PORTADORAS DE BENDICIÓN

SÍMBOLO:
Fuego- óleo – evangelio.
BENDECIDAS:
Cartel grande que diga: Portadoras de Bendición.

MOTIVACIÓN:
En la historia de Salvación, la Bendición atraviesa la Biblia, y quiere atravesar también nuestras vidas.
Brota de la mirada primera y originante de Dios que puso sus ojos en la creación y la vio buena y
preciosa. Toda nuestra tarea consiste en recuperar esta mirada, esta bendición original, sobre
nosotras, y sobre la tierra Estamos llamadas en la vida religiosa a posibilitar un cambio de signo. Que
todos aquellos que se viven bajo el signo del desamparo, de la miseria, bajo el signo del desamor,
bajo el signo de la indefensión, de la maldición...puedan reconocerse y vivirse bajo el signo de la
Bendición. Sentirse bien nombrados. Sentirse bien mirados, bienamados.
Nosotras somos herederas de una bendición que Dios dio a Bernarda cuando la llamó a aliviar el
sufrimiento de los más pobres, recobrar dignidades, y ayudar a vivir. Somos la generación portadora
de esa bendición. No cada una individualmente, sino como un tejido precioso de personas que
pertenecemos a una comunidad, llamadas a hacer memoria del tesoro que guardamos desde el SI
que Bernarda y sus compañeras dieron al llamado del Señor y su opción por los más los pobres. No
olvidemos que esta tarea nos ha sido encomendada.
En este tejer la comunidad, en este entrelazar nuestra historia, encontramos en Bernarda y las
hermanas que con ella decidieron hacer presencia de ternura y misericordia en América Latina,

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acciones que se convirtieron en bendición para los más pobres y desvalidos, acciones de cuidado y
ternura, de solicitud, atención, delicadeza y entrega… acciones que les permitieron derramar el
perfume de bendición allí donde estaba lo dañado de la realidad del momento…Ahí estuvieron este
grupo de misioneras: Tocando los enfermos, dejándose tocar por los olvidados y pobres, levantando
a los ignorados, compartiendo con gente no deseada, pronunciando palabras de ánimo: Ayudando a
vivir…AMANDO PUBLICAMENTE LO NO AMABLE DE SU TIEMPO; haciéndose cercanas a cuantos
las necesitaban, enlazándose, cargando con ellos. Lo herido de Dios en esa realidad, fue su lugar y
está llamado a seguir siendo el de nosotras.
Hoy nosotras, al igual que Bernarda, estamos llamadas a convertir nuestros gestos y acciones en
bendición:
 Mirar y dejarnos mirar. Ofrecernos miradas que salven, miradas capaces de levantar y
liberar…que acojan sin juicio, y con un tremendo respeto a la realidad del otro hasta que pueda
desplegarse sin temor.
 Suplicar, ante los rostros dolientes, como aquellos ciegos del relato de Mateo: “Señor que se nos
abran los ojos” (Mt. 20,33); y que se movilicen nuestros pies y nuestras manos, y nuestros besos…
 Intercambiar dones, posibilitando una senda de bendición, de servicio humilde y de honda y
sencilla alegría, en el lugar en el que cada una está.
 Que, al transitar por ella, seamos capaces de reparar sueños, de imaginar y generar visiones que
empujen a muchos y muchas a amar con justicia y actuar con ternura en una realidad necesitada
de la dignidad y el reconocimiento de todos aquellos que han sido empobrecidos, mal mirados y
no queridos.
Porque la vida sin amor no muestra nada, ni parece valer nada,
Pero cuando hay amor,
La vida, toda vida, aún la más dañada
rebosa sentido y posibilidad… se convierte en bendición…

DISCO O CANTO: Bendícenos M. Bernarda de la Hna. Miriam Álvarez.

SALMO 127- LA BENDICIÓN DE DIOS (Primero en silencio reflexionarlo con música de fondo)
Dios nos bendice con el amor.
Cuando el hombre y la mujer se miran asombrados,
cuando se entregan generosos para siempre,
han sido contagiados y encendidos en la hoguera de Dios.

