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El discurso dramático
Ana Bravo
Javier Adúri
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LITERATURA Y R EPR ESEN T A C IO N c
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DEPARTAMENTO DE EDICIONES-
Dirección: M artha Güérzoni de Garda la n z
DEPARTAMENTO DE ARTE
Dirección: Sandra D onin
3
El arte de la escenografía, 59 Diálogo, 89
El predominio de la ópera, 60 El teatro del absurdo, 89
El drama burgués, 6 l Eugene Ionesco, 90
Beaumarchais, 6 l Samuel Beckett, 90
El drama romántico, 62 Esperando a G odoto la salvación imposible, 90
El Romanticismo alemán, 62 Estructura externa, 90
J. W. Goethe, 62 Personajes, 91
La “piece bien faite”, 63 Estructura interna, 91
Naturalismo y simbolismo, 63 Diálogo, 93
Naturalismo, 64 El teatro después de los 60, 93
Simbolismo, 64 El teatro y el cine, 94
Los renovadores, 65 Proyecto, 95
Henrik Ibsen, 66
C asa d e m u ñ ecas o el fin de la impostura, 66 Módulo 5: Breve historia del teatro argentino
Estructura externa, 66 Desde los orígenes hasta 1810, 97
Personajes, 67 Vestigios precolombinos, 97
Estructura interna, 67 Primeras manifestaciones coloniales, 97
Antón Chejov, 70 La Ranchería, 98
La gaviota o el luto por la vida, 70 Otros edificios, 100
Estructura externa, 70 Primer teatro nacional: de 1810 a 1890, 101
Personajes, 71 La escena patriótica, 101
Estructura interna, 71 La época de Rosas, 102
Proyecto, 75 El teatro de la Organización Nacional, 102
Los Podestá. Ju a n M oreira, 103
Módulo 4: El diálogo
La época de oro: 1890-1930, 104
Hablar es actuar, 77 Dramaturgos mayores, 105
Semilogía del teatro, 79 Florencio Sánchez, 105
La era del director, 80 Gregorio de Laferrére, 106
La compañía Meiningen, 81 Roberto J. Payró, 107
El teatro libre de Antoine, 81 El sainete porteño, 108
Konstantin Stanislavsky, 81 El grotesco criollo, 111
Bertolt Brecbt, 82 Armando Discépolo, 111
Antonin Artaud, 83 El teatro moderno: 1930-1960, 112
El teatro contemporáneo, 84 Roberto Arlt, 113
Luigi Pirandello, 84 Samuel Eichelbaum, 113
Ramón del Valle Inclán, 85 Gorostiza, Cuzzani, Dragón, 114
Federico García Lorca, 86 La escena contemporánea: 1960-1990, 115
Jean Paul Sartre, 86 Teatro Abierto, 117
Eugene O'Neill y Arthur Miller, 86 Proyecto, 119
La m uerte d e un viajan te o un mundo cruel, 87
Glosario, 120
Estructura externa, 87
Estructura interna, 88 Bibliografía, 123
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El Teatro: género y espectáculo (
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V a palabra griega “theatron” significa de la vida humana en sus distintas etapas de
© 6
En síntesis:
Drama Novela
conflicto mundo
acción narración
unidad digresión
caracteres personajes
presencia pasado
Teatro es representación: el desarrollo de una acción en un tiempo dado, mediante el diálogo de los
personajes sobre un escenario, frente a un público.
' Los asteriscos remiten ál Glosario que aparece al final del libro.
7
Teatro, cine y TV
La doble ilusión del actor-personaje, su mentos esenciales como el guión, sino que
presencia carnal frente al espectador y la a partir de las innovaciones tecnológicas se
irrepetibilidad de la representación hacen a ha desplazado hacia la radio y la televisión.
la esencia del teatro frente a otros espectácu En los años 50 se dio el auge del teatro leí
los masivos. El cine se asemeja a la imagen do, sobre todo, del radioteatro, un género
narrativa: se dirige más al individuo, permite nuevo que ponía al aire historias clásicas,
una identificación más perfecta con la histo biografías noveladas y comedias de costum
ria, su enunciación se centra en el montaje y bres arraigadas en la idiosincrasia nacional.
se ve como producto estático, terminado y
pasible de ser reproducido sin variantes. El Con el predominio de la televisión, el
hecho estético se esconde en segundo plano teatro formal quedó relegado a su medio,
en beneficio del entretenimiento puro. El excepto algunas televisaciones posteriores a
teatro, en cambio, sea concebido como “ca la invención del videotape. No obstante,
tarsis” (purgación), como arma didáctica o surgió con fuerza la modalidad del teletea
de denuncia social, pone de relieve su carác tro, inspirado en el melodrama dél siglo
ter de acon tecim ien to p a rticip a d lo y nunca XIX, una especie de drama burgués* exa
desdeña el hecho estético, esa especie de gerado, donde el amor sigue siendo él cen
“arte total" donde, sin embargo, los elemen tro del conflicto. En ellos, los personajes
tos no rivalizan entre sí sino que se subordi son buenos o malos y las situaciones inve
nan a una idea creativa que está por encima rosímiles y efectistas, con lo que se evita to
del autor, los actores y el texto mismo. da crítica y se promueve una fácil identifi
cación y catarsis. Llorar mucho y esperar un
No obstante, el teatro no sólo está pre dilatado desenlace feliz son los ingredientes
sente en el cine, con el que comparte ele y cometidos esenciales del género.
Con respecto al teatro propiamente dicho, no menos importante que la distinción de sus
especies:
Tragedia Comedia
i t
tragicomedia - drama farsa
sainete
grotesco
etc.
resulta considerar sus variantes como la el nacimiento del teatro burgués, pero so
ópera, la opereta*, la zarzuela*, el teatro de bre todo, desde Víctor Hugo, quien estable
títeres, de marionetas, el teatro negro, el de ce en la escuela romántica las características
sombras. Se ha generalizado el uso de la del dram a total, cuyo modelo es Shakes
palabra dram a para toda obra que no per peare: obra en la que se combinan tragedia
tenezca a una especie fuertemente delimita y comedia.
da como sainete o farsa. Tal denominación
se universaliza a partir del siglo XVIII, con Desde esa perspectiva, se puede hablar
© 8
de un drama o dramaturgia clásica, es decir, en el teatro francés del siglo XVD, estable7" '
aquella que se identifica con los preceptos ciendo precedentes para toda la producción
aristotélicos (unidad de acción, lugar y posterior, y un drama moderno que, atento
tiempo, decoro del lenguaje, estructura es a las rupturas de las vanguardias, se insinúa
tricta), además de sus derivados latinos y a fines de siglo y va progresivamente pres
renacentistas, que cristalizaron sobre todo cindiendo de las trabas tradicionales.
1. Reflexionar en grupos acerca del significado argumentación que explique por qué el teatro
de las frases usuales: ‘ hizo teatro”, "fue un dra es más que literatura, empleando si es necesa
ma", "me hizo una escena" y luego poner en co rio una cita textual.
mún las conclusiones.
3. De manera individual, emplear con precisión en
2. Redactar, en no más de cien palabras, una contextos breves los términos "teatro" y "drama".
...............................................
Las máscaras
La m áscara es una m etáfora del teatro mismo: el autor que habla por otros
y expresa los sentim ientos básicos del hom bre, desde la magia primitiva hasta
el arte d e la so cied ad civilizada, a través de la tragedia y la com edia clásicas.
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Ser otro
Mucho se ha escrito acerca de la cos una manera de liberación frente a las re
tumbre de enmascararse. Ya lo apuntaba presiones de la sociedad y los dogmas, co
Montaigne en sus E nsayos, “aquellos que mo sucedía en el carnaval, o busque estili
quieren hacernos reír con muecas, saltos zar lo humano ocultando la carnalidad del
peligrosos y otras contorsiones sienten la actor que nunca deja advertir su emoción
necesidad de enharinarse el rostro". El ori particular detrás del antifaz, de la harina o
gen de la careta se pierde en la noche de la pintura.
los tiempos y a pesar de la explicación
La máscara, tal como el maquillaje mo
práctica que se dio ai la máscara trágica, uti
derno, y a pesar de la personalidad del di
lizada según algunos a manera de bocina
vo*, equivale a investidura. Revestirse re
para amplificar la voz, el disfraz del rostro
ligiosamente de otro yo, renunciar a la
se mantiene como una constante en los tea
identidad cotidiana para convertirse en
tros populares, el mimo y aun el cine primi
héroe, vocero, entretenedor, sacerdote.
tivo con sus pesados maquillajes tipificado-
Es, de alguna manera, la metáfora del arte
res como en el caso de Carlitos Chaplin.
teatral en sí mismo, donde el autor se
Quizás retrotraiga a lo animal básico, en vuelve otro, tal como los actores y, even
esos rasgos rústicos y exagerados, o sea tualmente, el propio espectador.
1. Considerar en equipo las ideas que explican 2. Redactar una breve argumentación que dé
el posible origen de la máscara y su super cuenta de la necesidad del disfraz, la máscara
vivencia en los espectáculos y las fiestas. y el maquillaje en el teatro. Utilizar, si es opor
tuno, citas textuales.
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Orígenes de la tragedia
En sus comienzos el teatro fue magia, esto era representado en los ditiram bos:
utilización de las posibilidades del movi danzas y lamentaciones de los coreutas*
miento y el ritmo corporal para conjurar los quienes utilizaban máscaras de sátiros o
peligros de la naturaleza hostil o mimetizar- machos cabrios.
se con la presa. Tal como las pinturas ru Fueron muy comunes en el siglo VI a. de
pestres representaban imágenes reales del C. y no siempre estuvieron conectados con
animal codiciado, así el hombre primitivo Dionysos, ya que incluso dieron lugar a for
utilizaba la máscara y el disfraz unidos a la mas de poesía lírica coral. Luego derivaron
repetición rítmica para dominar su entorno. hacia lo que más tarde sería la tragedia. En
Más tarde, estos ritos se asociaron a ios ci efecto, un actor se separaba del coro y re
clos de la naturaleza y fueron dejando su citaba la parte de alguno de los personajes
carácter mágico en favor de la conmemora mencionados en el canto, utilizando una
ción mítica. máscara humana de tela enyesada con pe
En Grecia, las fiestas en honor de Diony- luca de crin.
sos, dios del vino, la fertilidad y el éxtasis, La tragedia, canto del macho cabrío, ya
celebfadas en febrero y marzo como propi sea que se recibiera ese animal como pre
ciación para la primavera, incluían un rito mio, se sacrificara en honor al dios o cons
estructurado. En él se evocaba la muerte del tituyera la encamación de Dionysos, ha si
dios, su descuartizamiento (para fecundar la do ejemplarmente definida por Aristóteles,
tierra) y su posterior resurrección y glorifi de una manera que ha influido sobre la dra
cación, acompañado de vino y orgías. Todo maturgia occidental hasta el siglo XX.
"La tragedia es la imitación de una acción elevada y completa, de cierta magnitud, en un lenguaje
matizado según las partes, efectuada por los personajes que actúan y no por medio de un relato y
que suscitando temor y piedad produce la purgación de tales sentimientos."
Elementos caracterizadores
Los elementos que caracterizan el gé conecta con la épica* y con el espíritu
nero son: el “pathos" o pasión, es decir, el ejemplar, es decir, la intención didáctica,
padecimiento del héroe; la “hybris" o des inducen en los espectadores un estado de
mesura, soberbia del héroe que cree po conmoción, en el que se mezclan el terror
der desafiar los designios del destino, y la y la compasión y cuyo último efecto es la
“hamartía’' o error trágico que produce la “catarsis" o purificación, al identificarse
catástrofe o caída. Estos hechos, unidos a con el héroe a través de una experiencia
la grandeza de los protagonistas que se estética.
© 12
El coro
Como se desprende de su origen cere integrado a la acción y muchas veces se
monial en el que los participantes y el pú identifica con el protagonista plural de la
blico eran uno, el coro constituye un ele tragedia {L as B acan tes, Las Eum énides).
mento fundamental de la tragedia. Es un El coro predomina en Esquilo, iniciador
grupo de bailarines, cantantes y recitadores de la especie, llega a su plenitud en Sófo
que se mueven en forma colectiva, al com cles y queda relegado en Eurípides, lo que
pás de la música de flautas. Comentan y en señala también su ritmo de evolución en el
juician la acción, de modo que influyen so género. Este conjunto, integrado por quin
bre el espectador con su punto de vista, ce coreutas para la tragedia y veinticuatro
que puede Ser el del mismo autor, el del para la comedia, permanece en escena du
pueblo o un reflejo del orden superior de la rante toda la representación y, por lo gene
polis (ciudad-estado). Está completamente ral, cierra la obra.
El coro tiende a desaparecer en el teatro moderno, en especial durante las épocas marcadamen
te individualistas. En la Edad M edia asume formas didácticas que presentan los episodios y luego
se divide en subcoros que intervienen en la acción. Durante el siglo XVI, aparece como personaje
— absorbido por un único intérprete— del Prólogo y el Epilogo o en la figura del "loco" o "gracioso"
quien comenta y emite juicios sobre los acontecimientos o los personajes. No existe en el teatro rea
lista del siglo XIX y vuelve a presentarse en la escena contemporánea: allí se opone al teatro de
identificación o de ilusión (concepto aristotélico que se define por la proyección del espectador en
el personaje!, y asume un papel de distanciamiento entre el público y el drama. En nuestros días, el
coro se identifica con la comedia musical.
El ámbito escénico
Los teatros griegos se instalaban al aire li un principio, había uno solo: el p rotag on is
bre, sobre una colina donde se encontraban ta, luego Esquilo agregó un deu teragon ista
las gradas en semicírculo (“theatron”). Estas y Sófocles, un triagon ista o tercer actor.
rodeaban la orqu esta donde se movía el co Con motivo de estas fiestas religiosas, se
ro, frente al altar de Dionysos, pues las re realizaban dos certámenes anuales: las fies
presentaciones siempre se llevaban a cabo tas Leneas y las Grandes Dionisíacas que
durante las fiestas del dios, delante del p ros coincidían con la mayor afluencia estacional
cen io o escenario, separado de la escena, de comerciantes en las principales ciudades
desde donde salían los actores. La esceno En esas ocasiones se elegían tres poetas y
grafía consistía en un frente de palacio con también directores de escena, ya que ensa
una puerta central y dos laterales. Se utiliza yaban con el coro y los actores. Las repre
ban también algunos artificios mecánicos y sentaciones comenzaban a la mañana y du
un vestuario que incluía la máscara, (útil, ya raban hasta la puesta del sol. Al terminar la
que todos los papeles eran actuados por festividad, un tribunal de cinco jueces, que
hombres), un ropaje complicado y altas pla se ubicaban en asientos preferenciales, dicta
taformas o cotu rn os que limitaban, en cier minaba el ganador en cada categoría: poeta,
to sentido, la movilidad de los actores. protagonista y corega. El premio consistía en
una corona de hiedra, pero era altamente es
Las funciones eran pagadas por los core- timado, al punto que el corega consideraba
gas, ciudadanos ricos elegidos por los magis un alto honor hacerse cargo de los gastos de
trados de Atenas. Estos coregas elegían a sus las representaciones e incluso levantaba mo
poetas y ellos, a su vez, a los intérpretes. En numentos para recordar su triunfo.
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Los grandes trágicos: Esquilo, Sófocles, Eurípides
La tragedia griega es una genial creación decir, de la ciudad-estado democrática, y
debida al talento de los poetas de un pue encama el triunfo del orden sobre el caos,
blo que supo elegir la forma literaria más la prevalencia de la razón sobre la pasión,
racional, animada por el espíritu religioso el equilibrio entre los derechos del ciudada
que le dio origen. Señala y acompaña, du no libre, su igualdad ante la ley y el antiguo
rante cien años, el desarrollo de la polis, es espíritu aristocrático.
lo Orestíada es una trilogía integrada por las tragedias Agamemnón, tas Euménides y tas Coétoras.
En líneas generales, el asunto se refiere a la familia de Atreo, con su culpa hereditaria, ya que el pro
tagonista de la primera parte, Agamemnón, había sacrificado a su hija Ifigenia para tener éxito en la
guerra de Troya. Regresa triunfal y es asesinado por su esposa Clitemnestra, resentida a su vez por
la horrible muerte de la ¡oven. En tas Coétoras, el hijo, Orestes, da muerte a su madre para vengar al
padre, tas Euménides son las Furias perseguidoras del matricida convertidas,én divinidades propicias;
allí se muestra el perdón de Orestes como señal de restauración de un orden superior.
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Coro
Q ue la D iscordia q u e n o se sa c ia d e desdichas
ja m á s en esta c iu d a d bram e.
N unca se en rojezca el p olv o d e sus p la z a s
con la san g re ard ien te d e los ciu dadan os,
qu e u nos a otros se m atan en ven gan za
con ru in a p erd u rab le p a r a e l p u eblo.
Q ue los corazon es p articip en d el m ism o am or
y d el m ism o od io: p a r a bien y p a r a m al.
¡Esa es la fo r m a m ás a lta d e rem ed iar
in n u m erables m ales en tre los hom bres!
En este fragmento, las antiguas diosas dia entre el gran Zeus y la Moira, que es
de la venganza, cambian su actitud a ins el destino fatal al que el hombre está so
tancias de Apolo y Atenea y bendicen la metido y cuyo designio debe aceptar li
ciudad, augurando una época de paz y bremente. Como se ve, no es imprescindi
progreso bajo la autoridad de las divini ble que la tragedia termine mal: en este
dades olímpicas. La obra termina instan caso, un buen fin señala la necesidad del
do a los ciudadanos a celebrar la concor orden.
Obras
Esquilo se distingue por su estilo sublime ma pieza de una trilogía sobre la familia de
de imágenes lucidas y una elocuencia sin re Layo, padre dé Edipo, a quien este da muer
tórica* al servicio de la emoción que en él te sin reconocerlo y más tarde es castigado
predomina sobre la acción dramática. Se en sus hijos que se matan entre sí, poniendo
conservan siete tragedias: Las suplicantes, fin a una estirpe maldita; P rom eteo en cad e
primera parte de una trilogía que narra la nado, primera de un trío sobre el Titán que
huida de Dánao desde Egipto hasta Argos roba el fuego del Olimpo para entregarlo a
con sus cincuenta hijas que se niegan a ca los hombres y es castigado por Zeus,-atado
sarse con sus pretendientes (luego se ven a una roca del Cáucaso (se supone que en la
obligadas a aceptarlos y los matan, excepto última parte se reconcilian); Los Persas, úni
una de ellas que desobedece a su padre y ca obra aislada que celebra la victoria de los
prefiere al esposo, en la segunda y tercera griegos en Salamina y la ruina del orgulloso
partes perdidas); Los siete con tra Tebas, últi Jerjes y La O restíada, trilogía ya mencionada.
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reflexiona sobre la realidad y la apariencia como son y el cumplimiento de su destino
haciendo gala de una ironía que constitu trágico. Esto también está dirigido al es
ye una especie de “anagnórisis’’: reconoci pectador, quien cree algo que después no
miento en el que se descubren el error y la se cumple o toma partido por el persona
culpa del héroe, que le hace ver las cosas je equivocado.
Obras
A yax, A n tígona, L as traq u in ias, E dipo obstina en lleyar a cabo su acción piadosa
Rey, E lectro, F iloctetes y E dipo en C olono en nombre de una justicia superior y es cas
son testimonio de esta técnica. El guerre tigada con la muerte.
ro de la Ilia d a , Ayax, es humillado por la
Edipo, sabio gobernante de Tebas y res
diosa Atenea quien lo induce a matar las
petado por su pueblo, descubre la verdad
ovejas creyendo que son sus enemigos. Se
de su destino: ha matado a su padre y se ha
suicida pero se lo reconoce como a un hé
casado con su madre. La culpa, aunque
roe sabiendo que no es culpable de su lo
provenga de una maldición divina, se le ha- ■
cura final.
ce insoportable al punto que se arranca los
Antígona, quien merece título aparte por ojos y huye sin rumbo. Su cualidad trágica
la grandiosidad del personaje que ha tenido lo convierte en un personaje arquetípico
enorme repercusión a lo largo de toda la (representación de un “tipo” psicológico
historia del teatro, hija de Edipo, se empe universal) que desborda los límites de la li
ña en enterrar a su hermano Polinices cul teratura, ya que ha sido elaborado por Sig-
pable de traición. El juez Creonte se lo im mund Freud como eje central del complejo
pide ostentando la razón legal, pero ella se fundante de la psiquis humana.
Es el más democrático y moderno de los bre problemas éticos que afectan a todos
trágicos. En las diecinueve tragedias com los hombres por igual.
pletas que se conservan, sacrifica la grande Su actitud crítica y escéptica no llegó a
za estética por lo filosófico y retórico, ahon ser totalmente irreligiosa. Dedicó siempre
dando la psicología de los caracteres, que sus tragedias a una visión puramente huma
llega incluso a extremos patológicos. na, afectada por fuerzas naturales oscuras,
Eurípides es el típico poeta ilustrado, pero traspasada por el relativismo del punto
al margen de la vida pública y social, de vista, en el que todas las cosas tienen dos
que centra su obra ya no en la dimen caras. Aplicó una fina observación psicoló
sión trágico-heroica de la plenitud ate gica, enorme comprensión por la debilidad
niense sino en la modalidad de los sofis del espíritu, logrando sobre todo personajes
tas, filósofos racionalistas de la segunda femeninos que sorprendieron en su época,
mitad del siglo V a. de C., que hacían de poco atenta a la situación de las mujeres.
la educación y el buen juicio virtudes ca Para Eurípides la esencia de lo trágico se
pitales. Esta influencia lo llevó a ocupar encuentra en el interior del hombre mismo,
se de temas cotidianos, más cercanos a en la contradicción de sus pasiones, y la pre
los problemas de la gente común, a in sencia del destino sobrenatural trazado por
troducir la cuestión del amor como con los dioses se traslada al azar, a la fortuna, con
flicto importante y emitir opiniones so sus cambios caprichosos y contrastantes.
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Obras - ij' >\
•i- ni*
Entre sus tragedias se destacan aquellas los derechos civiles. A lcestes, M edea, E lec
dedicadas a protagonistas mujeres, heroínas tro, H écu ba, junto a H ipólito, O restes y Las
con caracteres fuertes, apasionadas y siem bacan tes, su última obra, donde vuelve al
pre contempladas en sus matices, hecho in mito de Dionysos que había dado origen a
comprensible para la audiencia de Atenas, la tragedia, son algunas de las contribucio
donde las mujeres eran tenidas en mucho, nes de Eurípides que abren la puerta del
pero muy poco consideradas a la hora de teatro moderno.
El “deus ex machina'
Este artificio consiste en la aparición de un dios en escena, descendido a través de un artefacto me
cánico. Eurípides abusó de este recurso para rematar el desenlace de sus tragedias.
Interesa su mención tanto desde el punto de vista del ingenio escenográfico como el de su uso que
se hizo extensivo a toda forma de intervención imprevista o sobrenatural que sirve para desanudar
una complicación insalvable; por ejemplo: en el Tartufo de Moliére, el alguacil real que lo lleva pre
so cumple esa función, aprovechada para ponderar la justicia del príncipe.
Prehistoria de Edipo
Los atenienses no ignoraban que Layo y Yocasta habían sido los padres de Edipo, que ambos lo
habían entregado de recién nacido a un criado fiel para que lo eliminara, atemorizados por un
oráculo funesto: este hijo sería asesino del padre y tendría descendencia con su propia madre. El
criado, sin embargo, compadecido de ‘ el de los pies hinchados" (que eso significa el nombre del hé
roe!, lo regala ocultamente a un pastor para que lo conduzca a un reino lejano. Edipo huye, ya cre
cido, de los que creía su verdadera patria y sus padres, ante la revelación de un oráculo idéntico.
Después de toparse con un cruce de caminos -imagen perfecta de la libertad humana atrapada
bajo un destino celeste— donde mata a su anciano padre sin conocerlo, luego de una discusión,
llega a la ciudad de Tebas en el momento justo en que esta sufre acongojada por el peso de la Es
finge, un monstruo con partes de doncella, cuerpo de perro, cola de serpiente y voz de varón, que
exige la contestación a un misteriosa pregunta. Edipo, sin nada que perder, acepta la propuesta pú
blica de Creonte, hermano de Yocasta, gobernante temporario del reino, que ofrece como premio
la mano de la reina viuda y el gobierno de la ciudad a quien la libere del monstruo. Edipo acepta
y triunfa, pero en su gloria estará su desdicha.
'¿Qué animal tiene cuatro pies a la mañana, dos al mediodía y por la tarde, tres?" pregunta la Es
finge, casi con la inflexión que anticipa un aciago destino. 'El hombre", le contesta el héroe y de
inmediato el horror contra Tebas desaparece. En esa respuesta, sin embargo, está cifrada la alec
cionadora moraleja de la obra y el retrato de la vida entera de Edipo.
Esta pregunta inicial inaugura, de algu proyecta en los suplicantes, cuya contes
na manera, el teatro de todos los tiem tación a través del sacerdote no se hace
pos. El público expectante se identifica y esperar:
La estructura que urde Sófocles mar sante de la peste. Es intolerable, para la ley
chará continuamente en dos planos, des de los dioses, que el asesino de un padre
plegando el tema de la obra. Por una y el progenitor de sus propios hermanos
parte, rey justo y glorioso a los ojos de sus viva sin condena. Dos leyes, una humana
súbditos, Edipo de Tebas debe esforzarse y otra divina impregnan el tenso desen
por solucionar un problema de Estado: volverse de cada episodio. Hallar la ver
dar cuenta de una ley humana. Por otra, dad terrestre será ¿reconocer una verdad
en el hecho de develar la raíz de los ma superior que está en el plan inescrutable
les, se encontrará a sí mismo como el cau- de los dioses.
