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camente siempre se produce el equilibrio entre fzabilidad y cálculo rística definitoria de la acción humana[Todos los seres humanos se
de riesgo. Lo que se ve como «riesgo aceptable» -la minimización mantienen rutinariamente en contactO con fundamentos de lo que
del peligro-- cambia en diferentes contextos, pero es normalmente hacen, como elemento esencial del mismo hacer. En otro lugar he
crucial en la sustentación de la fiabilidad. Así, viajar en avión podría llamado a esto el «control reflexivo de la acción,', utilizando la frase
parecer como una actividad intrínsecamente peligrosa dado que apa- para dirigir la atención al carácter crónico de los procesos involu-
rentemente desafía las leyes de gravedad, pero quienes se dedican al crados 3 i ./La acción humana no incorpora cadenas de interacciones
negocio del viaje aéreo contrarrestan esta opinión al mostrar esta- y razones agregadas sino un control consistente -y como Erving
dísticamente lo bajos que son los índices de riesgo en el viaje aéreo Goffman ha señalado mejor que nadie, «que nunca descansa,,__ de
si se comparan con el número de muertes de pasajeros en relación la conducta y sus contextos. Pero éste no es el sentido de la reflexión
a los kilómetros recorridos. que va específicamente ligada a la modernidad, aunque sí propor-
IX. El riesgo no es sólo una cuestión de acción individual. Exis- ciona la base necesaria para ello.
ten también los «ambientes de riesgo» que afectan colectivamente a En las culturas tradicionales se rinde homenaje al pasado y se
enormes masas de personas -y en algunos casos, potencialmente, a valoran los símbolos porque contienen y perpetúan la experiencia de
todos los que están en la tierra-, como es el desastre ecológico o generaciones. La tradición es una manera de integrar el control re-
la guerra nuclear. Podemos definir «seguridad» como una situación flexivo de la acción con la organización del tiempo y el espacio de
en la que un determinado conjunto de peligros queda contrarrestado la comunidad. Es una manera de manejar el tiempo y el espacio que
o minimizado. La experiencia de seguridad descansa corrientemente inserta cualquier actividad o experiencia particular en la continuidad
sobre el equilibrio alcanzado entre la fiabilidad y un riesgo acepta- del pasado, presente y futuro y éstos a su vez, se restrucruran por
ble. Tanto en su sentido objetivo como experimental (empírico), la prácticas sociales recurrentes. La tradición no es totalmente estática
seguridad puede remitir a enormes conjuntos o colectividades de ya que ha de ser reinventada por cada nueva generación al hacerse
personas -hasta e inclusive, la seguridad mundial- a individuos. cargo de su herencia cultural de manos de la que le precede. No es
X. Las observaciones aquí expresadas no dicen nada sobre lo que tanto que la tradición se resista al cambio, como que incumbe a un
constituye lo opuestO a fiabilidad que no es, simplemente como contexto en el que se dan pocas demarcaciones temporal-espaciales
argüiré más adelante, la no-fiabilidad. Esos puntos que preceden en los términos en que el cambio pueda ser significante.
tampoco dicen mucho respecto a las condiciones bajo las que se En las culturas orales, la tradición no es conocida como tal, si
genera o se disuelve la fzabilidad. Esto lo discutiré con algún detalle bien esas culturas son las más tradicionales de todas. Para entender
en otras secciones del libro. la tradición, distinguiéndola de otros modos de organización y ex-
p~riencia, es necesario penetrar el tiempo-espacio en una manera que
solo se hace posible con el invento de la escritura. La escritura ex-
La índole reflexiva de la modernidad pande el nivel de distanciamiento entre el tiempo y el espacio y crea
la per~pecriva del pasado, presente y futuro, en la que la apropiación
El contraste con la tradición es inherente a la noción de la mo- rellexn·a del conocimiento puede poner de relieve dicha tradición.
