero, ¿por qué estaba yo tan vacío y aburrido? ¿Por qué aún me molestaban las hostigantes
dificultades que había tenido con mis jefes en el pasado? ¿Por qué no podía encontrar mi
casillero en la vida y establecerme en el largo recorrido (prepararme para el largo camino)
¿Por qué estaba siempre mirando hacia el futuro y sin poder disfrutar del presente? ¿Por
qué estaba tan intranquilo?

Todas estas preguntas eran simples síntomas y las primeras señales de advertencia de una
vida vacía, una vida que no tenía los recursos internos necesarios para ser fiel en el largo
camino por recorrer. Los asuntos no resueltos de mi pasado comenzaban a acumularse.
Las consecuencias de elecciones pasadas estaban comenzando a obstruir mi habilidad de
manejar mi vida, mis relaciones y mis responsabilidades.

Finalmente, llegué a un punto en el que no podía continuar en la dirección que había estado
siguiendo. Algo más grande tenía que suceder. Pero ¿qué? Cuando me comparaba con
otras personas me veía bastante bien. Cuando trataba de autoanalizarme, sólo me
confundía. Había aprendido cómo razonar y manipular casi cualquier situación y salir de

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ella viéndome bastante bien. Pero ¿era verse bien el verdadero problema? Tenía crecientes
sospechas de mis motivaciones, pero ¿cómo podía saber si de hecho yo estaba siendo
egoísta o simplemente "actuando a favor de mis mejores intereses"?

A través de este proceso de evaluación, descubrí que mi crisis era una crisis de relación y
de integridad. Había basado mi vida en las cosas equivocadas. Verme bien se había vuelto
más importante que ser la persona correcta. Cubrir mis "fallas y errores" se había vuelto
una obsesión. No me había convertido en una persona integra.

Durante este tiempo de confusión y crisis, Dios comenzó a tomar la iniciativa de ayudarme
y sanarme. Él comenzó a quebrarme (o más precisamente Él me dio la gracia de reconocer
que Él me había estado quebrantando durante todo el tiempo) Y DARME ESPERANZA.
Me encontré preguntándome: "será posible después de todo lo que he hecho cambiar mi
vida por completo?" La clara respuesta de Dios fue "Sí! Pero costará mucho. Te costará
todo aquello que no esté basado en tu relación conmigo!"

Y me costó. Me senté y mire a la hoja de papel en mis manos. Respondí ante Dios en
obediencia y me puse en contacto con las nueve personas de la lista y confesé mi pecado y
pedí su perdón. Me golpeó saber cuanto mis acciones habían lastimado y dañado a otros y
la reputación de Cristo. Algunas de estas personas estaban muy enojadas conmigo y otros
con mucha gracia me extendieron su perdón. Entrar en contacto con estas nueve personas
fue una de las cosas más difíciles que he hecho en mi vida, pero me colocó en la ruta hacia
Dios que ha cambiado mi vida por completo!

El Centro de la Relación

Al reflexionar en esta crisis y en la solución de Dios para ella, todavía estoy agobiado por la
dificultad de esto. Sin embargo, estoy también triunfante por el poder transformador de
esta experiencia. Había descubierto la realidad de que a fin de vivir para Cristo, debes
morir a ti mismo. Este no era un nuevo concepto teológico para mí. Yo había estudiado el
concepto en las Escrituras, escuchado sermones sobre esto, y leído libros al respecto. El
problema era que yo nunca lo había experimentado en una base continua. Esta "vida
crucificada" parecía demasiado dolorosa y sentía que estaba fuera de mi control y, riesgosa
para mí.

Mi problema era que yo no le había entregado el control de mi vida a Dios en una base
continua, porque no confiaba en Él. Aunque yo tenía una teología ortodoxa, yo no tenía un
estilo de vida ortodoxo. La gran brecha entre lo que la Biblia decía y la experiencia de mi
vida estaba comenzando a destruirme. Solo una relación transformadora con Dios podría
poner un puente en esa gran brecha. Vernon Grounds describe esta relación transformadora
en términos del "escenario del Getsemaní" en su libro Radical Commitment (Compromiso
Radical). Él escribe que "es la actitud de rendirse confiadamente demostrada por Jesús
cuando Él oró "No mi voluntad, Padre, sino la tuya sea hecha.' Es la renuncia a nuestros
propios sentimientos humanos, deseos, esperanzas, sueños, ambiciones a fin de que los
propósitos de Dios puedan ser alcanzados."1

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En el centro del Cristianismo Bíblico está una relación de confianza con Dios. Se puede
confiar en Él, aunque sus caminos no son nuestros caminos (ver Proverbios 3:5-8; Isaías
55:8-13). Él es bueno y el dador de buenas dádivas (ver Romanos 8:28; Santiago 1:17). El
asunto de la confianza es crítico; sin ella no podremos seguirlo a Él por mucho tiempo
porque Él nos pide que caminemos por fe (en Él) no por vista (ver 2Corintios 5"7; Hebreos
11).

¿Cómo es entonces cultivada la confianza? La confianza es cultivada moviéndose hacia


Dios, pasando tiempo con Él, y viviendo de acuerdo a sus promesas. En la medida en que
lo conocemos, confiaremos más en Él y en la medida en que confiemos más en Él, lo
conoceremos más. Es un negocio riesgoso.
El primer aspecto del desarrollo de la confianza incluye conocerlo a Él. Tal como se
menciona en el capítulo 2, las disciplinas históricas de la fe son avenidas para construir una
relación de confianza con Dios. (ver Figura 4-1: Las Disciplinas de la Fe). Estas
disciplinas internas, externas y corporativas nos permiten tener acceso hacia Dios y a su
amante gracia.

Figura 4 - 1: Disciplinas de la Fe

Interna Externa Corporativa


Estudios Simplicidad Confesión
Meditación Solicitud Guía
Oración Sumisión Adoración
Ayuno Servicio Celebración

Usar estas disciplinas como caminos para desarrollar una relación de confianza con Dios
puede ser duro al principio. Los ejercicios propios de las disciplinas son contrarios a
nuestra carne. La intimidad con Dios expone nuestra verdadera naturaleza tal como es y la
mayoría de nosotros no nos queremos ver a la luz de la realidad de Dios; nuestra carne
aborrece ser expuesta, consecuentemente cuando comienzas a acercarte a Dios a través de
las disciplinas, puedes esperar que tu carne quiera rebelarse. Espera que tu mente se
distraiga o que las circunstancias traten de obstaculizar o interferir con el tiempo que has
establecido para Dios. En otras palabras, espera resistencia de tu interior como una guerra
espiritual en contra de tus esfuerzos. Todo esto es una parte regular del desarrollo de una
relación de confianza con Dios. Espéralo, continúa, y experimentarás a Dios en formas
nuevas y emocionantes en la medida en que la relación se profundice. Practicar las
disciplinas implica trabajo duro, razón por la cual se llaman "las disciplinas".

Richard Foster, en su libro Celebration of Discipline (Celebración de la Disciplina) dice


que para "aquellos que han escuchado el llamado distante [a intimidad con Dios] en lo
profundo de su ser y quienes desean explorar el mundo de las Disciplinas Espirituales son
inmediatamente confrontados con dos dificultades. La primera es filosófica; la base
materialista de nuestra era se ha vuelto tan penetrante que le ha dado a la gente grandes
dudas acerca de su habilidad para alcanzar más allá del mundo físico... la segunda
dificultad es práctica. Nosotros simplemente no sabemos cómo explorar la vida interna."2

70
Todavía recuerdo mis pasos iniciales en el desarrollo de una vida regular de oración.
Durante la mayoría de mi vida cristiana yo había sido un "guerrero de oración orientado a
las crisis" y nunca había podido cultivar un tiempo devocional regular de oración. Sentí
que Dios me había hablado diciendo que si yo no aprendía como orar me quedaría afuera o
me perdería lo que Él quería hacer con mi generación. Yo no quería perderme lo que Dios
estaba haciendo así que me comprometí a desarrollar una vida devocional regular de
oración.

Aquellos primeros días y semanas fueron tan dolorosos. No tenía dirección y tenía algunas
expectativas no realistas. Para mis propios ojos era un miserable fracaso excepto por algo
que hice bien... yo perseveré. Aquellos primeros intentos de oración fueron muy
generalizados y consistían principalmente en una serie de peticiones. Después de pedir a
Dios que bendijera esto o aquel evento o que me diera a mí o a ellos tales y tales cosas,
miraba mi reloj y me daba cuenta que solo habían pasado unos pocos minutos. Yo me
había comprometido a orar por 30 minutos. No sabía que más hacer durante mi tiempo de
oración.
Meses más tarde miré hacia atrás y descubrí que había hecho algunos progresos. Dios
había comenzado a encontrarse conmigo en los momentos de oración. Él estaba
comenzando a enseñarme cómo orar de acuerdo a Su voluntad (ver Lucas 11:1-13). Había
comenzado a experimentar algo nuevo durante los momentos de oración. Dios estaba
empezando a hablarme. Comencé a experimentar tiempo de intimidad y gradualmente una
realidad totalmente nueva de la vida cristiana comenzó a abrirse para mí. El tiempo de
oración se convirtió en un diálogo. El momento de oración era un tiempo de desarrollar
una relación. Se volvió rica y emocionante. Yo esperaba ansiosamente mi tiempo con
Dios de una forma totalmente nueva.

Este proceso no sucedió así no más. Se requirió de mucho trabajo duro de mi parte. Hay
subidas y bajadas en el proceso. Todavía hay momentos en que la oración parece seca;
pero los beneficios del trabajo duro y el deseo de abrazar la oración como un tiempo para
desarrollar una relación, ha dado resultado. Vale la pena!

No vamos a decir mucho más acerca de practicar las disciplinas espirituales en este libro.
Hay un sinnúmero de excelentes libros sobre este tema que están a la disposición. Estos
libros le ayudarán a desarrollar una práctica regular de las disciplinas y le ayudarán a
desarrollar su relación con Dios. Usted encontrará una lista de estos libros en el Apéndice
2.

El punto final es que cultivar una vida devocional es crítico. Cualquier estrategia que
desarrolle requerirá de tiempo y esfuerzo de su parte. Va a haber distracciones e
interrupciones. Su carne se revelará y el enemigo luchará contra usted. Espere todo esto y
persevere. Simplemente hágalo. Dios lo ama y está esperando.

El otro aspecto del desarrollo de la confianza es la obediencia. La confianza se reflejará en


nuestro nivel de obediencia. Pedro es un ejemplo maravilloso de esto. Una noche él y sus
discípulos estaban cruzando el Mar de Galilea cuando ellos vieron a Jesús caminando sobre
el agua (Mateo 14). Al principio ellos pensaron que Jesús era un fantasma. Jesús les habló
y Pedro respondió, "Señor, si eres tú...dime como llegar a ti sobre el agua." La respuesta de

71
Jesús fue "ven"(versículos 28-29) En este punto, Pedro tenía una decisión que tomar.
Podía quedarse en el bote y dar alguna excusa para no responder. Podía nadar hasta donde
estaba Jesús o podría intentar caminar sobre el agua. El paralelismo entre las opciones de
Pedro y nuestras opciones en situaciones que requieren de fe y obediencia son similares.
Pedro decidió intentar caminar! Él sabía que caminar sobre el agua era imposible. Pero él
fue por ello. Salió del bote y comenzó a caminar sobre el agua. Cuando quitó sus ojos de
Jesús y sintió el viento y vio las olas a su alrededor, comenzó a hundirse. Cuando se
comenzó a hundir, clamó, "Señor, sálvame." Jesús estiró su mano y lo agarró.

Aunque Jesús reprendió a Pedro fue su falta de fe (verso 31), Pedro había aprendido una
gran lección de fe. No puedo evitar pensar que Jesús estaba pensando, "Muy bien, Pedro!
Lo vas a lograr. Estoy buscando a alguien que esté dispuesto a tomar riesgos para
ayudarme a construir mi iglesia." Después de todo, necesitamos recordar que Pedro fue el
único que salió del bote. Él fue el único que caminó sobre el agua. Aunque otros debieron
haber aprendido del experimento de Pedro, Pedro experimentó como Dios puede capacitar
sobrenaturalmente para lo imposible!

Esta historia es un ejemplo muy humano de cómo nosotros cultivamos una relación de
confianza con Dios. Nos movemos hacia Él en obediencia, a pesar de las circunstancias y
consecuencias. En la medida en que experimentamos su capacitación sobrenatural y
experimentamos su mano alcanzándonos para rescatarnos, comenzamos a confiar más y
más en Él. Pablo habla de la "justicia de Dios revelada por fe y para fe" (Romanos 1:17).
En la medida en la que ejercitamos nuestra fe en Dios nos damos cuenta más
completamente de que Él es fiel!

La Importancia de la Integridad

En mi crisis, yo reconocí que estaba deseando una intimidad más profunda con Dios. La
relación con Dios es la base del ministerio. La integridad es la base del carácter divino.
Me di cuenta de que mi travesía hacia una profundidad con Dios iba a implicar aprender a
caminar en integridad. La lista de nombres y el asunto de la confesión y reconciliación
representaron una acción hacia una vida de integridad.

La integridad se deriva de una relación de confianza con Dios. Cuando aprendemos a


confiar en Él con las cosas fundamentales de la vida, podemos comenzar a confiar en Él
para la cirugía radical del corazón que nos lleva a una vida de integridad y semejanza a
Cristo.

La Integridad implica "la calidad o el estado de estar completo o no dividido" e implica una
consistencia entre lo que proclamamos creer y lo que somos y hacemos.3 La Integridad es
muy similar al concepto de pureza del Nuevo Testamento. La pureza implica libertad de
las mezclas impuras, siendo sin culpa o sin mancha.4 Básicamente, integridad significa que
"lo que ves es lo que obtienes." Mi vida debe ser una expresión pura de lo que creo
cualquiera fueren las circunstancias o consecuencias. Nuestras vidas deben ser puras sin
comprometerse!

72
En Santiago 1:2-4 se nos dice que las pruebas y las tentaciones proveen un contexto para el
desarrollo de la integridad. Santiago dice: "Tened por sumo gozo cuando os halléis en
diversas pruebas, sabiendo que la prueba de vuestra fe produce paciencia. Mas tenga la
paciencia su obra completa, para que seáis perfectos y cabales, sin que os falte cosa
alguna."

Note un par de cosas acerca de las pruebas en este pasaje. Primero, debemos considerarlas
desde la perspectiva del gozo. J. P. Phillips, en su traducción de este pasaje dice,
"considere a las pruebas como amigos". ¿Cómo? ¿Cómo puede ser esto posible? Es
posible porque las pruebas proveen un contexto para probar nuestra fe. Las pruebas pueden
producir algo bueno!

La segunda cosa que podemos notar acerca de las pruebas es que éstas proveen una
oportunidad para crecer. La prueba de nuestra fe es similar al proceso de la purificación de
metales preciosos. El mineral crudo es colocado en un crisol y calentado. Mientras el
mineral crudo se derrite una separación toma lugar y las impurezas surgen a la superficie.
Estas impurezas son entonces sacadas lo que deja al restante del mineral más puro. Este
proceso se repite hasta que el mineral es declarado genuino o 100% puro. En los primeros
días de trabajo en metal, el mineral era declarado genuino cuando el artesano podía ver su
propio reflejo en la superficie del mineral fundido perfectamente.

Las imágenes de este proceso de purificación nos dan una figura viva de la vida cristiana.
Nos da una figura viva de la integridad. Lo que ves es lo que obtienes!, pero lo que ves
tuvieron que pasar por el proceso de purificación. Nosotros también tenemos que pasar por
un proceso que nos permite aprender a caminar en integridad. Dios usa lo que llamamos
chequeos de integridad para enseñarnos a caminar en integridad.

