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RECURSO DE NULIDAD

6° TRIBUNAL DE JUICIO ORAL EN LO PENAL DE SANTIAGO

FERNANDA FIGUEROA DÍAZ, Defensora Penal Pública, en representación


de don GONZALO IGNACIO SEPÚLVEDA RAMÍREZ, en causa RUC 1800450080-
2, RIT 201-2019, respetuosamente a SS., digo:

Que en este acto y encontrándome dentro de plazo legal vengo en interponer


recurso de nulidad en contra de la sentencia dictada con fecha 17 de junio de 2019,
notificada en audiencia de igual fecha, en la que se condena a mi defendido a la
pena de tres años y un día de presidio menor en su grado máximo, a las sanciones
accesorias de inhabilitación absoluta perpetua para derechos políticos y la de
inhabilitación absoluta para cargos y oficios públicos durante el tiempo de condena;
como autor del delito consumado de robo por sorpresa previsto y sancionado en los
artículos 432 y 436 inciso 2° del Código Penal; basando esta presentación en los
siguientes fundamentos de hecho y de derecho.

I. CAUSAL DE NULIDAD

El presente recurso se interpone por la causal contemplada en el artículo


374 letra e) del Código Procesal Penal, que establece que: “El juicio y la sentencia
serán siempre anulados: e) Cuando, en la sentencia, se hubiere omitido alguno de
los requisitos previstos en el artículo 342, letras c), d) o e)”.

En relación con el artículo 342 letra c) del Código Procesal Penal, que
establece: “La sentencia definitiva contendrá la exposición clara, lógica y completa
de cada uno de los hechos y circunstancias que se dieren por probados, fueren ellos
favorables o desfavorables al acusado, y de la valoración de los medios de prueba
que fundamentaren dichas conclusiones de acuerdo con lo dispuesto en el artículo
297”.
Éste a su vez, en relación con el artículo 297 del Código Procesal Penal,
que establece: “Los tribunales apreciarán la prueba con libertad, pero no podrán
contradecir los principios de la lógica, las máximas de la experiencia y los
conocimientos científicamente afianzados.
El tribunal deberá hacerse cargo en su fundamentación de toda la prueba producida,
incluso de aquélla que hubiere desestimado, indicando en tal caso las razones que
hubiere tenido en cuenta para hacerlo.
La valoración de la prueba en la sentencia requerirá el señalamiento del o de los
medios de prueba mediante los cuales se dieren por acreditados cada uno de los
hechos y circunstancias que se dieren por probados. Esta fundamentación deberá
permitir la reproducción del razonamiento utilizado para alcanzar las conclusiones
a que llegare la sentencia.”

II. ANTECEDENTES DE HECHO

Hecho acreditado por el tribunal:

En el considerando QUINTO de la sentencia se establecen los hechos que


fueron acreditados por el Tribunal, indicándose al efecto lo siguiente: “Que el día 8
de mayo del año 2018, aproximadamente a las 12:50 horas, en Avenida Santa Rosa
con Avenida Américo Vespucio, comuna de La Granja Gonzalo Ignacio Sepúlveda
Ramírez arrebató por sorpresa a la víctima de iniciales C.E.A.C. la cartera que
portaba, donde llevaba entre otras cosas su celular, huyendo con las especies en su
poder, siendo seguido por la víctima, lográndose su detención por parte de
carabineros y la recuperación de las especies”.

El hecho que se ha consignado anteriormente constituye el delito de


ROBO POR SORPRESA en grado de consumado, previsto y sancionado en los
artículos 432 y 436 inciso 2° del Código Penal; dado que resultó probado que el
acusado se apropió de especies muebles ajenas, con ánimo de lucro y sin la
voluntad de su dueño, mediando como medio de comisión del delito la sorpresa
para lograr el apoderamiento, la que por lo rápida e inesperada, impide reaccionar
con prontitud a la víctima. En efecto el acusado Gonzalo Ignacio Sepúlveda Ramírez
aprovechó la desprevención de C.E.A.C. para arrebatarle desde su hombro la
cartera de su propiedad, sin su consentimiento y con ánimo de lucrar con tal acción,
realizando así el desapoderamiento e incorporándola a su posesión.

III. EL DERECHO
CAUSAL ARTÍCULO 374 LETRA E) EN RELACIÓN CON LOS
ARTÍCULOS 342 LETRA C) Y 297 TODOS DEL CÓDIGO PROCESAL PENAL.