dernidad. Como se ha puesto de relieve más arriba, en concretOs ~m _emba:go, en las civilizaciones premodernas, la reflexión está to-
escenarios sociales se encuentran muchas combinaciones de lo mo- o~v¡a limitada a la reinterpretación y clarificación de la tradición, de
derno y lo tradicional. Es cierto que algunos autores han discutido tJI manera que en la balanza del tiempo, la parte del «pasado» tiene
que esas combinaciones van tan fuertemente entrelazadas entre sí rnuc~? más peso que la del •<futuro». Además, dado que la alfabe-
que dejarían sin valor cualquier comparación generalizada. Pero ése tJzacJOn es monopolio de unos pocos, la rutina de la vida cotidiana
no es el caso, como veremos al abordar la investigación sobre cu:il permanece enlazada a la tradición en ei viejo sentido.
es la relación que existe entre modernidad y reflexión.
Hay un sentido fundamental, en que la reflexión es una car:Jctc-
.---::.-~--. -.--.--·
Con el advenimiento de ia modernidad, la reflexión toma un b razón reemplazaron aquellas de la tradición, pare_cían ofrecer una
carácter diferente. Es introducida en la misma base del sistema de ión de certidumbre mayor de la que proporciOnaba
.-n ,
5... s-e . . el dogma
reproducción de tal manera que pensamientO v acción son constan- ,~ . · <acme. Pero esta idea sólo logra ser convmcente m1entras no
prc.XL . ' ' ·b
temente refractados el uno s~br~ el otro. La ~tina de la vida coti-
rccon Ocen1 os que la reflexión· de la modermdad, de hecno, .. aern a
diana no tiene ninguna conexión intrínseca con el pasado y queda a 1:: razón, siempre que se entienda por razón la obteno?n. de un
salvo siempre que lo «que se ha hecho siempre» coincida con aquello conocimiento cieno. La modernidad e.stá totalmente con:~Jtmda p~r
que pueda ser defendido -a la luz de nuevos conocimientos-. como b aplicación del conocimiento retlex¡vo, pero _la ecua_c10n conoo-
cuestión de principios. Sancionar la práctica de algo porque .es tra- . nw-certidumbre resultó ser un conceptO erroneo. Nos encontra-
rnJc d 1 • .
dicionaL no sirve de nada; la tradición puede ser justificada, pero 05 en un mundo totalmente constituido a través e. conoc1m1enro
sólo a la luz del conocimiento que no es el mismo autentificado por ~olicado retlexivamente, pero en donde al mismo tiempo nunca po-
la tradición. Combinado con la inercia de la costumbre. esto sicrni- ..¿'ernos estar seguros de que no será revisado algún elemento
. d aao
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fica que, incluso en las más annzadas de las sociedades moder~as. de ese conocimiento. _ , .. ,.
la tradición continúa desempeñando un papeL Pero este papel e~ Incluso aquellos filósofos que como Karl Popper oehenden m-
generalmente mucho menos significativo de lo oue suoonen aiaunos rnernente las ·pretensiones de certidumbre de-~- c~encia, reconocen
autores que dirigen su atenció; a !a integración' de la' tradició~ v la --en expresión suya- que «ia ciencia descansa sobre arenas. move-
I?odernidad en el mundo contemporáneo, porque la tradición j~sti dizas» 32 • En ciencia nada es cieno y nada puede probarse, mcluso
±Jcada es una tradición falseada v recibe su identidad sólo del carác- ~i ei emoeño científico nos suministra la información más fiable so-
ter reflexivo de lo moderno. . bre el ~undo a que podamos aspirar. La modernidad flota libre-
La ret1exión de la vida socia! moderna consiste en el hecho de mente en las entrañas de la ciencia dura.
que las prácticas sociales son examinadas constantemente v reforma- Baio las condiciones de modernidad ningún conocimiento es co-
das a la luz de nueva información sobre esas mismas prá.cticas, que nocim.iento en el antiguo sentido del mismo, donde «saber>' es tener
de esa manera alteran su carácter constiruvente. Deberíamos clarifi- certeza, v esto se aplica por igual a las ciencias 11aturales ;- a ias
car la naturaleza de este fenómeno. Toda; las formas de vida social ciencias ¿ociales. En el caso de las ciencias sociales, sin embargo, hay
están en parte constituidas por el conocimiento que los actores po- aue tener en cuenta otras consideraciones. Al llegar a este punto
seen sobre las mismas. Saber como «proseguir», en el sentido de debemos retornar a las obsernciones hechas anteriormente sobre los
1
\\ ittgenstein, es intrínseco a las convenciones que son trazadas y comoonentes reflexivos de la sociología.
