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UNIVERSIDAD NACIONAL MAYOR DE SAN

MARCOS

(Decana de América)

FACULTAD DE PSICOLOGÍA
E.A.P. PSICOLOGÍA

COMPARACIÓN DEL NIVEL DE TENDENCIA SUICIDA DE LOS ALUMNOS


DE PSICOLOGÍA GENERAL DEL CURSO DE PSICOLOGÍA EVOLUTIVA I Y
LOS ALUMNOS DE INGENIERÍA ELECTRÓNICA DEL CURSO DE
CIRCUITOS ELECTRÓNICOS I , DEL CICLO 2017 II DE LA UNIVERSIDAD
NACIONAL MAYOR DE SAN MARCOS.

Sologorri Laguna Fiorella Alessandra


Valenzuela Castro Maricarmen

Curso: Estadística Inferencial


Profesora: Gregoria Ramón

LIMA – PERÚ

2017

1
ÍNDICE

INTRODUCCIÓN

CAPÍTULO I: MARCO TEÓRICO-CONCEPTUAL

1. Antecedentes y definición del concepto de suicidio.

1.1 Tipos de suicidio

2. Teorías sobre el suicidio.

2.1. Modelos biológicos.

2.2. Modelos psicológicos.

2.3. Modelos psicosociales.

3. Historia del suicidio

3.1 Vista general del suicidio en la historia universal.

3.2 El suicidio en el Perú

4. Factores de riesgo.

4.1 Factores de riesgo individuales.

4.2 Factores de riesgos familiares y contextuales.

4.3 Otros factores de riesgo.

5. Prevención del suicidio

CAPÍTULO II: TRABAJO DE INVESTIGACIÓN

1. Tipo de estudio
2. Objetivo de investigación
3. Instrumento
4. Hipótesis
5. Población
6. Muestra
7. Resultados
CONCLUSIONES
REFERENCIAS
ANEXOS
INTRODUCCIÓN

Como reconoce la Organización Mundial de la Salud, el suicidio es un problema


mayor de salud pública. En nuestro país, la tasa de suicidio, tradicionalmente baja, se
incrementa con el paso del tiempo.

El suicidio lo podemos definir como un acto de resultados letales, esperando algún


cambio en el entorno y del cual el sujeto puede o no ser consciente de los resultados
mortales que presenta este acto.

La presente monografía está organizada en dos secciones, en la primera se plantea


el marco teórico conceptual, donde se busca dar a conocer datos e información relevante
acerca del suicidio; en la segunda sección, se da a conocer toda la información acerca del
trabajo de investigación realizado con el fin de corroborar un mayor nivel de tendencia
suicida en los estudiantes de la facultad de Psicología en comparación de los estudiantes
de la Facultad de Ingeniería Electrónica y Eléctrica, finalizando con la presentación de la
conclusiones del presente trabajo.
CAPÍTULO I

MARCO TEÓRICO CONCEPTUAL

1. ANTECEDENTES Y DEFINICIÓN DE SUICIDIO.

La palabra “suicidio” fue utilizada por primera vez por el abate Prévost1 en 1734.
La retomaron posteriormente los enciclopedistas, pero hubo que esperar hasta el siglo
XIX, ávido de conocimientos científicos, para abordar verdaderamente su estudio. Desde
esa época iban a oponerse dos escuelas, cada una proponiendo su tesis sobre la
determinación de suicidarse: una psiquiátrica, que busca un principio de explicación
dentro del individuo; la otra, sociológica, que lo busca en el entorno social.

El fundador de la doctrina psiquiátrica, Esquirol, en 1838, al argumentar la


frecuencia de la reacción suicida en el estudio de la patología mental entonces naciente, la
ubica como un síntoma psicópata: “No existe ningún individuo por el que no haya
cruzado la idea del suicidio, y hasta el deseo de precipitarse al vacío al encontrarse en un
lugar elevado, o bien de ahogarse al pasar sobre un puente. El hombre atenta contra su
vida solo en el delirio y todos los suicidas están alienados” (Esquirol).

En cambio para Durkheim2 (1897) y “para la escuela sociológica, que basaron su


interpretación en un estudio estadístico sistemática, el suicidio representa un fenómeno
constante que no pueden explicar los actos individuales; también es el resultado de un
condicionamiento de conjunto: influencias familiares, sociales, religiosas, etc.

Es así como nace la Teoría psicológica del suicidio que, al utilizar


simultáneamente los métodos estadísticos y psicopatológicos, enfrenta al suicida bajo su
aspecto físico, psíquico y social.

La palabra “suicidio” deriva del latín y se compone de dos términos: sui, de sí


mismo, y caedere, de matar; por lo que se infiere que su principal interpretación es: la

1
La palabra suicidio tenía su origen en al avatePrévost (1734); sin embargo, fue retomada por el
avateDesfontaines (1737) y luego fue incluida en la Academia Francesa de la Lengua en 1762.
2
Durkheim, E. (1965). El suicidio (Lucila Gibaja, trad.). Buenos Aires: Schapire. (Obra original
publicada en 1897).
acción de matarse a sí mismo. Sin embargo, a partir de los estudios llevados a cabo desde
fines del siglo XIX, han empezado a surgir algunas definiciones, entre las cuales
tenemos:

Durkheim, a través de su obra El suicidio publicado en 1897, lo definió como


“todo caso de muerte que resulta directa o indirectamente de un acto, positivo o negativo,
cometido por la víctima, a sabiendas que va a producir dicho resultado”. Él estimaba
necesario no ver al suicidio como un caso aislado y examinado de manera independiente;
sino más bien comprender que “algunos factores determinantes pueden llevar al suicidio
y que no son de origen clínico… el suicidio tiene una presencia social no identificada
hasta el momento”3. (Fernando Quiltanar4, 2007).

Partiendo de otra conceptualización, tenemos la realizada por la Organización


Mundial de la Salud (OMS) en el año 1976, que definió al suicidio como “un acto con
resultado letal, deliberadamente iniciado y realizado por el sujeto, sabiendo o esperando
su resultado letal y a través del cual pretende obtener los cambios deseados”. Cuando se
menciona que el sujeto pretende obtener los cambios deseados, se hace referencia al
hecho, que partiendo de la premisa que un suicida se siente abrumado por sus problemas,
busca acabar con su sufrimiento y crisis existencial, lográndolo a través del suicidio
consumado.