© 18
Los tres episodios, de manera matemá que lleva la verdad innata en el alma” (v.
tica, sobria y magistral, propician la expe 298), quien por su profesión de adivino ya
riencia de la “anagnórisis". La épica homé ha previsto la verdad y se resiste a decirla
rica recurría a este mecanismo a modo de claramente. El error trágico o “hamartía” se
un proceso externo de reconocimiento de verifica en que Edipo interpreta la nega
personajes. Aquí Sófocles lo usa para el ción del anciano como conjura contra su
autoconocimiento, con el vigor que posee gobierno y lo acusa de estar aliado con
penetrar el velo de las apariencias y descu Creonte, a quien considera nada más que
brir la auténtica y cruda realidad. En el su cuñado. Pero ya oye sin comprender
primer diálogo, el protagonista sondea a palabras temibles de boca del que es ins
Tiresias, toda una figura emblemática, “el trumento de los dioses.
Hasta el ingreso de Yocasta, la esposa y descripción de las señas del monarca con
madre del protagonista, quien amantísima vierten en turbulencia y terror el ánimo del
desacredita los oráculos y emprende como protagonista.
justificación el relato de la muerte de su
antiguo esposo, ocurrida en un cruce de En el último episodio un mensajero de
caminos, poco antes de la llegada de Edi Corinto y un. fiel criado de la casa de Layo
po, por un conjunto de salteadores y no destruyen las cada vez más débiles espe
por su propio hijo según estaba vaticina ranzas. Así, hasta el clímax, que Sófocles
do. La sola mención del cruce de rutas y la ha preparado con serenidad y destreza.
19
Edipo: ¿Ella te lo en tregó?
Criado:E lla m ism a, señor.
Edipo: ¿Con q u é objeto?
Criado:P ara q u e a c a b a s e con él.
Edipo: ¿Su hijo? ¡M alvada!
Criado:Sí, p o r m iedo a u n os fu n estos orácu los.
Edipo: ¿A cuáles?
Criado:C orría la fa m a d e q u e h a b ía d e m atar a su p ad re.
Edipo: Y tú, ¿por q u é se lo en tregaste a este an cian o?
Criado:P or p u ra com pasión , señor, esperan do
lo llev aría a lejan as tierras d e d on d e é l era.
Él lo salvó, ¡p ara g ran d es m ales!
p orq u e si tú eres el q u e este dice,
con oce q u e b a s n acid o con m al h ad o.
Edipo: ¡Ay, ay, ay ! La v erdad b a q u ed ad o desn u da.
¡Oh Luz! ¡P orp ostrera vez te ven m is ojos!
Ya se b a descu bierto: n a c í d e qu ien es no d ebiera;
* con qu ien n o d eb iera m e casé,
y h e m atad o a qu ien m enos d eb ía.
(y. 1155 y ss.)
© 20
Como en toda tragedia, el lenguaje tien sentencias que para el personajé exponen
de a lo sublime; los versos evitan por la una idea, se revelan al espectador con otra
gravedad de los acontecimientos la modu carga semántica: detrás de la máscara hay
lación familiar y el juego de palabras. En un rostro y en cada rostro grabado Un ric
todo caso, el meollo trágico se ejerce en un tus elocuente. Y en esto consiste la “catar
uso particular de la lengua, en una suerte sis”, la experiencia de un aspecto trascen
de trabajo sobre el doble sentido. Frases y dente de la condición humana.
Orígenes de la comedia
Sin duda, la com ed ia participa también Epicarmo (530-440 a. de C.), llegó la in
de una matriz religiosa, ya que se la repre fluencia de cierto tipo de farsas breves, for
senta en festivales dedicados a Dionysos mas cómicas directas y rústicas, sin coro ni
como contracara del aspecto serio y eleva danza, donde se ridiculizaba a los persona
do de la tragedia y durante la decadencia jes nobles y se incluía por primera vez el
de esta. Debe recordarse que a las tragedias “tipo”, que representa caracteres psicológi
representadas durante un día, se agregaba cos generales, exagerados en sus defectos:
un drama satírico (cuyo coro estaba consti el avaro, el hipócrita, el fanfarrón, etc.
tuido por actores con caretas de sátiros, los
De esta conjunción nace la com ed ia á ti
compañeros del dios) que servía para dis
c a o aten ien se, que combina lo grosero y
tender el clima tenso con ciertos toques de
escatológico del “komos” con la critica de
humor, aunque no se apartaba demasiado
costumbres desarrollada a partir de las far
de su precedente en cuanto a los temas ele
sas de Epicarmo. Todo esto se ve favoreci
gidos y al lenguaje elevado. De estas obras
do por la decadencia de Atenas, que duran
sólo se conserva completo el C íclope de Eu
te la Guerra del Peloponeso, empobrecida
rípides. Sin embargo, no parece haber in
e incapaz de sostener los altos costos de la
fluido en la aparición de la comedia sino
tragedia y deseosa de olvidar sus frustracio
que viene a ser un reflejo más cercano de
nes, se inclina hacia un género que puede
los ditirambos primitivos que dieron pie a la
servirle de defensa contra las angustias de
creación de la tragedia.
la realidad.
Tragedia y comedia
Tragedia y comedia sólo se han apartado en sus formulaciones literarias, desde el milagro griego
que supo ofrecerlas, alcanzando los máximos niveles estéticos, como semillas para el drama de la
posteridad. En su estado puro y tamizada por las convenciones aristotélicas, la tragedia no vuelve a
repetirse salvo en el siglo clásico francés o en ciertas producciones del romanticismo alemán, pero
permanece combinándose con su opuesta, a veces rechazada por la cosmovisión del momento, tal
como en la Edad Media donde la única tragedia posible era la de la Pasión de Cristo. Se acentúa
como ‘ sentimiento trágico de la vida" en la modernidad, difuminándose en el teatro del absurdo
(Beckett, lonesco, Gámbaro), donde por momentos se hace presente incluso a partir de las situacio
nes cómicas.
La comedia, en cambio, parte del virtuosismo corporal, la admisión de lo ridículo que produce risa y
cierta sensación de superioridad generadora de alivio en el espectador, al mismo tiempo que reve
ladora de los modos sociales. Se ha dicho que este género ‘ castigat ridendo mores" (riendo critica
las costumbres) o que constituye una verdadera medicina para los males y locuras del hombre (Mo-
liére) por los efectos liberadores de la risa. No implica causalidad, una cadena de acontecimientos
rigurosamente dispuestos como en la tragedia que llevan a un final inevitable; más bien se basa en
la sorpresa, en el reino de lo subjetivo que se complace en las contrariedades ajenas, sabiendo que
serán felizmente resueltas sin poner en peligro la estabilidad del receptor. La forma que se ha dado
en llamar ‘baja", que corresponde a la farsa, acentúa el movimiento y la expresión corporal, la vio
lencia, los elementos escatológicos. En cambio, se denomina ‘ alta comedia" a la que deriva en el
humor y, de alguna manera, repite como metáfora el "gag" de chocarse contra una columna, en el
sentido de tropiezo con inconvenientes, a través de sus tipos, sus equívocos, sus juegos de palabras
e ironía refinada.
Autores griegos
No fue el único autor, pero sí el eminen la inverosimilitud más extrema con la crítica
te y solitario ejemplo de un tipo teatral que a los personajes y las costumbres contempo
no haría escuela, ya que la comedia poste ráneas, además de un enorme don poético.
rior deriva más bien de Eurípides, a quien
Siempre expresa sus opiniones a través
aquel comediógrafo detestaba, y de Menan-
del coro, sin eludir la reflexión pero sin ha
dro 042-291 a. de C.) quien sienta las bases
cer de sus comedias una mera herramienta
de la comedia de carácter.
didáctica, sino dejando ver en ellas el gozo
De Aristófanes se conservan once come de la buena vida y el deseo de entretener.
dias, en las cuales los coros todavía son fun Arenga a los espectadores contra la guerra y
damentales. Sus integrantes, a menudo, se contra la soberbia del imperialismo atenien
disfrazan con máscaras de los animales que se que lo llevó a pelearse con Esparta, pero
dan título a las obras: Las ranas, Las aves, no alienta un afán-pacifista sino más bien
Las atnspas, etc. Se destaca por su imagina nostálgico de los buenos tiempos del siglo
ción exuberante y su capacidad de combinar de Pericles.
© 22
Aristófanes, que encama la defensa del convertido en figura cómica, desciende al
espíritu dionisíaco en contra del pensa Hades para resucitar a Eurípides que acaba
miento racionalista, elige la figura de Sócra de morir. Allí debe decidir entre este y Esqui
tes como blanco de sus ataques. En Las lo, ya que ambos se disputan el cetro de la
nubes ridiculiza la educación moderna exa tragedia. Después de un debate donde am
gerando el rasgo casuístico que criticaba a bos se echan en cara sus defectos y se hace
los filósofos, es dedr, la utilización de buenos una parodia de sus respectivos estilos, triun
argumentos para causas injustas. Contra Eurí fa Esquilo y su oponente es humillado. Aris
pides escribió Las ranas, quizás con la inten tófanes, a pesar de su odio, revela la pro
ción de levantar el ánimo del pueblo, a pun fundidad de su dominio de los trágicos y su
to de ser aniquilado en la guerra. Dionysos, secreta admiración por el arte de Eurípides.
La llamada “comedia nueva”, cuyo princi en un final feliz de matrimonio. Sólo se conser
pal exponente es Menandro, poco se parece va de él una obra completa, El misántropo, y
a la anterior y prolonga la línea psicológica varios fragmentos, pero no cabe duda de
que viene desde Eurípides, renunciando a la que sus tipos, su fina ironía y sus famosas
crítica de lo público para centrarse con ma sentencias influyeron notablemente en la
yor naturalismo en las situaciones del hom comedia romana y en la que nosotros cono
bre común, sus costumbres y sentimientos. cemos como comedia de costumbres y de
El eje de su temática es el amor y las peri caracteres, sin desdeñar la intriga con sus
pecias de los amantes que deben culminar equívocos y golpes de efecto.
El teatro en Roma
Los orígenes del teatro romano también cia hasta la conquista de Tarento (s. III a. de
están vinculados con ceremonias y cultos C.), explica la admiración y constante asimi
ofrecidos a divinidades agrarias. Probable lación de una cultura tenida por superior e
mente los ju eg os fescen ios, — de “fascinum”: imitada a lo largo de su historia. Por eso, la
amuleto— en honor a Baco (Dionysos), literatura latina en general y el teatro muy en
una especie de “komos” burlón, con mími particular no pueden explicarse sino eñ rela
ca y danzas traídas por los etruscos, quie ción con un modelo griego de referencia.
nes aportaron el acompañamiento con flau
Por otro lado, es en la ciudad de Atella,
ta, bailes mímicos e incluso el uso de la
cerca de Nápoles, donde surge hacia el si
máscara, despertaron el gusto por el histrio-
glo II a. de C. una especie de farsa breve,
nismo y la comicidad. Debe agregársele el
la atelan a, representada por los mismos ha
progresivo conocimiento de las suntuosas
bitantes aficionados, que resguardaban su
representaciones del teatro griego que los
identidad con máscaras de personajes ar-
romanos irían percibiendo en sus sucesivas
quetípicos: Maccus, el bobo; Buceo, el fan
conquistas; ello explica con naturalidad la
farrón; Pappus, el viejo avaro y celoso; Dos-
aplicación de una organización teatral re
senus, el augur jorobado y astuto y, sobre
glamentada a lo que pudieron tener como
todo, los "sanniones" o sirvientes, que se
tendencias innatas.
gún la mayoría de los estudiosos han dado
Además, la convivencia por siglos de los origen a la C om m edia dell'A rte del siglo
habitantes del Lacio con los de la Italia me XVI. Las atelanas, llenas de equívocos, si
ridional, verdadero centro de la Magna Gre tuaciones groseras y ruidosas, tendientes a
23 O
la sátira política, llegaron a acompañar las re Al pueblo romano la especie trágica le fue
presentaciones de las tragedias e influyeron tan conocida como la cómica. Por alguna ra
en la comedia culta, en cuanto a la fantasía, zón, sin embargo, son piezas de la comedia
el efecto sorpresa y la creación de tipos. las que han perdurado en mayor número.
La tragedia latina
Calcada en su origen sobre el modelo griego (Esquilo, Sófocles, Eurípides!, la tragedia latina evolu
cionó hacia un tono erudito propio del ejercicio Imitativo. Con los mismos asuntos mitológicos e idén
tico formato y también prescindiendo del coro, sus autores primitivos se inclinaron por un estilo que
suplía la falta de sutileza con la retórica brillante. Séneca, único autor de quien quedan nueve tra
gedias completas, mostró interés por la dimensión moral de los héroes. En sus argumentos predomi
na un cierto desborde pasional y descriptivo que interesó vivamente a los autores de los siglos XVI
y XVII. A partir del Renacimiento, la lectura de sus tragedias, antes que su representación, conformó
aspectos sobresalientes para el gusto moderno: imaginación, extremos sangrientos, momentos de
magia y evocación de difuntos, todo tramado en veloces cuadros sucesivos. Séneca no sólo resuena
en Shakespeare y Lope de Vega; también fue una lección que Racine aprovechó para su teatro.
El ámbito escénico
© 24
Funcionaban el día entero, casi con el paridón, no tanto por cuestiones de costo,
concepto de negocio espectáculo. Los di sino por una innovación artística: una ma
rectores de compañía compraban las obras yor cercanía entre el público y la ficción
a los poetas y las ponían en consideración teatral. Con todo, el aspecto melódico fue
de los patrocinadores de los juegos. Los es mantenido muy en cuenta. En el transcurso
clavos, todos varones, podían representar de su representadón, las obras alternaban
varios papeles durante una sola obra y el el diálogo o el recitado acompañado de
público adjudicaba el premio en los concur música, con extensos pasajes cantados por
sos a los actores, no al autor ni a la pieza. los actores, similares a un canto lírico pró
ximo a la ópera bufa*, e incluso a la ópera
Los romanos disminuyeron drásticamen moderna, siempre arriba del proscenio, de
te el papeLdel coro, su evolución y canto modo que la intriga quedaba a menudo su
en la orquesta, hasta su casi completa desa- bordinada a estos “cántica”*.
Plauto y Terendo vivieron una época de fueron puestos en escena a la manera griega,
marcada influenda helenista. Adoptaron un por lo que se las conoce con el nombre de
teatro en apariencia convendonal, directa comedia “palliata”, por el “pallio” o color cla
mente imitado de la comedia nueva griega y ro de la toga griega diferente a la "praetex-
en especial de Menandro, que les proveía la tae”, toga nadonal romana, con bordado púr
facilidad de un argumento estableado. No pura, que también utilizaron otros autores
sólo la fábula, sino el ambiente y los tipos menos célebres para obras de ambiente local.
Plauto había nacido en Sarsina (Umbría), comedia, a cargo de los efectos que pro
población recientemente romanizada. Se vocan la risa. Plauto no utiliza máscaras
sabe que estuvo en Roma desde joven y y tampoco caracteriza sus tipos; sin em
que se dedicó a negocios relacionados con bargo, siempre pone de relieve al prota
el teatro además de comerciales, en los gonista que suele ser un esclavo y actúa
cuales se arruinó. De las ciento treinta co como su otro yo. ,
medias que se le atribuyen, sólo han perdu
Sobresale en la calidad de lenguaje, pro
rado veintiuna, con vasta influencia en el
bado en diálogos de extraordinaria vivaci
teatro occidental. Entre las más célebres se
dad. No tanto en el armado de la obra, un
cuentan: A u lu laria o La olla ; Am phitryon,
poco inorgánico. Sus obras suelen presen
imitada por Moliere; M iles G loriosus (Militar
tar un prólogo, a veces en boca de un dios
fanfarrón), que influyó en La C elestina de
muy humanizado, a veces con un persona
Femando de Rojas; C istellaria o La cestilla,
je alegórico, y otras mediante un actor de
A sin aria o L a venta d e los asnos, etc.
nominado Prólogo, siempre con la inten
Los personajes de Plauto, a menudo, ción de ganar rápidamente el favor de la
son gentes de dudosa moralidad: la cor concurrencia. Por lo demás, una sucesión
tesana, el joven libertino, el viejo calave de escenas sin solución de continuidad de
ra y, por sobre todo, el sirviente astuto, senvuelven los sucesos, con amplio predo
que llega a convertirse en el héroe de la minio de los momentos cantados.
Terendo (190-159 a. de C.)
Terencio, esclavo africano tras la caída de Terencio extremó una conducta, atribui
Cartago, tuvo una breve vida. Fue manumi da a Nevio, que consistía en mezclar dos
tido, vale decir liberado, y se educó en cír piezas griegas en una sola para obtener
culos cultos y aristocráticos lo que selló el mayor originalidad y facilitar la producción
tono de su teatro, menos popular que el de de argumentos, lo que le provocó numero
Plauto. Ha dejado seis comedias: A ndria, La sos inconvenientes y envidias. Sus come
suegra, Form ión, E l eu n u co, El qu e se ator dias rio buscan la risa franca sino la sonri
m enta a s í m ism o y Los adelfos, que pervivie sa inteligente por la comprensión de la
ron provistas de la noticia que registraban psicología de los caracteres, muy humani
los archivos, donde consta el nombre del zados y sin los rasgos caricaturescos que
autor, el título de la obra, la o las obras grie complacían a Plauto. Por su lenguaje, aca
gas en las que se inspiró, la fecha y el lugar so un poco monótono, pero siempre per
de la representación, el nombre del director fecto en monólogos y partes narradas, ha
de la compañía y su actor protagónico, ade quedado como modelo del teatro clásico
más de quien compuso la música. del siglo XVII.
I. Elaborar un cuadro sinóptico que contenga 2. Establecer una comparación entre comedia
I
información sobre la comedia, sus orígenes y y tragedia y volcarla en un cuadro de dos
sus autores piás célebres. columnas.
.....................................................................♦ • • •
Argumento de la olla
Euclión, cuyo padre y abuelo también eran avaros, según deja establecido Lar, la divinidad tutelar
en el prólogo, ahora es viejo y SU' único desvelo consiste en tratar de que nadie sepa del oro que
mantiene escondido dentro de la olla enterrada celosamente en su casa. Es rico, aunque vive como
pobre, fingiendo la mayor de las miserias. Tiene una hija que está embarazada — hecho que ignora-
por la seducción del ¡oven Licónides, cuyo rico tío Megadoro, desconocedor también de esa rela
ción, la requerirá ingenuamente en matrimonio, para adorno y consuelo de sus últimos años... y com
plicar la trama de la pieza. '
La naturaleza de lo cómico impone siem dos del anciano tacaño por las múltijales e
pre el trabajo sobre el equívoco, lo que los infundadas sospechas sobre criados y veci
latinos denominaban quidproquo, es decir, nos, no menos que en los diálogos que el
tomar una cosa por otra o a una persona por cuidado del tesoro atrae. La relación entre
la que no es. En este sentido, el autor que se pobres y ricos, el capricho de las señoras
enfrentaba a espectadores difíciles, capaces modernas de alta posición, la valoración de
de hacer fracasar una representación en la mujer, los deberes del buen criado, la ra
cualquier momento, cultiva con habilidad piña menor de los cocineros y las ansias de
diálogos ambiguos con el objeto de mante todo esclavo esperando manumisión desfi
ner la adhesión indeclinable de su público. lan conforme un registro de la actualidad ro
La risa se despierta en los malos entendi mana en esta comedia de ambiente griego.
27
Estróbilo: E spectadores: E uclión h a cam b iad o d e con dición .
R epen tin am en te se h a h ech o gen eroso;
sed lo tam bién vosotros con los actores,
y si la com ed ia os h a gu stado, ap lau d id la estrepitosam ente.
El mimo ...................................................................
Surge en la más remota Antigüedad, co nen en los grupos ambulantes de bufones
mo arte de la imitación gestual, de origen y de feria, saltimbanquis, “saltadores” (espe
trayectoria verdaderamente populares. Al cialistas en el arte de hacer gestos) o histrio
canzó gran éxito en Grecia y Roma, al par' nes, si bien en un principio habían sido
que pudo haber tenido influencia en la evo prohibidos por la Iglesia. Vuelven a renacer
lución del ditirambo hacia la tragedia en su en el siglo XVI con la C om m edia d ell’A rte
forma dramática, si bien esta aunaba a sus italiana donde se utilizan máscaras y se da
aspiraciones estéticas, motivos didácticos un equilibrio entre la gestualidad y la im
que la convertían en un teatro culto y al provisación oral.
mismo tiempo, oficial.
En la actualidad, se distingue claramente
Hacia el siglo V a. de C., se conocen re entre mimo y pantomima. El primero es pu
presentaciones de este tipo en las obras de ra creación gestual lírica, que permite el vue
Sofrón y Epicarmo de Siracusa: los primeros lo imaginativo del espectador, y juega con
m im os actuaban sin máscara, cubriéndose objetos imaginarios o revela estados de áni
la cara con grasa a la que adherían peque mo. La pantomima, en cambio, tal como se
ños fragmentos de madera o papel. La más la conoce desde la Antigüedad, constituye
cara fue utilizada posteriormente y adopta una imitación gestual de gran virtuosismo
da en Roma, donde Livio Andrónico (s. III creada a partir de una historia leída o tácita.
a. de C.) esclavo liberto de origen griego,
Este arte se introdujo en el music-hall, el
acostumbrado a las representaciones teatra
vodevil (que veremos más adelante) y el ci
les, no sólo tradujo la O disea en verso lati
ne mudo, mientras que en su estado puro
no sino que compuso piezas en las que
floreció durante este siglo en la escuela fran
combinaba poesía y mímica. Dio origen a la
cesa que tiene por mayores exponentes a
pan tom im a, donde el actor con diferentes
Etienne Decroux y Marcel Marqeau. También
caretas y vestuario encarnaba los distintos
se ha filtrado, a veces, en las obras teatrales
papeles utilizando el cuerpo para imitar las
de vanguardia que pretenden redescubrir la
acciones leídas.
gestualidad pura y tienen influencias de la
En la Edad Media, los mimos se mantie comedia italiana y el teatro oriental.
1. En equipos, confeccionar máscaras con hojas 3. Practicar un movimiento coral con el frag
de cuaderno o carpeta. Seleccionar ún jurado y mento de tas Euménides.
premiar las mejores. 4. Llevar a mímica o pantomima bocetos simples
2. Imaginar el aula como un espacio teatral; definir sobre tipos de la atelana: por ejemplo, la agonía
el lugar de representación y actuar con voluntarios del héroe’ o tropiezo con inconvenientes’.
enmascarados la escena de Euclión y Megadoro. 5. Comentar y discutir la experiencia de "ser otro .
................................................
O 28
c
A través de un trabajo realizado en equipo, presentar a los compañeros los resultados de
c
la siguiente investigación, previa lectura de la obra completa. (
c
• El argumento de Anfígona, la célebre tragedia de Sófocles. (
• Definir cuál es el tema de la obra y justificarlo con una cita textual. (
• Relacionarlo con lo estudiado sobre Edipo, su conexión de hechos humanos y religiosos
c
propios del género.
(
• Con la ayuda del profesor, rastrear otras obras que reelaboren el mismo asunto.
(
• Presentar las conclusiones en un informe escrito. Debe consignarse la bibliografía utilizada. /'
• Exponer los resultados de la investigación, con ayuda de material gráfico.
(
• Poner en escena un guión adaptado de la obra estudiada.
o
c
c\
( I
C :
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c
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29 X
o
El personaje
Seres de papel. El actor. Esplendor del com ediante: la C o m m ed ia d e ll’A rte.
Cristianismo y teatro en la Edad Media. Los teatros nacionales. El teatro
iSabelino. Shakespeare. H a m let o el príncipe de la duda. La com edia española. •
Lope de Vega. Tirso de Molina. Calderón. El teatro clásico francés. Com edle.
Racine. M oliére. T artu fo o la falsa piedad.
Así co m o el autor se expresa por b o ca del personaje, este necesita del actor
para com pletar su sentido pleno, qu e llega a su apogeo en los grandes teatros
nacionales d el siglo XVII.
............ © 30
Seres de papel
ha
El acento en el discurso más que en la
acción se observa en el teatro clásico fran
cés del siglo XVII, ya que los personajes se
vuelven seres autónomos, con vida propia,
que valen por lo que “son” y se bastan co
títere representado por actores cuya cara no
mo individuos o tipos, desplazando el cen
podía verse, simples instrumentos de la emo
tro de la intriga de modo que se convierten
ción dramática.
en la esencia misma del teatro. A partir del
A partir del Renacimiento, los personajes siglo XVIII y hasta comienzos del XX, en el
comienzan a adquirir vida propia y en al drama romántico y burgués, crece la di
gún caso, como en Shakespeare, alcanzan mensión social a expensas de la individua
el equilibrio perfecto entre carácter y acción lidad del personaje. El contexto adquiere
o, mejor dicho, entre interioridad y mundo entonces una importancia suprema que de
exterior, al mismo tiempo que se va acen termina la acción y hace imposible distin
tuando la identificación con el intérprete. guir entre intérprete y personaje, puesto
Como veremos, para la C om m edia dell'Ar- que la ilusión realista domina por comple
le actor y personaje son una misma cosa; así to la escena.
Caracterización
31
el uso de la voz y la gestualidad que re zación de los actores; cuenta, además, con
querirá distintos matices según el tipo de el vestuario — de gran relevancia en el
obra a representar: verso o prosa, drama o teatro realista y moderno por su carga co
farsa, teatro político o poético, y según las lorista o simbólica— y con la colaboración
escuelas que cada época valore. Todo esto del espectador que deberá agregar aque
coordinado por el director quien interpre llo que no esté expreso en el texto ni en
ta la obra e induce determinada caracteri la puesta.
