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LICENCIATURA EN DERECHO

Teoría
de la Ley Penal
y del Delito

Licenciatura en Derecho
I:RANCI SCO PAVÓN VASCONCELOS
I X I'IT I I¡,¡' 1"* TII ( ¡)[ D¡:R!:(:TIo T'ENAL DE LA FACULTAD DE DERECHO DE
I A IJ N A M . Ii,X TRoTLSoR'I,AR DL ESTUDIOS SUPERIORES DE DERECHO PENAL EN
l.l. lx)(:T()RAtJ() DE LA PROPIA UNIVERSTDAD; EX PROFESOR DE DERECHO
II'NAI. ¡»] I,A UNIVERSIDAD AUTÓNOMA DE ZACATECAS Y EX PROFESOR DE
I»JRI(JII() f'I]NAL Y DERECHO PROCESALPENAL DE LA UNIVERSIDAD MICHOA-
( ]ANA DII, SAN NICOLÁS DE HfDALGO. MIEMBRO DE NÚMERO DE LAACADEMIA
MExICANA DE CIENCIAS PENALES. EX TUEZ DE DISTRITO; EX M^GISTR^DO DE
(:IR(]UI'To Y ACTUALMENTE MINISTRO RETIRADO DE LA SUPREMA CORTE
DE DE LA NACIÓN
'USTICIA

MAI\TJAL DE DERECHO
PE,INAL MEXICANIO
PARTE GENERAL

Prólogo de

MARIANO HUERTA
'IMÉNEZ

DECIMACUARTA EDICIÓN
DEBIDAMENTE CORREGIDA Y ACTUALIZADA

EDITORIAL PORRÚA
AV. REPÚBLICA ARGENTINA, 15
MÉxtco,leeg
Primc¡r cdición: Tomo I, 1961. Tomo II, l9ó4

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[¿s Hucrtas 9GN1,e-,ol. dcl V¿llc
México 12, D. F.

Esta edición y sus caractcristicas son propiedad de la


EDIToRIALlonr,ú,t, s. A. DE c.v.-4
Av. Repúblice Argentina 15,Wm, Méxicq D.F.

Qrcda hecho cl dcpósito quc marce la lcy

ISBN 97007-17224

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DERECHO

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IMPRESO EN ME,XICO
PRINTED IN MEXICO
MANUAL DE DERECHO PENAL MEXICANO
t26

UntvcrsttarradeB'renosArres,lpóO;LABORDE,§atvrrdor:l:l-problenade
ie la pleniuttl bernétic't' Rev' de la
las lapttnas en l¿ lev t- of pri,íci1io
Es'
;.ñ"Nr;";|'á"luiirprui"n.iá,
-ii,it, lx, rgiT; I\{'\cGroRE, .Giuseppe: Derecho
-Bog&e,
i,- rJiio.iut'r¿táls, í9>e; Itl"rnrsc¿r- YÁzqur.z, Césu: l¿
pirr;1,',,i'ai orden iuríiici y la"A,útogia .án el Derecho Penal' México' 1960;
Nú^§rz. Ricardo C.: Dericho Peni Argentino, l, Editoriel -Bibliográfica
"AnaR't'o, Man'el: Enuyo
t919; I]a.v!N tobre
ü.;,il"il".át-liÁ,
iifipruri,;,, de ta ley piiA,'nÁii*ial México, l9)5; P-onm. Prrr' Ce- CAPITULO ilI
"¡pinti¡ Jus,
l, México, 1960;
\i"ri;ii di fa iart, General'dei Derecho Penal, LA VALIDEZ ESPACIAL DE LA LEY PENAL
R^rro, Silvioz Manuat de Dtqcbo P'?ll.Editorial Témis' Bogotl' L975'
Trad. Iorse curnnrn{ á; l" ;;" edicibn italiana; VeNNrNr' ottofino:
Ivlansaic Zi oiriuo Penalc, Fiterva, L947' SUMÁRIO
f. El conflicto de leyes en el Derecho privado.-2. Identificación
de la validez espacial de Ia Ley penal con el llamado conflicto de
leyes en el espacio.-3. Los principios que rigen la validez espacial
de la Ley penal.-4. ¿Cuáles son los principios aceptados por el De-
recho positivo mexicano?-5. Concepto de territorio.-6. La extra-
dición.-7. La ext¡adición inter-regional.

1. Er coNrucro DE LEyEs EN EL Drnrcno pRrvADo

En razón de su más antigua formación y de la riqueza de la biblio-


grafía elaborada sobre el tema, al abordar el estudio de \a didez er-
pacial de la ley penal hemos decidido, previamente, hacer breve refe-
rencia al conflicto de leyes en el Derecho privado, ya que los principios
elaborados por la doctrina en este campo, constihryen los antecedentes
de los mismos postulados cuya validez se teconoce con relación al con-
flicto de leyes dentro del Derecho Penal.
Nos corresponde aclarar, en primer término, lo indebido de Ia de-
nominación "conflicto de leyes" al problema de determinar el ámbito
de validez espacial de la ley, pues la simple ubicación de esta materia,
dentro del Derecho Internacional Privado, nos demuestra que se trata
de no¡mas de carácter nacional, reglas recogidas por cada legislación,
orya finalidad es determinar los preceptos positivos aplicables entre
equellos sistemas que pretenden regular un caso concreto.
'Aun cuando no se conoce con precisión la solución dada en el De-
recho romano a los conflictos de leyes, no podemos desconocer que se
plantearon y recibieron soluciones más o menos satisfactorias. Más tar-
de, a la caída del Imperio y como consecuencia de la formación de
multitud de grupos que conseñ¡aban cierta unidad ncial y jurídica, se
presentaron conflictos personales en los cuales los protagonistas invo-
caban el sistema de Derecho a cuyas reglas se consideraban sometidos
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.'ll MANUAL Dtr DERECHO PENAL MEXICANO
I LA VALIDEZ ESPACIAL DE LA LEY PENAL
r2g
l,r,r 'rl.,l (lc raza. PoÍ ello, en la historia del llanlado conflicto de lectura de los autores de.l xvIII es n-tly rr)stnrctrva a este reslect().
lcycs srrrgiri como primera institución jurídica la "professio juris", en obligados a servirse de dos- -srg.to
categorías únilas, tcrqiversaron el sc¡rtido
l;r « r¡;rl sc invocal¡a el f)erecho aplicable a una persona en razón de su normal de los estafuios con el fiñ de qlle toclos
r.r:/:r u origen y que habría de ampararla en cuaiquier relación jurídica.
fu"se., neccsaria-
mente personales o reales. De este lnodo, Bourrr,n "iíuslrrrcc
Sin desconocer la importancia de la Escuela ltaliana de los Postglo- de Ia.fo.na
de Ios actos nn estatuto. persc¡al, con el ihicct ,lc ¡,or/e r lt.tegutrtr/e
srr,l«rrcs, la crial pretendió establecer un criterio válido para diferenciar t'irt
un efecto exÍrLlerrilorial,'fundanentando esta dcnonrinacitir.r cn la iclca
l.rs casos de aplicación territorial o extraterritorial de la ley segírn la na- de. que el f..ciorario..que ha redactado el acto cs .lla
turale'ia de la misma I y atendiendo igualmente, para determinar la ley 1.,"rr.rn^. f'anrl¡ii,,
a[irrn.a,r,y:.,"r preferibie inclinarse en caso cre cr.crrt rr'fav.r ,.rc Ia 1,cr-
conrpetente, ala naturaleza de la.r cosas,2 fue la Escuela Francesa, la pri- sonaliclad".:'
lnera en precisar, hasta cierta medida, el fundamento del Derecho In- NlsovEr, ai señalar el segr-rnclo carácter de la cloctr.ina de l)' Arrr;i,x_
ternacional Privado, estableciendo ei objeto de los estatutos y los límites TTÉ, se refiere a su forntulación cle la sicuicntc nranc¡a: /./.t c.).i///¡;/l)re.f
de su a¡,licación. solt reale-r: e xcepciottllnt.elt.Íe puede n s.ei' f tenonales. De alii cluc éstc
A partir de D'AncrxrRÉ, quien trató de separarse del influjo de afirnara que.la tarritctrjalidad de la le1, es casi rerla seneral cstr:icta
los glosadores y de sus casuísticas y desordenadas distinciones, se clasi- con la e-xce¡ció, dc determinados ces,s en los c,.ralei s" )id,,rite ia a1>li-
fican los estafutos en reales y personales, señalándose a los primeros cación de ieyes extranjeras. "P¿rra la llscucla Francesa
como sujeto las cosas, mientras ios segundos tienen como tal a las perso- Nrno-
YET-, Ia realiclad es la regla; sirr c,rbargo. Ias leyes extr;*jeL.as-relata delset¡
nd.i. De esa manera, las leyes referentes al l)erecho de propiedad forman aplicarse ell materia de eitat,to p"rroro'i. pero ásta conccsión r)o se
parte de los estatutos reales, mientras las leyes concernientes al estado o-torga corno u. far,-,r. sirrt-r que ei rrna obrigación cxigir/,r
civil se consideran, en principio, integrando los estatutos personales. No ¡-r,r e[ Derc-
cho. Se le expresa frecr.rentemente clicienclo qu" lo de la iey
obstante el adelanto representado por la escuela francesa, la clasifi- "1-¡;.u6;,'in
extranjei-a tiene con.lo l¡ase una idea de jasiicia, afii-mación
cación de los estatutos reales y personales resultó insuficiente, obligando opucsta a
la pura cortesía, en la c*al se inspira ,r,;rs tarde la escuela holandcsa.
a alturros, como FRoTAND, a tratar de agrupar en lugar aparte cuestio- ciertas relaciones jurídicas de ord.eñ pnranrente personal, no puecler-r scr
nes no ubicadas en forma perfecta en los anterio¡es. "Otros, procedien- residas por una ley distinta de la ley ixtraterritoiial,,.{
do con más lógica, procuraron incluirlas, por todos los mediós, en los
estatutos personales o reales, según sr.rs respectivos puntos de vista. La 3
"Al conrentar D'Ancrx'rnr'r cr artícul. l1s ck,rrr costumb¡e rlc Iirrq,,ñ.r. t..rrr,lf¡
1,1
¡rroblema dcl efecto extrrtte¡rito¡i.tl dc I:rs leyes v atrca duranrentc a I,;s-
I "Según LatxÉ que indudablemente ha sido el autor que mejor ha conocido el De- p;lrticularmente a llanror-o, no encolrtrlntlo sentiáo para Ios fun(lirn.r(,otos ¡r,,,,1g1rr.,,1,,,".,
clc la r¡rctrirlr
tlc éste,. seguranlcrltc l¡orrltrc cl jurista bretón no nrir,i el scntirio ,1,,.:
recho antiguo, Ios post¡¡losado¡es formulan, ante todo, esta verdad primordial, que más ,,,, s,rrrrr I,rlrerio
tarde será perdida de vista para ¡eaparecer penosamente en la época ¡node¡na: es preciso
(cnía el De¡ccilo rolllllrlo. r icndo eI i'l un inrportr]nte
tr.rti(lo lcrir.ico. "lpa¡iicrrrl,r tlc j;r
nrisma afi¡maciírn dc Dr-]¡toul.l-*. llcr'¿ nlucho nrÍs lejos la tcrritoriali,l,r.l
,ldr a cada ley la allicación rJtre le corretponle te.qin v prcpia nat*aleza. para reso.lver l'r lcy, pues se linrita a aceftir¡ Ia aplicación cxt¡eterr;torirl rle clctermin¿.l.rs [q,es absriL¡t,r rle
esta dificultad, los postglosado¡es no podían tomar como punto de partida to apriori, r'lztlll de'un setrtiluiento rlc protección a los extrrrnjclos', establecien.lo a,rn,n i¿cbcr sól() cr]
como más tarde hizo D'AncrNlnÉ y después la escuela f¡ancesa. I.as relaciones juridicas, ,lic«r' la ap.licación tlcrtro riel tcrrit.¡io de (lct!.r.ioil(Lis leyes -rj""un.,,-," ju'i-
sin iimitación de númen; y susceptibles de formar un coniunto, fue¡on examinadas por extrañas. -DerecÉo a, .r"
§lll)()nerse qrte pil¡te yrl D'AltClr¡-.r-ttÉ de Ios
los postglosadores, dividiendo las mate¡ias juríciicas eo tentos g¡upos como esrinraron ne- IostLrlrrrLrs fun,lamentales del natural
cesario, para invesiigar después el modo de da¡ a cadr uno de ellos le solución que l"rra itrstifica¡ esa extraterrit(¡ri¡li.leri,,l,r lo ai-ir',lr¿ esÍ. ni sus conclusiones estín cle acuer-
rl() con, esa idea, ]'a que, para rlctcrnrinar I()s crsos cn que una
¡rcionalmente requerian. Así se explica <1ue Banroro hiciese objeto de su e<amen las ma- ley debe surii¡ efectos
lrlcra dc su te¡¡ito¡io, no re:tl mínimum de cle¡echos esiableciclos lorno nat,,ra.les
terias más variadas (contratos, delito, testamentos, etc.)" J. P. Ntaover, pritciTtios de lrrnlbrc' sino a la materia tegulacla- por la ley y así, divirle los estatutos
en cl
Der¿'cl¡o lntent¿ciotal Prirado, pp.209 y 210,24 edición, Instituto Editoriat Rcus, I{adrid. ,r", cateqorías:
I "Cuando llegó el momento de eiegir una ley competente Ios postglosarlo¡es no si. ¡t''tlcs' personales y mixtos.. Colxicle¡a que sólo los estrtutos personalcs pLrecle¡
"n tener npli-
r 'tt iótt c'xt¡ater¡itori¿l sul¡dividiéndolos en generales
gltieron un procedimietrto adc'cuatlo para asignar a cada ley, su verdadcra aplicación, sin,, y especiales. Entiüdc i)o¡ cstatLrtos
<¡ue se .inspiraron en el bucn sentido y en la equidad. o seal en lo qr.re después se ha llr. ¡'t'lsortrtlcs.gcncrrtles aquellos que se rcfiercn a la ¡ersona'pura y unir.ers,rlmenic', pLrcJie,clo
lrlos scr irl!oca.ios ante tribun,¡les
-crtr.rnjeros, y
ma<lr¡ la naruraleza ,le la¡ co¡a¡. su dottrina en este Dunto ha sido, iin duáa alguna insu, por estiltutos personalcs esperialcs :rrlue-
ficiente. Desprovistos de ideas generales y de todo sisten:a, cayeron en un ve«ladero im-
ll,s r¡rrC rcgrrlarr _la capacide.J especi;rl prra un áaá .l.t"rnin.do o en ¡elació'n a bicnes, ¡,
presionismo juríCico <¡rre los condujo a nu,rerosas ince¡tidun.¡b¡es ¡, vrrcilaciones y.r
l\lr'\ ('sli¡tttt()s tlebcn ser territo¡iales en ristrr de str cst¡echa ¡elación con l¿s cosrs,'.
rlrr 'f '¡¡¡t ,'',',r.. I¡ ct ¡¡lrri¿it doctri»il lel Derecho In/rttldciattdl prit,drlo, Eclu;rr-
,lisr:re¡ancias ent¡e krs autores. En vez de cr¡nstrui¡ un edificio, los postglosadora, ,au-,
I\l/'r ¡, p. i 5, Ecl. polis,
rr | {) tS.
ir r0n ¡12¡s¡i"l¿s". NrnOvnr, ob. cit., p. 210. 't ()/'. t/t. 1,1,. llti ll9.
tiO trl^NUÁL DE DERECHO PEN^L ¡VíEXICÁNO LA VALTDEZ ESPACIAL DE LA LEY PENAL
BI
l)c¡tro dc las denominadas antiguas escuelas, Por ser anteriores a Dentro de la tercera escuela se coloca el pdnsamiento de plrrrt,
l;rs sur.gidas a partir del siglo xrx, la bolandesa rePresenta l¿ síntesis referente al mantenimiento del objeto social de lds leyes, aun cuando
.lr. las ideas más avanzadas de su época. Apoyándose íntegramente en los tratadistas aluden, por lo general, a la escuela de Sav¡cNr con an-
tas conclusiones de la escuela francesa, la cual enarboló la bandera de
telación, ya que. colocándose en un justo término intermedio entre las
la temitorialidad de la ley, basada en la soberania de los Estados, la modernas escuelas holandesa e italiana, pretendió negar, a prioil, el
nueva escuela, feconociendo qlre el principio de la territorialidad no ad-
valor absoluto de los principios territorial y extraterritoiial. decir de
mite ninguna excePción, ni en orden al estatuto Personal, Proclama la
Nmovsr combatió y destruyó el dogma de los estatutos personales ^t- y
necesidad de aplicar, en casos excePcionales, la ley extranjera, rcchdzan-
reales.
do el criterio áe la obligación, pero admitiendo el principio de la cor-
Para SnvlcNl, al igual que la norma de Derecho "regula las rela-
tesia internacional.
ciones jurídicas en un tiempo determinado, 'Que no siempre es el mis-
Las modernas escuelas se Pueden agnuPar de la siguiente manera:
rno', también toda norma está destinada a dominar sobre cierto territo-
a) Escuela de La terri¡orialiclad rio 'que no siempre es el mismo', admitiendo así a priori, con apoyo
á) Escuela de la personalidad del Derecho, y en los postulados fund,amentales de la doctrina histórica, que las leyes
r) Escnela del obieto social de las leyes.6 ¡rueden tener, además de un efecto territorial, efectos ultrate¡ritoria-
La primera, proclamadora del principio de la tertitorialidad de la les".6
ley, afiima que las leyes de los países son territoriales y por tanto se Partiendo de la idea de que cada Estado debe admitir con un criterio
aplican, dentio del territorio, a todas las personas y a las cosas. de paridad, los sistemas jurídicos de los demás Est¿dos ,n ¡or*x eue/2-
réconociendo la posibilidad del funcionamiento, en casos excePcionales, ^ún laal, rcchaza el principio de la territorialidad paru af.irmu la no terri-
de la ley extranjéra, niega a ésta eficacia jurídica y establece la tazó¡ de
lo¡ialidad de la ley. Ahora bien, reconociendo queda por determinarse
su aplicación en una simple cortesía.
cuál es el sistema aplicable por eI juez y fundamentalmente el criterio
Escuela de la perlonalidad se afirma en el criterio del carácter de elección, Sav¡cNi pretendé que sólo mediante el e(amen de Ia ver-
-.>ia ^y
personal de las leyes Por tanto las estima extraterritot'iales. Pasqaale
rl¡rdera natualeza de Iá relación puede precisarse su sede en determinado
btanislao MaNclNi, al'publicar su obra ''Della Nazionalista como fon- tirtona; más esta solución no résulta inflexible pues admite, como ex-
damento del diritto delia genti", da nacimiento a esta escuela, seguida §lpciones, las siguientes: cuando en el país del juzgador existe una nor-
posteriormente en Francia por Andrés §7uss. En síntesis MaNcINl hace D¡ de carácter obligatorio, en ctryo caso se aplica
ábr"*rr que el Derecho protege, pof un lado. intereses sociales {, Po, -la la ley vigente en el
lcrritorio, y cuando la institución recogida en sede jurídicá de la re-
el otro, intereses privados, limitánáose así su acción frente a la de los l¡ci(¡n resulta prohibida en la ley terrltorial del que iuzg^.
particulares y logrando un verdadero orden jurídico. Al examinar el Antoine P¡rrrr es el creador de la tercera escuela difundida por su
berecho priíadoincuentra en él dos clases de normas: unas de catáder dlrípulo Nrnovar, la cual afirma Ia creación de un Derecho lñterna-
obligatorio, a las que designa con el nombre de Derecho -privado nece- clonal privado común a todos los Estados, aun cuando no desconoce Ia
sarií; las otras, no'obligatórias, cuyo cumplimiento o modificativa com- lutonomía de la legislación interna de los mismos. Dentro de la escue-
pete a los particulrr.r, á las cualei denomina Derecho privado aolanta- lr queda superada la fórmula de la "cortesía internacional" y se reco-
i.;o. En las'prirneras se incluyen las leyes dictadas por. el poder. público
para rcgulai el estado y capacidad de los súbditos, teniendo obligatorie- Sx:c el respeto de las soberanías o:yo fundamento es, precisamente, el
iad en"virtud de afectár "., for-, directa su soberanía y resPecto de las [crecho de Gentes, ya que se parte de considerar el reSieto a las sobe-
lmf¡s no como una gráciosa ioncesión, sino precisamdte un derecho.
cuales afitma su necesaria territotialidad, mientras las se¡¡undas, refc- [rle respeto, constiluiivo en el pensamiento 'de Plrur de la única
ridas a obligaciones derivadas de convenios privados, Pl "{:1 .aplicarse ftlrmt¡lu'capaz de dar solución a lós conflictos y que surge del concepto
extraterrhoñalntrente, según lo hayan determinado los individLros que
dr ¡rrherenia de los Estados, requiere determinár Á ol¡t7o social de'las
hubieren intervenido en la relación iurídica- hw,,
6 Nrtso)'E'I', lhilcnt, p. 225. .f I ,lr¡r¡,1,¡ 'l Rt(:t,tin()s, ob. cit., p. 69,
I;, r\l¡\NtlAL Dtj DtlRli(.tio PI'NAL ItIIXICANO LA YALIDEZ ESPACIAL DE LA LEY PENAL 133