En la actualidad, la mayoría de investigadores comprenden al suicidio como un


proceso, una secuencia progresiva, basado en las características rasgo-estado de la
personalidad del sujeto y su interacción con el medio ambiente. El proceso suicida se
inicia en el momento en que comienzan los pensamientos sobre cómo quitarse la vida,
pasa por la realización de los primeros intentos suicidas, con un incremento gradual de la
letalidad del intento, hasta lograrlo; es decir, la suicidalidad, que comprende las ideas y

3
En el siglo XIX se solía interpretar al suicidio como un problema mental e individual; sin
embargo, a partir del siglo XX, se ha comprendido que el suicidio es consecuencia de una serie de
factores sociales, demográficos, ambientales, económicos, psicológicos, históricos e incluso
filosóficos; refutando de esta manera su carácter únicamente individual y resaltando la influencia
social.
4
Quiltanar, F. (2007). Comportamiento suicida. México D.F.: Pax México.
deseos suicidas o ideación suicida, las conductas suicidas sin resultado de muerte o
intentos suicidas y los suicidios consumados.

1.1 Tipos de suicidio.

El suicidio es ante todo un hecho social y sus causas son antes sociales que
individuales o netamente psicológicas. Durkheim no sólo estudia las diferencias
según religión sino según matrimonio, hijos, grupos profesionales, género, edad,
grupos políticos, tipo de sociedad o de medio social, etc. Ello le permite ver las
diferentes causas sociales del suicidio, que son las determinantes, y establecer para
cada tipo de causa un tipo de suicidio diferente. Durkheim distingue cuatro tipos de
suicidio:
El suicidio egoísta tiene lugar cuando los vínculos sociales son demasiado
débiles para comprometer al suicida con su propia vida. En ausencia de la
integración de la sociedad, el suicida queda libre para llevar a cabo su voluntad de
suicidarse. Su excesivo individualismo, producto de la desintegración social, no le
permite realizarse en cuanto individuo social que es, lo tiene insatisfecho y, puesto
que para él la finalidad de la vida sólo puede estar en la propia persona, como ésta no
le alcanza, tiende a perder el sentido de la vida y a despreciarla. Esta forma de
suicidio suele darse más en las sociedades modernas, en las que la dependencia de la
familia y de la religión es menor que en las tradicionales.

El suicidio altruista es el causado por una baja importancia de la


individualidad. Es el tipo exactamente opuesto al egoísta o individualista. Durkheim
pone el ejemplo de muchos pueblos primitivos, entre quienes llegó a ser moralmente
obligatorio el suicidio de los ancianos cuando ya no podían valerse por sí mismos.
En las sociedades tribales también es común que las viudas tengan el deber moral de
matarse cuando mueren sus esposos, lo mismo que los sirvientes o fieles de un jefe,
príncipe o rey cuando éste muere. El ejemplo moderno es el ejército. Durkheim
destaca que en los países donde los civiles se suicidan más (por el suicidio egoísta),
en el ejército se suicidan menos, y viceversa, debido a las causas diametralmente
opuestas de ambos tipos de suicidio.
El suicidio anómico es aquel que se da en sociedades cuyas instituciones y
cuyos lazos de convivencia se hallan en situación de desintegración o de anomia. En
las sociedades donde los límites sociales y naturales son más flexibles, sucede este
tipo de suicidios. Por ejemplo, en los países donde el matrimonio tiene un peso
menor, por la existencia del divorcio, el suicidio es mayor. Es el suicidio de las
sociedades en transición. Otros ejemplos son los del comercio y la industria, donde el
cambio (y por lo tanto, también el suicidio anómico) es crónico.

El suicidio fatalista, que se produce allí donde las reglas a las que están
sometidos los individuos son demasiado férreas, de modo que éstos conciben y
concretan la posibilidad de abandonar la situación en la que se hallan. Es el tipo
exactamente opuesto al anómico. Las sociedades esclavistas serían ejemplos de
medios en los que se da este suicidio.

2. TEORÍAS SOBRE EL SUICIDIO.


2.1. Modelos biológicos.
Las teorías biológico-genetistas, como (Bobes García, 1994) plantean que
si existe una herencia específica al desarrollo de determinadas enfermedades
mentales que puedan llevar al suicidio. Incluso también han llegado a preguntarse si
la propia inclinación suicida está ya escrita en la dotación genética de algunas
personas. Aun cuando los resultados experimentales no son concluyentes, diversos
estudios bioquímicos demuestran que un número considerable de las personas que
se suicidan tienen marcados desequilibrios en ciertas sustancias presentes a nivel
cerebral –los neurotransmisores- y que tienen que ver con el estado de ánimo del
sujeto. Para los interesados, y como ejemplo, una disminución del metabolito
principal de la degradación de la serotonina a nivel sináptico muy probablemente
esté en relación con el padecimiento de un cuadro depresivo.

2.2. Modelos psicológicos.


2.2.1.- Teoría cognitivo-conductual

Según Freeman y Reinecke (1995), la estructura comienza a edificarse ya


en los primeros años de vida a manera de pilares sobre los cuales se construye toda
la estructura cognitiva de la persona. Son los denominados esquemas cognitivos.
Los esquemas cognitivos son estructuras cognitivas inconscientes que se encargan
de sostener todo el sistema de valores de la persona y son capaces de provocar todo
un repertorio de pensamientos automáticos. Para que lo entendamos de una manera
más sencilla, los esquemas cognitivos son las reglas y presunciones no manifiestas
con las que vivimos y que nos ayudan a evaluar con efectividad todas las
circunstancias que nos rodean, que se establecen en la primera infancia
fundamentalmente por la interrelación con las figuras referenciales (generalmente
los padres o personas significativas) y que se definen y consolidan mediante nuestra
propia experiencia lo largo de la vida. Respecto a las conductas suicidas, los
esquemas suelen centrarse en temas específicos de vulnerabilidad ante la pérdida y
el abandono. Estos esquemas pueden permanecer latentes durante mucho tiempo en
el individuo, sin manifestarse, pero pueden ser activados por diferentes estresores,
por ejemplo ante una pérdida. Por lo tanto, el suicida suele caracterizarse por
manifestar una rigidez cognitiva que le impide generar y evaluar soluciones o
perspectivas alternativas y diferentes a sus propios esquemas. No es de extrañar que
este individuo contemple el suicidio como única salida posible.