reproducidas por la actividad humana. En todas las culturas, las prác- En las ciencias sociales hemos de añadir al inestable carácter de
ticas sociales son rutinariamente alteradas a la luz de los prooTe~ivos todo conocimiento empírico la «subversión" que conlleva ei r.eingre-
descubrimientos de que se nutren. Pero sólo en la era d~ la ~oder so del discurso científico social en los contextOs que anahza. La
nidad se radicaliza 1~ revisión de la convención para (en principio) reflexión cun versión formalizada son las ciencias sociales (un gé-
aplicarla a todos los aspectos de la vida humana. incluYendo !a in- nero específico de conocimiento expeno). es fundamental para la
terwnción tecnológica en el mundo material. Se dice fre~uentemente índole reflexiva de la modernidad en su conjunto.
que la ~odernidad está marcada por el apetito por lo nuevo, pero Dada la estrecha relación entre la Ilustración :· la defensa de las
esto qu1zás no es del todo correcto; Oo aue es caracterísnco de Jai L'rctcnsiones de ia razón. frecuentemente las ciencias naturales han
· ,.,odcr;-¡¡oad. no es ctabraiarlo-nuevo p~r sí mismo, sino la pre- ¡
• • 1• • 1 •••
48 Anthony Giddens
por las cuales se sigue. No se puede aislar claramente entre i_a ht~·· La rcllcxi vi dad d j d· · f' · 1
.~ 1 , · e Qas ·esta IStlcas o ICJa es tampoco está limitada
ratura destinada a los economistas y esa que, bien sea leída o fJitrJd• .¡ cstna del est d
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de alguna forma, llega hasta las partes interesadas de la poblac1or:: t.ltrp 1 .
•• J.., por e¡emplo
a · b Ulenquiera
¡ 1 que se case hoy . en un país occi-
prohombres de negocios, funcionarios gubernamentales y miemln 1' ' ''wt'J
,. e- que: tamb . _ • sa e o a
· tos que
· son los índ1ces de divorcio (v'
rr-~ , l 1en, aunque Imperfecta o parcialmente, sepa mucho
~oDre a dem t-. d 1 . . ..
lfl>n¡ 10 Jcl l . ~gra Ia . e n:atnmomo y la fam1ha). El conoci-
" Giddcns. Conllttutwn of Soucry. CJp. i.
r, ,,. ;¡ mat
<it '.J.,.r;¡cr to lndlce de . diVOrCIO podría . afectar a la decisión misma
• nmomo, como tamb1én a las decisiones sobre las
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Anthony Giddens Cvnscc~encias de ia modernidad 51 !il
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consideraciones concomitantes -disposiciones sobre la propiedad v
otras cuestiones. Pero el conocimiento de los alros nivel~s de divo;-
üno, objetinmeme muy importante pero lógicamente el menos
interesante, o en cualquier caso el menos complejo analíticamente,
es el poder diferenciaL La apropiación del conocimiento no se da en
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cio, lleva consigo mucho más que la mera concienci; de un hecho
descarnado; éste es teorizado por el lego en términos penetrados por forn1a homogénea sino que frecuentemente es aprovechable diferen- i
el pensamiento sociológico. Así, prácticamente cada persona aue con-
templa la posibilidad de casarse tiene alguna idea de cómo ha cam-
biado la institución familiar, de los cambios acaecidos en la posición
cialmente por quienes están en posiciones de poder, que pueden
colocarlo al servicio d<: intereses parciales.
