Control de lectura tomado de Jara, O. (2006).

Sistematización de
experiencias y corrientes innovadoras del pensamiento latinoamericano,
La Piragua. Revista Latinoamericana de Educación y Política, 23, 7-16.

Juan Gabriel ARRIETA ZAMBRANO, O. Carm.

Juan Camilo RADA PARDO, O. Carm.

Según Jara, sistematizar experiencia significa clasificar, ordenar datos o información. La

experiencia significa los hechos, procesos que hacen parte de la vida, de la historia
humana, algunas veces son eventualidades personales y otras colectivas.

Indudablemente, las experiencias acontecen en un contexto que está determinado por

ciertas condiciones a nivel económico, social y político, regional, nacional o mundial. Se
identifica el contexto como dimensión de la experiencia, como determinante de los
sucesos vividos ya que influyen en la vivencia. Así pues, en la experiencia encontramos
diferentes situaciones específicas que se convierten en características propias.

Hay que tener en cuenta que una experiencia está constituida por acciones de manera
intencional o inintencional como causa de su realización. En tales acciones se pueden
evidenciar percepciones, sensaciones, emociones e interpretaciones. Una vez que se
haya realizado una experiencia, se pueden observar efectos o resultados en el contexto
individual o general.

La interrelación entre los diversos actores es uno de los factores personales que
intervienen en la experiencia. Por tal motivo, los pensamientos, sentimientos,
emociones, vivencias, sensibilidades en las personas, permite que se genere nuevos
contextos, situaciones y relaciones.

Ciertamente, cuando se habla de sistematización de experiencias se hace referencia a

los procesos históricos donde se producen cambios y transformaciones. Las
experiencias son siempre experiencias vitales, aprendizajes que se deben aprovechar
porque son únicos, irrepetibles, originales por eso es importante comunicarlas,
compartirlas.

Finalmente, no hay que dejar de lado la sistematización de experiencia en el contexto

América Latina, la cual se alimenta o surge de seis corrientes renovadoras:

 El Trabajo Social reconceptualizado.  La Teoría de la Dependencia

 La Educación de Adultos  La Investigación Acción
 La Educación Popular Participativa
 La Teología de la Liberación