“PATENTADOS POR DIOS” – Ps.

Edwin Rojas (18/08/19)

Todos necesitamos una imagen de padre, aquella que da afirmación, protección,

provisión y afirmación. Y es el trabajo queda padre/sacerdote debe hacer en su casa.
Pero, más allá los rasgos ya nombrados, el padre debe ayudar a sus hijos a crecer
emocionalmente, espiritualmente, y cabe la posibilidad de que tu padre natural no
estuvo o no logró suplir en cada una de las áreas que debía. Dios lo conoce todo, tiene
todo en cuenta, y al llegar hasta Él y reconocerlo como nuestro Dios, nos volvemos Sus
hijos.

1. Patentados
¿Qué significa “Patentados”? Es un conjunto de derechos exclusivos concedidos al
inventor de un producto. Somos creación y tenemos estos derechos exclusivos.

Juan 1:12; somos hijos de Dios. Y como hijos tenemos derecho a la provisión porque
un Buen Padre no les niega la comida a sus hijos. No les niega a sus hijos lo que les
corresponde.

Tienes un sello de pertenencia. Y este sello te hace correspondiente de los derechos de

hijo.

La palabra “Papá” o “Padre” hacia Dios, sólo le fue revelada a Jesús, los profetas
jamás llamaron a Dios “Papá.” Y en aquel entonces llamar a Dios “Padre” era una
blasfemia, era penado por los escribas; Jesús llegó a ser crucificado por ese tipo de
cosas. “Papá” es una connotación poderosa, además, hijo no es cualquiera.

Jesús llamaba a Dios por lo que Él es, “Papá”. Dios quiere hacernos entender qué no
estamos solos, qué no somos huérfanos.

“Los profetas lo llamaban Jehová, pero los hijo lo llamaban Papá.”

Jesús desencadenó el ser hijos.

Muchas veces no podemos ver la connotación de Dios Padre, y caminamos con miedo,
vemos a un Dios malo y consumidor. (Aclarando el temor a Dios no debe ser miedo,
debe ser respeto, honra.) Pero no debe ser así, Dios debe verse como un Padre cercano;
no es lo mismo una relación entre jefe y trabajador que una entre padre e hijo. Somos
los hijos del Dueño, el Dueño de la humanidad y todo lo creado.

Dios no es un Dios malo, Él es un Buen Padre, aquel que inspira amor, protección y
confianza.

Juan 1:12; cuando no tenemos la revelación de “hijo de Dios” caminamos como

huérfanos, errantes por la vida, sin dirección, sin destino. Nuestro Padre espiritual
siempre nos enseña sobre destino. Dios no quiere que andemos errantes, sino que
entendamos que Él trae destino y propósito.
2. Tenemos acceso al Padre.
En lo natural, mis hijos no van a otro para verse conmigo, no me envían una carta o
correo para citarse conmigo, acceden directo hacia mí. Así tenemos acceso a Papá. Lo
único que no cierra, que trabaja las 24 horas del día, los 365 días del año. Y en cuanto
a esto, dudamos. Dudamos de nuestras oraciones, creemos que Dios no nos escucha y le
pedimos a otro que ore por lo que estamos orando, (y esto no es malo.) Pero tú también
eres hijo, tienes acceso a Dios. Como hijo tienes el teléfono de Dios activo las 24 horas
exclusivamente para ti.

En el mundo conocen a un Dios, y lo ven así, como Dios, no lo conocen como Padre.

A ningún padre le gusta ver a su hijo enfermo, Dios no quiere vernos así, Él nos quiere
ayudar. Todos necesitamos esa ayuda.

Hebreos 4:16 TLA; ¿tienes una necesidad? Acércate con confianza a Dios, Él te
ayudará como Papá.

Como padres nuestros hijos tienen un trato, y aun, cosas exclusivas. Es decir, los demás
no gozan de esos tratos y cosas. Dios tiene esas cosas exclusivas para nosotros:

3. Lo exclusivo para nosotros

- Lo primero es: La identidad. Obtenemos identidad al ser hijos de Dios. Cuando
recibimos Su paternidad. Cuando no está la figura paterna no se pierde
solamente el apellido, sino que nace en los hijos rechazo, temores, miedos, baja
autoestima, no hubo un padre que afirmara.
En lo natural, el padre da un nombre. En lo espiritual, el padre afirma su
destino, le enseña lo que es.

Marcos 1:11; “Tú eres mi hijo amado, en Ti tengo complacencia” Jesús sabía que era
hijo, pero necesitaba escucharlo de su Padre. Necesitamos afirmar la identidad, porque
si no lo hacemos, creamos monstruos.
Tu identidad de hijo no te la dan las cosas, o lo que obtengas de lo que haces, tu
identidad te la da el Padre Celestial, el ser hijo es mi identidad. Lo que tú vales te lo
dice Dios, vales Su Hijo.
Te debe importar lo que diga Dios.

Isaías 54:10 TLA; “pero mi amor por ti no cambiará” Su amor de Padre perdura.

Salmos 27:10; Dios te va a recoger. Pero no debes odiar a tu papá, debes honrarlo y
respetarlo.
No vengas a decir que “amas” al padre espiritual y no amas, ni honras a tu padre
natural. Aun no me digas que amas a Dios y no amas a tu papá.

El título más grande y honorable es ser hijos de Dios. Identidad.

 - El segundo: Un padre abre camino por sus hijos. Ser la plataforma para
nuestros hijos. Jesús dijo: “cuando oren al Padre, háganlo en mi nombre” Ya
Jesús abrió ese camino. Papá debe sacrificarse por sus hijos.
Abraham le tocó abrir camino por sus hijos. (Génesis 12), y en Hebreos 11:8
aparece su acto de fe. Abraham pasó hambre por sus hijos. Capítulos después su
hijo cosechó: Génesis 26:12-13, Isaac sembró y cosechó.

4. Tutores espirituales; hermanos mayores.

1 Corintios 4:15 NVI; nosotros, los pastores espirituales somos tutores, porque padre
espiritual hay uno y es el apóstol.
Cuando mamá se iba de la casa dejaba la comida hecha, para que el hermano mayor
sirviera a los menores. Así es en CCLR, Papá prepara la comida y nosotros la servimos
cuando él no está.
La mejor referencia de padre, es nuestro Dios.

No eres huérfano, tienes un manto de paternidad sobre ti. Esa paternidad quitará toda
tristeza, baja autoestima, dolor en el corazón.
Necesitamos entender que somos hijos.