Modelo actancial
Actualmente se vuelve a la primitiva di nera clásica, con sus rasgos individuales y
mensión aristotélica del personaje como distintivos y por último, entre ambos, el rol,
agente de la fábula o más bien al equilibrio es decir, el papel (algo similar al “tipo”) no
entre acción y personaje, el cual, en el aná tan abstracto como el actante ni tan concre
lisis de las modernas teorías lingüísticas y to como el actor.
semióticas, tiende a ser desarmado en tres
aspectos indicativos de distintas funciones: Por ejemplo, en La vida es su eñ o, de Cal
aclam e, esto es, en un nivel profundo os derón de la Barca, el acta n te es el deseo de
tenta una fuerza no individualizada que se vivir libre y con conocimiento; el actor, el
propone determinado fin; a d o r, (no en el personaje llamado Segismundo y el rol, su
sentido de intérprete), el personaje a la ma papel de príncipe cautivo.
Vladimir Propp, en Morfología del cuento (1928), reconoce en el estudio de cientos de relatos fol
clóricos la reiteración de siete esferas de acción, cada una de las cuales es un rol y no coincide
necesariamente con un personaje o un nombre propio: el agresor, el donante, el ayudante, la prince
sa, el mandante, el héroe y el falso héroe.
32
M o d e lo a c ta n c ia l
Mensajero/Criado
El actor
En e l silen cio ten ebroso d el escen ario, a través d el en trelazam ien to d e las p a la b ra s qu e
n os en tregan , av an zam os a ciegas, con las m an os exten didas, los ojos in ú til y desm esu ra
dam en te abiertos, los cu erpos tensos, las p iem o s vacilan tes. A lrededor d e nosotros se d esliza
u n a som bra, com o un fan ta sm a cread o p o r nuestra im agin ación . Todos nuestros sen tidos
se h allan vigilantes, nuestro corazón late terriblem ente, g otas d e su d or corren p o r nuestras
fren tes, n u estra san g re d eja d e circu lar. B uscam os el p erson aje.
Je a n Louls Barrault
Sin actores no hay teatro, pues este es “Play” o “jouer un role" y “jugar un papel”
una forma de enunciación particular que se son expresiones que, desde la antigüedad la
establece frente a un público a través del tina con sus “ludi”, designan el arte de la in
cuerpo y la voz, reflejos de la condición hu terpretación e incluso, la obra misma. Los
mana que necesita su espejo y su espacio de “agonistas”, es decir, los combatientes, a la
entretenimiento. “Una obra de teatro es jue manera de los Juegos Olímpicos, se presen
go” dice el director inglés Peter Brook, refi taban en el proscenio griego. Los “jugado
riéndose al arduo trabajo de la escena. No res” harán las delicias del público, que juega
es casual que en varios idiomas la actuación a ser niño, le señalarán sus faltas, lo sacudi
o el dominio de un instrumento musical se rán para purificarlo, lo confirmarán en su
señalen precisamente con el verbo jugar. normalidad, según la herencia latina.
Un poco de historia
En Atenas, los actores eran casi emplea las obras de Marlowe y Shakespeare. Este
dos del Estado, que los eximía de cargas pú mismo se inició en el oficio y representó el
blicas y abonaba sus salarios. En Roma no papel de fantasma en H am let y también
se los vio con buenos ojos y pasaron a inte Moliére, quien llegó casi a morir en escena.
grar un oficio degradado, también exclusivo En el siglo XVIU, el afamado actor inglés
para hombres. Sólo los mimos, capaces de David Garrick crea un festival dedicado a
encantar a los poderosos con su gestualidad Shakespeare, utilizando ya un vestuario co
apta para todas las clases sociales, gozaron rrespondiente a la época de las obras.
de cierto favor en la época imperial.
Es en ese momento cuando se inicia la
La Edad Media cristiana los tomó por ele era de los divos o primeros actores de gran
mentos paganizantes, “hijos de Satanás y popularidad. Encabezan compañías profe
prostitutas babilónicas” y buscaron supervi sionales itinerantes, reciben obras especial
vencia en las ferias populares como saltim mente escritas para ellos, dirigen las pues
banquis, acróbatas, prestidigitadores, jugla tas y luego, en nuestro siglo, cuentan con el
res e histriones. Las obras representadas en aporte de los más hábiles directores escéni
las iglesias estaban a cargo de actores voca- cos. Entre los más célebres del siglo pasado
cionales, miembros de las cofradías religio están los ingleses Joh n Irving y Ellen Terry,
sas; las exhibidas en la plaza, a cargo de los la francesa Sarah Bemhardt, convertida en
representantes de distintos gremios de arte mito por la audacia de su arte y su capaci
sanos. Incluso en el primer Renacimiento, las dad empresaria, la italiana Eleonora Duse y
cultas aunque picantes comedias humanistas la rusa Vera Komisarshevskaia. Ya más
de Maquiavelo y Aretino eran representadas avanzado el siglo XX, cabe recordar a los
por grupos de nobles o estudiantes. británicos Vivien Leigh, Helen Hayes, John
Gielgud, Lawrence Olivier, los franceses
Desde la época de los teatros nacionales, Jean Louis Barrault, Jean Vilar, Madelaine
en los siglos XVI y XVII, se registran nom Renaud y las españolas María Guerrero y
bres de actores célebres com o Edward Margarita Xirgu, introductora del teatro de
Alleyn y Jam es Burbage que interpretaron García Lorca en la Argentina.
Escuelas de actores
Konstantin Stanislavsky 11863-1933), creador del Teatro de Arte de Moscú en 1898, desarrolló un
"M étodo" de actuación de gran influencia en el siglo, intentando un acercamiento científico al arte
histriónico. En primer término, a través de un extremado naturalismo psicológico por el que obsesi
vamente documentaba y recreaba sus trabajos, tanto de actor como de director; más tarde, y a raíz
de sus puestas de Chejov, por medio de la captación intuitiva del "subtexto" y la vivencia del perso
naje. Esto se obtenía a través de la ‘ memoria emotiva", es decir, algún recuerdo que actualiza una
experiencia personal, de modo que el intérprete vuelve a sentir aquello que io conmovió en su ori
gen. Para poder reproducir ese estado, sin volverlo mecánico y falto de vida, se vale de una total li
beración corporal que absorbe la mirada del espectador y logra al mismo tiempo el "sí mágico" con
que el actor responde a la ilusión, encarnándose en su personaje como si fuera real.
En los Estados Unidos, el Actor's Studio, creado por Elia Kazan en 1947 y luego dirigido por Lee
Strassberg, se inspiró en la doctrina de Stanislavsky: obligaba a los actores a investigar sobre sus
personajes y, si era posible, vivenciar sus características, adecuándose a las necesidades del teatro
de Arthur M ille r o Tennesee Williams, en un extremado verismo. Es conocida la anécdota acerca del
34
encuentro en un filme (Manotón c/e lo muerte) entre Dustin Hoffman y Lawrence Olivier. Cuando el
actor norteamericano comentó que trataba de convivir durante meses con los personajes que com
ponía o los estudiaba en distintas fuentes, el gran actor inglés le preguntó: "¿Y por qué no los actúa
lisa y llanamente?"
El polaco Jerzy Grotowski (19321 propone un arte actoral casi sagrado, en el que el intérprete de
be dejarse posesionar por el personaje, como en una ceremonia ritual y luego abrirse al público en
una absoluta auto-revelación, dirigida a una selecta minoría, sin tomar en cuenta lo popular o el éxi
to comercial. C reador del Teatro Laboratorio, centro de difusión de lo que él llama "teatro pobre",
sólo preocupado por la técnica personal y escénica del actor, su método parte de Stanislavsky, pe
ro tiene como fin despojar al intérprete de todas las trabas que le impidan esa entrega similar al
trance religioso. C on este fin, adopta técnicas orientales de relajación corporal para lograr un es
tado de pasividad activa, en el sentido de hacer justo lo necesario, apoyándose en el artificio que
permite un equilibrio entre el control y el abandono del yo.
Origen
El inicio de esta escuela, nacida del pue hoy, después del cine mudo, conocemos
blo y más tarde elaborada en las cortes, se como “gags” o trucos del humor corporal.
debe a un gran comediante y autor, Angelo
Las máscaras improvisaban sobre un bo
Beolco, llamado el Ruzzante, quien hacia
ceto donde podían hacer gala de su talento
1520, con su propia compañía profesional,
y desarrollar los pasajes de lucimiento perso
integrada ya por hombres y mujeres, inter
nal, al estilo de los divos del teatro posterior,
pretaba obras derivadas de la comedia lati
siempre sobre un guión donde se enunciaba
na, haciendo hincapié en los tipos que lue
cierta intriga básica generalmente extraída de
go pasarían a la C om m ed ia dellA rte.
Plauto, Terencio, novelas, óperas e incluso
El genio latino, a través de la creación parodias de tragedia. Se conservan numero
popular va dando lugar a estas “troupes” fa sos argumentos de la C om m edia, donde se
miliares, semejantes a los grupos circenses, observa una constante argumental de dos
donde se transmiten los saberes de padres parejas de enamorados contrariados, ancia
a hijos en un virtuosismo que abarcaba to nos celosos, criados astutos o complacientes,
das las habilidades escénicas: mímica, dan todo ello con abundancia de equívocos y re
za, acrobacia, pantomima y también lo que veses de fortuna.
35
Un poco de historia
En Atenas, los actores eran casi emplea las obras de Marlowe y Shakespeare. Este
dos del Estado, que los eximía de cargas pú mismo se inició en el oficio y representó el
blicas y abonaba sus salarios. En Roma no papel de fantasma en H am let y también
se los vio con buenos ojos y pasaron a inte Moliére, quien llegó casi a morir en escena.
grar un oficio degradado, también exclusivo En el siglo XVIU, el afamado actor inglés
para hombres. Sólo los mimos, capaces de David Garrick crea un festival dedicado a
encantar a los poderosos con su gestualidad Shakespeare, utilizando ya un vestuario co
apta para todas las clases sociales, gozaron rrespondiente a la época de las obras.
de cieno favor en la época imperial.
Es en ese momento cuando se inicia la
La Edad Media cristiana los tomó por ele era de los divos o primeros actores de gran
mentos paganizantes, “hijos de Satanás y popularidad. Encabezan compañías profe
prostitutas babilónicas” y buscaron supervi sionales itinerantes, reciben obras especial
vencia en las ferias populares como saltim mente escritas para ellos, dirigen las pues
banquis, acróbatas, prestidigitadores, jugla tas y luego, en nuestro siglo, cuentan con el
res e histriones. Las obras representadas en aporte de los más hábiles directores escéni
las iglesias estaban a caigo de actores voca- cos. Entre los más célebres del siglo pasado
cionales, miembros de las cofradías religio están los ingleses Joh n Irving y Ellen Terry,
sas; las exhibidas en la plaza, a cargo de los la francesa Sarah Bernhardt, convertida en
representantes de distintos gremios de arte mito por la audacia de su arte y su capaci
sanos. Incluso en el primer Renacimiento, las dad empresaria, la italiana Eleonora Duse y
cultas aunque picantes comedias humanistas la rusa Vera Komisarshevskaia. Ya más
de Maquiavelo y Aretino eran representadas avanzado el siglo XX, cabe recordar a los
por grupos de nobles o estudiantes. británicos Vivien Leigh, Helen Hayes, John
Gielgud, Lawrence Olivier, los franceses
Desde la época de los teatros nacionales, Jean Louis Barrault, Jean Vilar, Madelaine
en los siglos XVI y XVII, se registran nom Renaud y las españolas María Guerrero y
bres de actores célebres como Edward Margarita Xirgu, introductora del teatro de
Alleyn y Jam es Burbage que interpretaron Garda Lorca en la Argentina.
Escuelas de actores
Konstantin Stanislavsky (1863-19351, creador del Teatro de Arte de Moscú en 1898, desarrolló un
"Método" de actuación de gran influencia en el siglo, intentando un acercamiento científico al arte
histriónico. En primer término, a través de un extremado naturalismo psicológico por el que obsesi
vamente documentaba y recreaba sus trabajos, tanto de actor como de director; más tarde, y a raíz
de sus puestas de Chejov, por medio de la captación intuitiva del "subtexto" y la vivencia del perso
naje. Esto se obtenía a través de la "memoria emotiva", es decir, algún recuerdo que actualiza una
experiencia personal, de modo que el intérprete vuelve a sentir aquello que lo conmovió en su ori
gen. Para poder reproducir ese estado, sin volverlo mecánico y falto de vida, se vale de una total li
beración corporal que absorbe la mirada del espectador y logra al mismo tiempo el “sí mágico" con
que el actor responde a la ilusión, encarnándose en su personaje como si fuera real.
En los Estados Unidos, el Actor’s Studio, creado por Elia Kazan en 1947 y luego dirigido por Lee
Strassberg, se inspiró en la doctrina de Stanislavsky: obligaba a los actores a investigar sobre sus
personajes y, si era posible, vivenciar sus características, adecuándose a las necesidades del teatro
de Arthur M ille r o Tennesee Williams, en un extremado verismo. Es conocida la anécdota acerca del
34
encuentro en un filme (Maratón de la muerteJ entre Dustin Hoffman y Lawrence Olivier. Cuando el
actor norteamericano comentó que trataba de convivir durante meses con los personajes que com
ponía o los estudiaba en distintas fuentes, el gran actor inglés le preguntó: “¿Y por qué no los actúa
lisa y llanamente?"
El polaco Jerzy Grotowski (1932) propone un arte actoral casi sagrado, en el que el intérprete de
be dejarse posesionar por el personaje, como en una ceremonia ritual y luego abrirse al público en
una absoluta auto-revelación, dirigida a una selecta minoría, sin tomar en cuenta lo popular o el éxi
to comercial. Creador del Teatro Laboratorio, centro de difusión de lo que él llama ‘ teatro pobre",
sólo preocupado por la técnica personal y escénica del actor, su método parte de Stanislavsky, pe
ro tiene como fin despojar al intérprete de todas las trabas que le impidan esa entrega similar al
trance religioso. Con este fin, adopta técnicas orientales de relajación corporal para lograr un es
tado de pasividad activa, en el sentido de hacer justo lo necesario, apoyándose en el artificio que
permite un equilibrio entre el control y el abandono del yo.
Origen
El inicio de esta escuela, nacida del pue hoy, después del cine mudo, conocem os
blo y más tarde elaborada en las cortes, se como “gags" o trucos del humor corporal.
debe a un gran comediante y autor, Angelo
Las máscaras improvisaban sobre un bo
Beolco, llamado el Ruzzante, quien hacia
ceto donde podían hacer gala de su talento
1520, con su propia compañía profesional,
y desarrollar los pasajes de lucimiento perso
integrada ya por hombres y mujeres, inter
nal, al estilo de los divos del teatro posterior,
pretaba obras derivadas de la comedia lati
siempre sobre un guión donde se enunciaba
na, haciendo hincapié en los tipos que lue
cierta intriga básica generalmente extraída de
go pasarían a la C om m ed ia dellA rte.
Plauto, Terencio, novelas, óperas e incluso
El genio latino, a través de la creación parodias de tragedia. Se conservan numero
popular va dando lugar a estas “troupes" fa sos argumentos de la C om m edia, donde se
miliares, semejantes a los grupos circenses, observa una constante argumental de dos
donde se transmiten los saberes de padres parejas de enamorados contrariados, ancia
a hijos en un virtuosismo que abarcaba to nos celosos, criados astutos o complacientes,
das las habilidades escénicas: mímica, dan todo ello con abundancia de equívocos y re
za, acrobacia, pantomima y también lo que veses de fortuna.
35 ©
Las “fie sta s d e locos'
Las ‘ fiestas de los locos" en Francia, el carnaval alemán, los "¡uegos de escarnio" en España fue
ron la base de la farsa propiamente dicha. Se trataba de celebraciones sobre textos satíricos y se
utilizaban cabezas de asnos o caperuzas de tontos para burla de las instituciones o sus personales.
Se crearon varias agrupaciones o cofradías de "locos" durante los siglos XV y XVI. Una de ellas, la
"Basoche" francesa, se organizaba como una especie de corte, improvisando espectáculos con co
mediantes aficionados, célebres por su talento para la mímica y la acrobacia. El "loco" o "gracioso"
len la comedia española), así como el criado de la comedia clásica, alcanzará gran importancia en
los teatros nacionales, haciendo las veces de coro, portavoz de las opiniones del autor, críticas o
verdades, al mismo tiempo que distiende el clima dramático y actúa como fiel ladero de su señor.
La farsa
Como expresión del teatro profano, la diante refuerza la dimensión corporal del
fa r s a , a manera de condim ento del pueblo, actor: mímica, gestualidad exagerada, exa-
se encarna en la pieza francesa M aese bruptps, juegos de palabras, situaciones
P ath elin (1465), historia del abogado astuto grotescas, acentuando, además, el aspecto
que utiliza sus saberes para burlarse del pa satírico de su obra, su costado revoluciona
ñero burgués y luego resulta engañado por rio. Así aparece en el teatro de Moliére y
el pastor tonto. Luego, se va infiltrando en llega hasta nuestros días en ciertos rasgos
el teatro posterior, toda vez que el com e del teatro del absurdo.
La tragicomedia
En el cierre del siglo XV, haciendo de Conviene recordar su origen puesto que pa
puente con el Renacimiento, cabe destacar ra muchos el teatro ¡sabelino trágico partici
la T rag icom ed ia d e C alisto y M elibea (1499), pa de esa denominación y muchos críticos
más conocida com o L a C elestin a, de Fer la identifican con la de drama, a partir del
nando de Rojas. El término que da título a Romanticismo. L a C elestin a', obra de enor
la obra viene del prólogo de Plauto a su co me influencia en su momento, participa
media A n fitrión : “Haré una mezcla de tra más bien de lo tragicómico en esta acep
gedia y comedia, o sea una tragicomedia, ción moderna: combinación de lo sublime
debiendo figurar en la acción reyes y dioses y lo grotesco en una historia de amor y rea
y luego saliendo en escena un siervo...” lismo a la española.
E1 teatro isabelino
El auge del teatro en la Inglaterra del si presentándose inicialmente en los patios
glo XVI, durante el largo reinado de Isabel de posadas, donde se alojaban y, por un
I, se debe a factores político-económicos alquiler, además de un considerable au
que concurren con una tradición dramática mento en la clientela, ofrecían sus funcio
ininterrumpida desde la Edad Media y la nes en los cam inos que llevaban a Lon
costumbre de los grandes señores de man dres o en la misma ciudad. Un poco más
tener actores en sus casas para diversión tarde, los actores, en sociedad con capita
propia. Estas compañías luego se hicieron listas harían construir sus edificios teatra
trashumantes, pero siguieron contando con les, siguiendo en principio el esquema
la protección de su mecenas que solía con del patio, com o en el caso del El Teatro
vocarlas para ocasiones especiales. de 1576 o adoptando la forma circular de
los ruedos taurinos com o en El G lobo de
Las com pañías teatrales, desgajadas de 1596, uno de cuyos accionistas era 'S'illiam
los feudos nobiliarios, inician su carrera Shakespeare.
El ámbito escénico
Fuentes y autores
© 40
William Shakespeare (1564-1616)
Poco se sabe de su vida aunque no faltan Las escasas noticias acerca de su cultu
documentos oficiales, comentarios elogiosos ra, la falta de manuscritos que comprue
sobre su obra y testimonios sobre su prospe ben en forma fehaciente la autoría de las
ridad económica debida no a su condición obras, los testimonios dudosos acerca de
de autor sino a la de empresario teatral. Na sus actividades han generado numerosas
cido en Stratford-on-Avon, dejó su pueblo especulaciones que le niegan existencia
natal y se inició en Londres en el ambiente com o dramaturgo. Las obras de Shakes
teatral com o palafrenero, apuntador y por peare han sido atribuidas a Francis Bacon,
fin, “excelente actor”, aunque se duda que canciller del reino, hombre de vasta cultu
haya interpretado papeles protagónicos. En ra e iniciador del ensayo inglés; a Chris-
sociedad con Jam es Burbage, quien fuera topher Marlowe, muerto en una pelea de
primer actor de sus mejores obras, adquiere taberna a los veintiocho años, pero en rea
parte del teatro del Globo, luego el Black- lidad exiliado bajo nombre supuesto y a va
friars techado y pasa a integrar la Compañía rios personajes encumbrados com o el Con
del Rey, Jacobo I Esmardo. Se retira a su de de Derby y el Duque de Southampton,
Stratford cinco años antes de morir, el 23 de hom bres de letras, co n oced o res de la
abril de ló ló , quizás el mismo día que Mi geografía europea y las costum bres co r
guel de Cervantes, otro genio de la palabra. tesanas.
Obras
Hamlet, príncipe de Dinamarca, es instado por el fantasma de su padre a la venganza contra su tío
Claudio quien lo asesinó para quedarse con la viuda y el trono. Para ello, finge locura ante el con
sejero Polonio y los cortesanos Ronsencrantz y Guildenstern que son enviados a sondearlo. Recha
za a su amada O felia y organiza una función de cómicos, que habrán de representar ante la cor
te la escena del asesinato de su padre, con el fin de desenmascarar al traidor. Su madre, Gertrudis,
pide hablar con él después de la función y Hamlet mata a Polonio quien se ha escondido para es
cuchar la conversación. Hamlet es enviado a Inglaterra para que allí lo eliminen, pero se salva por
milagro y regresa para encontrarse con el entierro de Ofelia, que se ha suicidado. Laertes, herma
no de la joven, reclama justicia y acepta retar a duelo a Hamlet utilizando un florete envenenado.
Se produce el lance de esgrima. Además de la espada, Claudio destina un vaso de vino con vene
no para su hijastro, la madre bebe por error y muere. Hamlet y Laertes caen, pero antes de morir,
el príncipe mata al usurpador.
Tema: Hamlet quiere vengar la muerte de su padre y quiere justicia por el asesinato de su rey.
Caracterización
O 42
do y el cosmos (aparición sobrenatural) juicio de Dios por su capacidad catártica*'}*
después de haberse enfrentado a la verdad sus consejos sobre el arte actoral.
del asesinato de su padre. Va a servirse de En el famoso-soliloquio* del tercer acto,
la locura estratégica para no fingir a la ma com o una especie de coro donde resuena
nera de los cortesanos obsecuentes, envia la voz del autor, Hamlet resume su opinión
dos a sonsacarlo. De esa manera puede de sobre la vida, lejos de toda consideración
cir verdades mientras prepara el plan que, religiosa, y metaforiza la trampa en que se
por medio de la representación de una encuentra: no puede actuar porque no está
pantomima, logre la auto incriminación de en su naturaleza de intelectual reflexivo, del
los culpables. Este episodio es utilizado por mismo modo que se ve obligado, com o to
el autor para exponer su visión sobre el dos, a tolerar las afrentas del destino por
teatro, al que concede casi el poder de un miedo a lo que viene después:
S er o n o ser; es a es la cu estión :
s i u n o p ien s a q u e es m ás n o b le so p ortar
los d a rd o s y fle c h a s d e la fo r tu n a ad v ersa
o tom ar la s a rm a s con tra u n m a r d e m ales
y h a c erles fr e n te h a s ta ven cerlos. M orir: dorm ir.
N ad a m ás. Y en u n su eñ o d e c ir q u e p o n em o s fin
a l d o lo r d e l co ra z ó n y a los m iles d e g olp es
n atu rales q u e la c a r n e h ered a . Es un fin a l
p ia d o sa m en te d esea b le. M orir, dorm ir.
D orm ir. A caso so ñ a r. H e a h í e l p ro b lem a :
en es e su eñ o d e m u erte q u é su eñ os p u ed en v en ir...
(Acto III, Escena I.)
En el último monólogo, después de haber ción, aunque esta misma le parezca poco
agotado todas las formas de desengaño sobre meritoria. Lo racional no le sirve porque en
la naturaleza humana decide que ha llegado un mundo que poco lo valora se equipara al
la hora de abandonar la reflexión por la ac nivel elemental de los apetitos animales.
43
M o d e lo a c ta n c ia l
objeta venqanza-justicia
1. Contestar én orden y justificar con las citas tex c) Quién fue William Shakespeare (datos esencia
tuales imprescindibles las siguientes preguntas: les de vida y obra!.
a) Quién es el creador del personaje Hamlet y di Qué tema metaforiza el protagonista,
qué consideración ha tenido en el teatro. e) De qué manera está caracterizado,
b) Qué contexto histórico lo genera.' fl Qué relación mantiene con los otros personajes.
2. Redactar un informe.
.............................................................................• ••*•
La "comedia española"
E1 á: escénico
A instancias de las cofradías religiosas que drid, alquilando los patios traseros de casas
necesitaban fondos para sus obras de caridad, particulares con el nombre de “corrales". El
se establecen los primeros teatros fijos en Ma más célebre de ellos fue el Corral de la Pache-
44
ca (1574), sito en la casa de doña Isabel de representaciones se hadan después del al
Pacheco, al principio al aire libre y con la so muerzo. El público común, los “mosquete
la comodidad de las veniapas y balcones de ros”, llamados así por los militares armados,
las casas vecinas. Luego se techó el escenario asistía de pie y las mujeres en un sitio aparte,
y se agregaron toldos para el sol, ya que las al fondo del patio, conocido por “cazuela".
Fuentes y autores
45 ©
en claro que es y d esea ser un autor po el conflicto dramático por encim a de la
pular. Su teatro encarna un aspecto del creación de caracteres y hasta del valor li
espíritu español, esa “có lera” que busca el terario puesto que sus versos n o siempre
movimiento, el color, la gracia, lo invero resisten la lectura, pero son perfectos so
símil, la exageración, priorizando siempre bre las tablas.