La segunda influencia hace referencia al papel que desempeñan
i
social :-· el poder relativo entre hombres y mujeres, de las alteracio- los valores. Los cambios en el orden de valores no son independien-
nes en las costumbres sexuales, etc. -todo lo cual entra en un nuevo tes~de las innovaciones en la orientación cognitiva creada por las
proceso de cambio adicional que esos resultados informan reflexiva- cambiantes perspectivas sobre el mundo sociaL Si Íuera posible con-
mente. El matrimonio y la familia no sería lo que son hov en día sí no centrar nuevo conocimiento para alimentar una base trascendental
hubieran sido tan profundamente «sociologizados» y ,,ps(cologizados». racional de valores, no nos veríamos en esta situación. Pero tal base
El discurso de la sociología, y los conceptos, teorías v resultados racional no existe y los cambios de enfoque teórico derivados de los
de las otras ciencias sociales, circulan continuamente ,;entrando ,. nuevos aportes de conocimiento, mantienen una relación variable
saliendo, de lo que representan en sí mismos v, al hacer es:o. refi;- con el cambio en la orientación de los valores.
xinmente restructuran el sujeto de su análisis, que a su vez ha apren- El tercer factor es el impacro de consecuencias no pre,·istas. I'\in-
dido a pensar sociológicameme. La modernidad es en sí misma oro- guna cantidad de conoc!m;emo acumulado sobre la vida social po-
jimda e imdnsecamente sociológica. !\lucho de lo que es probl~má dría abarcar todas las circunstancias de su realización, incluso si di-
tico en la posición del sociólogo profesional ---como oronedor de cho conocimiento fuera totalmente diferenciable del medio al que ha
conocimiento experto sobre la vida social-, derin del.hecho de que de aplicarse. Si nuestro conocimiento sobre el mundo social senci-
está, todo lo más, un paso por delante de los ilustrados practicantes liamente aumentara a más y mejor, la esfera de consecuencias invo-
profanos de la disciplina. • luntarias podría hacerse más y más limitada y las consecuencias in-
De aquí que es falsa la tesis de que a más conocimiento sobre la deseadas, serían raras. Sin embargo, la reflexión de la vida social
vida social (incluso si ese conocimiento está tan bien apuntalado moderna cierra esa posibilidad, y ésa -es precisamente la cuarta m--
empíricamente como sea posible) equivale a un maYor control sobre fluencia a considerar, que si bien es menos discutida en relación a
nuestro destino. Esto es verdad (discuriblememe) e~ el mundo físico, los límites de la razón ilustrada, ciertamente es tan significativa como
pero no en el universo de los acontecimientos sociales. El aumento las otras. La cuestión no radica en que no exista un mundo social
de nuestra comprensión del mundo social podría producir una pro- estable para ser conocido, sino que el conocimiento de ese mundo
gresiva :-· más clara comprensión de las instituciones sociales v de comribuve a su carácter cambiante e inestable.
esta forma, incrementar el control tecnológico sobre las mism~s, si La índole retlexiva de la modernidad que atañe directamente a la
fuera bien que la vida social estuviera cor::;pletamente separada del incesante producción de autoconocimiento sistemático, no estabiliza
conoc;m;ento que se tiene sobre la misma, bien que ese conocimien- la relación entre el conocimiento experto v el conocimiento desti-
tO pudiera filtrarse continuamente en las razones para la acción so- ~ado a las acciones profanas. El con'ocimi;nto de que hacen alarde
cial produciendo un paulatino aumento de «racion~lidad,, en la con- !os obserYadores expertos (en alguna medida y de muchas diierentes
du.::r:t humana. en lo que respectJ J necesidades específicas. manerasj, reencuentra a su sujeto (en principio, pero también nor-
LJ.s dos condiciones ciect.i\·amcmc conciernen ; muchas circuns- rn::dn1ente en 'la práctica) y de esta manera lo altera. No se da un
LlnciJs y comcxros de la activid;;d social: pero cada una de ellas se proceso paralelo en las ciencias naturales; no es exactamente lo mis-
queda bien lejos dd impacto tOtJ.Iizador_ en que insiste el pensamien- :-:-1o que~ cuando en el campo de la física de pequeñas particuL1s~ Ll
to heredado de la liustí3ción. Y esto. ~s debido a b influencia de :mcrwnción del obsen·ador cambia lo que está siendo estudiado.
cuJ.tro conjuntos de bctores.