Controles de Integridad

Un control de integridad "se refiere al proceso especial de prueba que Dios usa para evaluar
la intención del corazón, consistencia entre las convicciones internas y acciones externas, y
las cuales Dios usa como una base desde la cual Él puede expandir la capacidad [del
cristiano] para influenciar."5 Desde el momento en que comprometemos nuestras vidas a
Cristo, estamos en el proceso de ser transformados. A través del Espíritu Santo, Dios
transforma y moldea nuestro carácter para ser como Él. Estamos volviéndonos como
Cristo. Las lecciones de carácter relacionadas a la integridad son las lecciones cruciales
que debemos aprender.
Durante las primeras etapas del ministerio, Dios toma a cada líder a través de un sinnúmero
de chequeos de integridad para enseñar al líder a caminar en integridad.

En las investigaciones de Bobby Clinton, él ha observado un sinnúmero de diferentes tipos


de chequeos de integridad. A la par de identificar estos diferentes tipos de chequeos de
integridad, él ha identificado muchas maneras en que Dios las ha usado y las clases de
beneficio que los líderes reciben cuando pasan por ellas. Vamos a ver individualmente los
diferentes asuntos de integridad.

73
Tentación

La tentación es la forma más común de un chequeo de integridad. Es interesante notar que


en el Nuevo Testamento la misma palabra utilizada para prueba es traducida en otros
pasajes como tentación. Dave Roper en su libro sobre Santiago, titulado The Law That
Sets You Free! (La Ley que te Libera) explica el doble uso de prueba/tentación de la
siguiente manera: "una prueba es una experiencia que Dios trae a nuestra vida a fin de
desarrollarnos. Una tentación viene de Satanás; es diseñada para hacernos pecar, pero lo
sorprendente es que cualquier experiencia puede ser una prueba o una tentación,
dependiendo de nuestra respuesta a ello."6

La Biblia nos da más discernimiento sobre la naturaleza de la tentación y cómo podemos


vencer sobre ella. Primeramente, la tentación es común a todas las personas y es resistible
(ver 1 Corintios 10:13). Segundo, la tentación no es de Dios (Santiago 1:13). Y tercero,
Jesús ha enfrentado cualquier tentación que nosotros podamos enfrentar sin ceder a la
misma. Consecuentemente, él puede ayudarnos cuando nos enfrentamos a ésta (ver
Hebreos 2:17-18; 4:15-16)

La tentación tiene un patrón que puede ser discernido y podemos aprender cómo
apropiarnos del poder del Espíritu Santo para resistir la tentación y vencerla. Santiago
1:14-15 describe el patrón de la tentación de la siguiente manera: "sino que cada uno es
tentado, cuando de su propia concupiscencia es atraído y seducido. Entonces la
concupiscencia, después que ha concebido, da a luz el pecado; y el pecado, siendo
consumado, da a luz la muerte."

La tentación en este pasaje implica una seducción de nuestros propios deseos carnales
(etapa 1.). El pecado ocurre cuando estos deseos son concebidos con nuestra voluntad
(etapa 2). Y la muerte, ya sea espiritual, personal o de relación es el último resultado del
pecado (etapa 3). Entender este patrón puede ayudarnos a aprender cómo resistir la
tentación y no ceder al pecado.

Figura 4-3: El Patrón de la Tentación/Pecado

"Deseo" "Pecado" "Muerte"


--------------------( -----------------------------( ----------------------(
Etapa 1 Etapa 2 Etapa 3
La Carne La Voluntad Espiritual, personal o relacional

El tiempo entre la Etapa 1 y la Etapa 2 es el punto crítico para nuestro entendimiento de


cómo resistir la tentación. El deseo no es pecado. Entregarnos o ceder a nuestro deseo es
lo que es pecado. El deseo viene de nuestra carne o de la naturaleza pecaminosa. Tenemos
el Espíritu Santo viviendo en nosotros quien nos da la capacidad de ser justos. (Tú eliges!)
La decisión es tuya! Elegir podría no ser fácil. Podríamos tener patrones de pecado en
nuestra vida que están profundamente enraizados (ver 2 Corintios 10:4-6). Podríamos aún
disfrutar del pecado. Cualquiera que fueren las circunstancias, el pecado aún implica que
nosotros rindamos o entreguemos nuestra voluntad a los deseos de la carne y como

74
cristianos, ya no tenemos que seguir haciendo esto. Podemos elegir decirle no a la
tentación!

La batalla de la tentación es usualmente ganada o perdida en nuestra mente! Tendemos a


racionalizar y/o a coquetear con el deseo en nuestra mente antes de ceder a la tentación. Es
esto por lo que la Biblia se centra tanto en la necesidad de ser transformados por la
renovación de nuestras mentes (ver Romanos 12:2). Otros pasajes similares nos exhortan a
llevar "cautivo todo pensamiento a la obediencia de Cristo"(ver 2 Corintios 10:5).
Debemos ponernos el "yelmo de salvación" (ver Efesios 6:17) y debemos tener el mismo
sentir (actitud / mente) que Cristo (Filipenses 2:5). Finalmente, debemos ser renovados en
el espíritu de nuestras mentes (ver Efesios 4:23) y somos exhortados a tener la mente de
Cristo (ver 1 Corintios 2:16).

Neil Anderson, en su libro, The Bondage Breaker, (Rompiendo las Cadenas), describe esta
batalla para la mente cuando dice que:"solo porque ahora eres cristiano, no pienses que
Satanás ya no está interesado en manipularte para sus propósitos por medio de tu mente.
La meta perpetua de Satanás es infiltrar su pensamiento en tu pensamiento y promover su
mentira ante la verdad de Dios. Él sabe que si él puede controlar tus pensamientos, él
puede controlar tu comportamiento."

La tentación puede ser resistida. Podemos romper con patrones pecaminosos. Debemos
aprender a resistir la tentación y vencer al pecado si es que vamos a desarrollar una vida
cristiana madura y victoriosa. En los chequeos de integridad que involucran la tentación,
necesitamos aprender a escoger una respuesta divina en la situación.

Restitución

La verdadera confesión y arrepentimiento deben también implicar restitución si es que


hemos robado algo. Si hemos dañado una relación, necesitamos ofrecer reconciliación. La
restitución y la reconciliación son a menudo prueba de la verdadera confesión y son una
parte importante de "arreglando lo malo". Tal como en mi caso, Dios probó la sinceridad
de mi confesión. Le dije a Dios que haría cualquier cosa para acercarme a Él y Él me pidió
reconciliar algunas relaciones pasadas. Me confrontó con mi pecado hacia otros.
Realmente luché con esto. Afortunadamente, Dios no me iba a soltar hasta que tomara
contacto con cada una de las personas en esa lista y, gracias a Dios que lo hice. Este acto
de confesión de mi parte preparó el camino de regreso a una intimidad con Dios y un
sentido de integridad.

Si alguna vez has estado en la posición de tener que hacer restitución o buscar la
reconciliación, entiendes cuan difícil esto puede ser. Va a dejar una impresión duradera en
ti. Servirá como un recordatorio vívido del impacto del pecado y podría actuar como un
freno para futuros comportamientos pecaminosos de tu parte.

Pablo instruyó a Timoteo que "el propósito de este mandamiento es el amor nacido de
corazón limpio, y de buena conciencia, y de fe no fingida."(1 Timoteo 1:5) El amor es la
meta y proviene de las tres cualidades en el cristiano: un corazón puro, una buena
conciencia y, fe no fingida.

75
Para nuestros propósitos aquí, veamos a la calidad de una buena conciencia. Una buena
conciencia es crítica para el bienestar del cristiano. La alternativa a una buena conciencia
es una conciencia culpable. El pecado no resuelto produce una conciencia con culpa. El
pecado no resuelto también produce muerte espiritual, personal y relacional. Tenemos
dificultad en acercarnos a Dios porque somos pecadores. Tenemos dificultad en aceptarnos
a nosotros mismos y en relacionarnos con otros cuando tenemos una conciencia con
culpabilidad.

Jesús les dijo a sus discípulos que el príncipe de este mundo (Satanás) no tenía nada en Él
(Juan 14:30). El pecado no resuelto da al enemigo lugar en nuestra vida. Jesús pudo
resistir a los intentos de Satanás de ganar ventaja en contra de Él porque no había pecado.
Jesús ha hecho la provisión para que nosotros vivamos en la misma realidad. Necesitamos
aprender a hacer lo que sea que tome para resistir al pecado y resolverlo rápidamente
cuando caemos. Esto nos permitirá vivir con una buena conciencia.

¿Cuánto anhelamos estar bien con Dios? ¿Queremos estar bien con El lo suficientemente
como para sacar el pecado de raíz? ¿Estamos dispuestos a hacer restitución y buscar la
reconciliación cuando nuestra situación así lo requiera? Dios podría demandar esto de
nosotros como prueba que estamos dispuestos a arreglar las cosas. Ganar integridad y vivir
en integridad podría implicar restitución y reconciliación.

Control de Valores

Un chequeo de valor es una serie de circunstancias iniciadas por Dios diseñadas para probar
y aclarar valores para el crecimiento y la expansión del ministerio. Al desarrollarnos en el
ministerio, vamos a operar sobre una serie de valores. Los valores definen prioridades y
creencias importantes. En este tipo de chequeo de integridad, Dios podría colocarnos en
circunstancias en las que tenemos que elegir un curso de acción que demuestre nuestros
valores. Mantener integridad en relación con nuestros valores es importante. Dios
permitirá circunstancias que controlen si estamos dispuestos o no a bajar la guardia o
mantenernos firmes en nuestros valores.

A menudo no nos damos cuenta de cuáles son nuestros valores hasta que hay presión sobre
nosotros en cierta situación. Nuestros valores nos guiarán en nuestro comportamiento. Por
ejemplo, podríamos decir que servir a otros es un valor (algo de valor). Dios nos pondrá en
una situación en la que tendremos que servir sin obtener el más mínimo reconocimiento de
los demás. ¿Cómo respondo? Servimos con voluntad y, ¿cuál es nuestra actitud? La
integridad en relación con los valores significa que nuestras acciones y actitudes son
consecuentes con lo que creemos es importante. Es importante que nosotros descubramos
los valores centrales a fin de que si es que no están a tono con el carácter de Cristo,
podamos cambiarlos. Es mucho mejor que este proceso tome lugar temprano en la vida
antes de que tengamos mayores responsabilidades y mayores tentaciones.

Lealtad

Hay mucha enseñanza popular sobre el liderazgo concerniente a la autoridad y la lealtad.


En algunos círculos, lealtad a Dios y solo a Dios es igual a la equidad a Dios. En otros

76
círculos, la lealtad a Dios y solo a Dios es enfatizada en perjuicio de los líderes de Dios. La
Biblia es clara en que nuestra lealtad final debe ser hacia Dios (ver Éxodo 10:1-7 y Mateo
22:34-40). También es claro que nosotros debemos someternos a los líderes que Dios ha
designado sobre nosotros. Esta sumisión incluye líderes gubernamentales (Romanos 13:1),
líderes de iglesia (1 Pedro 5:5), en relaciones maritales (Efesios 5:22) e incluye someterse
unos a otros en el cuerpo de Cristo (Efesios 5:21). La Biblia muy claramente expresa que
no debemos someternos a líderes quienes están violando la palabra de Dios (Hechos 4:19-
20). Este asunto de la sumisión crea una cierta tensión para cada uno de nosotros.
Necesitamos continuar en Dios y buscar Su palabra y pedirle al Espíritu Santo que nos guíe
en cada situación.

Un control de integridad que incluye el asunto de la lealtad ya sea hacia Dios u otros, es
difícil. La lealtad está basada en la confianza. La confianza es el asunto clave. El
desarrollo de la lealtad hacia Dios y hacia los líderes de Dios - a pesar de sus
imperfecciones - es crítico para el desarrollo del carácter. La integridad en esta situación es
mantener una lealtad a Dios y a sus líderes escogidos.

Guía

La guía de Dios es vital para el cristiano. Sin guía, no sabemos qué hacer ni hacia dónde ir.
En Proverbios 29:18 aprendemos que "sin profecía el pueblo se desenfrena." Lo contrario
podría manifestarse "si hay revelación hay dirección!"

La integridad y la guía están muy cercanamente relacionadas, porque la guía implica no


solo escuchar a Dios sino también obedecer a Dios; no es suficiente con escuchar a Dios,
debemos también obedecerle (ver Mateo 7:24-27) Si no obedecemos a Dios una vez que lo
hemos escuchado, estamos en pecado y esto resultará en dificultad para escuchar de Dios.
Cuando confesemos nuestra desobediencia, podremos escuchar nuevamente a Dios.

He aquí una forma en la que he visto a Dios controlar la integridad de una persona en una
situación de guía. La persona siente que ha obtenido sentido de dirección o guía de parte de
Dios en algún asunto. Antes de que él/ella pueda actuar sobre esa guía, surge otra oferta
"más atractiva”. ¿Mantendremos nuestra integridad y seguiremos lo que creemos que Dios
nos ha mostrado primero o seguiremos la alternativa más atractiva? Integridad significa
seguir en lo que creemos que Dios nos ha revelado en esta situación de guía.

Conflicto en contra de la Visión del Ministerio

Llamamos visión ministerial a la dirección que Dios le da a una persona en cuanto a su


ministerio. Una de las formas en que Dios prueba la integridad de la persona es dándole a
la misma cierta dirección para el ministerio y luego trayendo conflicto en contra de esa
visión. El conflicto puede venir por medio de circunstancias o personas. Dios está
buscando ver cómo responderá la persona al conflicto. Una persona de integridad
perseverará y se abrirá paso en medio del conflicto hasta que Dios le salga al encuentro a
él/ella. Una persona falta de integridad renunciará o se dará por vencida. El verdadero
asunto implicado en este tipo de controles de integridad es la fe. ¿Creerá la persona en lo
que Dios le ha mostrado a él/ella sin importar qué?

77
Si somos fieles, los conflictos implicados con la visión ministerial pueden guiarnos a un
refinamiento de visión, desarrollo del carácter, y nuevas oportunidades de ministerio. De lo
contrario, estos conflictos pueden ocasionar heridas, confusión y amargura que pueden
tener un impacto negativo en usted y en otros. Dios está buscando personas de integridad
que sigan con su compromiso hasta el final.

Contragolpe en el Liderazgo

El retroceso en el liderazgo es un tipo especial de conflicto en el ministerio. Acontece


cuando un líder está intentando implementar una nueva dirección en el ministerio.
Inicialmente las personas que están participando responderán entusiasmadamente y con
apoyo. Con el tiempo, algunos problemas comienzan a surgir en la medida en que los
cambios son implementados. En este momento, las personas revocan su apoyo y a menudo
luchan en contra de la nueva dirección. El líder que está intentando implementar el cambio
es atrapado en el contragolpe.

Este tipo de escenario probará definitivamente la integridad del líder en muchas maneras.
¿Se mantendrá él/ella concentrado en lo que Dios comenzó o renunciará o se echará atrás?
Moisés enfrentó un contragolpe tremendo en su liderazgo en el desierto con el pueblo de
Israel. Moisés fue altamente respaldado y admirado cuando guió al pueblo fuera de Egipto;
sin embargo, a la primera señal de problema o adversidad, los líderes y el pueblo de Israel
quisieron abandonar el liderazgo de Moisés y regresar a Egipto. Él mantuvo su enfoque en
la agenda de Dios y continuó liderándolos hacia la tierra prometida. Aun cuando él debió
de haberse sentido personalmente herido por su rechazo, él se mantuvo leal a ellos. Él
mantuvo su integridad!