2.2.2.- Teoría psicodinámica

Freud colocó en el interior del alma humana el problema del suicidio. En


Duelo y melancolía (1917) considera los impulsos hacia el suicidio como impulsos
homicidas, orientados anteriormente hacia otras personas, dirigidos hacia el objeto
amado previamente introyectado. Para esta persona la muerte es contemplada
como una liberación de los conflictos que le rodean y que le impiden ser feliz. No
es la solución ideal, pero es solución al fin y al cabo ante determinados deseos que
no puede satisfacer ni restaurar (muerte de un ser querido, rupturas afectivas, etc.).
Estos deseos insatisfechos generan en el individuo una serie de sentimientos
negativos de odio, rencor, agresividad, hacia sí mismo y hacia los demás, que no es
capaz de expresar y canalizar adecuadamente. Morir es menos doloroso que seguir
viviendo. Y la propia muerte es una forma de autocastigo y una forma de castigar a
los demás.

2.3. Modelos psicosociales.

En ellas tenemos la Teoría sociocultural que vendría representada por la


obra Suicide de Durkheim (1982), que recibe la influencia del pensamiento europeo
predominante de la época (Quatelet, 1842; Buckle, 1850). Durkheim considera que
los hechos sociales deben ser estudiados como cosas, es decir, como realidades
exteriores al individuo. De esta forma la tasa de suicidio no puede ser explicada por
motivaciones individuales. Es decir, no son los individuos los que se suicidan, sino
la misma sociedad a través de ciertos individuos. Hipotetiza que todos los suicidios
resultan de perturbaciones en la relación entre el individuo y la sociedad, y en base
a ello establece cuatro formas de suicidio: el egoísta, el altruista, el anómico y el
fatalista.

3. HISTORIA DEL SUICIDIO.

3.1 Vista general del suicidio en la historia universal.

Si bien es cierto el suicidio ha sido un fenómeno universal presente en todas las


épocas y culturas; la actitud de las sociedades ha sido diferente dependiendo de las
influencias religiosas, filosóficas, culturales, sociopolíticas, y sobre todo de las ideas
sobre la muerte y el más allá. El suicidio es un fenómeno tan antiguo como la propia
historia de la humanidad.

En la India, desde la antigüedad y bajo la influencia del brahmanismo, los sabios


en su búsqueda del Nirvana (estado mental de paz completa) se suicidaban
frecuentemente en el transcurso de fiestas religiosas.

En Japón, el concepto de honor incitaba a los nobles a hacerse el hara-kiri.


Durante el culto, algunos creyentes se suicidaban con el objetivo de alcanzar a sus
divinidades.
En la Grecia clásica, el suicidio fue un hecho común entre los filósofos. Por
ejemplo, el suicidio de Anaxágoras tras ser injustamente encarcelado o el suicidio de su
discípulo Sócrates, que al haber sido condenado a muerte, bebió serenamente la cicuta.

En Roma, el suicidio de esclavos era frecuente, pero estaba prohibido; a los


rescatados se les castigaba severamente.

En la Edad Media, el derecho canónico condenaba el suicidio en toda la


cristiandad. A los que se suicidaban se les negaba la cristiana sepultura.

En el siglo XVII la represión fue enérgica; al suicidio se le consideraba como un


crimen de lesa majestad, divina y humana.

Se podría afirmar que “hasta el siglo XVII la legislación civil de casi todos los
países conminaba el suicidio con las más graves y deshonrosas penas, que casi siempre
alcanzaban a los familiares del suicida” (Pierre Morron5, 1992).

En el siglo XVIII las nuevas ideas ponen en boga el suicidio. Por ejemplo, para
Alembert y Diderot el suicidio era una prueba de libertad individual. Sin embargo, en el
año 1774, tras la aparición de la obra de Goethe: “las cuitas del joven Werther”, se
comienza a producir ciertas epidemias entre los suicidios románticos.

En el siglo XIX la cantidad de suicidios aumentó mucho. Las causas de dicho


aumento se le atribuyen a las transformaciones de los factores sociales (económicas,
políticas y humanas) que predominaron en dicha época. Sin embargo, no se deja de
mencionar a la influencia que tuvo la corriente Existencialista, la cual tiene una
concepción del mundo de desgracia. En esta se intenta desvelar constantemente los
grandes problemas humanos, como la personalidad del hombre singular, del sentido de la
vida y de la muerte.

Esta breve explicación del suicidio a través de los años nos ofrece una diversidad
de conceptos y, de entrada, nos muestra la universalidad de la idea del suicidio en la
historia, los países y las sociedades. Además nos muestra los lazos que mantienen el

5
Moron, P. (1992). El suicidio. México D.F.: Cruz O.
comportamiento suicida con las religiones, la filosofía, la literatura, el clima socio-
cultural y la época.

3.2. Historia del suicidio en el Perú.

No existen datos que soporten una visión histórica respecto al suicidio en el Perú;
sin embargo, existen ciertos artículos de revistas científicas que permiten conocer sucesos
ocurridos en el imperio incaico y otras culturas anteriores; según Amador se considera
que al no tener datos posiblemente no haya representado un problema en sus sociedades,
al contrario parecía ser bien aceptado. Y sobre esto último existen dos antecedentes que
refuerzan esta hipótesis en virtud de ser estudiado posteriormente, la primera relacionada
con los sacrificios, la segundo con los suicidios colectivos de ciertos grupos tras la
conquista.