L,lr.rrtkl 'l tlr;ur,rtos, al exal¡inar esta teoría, dice que el respeto ab-
',r¡lut., 'rir¡ito medio de lograr la solución de los'conflictos'entre las
a lranz Von Llsz'r observa que el verdadero l)erecho penal rnternacio-
nal se integra mediante un conjunto de tratados por los cuales los Es-
.lrv.rs;rs srlrcranías,
lued-e resolverse, según ellos (Plrr-r:r' y Nraovrr), tados signatarios se obligan a dictar leyes tendientes a proteger deter-
I.rrtnrlr; en cuenta dos ideas básicas: la fiaalidad socittl de lrr ley paía nrinados bienes' jurídicos de interés común.11
Ir¡:rr la. ley_ competente_para crear ulra sitr.ración jurídica; y eI re.{peto
t¡rt' t.dos los Estados deben a los derechos adquiridos. por lo c1ué se
rcl'iere a la primera de sus ideas fundamentalei, prrrrr hace constar
3' Los pnr rucr"'"rt, ALtDt:'z P^(' IA L
1i j::j L 11."
Ls
que es srerrpre preciso que la lev pueda producir, no sólo err el territorio
del Estado que la dicia, sino internacionalmente, el efecto que por eila
se trata de lograr y para detemrinar cuál ha de ser ese efecto
De los principios elaborados por la doctrina, el de mayor importan-
a un análisis atractivo de las características preponderantes de^lrrocecle ella".? cia es el llamado de la territoriaüdad de la ley. Este principio, fundado
en el crite¡io de la soberanía, pretende que la ley penal tiene ualidez
2. IorbJrtrlcaclóN on LA vALIDEZ [spACrAL Dn LA LEy pENAL coN ]lL exclusiaamente en el te¡ritorio del Estado que la dicta y se enuncia ex-
LLAMADO CONFLICTO DE LAS LEYIS EN EL ESPÁCIO presando que la ley debe aplicarse sin excepción alguna dentro del te-
nitorio, sin atender a la necesidad de quienes participan en la relación
Ponrr Perrr, al iniciar el estudio de este capítuIo, expresa <1ue a Ia criminal, cualquiera que sea su nacionalidad.
validez espacial se le conoce generalmente como conflicfo de las le1,es Ricardo C. Núñrz hace hincapié en que siendo la ley penal una
en e.l espacio, pero que tal denominación no puecle ser acertada, pues expresión de la soberanía del Estado tiene obligatoriedad para todos
tratándose de Estados soberanos no es posiblé hablar dc conflictó de los residentes, nacionales o extranjeros, en su territorio, en raz6n de los
leyes y la cuestión así plantead a es ya de suyo antigua dentro del Dere- delitos cometidos en su interior, siendo tal el fundamento de la terri-
cho privado, a pesar de lo cual y de lo equívoco de la expresión, se torialidad, como principio esencial.l2 Esta opinión es unánime no sólo
sigue usando en nuestra disciplina.s en la doctrina sino en el Derecho positivo.
Al identificar los ténninos; aaliclez espacial d.e la ley ¡tenal 7,cotr- En virtud de que el principio de la territorialidad, aceptado cn form¿t
"flicto de le1,es en el espacio, se eslá reconocienclo el hecho innegable, ya rigurosa lleva, indudablemente, a extremos perjudiciales, ha sido moti-
señalado por MrzcrR, de que "los preceptos jurídicos que regr.rlan la vo de c¡itica. Pu¡c Prña 13 hace notar que su aplicación estricta provo-
validez espacial, temporal y personal del Derecho Penal no sr.,n l)crecho caria el aislamiento de los Estados y constituiria la negación a'una de-
Penal sino Derecbo d.e rtplicación del De recbo Penol",0 cuestión íntima- tl Ld lel 1 el delito, p. 176, Editorial He¡mes, 2n c.lición. Buenos Aires, 1954.
rlrente conectada tanto con el Derecho internacional privado como coll 12 Derecbo Penal Argentixo, l, p. 182, Editorial Bibliogtáfica Argentina, Buenos
<'l Derecho intelnacional pírblico. Tal ha sido la razón por la cual un Aires, 1959. Para Jiméne'z de Asúa y Antón Oneca, la ley penal del Estado se aplica
¡rroblcrna de estricto Derecl-ro nacional, cuyas soluciones Je nbican en el n todo¡ los delitos cometidos en su territorio, con independencia de la nacionalidad del
delincuente y del titular del bien furídico, principio del cual se deduce que en cada Es-
I)crccho pírblico interno, haya sido colocado como formando parte de tado deben castigarse los delitos cometidos en su te¡tito¡io cootra bienes jurídicos de
tttr srrl'rtrcsto Dcrecho penal internacional que, couto observa C¡\STELLA- otro, debiendo concedene la extradicción del propio ciudadano por delitos cometidos en
Nr¡s 'l'r,N^, no tiene de ir-rternacional sino el nombre.lo cl extranjero, po¡ no ser lícito castigarle en su pais. Derecho Penal conforme al Có-
( on lorlrr t lari,lad JruÉrvrz »r Asúa hace notar la incor-rgruencia de ligo de 1928, l, pp. 82-83, Editorial Reus, Madrid, 1929. "El sistq¡a teti,orial --dicen
los autores citados antes-, of¡ece ventajas notables sobre los demás. La función penal
,llrr,rr¡rin.rr"'l)crccho Penal Internacional" a un conjunto de normas ju- cr una ernancipación de la sobe¡anía del Estado y en el concePto de éste es funda-
rí,1r,:r.,,k. l)r'r'«'tllo interno que tratan de resoiver el problema de J¿ rnental la noción del territorio. Un delito es siempre un ataque a las condiciones de
cxistencia de la socied¿d y, aunque en un sentido más o menos remoto, sus consecuen-
.rl,lr,.r, i,',rr ,lt. lrr lt1' ¡',c'nal en el espacio en forma unilateral, e invocando
cias pasan las fronteras, claro está que resulta lesionada más íntimamente la sociedad
rracional, y es en ella donde por ley natural debe producirse la ¡eacción. Por otra Parte,
'11,,,'., ¡0 r¡o deben olvidarse otras razones prácticas corno es la facilidad para ¡ecoger la prueba
,, tt,,,
1'
; t l'¡ ,, (,t trt ¡.tl l¿l Deracho Penrl. p. 61, Iféxico, l9ó0 rlrl delito y perseguirlo. Pero tampoco debe dominar el principio ter¡ito¡ial de un
lt, ,,, l',,t.t1. l, l). 95, tr{eciricl, t91r. r¡u¡do absoluto, pues un Estado oo puede desinteresarse Por completo de lo que ocurre
L', ,1,, ,1,' I)¡ra¡lto l,Lild¡. n. 9ó. E,l. Po¡rúa. 1976 luer¡ dc su territorio, po¡que entonces no prestaria defensa adecuada a los bienes jurí-
rlittx <¡ue está llamado a tutela¡". Ob. cit,, p. 84.
tf, !)¡,¡1'¡ft¿ I'c,r,l, I. p. lS7, Iladrid, 19jr.
I t,l MANUAL DE DERECTIO PENAL MEXICANO LA VALIDEZ ESPACIAL DE LA LEY PENAL
135

Ir.rrsa adecuada de los bienes jurídicos tutelados a través de las normas territorial de la ley naclonal a delitos cometidos er¡ el e:<tranjero, cuando
como ob- eI saieto dctiuo es ,t- nacional, cualquiera que sea el bien jurídico le-
|cnales, proPiciando la impunidad del delito pues bastaría' sionado, y la personalila.4 pa.riaa, que pretende iguarrnente lá aplicación
ierva JluÉNnz »n Asúa, sálvar las fronteras del territorio del país cn
«kxrde'se delinquió para que, en fonna automática, la sanción resultara d.e 11 ley nacional a delitos cometidos'en territiio extranjeroj cuando
im¡rcsible de aplicar,l{ a pesar de Io ct¡al, aún a la fecha, tanto los ju- el saieto pr!i!? sea un nacional o bien se lesione un interés juridico del
ristas ingleses Como arneriianos siguen defendiendo la aplicación estricta Estado, posición con la cual no nos mostramos de acuerdo.
de tal principio.r6 La Escuela Positiva, a través de Fs»ozzt ha sostenido el criterio de
La tetritorialidad, imperante como norma genérica en las legislacio- la
-personalidad
de las leyes-penales, argumentando que es la ley del
país del delincuente Ia aplicable, pues siendo el delito Ll producto ie Ia
nes penales, queda excepcionalmente relegada cuando-la icy-penal se
aplici en forma exfidterritotial. Por tanto, la extratetitorialidad de la concurrencia de factores antropológicos, físicos y sociales, no puede con-
iey constituye una excepción al principio aludido y pretende subsanar siderársele en forma aislada, sino tomando en cuenta a su autbr. De ahí
los excesos a que llevaría su aplicación estricta. que sea el juez del país, cuya nacionalidad ostente el delino¡ente, el más
Dentro del criterio extraterritorial de la ley se han elaborado otros capacitado para conocer del hecho y aplicar su ley nacional. "para lo-
principios. Ellos son: el personal o de la nacionalidad.; el real o de la grarlo JrrrrÉNrz DE AsúA-,^ la extradiéión deberí a adaptar-
-expresa
protección y el uniuersal o de la jasticia uniuersal. !e, no sólo para los que delincan en su patria y se refugien en el exiran-
Ll princijtio personal, o de la personalidad o de la nacionalidad, cuyo iero, sino también para los nacionales que en cualquier lugar realicen
funcionamiento es excepcional, parte de la base de estimar la aplicación acciones punibles
991forqe- a la lq del Estado a que pertenecen. sin
del Dereclro penal nacional para aquellos delitos cofizetidos en tenitorio embargo, la extradición debería aplicarse teniendo en cuenta la distin-
extraniero cuando el delincuente es ult nacional. Este principio atiende, ción fundamental entre delincuentes natos y delincuentes ocasionales:
pues, a la nacionalidad. del delincuente; pvede decirse, en conseo:encia, los primeros deberían ser reclamados; los segundos no, ya que el aleja-
qué la soberanía del Estado sigue a su nacional hasta el lugar del hecho miento del ambiente que ocasionó el delito iería bastanie sanción. Eáte
delictivo. A este principio se le conoce también como estatuto personal ristema, propuesto p-or gl. internacionalista Fnoozzr, y luego defendido
y consiste, según Ponru Prrrr, "en aplicar la Ley del Estado con relación ¡or BarnossÁRr no fue bien recibido por los penalistás del positivismo:
a los delitos cometidos por sus nacionales fuera del territorio, es decir, FroruÁN.I lrnn¡ han-propugn_ado, con más o menos paliativos, el régi-
la ley del Estado sigue al sujeto activo del delito; por tanto, es opuesto, lnen de la justicia universal".lt '
irreconciliable con el principio de la territorialidad".lo El principio real o de la protección, al igual de los anteriores, en-
Algunos autores distinguen, dentro de este principio dos aspectos cuentra su raíz en la pretensión de soberanía del Estado dictador de la
cliversos: la personalidad actit,a cuya aspiración es la aplicación extra- ley penal; afirma que ésta es aplicable a todos aqaellos casos de delitos
¡ometidos en territorio extranjero cuando el bien juridico qr/e ¡e lesiona
[rtenece a an nacional o bien al propio
t4 Trataio de Detecl¡o Penal, ll, p. 652, Buenos Ai¡es, 1950. Estado. según c¿.srnraNos
ró "En,a sesión del Instituto de Derecho Internacional, habidr cn Canrbridge en l()lt, 'intireses
se sostuvo esta tesis por James BnovN Scor,r, secretario general cle la lundación (..rr
TnN,r, este- principio atiende a los jurídicarleúe protegidos y
nigie; por Edwin Bonc¡rano, profesor de la Universidad de Yale, por Ir. §(/rr-r.ra^rs y l., r fur ello la ley aplicable será la adecuada para la protección.r¡ voñ L:.szi,
Bnl¡nr¡. En Ia práctica, la jurisprudencia angloamericana ha encontrado remedios ¡rln l.rr
fx)r su parte, estima que tal principio se dirige a la sanción de los delitos
consecttenciasoue podría tener la teoría estricta. En primer término, la Ie.gislación inglc.., §¡lrreti<los en territorio extranjero-cuando con ellos .r¿ lesionan los inre-
ha admitido excepciones para asegurar la libertad de la nave.qación. Pero los.inglescs ¡
norteamericanos. han recurrido, sobre todo, a lo que se ha llamado la teo¡ía de h irrir- iltc¡ de la nación o bien los de -ru nacional¿¡.ls En f.in, JrlrÉNrz ne
licción tetitorial obietiua. Basándose en donde se ¡ealza la intención criminal y no tlon<lc Auirr explica.: "El sistema real, cuya tradición es antigua y que sería
se forma, esta teorí¿ alanza al inculpado tanto en el país donde materialmente ejecutó
cl acto, como en el sitio en que es aprehendido. fsta es una ficción Itteirrr tlcnominar de protección, exije que se aplique ll ley'dei Estado
extrema fit
cit'rn- ctln la que ciertos tribunales norteamericanos hen condenado al-una ladrón ahí rl,xr,lc I krrl¡rs las infracciones que amenacen r, r.g,riidrd interior o exterior,
sc Ie ha h.¡ll¿tlo con una prtrte del botín: cada vez quc se desplaza con cl objeto rcb;r,|,,
.licen- mrtnifiesta de nuevo su intención de apropiarse del bien sustraído. LIevad,r ¡¡
(r\l'rs extrcmos eI concepto del lugar del delito, la teoría in.qlesa ha rcivintlicedo, <nnrr.r tl 'l'ril,a|,,, ll, p¡. 651-615.
l:r ¡rrrtiri.r de Francia, la competencia exclusiva del rribunal di la India, para juzgar a rrrr l. I.inrtnictttt)t I:.lL'ment,tler de Derecbo Penal, pp. 96-97. Editorial Porríra, 10! edi-
l¡r,r¡rl¡rc en las Indir¡s cn eI céleb¡e asuntr¡ sarvarkar". Luis r rllll I r, ,6,
JrlrÉNrz pr, 7'r¿t¿,1,,,

l"
I, ¡'¡r. l'51.('i l. ^síj^, l¡¿t¿l¡t lr l)erecbo Penal, l, ¡r. 106.2'. Edición, Madrid, r927.T¡ad. Lul. ln¡r¡¡r.z r¡r;
t tt ( )h. rit, Arlr l'.rr r,¡,iriórr rk. R.¡r¡rfcuEz M.irnur.r.o, el principio ,roiÁ ¿.=i^-rr.i,l,r:riil iij,i.i,l,.
l, 6s I.,
I lrr MANU^L DE DERECHO PENAL MEXICANO
LA VALIDEZ ESPACIAL DE LA LIY PENAL $7
lr¡nl.r rrrírn(lo han sido preparadas y consumadas fuera de su terrttono ctfto rear o de ra.l)roÍecclótt cotno el pefio?,¿lt ct
e ir¡r lrrsrl ('uando han sido cometidas por un extranjero".m ¡/e ra ,]rtclotzdrld*t{, se_
gún se trate de afectar er. interés jurí,lico ¿. ,n"rln.io,r^i".
f'¡rrticnclo de la premisa de que el delito no debe quedar impune, mexicana o bie' cuando er
a" Ia nación
\('¡r (r¡tl fuere el lugar donde se cometa, el principio llamado de la .sujeto áctivo der derito I;,;;^; nacional. La
f¡acción segunda der nlencioíaclo artíc,ro
¡rrrlititt nundial o uniuersal pretende que la ley penal a aPlicarse es tidos en los consirla<los nrexicanos o en contra
se refierc a Ios delitos cor.re-
,rqrclla del lagar en clae el delincuet?te se eficilentre; ello significa que dc su ¡:ersonar; e^ la
¡>rinrera situació¡r, cl precepto consagra pil,,.i1.;r' ,1""i')rrr¡torialid.acl;
/,t ley penal aplicable podrá ser la de cualc1uier Estado. Conforme a este cuando el delito se comete contra eI personal "f
principio "todas las naciones tendrían derecho a sancionar a los autores de lt¡s cor.rst¡lad«rs nrexica_
nos o])era el. pfittcipio real o de ta p:rotección.
de determinados delitos, cometidos en territorio propio o ajeno".21 La l¡retcnsión <le validcz
espacial clc. Ia Iey
¡enal rnexicr,,a q,,eda rurrn.¿¡rrá, ,'il'.o,r¡r.ión dc
c¡ue los de/itos ttr-,-/ta1a, sitro jnzgnho-r
cn. cr país en q,.,"1. cornctieron,
4. sier.pre que el diltor _(e et¡c¡tet¿Íri e, ¡erritot.iS-;r-i;Hep)Lt¡rr.
¿CuÁrrs soN Los pRrNclpros ACEpr^Dos
POR EL DTNPCUO POS]TIVO r\,{EXICANO ? Ill artículo i nrcvó Ia situación de I,is dar)to¡ co,,ti,,-,,'os conletidos
el qu"'r. sigr., ccnretienáo en Ia R.pr,bi;:r,"i"rr d".lu.r. en
,extra,jero
aplicación tlc Ia lcv L
El artículo 1 del Código Penal vigente consagra el principio de l,t ¡e,ar r,cxicarra c.stri rccoqic,ido p.ínJpio cle ra te
tercitorialidad de la ley al declarar qlre se aplicará en el Distrito Federal rritori,tlid,d. prrel el delito sc co,rctclen territorio "t _

,.,r.iorrl.l
por los delitos de la cantltetencia de los tribunales cottanes y en toda la co, rel:erencia al artícuro 4, debernos consicrcrar que r.egr-rra varias
situacíores: cuando er crejito .s coÁ"ri,Jo
Repiblica para los delito.r de la conrpete¡tcia de lo¡ Tril¡unales Federale.r.
utt ruexicano conÍr,t utexicano, funcio¡lan ",
t;;;;ri;""*irur¡".o ¡,,,.
Por cnanto al artículo 2, la fracción primera se refiere a aquellos simultíneanrc,rte ios
real y personal;cuando er derito ro comete an ntexicano 1>rinci.
casos de delitos iniciados, preparados o coil?eticlo.t en el extranjeto cuan- ¡tio.s conrrd ,rn
do prodazc¿ut o ¡e pretenda rlue tenglut efectos en el territorio de l,t 0xt''at2iero' estamos en presencia de Ia operancia
aia pr)rr;pio persoxar,
Repilblica. Ilsta prime ra fncciín prevé dos hipótesis bien diferentes: 1rcro cuando el delito lo comete el extranjer.o cotttr¿t, el ,aciánal funciona
cl
la prinrera, cr¡ando se trata de delitos gue prodtc€tt .tlts efectos en cl .principio.real o de la .protección. ft'-lrro precepá;;ndiciona Ia
territc¡rio nacional; aquí, evidentetnetlte, se consagra el principio de Ia r¡licación de Ia Iey mexicana a las ci,:cunstancias siggientes: I.
territorialidad de la 1e1,, atendíéndose a que la lesión se produce, a tra- 0l acusado se encuentre en eue
.ra Repríbrica;II. eue ,ro'i,o-'iaya sicro rle_
vés de los efectos, en el territorio de la ltepública; Ia segunda situaci<in fhtitit,amerte iazsado en. el país'en q.,. d"ti,q'',ó,"r y, III
¡lón de gu" rá rJacusa te,§a er car)cter cle dcrito e, eue la irlrac-
prcvista se refiere a los casos de delitos que se inician, prefaran o co- er p)ís elt q,te ¡e
meten en el extranjero, ltero c//1o-r r¡ur,o-r se pretende tengan ltgar en olecató y en la República.
el territorio de la República; esta írltir¡a situación recose tanto el prin- L¿ redacción del artículo 5 nos crerr.estra
la consa.gración del prin_
intereses, materia de tutela por la ley nacional, en cualquier lugar en que se les ofenda. "Por eso
dpio de ra territoriaridacr con,.ir.io"l i;L*;;,i;-,
o |ror extranjeros en arta ntdt'tt r¡r¡rdo t./c r,,qrrt;riá'r,lñr,ros ii'. mexicanos
la operaüvidad de este principio -afirma- suele reservarse para aquellos delitos que de aiguna ejecu_
manera afectan a la subsistenciá, organización o intereses ütales del propio Estado", tales como hd,s a bordo de un brqu.e.re guerrd,ocionnrí.to e,r-p;;;
su seguridad exterior o la falsificacióo de su moneda nacion¡I. Derecbo Penal. Pa¡te General, hrritoriales de otra náción; igud rárr.,or o en agras
p. 165. Ed. Civitas, Madrid, Primera reimpresión, 1978.
c'nreta en un b*que mercante,-sienrpre y.urndo ir*, á,í,ra"'.r delito se
20 14 leJ y el delito, p. 178. el delincuente no haya
2rCAsrsLL¡NosTpN¡,Oá. cít.,p.gT.Elfundamentodeeiteprincipiode"fusticiauniversal", lrlo juzgado en Ia'nación a que el püerto pertenece; los
delitos cometidos
se pretende encontrar en es e interés de la comunidad internacional en perseguir y castigar hechos l'hrrckr rlc un buoue iurto en puerto
delictivos que lesionan a uoa pluraüdad de Estados, tales como la trata de personas, genocidio, .extraÁjero,
hlritrrriales <le Ia f,epúbrica.
nacionar o en ag,as
etc., lo que apoya la idea de que deben ser juzgados por la ley nacional. "Mientras los principios -¡i'rr--i),lrrnrc la rranquiridad Dtibrica o si
de territorialidad, personal y de protección obedecen, en úlrima instancia, a un pensamientt, tl iltlincrcrte o el ofendi,lo' ,r" ¡,,;;;;'dr'í., ",',iil/,¡r'r1;*¡ln
nacionalista, el de justicia mundial aparece como ideai desideratum, presagio de un ordenamiento
,^ro ,on-
acuerdo .o,, derecho a" ,"áifro.iara)l^r", deliros
comunitario internacional verdaderamente soiidario. Ei principio del foro cosmopolita respon<h' *
!Í*,:1,..',::,?'lr^.:
frtfitetirlr»s a borclo de aerona,es "r ,nrior^r)s ,.ili,'¡iili?¿
a une pureza integral de la extraterritorialidad, según la máxima del i¡dex deprebensionis. El iut
puniendi se desliga de su adscripción a la soberanía nacional y se convierte en una misión <1.' lr0r¡ c, tc'rritorio o atmósfera-o ,gu* i"rritoriares " .. encuen-
coopcración internacional, al servicio del interés predominantemente humano y no meramenl(' p,r' r'rr ,rs casos a,árogos a los senaiaJo, pr* uuqr.r;o, o extran-
nacionares
r¡acionalcs". Gonzalo RoDRJcuEz MounuLlo, Ob. cit., p. 166.
ll,t ¡'¡l.ri.r('s y' r)()r úrlinro, Ios deritos coÁletidos '"n rá, embajadas Ias fraccio-
y
LA YALIDEZ ESPACIAL DE LA LEY PENAL I39
I )t{ I\IANUAL DE DERECHo PENAL }{ExICANo
señala que el territorio de la república comprende las partes integrantes
lltexicanas.r' Resulta clara la identificaCióu, en todos
estos
l,.ri;¡r ionc,s de la Federacióny, además el de las islas, incluyendo,los arrecifes y cayos
..i,,,., .lcl principio de la tetritorialidad de la ley si.se atiende a que'
de los mares aclyacentes, el de las islas de Guadalupe y las de Rer.illa-
en alta mar O en
tr.rl.inrluse da ar"r"r O aeronaves nacionales, bien Pr'rel- gigedo, situadas en el Océano Pacífico, así como la ¡lataforma conti-
t()s cxtranieros, bien en tierra, en aire o sobre agtras territoriales éstas
nental y los zócalos submarinos de las islas, cayos y arrecifes.
y
tajo la protección de la banclera mexicana P9: Igual ficción
,,1 Respecto al sub.ruelo, parte del territorio, se encuentra sujcto al ré-
",r..,",.íra'
.'t, l;ñ;;" .o,.,rí.l.run'parte inregranre del territorio
o"
li]]..tun. pero girnen de dominio directo de la nación según lo declara el aLtículo 27
extranieras surtas en aguas uacionales'
.ii,.l;:óá g.,.rdr., las naves Constitucional, en su párrafo cuarto, que textlralmente dice: "Corrcs¡>onde
o, bren cuando
stilo en los casos en qlle se turbe Ía tranquilidad pírblica a la Nación el dominio directo de todos los recursos naturales dc la pla-
aun cuan-
ct clelincuente o el ofendido no pertenezcan a la trtpulacton' o de la taforma contineutal y los zócalos submarinos de las islas; de todos los
;;-;; i, s"g,_.,n.I" r,ipJr.rt, p"ré.. funcionar el principio real minerales o substancias que en vetas, mantos, rnasas o yacirnientos, consti-
IL'otección. tuyan depósitos cuya naturaleza sea distinta de los componentes de los
5. CoNclPro DE TERRIToRIo terrenos, tales como los minerales de los que se extraigan metales y meta-
loides utilizados en la industria; Ios yacimientos de piedras preciosas, de
C,rsrMaNos TENA, al referirse al tetritorio, exPresa que aun
C\]an-
sal de gema y las salinas formadas directamente por las aguas marinas; los
<Io etirnológicamente la citada palabra significa.lo
relativo a la tierra, tra-
productos derivados de la descomposición de las rocas, cuando su explo-
,anaor" dei Estado debe entend"rs" "t sentido lato, ptes,el
territorio
sino también el sabsuelo' la at- tación necesite trabajos subterráneos; los yacimientos minerales u orgá-
no sólo está formado Por
-rra,firr, el suelo, Por
y plarafortnd co'xr;ltental: nicos de materias susceptibles de ser utilizadas como fertilizantes; los
rÁ^ foi, o lá lorg, 4, Ut costas l.a
combustibles minerales sólidos; el petróleo y todos los carburos de hi-
nor ello estima que territorlo del Estado es iodo'el espacio sobre el caal drógeno sólidos, líquidos y gaseosos, y el espacio situado sobre el territo-
ir,'r-4u,,:, su ¡i,ler."r Ponrr Prur considera que el territorio del [s- río nacional en la extensión y términos que fije el Derecho Intcrnacional".
t^.io á¡rt.r, o) rt espdc;o lerres.tr.e'.que a su vez comprende: el '¡ttclr¡ Con relación al territorio marítimo o ?ndr terrttortal, forrna parte del
v el sttb¡tteto; lr\ El it,t territori'ri, in-tegrado por la stpetficie del rnrr' territorio nacional, según lo declara el propio artículo 42, fraccirin V de
Lii",,ií, ¿"r,,.,iínn y el sabstrelo ttt,trítii¡to;.c) El dift terri¡ot'ial o esp.tr'
la Constitución Política de los Estados Unidos Mcxicanos, al decir: "El
,';i""¿,,:rr,i- J¡ fm'.orm o teritor¡o ficticio, en el qr.re. se irtcluyen las
",;;t,;; tcrritorio nacional comprende: V. Las aguas de los nrares territoriales
(t"rlitoáo floiante) y lx aetonales (territo:i", -":?1t:),'l en la extensión y términos que fija el deredro internacional, y las ma-
El )erritorio o espacio tet)'eslfe propiamenle tal de la nactotr, se err-
(]cneral rítimas interiores". A su vez, el artículo 27, pírrtfo quinto de la misma
..,.nt* deterr-.inado'po, el artículá iZ de la Constitución dc'
(bnstitución declara: "Son propiedad de la Nación las aguas de los
i" nápnUfi.a, n-,ientral los artículos 43,44,4t,47 y 48 prccisan cuáles
lrr;rres territoriales en la extensión y ténninos que fije el Derecho Inter-
,o1 lár partás integrantes <le.la Fedetación; el territorio integrante de ¡racional ..." EI propio artículo en su párrafo octavo expresa: "La Nación
ellas; el' régirnen il qu" cleben someterse los Estados en cuestiones ejcrce en una zona económica exclusiva situada fuera del mar territo-
á"-iárit.r y"la jurisdi.Jió, , la cual quedan sometidas las islas de am- rrtl y a"dyacente a éste, los derechos de soberanía y las jurisdicciones
bos mares pertenecientes al territorio nacional. El primer dispositivt> r¡rrc determinen las.leyes del Congreso. La zona económica exclusiva se
El r¡tel¡olecto de CóJigo Perrrl ¡ere el Distrito y Territorios
2:.]
Ia.
F.ederales' ellbora'lo
fr.ección v del artícul,¡ cxtcnderá a 200 millas náuticas, medidas a partir de la línea de base desde
¡,,,r la procur;r.luría Gene¡al- á" t" n.ptyica en 1g5g, suprirne
(lue se rrbirl'Ír lr¡ t'tral se míde el mar territorial. En aquellos casos en que esa extensíón
,rp;;;";; i;;it;" ide¿ rle que la porción.del s,elo en
i tlel cócli¡¡o
i ,., .,,rhaj,,,i.,s'igente.
l)-l"g"cio,i"s dcbe conside¡arse tcrritorio nacionll' ¡rrocluzca superposicíón con las zonas económicas exclusivas de otros
a:) Ot,. t.i.. 1.9t, . listrrdos,la delimitación de las respectivas zonas se hará en la medida en
zc Ob. cit., p. 65 . paraReyes EcH¡¡'tora, po r territorio se entiende el e spac,io dentro del t u
tI
,¡rr,' rcsultc necesaria, mediante acuerdo con estos Estados", comple-
que rbarca la
tl l..stado e¡eríe'su ,obrroiio y ll ,,i.n-,o .oápt"n,i"' a) el ámbito supert'icia.l
srr

