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1. Concepto de nulidad
Es la sanción civil establecida por la omisión de los requisitos y formalidades que
se prescriben por la ley para el valor de un acto jurídico, según su naturaleza o
especie (nulidad absoluta) y la calidad o estado de las partes (nulidad relativa). Se
desprende esta definición del art. 1681.
Art. 1681. Es nulo todo acto o contrato a que falta alguno de los requisitos que la ley
prescribe para el valor del mismo acto o contrato, según su especie y la calidad o
estado de las partes.
La nulidad puede ser absoluta o relativa.
1° La nulidad absoluta puede y debe ser declarada de oficio por el juez, aún sin
petición de parte, cuando aparece de manifiesto en el acto o contrato.
2° Puede alegarse por todo el que tenga interés en ello, excepto el que ha
ejecutado el acto o celebrado el contrato, sabiendo o debiendo saber el vicio que
lo invalidaba.
8° La nulidad absoluta no se produce de pleno derecho, sino que debe ser declarada
judicialmente.
Art. 1683. La nulidad absoluta puede y debe ser declarada por el juez, aun sin
petición de parte, cuando aparece de manifiesto en el acto o contrato; puede
alegarse por todo el que tenga interés en ello, excepto el que ha ejecutado el acto o
celebrado el contrato, sabiendo o debiendo saber el vicio que lo invalidaba; puede
asimismo pedirse su declaración por el ministerio público en el interés de la moral
o de la ley; y no puede sanearse por la ratificación de las partes, ni por un lapso de
tiempo que no pase de diez años.
Autores más actuales como López Santa María, Guzmán Brito, Domínguez Águila y
Gonzalo Ruz Lártiga, no exigen que el interés sea pecuniario, bastando el
puramente moral, señalando que el interés pecuniario privatiza la defensa del
orden público que debería ser amplia y extensiva. Además, señalan que la historia
de la norma muestra que A. Bello había propuesto la expresión “pecuniario” sin
embargo fue eliminada.
Art. 1681. Es nulo todo acto o contrato a que falta alguno de los requisitos que la ley
prescribe para el valor del mismo acto o contrato, según su especie y la calidad o
estado de las partes.
La nulidad puede ser absoluta o relativa.
3. ¿cuáles serian las causales de una y de otra, primero las de nulidad absoluta?
1. Objeto ilícito
2. Causa ilícita
3. Omisión de algún requisito o formalidad que las leyes prescriben para el
valor de ciertos actos o contratos en consideración a la naturaleza de ellos
(y no a la calidad o estado de las personas que los ejecutan o acuerdan).
Solemnidades propiamente tales exigidas para la validez.
4. Los actos y contratos de personas absolutamente incapaces
5. Falta de objeto (para aquellos que no son partidarios de la inexistencia, como
Arturo Alessandri Rodríguez, A. León Hurtado y J.C Fabres)
6. Falta de causa (para aquellos que no son partidarios de la inexistencia, como
Arturo Alessandri Rodríguez, Avelino León Hurtado, J.C Fabres)
7. El error esencial u obstáculo, para algunos (Arturo Alessandri Rodríguez,
Avelino León Hurtado, J.C Fabres)
Claro Solar inexistencia. Manuel Somarriva Nulidad Relativa.
El art. 1682 del Código Civil dispone que hay nulidad absoluta si se omite “algún
requisito o formalidad que las leyes prescriben para el valor de ciertos actos o
contratos en consideración a la naturaleza de ellos, y no a la calidad o estado de las
personas que los ejecutan o acuerdan”.
La palabra “requisito”, aludiría tanto a la falta de objeto o de causa. La expresión
“formalidad”, se referiría a las solemnidades propiamente tales.
10. Cuales son las formalidades cuya omisión se sanciona con nulidad absoluta.
Las solemnidades propiamente tales exigidas para la validez del acto o contrato.
Son los requisitos externos prescritos por la ley como indispensables para la
existencia misma o para la validez del acto jurídico, exigidos en atención a la
naturaleza o especie del acto o contrato.
Si se omite una solemnidad propiamente tal exigida para la existencia del acto
jurídico, la sanción será, entonces, la inexistencia del mismo (artículos 1443 y
1701); en caso de infringirse una solemnidad propiamente tal exigida para la
validez del acto jurídico, el acto o contrato adolecerá de nulidad absoluta (artículo
1682 del CC)
11. ¿Son distintos el error esencial y obstáculo? Alude a lo mismo o son clases
distintas.
Son lo mismo y se contempla en el artículo 1453, sin perjuicio de que se aluda a 2
hipótesis diferentes.
Art. 1453. El error de hecho vicia el consentimiento cuando recae sobre la especie
de acto o contrato que se ejecuta o celebra, como si una de las partes entendiese
empréstito y la otra donación; o sobre la identidad de la cosa específica de que se
trata, como si en el contrato de venta el vendedor entendiese vender cierta cosa
determinada, y el comprador entendiese comprar otra.
Art. 1453. El error de hecho vicia el consentimiento cuando recae sobre la especie
de acto o contrato que se ejecuta o celebra, como si una de las partes entendiese
empréstito y la otra donación; o sobre la identidad de la cosa específica de que se
trata, como si en el contrato de venta el vendedor entendiese vender cierta cosa
determinada, y el comprador entendiese comprar otra.
Art. 2196. El mutuo o préstamo de consumo es un contrato en que una de las partes
entrega a la otra cierta cantidad de cosas fungibles con cargo de restituir otras
tantas del mismo género y calidad.
Art. 2174. El comodato o préstamo de uso es un contrato en que una de las partes
entrega a la otra gratuitamente una especie, mueble o raíz, para que haga uso de
ella, y con cargo de restituir la misma especie después de terminado el uso.
Este contrato no se perfecciona sino por la tradición de la cosa.
14. Otro caso de error esencial u obstáculo, el error que recae en qué.
Existe error esencial u obstáculo:
3. Cuando recae sobre la especie de acto o contrato que se ejecuta o celebra.
Ej. Una parte cree celebrar un comodato y la otra donación. O una cree
celebrar mutuo y la otra donación.
4. Cuando recae sobre la identidad de la cosa específica de que se trata.
Ej. Una parte entendió comprar el caballo purasangre Trueno y la otra parte
entendió comprar el caballo purasangre Relámpago. O una parte entendió
comprar la obra de arte “El beso” de Gustav Klimt y la otra entendió vender
la obra “La joven” del mismo autor. *debe tratarse de una especie o cuerpo
cierto.
15. Ejemplo
Una parte entendió comprar el caballo purasangre Trueno y la otra parte entendió
comprar el caballo purasangre Relámpago. O una parte entendió comprar la obra
de arte “El beso” de Gustav Klimt y la otra entendió vender la obra “La joven” del
mismo autor. *debe tratarse de una especie o cuerpo cierto.
El art. 1682 del CC., tras enumerar los casos de nulidad absoluta, dispone que
“Cualquiera otra especie de vicio produce nulidad relativa y da derecho a la
rescisión del acto o contrato”.
Dichos casos son:
1. Los actos realizados por los relativamente incapaces, sin actuar
representados o autorizados por sus representantes (salvo, en los casos
excepcionales en que el menor adulto puede actuar por sí mismo; en cuanto
al disipador, estimamos que puede también otorgar testamento y reconocer
hijos por sí mismo).
6. Las hipótesis de lesión, en los casos en que la ley establece como sanción la
nulidad relativa.
Son los requisitos externos exigidos por la ley, en atención a la calidad o estado
de las personas que ejecutan o celebran el acto o contrato.
1. Efectos de la nulidad
Para que produzca sus efectos, toda nulidad necesita ser judicialmente declarada.
Se requiere por tanto de una sentencia ejecutoriada o firme, es decir con autoridad
de cosa juzgada, acogiendo la acción o excepción deducida en un juicio ordinario o
ejecutivo (en este último caso, conforme al art. 464 N°14 del CPC) para declarar la
nulidad de un acto o contrato.
Cabe señalar que sin perjuicio de las diferencias apuntadas entre la nulidad
absoluta y la relativa, en nada se distinguen en lo concerniente a sus efectos. Son
idénticos, cualquiera sea la nulidad declarada.
Corresponde sí distinguir en esta materia entre los efectos de la nulidad entre las
partes y respecto de terceros
1° Efectos de la nulidad entre las partes.
Dos situaciones debemos distinguir entre las partes:
♠ Si el acto o contrato no se ha cumplido: en este caso, no podrá pedirse la
ejecución de lo pactado, porque el contrato y las obligaciones que de él
emanan, se extinguen con la declaración de nulidad: art. 1567 N°8. La nulidad
opera entonces como un modo de extinguir obligaciones.
