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“Año de la lucha contra la corrupción e impunidad”

UNIVERSIDAD SAN PEDRO

Escuela:
Ingeniería Civil
Ciclo:
VII-A
Curso:
Geología Aplicada
Estudiante:
Huanca Silva Carlos
Docente:
Ing. Edgar Espíritu Colchado
Fecha de Entrega:
05/05/2019

2019
Chimbote – Santa
Tipo de Suelos
1. Suelos Calcáreos

Los suelos calcáreos contienen frecuentemente más de 15% de CaCO3 en el suelo


que pueden ocurrir en distintas formas (pulverulento, nódulos, costras etc.). Los
suelos con un alto contenido de CaCO3 pertenecen al grupo de Suelos de Referencia
(WRB) Calcisoles y a otros subgrupos cálcicos relacionados. Se encuentran en las
zonas áridas de la tierra.

La productividad potencial de los suelos calcáreos es alta cuando el agua y nutrientes


se encuentran disponibles en cantidades adecuadas. La saturación elevada del
calcio tiende a mantener los suelos calcáreos en formas bien agregadas y buenas
condiciones físicas. Sin embargo, cuando los suelos contienen un piso de arado
impermeable (horizonte petrocálcico) se debe implementar el laboreo profundo para
romper la capa siguiendo con la instalación de un sistema eficiente de drenaje.

Los suelos calcáreos sufren con frecuencia de la deficiencia de micronutrientes,


especialmente el cinc y el hierro. La deficiencia del cinc es más pronunciada en los
cultivos, especialmente intensivos y de alto rendimiento de maíz.

2. Suelos Silíceos

Los suelos silicios o con contenido de silicio, son aquellos que tienen cristales
traslúcidos. Las rocas de sílice se caracterizan por ser cristalinas y muy duras (de
hecho, están abajo del diamante por su dureza).

Se encuentran en suelos que son producto de afloramiento de roca ígnea que apare
en la superficie en forma lenta, por lo general tierra dentro, ya que cercas o en la
costa la roca magmática se enfrío muy rápidamente como el basalto.

3. Suelos Arcillosos

Se denominan suelos “pesados” o fuertes y es aquel en el que predomina la arcilla


(por silicato de aluminio hidratado), sobre otras partículas de otros tamaños. La
arcilla es un conjunto de partículas minerales muy pequeñas, de menos de 0,001
mm. de diámetro, en contraposición a otras partículas más grandes como son el limo
y la arena, por orden de tamaño, de menor a mayor

Presentan baja permeabilidad al agua y elevada retención al agua y de


nutrientes Están formados por granos finos de color amarillento y retienen el agua
formando charcos. Si se mezclan con humus pueden ser buenos para cultivar.

Un suelo arcilloso tendrá también parte de limo y de arena, no hay dos suelos iguales,
es decir; tienen las mismas características en lo referente a la pesadez, a la
impermeabilidad en el mismo grado y a la dureza al secarse, pero sí suelen tener
un mal drenaje.
Esto se transforma en un serio problema en las zonas bajas, que es donde se
acumula más agua. Esto es perjudicial para cuando queramos usarlo para el cultivo,
pues la mayoría de las plantas se pudren en estas condiciones, es por eso que hay
que controlar el riego, para que no se encharquen. Pero más adelante hablaremos
sobre esto mismo que os adelanto.

Los expertos de Grupo SACSA saben que el suelo arcilloso que se compacta
demasiado puede requerir un largo tiempo para restaurarlo a una buena estructura
de suelo, pues la calidad húmeda inherente del suelo arcilloso requiere la adición de
grandes cantidades de materia orgánica tal como materiales de plantas verdes,
excrementos de animales, moho de hojas y compost para mejorar su estructura.

4. Suelos Salinos

Los suelos afectados por salinidad tienen una concentración de sales más solubles
que carbonato de calcio y yeso afectando el crecimiento de las plantas. La
mayoría de los suelos afectados por elevadas concentraciones de sales se clasifican
como Solonchakz y presentan una Conductividad Eléctrica superior a 4 Ohm/cm. La
presencia de las sales afecta la asimilación de nutrientes por las plantas y la
actividad microbiana del suelo. La salinidad tiende también afectar otro tipo de
suelos, pero en menor medida y puede llevar al reconocimiento de fases salinas
cuyas también merecen llamar la atención cuando se encuentran bajo cultivos
sensibles por la salinidad (espinacas).

Para prevenir la acumulación excesiva de sales en la zona radicular, el agua del riego
o de la lluvia debe ser aplicada en exceso superando el nivel de evaporación
necesario para el cultivo. La lixiviación se puede programar para preceder las
fases críticas del crecimiento en donde el estrés se puede prevenir. En las épocas
secas se puede programar mediante el riego. La lixiviación se torna eficaz en tiempos
cuando lo requerimientos de evapotranspiración son más bajos, por ejemplo, en la
noche, cuando la humedad esté elevada y en climas fríos o fuera de la temporada de
cultivo.

La lixiviación es eficaz cuando el agua de drenaje salinas descarga mediante


drenes subterráneos que transportan los sales precipitados fuera del área de
rehabilitación (aunque uno debe evitar la contaminación de otras zonas de cultivo
localizadas al pie de la ladera).

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