A.- PROCEDENCIA DEL RECURSO DE NULIDAD POR ESTA CAUSAL:


El Código Procesal Penal hace procedente el recurso de nulidad de acuerdo
a lo establecido en:
Artículo 352, que contempla la: “Facultad de recurrir. Podrán recurrir en
contra de las resoluciones judiciales el ministerio público y los demás intervinientes
agraviados por ellas, sólo por los medios y en los casos expresamente establecidos
en la ley.”

Artículo 372, que al respecto indica: “Del recurso de nulidad. El recurso de


nulidad se concede para invalidar el juicio oral y la sentencia definitiva, o solamente
ésta, por las causales expresamente señaladas en la ley.
Deberá interponerse por escrito, dentro de los diez días siguientes a la notificación
de la sentencia definitiva, ante el tribunal que hubiere conocido del juicio oral.”

Que estamos dentro del plazo establecido en la norma, ya que la sentencia


definitiva dictada en esta causa por el Sexto Tribunal de Juicio Oral en lo Penal de
Santiago fue notificada el día 17 de junio de 2019.

Artículo 374 letra e) del Código Procesal Penal, que establece que: “El
juicio y la sentencia serán siempre anulados: e) Cuando, en la sentencia, se hubiere
omitido alguno de los requisitos previstos en el artículo 342, letras c), d) o e)”.

En relación con el artículo 342 letra c) del Código Procesal Penal, que
establece: “La sentencia definitiva contendrá la exposición clara, lógica y completa
de cada uno de los hechos y circunstancias que se dieren por probados, fueren ellos
favorables o desfavorables al acusado, y de la valoración de los medios de prueba
que fundamentaren dichas conclusiones de acuerdo con lo dispuesto en el artículo
297”.

Éste a su vez, en relación con el artículo 297 del Código Procesal Penal,
que establece: “Los tribunales apreciarán la prueba con libertad, pero no podrán
contradecir los principios de la lógica, las máximas de la experiencia y los
conocimientos científicamente afianzados.
El tribunal deberá hacerse cargo en su fundamentación de toda la prueba producida,
incluso de aquélla que hubiere desestimado, indicando en tal caso las razones que
hubiere tenido en cuenta para hacerlo.
La valoración de la prueba en la sentencia requerirá el señalamiento del o de los
medios de prueba mediante los cuales se dieren por acreditados cada uno de los
hechos y circunstancias que se dieren por probados. Esta fundamentación deberá
permitir la reproducción del razonamiento utilizado para alcanzar las conclusiones
a que llegare la sentencia.”

FORMA EN QUE LA SENTENCIA INCURRE EN EL MOTIVO ABSOLUTO


DE NULIDAD:

El fallo impugnado contraviene los principios de la lógica y las máximas


de la experiencia de acuerdo con lo dispuesto en el artículo 297.

Desde un principio esta defensa hizo presente al tribunal que los hechos
ocurrieron de una manera diferente, y que su representado estaba dispuesto a
explicar que era lo que había sucedido el día 8 de mayo de 2018. Mi defendido dio
cuenta que el día de los hechos vio a la víctima que se encontraba en el paradero
de locomoción colectiva con su cartera; se acercó a ésta y, sin que la víctima lo
notara abrió la cartera y sustrajo el teléfono celular, escapando con éste último, pero
siendo detenido momentos después por Carabineros que se desplazaban en moto
por el lugar.

La Fiscalía por su parte alegó que mi representado le quitó la cartera a la


víctima y que dentro de esta se encontraba el teléfono celular; que mientras mi
defendido corría botó la cartera y se quedó con el teléfono. Dicha versión se basa
únicamente en el relato de la víctima durante el juicio a través de video conferencia,
el que fue analizado por el Tribunal en el considerando CUARTO de la sentencia
recurrida que indica: “manifiesta que el día 8 de mayo del 2018 fue víctima de un
asalto de robo por sorpresa, indica que estaba esperando locomoción y pasó
corriendo un sujeto y le robó su cartera que tenía en el hombro, adentro estaba el
teléfono y la billetera, ella corrió tras él y éste arrojó la cartera, ella la recogió y él
seguía corriendo, ella siguió corriendo tras él porque faltaba su celular, pero lo
perdió de vista cuando entró al supermercado, ella también entró y le preguntó al
guardia si había visto un sujeto con polerón negro y gorro negro y él le dice que sí,
sale del supermercado y lo vio esperando locomoción, cuando el sujeto la vio se dio
de nuevo a la fuga, en eso pasan dos carabineros en moto, ella les dio las señas y
ellos lo persiguieron. Después un carabinero le mostró el teléfono y tenían arrestado
al sujeto, que era medio trigueño y no muy alto y nunca olvidó su cara, pasaron no
más de cinco minutos entre que le quitó su cartera y al sujeto lo tenían detenido,
estaban como a tres cuadras del lugar del robo, el sujeto botó la cartera cruzando
la avenida, como a una cuadra, la cartera era negra con broches dorados, el celular
era un Samsung negro, J7, que vale unos 220.000 pesos aproximado”.