Operan estas normas, pues constituyen “las reglas generales” a que alude el inciso
2º del art. 1687.
En ciertos casos, sin embargo, no operan estas prestaciones mutuas, o sólo
operan parcialmente, castigándose la mala fe o premiándose la buena fe:
El poseedor de buena fe no está obligado a entregar los frutos que ha
percibido mientras estuvo de buena fe, y se presume que lo está hasta el
momento de la contestación de la demanda (art. 907, inciso 3°). La buena fe,
para estos efectos, se define en el art. 706.
Cuando se ejecutó o celebró el acto o contrato, a sabiendas de que el acto
jurídico adolecía de causa u objeto ilícito: art. 1468.
Cuando se contrató con un incapaz sin los requisitos que la ley exige (art.
1688): el que contrató con el incapaz, no podrá pedir la restitución o
reembolso de lo que gastó o pagó en virtud del contrato. Contra-excepción,
fundada en el enriquecimiento sin causa: si se prueba que, a consecuencia
del contrato, se hizo más rica con ello la persona incapaz (en el mismo
sentido, el art. 2218, en el ámbito del contrato de depósito). Para zanjar
dificultades, la ley preceptúa que se entenderá haberse hecho más rico el
incapaz:
iii) En cuanto las cosas pagadas o las adquiridas por medio de ellas, le
hubieren sido necesarias (por ejemplo, porque invirtió lo que percibió
en adquirir otra cosa);
iv) O en cuanto las cosas pagadas o las adquiridas por medio de ellas, que
no le hubieren sido necesarias, subsistan y se quisiere retenerlas;
En el caso de la rescisión del contrato de compraventa por lesión enorme, el
vendedor deberá restituir el precio y el comprador la cosa, con intereses y
frutos, pero sólo aquellos devengados o percibidos desde la notificación de
la demanda correspondiente: art. 1890, inciso 2º (el precepto alude a “la
fecha de la demanda”, pero debe entenderse por tal la fecha en que ésta se
notifica). La excepción consiste en que no se pagan todos los intereses
devengados desde la fecha del contrato, sino sólo aquellos devengados a partir
de la fecha en que se notificó la demanda.
Lesión enorme, nada se pagará por los gastos que hubiere ocasionado el
contrato (artículo 1890, inciso 2º).
Rescisión de la compraventa por lesión enorme, el vendedor, conforme al
art. 1894, no podrá pedir cosa alguna en razón de los deterioros que haya
sufrido la cosa, excepto en cuanto el comprador hubiere aprovechado de
ellos (norma similar a la del art. 906). El comprador, entonces, se considera
de buena fe, durante el tiempo en que se produjo el deterioro de la cosa, a
menos que se hubiere aprovechado del menoscabo.
Los casos de obligaciones nulas pero naturales contemplados en los
números 1 y 3 del art. 1470: ello, porque el acreedor podrá retener lo que se
dio o pagó en razón de tales obligaciones.
Art. 1567 N°8. La nulidad opera entonces como un modo de extinguir obligaciones.
Art. 1687. La nulidad pronunciada en sentencia que tiene la fuerza de cosa juzgada,
da a las partes derecho para ser restituidas al mismo estado en que se hallarían
si no hubiese existido el acto o contrato nulo; sin perjuicio de lo prevenido sobre el
objeto o causa ilícita.
En las restituciones mutuas que hayan de hacerse los contratantes en virtud de este
pronunciamiento, será cada cual responsable de la pérdida de las especies o de su
deterioro, de los intereses y frutos, y del abono de las mejoras necesarias, útiles o
voluptuarias, tomándose en consideración los casos fortuitos y la posesión de buena
o mala fe de las partes; todo ello según las reglas generales y sin perjuicio de lo
dispuesto en el siguiente artículo.
Habrá que estar a lo dispuesto en los arts. 904 a 915, que reglamentan las
prestaciones mutuas que operan entre el poseedor vencido y el dueño, cuando el
último interpuso acción reivindicatoria.
8. Contenidas a propósito de que materia las reglas de las prestaciones mutuas
A propósito de la acción reivindicatoria.
9. Hay algunas excepciones a este principio general de que las partes se deben
retrotraer al estado anterior, recuerda algunas cosas.
11. La cosa pudo haber sido fructífera, cual es la regla en las prestaciones
mutuas
Restitución de los frutos: artículos 907 y 913. Distinguimos, según se trate del
poseedor de buena o mala fe:
Poseedor de mala fe: restituye los frutos naturales y civiles de la cosa,
incluso aquellos que pudo percibir el dueño con mediana inteligencia y
actividad. Si no existen los frutos, deberá el valor que tenían al momento de
la percepción.
Poseedor de buena fe: no está obligado a restituir los frutos percibidos antes
de la contestación de la demanda. Por los percibidos después responde como
el poseedor de mala fe.
La buena o mala fe se refiere al tiempo de la percepción (artículo 913).
2. Cuando el objeto de esa prestación consiste en un dar, esa cosa debe reunir
ciertos requisitos, ¿cuáles son?
Art. 1461. No sólo las cosas que existen pueden ser objetos de una declaración de
voluntad, sino las que se espera que existan; pero es menester que las unas y las otras
sean comerciables, y que estén determinadas, a lo menos, en cuanto a su género.
La cantidad puede ser incierta con tal que el acto o contrato fije reglas o contenga
datos que sirvan para determinarla.
Si el objeto es un hecho, es necesario que sea física y moralmente posible. Es
físicamente imposible el que es contrario a la naturaleza, y moralmente imposible
el prohibido por las leyes, o contrario a las buenas costumbres o al orden público.
Significa que puede ser objeto de una relación jurídica, que puede radicarse en un
patrimonio, que pueda ser susceptible de dominio.
Excepcionalmente, algunas cosas están fuera del comercio humano, sea por su
naturaleza (como las cosas comunes a todos los hombres: la alta mar, el aire), sea
por su destinación (como los bienes nacionales de uso público: las playas, calles,
puentes y plazas públicas, por ejemplo).
6. ¿Es lo mismo decir que la cosa es comerciable que afirmar que es enajenable?
No debemos confundir las cosas comerciables con las cosas enajenables, aunque
usualmente las primeras son también de la segunda clase. Así, una cosa puede ser
comerciable pero inalienable, como ocurre con el derecho de alimentos o el
derecho de uso o habitación. Se trata de derechos personalísimos, que se radican
en un patrimonio, y que por lo mismo son comerciables, pero no pueden
transferirse. Para que la cosa sea comerciable entonces, basta que pueda
incorporarse al patrimonio de un individuo, sin que necesariamente pueda
transferirse con posterioridad.
El artículo 1464, que señala que hay objeto ilícito en la enajenación de las cosas que
enumera. Entre ellas precisamente las cosas que no están en el comercio y los
derechos o privilegios que no pueden transferirse a otra persona.
2. Pactos sobre sucesión futura: Art. 1463. El derecho de suceder por causa de
muerte a una persona viva no puede ser objeto de una donación o contrato, aun
cuando intervenga el consentimiento de la misma persona.
Las convenciones entre la persona que debe una legítima y el legitimario,
relativas a la misma legítima o a mejoras, están sujetas a las reglas especiales
contenidas en el título De las asignaciones forzosas.
Excepción, contemplada en el art. 1204, relativa a la cuarta de mejoras: la excepción
consiste en prometer no donar ni asignar por testamento parte alguna de la
cuarta de mejoras. Es una obligación de abstención. En otras palabras, la ley no
permite obligarse a dejar la cuarta de mejoras a determinado asignatario.
3. Enajenación de las cosas enumeradas en el artículo 1464: Art. 1464. Hay un
objeto ilícito en la enajenación:
1º. De las cosas que no están en el comercio;
2º. De los derechos o privilegios que no pueden transferirse a otra persona;
3º. De las cosas embargadas por decreto judicial, a menos que el juez lo autorice
o el acreedor consienta en ello;
4º. De especies cuya propiedad se litiga, sin permiso del juez que conoce en el
litigio.
4. Condonación del dolo futuro: Art. 1465. El pacto de no pedir más en razón de
una cuenta aprobada no vale en cuanto al dolo contenido en ella, si no se ha
condonado expresamente. La condonación del dolo futuro no vale.
5. Deudas contraídas en los juegos de azar: Art. 1466.
6. Venta de libros cuya circulación es prohibida por autoridad competente, de
láminas, pinturas y estatuas obscenas y de impresos condenados como
abusivos de la libertad de prensa: Art. 1466. Hay asimismo objeto ilícito en las
deudas contraídas en juego de azar, en la venta de libros cuya circulación es
prohibida por autoridad competente, de láminas, pinturas y estatuas obscenas,
y de impresos condenados como abusivos de la libertad de la prensa; y
generalmente en todo contrato prohibido por las leyes.
