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I María Mercedes Trnli

CONSIDERACIONES SOBRE EL VOCABULARIO POLÍTICO


DE JOSÉ DE SAN MARTÍN*

Al analizar el pensamiento político de José de San Martín, encon-


tramos una serie de términos utilizados a lo largo de sus numerosos es-
critos, en distintas épocas y circunstancias, que conducen a formular
nuevas preguntas y a replantear otras ya enunciadas, con el propósito de
diferenciar las categorías históricas y las categorías analíticas conteni-
das en dichos términos. Sin duda, su vocabulario es acorde no solamente
con sus estudios y lecturas, sino también con el momento histórico en
que vivía, y con su propia visión del mundo y de las cosas.
Los análisis estructuralistas del lenguaje lo hacen desde la diferen-
cia, el significado se fabrica a través del contraste, manifiesto o sobre-
entendido. Una definición afirmativa esconde una negación o antítesis.
Según la concepción de Ferdinand de Saussure, cada elemento del len-
guaje cobra significación en su relación con todo lo demás. De allí que
no siempre podemos explicar el significado de una palabra desde su es-
tructura presente, sino que, por el contrario, tenemos que analizarla
dentro de su propio contexto.
El postestructuralismo considera que palabras y textos no tienen un
significado fijo ni intrínseco; no hay entre ellos una relación clara, ni
tampoco están en correspondencia directa con el mundo en el que se
hallan inmersos. Para Michel Foucault el lenguaje no manifiesta una rea-
lidad acabada y anterior al propio lenguaje, no existen separadamente
las palabras y las cosas, sino que ambos están fusionados, y el lengua-
je pasa a ser un constituyente de lo real. Los conceptos van constituyén-
dose gradualmente a lo largo del tiempo, y adquieren distintos campos
de constitución y validez según su uso. Al mismo tiempo, se debe tener
* Textil (te la conferencia pronunciada por la licenciada María Mercedes Tenli el 10 de
mayo de 20UO, en c\o de incorporación pública a la Academia Sanmartiiiiana como
miembro correspondiente en Santiago riel Estero. El discurso de recepción estuvo a cargo
del doctor Rodolfo E. Argañaraz Alcorta, vicepresidente 1" de la Academia Sanmartiniana.

ANALES w: Í.A ACAUKMIA SANMARTINIANA, 17 (2002) 129


en cuenta su significación dentro del contexto y de la unidad1. En con- Martín desde sus primeros escritos y en su propia actuación. Con una
secuencia resulta importante analizar las transformaciones que sufren carrera militar exitosa en Europa, no vaciló en dejar de lado un futuro
las palabras en cuanto a su significado y establecer categorías analíticas promisorio y regresar a su patria tras la defensa de sus ideales íntima-
según el recorte y el límite que se quiera asignar. mente ligados al sentimiento de pertenencia a lo americano y de diferen-
El estudio del lenguaje brinda una nueva posibilidad de análisis, ya cia u oposición con respecto a lo otro, lo europeo, lo español. "Por una
que no sólo se piensa al lenguaje como una representación de ideas, sino fatalidad incomprensible, escribía, ha sido la guerra desde el 25 de
también como un principio desde el que se pueden comprender las rela- mayo de 1810 el único término de las diferencias entre tos españoles
ciones sociales y hasta establecer las identidades colectivas. De allí la y los americanos que han reclamado sus derechos"''.
conveniencia no sólo de analizar frases en los documentos, sino también Si bien hasta comienzos del siglo XIX se usaban las expresiones
las formas de expresión que incluyen prácticas socioculturales de una "español americano", o "americano" por oposición a "español", el térmi-
época determinada, siempre dentro de un contexto también determinado. no "argentino" era más bien sinónimo de los habitantes de Buenos Aires
Las palabras seleccionadas en esta ocasión tienen que ver con la y sus alrededores, de los rioplatenses, según la perspectiva de José
identidad asumida por José de San Martín a partir del momento de su de- Carlos Chiaramonte<1. El sentimiento de "americano" era una percepción
cisión de abandonar Europa y regresar a su Patria, para sumarse al mo- más abarcativa que comprendía lo que hoy consideramos como inheren-
vimiento independentista, hasta sus últimos años en Francia. En este te a la nación argentina. "Un americano republicano por principios e
proceso, su identidad no permaneció estática, sino que fue evolucionan- inclinación..."hacía la siguiente observación al Congreso reunido en Tu-
do conjuntamente con los acontecimientos y sus circunstancias. Tampo- cumán en 1816, a través de una carta al diputado por Mendoza, Tomás
co era en ningún caso una identidad individual, ajena al sentimiento de Godoy Cruz: "Los americanos o Provincias Unidas, no han tenido otro
pertenencia colectivo, o circunscripta a un reducido ámbito, ya que, por objeto en su revolución que la emancipación del mando de fierro es-
ejemplo, encontramos similitud en la identidad de los americanos resi- pañol, y pertenecer a una Nación"5. En este caso, americano equivalía
dentes en el "viejo" mundo, y en la de los grupos dirigentes que en el a argentino, a "pueblo" de las Provincias Unidas del Río de la Plata con
"nuevo" mundo luchaban por consolidar el proceso político emancipa- aspiraciones a constituir una Nación, luego de declarada la independen-
dor, puesto en marcha desde comienzos del siglo XIX. cia. Por ello escribía nuevamente a Godoy Cruz el 16 de juiio de 1816:
Para Eric Hobsbawn, ese sentimiento de pertenencia que permite "Ha dado el Congreso el yolpe magistral con la declaración de la In-
consolidar la identidad colectiva se establece según cuatro aspectos dependencia; sólo hubiera deseado que al mismo tiempo hubiera hecho
destacables; 1") De manera negativa, al reconocer un "nosotros", diferen- tina pequeña exposición de los justos motivos que tenemos los ameri-
te a un "ellos". Es decir, que se afianza no tanto a partir de las semejan- canos para tal proceder; esto nos conciliaria y ganaría muchos afec-
zas entre quienes integran un grupo, sino desde las diferencias con el tos en Europa"'*.