Los sacrificios de niños dentro los rituales en el Imperio Incaico era una práctica
común, es sabido que la Capacocha (quapac", que significa realeza o poder y "hucha",
que significa pecado, culpa o desorden cósmico) era un ritual donde se sacrificaban niños
que eran considerados los más puros y bellos, los niños que oscilaban entre los 6 y 15
años aceptaban su destino entendiéndolo como un deber, entonces eran llevados a una
montaña sagrada, usando las mejores vestimentas y luego de una larga preparación, eran
sacrificados, se los mataba por estrangulación o vía un golpe en el cráneo, previa
anestesia con alcohol y hojas de coca. El sacrificio estaba dedicado al Dios inti y los
significados fueron muchos: mantener contacto y respeto con el Dios, establecer a través
del Inca y los niños sacrificados una mejor relación con los seres de arriba, mantener un
sistema social y religioso estructurado.

Parece apresurado decir que estos eran suicidio y no asesinatos, sin embargo,
testimonios de expertos en el campo de la antropología sostienen que estos sacrificios
tenían mucho de voluntario en las víctimas (que si bien eran niños o adolescentes, eran
también conocedores de su destino el cual aceptaban de forma voluntaria).

Los suicidios tras la conquista son un fenómeno poco estudiado, pero muy
importante en nuestra historia, ya que se considera como causa principal de estos
suicidios colectivos, la situación tan precaria a la cual fueron sometidos. Si bien no existe
una cuantificación de las víctimas por suicidio, estas llegaron a ser tantas, que se sabe que
la demografía india redujo considerablemente entre el 1530 y 1620, muchas autoridades
de la época escribieron que el "carácter melancólico" dominaba esta intención, así decía
Juan Matienzo (1567).

Como se menciona al principio de ésta acepción, no existen datos que registren


una visión histórica acerca del suicidio del Perú; sin embargo, pudimos obtener
información relacionada al suicidio en el imperio incaico y a principios de la llegada de
los españoles; aun así, consideramos prudente abordar el suicidio de uno de los tres
grandes representantes de la narrativa indigenista en el Perú, junto con Ciro Alegría y
Manuel Scorza; hablamos del gran José María Arguedas.

En 1969, el escritor, antropólogo y etnólogo José María Arguedas se suicidó,


luego de padecer muchos años de una grave depresión, que se inició en sus años de
juventud, probablemente a los 32 años. Según las descripciones que él mismo hace en los
diarios de su obra póstuma El zorro de arriba y el zorro de abajo, y en las cartas suyas
publicadas posteriormente, Arguedas presentó al parecer múltiples episodios depresivos,
caracterizados principalmente por decaimiento, cansancio, falta de concentración,
insomnio, ansiedad y una ideación suicida recurrente que lo llevó a un primer intento
frustro en 1966 y a uno segundo que acabó con su vida, pese a los múltiples tratamientos
-farmacológicos y psicoterapéuticos- que recibió. Se han planteado muchas ideas para
comprender la depresión y suicidio del autor de Yawar Fiesta, Los ríos profundos, El
Sexto, Todas las sangres y Amor mundo: la pérdida temprana de la madre, el supuesto
maltrato por parte de su madrastra y hermanastro, la repetida ausencia del padre viajero,
el fracaso de su matrimonio, el no poder tener hijos, la sensación de marginalidad entre el
mundo indígena y el mundo de los mistis -sin pertenecer realmente a ninguno-, el
supuesto fracaso de sus tesis integradoras; todo ello quizás influyendo sobre una
predisposición biológica a la depresión. Cabe preguntarse en qué medida sus síntomas
depresivos contribuyeron a forjar su obra, marcada por la nostalgia, la marginalidad y la
ambivalencia, al punto de preguntarnos si habría Arguedas pasado a la historia de la
literatura de no haber padecido depresión.
4. FACTORES DE RIESGO

La identificación de los factores que aumentan o disminuyen el nivel de riesgo


suicida es de gran importancia por la estrecha relación que guardan con dicha conducta.
El nivel de riesgo aumenta proporcionalmente al número de factores presentes, si bien
algunos tienen un peso específico mayor que otros.

La estimación del riesgo suicida se realiza mediante el juicio clínico del


profesional, valorando los factores que concurren de modo particular en cada persona, en
un momento determinado de su vida y ante eventos estresantes específicos.

Los factores de riesgo pueden clasificarse en modificables e inmodificables. Los


primeros se relacionan con factores sociales, psicológicos y psicopatológicos y pueden
modificarse clínicamente, como por ejemplo tenemos a la ansiedad y la depresión, la
interrupción de tratamientos médicos, el aislamiento social, las enfermedades crónicas,
etc. Los factores inmodificables se asocian al propio sujeto o al grupo social al que
pertenece y se caracterizan por su mantenimiento en el tiempo y porque su cambio es
ajeno al clínico, como por ejemplo tenemos a los factores genéticos, los de género, edad y
etnia, el estado civil, la situación económica, la preferencia sexual, etc.

Otra clasificación de los factores de riesgo de la conducta suicida se puede realizar


encuadrándolos en distintos campos, como el biológico, el psicológico, el social, el
familiar o el ambiental.

A continuación, se explicará los factores de riesgo más importantes e influyentes


en la actualidad, tomando como base la clasificación realizada por Buendía, Riquelme, y
Ruíz, J. en el año 2004 quienes establecieron un orden de los factores de riesgo:
individuales, familiares y contextuales, y otros.

4.1. Factores de riesgo individuales

a. Trastornos mentales

El suicidio se asocia con frecuencia a la presencia de trastornos mentales.


Entre los principales tenemos a la depresión mayor, el trastorno bipolar, los
trastornos psicóticos, los trastornos de ansiedad, los trastornos de la conducta
alimentaria, al abuso de alcohol y de otras sustancias, y los trastornos de la
personalidad.

b. Factores psicológicos

Las variables psicológicas que pueden estar asociadas a la conducta


suicida son: la impulsividad, el pensamiento dicotómico, la rigidez cognitiva, la
desesperanza, la dificultad de resolución de problemas, la sobregeneralización en
el recuerdo autobiográfico y el perfeccionismo. Estos factores varían en función
de la edad, aunque hay dos de especial importancia, la desesperanza y la rigidez
cognitiva.

c. Intentos previos de suicidio e ideación suicida

La ideación suicida y la presencia de planificación aumentan


considerablemente el riesgo de suicidio. Los intentos previos son el predictor más
fuerte de riesgo suicida. La población con mayor riesgo de suicidio consumado por
tentativas previas son los ancianos, debido a la mayor intencionalidad, métodos
más letales y menor probabilidad de sobrevivir a las secuelas físicas del intento.