Como líder o seguidor, podríamos experimentar las presiones y tensiones que vienen
durante la implementación de la visión o un programa nuevo en el ministerio; pocos son los
planes implementados sin alguna dificultad. Cuando las dificultades imprevistas surgen la
gente puede volverse infeliz, divisiva, confrontativa, y/o renunciar. En casos tales como
estos, nuestra respuesta es crítica. Paciencia, perdón, reevaluación, y/o cambio en cualquier
aspecto de la implementación podría ser necesario. ¿Cómo responderás?

Persecución

La persecución no es un concepto muy popular en nuestra sub-cultura contemporánea


cristiana. Creemos que la bendición material y situacional es la porción del cristiano
obediente, pero esto es solo parte de la comprensión Bíblica de la obediencia. Aunque se
nos haga difícil creerlo, la persecución es parte de la porción del cristiano obediente.

Jesús es el ejemplo de esto. Él creyó en total obediencia (Hebreos 4:15-16). Él


experimentó tanto la bendición de Dios como persecución. De hecho, les enseñó a sus
discípulos: "Bienaventurados los que padecen persecución por causa de la justicia..."
(Mateo 5:10)_. En otros pasajes, Él compartió que la persecución es inevitable para el
cristiano obediente (ver Marcos 10:30 y Juan 15:20). La persecución viene de varias
maneras. Puede ser pública o evidente, tal como oposición política o legal. Puede ser sutil,

78
tal como presión social a conformarse a patrones no Bíblicos. Cualquiera sea la forma, la
persecución probablemente llegará y el cristiano no debe ser sorprendido ni ofendido por
ésta. La persecución puede servir como una oportunidad para crecer y tener un testimonio
efectivo.

Sadrac, Mesac y Abed-nego fueron perseguidos por su obediencia cuando no se inclinaron


ante la imagen de oro que Nabucodonosor había creado (ver Daniel 3). Ellos fueron
arrestados y sentenciados a ser quemados hasta morir en el horno, pero cuando Sadrac,
Mesac y Abed-nego fueron echados en el horno, fueron repentinamente acompañados por
una cuarta persona quien "es semejante a los hijos de los dioses" (versículo 25). Ellos no
fueron consumidos por el fuego y fueron promovidos luego de ser sacados del horno. El
Dios de Israel recibió gran honor. ¡Qué cuadro de los beneficios de la fidelidad en
momentos de persecución! La persecución puede también ser usada por Dios para exponer
la naturaleza de nuestro compromiso con Él. En la parábola del sembrador, Jesús dijo que
uno de los grupos recibió la palabra con gozo (pedregales); sin embargo, cuando llegó la
persecución debido a la palabra, éstos pronto se debilitaron / desaparecieron.
En contraste, Santiago animó a los creyentes quienes estaban sufriendo bajo persecución a
tomarlo como una bendición. Él escribe: "Bienaventurado el varón que soporta la
tentación; porque cuando haya resistido la prueba recibirá la corona de vida, que Dios ha
prometido a los que le aman." (Santiago 1:12) La persecución puede revelar el nivel de
compromiso que tenemos con Dios. ¿Estamos dispuestos a pagar el precio para seguir a
Cristo? A nadie le gusta la persecución, pero puede ser el "fuego" que purifica y sirve
como testigo a un mundo buscando a alguien que defienda lo que cree aun si es que les
cuesta (ver 1 Pedro 2:12). La persecución provee una tremenda oportunidad de mantener
nuestra integridad y de crecer en ella.

Usos y Beneficios de los Controles de Integridad

Bobby Clinton ha identificado siete usos y beneficios principales de pasar por los controles
de integridad; los presenta de la siguiente manera:

1. para ver si es que seguiremos hasta el fin nuestra promesa o voto hechos a Dios.
2. para crear o asegurar un sentido de carga por una visión ministerial o por el ministerio
en sí.
3. para promover el crecimiento interno del carácter y fortaleza del mismo.
4. para construir nuestra fe en Él.
5. para ayudar a establecer valores internos y convicciones que serán importantes para
nuestro futuro liderazgo.
6. para enseñarnos sumisión.
7. para advertir a otros sobre la seriedad de seguir a Dios.8

Todos nosotros pasaremos por controles de integridad. La integridad es una cualidad


esencial para cada líder cristiano que quiere tener el carácter de Dios. Dios iniciará muchos
escenarios diferentes en los cuales nuestra integridad será probada. Nuestra respuesta es
crucial. Podemos aprender a caminar en integridad. Caminar en integridad nos mantendrá
cerca de Dios. Para mí, la travesía más profunda hacia Dios comenzó con el asunto de la

79
integridad en relaciones pasadas. Tan difícil como fue esa experiencia, agradezco a Dios
que Él es fiel para mí en mi esfuerzo por caminar en integridad.

Evaluación y Aplicación

1. Pídale a Dios en oración que lo dirija hacia el aspecto relacional o control de


integridad en el que Él quisiera que usted ponga su enfoque.
2. Lea nuevamente la sección o secciones y busque todos los pasajes de apoyo
mientras le pide a Dios que se revele a usted, así como sus propósitos para usted.
3. Escriba sus discernimientos o conclusiones y pídale a Dios cómo quiere El que
usted los aplique.
4. Escriba una estrategia para aplicar estos discernimientos, actúe sobre ellos, y evalúe.
5. Si descubre que usted necesita hacer restitución o buscar reconciliación, pídale a
Dios un acercamiento específico y sígalo en oración hasta el final.

____________________
1 Vernon Grounds, Radical Commitment. Portland, OF: Multnomah Press, 1984, p.42.
2 Richard Foster, Celebration of Discipline. San Francisco: Harper and Row Publishers,
1978, 1988, p.2-3.
3 Webster's Seventh New Collegiate Dictionary. G & C Merriam Company, 1967, p/439.
4 W.E. Vine, Expository Dictionary of New Testament Words. Old Tappan, NJ: Fleming
H. Revell, 1966, p. 125.
5 J. Robert Clinton, Leadership Emergence Theory. Altadena, CA: Barnabas Publishers,
1989, p.125.
6 David H. Roper, The Law That Sets You Free! Waco, Texas: Word, 1977, p.33.
7 Neil Anderson, The Bondage Breaker, Eugene, OR: Harvest House, 1990, p.53.
8 Clinton, The Making of a Leader p.127-140.

80
UNIDAD 3a: EL PLAN DE DIOS PARA SU IGLESIA
______________________________________________________________________________________

Para seguir un proceso ordenado en el estudio de esta unidad, se recomienda seguir las
siguientes instrucciones para cada tema por separado. A cada tema se le debe dar el tiempo
adecuado para ser explorado, e idealmente sólo un tema debe ser tratado en cada sesión.

Paso 1:Tomando en cuenta el objetivo del tema, estudie minuciosamente los pasajes bíblicos y sus
contextos para que pueda entender claramente el significado que el autor quiso comunicar y la
importancia que ese contenido tiene para nosotros hoy. Las conclusiones de este estudio deben ser
discutidas en el grupo.

Paso 2: Lea y analice la contribución que los distintos autores hacen al tema bajo estudio a través
de las lecturas sugeridas, las cuales pueden hacerse en forma individual o en grupo, según se
considere. Las reflexiones de estas lecturas deben ser compartidas en el grupo.

Paso 3: Discuta las preguntas de reflexión con el grupo. Muchas de estas preguntas no tienen
respuestas simples y requieren de una cuidadosa reflexión y discusión.

Paso 4: Elabore los proyectos en forma individual a menos que se indique lo contrario, y discútalos
en el grupo.
____________________________________________________________________________

TEMA 1: LOS MINISTERIOS Y EL SACERDOCIO DE TODOS LOS


CREYENTES

Objetivo: Estudiar la relación que existe entre el concepto de


sacerdocio y los ministerios.

PASAJES LECTURAS PREGUNTAS PARA REFLEXIONAR


BÍBLICOS

1 Pedro 2:4,5,9,10 1. ¿Qué papel desempeña la iglesia como


1 Corintios 12:1,4-6 sacerdocio real?

W.E. Vine afirma que todos los creyentes


pertenecientes a la iglesia de Cristo
conforman el sacerdocio de Dios. Por lo
tanto, cada uno tiene la responsabilidad de
ofrecer sacrificios espirituales y declarar
las excelencias del Señor. (Diccionario
Expositivo de las Palabras del Antiguo y del
Nuevo Testamento, p. 487). Después de
enumerar y anotar por lo menos cinco
ministerios presentes en su iglesia, conteste
la siguiente pregunta: ¿Cómo cumple cada
uno de ellos con la definición de
sacerdocio?

81
TEMA 2: LA COMPRENSIÓN DE LOS DONES ESPIRITUALES
Objetivo: Determinar la importancia que tiene para todo
creyente conocer los dones espirituales
entender lo que la Biblia dice sobre los dones
espirituales.
LECTURAS
PASAJES PREGUNTAS PARA REFLEXIONAR
BÍBLICOS

1 Corintios 12:1, 12- 1. Según una encuesta, el 80% de los


31 creyentes comprometidos en sus iglesias
1 Pedro 4:10 no conocen sus dones espirituales. ¿A
1 Timoteo 4:14 qué se puede deber esto? ¿Qué
porcentaje de los creyentes de su iglesia
piensa Ud. que conoce sus propios dones
espirituales?

2. ¿Qué peligros representa para la iglesia


los siguientes hechos?

a. Que los creyentes no entiendan el


concepto de dones.
b. Que no sepan cuáles son sus dones.
c. Que no desarrollen sus dones.

TEMA 3: DEFINICIÓN GENERAL DE LOS DONES ESPIRITUALES

Objetivo: Estudiar los pasajes principales y elaborar una definición


general de los dones espirituales.

PASAJES BÍBLICOS LECTURAS PREGUNTAS PARA REFLEXIONAR

Romanos 12:3-6a 1. El uso del término 1. ¿Qué dice Pablo de la diversidad de los dones
1 Corintios 12:1, 4-7, carisma en el Nuevo espirituales? Tome en cuenta la comparación
que hace con el cuerpo humano. ¿Qué
12-27 Testamento
plantea Pablo acerca de la unidad?
2. Una Definición de
los Dones 2. En el repaso de la lectura, Una Definición de
Espirituales los Dones Espirituales, se habla de los
creyentes independientes e interdependientes.
¿Cuál es la diferencia entre estos dos
conceptos?

82
PROYECTO PERSONAL

El siguiente proyecto está diseñado para estimularle a comenzar a usar lo que está
aprendiendo y a que produzca un “trabajo” que tenga utilidad práctica tanto para su propia
vida como para su ministerio. Las conclusiones a las cuales ha llegado en cada uno de los
temas influirán en la manera cómo usted complete el proyecto que aparece abajo. Siéntase
en libertad de diseñar sus propios proyectos además del dado aquí.

TITULO: EL PLAN DE DIOS PARA SU IGLESIA

CONTENIDO:

1. Escriba un resumen de cómo los dones espirituales permiten que la iglesia


cumpla con su papel del sacerdocio real. Escríbalo con suficiente claridad para
que pueda ser compartido con cualquier persona, y con suficiente brevedad de
modo que esté contenido en dos párrafos (el primer párrafo se debe tratar del
papel de la iglesia cómo sacerdocio real; el segundo, de como los dones
espirituales permiten que la iglesia cumpla con su papel). Prepárese para
compartirlo en el grupo y recibir sus observaciones.

83
EL USO DEL TÉRMINO CARISMA EN EL NUEVO TESTAMENTO1
Cuando los autores bíblicos nos hablaban de los dones espirituales usaban el término griego
carisma. La comprensión de esta palabra nos ayuda mucho en el entendimiento del tema
de los dones espirituales. A continuación se explica este término, primero en su uso
general y luego en su uso específico referente a los dones espirituales.

Un carisma es un don hecho por caris, es decir, por gracia. En el griego común, se
empleaba el término carisma para todo lo que se había recibido gratuitamente. Esto se
puede apreciar claramente en un antiguo papiro donde se explica que un hombre había
hecho inventario de sus bienes y los había dividido en dos grupos: los que había comprado
y los que había recibido “apo carismatos”, es decir, los que le habían regalado.

El apóstol Pablo utiliza el término carisma para el perdón de los pecados, calificándolo de
don gratuito (Romanos 5:15,16). Cuando Pablo contrasta el carisma de Dios, que es la
vida eterna en Jesucristo, con el salario (opsonia, lit. sueldo) del pecado (Romanos 6:23),
hace alusión a otro sentido de la palabra carisma: los soldados percibían normalmente su
opsonia (sueldo), pero en circunstancias especiales (Ej. entronización o aniversario del
emperador, victoria militar), recibían una gratificación suplementaria, no merecida, que
dependía enteramente de la gracia (caris) de su jefe. Esta gratificación se llamaba también:
carisma.

Dios añade diversos dones a la gracia del perdón y de la vida eterna: la gracia de ser
preservado diariamente de los peligros y de la muerte (2 Corintios 1:10,11) y los dones
concedidos por Dios a Israel (Romanos 11:29).

Sin embargo, el uso más frecuente del término carisma en el Nuevo Testamento está
relacionado con los dones específicos concedidos por el Espíritu Santo a cada cristiano con
miras al servicio. 1 Pedro 4:10 dice “cada uno ponga al servicio de los demás el don que
haya recibido, administrando fielmente la gracia de Dios en sus diversas formas”. (NVI) En
este contexto (los dones relacionados con el servicio) es que se enmarca el siguiente
estudio.

1
Adaptado de Alfred Kuen, “El uso del término carisma en el Nuevo Testamento”, capítulo 2 de Dones Para
el Servicio, Editorial CLIE, Barcelona, 1993, (p. 15,16).

84
UNA DEFINICIÓN DE LOS DONES ESPIRITUALES1
Ya sabemos de nuestro privilegio y responsabilidad de declarar las excelencias del Señor
por medio de nuestros dones espirituales, pero ¿exactamente qué son los dones? Usemos la
siguiente definición: Los dones espirituales son habilidades divinas distribuidas por el
Espíritu Santo a cada creyente según el plan y la gracia de Dios para el bien común del
cuerpo de Cristo. Utilicemos 1 Corintios 12 para revisar cada aspecto de esta definición.

Los dones espirituales son habilidades divinas…Son habilidades dadas por Dios que nos
permiten hacer una colaboración única al cuerpo de Cristo. No son simplemente talentos
naturales, sino habilidades divinas que nos permiten ministrar con eficacia.2 (1 Corintios
12:7, 11)

…distribuidas por el Espíritu Santo…Las habilidades divinas son dadas por Dios a cada
creyente a través del Espíritu Santo. No sólo esto, el Espíritu Santo obra por medio de
nosotros para que el don sea de beneficio para los demás. Es importante recordar que los
dones son regalos y no los podemos ganar por las buenas obras que hagamos, por nuestra
santidad, ni por pedirlos.3 (1 Corintios 12: 4-7, 11)

…a cada creyente según el plan y la gracia de Dios …No hay ningún creyente que no
tenga por lo menos un don espiritual. El Espíritu Santo reparte dones a cada cristiano con
el fin de que este ministre y lleve a cabo el propósito de Dios en su vida. (1 Corintios 12: 7,
11, 14-20)

… para el bien común del cuerpo de Cristo…Los dones que cada creyente recibe no son
para su uso personal ni para edificarse a sí mismo, sino para el bien de otros. Las
habilidades divinas que cada creyente tiene le permiten llenar una necesidad en otra
persona y así en toda la iglesia, logrando de esta manera glorificar a Dios y edificar a otros.
(I Corintios 12: 7)

El plan de Dios es que sirvamos como un cuerpo, un cuerpo interdependiente donde cada
miembro sea responsable de desarrollar sus dones para el bien de los demás, con el fin de
lograr que el cuerpo de Cristo crezca. En otras palabras, todos los cristianos se necesitan
mutuamente. (I Corintios 12: 12-27)

1
Adaptado de Bruce Bugbee, What You Do Best in the Body of Christ (Lo Que Ud. Hace Mejor en el
Cuerpo de Cristo), Grand Rapids, Zondervan Publishing House, 1995, (p. 52).
2
Cada ser humano, creyente o no, tiene alguna habilidad natural producto de la gracia común de Dios al
hombre. En contraste los dones espirituales se reciben sólo al nacer espiritualmente. (ver la lectura “Los
Dones Espirituales y las Habilidades Naturales”, Unidad 3b )
3
En 1 Corintios 12:31 Pablo dice así, “Ustedes, por su parte, ambicionen los mejores dones.” (NVI) Según
W. Harold Mare, en El Comentario Bíblico Expositivo, Vol. 10 (1 Corintios) p. 267, Pablo no enseña que un
creyente no debe desear o pedir un don determinado, sino que más que el poseer un don, los corintios deben
desear ejercer cualquier don en una manera que le agrade a Dios. Pareciera que los Corintios deseaban
poseer más ampliamente los dones de lenguas y interpretación y que enfocaban menos en la manera correcta
de ejercer los dones.