grupo opuesto. 2") Las identidades son intercambiables o combinadas Iniciada su campaña continental, el término adquiere también una
con diferentes características. 3") No son fijas, se cambian y se modifi- significación también continental, para hacer referencia a los "pueblos"
can según las circunstancias. 4") Dependen del contexto, que al igual que de la América del Sur a cuya independencia dedicó sus esfuerzos y su
las circunstancias, se modifica 2 . vida. Escribía al virrey Pezuela en 1818, "Hasta ahora nadie ha dado a
Teniendo en cuenta estas consideraciones teóricas, podemos abor- una carta privada la validez de credencial para ningún convenio
dar las categorías históricas que se reconocen dentro del vocabulario de público de Nación a Nación, a menos que se pretenda que los ameri-
San Martín y analizarlas en el marco de distintas concepciones, para canos cierren los ojos a la mera insinuación de un jefe español"1.
tratar de establecer categorías analíticas que contribuyan a una mejor Como americano, su objetivo principal era luchar por la independencia
comprensión del pensamiento sanmartiniano. de América, para ello debía abocarse a la tarea de concretar esta gran-
de obra "...porque tiempo ha que no me pertenezco a mí mismo sino
La identidad americana a la causa del Continente Americano"*, decía a O'Higgins en 1819.
Su visión iba más allá de la de los habitantes de las Provincias
La identidad americana está presente en el pensamiento de San Unidas, incluso de la de sus gobernantes. Su misión era luchar por la in-
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lependeucia do América del Sur, por ello para San M;ir(ín los america-
nos eran los habitantes de las antiguas posesiones españolas en Améri-
ca, de las nacientes naciones que, conlra sus aspiraciones, tendían cada zaba haciendo un extracto de su vida en España y afirmaba: "Una reu-
una a constituirse como naciones independientes, corlando los lazos que nión de americanos en. Cádiz, sabedores de los primeros movimien-
tos, acaecidos en Caracas, Buenos Aires, etc., resolvimos regresar
las unían a la América toda. Su percepción traspasaba los imprecisos lí-
mites impuestos por las costumbres o las guerras. Cuando decía ameri- cada uno al país de nuestro nacimiento, a fin de prestarle nuestros
canos se refería a los sudamericanos en su conjunto, y a los chilenos, los servicios en la lucha, que calculábamos se había de empeñar". Y más
peruanos, los argentinos, individualmente, pero como partes de un todo adelante, "El segundo punto fue el de mirar a todos los estados ame-
ricanos, en que Las fuerzas de m.i mando penetraron, como Estados
común. "A« ('omisión mediadora de Chile que remitirá a usted ésta,
hermanos interesados todos en un santo y mism,ofin"n. Su identidad
si- <-(nni>«n<' de americanos honrados y virtuosos", decía refiriéndose a
una comisión de representantes chilenos, en carta a Estanislao López9. americana como hombre, como nacido en América, como quien luchó
por la libertad continental, como parte del tejido social, la trasladaba de
Su condición de americano era su honra y su más preciado título,
mas ((iio el de ciudadano. "Hablo a usted lo que mi corazón siente, es- los actores a los Estados, que también eran americanos, y como tales,
cribía a José Gervasio de Artigas en 1819, si usted me cree un ameri- como pueblos, como naciones, como cuerpos políticos, debían tender a
cano can sentimientos inequívocos en beneficio de nuestro suelo, la unidad continental.
aspc.ro que esta intervención que hago como un simple ciudadano, Su dimensión continental, en un principio circunscripta a la América
.S'Í'/YÍ apoyada por usted en los términos mes remarcables"10. del Sur, o a las antiguas posesiones españolas en América, con el tiempo,
y especialmente a partir de su estada en Europa, se extendía a todo el
Ya en el exilio, y ante el bloqueo anglo-francés al Río de la Plata,
resurgió en San Martín su arraigado sentimiento americano, a pesar de continente, y refería la categoría de americano a todos sus habitantes.
En carta de 1846 al general Pinto, recordaba "el desafío de dos ameri-
que consideraba a Francia su "segunda patria", según sus propias pala-
bras, luego de permanecer allí durante tantos años. Era su suelo, su canos"1'1 en una comida festejando el aniversario de la independencia de
patria de origen, su patria americana, la que estaba amenazada por las Estados Unidos, refiriéndose a dos norteamericanos. Su visión se globa-
fuerzas europeas. Por ello no podía concebir "que haya americanos que lizaba desde la distancia.
!><>r un indigno espíritu de partido se unan al extranjero para humi-
llar su patria y reducirla a una condición peor que la que sufriam.os El pueblo, los pueblos
en tiem.po de la dominación española"11. Aquí no hay confusión entre
Hermann Heller diferencia el concepto de "pueblo" según se lo ana-
americanos y rioplatenses. Para él, americanos eran los habitantes de la
América toda, más precisamente de Sudamérica. lice como formación natural o como formación cultural. La concepción
de "formación natural" surgió como una reacción al pensamiento de la
La identidad americana estaba ya totalmente construida, era más
Ilustración, y entiende por pueblo lo que éste tiene de natural, ya sea
abarcativa que la identidad regional argentina. Dos entidades distintas;
una contenida en la otra. No existía contradicción entre ambas; entre como población o como raza. El pueblo como "formación cultural" apa-
ellas no había oposición. Escribía en 1847: "He leído la exposición titu- reció a fines del siglo XVIII cuando se elimina el orden social jerárqui-
lada: De ¿os males, desgracias de la República del Plata - Documentos co y se consolida la sociedad civil. A partir de entonces el "pueblo"
para su Historia, publicada por el general La Madrid en Montevideo: comienza a constituirse como "nación política". Lo logra cuando la con-
cont-0 Argentino, como Americano, como hombre cuya posición en la ciencia de pertenencia al conjunto social se transforma en una voluntad
época a que se refiere dicha Exposición debe tener un. gran valor, de- política.
