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Método1
Desarrollar un programa de entrenamiento
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Buscar amigos con quienes entrenar puede ayudarte a ceñirte a un
plan. Tyler Courville, corredor ultra y de montaña, dice: "Me gusta mucho
encontrar personas con quienes correr. Así no solo tienes alguien a quien rendir
cuentas sino que también tienes algo que anhelar. Es mucho mejor que tener
una lista de verificación en tu refrigerador porque hay una persona del otro lado".
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Consejos para evitar lesionarte: usa zapatillas para correr que te queden bien
y calcetines cómodos. No corras ni ejercites el mismo grupo muscular dos días
seguidos. Siempre debes escuchar a tu cuerpo y no tratar de exigirte a pesar del
dolor.
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la semana 13. Reduce el ritmo durante las semanas 14 y 15 y luego realiza 1 o
2 carreras ligeras de entre 15 y 30 minutos en la semana 16.
Por ejemplo, en caso de que tu máxima carrera durante tus días largos
haya sido de 35 km (22 millas) en la semana 13, debes correr 24 km (15
millas) durante tu día largo en la semana 14 y 16 km (10 millas) en la
semana 15.
Evita correr el día anterior a la carrera, y no olvides que tus carreras deben
mantenerse ligeras durante la semana 16.
Método2
Alimentar a tu cuerpo
Reabastécete con un bocadillo o comida saludables en el espacio de 15
minutos después de una carrera. Debes comer justo después de terminar la
carrera para así fomentar la recuperación de los músculos. Esto aplica no solo
para las sesiones de entrenamiento sino también para la gran carrera. Opta por
alimentos ricos en carbohidratos o proteínas (por ejemplo, las frutas, el yogur, el
pan integral, el arroz integral, las legumbres, las aves de corral y el pescado).
Nunca deben pasar más de 90 minutos después de una carrera sin que
hayas comido.
Tus músculos se reabastecerán con mayor eficiencia poco después de la
actividad ardua.
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Consume entre 110 y 170 g (4 a 6 onzas) de proteína al día. Debes optar por
fuentes de proteínas magras (por ejemplo, las aves de corral, el pescado y las
legumbres). Como regla general, los corredores deben consumir alrededor de
1,5 g de proteína por cada kilo de peso corporal (o alrededor de 0,7 g por libra).
Por ejemplo, si un corredor pesa 77 kg (170 libras), necesitaría
aproximadamente 120 g (4 onzas) de proteína al día. Podría satisfacer esta
necesidad diaria con una porción de 170 g (6 onzas) de pechuga de pollo,
un filete de salmón de 140 g (5 onzas), 1 taza (170 g) de semillas de soya
al vapor y 2 huevos grandes.
Un error común entre los corredores es pasar por alto los requisitos de
proteína. Esta es necesaria para la fortaleza y la durabilidad de los
músculos. Asimismo, muchos de los alimentos ricos en proteína contienen
hierro, y un consumo muy bajo de hierro ocasiona fatiga muscular.
Haz una comida saludable y bebe 2 vasos (470 ml) de líquido antes de la
carrera. Hidrata tu cuerpo el día de la carrera bebiendo 2 vasos (470 ml) de agua
o una bebida isotónica 2 horas antes de cuando vaya a empezar la carrera. Una
hora antes, haz una comida de 300 calorías rica en carbohidratos y de bajo
contenido de grasa para así incrementar tus reservas de energía.[15]
Por ejemplo, puedes consumir un bagel integral con mantequilla de maní y un
plátano o pasta con pollo y calabacines.
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Ten cuidado de no consumir alimentos que podrían ocasionarte malestar
estomacal.
Por ejemplo, en caso de que los productos lácteos te causen problemas, debes
evitar el yogur, la leche o el queso el día de la carrera.
Método3
Correr una carrera con éxito
Duerme mucho la semana del maratón. Haz tu mejor esfuerzo por dormir entre
7 y 9 horas al día, como mínimo, en los días anteriores a la carrera. Es posible
que sientas ansiedad o entusiasmo la noche anterior a la carrera y te cueste
trabajo dormir pero, si duermes bastante en los días anteriores, una noche sin
dormir antes de la carrera no te afectará tanto.
Adjudica entre 1 y 2 horas antes de irte a dormir para llevar a cabo una
actividad relajante (por ejemplo, leer o escuchar música relajante). Haz tu
mejor esfuerzo para no pensar en la carrera, tus responsabilidades
cotidianas y cualquier otra fuente de ansiedad.