Los temas de Lope son comunes a toda Lope legó a su posteridad la figura del “gra
la dramaturgia del Siglo de Oro, aunque a cioso", que eleva la del “bobo” medieval,
veces se atribuye a Calderón el monopolio dotándola de los rasgos de la picaresca”, el
de la “honra" por la gravedad con que lo sesgo materialista y noble de Sancho Panza,
trata. Sin embargo, la comedia de Lope se su fidelidad al señor a quien sirve de con
funda sobre el tema del honor — del mismo trafigura, como personaje técnico que al
modo que Shakespeare basa su concepción mismo tiempo provoca risa.
del mundo en el orden común de la natu
Esa equilibrada com binación, donde la
raleza, el estado y el individuo— una virtud
intriga es reina, entre un mundo de caba
que resume la ética y de la que participan
lleros idealistas y muchas veces abusivos
tanto nobles com o villanos, desde el orden
junto al realismo, a m enudo más sabio,
social cuyo vértice es el rey hasta el más ín
representado por los criados o los aldea
timo que se manifiesta en las afrentas per
nos de F u en teo v eju n a y P erib á ñ e z , en
sonales o la fidelidad conyugal.
que el monarca, com o un sol, restaura el
Llamado por Cervantes “monstruo de la orden de la pirámide social, está destina
naturaleza”, debido a su prolífica obra, de da a la diversión y la evasión: un paraíso
la que se conocen más de mil títulos de co perdido que oculta el feo rostro de la de
medias, además de autos y piezas cortas, cadencia española.
Obras principales
1. Leer Fuenteovejuna de Lope de Vega, espe 3. Elaborar el cuadro de relaciones entre per
cialmente el Estudio preliminar y las notas en la sonajes: actancia, rol y actor/ sujeto-objeto; des-
edición de Kapelusz, 1997 GOLU. tinador-destinatario; ayudante-oponente.
46
Tirso de Molina (15837-1648)
A este fraile mercedario, fray Gabriel goría mítica. Discípulo y defensor ferviente
Téllez, de quien se supone obtuvo su fino de Lope, lo supera en realismo y humani
conocim iento de la psicología humana, dad, a expensas de la intriga y los detalles
especialm ente la femenina, en el secreto costumbristas, además de ser un maestro
del co n fesion ario, correspon de haber del idioma, que m aneja con enorm e plas
creado a Don Juan, uno de los personajes ticidad, aunque con mayor artificio que su
de la historia dramática que alcanza cate mentor.
Don Juan
47
bien más concentrada en la acción y otra, a Ambas líneas no admiten una división tem
la que hemos hecho referencia, de neto cor poral tajante sino que coexisten como dos
te simbólico y mayor carga lírica, cuyo per cuerdas paralelas resumiendo la prolongada
sonaje com o “concepto representable” se vida de un caballero noble y militar, cortesa
emparentaba con sus autos sacramentales, no y escritor precoz que a los cincuenta y
género en el que fue maestro indiscutible. un años decide ordenarse sacerdote.
El auto sacramental
Es, com o dijimos, una pieza dramática modo de escenario, con vestuarios ocultos
en una jornada, de carácter alegórico, con en su parte baja 'por tapicerías suntuosa
trasfondo o tema eucaristías, para ser repre mente pintadas. Había trampas en el suelo
sentada en la festividad de Corpus Christi. para uso de los actores y hasta dos pisos,
Tiene por origen las “moralidades" a la es divididos en sectores que ofrecían escena
pañola y por fundadores a los mismos que rios simultáneos.
crearon la comedia. En el siglo XVI, Lope se
Alrededor de 1635, en la misma fecha de
encarga de revitalizarlo, exagerando el ele
L a v id a es su eñ o, con la que guarda estrecha
mento lírico a expensas del símbolo, pero
afinidad ideológica, Calderón compone su
ajustando este a la alegoría eucarística.
auto sacramental E l g ra n tea tro d el m u n do,
Uno de los elementos más llamativos de basándose en la tradición latina que atribuía
estas representaciones era su complejidad a la vida el caráaer de una comedia. Así co
escenográfica, detalladamente acotada por mo en el drama filosófico la vida es aparien
el autor, que implicaba un rico despliegue cia de sueño y lo único que importa es
visual, fabulosos vestuarios, acompaña obrar bien para pasar a la otra vida verdade
miento musical y elaborada maquinaria. Los ra, en el auto sacramental, si el teatro es imi
autos se montaban sobre carros gigantescos tación de la vida, también el mundo ha de
en los que se colocaban plataformas fijas a ser reflejo de otra vida superior.
Obras
Más de cien títulos, entre comedias y au bién: El a lc a ld e d e Z alam ea, E l m éd ico d e su
tos, se conocen de las obras de Calderón. hon ra, A secreto agravio, secreta ven gan za,
Apane de los mencionados se destacan tam E l m ág ico p rod ig ioso y E l p rín cip e con stan te.
48
1. Leer El alcalde de Zalam ea de Calderón de cómo se caracterizan los personajes.
la Barca, especialmente el Estudio preliminar de 2. Argumentar y justificar con citas textuales las
la edición de Kapelusz, 1997. GOLU, y observar conclusiones y presentarlas en un informe.
A fines del siglo XVI, el drama francés poner sus razones de verosimilitud, recha
continuaba la tradición de la Edad Media: zando los espacios simultáneos e imaginati
por una parte seguían representándose mis vos de la escena medieval para adoptar las
terios y por otra, las compañías itinerantes, tres unidades aristotélicas, ajustadas a un
a la manera italiana, ofrecían obras de cor criterio racionalista, al que habrían de suje
te clásico en lo formal pero poco concen tarse los grandes clásicos.
tradas en la acción y más cercanas a una
Después de un siglo de guerras y vuelta
yuxtaposición de com posiciones líricas. Só
a la tradición católica, Francia experimenta
lo la fa r s a p o p u la r conservaba natural vita
el efecto Montaigne, quien en sus E n sayos
lidad y de ella se valió Moliére para los ras
aboga por el imperio del buen sentido que
gos de su comedia de caracteres, esbozada
ha de guiar al “hombre honesto”. También
tímidamente por Comeille, sin haber logra
el enorme influjo, ya en pleno siglo XVII, de
do el acierto de la risa y totalmente contra-
Descartes que confirma filosófica y matemá
y puesta a los lincamientos de la tragedia,
ticamente el reino de la razón en busca de
que resurge a la manera griega en todo su
la verdad y la voluntad que domina los ins
esplendor.
tintos. La buena sociedad se vuelve “precio
Fue también el desem peño de las cofra sista” y exagera el buen tono para olvidar la
días religiosas lo que permitió el asenta antigua rudeza de las costumbres. En esta
miento del primer teatro fijo en París, el modalidad, lideran las mujeres. Es la época
“Hotel de Borgoña" (1600). Allí, el arte es de los “salones”, donde las damas principa
cénico se volvió un espectáculo atractivo les reciben a gentes cuyo único título debe
para la sociedad aristocrática, que logró im ser el ingenio y el don de la conversación.
Obras
Sus com edias más celebradas son: L a es dio social; de ahí el tono costumbrista y
c u e la d e la s m u jeres, T artu fo, D on Ju a n , El también satírico de sus obras, que no en
m isán trop o, E l a v a r o y E l en ferm o im ag i vano le ganaron la exposición de todos los
n a rio . Sus caracteres n o son abstracciones estratos que se veían répresentados en sus
sino seres humanos reconocibles en su me personajes: los tilingos, los libertinos, los
50
devotos, los burgueses, los profesionales dad com o por el buen sentido. Si el tema
pedantes o charlatanes. Todos esos tipos, de la verdad y la buena convivencia predo
calcados de la realidad y por cierto, cómi minan en sus obras, no es menos cierto
camente exagerados, aunque perfectamen que ataca una de las desviaciones más co
te delineados en su psicología, expresan munes en su tiempo: la hipocresía, así como
un desorden moral, a veces doloroso, que los defectos que impiden la felicidad perso
debe ser atenuado no tanto por la autori nal y ajena.
51
Dorina: V uestra esp osa, g a n a d a a l fin p o r n u estras razon es, con sin tió en h a c erse
u n a sa n g ría y en seg u id a sin tió aliv io.
Orgón: ¿Y T artu fo?
Dorina: A rm á n d o se d e v a lo r com o corresp on d e y fo r tific a n d o su a lm a c o n tra todo
m al, rep a ró la sa n g re p er d id a p o r la señ ora b eb ien d o en e l d esay u n o
c u a tro c o p a s g ra n d es d e vin o.
Orgón: /P o b re h om b re!
Dorina: En resu m en , los d o s están b ien . M e a d ela n to a a n u n c ia r a la se ñ o ra cu án to
c eleb rá is su co n v a lec en c ia .
1. Confeccionar una ficha resumen que incluya c) Explicar de qué manera está caracterizado
los datos.esenciales de la ‘ comedia española", frente al público (¿por qué?).
sus autores, características y obras principales. d) Identificar el destinador y el destinatario; los vv
2. Idem sobre el teatro clásico francés. ayudantes y los oponentes.
3. Lectura en equipo de Tartufo o la falsa e) Explicar por qué esta obra es una comedia
piedad. de costumbres y cuál es el resorte humorístico
a) Definir el tema y justificarlo con una cita. que se puede observar en la escena citada.
b) Consignar cuál es la actancia del protago
nista, su rol y su ser “actor".
52
Exponer frente a los compañeros los resultados de la siguiente investigación:
• Definir la actancia básica de la obra, que equivale al tema, y justificarlo con una cita textual.
• Elaborar un cuadro con el modelo actancial que dé cuenta de la dinámica profunda y las
relaciones entre los personajes.
• Contestarse por qué la obra termina como termina y relacionarlo con una posible inten
ción del autor.
• Rastrear otras obras que reelaboran el mismo asunto y atender especialmente a las va
riantes. Por ejemplo en M oliére, Zorrilla, Marechal...
© ....................................................... 54
Totalidad del movimiento
a a c c ió n es el centro mismo del he dicho. Por ejemplo, cuando Hamlet dice:
cho teatral. Aristóteles la define co “Yo he jurado acordarme” pone en acto su
mo fin último de la obra, porque... intención de venganza, o sea, la actancia
“según los caracteres se es tal o cual, em pe base de la obra. Lo mismo en la escena de
ro según las acciones se es feliz o lo contra T artu fo que hemos transcripto: la repetición
rio. Así que según esto, obran los actores de la pregunta en boca de Orgón no sólo
para reproducir imitativamente las acciones, tiene por fin un efecto cómico sino que ver-
pero sólo mediante las acciones adquieren baliza la situación del hipócrita que se ha
carácter”. (P oética, Cap. 6.) convertido en centro de la vida familiar.
55
^ C o n flicto Ejes de oposición en la historia del teatro |
Estructura externa
La división convencional de las obras en del conflicto. No tan sencilla de establecer
actos refleja en lo externo el desarrollo inte en el teatro isabelino, aunque las ediciones
rior del conflicto, utilizando en principio el de Shakespeare adoptan los cinco actos,
sistema tripartito, es decir, in trod u cción , claramente definida en tres jom adas por la
n u d o y d esen la ce, que se corresponde con comedia española y rígidamente estereoti- c
los elem entos básicos de la estructura na pada* en el drama clásico francés, donde
rrativa. El teatro griego no conoció esta se impone el mismo ordenamiento raciona
partición rigurosa ya que los episodios lista que el apego a las tres unidades.
quedaban señalados por la intervención
La u n id a d d e a c c ió n es la única esta
del coro. Más tarde, los latinos (y en espe
blecida en la norma aristotélica puesto
cial Séneca) eligen el sistema de cinco ac
que el esquema trágico no admite puntos
tos intercalando dos nuevos que se ajus
débiles ni episodios secundarios. En cam -
tan al d es a r ro llo d e la in trig a y a r e ta r d a r
•bio, las de tiem po y lugar no están expli-
e l d es en la c e , acentuando el suspenso co
citadas en la P oética-, se d eben más bien a
mo una salida aparente a la catástrofe ine
la interpretación renacentista de la normas
vitable.
que dictara H oracio en su E p ístola a los
El a c to también impone una división P ison es, fielm ente adoptada por los auto
temporal de la acción, señalada por la caí res franceses, al punto que algunos desea
da del telón y el cam bio de luces en el tea- ron incluso circunscribir la duración del
ño moderno, para permitir una reubicación drama a las dos o tres horas transcurridas
de los personajes que denote los progresos sobre el escenario.
Escena y cuadro
Los actos, a su vez, están divididos en to descriptivo del drama. En el caso de Sha
porciones significativas: la escen a que, como kespeare, todo queda librado a las d id a sc a -
hemos visto, en Grecia significaba primero el lias o a co ta cio n es del autor, que ubica esce
sector donde se preparaban los actores y na y cuadro, apelando a la imaginación de la
más tarde el sitio mismo de la representa audiencia, obligada a centrar en cada puerta,
ción, designa en el texto el segmento del ac balcón o escena interior los diferentes apo
to señalado por la entrada y salida (mutis) de sentos de la obra. Así, el acto III, nudo del
los personajes. Los cu ad ro s, por su parte, se asunto de H am let, se dispone mediante cua
ñalan el cambio espacio-temporal de la ac tro escenas y cuatro cuadros, que correspon
ción y corresponden más bien al decorado den a distintas habitaciones del castillo, lo
que ambienta un lugar o una época. El que no impide que a lo largo del drama tras
cuadro adquiere importancia en el teatro lade la acción a exteriores tales com o una
realista, que presta más atención al elemen- llanura en Dinamarca o un cementerio.
56
Esquema de análisis
Conforme a los aspectos estudiados en pueden considerar los siguientes pasos pa
el presente módulo y en los anteriores, se ra el análisis de una obra teatral:
El espado teatral
Aunque parezca de menor importancia, Griega, desde la India hasta la América pre
ya que el hecho teatral suele realizarse en colombina, en las celebraciones mayas o in
tre actores y público en cualquier lugar mí caicas, tanto com o en el antiguo Egipto—
nimamente apropiado, el á m b ito escén ico que celebraba la muerte y resurrección del
dice mucho más sobre la evolución del tea dios com o símbolo de los ciclos naturales,
tro com o hecho social que sobre el aspecto podemos observar que los mismos espacios
puramente estético o espectacular del tema. utilizados para la fiesta tienen un carácter y
Así com o hemos hablado de un origen ri disposición mágica, se cargan de significa
tual de las representaciones — presentes en do y hablan a los participantes o espectado
todas las civilizaciones antiguas, no sólo la res con la misma intensidad que el texto.
Evolución
El Renacimiento, junto a las normas clá pacio posterior de la escena, que hasta en
sicas de las poéticas* de Aristóteles y Ho tonces estaba vedado a la vista y era sólo
racio, redescubre las virtudes del edificio útil para los actores y asistentes. Este mode
grecolatino e inventa las de la perspectiva lo se vio favorecido por el tratado de arqui
escenográfica. El fam oso Teatro Olímpico tectura de Sebastián Serlio (1475-1554)
de Vicenza, construido por Palladlo en quien proyectó la modernización del teatro
1584, conserva los rasgos tradicionales del romano e instituyó las leyes de la perspec
teatro griego y romano, pero agrega el te tiva en los decorados, al punto de lograr re
cho y perfora la fachada, como un arco mo producciones de un verismo casi fotográfico,
numental del que parten calles hacia un de acuerdo con el género representado.
fondo profundo. Inicia la era de la ilusión
óptica, el tram p an tojo, que absorbe la mi Con la eliminación de la gradería, duran
rada del espectador, y el predominio del es te el siglo XVII, y la desaparición del deco
rado fijo, estamos ya en la "caja italiana”, el más tarde para ubicar las “diablas”, enormes
ámbito que nos es familiar: p la te a rectangu reflectores de luz general.
lar enfrentada al escenario, en principio des
tinada a la nobleza que luego pasa a los En el siglo XVII, el arquitecto inglés Iñigo
palcos; g ra n escen a , mínimo proscenio de Jones introdujo el telón que cierra la boca del
lante del telón de boca y retroescen a impor escenario y el c iclo ra m a , una cortina cilin
tante, donde se ubicará el telón de fondo. Al drica que cubre los ángulos y puede ser
mismo tiempo, se mantiene y desarrolla un usada como telón de fondo, a modo de cie
concepto paralelo: el perfeccionamiento de lo. Delante del ciclorama pueden colocarse
la escena medieval múltiple o de los carro fe r m a s o piezas de escenografía (árboles,
matos que permitían la ubicación de la gente plantas, colinas, etc.), con el propósito de
alrededor del tablado, utilizado especial disimular los ángulos. Frente al telón de bo
mente por las compañías populares: la ca y sobre el arco del proscenio se ubica el
C om m edia d e ll’A rte, el teatro isabelino y la b am b alin ó n o pieza horizontal que reduce
comedia española. la altura del escenario. Dentro de este se
encuentran, a derecha e izquierda, los b a s
El cubo del escenario moderno se vuelve tidores, espacios laterales o piezas com o
complejo con la utilización de una tramoya* biombos entelados que simulan las paredes
sofisticada, movida por aparejos propios de de un decorado. El piso solía construirse en
la navegación a vela. Es un foro, dividido, declive hacia la sala para permitir una me
com o hemos visto, en an tescen a o p ro sc e jor visión desde la platea y contaba con es
n io, escen a y retroescen a, techado por una cotillones* aptos para entradas o salidas. El
p a rrilla , que en el siglo XIX se construye de borde del proscenio está enmarcado por las
hierro, con un “telar” para fijar b am b alin a s can d ilejas, luces que señalan el espacio de
(telones parciales o partes del decorado) y actuación.
58
A fines del siglo XIX, los directores mo alemán Walter Gropius (1883-1969), a pe
dernos fueron los primeros en sentirse incó dido del director Erwin Piscator (1893-
modos dentro del ámbito teatral heredado. 1966), iniciador del teatro épico político,
Iniciaron, junto a los grandes puestistas*, que contempla todas las variantes conoci
procurando una renovación, la búsqueda das: anfiteatro oval, para público en el cen
de soluciones que les permitieran combinar tro, donde se implanta la arena circular so
las bondades de los distintos escenarios his bre una plataforma giratoria, de manera que
tóricos con la comodidad y los beneficios la escena se desplaza y al mismo tiempo
de la técnica. Así es com o se llegó al con cuenta con una caja italiana, todo rodeado
cepto de un “teatro total”, cuyo proyecto por una galería que permite actuaciones pe
más notable fue realizado por el arquitecto riféricas o proyecciones cinematográficas.
El arte de la escenografía
Desde sus orígenes el teatro requirió de recursos, ni en el teatro isabelino, que más
elementos y decorados que sirvieran de bien aprovecha un escenario formal, esca
marco a la acción o la subrayaran en deter sos objetos y elementos decorativos, en fa
minados sentidos. Queda dicho que el mis vor de un vestuario ostentoso, acorde con
mo Esquilo apeló en sus obras a recursos la dimensión de sus héroes.
escénicos cada vez más complejos, sin olvi En el siglo XVII, surgió un arte esceno
dar el carácter simbólico de las representa gráfico complejo y fastuoso, a imitación de
ciones y el lugar relevante del dramaturgo las fiestas italianas, destinado a la glorifica
que era, al mismo tiempo, director de esce ción del rey o la exaltación religiosa, en el
na y sacerdote. Lo más llamativo del ciclo caso de los autos de Calderón. Las “mas
griego es el vestuario: además de la m ásca ques" o mascaradas inglesas, semejantes al
ra de rasgos estilizados y amplia frente coro ballet cortesano o la ópera, eran espectácu
nada por peinados artísticos, el actor se con los que conjugaban la alegoría, la danza y
vierte en una especie de gigante, adecuado la música, trabajadas con grandes artificios
a la estatura de los héroes y los dioses, com escénicos y vestuarios suntuosos. En Fran
pletamente revestido por una especie de cia, predominaban los multitudinarios es
acolchado, relleno en los hombros, el abdo pectáculos al aire libre, también con figuras
men y las nalgas y elevado sobre los cotu r alegóricas: los dioses del Olimpo, la Gloria
nos, especie de banquitos con tres patas que y la Fama, los Cuatro Vientos en una em
lo obligan a un desplazamiento rítmico y so barcación flotante sobre tela plateada, ¿or-
lemne, semejante al del teatro oriental. tejos a pie y a caballo, para culminar frente
Los romanos, acentúan el carácter arqui al príncipe, en un final apoteósico de fue
tectónico de la escenografía básica y ponen gos artificiales.
el acento en el gran espectáculo visual: apa En el teatro burgués, com o se verá más
rición de animales en escena y desfiles mul adelante, los propios autores acotan minu
titudinarios, un decorado que combina el ciosamente la escenografía, extremando su
trasfondo convencional con el efectismo de valor realista, que llegará a su máxima ex
los artificios escénicos. La perspectiva rena presión con el naturalismo* de fines del
centista, si bien continúa la línea que subraya siglo XIX, encarnado en las obras de Emile
la ficción, se acerca a la tridimensionalidad Zola e interpretado por la serie de grandes
del realismo, presentando sobre las tablas directores que adquiere preponderancia en
los efectos de una ciudad completa con sus el hecho teatral a partir de ese momento.
calles y fachadas. No es así en el teatro me Con la aparición del simbolismo*, muchos
dieval, aunque las “mansiones” son decora de ellos confiarán la ambientación de sus
das con extremada vivacidad e ingenio de trabajos a famosos pintores, quienes a pesar
59 ©
de su aporte estético permanecen todavía licos del drama), debe estar al servicio del ac
atados a la tiranía del decorado pictórico, tor. Pero es discutible que deba pasar inad
sin concederle a esta técnica el vuelo que vertida para no distraer al público de otras
alcanzará con los directores de vanguardia. instancias esenciales — en todo caso, este
concepto serviría para un teatro ilusionista
Sin duda, la escenografía forma parte de la donde los “descubrimientos’’ o fallas en el
interpretación de la obra. Ya sea minuciosa decorado arruinan el e fe a o total— sino que
hasta el último detalle, estilizada, impresio debe colaborar con esa versión integral del
nista (con el fin de crear atmósfera) o expre puestista que busca ser el arte de la síntesis,
sionista (para realzar ciertos aspeaos simbó más que una suma de todas las artes.
G ordon C raig
Uno de los más celebrados escenógrafos contemporáneos, aunque suele mencionárselo entre los direc
tores debido a que de algún modo inauguró esa función en su país; Edward G ordon Cnalg|1873-1966),
hijo de la actriz británica Ellen Terry, educado en las tablas, set Inició como puestisto-de óperas primiti
vas, imponiéhdo su experiencia de dibujante y grabador e innovando completamente el uso de las lu
ces y el espacio escénico. Poco tiempo después creó una.escuela de teatro en Florencia y fundó lo re
vista la máscara, medios que le sirvieron para exponer sus audaces ideas sobre el tema.
Su vinculación con Eleonora Dusé resultó memorable en la puesta de Rosmersholm de Ibsen, donde
supo dar (sobre acotaciones realistas del autorl, la atmósfera opresiva del ambiente utilizando arpi
llera pintada y efectos luminosos. N o menos celebrada fue su versión de Ham/ef para el Teatro de
Arte de AAoscú, en 1912.
El predominio de la ópera
Los teatros a la italiana fueron utilizados contra el predominio de la música sobre el
principalmente para la puesta en escena de drama y la forma francesa de la ópera-ballet*,
óperas, dramas musicales que combinan tex inspirando a Wolfang Amadeus Mozart
to, canto y representación. Nacen a princi (1756-1791) quien logra combinar magis
pios del siglo XVD, en Italia, donde un grupo tralmente los géneros serio y cómico. Si
de poetas y músicos, agrupados bajo el nom bien Mozart sigue la tradición de la ópera
bre de Camerata, aplican su estilo, mucho de números, es decir, las arias o solos, due-
más sobrio que el de los madrigales* de mo tos y grupos que interrumpían la acción pa
da, a textos dramáticos de inspiración griega. ra el lucimiento de los cantantes, logra dar
le una continuidad dramática notable.
El veneciano Claudio Monteverdi (1567-
1643) compuso las primeras obras maestras El siglo XIX reconoce una primera etapa,
del género y lo popularizó, aunque fue en la que predomina el “bel canto"* por so
Alessandro Scarlati (1660-1725), fundador bre el texto y la actuación. Los argumentos
de la escuela napolitana, quien estableció se vuelven complejos y rebuscados y la gen
las convenciones de lo que se llamaría ó p e te va al teatro para aplaudir las proezas vo
ra seria *, de tema clásico o mitológico, cul cales de los divos. Sus mayores exponentes
tivada por Haendel (1685-1759) en Inglate son Rossini (E l b a rb ero d e Sevilla), Bellini
rra, con libreto en italiano y cantada por los (N orm a) y Donizzetti (Lucia deLam m erm oof).
famosos “castrati"*. A partir de mediados de siglo, la ópera ma
dura hacia un tratamiento más naturalista,
Ya en el siglo XVIII, el alemán Christoph con una caracterización psicológica y musi
von Gluck (1714-1787) se rebela en París cal de los personajes muy elaborada.
© 60
Aparecen entonces los dos grandes ge El siglo XX es revolucionario desde el
nios del género: el italiano Giuseppe Verdi punto de vista musical y abre un debate so
(1813-1901), autor de L d T raviata, A ída, bre la decadencia del género. Algunos con
O telo, quien supo combinar los mejores ras sideran que el último genio de la ópera fue
gos de su tradición nacional, y el alemán Ri Giacomo Puccini (1858-1924), autor de
chard Wagner (1813-1893), propulsor del obras maestras com o L a B oh ém e, T osca y
“arte total” y autor de la música, libreto, es T u ran dot. Otros prefieren al alemán Ri
cenografía y producción de sus obras. Wag chard Strauss (1864-1949), cuyas obras S a
ner compuso, entre muchas, E l a n illo d e los lom é y E lectro poseen un intenso dramatis
N ibelu n gos, ópera monumental, donde in mo o al ch eco Leos Janacek (1854-1928),
trodujo varias innovaciones. poco conocido por el gran público.