claro que cuanto ella contiene es un tejido absurdo de infam.es y gro- El concepto de "pueblo" en el siglo XIX variaba según se lo consi-
seras imposturas"12. La identidad argentina estaba dentro del marco de derase en singular o en plural. El "pueblo" podía significar desde el de-
la identidad americana, estaba contenida en ella. positante de la soberanía, con sentido político jurídico, o el ciudadano,
entendiendo como tal al "vecino": hombre, mayor de edad, afincado, pro-
Esta concepción se pone de manifiesto también en la carta a Ramón
Castilla, presidente del Perú, de fecha 11 de setiembre de 1848. Comen- pietario. Según la tradición política española -que en algunos casos sub-
sistía-, era la unión de jerarquías, corporaciones y territorios. También
182 podía incluirse dentro de la categoría de "pueblo" a los habitantes de un
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trndt'MU- do Cuyo y general i-n jefe del ejército de los Andes frente a la
lugar, a la población. Los "pueblos", en plural, designaban a las comuni- actuación de los hermanos Carrera. El documento lo presenta al "públi-
dades, a las provincias y también a las ciudades, con sentido político no ro", es decir, a la comunidad toda, sin distinciones de ningún tipo, inclu-
territorial, de allí que a veces resulta difícil discernir a qué o a quiénes yendo a españoles y americanos, cualquiera fuera su situación social. El
se hacía referencia. Los "pueblos" podían ser las provincias en oposición había sido nombrado gobernador de Cuyo y su principal objetivo era
a la Capital, o bien -tos habitantes del país o del continente. En general gobernar para el bien común, incluyendo a todos sus habitantes, por ello
implicaba la pertenencia a un grupo humano con lazos comunes, a una le debía al "público" una satisfacción de su conducta.
colectividad. Aquí el concepto de "pueblo" va más allá, tiene connotaciones de
Según Franc. ois-Xavier Guerra, a lo largo del período que analizamos pertenencia, de identidad, y en algunos casos hasta, en cierta forma, de
convivieron dos actitudes frente al término. La primera, que considera- ciudadanía. Por ello decía "Habiendo chocado vivamente a mi espíri-
ba al pueblo como un actor real, que se expresaba a través de determi- tu, que estos señores -se refiere a los Carrera- quisiesen conservar -una
nadas personas; los enemigos no formaban parte de él. La segunda, que autoridad de Gobierno Suprema; sin pueblo, sin subditos y en terri-
ignoraba palabras como pueblo, nación, ciudadano, etc., como una reac- loño extraño..."10. Por tratarse de un grupo minoritario que había pre-
ción al romanticismo imperante hasta entonces. tendido imponerse por la fuerza, sin el consenso popular, San Martín les
El problema se agudiza cuando consideramos al término "pueblo" negaba no solamente la adhesión del "pueblo", como categoría de con-
con múltiples significados. Puede representar al conjunto de la pobla- junto de potenciales "ciudadanos", sino la de todos los habitantes, y
ción o a aquellos pertenecientes a las clases bajas, opuestos a los pode- hasta la propia pertenencia a una parte del territorio americano.
rosos. También en algunos casos se asocia con el vulgo, el "bajo pueblo", En contrapartida, él, habiendo nacido en las Misiones y vivido en
es decir, que en general se trata de una categoría social. Sin embargo, en Europa toda su juventud, se sentía americano, parte del "cuerpo social
este caso, nos interesa la categorización política del término, referida a americano, aunque no pudiésemos llamarnos un pueblo"11, decía. El
las relaciones entre los hombres -con exclusión por entonces de las cuerpo social estaba consolidado, no así el sentimiento de pertenencia
mujeres- que constituían la sociedad, y a sus códigos culturales, ya sean que se relaciona con el de nacionalidad, por ello continuaban, a su juicio,
los de un grupo o de un conjunto de grupos sociales en un momento las luchas intestinas en las naciones emergentes y la falta de unidad del
dado, ya que toda relación social posee un contenido cultural básico. "cuerpo social americano". Por consiguiente, si los "chilenos" y los
Dentro de ese marco está contenida la noción de "pueblo soberano"l5. "provincianos unidos", colectivamente, gozaban de igualdad, sin depen-
La soberanía del pueblo es a veces una ilusión, ya que es a través de dencias recíprocas, quienes atentasen individualmente contra unos u
dicha soberanía como se puede acceder al poder. La soberanía, en rea- otros, debían enfrentarse a las dos partes unidas. Nótese la denomina-
lidad, estaba depositada entonces en una minoría limitada, que goberna- ción de "provincianos unidos", para referirse a los habitantes de las
ba a nombre del pueblo. El pueblo lograba expresarse: en la acción a Provincias Unidas del Río de la Plata, nominación poco usual en la
través de la conspiración o el pronunciamiento de un jefe militar, y en época y en el propio San Martín.