7. GENERALMENTE EN TODO CONTRATO PROHIBIDO POR LAS LEYES: Art.
1466 parte final.
Requisitos:
a. Se trata de un acto solemne, que debe celebrarse con el causante por
escritura pública.
b. Sólo pueden celebrarlo ciertas personas: el cónyuge o conviviente civil o
alguno de los descendientes o ascendientes del futuro causante, que a la
fecha de la suscripción de la escritura sean legitimarios.
c. Sólo puede referirse a la no disposición de la cuarta de mejoras en su
totalidad, sea asignando el todo o una cuota de ella o haciendo donaciones
con cargo a esta parte de la herencia.
d. Debe ser pura y simple la convención.
Cuarta de mejoras: es una parte de la herencia que sólo puede destinarse, por
voluntad del causante, a ciertas personas, pero sin que exista obligación de hacerlo.
1. Actos que contravienen al derecho público chileno: Art. 1462. Hay un objeto
ilícito en todo lo que contraviene al derecho público chileno. Así la promesa de
someterse en Chile a una jurisdicción no reconocida por las leyes chilenas es
nula por el vicio del objeto.
Ej. Municipalidad da en comodato bienes nacionales de uso público. El propietario
que hubiere sido beneficiario de subsidio habitacional no podrá, durante el plazo de
cinco años contados desde la entrega material del inmueble, celebrar acto o contrato
alguno que importe cesión de uso y goce de la vivienda adquirida, sea a título
gratuito u oneroso, sin previa autorización escrita del Serviu.
Derecho público: regula las relaciones entre las personas o entidades privadas con
los órganos que ostentan el poder público cuando estos últimos actúan en ejercicio
de sus legítimas potestades públicas.
2. Pactos sobre sucesión futura: Art. 1463. El derecho de suceder por causa de
muerte a una persona viva no puede ser objeto de una donación o contrato, aun
cuando intervenga el consentimiento de la misma persona.
Las convenciones entre la persona que debe una legítima y el legitimario,
relativas a la misma legítima o a mejoras, están sujetas a las reglas especiales
contenidas en el título De las asignaciones forzosas.
Excepción, contemplada en el art. 1204, relativa a la cuarta de mejoras: la excepción
consiste en prometer no donar ni asignar por testamento parte alguna de la
cuarta de mejoras. Es una obligación de abstención. En otras palabras, la ley no
permite obligarse a dejar la cuarta de mejoras a determinado asignatario.
3. Enajenación de las cosas enumeradas en el artículo 1464: Art. 1464. Hay un
objeto ilícito en la enajenación:
1º. De las cosas que no están en el comercio;
2º. De los derechos o privilegios que no pueden transferirse a otra persona;
3º. De las cosas embargadas por decreto judicial, a menos que el juez lo autorice
o el acreedor consienta en ello;
4º. De especies cuya propiedad se litiga, sin permiso del juez que conoce en el
litigio.
4. Condonación del dolo futuro: Art. 1465. El pacto de no pedir más en razón de
una cuenta aprobada no vale en cuanto al dolo contenido en ella, si no se ha
condonado expresamente. La condonación del dolo futuro no vale.
5. Deudas contraídas en los juegos de azar: Art. 1466.
6. Venta de libros cuya circulación es prohibida por autoridad competente, de
láminas, pinturas y estatuas obscenas y de impresos condenados como
abusivos de la libertad de prensa: Art. 1466. Hay asimismo objeto ilícito en las
deudas contraídas en juego de azar, en la venta de libros cuya circulación es
prohibida por autoridad competente, de láminas, pinturas y estatuas obscenas,
y de impresos condenados como abusivos de la libertad de la prensa; y
generalmente en todo contrato prohibido por las leyes.
7. Generalmente en todo contrato prohibido por las leyes: Art. 1466 parte final.
Requisitos:
a. Se trata de un acto solemne, que debe celebrarse con el causante por
escritura pública.
b. Sólo pueden celebrarlo ciertas personas: el cónyuge o conviviente civil o
alguno de los descendientes o ascendientes del futuro causante, que a la
fecha de la suscripción de la escritura sean legitimarios.
c. Sólo puede referirse a la no disposición de la cuarta de mejoras en su
totalidad, sea asignando el todo o una cuota de ella o haciendo donaciones
con cargo a esta parte de la herencia.
d. Debe ser pura y simple la convención.
Cuarta de mejoras: es una parte de la herencia que sólo puede destinarse, por
voluntad del causante, a ciertas personas, pero sin que exista obligación de hacerlo.
Se trata de un acto solemne, que debe celebrarse con el causante por escritura
pública.
5. ¿Podríamos calificar ese pacto como un contrato de promesa?
Son tales, aquellos que si bien pueden ser objeto de una relación jurídica, pueden
radicarse en un patrimonio, sólo pueden ser ejercidos por su titular, sin
posibilidades de ser enajenados por acto entre vivos y extinguiéndose con la
muerte de éste. Los derechos personalísimos se agotan con su primer y único
titular. Los derechos personalísimos, en consecuencia, son comerciables pero
inalienables e intransmisibles.
Son tales, por ejemplo:
9. ¿Se puede condonar un dolo ya acaecido? Sí, pero debe ser una condonación
expresa.
El dolo sí puede condonarse a posteriori, aunque dicha condonación ha de ser
expresa. Tal derecho corresponderá a la víctima del fraude.
El caso de objeto ilícito (condonación del dolo futuro) corresponde al dolo que
opera en el cumplimiento o ejecución de los contratos y que se contrapone a la
buena fe con que deben ejecutarse los contratos, conforme a lo previsto en el
artículo 1546. No se trata, por cierto, del dolo como vicio del consentimiento,
porque éste opera al momento de nacer el contrato, y no sería por ende “dolo
futuro”.
Actos jurídicos sujetos a modalidades son aquellos que están supeditados en sus
efectos a cláusulas restrictivas.
Las modalidades son ciertas cláusulas particulares que pueden ser insertadas en
los actos jurídicos para modificar sus efectos, desde el punto de vista de la
existencia, ejercicio o extinción de los derechos y obligaciones derivados del acto
jurídico.
Las modalidades más usuales son el plazo, la condición y el modo. También la
solidaridad, la indivisibilidad, el carácter alternativo de las obligaciones, la
cláusula penal, la representación, etc.
1) Objeto ilícito
2) Causa ilícita
3) Omisión de algún requisito o formalidad que las leyes prescriben para el
valor de ciertos o contratos en consideración a la naturaleza de ellos (y no a
la calidad o estado de las personas que los ejecutan o acuerdan).
Solemnidades propiamente tales exigidas para la validez.
4) Los actos y contratos de personas absolutamente incapaces
5) Falta de objeto (para aquellos que no son partidarios de la inexistencia, como
Arturo Alessandri Rodríguez, A. León Hurtado y J.C Fabres)
6) Falta de causa (para aquellos que no son partidarios de la inexistencia, como
Arturo Alessandri Rodríguez, Avelino León Hurtado, J.C Fabres)
7) El error esencial u obstáculo, para algunos (Arturo Alessandri Rodríguez,
Avelino León Hurtado, J.C Fabres)
Claro Solar inexistencia. Manuel Somarriva Nulidad Relativa.
Art. 1682. La nulidad producida por un objeto o causa ilícita, y la nulidad
producida por la omisión de algún requisito o formalidad que las leyes
prescriben para el valor de ciertos actos o contratos en consideración a la
naturaleza de ellos, y no a la calidad o estado de las personas que los ejecutan o
acuerdan, son nulidades absolutas.
Hay asimismo nulidad absoluta en los actos y contratos de personas
absolutamente incapaces.
Cualquiera otra especie de vicio produce nulidad relativa, y da derecho a la
rescisión del acto o contrato.
El art. 1682 del CC., tras enumerar los casos de nulidad absoluta, dispone que
“Cualquiera otra especie de vicio produce nulidad relativa y da derecho a la
rescisión del acto o contrato”.
Dichos casos son:
1. Los actos realizados por los relativamente incapaces, sin actuar
representados o autorizados por sus representantes (salvo, en los casos
excepcionales en que el menor adulto puede actuar por sí mismo; en cuanto
al disipador, estimamos que puede también otorgar testamento y reconocer
hijos por sí mismo).
6. Las hipótesis de lesión, en los casos en que la ley establece como sanción la
nulidad relativa.
En la partición de bienes
Art. 1348. Las particiones se anulan o se rescinden de la misma manera y según las
mismas reglas que los contratos.
La rescisión por causa de lesión se concede al que ha sido perjudicado en más de
la mitad de su cuota.
