ato arle CUnlea.
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Foueae
as
A
ANTIGUEDAD DE LA CL{NICA
Fel siglo xv
hacer 1a
hha apoyado la medicina,
mpo y hasta nuestros dias, y una
rata de descifrar a través de ellos.
a sobte su pasado,
Pero por
Jo que hace
iempo en el cual
yeontrado la medicina su
personas.
a los
lacién, establecida sin la medi
comprobada por el hombre sai
misma no es opcién para un conoci
tammente practicaba esta m
en_una relacién
snto.con lo que lo alivia. Esta
to y de sensibilidad, més adn que
‘blecido por’ el individuo
antes de entrar en una
3 y esta observacién
nto por venir;
roma de conciencia; se cumple en Jo
(ina vor secrets nos die ag
a la ver el sujeto y el objeto: “
que cada uno hacia eran cor
= ¥ estos cont
de Ia humanidad consigo
cd absoluta para la medicina
ire de Vorigine de ta médecine
785), pe 7.
0.ANTIGIIFDAD DE LA CLINICA
wr epresentia de su objeto y os jovenes
cprcnian Ia lencia media eel fecho del enferme
st sicha frecuencia, estaban alojados en el
fo msmo del mien, Y ls aso acompa
ion meston mafia y tant 414 vita de
Me centes® De ete equilib, Hipderats sera a8
no tetimont Yel reprint fs a
con clinica universal, €
medida en que
ya_en un cuerpo ico a fin de
su stud
Titeralmente, ciego,
to, que no
yedicina
in saber que se puede Hamar,
ya que ane mirada, Este con
Hipdcrates a sistema
te sbandond In obstrvacién yt filsota se introdyjo
os ta oculta
de fos sistemas, con Ta "
vestas y contradictori
por eso mismo, no consetvando del
bajo ésta que
vela otra historia,
ANTIGUEDAD DE LA ci
iis prOxima a su verdad de origen. En ésta se
lemente Ia v
todos tos tiempos han existida. médicos que después
de haber, con la ayuda del anslisis tan natural a
imano, deducido del aspecto del enfermo to-
dos os datos necesarios sobre st idiosincr.
contentadlo con estuliar los sintomas.
pero siempre cerca de las cosas, la
dicina su verdadero movimiento histrico, borra los
sistemas, mientras que Ia experiencia que Ios desmien
te acumula su verdad, Ast se trama una com
fecunda que asegura a la. patologia
interrumpida de esta ciencia en los dileren
constituido toda la plenitud
basta entonces negar lo que la niega, desttui
Jo que con relacidn a ella es nada, es decir “el presti-
de los sistemas, y dejarla al fin “gorar de todos
sus derechos".#? La medicina entonces estard al mis:
mo nivel que su verdad,
aparicién se sitt
colocacién de las inst
08, Los hace valer como restit:88 ANTIGUEDAD DE LA GLINIGA
cin de siempre, en wn desarrollo his
térieo con} al los tiicos acontecimientos
han sido de orden negativo: olvido, ilusién, oculta
cidn, De hecho, wma wemnera semejance de escribir de
vitaba una historia mucho més
verdadera, pero mucho més compleja, La dstrazaba,
a1 asimilar al método clinico cualquier estudio de un
‘ao, de acuerdo con el antiguo uso de la palabra; y
x taba todas Ins reduccionesinteriores que de
berian hacer de la clinica y que hacen de ella asin en
nuestros dias un puro y simple examen del individu.