la palabra a través de los escritos de los políticos. En el caso de San En algunos casos otorgaba al pueblo virtudes cívicas, que tienen que
Martín encontramos ambas alternativas; representaba al pueblo como ver con el patriotismo y con la defensa de la Patria. En un oficio al Ca-
jefe del ejército libertador, y a través de sus proclamas se expresaba el bildo de Buenos Aires manifestaba: "El día de mañana se da a la vela
sentir general de la población. ia expedición libertadora del Perú,. Como su general, tengo el honor de
En un primer momento los conceptos de "pueblo" y "nación" se informar a V.E., que representa al pueblo heroico, al virtuoso pueblo
entrecruzaban por la necesidad imperiosa de constitución de naciones más digno de la historia de Sud América y de la gratitud de sus
independientes frente al poder español. Sin embargo, a partir de los in- hijos..."13. Y ya en el cargo de Protector del Perú escribía al director
tentos federativos, durante la época de Rosas, renació nuevamente la supremo de Chile: "Destruir para siempre el dominio español en el
soberanía de los "pueblos comunidades", de los "pueblos provincias"; allí Perú y poner a los pueblos en el ejercicio moderado de sus dere< hos,
el concepto volvió a perder su dimensión nacional. es el objeto esencial de la expedición libertadora"™. Los pueblos oran
Para San Martín la categoría de "pueblo" adquiere una significación los ciudadanos en potencia, de allí que les asignaba el ejercicio limita
especial en el manifiesto donde detalla su conducta como gobernador in-
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do <lo los derechos hasta que alean/asen su mmliircx. polílica. "Mientras
cj'ifífan enemigos vit el país, y hasla (¡na el pueblo forme las primaras nación. De allí la obligación de que las constituciones estuviesen en ar-
nociones del gobierno de sí mismo, yo adtnhi.istrarc el poder directi- monía con las necesidades de los pueblos36.
vo del Ksfadv..."20, docía, Con referencia a las revoluciones producidas en Europa en 1848, se
En oíros casos adjudicaba de hecho al "pueblo" la categoría do "ciu- definía en contra de los movimientos revolucionarios que, a su juicio,
dadano", como deposifario do la soberanía, como conjunto de actores eran provocados por grupos de activistas de los clubes, que, a través de
reales, que transfería simbólicamente su voluntad a uno o varios hombres. miles de panfletos, trataban de inculcar en la "gran masa del bajo
Por ello liaría referencia al voto explícito del pueblo: "... de acuerdo con pueblo" ideas tales como que quienes nada tenían podían tratar de des-
el Senado y roto del pueblo, me han nombrado jefe de las fuerzas ex- pojar a los propietarios".
pedicionuriiis"-1, expresaba en una proclama a los habitantes de las Pro- Sin embargo, en otras ocasiones se refería a la masa del pueblo
vincias del Kío de la Piala, fechada en Valparaíso el 22 de julio de 1820. como al común del pueblo, diferente u opuesto a la élite o clase princi-
Al año .siguiente, escribía al presidente de la Junta Gubernativa de Gua- pal, adjudicándole una categoría social. Decía refiriéndose al bloqueo
yaquil sobre la necesidad "... de consultar la voluntad del pueblo, to- anglo-francés que sólo afectaría a "... un corto número de propietarios,
in,au do las medidos que ese gobierno estime conveniente afín de que pero la masa del puebla que no conoce las necesidades de estos países
la mayoría de les ciudadanos exprese con franqueza sus ideas...". El -en referencia a los europeos-, le será bien indiferente su continua-
sistema de gobierno que se adoptase debía ser aclamado por la mayoría ción"^. Reconocía las privaciones y necesidades del común del pueblo
del pueblo U.ego de deliberar libremente2-. americano -de la masa de la población-, su atraso por falta de leyes fun-
La consulta popula) era a través del voto censitario según la concep- damentales y por la primacía de pasiones e intereses particulares frente
ción de la época. Para alcanzar la felicidad del Perú era indispensable a los generales de los pobladores29, pero no por ello lo menospreciaba
ronsuliar la voluntad de los pueblos. Para ello el ayuntamiento de Lima o subestimaba. Al contrario, siempre estaba presente su respeto al pueblo
debía convocar a ".. una junta general de vecinos honrados, que repre- en su totalidad, sin distinciones sociales.
sentando al común, de habitantes de esta capital, expresen si la opi- En ocasiones también hacía alusión al "pueblo" como conjunto de
nión general se 'talla decidida por la independencia"'23. Los "pueblos" habitantes de un lugar o región. Luego de la victoria de Chacabuco, sa-
estaban representados por los "vecinos", por una expresión minoritaria ludaba a los cabildos de Mendoza, San Juan y San Luis, felicitándolos
de la población que asumía la delegación de la mayoría. conjuntamente con el "pueblo", al tiempo que les hacía llegar su más cá-
El "pueblo" también podía tener entidad jurídica y virtudes cívicas. lida gratitud30. De la misma manera designaba al "pueblo" peruano, al de
"Volved, pites, españoles habitantes de Lima -les decía en una procla- Guayaquil, al cuyano, al chileno, etc.
ma-, a vuestras pacíficas tareas en. el s<mo de un pueblo que, como vo- Los "pueblos", en plural, comprendían al conjunto de la población
sotros mismos lo habéis experimentado, es el modelo de la moderación toda, sin diferencias sociales ni raciales. A ellos había que convocar para
y de la generosidad"24. la lucha; a ellos había que exigir el juramento de obediencia a Jos nuevos
También hacía referencia al "bajo pueblo" -en algunos casos con gobiernos; la felicidad y prosperidad de los pueblos era su meta; sus
identidad de "masa"-, diferenciándolo del "pueblo" a secas, según las promesas y su honor eran para los pueblos; su suerte estaba en sus
concepciones de la época. En carta a Guido, escrita en París en 1834, dí- manos; la libertad e independencia eran producto de la voluntad de los
feu-nciaba la postura de "... la masa del bajo Pueblo de la capital pueblos; las constituciones y las leyes debían estar en armonía con las
veleidosa por carácter, y fácil de extraviar por un corto número de necesidades de los pueblos. En consecuencia, cabía esperar de los pue-
(íemaíjoyos", de la actitud del "pueblo" interesado en evitar los trastor- blos que no fuesen ingratos con quienes dieron todo por ellos.