El drama burgués
El Siglo de las Luces anuncia el adveni posición social antes que por sus rasgos
miento de la Revolución Francesa sobre un psicológicos. El conflicto se desplaza desde
telón de fondo donde la clase media recla el mundo de los héroes con su culpa trági
ma sus derechos frente a los privilegios de ca al ámbito familiar del individuo enfren
la nobleza y el absolutismo real. Natural tado con la sociedad. Hace hincapié, ade
mente, es en Francia donde se sientan las más, en el realismo, la ambientación fiel
bases del nuevo arte teatral, enunciadas por con predominio de lo visual sobre el texto,
Diderot (1713-1784), filósofo de la E n ciclo sugiriendo el concepto de la “cuarta pa
p e d ia , un d ra m a bu rgu és, escrito en prosa, red”, com o si el escenario fuera una habi
conmovedor y optimista, con personajes tación cerrada y pudiera actuarse con pres-
comunes y corrientes, caracterizados por su cindencia del público.
Beaumar chais
Quizás el representante más notable de ingenioso, amigo de todos, logró sobrevivir
este período, quien con su vida y su obra a las sospechas de la Revolución, habién
representa el ascenso de la burguesía, las dola servido com o nadie desde la escena
ideas liberales de los filósofos y la deca con sus comedias de inspiración española
dencia del antiguo régimen, sea Pierre Ca E l b a r b e r o d e S ev illa y, sobre todo, L as b o
rón de Beaum archais (1732-1799), un mo d a s d e F íg aro , un terrible m anifiesto con
desto relojero que accedió a palacio y logró tra la misma sociedad cortesana que lo
comprar su título de nobleza. Aventurero, aplaude.
61
El drama romántico
El Romanticismo alemán
Fuera de Francia y aun más com plejo, tas liberales de la Revolución Francesa.
el teatro del Romanticismo alemán refleja
claram ente las contradicciones que el im El Sturm u n d D ran g (tormenta y rebe
perio napoleónico había generado, cuan lión) de Klinger fue la obra y el lema del
do los artistas debieron optar entre los grupo que anticipó el Romanticismo ale
ideales de la Ilustración o renegar de es mán: un cenáculo de poetas que, alejados
tos por medio de un irracionalismo tradi- de la vida pública, se opusieron al racio
cionalista. Vuelven sus ojos al mundo me nalismo vigente incluso en las cortes y re
dieval, religioso y conservador, mientras clamaron una vuelta a la movilidad de la
resucitan al mismo tiem po los ideales de historia, la fantasía antigua, los escenarios
la tragedia clásica y defienden las conquis exóticos y la em oción violenta.
J. W. Goethe (1749-1831)
A esta época corresponden las primeras M aría E stuardo, G u illerm o Tell, etc.), que
obras de G oethe y su famosa novela aúna la tradición trágica con la escuela isabe-
W erther, que tanto influyó sobre la juventud lina y el don de la teatralidad. Allí también
de su tiempo. Más tarde, cuando el célebre Goethe escribe sus reglas para los comedian
autor ya había denunciado la mentalidad en tes, donde expone sus ideas sobre la unión
fermiza del movimiento, encabeza durante de poesía y verdad, indicaciones sobre la
muchos años el teatro oficial de Weimar, dicción, la expresión corporal y el movi
donde además de Shakespeare y Diderot, miento escénico, a la manera de un tablero
n ú m en es tu telares de la época, pone en es de ajedrez, donde cada pieza debe ocupar
cena a Calderón y, por fin, encuentra en un lugar preciso, reemplazando el verismo
Friedrich Schiller (1759-1805) el intérprete por el oficio. Su obra'monumental, Fausto,
del auténtico drama romántico ( W allenstein, resume la vida y el arte de Goethe: la
o 62
primera parte, en la que el doctor vende su ca con el mundo de la belleza clásica repre
alma a Mefistófeles a cambio de juventud, sentada por Helena de Troya y anticipa los
poder y riqueza tiene algo de la desmesura horrores de la modernidad. Sin embargo, se
del Sturm u n d D rang; la segunda, en cam salva al fin por intercesión del amor de Mar
bio, es más reflexiva y simbólica. Fausto cho- garita, imagen del eterno femenino.
Naturalismo y simbolismo
Hacia mediados del siglo XIX, el teatro Londres. Se iniciaba la época de oro de las
había alcanzado gran desarrollo en lo que compañías y los divos, soberbiamente en
se refiere al espectáculo escénico, estimula carnados por Sarah Bernhardt, quien salía y
do por la búsqueda de color local y las mi entraba de sus personajes sin abandonar su
nuciosas reconstrucciones de Shakespeare personalidad apabullante y su agudo senti
presentadas por el actor Charles Kean en do empresarial. Los románticos no lograron
63
dar a la escena su mejor obra y el único que caba en el teatro sólo diversión y escape,
pudo haber cambiado los términos de la comenzó a resquebrajarse, cansado de una
historia, Alfred de Musset (1810-1857), con repetición rutinaria y echando de menos
su L o ren z a ccio , tuvo que esperar un siglo aquellos valores de verdad o belleza que
para ser llevado a las tablas y debidamente uno y otro bando no habían podido conju
apreciado. gar. El drama burgués, perfecto mecanismo
de relojería teatral, se alejaba de la realidad
El mundo europeo experimentaba gran social y del arte; el romántico, no lograba
des cambios a raíz de las nuevas teorías conjugar sus ideales estéticos con las nece
sobre el origen de las especies, la visión eco- sidades espectaculares, brecha que desde
nomicista del marxismo, la psicología pro entonces ha resultado difícil de cerrar en el
funda de Freud y el nihilismo filosófico*. El dilema entre calidad y popularidad, indivi
desmedido optimismo progresista, que bus sibles en la época de Shakespeare.
Naturalismo
Las leyes cientificistas del naturalismo que entraban y salían, embrutecidos frente
francés, encam ado en el novelista Emile a la copa de aguardiente. A pesar de su
Zola (1840-1902), contribuyeron a revitali éxito, que luego veremos asociado al del
zar la escena, exponiendo la vida marginal, Teatro Libre de Antoine, se limitó a expo
determinada por el medio ambiente y ner las contradicciones de la sociedad del
acentuando los rasgos patológicos en be siglo XIX, sin indagar las causas y no logró
neficio del efecto teatral, así com o la utili modificar el convencionalism o del teatro
zación verista’ de la escenografía, concebi oficial. Sin embargo, aportó otros aires, fa
da como entorno decisivo para la acción cilitando que las nuevas compañías indepen
de los personajes. En su presentación de dientes se lanzaran al ruedo, sin importar los
L a ta b ern a , se utilizaron elementos reales: riesgos económ icos, estrenando las obras
agua y jabón para las lavanderas, clientes de talentosos dramaturgos rebeldes.
Simbolismo
Desde los últimos quince años del siglo, absoluto de la sala, eliminación de las can
una corriente estética que se opone a la pre dilejas e iluminación desde arriba en fun
sunción científica del naturalismo mientras ción expresiva, aunque sus decorados inge
observa los síntomas decadentes de la socie nuos distaban mucho de la modernidad.
dad, busca en el arte las correspondencias
Los simbolistas, defensores de la palabra
universales que permiten acceder a un mun
com o creadora de la ilusión escenográfica,
do más allá de los sentidos, abierto sólo a la
contaron con sus propios teatros y la cola
intuición. El m ovim ien to sim bolista, impul
boración de grandes pintores para las pues
sado por el poeta Charles Baudelaire (1821-
tas en escena. El único portavoz importan
1867) halló en la música de Richard Wagner,
te del grupo resultó ser el belga Maurice
esa posibilidad de “arte total” donde cada
Maeterlinck (1862-1949), autor de P elea s y
medio, por sí solo, resultaba insuficiente
M elisen da, que sobrevive com o ópera, con
para traducir una realidad inefable. La re
música de Claude Debussy.
presentación de sus óperas en el famoso
festival anual de Bayreuth, en Alemania, En el Teatro de l'Oeuvre, creado por el
introdujo algunas innovaciones teatrales im actor Aurelien Lugné-Poe, bastión del sim
portantes, tales com o el oscurecimiento bolismo, se representó una obra que con
64
densaba mejor que ninguna la insatisfac ra presentarlos frente a un espejo distorsio
ción de los artistas de fin de siglo y anun nado, donde pudieran ver la estupidez de
ciaba las formas de vanguardia: el Ubú Rey sus vidas y la vulgaridad de sus vicios e idea
de Alfred Jarry (1873-1907), una comedia les. De más está decir que el público que
grotesca, inicialmente pensada para mario asistió al estreno, hecho con todo boato se
netas, que recuperaba el espíritu payasesco gún las indicaciones del autor — máscaras,
de Polichinela y el Falstaff shakespiriano, en caballos de cartón al estilo medieval, carteles
una burla feroz contra la mentalidad burgue para indicar las locaciones, escenario, abiga
sa. La risa que debía provocar la obra, inicia rrado, maniquíes vestidos y orquesta míni
da con una mala palabra, no estaba pensada ma— no se vio reflejado en escena sino más
para tranquilizar a los espectadores sino pa bien ofendido, al extremo del escándalo.
1. Subrayar los apartados anteriores (El drama siglo XIX. Esa pequeña historia ha de compen
burgués; El drama romántico; El Romanticismo diar las concepciones fundamentales y los
alemán; La "piece bien faite"; Naturalismo y autores que las pusieron en práctica.
Simbolismol señalando exclusivamente las ideas 2. Elaborar con los datos obtenidos un cuadro
principales que marcan los hitos del teatro del sinóptico.
Los renovadores
/
Desde la fría Escandinavia, con su tradi Antón Chejov supo traducir el espíritu del
ción de sa g a s o cuentos mitológicos de los fin de siglo del impresionismo, la relativi
guerreros vikingos y canciones populares, dad del tiempo y del punto de vista subje
surge una poderosa corriente dramática, ini tivos. Además, sus obras anticipan el clima
ciada en Dinamarca, en las figuras del sueco de extrañamiento propios del nihilismo y el
August Strindberg (1849-1912) y del noruego absurdo modernos. Tal com o sus cuentos
Henrik Ibsen, a quien se considera el padre parecen cuadros inacabados, escritos con
del teatro moderno. Al primero correspon toques menudos, pinceladas de humor so
de el mérito de insinuar un d ra m a ex p resio bre una manera de ver aguda y piadosa a la
n ista, que intenta superar el realismo por vez, sus dramas, muy poco comprendidos
medio de raágos oníricos, deformadores, al principio, carecen de acción en el senti
grotescos, de una violencia casi demencial, do clásico de conflicto y transmiten, por so
destinado a revelar el interior del hombre bre todo, una atmósfera.
más que sus acciones. En 1889, fúnda un
No es que se propusiera una escritura lí
teatro independiente en Copenhague para
rica*, com o se la calificó al percibir la deli
representar sus obras, pero encuentra fuer
cada sugerencia de sus textos sino que sim
te oposición y debe cerrarlo después de
plemente decía atenerse a la verdad, pero
unas cuantas funciones. Con más suerte en
sin subrayados, tal com o se presenta en la
Alemania y Francia, L a señ o rita Ju lia y El
vida, donde la gente no hace ni dice cosas
p a d r e fueron llevadas a escena por las nue
del otro mundo y vive penando o gozando
vas compañías, no sin resistencia y malas
en el interior de la conciencia. Creyendo
críticas.
desnudar la apatía y el desgano vital de la
A pesar de la lejanía física y cultural de clase media rusa, ese estado melancólico,
Rusia con el resto de Europa, nadie como fruto de una situación ociosa y opresiva, no
sólo interpretó el mal del siglo sino que ex tan L a gaviota, Tío V ania, Tres h erm an as, El
ploró la imposibilidad de comunicación entre ja r d ín d e los cerezos, todas ellas difíciles de
los seres humanos, su irremisible distancia, te llevar a escena, en especial por ese efecto in
ma central de todo el teatro contemporáneo. visible, los puntos suspensivos y los silencios
Entre sus obras más importantes se cuen que son el alma del teatro de Chejov.
Estructura extem a
Una obra en tres actos, al estilo de la preferido de las piezas bien construidas co
“pieza bien hecha”, representada por las mo baluarte de la sociedad, se desenmasca
más grandes divas europeas y destinada a ra buscando la verdad en la relación de pa
cambiar el rumbo del teatro moderno — tal reja. Con pocos personajes, transcurre en un
como lo hiciera M ad am e B ovary, de Flau- mismo lugar, en el lapso de tres días. El au
bert, en la novela— que abandona la intriga tor proporciona detalladas acotaciones sobre
sensiblera por una descamada acción inte el decorado que representa una sala de estar
rior. Por primera vez, el matrimonio, tema sobre la que convergen varios aposentos.
Argumento
La protagonista, Nora Helmer, vive como una muñeca mimada, dedicada a su marido y sus tres hi
jos, pero tiene un secreto que el abogado Krogstad amenaza con revelar. Nora, para salvar a su es
poso de la muerte con un viaje, había pedido un préstamo, falsificando la firma de su padre.
Krogstad, despechado porche Helmer lo ha despedido de su trabajo, envía una carta que llega a
las manos de este. El doctor Rank, amigo de la casa, secretamente enamorado de Nora y anclaje
naturalista de la obra, no puede ayudarla. La intervención de la señora Linde, quien acepta casar
se con Krogstad para salvar a su amiga acrecienta el suspenso, pero a último momento considera
que es me¡or que se sepa la verdad. Cuando el marido lee la carta, Incrimina ferozmente a Nora,
tratándola de inmoral e incapaz para criar a sus hijos. Inmediatamente llega otro envío de Krogs
tad donde devuelve el recibo infamante. Helmer cambia sorpresivamente de actitud, al verse sal
vado frente a la sociedad, y perdona a Nora, pero esta ha descubierto la hipocresía y el egoísmo
de su marido y decide, después de una larga conversación, abandonarlo.
Tema: Una mujer busca el autoconocimiento y la realización personal. Surge fuertemente de la tesis
del autor: la sociedad obliga a la falsedad.
Personajes
Estructura interna
El p rim er acto hace la presentación de per en una fiesta, índice de un vivir encubierto.
sonajes y prepara la situación: felicidad do
méstica a expensas de Nora que en todo Escenas paralelas exponen plenamente el
asiente y hace el gusto a su marido. Aparecen conflicto que va madurando en la concien
los motivos de la mentira, el préstamo y el cia de la protagonista: amenaza de Krogstad
disfraz: Nora debe comer almendras a escon de revelar la carta falsificada y opinión con
didas; sabe que su marido detesta endeudar denatoria del marido que la frena cuando va
se y le pide que le sugiera un disfraz para usar a interceder para que no lo despida:
67
in flu y en en este sen tid o. B ien lo sa b en tod os los a b o g a d o s. Sin em barg o,
K rog stad h a esta d o en v en en a n d o a su s h ijos a ñ o tras a ñ o en su p ro p io
b og ar, con m en tira s y sim u la c io n es. P or eso lo c o n sid e ro m o ra lm en te
a rru in a d o . (Tendiéndole las manos) Y p o r eso, m i q u er id a N ora, v as a
p ro m eterm e n o h a b la r m ás en su fa v o r. ¡D am e tu m an o! P ero m ujer, ¿qu é
esp eras... q u é es eso? D ám ela. Así. E nton ces, con v en id o. Te a seg u ro q u e m e
h u b iera sid o ab so lu ta m en te im p osible tra b a ja r con él. S ien to u n v erd ad ero
m a lesta r fís ic o ju n to a esa s p erso n a s.
Nora: (Retira su m ano y se dirige al otro lado) ¡Q ué c a lo r s e n o ta a q u í! ¡Y y o q u e
ten go tan to q u e h a c er!
Helmer: (Se levanta y recoge sus papeles) Voy a e c h a r u n a o je a d a a esto an tes d e
sen ta m o s a la m esa. L u ego m e o cu p a ré d e tu d isfra z . ¡Q u ién sa b e si a lo
m ejor ten go a lg o d isp u esto p a r a colg arlo en e l á rb o l, en v u elto en p a p e l
d o ra d o ! (poniéndole una mano sobre la cabeza) ¡Q u erid o p a ja r ito can tor!
(entra en su despacho cerrando la puerta).
Nora: (En voz baja, luego de un silencio) ¡No, n o es v erd ad !... ¡Es im p osib le! ¡T ien e
q u e se r im p osib le!...
Ana Masía: (A la puerta de la izquierda) Los niños p id en q u e su m am á les p erm ita en trar.
Nora: '¡No, n o, n o los d ejes v en ir con m ig o! Q u éd ate tú co n ellos, A n a M aría.
Ana María: E stá b ien , se ñ o ra . (Cierra la puerta)
Nora: (Pálida de terror) ¡P ervertir a m is h ijos!... ¡E n v en en ar e l h o g a r! (Pausa.
Levanta la cabeza) ¡N o, n o es v erd ad ! ¡N o p u ed e serlo!
68
Nora: ¡Eso n o lo h a r á n u n ca!
Krogstad: Lo h a r á ; lo c o n o z c o ... No se a trev erá a p ro testar. Y c u a n d o lo h a y a log rad o,
y a v erá u sted ... A n tes d e un a ñ o seré la m an o d er ec h a d e l d irector. Q u ien
d irig irá e l B a n c o será N ils K rogstad, y n o T orvaldo H elm er.
Nora: ¡Eso n o su c ed erá ja m á s !
Krogstad: ¿T al v ez in ten ta u sted...?
Nora: A h ora s í q u e ten g o v a lo r p a r a eso.
Krogstad: ¡O h!, n o c r e a q u e m e asu sta. U m u jer ta n m im a d a co m o u sted ...
Nora: ¡Y a lo vera, y a lo v erá!
M o d e lo a c ta n c ia l
A c ta n c ia Rol A c to r
Sujeto Ello Esposa sometida Nora Helmer
O bjeto Liberación
Enemigo Krogstad
Nació en Taganrog, sur de Rusia, y desde para escribir un documento en el que de
muy joven se inició en el periodismo para nunciaba las terribles condiciones de vida
contribuir al sostenimiento de su familia. Es de los reclusos, hecho que originó una ¡n-
tudió medicina y trabajó cerca de Moscú, en . vestigación oficial. Poco se sabe de su vida
contacto con gente de todas las clases socia sentimental y mucho sobre su relación con
les. Tradujo esta experiencia en sus cuentos el teatro, que fue su primer y último amor li
y obras teatrales, donde apunta hacia la ob terario. Allí conoció a la que sería su espo
servación psicológica realista, expresada, no sa, la actriz Olga Knipper, sufrió la penuria
obstante, a través de un clima impresionista del fracaso y el éxito clamoroso que obtu
y poético. Acusado de apolítico por algunos vieron sus obras, por iniciativa de Nemiro-
de sus coetáneos, tuvo el valor de renunciar vich-Danchenko, director artístico del teatro
a la Academia de Letras cuando Gorki fue de Arte de Moscú, que confió en él antes
rechazado debido a su ideología revolucio que el mismo Stanislavsky, su gran puestis-
naria. Visitó el presidio siberiano de Sajalín ta e intérprete. Murió en Alemania en 1904.
Argumento
En la casa de campo de Sorin, pasan el verano este y su hermana, la señora Arkádina, famosa
actriz, su amigo el escritor Trigorin, y su hijo Tréplev, también escritor. Los caseros tienen una hija,
Masha, enamorada sin esperanza de Tréplev, que al fin se casa con el maestro rural Medvedenko.
Q 70
Tréplev, a su vez, rivaliza con Trigorln a causa de los celos que le produce por la cercanía con su
madre y por su éxito como escritor. Está enamorado de Nina, una joven vecina, que quiere ser actriz
y representa una obrita escrita por él. Nina, a su vez, se enamora de Trigorin, el novelista mundano.
Sabemos que se escapa con él, tiene un hijo que muere y luego es abandonada a su suerte de actriz
mediocre. Regresa al sitio de su felicidad juvenil y al reiterar su amor por Trigorin, provoco el suicidio
de Tréplev.
Personajes
Estructura interna
Tréplev: (Deshojando una flor.) ¿Me qu iere? ... ¿No m e q u iere? ... (Ríe) ¿Ves?M i m ad re n o
m e q u iere. ¡Y c la ro ! Q u iere vivir, am ar, llev ar blu sas claras, y y o y a ten go
v ein ticin co a ñ o s y le b a g o rec o rd a r con stan tem en te q u e y a n o es jo v en . C u an do
y o n o estoy, tien e so lam en te trein ta y d o s añ os; p er o c u a n d o estoy, cu a ren ta y
tres; y p o r eso m e o d ia . T am bién sa b e q u e p a r a m í e l teatro n o tien e n in gún
valor. E lla q u ier e a l teatro y le p a r e c e q u e está sirv ien d o a la h u m an id ad , a un
a rte sa g ra d o , y p a r a m i el teatro con tem p orán eo es m era ru tin a, con v en cion alism o.
71
C u an d o se lev a n ta e l telón y, a la lu z a rtific ia l, en. u n cu arto d e tres.p ared es,
esos g ra n d es talen tos, esos sa cerd o tes d el sa g ra d o a r fe ¡rep resen ta n cóm o la g en te
com e, b eb e, a m a , c a m in a , llev a su s ch a q u eta s; cu a n d o d e cu a d ro s y fr a s e s
triv iales tratan d e s a c a r u n a m oral, u n a m o ra lp eq u eñ itq , m u y com p ren sib le,
ú til p a r a e l u so d om éstico; cu a n d o en m il v a ria cio n es m e,o frecen siem p re lo
m ism o, siem p re lo m ism o, siem p re lo m ism o, m e esca p o c o rrien d o y b u y o com o
M au p assan t h u y ó d e la T orre E iffel, q u e le a p la sta b a e l c ereb ro co n su v u lg arid ad .
Sorin: N o s e p u e d e p a s a r sin teatro.
Tréplev: H acen fa lt a fo r m a s n u evas, y si n o la s hay, m ás v a le q u e n o h a y a n a d a . (Mira
el reloj.) Q u iero a m i m ad re, la q u iero m u cho; p e r o ella llev a u n a v id a
d eso rd en a d a , siem p re co n su n ovelista d etrás; su n om b re a n d a con tin u am en te
en b o c a d e la p re n sa y eso m e ca n sa . P ero a veces h a b la en m í e l eg oísm o d e un
sim p le m ortal; d e v ez en cu a n d o sien to p e n a d e q u e m i m ad re se a u n a a c triz
d e ren om b re y en to n ces p ien s o q u e s i ella fu e r a u n a m u jer corrien te, y o sería
m ás fe liz . Tío, d íg a m e: ¿h ay alg o m ás d esesp eran te y estú p id o q u e esta
situ a ció n ? Sus in v itad os, tod os celeb rid a d es: artistas, escritores. Y en tre ellos,
so lam en te y o q u e n o soy n a d a . Y se m e sop orta ú n icam en te p o r q u e soy su h ijo.
¿Q uién soy yo? ¿Q ué soy? A b an d on é la U n iversidad en e l terc er a ñ o p o r cau sas,
com o su ele d ecirse, "ajen as a la red acción " ; n o ten go n in gú n talen to, n i un
cén tim o y, segú n e l p a sa p o rte, soy u n bu rgu és d e K iev. M i p a d r e, tú lo sa bes,
tam bién era u n b u rg u és d e K iev, a p e s a r d e ser u n a c to r co n o c id o . P u es bien ,
c u a n d o a v eces en e l sa ló n d e ella, tod os estos artistas y escritores c o n d escen d ía n
a p resta rm e a ten c ió n , m e p a r e c ía q u e con su s m irad a s esta b a n m id ien d o m i
in sig n ifica n cia ; y o a d iv in a b a su s p en sam ien tos y su fría d e h u m illa c ió n ...
El seg u n d o y el ter c er a c to son paralelos pero por acaso, vino un hom bre, la vio y
y ofrecen las escenas culminantes entre Ni por no tener otra cosa que hacer la dejó sin
na y Trigorin, en la que ensalza la vida del vida..." y el terrible intento de suicidio del
artista talentoso, el mundo del éxito y la fa joven despechado, al que se alude al co
ma a la que aspira com o actriz, y entre Tri mienzo del tercer acto. En ambos casos,
gorin y la señora Arkádina, a quien le con Masha vuelve a dar el pie: “yo arrastro mi
fiesa su necesidad de un amor joven y le vida com o una cola interminable" y luego
pide que lo deje libre. Por fin, el escritor “si él se hubiera herido gravemente, yo no
decide marcharse pero Nina declara que va podría vivir un instante m ás...” Los hechos
a seguirlo a Moscú. Se intensifica el motivo se encadenan tal com o las conversaciones:
de la gaviota, muerta accidentalmente por intercalando lo grave y lo frívolo, entre
Tréplev, que se convierte en argumento pa pausas y sonidos ambientales. Las vidas se
ra una historia de Trigorin donde “una mu desbaratan com o un juego de naipes don
chacha es feliz y libre com o una gaviota, de el tedio toma el sitio del azar.
72
Nina: Ú ltim am ente u sted se h a p u esto irritable, se ex p lica en u n a fo r m a in com pren sible,
p o r m ed io d e n o s é q u é sím bolos. Y ev id en tem en te esta g a v io ta ta m b ién es un
sím b olo, p e r o [¡en dón em e, y o n o lo en tien d o ... (Pone la gaviota sobre el banco.)
Soy d em a sia d o sen c illa p a r a en ten d erlo.
Tréplev: Esto co m en z ó d esd e a q u ella n o ch e en q u e m i o b ra fr a c a s ó tan estú p id am en te.
L as m u jeres n o p er d o n a n e l fr a c a s o . H e q u em a d o tod o, todo, b a sta e l ú ltim o
trozo. ¡Si u sted su p iera cu á n d esd ic h a d o soy ! Su fr ia ld a d es terrible, in creíb le.