Tal como explicó la defensa durante la audiencia, en este caso nos


encontramos con dos versiones que se contraponen: la de mi representado y la de
la víctima, sin existir más testigos de los hechos, toda vez que los transeúntes del
paradero solo son mencionados por la víctima y el funcionario aprehensor, sin
concurrir a declarar durante el procedimiento o en juicio oral. Consecuentemente,
en el juicio se dirimía cuál es la versión que, de acuerdo a la prueba presentada y a
los principios de la lógica, las máximas de la experiencia y los conocimientos
científicamente afianzados, resultaba creíble más allá de toda duda razonable.

Existen por tanto, dos posibilidades: por una parte, si se establece como
cierta la versión de la víctima presentada por el Ministerio Público, mi representado
le arrebató su cartera en un paradero, ante lo cual ella lo persiguió; en el transcurso
de la carrera don Gonzalo Sepúlveda extrajo el teléfono, botando la cartera,
continuando únicamente con el teléfono, siendo aprehendido más adelante por
Carabineros.

Por otra parte, de acuerdo a la versión de mi representado, él se acercó a la


víctima en el paradero y sin que lo notara, logró meter su mano en la cartera y
extrajo el teléfono; la víctima se percató de esto y comienzó una persecución, siendo
aprehendido más adelante por Carabineros, de manera que, en este escenario nos
encontramos ante el delito de hurto.

A juicio de esta defensa, la decisión del 6° Tribunal de Juicio Oral, al condenar


por el delito de robo con sorpresa a mi representado, transgrede el artículo 297 del
Código Procesal Penal, por arribar a una conclusión que, de acuerdo a la prueba
rendida durante el juicio, resulta contraria a la lógica y las máximas de la
experiencia.

La valoración de la prueba efectuada por el juez debe realizarse atendiendo


a los límites de la sana crítica, constituidos por las reglas de la lógica, las máximas
de la experiencia y los conocimientos científicamente afianzados. Este límite se
encuentra establecido explícitamente en el ya citado artículo 297 del Código
Procesal Penal, de ello se desprende que resulta una prohibición legal apartarse de
dichos principios al momento de valorar la prueba y dictar una sentencia, ya sea
condenatoria o absolutoria.

En este sentido, Horvitz explica que el sistema actual de valoración de la


prueba se lleva a cabo de la siguiente manera: “en tanto, la segunda es expresión
de la racionalidad moderna, libre de vínculos formales, basada en la lógica de la
probabilidad e inspirada en criterios científicos y en el sentido común, adaptable a
las exigencias de la verdad empírica. Inserto en esta última tendencia, el artículo
297 CPP establece que los tribunales apreciarán la prueba con libertad, pero
advierte que no podrán contradecir los principios de la lógica, las máximas de
experiencia y los conocimientos científicamente afianzados.”1

En el caso de autos, los principios de la lógica y las máximas de la experiencia


cobran especial relevancia, pues la discusión versa exclusivamente en el modo en
que se llevan a cabo los hechos el día que mi defendido es aprehendido. A través
de la prueba rendida, el Tribunal llegó a la conclusión de que el día 8 de mayo de
2018 mi representado tomó la cartera de la víctima y mientras escapa por la calle,
corriendo –según el testimonio de la víctima en el juicio- decidió abrir la cartera,
encontrando el teléfono, botando la cartera y continuando su huida.