nos que acarrearía la acción de un par de regimientos de milicias de la San Martín luchaba por los derechos de los "pueblos" y se avenía a
c;imp;ma que trataba de impedir la entrada de ganado a la capital25. Esta su voluntad. No era una voluntad sujeta al sufragio, tal como entende-
categoría do "bajo pueblo" también estaba asociada al nivel cultural de mos hoy, sino a la voluntad expresada a través de actos de adhesión
la población, ya que la ignorancia hacía que los hombres no conociesen hacia la figura del conductor de la empresa libertadora: "Mi autoridad,
las leyes y, en consecuencia, la revolución no podía alcanzar su culmi- que es la única que m.e dice V.E. reconoce para tratar, escribía a La
136 Serna en 1822, es ninguna si no está apoyada en el voto de los pueblos,
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a cuya voluntad circunscribiré absolutamente todas mis operaciones tienen en su imaginario colectivo la idea de su correspondencia. Es li-
públicas, gloriándome de cumplir sus órdenes"31. La soberanía residía mitada porque, independientemente del número de habitantes que la
en los "pueblos" según el pacto societal, luego pasará a la "nación". Se puebla, tiene fronteras determinadas, aunque flexibles. Finalmente, la
necesitaba del voto de los pueblos, de su voluntad para constituir la fu- nación se imagina como comunidad soberana:ir>. En la primera mitad iM
tura nacionalidad. siglo XIX existía en el imaginario colectivo la idea do correspondencia,
Toda esta ambigüedad aparente del término "pueblo" se debe a sus de lazos comunes y de un destino también común; so pensaba la nación
características polisémicas, más acentuadas en la época en que le tocó como despositaria de la soberanía, pero las fronteras estaban en confor-
actuar a San Martín. Las identidades estaban en construcción en un pe- mación, todavía no estaban definidas.
ríodo de convulsiones revolucionarias, cambios institucionales, afianza- Constituir una nación supone raíces culturales comunes, comunidad
miento de las nacientes nacionalidades y conformación de los nuevos religiosa, lengua y costumbres comimos, todo con personalidad colectiva
Estados. De allí los deslizamientos que va sufriendo el vocablo según las que consolida los vínculos para la conformación del poder político. Esto
circunstancias y el momento. conlleva a la configuración de un sontinnonto de pertenencia nacional,
vigente en el imaginario colectivo, y que implica una situación de poder
por su fuerte carga ideológica.
Nación - Estado En el concepto de "nación" encontramos elementos ideales y mate-
El análisis de los términos "nación" y "estado" en la primera mitad riales. Los elementos ideales son los ya referidos a la transmisión de
del siglo XIX resulta engorroso ya que la idea de nacionalidad como fun- símbolos, valores y sentimientos de pertenencia a una comunidad que va
damento de un Estado nacional es de tardía aparición en esta época J2 . conformando su carácter común a través de las tradiciones, etnias, len-
Las identidades nacionales estaban cimentándose y coexistían formas di- guas, costumbres, etc. Los elementos materiales están enlazados con el
versas que, en algunos casos, se confundían. De hecho no debemos con- desarrollo de intereses económicos, la conformación de un mercado
siderar el significado de estos vocablos según su moderna acepción, sino propio y de burguesías nacionales30.
que, dentro del contexto de la época, tenemos que desentrañar el senti- Sin embargo, la categoría de "nación" que privó en los primeros años
do del lenguaje político. del período independiente respondía a la concepción racionalista y
Para Antonio Sáenz, en el curso dictado sobre derecho natural y de contractualista de la Ilustración. Esto lo observamos en la Gazeta de
gentes en la Universidad de Buenos Aires en 1822 y 1823, "sociedad", Buenos Aires, que en 1815 publicaba: "Una nación no es más que la
"estado" y "nación" era una misma cosa: "La Sociedad llamada así por reunión de muchos Pueblos y Provincias sujetas a un mismo gobier-
antonomasia se suele también denominar Nación y Estado. Ella es no central y a unas mism.as leyes..."37. Es decir, un conjunto de perso-
una reunión de hombres que se han sometido voluntariamente a la nas, representadas por los órganos de gobiernos de las ciudades o
dirección de alguna suprem.a autoridad, que se llama también sobe- pueblos y de las provincias.
rana, para vivir en paz, y procurarse su propio bien y seguridad"*3. Con respecto al término "estado", encontramos distintas definicio-
Condición para la existencia de la "nación" y el "estado" era el ejercicio nes dentro del pensamiento clásico social contemporáneo. Para Emilio
de la soberanía por parte de la sociedad. De acuerdo con el romanticis- Durkheim "es un órgano especial encargado de elaborar ciertas ma-
mo en boga, hacía coincidir al "estado" con la "nación" y revalorizaba el nifestaciones que tienen, valor para la comunidadad". Para Max Weber,
papel del "pueblo" como sujeto de la vida política. el estado racional surge como asociación de dominio institucional con
Si bien el ténnino "nación" se incorporó en el discurso político euro- el monopolio del poder legítimo. Según el pensamiento de Carlos Marx,
peo a partir de la Revolución Francesa, recién a mediados del siglo XIX, el "estado" puede ser considerado como "la sociedad en acción", de allí
con la obra de Giuseppe Mazzini, comenzó una reflexión formal sobre la la identificación de la función social del estado para asegurar la convi-
nación como "fundam,ento natural de la organización del poder polí- vencia y la cooperación entre los hombres33.