(.,rntin.ni", archipiéiagos) yel territorio ficticto (íctio iuris) qtt sc tr¡r'r¡tanckl las disposíciones constitucionales invocadas, los artículos
i^rfl.i" r.áirorial islas,
b) cl espacio nt,arílino, y c) "\ l''',.t", frlcriones ll, lV, IX y demás reiatrvos de Ia Ley Gene¡al de
rr.lr(.r(. ¡r lrrs ¡¿r,es matíltnras y rtéreas, sean mercantes o de guerra;
,.,1,,t, t,, ul,tr,,¡¡. l)cracho y"ií il"i é)n"rot, p 69, F.rlitorial Témis,l)ntli'cinra erlicitin, st'¡ltttt'l'rrl tlrcrrts Narionalcs de 22 de diciembre de 1981, promulgada por el Eje-
Ilo¡otá, l9Yfl. Coinci,le .on .i .or."pto de lerrirorio, [loolf<;utlz lllotlttlrlt'o
r,.rril¡,r,.sirin,
rlrurr.rrr¡rrr.porl;tl St'r'rllittltl."'r)os(ilol,rpro¡lil/icria(Contincllfct'islrrs)'sillot¡rrrlriórtltrrloslor
rutrvr» lic'rk'rrLl ci 2i dei rnismo mes y año, publicada en el D)ario Of)c)dl
jrlri:rlir'ci<'rr"'l ,lt'l.r lr«',lt'r'rrririn clcl u de enero de 1982, pues el priluero de talcs 1,rt-
,,,,,,.'1,,ti.,,,,()(\l):l(i()s,1,,,,,j.'1,,,t'1"'"'''Í'''tltlLtr'ttlt'('j(l(-( sll:ttllotl'lrtrl.i r(,r, ry,
() 1,1,,s 1,,r,¡rI ]',r(
,,,, , , :1,,, 1,,,,,,,,i, ¡,,,,t,.,1,.1 t,.r rrr,,ri,,,.l ilr,rr t,.rritoti.rl,,.l,.r¡,,¡, |1r:rir(
s
,
,,,, 1,t,,,1, r.r t'l,.ll,, ll'''ll ll,l, lt'll tl, ()i trl ,1t l)l'
l,l(l hIANT'AI. I)Ii DI]ITECHO PENAL MEXICANO LA VAIjDIZ ESPACIÁL DIt LA LrrY ptiN^L
141
rrl 't,'¡ rl(\ l.u.r ([¡c con]ponen eI patrimonio nacional, tanto los bienes pondtente,_qlre l)uede verse amagado desde lo alto
1l¡ ltrttt!tttttt l'ilblico, entre otros, Ios precisados en los artículoS 27, pá- sin limitación ¿e
altura . . .
La reciente conc¡uista por er hombre crer espacio cósmico, ar-
rr.rlrrr rrrirrto, quinto y octavo, y 42, fracción IV, de Ia Constitución tera
(icrrt'r.rl dc la República, etc. El artículo 18, fracción II, de la Ley .profunda,rente los conceptoi existentes hasta arrora cn esta mater¡a
y habrá de dar orisen a soluéiones nuevas. E. todo caso, Jra
( it'¡¡crrl de Bienes Nacionales, gue se publicó en el Diario Oficial de de acrver-
tirse que la ley chirena se refiere únicarncnte al ,cs¡racio
l.r licdcración de 30 de enero de 1969, expresamente señaló, como bien at,rosfórico, y
éste no aTcanza a miis de g00,000 metros sobre
,lc uso común el mar territorial que comprende las aguas marginales el niJer der-,.rar,,.:ú
Jrasta una üstancia de 12 millas (22,224 metros), de acuerdo con Io 6. La rxrnao¡c¡óN
dispuesto por la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos,
Llámase extradición al ¿cto de cooperacíón
las leyes que de ella emanen y el derecho internacional, en la inteli- el cual un Estddo bare r,rtr:rgu r-oiíi,'preuta interuacionttl meditt,te
gencia de que salvo lo dispuesto en el segundo párrafo, la anchura del peticiólt o requertmiexto
de un delincuente qué se €flcueflrra
mar territorial se medirá a partir de la línea de baja ntar, a lo largo en su terrirort'o, pttrd ser juzgado
por el delito cometido, bien poro
de las costas y 4g_lel_lg]lg qqe_fgrman parte del ter¡itorio nacional.24 bi'
Esta institrció. surgió .o ú, cotrputgue la pena impuesta.*
Iin cuanto al eipdclo aereo terrftoflal, constrtuye una materia en tor-- co,'ro una'necesaria .óop"rr.ión e, er orden
internacionat para evitár ra.inrpuni<iad
mación, en la cual la doctrina no muestra conclusiones homogéneas ni
mayor imporrancia.en virhrd de ra rapidez
i"r^.[riá,t;;;;;" día a día
<lefinitivas. Son tres las teorías elaboradas al respecto: la de la libertad: cre las'ri;;;;"r¡,nicación
que facilitan al deli,ctre,te el sLrl¡stralrse
la de la soberanía y la rnix/a, qr,re sostienen criterios divergentes. I_r a Ia acciitt cle la j,sticia cle I
país en que delinquió.
primera proclama la libertad del espacio aéreo, mientras la segunda
Es regla casi común qre cn ros Tratados cre extradición
pretende considerar como parte integrante de su territorio a la capa entre otras, las siguientes conclicior)es r)ara conceder
se incrui,en,
atmosférica comprendida dentro de los límites de sus fronteras territo- tlelincuentes: 1e Que el hecho irrr¡-¡¡x¿j c.rti
Ia entrega tre Jos
riales. La tercera teoría concilia las anteriores estableciendo un espacio eyft¡.s.r,,,,,o,,,)' !,;.e .i,/o r/,.t_
,:: ca.tá.log.o de delitos qta pucrle tt ¡er tilatet.ta
aéreo soberano y otro libre. Sobre este particular, escribe Eduardo No- !rl
2e Que tal heiho /e)/.{tt cl ,n'rártr', t/e ttcüt),
tíe /,t cr!1.,/,/tc/o,t;
voA que "para algunos todo el espacio aérm debe ser libre como la alta nlr"rr,',i'r,,',í",,,,",,,," .rt¡¡iben
mar; otros proponen una línea ideal, trazada horizontalmente a una ,c et)cilett/ie uit'a lo ,t¡ció, y,r,,!,ii'
;' ['fjir'!"¡r';"p"ui 1..,r,'l l,c,r,cpttirlo:
alhrra determinada
-las alturas propuestas varían desde los 100 hasta :/, t;,;;,:'ñffi,il:,,::':'j0"";fi;,1 T:,T: ,;?,,'"i;u,li,;,íi:,i;,:i;^;;|:
los 25,000 o más rnetros- que separe un espacio inferior reservado a r''o' polílic'J, a,nque esta regra ,.,á
Ia soberanía del Estado subyacente y otto superior que resultaría libre; ti.n. caráctcr generar, y a ros sib-
los más creen que el espacio aéreo, cualquiera que sea su alhrra, debe
&;Égx;,'t 1?"iilili{ :;:pr,:i; ;,;i; :;;;' ;i i.,.,do d.
quedar sometido a la soberanía del ilstado subyacente, si bien respetan- b ct¡¡o de Derccho penar
cbireno, p. 717, Edito¡iar
do el libre tránsito aéreo internacional. La mayoria de los tratadistas, tr¡ constitución no consagra no¡mas Jurídica de chile, 1g60. Nues_
*re ¡¡specto se remire a Ia extensión especiares, a.li,,itrnáá li*ü.;";:r.o, pues en
Iegislaciones y convenciones han apoyado esta última tesis, basándose v^.oariiaua", ,".-r,"¡r*.í"ii
rir»¡¡t. El a¡tículo 42 de ra conrtii".idn'ili;:; ár..no inte¡na-
en que así es necesario para la razonable seguridad del Estado corres- a.. lo, rriJár-üü"J'¡¿*ícanoc, en
¡u fracción vI, prescribe ro siguienie: ,ri"','üitorio
,comprende: Er e.rpario
nacionar
2'1 bis El párrafo segunrlo de la cirada f¡acción II del artrculo 18. decra telrtualmente t(r ',',,'í: ;:!:;""1,1::;::;:.,r.acioíat' i"' ;' v nodatidi"i l)) ,,ubt,,,o ,t
")i"o'¡¿'
siguiente: "En los lugares en ilue la costa del territo¡io n¡cional tenga profunclas aberti¡ r La extradición:
dice R¡vps ECHANoIA, es e/ c cto en uir tu
ras y escotacluras v en las.luc'hav¿ una frrnla de islas a Io largo de la cost¿r situa.las,n ¡ J¿t ile la ettrega de una person.a a otro Estado d del cual ,n E sta¿o solicita, ofrece
sr.r proxirnidad inmeriiatn, podrá acloptlrse c(,n.lo niedida para trazar la línerr de base des,l,' inre¡esa.do p"), lrr'
tt r¡rtación de una sen¡enc.io.rordunoiorio-r;;;;;ii, ¡urr,n penar o
"i"i,.i)ít
la que ha iie medirse el D.rar tcrrit()iral el tle las líneas de base ¡ecias (lue nnan los pLrn r le I n cxr radición
se prerende hr..;
pr./*,í"
i^iá1.ár''iiíior^"o, a virrud
tos más aclentrados en e[ mal'. EI traza.lo de esas lineas de base no se apartará de rrr¡ ;";;;i;
";i ¡rrrríi.;,-
. err rr¡rrt'l <londe comerieron er dÉliro,.rr;;;;". h;; ¿" lo, d"li n.u.n ilJ.n-.t pri, de origen
rn;rnera apreciable de la dirección gcneral cle las costas y las zonas de mar situada-s,1,-l rraslad¿do a olro rrarando cie burrar a la
lt¡rrrir" l',[in,paraRoonlcuezMor-¡nuriorr.r"rJi.,on.onri.,",j"r,".i.;::"',,enrregaque
lackl de tierra de esas Iíneas, estarán suficicntemeote linculadas al dominio terrestre p.ir.r ,, l.¡ril{1. l)ace a orro rrc,n acusado. .."¿."ra.'qi"
urr.o i.irit-""'"iii?rrürio der primero
estar sonletidas al ré.r¡imen,ie las agr-ras interiores. Estas Iíneas podriin trazarse hacir l,¡.
'lr "llr'¡ 'r [i¡r <l'' (rr¡'(' er scAundo, 1,,,"a, ¡rrgrii"i-"i..r,rrr, ."rd;;;;'iA.'ür.r"'r.non o,^, o4
clcvacir:nes que emerjan en baia m,tr, curn,lo sobre cllas existan fa¡os o instrrlrrcioncs rrrr, ttt.¡r /'¡,1.,,zAN,rl t.r¡z¡,,ro, Elio,",to, ¿Zorr"rii iur;¡,-p;
permnnezcan constanternente sobre el nivel del mar, o cuanclo tales elevacir:nes cstó,r t(,r.,1 lr¡l(.r,1 ./ I\lolrRrrt t.o, ()b. cit., ;:;;'.É; i¿;ir,fieorJ, 1979; R,,.
p. 167).
() ¡.xr(i.rlnrcnte a una distancia de Ia costa firme o de un¡ isle <¡ue no e\(e(la,le 1a,,, ''i'l'r' li.l,liír,r't., I)¡,\tS.\ stñll¡t r.l,rt
rlnrr;r dcl nlrrr tcrritorial. I-as instalaciorte; pr:onanentcs nr;is aclc¡rtr;¡rlrs en el ntrr.,¡,r,' .,,' r 1,,.. ,1, lrr,, I't I't,,,,,;i,.;,, ,1,. lr,.:.t!,;.;,.r.,/,l,rit:ci¡tio: qrre irrf.rntin l¡ (.xtr.i,1i.i(in: ,:./ ]lr.l.r:i-
f,¡rnctt n;trlc irll('lIrante clel sistema ¡rrrttr.trio. se ronsiilc,:rii¡r d(»'uo ]r.rrt(.tle la <ostr ¡,.rr., r1Lrt. ,,,,,rir,. rn rro :r,l¡¡itir (\lt.:is (,nr\.ii
rlr, ,,irr ,¡rrr. I r. ( . J,r( .. r rtr. ..t.lr,rl.r,l,,, ,lt. trtr
1,r., r'lrrlrrs ,lr. l.r .lclitnii;¡ciri¡r ,lr'l ,rlirr t(:r¡r:,'ri rl ,,, ,.1 ,l< rt., lro tsr tilo (rtill,lt .tr.t,/,;t,;,, tit:,. 1,.,
l',,, ,;, ,1,,r I .,¡tr lrr,.r rllu,l ,1, Lt,i,,lll,
,,,,,,,,;,,,,,,,, ,,,, , ,,,
II' IrlAt{tl;\l- t)ll DERECHO PENAL MtrXICANO LA VALIDEZ ESPACIAL DE LA L]]Y PENAL L43

f ,.r t xtrrr,lici<in puede revestir las formas: actil'd y pdsiua. La extra- La constit¡.rción mexicara, salvo los casos de crcc¡rción regulados
,lr, rrin t'\ (t(tit,,7 cuando se contemPla desde el punto de vista del Estado
.,olr, rtrrrrtr'. ('s decir, cuando se teqttiere la entrega del sujeto declarado l)or el artíclrlo 15, no pone taxativa alslrna al colrtcnicio o materia de
los tratado.s cJe extrrdici6n. Tal pr"."pto prohíbe I:r cclcbracrirn de tra-
rrrl¡,;¡f ¡t1' o sobre quierr pesa ulla orden de detención Pafa Ponerlo baio tados para la exLradición de reos porítrcos o para aqucllos clelrncuentes
¡l ir¡l',erio soberano de su ley nacional. La extradición es pasiaa cgando del orden corrún gue haya' te,idó, en el paíi don.le cornetieron el de-
sr corrtcmpla desde el punto de vista del Estado que hace la entrega lito, la condición áe esclavos; icualn-rente prohíbe convenios o tratados
.lc'l <lelincr:ente reclamado, ¡ero. en puridad, se trata de una sola extra-
en viririd Ce los cuales se alteran las garantias o derechos esiablecidos
,licir'x-r y no de dos, aunque la doctrina se haya referido a estas forn-ras
por la Constitución pa_ra el hornbre o el ciudadano.
con relación a la actitud que el Estado toma como solicitante o soli-
Nuestro país ha celeb'ado, entre otros, los sisuientes tratados, con-
citado. En realidad y como se ha destacado frecuentemente, la importan-
cia de la distinción anterior radíca en la distinta posición guardida por
verrios o convenciones de exrradición: Convenio te extradiciin con el
Peino de Bélgica, p*blicado en el Diario olicial de la Federación de.
el Estado solicitante y el solicitado, ya que la extradición activa engen- de agosto de L939;28 Tratado de extradición con la República de
dra, se ha dicho, una mera expectativa, en tanto en la pasiva se trata de -11- l:-l
salvador, de 12 de agosto de r9r2; Tratado con los Estadts unidos de
un problema que entraña aspectos jurisdiccionales que deben satisfacerse
Norteamérica de 22 de febrero de 1399; Convenio adicional, aI Truta_
previamente a la decisión gubernamenial de acceder o no al requerimien-
do a¡te¡iormente citado, de fecha 2g de marzo de l9O3; Convenio
to de entrega. Dicho en otro giro, y como lo expresa RooÚcurz Mounu- c,ronal al propio Tratado, pubricado en er.Diailo o¡li;at-áe
adi,
Lto, "la extradición activa es, por esencia, facultativa, ya que el pedir de t927,.que alrmentó r¿lista de ros deritos.o,rpi.nJido,
rr ¿. agosto
es siempre libre, mientras la pasiva suele entrañar cierta obligatoriedad mismr¡
de¡ivada de tratados, leyes internas, costumbre o reciprocidad".%
con aquellos cometidos contra reyes dictacl^ prrá la supresió. ", "lder trá-
JlrrrÉxrz o¡ Asúa acluce que hay autores que se refieren a una ex- !!:o y del uso de narcóticor, .o,rÉ., las leyes i.lrtiu* u'1, irnrfactura
ilícita o al tráfico de substa.rcias nocivas á la salud, o productos
tradición Ilanrada t,oluntaria, la cual consiste en la entre¿¡a que de su cos venerosos, así cor¡o sobre co.trabando; convenci(rn
<¡uími-
propia irersona hace el delincuente. sin formalidad de nineuna espe- celebrl !.r c,r,
la.República de Guaternara con fecha 25 de septienrb."
cie.:¿o
bb Tal forma de extradición
no debe confundirse con la espontánea, tado con Italia de 1g de octubre de 1g99; Traia,lo y Convcrrción
¿ r89); .r.ra-
consistente "en el ofrecinriento cle la extraclición, por ¡arte del Estado l>rados con los Países Bajo¡, de fecha 16 de dicicn-,1-,..1
celc_
silPuesto reclatllado".sT ,lc r)07; ^fratacl<t
entre México v Cuba, publicado en el Di¡rir., Of iciat
Por último. se habla tarrbión de la extradici(rn de trán.rito, la cr-ral de 2L de junio
rlc 1930; convlnción sotre extradici<in fi,racla
-
en Mo,tevideo eI 26 de
consiste en ia autorización dada por un Estado l)ara que l)or su tcrrito- rlicicrnbre de T933 por todos ros países crel
rio transíte el reo entregado a olro Istado y Pueda así llegar al lugar continente ar.nericano, el
.rral. aparece publicado e, el Di¡rii O¡iriot cle
<lc su clesiino. sihración ésta a la cual se le nicga, por algunos, su ca- la Federación de 2i dc
¡rhril de 19)6, et c,yo articuro 11' se ást¿rl¡lecen .o,ro .onJiciones
rátcr clc e>:iradición, alegando se trata de un simple perrniso adnrinis- para
l, .entrega de ]os delincLrentes: eLre el l:stado require'te tenga ju-
tr¿ti¡,,o cle tránsito. 1)_
risrlicción para juzgar el hecho dáliciuoso que se impLrta al
cl hecho que motiva la extrcdición debe estar incriminado tanto en la legislación del estadrr indlviduo
t«r latnado; y b)
rcquirente como en la dcl rcqueritlr:', 1'; Prirc)pi,¡ de la crpecirtlidn!, quc significa que el Que ei hecho por el *rf ," reclaira la extracrició,
cxtredita(lo no podrh ser juzga,lo por ning[rn delito distinto del que rnotivó Ia ext¡adición: l.r!:r el carácter de delito y sea punibre por las leyes del Estado requi-
4p PrinciPio de l¿ to c'nÍre.q:t ftp¡ delito.r politicor, el cual encuentra su fund.¡mento er) ( I t.rrtc.y por las del Estado reqrerido con la pena mínima de un año
,i,:recho le a.rilo; 59 I)tittcilio de lt t¡o etttrcy.t l)ol delito¡ e.rc¡ci,tltnente ni/il¡tet, y 6')
l\li¡ti»t¿ ttott cilt.1t ltrt'/ot, principio bajo el cual 5s s¡6luye lx (xtrr(lición ¡elrrtiva r i,r
rlc ¡rrivación de libertad; convención internacidnal para la represión
de
f r,rccionc.s clc mínima gr,rvedrrcl: D) Relativr¡s a los delincuentes Principio de to entre¡ia d, i l¡r f':rlsificación de ,-roreda cerel¡rado con Albania, hlemania,
Australia,
)..ilit)»rl. Ob. cit., l-1.. 212-238. lkal,rli<:r. Gran Rretaña e I¡1anda septe,trional,
z6 Delecbo Penal, Parre Getteral, p. t70. Editorial Civitas, P¡ime¡a Reimpresión, ( ,lr.r, I)i.rrnrarca, Francia, Iniia,'Jap6n,
Chi.a, corornbia,
Madrid, 1978.
Grecia, Hr-r.gría, Italia, Luxen-rbur_
28bls l/, ley el delito, p. 193. Comentando la ley española y despues de pLc
tisar que la ext¡adición t'oluntaria es aquella en que.la persona con¡iette su extrf, ll
,lición, Gonzalo Ro»nicu¡z Mounurro expresa que el consentimiento de la pe6on.r
rtr l.¡nrr,la (lctermina, conforme 4 la ley mencionada, que el iuez pueda rccc<lcr r Lr
,lrr¡¡.r¡r,h rlc cxtrarlición, sin necesiclad de "eler;ir las actuaciones a la aurlienri:l , sr(rl
I'r(' (lu(' ¡rr¡ sc suscit¿rcn obst.iculos lcgal,,s. l)á. cit., 7r. 17¡.
l',,l r r l', lt. t¡l'. t,/., l'. i-l i
¡\IANUAL DE DERECHO PENAL MEXICANO
LA VALIDEZ ISPACIAL DE LA LEY PENAL 1,45
I ll