d. Edad

Los momentos con más riesgo de intentos y de suicidios consumados a lo


largo de la vida son la adolescencia y la edad avanzada, teniendo en cuenta que
antes de la pubertad la tentativa y el suicidio son excepcionales debido a la
inmadurez cognitiva de la persona. Dentro de estos grupos, los ancianos presentan
tasas de suicidio tres veces superiores a los adolescentes debidos, entre otros
factores, a que usan métodos más letales.

e. Sexo

En líneas generales, los hombres presentan mayores tasas de suicidios


consumados y las mujeres mayor número de intentos de suicidio. También a nivel
mundial los hombres presentan métodos más letales que las mujeres.
f. Factores genéticos y biológicos

En la población general la conducta suicida se asocia con una disfunción


del sistema serotoninérgico central, habiéndose encontrado bajos niveles de
serotonina y de metabolitos en el líquido cefalorraquídeo de pacientes que se
habían suicidado. Además, existe una correspondencia directa entre bajos niveles
de la serotonina y escaso control de impulsos.

g. Enfermedad física o discapacidad

El dolor en una enfermedad crónica, la pérdida de movilidad, la


desfiguración, así como otras formas de discapacidad o un mal pronóstico de la
enfermedad (cáncer, sida, etc), se relacionan con mayor riesgo de suicidio.

La enfermedad física está presente en el 25% de los suicidios y en el 80%


cuando hablamos de personas de edad avanzada, aunque el suicidio rara vez se
produce sólo por una enfermedad física, sin asociarse a trastornos mentales.

4.2. Factores de riesgos familiares y contextuales

a. Historia familiar de suicidio

Los antecedentes familiares de suicidio aumentan el riesgo de conducta


suicida, especialmente en el género femenino y cuando el intento o el suicidio
consumado se han producido en un familiar de primer grado.

b. Eventos vitales estresantes

Situaciones estresantes como pérdidas personales (divorcio, separación,


muertes), pérdidas financieras (pérdidas de dinero o de trabajo), problemas legales
y acontecimientos negativos (conflictos y relaciones interpersonales), pueden ser
desencadenantes de una conducta suicida en personas que presentan otros factores
de riesgo.

c. Factores sociofamiliares y ambientales


● Apoyo sociofamiliar

Se ha observado una asociación estadísticamente significativa entre


no tener cónyuge o pareja y la conducta suicida, aunque la fuerza de esta
asociación es menor que para la depresión o el abuso de alcohol.

Así, la conducta suicida es más frecuente entre individuos solteros,


divorciados, que viven solos o carecen de apoyo social y principalmente en
los hombres, en los primeros meses de la pérdida (separación, divorcio o
viudedad).

● Nivel socioeconómico, situación laboral y nivel educativo

En el mundo desarrollado, la pérdida de empleo y la pobreza se


asocia con un mayor riesgo de suicidio, pudiéndose considerar la pérdida
de empleo o la jubilación, eventos estresantes, incrementándose dos o tres
veces el riesgo de suicidio.

Trabajos muy cualificados y profesionales con alto nivel de estrés


también presentan un alto riesgo de suicidio. Además, un bajo nivel
educativo se asocia también con un aumento del riesgo de suicidio.

● Religión

La afiliación y la actividad religiosa parecen proteger del suicidio,


ya que las personas ateas parecen tener tasas más altas. Los países con
prácticas religiosas prohibidas (como la antigua Unión Soviética)
presentan las mayores tasas de suicidios; después seguirían los budistas e
hinduistas (con creencias de reencarnación) y, por último, los protestantes,
católicos y musulmanes.

d. Exposición (efecto “contagio”)


La exposición a casos de suicidio cercanos (efecto “contagio” o Werther) o a
determinado tipo de informaciones sobre el suicidio en los medios de comunicación, se
ha asociado también a la conducta suicida.

4.3. Otros factores de riesgo

a. Historia de maltrato físico o abuso sexual

Los abusos sexuales y físicos, más concretamente los producidos durante


la infancia, presentan una asociación consistente con la conducta suicida. Las
comorbilidades son frecuentes en personas con abusos físicos o sexuales, lo que
contribuye a aumentar el riesgo suicida.

b. Orientación sexual

Aunque la evidencia es limitada, parece existir un mayor riesgo de suicidio


en homosexuales, sobre todo en la adolescencia y en los adultos jóvenes, debido a
que en ocasiones sufren discriminación, tensiones en sus relaciones
interpersonales, ansiedad y falta de apoyo, lo que aumenta el riesgo suicida.

Por otra parte, los homosexuales presentan mayores tasas de trastornos por
abuso de alcohol, depresión y desesperanza que la población general de iguales,
siendo estos los verdaderos factores de riesgo de suicidio; si estos factores son
controlados, la orientación sexual podría ser un factor de riesgo mucho más débil.

c. Acoso por parte de iguales

En adolescentes, el acoso se ha asociado con altos niveles de estrés, así


como con ideación y conducta suicidas.

d. Fácil acceso a armas/medicamentos/tóxicos

Un fácil acceso a medios para llevar a cabo un suicidio aumenta el riesgo


del mismo, al facilitar el paso del pensamiento a la acción suicida. Así, el método
suicida en EE.UU. suele ser con armas de fuego, en China mediante plaguicidas y
en el resto del mundo mediante ahorcamiento.

5. Prevención del suicidio

Los suicidios son prevenibles. Existen algunas medidas que se pueden


adoptar entre la población, los grupos de población y las personas para prevenir el
suicidio y los intentos de cometerlo.

La OMS incluye los siguientes puntos para la prevención del suicidio:

● Restricción del acceso a los medios de suicidio (por ejemplo, plaguicidas,


armas de fuego y ciertos medicamentos);
● Información responsable por parte de los medios de comunicación;
● Introducción de políticas orientadas a reducir el consumo nocivo de alcohol.
● Identificación temprana, tratamiento y atención de personas con problemas de
salud mental y abuso de sustancias, dolores crónicos y trastorno emocional
agudo.
● Capacitación de personal sanitario no especializado, en la evaluación y gestión
de conductas suicidas.
● Seguimiento de la atención dispensada a personas que intentaron suicidarse y
prestación de apoyo comunitario
CAPÍTULO II

TRABAJO DE INVESTIGACIÓN

1. TIPO DE ESTUDIO

Esta investigación es no experimental y de tipo descriptivo. Se dice que es no


experimental, puesto que no hay un control directo de la variable y es descriptivo, puesto
que se busca señalar características y propiedades de la variable.