Para comprender el sentido y Ia estructura de la
es menester rehacer primeramente
instituciones en las cuales se ha ma-
su esfuerzo de organizacién, Hasta los ti
is cel siglo xvi, esta historia, tomada como
mn cromolégica, es de una extrema pobrera
‘una escuela
len publica sus observa
cones bajo igium Nosocomium.* El
mis ilustre de sus sucesores serd Boerhaave; es posi
bie, no obstante, que haya habido desde fines de! siglo
sna citedra de clinica en Padua.’ En todo caso
¢s de Leyden, con Boerhaave y sus alurinos, de donde
partié, en el siglo xvi, el movimiento de creacién, a
través de toda Europa, de citedras y de institutos ell
nicos. Son los diseipulos de Boerhaave quienes, en
a Universidad de Edimburgo y crean
ca sobre el modelo de Leyden; ésta es imits
es, en Oxlord, en Cambridge, en Dux
*9 En 1733, se pide a Van Swieten un plan para
iemto de una clinica en el Hospital de
a es otto alumno de Boerhaave,
Sogglo dete seuola clinica notte spidle ai
lee hépitous (x28. fr, Parl,
Vogel Baldinger y J.P
Padus, algunas camas del hospi so
consagran a la clinica, con Knips como profear
sot, encargado de organiza un clniea en Pav, fifa
el plan de ello en au Tesién inaugural el 28 de ne
re de" 1781 "hacia 1770 Lacasaigne, Bourr
bert y Colombier quisieton exganiean, a ule
ia a las enfermedades agud:
os médicos
que las trataran ensefiarian al
tiempo la
cuerpo de los. médicos en general, tenian demas
terds: eI
a prictica era dada en la
al overs, por lo consul
for mas notables. Es en los h oa
th
lub primeramente; el
los Hospitales establecida en 1775,
de estudio
” -Y Cabanis cita
como ejemplo la clinica del hospital de la marina
en Brest fundada por Dubreit bajo los auspicios del
mariscal de Castries Sefialemos por dhimo la
Mémoires pour serie &
tl, pp. 780,
is, Observations sur les he}
se (Parle, 180), p. 3h90 ANTIGUEDAD DE LA
en 1787 de una clinica para partos con
Copenhague.®
comprencler su sentido y cireunscribir los problemas
éta plantea, es menester volver primeramente 50
bre un cierto mimero de verificaciones que debieran
disminuiy su importancia. El examen de los casos, st
informe detallado, su relacién”con una explicacién
le es una tradicién esencial, y jamds puesta en
de la experiencia médica; la ofganizacién de Ia
a por consiguiente no es corre:
miento del hecho individual en la medicina; las in-
numerables compilaciones de casos redactadas, desde
el Renacimiento, bastan para probarlo. Por otra par-
Ja necesidad de una ensefianza por la prdctica
ma era, también, muy ampliamente reconocida: 1a
de los hospitales por los aprendices de médicds
sucedia que algunos de ellos ter-
én en un hospital en el
" y ejercfan bajo la direccién de un médico.
iciones, gle qué novedad y de
2En qué podta distinguirse esta
protoclinic# tanto de una prictica espontinea que ha-
ia formado un cuerpo con Ia medicina, como de la
clinica tal como se organizaré mis tarde en un cuer-
po complejo y coherente en el cual se reinen una
andlisis yun
‘struc:
Forma de ex}
% Tal ers €1 caso en Francia, por ejemplo en et os
ir durante ‘todo. et siglo nvm Ur
al cirajano en #08
dor uimentarios,
ANTIGUEDAD DE LA CLiNIcA 91
iencia médica del siglo xvi ya que es contempors:
rnea de esta experiencia?
1. Esta protoclinica es més que un estudio suc
ir y hacer sensible el
cuerpo organizado de 1a nosologta. La elinica no es
por lo tanto ni abierta a
ede estarlo Ia prictica c
io cerrado de 4o que se ha escogido
iar, ni el campo estadfstico abierto de lo
consagrado a recibir; se vuelve a cerrar
sobre Ja totalidad didéctica de una experiencia ideal.