rio, I\l(rtritco, Paises Baios, Polonia, Portugal, luTlli^, Reino de Ios c) EI Estado mexicano exigirá, para el trámiie de la solicitud de ex-
tradición, que el Estado solicitantei" .o-pto*eta a' la. reciprocidad; a
5..rr,,,r, croatas y Eslovenos y unión de las Repúblicas socialistas y
(irnvención Inte¡nacional relatíva a la represión de la trata de blancas qve ?xo serán nzateria del proceso, ni aún como circunstancias agravantes,
mayores de edad entre México y varios países'2c los delitos cometidos con anterioildad a la extradición, salvo los casos
von el
'procedimiento del delincuente entregado de excepción señalados; que el presunto extradirado .¡ará .¡ometido a fii'
At decir de LISZT,
al prittcipio áe la'especialidad, ya que sólo puede iuzgá1 bunal cámpetente establecido por la ley con anterioridad al delito q_ue se
oueda suieto
pedido y obteñido la extradición, de
i';"ii,J pá' Lr cual se há ^diversos le impute én la demanda; que será oído en defensa y se le facilitarán los
l;i;;"; recurios legales; que si el delito imputado se sanciona con la pena de
;;;¿;; cometidos con anterioridad
ñ.-i;;;;¡.,.,^ po, detitos muerte o algunas de las prohibidas por el artículo 22 constitucional, .¡ólo
a la extiadició,será admisible, como excepción, cuando constentan el
se le impondrá la de priiión; que no se concederá la extradición del mis-
Estado que ha concedido la extradición-'ó-El-defiñcuáté, o cuando
éste
mo individuo a un tercer Estado, salvo los casos de excepción seilalados
t t.riiao tiempo suficiente para ausentarse del te¡ritorio del Estado (artículo 10).
"y,
re(oirente o **do haya regresado de.nueva cuenta a él'so No se podrá concedu la extradición:
Por rcextradición sé entiánde la entrega del delincuente
hecha por
previa a) Trátándose de personas que paedan ser ofieto de perecrciót po-
a frir¿o que obtuvo la extradición, en favor de un tercer Estado, lítica del Estado solicitante, o cuando el reclarnado haya renido la condi-
át.thrá, i efecto de ser juzgado por delito distinto al que ameritó str
ción de esclaao en el país donde cometió el delito (artículo 8e);
*ti"ai.i¿" y cometido coá ñterioridad, o Para que cumpla la senten- b) Cuando el delito por el cual se pide la entradición es del fuero
cia que se le hubiere imPuesto. - tnilitar (artículo 9e) ;
ptr Decreto del Ejecuiivo Federal de 22 de diciembre de 197) se Pro-
c) Cuando el reclamado haya sido objeto de absolución, indulto o ttt -
mulsó la Lev de Extiadición lnternacional, expedida Poi tl Congreso
de
año,-pubticarrdq:. en et Diario ni¡tía o cuando babiere cumplido la conden¿ relativa al delito que motive
i;-ü;¿; ui"e ¿. diciembre det propio el pedimento;
óf¡r¡ot de la Federación el 29 del *iirno *es y año, mediante el cual se d) Falte la querella de parte legítima, conforme a la ley penal mexi-
;i;;;;á i; ;; de i"tradición hasta entonces vigente, la cual se había cana o a la ley aplicabl.e en el Estado solicitante;
*--i^ el 19 de mayo de 1897.
dicta?o e) La acción o Ia pena se encuentren presmitas conforme a la ley me-
nrr.ua Ley dellaró, en su artículo 1e, de orden público.y d: r?r?::
entrega'r a los xicana o a la del Estado solicitante;
ter federal sus disposiciones, así como las condiciones para la juris-
a los acu- f ) Cuando el delito haya sido cometido dentro del árulti¡o de
ilüi;ü;. ñ ;;i[.i;;,-á^ilao no exista tratado internacional,
delitos del orden dicción de los Tribunales de la República (artícr:Jo 6e).
;J"; *i. sus tribunales, o condenados por ellos, por lolicitadas por el go- g) Ningtin mexicano podrá ser enilegado a. ,/n Esta.do extrunjero sino
.á-.i"; el artículo 3s dispone que las extracliciones Gn casos excepcionales a juicio del Ejecutivo (artículo 14), pero la cali-
bierno mexicano se regiár, poi lot tratados vigentes y a falta de éstos,
dad de mexicano no impedirá la entresa del reclamado, cuando haya sido
por los artículos 5, 6, It y 16 de la misma Ley' -. . -
t--$; rdguirida con posterioridad a los hechos que motiven la petición de ex-
principios'"r"rrciri.s que rigen la exiradición internacional, de
ttadición (anículo 15).
acuerdo ala leY vigente:
a) Podrán'ser"objeto de extradición los individuos contraresponsables quienes en
.tr;';r'", t, ii,nyi innbado un proceso pettal como.presuntos . La ¡:xrn¡,olcróN rNr.ER-REcroNAL

de.rri delito, o io" sean reclamados paia la eiecuciilt,de.sentenda dictada De acuerdo con el artículo 119 de la Constitución Política de los Es-
pál lot irtirld)des judiciales del Esiado solicitante (artícuto 5e). lrtlos Unidos Mexicanos, segírn su texto actual, ,,Cada Estado y el Dis-
b) Dará¡ L-,go, u la extradició¡los delitos intencio?M/¿s definidos err l¡ho Federal están obligados d. entregar sin demora a los indiciidos, pro-
laleymexicana,cuandoseanpurriblesen.éstayenlasdelEsladosolicitante,
-roo'prio J0tdos o sentenciados,-así corno a placticar el aseguramiento y ,rtrrg) ,1,
cle piisión cuyo téirnino rnedio ariimético por lo
ntenos sea de
cbictos, instrumentos o pro'ductos'del delito, ate"ndiendo a ia autorida¿l
,, irio ,le piisiór, y no se encuentren.comprendidos en las excepctottcs lt caalqa.ier otra entidad federatiua que los'reqtiera. Estas diligencias se
¡rrcvistas pór la misma ley (artículo
6e)' plrticarán, con inte¡uención de las rispectiuas procuradurías geieralcr ,lc
- * Dlruit Oliciat tte l.t I:¿'ler:ttión cle S 'lc iulio tle 1916' pltiritt, cn los t.é1m-inq de lo¡ ,ouruiiu de cálaboroción qñ, al cfcctr,
'.lo p¿'¡¿¡/1p Inletttarirtttl Ptiblico' I' 1ll' lJ'lr(.(-l()l)a' l9ly ¡olobrcn la.¡ cntidades lederdtiuas. P¿ra los tuismos fitrcr, li.r D..rtutltls y cl
I,1(, MANUAL DE DERECHO PENAL MEXICANO L,{ VALIDEZ ESPACIAL DE LA ¡-EY PENAL 147

cioncs de lds entidades federatiuas y a las Leyes Penales y de Procedi-


Dtst¡ilo Ilederal podrán celebrdr conuenios de coldboración con el Gobier-
no Federal, qaien actamá d traués de la Procuradsríd General de la Re- mientos qte la rigex. t

"Se pondrá particilm cuidado y eficacia en el intercarnbio de infor-


fública, I¿s exfiadiciones rt rcquerimiento de estado extraniero serán tra' mación en los siguientes crrsot:
mitada¡ por el Eiecrtioo Federal, con la interaención de la aatoridad ja-
dici¿l en los térmixo¡ de esta Constitr,rción, los Trdtados lnternacionales "1. Cuando de las investigaciones practicadas con motivo del trámite
qae al respecto se suribdn y las leyes reglamentarias. En eso¡ casos, el i9 *" averiguación previa se desprenda que existen datos de la posi-
aato del juez qae mande camplir ta reqaisitoria será bastdnte pdrd. no' ble comisión de delitos perpetrados en otra entidad federativa.
tiaar la detención hasta pu sesentd día¡ xaturales". "2. Cuando de los datos recabados en una averiguación previa se com.
El referido texto se originó en el Decreto promul gatoio del Presi- pruebe que se trata de uno o varios hechos delictivos relacionados entre
dente Constitucional de los Estados Unidos Mexicanos, del Decreto ex- sí o que se hayan iniciado, ejecutado, continuado o consumado en más
pedido por la Comisión Permanente del Congreso General de los Estados de una entidad.
Unidos Mexicanos, previa aprobación de las Cámaras de Diputados y "3. Cuando el Ministerio Público, de l¿s diligencias practicadas, ad-
de Senadores del Congreso de Ia Unión, así como de la mayoría de las vierta que el hecho delictivo que investiga tiene ramificaciones o existen
legislaturas de los Estados, sobre reformas a divetsos artículos de la Cons- indicios de su comisión o de la participación de alguna persona en otra
titución Política, decreto aquél que aparece publicado en el Diario Ofi- entidad federativa.
cial de la Federación del 3 de septiembre de 7993. El anterior texto decía: "cuando sea necesario las Procuradurías abrirán averiguación previa
"Cada Estado tiene obligación de entregar sin demora los criminales de a solicitud de cualquiera de ellas hecha telefónicamente, pór telex, fax o
otro Estado o del extranjero, a las autoridades que los reclamen. En cualquier otro meüo de comunicación otorgándose reciprocamente to-
estos casos, el auto del juez que mande cumplir la requisitoria de ex- das las facilidades para el éxito de las investigaciones.
tradición, será bastantepara motivar la detención por un mes, si se tratare . "Las partes se entregarán sin demora los instrumentos, vestigios, ob-
de extradición entre Estados y por dos meses cuando fuere internacional". fctos o productos del delito que sean necesarios para integrar uña averi-
La Ley reglamentaria de este precepto, (119) de 29 de diciembre de guación previa o para ser presentados en un proceso, aunque no medie
1953, publicada en el Diario Oficial de la Federación de 9 de enero tcquerimiento expreso.
de tgi4, aunque no derogada exPresamente ha quedado de hecho sin "Para efectos de investigación, la policía judicial de cualquiera de
aplicación, cuando menos parcialmente, atento al contenido del nuevo las partes signatarias podrá internarse en el territorio de otra con la
¿rtículo 119 constitucional. lutorización del correspondiente Ministerio Público y bajo su responsa-
En efecto, en el Diario Oficial de la Federación de 3 de diciembre de bilidad. La comisión pára tal efecto se contendrá en un oiicio de iolabo-
1993,se publicó el Convenio de Colaboración que, con base en el artículo llción.
119 constitucional, celebraron la Procuraduría General de la República, la "B) En materia de entrega de indiciados, procesados o sentenciados,
Procuraduría General de Justicia del Distrito Federal y las Procuradurías Con escrupuloso respeto a los derechos humanos, las partes acuerdan re-
Generales de Justicia de los treinta y un estados integrantes de la Fede- ¡irse por las siguientes reglas.
raci6n, el 25 de septiembre del propio año, cuyas cláusulas son las si- "1. Cuando la Procuraduría de cualquier entidad federativa tenga
guientes: "Pmurnr. La Procuraduría General de la República, la Procu- lr ¡roder una orden de aprehensión, podrá requerir por cualquier me-
su
iaduría General de Justicia del Distrito Federal y las Procuradurías Ge- dlo dc comunicación, a la Fiocuraduría de otra entidaá la ejeáción in-
nerales de Justicia Estatales, con la finalidad de colabora'r recíprocamen' nlcdiata de dicha orden y la entrega de Ia persona aprehendiáa.
te dentuo de sus respectiaos ámbitos de competencia en la moderniz,t- "2. Las órdenes de aprehensión vigentes podrán ser ejecutadas por
ción, agilizacióx y optintización de la lucba contra la delincuencia, sc t'urrlquicr Procuraduría firmante, sin necesidad de previo requerimieñto.
comptometen a in¡t¡lttentar las siguientes acciones: l¡ Prrrr¡raduría que ejecute la orden, tnÍormará de inmediáto a la de
"A¡ En mnterid de inuestigación de hecbos delictiao¡ y_ asegaramiento l¡ clrti<lad cn que se haya emitido dicho mandamiento y, de común acuer-
de insirumentos, aestigios, objetos y ptoductos relacionados con los n):- do rlis¡xxrdrán los términos del traslado.
mos, intercambiaran información en forma ágil y opoúuna, actildrán ct¡tt "1. La P*rcuraduría requerida podrá autorizar expresamente a Ia ¡e-
absolato respeto a la Constitución General de la República, ct las Constittt' t¡ultcntc l)Ílrt que agentes de esta última se internen-en el Territorio de
lr ¡rrirrr.ra y cjccutc, la ,¡»relrensión y el traslado correspondiente.
t48 NÍANUAL DE DIRECIIO PI]NAL MEXICANO LA VALTDEZ ESPACIAL DE LA LEY PENAL t49
"4. .b,n los casos de tlagrancia o urgencia previstos en eI artículo 16, cias de am,bas colaboren para la lor:alización y captura de la persona
si'durante la persecucién ó busqueda áe üra persona, por delito come- buscada.
tido en una entidad, ella se refugia o localiza en otra, el Procurador de "La autoridad requerida podri attorizat,.r, .rt. caso siernpre por
Jü§ticíi?e lá primera o eI servidor público que lo substituya, podrá esciifi a los agentes de la policía que comisione la autoridad requirente
solicitar por cualquier medio al de la segunda entidad que ordene su de- para que se internen en el territorio de la autoridad requerida y ejecuten
tención y entrega inmedita. la aprehensión y traslado correspondiente.
"Durante la persecución que se realice en este tipo de casos la po- "En estos casos deberá identificarse plenamente a los agentes auto-
licía que efectúe la misma podrá continuada en territorio de otra enti- rizados para actuar en la entidad requerida y el irea del territorio de
dad, dando aviso inmediato L las autotidades de esta última. dicha entidad en la que podrán hacerlo.
"5. La solicitud para ejecutar r¡na orden de presentación, detención "10. Cuando un, peisorn fuere reclamada por autoridades de dos
por urgencia, o apreilrensión, será hecha por el Procurador o cualquiera ó más entidades federativas, la entrega se hará de preferencia a la atto-
de los Subprocuradores. ridad en cuyo territorio se hubiere cometido el delito que amerite una
"6. La autoridad requirente se dirigirá por oficio a la autoridad re- sanción mayor, según las leyes de las autoridades requirentes. Si las san-
querida. Este oficio podrá hacerse llegar por cualquier medio de co- ciones son iguales, se dará preferencia a la autoridad del domicilio del
municación entre los cuales se consideran incluidos el telégrafo. el telex, inculpado, y a f.alta de domicilio cierto, a la que primero hubiere hecho
el telefax, así como cualquier otta tecnología por la que pueda transmi- la reclamación.
tirse el escrito. "11. Si la detención se efectúa por agentes de la policía de la enti-
"7. Cuando no se disponga de un medio para hacer llegar el oficio dad requirente, ptevia la attoúzación corresponüente para dicha actua-
de manera inmediata a la autoridad requerida, se podrá rcalizar la soli- ción, éstos deberán rcalizdr de inmediato el traslado del detenido para
citud telefónicamente. En tal caso cada autoridad levantará un acta en pnerlo
- "Si laa disposición de la autoridad requirente.
que se hará constar lt ruz6n de la solicitud telefónica, la hora y cir- detención es efectuada por la policía de la autoridad reque-
cunstancia en que ésta se hizo, y a la brevedad posible se hari llegar el tida, ésta inücará de inmediato a la autoridad requirente el sitio donde
oficio correspondiente a la autoridad requerida. Esta realizará la deten- lc encuentra a su disposición el detenido. La autoridad requirente de-
ción e indicará el traslado con base en la solicitud telefónica. bcrá disponer de inmediato lo necesario para su traslado, salvo que se
"s. El oficio por el que se requiera la entrega, contendrá lo siguiente: en el caso concreto que dicho traslado se efectúe Por agentes
"I. Referencia de la autoridad que emitió Ia orden de que se trate dc la autoridad requerida o por los de cualquiera otra de las partes sig-
y los datos que permitan identificar el documento en que consta. ñatarias de este convenio.
"II. Nombre o nombres con los que se conozca a la petsona buscada, "12. Cuando la persona requerida se encuentre purgando una Pena
y sus apodos si los tuvie¡e. la entidad requerida, su entrega se diferirá hasta que extinga su con-
"III. Descripción de la persona buscada en la que se aporte la mayor
cantidad de datos para su identificación. "La autoridad requirente efectuará, en el marco de su legislación lo
"fV. Indicación de los elementos de que se disponga para localiztr para que se interrumpa la prescripción.
a la persona buscada. "13. Cuando la autoridad requerida tuviere noticia de que la per-
"V. Firma del servidor público requirente. tona buscada se errcuentra en otra entidad, de oficio remitirá o retrans-
"Cuando la transmisión se haga por telégrafo o telex el operador ñ¡tirá la solicitud a la autoridad de esa entidad y Lo wisatá de inme-
hará constar que tiene a la vista la firma correspondiente. a la autoridad requirente.
"De ser posible se remitirá copia de la orden de que se trate y l;r "C) En materia de intercam'bio y anátisis de información crimino-
f.otografia de la persona buscada. ca y de datos relativos a personas involucradas en el trámite de una
"La no disponibilidad de alguno de los datos previstos en las fr¿rr lveriguación previa, la comunicación entre las Prosuradurías será per-
ciones II, III y IV no restari validez, a la solicitud. llmente y se organizarán como instrumentos de apoyo en esta materia,
"9. La autoridad requirente y la autoridad requerida podrán convc llcanismos de enlace entre los sistemas de información con que cuenta
nir en cada caso, incluso de manera verbal, los términos en que las polr '6do una de las instituciones signantes respecto a Personas o cosas rela-
Slonados con algún hecho ilícito, a servidores públicos, dados de baia
1r0 IúANUAL DE DERECHO PENAL IvfExICANO LA VALIDEZ ESPACIAL DE LA LEY PENAL 1r1

por alguna causa de tesPonsabilidad en ejercicio y gon motivo de sus


iuncioñes en el área de procuración de iusticia y en general de los datos BIBLIOGRAFÍA MÍNINÍA I

con que se cuenten en sus resPectivos archivos criminalísticos y crimi-


nológicos. C¡Srrr.raNos TrNa, Fernando: ünearuienlo¡ Elementdles de Detecho Penal,
'D¡ En materir. de moderniztción del funcionamiento de las labo- Editorial Porrúa, México, 1976; JruÉNrz or AsÚl, Luis: Iu I*y y el D9'
res sus[antivas de procurasión de justicia, las Ptocuradurías se proporcio- liro, Editotial Hermes, 2t edición, Buenos Aires, 1914; Tralaio de Derecbo
narán recíprocamente asesoria y cooperación científica y técnica en las Petial, l, II y III, Editorial Lozada, Buenos Aires, 1950; LIszt, Franz Von:
Tratado' d.e'Derecbo Penal, l, Editorial Reus, 21 edición, Madrid, 1927,
especialidades periciales y de avance informático que se requieran.
Trad. Lnis JrrtrÉNrz »r AsÚa; Derecbo Inte»t,tcional Ptiblico, (iustavo Gili
"E) En materia de capacitación y desarrollo del personal del Minis- Editor, Barcllona, L929, Trud: Domingo Mtnar; Mrzcrn, Edr¡undo: 7r¿-
terio Público, Policía Judicial, Servicios Periciales y de Administración, wto 2e Derecho Penal, l, Madrid, r9>;; Trad. José Arturo RoonÍcurz
se üseñarán y ejecutarán programas conjuntos tendientes a su profesio- Muñoz; Nraoyrr, J. P.: Principio¡ de Derecho Inlernacional Priuado, \ns-
nalizaciín y especialización. tituro Editorial Reusi 2? edición, Madrid, Trad. Andrés Roonfcu¡z RauóN;
"F) En máteria de promoción a las labores desarrolladas a nivel NovoA, Eduardo: Curso de Dereclto Penal Cbiletto, Editorial Jurídica de
Ctrile, i96O; Ponrr Prrrr, Celestino: Apunfe¡ de la Parte General clel De-
nacional en el ámbito de procuración de iusticia, en caso de concurrir recbo' pinal', I, México, 1960; TRrGUrRos, Eduardo; I-d euolución cloctrinal
intereses armónicos en la edición de manuales, guías, prontuarios, formu' del Derecho Intentacional Priuado, Editorial Polis, México, 1938.
larios o cualquier otra prrblicación, las partes podrán publicarlos como
coeditores.
"SrcuNo¡. El presente convenio de colaboración, no tiene .caráctf:r
limitativo para las partes signantes, por lo que de acuerdo a necesidades
o requerimientos locales, regionales o nacionales, podrán suscribirse acuer-
dos, convenios o bases independientes o complementarias a las presentes,
entre dos o más Procuradurías. Estos convenios y los indicados en la cláu-
sula siguicrr-te deberán publicarse en el Diario Oficial de la Federación
y en los órganos oficiales de las entidades signatarias.
"TERcrnA. Las partes convienen en mantener vigentes los convenios
,bilaterales o multilaterales que tienen suscritos entre ellas en todo k¡
que no se oponga a lo aquí pactado.
"Cuanra. Las partes firmantes convienen en gestionar las adaptacio-
nes legales necesaria3 para el mejor cumplimiento de este convenio.
"QulNra. Las partes se comprometen a resolver de común acuerd<»
cualquier duda o controversia que surja con motivo de la interpretaciórr
y cumplimiento del presente convenio de colaboración y a expedir a l:r
brevedad posible los manuales de procedimientos y de operación necc
sarios para instrumentar las acciones acordadas.
"Spxra. El presente instrumento quedará depositado en la Procurir
duría General de la República, la cual gestionará su publicación en cl
Diario Oficial de la Federación.
"Las entidades firmantes lo publicarán en sus respectivos órgan«rs
oficiales.
"En tanto se efectúa la adecuación de las leyes orgánicas que lo re
quieran en los casos en que se haga necesario, los titulares de los Poclc
res Ejecutivos Estatales podrán ratificar mediante oficio, que también sr'
depositará en la Procuraduría General de la República, el contenid«r tlcl
presente convenio."
CAPITULO M
LA VALIDEZ TEMPORAL DE LA LEY PENAL

SUMARIO
t. El tiempo de validez de la ley penal.-2. La exccpción al prin-
cipio.básico que rige la validez temporal de.la ley penal.-1.'Ui-
pótesis que
-puede
originar la sucesión de leyes penaies.--4. Concepto
de Iey más benigna.-). La retroactividad de la1ey y Ia cosa juzgida.