Como vicio de la voluntad, el dolo es aquella conducta que se ejercita para obtener
una declaración de voluntad o el consentimiento de la otra parte, o para que esa
voluntad o consentimiento se manifieste o preste, respectivamente, en una forma
determinada. El dolo entonces es la maquinación fraudulenta empleada para
engañar al autor o contraparte de un acto o contrato, con el fin de arrancarle
una declaración de voluntad o modificarla en los términos deseados por el
individuo que actúa dolosamente.
4. ¿La acción de que tipo es? Que se demanda en el dolo como agravante de la
responsabilidad contractual.
Se demanda indemnización de perjuicios, es una acción personal.
8. Recuerda que articulo sería el que sirve de fundamento, además del art.
1558.
El artículo 1546.
Art. 1546. Los contratos deben ejecutarse de buena fe, y por consiguiente obligan
no sólo a lo que en ellos se expresa, sino a todas las cosas que emanan
precisamente de la naturaleza de la obligación, o que por la ley o la costumbre
pertenecen a ella.
1. Art. 1444 CC
Art. 1444. Se distinguen en cada contrato las cosas que son de su esencia, las que
son de su naturaleza, y las puramente accidentales. Son de la esencia de un contrato
aquellas cosas sin las cuales o no produce efecto alguno, o degenera en otro
contrato diferente; son de la naturaleza de un contrato las que no siendo esenciales
en él, se entienden pertenecerle, sin necesidad de una cláusula especial; y son
accidentales a un contrato aquellas que ni esencial ni naturalmente le pertenecen,
y que se le agregan por medio de cláusulas especiales.
Art. 889. La reivindicación o acción de dominio es la que tiene el dueño de una cosa
SINGULAR, de que no está en posesión, para que el poseedor de ella sea condenado
a restituírsela.
Señala el artículo 894 que la acción publiciana, sin llamarla así, no valdrá ni contra
el verdadero dueño, ni contra el que posea con igual o mejor derecho.
Art. 714. Se llama mera tenencia la que se ejerce sobre una cosa, no como dueño,
sino en lugar o a nombre del dueño.
El acreedor prendario, el secuestre, el usufructuario, el usuario, el que tiene el
derecho de habitación, son meros tenedores de la cosa empeñada, secuestrada, o
cuyo usufructo, uso o habitación les pertenece.
Lo dicho se aplica generalmente a todo el que tiene una cosa reconociendo dominio
ajeno.
5. Sin embargo, hay un caso en que el mero tenedor podría adquirir el dominio,
¿cuáles son los supuestos?
En virtud de lo que señalan los artículos 724 y 728. El primero señala que respecto
de las cosas cuya tradición debe hacerse por inscripción en el CBR, lo que incluye a
los inmuebles, nadie podrá adquirir la posesión sino por tal medio, es decir,
mediante la inscripción.
El art. 728 señala que para que cese la posesión inscrita, es necesario que se cancele.
Art. 724. Si la cosa es de aquellas cuya tradición deba hacerse por inscripción en el
Registro del Conservador, nadie podrá adquirir la posesión de ella sino por este
medio.
Art. 728. Para que cese la posesión inscrita, es necesario que la inscripción se cancele,
sea por voluntad de las partes, o por una nueva inscripción en que el poseedor
inscrito transfiere su derecho a otro, o por decreto judicial.
Mientras subsista la inscripción, el que se apodera de la cosa a que se refiere el título
inscrito, no adquiere posesión de ella ni pone fin a la posesión existente.
En tal caso se hacía necesario que la inscripción se cancelara mediante una nueva
inscripción en que el poseedor inscrito, el marido, transfiriera su derecho a su
mujer. De manera que debió haberse inscrito la EP o el acta extendida y
protocolizada ante notario público o la transacción aprobada judicialmente en que
constaba el acuerdo completo y suficiente.
Art. 1567. Toda obligación puede extinguirse por una convención en que las partes
interesadas, siendo capaces de disponer libremente de lo suyo, consienten en darla
por nula.
Art. 889 CC. La reivindicación o acción de dominio es la que tiene el dueño de una
cosa singular, de que no está en posesión, para que el poseedor de ella sea
condenado a restituírsela.
12. ¿Cuáles serían los requisitos que se deben cumplir para poder interponerla?
16. Ejemplo de cosa que pudo ser reivindicable pero que ya no lo es.
Art. 700. La posesión es la tenencia de una cosa determinada con ánimo de señor o
dueño, sea que el dueño o el que se da por tal tenga la cosa por sí mismo, o por
otra persona que la tenga en lugar y a nombre de él.
El poseedor es reputado dueño, mientras otra persona no justifica serlo.
Art. 708. Posesión irregular es la que carece de uno o más de los requisitos
señalados en el artículo 702.
Art. 728. Para que cese la posesión inscrita, es necesario que la inscripción se
cancele, sea por voluntad de las partes, o por una nueva inscripción en que el
poseedor inscrito transfiere su derecho a otro, o por decreto judicial.
Mientras subsista la inscripción, el que se apodera de la cosa a que se refiere el
título inscrito, no adquiere posesión de ella ni pone fin a la posesión existente.
23. ¿En el segundo caso cuándo se entiende que se produce la cancelación? Algo
debe ocurrir en el registro conservatorio.
Por una nueva inscripción en que el poseedor inscrito transfiere su derecho a
otro. Es el caso más usual. Aquí estamos ante un caso de cancelación virtual,
que se produce en forma automática por el hecho de que el poseedor inscrito
transfiere su derecho a otro. Simultáneamente con efectuarse la tradición
mediante la inscripción a favor del adquirente, queda cancelada la
inscripción anterior. En todo caso en la nueva inscripción debe hacerse mención
a la inscripción precedente, para mantener la continuidad de la historia de la
propiedad raíz. Tal sería la cancelación material.
Art. 1801 inc. 2º. La venta de los bienes raíces, servidumbre y censos, y la de una
sucesión hereditaria, no se reputan perfectas ante la ley, mientras no se ha otorgado
escritura pública.
25. ¿En qué otros casos se exige escritura pública?
En la venta de las servidumbres y censos, y la de una sucesión hereditaria.
2º Publicidad de la propiedad raíz: persigue, como dice el Mensaje del CC., ponerla
a la vista de todos, en un cuadro que represente instantáneamente sus mutaciones,
cargas y divisiones sucesivas, evitándose así los engaños a terceros.
2. Usted tiene la copia de dominio vigente, ¿cómo puede saber quién fue el
propietario anterior, el precedente y cómo retroceder? ¿Concretamente qué
aparece al final de la inscripción de dominio? Como saber que libro tiene que
pedir para ver el título del antecesor. Titulo anterior a fojas numero X y eso
es lo que permite reconstituir la historia de la propiedad raíz.
En Chile, el esquema de una inscripción de dominio es el siguiente (artículo 690
del Código Civil y artículo 78 del Reglamento del Registro Conservatorio):
4. Detengamos en el art. 728, porque ese articulo nos indica que una persona
no pierde la posesión de un inmueble sino en la medida que ocurre qué cosa.
¿Cuáles son las formas?
Art. 728. Para que cese la posesión inscrita, es necesario que la inscripción se
cancele, sea por voluntad de las partes, o por una nueva inscripción en que el
poseedor inscrito transfiere su derecho a otro, o por decreto judicial.
Mientras subsista la inscripción, el que se apodera de la cosa a que se refiere el
título inscrito, no adquiere posesión de ella ni pone fin a la posesión existente.
Art. 1567. Toda obligación puede extinguirse por una convención en que las partes
interesadas, siendo capaces de disponer libremente de lo suyo, consienten en darla
por nula.
7. ¿Usted podría resciliar un contrato siempre y cuando… que tiene que estar
ahí pendiente?
9. ¿Nueva inscripción… recuerda la glosa siguiente? Que se hará por qué, que
es lo que ocurre.
Por una nueva inscripción en que el poseedor inscrito transfiere su derecho a
otro.
10. ¿Qué piensa usted respecto a la primera y tercera hipótesis, se practica una
nueva inscripción también?
En los casos de cancelación por voluntad de las partes y por decreto judicial, el
Conservador de Bienes Raíces competente procederá a cancelar la inscripción
mediante una subinscripción al margen derecho de la inscripción, es decir,
mediante anotaciones marginales.
11. Este art. 728 se vincula con otro que esta en las normas de prescripción, el
art. 2505, ambos se vinculan con qué concepto de estos 3: requisito, prueba
y garantía.
12. ¿qué se desprende del art. 2505, cuál es principio que se plantea por tal art.?