85
REPASO DE LA DEFINICIÓN DE LOS DONES ESPIRITUALES

 Los dones espirituales son habilidades divinas distribuidas por el Espíritu Santo a
cada creyente según el plan y la gracia de Dios para el bien común del cuerpo de
Cristo.

 Hay interdependencia en el cuerpo de Cristo. El cuerpo está compuesto por varios


miembros. Dios quiere que todo los miembros sirvamos como un solo cuerpo.
Tenemos dones diversos y debemos ministrar para el bien común de todo el
cuerpo.

No ministramos aislados como creyentes independientes,

sino ministramos como creyentes interdependientes.

86
UNIDAD 3b: LOS DONES ESPIRITUALES
_________________________________________________________________________

Para seguir un proceso ordenado en el estudio de esta unidad, se recomienda seguir


las siguientes instrucciones para cada tema por separado. A cada tema se le debe dar el
tiempo adecuado para ser explorado, e idealmente sólo un tema debe ser tratado en cada
sesión.

Paso 1: Tomando en cuenta el objetivo del tema, estudie minuciosamente los pasajes
bíblicos y sus contextos para que pueda entender claramente el significado que el autor
quiso comunicar y la importancia que ese contenido tiene para nosotros hoy. Las
conclusiones de este estudio deben ser discutidas en el grupo.
Paso 2: Lea y analice la contribución que los distintos autores hacen al tema bajo estudio a
través de las lecturas sugeridas, las cuales pueden hacerse en forma individual o en grupo,
según se considere. Las reflexiones de estas lecturas deben ser compartidas en el grupo.
Paso 3: Discuta las preguntas de reflexión con el grupo. Muchas de estas preguntas no
tienen respuestas simples y requieren de una cuidadosa reflexión y discusión.
Paso 4: Elabore los proyectos en forma individual a menos que se indique lo contrario, y
discútalos en el grupo.
__________________________________________________________________

TEMA 1: PERSPECTIVA BIBLICA DE LOS DONES


ESPIRITUALES

Objetivo: Estudiar los pasajes principales que tratan sobre


los dones espirituales.

PASAJES BÍBLICOS LECTURAS PREGUNTAS PARA REFLEXIONAR

Romanos 12:6-8 1. La Lista de los 1. ¿Es posible que en la iglesia se favorezca o


1 Corintios 12:8-10; 28 Dones Espirituales privilegie algunos dones espirituales por
1 Corintios 7:7 encima de otros? Si es así ¿De qué manera?
Efesios 4.11 2. Los Dones ¿Qué consecuencias se originan al hacer
1 Pedro 4:9-11 Espirituales, Sus esto?
Definiciones y Tareas
Posibles Dentro de la 2. ¿Qué nota de la amplitud de los dones
Iglesia espirituales? ¿Piensa que los dones
mencionados en estos cuatro libros son los
únicos dones espirituales que existen? ¿Por
qué si o por qué no? ¿Equipa Dios a su
iglesia en tiempos diferentes con los dones
según las necesidades de la iglesia?

87
TEMA 2: EL FRUTO DEL ESPIRITU, LAS HABILIDADES Y LAS FUNCIONES
UNIVERSALES

Objetivo: Relacionar los conceptos de dones espirituales con


el fruto del Espíritu, las habilidades naturales, y las
funciones universales de todos los cristianos.

PASAJES LECTURAS PREGUNTAS PARA REFLEXIONAR


BÍBLICOS

Gálatas 1. Los Dones Espirituales 1. ¿Qué relación existe entre los dones
5:22,23 y el Fruto del Espíritu espirituales y el fruto del Espíritu? ¿Qué
resultados traería el hecho de que un creyente
2. Los Dones Espirituales no ejerza su don junto con el fruto del Espíritu?
y Las Habilidades
Naturales 2. ¿Qué relación existe entre las habilidades
naturales y los dones espirituales? ¿Cómo se
2. Los Dones Espirituales puede identificar un creyente que depende más
y Las Funciones de su habilidad natural que del Señor cuando
Universales de Todo desempeña su don espiritual? ¿Cómo se puede
Cristiano evitar esto?

88
PROYECTO PERSONAL

El siguiente proyecto está diseñado para estimularle a comenzar a usar lo que está
aprendiendo y a que produzca un “trabajo” que tenga utilidad práctica tanto para su propia
vida como para su ministerio. Las conclusiones a las cuales ha llegado en cada uno de los
temas tratados influirán en la manera cómo usted complete el proyecto que aparece abajo.
Siéntase en libertad de diseñar sus propios proyectos además del dado aquí.

TITULO: LOS DONES ESPIRITUALES

CONTENIDO:

1. Haga una lista de los dones espirituales que piensa que pudiera tener.
Utilizando la lectura de la Unidad 3a (Una Definición de los Dones Espirituales)
anote, al lado de cada don en su lista, la razón por la cual piensa que pudiera
tenerlo.

2. Repase la lectura, Los Dones Espirituales y el Fruto del Espíritu, y luego


escriba la relación entre los frutos y los dones en su propia vida. Considera lo
siguiente:

2.1. ¿Cuán evidente es el fruto del Espíritu en su vida?


2.2. ¿Tiene Ud. su tiempo devocional cada día? ¿Por qué si o no? ¿Existe
una relación entre el tener un tiempo devocional diario y el desempeño
de los dones?
2.3. ¿Hay algunos rasgos de su carácter (Ej. falta de evidencia del fruto) que
pueden impedir que Ud. tenga un ministerio fructífero?

89
LA LISTA DE LOS DONES ESPIRITUALES
por Kathi Small

En las Sagradas Escrituras se hayan cuatro pasajes principales que tratan de los dones
espirituales. Ellos son I Corintios 12, Romanos 12, Efesios 4, y 1Pedro 4. Por medio de
estos pasajes se observa la amplitud de los dones espirituales, debido a que cada uno es
diferente al resto. Sin embargo, es importante resaltar que ninguno de estos pasajes
pretende ser un catálogo exhaustivo de los dones que Dios tiene preparados para su iglesia.

Dentro de esta panorámica, se nota que la lista de dones de 1 Corintios es la más extensa de
todas, sin embargo en Romanos vemos algunos dones no mencionados en Corintios.
Mientras que en Efesios aparecen menos dones que los nombrados en las dos primeras
cartas. Ahora bien, aunque Pablo es el apóstol que más enseña sobre de los dones
espirituales, Pedro también escribe de ellos en su carta a los creyentes dispersos en Asia y
alrededores. En virtud de lo planteado, cabe preguntarse ¿Por qué las listas no son iguales?
La respuesta es sencilla. Primero, las necesidades eran distintas en cada iglesia. Por
ejemplo, Corinto era una iglesia bendecida con muchos dones, pues el mismo Pablo afirma
en el primer capítulo de esta carta “no les falta ningún don espiritual” (1 Corintios 1:7).
No obstante, aunque rica en dones, los creyentes eran inmaduros, y por eso Pablo los
clasificaba como niños en Cristo (1 Corintios 3:1). Abusaban tanto de los dones
espirituales que habían recibido, que la enseñanza sobre ellos era mucho más extensa en
comparación con los demás pasajes. Segundo, debemos recordar que Dios, en su sabiduría,
le otorgó a cada iglesia los dones necesarios para que cumpliera con una tarea específica.

A continuación veremos una tabla de los dones espirituales y funciones ministeriales según
los cuatro pasajes principales.

1 Corintios 12:8-10, 28; Romanos 12:6-8 1 Pedro 4:10,11


1 Corintios 7:7
El apóstol Pedro no
 palabra de sabiduría  profecía menciona ningún don en
 palabra de  servicio particular, sino dice que
conocimiento  enseñar todos los cristianos deben
 fe  exhortar/animar administrar fielmente el don
 sanidad  socorrer/dar que han recibo.
 milagros  dirigir/presidir
 discernimiento de  misericordia/compasión
espíritus
 lenguas – hablar
 lenguas – interpretar
Efesios 4:11
 apóstoles
 profetas
 apóstoles
 maestros
 profetas
 ayudas
 pastores/maestros
 administración
 evangelistas
 celibato

90
Si uno examinara varios libros y tests sobre los dones y hablara con personas que han
estudiado el tema de los dones, se daría cuenta que hay algunas diferencias de opinión en
cuanto a sus perspectivas. Aquí se comentarán algunos aspectos sobre el tema de los
dones donde existen distintas perspectivas de parte de los autores.

1. Clasificación de los dones

El doctor J. Robert Clinton ha identificado una manera de clasificar los dones espirituales.
En su libro, Hacia un Ministerio que Dura (Having a Ministry that Lasts), Clinton clasifica
los dones en la siguiente manera:

 Dones de palabra – dones que transmiten, explican y utilizan las verdades de Dios
expresadas en Su Palabra.

 Dones de poder - dones de poder que testifican de la existencia de Dios.

 Dones de amor - dones que demuestran la naturaleza de Dios para con Su pueblo.

Algunos de los dones caben en una sola categoría (Ej. la enseñanza y exhortación son dones
de palabra) mientras otros de los dones pueden caber en más de una categoría (Ej. la fe es
un don de palabra y de poder; una palabra de sabiduría es un don de palabra, de poder y de
amor).

El conocimiento de la Biblia es importante en el desempeño de todos los dones espirituales.


Sin embargo los dones de palabra, por su naturaleza, requieren un mayor conocimiento y
manejo de las Escrituras. Ella es la fuente y la autoridad de lo que se transmite a través de
los dones de palabra.2

2. ¿Existen otros dones hoy en día que no se mencionan en estos cuatro pasajes?

Muchas personas consideran como dones espirituales algunas tareas no mencionadas en los
pasajes anteriores. Christian Schwartz, quien es entrenador en programas de crecimiento de
iglesias, dice lo siguiente. “Hay muchos creyentes que se atienen tan estrictamente a las
listas de dones espirituales que aparecen en la Biblia, que parecen olvidarse del especial
reto que deben afrontar, en la actualidad, sus propias iglesias. Creo personalmente que
debemos estar abiertos ante la posibilidad de que, también en nuestros días, Dios nos quiera
dar dones que ni siquiera se mencionan como dones espirituales en las Escrituras. En
ninguna parte del Nuevo Testamento se menciona, por ejemplo, el don espiritual de la
oración, pero no cabe duda alguna de que hay creyentes a quienes el Señor ha otorgado, de
una manera especial, el don de la oración, que ponen en práctica para Su honra. Si alguien
puede orar, día tras día, tres a cinco horas, encontrando en ello plena satisfacción y
comprobando que sus oraciones son oídas y contestadas de manera maravillosa, es lícito y
nada aventurado concluir que Dios le ha dado, en este campo, un don especial. Otro
ejemplo: En ningún pasaje del Nuevo Testamento se habla del don espiritual de la música.

2
J. Robert Clinton, Having a Ministry that Lasts (Hacia un Ministerio que Dura), Barnabas Publishers,
Altadena, California, 1997, (p. 53,54).

91
No obstante, pienso que una persona que hace música para la honra de Dios, entregada
totalmente a Su servicio, pudiendo así alcanzar a muchísimos, año tras año, ha recibido un
don espiritual en este campo.” (Christian Schwarz, Método Para la Prueba de Dones, p. 17)

Según lo que dice Schwarz la siguiente tabla es una lista de tareas que muchas personas
nombran como dones espirituales aunque no aparecen en los cuatro pasajes principales
indicados en la página 10. A su lado hay un pasaje principal que se usa como ejemplo
bíblico.

Destreza en artesanía Éxodo 31:3-6


Exorcismo Hechos 16:16-18
Intercesión 1 Timoteo 2:1,2
Martirio 1 Corintios 13:3
Misionero Efesios 3:7
Música Salmo 150: 3-5
Pobreza voluntaria 1 Corintios 13:3

Nota: Para los propósitos de este estudio, en la siguiente tabla “Los Dones Espirituales,
Sus Definiciones, y Tareas Posibles Dentro de la Iglesia”, se usan solamente los dones que
la Biblia llama dones, según los pasajes principales. Esto no implica que no se puede
considerar como dones lo que no aparece en estos pasajes.

3. ¿Habilidades o personas? (las listas en Efesios 4:11 y 1 Corintios 12:28)

Efesios 4 dice así, “Él mismo constituyó a unos, apóstoles; a otros, profetas; a otros,
evangelistas; y a otros, pastores y maestros,” (NVI)

1 Corintios 12:28 dice así, “En la iglesia Dios ha puesto, en primer lugar, apóstoles; en
segundo lugar, profetas, en tercer lugar, maestros;…” (NVI)

No hay duda de que las listas de dones en Romanos, 1 Pedro, y 1 Corintios 7:7 y 1
Corintios 12:8-10 se refieren a las habilidades que el Espíritu Santo ha proporcionado a los
creyentes. Sin embargo, según Efesios 4:11 y 1 Corintios 12:28 (véase arriba), pareciera
que los nombres se refieren a personas que se han asignado a funciones específicas en la
iglesia.

Cuando se formaba una nueva iglesia en el Nuevo Testamento, se necesitaba un equipo de


personas con funciones ministeriales claves para el desarrollo de la iglesia. Dentro de los
pasajes de Efesios y 1 Corintios el apóstol Pablo nombra cuatro – apóstol, profeta,
evangelista, y pastor/maestro.3 Fueron personas capacitadas con los dones espirituales
necesarios para desarrollar la iglesia. ¿Cuál fue el papel de estas personas? El apóstol (que
equivale al “misionero”) fue enviado con el propósito de establecer una nueva iglesia.

3
Según la gramática griega en la frase “pastores/maestros” los que son pastores también desempeñan el papel
de maestros.

92
Aunque enviado a establecer la iglesia, el apóstol necesitaba las funciones de otras
personas. El profeta declaraba el mensaje de Dios bajo la dirección del Espíritu Santo para
edificar, exhortar, y consolar. El evangelista traía a la gente inconversa a Cristo y a la
iglesia. El pastor/maestro dirigía al rebaño a través de la enseñanza.

¿Existen personas con estas funciones ministeriales hoy en día? La Biblia no dice que
cesaron de existir después del primer siglo. Por el contrario, cada vez que se forma una
nueva iglesia, se necesitan personas con estas funciones y se pasa por el mismo proceso,
aunque tal vez no exactamente como en el Nuevo Testamento.