1. El t¡¡:upo DE vALrDEz DE LA LEy p.ENAL


' Las instituciones jurídicas,
iurídi como obra de los hombres, están llenas
"portr*ir-;;"-;i.;; ta labor
Tivificante.
.yty-tfrcarrre de
ae Ia
ta jurisprudencia,
Juflspruoencta, la cual, ál
aI paso del
del^ tlempo,
tien-rpo, hace
hi día
L dla vestir nuevas galas al cuerpo aI veces verusro
ietusto del Dérecho
ljerecho l)osltr-
\lo. Siendo la ley el producto
producto de un n conjunto
coniunto de factores de de divcrsa
y
lndole natwaleza, ciya pretensión es regir situaciones futuras, .es ló-
surja en un momento dado Ia necesidad de su reforma o de su
substitución, al variar aquellos factores que le dieron vida. Las
como los hombres, nacen, viven y mueren.
LL ley penal, como cualquiera otra, tiene validez desde que surge
obligatoriedad, a raíz de su publicación, hasta su derogación o alrlo-
ión. Por lo mismo, la vida de la ley abarca. desde su nacimiento
a su extinción o mue¡te. De lo anterior se desprende, corno princi-
bírsico, que la ley rige para los cdsos l¡abidos durante su tigencia, lo
implica su inoperancia pala solucionar situaciones jurídicai nacidas
a¡rterioridad a la misma.
Al referirnos a las fuentes del Derecho hicimos relación al proceso
ivo y establecimos, invocando la legislación civil, las reglas que
I precrsan
isan el momento en el cual surge Ia obligatoriedad de dé la Ley.
l'ey.
o éste precisamente el n'lomento que marca la 'r;igencia de la ley, do
presentarse problen,a alguno por cuanto a los hechos juridicos
idos du¡ante la aacatio legis. La áerogación y la abrogaciór¡ lnarcarr

t5)
154 MANUAL DE DERECHO PENAL ¡UEXICANO
LAVALTDEZ TEMPORAL DE LA LEY PENAL
L55
cl línrite tenninal de la vigencia de la ley, pudiendo la segunda ser
exlt¡s¡,¡ o lácita, según lo determine de manera explícita el nuevo texto, x!!' : orcepción feconocida en forma uná¡ime por la doctrina y eI
positivo. El código penar vigente ra recoge en su artícuró
o l'¡ien orando éste resulte contradictorio con el anterior. ?.rrlo
al declarar que cuando entre la -delito :6
comisión de xn y la exünción
ln el lenguaje jurídico, los ténninos derogación y abtogación se de la Pt?o medida de segaridad., entrasg en vigor una nileud
usan en ocasiones como sinónimos, queriéndose con ell<¡s designar el 9
estará a Io üspuesto en la m,is
ley, se
fcrrómeno por el cual cesa la vigencia de la ley en forma parcial o total. faaorablp ar inctrpído o rentenciado,"esto
es, se podrá aplicar rctroactiaarnenre la nueva ley, to mismo
'I'écnicamente, sin embargo, son conceptos distintos, pues mie¡tras de- se trate de
proce¡afgs.que de sentenciados, adquiriendo caíicter obtigátorio
roga.r significa quitarle ana parte a la ley, abrogarla equivale a supri- troactividad, cuando ¡esulte ser más -benigna., a su re-
tnirla totalntente. Se habla de abrogación exPresa, cuando es la propia
Iey explícitamente la que ordena la supresión de otra ley, usando la ., \o.rg prrede negar, como se afirma ie ordinario, que la rerroacti-
la f9r va viñcutada o bien,. ¿;pl.;;;;..i.iii.romeno de
de
expresión: "Queda abrogado el Código", etc., en cuyo caso se trata de i,idr,9
Ieurtrdcttuidad dela misma, cuando es mis fauorabre ar acurodo,ro-qui
trna abrogación expresa di¡'ecta. Si el término de duración de la ley está gbJiga al iuzgador a aplicar i, l.y uig.nte en er momenro de Ia comisión
precisado en ella misma, como en el caso de las leyes tempodes, o bien oel necho derrctivo, aún cuando ésta haya deiado de existir.
la ley se ha dictado para regir una situación transitoria, como cuando doctrina ven la práctica judiciar pú;;¿"';i; ;;,ió,
En Ia
J. á.i...ir,". r,
se trata de leyes excepcionaler, se dice que la abrogación expresa es tey aptrcable en el caso de la posible sucesión d9
leygs,cuando .l p;;;;;
in¿lirecta. Se habla de abrogación tácita cuando la vigencia de una ley abierto por algún detito .. .n.".nü ;;i-j;ü;;:§;ñ;üi,
.rtonces de
excluye la vigencia de la otra por reglamentar una misma materia, ope- t^r::,"^rl:rf:*,1!ías, siendo evidente a nuesrro enrender q".
cable la ley inrermedía, de resultar ésta la más favorab¡i
,"r"ii,
rando el principio "lex posterior deroga,t priorl', o bien por reglamen- ,¡ ,.ur.¿o.'r"ili_
u.
tarla en sentido opuesto: leyes posteriore.r priores conffdrias dbrogan. , I:l Ante¡royecto de cócriqo penal para er Distrito y Territorios
Fe_
El principio básico general enunciado, encuentra consagración en oerares de rgrg, se ocupa- en sus artícuros. g
v -l de ias hipótesis gue
pueden
el artículo 14, pánafo segundo de nuestra Constitución: "Nadie podrá .presentarse con ielación a Ia sucesión'd. l.y"s, reglamentando
ser privado de la vida, de la libertad, o de sus propiedades, posesiones o
Irs sr€urentes casos: a) cuando ra nueva rey disminiya ra"sanción;
rt)
o¡ando la s-abstitul,n o.tra menos grave: ,) curnio s. irn.,lrirre la
derechos, sino mediante juicio seguido ante los tribunales previamente .p,
tutmaJeza de Ia sanción; /) cuando sJ nroiri¡íor,ro tii iu")rrt
establecidos, en el que se curmplan las formalidades del procedimienkr r cons_
y confornze a las leyes expedidas con anterioridad al heclto". Ello sig- Ia conáucta o el hecho ilputado qu"aur. conrPren-
:j,T!y t'-el_d1l;to,y
d¡do eri Ja nueva ley. Los artí«rlos del citado'Ante¡-,ráyecto
rrifica que el hecho ilícito penal deberá ser juzgado y castigado precisa dicen así:
Á.il. 6. "cuando enire la comisión del delito y l" ¿;í;á
mente por la ley t.'igente en el mornento de coflxeterse, lo cual origina que d"ba
s.e promutgaren una o más teyes'que aismin;ya,
la ultractividad de la ley penal cuando entre el delito cometido y Ia lllT:r:lr1:, l* s*_
sentencia que se dicte ha surgido una nueva ley. :i"l : Ia substrtuyan por otra menos grave, se apiicará la más favorable
caso. de gue cambiaren l¿ natwalez.a áe Ia sanción,
I7¡l i:,_"1
¡a rnás benigna. si promrnciada una sentencia ejecutoria
se aplica_
se dictare
2. La ¡xc¡¡pcróN ¡r pRrNCIpIo nÁslco euE RIGE LA vALtDEz n.aa ley que, sin cambiar la naturaleza de ra sanción, disminuya
:na
TEI\IPORAL DE LA LEY PENAL I "A¡ticulo 56. cuando eotre la comiiión de un delito y la extinción
de la peoa
O.¡nctlida de seguridad ent¡a¡e en vigor una nueva ley, se esta¡á a lo Jispuesto en la
Il princil>io tempur regit actum. equivalente al de no retroactiaid,ul il¡ f¡vorable al inculpado o ser¡terciado. La auto¡idaá qr. o,á ."r".¡..4á del asunto
I o¡«utanr.lo l¿ sanción aplicará de oficio la ley mrís f¿vo¡aLle. Cuando el ¡m hubiese sido
<» irre'troactiuidad de la ley, reco.gido en el artículo 14, párraf.o primcr,r rnlcntiado al término mínimo o al té¡mino máximo de la pena pr.uirt" y la reforma
cle nnestro texto constitucional, tiene como excepción el d,e retroaclit,t 1rarinuyo dicho término, se estará a ra rey -¿s f"ro."bi.: eft;; sujeto hubie-
tlad de la lcy lenal más benigna. Ello se infiere de la interpretaci«irr l, Irhr scntenciado a una pena entre ei té¡mino mínimo y er término rnríximo, se esta¡á
I ll ¡ctlt¡cción que resulie en el término medio aritrnético conjorme t" *.u" no¡ma,,.
,¡¡

trt»lrario sensu ,J,el precitaclo artículo 14, párnfo primero, que dcr lrr I ¡h vésúe a Alf onso R¡vEs
Ecu,rNol s,Derecbo pen¿I. parte Genetal, p." ó2. Editorial rémis,
t'ít'. "A ningttna ley se dará efecto rctroactiuo en perjuicio de persona il F:l tl,,i:lllLr-:ll1-.-dt.,o",s:*,"J;;;ilp";ió;. il;íilffi
Ilndécima edición, Segunda reimpresión. En el ámbito i7íJíi¡5;"óil'.I.il."'i.'ili:,",;
,l:.:',1i1
temoor¿i áeaolicación rle la l.v
r ,.;.;;;i;; yyÁ:;l;ü;;;;;;;:;;;;¡),,
Hlr]: .1".
!l::lll: ..
T.. :q*pa uc
áe ta's tcyÉs temp.or4te,
tan leyes ,í."#" las
oe tes teyes excepciorrzler, siendo u, primeras
,:::ili: que derermrnan. expresamenre el perfodo de su ügenciá, .n t.nio las seguádas son
¡l:-r... regir ríruacioner.excepcionales, leyes cuya vigencia no precisada queda áependien_
rf:rli:.
ot la r¡ltlenct e dc las sitttaciones--r-'----'-'--a-'¡v!
pa rticulares que le dieron vida,lai que al desapareceüriginan
la¡rllnclónderu vigencia.
156 IUANUAL DE DERECI{O PENAL }IEXICANO LA VALIDEZ TEMPORAL DE LA LEY PENAL r17

su duración, se aplicará en la misma proporción en que estén el máximo inrperativo anterior surge aquí, en toda su plenitud, el principio ,,nu-
de la señalada en la ley anterior y el de la señalada en la ley posterior. llun crimett, nulla poend sine proeuia lege penale", ,complementándose
Ct¡ando la nueva ley deje de considerar una determinacla conducta o arnbos para garantía de los ciudádanos frente- al poder púb1ico.
hecho como delictuoso, se ordenará la absoluta libertad de los procEsa- - Ponrr Prtrr plantea, dentro de esta hipótesis, los problenras surgi-
dos según se trate dc delitos instanth;eo.t, permanetúei o ¿'ontinuddá:.
dos o sentenciados, cesando el procedimiento o los efectos de la senten-
cia pronunciada". A¡t. 7. "Cuando después de cometiclo el delito se Con relación a los primeros precisa que la nueva ley no puede r.barcar
dictáre una nueva ley que modificare los elementos típicos del mismo, los hechos o conductas de consumación instantánea por resultar en tal
si la conducta o el hecho se ajustaren a la nueva descripción legai, se caso retroactiva. Tratándose de los segundos se inclina por la aplicación
aplicará ésta sólo en el caso de que la pena sea más favorable al de- de la nueva ley cuando la conducta o el hecho se continúan ráalizando
lincuente". hasta su vigencia, invocando aI respecto las opiniones de MaNzrNr, R r-
El Código Penal Tipo, elaborado en acatarniento a una de las re- NIER,i I y BarracuN¡. En cuanto a los últimos aduce
_que puede suceder
comendaciones del III Congreso Nacional de Procuradores de Justicia, que fe layan realizado conductas o hechos (antes de la nueva ley), con-
regula en el Capítulo II del Título Prime¡o del Libro Prirnero, segírn tinuándose hasta su vi¡¡encia, en cuyo caso ésta será aplicable coh rela-
se precisa en su Expasición de ntotiaos, "las normas alusivas al proble- ción a los que caen bajo su obligatoriedad.l
ma de la sucesión de leyes penales, haciendo referencia a la rnodifica- b) Supresión de un delito que la ley anterior sanciondba. A la in-
ción de la ley y al caso de que ya no repute determinado hecho c-onro versa de la situación planteada en la hipótesis anterior, en ésta se hace
delictuoso, manteniéndose el principio de la ley más favorable al acu- obligatoria la retroactiuidad de la nueva-ley. Las razones invocadas para
sado, con base en el artículo r4 de la Constitución General de [a Re- sostener tal criterio se hacen consistir, fundamentalmente, en la falta
pública". del interés estatdl para punir un hecho que ha dejado de ¡er esttmddo
Se ocupan de la aplicación de la ley en el tienpo, los artículos 4 y delictit,o,
, del Código Tipo, estableciendo el primero de ellos: "Cuando entre c) Modificaciones en la nueaa ley respecto a la pena. Esta situación
Ia perpetración del delito y la sentencia que sobre él debiera pronLln- puede referirse:
ciarse, se promulgare una ley más favorable que la ley vigente al co-
1e A una distninución de la pena establecida en Ia ley anterior.
meterse eI delito, se aplicará la nueva ley. Si pronunciada la sentencia
2e A la substitución de la pena por una menos grave.
irrevocable se dictare una nueva ley que, dejando subsistente la sanciór-r
señalada para el delito, disminuya su duración, se reducirá la sanción im- 3'p A la agrauación de la pena con relación a la señalada en la ley
puesta en la misma proporción que guardan las sanciones estableci- anterior.
das en ambas leyes. En el caso de que cambiare la naturaleza de la san- En los dos primeros casos se aplicará retroactivamente la nueva ley,
ción, si el condenado lo solicita, se substituirá la señalada en la ley ante- mientras en el último priva el principio de la irretroactividad.
rior por la señalada en la posterior". EI artículo 5, prescribe: "Cuando d) Modificaciones en el tipo penal respecto a sus eleffientos cons-
la nueva ley deje de considerat una determinada conducta o hecho conro litatiaos. Esta situación puede consistir:
delictuosos, se ordenará la libertad de los procesados o sentenciados, ce-
2 Aptn¡es de la P¿rte Gene¡al del Derecbo Penal, l, p, 91. México, 1960. Tratándose
sando el procedimiento o los efectos de la sentencia, con excepción de
la rcparación del daño, cuando ya se haya hecho efectiva". & los casos de plwalidad de actos o de omisiones integrantes de rna sola conducta, los
Ctules caen bajo la vigencia parcial de dos leyes penales, u,na drrteriot y ot¡a porrerior, para
pr&isar el momento de su consumación resulta determinantq como lo pone de mani-
rrr sucrslóN llc¡to RrNlpn¡, aquel en que se realiza el último acto, junto con su resultado, o se
3. H¡pótrs¡s QUE PUEDE oRIGINAR DE LEYEs
¡fcctúa la última omisión, por lo que siernpre habrá de aplicarse la ley po$eúor, sin
lmportar que sea menos favo¡able. Textualmente expresa RANIERI: "En cuanto hace a
La doctrina señala como situaciones originadas por la sucesiórl tlc lr hipótcsis de delito Perrnanente, por haberse prolongado voluntariamente el estado an-
llfurldico, que cae baio la nueva ley, es ésta la que ha de aplicarse. Y en el caso de
leyes penales las siguientes: hlito continuda, puesto que se tiene una pluralidad de hechos, de los cuales una parte
a)- Creación de ,tn nileüo lelito tto sattcitrttado et la ley u,,¡s¡ir,t." crc bajo la ley anterior y otra bajo la ley posterior, si esta última es abrogatoria, no
Atcniiendo al principio de no retroactiaid¿td de lrt ley en periúcio la hrbtl lugar a ningún castigo; si es ac¡eedora, se aplicará pena sólo a cuanto se haya
v¡¡lfic¡do baio la nueva ley, y si ésta es simplemente modificadora, entonces deberá ser
lrersond algani, es imposible incrinlinar aquellas couductas o heclr«rs pllcrdo". Nanual de Derecbo Penal, l, pp. 91-94, Editorial Témis, Bogoti, 1974.
i'onleticlos |on antcrioridad a la vigencia cle la rtueva ley. Ademis tlcl Vor¡lón castellana de Torge Gurnneno. sobre l¿ cuarta edición ilaliana.
158 trTANI]AL DE DERECHO PT,NAL }ÍEXICANO IA, VALIDEZ TEMPORáL DE LA LEY PENAL L59

En autnentar los elementos del tipo o ampliar sa alcance, como


Le de únicanrente aI juzgador decidir cuándo la nueva ley debe aPlicarse re
sucedería en eI delito de estupro si se señalara en veinte años la edad troactivamente, sin que el indiciado tenga intervención {e ninguna esoecie
de Ia mujer, y bi'
en dicha decisión, por ser ésta una cuestión de orden púrblico.a
2e En disrninuir tales elemerüos o restringir §u alcance, pala f.aci-
litar la punición del hecho. Tal seria el caso en el delito de estupro si 5. L¿ nrrRo¿crrvrDAD DE LA LEy MÁs BENTcNA y LA cosA JUz,;ADA
su suprimieran los medios comisivos: seducción o engaño.
Nuestro Codigo acepta, en su artículo 56 ya cttado, la tetrodcrtar-
e) I+\odificaciones en la nueua ley, r-eferentes a las circunstancias dad de la ley más benigna, no solo en aquellos casos ubicados en el
dtenuantes o dg1.d1'antes. Bien puede suceder que la nueva ley no mgdi-
período procesal sino aun tratándose de los que han sido fallados en
fique la punibilidad de la conducta o del hecho, sino. amplíe o restrinia
definitiva, reconociendo así la eficacia de aquel principio durante la
el alcancé de las circunstancias que conectadas con ella hacen oPeraf un
condena.
aumento o Siimiñuiién de la sanción. En tales casos podrá o no apli-
carse la nueva ley, según beneficie o perjudique al acusado. J. Ramón Paractos expresa que la autoridad de la cosa juzrada
sufre, en materia penal, dos excepciones: "La prirnera, consignaea con
1. Co¡¡crPro DE LEY r{Ás BENIGNA lenguaje infeliz en el ¿rtículo 57 del c.p. de 31, se concreta én Ia des-
trucción de la eficacia de la sentencia, cuando el Derecho substancial
algunos casos de disminuciór'r de pena, de substitución de 1¿ san-
l:n quitó a la conducta el carácter de delictiva que las normas anteriores
ción, de-modificación de los elementos constrtutivos del delito o de estahrían. pl Éud¿mento-yace en la consideración de que si el Estado
modificación de las circunstancias conectadas con la punibilidad, parece Ita concephrado que el proceder del sujeto no necesita sancionarse, las
presentarse con claridad el conceplo. i. ley más .favorable o benigna
¡renas resnltan supérfluas y contrarias a la conciencia éticojuridica, del
iomo aquella que caLlsa menos perjuicios al acusado, lanto en su liber- nronrento. Con mayor razón el proceso en curso se extingue. La segunda
tad comb s.is bienes patrimoñiales. No obstante, como se encarga de excepción por el diverso 56 dei mismo Código penal es todavía
".r
hacerlo notar NÚÑ rz, habrá casos en que resulte dudoso precisar la ley -prevista
más desafortunada, porque no solamente peca al despreciar el léxico
más benigna. "La doctrina universal ha planteado la cues-
-aduce-, técnico, sino que adopta un sistema contradicto¡io al exigir solicitud del
tión en c-iertos casos desde hace tiempo. ¿Qué se resuelve cuando, tra-
tándose de penas de la misma natúfaleza, la nueva ley rebaja-el máximo,
con<lenado
,para la aplicadón retroactiva de la ley penal y deja que surta
cfectos la ley mezclándolos con los de L ley penal posterior,
pero eleva su ll¡ínimo, o al revés? ¿I:n el caso de penas de diferente -anterior,
ya qLre se reduce la pena inrpr.resta en la sentencia ejécutrri-a,'en, la
iaturaleza, se ha de estar a la gravedacl relativa de ellas o se ha de re- tnisma proporción en gue estéri el mínimo de la señalada en la ley an-
currir al princi¡,io de su valoi relativo de conversión?" s Es evidente terior y el de la señalada en la posterior'...".6
que en lai sifuáciones dudosas no puede establecerse un criterio preciso El sistema de excepción ala autoridacl de la cosa jvgada es setuido,
t'consec,,etrcias
,iro orden al conjunto de las penales del delito" y
"r, entre otros. por los Códigos argentino (artículo 2), brasileño (artíorlo
¡llediante el examen del caso Concreto, PLIeS I1o puede atenderse en lnodo
general a \a gravedad de las penas reiogidas en los códigos sino a la 2) y español (artículo 24), que declaran la retroactividad dé la ley
sitr¡ación personal del reo. llis{ bisbenign¿ tratándose del condenado. Consagran sistema opuesto, li-
6raaao Cal-riN se preguntá, como tantos juristas, cuál es la ley rnás benigna. Si
lisre úl'timo criterio pafece ser el de más aceptación doctrinal, pues sólo hlcn cl problema tiene f;ícil solución cuando la nueva ley señala una pena menor, no siem-
frcntc al caso particular es posible establecer cuál resulta ser la ley más ¡ac sc ¡.rcsentrt tal cuestión con esa claridad y en esos casos la determinación de la pena
lxrririrra. Iln esie sentido se ha inclinado la Jurisprudencía alemana, segúrr lnlr.frlor,rble resulta sumamente rlifícil, lo que hl clado pie a [a proposición de varias so-
lu¡iottes, incluso la de sostener el criterio gcneral de no ret¡oactividad, "Pero en tales casos
lrr ¡xrrrc rlc nlanifiesto MaUnaCH, pafa quien la ley ruás benigna es la /t_'1 F(r)n( lu)'c- lo nrirs racion¿l sería .lci,rr <¡ue el rco tletermine la ley por la tlue desea set
o'" Comparte dicho prrnto dc
rrt,ii l,tt,rtr,tl,l a tl tafot en el caso-co'ncrito.o lur¡,t,1,, ¡'scrttcnciitrlo, pr,res nrtrlie rnejor que i-l purrle conocer las disposiciones tlue le son
visr¡r Ar.r,Rritx¡ li'tr.llul¡liRRY, al afirmar que la benignidad de una ley dek' itrlr lrcr¡ót it.rs". D¿,rttl:tt P¡n¿1, l, ¡¡. 122-12i. IJosth, Ilarcelonr, Di.cinrt Crrart:r Edición,
Ull,l
rk.lcntritutrs(. n(t cll abstracto sino en Concreto.4 Es por ello que cofresloll-
I
§ l¿t Co¡a lwgada, p. 24. Editorial Caiic4 Puebla, 1953. Conviene aclarar que el
-ffiiii, t', tt .lt t,ttttttt. l, ¡t. 1.12, lditorirl Bibliogrírfica Ar¡¡entina, Buenos Arres. ll¡lo nrtual dcl art. 56 oel Código Penal no correspoode al que mereció tan oportuna
l'r1l ttltrt¡¡ tlcl iuista poblaoo y, en cuanro al Art.57, se encuent¡a actualmente derogado. No
t t¡|. '! ¡,¡¡.¡,1,, ,1, ltr¡rrl,,, I'Lni, l, 143 Ed. Ariel, Barcelona, t962. Trad. Iuan Córclob;r uh,l,urtc, con in(lcpcndencia de la detectuosa estructura de los preceptos en cuestrón, que
f(, r, l,t lr|St('(rcron l¡r,usta c¡itica señalada, asiste pleoa. razón a Pal¡.ctos en los ¡azonamientos
a lt,',,1,,' l',rtl, l, l'. t.l1 li,l. (lihhs S.¡utirrtr¡ rlc (lhile, 1965. tr rr¡¡r¡crrtlrios hcrhos al respecto.
160 MANUAL DE DERECHO PENAL MEXICANO

nrtrrr¡(lo la aphcacrín retroactiva hasta eI momento de dictarse Ia sen-


tencia, entre otros los códigos italiano de 1930 (artículo 2) y chile-
rrr¡. Eduardo Novoa, refiriéndose al último comenta: "La retroactividad
de la ley nrás favorable no tiene lugar cuando el juicio ha sido fallado.
concluida la Iitis. la intangibilidad que la ley reconoce a la cosa juzgacla
i,rpide c¡ue la ley posterioi más benigna p.réda ser apric^da al reo"J
CAPITULO T/
BIBLIOGRATÍA MINIMA
LA VALIDIZ PERSONAL DE LA LEY PENAL
Novoa, Eduardo: cn¡o de Derccho Penal chilena, Editorial Jurídica de Chile,
7960; Pdt¡cros, J. Ramó¡: La Co¡a luzgada, Editorial Cajica, puebla, 19>3;
PonTr P¡rrr. Celestino: /l,ptntes de la Parte Gened del Derecho penal, SUMARIO
México, 1960; RaNrrru, Silvio: Manaal de Derecbo Pen¿|, Editorial Témis,
Bogotá, 1975. Versión Castellana de Jorge Gurnnrno; Sorrn, Sebastián:
1. El principio de igualdad ante la ley penal .-2. Las excepciones
Derecho Penal Argentino, Buenos Aires, 1951,
al printipio de igualáad ante la ley penal'-3. La inmunidad diplo-
mática.4. El fuero. Responsabilidades políticas. Responsabilidad¡¡
penales. Responsabilidades administrativas.j-r. Natu¡aleza jurídica det