13. Por lo tanto, que es lo que no puede correr en perjuicio del poseedor inscrito.
Art. 2492. La prescripción es un modo de adquirir las cosas ajenas, o de extinguir las
acciones y derechos ajenos, por haberse poseído las cosas o no haberse ejercido
dichas acciones y derechos durante cierto lapso de tiempo, y concurriendo los demás
requisitos legales.
Una acción o derecho se dice prescribir cuando se extingue por la prescripción.
Prescripción ordinaria:
+ posesión regular: (JT, BFI, si JT es traslaticio: Tradición)
+ transcurso del plazo legal: 2 y 5 años para los muebles e inmuebles
respectivamente.
Prescripción extraordinaria
+ posesión irregular: faltan los requisitos de la regular.
+ transcurso del plazo legal: 10 años sin distinguir el tipo de bien.
17. ¿Un derecho de uso o habitación que derecho es? ¿Se podría ganar por
prescripción? ¿Se le aplican las reglas de qué derecho real?
Art. 2498. Se gana por prescripción el dominio de los bienes corporales raíces o
muebles, que están en el comercio humano, y se han poseído con las condiciones
legales.
Se ganan de la misma manera los otros derechos reales que no están especialmente
exceptuados.
1. Que calidades puede tener una persona respecto de una cosa. *Precario
Arturo Selman, al referirse a los estados de los individuos frente a una cosa, alude
a cuatro situaciones: la del dueño, la del poseedor, la del mero tenedor y la del
precarista.
Precarista: quien tiene la tenencia de una cosa por ignorancia o mera tolerancia del
dueño.
2. En qué términos el CC definió el dominio, la posesión y la mera tenencia.
Art. 582. El dominio (que se llama también propiedad) es el derecho real en una
cosa corporal, para gozar y disponer de ella arbitrariamente; no siendo contra la
ley o contra derecho ajeno.
La propiedad separada del goce de la cosa, se llama mera o nuda propiedad.
Art. 700. La posesión es la tenencia de una cosa determinada con ánimo de señor
o dueño, sea que el dueño o el que se da por tal tenga la cosa por sí mismo, o por
otra persona que la tenga en lugar y a nombre de él.
El poseedor es reputado dueño, mientras otra persona no justifica serlo.
Art. 714. Se llama mera tenencia la que se ejerce sobre una cosa, no como dueño,
sino en lugar o a nombre del dueño. El acreedor prendario, el secuestre, el
usufructuario, el usuario, el que tiene el derecho de habitación, son meros
tenedores de la cosa empeñada, secuestrada, o cuyo usufructo, uso o habitación les
pertenece.
Lo dicho se aplica generalmente a todo el que tiene una cosa reconociendo dominio
ajeno.
Señala que la propiedad separada del goce de la cosa, se llama mera o nuda
propiedad.
4. El artículo se refiere a las cosas corporales, quiere decir ello que no hay
dominio sobre las cosas incorporales
No, puesto que el artículo inmediatamente siguiente señala que sobre las cosas
incorporales hay también una especie de propiedad.
Art. 583. Sobre las cosas incorporales hay también una especie de propiedad. Así, el
usufructuario tiene la propiedad de su derecho de usufructo.
Son cosas incorporales las que consisten en meros derechos, como los créditos, y
las servidumbres activas.
Art. 576. Las cosas incorporales son derechos reales o personales.
6. Como se define la posesión. El art. Termina con una presunción, ¿cuál es?
*justifique*
Art. 700. La posesión es la tenencia de una cosa determinada con ánimo de señor
o dueño, sea que el dueño o el que se da por tal tenga la cosa por sí mismo, o por
otra persona que la tenga en lugar y a nombre de él.
El poseedor es reputado dueño, mientras otra persona no justifica serlo.
Todo poseedor es considerado por la ley como dueño (lo que resulta lógico, pues
la ley presume aquello que es normal, y lo usual será que el poseedor sea también
dueño), sin perjuicio de que un tercero puede probar lo contrario (porque la
presunción de dominio a favor del poseedor es simplemente legal, no de derecho).
Si alguien quiere discutirle el dominio, debe probar dicho tercero su calidad de
propietario.
Art. 714. Se llama mera tenencia la que se ejerce sobre una cosa, no como dueño,
sino en lugar o a nombre del dueño. El acreedor prendario, el secuestre, el
usufructuario, el usuario, el que tiene el derecho de habitación, son meros
tenedores de la cosa empeñada, secuestrada, o cuyo usufructo, uso o habitación les
pertenece.
Lo dicho se aplica generalmente a todo el que tiene una cosa reconociendo dominio
ajeno.
8. ¿cuál es la diferencia entre un mero tenedor y un precarista? Precarista no
reconoce dominio ajeno*
Art. 708. Posesión irregular es la que carece de uno o más de los requisitos
señalados en el artículo 702.
De acuerdo con su definición (art. 702, incisos 2º y 3º), los elementos constitutivos
o requisitos de la posesión regular son tres:
1) Justo título
2) Buena fe inicial, y
3) Tradición si el título es traslaticio de dominio.
Cabe acotar que para calificar la buena fe se atiende sólo al momento inicial de la
posesión y que la tradición sólo es necesaria cuando se invoca un título traslaticio
de dominio.
Art. 708. Posesión irregular es la que carece de uno o más de los requisitos
señalados en el artículo 702. (para la posesión regular).
El CC no lo define, sino que se limita a señalar los títulos injustos en el artículo 704.
No obstante, la doctrina ha señalado que podemos llamar título, en materia
posesoria, todo hecho o acto jurídico en virtud del cual una persona adquiere la
posesión de una cosa.
Por justo título se entiende todo hecho o acto jurídico que por su naturaleza y
por su carácter de verdadero y válido es apto para atribuir en abstracto el
dominio.
3º. El que adolece de un vicio de nulidad, como la enajenación que debiendo ser
autorizada por un representante legal o por decreto judicial, no lo ha sido.
21. Vincule el numeral cuatro con las posesiones que estudio en la sucesión por
causa de muerte. ¿De las 3 cual se vincula con el numero 4 del art. 704?
El título meramente putativo se vincula con la posesión efectiva de la herencia:
entendida como una declaración judicial, si la herencia fuere testada, o resolución
administrativa, si la herencia fuere intestada, por la cual a determinadas personas
se les tiene por herederos.
Además, señala el inciso final del artículo 704 del CC que el heredero putativo a
quien por decreto judicial o resolución administrativa se haya otorgado la
posesión efectiva, servirá de justo título el decreto o resolución; como al legatario
putativo el correspondiente acto testamentario que haya sido legalmente ejecutado.
22. ¿Qué importancia tiene que el heredero aparente tenga justo título?
23. ¿si usted fuera abogado de los verdaderos herederos que se encuentran con
este problema. ¿Heredero putativo solicito la posesión efectiva hace 5 años?
¿Podríamos invocar que le falta otro elemento para poder adquirir? Buena
fe** ¿por qué podría no tener buena fe inicial?
Podríamos invocar que le falta buena fe inicial, pero habría que probarla, pues la
buena fe se presume.
Podría no tener buena fe inicial porque sabía que no tenía la calidad de heredero y
no obstante solicitó la posesión efectiva-
2º Publicidad de la propiedad raíz: persigue, como dice el Mensaje del CC., ponerla
a la vista de todos, en un cuadro que represente instantáneamente sus mutaciones,
cargas y divisiones sucesivas, evitándose así los engaños a terceros.
2º Publicidad de la propiedad raíz: persigue, como dice el Mensaje del CC., ponerla
a la vista de todos, en un cuadro que represente instantáneamente sus mutaciones,
cargas y divisiones sucesivas, evitándose así los engaños a terceros.
Art. 728. Para que cese la posesión inscrita, es necesario que la inscripción SE
CANCELE, sea por voluntad de las partes, o por una nueva inscripción en que el
poseedor inscrito transfiere su derecho a otro, o por decreto judicial.
Mientras subsista la inscripción, el que se apodera de la cosa a que se refiere el
título inscrito, no adquiere posesión de ella ni pone fin a la posesión existente.
Cancelación por voluntad de las partes. Se produce a consecuencia de una
convención celebrada con el objeto de dejar sin efecto una inscripción:
resciliación de una compraventa, por ejemplo. Las partes contratantes,
acuerdan dejar sin efecto un contrato de compraventa de un inmueble,
retrotrayéndose al estado previo al de la celebración del contrato (en la
medida que con ello no se perjudique a terceros). Con el mérito de la
escritura de resciliación, el Conservador de Bienes Raíces competente
procederá a cancelar la inscripción que había efectuado a nombre del
comprador, “reviviendo” la inscripción anterior, a favor del vendedor
(aunque una parte de la doctrina sostiene que, en este caso, debe efectuarse
una nueva inscripción, a nombre del vendedor). La convención debe constar
en instrumento público o auténtico y debe efectuarse materialmente en el
Registro del Conservador.