Tu habitación debe permanecer tranquila y oscura y, de ser posible,
configura la temperatura a alrededor de 20 °C (68 °F).
Evita beber cafeína por las noches y hacer una comida pesada en el
espacio de 3 a 4 horas antes de irte a dormir.
Antes de irte a la cama, debes consumir un bocadillo saludable lleno de
carbohidratos complejos (por ejemplo, galletas integrales con queso, cereal
integral o un plátano).
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lugares designados en caso de que necesites cambiarte de ropa o de
calcetines con rapidez.
Controla tu ritmo, sobre todo durante los primeros 16 km (10 millas). El día
de la carrera, tu nivel de adrenalina alcanzará su punto máximo, y este subidón
puede ocasionar que te esfuerces demasiado al principio. Si bien debes usar tu
entusiasmo para mantenerte motivado, también debes mantenerlo bajo control.
Permanece consciente de tu ritmo, revisa tu frecuencia cardiaca y contente
durante la primera mitad de la carrera para así conservar energía.
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Durante el entrenamiento, podrás hacerte una idea del tiempo durante el
cual puedas permanecer de pie y el ritmo que debas mantener para poder
permanecer en la carrera. Monitorea de cerca los minutos que te tome
correr un kilómetro o milla para poder permanecer encaminado.
En el caso de un corredor promedio cuyo objetivo sea terminar en 4 horas,
debe apuntar a un ritmo de 5 minutos y 16 segundos (8:30 por milla) en la
primera mitad del maratón.
Reduce el ritmo cerca del final de la carrera para no agotarte. Haz el intento
de mantener tu ritmo o reducirlo un poco hasta el kilómetro 32 (milla 20). Luego,
redúcelo entre 30 segundos y 1 minuto para terminar con el último tramo. Por
ejemplo, en caso de que tu objetivo sea un tiempo de 4 horas, puedes hacer el
intento de correr a 5 minutos y 54 segundos por kilómetro (9:30 por milla) a partir
del kilómetro 32 (milla 20) hasta la meta.
Asimismo, ten cuidado de haberte abastecido de barras o geles energéticos
para la mitad de la carrera. Si no comes nada hasta el kilómetro 29 (milla
18), tendrás un bajón para el kilómetro 32 (milla 20).
Consejos
Debes conocer lo mejor posible el recorrido por el cual vayas a correr,
incluyendo la cantidad de colinas que haya, su extensión y qué tan
empinadas sean. Esto te permitirá asegurarte de entrenar de la forma
correcta.
Siempre debes cambiar tus zapatillas para correr después de haber
recorrido 800 km (500 millas) con ellas. Ten cuidado de haber ablandado
tus zapatos para el día de la carrera, ya que nunca debes correr una carrera
con zapatos nuevos.
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Averigua de antemano si es que será necesario que un amigo o un pariente
te sujete las llaves de tu auto y otras pertenencias en tanto estés corriendo.
Puedes ayudar a mantenerte motivado durante el entrenamiento si corres
con tus amigos o te unes a un club de corredores.
Durante las carreras de larga distancia, las bebidas isotónicas reemplazan
las sales que se pierden en el sudor y te hidratarán con mayor eficacia que
el agua.
Averigua de antemano el tipo de comida y bebida que habrá a tu disposición
durante el recorrido. Quizás sea necesario que lleves tus propias barras o
geles energéticos, aunque es probable que la carrera les brinde agua o
bebidas isotónicas.
Puedes frotarte los muslos, el pecho y las axilas con vaselina como una
forma de evitar la irritación.
Cuando termines el maratón, no olvides consumir un bocadillo o una
comida ricos en carbohidratos y proteínas en el espacio de entre 15 y 30
minutos.
Advertencias
Nunca debes ignorar el dolor, la inflamación, el enrojecimiento o cualquier
otro síntoma de lesión ni tratar de exigirte a pesar de ellos. Si quieres evitar
las complicaciones o una lesión crónica, debes consultar de inmediato con
un doctor en caso de que experimentes algún síntoma que sea
preocupante.[31]
No olvides desarrollar tu resistencia de manera gradual. En caso de que no
estés acostumbrado a la actividad ardua o a las carreras de larga distancia,
debes consultarlo con tu doctor antes de comenzar con el entrenamiento.