1. Et pRlxctplo DE IGUALDAD ANTE LA LEY PEN^L

Este principio, es cle aplicación relativamente reciente y su valor no


deja de ier püramente info¡mativo ya que, como se verá rnás adelante,
tiene dos fundamentales excepciones. Según Juan del Rosat, "en la ela-
l»ración de la ley penal no leza este principio, al modo cotno fue en-
tcndido por contraposición a. la xbiftariedad del antiguo régirnen".l
El moderno Derecho penal afirma la igualdad de los stibditos antg la
,1r1, pues ésta se dirige a todos, sin excepción, lo que la hace iryP:.r'
' atributo propio y fundamental denvaclo cle su naturaleza pública
:lñua7,
gcneral. No obstante, este principio fue negado en otros tiempos his
!-tóiicos; el mundo antiguo no conoció otro orden de cosas que el de la
'dorigualdad ante la ley. En el Derecho romano se distinguieron los
,alt,oi, poseedores de toda clase. de privilegios, eL pereg.rinus,. de inferior
GOlrdición, y el seruus perteneciente a la clase más baia en la organiza-
Glón rccial de la época y sobre quien recaían los castigos más extraor-
dlUnrios. Ill mismo Derecho fomano distinguió los bone¡tior¿.r de los
llstillio¡es, colocados en situación diversa ante la ley. En la Edad Me'
dlr ¡c acentuó aírn más tal desigualdad, a -Pcsar de que la esclavitud
reemplazada por la servidumbre feudal. En este período histó-
existiti notable diferencia entre los señores o nobles y los siervos
0 ¡rlctryos, consagrándose el derecho del delincuente a ser iuzgado por
I lltnrl,o l'ual (l.acciones), p. 230, Valladolid, 195{.

tt ()tr¡,t lt I)tttcl.ttt Patt.tl Cls)lc»o, p. 196, l:(litori:rl Juríclica de Chile, 1960.


l6r
162 M^NUAL DE DERECHO PENAL rIfEXICÁNO LA VALIDEZ PERSONAL DE LA LEY PENAL
163
sus iguales, Io cu¿l pone de manifiesto la diferente justicia imparticlrr
aunosyaotros. cn el sentido de una institución necesana para martencr personalmente
lrs ¡elaciones entre los Estados, que GRoc¡o todavia .orroiió funcionan-
2. Las rxcrpcroNEs (.in uso), pero que calificó dé recusable. Ia diplomacia. no adquirió
fo pleno
LÁ TGUALDAD ANrE
fi ::,J:Ti"^)E iu desarrollo hasta después de la paz de §freitfalia, que recoñoció
I los distintos Estados alemanes la libertad en las relaciónes interna-
Son dos las excepciones al principio de la isualdad ante la ley: una lales, en tiempos y después de Luis xrv".2
de Derecho internacional pírblico: la inrnunidai diplomática; la otra de El moderno De¡echo internacional público reconoce al Jefe del Esta-
Derecho público interno: el fuero. do el derecho de representación. Tal principio se basa en que precisamen-
La inmunidad supone inaplicación absolata de la ley penal y se l.r tÉ se encuentra investido de Ia autoridad suprema y no puedé estar, por
refiere 1 Ia persona de los representantes diplorláticos de países extralr- ppt o nahtraleza, sometido al imperio y autoridad de ningún ótro
jeros. El fuero, por lo contrario, no constituye sino un prlailegio frent<, tdo. Por ello, al trasladarse a territorio de otro Estado, répresenta
a ella; quien goza de fuero es responsable de los hechos delictivos co él la soberanía de su poder.
metidos, pero para sede aplicadas las sanciones respectivas debe, previa r os agentes diplomáticos "son los representantes permanentes del
mente, ser despojado de su privilegio, o bien satisfacerse determinados ado gue los nonrbra en todas sus reláciones internicionales con el
requisitos con antelación a su procesamiento. rdo donde ejercen sus funciones. Tienen 'carácter diplomático', es
ir 'representan' y personifican Ia autoridad soberana déI Estado que
3. La ¡N¡rruNrDAD DlplouÁuc,r nombre".B
Es cuestión antigua la inmunidad de los representantes diplomáti A partir del Reglamento de Vena de 19 de marzo de 19i5 se re-
cos; los pueblos primitivos respetaron la persona de los legados-estable- tres jerarquías de agentes diplonzático.r, las cuales fueron
s_ a cilatro a partir del Protocolo de Aquisgrán de 21 de no-
ciendo el principio de su inviolabilidad. No obstante, la inviolabilidad
absoluta no ha sido reconocida, en forma unánime, a pesar de constihrir
de 1918. Tales jerarquías son las siguiéntes: 1e Los Embaja-
la corriente más aceptada: algunos ilustres autores del Derecho de Gen- n¡: 2e Los Ministros Plenipotenciarios o Enuiados Extraordindrios;
Las iVlinistt'os residentest f 4e Los Encargados de Negocios,
tes han limitado su alcance, estableciendo o<cepciones para aquellos
.agentes diplomático.r inician s,us fuirciones con ia recepción de
Los
casos de actividades sedicios,as, excitación a la rebelión, conspiiación.
etcétera, que ponen en peligro la integridad del Estado ante el cual
credenciales por el Jefe del Estado anté el cual quedarán'acredita-
y.las mismas terminan cuando el Estado que les tonfirió su repre-
se encuentran acreditados tales representantes diplomáticos, puesto quc,
tción Ia revoca o bien cuando el Estado en- el cual residen suspáde
afirman, la inmunidad diplomática protege a la persona, en razón dc
relaciones con el agente o Ias rompe con el Estado a quien ésie re-
su investidura, poniéndola a salvo de cualquier acción que interfierr
cnta, como sucede conrúnmente en una situación de gueria.
con su alt¿ misión, pero no le proporciona impunidad.
Franz Von Ltszf, al hacer historia sobre la inviolabilidad de los Lr función específica encomendada a los aaentes diplomáticos, cual-
legados, afirma que fueron conocidos en la antigüedad pero no adqui
,tr que sea s,u jerarguía, es la le rcpresentdr internacionalrnente los
.del !,rtado y sis relaciorrci co,t'arJuel ante el qae le etrcuenffan
'¡es
rieron caráder de instifución de Derecho internacional hasta que "sc
itado.¡, lo cual les da precisarnente zu caráct.t "áiplo-ático". por
establecieron las legaciones permanentes. Fueron los primeros en lrt-
cerlo los papas y los príncipes y repúblicas del norte de Italia (Venecia, ñlh¡raleza de su función y fundamentalrnente por la representación
i_.ottenta, el agente diplornirlico se encuentra iñr,estido de "inmuni-
Florencia). Los más antiguos legados permanentes fueron los 'apocrisiir
ri' (responsables) pontificios en la corte de Bizancio (siglo v-úlu). Al f", .lr¡ .cual significa el goce del pri,ilegio de no ballarse bajo el
rh ic h ai¡oridad y'ias leyes det Eíatlo en que re.ride. A esta
l,ri¡rciPio los agentes diplomáticos pertenecieron al clero y más adel:rr¡. 'irin frc¡'¡te al llstaclo ante el que ejerce ,r, ,.1rr"'r*ntación se le ha
tc _se escogían entre los más cultos humanistas (oratores), porqurc t.l
l¡rtílr [ue, clurante rnucho tiempo, el lentuaje internacioiral- y,
-sol',r,, kt innnnitlrtrl o extraterritoriilidai.
trxl«r, el tlc l«rs docrunentos diplonráticos. Así surgió una "dililonraci¡r' I lú¡¡tl,,t lnt, tt,ttioltl Ptiblico, fF. 174-175, B¡rr.ek¡rr.r, 1929.
I l't,rrrr Vorr l.fsz'r', r,h ¡i¡., ¡r¡r l?J-ll.i.
164 NÍANI'AL DE DERECHO PENAL MEXICANO LA VALIDEZ PERSONAL DE LA LEY PENAL 165

l.a cxtraterritorialidad o inmunidad comprende la int,iol,tbilidad per-


:outl del agente, la cual obliga ai Estado de destino a otoigarle y ga- t)fopro Estado. La exencrón de la iurlsdrccrón de los tnbunales det Es-
trdo de destino está, pues, compensada con el phincipio generalmente
rarrtizarle protección eficaz y aún a castigar severamente las ofensas ldmitido, tanto por el Derecho internacional como en el Derecho na-
qr.rc se le lnfieran. Salvo los excepcionales casos de legítima defensa o
clonal de los Estados civilizados, según el cual el asente es responsable
necesidad extrema, el Estado ante el cual se encuentra acreditado no pue- tn su patria, confonrre a las leyes de ésta, de los delitos que haya co-
de aprehenderlo, aunque su actividad intentara violar el orden jurídico, lnetido y puede ser perseguido ante sus tribunales por todas las obliga-
err cuyo caso su condr.rcta puede originar que se le retire la confianza Giones de Derecho privado que haya contraído".6
y se pida su destitución, o bien a que se rompan las relaciones con él y.
"se Ie expiclan sLrs pasaportes". La inviolabilidad del agente lo arn¡:ara,
como üce Von Lrszr, al igr-ral que a cualquier otro ciudadano contra 4. Er r,urno
los ataques injustos, pero como a ningíur cir,rdadano contra los ataques
justos.{ Cuando se habla del fuero, dentro de los precisos lírnites del De-
La inviolabilidad, consecuencia de la inlnunidad diplornática, com- Etho punitivo, se le da a este término una connotación diversa a la
prende tanto la exención de la aplicabilidad, con excepciones, de las Qüe tiene en el campo del Derecho en general. Fuero es dentro del derecho
leyes civiles y penales, como Ia inviolabitidad del domicilio; la inapti- dc aplicación del Derecho penal, un priuilegio de la persona, en rd-
cación de irnpuestos y prestaciones personales, con excepción de los irn- lón de la fanción qae deserupeíta, frente a la ley penal.
puestos te¡ritoriales, industriales y otros, cuestiones éstas que pueden Fuera de nuestra disciplina, a la palabra fuero se ha dado siqnifica-
se¡ materia de acuerdos es1>eciales. Entre la libertades otorgadas a di- ülr diversos, según se l¿ refiere a la competencia del Tribunal que debe
chos a¡¡entes existe la de libre comunicaciórl cotl e[ Estado que repre- tut¡(t(er de determinados delitos; según se aluda a \a iurisdicción del
sentan e inviolabilidad de sLr correspondencia, así como el ejercicio de lltirttto, o bien se trate de la persona. As| por ejqrnplo, se habla del fae'
la jurisdicción sobre sus nacionales dentro de los lír:rites señalados por el fti tontútt y fuero federal, para referirse a la competencia específica de
propio Istado de residencia. lhtcnninados tribunales para conocer de los delitos cometidos, según
Normalmente el agenle diplomático sólo comparece como deman- Ill¡ cstimados éstos por la ley como pertenecientes a uno u otro fuero;
dado a¡rte los tlibunales del Estado de destino tratándose de acciones fiullnrente se habla de delitos del fuiro nrilitar, cuando de ellos deben
relativas a bienes irunuebles silirados eo su territorio, regla privativa, §lltrrcr los tribunales caslrenses. En el Derecho administrativo, en oca-
igualmente, cuando se trata del edificio de la embajada o legación, atur *¡lrcs y en forma impropia, se usa el término fuero cuando se hace
cuando sobre este punto no hay unanirnidad de criterio. "La presenta- lffcrc¡xia a determinados privilegios frente a la administración pública.
ción de una deuranda o de una reconvención ante los tribunales dcl (ktNz-i*nz Busrau¡Nre, al referi¡se al fuero, analiza las distintas
Ilstado tle destino y la coltestación por el agente equivalen a Ia renurcia §pciorres de tal expresión. Afirma que en ocasiones el término fuero
a la exención en cada caso concreto, hecha con la autorización de su I iclicrc a trn conjunto general de leyes dictadas en una época deter-
gobierno. Sin ernbargo, las notificaciones deben hacerse, aún en est«. l¡lltrrl¡r, corno por ejemplo, el t'uero iuzgo, el frcro real, etc., mientras
caso, por la via diplomática. La rebeidía no equivale a la contestación ,lt olr¡¡s se haie alusión a aquellos usos o costumbres que han dado
La ejecución forzosa es inadmisible, porque se opone a ella la inviola- l¡¡i¡crr ¡rl f)erecho consuetr.rdinario, o bien a sihraciones de privilegio
bilidad personal del agente de su dorniciiio; cn cambio, es posible corr ül lrrr'¡rr del linaje de las Petsonas, tales como exención de impuestos,
relación a bienes inn¡uebles que el agerte posea en el Estado de destino, . ftort«les, ctc., o en razóu del derecho que éstas tienen Para ser juzga-
y a los bienes muebles que estén fuera <.le su residencia, y respecto ;rl dlr ¡n,, tlcternrinados tribunales creados exprofeso.o
patrirr-ronio que ei agente posea en el Estado que representa. Esta excn !ir. ll¡¡ rliscutido apasionadamente, en Ia doctrina constihrcional, cuál
ción sin embargo no es independencia de ia ley cn general, sino de las |l ol l¡urtl¡unctrto de la existencia de los privilegios conocidos con el
leyes del Estado de destino, con suborünación simultánea a las de srr lill¡tlrrr rlt. frrcro. Hay quien opina que la razón justificativa de la exis-
t l'tlr¡r Vorr l.t.sz.T, loc. cil.
{ I;¡anz Von I-rsz r, Ibi:len, pp. 181-132. t ,,,t lrltt,'' ,l¿ lo¡ Alt,¡.¡ Funcionarios y el Ftero Constitacional, p. 27, Mérico, 1946.
166 ¡{ANUÁL DE DERECFIO PENAL MEXICAI.íO LA VALIDEZ PERSONAL DE LA LEY PENAL r67

tencia de los mismos es, dentro del régimen constitucional republicano, absolatamente los fandaffientos de la acu¡ación. E'n cdio d'firnzdtiuo, el
la necesidad de garantizar su existencia estableciexdo an justo'eqailibrio ttcud¿o qaedd, poi et misrno hecho, separado de su encargo y sfieto a
cntre los distintos poderes, pues el enjuiciamiento del Congreso o de del P¡esidente
'ie acción'de los'ffibanales cornilnes, 4 menos qae se trate
l¿
la Suprema Corte por "un juez común sería un atentado tan reprobado fu Repriblica; pres en tdl caso sólo habrá bgar..o otllo.rl,o..ante la Cá-
¡ror la Constitución como el proceso de una Lesislatura o de un Tribu- iata de'senadorbs, corno si re lrdtare d'e an delilo oficial'" En cuanto
nal de algún Estado". Otros afirman que la razón de estos privilegios rl procedi,mi,ento a seguirse por la comisión de Deli,tos Oficiales, el ar-
"pres.rití^,
no radica en la necesidad de preservar la existencia del régimen cone tt.üf" f it derogado "De los delitos of.iciales conocorá el
tilucional republicano, pues en tal caso los titulares de los poderes de- scnado, erigido"en G1¿n larado; pero no g2tirá abrir la aaeriguación
io,rrespond;"ente sin preaia'acusación de la Cátttera de.Dipatad.os. Si
bían estar provistos de fuero, lo que en realidad no sucede, debiéndosc la
las dos parte!
buscar, en otro ar!'umento, la razón de la existencia de los misrnos. Sc Cámara de Senadot)s declarase por nayoría de tercerds
pretende que ella radica en la necesidad de pernanerzcia de los indit'i- lcl total de sas miembros, despiés de practicat'las diligencias q.te.esti- pri'
dao.¡ en relación a las importantes funciones que deben desernpeñar 1. 'Udoconrrnientes y de oír al aiasado, que éste es
nc calpable,
.47edyá
por eso, para ponerlos a salvo de ataques iniustificados e impedir eri d, s, paeíto, por uirtud de u[ declaración, e inbabilitado .PIo
esa torma las ausencr,as que pudleran quedar en la Administración Pú- iiirrtl, otro'por el tiLmpo qae detumine la ley..Caando el rnismo becbo
blica, se han creado, como una garantía, los privilegios derivados del iti¡nt señal)da otra pena^en la ley, el acusddo qaedará a disposición
anteriormente llamado fuero constirtucional. io l* autoridades ,o*oou para qub lo iuzgaen y cas.tiguen 9on aneglo.
Hasta antes de la reforma de diciembre de l982,los artículos 108 a Z-rtto. En los casos de este árúcalb y en'lo's-del 109, lai resolaciones del
113 d€ la Constitución General de la República, consagraron el fuero bioi ¡oroAo y h ¿eclarución, ,, .,i, toso, de la Cán*a de Dipatados'
cur,stitucional, estableoiendo el procedimiento a seguir para poder exi- ion inLUtrblís. Se concede acción popular para denunciar ante la Cámxta
'o¡lrl"lbt
girle responsabilidad por delitos comrmes y oficiales a 'los altos funcio- lO Dipltados los delitos colnilnes'u de los .altos f unc.ionarios de
narios de los tres Poderes de la Unión. Los precptos en cuestión decla- ü Fc'derrc¡ón. Crundo la Cá¡nara mencionaCa declare que hay ltgar^a
'3rror,
raron que los Senadores y Diputados al Congreso de la Unión, los Ma- xombrará una conisión de su seno pata q!' !ot!:".8.a ante el Se'
gistrados de la Suprema Corte de Justicia de l¿ Nación, los Secretarios ;¡;¡"
-ii acasación de qae se trdte. El CongresoZe la.Unión.expedirá.a
del Despacho y el P¡ocuradbr General de la República eran responsables ,oyo, breaedad, ,* try de responsabilidad de todos los f uncionarios
por los delitos comrlnes que cometier¿n durante el tiempo de su errcarg«-r i *itrdot d.e la Fede¡oí;ón y dil Distrito Federal, deternzinando cotno
y por los delitos, faltas u omisiones en que i,nourrieran en el ej,ercicirc dc 7;¡¡;;t o faltas oficiales todoi los dctos u omisiones. qae paedan redun-
ese mismo cargo. El Preside¡te de la Republica solo podía ser acusado, 7i ,n peiiaicio ie los intereses priblicos y del buen deipacb.o,.aun delito's
cttando
o
durante el tiempo de su gestión por traición a la patria y delitos graves -ii,
üú'ti f'ecb,a no bayan tenido'carácter
delictuoso. Estos faltas
del orden común. Igualmente se declaraba que los Gobernadores de ltx tii*pre por an Popa.lar., en los, térrninos qt.e
-iJt iazgados l.a.rado
Estados y Diputados a las Legislaturas locales eran responsables pnr lo¡ ¿it;toi di ;mprenta estiblece el ¿rtícalo 20, El Presidente de
de Diparados la destitución,
violaciones a la Coruti'tución y §es federales (art. 108).
'n,fuOúbl;ro podrá pedir ante lddeCámara
L
los Ministros de la Sapreffi* Cofie
No obstante las de<la¡aciones anteriores, el procedimiento para exi á¿o conducta ie cualqaiera
girles responsabilidad no era el segui,do en relarión a cualquier infractt¡r 'h latic;a de la Nacióo, dá los Magistra/o1 de .Circuito, d.e.los,l,n{tt.1.,
de la ley penal y en ello precisamente radicaba el privilegio constirtr¡ ,-ólhr¡,r, de los l\lagistrados del Trlbunal Sape.rior.de.laoicia del Distritct
üivo del fuero. El artíoulo 109 consti,tucional declaraba; "Si el d.eltto ierii, de los lieces del orden Común del Distrito Federal. En ettot
-Ja¡or,
f aere común, la Cámara de Dipatados, erigida en Gran larado, declarari, si'la Cánára de Diptttados, primero, I l¿ d.e Senddltls, defyés,
for mayoúa absolata de aolas del número total de miembros qae l,t úiirri, ¡,o, moyoría ab¡álan de i,otos, iastificada la petición, el. fun-
Itrnen, si l¡a o no lagar a proceder contra el actsado. En caso ne{atit,o, lii¡i
-ibr,ru,rr,o Lruso,lo' qaedará priyado desde luego d.e y1 pu.esto, .indepen'
no l,,tltr,i lugar a ningún procedimiento alterior; pero tal declaración t,, de li respons;bilidatt legal ex que babiere incurido, y se
tt'ni ttlttt,italo fara qae la acu¡ación continúe sil carro caando el ¿caso,l,,
lntttltr,i tt tttt('t'¡t le.rignación. El P.re¡icl.enle de la República' dnlet de
lwyt,lr'ru,l,t lc tc»cr faero. brcs la resolución le la Cámara no lreiazt,t 'lolb e l,u C,i»tarar la tle¡tinción de algtin fttncionario Tttdicial, oirá a
16g ¡{ANUAL DE DERECHO PENAL MEXTCANO
LA VALIDEZ PERSONAL DE LA LEy PENAL 16g
en- lo prit,ado,
é.r1e.,. electo de pod.er apreciar en conciencia ta iustifi-
.a.
c,tción de lal solicitud.,,
' que formamos parte, y en la cual no pudimos, algunos Diputados, ni
riquiera p"dq usar de la palabra en la iri,bun p"ll defendei a un fun-
. co--o ge
-aprecia
en la transcripción antenior, para que los altos fun-
^ gue con él se comeüó
,i*t q j,udicial honorable, de la notoria inj,usticia
cionarios de los Poderes de la pudierar: sei procésados por delitos
d.l *i"tcomún, l]nion cn la forma más festinada atendiendo ,las peticiónes del presidente,
se requería1á determinación en tal ssltido'de la cá-
mara.de- Di¡uladol, la cüal se erigía en Gran ¡eneral Abelardo Rod,ríguez".7
Jurado. La decisión de éste Con techa 2 de drcrembre de 1982, el Fresidente Constitucional de
constituía eI desafuero del funciónario que quedaba, por ello,
bajo el
dominio de la acción de los tribunales comunes. Respecto a los deli,tos loc Estados Unidos Mexicanos, presentó iniciativa a la, Cimara de Sena-
dores, para,reformar entre otros preceptos, los artículos 108 a 114 cons-
Jurado, .l q,ie iicía ro declara-
oficiales, era eI senado, erirgido en Gran
toria de culpabilidad, cuy4 consecuencii era la de'que el funcionario lltutivos del' Título Cuarto de La Carta Magna, señalando que con tal
quedafa p,vado de su puesto e inhabi,litado para obtener otro hhiativa se pretende reo¡denar el citado TíÑlo, "establecienáo los suje-
por el
tiempo en gue la ley,lo-determinara. to¡ a los ,responsabilidades por ,eI serr¡icio público (artículo 108); la
ftlturaleza de üchas responsabilidades y las bases de la responsabilidad
, A pesar de 9ye el artículo 10g transcrito, se refir,ió a los Magistrados
de- la suprerna corte de Justicia de ra Naci6n, colocándolos pnal por enriquecimiento ilícito (art. 109); el iuicio para exigir las
enla situa_
ción privil'egiada de los senadores y Diputados al congreso de la unión, {lponsabilldades. políticas y la nabxaleza de las sanciones coffespon-
los secreta¡ios del Despacho y al 'proc'urador Gener d. l^ República, ücntes (art. 110); la sujeción de los servidores públicos a las sanciónes
siendq el procedimi,ento a su enjuiciamiento ^i el mismo
penal iela- ¡rnales y las bases para gue no se confundan su aplicación con represa-
_previo
cionado con anterioridad, el penúltimo pá*afo del'a¡tículo 111 estable- llrr políticas (arts. Llt y 712); la naturaleza de las sanciones adminis-
la posibilidad de su desti-tución por- mala conducta, lo cual llevó a fttrvas y los procedimientos para aplicarlas (art. tL3); y, finalmente,
la,.
Alberto Bremauntz a sugerir la reiorma per,tinente, por estimar que hr 'plazos de pres,cripción para origlr rresponsabiliidades a servidores
"nadie puede hablar en México de ,indepenáencia
del'ptde¡ Judicial,'ni tggs (art. LL4)". La tnirrativ¿ ah¡de a que "preserva principios y
mucho m,€nos, de predomi,nio 'iurisdiccirrnal' del mismo, mientras constitucionales para determinar las responsabili,dades de
sub-
sista el artículo 111 constirucional, en sus párrafos finales, los que facul_ rrvidores públicos: el juicio.político sustanciado en él Congreso de la
tan al Presidente de la Republica para pádir ante las cámarai Legisla- UdO¡, el procedimiento ante li Cá,mam de Diputados pará proceder
tivas, la desti,tución, por mala conducta, de los Ministros de la iort", tÍdmente contra los altos funcionarios públ"icos, durante el ejercicio
Magistrados de circuilo,
]uece1 de Distrito y Magistrados y Jueces dei
i rus encargos, a los que hay que ofrecer una protecrión consti,tucional
Tribunal superior de Justircia del Disrrito niderail siguiénáose un prc füt que la acción penal no se confunda con la acción polí,tica, y la suje-
cedimiento ,sumarísimo contra el acusado con absoluta"falta de guraritías t5n a responsabilidades civiles de todo servidor publico durante el ejer-
de defensa para el mismo". Después de referirse a dicho proceíirniento, flclo de su empleo, cargo o comisión".
agrega: "como fáciümente se comprende, dicho sistema cónsdtuye en si (ion fecha 22 de agosto de 1996 se publicaron, en el Diario Oficial
una absoluta arbitrariedad y una lnjusticia p*ra los funciona¡ios de la lo la l;ederación, reformas a diversos ártícu.los dei Título Cuarto-de la
j'usticia, toda vez gue no se concibe gue los ddincuentes orünarios gocor Con¡titución Política de los Estados Unidos Mexicanos, declarando el
de todas las.garantías procesales quá establece [a corutitución y en cam. ñuev«r texto del artículo 108, ahora vigenre, que"Para los efectos de las
bio, los funcionarios juáiciales prred"r, ser separados de sus puestos some- ntponsabilidades a que alude este Título se reputaráfl colllo seruidores
tiéndolos a un trirbunat de conciencia, o rn.di*t. lo que é ha llama.l, ldblicos a los representantes de elección popular, a los miembros del
'l^olcr
'j"i.r9 político' gue es en realidad un sisterna que los puede hacer vícti Judicial Federal y del Poder Judiitai del Distríto Federal, los
mas de la arbiü¡ariedad y del er¡or de un solo hombre, el presidenle dk. funchndrios y empleadós, y, en general, a toda persona que desempeñe
la República; y decfunos de un solo hombre, porque en la práctica se lr. lt e npleo, cargo o comisión de cualquier naturaleza en la Administra-
visto que, en los pocos casos en {r:re se ha apliiado dicha sa¡ción, l:r.s Clón l'ública Federal o en el Distrito Federal, así como a los seruidores
cáma¡as han aprobado la petición de destitución sin objeción ni estudio, llllnttituto [;ederal Electoral, quienes serán responsables de los actos
c.mo ocurrió en la xxxv Legislatura del consreso de la unión dc l;r I onitit¡ncs en que incurran en el desempeño de sus respectiuas fun-
t'htne r", scilalando el mencionado pre cepto, en sus párrafós siguíentes,
I ttú tn.t ltttcit al serúcio del Pveblo, pp. 6s-69, Ed. casa de Michoacán, lvf{,xi
it, l9t 1
170 ttfANUAL DE DERICI{O PENAL IIEXICÁNO T.A VALTDEZ PERSONAL DE LA LEY PENAL L7L