En este caso, tras la cancelación de la inscripción vigente, revivirá la
inscripción precedente. De lo anterior se dejará constancia mediante
anotaciones marginales, en ambas inscripciones.
Por una nueva inscripción en que el poseedor inscrito transfiere su
derecho a otro. Es el caso más usual. Aquí estamos ante un caso de
cancelación virtual, que se produce en forma automática por el hecho de que
el poseedor inscrito transfiere su derecho a otro, simultáneamente con
efectuarse la tradición mediante la inscripción a favor del adquirente, queda
cancelada la inscripción anterior. En todo caso en la nueva inscripción debe
hacerse mención a la inscripción precedente, para mantener la continuidad
de la historia de la propiedad raíz. Tal sería la cancelación material.
Por decreto judicial. Se produce la cancelación por esta vía, cuando se ha
seguido un juicio y en él obtiene una de las partes el reconocimiento de la
posesión que mantiene ordenándose cancelar una inscripción paralela; o
cuando se obtiene que se le devuelva la posesión que mantiene ilegalmente
la otra parte. Así, puede ocurrir que ambas partes tengan inscripción y
discutan en el juicio cuál de ellos es el poseedor. La sentencia ordenará
cancelar una de las inscripciones. A su vez, puede ocurrir que se inicie un
juicio para que se dé o recupere la posesión, poniendo fin a la posesión
inscrita existente, como acontece al interponer una acción reivindicatoria. En
este caso, la sentencia ordenará cancelar la inscripción del poseedor no
dueño. Al igual que en el primer caso, la cancelación por decreto judicial se
hace materialmente por medio de una subinscripción al margen de la
inscripción.
Art. 1567. Toda obligación puede extinguirse por una convención en que las partes
interesadas, siendo capaces de disponer libremente de lo suyo, consienten en darla
por nula.
Art. 700. La posesión es la tenencia de una cosa determinada con ánimo de señor o
dueño, sea que el dueño o el que se da por tal tenga la cosa por sí mismo, o por
otra persona que la tenga en lugar y a nombre de él.
El poseedor es reputado dueño, mientras otra persona no justifica serlo.
De acuerdo con su definición (art. 702, incisos 2º y 3º), los elementos constitutivos
o requisitos de la posesión regular son tres:
1) Justo título
2) Buena fe inicial, y
3) Tradición si el título es traslaticio de dominio.
Cabe acotar que para calificar la buena fe se atiende sólo al momento inicial de la
posesión y que la tradición sólo es necesaria cuando se invoca un título traslaticio
de dominio.
Son translaticios de dominio los que por su naturaleza sirven para transferirlo,
como la venta, la permuta, la donación entre vivos.
7. ¿Por qué la expresión dice "los que sirven PARA transferir el dominio" en
lugar de decir en virtud del cual se transfiere el dominio?
Por regla general, para adquirir un derecho personal basta el solo contrato o acto
constitutivo. Así, por ejemplo, perfeccionado el contrato de compraventa, nace para
el comprador el derecho a exigir al vendedor la tradición de la cosa. Pero
tratándose de la adquisición y transmisión de los derechos reales, además del
contrato o acto constitutivo es necesario, según la doctrina tradicional, un modo
de adquirir; en el ejemplo, es necesario que el vendedor realice la tradición en favor
del comprador. Incluso para transferir un derecho personal, también se requiere de
un modo de adquirir: la tradición, a través de la entrega del título.
1. Vinculando la materia de resciliación con bienes, indique ¿Qué debe ocurrir
para que una persona deje de ser poseedor de un inmueble que se encuentra
inscrito a su nombre en el registro conservatorio de bienes raíces?
Art. 728. Para que cese la posesión inscrita, es necesario que la inscripción se
cancele, sea por voluntad de las partes, o por una nueva inscripción en que el
poseedor inscrito transfiere su derecho a otro, o por decreto judicial.
Mientras subsista la inscripción, el que se apodera de la cosa a que se refiere el
título inscrito, no adquiere posesión de ella ni pone fin a la posesión existente.
Que existen obligaciones vigentes que puedan extinguirse. Que todavía existan una
o más obligaciones pendientes de cumplirse a propósito de esa CV.
9. Resulta que a usted le dice a una persona: mire mi supuesto padre (está
convencido de que era su padre) falleció hace un año atrás, y él quiere de
alguna manera obtener el reconocimiento de su filiación y por esa vía además
participar en la herencia, ¿Qué podría hacer?
Interponer acción de reclamación de la filiación, en este caso el papá murió, por lo
que hay que demandar a los herederos, legítimos contradictores y simultáneamente
se debe interponer la acción de petición de herencia.
10. Usted dijo que la acción de reclamación era imprescriptible, ¿la acción de
petición de herencia también? ¿en qué plazo prescribe?
Art. 2503. Interrupción civil es todo recurso judicial intentado por el que se
pretende verdadero dueño de la cosa, contra el poseedor.
Sólo el que ha intentado este recurso podrá alegar la interrupción; y ni aun él en los
casos siguientes:
1º. Si la notificación de la demanda no ha sido hecha en forma legal;
2º. Si el recurrente desistió expresamente de la demanda o se declaró abandonada
la instancia;
3.º Si el demandado obtuvo sentencia de absolución.
En estos tres casos se entenderá no haber sido interrumpida la prescripción por la
demanda.
9. ¿Dónde está la norma que dice que hay juicio solo a partir de la notificación
de la demanda? En el CC* pago por consignación
Art. 1603 inciso final. Se entenderá existir juicio desde el momento en que se
haya notificado la demanda.
2. Tradición
El Código Civil la define como “un modo de adquirir el dominio de las cosas y (que)
consiste en la entrega que el dueño hace de ellas a otro, habiendo por una parte la
facultad e intención de transferir el dominio, y por otra la capacidad e intención de
adquirirlo.
Lo que se dice del dominio se extiende a todos los otros derechos reales”.
Requisitos:
a) Presencia de dos partes
b) Consentimiento del tradente y del adquirente
c) Existencia de un título traslaticio de dominio
d) La entrega de la cosa, con la intención de transferir el dominio
Tradición de cuota:
1º Cuota en cosa singular: la doctrina y la jurisprudencia entienden que la cuota
participa del carácter mueble o inmueble de la cosa indivisa. Se concluye entonces,
que si se trata de la tradición de una cuota sobre cosa mueble, ella se efectuará por
cualquiera de las formas establecidas para éstos bienes (art. 684); y si se trata de la
tradición de una cuota en una cosa inmueble, ha de efectuarse por inscripción (art.
686). Cobra aplicación aquí el art. 580. }
2º Cuota en cosa universal: hay controversia en la doctrina.
Un sector de la doctrina concibe perfectamente la comunidad sobre una
universalidad jurídica y, negando la comunicación de la cuota y la naturaleza de los
bienes de que se compone dicha universalidad, entiende que la tradición de la cuota
ha de efectuarse por cualquiera forma simbólica indicada en el art. 684 y no
requiere de inscripción conservatoria, aunque esté integrada por inmuebles. Se está
en presencia de una abstracción, que escapa a la clasificación de bienes en muebles
e inmuebles; y por tanto, para su tradición, ha de seguirse la regla general en
materia de formas de tradición, que son las del art. 684, toda vez que la inscripción
es una forma excepcional de tradición. El otro sector señala que la naturaleza de
los bienes se comunica.
El art. 588, que no es una disposición taxativa, enumera los siguientes modos de
adquirir:
a) La ocupación (art. 606).
b) La accesión (art. 643).
c) La tradición (art. 670).
d) La sucesión por causa de muerte (art. 951).
e) La prescripción adquisitiva (art. 2492).
A los anteriores, cabe añadir la ley, que si bien no está mencionada por el art. 588,
se agrega entre los modos de adquirir, pues en ciertos casos opera como tal: por
ejemplo, el usufructo legal del padre o madre sobre los bienes del hijo no
emancipado y el del marido sobre los bienes de la mujer (art. 810) o el usufructo
legal consagrado en favor del beneficiario de una donación revocable (art. 1140).
De la misma forma, la jurisprudencia ha declarado reiteradamente que una ley de
expropiación sirve de título y modo de adquirir el bien expropiado.
Requisitos:
a) Presencia de dos partes
b) Consentimiento del tradente y del adquirente
c) Existencia de un título traslaticio de dominio
d) La entrega de la cosa, con la intención de transferir el dominio
Como todo acto jurídico, la tradición debe estar, en lo que a la voluntad de las
partes se refiere, exenta de vicios. En el título de la tradición, el legislador no
reglamentó los diversos vicios del consentimiento, excepto en lo relativo al error
(arts. 676 a 678), de manera que respecto del dolo y de la fuerza se aplican las
reglas generales (arts. 1452 y siguientes).
