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Todo por un Rolex,

por Edhin Campos


Barranzuela
POR
EDHIN CAMPOS BARRANZUELA
-
SEPTIEMBRE 3, 2019

Alarma, zozobra y terror viene causando en la ciudadanía la incesante ola


delincuencial que se vive. Las estadísticas dan cuenta que en forma
mensual se cometen cerca de 36 000 ilícitos penales, sin contar, desde
luego, las denuncias que se realizan en sede policial.

El problema se agudiza ya que diferentes sectores académicos,


empresariales, políticos e ideológicos vienen precisando que el país se
encuentra secuestrado por la delincuencia debido a que el principal
problema que tiene el Perú no es el reordenamiento de los mercados, el
recojo de basura, ni el tránsito vehicular, sino la inseguridad ciudadana.
No está de más indicar que es necesario también atender de manera
prioritaria otros sectores (salud, educación, justicia, energía,
reconstrucción y reactivación de la economía); sin embargo,
consideramos que la inseguridad ciudadana merece una prioridad por
parte de todos los sectores comprometidos para prevenir, investigar,
juzgar y sancionar a la delincuencia en todas sus modalidades.

Para nadie es novedad que, amén de los problemas mencionados se


agrega uno más, y es el relacionado a la migración venezolana que está
afectando seguridad ciudadana y esto se ha podido apreciar en que
tienen métodos más radicales y no tienen escrúpulos ni piedad con sus
víctimas[2]

Según fuentes de la Policía Nacional, los facinerosos son parte de la


presunta organización criminal “Los Malditos Relojeros”, integrada por
ciudadanos venezolanos y dedicados a sustraer relojes de alta gama
para luego venderlos en el mercado negro. Así, dan cuenta los medios de
comunicación que la Policía Nacional capturó a nueve miembros de esa
peligrosa organización, pero aún hay cuatro extranjeros que se
encuentran libres y están en pleno proceso de identificación.

Se tomó conocimiento que los presuntos delincuentes realizan todo un


trabajo de reglaje en el aeropuerto, así como en lugares exclusivos,
debido a la gran concentración de extranjeros y empresarios. Esto, con la
finalidad de sustraer relojes de cotizada marca, ya que un reloj marca
Rolex puede llegar a costar desde veinte mil hasta cien mil dólares
americanos.

De la misma forma, según lo ha manifestado el coronel de la Policía


Nacional, Juan Olivera García, una de las modalidades de la delincuencia
que se ha incrementado en los últimos años es el uso de motos lineales y
son estos vehículos menores los que se han convertido en los favoritos
de los criminales.

Estos motorizados van a una velocidad que fluctúa entre 120 a 150
kilómetros por hora y en la congestión de Lima pueden emprender sus
huidas y salir victoriosos. Los distritos en los que más se registran robos
son Villa El Salvador, San Juan de Miraflores, Ate, San Juan de
Lurigancho, Los Olivos, Comas y el Callao respectivamente.

Para nadie es una novedad que uno de los principales problemas que
tenemos es la inseguridad ciudadana. La delincuencia ha llegado a tocar
fondo y nos encontramos secuestrados por ella debido a que al mes
ocurren un promedio de 36 000 delitos. De acuerdo con la Dirección de
Tecnología de la Información y Comunicación de la Policía Nacional
cerca de cincuenta personas son víctimas de la comisión de un delito
cada minuto.

Arrebatos y raqueteros al paso, robo de celulares, carteristas, robo de


autopartes, asaltos en viviendas, centros comerciales y atracos. En suma,
delitos contra el patrimonio en sus diversas modalidades que se cometen
a vista y paciencia de nuestras autoridades.

De la misma forma, tenemos que agregarle los delitos de feminicidio,


violación sexual de menores, acoso y explotación sexual, contra la
administración pública, extorsión y sicariato, usurpación de tierras, tráfico
ilícito de drogas, homicidios, lesiones graves, minería ilegal, tala ilegal de
árboles, omisión a la asistencia familiar, entre otros delitos.

De acuerdo a lo que se reporta, la delincuencia crece de manera


alarmante y nada parece detenerla pese al esfuerzo de algunas
autoridades el problema se incrementa, pues solo el año pasado se
reportaron en todo el territorio patrio un total de 422,010 denuncias en las
diversas comisarías de todo el Perú por la comisión de diferentes ilícitos
penales.