quc cl l)resídente de la República, durante el tiempo de su encargo, sólo procedencia será para el efecto de que se comunique a las Legislaturas
podrá ser acusado por traición ala patria y delitos graves del orden locales, para que en ejercicio de sui atribuciones prpcedan corno corres-
común; que los Gobernadores de los Estados, los Diputados a las poyda. !-as declaraciores y resoluciones de las e,ímaras de Diputados
Legíslaturas Locales, los Magistrados de los Tríbunales Superiores de o Sen¿dores son inat¿cables. El efecto de la declaración, de qie ba lu-
Justicia Locales y, en su caso, los míembros de los Consejos de las lat dproceder contra el inculpado será separarlo de su encargo en tdnto
Judicaturas Locales, serán responsables por violaciones a la Constitu- esté sujeto a proceso penal. Si éste culmina en sertencia absolut¿rfu el
ción y a las Leyes Federales, así como por el manejo indebido de fondos inculpado podrá reasumir su función. Si la sentencia fuese condenato-
y recursos federales, y que las Constituciones de los Estados de la tia y se trata de un delito cometido durante el ejercicio de su encargo,
República precisarán, en los mismos términos que el párrafo primero del no se coficederá al reo la gracia del indulto. En demandas del orden
artículo 108 transcrito, y para los efectos de sus responsabilidades, el Clui! que se entablen contta cualquier seruidor público no se requerirá
carácter de servídores públicos de quíenes desempeñen empleo, cargo o la declaración de procedencia. Las sanciones penales se aplicir,ín de
comisión en los Estados y en los Municípios. lcuerdo con lo dispuesto en la legislación penal, y tratándoie de delitos
Con independencia de la proced encia del juicio político, para ímpo- Por cuyd comisión el autor obtenga un beneficio económico o cause
ner las sanciones que precisa el artículo 110 constitucional a los servido- daños o perjuícios patrimoniales, deber,ín graduarse de acuerdo con el
res públícos que este mismo precepto señala, y que consisten en la ltc¡o obtenido y cor la necesidad de satisfacer los daños y perjuicios
destitución e inhdbilittcíón para desempeñar funciones, empleo, cargos ilusados por su conducta ilícita. Las sanciones económicas no podrán
o comisiones, y delprocedimiento a seguirse a tal fin, el artículo 111 de Ofceder de tres tdntos de los beneficios obtenidos o de los daños o per-
la propia Constitución, en Io que a la materia compete, textualmente tlicios cdusddos".
expresa: "Para proceder penalmente contra los Diputados y Senadores - -Otras disposiciones constitucionales, relacionadas con responsabilí-
al Congreso de la Unión, los Ministros de la Suprerna Corte de lusticia üdes de orden penal, son las conrenidas en el artícul o ).12 y en il párrafo
de la Nación, los Magistrados de la Sala Superior del Tribunal Electo- Igundo del artículo L14,el primero que excepciona de la áeclar¿iión de
ral, los Consejeros de ld Judicatura Federal, los Secretarios de Despa- lencía de la Cámara de Diputados a los seruidores públicos que
cbo, los Jefes de Departdmento Administratiuos, los Diputddos a l,t an algún delito durante el tiempo efl qile se encuentren separddos
Asamblea del Distrito Federdl, el Jefe de Gobierno del Distrito Fede- h.su enraigo, en tanto el segundo determi.ra que la responsabilidad por
ral, el Procurador Gereral de la República y el Procurador General dc fl.ltos cometidos durante el tiempo de su encargo, por cualquier servidor
lusticia del Distrito Federal, así como el Consejero Presidente y los ¡óblico, seú exigible de acuerdo con los pltzos de pretitpaan ionsignados ex
Consejeros Electorales del Consejo General del lnstituto Federal Llly penal, que nunca serán ínferiores a tres años, en la inteligencia de que
Electoral, por la comisión de delitos durante el tiempo de su encargo, ffchos plazos se intenumpirán mien¡ras el servidor públícó desempeña
la Cámara de Diputados declararó por ntayoría absoluta de sus miem- Jtur¡o de los encargos a que hace referencia el artículo 111.
bros presentes en sesión, si b¿ o no lugar a proceder cofitrd el inculpt- Ahora bien,las sanciones aplicables por las responsabilidades polí-
do. Si la resolución de la Cómara fuese negatiuo se suspenderá el pro- en que incurren los servidores públicos, consisten en destitución e
cedimiento ulterior, pero ello no será obstáculo pdrd que la imputación bilitación "para desempeñar funciones, empleos, cargos o comisio-
por la comisión del delito continúe su curso cuando el inculpado haya i¡! d. cualquier naturaleza en el servício público", y paraiu aplicación,
concluido el ejercicio de su eflcargo, pues la misma no prejuzga los h Clmara de Diputados procederá ala aéusación réspectiva lntelaCá-
fandamentos de la imputación. Si la Cámar¿ declara que ba lugar d llr¡ de Senadores, previa declaración dela mayoría ibsoluta del núme-
proceder, el sujeto quedará a disposición de las autoridades cornpeten- ll lc los miembrolpresentes en sesión, desp,rés de haber sustanciado
tes pdra que actúen con arreglo a la ley. Por lo que toca ¿l Presidentt I proccdimiento respectívo y con audiencia del inculpado; de la acusa-
de la República, sólo babr,í lugar a acusarlo ante la Cámara de Senado- l[n conoc eú la Cámara de Senadores, erigida en jurado de senrencia,
res en los términos del artículo 110. En este sapilesto, la cámara dr l)llcrn«lo las sancíones correspondientes -Édirnt. iesolución de Ias doi
Senadores resoluerá con base en la legislación penal aplicable. Par,t p?ccrur partes de los Míembros presentes en sesíón, una vez practicadas
poder proceder penalmente por delitos federales contra los Gobernarlo hr tllllgcncias correspondíentes y con audiencia del ac.rsado.
res de los Estados, Diputados Locales, Magístrados de los Tribunalct - Urr cuanto alas responsabilidades administratiuas, el artículo 109,
Superiores de Justicia de los Estados y, en su caso, los miembros de ht¡ lmcclón III, de la Conititución de la Repúblicr, deterÁina que se apli-
Consejos de las Judicaturas Locales, se seguirá el mismo procedimicnlo tl?ln rnncí«rncs de índole administrativa a los servidores públicos "por
cst¿blccido en este artículo, Delo e/, este suDuesto la declaración dt ha üt,tr y omi.st'ones que afecten la legalidad, honradez, lealtad, itn.
17¿ I\fANUAL DE DERECHO PINAL ]fEXI(l,r.vO LA VALIDE,Z PERSONAL DE LA LEY PENAL L73

pdrcidlid¿d y eficiencia que deben obseruar en el desempeño de sus cicio de la acción penal, "a fin de que pueda procederse penalmente en
c'nplcos, cargos o comisiones". El mísmo precepto determina que los contra de algunos de los servidores públ,icos a lrrer se refiere el primer
¡>roccdimientos "pard la aplicación de l¿s sanciones mencionadas se p&raf.o del artículo 111 de la Constitución General de la República,
desarrollarán autónomamente", pero"no podrán imponerse dos ueces ,e ach)ar.á, en lo pertinente, de acuerdo con el procedimiento previsto
por una sola conducta sanciones de la misma naturaleza", agtegando el on el capítulo anterior en materia de iuicio político 'ante la Cámara, de
dispositivo en cuestión que"las leyes determinarán los casos y las cir- Diputados. En este caso, la Sección instructora practkará todas las dili-
cunstancías en los que se deba sanciofiar pefitlmente por causa de enri- gencias conduce¡rtes a establecer la ex,istencia del clelito y la probable
quecimiento ilícito a los seruidores públicos que durante el tiempo de responsabilidad del imputado, asi como la subsister¡cia del fuero consti-
su eflcatgo, o por motiuo del mismo, por sí o por interpósita persona, ür¡cional flrya ¡emoción se solicita. Concluida esta averigtración, la Sec-
aumenten substancialmente su patrimonio, adquieran bienes o se ción dictaminará si ha lugar a proceder penalmente en contra del incul-
conduzcan como dueños sobre ellos, cuya procedencia lícita no pudie- podo. Si a ju,icio de la Sección, la imputación firese notoriamente i,mpro-
sen justíficar. Las leyes penales sancionarán con decomiso y con la
oedente, lo hará saber de inmedliato a la Cámara, plra que ésta resuelva
priuación de la propiedad de dicbos bienes, además de las otras penas
que correspondan (...)"
!i se continria o desecha, rsin periuicio de reanudar el procedimiento si
l¡osteriormente aparecen motivos que lo justifiquen. Fara los efectos del
.

Consecuentemente, queda claro que de acuerdo con la Constitución


primer pfurufo de este artíc,ulo, la Sección deberá rendir su dictamen
son distintas las responsabilidades de orden político, administrativo y
penal, mereciendo sanciones de diferente naturaleza paru los servidores m el plazo de sesenta días hábiles, rsalvo que fuese necesar.io disponer de
públicos que en ellas incurran. mÁs tiempo, a criterio de la Sección. En ,este caso se observarán las nor-
Con fecha 31 de dici,embre de 7982 y fe .de erratas del 10 de marzo tn¡s acerca de ampliación de plazos para lt recepción de pruebas en el
de 1983, se publicó en el Diario Oficial de la Federación la nueva Ley procedirniento referente al juicio político". Realiaado lo anterrio'r, según
Ederat. de Responsabilidades de los servidores públicos, [a cual tiáe procribe e[ artículo 26 de la propia ley, dada ouenta del dictamen co
por objeto la reglarnentación del Título Cuarto Constitucional, al q,ue ferpondiente, el Presidente de la Cámara. amnciará a ésta que debe
nos hemos venido refiriend,o, ordenamiento aq,uél qu,e pr'ecisa los suje- trigirse en Jurado de procodencia al día, siguiente a la fecha en q,ue se
tos de la responsabilidad en el servicio público; las obliqaciones qt¡e los hubiese depositado el dictamen, haciéndolo saber al inculpado y a su
mrJsrnos tlenen en el servicio público, las responsabilidades y sanciones &fensor, así como al denunciante, al querellante o al Minisierio Público
adhrinistrativas, así como las que se deban resolver mediante juicio polí- l¡ su caso. Segun rcza 'el a¡tículo 28 de dicho Ordenamiento, "Si la
tico, precirsando las autoridades competentes y los procedimirentos para
gmara de Diputados declara que ha lugar a proceder contra el'incul-
aplicar tales sanciones, por una parte, y las autoridades competentes y prdo, éste quedará inmediatamente separado de su empleo, cargo o comi-
procedimientos a seguilse para declarar la prmedencia del procesamiento lón y sujeto a la jurisdicción de los tribun¿rles competentes. En caso
penal de los servidores públicos q,ue gozan de fuero. ilgetivo, no habrá l,:ugar a procedimiento ulterior mien'tras subsista el
Tales materias 'se ,encuenbran regul'adas en 4 Títulos y 90 a¡tículos. itcro, pero tal d,eclaración no será obstáculo para que el proced,imien'to
El Título Segundo precisa los sujetos, las causas del juicio político y las Ertinúe su curso cuando el servidor púbtico haya conclu,ido el desempe-
sanciones a aplicarse, maüerias que en té¡minos generales quedaron yrr ño cle su emplieo, cargo o comisión. Por lo que toca a Gobernadores,
precisadas al'ocuparnos de los diversos artículos que integran el Título IV Dlputados a las Legislaturas locales y Magistrados de los Tribunales
de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos. El Títul.r h¡rcriores de Justicia de los Estados a quienes se les hubiere atribuido
Tercero se ocupa de los ,sujetos del servk'io pírbl,ico y las obligaciont's h «xnisión de delitos federales, la declaración de pro:edencia q'ue al
del servidor público, así como de las sanciones admi,nistrativas y de l«rs tf«to <licte la Cámaru de Diputados, se remitirá a la Legislatura local
procedimientos para aplicarlas, en tanto el Título Cuarto se limita ;r lñpa.tiva, para que en e,iercioio desus at¡ibuciones proceda como corres-
regular el registro patrimonial de los servidores públicos. ¡rrxla y, en su caso, ponga al inculpado a disposición del Ministerio
En lo que a la materia- penal i.nteresa, el lla¡rado Fuero se cncuetrtrr;r ilhli.,, [cderal o del órgano jurisdiccional respectivo".
''l,r¡r rilrimo, el artículo 29 se ocupa del caso de excepción en que se
rcgulado dentro del Capítulo III del Título Segundo de la ci,tada Lcy,
l)or cuanto el artículo 25 de la misma pres<'ribe que culndo se prcscrrt('
l¡¡rrc ¡,r,,r'cso pcnal a un servidor público de los mencionados en el ar-
rlcntrncia o querella por particulares o re<¡rrt'rirniento dcl Mi¡ristcrio l'ú llrr¡Lr tll co¡rstitur-ional, sin haberse satisfecho el procedimienlo esta-
hliro, cumplidos los requisitos procedinrcrrl.;lcs roslrc'r-tivr>s ¡>ara cl <'jt.r bl¡lrl,, r'rr cl ¡rrr¡¡rro capíhulo a que nos venimos refiriendo, en (1¡yo
174 IVt¡.NUAL DE DERECHO PENAL IUEXICANO

caso "la Secretaría de la misma Cárnara. o de la Comisión ltrmaoente


librará ofioio al luez o Tribunal que conozca de la causa, a fin de que
suspenda e[ procedimiento en tanto se plantea y resuelve si ha lugar
a proceder".
5. Nlruurrza JUÚDICA DEL FUERo
Naturaleza jarídica del fuero. Establecido con precisión que el fuero
no equivale a inmunidad o inviolabilidad, Por n9 constituir una ex- CAP|T'ULO VI
cepción al carácter de generalidad de la Ley Penal, al radicar su esen-
cia en un privilegio de naturaleza procesal que impide la achraciórr IIL CONCURSO APARENTE DE NORMAS PIINALES
natural de lós órgános jurisdiccionales, sin la previa satisfacción de cier-
tos requisitos conititutivos de un permiso de actuación al laez, habremos SUMARIO
de afirmar que el fig¡q se identifica con Lrn requisito- procesal. Nada I. Concepto.-2. S,l ubicación en la sistemática de la parte Gene-
impide que satisfec-hás las exigencias del Previo desafuero o permisrr r!.-1. Principils elaborados pala la solución del concurso aparente
paia proieder judicialmente contra el acusado, derivado de la determi- de normas.--4. El concurso aparente de normas y el concurso ideal.-
iracióñ del órgano expresamente facultado por la ley, e! hecho punible 5. El principio de la especialidad.-6. El principio de la consunción
pueda ser coñocido pbr los Tribunales competentes y dar fundamento o absorción.-7. El principio El principio de
i la aplicación de la pena. Por ello nos afirmamos en la idea de-que *lmr;b¿tar;¿ad.-s.
tal permiso previo, neéesario a la acttación del -órgano-iurisdiccional no
es sino un requisito ltrocesal que detier-re o impide la aplicación de la ley 1. CoNcspro
pero no la excluyé.
una de las instituciones de más interés y utilidad para la aplicación
BITLIOGRAFIA r\IÍNIi\fA
dc las normas penales la constituye el concurso apareite de leyis o nor-
rhas, también llamado conflicto de leyes o concarrencia de norruaÍ in-
BRrrtauNrz, Alberto: Por tn,r lt.rlicia ¿l Seruicio del Pueblo, Ed. Casa de Mi- cltnpallble1 entre .rí,1 cuyo estudio y desarrollo es de época reciente, pues
choacán, México, 195); Drr Rosat, Juan: Derecho Penal (Lecciones), Va- de ordinario se la confundía con él concurso formal b ideal de delitos.
lladolid, 1954; Von Ltszr, Frarlz; Derecbo Inlernacional Público, Bucelo- & afirma la existencia de uñ cono¡rso aparente de normas penales
aa, t9)9; GoYzAr.nz Busr¡u¿Nrr, Juan José: Los delito¡ de lo¡ alto¡ Jttndo a la ¡olución de un ca:o concreto parecen concurir dos- o ttás
'ftncionariot y el Fuero Cot.tstilucional Ediciones Botas, N{éxico, 1946.
llrmas de uno o aarios otdenamiento.r aigentes efl iln mismo lugm y
llonpo...El problema consiste en dilucidar ,"oál nor*n debe aplicart", toi,
oxcla¡ión de las denás. Tal conflicto puede surgir entre normas tipifi-
c¡«loras de conductas o hechos delictivós; entre áormas de la parte ae-
Ior¡l de los Cóügos, o bien entre las primeras y las segundas.
Gnlsp¡cll se refiere a la designación "conflicto" explicando gue el
Olrlcnamiento jurídico, ya sea explícita o implícitamentl ofrece él cri-
htlo para dete¡minar la aplicabilidad de una ü otra de las disposici«rnes
ffm(urrentes, por lo cual tal conflicto es sólo "aparente".2
(\n relación al concepto, Federico Pulc Prña precisa la existencia
úc w ,rntrrso de leyes cu.ando und misma acción iae bajo la esfera cle
¡E
l.'ti'¡rnino usa<lo por celestino Ponrr prrr, Aplrltel de la parte General del De¡ccbo
^.
flt,tl, l, l\. 172, México, 1959.
9 lti,itl,, I'on,ilc It¿liano, l, p. 415, 2r edición, Milano, 1947.