Es interesante ver el propósito de estas personas claves. Dice Efesios 4:11,12, “Él mismo
constituyó a unos, apóstoles; a otros, profetas; a otros, evangelistas; y a otros, pastores y
maestros, a fin de capacitar al pueblo de Dios para la obra de servicio, para edificar el
cuerpo de Cristo.” (NVI) Los apóstoles, profetas, evangelistas, y pastores/maestros
capacitaban a los creyentes para que ellos cumplieran con su responsabilidad de utilizar sus
dones. Así se edificaba la iglesia.
En resumen, las funciones ministeriales de apóstol, profeta, evangelista, y pastor/maestro,
en si, no son dones espirituales. Cada persona que se dedica a una de estas funciones
ministeriales recibe los dones espirituales necesarios para poder llevar a cabo su función en
el desarrollo de la iglesia.

4. Celibato ¿don espiritual?

En 1 Corintios 7:7 el apóstol Pablo, hablando de su estado civil como soltero, dice,
“…preferiría que todos fueran como yo. No obstante, cada uno tiene de Dios su propio
don…” Si el propósito de los dones espirituales es la edificación del cuerpo de Cristo,
¿edifica a la iglesia que algunos de sus miembros estén solteros? Solamente como
condición, no. Más bien se requiere que las personas solteras utilicen los otros dones que
hayan recibido (Ej. enseñanza, discernimiento). Así se edifica la iglesia.

5. Administración (1 Corintios 12:28) y Dirigir/Presidir (Romanos 12:8)

¿Hay una relación entre estos dones espirituales? ¿Refieren estos términos al mismo don?

La palabra administración se traduce de la palabra griega, kybernesis, y significa dirigir o


gobernar un barco. Como el timón dirige o gobierna al barco, la persona con este don
espiritual dirige o gobierna a la iglesia local. Los administradores son los que dirigen la
iglesia local.

La palabra dirigir/presidir se traduce de la palabra griega proistemi y se refiere a estar al


frente. Es la misma palabra que Pablo usa en 1 Tesalonicenses 5:12 (aquellos que guían o
dirigen a la iglesia), 1 Timoteo 3:4,5 (el anciano que gobierna bien a su casa) y 5:17 (los
ancianos que dirigen bien). Él que dirige o preside está colocado delante o por encima; al
frente.

93
Aunque los términos originales griegos son diferentes, su significado es muy parecido.
Pareciera que es un solo don espiritual. Los creyentes con este don espiritual dirigen a la
iglesia local, sea un pastor encargado de dirigir la iglesia local, o una persona, encargada
por los pastores, para dirigir un aspecto del ministerio de la iglesia local.

94
LOS DONES ESPIRITUALES, SUS DEFINICIONES Y TAREAS POSIBLES DENTRO DE LA IGLESIA
Don Espiritual Definición Algunos pasajes de referencia Algunas tareas posibles
Celibato Es la habilidad divina de quedarse soltero y 1 Corintios 7:7  Debido a que el efecto de este
abstenerse de las relaciones sexuales para poder 1 Corintios 7:32-35 don permite que las personas que
dedicar más tiempo a la obra del Señor. lo tienen puedan dedicar más
tiempo a la obra del Señor,
cualquier tarea o función se le
puede atribuir
Dadivosidad Es la habilidad divina de desprenderse de Romanos 12:8  Auxilio en situaciones críticas
objetos materiales y donarlos a la obra del 2 Corintios 8:1-5  Sustento de misioneros
Señor con gozo y generosidad.  Ayuda social
Dirigir/Presidir Es la habilidad divina de dirigir a la iglesia Romanos 12:8  Dirección del cultos
local, sea un pastor, o una persona, encargada 1 Tesalonicenses 5:12,13  Pastorado/dirección de la iglesia
por los pastores, de dirigir un aspecto del  Coordinación de la escuela
ministerio de la iglesia local. dominical
Discernimiento Es la habilidad divina de distinguir entre la 1 Corintios 12:10  Obra entre grupos marginados:
verdad y el error, es decir, si una manifestación Hechos 5:1-10 alcohólicos, prostitutas,
es de Dios, de una persona, o de Satanás. Hechos 16:16-21 drogadictos
 Consejería
Enseñanza Es la habilidad divina de entender y explicar de Romanos 12:7  Estudio evangelístico para no
manera sencilla toda la verdad de la Palabra de Santiago 3:1 creyentes
Dios para que el cuerpo de Cristo la aplique y,  Maestro de la escuela dominical
por ende, crezca espiritualmente.  Predicación en los cultos
Exhortación Es la habilidad divina de presentar la verdad Romanos 12:8  Consejería
para fortalecer, consolar, y animar a los que Hechos 11:22-24  Reclutamiento de obreros a los
están desanimados o indecisos en su fe. ministerios de la iglesia
Fe Es la habilidad divina de actuar sobre las 1 Corintios 12:9  Levantamiento de iglesias
promesas de Dios con confianza en Su Mateo 8:5-13  Dirección de grupos de oración
habilidad de cumplir con Sus promesas. Hebreos 11:1
Lenguas (hablar) Es la habilidad divina de hablar, adorar, u orar 1 Corintios 12:10; 14:1-28  Grupo de oración/guerra
en un idioma desconocido al orador. La Hechos 2:1-11; 19:1-7 espiritual
persona con este don puede recibir un mensaje  Oración personal
de Dios y transmitírselo al cuerpo por medio
del don de la interpretación.

Lenguas (interpretar) Es la habilidad divina de interpretar el mensaje 1 Corintios 12:10  Grupo de oración/guerra
de la persona que habla en lenguas. 1 Corintios 14:26-28 espiritual
Milagros Es la habilidad divina de servir como 1 Corintios 12:10, 28, 29  Grupo de oración/guerra

95
herramienta humana, a través de la cual Dios Hechos 20:9-12 espiritual
obra actos de poder que, según la percepción de
los observadores, sobrepasan las leyes de la
naturaleza.
Misericordia Es la habilidad divina de ayudar, con gozo y de Romanos 12:8  Obra en grupos marginados
manera práctica, a los que están sufriendo o Mateo 25:37-40  Visitar enfermos
tienen alguna necesidad.  Trabajo entre drogadictos
Palabra de conocimiento Es la habilidad divina de recibir de forma 1 Corintios 12:8  Servir a la iglesia por medio de
sobrenatural un conocimiento oculto, que no se 1 Corintios 13:2 su intuición de la verdad
puede saber de otra manera, y explicarlo a 2 Corintios 12:7  Consejería
alguien.  Buscar lo que dice Dios en
cuanto a un asunto problemático
Palabra de sabiduría Es la habilidad divina de aplicar una verdad 1 Corintios 12:8  Consejería
espiritual para satisfacer la necesidad de Santiago 3:17  Solución de conflictos
alguien en una situación específica.  Asesoría personal
Profecía Es la habilidad divina de recibir, por medio del Romanos 12:6  Grupos de oración
Espíritu Santo, una verdad y proclamarla al Apocalipsis 1:1-3  Consejería
cuerpo de Cristo.  Planificación de largo plazo
 Participar en un equipo para
establecer una nueva iglesia
Sanidad Es la habilidad divina de ser utilizado por Dios 1 Corintios 12:9,28-30  Visitas a enfermos
para restaurar a las personas a la integridad Hechos 3:1-8  Grupos de oración
(física, emocional, relacional, espiritual) sin
utilización de medicamentos o remedios
naturales.
Servicio/Ayudas Es la habilidad divina de colocar sus propias 1 Corintios 12:28  Secretariado
facultades al servicio de otros creyentes, a fin Éxodo 18:21,22  Trabajos de conserjería y
de permitir a estos hermanos en Cristo aplicar Hechos 6:1-4 administración
sus dones de manera más efectiva.  Apoyo al dirigente

Algunas definiciones y tareas posibles fueron adaptadas de los siguientes libros:


Bruce Bugbee, What You Do Best in the Body of Christ (Lo Que Ud. Hace Mejor en el Cuerpo de Cristo). Grand Rapids, Zondervan Publishing
House, 1995. (p. 61)
Christian Schwarz, Método Para la Prueba de Dones, Barcelona, Editorial CLIE, 1994. (p. 68-127)
Alfred Kuen, Dones para el Servicio, Barcelona, Editorial CLIE, 1993. (p. 55-93)

96
LA FUNCIONES MINISTERIALES DEL APÓSTOL, PROFETA, EVANGELISTA, Y PASTOR / MAESTRO

Función ministerial Tarea Algunas pasajes de referencia

Apóstol Establecer a una nueva iglesia. 1 Corintios 12:28,29


Romanos 1:1
Hechos 13:1-3
Evangelista Proclamar el Evangelio de manera que la gente Efesios 4:11,12
inconversa responda y sea incorporada a la Hechos 8:4-12
iglesia.
Pastor/maestro Cuidar, dirigir y enseñar a los creyentes. Efesios 4:11,12
Salmo 23
1Pedro 5:2,3

Profeta Declarar el mensaje de Dios bajo la dirección del 1 Corintios 12:28,29


Espíritu Santo para edificar, exhortar, y consolar. 2 Pedro 1:19-21Hechos 15:32

97
DONES ESPIRITUALES Y EL FRUTO DEL ESPÍRITU4
Los dones espirituales y el fruto del Espíritu son aspectos íntimamente relacionados entre
sí. Se complementan y se asemejan. La fuente de ambos es el Espíritu Santo y, a la vez,
tanto los dones como el fruto del Espíritu son necesarios para que seamos creyentes
productivos en las tareas que desempeñamos.

Aunque íntimamente relacionados, son distintos uno del otro. El fruto del Espíritu es una
cualidad que tiene que ver con el “ser”; mientras que los dones espirituales son
cualidades que tienen que ver con el “hacer”. “El fruto del Espíritu es amor, alegría, paz,
paciencia, amabilidad, bondad, fidelidad, humildad y dominio propio” (Gálatas 5:22,23).
Es decir, es una actitud del corazón que se revela en una vida pura y santa a medida que el
creyente crece espiritualmente. De allí que se afirme que el fruto del Espíritu nos indica lo
que debemos ser. Por su parte, los dones espirituales son habilidades que Dios nos ha
dado. Son aptitudes; nos indican lo que debemos hacer.

Ahora bien, ya se ha dicho que tanto los dones espirituales como el fruto del Espíritu son
esenciales para que nuestros ministerios sean fructíferos. Bajo esta panorámica, vale la pena
preguntarse, por ejemplo, ¿qué valor tienen los dones sin humildad, u otro fruto? ¿Qué
valor tiene el amor si no lo expresamos por medio de nuestros dones? La iglesia de Corinto
representa un excelente ejemplo del desorden que ocurre cuando los dones espirituales son
ejercidos sin el fruto del Espíritu.

¿Cuál ala del avión es más importante? Las dos son sumamente importantes para un vuelo
exitoso. Lo mismo ocurre con el fruto del Espíritu y los dones espirituales. Los dos son
sumamente importantes para un ministerio fructífero.

En el siguiente cuadro se resume la relación entre ellos:

EL FRUTO DEL ESPIRITU LOS DONES ESPIRITUALES


Cualidad que tiene que ver con el “ser” Cualidades que tienen que ver con el
“hacer”
Actitud
Aptitudes
Producido por nuestro caminar diario con
Dios Son habilidades divinas

Es necesario para un ministerio fructífero Son necesarios para un ministerio


fructífero

4
Adaptado de: Bruce Bugbee, What You Do Best in the Body of Christ (Lo Que Ud. Hace Mejor en el
Cuerpo de Cristo), Grand Rapids, Zondervan Publishing House, 1995. (pp. 64,65).

98
LOS DONES ESPIRITUALES Y LAS HABILIDADES NATURALES
por Kathi Small1

Existe cierta confusión en cuanto a la diferencia entre los dones espirituales y las
habilidades naturales. ¿Son iguales? Ya sabemos lo que son los dones espirituales. Pero,
¿qué son las habilidades naturales? Por definición, las habilidades naturales son aquellas
capacidades, destrezas, talentos o aptitudes que son innatas en una persona y le permiten
realizar cosas. Entre las habilidades naturales se puede considerar la creatividad artística
(Ej. música, artes, manualidades), el liderazgo, la inteligencia y la comunicación verbal y/o
escrita, entre otros. Cada ser humano, creyente o no, tiene alguna habilidad natural
producto de la gracia común de Dios al hombre. Las habilidades naturales pueden ser
descubiertas a través de la experiencia, la reflexión y la auto-evaluación.
Cuando una habilidad natural (la comunicación verbal, por ejemplo) se relaciona
estrechamente con un don espiritual (enseñanza, por ejemplo), ¿cuál es la relación entre
ellos? Consideremos el siguiente caso: Teresa es una mujer que trabaja secularmente
como profesora a nivel universitario. Sus alumnos la admiran, afirman que se comunica
bien y es muy buena dando clases, y dicen que tiene mucho dinamismo y capacidad para
enseñar. Teresa es una excelente profesora a nivel secular pero, ¿necesariamente tiene ella
el don de enseñanza? O consideremos la relación entre la habilidad natural del liderazgo y
el don espiritual de dirección. Carlos es vicepresidente de una compañía multimillonaria.
Comenzó hace años como obrero en esta compañía y tras los años se veían sus habilidades
de liderazgo en los varios puestos que ocupaba y llegó a ser vicepresidente. Sus empleados
lo admiraban por su honestidad y su buen trato de ellos. ¿Necesariamente tiene Carlos el
don de dirección?

Para ayudarnos a contestar estas preguntas debemos tomar en cuenta la definición de los
dones espirituales: Los dones espirituales son habilidades divinas distribuidas por el
Espíritu Santo a cada creyente según el plan y la gracia de Dios para el bien común del
cuerpo de Cristo. Como hemos visto, cada ser humano tiene alguna habilidad natural
producto de la gracia común de Dios al hombre. Pero Dios ha reservado los dones
espirituales únicamente para los creyentes. Solamente las personas que han confiado en
Jesucristo como Salvador y Señor ,y tienen el Espíritu Santo morando dentro de ellos,
reciben dones espirituales. Si la profesora y el vicepresidente fuesen creyentes existiría la
posibilidad de que tuvieran los dones espirituales de enseñanza y dirección,
respectivamente.

Es necesario recordar que la definición de los dones espirituales termina con la frase: para
el bien común del cuerpo de Cristo. Es decir, para identificar la diferencia entre una
habilidad natural y un don espiritual, hay que preguntarse: ¿Glorifica a Dios y edifica a la
iglesia lo que estoy haciendo? ¿Hay crecimiento espiritual en las personas a quiénes estoy
ministrando? Si la profesora enseña la Biblia de manera que las personas entienden mejor
la Palabra de Dios por medio de su enseñanza y están creciendo en su fe, es probable que
ella tenga el don de la enseñanza. Si el vicepresidente dirige un aspecto del ministerio de
su iglesia local y puede motivar a las personas a alcanzar en armonía los propósitos de Dios
en este ministerio, es probable que tenga el don de dirección.

La siguiente tabla resume la relación entre una habilidad natural y un don espiritual.

1
Kathi Small, “Los Dones Espirituales y las Habilidades Naturales”, 2001.

99
HABILIDADES NATURALES DONES ESPIRITUALES

Dadas por Dios a cada persona, sea Dados por Dios sólo a los creyentes.
creyente o no.

