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Afortunadamente, Fanning resultó ileso. Pero el incidente resonó en el mundo del surf,
cuyos habitantes se enfrentan no sólo a la pérdida de miembros o de la vida a causa de
los tiburones – los surfistas reúnen casi la mitad del total de víctimas de los escualos –
pero también la incómoda, incluso terrorífica sensación que puede acompañar a los
peligros no vistos.
Sólo dos años antes, frente a la costa de Nazaré, Portugal, el surfista brasileño Carlos
Burle surfeó lo que, extraoficialmente, como mínimo, se considera la mayor ola de la
historia. Él es miembro de un pequeño grupo de gente que, respaldados por
constructores de tablas y otro personal de apoyo, afrontan las mayores, más temibles y
más impresionantes olas del planeta. Trabajando en pequeños equipos, está totalmente
comprometidos con surfearlas, probando los límites de la capacidad humana que
ofrecen las condiciones extremas. En vez de en una amenaza o un peligro, convierten
los mares tormentosos en una oportunidad para asombrosos logros humanos.
En estos días, algo de una mezcla entre el miedo a los tiburones y la excitación de
surfear grandes olas es lo que impregna las sedes ejecutivas que visitamos, con la
conversación gira hacia las amenazas y oportunidades resultantes de la digitalización.
La digitalización de procesos e interfaces es en sí misma fuente preocupación. Pero la
sensación de no saber cuándo, o desde qué dirección puede venir un ataque efectivo a
un negocio crea un nivel de preocupación totalmente distinto. Los atacantes digitales
generadores de noticias ahora perturban los modelos de negocio existentes – a menudo
mucho más allá de las fronteras nacionales de los atacantes:
Simple (más tarde comprada por BBVA) se enfrentó a los grandes bancos sin abrir
una sola sucursal.
Una herramienta Hazlo-Tú-Mismo de inversión de Acorns sacudió el negocio de
asesoramiento financiero.
Snapchat se anticipó a los medios convencionales distribuyendo contenidos en una
infraestructura de Plataforma-Como-Servicio (Platform-as-a-service).
Las aplicaciones web y móviles de mapas rompieron el dominio de las compañías
de GPS en el mercado de la navegación personal.
Los miembros del equipo evalúan lo que han visto y a quiénes podrían interrumpir su
negocio. Hacen una lista incluyendo no sólo a muchas start-ups de seguros, pero
también, ominosamente, a gigantes como Google y Uber – compañías cuyos coches sin
conductor, dominio de los datos y alternativas re-imaginadas del transporte podrían
cambiar los fundamentos de los seguros. Pronto el equipo ha registrado mediante
gráficos a quién hay que monitorizar, qué asociaciones deben perseguirse, y qué
iniciativas digitales han de lanzarse.
En cuanto los miembros del equipo empezaban a sentirse satisfechos de sus esfuerzos,
la CEO para en seco el proceso. “Un momento”, dice. “¿Estamos seguros de
entender por completo la disrupción a que nos enfrentamos? ¿Qué hay de las 50
próximas start-ups y la próxima oleada de innovaciones? ¿Cómo podemos
supervisarlas todas? ¿No necesitamos enfocarnos en la naturaleza de la disrupción
que esperamos que ocurre en nuestra industria más que en quiénes son los disruptivos
hoy? Estoy casi segura de que la mayoría de los de esa lista no estarán ahí en una
década, si bien para entonces ya estaremos transformados fundamentalmente. ¿Y
cómo nos ponemos en cabeza de esas tendencias de forma que podamos ser los
nosotros también los disruptivos?”.
Esta discusión se parece a muchas que oímos de los equipos de gestión que han
reflexionado acerca de la disrupción digital, la que les empuja a desarrollar una visión
de las fuerzas más profundas que hay detrás de ella. Un entendimiento de esas fuerzas,
combinado con análisis sólidos puede ayudar a explicar no tanto qué compañías
transformarán radicalmente un negocio como por qué – la naturaleza de la
transformación y la disrupción a que se enfrentan más que sólo los agentes que podrían
iniciarlas.
Hemos estado trabajando con ejecutivos para estudiar la situación de sus empresas en
el espacio digtial, separando realidades de espejismos e identificando las amenazas y
oportunidades y las mayores prioridades digitales. (Para una guía rápida para evaluar a
tu organización, ver “How vulnerable are you to digital disruption?” [PDF–57KB].) Piensa
en nuestro acercamiento como en un barómetro para proporcionar una medida
temprana de tu exposición a una amenaza o a una ventana de oportunidad – una forma
de revelar los mecanismos de la disrupción digital en sus fundamentos más profundos.
Está diseñado para capacitar a los líderes en estructurar y enfocar sus
discusiones, transformando efectos ininteligibles en una serie de palancas discretas o
indicadores que pueden seguir para ayudar a indicar el nivel de urgencia que deberían
sentir sobre las oportunidades y amenazas.