Dios nos bendice con la alegría.

El gozo de compartir la presencia amada,
alivio para todas las tristezas,
dicha inefable que viene de muy dentro,
de muy lejos, hontanar de Dios.

Dios nos bendice con la paz.

Fíjate siempre en el lado positivo y bueno de los otros,
valora más lo que une, olvida los olvidos y los roces,
sé artífice de la paz, regalo de Dios.

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Dios nos bendice con la vida.
Cada niño que nace, aunque llore, es sonrisa de Dios.
Y la capacidad creadora, la inspiración y la chispa genial,
son un soplo de Dios.

Dios nos bendice con la unión.

Olvidar el tú y el yo, decir nosotras, fundir alegrías y esperanzas,
compartir los trabajos y las penas,
respetar las diferencias que enriquecen los encuentros,
hacer de muchos un solo corazón, en sintonía con el corazón de Dios.

PODEMOS PARTICIPAR…

Dios nos bendice con….

TODAS
Esa es la familia nacida del amor, vestida de alegría,
sembradora de la paz, cultivadora de vida, forjadora
de unidad, una bendición de Dios.

DISCO O CANTO

SALMO 144- DIA TRAS DÍA TE BENDECIRÉ SEÑOR

Día tras día te bendeciré y alabaré tu Nombre por siempre jamás.

Grande es el Señor y merece toda alabanza,
es incalculable su grandeza.
Nuestro Dios es grande, bendecimos su nombre desde la
cima de los montes hasta más allá del mar y de la muerte.
La huella de sus pasos anuncia el futuro.
La fuerza del perdón cierra las heridas.
Una generación pondera tus obras a la otra
y le cuenta tus hazañas.
Alaban ellos la gloria de tu majestad,
y yo repito tus maravillas.
Muchas personas justas, crean, día a día, el mundo y
promueven mil acciones de buena voluntad.
Construyen el Reino de Dios, aquí, en la tierra, en el
campo, en la ciudad, en la fábrica, en la universidad.
El Señor es justo en todos sus caminos,
bondadoso en todas sus acciones;
cerca está el Señor de los que lo invocan,
de los que lo invocan sinceramente.

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El eco de Jesús resuena hondo.
Camina al lado de quien tropieza, y humaniza nuestras decisiones.
Su ley habla de Amor.
Hace siglos que buscamos el sentido del futuro,
la llave de la felicidad, la clave de la esperanza.
El Señor es el principio y el fin.
Alabémosle con toda el alma.
Resuene nuestra alegría en todos los lugares donde
vivimos, y dure para siempre.

PALABRA DE DIOS
Zacarías: 10;7;29

Y ahora, ten a bien bendecir la casa de tu siervo, a fin de que permanezca para siempre delante de ti;
porque tú, oh Señor DIOS, has hablado y con tu bendición será bendita para siempre la casa de tu
siervo.
RITO:
CADA HERMANA A TRAVÉS DE UN SÍMBOLO EXPRESA:
Cómo Franciscana Misionera de María Auxiliadora, cómo y en que he sido portadora de bendición en
el lugar donde he sido enviada para anunciar el reino de Dios.
DISCO: Soy bendición ( Disco o video)
BENDICIÓN FINAL
Quiera Dios bendecirte, guardarte y cuidarte,
quiera Dios entregarte toda su luz
para que así puedas descubrir la luz propia y quiera Dios entregarte toda su paz.
Podamos encontrar nuestros propios santuarios
donde sepamos detenernos un momento,
poner un freno a la rutina, a lo cotidiano
para transformar un momento, aunque sea a la semana en distinto y especial.
Podamos mirar a los ojos, concentrarnos, entendernos, y de esa forma bendecir, guardar y cuidar,
compartir luz a través de la mirada y encontrar y transmitir nuestra paz interior. AMÉN.

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