tico"^. Siguiendo a Benedict Anderson, "nación" es "una comunidad po- De acuerdo con Halí e Ikenberry, el Estado incluye tres elementos:
lítica imaginada como inherentemente limitada y soberana". Imaginada 1") Está constituido por un conjunto de instituciones formalizadas por el
porque la mayoría de sus miembros nunca se conocerán entre sí, pero propio personal del Estado, y controla los medios de violencia y coer-

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1 lehmdus muy neiiérieamenl.e ' ( > s conceptos de "nación" y "estado",
ción; 2") Dichas instituciones se enrucnlnuí denl.ro de un l e n i l o r m «Ir pasaremos a estudiar las categorías hist.óhcíis y analíticas de ambos tcr-
limitado, al que se denomina sociedad, y ¡i") El Estado tiende a crear muí iiiínos, según «'1 vocabulario político de -losé de San Martín. En el perío-
cultura política común en la que están involucrados todos los ciudada do en que le tocó actuar, las naciones americanas estaban en formación,
nos39. los límites territoriales no eran definidos, y los sentimientos de perte-
La conformación del "estado" tiene que ver con un proceso de con- nencia nacional estaban en un proceso de conformación, entremezclán-
figuración social. No se constituye de un día para otro, sino que atraviesa dose con los sentimientos de identidades locales, provinciales y de
un proceso constitutivo de larga duración, no coyuntural. En esa evolu-
ciudades.
ción el estado nacional garantiza la conformación de la etapa política San Martín era consciente que la identidad nacional estaba configu-
que articula la dominación en la sociedad y se materializa a través de rándose, pero, insistía en la necesidad de su consolidación para poder
instituciones que permiten su ejercicio. Para Osear Oszlack la estatidad ocupar un lugar relevante en el concierto de las naciones del mundo:
supone conseguir por parte del Estado las siguientes propiedades: 1°) "Los americanos o Provincias Unidas, no han tenido otro objeto en su
Capacidad de externalizar su poder para ser reconocido por otros Esta- revolución que la emancipación del mando de fierro español y perte-
dos como entidad soberana; 2") Capacidad de institucionalizar su auto- necer a una Nación", frase ya citada pero que ilustra su propósito de
ridad, para alcanzar, según la concepción weberiana, el monopolio de la constituir una nación independiente.
coerción; 3°) Capacidad de diferenciar su control, a través de la creación La nación podía ser pensada a veces por San Martín como la pobla-
de instituciones públicas a cargo de funcionarios profesionalizados; 4°) ción, los habitantes de una región, de una ciudad: "Mi pensamiento ha
Capacidad de internalizar una identidad colectiva, a través de la emisión sido dejar puestas las bases sobre que deben edificar los que sean lla-
de símbolos que generan sentimientos de pertenencia y que a su vez mados al sublime destino de hacer felices a los pueblos. Me he encar-
permiten el control ideológico como dispositivo de dominación"10. El gado de toda la autoridad, para responder de ella la nación entera"44.
"estado" se constituye así en un actor social diferenciado, representa la Concebía a los "pueblos" como provincias o ciudades; su conjunto cons-
autoridad suprema, pretende asumir el interés general de la sociedad y tituía la nación. Ésta podía ser pensada como un territorio con límites
aparece como una arena de negociación y conflicto41. en proceso de construcción, producto de la conformación de nuevas
Según Heller no toda actividad del "estado" es actividad política, naciones pertenecientes con anterioridad a un tronco común. Así, en
aunque la política y el Estado se encuentran fuertemente conectados. 1818, consideraba a las Provincia Unidas y a Chile como naciones colin-
Por otra parte, el Estado se diferencia de toda forma de poder político, dantes al virreinato del Perú J5 .
ya que tiene a su disposición el orden jurídico establecido y consolida- En ocasiones, los conceptos se entremezclan y resultan difíciles
do por órganos estatales4-. El Estado se encuentra así por encima de categorizarlos: "Yo pudiera haber dispuesto -decía en un decreto como
todas las demás unidades de poder. Su poder es legal, es decir, está ju- Protector del Perú, de fecha 3 de agosto de 1821- que electores nombra-
rídicamente organizado. dos por los ciudadanos de los departamentos libres designasen la per-
Las nociones de "estado" en la época en que le tocó actuar a José de sona que había de gobernar, hasta la reunión de los representantes de
San Martín, según la bibliografía que se manejaba por entonces en la la Nación Peruana: m.as como por una parte la simultánea y repeti-
Universidad de Buenos Aires -además del texto de Sáenz ya citado-, da invitación de gran número de personas de elevado carácter y de-
igualaban, como dyimos, los conceptos de "nación" y "estado". El "De- cidido influjo en esta capital para que presidiese a la Administración
recho de Gentes..." de Emer de Vattel, autor francés de mediados del del Estado me aseguraba, un nombramiento popular; y por otra había
siglo XVIII que se leía en Buenos Aires hasta la década del veinte del obtenido ya el asentimiento de los pueblos que estaban bajo la protec-
siglo XIX, decía: "Las naciones o Estados, son cuerpos políticos, de so- ción del ejército libertador, he juzgado más decoroso y conveniente el
ciedades de hombres reunidos para procurar su salud y su adelanta- seguir esta conducta franca, y leal, que debe tranquilizar a los ciuda-
miento"^. Existía una correspondencia entre ambos términos. Tanto la danos celosos de su libertad"4''. En este párrafo podemos diferenciar los
"nación" como el "estado" tenían como objetivo el mejoramiento de la conceptos de "pueblos" y "ciudadano", cuando se refiere al conjunto de
población o, en lenguaje sanmartiniano, alcanzar "la felicidad de los la población y a los vecinos caracterizados con derecho a voto, respec-
pueblos'
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tivamente. Con referencia al concepto de "nación", le adjudica un sen- esplendor y consistencia, necesarias para atraer el respeto de los esta-
timiento de pertenencia colectivo, mientras que con "estado" alude al dos europeos.
ejercicio del poder político, de la administración.
