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para
Una Iglesia Cristiana
para la Familia
Tesis
La segunda decisión es entender que Dios existe y que le importo.
Objetivo
Que cada miembro reconozca el dolor causado por sus malas decisiones y que solamente Dios le puede ayudar a cambiar
su vida.
Introducción
No me duele tanto
Punto a dialogar: Pídale a los miembros que compartan alguna experiencia de cuando les ha dolido algo. ¿Qué han
hecho? ¿Se toman una pastilla? ¿Van al doctor?
Las respuestas serán variadas, algunos rápidamente van al doctor, o a hacerse exámenes, otros dirán que esperan. Pero lo
que, si es seguro, es que el dolor es la señal que el cuerpo humano está mandando por algo que no está bien. Un dolor de
muela, de estómago, de cabeza, es la señal de que algo puede estar siendo afectado. Muchas veces no le damos importan-
cia a ese dolor y esto se puede complicar.
La semana pasada vimos que nuestra naturaleza pecaminosa nos lleva a tener hábitos guiados por nuestra tendencia de
hacer lo malo. Sabemos y minimizamos eso malo tomando el papel de Dios.
Cuando empezamos a no ponerle atención a esos hábitos que nos dañan, empiezan a causar un dolor en nuestra vida, por
ejemplo, un problema de falta de perdón hará que nuestras emociones se duelan, un problema con nuestros familiares no
resuelto, causara un dolor en nuestra vida.
Si no le ponemos caso al dolor causado por un hábito, herida o complejo, jamás encontraremos solución a eso. Negamos el
dolor, engañándonos nosotros mismos, creyendo que lo tenemos controlado, pero recuerde como humanos no podemos
controlar nada. A veces para negar la realidad encontramos excusas y les echamos la culpa a los demás.
Lo que debemos de hacer es reconocer el dolor y buscar ayuda en Dios, veamos entonces lo que conlleva buscar a Dios en
tres puntos:
2. Yo le importo a Dios.
Muchas veces tenemos un concepto errado de Dios, porque no le conocemos. Debemos de tener en claro dos verdades
acerca de Dios cuando experimentamos dolor.
a. Dios sabe mi situación. Salmo 31:7
Muchas veces pensamos, nadie me entiende, nadie comprende esta situación que estoy viviendo, pero quiero decirle
que Dios le conoce más que nadie. Dios entiende su situación y dolor, Dios conoce cada hábito, herida y complejo. El
salmista David lo expreso. A Dios no podemos engañar, él nos conoce hasta lo más profundo de nuestro ser.
b. A Dios le importa mi situación. Salmo 103:13-14, Romanos 5:8, Juan 15:3
Dios no solo sabe mi situación, sino le importa mi situación. Dios nos ama de manera incondicional, no importa que le
fallemos, su amor nunca se aleja de nosotros.
Conclusión
Reconozca que Dios exista y reconózcalo como su Salvador. Piense por un momento en lo que le está causando dolor.
Reto a la acción
Es fundamental que en cada tema haga lo siguiente
1. Ore por eso que pensó que le está causando dolor.
2. Póngalo por escrito.
3. Compártalo con alguien cristiano maduro.
4. El 24 de julio iniciamos nuevo ciclo de Grupos de Libertad, este material y otros se tratan en estas reuniones
asista.
¡Haga el llamado!