Conforme a lo precisado por el Diario Uno, Lima concentra el 50% de la


comisión de diversos delitos registrados y denunciados ante la Policía
Nacional y Serenazgo; también es una verdad que la inseguridad
ciudadana se agrava en las principales capitales de los departamentos:
Trujillo, Chiclayo, Piura, Cuzco y Arequipa.

Cifras del Banco Interamericano de Desarrollo revelan que a nivel


económico el costo de la inseguridad ciudadana ha sido cuantificada
solo en el año 2016 en US$10,325 millones de dólares, lo que resulta un
equivalente al 2.77 del Producto Bruto Interno, monto que desde luego
supera el presupuesto destinado a la Educación.

En ese sentido, hace falta liderazgo para emprender la lucha contra


delincuencia en todas sus modalidades, puesto que, no solamente el
trabajo debe estar enfocado en la lucha contra la corrupción que,
ciertamente es muy bueno. Además, la delincuencia, es un mal endémico
como la corrupción que hay que combatir desde todos los frentes,
también se debe dar prioridad y trabajar con firmeza para prevenir,
investigar, juzgar y sancionar a la delincuencia en todas sus modalidades.

Cabe decir que, la Encuesta Nacional del Programa Presupuestal del


Instituto Nacional de Estadística e Informática, precisa que los hechos
delictivos cometidos con armas de fuego se han incrementado de 5.9%
en el año 2011 a 9.2% en el año 2018, mientras que el porcentaje de
hogares en cuya zona o barrio se ha adoptado alguna medida de
seguridad para prevenir la delincuencia, ha pasado de 27.1% en el 2014 a
29.6% en el 2018.

Así mismo, el Diario Expreso[3] precisó que la Contraloría General de la


República en su operativo “Seguridad Ciudadana 2019”, identificó que el
29.8% de comisarías a nivel nacional no ejecutarían el Servicio de
Patrullaje Integrado con la municipalidad de su jurisdicción lo cual
afectaría el alcance e impacto de las actividades de patrullaje que de
forma independiente realizan ambas entidades.

También, según refiere El Matutino, el 55.1% de las comisarías a nivel


nacional no contarían con un “Plan de Patrullaje Integrado” para el año
2019, situación que denotaría la ausencia de acciones articuladas e
integradas entre las comisarías y las municipalidades, también la posible
subutilización de los recursos no dinerarios que deben destinarse para
fines de seguridad ciudadana.

Se debe agregar también que, los efectivos policiales que realizan


patrullaje motorizado y a pie no contarían con el equipamiento completo
que requiere la ejecución de dicha actividad, lo cual afectaría la eficacia
del servicio a la ciudadanía y la integridad física de los propios policías.
Por otro lado, el 39.9% de los vehículos motorizados que se destinan al
patrullaje se encuentran inoperativos, situación que afecta la cobertura
del servicio de patrullaje, la percepción de inseguridad entre los
ciudadanos de la jurisdicción de las diversas comisaría del país.

En tal sentido la inseguridad ciudadana en el Perú, constituye uno de los


problemas más grandes que tiene el país, sumada a la migración
venezolana con el arrebato de los relojes Rolex y para su cometido no
existe miramientos a su víctima, toda vez que si opone resistencia
atentan contra su propia vida.

En consecuencia, urge replantear una verdadera Política Criminal del


Estado para prevenir, investigar, juzgar y sancionar con todo el peso de la
ley contra aquellas personas que cometen delitos graves y que atentan
contra la propia seguridad ciudadana, además se tiene que articular con
todos los sectores públicos y privados para dicho cometido, puesto que,
estamos comprometidos para luchar contra este flagelo y para ello
también apremia replantear políticas de Estado de igualdad de
oportunidades y fomentar una verdadera política cultural, educativa,
deportiva para nuestros jóvenes que son la reserva moral y laboral del
país. Se corre traslado.

[1] Juez Superior Titular de la Sala Penal Nacional, Phd en Ciencias


Legales por la Atlantic International University, Doctor en Derecho y
Educación, Magíster en Ciencias Penales, Licenciado en Ciencias de la
Educación, Licenciado en Comunicación Social, Docente Universitario y
de la Academia de la Magistratura.

[2] Diario Expreso. Edición del día del dos de septiembre del 2019,.

[3] Idem.

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