En otras ocasiones, hacía referencia explícita al poder político, asig-
También equiparaba el concepto de "nación" al de "estado" cuando nándole la categoría de "estado", cuando hablaba del Director del Esta-
hacía referencia a la necesidad de firmar convenios de nación a nación do, de los almacenes del Estado, las finanzas del Estado; las rentas
en 1818, o cuando en 1821 proponía que fuesen al Perú dos diputados por generales de todo Estado; la administración del poder directivo del Es-
el Estado de Chile, quienes unidos con los del Perú influirían en la feli- tado, etc. En estos casos, el "estado", representaba la autoridad supre-
cidad futura de ambos Estados. Categorizaba de igual modo cuando ma, la institución pública por antonomasia.
mencionaba la conformación de la escuadra del Estado chileno; las fuer- Ya en Europa, con una visión más global y actualizada por la lectu-
zas del Estado, haciendo referencia al ejército; los recursos de los Es- ra de escritores políticos contemporáneos y periódicos de los principa-
tados; los territorios ocupados por fuerzas enemigas que pertenecían a les países europeos, San Martín diferenciaba con mayor claridad que sus
un Estado; las convulsiones de los Estados, etc.
propios compatriotas los conceptos de "nación" y "estado", adjudicando
Por entonces, desde territorio peruano, auguraba al Cabildo porte- a este último el sentido de autoridad superior que representaba la potes-
ño "un porvenir funesto a la causa de la humanidad si las Provincias tad general, otorgándole el poder político y el poder de coerción. De allí
del Río de la Plata no se vinculan con los lazos de la sociabilidad, que que mencionase insistentemente la existencia en América de Estados
las hizo temibles de nuestros enemigos y dio tantas glorias a sus bene- débiles y naciones poco cohesionadas, o hiciese alusión a quienes que-
méritos hijos; si im Poder central no preside a las grandes deliberacio- rían "vivir a costa del Estado".
nes de este Estado (...) Yo interpreto el celo de esa ilustre Corporación, Con referencia a esta última expresión, la utilizó en varias oportu-
para que desaparezca la lucha fratricida y contribuya con los pueblos nidades. En 1834 escribía a Guido: "El foco de las revoluciones, no sólo
hermanos a dar a la Nación el grado de esplendor y consistencia que en, Buenos Aires, sino de las provincias, ha salido de esa Capital: en
lo atraiga al respeto y consideración de Europa"*7. Aquí asignaba al ella se encuentra la crema de la anarquía, de los hombres inquietos y
"estado" una función social, de unir a la comunidad, aunque lo equipa- viciosos, de los que no viven más que de trastornos, porque no han te-
raba, nuevamente, a la "nación". San Martín estaba convencido de que nido nada que perder, todo lo esperan ganar en el desorden; porque el
sin la unidad no podía conformarse la nacionalidad, y para ello otorga- lujo excesivo, multiplicando las necesidades, se procura satisfacer sin
ba un papel destacado a las autoridades, en este caso al cabildo. Para al- reparar en los medios; ahí es en donde un gran número quiere vivir
canzar la categoría de "estado" era imprescindible el reconocimiento de del Estado y no trabajar, eíc..."40. Le preocupaba la actitud de quienes
otros estados, en especial de los modernos estados europeos.
querían usufructuar en provecho propio los cargos estatales, opuesta a
En carta a Ramón Castilla del 11 de setiembre de 1848 utilizaba nue- su inclinación de renunciamiento de las ventajas materiales que le po-
vamente el término "estado" como sinónimo de "nación": "El segundo
dían haber proporcionado su obra de libertador o sus funciones públicas.
punto, decía, fue el de mirar a todos los estados americanos, en que En carta a Miller, de 1841 escribía: "Nada me sorj)rende el que Ud.
las fuerzas de mi mando penetraron, com.o Estados hermanos intere- haya sido borrado de la lista militar del Peni: desgraciadamente los
sados todos en un santo y mismo fin". Y más adelante: "Por otra parte, nuevos Estados de la América no saben apreciar los hombres que como
la oposición al gobierno se seroia de mi nombre, y sin mi conocimien- Ud. han derramado su sanare por su independencia y libertad, sin
to, ni aprobación manifestaba, en sus periódicos, que yo era el sólo mezclarse en sus disensiones, y sólo obedeciendo a la autoridad
hombre capaz de organizar el Estado y reunir las provincias, que se constituida, por la ley (...) pero consuélese mi buen amigo con la,
hallaban en disidencia con la capital"49. El problema al que se había idea, que todos los hom.bres de bien de los estados de Sudamérica
enfrentado permanentemente y del que estaba obsesionado, era el de sabrán valorar la noble y brava conducta del general Miller"50. En el
constitución de la nación, conformada por la unión de las distintas ciu- primer caso podría hacer alusión a la concepción moderna de "estado",
dades y provincias que, por desavenencias internas, no podían organizar- refiriéndose a la autoridad suprema, no así en el segundo en donde
se definitivamente como nación independíente. San Martín se preocupa- identifica "estado" con "nación", al hacer referencia a los pueblos de
ba por la disgregación de las naciones americanas, que les restaba
las nuevas naciones.