C om o d esp ertarse d e p ro n to y en co n tra r q u e e l lag o s e b a se c a d o o s e h a
h u n d id o b a jo tierra. U sted a c a b a d e d ecirm e q u e es d em a sia d o se n c illa p a r a
en ten d erm e. Oh, ¿pero q u é es lo q u e h a y q u e en ten d er? L a o b ra n o b a g u stad o,
u sted d esp rec ia m i in sp iración , y y a m e co n sid era u n h o m b re cu a lq u iera ,
in sig n ifican te, u n o d e tan tos... (Golpeando con el pie en el suelo.) /Q u é b ien
com p ren d o y o esto, q u é b ien ! ¡Es com o si tu v iera u n cla v o en e l cereb ro, com o
s i m i c er eb r o estu v iera m ald ito ju n to con m i in c a p a c id a d m en tal q u e m e ch u p a
la sa n g re, co m o u n a serp ien te... (Al ver a Trigorin que entra leyendo un libro.)
A q u í v ien e e l v erd a d ero talen to, c a m in a com o H am let, y tam b ién con su lib ro.
(Declama burlonamente.) “P alab ras, p a la b ra s, p a la b ra s..." (.A Nina) E se s o l aú n
n o se h a a c e r c a d o a usted, p e r o u sted y a le son ríe, su m ira d a y a s e h a d erretid o
b a jo su s rayos. N o voy a m olestarlos. (Sale rápidamente.)
(Acto n)
El c u a rto acto, después de dos años, se dad y los recién llegados juegan a la lotería,
presenta más bien com o un relato en el que mientras hablan de Tréplev y su arte, ya
Tréplev cuenta al doctor la triste historia de exitoso. El clímax se produce en la escena
Nina, que siguió a Trigorin: fracasó como entre Tréplev y Nina, que aparece de pron
actriz, perdió un hijo y fue abandonada por to y le recuerda los viejos tiempos felices.
el escritor, tal com o la gaviota, ahora embal Todos sus sueños están tan muertos com o
samada, a su pedido, hecho que dice no re la gaviota. Sólo le queda el amor por Trigo
cordar. Cuando se reúnen otra vez todos los rin y se despide para siempre. El desenlace
personajes (incluso Nina ha vuelto al pue es abrupto: suena un tiro, la madre se au-
blo), parece que los rivales se han reconci toengaña una vez más cuando el doctor di
liado, pero se mantiene la enemistad estéti ce que estalló un frasco de éter. Tréplev
ca. Todo parece haber vuelto a la normali acaba de suicidarse.
73 ©
frente.) ¿D e q u é h a b la b a ? ... H a b la b a d el tea tro , A h ora soy d istin ta ... y a soy u n a
v erd a d era a ctriz , tra b a jo con ferv or, co n p a s ió n , ex p erim en to, u n a em b riag u ez
en e l escen a rio , m e sien to h erm osa. Y a h o r a , m ien tras vivo a q u í, siem p re a n d o
y a n d o , y p ien so , p ien so y sien to c rec er c a d a d ía la s fu e r z a s d e m i alm a . A hora,
K ostia, y o sé, com p ren d o q u e en n u estro o ficio , tan to s i tra b a ja m o s en el
es c en a r io co m o s i escribim os, lo p rin c ip a l n o es la g lo ria , n i e l brillo, tod o eso
co n q u e y o so ñ a b a , sin o e l s a b e r sop ortar... S ab e llev a r tu c ru z y c ree... Yo c reo
y n o sien to y a tan to dolor, y cu a n d o p ien so en m i v ocación , n o tem o a la v id a.
Tréplev: (Tristemente) U sted h a h a lla d o su cam in o, u sted s a b e a d o n d e va, p er o y o
to d a v ía sig o flo ta n d o en un c a o s d e en su eñ os y d e im ág en es, sin s a b e r p a r a q u é
n i a q u ién le h a c e fa lt a tod o eso. Yo n o c re o n i sé en q u é con siste m i v ocación .
Nina: (Escuchando) ¡C bist!... M e voy. C u an d o lleg u e a s e r u n a g ra n actriz, ven ga a
v erm e. ¿Me lo p rom ete? Y a h o r a ... (Le estrecha la mano.) Ya es tard e. A pen as m e
sosten g o en p ie ... estoy ex h au sta, ten go h a m b re...
M o d e lo a c ta n c ia l
A c ta n c ia • R ol A c to r
Sujeto Él Joven escritor Tréplev
Enamorada Masha
© 74
En equipo. Exponer frente a los compañeros los resultados de la siguiente investigación:
• Proceder a l resumen argum ental, en un texto breve que hilvane las pe rip e cia s destacadas
y no exceda las doscientas palabras.
• D efinir la acta n cia básica que señale el tema de la obra y justificarla con una cita textual.
• D e sa rro lla r en p á rra fo s señ alando con c la rid a d cuáles son los momentos que correspo n
den a la exposición, el nudo y el desenlace.
• Antes de po ner en escena los pasajes signficativos de la obra, plantear el tema de la libera
ción femenina y relacionarlo con otras obras teatrales estudiadas y situaciones de la actualidad.
75
/
iiiS R B B F T
El diálogo
H ablar es actuar. S em iología del teatro. La era del director. La com pañía
M einingen. El teatro lib re de A ntoine. K onstantin Stanislavsky. B e rto lt B recht.
A n to n in A rtaud. El teatro contem poráneo. L u igi P irandello. Valle Inclán
y García Lorca. Jean Paul Sartre. Eugene O ’N e ill. A rth u r M ille r. La muerte de un
viajante o un m undo cruel. El teatro del absurdo. Ionesco. Sam uel Beckett.
Esperando a Godot o la salvación im posible. El teatro después de los 60. El
teatro y el cine.
\ 0 *0 - ^
?6
Hablar es actuar
...Ante nosotros la casa del Viajante. Se perciben tras ella, cercándola por todos lados, formas
amplias y angulares. Sólo la luz del cielo llega a la casa y al proscenio: la zona circundante mues
tra un áspero resplandor anaranjado. Cuando se hace más luz, vemos una maciza mole de casas
de departamentos alrededor de la casita de frágil aspecto. El ambiente del lugar es el de un sueño,
de un sueño que surgiera de la realidad...
E sperando a G o d o t d e Sam uel B eckeit
El d iá lo g o tea tra l cumple las condiciones hacer. Este rasgo se constituye en lo especí
del discurso oral, en cuanto supone el inter fico de su enunciación ilusoria: un simula
cam bio entre un locutor y un alocutor don cro de realidad sin dejar de ser pura ficción.
de el primero trata de persuadir al segundo.
Pero, sea estrictamente tem ático, por inter En el teatro todo es doble: se parte de
cam bio en un contexto común com o en el dos emisores diferenciados, ya que el autor
drama realista; por op o sició n d e con textos, en sí mismo no aparece nunca como un
en que cada uno habla de lo suyo, caracte “yo” orgánico sino diluido en los persona
rístico del drama moderno; o por la v oz d el jes, que a su vez hablan entre sí, a través
a u to r que se impone por igual a los perso del comediante y, al mismo tiempo, se ma
najes en el drama lírico; siempre el diálogo nifiesta en las acotaciones escénicas desti
se caracteriza por su capacidad para crear la nadas a los mediadores (actor, director, es
acción; un decir que es al mismo tiempo cenógrafo, etc.).
78
1. Redactar en equipo una escena con dos per situación de enfrentamiento verbal rápido y
sonajes. a) Escribir la acotación inicial que cerrar la escena con un monólogo, d) Dar títu
indique lugar, tiempo y diseño escenográfico, b) lo al trabajo y consignar a continuación la
Utilizar a lo largo del diálogo los recursos pro nómina de los personajes.
pios del autor para sugerir movimientos de los 2. Poner en común los resultados y representar
personajes, actitudes y silencios, c) Idear una con voluntarios el de mayor interés.
5 movimiento
79 ©
La p a la b r a y el ton o remiten al significa por sobre todo, el traje, que inviste al actor
do, al sonido, a la rítmica del metro, a las y traza una línea infinita de signos referidos
variaciones fónicas, tales com o el acento, la no sólo a su edad, clase social, profesión,
velocidad, la entonación, que pueden ser tiempo, espacio, estado em ocional sino
portadoras de signos dobles o símbolos (el también al lugar preciso, hora del día, cli
empleo de verso y prosa en Shakespeare ma, etc. Un accesorio puede constituir un
según la situación dramática; la indicación signo simple (la corona del rey) o com ple
de una clase social — sainete— ; el efecto de jo (la gaviota de Chejov), con varios planos
las repeticiones sonoras en función expresi de significación. Ilustra, también en otro plano,
va). La m ím ica del rostro, el g esto y el m o la labor de interpretación de una obra en el
vim ien to escén ico son altamente señaladores: texto espectacular y sus implicancias o segun
los dos primeros subrayan o reemplazan la das intenciones (R icardo IB de Shakespeare,
palabra y en el caso de la gestualidad, ad representada con uniformes nazis).
quiere tantas posibilidades de convención
Por último, engloba d eco ra d o , ilu m in a
que puede ser rigurosamente codificada co
ción , m ú sica y son id o. Ya hemos visto la es
mo en el teatro oriental, inventar objetos e
cenografía como representación realista que
incluso tipificar* (maquillaje/máscara). El
fija en el tiempo y el espado o estiliza en sig
movimiento escénico corresponde más al
nos de segundo grado que remiten al plano
puro dominio del director en cuanto al sig
simbólico. La lu z fue utilizada en fundón
nificado de las entradas y salidas (en el tea
práctica a partir del siglo XVII, ya que antes
tro isabelino m arcan lugares a veces dis
se actuaba durante el día. Redén después de
tantes entre sí), las m aneras de caminar, la
la aparidón de la electricidad adquirió mayor
relación con los objetos y los movimientos
preponderancia hasta delinear espados, m o
masivos.
delar movimientos y decorados, crear color,
M aq u illaje, p e in a d o , tr a je y a c c eso rio s proyecdones, u otros efectos. La elecdón
ayudan a la mímica general del actor y ha de la m úsica es muy significativa, su tipo, su
cen al sistema de vestuario. Como hemos utilización dentro de la escena — leit-motiv,
visto a lo largo de la historia del teatro, ocasional, dramática— com o en el caso de
máscara y maquillaje encubren y tipifican, Brecht, y también los sonidos que acompa
refuerzan la ficción dramática o la ilusión ñan o modelan la acción: el reloj, la lluvia,
realista, acom pañados por el peinado, el grillo, el viento, característicos del teatro
buen indicio de época o situación social y de Chejov, por ejemplo.
80
La compañía Meirjingen
El duque Jorge de Saxe-Meiningen, pe paban por igual, contratando a veces alguna
queño principado alemán, se hizo cargo en figura invitada o extras, cuyo manejo excep
1870 de la dirección artística de su propio cional en escenas masivas llamó la atención
teatro, asistido por el actor Ludwig Cronegk, en toda Europa. Si bien su fuerte fueron las
quien favoreció las giras europeas y se ocu obras clásicas, no debe olvidarse que fue
pó de la dirección de actores de manera tan uno de los primeros teatros en representar a
disciplinada que inspiró a Stanislavsky su Ibsen y llevar su obra E spectros a Berlín
modelo del “director tirano”. Los méritos donde fue prohibida. El rigor de Meiningen
principales de la compañía Meiningen, pro constituyó el primer paso hacia la visión na
pulsora de la renovación en el campo escé turalista de la escena: actores, escenografía y
nico, consistieron en una precisa reconstruc dirección en un todo coherente que, al no
ción histórica, un teatro sin divos o primeras depender exclusivamente de la taquilla*, dio
figuras en el que los setenta actores partici pie a la modernidad innovadora.
Asociado con el escritor y profesor de rable atención al trabajo del grupo y cuen
teatro, Vladimir Nemirovich-Danchenko, ta con intérpretes talentosos, entre los que
funda en 1898, el Teatro de Arte Popular figuran el joven Meyerhold y Olga Knip-
de Moscú, con la intención de “iluminar la per, la futura mujer de Chejov. Su trayecto
oscura existencia de las clases pobres” y ria com o “regisseur”* está signada sobre
basa su primer logro en la minuciosa re todo por su relación con el dramaturgo,
construcción histórica, al estilo de Meinin cuya G av iota estrenó con clamoroso éxito
gen, agregándole elementos técnicos más y a quien debió sus aciertos posteriores, y
sofisticados. Sin embargo, com o notable en gran parte, la invención de su famoso
actor que era, Stanislavsky presta conside “m étodo”, ya m encionado en el Módulo 2.
Bertolt Brecht (1898-1956)
La línea de renovadores hacia el nuevo No sería justo omitir al alemán Erwin Pis-
director-autor pasa necesariamente por Vse- cator (1893-1966), iniciador del teatro polí
volod Meyerhold (1874-1942), verdadero su tico y épico. Incorporó a las representacio
cesor de Stanislavsky. No obstante se opuso nes las novedades técnicas, en especial las
a él en una concepción simbolista que deri proyecciones cinematográficas que consi
vará, después de la revolución soviética, ha deraba como una “cuarta dimensión” de sus
cia un modelo de teatro oficial, con firmes espectáculos. Su figura se vio opacada, qui
bases en la dirección de actores, basada en zás injustamente, por Brecht, a quien se de
la destreza física, el ritmo vocal y una visión be la teoría, la práctica y la obra sistemática
constructivista* de la puesta en escena. de esta nueva forma del drama.
82
r
marcha el mecanismo crítico del especta actitudes de los personajes, tanto en su con-:
dor, aunque este permanezca quieto en su texto social com o en sus rasgos individua
butaca. Se vale principalmente del “gestus", les, posturas casi mecánicas que muestran
término latino que va más allá de la gestua- la dicotomía intérprete/carácter o recursos
lidad actoral y conforma el universo de las como la misma escenografía y la música.
I
Contraste entre el dra m a a ristotélico y el te a tro épico
emoción reflexión
compromiso observación
Como dramaturgo, Brecht se inició cola entre 1933 y 1948: G alileo G alilei, M adre
borando con el compositor Kurt Weill, con C oraje y su s hijos, El a lm a b u en a d e Se-
quien adaptó una obra inglesa en L a óp era C hu an y El círcu lo d e tiza cau casian o.
d e d os cen tav os y más tarde se dedicó a es Vuelto a Alemania después de haber viajado
cribir y presentar obras didácticas, hasta lle por todo el mundo, fúnda en el sector orien
gar a sus p ro d u ccion es más céleb res, tal el célebre Berliner Ensemble, compañía
durante la época en que debió exiliarse de dedicada a la puesta modelo de sus trabajos
Alemania con el advenimiento del nazismo, y a la enseñanza dé sus teorías escénicas.
83
]. Elaborar un cuadro sinóptico que incluya in 3. En periódicos y revistas de actualidad, estudiar
formación sobre las propuestas de los grandes los artículos de critica teatral: distinguir las obser
directores estudiados. vaciones vinculadas al trabajo actoral de las que
2. Observar por TV un corto publicitario en el se refieren a la dirección, la escenografía, la mú
que intervengan actores que desarrollan un li sica, la iluminación y el vestuario.
breto. Analizarlo como un texto espectacular, 4. Trabajar en equipo sobre una obra de teatro
según los 13 sistemas de Kowzan. Establecer Ipor ejemplo, 3 0 0 millones de Roberto Arlt) y
por qué esa publicidad es un "signo de signos" proponer una puesta en escena, con bocetos
y volcar las conclusiones en un informe. de escenografía, luces, vestuario y música.
El teatro contemporáneo
84
espectadores, actores, director, apuntador y dramático que nunca llega a realizarse, el
tramoyista comparten la escena; por lo público asiste a la revelación de distintos
tanto, el telón está de más. Hay gritos y planos, com o si viera un corte de su propia
discusiones; se hace difícil saber quién tie conciencia y la de-construcción del arte en
ne razón. Sobre un argumento casi m elo los hilos visibles de un autor ausente.
La renovación teatral en España se produ que, según su criterio, proyecta sobre el es
jo a través de Ramón del Valle Inclán, ilustre cenario estampas o luces de realidad som e
representante de la generación del 98. Vincu tida a distorsión, única forma de exponer
lado por medio de su esposa, la actriz Josefi “verdaderamente” la situación problemática
na Blanco, con el ambiente de la dramaturgia de sus días.
peninsular, fue director artístico de compa
El esp erp en to es una propuesta estética
mas itinerantes y luego, autor de piezas tea
de intensa exigencia imaginativa. Una paro
trales, en un principio fieles a la fórmula de
dia, por el hablar de los personajes, que
la obra bien construida, pero pronto revela
combinan lo culto con lo popular; una vi
doras de extraordinaria modernidad.
sión desproporcionada, por el diseño de las
Es en 1920, al publicar por entregas su criaturas parecidas a títeres o muñecos. Es,
célebre drama L u ces d e B oh em ia, cuando también, una metáfora visual para el espec-
define su concepto de “esperpento”, una tador/lector, cuyo significado surge de una
pieza casi irrepresentable, con visión defor observación que el autor ya no puede vol
madora, irónica y crítica de la actualidad es- car mediante un espectáculo tradicional, de
y *
pañola. Ahí, en la escena duodécima, pro identificación directa, sino a través de una
clama la teoría de esa modalidad teatral calculada deformación crítica.
Max: L os h éro es clá sico s refleja d o s en los esp ejos có n ca v o s d a n e l E sperpen to. El
sen tid o trág ico d e la v id a esp a ñ o la só lo p u e d e d a r se con u n a estética
sistem áticam en te d efo rm a d a .
M artes d e C arn av al, publicada en 1930, Se ha dicho con agudeza que el teatro
que incluye tres esperpentos ( L as g a la s d el de Valle Indán/se inscribe en la categoría
d ifu n to, Los cu ern o s d e d on F riolera y La de “teatro ideal", una suerte de dramaturgia
h ija d e l ca p itá n ), completa lo más notable irrepresentable, que encuentra su momen
de su renovación. to más fecundo en la lectura, tal com o una
novela dialogada, cuyo remoto anteceden ta libertad y fantasía creativas. Por otra par
te es L a C elestin a de Fem ando de Rojas. te, numerosas acotaciones son de difícil si
Las quince escenas de L u ces d e B oh em ia, no imposible puesta en escena, toda vez
semejantes a quince pequeños actos, hacen que hay animales que hablan y personajes
pensar en una serie de escenarios donde ideados con un grado de deformación sólo
desfilan jardines, calles, taberna, bohardi factible en el reino de lo puramente verbal
lla, celda, cem enterio movidos con absolu o imaginario.
Federico García Lorca, el poeta más animó una compañía universitaria itineran
destacado de la generación de 1927, pro te, La Barraca, que ponia obras clásicas es
dujo también un teatro de alto vuelo ima pañolas en ciudades y pueblos de provin
ginativo. Sus piezas farsescas (E l a m o r d e cia. Escribió desde esa perspectiva, B o d a s
d on P erlim p lín co n B elisa en su ja r d ín , La d e S an gre, Y erm a y L a c a s a d e B ern a rd a
z a p a te r a p ro d ig io s a y otras) le deben a Va A lb a, sus obras mayores '. Ellas exhiben,
lle Inclán el gusto por la comedia de trazos dentro de la fórmula de una tragedia loca
fuertes y distorsivos, que lo emparienta lista y convencional, un intenso poder
con las concepciones de vanguardia. Sin poético al servicio de un realismo crítico:
embargo, es a través de una vuelta a las denuncian la opresión, el conflicto social y
fuentes cuando alcanza más amplia reso la situación de la mujer en los años previos
nancia. Interesado en la difusión de un a la terrible guerra civil, que lo tuvo por
teatro para todo público, a partir de 1932 víctima calificada.
Al mismo tiempo que Brecht, con quien solidaridad para con todo el género huma
comparte la ideología política, Sartre se pro no. El mismo autor define la distancia que lo
pone emular a Pirandello en cuanto a la ne separa del teatro de posguerra, al que legó
cesidad de crear un teatro intelectual y filo la palabra “absurdo”, rechazando la atomi
sófico, en este caso, desde el molde de la zación de la conciencia y el abandono de la
“obra bien hecha”. Sus dramas, A p u erta angustia como motor de cambio histórico. A
c erra d a y L as m oscas, son la expresión de la Sartre no le importan la psicología ni la “ac
tesis ex isten cialista que considera al hombre ción", entendida com o cambio de fortuna.
perdido en el universo, solo e incomunica Quiere mostrar, evitando el sentimentalis
do, donde sólo cuenta con su libertad para mo, asuntos humanos esenciales donde el
dar sentido a su vida. No se trata de un es público pueda reconocerse en su situación
cepticismo absoluto puesto que esa libertad personal y social, en favor de un dilema cla
supone la responsabilidad de los actos y la ro que exija una toma de partido.
1 Consultar el estudio preliminar en las ediciones de Kapelusz, 1994,1995 y 1993 respectivam ente. G.O.L.U.
86
marcado expresionismo subjetivo. En El talismo social, presentando al hombre co
g ra n D ios B roum , O ’Neill recurre a los sím mo arquitecto de su propio destino trágico.
bolos y presenta a sus personajes enmasca Luego siguieron L a m u erte d e un v iajan te,
rados, resaltando la presión de la sociedad E l crisol, P a n o ra m a d esd e e l p u en te y D es
en las relaciones humanas y el abismo en p u és d e la c a íd a , vastamente conocidas a
tre los ideales y el poder económico. través de sus versiones cinematográficas.
Arthur Miller (1916), también nativo de El crisol, más conocida por L as b ru jas d e
Nueva York, retoma la tradición del drama S alem , se inspiró en un famoso proceso
social iniciado por Ibsen, Shaw y Chejov, que tuvo lugar a fines del siglo XVII, en esa
sumiéndolo en la problemática de posgue localidad, contra un grupo de mujeres, acu
rra “para ahondar la esencia del hombre y sadas de brujería por la mentalidad oscu
descubrir sus verdaderas necesidades”. En rantista del Pastor Parris, quien utiliza a su
este sentido, se aparta de Sartre en cuanto sobrina Abigail junto a otras niñas para se
no pretende intelectualizar desde una pos ñalar a las inocentes víctimas. Presas y con
tura filosófica sino captar la psicología pro denadas a muerte, sólo podían salvarse si
funda de sus personajes desde un punto de confesaban su alianza con el demonio y se
vista crítico. Combina así el realismo con arrepentían públicamente. La obra apunta
una distorsión expresionista que procura también a la situación imperante en los Es
bucear en el interior de sus conciencias. tados Unidos durante esos años, en que
muchos intelectuales y actores célebres fue
Obtuvo su primer éxito con la obra To ron perseguidos por su presunta afinidad
d o s m is hijos, donde trata de superar el fa con el comunismo.
Obra en dos actos estrenada en 1949: “la el patio trasero de la casa y el sitio donde
acción se desarrolla en la casa y el patio de transcurren los hechos imaginarios y los epi
Willy Loman y en varios lugares que este vi sodios en la ciudad. Asimismo, la casa tiene
sita en el Nueva York y el Boston de hoy”. paredes transparentes que los persopajes
Las acotaciones del autor dan cuenta de los atraviesan cuando vuelven al pasado, mien
espacios marcados: el frente del escenario es tras utilizan la puerta para la acción presente.
Argumento
Willy Loman, via|ante de comercio, vive una realidad que está cambiando, en la que no encuentra
espado, confrontada con su autoestima y sus delirios de grandeza. Cansado de la rutina, ya no tie
ne éxito en su traba|o y cuenta sólo con el amor incondicional de su mujer. Sus hijos, Biff y Happy,
ocasionalmente en la casa, también han fracasado y no encuentran un rumbo estable, en parte por
la situación social y la veleidad paterna que no los ha educado para ganarse la vida sin ensoña
ciones. Acosado por las deudas y los recuerdos, va a pedir que lo dejen en la ciudad y es despedi
do por el hijo de su antiguo patrón. Su hijo mayor, también intenta pedir un préstamo a un viejo co
nocido pero es rechazado. El pasado vuelve en forma de imágenes desagradables para todos. El
hermano de Willy, que se hizo rico afuera; Biff, reprobado en Matemática, que acude a su padre en
Boston y lo encuentra con una mujer de paso; el tío Charley y su hijo Bernard, que han triunfado a
fuerza de trabajo y sensatez. Por fin, Willy concluye su último sueño: se estrella en su auto para que
su familia cobre el seguro.
87
Tema: Willy Loman quiere el éxito en base a personalidad ;y fantasía.
La sociedad de consumo convierte al hombre iluso en un objeto descartable.
Personajes:
Estructura interna
Los dos actos tienen una duración seme lismo-expresionismo subraya también la
jante. El p rim ero es una larga presentación personalidad dividida de Willy, incapaz de
del "problema'' Willy Loman. Las conversa conectar ilusiones y realidad. Su antigua se
ciones paralelas de la pareja y los hijos re guridad se ha desvanecido. El fantasma de
velan el grado de decepción familiar. su hermano Ben señala el arrepentimiento
Entonces el pasado irrumpe para mostrar el por no haberlo seguido para hacerse rico.
nivel de vanidad de Loman y la educación El tío Charley y la imagen del jovencito Ber
que daba a'su s hijos. La combinación rea nard ponen la dosis de sensatez práctica.
88
El seg u n d o acto está jalonado por esce ra!" A su vez, Biff narra a su hermano el
nas de tensión creciente: una cita del padre frustrado encuentro con su viejo empleador
con los hijos en un restaurante, después de y cómo se robó una lapicera del escritorio.
sus respectivos trámites. La entrevista de Lo Willy se pierde en sus recuerdos amargos: la
man con su patrón es un contrapunto de in ocasión en que su hijo lo encontró en Boston
diferencia y sufrimiento, remarcados por un con una mujer extraña. Una vez en casa, la
grabador donde el propietario le hace oír las aparición del fantasmal Ben madura la idea
voces de sus familiares. Loman estalla: “¡Un del suicidio que también se mezcla con la
hombre no es una fruta que se come y se ti fantasía del seguro de vida.
Diálogo
Perfila a los personajes en un lenguaje Es apreciable, en todo momento, una suer
coloquial, sin diferencias entre el pasado y te de exaltación sentimental, que pone de
el presente, utilizando a veces como transi relieve la tensión en las relaciones familiares
ción una especie de m onólogo interior de y el contraste entre realidad y fantasía y con
Willy Loman, que actualiza sus recuerdos. tribuye a la carga expresionista de la obra.