A veces, pero no siempre, una habilidad A veces una habilidad natural se relaciona
innata o natural se relaciona estrechamente estrechamente con un don espiritual.
con un don espiritual.
 Comunicación verbal  Enseñanza
 Líder  Dirección
 Habilidades musicales  Dirección del culto

Dios espera que cada creyente utilice sus Esta misma persona que utiliza sus
habilidades naturales en el contexto del habilidades naturales en el contexto del
ministerio aún cuando no se relacionan con ministerio tiene, a la vez, dones espirituales
un don específico (Ej. creatividad artística, que se deben usar. Es posible que Dios
la habilidad de cantar o tocar un entrega ciertos dones a personas que los
instrumento). El ministrar con nuestras necesitan a fin de satisfacer las necesidades
habilidades naturales nos produce gozo y de una situación. Mientras la persona está
otros se benefician del uso. operando en ese papel, ejerce el don.
Cuando ella sale de ese papel, no ejerce
más el don.

100
LOS DONES ESPIRITUALES Y LAS FUNCIONES UNIVERSALES
DE TODO CRISTIANO1
Por las funciones universales de los creyentes se entiende las tareas que son la
responsabilidad de todo cristiano, posea o no el don espiritual en dicha área. Todo don
espiritual se corresponde con una función universal. Todo creyente está llamado a poner
en práctica las funciones universales, pero no se puede esperar que cualquier creyente
practique cada don espiritual. Sigue una explicación con dos ejemplos para ilustrar esta
relación entre las funciones universales y los dones espirituales.
Aunque no todo cristiano posea el don de enseñanza, a todos le compete la función
universal de compartir la Palabra de Dios cuando la oportunidad se presenta, por ejemplo
con algún hermano que pide ayuda. Para compartir con otra persona algo que uno ha
aprendido no requiere el don de enseñanza. Por otro lado, no todo creyente tiene el don
espiritual de dadivosidad, pero para todos los cristianos es válida la función universal de
dar al Señor una parte de sus ingresos y ayudar a las personas necesitadas. Y aunque no
todo cristiano posee el don de fe, todos tenemos la función universal de confiar en Cristo
para todo.
Utilicemos dos ejemplos para ampliar la diferencia entre dones y funciones universales de
todo cristiano y evitar un peligro dentro de la iglesia. Ruth es una creyente con el don de
misericordia. Ella siempre está pendiente de las necesidades de otras personas, tiene
compasión de las personas que sufren, y busca oportunidades para ayudar. Ruth lo hace
con gozo y de manera práctica. Los otros hermanos de su iglesia han visto los resultados de
su trabajo y varios de ellos han sido ayudados por este don de misericordia. Por otro lado,
Nohemí, amiga de Ruth de la misma iglesia, se da cuenta de las personas necesitadas y
conoce a algunos de ellos por nombre. Aunque muestra misericordia y les ayuda con una
necesidad de vez en cuando, no lo hace con el mismo fervor o gozo que Ruth. No se siente
esta misma compasión que tiene Ruth. ¿Y por qué? Nohemí no tiene el don de
misericordia. Nohemí no es menos espiritual que Ruth; simplemente tiene otro don. Ni
ella ni su iglesia puede esperar que ella muestre el mismo gozo y fervor en mostrar la
misericordia hacia los demás.
En el segundo ejemplo, Pablo es un cristiano que ha recibido enseñanza sobre los dones y
sabe cuales son los suyos. Tiene los dones de fe y servicio y los desempeña fielmente. Sin
embargo, él no es dado a la dadivosidad. No ofrenda y nunca ayuda económicamente aún
cuando un hermano tenga una necesidad económica. Pareciera que Pablo lo justifica
porque no tiene el don de dadivosidad. Aunque Pablo no posea este don no está libre, por
ello, de la responsabilidad de dar de sus ingresos. Pues es parte de la función universal de
todo cristiano.

1
Adaptado de: Christian Schwarz, Método Para la Prueba de Dones, Barcelona, Editorial CLIE, 1994. (pp.
15,16)

101
En resumen, ¿cuáles son las funciones universales de los cristianos que pertenecen a los
distintos dones? La siguiente tabla le ayudará.

Don espiritual Función universal de todo cristiano


Dadivosidad Ayudar a algunos necesitados
Fe Confiar que Dios cumple con sus
promesas
Discernimiento Evaluar una enseñanza bíblica a la luz de
su conocimiento bíblico y no aceptar
como verdad cualquier enseñanza recibido
Servicio/Ayudas Servir a otros hermanos y no tomar la
actitud que siempre es responsabilidad de
otra persona con el don de servicio

102
UNIDAD 3c: DESCUBRIENDO SUS DONES
ESPIRITUALES
________________________________________________________________________
Para seguir un proceso ordenado en el estudio de esta unidad, se recomienda seguir las
siguientes instrucciones para cada tema por separado. A cada tema se le debe dar el tiempo
adecuado para ser explorado, e idealmente sólo un tema debe ser tratado en cada sesión.

Paso 1: Tomando en cuenta el objetivo del tema, estudie minuciosamente los pasajes bíblicos y sus
contextos para que pueda entender claramente el significado que el autor quiso comunicar y
la importancia que ese contenido tiene para nosotros hoy. Las conclusiones de este estudio
deben ser discutidas en el grupo.

Paso 2: Lea y analice la contribución que los distintos autores hacen al tema bajo estudio a través de
las lecturas sugeridas, las cuales pueden hacerse en forma individual o en grupo, según se
considere. Las reflexiones de estas lecturas deben ser compartidas en el grupo.

Paso 3: Discuta las preguntas de reflexión sobre el tema con el grupo. Muchas de estas preguntas
no tienen respuestas simples y requieren de una cuidadosa reflexión y discusión.

Paso 4: Elabore los proyectos en forma individual a menos que se indique lo contrario, y discútalos
en el grupo.
______________________________________________________________________________

TEMA 1: DESCUBRIENDO SUS DONES ESPIRITUALES

Objetivo: Aprender cómo descubrir sus dones espirituales.

PASAJES LECTURAS PREGUNTAS PARA REFLEXIONAR


BIBLICOS

Santiago 4:3 1. Pasos Para 1. ¿Hay algunas actitudes que interfieren en el proceso
Lucas 16:10 Descubrir sus del descubrimiento de los dones espirituales?
1 Timoteo 3:10 Dones Espirituales ¿Cuáles son? ¿Cómo y por qué impiden el
descubrimiento?
Hechos 2:41 (note el (es la lectura para
2. En la primera página de la lectura, Pasos Para
contexto en los vv. el proyecto Descubrir sus Dones Espirituales, dice que “no es
14-40) personal de esta posible descubrir sus dones aislados del contexto del
unidad, pero se ministerio.” Comparta con su grupo pequeño su
debe leer como la entendimiento de esta declaración. ¿Está de acuerdo
primera lectura de con ella? ¿Por qué?
este tema) 3. Después de tomar el test sugerido de los dones
espirituales (Ud. podría tomar cualquier otro test de
2.Test de los Dones su preferencia), comparta en su grupo pequeño los
Espirituales resultados. ¿Qué dones Ud. cree que pudiera tener?
¿Actualmente está ministrando y utilizando estos
dones? ¿Aparecen en los resultados del test algunos
dones que le sorprenden? ¿Por qué le sorprenden?

103
TEMA 2: PASIÓN Y DONES ESPIRITUALES

Objetivo: Entender el término pasión y su relación con los


los dones espirituales.

PASAJES LECTURAS PREGUNTAS PARA REFLEXIONAR


BIBLICOS

Gálatas 1:15,16a 1. ¿Cuál es mi Pasión? 1. En su grupo pequeño comparta con los


(lea y conteste las demás lo siguiente:
preguntas)
 ¿Cuáles son las consecuencias de ministrar
2. El Enlace entre la utilizando un don espiritual sin pasión por
Pasión y los Dones el ministerio? ¿Cuáles son los resultados
Espirituales de servir en un ministerio que utiliza tanto
la pasión como el don espiritual?

 ¿Cuál es su pasión?

 ¿Cree que una persona tiene una sola


pasión o puede tener más de una? ¿Por
qué?

 ¿Cómo podría combinar su pasión y dones


espirituales para servir al cuerpo de Cristo
con gozo y eficacia?

104
PROYECTO PERSONAL

El siguiente proyecto está diseñado para estimularle a comenzar a usar lo que está
aprendiendo y a que produzca un “trabajo” que tenga utilidad práctica tanto para su propia
vida como para su ministerio. Las conclusiones a las cuales ha llegado en cada uno de los
temas tratados influirán en la manera cómo usted complete el proyecto que aparece abajo.
Siéntase en libertad de diseñar sus propios proyectos además del dado aquí.

TITULO: DESCUBRIENDO SUS DONES ESPIRITUALES

CONTENIDO:

Después de haber terminado la unidad 3, siga los siguientes pasos de prueba.

1. Busque un líder de su iglesia (un mentor) que esté informado sobre los dones
espirituales y pasiones y que tenga uno de los dones espirituales que usted
pudiera tener. Pídale que le guíe en el proceso de comprobación de sus dones.
Anote el nombre de su mentor aquí:___________________________

2. Realice la lectura, Pasos Para Descubrir sus Dones Espirituales junto con su
mentor. Comparta con él o ella sus respuestas e inquietudes en cada paso. Se
incluye una hoja de trabajo para anotar los resultados / descubrimientos en cada
paso. Después de haber terminado todos los pasos decida dónde usted puede
hacer una mayor contribución en su iglesia. Comprométase durante un período
mínimo de un año en este ministerio. Se sugiere que durante el año se reúna con
su mentor para que él o ella siga apoyándolo en su ministerio.

Nota: Tome en cuenta que este proceso lleva tiempo y que requiere paciencia y
constancia.

105
PASOS PARA DESCUBRIR SUS DONES ESPIRITUALES
Compilados por Kathi Small

Para el cristiano que quiere descubrir sus dones espirituales, hay ciertas actitudes y
actividades que le ayudarán en el proceso. A continuación hay una serie de pasos que
pueden serle útiles para descubrir y utilizar sus dones espirituales.5 Se recomienda leer
cuidadosamente los pasos, contestar las preguntas, y repasar lo que usted está aprendiendo
con un mentor de su iglesia quien puede ayudarle en el proceso de descubrir y poner en
práctica sus dones espirituales.

Primero, antes de entrar en los pasos, consideremos algo muy importante. En el libro, Un
Buen Comienzo, se cuenta que una vez un nuevo creyente estaba en el proceso de unirse a
una iglesia y como parte del proceso de hacerse miembro tomó un test de dones
espirituales. Hasta este punto en su vida no había estado muy involucrado en un ministerio.
Cuando tomó el test se dio cuenta de que la mayoría de las preguntas tenían que ver con la
participación en el ministerio en ciertas habilidades. Terminó el test y los resultados
confirmaron lo que él había sospechado…..no tenía ningún don espiritual!

¿A qué se debió esto? ¿Es verdad que no tenía ningún don? Algunas personas dirían que
hay que aceptar que solo algunos creyentes tienen dones espirituales – y estos creyentes son
líderes en la iglesia. Esta respuesta no es bíblica porque la Biblia dice que todos los
creyentes tienen por lo menos un don. Otras personas dirían que el test no fue preciso. Es
posible que las personas que digan esto tuvieran razón porque cualquier test sobre los dones
espirituales no es un instrumento divino, sino un instrumento humano.

Pero hay otra razón y es importante entenderla. Las preguntas de los test de dones
espirituales se basan en la experiencia ministerial. Si una persona tiene poca experiencia
ministerial es poco probable que él vea algunos resultados claros en un test. Un creyente
con poca experiencia ministerial al contestar las preguntas no va a evaluarse muy alto
porque no tiene experiencia con que pueda basar sus respuestas. Por otro lado, es posible
que otro creyente con poca experiencia ministerial pero con el ego fuerte, se evalúe muy
alto basado en lo que le guste o en lo que quiera tener en vez de haber visto resultados
actuales dentro de la participación en el ministerio.

¿Cuál es la respuesta a este dilema? Simplemente es que al involucrarse en el ministerio a


cualquier nivel una persona comienza a descubrir sus dones. La participación activa en el
ministerio permite al creyente identificar los aspectos claves del ministerio. El simple
hecho de tomar un test no indica los dones espirituales que tenga un creyente. De hecho no
es necesario tomar un test para descubrir sus dones porque la participación activa en el
ministerio permite que el creyente descubra, de manera progresiva, sus dones. A la vez,
estar activo en un ministerio permite que otros creyentes confirmen la existencia de los
dones en quien los desarrolla.6

Si no es indispensable tomar un test para poder descubrir sus dones espirituales, ¿para qué
sirve un test? El propósito de un test es confirmar lo que el creyente va descubriendo en el

5
Los pasos son adaptados de: Christian A. Schwarz, Método para la Prueba de Dones, Barcelona, Editorial
CLIE, 1994, (p. 21-31)
6
La relación entre los dones y el ministerio es adaptado de: Richard Clinton y Paul Leavenworth, Un Buen
Comienzo, (p. 101-110)

106
contexto del ministerio. La participación activa en el ministerio indica cuáles son los dones
y un test lo puede confirmar.

Si usted, en este momento, no participa en ningún ministerio dentro de su iglesia local,


hable con un líder de su iglesia para que él o ella le ayude a tomar los primeros pasos al
involucrarse en un ministerio. No debe seguir en los siguiente pasos aislados de una
participación activa, por lo menos, en un ministerio de su iglesia.

PASO 1: ABRA SU CORAZÓN A DIOS EN ORACIÓN

El paso uno es primordial. No importa que usted lea un libro sobre los dones espirituales, o
que haga un test para descubrirlos, o que participe en un taller sobre este tema, o que
participe en varios ministerios, si usted no abre su corazón a Dios en oración para escuchar
Su voz, no está en condiciones para recibir de Dios lo que El quiere comunicarle.

Preguntas:
1. ¿Está abierto su corazón a todos los dones espirituales que se mencionan en el
Nuevo Testamento? ¿O hay ciertos dones que no quiere tener? En este caso,
¿cuáles son?

2. ¿Ha tenido alguna vez una experiencia negativa con creyentes que practican
determinados dones? Si es así, ¿cuál fue la experiencia? Ore al Señor y pídale
que estas experiencias no interfieran con el proceso de descubrimiento de sus
dones.

PASO 2: TIENE QUE ESTAR DISPUESTO A APLICAR LOS DONES QUE


DESCUBRE

El objeto de los dones espirituales, y el motivo por el cual Dios los ha dado, es la
realización de una determinada tarea. Por esta razón, quien esté seriamente interesado en
descubrir sus dones, debe estar dispuesto, desde el comienzo, a llevar a la práctica tales
dones para la edificación de la iglesia.
Un creyente decía una vez que deseaba que Dios le diera el don de sanidad.
Alguien le preguntó si también estaba dispuesto a practicar dicho don en un continuo
ministerio de oración por los enfermos. Movió la cabeza diciendo que no, pues no creía ser
la persona adecuada para tal servicio. Añadió, “Lo que quisiera saber es qué experimentan
las personas cuando yo ore por ellos.”

107
Los dones son dados siempre para el servicio (1 Pedro 4:10). Si no tenemos
también la disposición de aplicar un determinado don, ¿para qué nos lo va a revelar el
Señor?

Pregunta:
1. Anote aquí el nombre de un don (o dones) que piensa poseer. ¿Realmente está
dispuesto a trabajar en un ministerio que utilice este don (dones)? ¿Hay algunos
cambios en su horario diario o semanal que usted necesita hacer para poder
invertir más tiempo en el ministerio?

PASO 3: INFÓRMESE BIEN SOBRE LOS DONES

Tendrá dificultad para descubrir sus dones espirituales si no sabe, en línea general,
qué dones hay y qué se entiende por cada uno de ellos. Por esta razón es importante que se
informe de ellos, estudiando lo que dicen las Escrituras y hablando sobre el tema con otros
cristianos. Conozca a creyentes que tengan un don determinado y pregúnteles de qué
manera han llegado a descubrir su don. Repase los materiales en las Unidades 3a y 3b, y
lea libros acerca de los dones espirituales.