Es de suma relevancia tener en cuenta que esta defensa no objeta que mi


defendido efectivamente haya sustraído el celular de la víctima y haya tenido la
intención de sacarlo de su esfera de resguardo para finalmente, hacerse del mismo
con fines de lucro, sin embargo, el modo en que sucede dicha sustracción es
controvertida. No solo se cuenta con una versión diferente respecto a lo que sucedió
ese día, sino que, a juicio de esta defensa, la versión de don Gonzalo Sepúlveda
posee el sentido lógico y adecuado a la experiencia del cual carece la versión del
Ministerio Público, a saber:

En primer lugar, la versión impugnada carece de sentido, por cuanto si don


Gonzalo Sepúlveda efectivamente hubiese sustraído la cartera que contenía otras
especies distintas al teléfono celular, tal como su billetera, en ningún caso hubiese
botado esta cartera, que en su interior contenía diversas cosas de valor. Así las
cosas, carece de sentido racional la idea de arriesgarse a cometer un delito y,

1
Horvitz, María Inés Y López, Masle, Julián, Derecho Procesal Penal Chileno, Tomo II, Editorial Jurídica de
Chile, Santiago, 2004, páginas 332- 333.
voluntariamente, perder gran parte de las ganancias del mismo; por lo que es en
este punto donde resulta más coherente la propia versión de mi representado, quien
precisamente da cuenta que sólo sustrajo el teléfono celular, y que es lo que
recupera carabineros al momento de su detención.

En segundo lugar, la versión impugnada carece de sentido en términos de


cumplimiento en el objetivo buscado mediante la comisión del delito. Tal como relata
la víctima, al percatarse del ilícito, ésta comenzó a perseguir a mi defendido, por lo
que ambos sujetos –víctima e imputado- comenzaron a correr, la primera intentando
dar alcance al segundo. Pues bien, en este escenario –entregado por la víctima-
resulta contrario a las máximas de la experiencia y toda lógica, hurgar dentro de una
cartera para encontrar un teléfono, encontrándose en plena persecución, corriendo
para escapar de una persona a la que recientemente ha robado, decidir llevarse
solo eso y botar el resto del botín, no solo desde el punto de vista de la pérdida de
las ganancias -que se sostuvo en más arriba-, sino que también desde el punto de
vista de la pérdida de tiempo de escape, distracción durante el mismo y riesgo de
ser atrapado.

De esta manera, el Tribunal entiende que los hechos sucedieron de acuerdo


a lo relatado por la víctima, única testigo presencial de los hechos de acuerdo a la
prueba entregada por el ente persecutor durante el juicio. El funcionario aprehensor
que detuvo a mi defendido no encuentra cartera alguna en sus manos, por lo que
es concordante tanto con la versión entregada por la víctima como con la versión
entregada por mi defendido.

El relato de mi representado, por su parte, también tiene como única fuente


su propia declaración. De esta forma nos encontramos, como ya se adelantaba, con
dos versiones acerca de lo sucedido el día que mi defendido fue detenido. La
diferencia, a juicio de esta parte, radica en que la versión de don Gonzalo Sepúlveda
se ajusta a los principios que rigen la sana crítica, poseen sentido lógico, y no
adolecen de las inconsistencias que la otra versión sí: mi representado se acercó a
la víctima el día de los hechos, logró divisar su teléfono dentro de la cartera y lo
sustrajo ante la distracción de la víctima; una vez obtenida la especie, la víctima se
percató del delito, corrió detrás de él e intentó darle alcance, encontrando a
Carabineros quienes finalmente detuvieron a mi defendido y encontraron la especie
sustraída: el teléfono celular.
De esta forma la defensa considera que, con la prueba entregada durante el
juicio y su valoración de parte del Tribunal, las conclusiones a las que éste arriba al
condenar a mi representado por el delito de robo por sorpresa, no se condicen con
la lógica y las máximas de la experiencia, más aun considerando que durante el
mismo procedimiento esta parte entrega una versión que salva y explica aquellas
situaciones a las que la versión de la Fiscalía no es capaz de ofrecer un sentido
que se adecúe con un actuar delictivo racional y común en los delitos que aquí se
tratan.