Las hipótesis de error pueden ser:
1º Error en la cosa tradida: art. 676. Esta disposición está en perfecta armonía con
el art. 1453. Habrá nulidad en este caso.
2º Error en la persona: art. 676. En este punto, hay una excepción a los principios
generales, de acuerdo a los cuales, el error sobre la persona no vicia el
consentimiento, salvo que la persona sea el motivo determinante del acto o
contrato. Tratándose de la tradición, el error en la persona anula la misma, según
se establece en el artículo citado. Ello se explica, porque la tradición no es sino el
cumplimiento de la obligación que nace del contrato. Ahora bien, el pago debe ser
siempre hecho al acreedor, y de lo contrario es nulo o ineficaz para extinguir la
obligación (art. 1576). Sobre este particular, más lógico que hablar de nulidad, sería
decir que en este caso hay pago de lo no debido, y por lo tanto, podría repetirse lo
pagado. En todo caso, si el error no recae en la persona sino sólo sobre el nombre,
la tradición es válida (arts. 676, inc. 2º, 1057 y 1455).
3º Error en el título de la tradición: art. 677 (que guarda armonía también con el
artículo 1453). Puede presentar dos aspectos y en ambos invalida la tradición:
Ambas partes entienden que hay un título traslaticio de dominio, pero el
error consiste en que se equivocan en cuanto a la naturaleza del título (“como
si por una parte se supone mutuo, y por otra donación”).
Una parte entiende que hay título traslaticio de dominio y la otra entiende
que hay sólo un título de mera tenencia (“cuando por una parte se tiene el
ánimo de entregar a título de comodato, y por otra se tiene el ánimo de
recibir a título de donación”).
Finalmente, el art. 678, en una disposición inútil considerando la regla general del
art. 1448, establece que el error sufrido por los mandatarios o representantes
legales también invalida la tradición.
CIVIL IV OBLIGACIONES
ʂ Sujeto singular
ʂ Sujeto plural o múltiple
o Simplemente conjuntas o mancomunadas
o Solidarias
o Indivisibles
Atendiendo a sus efectos:
29. En las normas del pago, el CC señala cuándo el pago es eficaz, esto es, a
quien debemos pagar para que ese pago nos libre de la obligación. ¿recuerda cuáles
son las hipótesis?
32. ¿Qué otra hipótesis? Poseedor aparente del crédito y debe pagarse de buena
fe.
1. Al acreedor
2. Al representante del acreedor
3. Al poseedor del crédito, de buena fe.
Que cada vez que nos encontremos ante una obligación con pluralidad de sujetos
y no se haya establecido la solidaridad por la ley o las partes o el objeto de la
obligación no sea indivisible o la ley no disponga una indivisibilidad de pago,
estaremos en presencia de una obligación simplemente conjunta.
Se trata de una convención, esto es, un ato jurídico bilateral que tiene por objeto
extinguir obligaciones.
En general, todas las obligaciones pueden dejarse sin efecto por mutuo
consentimiento de las partes.
Excepcionalmente no es posible resciliar ciertos contratos, como el de matrimonio,
o el pacto sustitutivo del régimen matrimonial, contemplado en el artículo 1723 del
Código Civil, por regla general o las capitulaciones matrimoniales pactadas con
antelación al matrimonio.
La ley alude también a la resciliación en el artículo 728, cuando establece que una
de las causales de cancelación de la posesión inscrita de un inmueble, es aquella
que opera “por voluntad de las partes”.
17. ¿Conoce algunos casos en que un contrato pueda terminar por un acto
unilateral? Mandato, en el caso de la revocación del mandante y la renuncia
del mandatario.
Excepcionalmente, un contrato puede dejarse sin efecto por la voluntad de uno
solo de los contratantes. Así acontece en el mandato mediante la revocación y la
renuncia (art. 2163 números 3 y 4) y en el arrendamiento, asumiendo este último
caso el nombre de “desahucio” (artículo 1951). El Acuerdo de Unión Civil, permite
también a cualquiera de los convivientes civiles para poner término al contrato
de manera unilateral.
AUC: el contrato solemne celebrado entre dos personas que comparten un hogar,
con el propósito de regular los efectos jurídicos derivados de su vida afectiva en
común, de carácter estable y permanente.
Revocación del mandante: Se llama revocación el acto jurídico unilateral por el cual
el mandante hace saber a su mandatario su decisión de poner término al mandato.
AUC: el contrato solemne celebrado entre dos personas que comparten un hogar,
con el propósito de regular los efectos jurídicos derivados de su vida afectiva en
común, de carácter estable y permanente.
Expresas y tácitas.
Condiciones expresas son aquellas establecidas en virtud de una cláusula formal.
Constituyen la regla general.
Condiciones tácitas son aquellas que se subentienden sin necesidad de una
declaración de voluntad explícita. Las condiciones sólo cabe subentenderlas en los
casos señalados por la ley.
Positivas y negativas (art. 1474).
Las positivas consisten en acontecer una cosa; las negativas en que no acontezca
una cosa.
Determinadas e indeterminadas.
Las determinadas son aquellas en las que se sabe cuándo el hecho puede suceder
(te doy $ 1.000.000.-, si apruebas tu examen de grado, que darás el 15 de mayo
próximo); en las indeterminadas, se ignora si el hecho ha de ocurrir y cuando (te
dono un departamento, si te casas).
Posibles o lícitas e imposibles o ilícitas (art. 1475).
Potestativas, casuales y mixtas: art. 1477.
14. ¿Cómo el CC regulo esta llamada condición tácita? Sí, cuando se refiere a
que se entenderá por plazo tácito el indispensable para cumplir.
16. ¿En qué plazo prescribe la acción resolutoria? 5 años, excepcionalmente será
de 4 años en el caso de donación con cargas.
Hay que distinguir entre la que emana de la CRT y la que emana del pacto comisorio:
Hay que distinguir entre la que emana de la CRT y la que emana del pacto comisorio:
La acción resolutoria que emana de una condición resolutoria tácita no
tiene reglas especiales y por lo tanto se le aplican las reglas generales de la
prescripción:
La acción prescribe en 5 años: art. 2515, 1º (excepcionalmente,
prescribirá en 4 años, en el caso de una donación con cargas, artículo
1427).
La prescripción corre desde que se hizo exigible la obligación
infringida: art. 2514, 2º.
La prescripción se suspende: arts. 2509 inciso 1 y 2520 (no se
suspenderá, sin embargo, en el caso de una donación con cargas).
La ley ha establecido reglas especiales tratándose de la prescripción de la
acción resolutoria que emana de un pacto comisorio:
o Prescribe la acción en 4 años, o en el plazo menor estipulado por las
partes: art. 1880.
o La prescripción no corre desde que la obligación se hizo exigible, sino
que desde la fecha del contrato (art. 1880, 1º).
La prescripción, por ser de corto tiempo, no se suspende: corre en contra de toda
clase de personas (art. 2524).
2. Conoce alguna garantía distinta, muy empleada por la banca, por los
arrendadores
La solidaridad, codeudor solidario.
2. Pensando en que si quienes incurren en la culpa son dos o más sujetos, qué
ocurre.
Tratándose de la culpa contractual, si quienes incurren en ella fueren dos o más
contratantes, responderán en forma simplemente conjunta, a menos que se
hubiere pactado solidaridad o la ley dispusiere otra cosa (arts. 1511, inc. 1° y 1526,
inc. 1°). Tratándose de la culpa extracontractual, si dos o más individuos hubieren
cometido un cuasidelito, responderán solidariamente (art. 2317, inc. 1°).
3. Ordene los grados de culpa desde la que exige mayor cuidado a la que menos.
Levísima Culpa o descuido levísimo es la falta de aquella esmerada diligencia
que un hombre juicioso emplea en la administración de sus negocios importantes.
Esta especie de culpa se opone a la suma diligencia o cuidado.
Leve es la falta de aquella diligencia y cuidado que los hombres emplean
ordinariamente en sus negocios propios.
Grave o lata es la que consiste en no manejar los negocios ajenos con aquel
cuidado que aun las personas negligentes y de poca prudencia suelen emplear en
sus negocios propios.
7. Pensando en que si quienes incurren en la culpa son dos o más sujetos, qué
ocurre.