108 Anthony Giddcm
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Amhony Giddens Consecuenci~s d.: b. modcrnid4d 11!
pensable para la existencia social. Esta clase de fiabilidad no perso- formación de la intimidad en el siglo XX. La fiabilidad en las persa-
nalizada discrepa de la confianza básica. Poseemos una fuerte nece- as no está enmarcada por conexiones personalizadas dentro de la
sidad psicológica de encontrar gente de quienes fiarnos, en quienes :omunidad local ni por redes de parentesco. La fiabilidad en un
!ano personal se convierte en un proyecto, algo que ha de ser «tra-
~on!iar,. pero carecemos de las conexiones personales organizadas
msnrucwnalmente que eran relativas a las situaciones sociales dadas hajado» por las partes implicadas, y, que_ exig~_Jranque~a. _C?uando
puede controlarse por códicros normanvos fiJados la fiabilidad ha
en el mundo premoderno. Lo importante aquí no es principalmente
~e ganarse y el medio de gana:ia es demostrando c~rdialidad y fran-
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que muchas características sociales, que previamente fueron parte de
la vida diaria o de la vida mundana, hayan sido extraídas e incorpo- queza. Nuestra peculiar preocupación por «las_relaciOnes», en el sen-
rachs a los sistemas abstractos. Más bien, es que el tejido y la forma tido que esa expresión ha romado hoy en dia, expresa clarame?te
de la vida cotidiana han sido reconfigurados en conjunción con cam- este fenómeno. Las relaciones son lazos fundamentado~obre la ha~
bios sociales más amplios. Las rutinas estructuradas por los sistemas bilidad, donde la conhanza no está dada previamente smo que ha de_
abstractos poseen un carácter vacío, no moral, y estO cobra validez · conseguirse y donde e trabaJO que imp ica esa consecuciÓn, repre-
en la idea de que lo impersonal inunda progresi~·amente lo personal. senta un proceso mutuo de auto-revelación. ..
Pero no se trata simplemente de una disminución de la vida personal Dada la fuerza de las emociones asociadas a la sexuahdad, resulta
en favor de sistemas de organización impersonal sino de una bcrenuina escasamente sorprendente que los encuentros eróticos se h~~~n con-
v -
tíansformación de la naturaleza de lo personal. Las relaciones per- vertido en el punto central de tal autO-revelación. La tranSICIO~ a la::
sonales, cuyo principal objetivo es la sociabilidad, informadas p~r ia formas modernas de relaciones eróticas generalmente se asoCia a la
lealtad y la autenticidad, se convierten tanto en una parte de las formación de un ethos de amor romántico, o lo que Lawrence Srone
situaciones sociales de la modernidad como en instituciones que llama << el individualismo afectivo». Srone describe acertadamente la
acompañan al distanciamiento de espacio-tiempo. . idea de amor romántico de la siguiente manera:
Sin embargo, es un tremendo error intentar contraponer la im-
.. .ia noción de que hay sólo una persona en el mundo co~, la ~ue un~ puede
personalidad de los sistemas abstraeros contra la intimidad de la vida
unirse a wdos los niYeles; el caráner de esa persona se weahza a tal punw
personal, como la mayoría de las aproximaciones sociolóaicas suelen que las faltas y defectos normales de la naturale~a huma_na desaparecen S'
hacer. La vida personal y los lazos sociales involucrados:o están pro- la vista; el amor es como un rayo y estalla a pnmera vista, el a~or es iü
fundamente entrelazados con los sistemas abstractos de más alcance. más importante del mundo, y ante él deben sacrificarse c~alesqUiera o::a>
Desde hace mucho tiempo éste ha sido el caso de que, por ejemplo, consideraciones, particularmente las consideraciones mate:1ales; y, ~or ul:;-
las dietas occidentales reflejen los intercambios económicos mundia- mo, dar rienda suelta a las emociones personales es maravilloso, no 1mpo::;;
les: <<cada taza de café lleva en sí toda la historia del imperialismo lo exagerada y absurda que pueda parecer la conducta resultante a los ce-
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occidental». Con la acelerada mundialización de los últimos cincuen- más .