Hemos escrito este artículo desde la perspectiva de empresas grandes, consolidadas,
preocupadas por ser atacadas. Pero esas mismas empresas pueden usar este marco
conceptual para identificar oportunidades de aventajar a su competencia – o a sí
mismos. La estrategia en la era digital es a menudo asimétrica, pero no son sólo los
novatos los que pueden sacudir el terreno de juego en su propio beneficio.
Airbnb y Uber pueden ser ejemplos de titular, pero las empresas consolidadas también
están desbloqueando los mercados reduciendo los costes de transacción y conectando
a la oferta con la demanda. La Major League de Béisbol ha puesto en marcha la
cotización dinámica de entradas para reflejar (y conectar) mejor la oferta y la demanda
en el mercado primario de las entradas para partidos individuales. StubHub y SeatGeek
hacen lo mismo en el mercado secundario para las entradas a partidos de béisbol y
otros eventos.
Veamos más de cerca cómo ocurre esto.
De forma similar, con las fotos y las imágenes, los consumidores ya no necesitan que
se las revelen y pueden en cambio procesar, imprimir y compartir sus imágenes al
instante. Pueden reservar viajes de inmediato en la red, evitando de este modo los
agentes de viaje y pueden ver una y otra vez programas de televisión en Netflix o en
Amazon en vez de esperar una semana hasta la siguiente emisión. Categoría por
categoría, los consumidores están utilizando la tecnología digital para hacer las cosas a
su manera.
En cada uno de estos ejemplos, esa tecnología altera no sólo los productos y servicios
en sí mismos, sino también el modo en que los clientes prefieren usarlos. Se produce
una “purificación” de la demanda a medida que los clientes atienden sus antes
insatisfechos necesidades y deseos. Los clientes no tienen por qué comprar el producto
completo por una parte que quieren o subvencionar a otros clientes que son menos
beneficiosos para las empresas.
¿Cuáles son, entonces, los indicadores de una posible disrupción en esta zona de arriba
a la izquierda, a medida que la demanda se vuelve menos distorsionada? Tu modelo de
negocio puede ser vulnerable si cualquiera de estas cosas es cierta:
Cuando estos indicios están presentes, también lo están las oportunidades para la
transformación digital y para la disrupción. Estos mecanismos incluyen herramientas
mejoradas de búsqueda y filtrado, procesos de pedido simplificados y fáciles de usar,
motores de recomendación inteligentes, creación personalizada de lotes, ofertas de
productos realzados digitalmente, y nuevos modelos de negocio que transfieren el valor
económico a los clientes a cambio de una porción mayor de la tarta que queda. (Un
ejemplo de lo esto último es Transfer-Wise, un unicornio con sede en Londres que usa
la tecnología peer-to-peer para recorte los dividendos con que los bancos gravan el
cambio de divisas).
¿Cuáles son los indicadores de que hay una potencial disrupción en esta zona de arriba
a la derecha a medida que las empresas revelan fuentes antes inaccesibles de oferta?
Puedes ser vulnerable si cualquiera de las cosas siguientes es cierta:
Saltos extremos
La mitad superior de nuestra matriz refleja la reorientación del mercado que se produce
cuando los emparejadores conectan fuentes de nuevo suministro con nueva demanda
purificada. La mitad inferior de la matriz explica cambios más extremos – a veces a
través de nuevas o significativamente realzadas propuestas de valor para los clientes,
a veces a través de sistemas de negocio reinventados y a veces a través de plataformas
hiper-amplaidas en el centro de cadenas de valor y ecosistemas completamente nuevos.
Los ataques pueden emerger de los mercados adyacentes o de empresas con objetivos
de negocio completamente distintos de los tuyos, de forma que te conviertes en un “daño
colateral”. El resultado puede no sólo ser la destrucción de filones de beneficio medibles
sino también la aparición de nuevos puntos de control para el valor.
Las compañías consolidadas que confían en las barreras de entrada existentes – como
los elevados costes de infraestructura física o la protección normativa – se encontrarán
en peligro. La demanda de los usuarios cambiarán las normas, las leyes encontrarán
usos colaborativos para la infraestructura costosa, o entrarán en juego otros
mecanismos de disrupción.
Tomadas en su conjunto, estas fuerzas difuminan las fronteras y las definiciones de las
industrias y hacen que los resultados más extremos formen parte de los cálculos
estratégicos.
Poca gente, por ejemplo, podría haber deseado expresamente tener Internet en su
bolsillo – hasta que los teléfonos móviles avanzados ofrecieron esa posibilidad. De modo
similar, muchas empresas digitales han ido más allá mejorando ofertas existentes, para
proporcionar funcionalidades sin precedentes y experiencias que los clientes enseguida
querían tener. Dar a los clientes la posibilidad de elegir sus propias canciones y
empaquetar su propia música tuvo el efecto de eliminar la distorsión de la demanda:
permitir a la gente compartir esa música con todo el mundo a través de las redes sociales
era una propuesta potenciada que los clientes nunca pidieron pero que pronto creció
hasta el amor una vez que la tuvieron.