M o d e lo a c fa n c ia l
A c ta n c ia R ol A c to r
Destinador Sociedad
1. Elaborar una (¡cha resumen de los autores qué la obra puede entenderse como un texto de
teatrales estudiados en el apartado "El teatro denuncia social.
contemporáneo". 4. Investigar, en conexión con la cátedra de
2. Investigar en Luces de Bohemia, de Valle filosofía, los rasgos fundamentales del existen-
Inclán, a qué se refiere con “los espejos del cialismo, cuál fue su propuesta central y quiénes
callejón del G ato" y qué relación tienen con su los representantes principales.
teoría del esperpento. 5. Estudiar en equipo la M uerte de un viajante
3. Leer La casa de Bernarda Alba de García y diseñar un guión de dirección, según se indi
lorca y presentar un informe que explique por ca en el apartado ‘ La era del director", para su
puesta en escena.
Estructura extem a
Se trata de un obra en dos actos, con mí- campo con un árbol. La acción transcurre en
nima descripción de lugar: un camino en el el mismo sitio, dos días seguidos, al atardecer.
Argumento
Vladimir y Estragón (Didi y Gogo) hablan mientras esperan a un tal Godot, quizás Dios (God, en
inglés), la muerte o el fin del sinsentido. Su conversación es errática y pasan el tiempo hasta que
aparece Pozzo llevando de una cuerda a Lucky y cargado de equipaje. El amo cuenta cosas de la
vida y muestra las gracias de su sirviente como en un circo: Lucky baila y piensa en voz alta. Un
muchacho anuncia que el señor G od ot no vendrá hasta el día siguiente. Lo mismo se repite durante
la otra jornada y G o d o t no llega.
90
Personajes
Estructura interna
No existe una línea convencional de del mundo pasado o exterior a los prota
acción . El su spenso reside en las actitu gonistas. La escena final es la aparición
des sorpresivas de los personajes y en del m ensajero de G odot anunciando que
los abruptos cortes de sentido en el diá vendrá al día siguiente. La obra se plan
logo. El p r im e r a c to lleva unas ochenta tea com o una esp ecie de parábola del
páginas y los episodios más importantes mundo m oderno, ejem plificada en el pri
son la exp licación del “estar ahí" y el en mer diálogo sobre los ladrones crucifica
cuentro con esos personajes sim bólicos dos con Jesucristo:
91
Estragón: ¿P or qu é?
Vladimir: P orq u e n o q u iso salv arlos.
Estragón: ¿D el in fiern o ?
Vladimir: ¡N o! D e la m u erte.
Estragón: ¿Y en to n ces qu é?
Vladimir: E n ton ces b u b o q u e c o n d en a r a los dos.
Estragón: ¿Y despu és?
Vladimir: P ero e l otro d ic e q u e u n o se salvó.
Estragón: ¿Y pu es? N o están d e acu erd o , eso es todo.
Vladimir: Se h a lla b a n a llí los cu atro. Y só lo u n o d ic e q u e se salv ó. ¿P or q u é d a r le m ás
créd ito q u e a los otros?
Estragón: ¿Q uién le cree?
Vladimir: T odo e l m u n d o. S ólo s e c o n o c e esta versión .
Estragón: L a g en te es estú p id a.
92
Vladimir: ¿Q ué ta l está tu h erm an o?
Muchacho: E stá en ferm o, señ or.
Vladimir: Q u izá fu e r a é l q u ien vin o ayer.
Muchacho: N o lo sé, señ or.
(Silencio)
Vladimir: E l se ñ o r G odot, ¿lleva b arb a?
Muchacho: Sí, señ or.
Vladimir: ¿R u bia o ... (Duda) ...m oren a?
Muchacho: (Duda) C reo q u e b la n ca , señ or.
(Silencio)
Vladimir: M isericord ia.
Diálogo
Es el instrumento más fuerte para la crea risible y angustioso al mismo tiempo. Sin lle
ción de una atmósfera absurda. Apenas deli gar a la incoherencia o la deformación, el
neado en la caracterización: alguna referencia habla se convierte en un “gag" continuo,
al pasado lejano, el estado de indigencia de reforzado por los enormes silencios y la
los protagonistas, su necesidad de contacto gestualidad corporal (descalzarse con esfuer
humano sirve, por lo general, en un desarro zo-hacer de árbol), que suscita por momen
llo rápido y reiterativo para lograr el efecto tos la sonrisa contradictoria del espectador.
M o d e lo acfancial
A c ta n c ia R ol A c to r
93 ©
Todavía estas obras han sido superadas por El teatro debe competir con los medios
variantes más audaces, desinteresadas del tex masivos, debe hacerse cargo de su costo eco
to, en las que el espectador está obligado a nómico y del vacío oficial en el ámbito de las
participar literalmente: el h ap p en in g , el teatro manifestaciones culturales. Sin embargo, to
de calle, el rou gh th eatre de Peter Brook, do esto es superable cuando se logra ese es
teatro rústico que se montaba en parroquias pacio de comunicación, la más extraña: unos
o corrales, el teatro esp on tán eo o variantes seres humanos que después de permanecer
circenses en las que predomina la expresión dos horas sentados en una butaca, mudos, ya
corporal, e incluso, los recitales de rock. no volverán a ser los mismos.
El teatro y el cine
Mucho se ha hablado de la competencia ma de sucesión de las escenas, que puede
del cine, primer arte masivo convertido en ser encadenado, de una imagen a otra o di
industria, que supone una alianza con la solverse hacia el blanco o negro.
técnica, ya que su instrumento esencial es
El guión es "desglosado” por los miem
la cámara, narrador y espectador a un tiem
bros de la nómina*. En primer término, el
po. Esta gran mediación lo distingue de la
d irec to r d e fo to g r a fía quien se ocupa de to
presencia e irrepetibilidad del drama repre
dos los efectos visuales, satisfaciendo o co
sentado, pero a la vez, permite al especta
rrigiendo las aspiraciones del director. Una
dor olvidar la convención mecánica e intro
pieza fundamental es el p ro d u c to r ejecu tiv o
ducirse plenamente en la ilusión de lo real.
que, a partir de esa lectura minuciosa, con
A la hora de hacer una película, el p r o sigue todo lo necesario para la filmación.
d u cto r s e interesa en un g u ió n litera rio que Por lo general, hay un encargado del
luego será convertido en g u ió n técn ico por castin g o elección de actores, aunque estas
el director del filme. En este lib reto incluye, atribuciones suelen variar según se trate de
además de los diálogos, las indicaciones un “cine de autor" (donde predomina el di
precisas para cada escena, tal com o la ima rector) o de un “cine industrial", avalado por
gina, agregando muchas veces un story- grandes estudios. También, suele ser nece
b o a r d o especie de historieta dibujada de sario, sobre todo en filmes de época o de
cada cuadro. Aparte de la ubicación espa ciencia ficción, un director de arte, quien se
cio-temporal, podemos encontrar las acota hace cargo de la ambientación general y el
ciones de planos, paneos, trav ellin g de la diseño, incluyendo vestuario y maquillaje.
cámara, fundidos, etc.
Se habla de p la n o g en era l cuando se to Día a día, se elabora un p la n d e film a ció n ,
ma la totalidad de la escena, p la n o a m eric a donde constan las escenas o secuencias (se
n o (corta a la altura de las rodillas), p rim er rie de escenas equivalente al acto) y un equi
p la n o (la cara) y p la n o d eta lle (un objeto). po técnico de camarógrafos recibe las indica
El movimiento de la cámara fija se llama p a ciones del director, que ya ha resuelto cada
rteo y es el barrido que hace el ojo dentro imagen en su guión, asistido por el experto
de la escena, desde distintos ángulos. Puede en fotografía y se ocupa especialmente del
ser c en ita l si ve desde arriba en el centro y manejo de los actores. Una vez terminada la
p ic a d o o co n tra p ica d o si lo hace desde un película, pasa al m on taje o ed ición , capítulo
ángulo oblicuo. El travellin g, en cambio, es fundamental, en el que el director elige las
la cámara en movimiento sobre rieles o escenas que prefiere y el editor las corta y
transporte, acompañando el desplazamiento pega en la secuencia deseada y recomenda
de la acción. Se denomina fu n d id o al siste-1 da para el éxito del resultado final.
I
1. Leer Esperando a G odot de Samuel Beckett. misma sensación de absurdo, manteniendo el
2. Proponer un boceto de puesta en escena. equilibrio tragicómico. ‘ -■
3. Componer una escena muda que refleje la
94
Exponer en equipo frente a los compañeros los resultados de la siguiente investigación.
95
Breve historia del teatro argentino
Desde los orígenes hasta 1810. La Ranchería. Prim er teatro nacional: 1810-1890.
Los Podestá. Juan Moreira. La época de oro: 1890-1930. D ram aturgos m ayores.
F lorencio Sánchez. G regorio de Laferrére. El sainete porteño. El grotesco c rio llo .
Arm ando. D iscépolo. El teatro m oderno: 1930-1960. Samuel E ichelbaum . La
escena contem poránea: 1960-1990. Teatro A bierto.
Esta breve historia del teatro argentino vincula el nacim iento y desarrollo de
nuestro dram a con la co nform ación de una id e n tid a d nacional, al m ism o tiem po
que refleja su co rrelato con los d istintos m odelos y escuelas universales.
©
Desde los orígenes hasta 1810
En el territorio argentino, antes de la lle con las formas occidentales más primitivas.
gada de los españoles, existen vestigios de Algo similar ocurre en el Perú, donde ya el
representaciones rituales, con uso de más Inca Garcilaso de la Vega atestiguaba la
caras y pintura corporal, destinadas a cere existencia de tragedias heroicas y comedias
monias de distinta índole en la que los sa cotidianas en el seno del imperio quechua.
cerdotes y el pueblo cumplían roles activos.
Queda com o muestra el O llan tay, descu
Se cree que la fiesta de Sumamao, en San
bierto en el siglo XVIII y hasta hace poco
tiago del Estero, celebrada durante un día
sujeto a debates entre quienes lo considera
en honor de San Esteban es supervivencia
ban transmitido por tradición oral y los que
de una pantomima ritual indígena, adapta
veían en la obra rasgos de la métrica y el
da por los misioneros al culto católico.
vocabulario españoles. La pieza es una tra
En el ámbito de las culturas azteca, ma gedia, situada a comienzos del siglo XV,
ya e inca se conocen indirectamente expre que trata el amor imposible de Ollantay, je
siones más elaboradas, tales com o la obra fe del ejército imperial por la princesa Kusi
R a b in a l A c h í o E l v arón d e R a bin al, dicta Koyllur y mantiene una enorm e coherencia
da en idioma quiché por un nativo guate de imágenes y símbolos, además de una di
malteco a un misionero francés, en el siglo visión establecida por el coro, que dan fe
XIX, drama danzado que guarda relación de su origen precolombino.
La Ranchería
El virrey Juan Jo sé de Vértiz y Salcedo, un edificio permanente, se habilitó en 1783
hombre de ideas progresistas y liberales de una Casa de Comedias, más conocida como
cidió, además de fundar el Real Colegio de Teatro de la Ranchería, situada en la esqui
San Carlos y establecer la primera imprenta na de las actuales calles Perú y Alsina, solar
porteña en la Casa de Niños Expósitos, que de los ranchos de las misiones jesuíticas.
Buenos Aires debía contar con un teatro, Vértiz pidió autorización al Cabildo y deci
destinado al cultivo de una población “ca dió destinar las recaudaciones a beneficio
rente de diversiones”. Mientras se construía de los huérfanos, encomendando la conce
© 98
sión a Francisco Velarde, quien levantó un El proscenio de la Ranchería se ilumina
galpón con techo de paja y tirantes de ma ba con velas de sebo; sobre la boca del te
dera paraguaya. lón llevaba la leyenda "Ridendo castigo mo
res”, es decir, critica las costumbres por me;
El virrey no sólo se ocupó de mejorar el
dio de la risa, y contaba con una orquesta
empedrado de acceso al teatro sino que en
de guitarras y flautas. La entrada costaba dos
las noches de espectáculo hacía encender
reales para las personas acomodadas y uno,
un candil en la Farmacia de los Angelitos,
para los pobres y gente de color.
en Chacabuco y Alsina, asistía en persona
para dar ejemplo y compuso una instruc En agosto de 1792, un cohete lanzado
ción de veinte artículos destinada a regla desde el convento de los Capuchinos cayó
mentar las representaciones. sobre el techo y el teatro se incendió:
El acontecimiento más notable de esta “de la impiedad de los filósofos de esta era
etapa se produjo un domingo de Carnaval entregada al capricho y la corrupción”.
de 1789, cuando subió a escena la obra de
un autor criollo, Manuel Jo sé de Lavardén, S iripo se basaba en el capítulo Vil de La
destacado poeta y periodista. Se trataba A rgen tin a de Ruy Díaz de Guzmán y narra
de S irip o, perdida en el incendio, tragedia ba la historia de Lucía Miranda, hermosa es
sobre tema autóctono, de la que nos ha lle pañola, casada con Sebastián Hurtado, ofi
gado una copia del segundo acto, posible cial de la expedición de Gaboto al mando
mente adaptado por Luis Ambrosio Morante, del fuerte Sancti Spiritu. Enamorados de su
dramaturgo, actor y primer director de belleza, el cacique Mangoré y luego su her
nuestra escena, después de 1810. Estaba mano Siripo destruyen el poblado y matan
precedida por una loa del mismo autor, ti a sus defensores. S iripo inaugura la vertien
tulada “La inclusa”, que sufrió problemas de te culta de nuestro teatro, inspirada en los
censura por habérsela considerado teñida ejemplos del italiano Victorio Alfieri (1749-
99
1803) y de Voltaire, con visión americanis roe gaucho y el extranjero caricaturizado,
ta, incorporando el paisaje local y los per de larga tradición en nuestra escena. Una
sonajes nativos, aunque concebidos todavía joven chacarera es pretendida por dos ga
como enemigos salvajes. lanes: un buen jinete criollo y un comer
ciante portugués. En la burla que se hace
Por otra parte, la raíz del teatro popular, de este último es evidente la rivalidad con
costumbrista y de am biente rural, se halla el imperio del Brasil y, por otra parte, ya en
en el sainete E l a m o r d e la esta n ciera , de los umbrales de la revolución de Mayo, la
fines del siglo XVIII, que recrea un lengua creciente conciencia localista de los naci
je picaresco y directo propio del campo dos en América. La madre y el padre de la
criollo, presentando los tipos del futuro hé muchacha difieren en sus preferencias:
Otros edificios
Durante largos años y a pesar de su cre ced, también llamado Proscenio, Provisional
ciente prosperidad económica, Buenos Ai de Comedias o Teatro Viejo hasta que en
res careció de un teatro estable. Así fue que 1838 tomó el nombre de Teatro Argentino.
en 1804 se iniciaron las obras de construc Se inauguró en época de Sobremonte y se
ción del primer Coliseo, en el paraje cono sabe que el 24 de junio de 1806, durante la
cido como Hueco de las Animas, en Recon representación de El s í d e la s n iñ a s de Mo-
quista y Rivadavia, solar que hoy ocupa el ratín, el virrey recibió aviso de la proximi
Banco de la Nación, pero nunca se terminó. dad de la flota inglesa. El Coliseo sufre las
Provisoriamente, aunque estuvo vigente peripecias de la invasión, al ser ocupado
hasta 1872, se instaló el Coliseo Chico, en por las tropas de Liniers y ametrallado por
una vieja casa frente a la iglesia de la Mer la artillería británica desde la Plaza Mayor.
1. Confeccionar un cuadro sinóptico que con breve informe sobre la aparición de una incipiente
tenga información acerca de la actividad tea conciencia nacional en esta obra pre-revobcionaria.
tral anterior a 1810. Considerar que la bella muchacha es una encama
2. Leer El amor de la estanciera y redactar un ción de las bondades de nuestra tierra.
100
Primer teatro nacipnal: de 1810 a 1890
La escena patriótica
El teatro sufrió los avatares de la política oración fúnebre al célebre actor Juan José
dominante y muchos autores, entre ellos de los Santos Casacuberta. Entre todos, es
Varela, debieron exiliarse para dar paso a Juan Bautista Alberdi, hombre de la organi
los espectáculos circenses o la ópera italia zación nacional y teórico del teatro, quien
na. A pesar de la escasa producción dramá aventura que la escena argentina debe con
tica, se levanta por primera vez en Buenos vertirse en una tribuna pública para poner
Aires una sala específicamente teatral. El 24 de relieve el ridículo de las costumbres.
de mayo de 1838, se inauguró el Teatro de
la Victoria, en Hipólito Yrigoyen al 900, Alberdi inicia su carrera de autor con el
apadrinado por Manuelita Rosas y él jefe de intento de un drama monumental, titulado
policía Bernardo Victorica. La construcción L a R evolu ción d e M ayo, del que sólo con
era importante: tres plantas, con platea y cluyó dos de sus cuatro partes. Más moder
palcos para dos mil espectadores y sobre el na aún resultó su pequeña pieza E l g ig an te
frente, las estatuas de Apolo y las Musas. El A m ap olas y su s fo r m id a b le s en em igos, dedi
telón llevaba un bordado de tres rosas en cada a los presidentes de Chile, Uruguay y
un mismo tallo, representando a Don Juan Bolivia para prevenirlos contra cualquier
Manuel, su esposa y su hija, rodeadas de forma de ejercer la tiranía. Se trata de una
cupidos y un escudo nacional. especie de grotesco* en un acto, que satiri
za a Rosas en la figura de un espantajo de
En el exilio, Bartolomé Mitre y Jo sé Már trapo, con un facón de hojalata tinto en san
mol componían obras de aliento romántico, gre, pero sobre todo critica las divisiones
mientras Sarmiento se destacaba com o críti entre sus adversarios y el temor que les
co teatral en Chile y redactaba una sentida produce.
102
ros ocupa los hacinados “conventillos" en Hasta entonces predominan las compañías
las casas del sur o los suburbios donde se extranjeras, en especial francesas e italia
mezcla con la población “orillera”, que tam nas. Es la época de los divos, en que Sa-
bién padece su desarraigo campesino. rah Bernhardt visita Buenos Aires y agra
dece el cálido trato de “los indios de Amé
La construcción de teatros corre pareja rica”. Triunfan en la flamante capital de
con los ímpetus de modernidad. Ya en 1880, Adelaida Ristori, Ernesto Rossi, Co-
1857 se inauguran el viejo Colón, en el so quelin, el gran intérprete de Moliére, cuan
lar del nunca construido Coliseo, el Ópera, do nuestros dramaturgos, Martín Corona
el Variedades (1872), el Politeama (1879), do, Nicolás Granada y David Peña no en
el Nacional de la calle Florida (1882), el cuentran quién represente sus obras y se
San Martín de la calle Esmeralda (1887) y ven obligados incluso a traducirlas para los
muchos más durante la década siguiente. actores visitantes.
Paradójicamente, será en el circo, de lar trece funciones con gran éxito popular.
ga tradición en el país, donde la familia Po
Juan Moreira es un personaje real, filiado
destá — fundada por Pedro y María Teresa,
por la justicia en 1874 com o “vago y malen-
inmigrantes genoveses que llegan a Monte
tretenido", guardaespalda de políticos, a
video y luego se mudan a Buenos Aires—
quien Gutiérrez, en sus episodios apareci
se deja guiar por el talento de su cuarto hi
dos entre 1879 y 1880 en L a P atria A rgen
jo, José Juan (Pepe). Este encabeza junto a
tin ai, transforma en héroe romántico: buen
sus ocho hermanos la trou p e que recorre
mozo, avezado jinete y domador, hombre
los caminos de ambas orillas del Plata,
de familia, estafado por el pulpero gringo y
uniendo el arte del payaso, el famoso Pepi
muerto por la espalda. Después de una gi
no el 88, a las proezas del trapecio o las
ra por Brasil y Uruguay, los Podestá regre
pantomimas teatrales, aprendidas en la tra
san a la provincia de Buenos Aires y deci
dición de la C om m ed ia dell'A rte.
den reponer la pantomima, hasta que en
Hacia 1884, cuando el Circo Podestá- Chivilcoy el hotelero León Beaupuy les, su
Scotti está trabajando en el Politeama, un cé giere la idea de ponerle letra. Con el texto
lebre grupo italiano, el de los Hermanos de Gutiérrez adaptado al drama, represen
Cario, decide homenajear al país con una tan la obra, agregando nuevas escenas, a
pantomima sobre el folletín* de Ricardo Gu gusto del público, que participaba activa
tiérrez, titulado Ju a n M oreira. El autor pone mente y cambiando el baile del gato por el
como condición que el papel del gaucho pericón. Es así com o nace el personaje del
sea representado, a pesar de que no habla y calabrés Cocoliche, luego sinónimo del
sólo canta un estilo, por un criollo. José J. gringo y su lengua cómica, repetido en in
Podestá es invitado con su grupo y realiza finidad de sainetes posteriores.
103
Moreira: Señor, y o c o b ro m i p la ta q u e h e p restao, y la co b ro p o r q u e la n ecesito, este
h o m b re q u ier e ro b a rm e si d ic e q u e n o m e d eb e, y y o en ton ces S eñ or A lca ld e
ven go a p e d ir ju stic ia .
Alcalde: L a ju s tic ia q u e y o te h e d e d a r es u n a b a rra d e g rillos, lad rón , q u e v ien es a
c o n ta r b a la z o s.
Moreira: ¿Q u iere d e c ir q u e n o m e d eb es n ad a?
Sardetti: N ada.
Moreira: Y usted, ¿n o q u ier e h a c e r q u e m e pag u e?
Alcalde: Es c la ro , p u esto q u e n a d a te d eb e, y q u e tú h a s v en id o a ju g a r su cio .
Moreira: E stá b u en o, am ig o. U sted m e h a n eg ao la d eu d a p a r a cu y o p a g o le d i tan tas
esp eras, p e r o y o m e la h e d e co b ra r d á n d o le u n a p u ñ a la d a p o r c a d a m il p esos.
Y u sted, d o n F ran cisco, q u e m e h a ec h a o a l m ed io d e p u ro v icio, g u á rd ese d e
m í, p o r q u e h a d e s e r m i p er d ic ió n en esta vida, y d e su ju s tic ia ten g o b astan te.
Alcalde: (Dirigiéndose a los soldados.) A ver, p rén d a n lo y m étan lo a l cep o p o r d esa c a to
a la a u to rid a d .
E d u ard o G u tiérrez, “Juan Moreira”, en B rev e h istoria d el tea tro arg en tin o,
Buenos Aires, Eudeba, 1962. Vol. 2. Cuadro I, escena 1*.
1. Leer El hipócrita político y relacionarlo con El escribe y cuál es la solución a la tesis que propone.
sí de las niñas de M o ratín y Tartufo de Moliére. 3. Leer la obra de teatro Juan M oreira y elabo
Evaluar en qué medida la obra local es una rar una reseña crítica. Investigar en qué medi
combinación de sus fuentes. Volcar las conclu da reelabora el conflicto propio de la literatura
siones en un informe. gauchesca, cuyo modelo es M a rtin Fierro', y por
2. Leer El gigante Amapolas de Alberdi y observar qué su línea argumental reproduce simbólica
cuál es el contenido de su sátira: contra quiénes la mente un momento social.
Hacia 1890, todo ha cambiado en la Ar su obra sea representada en un teatro, en
gentina. El progreso alcanzado, a costa de trega a los Podestá su C a la n d ria, estrenada
empréstitos de la banca inglesa, se ve ame en 1896, símbolo de la transformación que
nazado por la inflación, la corrupción públi ha sufrido la sociedad desde el M oreira. Ca
ca y privada y la inestabilidad social, en tan landria, un paisano picaro y desertor, ya no
to que los sindicatos y los partidos políticos mata ni entiende la necesidad del odio en
se enfrentan al gobierno de Juárez Celman. tre hermanos. Finalmente, es indultado por
Se produce entonces la revolución del Par la justicia y empleado com o peón de estan
que, alentada por la Unión Cívica de Lean cia. El gaucho libre com o un pájaro ha
dro Alem y el presidente debe renunciar. muerto: nace el trabajador rural y la ciudad
se reconcilia con su existencia.
En este contexto, bajo una carpa instala
da en la esquina de Montevideo y Sarmien En 1901, la familia Podestá decide sepa
to, Ju a n M oreira deslumbra a los espectado rarse en dos compañías, lideradas por José
res porteños de todas las clases sociales. Juan y Jerónimo que ocupan, respectiva
Pronto proliferan los dramas gauchos, hasta mente, los teatros Apolo y de la Comedia. Se
que un autor culto, el entrerriano Martinia- inicia así una fructífera secuela de grupos na
no Leguizamón, con el sólo requisito de que1 cionales, entre ellos el de Pablo Podestá, ac
Dramaturgos mayores
Mientras tanto, Jerónim o iniciará su época guiente, se presenta la comedia Jetta to r e...!
de gloria en 1903, ahora con el auxilio del del porteño Gregorio de Laferrére. Con la
mismo Soria, quien apadrina a un joven au muerte de ambos en 1910 y 1913, respecti
tor uruguayo, Florencio Sánchez, que estre vamente, y el viaje de Payró a Europa, se cie
na su primera obra, M 'hijo e l dolor. Al año si rra la década de oro del teatro rioplatense.