Pregunta:
1. ¿Ha repasado usted la lista de los dones espirituales, sus definiciones, y tareas
posibles dentro de la iglesia? ¿Queda alguna duda referente a los dones
espirituales? Si hay, anótela aquí y pida a su mentor que le ayude a aclarar la
duda.

PASO 4: CONSIDERE LO QUE LE AGRADA

Existe el mito que dice que una tarea no es un verdadero servicio si el colaborador en
cuestión no sufre haciéndola. Lo normal es que el ejercicio de un don espiritual produzca
alegría. Quien posee el don de la enseñanza experimenta gozo al llevar a otra persona a un
mayor entendimiento y aplicación de una verdad bíblica, y a quien tiene el don de servicio,
le es grato poder prestar aun los servicios más insignificantes para contribuir a la
edificación del Reino de Dios.

Ha sido el plan de Dios que el ejercicio de nuestros dones espirituales nos produzca gozo.
En Su conocimiento profundo de nuestra naturaleza sabe muy bien que podemos hacer
muchísimo mejor las cosas que nos producen alegría. Las personas a quiénes ministramos
y con quiénes ministramos notan muy pronto si nos estamos ocupando de algo con plena
dedicación, o si simplemente estamos cumpliendo lo que nos hemos impuesto como
nuestro deber, con cansancio y frustración. Por esta razón, pregúntese qué es lo que le
produce placer y satisfacción.

108
Preguntas:
1. ¿A su entender, a qué se debe que muchos creyentes piensen que un servicio
para Dios no debe producir alegría?

2. ¿Cuáles son las tareas que, hasta ahora, le han producido el mayor gozo y
satisfacción?

3. ¿Cuáles son las actividades que le producen mayor malestar y desazón?

4. Anote el don (o dones) que piensa poseer (es lo que eligió en el segundo paso).
¿Cómo se siente cuando desarrolla las actividades correspondientes?

5. ¿Qué circunstancias podrían hacer desagradable el ejercicio de esta actividad (o


actividades) aunque se posea el don correspondiente?

PASO 5: HAGA TANTAS PRUEBAS COMO LE SEA POSIBLE

No es posible descubrir si la práctica de un don determinado produce gozo o no, si nunca se


ha hecho una prueba con él. Quizás hace tiempo el Señor le ha dado el don de la
dadivosidad sin que usted esté consciente de ello, porque nunca ha dado una parte de sus
ingresos para ayudar a otros. Será difícil que llegue a descubrir sus dones espirituales sin
hacer tantas pruebas como le sean posibles.

Preguntas:
Examine más detenidamente el don (o dones) que eligió en el paso 2 y anótelo (s)
aquí:

1. ¿En qué tareas y actividades de su iglesia se podría utilizar este don (es)?

109
2. ¿En cuáles de estas tareas ya ha estado usted trabajando?

3. ¿Qué otra tarea le agradaría probar?

4. ¿Se ha enterado en su iglesia de que hay ciertas actividades de las que nadie o
que pocos se ocupan? Si es así, ¿cuáles? ¿Se podría imaginar que usted mismo
entrara a trabajar activamente en estos campos?

Con su mentor seleccione dos ministerios que pueden utilizar sus dones espirituales
y pasión. Antes de pasar al siguiente paso, haga usted varias pruebas dentro de los
dos ministerios.

PASO 6: COMPRUEBE OBJETIVAMENTE SU EFICACIA

Si alguien piensa poseer el don de la enseñanza y lo lleva a la práctica, pero comprueba que
pasan los meses no hay crecimiento espiritual en las personas a quién está ministrando,
tendrá un motivo para poner en duda esta suposición. Si Dios le ha encomendado este don,
también proveerá que, por su fiel trabajo en dicho campo, las personas aprendan y crezcan
espiritualmente. Los dones espirituales han sido confiados para que se obtengan resultados.
Por eso, la comprobación de la propia eficacia constituye un paso imprescindible en el
proceso del descubrimiento de sus dones.

Pregunta:
1. Después de haber hecho las pruebas, ¿cuáles fueron los resultados cuando puso
en práctica el don que anotó en el segundo paso? ¿Vio un efecto significativo
en las personas a quienes ministraba?

Antes de pasar al siguiente paso, cuéntale a su mentor los resultados de las


pruebas.

110
PASO 7: BUSQUE LA EVALUACIÓN DE OTROS

Hay cristianos que están plenamente convencidos de que Dios les ha dado un determinado
don. Han hecho varias pruebas, la tarea les produce gozo y consideran efectivo su servicio.
El problema es que ellos son los únicos que así lo ven. Si esto ocurre, hay motivo para
estar dudosos. El juicio de otros creyentes de la propia iglesia y de afuera constituye un
control importante de los pasos anteriores.

Preguntas:
1. ¿Qué características tendría una persona que se pudiera considerar
idónea para confirmar un don espiritual?

2. Escriba aquí el nombre de por lo menos un hermano o hermana que le


podría ayudar a confirmar el don que definió en el segundo paso y con
que hizo las pruebas (paso 5). ¿Cuándo podrá hablar sobre este asunto
con él o ella?

3. A continuación hay una serie de preguntas que usted puede usar con el
hermano o la hermana para que la evaluación sea de provecho para
usted:

 En este ministerio, ¿cuáles son mis puntos fuertes?, ¿cuáles son mis
puntos débiles?

 ¿Demuestro yo que tengo una pasión para este ministerio? ¿Cómo la


muestro?
 ¿He hecho una colaboración significativa en este ministerio? Si la
respuesta es si, ¿cuál es?

 ¿Opina usted que tengo los dones espirituales necesarios para seguir
trabajando en este ministerio? 0, ¿sería mejor que me enfocara en
otro ministerio? Si la respuesta es si, ¿en qué ministerio?

111
Antes de pasar al siguiente paso, cuéntele a su mentor la evaluación de las
otras personas.

PASO 8: CONSIDERE DÓNDE PUEDE HACER UNA MAYOR CONTRIBUCIÓN

Ya usted ha hecho varias pruebas dentro ministerios diferentes. Ha comprobado su eficacia


dentro de estos ministerios, y ha buscado la evaluación de otros. Ahora es muy probable
que usted tenga una idea de cuáles son sus dones espirituales y su pasión. Ha llegado el
momento de decidir en cuál ministerio va a comprometerse durante un año. Este
ministerio, por su puesto, debe utilizar su pasión y un don espiritual (o más de un don si se
puede aplicar otro don en este ministerio).

1. Anote aquí el ministerio con el que va a comprometerse durante, por lo menos,


un año:

2. Junto con su mentor, hable con el coordinador de este ministerio y establezca lo


siguiente:

 Las tareas específicas de este ministerio

 El tiempo requerido semanalmente

 A quién usted es responsable

 Por quién es responsable

 Cualquier otro aspecto de la tarea

3. Se sugiere que durante el año del ministerio se reúna con su mentor para que él
o ella siga apoyándolo en su ministerio.

112
HOJA DE TRABAJO
PASOS PARA DESCUBRIR SUS DONES ESPIRITUALES

Nombre/Apellido_________________________________Iglesia__________________________________

Nombre del mentor_______________________________

Paso Fecha Resultados/Descubrimientos


1

ORACION

DISPOSICIÓN

INFORMACIÓN

CONSIDERACIÓN

PRUEBAS

EFICACIA

EVALUACION

COMPROMISO

113
TEST DE LOS DONES ESPIRITUALES
HOJA DE INSTRUCCIONES Y VALORACION DE RESULTADOS
Lea las afirmaciones del test y responda a cada una de ellas en la siguiente tabla. Responda según
la siguiente escala:

3 Constantemente; sin duda verdadera.


2 La mayoría del tiempo; usualmente verdadero.
1 A veces; verdadero de vez en cuando.
0 De ninguna manera; nunca.

En la siguiente tabla escriba su respuesta en la casilla correspondiente a cada oración del test. Es
importante que conteste cada pregunta según quien es, y no según lo que quiere ser o piensa
que debe ser.

1 2 3 4 5 6 7 8 9 10 11 12 13 14 15 16

17 18 19 20 21 22 23 24 25 26 27 28 29 30 31 32

33 34 35 36 37 38 39 40 41 42 43 44 45 46 47 48

49 50 51 52 53 54 55 56 57 58 59 60 61 62 63 64

65 66 67 68 69 70 71 72 73 74 75 76 77 78 79 80

T
O
T
A
L
A B C D E F G H I J K L M N O P

Valoración de los resultados:


1. Sume los valores de cada columna y coloque la suma en la casilla total que corresponde a cada columna.
2. Escribe los 3-5 valores con mayor puntuación y la letra correspondiente en las siguientes líneas. Luego
anote el nombre del don espiritual que corresponde a la letra. Los nombres de los dones y sus letras
correspondientes se ubican después de la Hoja de Oraciones.

Valores con mayor puntuación/letra correspondiente Don espiritual


_____________________________________ ______________________________

_____________________________________ ______________________________

_____________________________________ ______________________________

_____________________________________ ______________________________

114
TEST DE LOS DONES ESPIRITUALES1

1. He experimentado que, siendo soltero, tengo mayor tiempo para las cosas del Señor.

2. Pongo generosamente a disposición de la obra de Dios mi dinero y pertenencias.

3. Puedo dirigir a las personas, de manera que vayan todas hacia un objetivo común.

4. Puedo discernir, antes de que sea evidente a otros, entre una verdad espiritual y el
error.

5. Me gusta estudiar las Escrituras y tengo un plan sistemático para hacerlo.

6. Tengo la experiencia de ver el potencial que hay en las personas.

7. Me es fácil depender de Dios para suplir mis necesidades.

8. Tengo la experiencia de haber orado a Dios en una lengua desconocida para mí.

9. Tengo la experiencia de explicar lo que otro cristiano dice en lenguas.

10. Me produce alegría orar por las cosas que van más allá de las leyes de la naturaleza.

11. Me identifico con la gente afectada por algún dolor.

12. Tengo la experiencia de haber recibido alguna revelación del Señor que no era
conocida por otras personas.

13. He tenido la experiencia de que otros me hayan consultado sobre cómo resolver
algún problema difícil, y que les haya podido ayudar.

14. Estoy dispuesto a transmitir el mensaje de Dios a la iglesia, aunque sea incómodo.

15. Oro, con regularidad y de manera muy concreta, por la curación de los enfermos.

16. Estoy contento de hacer los trabajos que a otros no les resultan atractivos.

17. Tengo menos dificultades que otros de quedarme soltero.

18. Doy regularmente una buena parte de mi dinero para que la obra del Reino de Dios
sea cumplida.

19. Me gusta motivar a los creyentes a que trabajen para alcanzar una meta

1
Algunas de las oraciones tomadas de Christian Swartz, Método Para la Pruebe de Dones, Barcelona,
Editorial CLIE, 1994. Usadas con permiso de CLIE.

115
determinada.

20. Percibo cuando fuerzas demoníacas están funcionando dentro de una persona o
situación.

21. Puedo presentar las Escrituras en maneras que motivan a otros a querer aprender
más y a estudiar por si mismo.

22. Me gusta animar y fortalecer a los que están desanimados en la fe.

23. Me es totalmente evidente que Dios cumple sus promesas, aunque todas las
circunstancias estén en contra.
24. Me siento bien en grupos donde los creyentes oran en lenguas.

25. He visto que mi interpretación de lo hablado en lenguas se haya ajustado a la


situación y a la Escritura.

26. He tenido la vivencia de que Dios me ha utilizado, como instrumento humano, para
obrar señales y milagros.

27. Me produce alegría ocuparme de las personas que están al margen de o rechazadas
por la sociedad.

28. La gente me busca para pedir mi perspicacia (intuición) y conocimiento en casos


difíciles para los cuales no hay respuestas simples.

29. Me gusta ocuparme durante mucho tiempo de asesorar a otras personas frente a una
necesidad específica.

30. Cuando Dios me ha usado a comunicar mensajes de Dios a la iglesia esto ha


resultado en vidas cambiadas.

31. Me gusta participar en servicios de oración para la curación de los enfermos.

32. Veo significado espiritual en hacer las tareas más prácticas.

33. Estoy dispuesto a quedarme soltero, para así trabajar mejor en el Reino de Dios.

34. Manejo mis finanzas bien para poder dar más a otras personas y causas.

35. Se me hace fácil delegar responsabilidades a otros.

36. Me es fácil identificar una predica, una enseñanza u otra comunicación que no esté
de acuerdo a la Biblia.

37. Me gusta ayudar a otros a crecer en su conocimiento de las Escrituras.

116
38. Motivo a otros a tomar medidas para su crecimiento espiritual.

39. Creo que Dios me va a utilizar para alcanzar cosas grandes.

40. Me produce alegría orar en lenguas.

41. Cuando alguien ora en lenguas, pido a Dios que pueda interpretarlo.

42. Oro que Dios obre por medio de las señales y milagros como en los tiempos de la
Iglesia primitiva en el Nuevo Testamento.

43. He tenido la experiencia de haber podido, de manera práctica, ayudar a personas en


situaciones de necesidad.

44. He recibido un conocimiento específico del Señor apropiado para la necesidad de


una persona y se lo he compartido.

45. Cuando otras personas buscan mi asesoramiento puedo, con facilidad, aplicar una
verdad bíblica a su necesidad que les ayuda a resolver un problema.
46. He tenido la experiencia de servir de portavoz de Dios en comunicar a Su iglesia
claras instrucciones en una situación concreta.
47. Dios ha obrado, a través de mí, para curar de manera sobrenatural a los enfermos.

48. Estoy dispuesto a aliviar el trabajo de algunos cristianos sobrecargados,


apoyándolos con mi cooperación.

49. Pienso que Dios me ha creado para quedarme soltero.

50. Me afecta personalmente cuando oigo de las necesidades financieras de otras


personas.

51. Pongo metas y dirijo a las personas y recursos para alcanzarlas.

52. Tengo mayor facilidad que otros para descubrir los motivos exactos que se
esconden detrás de una actitud determinada.

53. Me gusta trabajar en la preparación de los estudios bíblicos de manera que sean
interesantes y faciliten a las personas el aprendizaje.

54. He tenido la experiencia de que la vida de las personas hayan cambiado como
consecuencia de mis amonestaciones.

55. Puedo seguir adelante a pesar de la oposición o falta de apoyo cuando veo la
bendición de Dios en una tarea.

56. Cuando comparto un mensaje de Dios en lenguas, alguien se lo interprete a los


demás.

117
57. Me gusta descubrir lo que Dios nos quiere decir cuando oigo un mensaje en
lenguas.

58. Me concentro en oración por aquellos casos que tengan menos esperanza, según la
vista humana.

59. Cuando veo una necesidad mi deseo es siempre ayudar.

60. El Espíritu Santo me comunica cosas que no puedo conocer por medios naturales.

61. Tengo perspicacia (intuición), que otros creyentes no tienen, en cómo resolver
problemas.

62. Siento la obligación de denunciar el pecado donde lo veo y desafiar a que los
involucrados se arrepientan.

63. He tenido la experiencia de que Dios haya sanado a unos enfermos del cuerpo o del
alma, por los cuales yo haya estado orando.