Muchas de estas nuevas propuestas, conectando los mundos físico y digital, explotan
la conectividad ubicua y la abundancia de datos. De hecho, muchos avances en los
modelos de negocio de empresa a empresa (B2B) se apoyan en cosas como la tele-
supervisión y la comunicación entre máquinas para crear nuevas maneras de aportar
valor. Philips da apps a los clientes como un enriquecimiento digital de sus soluciones
mundiales de iluminación. Nest, de Google, mejora los termostatos domésticos. FedEx
da información en tiempo real del progreso de las entregas. En esta parte de abajo a la
izquierda, los clientes obtienen propuestas de valor enteramente nuevas que aumentan
las que ya tenían.
¿Cuáles son los indicadores de una disrupción potencial en esta posición de la matriz,
a medida que las empresas realizan propuestas de valor potenciadas para profundizar
y adelantarse a las expectativas de sus clientes? Puedes que seas vulnerable si
cualquiera de las siguientes es cierta:
La información o las redes sociales podrían enriquecer mucho tu producto o servicio
Ofreces un producto físico, como los termostatos que todavía no están “conectados”
Hay un lapso significativo de tiempo entre el punto en que los clientes compran tu
producto o servicio y el momento en que lo reciben
El cliente tiene que ir a recoger el producto – por ejemplo, coches de alquiler y
alimentos
Las fuerzas presentes en esta zona del diagrama cambian cómo funcionan las cadenas
de valor, permiten reducciones escalonadas tanto en los costes fijos como en los
variables, y ayudan a convertir los productos en servicios. Estos acercamientos a
menudo transforman la escalabilidad de las estructuras de costes, acercando a cero los
costes marginales y, en términos económicos, aplanando la curva de la oferta y
haciéndola disminuir bruscamente.
Algunos competidores existentes han mantenido el ritmo con efectividad. Liberty Mutual
desarrolló una app móvil de autoservicio que acelera las transacciones para los clientes
al mismo tiempo que reduce sus propios costes de servicio y asistencia.El New York
Times virtualizó los periódicos para convertir en dinero la curva de demanda para los
consumidores, proporcionar una nueva experiencia de usuario y reducir los costes de
distribución y producción. Y Walmart y Zara han integrado digitalmente las cadenas de
suministro que crean operaciones más baratas pero más efectivas.
Los márgenes elevados invitan a nuevos participantes a entrar, mientras que las
redundancias de la cadena de valor preparan el escenario para eliminar intermediarios
e ir directamente a los clientes. Los canales digitales y los servicios virtualizados pueden
sustituir o reformar las redes físicas y de minoristas.
Plataformas Hiperampliadas
Empresas como Apple, Tencent y Google están difuminando las definiciones
tradicionales de las industrias abarcando categorías de productos y segmentos de
consumidores. Los propietarios de tales plataformas de escala inmensa disfrutan de un
colosal apalancamiento en la automatización de procesos, los algoritmos y los efectos
en red creados por las interacciones de cientos de millones, miles de millones o más
de usuarios, clientes y dispositivos. En mercados específicos de productos o servicios,
los propietarios de la plataforma tienen a menudo objetivos que son diferentes de los de
los agentes tradicionales de la industria.
¿Cuáles son los indicios de que las plataformas gigantescas, y las dinámicas que crean,
podrían traer la disrupción a tu puerta? Busca estas situaciones:
Los modelos de negocio existentes hacen pagar a los clientes por la información.
No hay un conjunto único, unificado e integrado de herramientas que gobierne las
interacciones entre los usuarios y proveedores en una industria
Hay un alto potencial para efectos en red.
Estos factores invitan a los proveedores de plataformas a encerrar a los usuarios y los
proveedores, en parte ofreciendo acceso gratuito a la información.
Parece natural que los clientes esperen comprar seguros sólo para el uso preciso y
localización de un coche y no más estar satisfechos con un descuento por tenerlo en el
garaje. Esperan un costeo distinto en función de si están aparcando el coche un parking,
en un aparcamiento vigilado o en una calle con poca luz un barrio de mala fama. Más
que confiar en la cruda demografía y una historia de infracciones y accidentes del
conductor, las compañías obtienen una respuesta instantánea, a través de la telemática,
sobre la calidad de la conducción.
En este mundo,
¿Qué compañía tiene el mejor acceso a la información sobre dónde está un coche y lo
bien o mal que está siendo conducido, lo que permitiría ayudar a definir la cobertura?
¿Una empresa de seguros?
¿Una empresa de coches?
¿O los fabricantes de dispositivos de consumidor que podrían conocer el ritmo cardíaco
del conductor, cuánto durmió el conductor la noche anterior y si el conductor está
continuamente distraído con llamadas o escribiendo mensajes mientras conduce?.
La disrupción digital puede ser un juego temible, especialmente cuando algunos de los
actores están por ahora fuera del campo visual. Sometiendo a las fuerzas disruptivas a
un análisis sistemático sólidamente basado en los fundamentos de la oferta y la
demanda, los ejecutivos pueden entender mejor las amenazas a que se enfrentan en el
espacio digital – u buscar más proactivamente sus propias oportunidades.