2. OBJETIVO DE LA INVESTIGACIÓN

El trabajo de investigación tiene como objetivo proporcionar conocimientos


básicos acerca del suicidio. Así como también demostrar que el nivel de tendencia suicida
promedio de los 43 estudiantes presentes el 26 de octubre de 2017 del curso de Psicología
Evolutiva I realizada en el aula 4C del turno mañana del ciclo II de la base 2017
perteneciente a la escuela de Psicología General de la Facultad de Psicología de la
UNMSM es mayor al nivel de tendencia suicida promedio de los 38 estudiantes presentes
el 31 de octubre de 2017 del curso Circuitos Electrónicos I del turno noche del ciclo II de
la base 2017 perteneciente a la escuela de Ingeniería Electrónica de la Facultad de
Ingeniería Electrónica y Eléctrica de la UNMSM.

3. INSTRUMENTO

FICHA DE DATOS: Escala de tendencias suicidas de Pöldinger

NÚMERO DE ÍTEMS: 16 ítems

APLICACIÓN:

- Entrevista clínica mediante interrogatorio


- Protocolo de diagnóstico rápido

FORMA DE RESPUESTA: En el primer caso, el entrevistador anota la respuesta en el


cuadro correspondiente, pudiendo solicitar mayor información que se considere más
relevante a la respuesta emitida. En el segundo caso, el paciente anotará sus respuestas en
los espacios correspondientes de sí o no.
DESCRIPCIÓN DE LA ESCALA La escala de tendencias suicidas, contiene 16
preguntas que permiten apreciar la suicidabilidad. Esta escala fue desarrollada por
Pöldinger (RFA, 1980) para aplicarlo en el proceso terapéutico de los trastornos
psicosomáticos y en los casos de depresión profunda.

ADMINISTRACIÓN La escala de tendencias al suicidio puede aplicarse bajo dos


modalidades, como parte de la entrevista clínica mediante el interrogatorio o utilizando
un protocolo de diagnóstico rápido donde se anotará las respuestas correspondientes de sí
o no.

CALIFICACIÓN De acuerdo a la escala elaborada por Poldinger la calificación del


instrumento se procede de la siguiente manera:

a. Se suman las respuestas positivas y negativas obteniendo un resultado global.

b. El resultado global se multiplica por una constante de 6.25 que va a darnos una
probabilidad de ocurrencia de llevar a cabo la conducta suicida. Asumiendo el autor
como puntuación lo siguiente:

➔ Anotar un punto por cada respuesta Sí del 1 al 11 y colocar en N1.


➔ Anotar un punto por cada respuesta No del 12 al 16 y colocar en N2.
➔ Sumar N1 ( ) + N2 ( ) = _______ X 6.25 = _______
➔ El autor plantea los siguientes intervalos de calificación para determinar si existe
o no riesgo de suicidio:

0 a 25 No hay riesgo

30 a 50 Tendencia al riesgo suicidio

55 a 80 Riesgo de suicidio

85 a 100 Alta probabilidad de riesgo suicidio


Después de la aplicación piloto para determinar la validez y confiabilidad del
instrumento se vio por conveniente la adaptación del instrumento en lo referente a la
redacción, estilo lingüístico y los puntajes para la determinación diagnóstica si existe o no
riesgo suicida.

Ficha técnica.

NOMBRE Escala de Tendencias Suicidas de Pöldinger

NOMBRE ORIGINAL Suizidale Tendenzen von Pöldinger

AUTORES Walter Pöldinger

AÑO 1980 (creación)

ADAPTACIÓN ESPAÑOLA Bobes, G.; González, M.;Bascarán, M., (1997)

ADAPTACIÓN PERUANA Ríos, J. (2014)

N° DE ÍTEMS 16

ADMINISTRACIÓN Individual o colectivo

DURACIÓN 5 – 8 minutos

FIABILIDAD Confiabilidad ALTA (0.7162 = 71%) en la


prueba de Kuder - Richardson

FINALIDAD Detectar el nivel de tendencia suicida en


jóvenes.
4. HIPÓTESIS

Ho: El nivel de tendencia suicida promedio de los 43 estudiantes presentes el 26 de


octubre de 2017 del curso de Psicología Evolutiva I realizada en el aula 4C del turno
mañana del ciclo II de la base 2017 perteneciente a la escuela de Psicología General de la
Facultad de Psicología de la UNMSM es igual al nivel de tendencia suicida promedio de
los 38 estudiantes presentes el 31 de octubre de 2017 del curso Circuitos Electrónicos I
del turno noche del ciclo II de la base 2017 perteneciente a la escuela de Ingeniería
Electrónica de la Facultad de Ingeniería Electrónica y Eléctrica de la UNMSM.

H1: El nivel de tendencia suicida promedio de los 43 estudiantes presentes el 26 de


octubre de 2017 del curso de Psicología Evolutiva I realizada en el aula 4C del turno
mañana del ciclo II de la base 2017 perteneciente a la escuela de Psicología General de la
Facultad de Psicología de la UNMSM es mayor al nivel de tendencia suicida promedio de
los 38 estudiantes presentes el 31 de octubre de 2017 del curso Circuitos Electrónicos I
del turno noche del ciclo II de la base 2017 perteneciente a la escuela de Ingeniería
Electrónica de la Facultad de Ingeniería Electrónica y Eléctrica de la UNMSM.

5. POBLACIÓN

POBLACIÓN 1: Conformada por los 38 estudiantes presentes el 31 de octubre de 2017


del curso Circuitos Electrónicos I del turno noche del ciclo II de la base 2017
perteneciente a la escuela de Ingeniería Electrónica de la Facultad de Ingeniería
Electrónica y Eléctrica de la UNMSM.