175
t76 }ÍANUAL DE DERECHO PINAL MtrXICANO EL CONCURSO APARENTE DE NORMAS PENALES 177

dos_ PrecePros legales reguladores, excl.ayéndose el uno al otro en rt


aplicación, cunro CaróN se refiere igualmente aL concurso de leye, 3. PnlNclplos EL^BoR^Dos PAR^ LA §oLVcIóN
afirmando existe cuando d ilna y misnaZcción son aplicable¡ dos o it,i, DE LA CONCURRENCIA DE NORMAS
Pleceptos peyles que se exclayen entre sí recíprocamente,+ para cerct
tino Ponr¡ Prrr, la instifución se presenta cuindo una materi a se .,,t Felipe GzusplcNt señala que puede arribarse a la solución de la
cilentrlt. disciplinada por dot o más'oorrnos incompatibles entre sí.5 6norrrencia de normas mediante 1a aplicacíón de los principios de es-
ialidad, de consunción y de sabsidiaridad.la JtuÉNEz or AsÚa se
a los mismos principios, a los cuales a1rega el de altern.atrub
2. Su u¡rcac¡óN sN r¡, slsmlrÁTrcA DE L/\ pARTE cENERAL iornn precisa su nrirn€ro
.16 Sornn nrirnero en tres: exclusiuida pecialidad y
exclusiuidad., especialidad
idiaridad (expresa o tácita),ls mientras M¡zcrn proclama sólo dos:
- El concurso aparente o concurrencia de normas incompatibles elrt¡r
sí se.coloca generalmente dentro del estudio de las forntai de apaúcilu
de especialidad y el de consunción.1? ANTotlsEI reduce tales princi-
a uno solo: el de la especialidad.'8
del delito y concretamente en los concursos de delhós. Tal es el sisterr,r
sjgui.do_en Álemania por Edmundo MrzcEn,6 en España por Cucl.l o
4. [l- cotscunso ApARENTI: Dr] NoRIVTAS y EL coNCURSo IDEAL
9tóry7^y Purc Psñ,{8 y en México por Vnr¡rosós y ásrnrnN,,t
TnNa.s otros preÍieren ubicarlo dentró de la Teoría dá la tey pe»,tr,
como GnrsprcNr l0 en Italia y Ponrr Ppr¡r rr en México. JrlrÉNrz. l,r C-onro se verá más adelante, en el Título relativo a las futnas de
ición del delito, el concurso
Asúa se adhiere a este último criterio por estimarlo el coirecto.rr fonnal o itleal supone necesariamente
En realidad no hay razón justificante para el primer punto de vist.¡, Gonorrrencia de norrnas conftutibles entre .ri: de tal manera se habla
supuesto. que la concurrencia de normas es un problema de simple a¡,/r tnidatl del delito en virtud de que la conducia o el hecho caen bajo
plaralidad de sauciones, teniendo por ello, como Io expresa Sor¡n
cación
/e ly ley, en el cual el concurso es ineiistente. Gnrsp¡cNr, ac.«.¡r
tando la sistemática correcta hace notar que la expresión "concurso rlr, encuadramiento múltiple".tu
leyes" es ciertamente impropia, pues en rellidad nó se trata de un r.rr¡ Iltt cl llamado concurso aparente de ieyes, según lo ha precisado
orrso sino a lo más de la "concrlrrencia" de una norma con otra, <,xir l, el punto cie partida coincide con el concurso ideal, pues en la
tiendo en ambas la pretensión de regular el caso concreto.lr ¿cción unitaria concurren varias leyes penales (tipos penales),
t Derecb-o Percl,ll,p.29) anlbos, sin embargo, erl que en el prinlero "una de las
_ ,Madrid, 1955. Al ocuparte de la /a tern¡i¡ación de la ley aplicnl,l.,
RoDRfcuEz MouRul-Lo hace observar que en ocasionei un determinado comportamientL rl¡r,lr o " . t lrnales desplaza y excluye de anteurano a 7a otra. Por ello se'ha-
primera vista comprendido en varias disposiciones legales" cuando ya ,roo de los mismoe "t.n¡,r r tllrrbi('n en ocasiones de 'concurso ideal aparente'; pdrece, en pritner
por co-mpleto el contenido de ilicitud y culpabilidad áel hecho", concurso de leyes denomirri,l,,
en la doctrina "aparente" o "impropio" poi ser sólo aplicable una de dichas leyes al des¡rlrrrrr r que a la acción han de aplicarse al mismo tien-rpo varias leyes
lat demás, ejemplificando con relación a la codificación española el caso de la áadre que n,ur o rl mientras que, ell uerdad, uno de los puntos de vista. jurídicos
hijo recién nacido para ocultar su deshonra, he.ho que pued-e quedar comprendido en lós arr f,.r¡1,,r
410 y405, el p_rimero referente al infanticidio y el segundo al parricidio, pües aisladamenre rc(.(l¡r.,
Dnrurnido totalmente por el otro, y, en consecuenita, sólo se aplica
cl hecho de dar muerte al recién nacido. Ello sin embargo, no impÍica la aplicación d" u,r,i,., Jlrliclad a la situación fáctica upa de las leyes fienale.f'.N
normas coniuntámente,,pues la madre ¡o ¡ealiza al mismo tiempo un delito de infantici«lio rrrtr
otrode parricidio, siendo en estos casos misión del intérprete "piecisar la relación existenre c¡r r.
lr. dirpoeicionet legales que concurren y, .r, .onr..ú.ncia, determinar cuál de ellas rc¡rrlrr 5. PnrNlclplo DE LA ESPECIALIDAD
rplicrble y cuáles desplazadas" . Derccbo Penal. Parte Ge¡e¡¿i, pp. 114-l15,F;d. ciüras, M rr l¡ r,l.
I 97E, Primera reimpresión.
1 De¡ccbo Penal, l, p. ,76, 9t edición, 7961. ?tltsr.le encolrtrar el fundamento de la exclnsiót¿ de las notmas no
¡ ob. cit., I, p. 101. -l.rr.
6'l'¡ilalo dc Dereebo Penal, lI, pp.379 y ss. Editorial Revista de Derecho l,ri,,r,l,,, ,¡t.
Marl¡irl, lt)r7, 'Irn<|. Roonicurz Muñoz.
lll ttt., pp. 117 y ss.
1 ()h. tit., pp. 176 y ss. llurrht, l'tnil Ar¡irttrito, ll, p. 175, Editorial Bihlio.gráfica Argentina, Buenos Aires,
x ()l' tir., ll, pp. 293 y ss.
ll ¡rrrlrlcnr,r rlcl trncurso de leyes (s trlta(lo, por el artor, clent¡o de las relacio»ts
tt I ttrtmicntot lilcne»tale¡ de Derecbo Penal, pp. 298-29g, Edito¡ial Porrúr, tor r,lr llltt,tr ¡,rntl,,.
«i¡in. f\lr'riro, lt)7ó.
'lttt¿J,,, ll, I'I', ls() y ss.
ttt ()l', trl., I, p¡r, 414 y ss. ll lal ,r,ur,,rt,, ,t¡'¡,,¡¡,.¡¡¡¿ ¡li tO¡ne Scritti li Diritto P¿,¡¡lc, pp.260-261, l\[ilanr,,
tt ()1, ttt, f, ,,lt l0l y r., Ilt lt¡¡rt' f'r lrr', ,tb. cit., l, pp l 89-l 90.
t2 l.t I ty y rl ,ltlrr,t, tt,l y ss., 2r cdición, Erlitr¡rial Hermes, 19j4. lll ttt, ll, ¡'. ¡71.
tt ()l'. .tr, l, rr, ,llr 1:1t I lll ,,r, ll, j'¡'. t7() {tlo
MÁNUAL DE DERECHO PENAL MEXICANO EL CONCURSO APARENTE DE NORMAS PENALES 179
178

el carir-cter de espectal que con relaciórr a aquéllas tier-re


al)lrcal)lcs, en
En la legrslación mexicana, si bien no había encontrado admtsrÓn
expresa el principio de especialidad, pues los código9 de 1871 y de 1929,
lá qrre lrabrá efectivamente de regular el caso concreto. Lex specictlis allgual que eI actual de 1931, solo iernitían a la ley especia! cuando se
dcrógat legi generali, es decir, la ley especial excltr¡'e a la ley general,
trataba de delitos no prealslos en ellos, al ser adicionado el artículo 6c
l»r ser de estricta lógica que la regla especial predomina sobre la' ge- con nn segundo párraf.o que reza: "Ctando una mi¡nza materid_ aparezca
neral. PoRru Pcr¡r señ,ala como ejemplos donde funciona este princi-
regulada por diiersas diiposiciones, la especial preaalecerá sobre la ge-
pio, el delito de parricidio (artículo 32)) con relación al homicidio
nerul", ss consagra en lo relativo a \a concurrencia de norm¿s incompa'
(artículo 302), y el de infanticidio (artículo 125) respecto al propio
homicidio.lr
tible el referido principio de especialidad, según se verá más adelante.
Los ejemplos anteriores nos sirven para establecer la diferencja entre
la ley general y la especial, pues tal habrá de ser la cuestión a determi- 6. Pnlsclplo DE LA coxsuxc¡óN o ABSoRclóN
nar previamente por el observador para los efectos de la aplicación de
la ley. lJna norma tiene carácter especial con relación a otra orando La opinii,n mavoritaria de la doctrina pretende ver la operancia del
contiene todos los elementos de ésta y además otros qile le otorgan pre-
principio cuando ia situación rcg.ulada en una norma queda comPren-
"f
erencia en su aplicación. ii¿, án otra de alcance mayor, de tal manera que ésta excluye la apli-
JIMÉNEZ DE AsúA, reduciendo el ámbíto de aplicación del principio a
cación de aquélla. En esta posición se coloca JnrtÉNEz or AsÚa: "l:ste
las normas en sentido restringido o tipos penales, establece el concepto principio ejerce su imperio cuando el hecho ptevisto Por una
-una-señala-
en los siguientes términos: "Se díce que dos leyes o dos dísposiciones Icy o disposición legal está comprendido en el tipo descrito en otfa,
legales se hallan en relacíón de general y especial, cuando los requisitos y puesto que-ésta es de más amplio alcance, se aplica con o<clusión de
del típo general están todos contenidos en el especial, en el que figuran lr'pri-.rá" a Ponrr Prr¡r abunda en tal opinién aI expresar: "Nos-
otras condiciones calificativas a virtud de las cuales la ley especíal tiene gtrOs pensamos que, basándonos en los casos en que pueda presentarse
preferencia sobre Ia general en su aplicación. Las dos disposiciones h corÉrrrencia dé noffnas incompatibles entre sí, debe darse al principio
pueden ser íntegrantes de la misma ley o de leyes dístintas; pueden haber de consunción la amplitud que requiere. Por tanto, existe el ptincipio de
sido promulgadas al mismo tiempo o en época diversa, y en este último onsunción o absorción, caándo l) materia o el ca¡o regulado Por una
caso puede ser posterior tanto la ley general como la especial. Pero es loffia, quedan subsumidos en otra de mayor amplitud'.%
preciso que ambas estén vigentes contemporáneamente en el instante dc Así enunciado el principio (lex consiln?ens derogat legi consaptae)
su aplicación, porque, en el supuesto contrario, no sería un caso de con- Dlrcce confunürse con el dé especialidad y por ello Von Hlppn le negó
curso, sino que presentaría un problema en orden a la ley penal en cl hhttantividad propia. JruÉNrz DE AsÚ4, quien llama la atención sobre
tiempo. 22 Para Roonlcusz Mounullo la relación de especialidal suponc ¡¡te particular,-oivida eI problema y se limita a referirse a las dos es-
que la califícada como dísposición penal especiad reproduce las caractc-
¡clei de consunción (delito progresivo y delito complejo) - a que los
rísticas de otra disposición penal general", alas que añade todavía ultc- lUtor.r se refieren (caios señálados por GnrsrtcNr), deiando sin con-
riores notas individualizadoras, y ejemplifica ruzonando, en relación a la Irtación el interrogante planteado.
legíslación española, que el ínfanticidio del artículo 410, contiene todas Nos parece acertado-el criterio de Mrzcr& compartido por Pulc
las características del parricidio del artículo 405,"a las que suma otras llñ,r,'n q.re .rre en la relación aaloratiaa el factor deci-sivo para estable
más específicas (sujeto actívo sólo puede ser la madre o los abueltrs t le ¡rráedencia de una norma ante la otra.2€ "Cuando una ley -dice
maternos; sujeto pasivo sólo el hijo o el nieto recién nacido; el móvil h,r
, ) lbldcm, p. 161.
de ser el de ocultar la deshonra, etc.). El criterio rector es el de que la lcy J. ob. c¡t., I, p. 106.
especial deroga a la general. En el ejemplo expuesto la figura del irr a) ()h. (ir., ll, pp. 294-295.
fanticidio (ley especial) desplaza a la del parricidio (ley general). Iil It §ont'iante criterio sigue Sorrn, al señalar que l¿ e<clusión no se produce en ¡azón
fundamento del principio lex especialis derogat legi generalí, radica,:tt I llrlr lor v¡lo¡es sean equivalentes, "sioo quq al contrario, en uoo de ellos hay una valo-
que la ley especial recoge un mayor número de peculiaridades del hccl,,, "
L0Llr t,,n f¡ancamente superior, que taoto el tipo como la pena de la figura más grave
¡tdl¡rr¡ r'unrplitlamente la función punitiva no sólo po¡ cucnta propia, sino por cuenta del
(Ob cit., p. 115). Iñ tl¡r. Los casos de consuncrón revisteri la m¿yor importancia y están constituido¡
pl l¡ucllrrs siluacir¡nes en las cuales la ley, expresa o tricitamentq da por sentado que
:rl Ob
.::
L D !')i ilrnrlo rc nplir¡ue rlcterminado tipo de delito, por él han de entenderse consumidas otras
t't b .l¡ - 1(tt furx ,lo ln ¡rcciórr re¡rlrncnte sucedidas y punibles, conforme a ot¡o o al mismo tipo. [llo
Orl¡b ¡n krr <asos cn los curles las figuras tienen una retación de menos a más, <lc parrc
180 IIANUAL DIr DI:ltl:(-llO PI:NAI. MIiXI(../rNt¡ EL CONCURSO APARENTE DE NORMÁS PENALES 181

MEzcER-, qu;e confornle d iu propio sentido incluye ya para sí el des-


valor delictivo de la otra, no permite por ello la aplicación de esta úl- 8. PRrNclpro DE LA ALTERNATTvTDAD
I
tima y la excluye, el fundamento que justifica dicha exclusión no lo
suministra la relación lígica de ambas leyes entre sí, sino más bien el Se habla de la altematividad iu¿tlulo las nonnas cotlcurrentes prrt-
propio sentido de la misma con arreglo a lna interpretación valora- tegen el mi-rnto itÍerés jurídico, aa¡t cuando sus elententos ct.,u¡titutittos
úva. .-' ,n Jedtt idéntico.r, Dentro de su peculiar fonna de precisar el contenido
Tal forma de precisar el funcionamiento de la consunción se hace de los principios regentes del concurso aparente de norrnas, Sebastiiur
patente en el homicidio consumado con relación a las lesiones. Igual- Sornn explica que en ocasiones la aiternatividad se produce como corl-
nrente en la tentativa de homicidio con las propias lesiones, excluyendo secuencia de la ec¡uivalencia de las valoraciones contenidas en la ley pc-
nal, de tal r¡anera qr.re resulta indiferente la a¡>licación de una u otra
el prinrer tipo la aplicación del segundo, en virlud de que Ia interpreta-
nonna. "Los tipos son siempre incompatibles y se ,excluye toda posibili-
ción ualoratiaa en el caso concreto llega a establecer precedencia de la
dad de aplicación simultánea, porque cualquiera de ellos es suficiente
figora más amplia (tentativa acabada de homicidio) que absorbe a
grado de penalidad y a éste le es indiferente que ade-
alcanzar el gfa<
Para alcanzar
la rnenor de lesiones.2s
m4: de uno de los tiipos, se haya también ejecutado la acción correspon-
más
diente al otro tipo, y,, claro-1^.^ está,
^.tÁ sea -t l^ con un .Ál^
"-. ello L--l-^ o
sólo hecho -^" 83
^ no".
7. PnrNcrp¡o D[ LA SuBS]DIARIDAD Si bien los códigos penales de 1871 y L929, al igroal que el de 1931,
thte en su texto original, r,emitían a la ley especial tratándose de delitos
Adquiere realidad o funcionamiento este principio cuando la ley o no preaistos en ellos, mediante la refo¡ma contenida en Decreto del
disposición tiene carácter subsidiario respecto de otra, en cuyo caso éstl Congreso Federal de 29 de diciembre .de 1984, promulgado por el Ejecu-
excluye la aplicaciín de aquélla.2e Tal principio se expresa asi: lex pri üvo de la Unión, rnediante Dec¡eto de la misma fecha y año, publicado
maria derogat legi subsidiarae. Gt el Diario Oficial de la Federación de 14 de enero de 1p85, el ar-
Enunciado el principio surge el problema de establecer cuándo luri¡ tlo¡lo 6s quedó redactado de la srggiente manera: "Cuando se cometd
rlonlla tiene carácter subsidiario respecto de otra. Sobre esta cuestión. ls delito no preuisto en erte Códigó, pero sí en trna ley especial o en
JrnÉNrz or Asúa nos ilustra precisando que una ley tiene t¿l caráctcr ln Tratado in:ternacional de o,bseríancia o'bligatoria en México, se apli-
con relacrón a la principal "cuando ambas describen grados o estadios üán éstos, tomand.o en cilenta las disposiciones del übro Primero del
diversos de la violación del misrno bien jurídico, de modo que el des
crito por la disposición subsidiaria, por ser menos grave que el clescrito llorcnte código I, en iu caso, las conducentes del Libro Segundo. Cuan'
1o rno misrna materia apa"rezca regulada por diaersas disposiciones, la
por la principal, queda absorbido por ésta".3o Tal es el caso de una dis
Olpcial preaalecerá sobre la general."
fosición cuya aplicación se condicione a Ia circunstancia de que el heclr,, Segrrr se advierte, la refe¡ida reforma consagró la adopción del prin-
lro cr-¡nstituya un delito sancionado en forma rnás grave, usando iur,l o de la especialidad, tratándose no solamente de delitos no previstos
ex¡rresión eguivalente.
De ahí gue tanto Sorrn 31 corno Mrzcrn B2 distingan entre subsr cl Cóügo y sí en una Ley Especial o en un Tratado internacional,
diaridad expresa, cuando la ley dispone la aplicación de una nonn;r lno co, relación a cualquier clase de concurrencia de normas donde, la
condicionándola a la inaplicación de otra, y subsidiaridad tácita, a l,t lhn¡¡ ¡nateria, aparezca regulada por diversas disposiciones que, por su
cual se lle-qa ¡nedi¿nte_el c4Tlrlo 4§ Il inlerplglci9n. lÍu¡¡lcza incompatible, se excluyan unas a otras, en cuyo caso la norma
__ prevalecerá sobre la general. La adecuada interpretación del pre-
I todo, o de imperfección, o de medio o de fin conceptualmente necesarios a presupuestri'
Ob. cit,, II, p. 180. tros flevará, seguramente, a estimar que el concepto de ley espe-
2t II, p. 382.
Ob. cit., flrcucntra en la nor,ma positiva del artículo 6e, pánafo segundo, del
!8 Algunos estim¡rn, comrt crite¡it¡ pirra
. establecer Ja norma de mayor arnp¡tutl, r.l ,r, I Pcnal, un alcance mayon al que señalamos al principio doctrinal
hien jurídico tutela(lo.
r, En rsre senticLr, (lntsl,lcxr. ob. cit.. I, f,. .]lg. lr cs¡'rcrialidad, pues dentro de él se comprenden, igualmente, los
:to Ob. tit., p. 160. r¡rrc rrrdinariamente caerian bajo la regulación del principio de
:it Ob. c,;r., II. lf . t9l v ss.
:t: O b. (t/.. I I. p. lllttultr iólr r¡ rbsorción.
tlrlrlrr» rk'l 'l'íttrlo relativo a la "aplicación de las sanciones", precisa-
iS 5

ll,tl
t82 MANUAL DE DERECHO PENAL }{EXICANO
EL CONCURSO APARENTE DE NORMAS PENALES 183
menle en el.capítulo. que establece las normas generales, el legislador
f,
rnoricano había recogrdo, en el artículo 19, el criterio de la sanciól nldyor
al declarar: "Cudndo tx delito pueda ser considerado bajo dos ná, , BIBLIOGRAFIA MINII,ÍA
$Pectot,_ y b"io cada uno de ellos tnelezcr, ana sanción iirersa, se irn-
poxdrá larnayoy''. Ahora bien, a virtud de la reforma al aftir.,i,o 6e, se cesrrrral¡os TnNA, Fernando: ützeamienro¡ Elementale¡ de Detecbo penal,
d.rog" en forma expresa el artículo 59 mencionado, ro cual reafiima Editorial luri{i91 Mexicana, 1965; Cual-ro ClróN, Eugenio: Derecbo pe-
el criterio interpretativo, de que el artículo 6e consagra el principio de la nql, l, p* edición, 1963; GrusprcNr, Felipe: Diritto peltale ltdlidno, l, 2?
especialidad, el cual tbarca. o cornprende también los .rios dá consun- ed., Milano, 1947; JruÉNrz or Asút, Lúis: L Iq y el Delito, É¿itárial
Hermes, 2l edición, L954; Mszcrn, Edmundo: Ti.aiado de Derecbo pe-
ción. Parece *r, a prima facie, qu.e no sólo la deficiencia estructural del nal, Il, Ed. Revista de Derecho privado, Madrid, 1957, Trad. Ro»nícurz
a¡tículo )9, derogado, sino su contenido ideológico, ha sido superado Muñoz; P,rvóu Vescor.¡c¡ros, Francisco: El Concarco Aparente de Nor-
por el pfuiafo segundo del artículo 6e del Cóügo Penal. En efeito, en mas, Editorial Porrúa, cuarta edición, México, 19g4; ponir prrrr, Celes-
cuanto a su redacción, el artículo 19 dejaba mudro que desear, pues no üno: Apantes_ le la Parte General del Derecbo pénal, l, México, f96o;
era el delito el que recibía, con relación al derecho, diverso tratamiento lurc !n{e, Federico: Derecbo penal, lI, Madrid, 19j5; §oun, Sábasii¿ní
Dereylo Penal Argentino, ll, Editorial Bibliográfica Argentina, Buenos Ai-
en su eitructura tiprca, al ser captado a trtvés de dos o más normas,
res,1951.
!n9 el becho- ejecatado y respecto del cual el jurista debía, al arplicar
la ley, encuadrar en la norma tipificadora adectada, para los efectós de
su sanción. La cuestión que surgq con relación al texto del artículo 6g
de reciente creación, es la de considerar si dentro del concepto de ley
especial debe captarse también aquella ley que, por su rnay-or entidad
valotativa, consurne a la de menor alcance, pues di ser así, como lo he-
mos admitido, el principio de Ia especialidad comprendería la noción
de la consunción. EI criterio de la pena mayor podrá seguir siendo vál.i-
do, apoyado en el de la especialidad, cuando lai normas-en concurrencirr
permitan, rnediante dicho p¡incjpio, la aplicación de la pena más grave.
D9sd9 ur-r p-r"to de vista obietiao, se vino diciendo en el pasado que el
criterio de la sanción {nayo-r constituía un¿ limitación a li regla dé quc
debe estarse a lo más beneficioso al acusado, pues el principio "in dubi-
-
tante pro reo" opera fundamentalmente, igual que el eñunciado "in
dubio pro reo" en el ámbito de las normas procesales.
Sobre el particular, Fnnrnrco Pu¡c Prña precisa que en realidad no
se trata de una excepción al principio de estarse a lo más beneficioso ll
aorsado, sino de una manifestación legal del "verdadcro sentido qut.
deben tener las noÍnas punitivas", ya que si existe duda rcspecto a la
responsabilidad de un¿ persona es cuando eI principio debe aituar, pero
si se tiene la convicción de que el sujeto ha realizado un lrcclro deliciivo,
1o puede entrar en aplicación el principio citado "porque a la socic-
dad no le queda ningún escrúpulo frentC al que ha violado la paz y llt
tranquilidad".
En realidad, el principio de la especialidad puede o no concurrir corr
el criterio de la aplicación de la sanción mayot, pues ello dependerír,
fundamentalmente, del alcance punitivo de las noimas en concurrcnci,r
incompatible.

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