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71 Lawrence Stonc. Thc Family. So: and Marri,,gc ¡, Englar.d ! 50C- 1s::: l · ·:
-: Uirich Beck. • The Anthropoh~ica! Shock: Chcnob,·l and the Contours of thc
K"!.. Societ\··. Bcrk:dn Joum,,f o( Sonology 32 (19S7í. · Jrc': \\'eidcnicid. 197~ ;. p. 2S2.
t'b
f .. n;.hony Gidcicn:- Consecüencias de la modernidad 119
cribe Stone se han mantenido por mucho tiempo, pero poco a poco tar>• apenas resulta compatible con .-el deshacerse del interés por el
han ido combinándose en la din:imicá de b confianza personal des- mundo exterior». Los beneficios del ejercicio físico o las dietas no
crita más arriba. Las relaciones eróticas implican un progresivo sen- son descubrimientos personales sino que nos llegan como re~epciór;
dero de descubrimiento mutuo, en el que el proceso de autO-reali- profana del conocimiento experto, y lo mismo puede _decirse del
zación por pane del amante es una parte tan importante de la ex- recurso a la terapia o la psiquiatría. Los regímenes espmtuales en
periencia, como lo es el acrecentamientO de la intimidad con el ama- cuestión pueden ~er un montaje ecléctico, pero también incluyen las
do. Por tanto, la confianza personal ha de ser establecida a traYés religiones y culros de todo el mundo. Aquí no sólo entra e~ mundo
de un proceso de auto-indagación: el descubrimiento de uno mismo exterior: es ün mundo exterior de carácter enormemente mas exten-
se conYierte en un proyecto directamente relacionado con la refie- so que el que cualquiera hubiera podido contactar en la edad premo-
xiYidad de la modernidad. '
cerna.
Las interpretaciones sobre la búsqueda de la propia identidad Para resumir lo dicho, la transformación de la intimidad implica
tienden a diYidirse en forma parecida a las opiniones sobre la deca- lo siguiente:
dencia de la comunidad, con las que frecuentemente van ligadas.
Algunos \·en la preocupación por el auto-desarrollo como un Yásta- 1. Una relación intrínseca entre las tendenczas nwndíalizadoras
go de la quiebra del antiguo orden comunal que produce una preo- . . ' ,. \ d \ . 1 ••
de la modernidad v los aconreczmzemos !ocalzuut.os e ,a \'JCla cocJ-
cupación por el yo narcisista Y hedonista. Otros llegan a conclusio- di~ina; una compli¿éida conexión dialéctica entre lo «extensivo') Y lo
nes mu:· parecidas, pero las Yinculan al resultado de la manipulación «intensional». ,-, . 1
social. La exclusión de la mavoría de los ámbitos en aue se forjan 2. La construcción del vo como un proyecto reJiexz-::o, parte ete-
las políticas y se adoptan las decisiones, obliga a cemra,rse en el yo, mental de la reflexividad d~ la modernidad; la persona debe encon-
y de ello resulta la sensación de impotencia que siente la mayoría trar su identidad entre las estrategias y opciones que le proporcionan
de las personas. Para decirlo con palabras de Christopher Las eh: los sistemas abstraeros.
3. El impulso hacia la auto-realización fundado sobre la confian-
\1iemras el mundo Ya romando una apariencia más y más amenazante, ia za básica, que en los contextOs personalizados sólo puede estable-
Yida Ya convirtiéndose en una interminable búsqueda de la salud y el bie-
cerse por ei despliegue del ser hacia otro.
nestar a través del ejercicio físico, las dietas. las drogas. los regímenes esoi-
4.- La formación de lazos personales y eróticos como «relacio-
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riruales de distinta índole, la auto-ayuda psíquica y psiquiatrÍa. Para aq~e
nes>• (Tuiadas oor un mutuo aura-descubrimiento.
llos que han perdido el interés. por el mundo exterior, salvo en la medida
5. La pre~cupación por la plena realización que no es sólo la
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