POBLACIÓN 2: Conformada por los 43 estudiantes presentes el 26 de octubre de 2017


del curso de Psicología Evolutiva I realizada en el aula 4C del turno mañana del ciclo II
de la base 2017 perteneciente a la escuela de Psicología General de la Facultad de
Psicología de la UNMSM.

6. MUESTRA

El tipo de muestra aplicado fue el de muestreos aleatorios simples sin reemplazo.


Para poder calcular el tamaño “n” de la muestra acudiremos a la siguiente fórmula:

➢ Muestra 1:

Como la muestra salió de tamaño 25, pasamos a seleccionar de manera aleatoria


los números y se obtuvieron los siguientes puntajes seleccionados:
➢ Muestra 2:

Como la muestra salió de tamaño 23, pasamos a seleccionar de manera aleatoria


los números y se obtuvieron los siguientes puntajes seleccionados:

00° 01° 02° 04° 05° 08° 09° 10° 16° 17° 20° 24° 25°

31,25 31,25 25 6,25 18,75 12,5 43,75 43,75 18,75 18,75 37,5 6,25 6,25

26° 27° 29° 33° 34° 35° 37° 39° 40° 42°

6,25 0 6,25 25 56,25 37,5 6,25 12,5 6,25 0


7. RESULTADOS

7.1 Datos poblacionales.

POBLACIÓN 1

CUADRO 1: Puntuación del nivel de tendencia suicida de los 38 estudiantes


presentes el 27 de octubre de 2017 del curso de Circuitos Electrónicos I del turno
mañana del ciclo II de la base 2017 perteneciente a la escuela de Ingeniería
Electrónica de la Facultad de Ingeniería Electrónica de la UNMSM.

NIVEL DE TENDENCIA SUICIDA Frecuencia Porcentaje


No hay riesgo 29 76,3
Tendencia al riesgo 6 15,8
Riesgo de suicidio 2 5,3
Alta probabilidad de riesgo suicidio 1 2,6
Total 38 100,0
FUENTE: Elaborado por Fiorella Sologorri Laguna y Maricarmen Valenzuela Castro.

GRÁFICO 1: Puntuación del nivel de tendencia suicida de los 38 estudiantes presentes el


27 de octubre de 2017 del curso de Circuitos Electrónicos I del turno mañana del ciclo II de
la base 2017 perteneciente a la escuela de Ingeniería Electrónica de la Facultad de
Ingeniería Electrónica de la UNMSM.

FUENTE: Elaborado por Fiorella Sologorri Laguna y Maricarmen Valenzuela Castro.


POBLACIÓN 2

CUADRO 2: Puntuación del nivel de tendencia suicida de los 43 estudiantes


presentes el 26 de octubre de 2017 del curso de Psicología Evolutiva I realizada en
el aula 4C del turno mañana del ciclo II de la base 2017 perteneciente a la escuela
de Psicología General de la Facultad de Psicología de la UNMSM.

NIVEL DE TENDENCIA SUICIDA Frecuencia Porcentaje


No hay riesgo 29 67,4
Tendencia al riesgo 13 30,2
Riesgo de suicidio 1 2,3
Alta probabilidad de riesgo suicidio - -
Total 43 100,0
FUENTE: Elaborado por Fiorella Sologorri Laguna y Maricarmen Valenzuela Castro.
7.2 Datos muestrales.

MUESTRA 1

CUADRO 3: Puntuación del nivel de tendencia suicida de los 25 estudiantes


muestreados presentes el 27 de octubre de 2017 del curso de Circuitos Electrónicos I
del turno mañana del ciclo II de la base 2017 perteneciente a la escuela de Ingeniería
Electrónica de la Facultad de Ingeniería Electrónica de la UNMSM.

NIVEL DE TENDENCIA SUICIDA Frecuencia Porcentaje


No hay riesgo 20 80,0
Tendencia al riesgo 3 12,0
Riesgo de suicidio 1 4,0
Alta probabilidad de riesgo suicidio 1 4,0
Total 25 100,0
FUENTE: Elaborado por Fiorella Sologorri Laguna y Maricarmen Valenzuela Castro.

GRÁFICO 3: Puntuación del nivel de tendencia suicida de los 25 estudiantes muestreados


presentes el 27 de octubre de 2017 del curso de Circuitos Electrónicos I del turno mañana
del ciclo II de la base 2017 perteneciente a la escuela de Ingeniería Electrónica de la
Facultad de Ingeniería Electrónica de la UNMSM.

FUENTE: Elaborado por Fiorella Sologorri Laguna y Maricarmen Valenzuela Castro.


MUESTRA 2

CUADRO 4: Puntuación del nivel de tendencia suicida de los 23 estudiantes


muestreados presentes el 26 de octubre de 2017 del curso de Psicología Evolutiva I
realizada en el aula 4C del turno mañana del ciclo II de la base 2017 perteneciente a
la escuela de Psicología General de la Facultad de Psicología de la UNMSM.

NIVEL DE TENDENCIA SUICIDA Frecuencia Porcentaje


No hay riesgo 16 69,6
Tendencia al riesgo 6 26,1
Riesgo de suicidio 1 4,3
Alta probabilidad de riesgo suicidio - -
Total 25 100,0
FUENTE: Elaborado por Fiorella Sologorri Laguna y Maricarmen Valenzuela Castro.
7.3 Prueba de Hipótesis

Se eligió una muestra aleatoria de 23 de los 43 estudiantes presentes del curso Psicología
Evolutiva I realizada en el aula 4A del turno mañana del ciclo II de la base 2017
perteneciente a la escuela de Psicología General de la Facultad de Psicología de la
UNMSM. Y otra muestra aleatoria de 25 de los 38 estudiantes presentes del curso
Circuitos Electrónicos I del turno noche del ciclo II de la base 2017 perteneciente a la
escuela de Ingeniería Electrónica de la Facultad de Ingeniería Electrónica y Eléctrica de
la UNMSM.

Con el objetivo de demostrar que el nivel de tendencia suicida promedio de los 43


estudiantes presentes el 26 de octubre de 2017 del curso de Psicología Evolutiva I
realizada en el aula 4C del turno mañana del ciclo II de la base 2017 perteneciente a la
escuela de Psicología General de la Facultad de Psicología de la UNMSM es mayor al
nivel de tendencia suicida promedio de los 38 estudiantes presentes el 31 de octubre de
2017 del curso Circuitos Electrónicos I del turno noche del ciclo II de la base 2017
perteneciente a la escuela de Ingeniería Electrónica de la Facultad de Ingeniería
Electrónica y Eléctrica de la UNMSM con un nivel de significancia del 5%.