64. Con gozo uso mis habilidades para ayudar a otros.

65. No siento presión sexual por tener contacto con el sexo opuesto.

66. Creo que Dios me ha dado recursos para poder dar a la obra del Señor.

67. Puedo lanzar una visión que otros quieren seguir.

68. Me es fácil distinguir si las palabras de otras personas tienen su origen en Dios, en
Satanás, o en el ser humano.

69. Otras personas han corroborado mi capacidad de transmitir una verdad bíblica en
forma entendible e interesante.

70. Le doy esperanza a otros a través de dirigirlos a las promesas de la Palabra.

71. Me resulta fácil orar y trabajar por objetivos que otros cristianos dirían que son
imposibles.

72. He hablado públicamente o en privado en lenguas.

73. Estoy dispuesto a interpretar públicamente lo que otros cristianos hablan en


lenguas, si Dios me da una interpretación.

74. Me gusta servir como herramienta humana, a través de la cual Dios obra actos de
poder que sobrepasan las leyes de la naturaleza.

118
75. Me gusta hacer las cosas prácticas para poder ayudar a una persona en necesidad.

76. He tenido la experiencia de saber algo de repente sin saber como lo sabía.

77. Aunque sea una situación muy complicada, doy consejos prácticos a las personas
que les ayudan resolver una necesidad.

78. Me es fácil detectar la voluntad de Dios en una situación determinada.

79. Me preocupo de que otros creyentes en la iglesia oren tan poco por los enfermos.

80. He tenido la experiencia de que cristianos con cargos de responsabilidad pudieran


servir más eficientemente, por mi cooperación en ciertas tareas.

119
LOS NOMBRES DE LOS DONES ESPIRITUALES
Y SUS LETRAS CORRESPONDIENTES

A Celibato
B Dadivosidad
C Dirección/liderazgo
D Discernimiento
E Enseñanza
F Exhortación
G Fe
H Hablar en lenguas
I Interpretar lenguas
J Milagros
K Misericordia
L Palabra de conocimiento
M Palabra de sabiduría
N Profecía
O Sanidad
P Servicio/ayudas

120
¿CUÁL ES MI PASIÓN?7
Estaba manejando de prisa para poder llegar a una reunión a tiempo. Como el semáforo
estaba cambiando al rojo, me paré en el canal derecho. Algo al lado de la acera llamó mi
atención. Vi a un niño con la ropa andrajosa, de alrededor unos diez años de edad, cavando
en la basura sacando la comida que encontraba.

Aunque había estado pensando en la reunión, mis pensamientos de repente cambiaron a


sentimientos de compasión para con este niño de la calle. ¿Por cuánto tiempo viviría así?
¿Tendría una familia? ¿Dónde estarían ellos? ¿Sabrían sus padres lo que le había pasado?
¿Qué haría en las noches frías? ¿Cuándo se bañaría? ¿Dónde dormiría? ¿Podría estudiar?

Al ver a este niño me entristecí y me sentí abrumado. ¿Qué podía hacer yo, una sola
persona? ¿Había remedio a esta grave situación? De repente el semáforo cambió, y seguí
rumbo a la reunión.

Si yo no ayudo al niño, ¿soy una mala persona? Alguna gente diría que sí.

Persiga la Pasión de su Corazón

En verdad no todo asunto me lleva al mismo nivel de inquietud . Me preocupo por unas
cosas más que otras. No quiere decir que una cuestión es menos importante que otra.
Simplemente me atrae una necesidad más que otra. Aunque tengo compasión por los niños
de la calle, mi pasión está dirigida a otras necesidades.

¿Alguna vez ha conocido a alguien que crea que la tarea principal de la iglesia es alcanzar a
los adolescentes? Para esa persona quizás es la tarea más importante de cada creyente
porque los adolescentes están tomando decisiones sumamente importantes que van a afectar
su futuro. Necesitan saber de los peligros de las drogas y la promiscuidad sexual.
“Necesitamos hacer más por nuestra juventud”, dice esa persona. ¿Por qué lo dice? Porque
su pasión es atender a las necesidades de los adolescentes.

Hay cientos de personas, funciones, y causas que merecen nuestra atención. No


identificarse uno con cada causa, por buena que sea, no significa que sea mala persona.
Más bien preocuparse por una causa más que otra es bueno. Así cubrimos muchas
necesidades motivados por nuestras pasiones individuales y distintas.
¿Qué es una pasión? Algunos dicen que es una carga que llevamos, o un llamamiento que
hemos recibido, o un sueño que tenemos. Como quiera que se llame, pasión es un deseo
que Dios pone en el corazón para causar un impacto en algún lugar.
Si todos nos preocupáramos por las mismas cosas, muchas de la necesidades dentro de
nuestro mundo no recibirían la atención que requieren. Dios ha colocado dentro de
nosotros un profundo deseo de ministrar a otros. No es una idea que a Dios se le ocurrió a
última hora, sino parte de Su propósito para nuestras vidas. La vida del apóstol Pablo es un

7
Adaptado de: Bruce Bugbee, capítulo 3 del libro What You Do Best in the Body of Christ (Lo Que Ud. Hace
Mejor en el Cuerpo de Cristo), Zondervan Publishing House, Grand Rapids, 1995, (p. 29-42)

121
ejemplo. Él se dio cuenta de que su deseo de predicar a los gentiles no era simplemente su
propio plan, sino el cumplimiento del plan de Dios (Gálatas 1:15,16).
¿Obligación o Pasión?
Edison se conoce por la bombilla, Henry Ford por el carro y Martín Lutero por la Reforma.
Y usted, ¿por qué le conocerán? ¿Qué le apasiona? ¿El evangelismo, como Luís Palau?,
¿La misericordia, como la Madre Teresa? Aunque es poco probable que su nombre sea
mundialmente reconocido como estas personas, su pasión es importante y tiene valor.
Para ilustrar la diferencia entre pasión y obligación consideremos el caso de los hermanos
Pedro y Francisco. Ambos son diáconos en su iglesia. Francisco llega al templo cada
domingo a las 9:15 a.m. (el culto comienza a las 10:00 a.m.). Le gusta asegurarse que todo
esté preparado para el culto. Cuando llega la gente le da la bienvenida a cada uno con una
sonrisa genuina.
El otro diácono, Pedro, llega todo apurado al templo pocos minutos antes de la 10:00 a.m. y
se para a la puerta junto a Francisco. Saluda a los hermanos sin expresión en la cara y con
voz monótona como si fuera un disco rayado.
Francisco y Pedro. Los dos son diáconos. Para Francisco esta tarea es una expresión de
quien es. Es su manera de comunicarles a las personas que son importantes para Dios, para
la iglesia, y para él. Está apasionado por crear un ambiente cariñoso y amable en el cual
todos experimenten el amor y la gracia de Dios.
Por el otro lado, Pedro piensa que la tarea del diácono no es de mucha importancia. De
hecho, él piensa que cualquier persona puede hacerla.
Francisco y Pedro son ejemplos de dos personas que hacen la misma tarea pero con
motivaciones distintas. ¿Por qué? Uno de ellos piensa que la tarea del diácono es
importante, es una expresión de quien es, y una buena inversión de su tiempo. El otro la ve
como una simple obligación. ¿Es Francisco más espiritual que Pedro? O ¿simplemente
tienen diferentes pasiones?
Diferentes Pasiones
La diferencia de la cual hablamos es una diferencia de pasión. ¿Sabe cual es su pasión? Si
no lo sabe, es posible que esté sujeto a las pasiones de los demás. Y eso nunca le satisface
a uno como lo hará ministrar con el estímulo de su propia pasión.
¿Cuál es su pasión? ¿Cómo le gustaría invertir su tiempo, energía, y recursos? Puede
colaborar con la causa de Cristo en las vidas de las personas a su alrededor. ¿Sabe cómo?
Si en este momento no lo sabe, no se preocupe. En el Salmo 37:4 Dios nos promete lo
siguiente: Deléitate en el Señor, y él te concederá los deseos de tu corazón (NVI).
Identificar una pasión no es una ciencia, sino un proceso. A continuación, encontraremos
una definición de pasión y consideremos varias categorías de pasiones. Luego, veremos
varias maneras de identificar su pasión.
Definición y Categorías de Pasión
Pasión es un deseo que Dios pone en el corazón para causar un impacto en algún lugar de
manera que Dios reciba la gloria y se edifique la gente.

Las pasiones que se evidencian en cada individuo no son buenas ni malas, correctas ni
incorrectas. Simplemente son distintas. Personas particulares tienen pasiones particulares.

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Todos tenemos la posibilidad de hacer una diferencia de manera que Dios reciba la gloria,
se edifique la gente y nosotros ministremos con entusiasmo.

Pasiones por las Personas

Las personas por las cuales uno puede tener pasión incluyen niños, jóvenes, o adultos. A
la vez pueden ser sordos, recién casados, o los afligidos que están pasando por una crisis.
Tal vez es por madres con niños discapacitados, extranjeros, o desempleados. Si tiene
una pasión por las personas, quiere identificarse como alguien que hace una diferencia
en la vida de otros.

Pasiones por las Funciones

Las pasiones por las funciones pueden incluir tareas tales como el discipulado, el
asesoramiento, el aprendizaje o la resolución de problemas. Si usted es una persona así, su
satisfacción se logra al ejercer una función particular.

Pasiones por una Causa

Los que luchan por una causa, por lo general, darían su vida por ella. Se apasionan por los
derechos humanos, la mayordomía, el evangelismo, etc. Si tiene pasión por una causa,
quiere que todo el mundo tenga la misma pasión.

Indicadores de Pasión

Cuando se tiene una pasión por algún aspecto del ministerio, siempre tendrá más
motivación para servir. A continuación encontrará una serie de preguntas que le servirán
para identificar su posible pasión.

1. Si pudiera hacer cualquier cosa y hacerla con éxito, ¿qué haría?

2. Si llegara al final de su vida y echara una mirada hacia atrás, ¿qué sería lo más
importante que habría hecho?

3. Si mencionara su nombre a algunos de sus amigos, ¿qué dirían ellos que le motive o
que sea su pasión?

4. ¿Qué le gusta hacer para otras personas?

123
5. ¿Cuáles son los grupos de personas que más le gusta ayudar?

 Bebés  Niños  Jóvenes


 Madres solteras  Huérfanos  Universitarios
 Divorciados  Viudos  Solteros
 Mujeres  Recién casados  Damnificados
 Hombres  Ancianos  Niños de la calle
 Desempleados  Gente pobre  Discapacitados
 Prisioneros  Hospitalizados  Otro

6. ¿Cuáles son las causas o temas que más le interesan?

 Discipulado  Drogadicción  Homosexualidad


 Violencia  Evangelismo  Familia
 Educación  Fundación de iglesias  Analfabetismo
 Aborto  SIDA  Otro

7. En el siguiente cuadro, anote cinco (5) experiencias positivas o logros en su vida.


Luego anote por qué la experiencia o logro es significativo para usted.

Experiencia positiva/logro Por qué es significativo

Ahora, repase lo que escribió y anote temas comunes en sus experiencias/logros y el


significado. Anótelo aquí:
Ejemplo

Experiencia positiva/logro Por qué es significativo


En el año 1997, enseñé un Me gustó estudiar y preparar los
estudio bíblico a un grupo de estudios. Ahora unas de mis Temas comunes:
mujeres. alumnas, Luisa, es maestra de enseñanza y educación
un estudio bíblico. cristiana; la creatividad en
Durante varios años, trabajé Me gustó preparar materiales preparar materiales;
como profesora de niños con didácticos.
capacitar a otras personas
dificultades del aprendizaje.
Hace dos años desarrollé una Más que enseñar la clase a los
para la tarea de enseñanza.
clase de Orientación a la Biblia niños, me gustó capacitar a
para niños/adolescentes. Nohemí y a Dionelis para que
Capacité a dos personas para ellas enseñara la clase.
enseñar la clase.

124
8. Tomando en cuenta sus respuestas a todas las preguntas anteriores (1-7), ¿percibe que tiene
una pasión? ¿Cuál es?

REPASO

Una pasión es un deseo del corazón, dado por Dios, para hacer una diferencia
en algún ministerio de manera que Dios reciba la gloria y se edifique la gente.

1. Si una persona tiene pasión por los niños, debe servir en un ministerio que
influya en las vidas de los niños.
2. Si una persona tiene pasión por el discipulado, debe servir dentro de un
ministerio que discipule a los creyentes.
3. Si usted tiene pasión por _______________________________, debe
servir dentro de un ministerio que_________________________________.

125
EL ENLACE ENTRE LA PASIÓN Y LOS DONES ESPIRITUALES81
Ahora que ya sabe cuál o cuáles son sus pasiones y dones espirituales, es tiempo de pensar en la
relación entre ellos. Su pasión identifica el deseo de su corazón de hacer una diferencia en algún
ministerio. Cuando un creyente con una pasión similar se une con otros creyentes con la misma
pasión, hay un compromiso común en un área en particular del ministerio. Estas personas forman
un equipo y cada miembro del equipo hace una contribución.
Por ejemplo, supongamos que hay cuatro personas en una iglesia con la misma pasión de
fundar una iglesia en un sector de la ciudad donde no hay iglesia. Estas personas con la
misma pasión forman un equipo para llevar a cabo su misión. Para fundar una iglesia se
requieren varios dones espirituales y funciones ministeriales, entre ellos evangelista, dirección,
servicio, y enseñanza. La contribución de cada persona en el equipo se hace por medio de su
don espiritual.

Su don espiritual indica la mejor manera de realizar una pasión. Si una persona tuviera el don
espiritual del servicio, ¿qué haría? Por supuesto, servir. Pero ¿dónde serviría con mayor gozo?
Eso depende de su pasión. Si su pasión es trabajar con los ancianos, practicaría su don de servicio
con los ancianos y/o dentro de un ministerio dedicado a los ancianos. Si otra persona tuviera el don
espiritual de misericordia, ¿dónde lo practicaría con mayor gozo? Si esta misma persona tuviera
una pasión por ayudar a las familias de personas afectadas por el SIDA, podría ministrar a los
pacientes con SIDA y sus familias, trayéndoles esperanza espiritual.

Se puede combinar cada don espiritual con cualquier pasión. Lo siguiente es una manera visual de
ver esta relación entre pasión y dones espirituales.
Personas con la misma pasión, pero dones diferentes:
Francisco Roberto Juana

La La gente pobre La gente pobre La gente pobre


misma
pasión

Los dones Dadivosidad Servicio Dirección


espirituales
diferentes

“Adoptar” a una Hacer Organizar y dirigir


familia de pocos reparaciones y/u un ministerio
recursos. otros trabajos en dentro de la iglesia
las casas de de apoyo para los
Posibles Donar y recoger personas con vecinos de pocos
áreas del ropa usada para pocos recursos. recursos alrededor
servicio las personas del templo.
necesitadas. Limpiar un
parque dentro de Coordinar cursos
Sostener a un un barrio pobre. en el templo sobre
misionero el buen manejo
trabajando con la de las finanzas.
gente pobre.

1
Adaptado de: Bruce Bugbee, Don Cousins, Bill Hybels, Network, Zondervan Publishing House, Grand
Rapids, 1994. (p. 100,101)

126
Personas con pasiones diferentes, pero con el mismo don espiritual:

Samuel Ruth Doris

Pasiones Discipulado La familia Jóvenes


diferentes de nuevos
creyentes

El mismo Enseñanza Enseñanza Enseñanza


don
espiritual

Ser líder de un Enseñar una Enseñar un estudio


Tareas grupo pequeño. clase o dictar un bíblico a un grupo
posibles curso sobre el universitario.
Ser mentor de un papel bíblico de
nuevo creyente. cada miembro de Invitar a un joven
la familia. de la iglesia como
Escribir ayudante en la
materiales Enseñar una clase que usted
didácticos para el clase bíblica a enseña, para que
uso con los toda la familia aprenda una nueva
nuevos creyentes. (Inter- destreza.
generacional).

COMO COMBINAR SU PASION Y DONES ESPIRITUALES

Pasión

Don
espiritual

Tareas
posibles

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