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Pese a que las identidades son diversas y variadas, y los actores no
Los numerosos escritos del general Han Martín, que constituyen en pueden distinguirlas como tales separadamente sino que las experimen-
conjunto una verdadera autobiografía, son una fuente incalculable de es- tan en forma múltiple y combinada, resulta interesante y clarificador estu-
t u d i o de su vida, obra y pensamiento. Abordar la temática de las identi- diarlas dentro del contexto histórico y de la movilidad de una época de
dades históricas y analíticas contenidas en ellos constituye un desafío, crisis como la analizada, en la que se gestaron importantes cambios es-
especialmente si tratamos de no caer en el anacronismo de interpretar tructurales, y en la que José de San Martín jugó un papel preponderante.
sus palabras según su significado actual. Esta forma de abordaje de los
i e \ f o s históricos no es una invención de la nueva historiografía, sino que
fue advertido por los propios protagonistas de la época estudiada. Igna- Fuentes y bibliografía
( - M I ( i o n i t i ni l.Sliti, refiriéndose a la teología moral en su obra "Reflexio-
nes...", avisaba del peligro que significaba citar una autoridad antigua y Anderson, Benedict, Comunidades imaginadas, reflexiones sobre el origen y
concluir de ella una incoherencia, cuando se pretendía dar a las palabras la difusión del nacionalismo, Fondo de Cultura Económica, México, 1991.
un sentido no asignado por el autor51. Bobbio, Norberto y Matteucci, Nicola, Diccionario de política, Siglo XXI, Mé-
Lenguaje y pensamiento son dos entidades íntimamente unidas y, xico, 1986.
según el postulado saussuriano, debemos realizar un corte horizontal y Chiaramonte, José Carlos, Ciudades, provincias, Estados: orígenes de la Na-
sincrónico para colocar a las palabras dentro de la estructura de la ción Argentina (1800-1846), Ariel, Buenos Aires, 1997.
De Gandía, Enrique, San Martin, su pensamiento político, Pleamar; Buenos
época, y, a través de la lingüística dicacrónica, estudiar la evolución de Aires, 1964.
la lengua, su transformación sucesiva. Si bien muchas de sus posiciones Foucault, Michel, La arqueología del saber, Siglo XXI, México, 1969.
científicas positivistas han sido superadas, su enfoque nos permite abor- Foucault, Michel, Las palabras y las cosas, Planeta, Barcelona, 1984.
dar el estudio del lenguaje como sistema de expresiones convenciona- Calvan Moreno, C., Bandos y proclamas del general San Martín, una exposi-
les usado por una comunidad. El análisis del discurso de José de San ción documental de su heroica gesta libertadora, Claridad, Buenos Aires.
M a r t í n brinda un amplio campo de investigación, del que sólo fueron Goldman, Noemí, "Revolución, república, confederación (1806-1.852)", en Nueva
elegidas algunas palabras de su vocabulario político para categorizarlas Historia Argentina, Tomo III, Sudamericana, Buenos Aires, 1999.
y estudiarlas, aclarando que quedan otras pendientes, tales como "pa- Guerra, Fran^ois-Xavier; Modernidad e independencia, F.C.E., México, 1993.
tria", "ciudadano", "paisano", "federación" o "república", tan ricas como Hall, John e Ikenberry, John, El Estado, Alianza, Madrid.
Heller, Hermann, Teoría del Estado, Fondo de Cultura Económica, México, 1992.
las aquí analizadas. Hobsbawm, Eric, "La izquierda y la política identitaria", en Apuntes de Inves-
El argumento de Spencer según el cual el cambio social sustenta la tigación, N" 2/3, CECYP, Buenos Aires, 1998.
necesidad de nuevas identidades, se corresponde perfectamente con los Hobsbawm, Eric, "Nación, Estado, etnicidad y religión: tranformaciones de la
cambios políticos de la etapa independentista que trajeron aparejados identidad", en Anuario 16, Escuela de Historia, Facultad de Humanidades
innovaciones en la sociedad y nuevas formas de identidad política. El y Artes. Universidad Nacional de Rosario, Rosario, 1994.
establecimiento en sociedades tradicionales como las americanas de Ibarguren, Carlos, San Martín íntimo, el hombre en su lucha, Peuser, Buenos
instituciones, prácticas e imaginarios modernos, llevó a la conformación Aires.
de nuevas identidades que fueron conformándose a lo largo de los años Instituto Nacional Sanmartiniano, Documentos para la historia del Libertador
hasta adquirir hoy su forma actual. General San Martín, Tomo Vil, Buenos Aires, 1955.
Instituto Nacional Sanmartiniano, Documentos para la historia del Libertador
El sentimiento de pertenencia a una sociedad humana es una cues- General San Martín, Tomo VIII, Buenos Aires, 1960.
tión de contexto y de época, de allí que privilegiar una identidad sobre Instituto Nacional Sanmartiniano; Documentos para la historia del Libertador
otra varía también según el contexto y la época estudiada. Si bien el General San Martín, Tomo IX, Buenos Aires, 1970.
concepto de identidad comenzó a utilizarse a partir de la década del Instituto Nacional Sanmartiniano, Documentos para la historia del Libertador
sesenta del siglo XX, su estudio y análisis dentro del vocabulario político General San Martín, Tomo XII, Buenos Aires, 1974.
de San Martín nos permite descubrir nuevas facetas de su pensamiento. Instituto Nacional Sanmartiniano, La conducción política del general San
Martín durante el protectorado del Perú, Buenos Aires, 1982.
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42 Heller, Hermann, Teoría del Estado, Fondo de Cultura Económica, México, 1992, pp.
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41 Calvan Moreno, C., Bandos u proclamas... citados, p. 214. Bando del 8 de octubre
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'"Instituto Nacional Sanmartiniano, La conducción política..., citado, Tomo I, p. 31.
47 Levene, Ricardo, El genio...f citado, p. 179.
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