No tiene In obligacién de mostrar los casos, sus pun-
tos dramdticos, sus acentos individuales, sino de ma-
nifestar en su recon
enfermedades. La imburgo
mucho tiempo un modelo por el est
de tat modo que se encuentran a
casos que parecen inds adecuados para instruir”:
Antes de ser encuentto de enfermo y médico, de una
verdad por descifrar y de una ignorancia, y para po-
derlo ser, la clinica debe formar constitucionalmente,
un campo nosoldgico enteramente estructurado,
2 Su modo de asentarse en el hospital es partic
lar. No es st expresién directa, ya q)
de eleccién sirve entre ella y a de
Esta selecci6n no es simplemente cuantitativa, aun-
ue la cifra éptima de las camas de una clinica no
isot, exceder de teinta;*® no es s6lo
que tienda de preferencia sobre tal 0
cual caso de gran valor instructive. Al escoger, altera
en su naturaleza misma el modo de manifestacién de
Ja enfermedad, y la relacién de ésta con el enfermo;
iene que vérselas con individuos que
Obserations sur les hdpitaus (trad, fr Pats,
pitaus li
or tes etude meticales (Lausana, 1895),spital es dese
lad en el enfermo; y esta interioridad
ermedad hace que a-menudo ésta se esconda
ka en él como un criptograma. En
a, se tratan a Ia inversa enfermedades cuyo
s indiferente: lo que estd presente es la ¢:
isma, en el cuerpo que le es propio y que
jel enfermo, sino el de su verdad. Son “las
ferences las cuales sirven como tex
lo a través de lo cu
de un caso; en la clinica, en
del ejemplo el enfermo, es et
lad, el objeto transitorio del
3. La clinica no conoce por lo tanto Ja verdad sino
bajo su forma sintética, Estd dada toda en ella y sus
sus consecu
forma de ensefianza, el alum-
niciar el juego, la clave, Tissot pres-
que hacérsela buscar durante mucho
mpo. Aconseja confiar cada enfermo de la clinica
antes; son ellos, y sélo ellos quienes lo
‘con honestidad, con dulzura, con esa
n confortante para esos pobres in.
nes que en él imperan, sobre
us enfermedades anteriorés; Ia manera en
hha comenzado, los remedios tomados; ha-
n de sus funciones vitales (respira
ones naturales
es anima:
B30
ANTIGUEDAD DE La cLiNica s
n “palparle el bajo vientre par
probar cl es
scan asi, y qué
‘examen? ¢Cud
les son las relaciones establecidas entre los fendmenos
comprobados, los antecedentes conocidos, las pertur-
aciones y los déficit sefialados? Nada mds que lo
que permite pronunciar un nombre, el de la enferme-
dad. Una ver hecha la designacién se deduciran facil-
mente las causas, el pronéstico, las indicaciones “pre
guntindose: zqué es Io que falta en este enfermo?
@Qué se debe cambiar por eso mismo?" Con relacion
a los métodos ulteriores de examen, éste, recomenda
do por Tissot, no es menos meticuloso en algunos de-
talles por lo menos, La diferencia de esta encuesta con
‘el examen clinico” est en lo que no hace de él
1 inventario de un organismo enfermo; se sefialan en
tuna clave ideal, clave que tiene cuatro funciones ya
que es un modo de designacién, un principio de co-
hherencia, una ley de evolucién y un cuerpo de pre:
ceptos. En otros términos, la mirada, que recorre un
‘cuerpo que sufre, no alcanza Ja verdad que busca sino
pasando por el momento dogmitico del nombre, en
el cual se recoge una doble verdad: ésta, oculta, pero
ya presente de Ia enfermedad, ésta, cerrada, pero cla-
ramente deducible de ta conclusion y de los medios
No es la mirada misma la que tiene el poder de ans
lisis y de sintesis; sino 1a verdad sintética del lenguaje
que viene a afiadirse desde el exterior y como
Fecompensa a la mirada vigilante del estudiante,
este método dlinico en el cual el espesor de lo per-
ido no oculta sino la imperiosa y lacénica verdad
que nombra, no se trata de un examen sino de un
descriptamie!ANTIGUEDAD DE LA CLINE
ay clinica que no
7 uso bajo una forma restrin-
a quie no se admite que el médico mismo pue-
pian stante, por este método, la verdad
lepositado en el mal. La d
instruccién, en sentido limitado,
ila por el maestro a sus alumnos; no es en
ina experiencia, sino el condensado, para