Nacido en Montevideo, desde muy joven viejo tema del gaucho heroico, y hubiera
milita en las filas del partido blanco y huye deseado hacer docencia con su teatro, brilló
al Brasil, hastiado de las guerras fratricidas. en la tragedia de la desposesión del hombre
Defiende su ideología anarquista desde el de campo. B a rra n c a a b a jo , su obra cum
periodismo, ejercido en el diario L a R epúbli bre, estrenada en 1905, junto con Los m u er
c a de Rosario y allí escribe sus primeras tos y En fa m ilia , pinturas sombrías de la cla
obras de teatro. La compañía española de se media porteña, lo convierte en uno de los
Enrique Llovet estrena su sainete C an illita, máximos dramaturgos americanos.
repuesto luego en Buenos Aires por Blanca
En la historia de don Zoilo, personaje
Podestá. Desde entonces, los vendedores de
central de B a rra n c a a b a jo , más allá del con
diarios llevan ese nombre en su homenaje.
sumado costumbrismo de Sánchez, palpita
En 1904, estrena La g rin g a', comedia de el aliento trágico del héroe anónimo que lu
ambiente rural, que expone una vez más el cha contra el destino adverso: los poderes
enfrentamiento entre criollos y extranjeros, que lo despojan de sus tierras y la providen
con una visión simbólica optimista, ya que cia que le quita a su hija, Robustiana. Sólo
la hija del inmigrante, Victoria, se casa con le queda el poder de decidir su muerte y
el hijo del nativo, Próspero: “mire qué linda aunque el suicidio fue objetado por algunos
pareja, hija de gringos puros... hijo de crio críticos de la obra como impropio del gau
llos puros. De ahí va a salir la raza fuerte del cho, cierra la obra con la dignidad de lós
porvenir”. Pero Sánchez, que detestaba el grandes dramas de todos los tiempos.
Aniceto: L a v id a es sa g ra d a .
105
Aniceto: Es g ü eñ a , sí, p a d tin o , la v id a. N osotros la ech a m o s a p e r d e r ... Si d ejá sem o s
q u e la s co sa s v in iesen com o vien en y fu es en com o son¡ sin o c u p a m o s d e cóm o
h a n sid o n i d e cóm o p o d r ía n ser, n os en con tra ríam os m ás fe lic e s . Y ad em ás,
¿ q u é s e con sig u e con desesperarse?
Poco más tarde Sánchez escribe tres obras pa, paite enviado por el gobierno uruguayo y
destinadas a un público más universal: El p a logra vender los derechos de Los m uertos al
sad o, N uestros h ijos y Los d erech os d e la sa lu d actor italiano Giovanni Grasso. Enfermo de
Con esa ilusión de hacerse conocer en Euro tuberculosis, muere en un hospital de Milán.
Laferrére opta por la comedia y se con ligera donde relucen ciertos tipos porteños.
vierte en la contracara de Sánchez, también
No tuvo la misma suerte en el terreno del
en cuanto a su origen social y su posición
drama, ya que B ajo la g arra, donde retrata el
económica.
ambiente de clase alta que le era propio, he
Gran habitué del teatro, se cree que escri cho que de por sí constituía una novedad, re
bió su vodevil Jetta to re...! a raíz de una sultó ajena al gusto popular e irritante para
apuesta o a pedido del novio de una actriz aquellos que se veían expuestos. Sin embar
del elenco de Jerónimo Podestá. El tema, sa go, Laferrére acertó en el terreno de la come
cado de una novela francesa, pero atribuido dia dramática, basada en un monólogo escri
en su momento a un médico porteño que se to especialmente para la actriz Orftlia Rico,
dio por ofendido, es la mala suerte que aca que se convirtió en L as d e B arran co, su obra
rrean ciertos personajes. El éxito rotundo de más célebre. Se estrenó en 1908 y enfoca la
la pieza, a la que asistió el mismo presidente clase media, en los esfuerzos de la viuda del
Roca, permitió al autor insistir al año siguien capitán Barranco por aparentar un nivel per
te con la comedia L ocos d e verano, una sátira dido y casar a sus hijas con provecho.
Nacido en Mercedes (Buenos Aires), se éxito y El triu n fo d e los otros. En 1907, deja
radica en la Capital partir de 1890 y se iden su carrera para trasladarse a Europa y regre
tifica con las ideas de Juan B. Justo, con sa en 1919 Sus primeros dramas abordan la
quien participa en la fundación del Partido temática de la realidad argentina y, al gstilo
Socialista. Brillante periodista en el diario de Ibsen, se inclina por obras de tesis que
L a N ación , publica también notables narra reflejen la verdad e induzcan al progreso
ciones y obras de teatro. La compañía de social. A su vuelta, reinicia la producción
Pepe Podestá estrena su C a n ción trág ica teatral ya en un tono más intimista y psico
en 1902, a la que siguen S ob re la s ru in as, lógico o tendiendo a la forma tradicional
M arco Severi, que alcanzó considerable del sainete en su versión culta.
La Sociedad de Autores
A instancias de escritores como David Peña y Roberto Payró se logró, en 1910, una ley de protec
ción a los derechos del autor dramático, creándose en casa de Enrique G arcía Velloso la primera
Sociedad de Autores. Al año siguiente, merced a un acuerdo con los empresarios, se impuso el cobro
de un arancel del 10% sobre el precio de las entradas. Después de algunas divisiones y desde 1934,
funciona la Sociedad G eneral de Autores de la Argentina, conocida como Argentares, que defiende
los intereses económicos e intelectuales de los dramaturgos.
107
1. Leer C alandria de M a rtiniano Leguizamón y los conocimientos estudiados en el M ódulo 1; y
com parar con Juan M o reira los siguientes como drama, vinculando la pieza con la infor
aspectos: diseño de los protagonistas, función mación del Módulo 4.
de la mujer, diferentes finales. Redactar las con 3. Leer en equipo (Jettatore.../ de G re gorio de
clusiones en un informe. Laferrére y analizar por qué es una comedia
2. Elaborar un informe sobre Barranca abajo de de costumbres. Considerar, además, cuáles
Florencio Sánchez; observar la obra desde dos son los objetos o situaciones que el imaginario
puntos de vista, conforme a sus dos finales. popular relaciona con la buena o la mala
Como tragedia, y en este caso relacionada con suerte. Poner en común las conclusiones.
El sainete porteño
Al mismo tiempo, el Buenos Aires popu vadas por las mismas compañías españolas.
lar se encandila con el “género chico", im
portado de España. Este era, en realidad, un A partir de 1889, se reproducen en el
tipo tradicional de teatro breve, cuyos orí teatro Pasatiempo de Buenos Aires, las re
genes se remontan a los “pasos” de Lope de presentaciones del “género chico”: cuatro
Rueda y los entremeses de Cervantes. Ya en secciones, “a cincuenta centavos per capi-
el siglo XVIII, el sainete alcanza brillo pro ta", que superan las recaudaciones del res
pio, agregando los intermedios cantados, to de las salas. No pasa mucho tiempo has
que dan origen a la zarzuela. Su índole pi ta que los primeros autores criollos escriben
caresca incorpora con Ramón de la Cruz el sus obras a imitación del zarzuelismo hispá
habla popular y las costumbres de los arra nico e incorporan los tipos y conflictos pro
bales de Madrid, que luego serán transplan pios de la realidad nacional.
tados al ambiente porteño.
Aunque existían antecedentes de ciertas
Sin embargo, el género había sufrido un revistas políticas com o E l so m b rero d e d on
eclipse hasta 1868, año en que tres actores A dolfo, que ocasionaron no pocos disgustos
madrileños, preocupados por la decadencia a sus autores por la censura oficial, el pio
del teatro, inventan el espectáculo por sec nero del género fue el payador Nemesio
ciones, que consistía en presentar varias Trejo, a quien siguieron inmediatamente
obras breves, "por hora y a real la butaca", Miguel Ocampo, Manuel Argerich y Enrique
favoreciendo la concurrencia de un público García Velloso. El uruguayo Enrique de Ma
con poco tiempo y dinero. Inmediatamente ría, con acompañamiento musical de Eduar
fueron requeridos por los teatros importan do García Lalanne, estrenó en 1898 su fa
tes y recibieron la aprobación de la crítica, mosa E n sa la d a crio lla, donde aparecen tres
al estrenarse piezas de enorme éxito como cuchilleros que parodian a los tres rateros
La G ran Vía o L a v erb en a d e la P alom a, que de La G ran Vía, y abren paso al sainete
inmediatamente pasaron a Buenos Aires, líe porteño y su música de tango:
El último autor y quizás uno de los más co, que sin embargo lo convirtió en el autor
exitosos, a quien muchos han atribuido la más representativo del sainete. Ligado al Na
decadencia del género, ya deslucido por. el cional y al celebre cómico Florencio Parra-
abuso de la taquilla* que tentaba a los auto vicini, su obra, El con v en tillo d e la P alom a',
res con repeticiones indignas, fue Alberto llega a cumplir mil representaciones en 1930
Vacarezza. Con suma pericia técnica, escribe y cierra, con una vuelta a los orígenes festi
piezas de entretenimiento, llevando la cari vos, sin alardes literarios, la historia de la
catura costumbrista a un modelo esquemáti creación más rica del teatro-rioplatense.
'C onsultar especialm ente estudio preliminar en la edición de Kapelusz, 1991. GOLU.
O 110
La re v ista porte ña
Reconoce su origen en la mezcla de la revista criolla en un acto y varios cuadros, con el ‘ bataclán’
o variedades francesas que incluían baile, canto y número cómico, además de intermedios circenses,
pero sobre todo se centraban en la exhibición del cuerpo femenino. En 1922, con la llegada de M a -
dame Rasimi y su grupo de bailarinas, se impone este nuevo género exitoso hasta fines de la déca
da del 50. Aparecen las grandes ‘ vedettes" del Maipo, el Nacional y el Tabarís, desfilando por la
pasarela que se tiende hacia la platea: G loria Guzmán, Sofía y Olinda Bozán, Nélida Roca, Néli-
da Lobato y muchas otras. La revista porteña hace alarde de fastuosos vestuarios y escenografía.
Todo alrededor de notables capocómicos que entonan su monólogo político: Pepe Arias, Marcos
Caplán, José M arrone y Tato Bores, quien luego trasladó su oficio a la competencia televisiva.
1. Interpretar con voluntarios la escena de los tres caracterizador y los roles de cada uno. Reflexio
cuchilleros de Ensalada criolla de Enrique de María. nar acerca de en qué medida es un espejo de
2. Leer El conventillo de La Paloma de Alberto la realidad social que el autor quiere reflejar. Si
Vacarezza y estudiar el diseño de los persona Paloma es un símbolo de nuestro país, cuál es el
jes: su puesta en escena a través del lenguaje mensaje que Vacarezza propone.
El grotesco criollo
Durante la segunda década del siglo, se crisis de crecimiento producida por la asimi
produce la incorporación de los sectores lación de los inmigrantes y la actitud de sus
populares al sistema político, debida a la ley hijos, que se trasluce en actitudes morales
Sáenz Peña de voto secreto y obligatorio y contradictorias o en un hondo sentimiento
accede a la presidencia el líder radical Hipó de fracaso, añadido a la vieja nostalgia del
lito Yrigoyen. No obstante, se hace sentir la criollo marginado, en una sociedad adversa.
1. Leer M a te o 1 de Armando Discépolo y com 2. Leer en equipo Stéfano y redactar un final di
parar con El conventillo de La Paloma a fin de ferente. Poner en común las propuestas y repre
establecer la evolución del sainete al grotesco sentar con voluntarios la más interesante.
criollo: conflicto, protagonistas, lenguaje, esce 3. Leer He visto a Dios de Defilippis Novoa y
nografía, música, finales. elaborar un cuadro con el correspondiente mo
delo actancial.
La segunda presidencia de Hipólito Yrigo- ne por decreto del presidente Alvear la na
yen culmina abruptamente con el golpe de cionalización del Teatro Nacional Cervan
estado del 6 de setiembre de 1930. El país tes, una joya arquitectónica que los actores
atraviesa entonces momentos de zozobra de españoles María Guerrero y Fem ando Díaz
bido a la crisis bursátil en Nueva York y la de de Mendoza habían regalado al país. Allí
presión económica, que afecta las exportacio tendría su asiento la Comedia Nacional,
nes y hace crecer el desempleo y la miseria. que contó en su primera etapa, a partir de
1935, con directores de la talla de Antonio
El teatro se encuentra en una situación
Cunill Cabanellas, Armando Discépolo y
de estancamiento o mejor dicho de mercan-
Elias Alippi.
tilización desmedida que no contribuye al
aliento de una producción dramática de ca
El circuito oficial nucleaba a los mejores
lidad, aunque ya hemos anotado las excep
actores de ese momento: Eva Franco, Gloria
ciones como Discépolo y Defilippis Novoa.
Ferrandiz, Luisa Vehil, Iris Marga, Francisco
No obstante, en ese período, a instan Petrone, Miguel Faust Rocha, Santiago G ó
cias del influyente García Velloso, se obtie mez Cou que ofrecieron excelentes versio-
112
nes de autores extranjeros y también nativos, al mismo tiempo elevar las inquietudes y el
consagrados o noveles. Sin embargo, estos gusto del público, deciden crear un teatro
grandes intérpretes se subordinan a la inspi de arte para oponerse a la mediocridad ge
ración del director, quien a partir de entonces neralizada'.
ocupa el centro de la escena. Se empieza a
El Teatro del Pueblo se instaló en un lo
concebir el espectáculo como una totalidad,
cal de la calle Corrientes y permaneció allí
sin descuidar la escenografía, el movimiento
hasta 1943, año en que fue desalojado para
y la música, que hasta entonces habían cum
dar paso al Teatro Municipal de la Ciudad
plido una función casi secundaria frente a la
(hoy San Martín). La compañía indepen
preeminencia del comediante.
diente abrió la escena local a los escritores
Pero es fuera de ese ámbito, tal como ha extranjeros de vanguardia, presentó obras
bía ocurrido en Europa a partir de Antome, clásicas, realizó representaciones estivales
donde se crea la corriente de renovación en plazas y calles porteñas, editó piezas
más vigorosa de nuestra escena nacional: el nuevas, publicó revistas especializadas y
Teatro del Pueblo. Un grupo de escritores llevó a cabo funciones con debate final, a
del llamado grupo de Boedo, entre los que cargo del mismo Barletta, quien muchas ve
se contaban Leónidas Barletta, Alvaro Yun ces atraía al piúblico con una campana, in
que y Elias Castelnuovo, atentos a la nece vitándolo a disfrutar del espectáculo por só
sidad de propagar sus ideas progresistas y lo una moneda.
Roberto Ar (1900-1942)
Periodista y notable narrador, fue el ex d esierto en tra en la ciu d a d , estrenada des
ponente más notable del Teatro del Pueblo pués de su muerte.
y escribió para este su obra 300 m illon es, en
la que aparece un rasgo constante de su ar Los personajes de Arlt expresan un
te, que fluctúa entre la realidad y el sueño. mundo alienado, el del “hom bre que está
Arlt se identificó plenamente con los ideales solo y espera", descripto con maestría por
de un teatro libre y creyó ver en él la esce Raúl Scalabrini Ortiz, y esa locura, utiliza
na del futuro, entendida como una tribuna da com o arma didáctica por este teatro de
de ideas que recuperara al público perdido, esclarecim iento, no es sino una forma de
según su opinión, en el facilismo del cine. evadirse de una sociedad egoísta, que lo
Compuso también E l fa b r ic a n t e d e fa n ta s acosa, lo aísla y termina por convertirlo en
m as, L a is la d esierta , S av erio e l c r u e l1 y E l marginal.
114
en este caso por los mundos opuestos de la valor didáctico de su texto y avanza hacia
casa y la calle. El personaje del Padre es un teatro de tesis que, a pesar de los males
muy significativo porque continúa una te sociales, promete un futuro mejor.
mática constante en toda la historia del tea
tro local y apunta también, siendo voz del A poco de conocerse los escritos teóricos
autor, a esa autoridad siempre presente en de Bertolt Brecht y de la puesta en escena
el imaginario popular. de M adre C oraje, a cargo del Nuevo Teatro,
se atribuye a Osvaldo Dragún el haber in
Durante la década del 50 se incrementa
troducido el drama épico en sus H istorias
la producción de autores nacionales y, en
p a r a ser con tad as, L os d e la m esa d ie z e
especial, la apertura de nuevos grupos in
H istoria d e m i esq u in a. Los personajes de
dependientes, entre los que se destacan
Dragún “narran” sus vidas a la manera de
Nuevo Teatro de Alejandra Boero y Pedro
cuadros y se distancian del público, incluso
Asquini, Fray Mocho, dirigido por Oscar Fe-
con vueltas al pasado, pero difieren de los
rrigno, y Los Independientes, a cargo de
del autor alemán en cuanto reclaman una
Onofre Lovero. Dos dramaturgos importan
identificación emotiva que también supone
tes hacen sus primeras armas en esas mo
una ideología optimista.
destas salas fuera de la “calle Corrientes",
como todavía suele llamarse al teatro co
Si bien a lo largo de todo el ciclo del tea
mercial: Agustín Cuzzani y Osvaldo Dragún.
tro independiente predomina el deseo de
El primero se aparta del realismo costum transmitir un mensaje capaz de reformar la
brista habitual con obras com o U na lib ra d e sociedad, a partir del Fray Mocho y su
c a rn e, E l cen tro fo rw ard m u rió a l a m a n ec er puesta de H istorias p a r a ser con tad as, se
y Los in d ios estab an cab rero s, una especie observa un retom o a las variantes popula
que el mismo autor denomina “farsátira”. A res ( C om m edia d e ll’A rté) desde un punto
partir de una intriga original, casi siempre de vista culto y una mayor atención al tra
un suceso extravagante, Cuzzani redobla el bajo actoral.
115
con las obras de lonesco, Beckett y Pinter, Le siguen N uestro fin d e sem an a, Los
la influencia del existencialismo sartreano, d ía s d e Ju liá n B isb a l y L a p a ta d e la so ta de
el tardío conocimiento de Artaud y los pro Roberto Cossa, quizá el autor más represen
gresos ya mencionados en el método Sta- tativo del realismo, que evolucionó luego
nislavsky - Strasberg cambian el panorama hacia una recuperación del grotesco disce-
del teatro local. Aparecen los primeros gru poüano con L a n o n a (1977) y se convirtió
pos experimentales, entre los que se distin en uno de los animadores fundamentales
gue el del Instituto Di Telia, que funciona de Teatro Abierto, en 1981. Esta última obra
desde 1963 en la calle Florida 936, donde se constituyó junto con L a f ia c a de Ricardo Ta-
realizan “happenings" y espectáculos desti lesnik, ambas dirigidas por Gorostiza, uno
nados a la ruptura con la escena tradicional. de los grandes éxitos del momento. Se tra
Todavía en La Máscara (hoy Teatro Co ta de un grotesco que encierra varios pla
lonial) se estrena, en 1961, la obra que nos de significación, propios de un tiempo
inaugura el período de realismo crítico, ya en que los autores teatrales, al igual que
prefigurado por Gorostiza: S o led a d p a r a otros escritores, debían sortear las dificulta
cu a tro , del joven Ricardo Halac. El nuevo des de la censura.
teatro conjuga la tradición costumbrista au La escena que sigue inicia el segundo
tóctona con gl nihilismo posm oderno y el acto. En un quiosco vacío de golosinas,
sentido de la responsabilidad individual dialogan la nona y su nuevo marido, don
frente al fatalismo social propio de Miller. Francisco.
Nona: C h o colata.
Francisco: (Ido.) N o h a y m ás.
Nona: C aram elo.
Francisco: T am poco.
Nona: Tengo fa m e . ¿Q ué ten é?
Francisco: D oscien tas c a ja s d e c h icle.
Nona: E b u o n o ...
(Francisco, sorprendido, toma una caja de chicle y se la entrega a la Nona,
que la abre y comienza a masticar. Francisco la mira un instante.)
Francisco: ¿Se sien te b ien ?
(La Nona asiente con la cabeza.)
Francisco: M a... n o p u e d e ser. P asó un m es y m ed io. ¿No le d u ele n a d a ?
(La Nona niega. Pausa.)
Francisco: N on a... E scú chem e: y a es h ora q u e hablem os en serio. Yo sé todo lo d e la h eren cia.
(La Nona lo mira mientras mastica.)
O 116
metaforiza la situación del país: la eterna También Eduardo Pavlovsky, psiquiatra,
presencia del padre-caudillo autoritario y la actor y dramaturgo frecuentó el absurdo y la
imposibilidad de madurar históricamente. crueldad, en lo que él llama el “realismo
exasperado” de sus obras que hablan sobre
Otros autores siguen la huella de de Cec el hombre actual y sus grandes problemas
eo; entre ellos, Julio Mauricio (L a v alija), existenciales. Compuso, entre otras, L a c a c e
Germán Rozenmacher (R équ iem p a r a un ría, L a m u eca y E l señ o r G alin dez, con gran
v iern es a la n och e), Carlos Somigliana éxito internacional. Esta última obra, que dis
(.A m arillo y A m or d e c iu d a d g ra n d e) y Ri curre sobre el poder y su capacidad para tor
cardo Halac (E stela d e m ad ru g ad a). turar y eliminar al prójimo siguiendo oscuras
órdenes, resulta premonitoria de la etapa
Al mismo tiempo, en 1965, se produce que viviría la Argentina a partir de 1976.
una polémica, a raíz de un premio recibido
En 1970, la obra de Ricardo Monti, Una
por E l d esatin o , entre los representantes
n o ch e con el señ o r M agnus & H ijos, intenta
del realismo y los del teatro del absurdo.
vincular ambas tendencias, aunando la con
En esta vertiente se destacó Griselda Gám
ciencia social y política del teatro con un sis
baro, autora de la obra mencionada, Viejo
tema de símbolos que recurren al circo, el
m atrim on io, L os sia m eses, piezas que rom
esperpento de Valle Indán y el ambiente
pen con el aspecto localista del realismo, y
onírico com o metáforas de la realidad cir
por ello fueron acusadas de extranjerizan
cundante. Más explícita aún en su sentido
tes en su momento, para rescatar el proble
político es la obra del Grupo de Autores
ma común del abuso de autoridad, la
(Cossa, Rozenmacher, Somigliana y Tales-
violencia y la incomunicación. Más tarde
nik), E l a v ió n n eg ro, sátira en cuadros que
buscó un mayor acercamiento con el es
hace referencia al presunto retomo de Perón
pectador, en obras com o E l cam p o, D ecir s i
al país después de quince años de exilio.
' o L a m alasan g re.
Teatro Abierto
1. Elaborar un cuadro general del capítulo que 3. Leer El reñidero de Sergio de Ceceo y com
disponga la información en columnas: época, pararla con Electro de Sófocles: escenografía,
autores, obras, edificios, actores, directores. conflicto, personajes. Presentar las conclusiones
2. Leer La nona y presentar en equipo un infor en un informe, prestando atención a las conver
me: a) Contexto, b) Esquema de análisis, el Pre gencias y divergencias de criterio que el autor
sentación oral en el aula, d) Puesta en escena argentino mantiene con respecto a su antece
de momentos significativos. dente griego.
118
M o n o g ra fía
Elegir una de las obras leídas, en la que aparezca la figura del padre como autoridad,
conflicto con los hijos (ausencia, patetismo, confrontación) y redactar una monografía.
Por ejemplo: analizar la relación de don M iguel (Mateo) con sus hijos y com pararla con
la de otra situación similar (En fam ilia, de Florencio Sánchez) u opuesta (el padre dolorido
de He visto a Dios). Usar como guía el esquema de análisis propuesto y cotejar los mode
los actanciales.
1. Lectura. En este caso el estudio atento de las obras, buscando exclusivamente la idea
central o tesis que desarrollará la monografía.
2. Investigación. Relectura de las obras con el objeto de encontrar las relaciones y los p a
sajes útiles para emplear como citas textuales que comprueben las afirmaciones.
119
A legato Id eológ ico : Discurso o exposición de ideas. Defensa de un punto
de vista. ‘l
C astra ti: (it.) Cantantes varones que poseen registro femenino, merced a una
castración sufrida durante la infancia. Se destacaron en la ópera seria de los
siglos XVII y XVIII.
C o n stru ctiv lsta: Construcción del signficado a partir de una meditada arti
culación de las partes.
E n tre m é s: Obra breve de tono festivo para ser representada en los entreac
tos de una obra mayor.
F igu ran te: Personaje teatral secundario, generalmente mudo, también llama
do comparsa o extra en el cine y la TV.
Folletín: Novela que se publicaba por entregas en un periódico.
M ístico s: Aquellos que profesan la doctrina de la unión del alma con Dios
por medio del éxtasis. Por ej.: los poetas españoles del siglo XVI, San Juan
de la Cruz y Santa Teresa.
N atu ralism o: Escuela literaria del siglo XIX, evolución del Realismo, que se
interesa por los efectos del ambiente en los individuos. Realismo extremo.
P ica re sca : Obra literaria que trata sobre la vida de los “picaros”, persona
jes marginales del siglo XVII español.
P uestistas: Directores.
R etó rica: Reglas clásicas del buen discurso. Fig. abuso de lo formal; adomo.
S im b o lis m o : Escuela literaria del siglo XIX que reacciona contra el realismo
y se propone reflejar las relaciones ocultas de las cosas por medio de símbo
los.
S o lilo q u io : Monólogo.
V erista: Naturalista. Se refiere, sobre todo, a la ópera italiana de fines del siglo
XIX.
B re y e r, G a stó n A., T eatro: e l ám b ito escén ico, Buenos Aires, CEAL, 1968.
C a stag n in o, R aúl H., T eoría d el teatro, 4* ed., Buenos Aires, Plus Ultra,
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to Arrieta), Buenos Aires, Peuser, 1958. Tomo 1 (Capítulo X: El teatro en el si
glo XVIII, pp. 175 y ss. Escrito por Julio Caillet-Bois y Roberto Giusti); y To
m o 4 (Capítulo VI: El teatro, pp. 513 y ss. Escrito por Roberto F. Giusti.) .
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124
LOS JUEGOS DHL LENGUAJE
El discurso literario
Alicia Susana Montes de E'uisul
EL IMPERIO DE LA SUBJETIVIDAD
El discurso poético
Cumien Baria
EL TEXTO INSTRUMENTAL
(futrirla Piautaniifa
Muñirá C. de Raja
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