Población 1: Población 2:

12 : desconocida 12 : desconocida

N1 = 38 N2 = 43
Muestra 1: Muestra 2:

𝑥̅1 = 21,25 𝑥̅2 = 19,85130435

𝑠12 = 351,5625 𝑠22 = 254,0437665

n1 = 25 n2 = 23
DÓCIMA DE VARIANZA

Paso I: PLANTEAMIENTO DE HIPÓTESIS

Ho: 𝜎 21 = 𝜎22

H1: 𝜎12 ≠ 𝜎22

Paso II: HALLAR EL ESTADÍSTICO DE PRUEBA

𝑠12
F práctico 
𝑠22

351,5625
F práctico   1.383865878
254,0437665

Paso III: HALLAR LA REGIÓN CRÍTICA

Gráfica de distribución
F; df1=24; df2=22

1.0

0.8

P [F ≥ F teórico]  0.025
Densidad

0.6

0.4
P [F < F teórico]  0.975

0.2
0.025
0.025
0.0
0 0.4356 2.331
X

Paso IV: REGLA DE DECISIÓN

F práctico ∉ región
crítica

No hay evidencia
para rechazar el Ho.
DÓCIMA DE HIPÓTESIS

Paso 1: PLANTEAMIENTO DE HIPÓTESIS

Ho: 𝜇2 = 𝜇1
H1: 𝜇2 > 𝜇1

Paso 2: HALLAR EL ESTADÍSTICO DE PRUEBA

(𝑛1 −1)×𝑠12 +(𝑛2 −1)×𝑠22


𝑠𝑝2 =
𝑥̅1 −𝑥̅2 −(𝜇1 −𝜇2 ) 𝑛1 +𝑛2 −2
t práctico 
𝑠 2𝑠 2 (25 − 1) × 351.5625 + (23 − 1) × 254.0437665
√ 𝑝+ 𝑝 𝑠𝑝2 =
𝑛1 𝑛2 25 + 23 − 2

𝑠𝑝2 = 304.92310572

21,25−19,85130435−0
t práctico  304.92310572 304.92310572
√ +
25 23

t práctico  0.277230724

Paso 3: HALLAR LA REGIÓN CRÍTICA

Gráfica de distribución
T; df=46
P [t ≥ t teórico]  0.05
0.4
P [t < t teórico]  0.95
0.3
t (46)  1.6787
Densidad

0.2

0.1

0.05
0.0
0 1.679
X
Paso 4: REGLA DE DECISIÓN

t práctico ∉ región
crítica

No hay evidencia
para rechazar el Ho.

Paso 5: CONCLUSIÓN
Entonces podemos decir que el nivel de tendencia suicida promedio de los 43 estudiantes
presentes del curso Psicología Evolutiva I realizada en el aula 4A del turno mañana del
ciclo II de la base 2017 perteneciente a la escuela de Psicología General de la Facultad de
Psicología de la UNMSM es igual al nivel de tendencia suicida promedio de los 38
estudiantes presentes el 31 de octubre de 2017 del curso Circuitos Electrónicos I del turno
noche del ciclo II de la base 2017 perteneciente a la escuela de Ingeniería Electrónica de
la Facultad de Ingeniería Electrónica y Eléctrica de la UNMSM.
CONCLUSIONES

El presente trabajo monográfico tuvo como objetivo corroborar nuestras especulaciones


sobre los estudiantes de la Facultad de Psicología ya que al estar en constante interacción
social pueden tener un elevado nivel de tendencia suicida en comparación de los
estudiantes de la Facultad de Ingeniería Electrónica y Eléctrica debido a que estos no se
ven ligados a problemáticas relacionadas con el comportamiento y desarrollo humano y
generalmente se aíslan en su campo de estudio.

Por los resultados expuestos, podemos decir que no, que ambos tienen un mismo
promedio de nivel de tendencia suicida. Sin embargo, se exponen los gráficos de la
población y la muestra para que se observen los resultados obtenidos.
REFERENCIAS

Amador, G.. (2015). SUICIDIO: CONSIDERACIONES HISTÓRICAS. Revista Médica


La Paz, 21(2), 91-98. Recuperado en 10 de noviembre de 2017, de
http://www.scielo.org.bo/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S1726-
89582015000200012&lng=es&tlng=es.

Bobes, J. (1994). Salud mental, enfermería psiquiátrica. Sintesis Editorial

Buendía, J., Riquelme, A. y Ruíz, J. (2004). El suicidio en adolescentes: factores


implicados en el comportamiento suicida. Murcia: Servicio de Publicaciones.

Durkheim, E. (1965). El suicidio (Lucila Gibaja, trad.). Buenos Aires: Schapire.


(Obra original publicada en 1897).

Freeman A., Reinecke M. A (1995): Terapia cognitiva aplicada a la conducta suicida.

Freud, S. (1917) Duelo y melancolía. Buenos Aires: Amorrortu. Vol. XV

Mariátegui, J. (1995). «Arguedas o la agonía del mundo andino», en revista


Psicopatología, n.º 15, págs. 91-102.

Mingote, J. C., Jiménez, M. A., Osorio, R. y Palomo, T. (2004). Suicidio: Asistencia


clínica. Madrid: Díaz de Santos.

Moron, P. (1992). El suicidio. México D.F.: Cruz O.

Quiltanar, F. (2007). Comportamiento suicida. México D.F.: Pax México.

Stucchi Portocarrero, Santiago: «La depresión de José María Arguedas». Revista de


Neuropsiquiatría 2003; 66 (3): 171-184. ISSN versión electrónica 1609-7394.
ANEXOS

ESCALA DE TENDENCIAS SUICIDAS

INSTRUCCIÓN: Las siguientes preguntas tratan sobre aspectos que usted ha sentido o
hecho. Por favor, conteste cada pregunta simplemente con un “Si” o “No”, marcando una
X.

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