fesor indica a sus alumnos el orden en el cuial deben
set observades los objetos para verse mejor y grabarse
bajo; les hace
a descubrird por lan
te el arte de demostrar mostrando. Ast habia enten-
5 enfermos mis gravemente
fcaba st enfermedad, analizaba las ca-
trazaba la conducta a seguir,
sis oyentes,
afectados, dl
racteristicas de el
wresentaba en seguida et
Ge tas partes desputs de la curacin.-. 0 de
sobre el cuerpo privado de vida las altera
il"
no obstante que
ue fuera en su esencia,
inica no es una estructura
no que esa experiencia en
ienos en que es prueba: prueba de
prescripciones a las cuales el re
tazén, y esto ante el jurado espontineo que constitir
yen los estudiantes: hay sa, ante test
£08, con la enfermedad que tiene sus costs que decit
Y que, a pesar de la palabra dogmatica que ha podido
Aesignatla, tiene su lenguaje propio. “Aunque la lec. ~
cin dada por el maestro puede volverse contra él, y
proferir por encima de sit vano lenguaje una ense
fanaa que es Ia de la naturaleza misma. Cabanis ex-
ica asf esta lecci6n de Ia mala leccin: si el profesor
se equivoca, "sus errores son revelados en seguida por
Ja naturaleza... cuyo Ienguaje es imposible apagar 0
alterar. A menudo incluso éstos son mAs utiles que
is éxitos y hacen mds inelicaces las imégenes que,
sin esto quizd, no hubieran sido en ellos sino impre-
siones pasajeras" Por consiguiente, cuando la desig:
naciéa magistral fracasa y cuando el tiempo Ja hace
itvisoria, se reconoce el movimiento de la naturaleza
por sf mismo: el lenguaje del saber calla, y se mira
La probidad de esta prueba elinica era grande porque
se vinculaba a su propio riesgo por una especie de
contrato cotidianamente renovado. En la clinica de
imburgo, los estudiantes tenfan un cuaderno del
diagnéstico dado, del estado del enfermo en cada vi
sita, y de los medicamentos tomados durante el dia.
tambidn recomienda que se
aio la publicacién de aquél3* Por
cidn, en caso de deceso, debe permitir una tltima
confirmacién.s® De este modo se comparan la palabra
nabs len ap
“yak ome aur tes Bo
p. 8
Méooite pour te cot
‘A PottGiiEDAD DE LA GLINICA
1, y el lenguaje escuchado
ica de las comprobacio-
ixta, especie de len-
guaje neutro, de lenguaje drbitro, Pero el siglo xv,
precisamente, no habla legado a dar un estatuto a
No era todavia_un lenguaje cientifico, sino slo un
Ia verdad no encontraba en él su
6n de origen; arriesgaba, segan la fortuna 0
I, encontrarse o perderse en él.
nie es, por fo tanto, una figura
jue un puro y simple conoci-
i : P aqui
el campo de los hospitales sin tener la. misma con-
fi : ve el aprendizaje de una pric-
agrupa toda la
8 afios;los tiltimos del siglo,
jca va a reestructurarse Druscamente: despren-
da del contexto teérico en et cual habla nacido, va
a recibir un campo de aplicacién ya no limitado a
se Ace wn saber, sno coextensivo con
nace, se prueba. y se realiza: formar
Fis experiencia médica. To
fo armada con
enguaje 2 partir det
liberada por un
LA LECCION DE LOS HOSPITALES
En el articilo “Abus du Dietiounaire de Médecine”
Vieq d’Azyr concede a Ia organizacién de una ense-
fianza en el medio de los hospitales, valor de solucion
universal para los problemas de la formacién médi
en eso esta ta reforms, 1a mayor para él, que es me.
ester realizar: “Las enfermedades y la mucrte ofte.
cen grandes lecciones en los hospitales. ¢Se saca pro.
le ellas? Se escribe la historia de los males que
Mectan a fantas victimas? (Se enceiia el arte de
observar y de tratar Tas enfermedades? Se han esta.
biecido citedras de medicina clinica?” Ahora bien,
esta reforma de la pedagogia va
acién infinitamente més amplia; se
le reconocers a facultad de reorganizar todo el cono
cimiento mécico y de instaurar en el saber de la en
fermnedad misma, formas de experiencia desconocidas
idadas, pero més fundamentales y mis decisivas,
4 clinica y s6lo la clinica podr’ “renovar entre lor
noxlernos fos templos de Apolo y de Esculapio"'* Ma.
wera de enseiiar y le decir convertida en manera de