En las ocasiones como ésta en que el Tribunal llega a conclusiones


basándose en una valoración de la prueba que carece de racionalidad, nuestra
Corte de Apelaciones ha estimado que se produce una vulneración al estándar de
valoración al que debe ajustarse el juzgador. Así, en el considerando cuarto de la
sentencia de la Corte de Apelaciones de Concepción establece: “En consecuencia,
existe una infracción al principio lógico de razón suficiente, que exige que las
conclusiones probatorias deben tener sustento en información proveniente de la
prueba y en generalizaciones empíricas confiables desde las cuales inferir tales
conclusiones. De otro lado, oponiendo el estándar de convicción condenatorio, bajo
la comprensión objetiva de un alto grado de probabilidad, más alto que la mera
probabilidad prevalente, que en otras latitudes se usa como umbral propio de la
justicia civil y que opera bajo la máxima “más probable que no”, no nos parece
posible concluir que con la mera afirmación de un testigo de oídas en los términos
narrados se pueda superar un baremo de ese rigor”2.

IV. FORMA EN QUE INLFUYE SUSTACIALMENTE EN LO DISPOSITIVO


DEL FALLO

La sentencia prescinde del estándar mínimo establecido en el artículo 297


del Código Procesal Penal en cuanto a la valoración de la prueba y, en concordancia
con lo anterior, expone con carencia de lógica las fundamentaciones de la
sentencia, en abierta infracción al artículo 342 letra c) del Código Procesal Penal,
todo lo cual condujo al Tribunal a dar por establecida la participación de mi
representado en el delito de robo por sorpresa, condenándolo por dicho delito a la
pena de tres años y un día de presidio menor en su grado máximo, a las sanciones
accesorias de inhabilitación absoluta perpetua para derechos políticos y la de
inhabilitación absoluta para cargos y oficios públicos durante el tiempo de condena,

2
Corte de Apelaciones Concepción, 2 de noviembre de año 2017, Rol 951- 2017.
en circunstancias que de haber respetado las normas generales y obligatorias sobre
fundamentación de la sentencia y valoración de la prueba, hubiese concluido que
no es posible acreditar que se hubiese cometido un delito de robo por sorpresa si
no que se trata de un delito de hurto simple. El perjuicio consiste entonces en haber
impuesto a mi representado la pena relativa al delito mencionado, sustancialmente
mayor a la que hubiese correspondido de aplicar la pena del hurto simple, sin
concurrir la circunstancia agravante de reincidencia específica que fue aplicada por
ser condenado don Gonzalo Sepúlveda por el delito de robo por sorpresa.

VI. TRIBUNAL PARA ANTE EL CUAL SE INTERPONE

De conformidad al artículo 376 inciso 2° del CPP este recurso se deduce para
que sea conocido por la Ilustrísima Corte de Apelaciones de San Miguel.

VII. PETICIONES CONCRETAS

Acoja el recurso de nulidad en virtud de la causal invocada contemplada en


el artículo 374 letra e) del Código Procesal Penal en relación con el artículo 342 letra
c) del mismo Código y proceda a invalidar el juicio oral y la resolución recurrida, en
cuanto condena a mi representado antes individualizado en calidad de autor por el
delito de robo por sorpresa a tres años y un día de presidio menor en su grado
máximo, a las sanciones accesorias de inhabilitación absoluta perpetua para
derechos políticos y de inhabilitación absoluta para cargos y oficios públicos durante
el tiempo de condena; y, de acuerdo a lo establecido en el artículo 386 del Código
Procesal Penal, determine el estado en que hubiere de quedar el procedimiento,
ordenando la remisión de los autos al tribunal no inhabilitado que corresponda, para
que este disponga la realización de un nuevo juicio oral.

POR TANTO, de acuerdo con lo expuesto, las normas citadas y lo señalado


en el CPP, declare la nulidad de la sentencia dictada y remita los autos a un tribunal
no inhabilitado para la realización de un nuevo juicio oral.

SOLICITO A SS.: Se sirva tener por interpuesto recurso de nulidad en contra


de la sentencia dictada con fecha 17 de junio de 2019, ya individualizada, acogerlo
a tramitación, concederlo para ante la Ilustrísima Corte de Apelaciones de San
Miguel, elevando el presente recurso y los antecedentes pertinentes a fin de que
dicho Tribunal, conociendo del mismo, lo acoja por la causal invocada de acuerdo
a lo solicitado en la petición concreta contenida en esta presentación, y de acuerdo
a lo prescrito en el art. 386 del mismo Código, en caso de acogerla, se sirva declarar
la nulidad del juicio y de la sentencia, determinado el estado en que debe quedar el
procedimiento, ordenando la remisión de los autos al tribunal no inhabilitado para
que este disponga la realización de un nuevo juicio oral.

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