Tratándose de la culpa contractual, si quienes incurren en ella fueren dos o más
contratantes, responderán en forma simplemente conjunta, a menos que se
hubiere pactado solidaridad o la ley dispusiere otra cosa (arts. 1511, inc. 1° y 1526,
inc. 1°). Tratándose de la culpa extracontractual, si dos o más individuos hubieren
cometido un cuasidelito, responderán solidariamente (art. 2317, inc. 1°).
8. Ordene los grados de culpa desde la que exige mayor cuidado a la que menos.
Levísima Culpa o descuido levísimo es la falta de aquella esmerada diligencia
que un hombre juicioso emplea en la administración de sus negocios importantes.
Esta especie de culpa se opone a la suma diligencia o cuidado.
Leve es la falta de aquella diligencia y cuidado que los hombres emplean
ordinariamente en sus negocios propios.
Grave o lata es la que consiste en no manejar los negocios ajenos con aquel
cuidado que aun las personas negligentes y de poca prudencia suelen emplear en
sus negocios propios.
10. Recuerda algún caso en que en el deposito el grado de culpa no sea la lata o
grave.
En el depósito necesario es leve.
Requisitos de la mora:
1º Que haya retardo en el cumplimiento de la obligación.
2º Que el retardo sea imputable al deudor: que provenga del hecho o culpa del
deudor y con mayor razón del dolo. El retardo fortuito no constituye en mora al
deudor.
3º Que el acreedor interpele al deudor (con la salvedad de que si se estipuló plazo
para el pago, la sola llegada de éste supone una interpelación automática por parte
del acreedor).
11. Cuando está el deudor en mora
Excepciones al N°1:
Se señalan como tales casos excepcionales los arts. 1949 (que exige requerir al
arrendatario para constituirlo en mora de su obligación de restituir la cosa) y 1977
(que, respecto del arrendamiento de inmuebles, exige hacer dos reconvenciones de
pago al arrendatario, para hacer cesar inmediatamente el arriendo, en caso de mora
de un período entero en el pago de la renta).
Casos que comprende el N3: ● las obligaciones puras y simples, o sea aquellas en
que no se señala plazo; ● las obligaciones que tienen un plazo legal; ● las
obligaciones condicionales; ● las obligaciones testamentarias; ● las obligaciones
derivadas de un contrato bilateral cuando ninguna de las partes las ha cumplido
oportunamente.
El art. 1552 establece una importante excepción a las reglas del art. 1551: aunque
se haya estipulado un plazo o requerido al deudor, éste no se encontrará en mora
si su acreedor, que es a la vez su deudor, no ha cumplido o está pronto a cumplir
su obligación recíproca.
Art. 1552. En los contratos bilaterales ninguno de los contratantes está en mora
dejando de cumplir lo pactado, mientras el otro no lo cumple por su parte, o no se
allana a cumplirlo en la forma y tiempo debidos.
Se pueden deducir, interpretando a contrario sensu el artículo 704, que señala los
casos de títulos injustos:
a.1.) Debe tener aptitud suficiente para atribuir el dominio: la tiene, por ejemplo,
el título translaticio de dominio, como la compraventa o la permuta; no la tiene, el
título que importa reconocimiento de dominio ajeno, como el del arrendatario, el
del comodatario, etc., es decir, el título de mera tenencia.
a.2.) Debe ser verdadero: debe ser un título con existencia real. Por eso, son títulos
injustos el falsificado (art. 704 N° 1) y el meramente putativo, como el del heredero
aparente que no es en realidad heredero (art. 704 N° 4).
a.3.) Debe ser válido: según se desprende por antítesis del Art. 704, N° 2 y N° 3, que
declaran título injusto, respectivamente, el que emana de un falso representante
(nulidad absoluta por falta de voluntad) y el que adolece de un vicio de nulidad
(nulidad absoluta por otra causa y nulidad relativa).
Para juzgar la buena o mala fe de los terceros, la ley hace una marcada diferencia
entre bienes muebles e inmuebles:
+ Bienes muebles: art. 1490. La buena fe se presume (art. 707) y quien intente la
acción contra los terceros deberá probar la mala fe de éstos (se aplica entonces la
regla general de la buena fe).
Sugiere el art. 1490 que el acreedor de una cosa mueble a plazo o bajo condición
puede “reivindicarla” contra terceros de mala fe, cumplido el plazo o verificada la
condición.
Las expresiones del art. 1490 no son afortunadas sin embargo. En efecto, el
acreedor no puede reivindicar, porque no es ni ha sido dueño; no puede reivindicar
el acreedor puro y simple y menos puede hacerlo el condicional.
La ley ha querido referirse al que tiene un derecho de dominio limitado por un plazo
o una condición, idea que se habría expresado mejor refiriéndose la ley al poseedor
condicional en vez de al deudor. Se concluye entonces que el art. 1490 ganaría en
claridad y corrección si dijere “el que posee una cosa mueble” en lugar de “el que
debe una cosa mueble”.
En todo caso, de acuerdo al art. 1490, si por ejemplo en una compraventa en la que
se pagará el precio a plazo, y vencido éste el precio no se paga, operando el efecto
retroactivo de la condición cumplida, el comprador se entiende que nunca ha sido
dueño, sino sólo poseedor a plazo o condicional, correspondiendo interponer la
acción reivindicatoria al vendedor, en el evento que el comprador hubiere
enajenado la cosa a un tercero (si no enajenó, la restitución de la cosa operará a
consecuencia de la propia acción resolutoria, en el marco de las prestaciones
mutuas).
Para que el problema que trata el art. 1490 se plantee es necesario que la cosa
mueble “se enajene”. En este artículo, la palabra “enajenación” debemos
entenderla sólo en su acepción restringida de transferencia total o parcial del
dominio, y no en su sentido amplio de constitución de cualquier derecho real sobre
la cosa.
En efecto, el art. 1490 es inaplicable a la prenda. La prenda se extingue si se
resuelve el derecho del constituyente de la misma, esté o no de buena fe el acreedor
prendario, sin perjuicio de otros derechos que éste puede ejercer, conforme lo
establecen las dos disposiciones citadas (fundamentalmente, pedir primero que se
reemplace la prenda o en su defecto, el pago anticipado de la obligación).
Tampoco se aplica el art. 1490 a los derechos de usufructo y uso (y menos al
derecho de habitación, que recae en inmuebles), que también se extinguen por la
resolución del derecho del constituyente.
Art. 2515. Este tiempo es en general de tres años para las acciones ejecutivas y de
cinco para las ordinarias.
La acción ejecutiva se convierte en ordinaria por el lapso de tres años, y
convertida en ordinaria durará solamente otros dos.
3. ¿Contados desde?
desde que la obligación se haya hecho exigible.
En cuanto a los efectos de la resolución del la CV, el artículo 1875 nos da la solución:
● Derechos del vendedor:
(1º) El vendedor tiene derecho para exigir que se le restituyan los FRUTOS
percibidos por el comprador o que éste debió percibir, en el período en
que la cosa estuvo en su poder, ya en su totalidad si ninguna parte del
precio se le hubiere pagado, ya en la proporción que corresponda a la
parte del precio que no hubiera sido pagada.
En este punto, el art. 1875 es una excepción a la regla general del art. 1488, según
la cual, verificada una condición resolutoria, no se deberán los frutos percibidos en
el tiempo intermedio (en realidad, la excepción de la compraventa nos remite a la
regla general de la condición resolutoria cumplida, en cuanto se retrotrae a las
partes al estado anterior al del contrato (art. 1487); frente a dicha regla, el art. 1488
es una excepción y el art. 1875 una contraexcepción, que nos lleva de vuelta a la
regla general).
Art. 1875 CC. La resolución de la venta por no haberse pagado el precio dará
derecho al vendedor para retener las arras, o exigirlas dobladas, y además para
que se le restituyan los frutos, ya en su totalidad si ninguna parte del precio se le
hubiere pagado, ya en la proporción que corresponda a la parte del precio que no
hubiere sido pagada.
El comprador a su vez tendrá derecho para que se le restituya la parte que hubiere
pagado del precio.
Para el abono de las expensas al comprador, y de los deterioros al vendedor, se
considerará al primero como poseedor de mala fe, a menos que pruebe haber sufrido
en su fortuna, y sin culpa de su parte, menoscabos tan grandes que le hayan hecho
imposible cumplir lo pactado.
El art. 1875 es una excepción a la regla general del art. 1488, según la cual,
verificada una condición resolutoria, no se deberán los frutos percibidos en el
tiempo intermedio (en realidad, la excepción de la compraventa nos remite a la
regla general de la condición resolutoria cumplida, en cuanto se retrotrae a las
partes al estado anterior al del contrato (art. 1487); frente a dicha regla, el art.
1488 es una excepción y el art. 1875 una contraexcepción, que nos lleva de vuelta
a la regla general).
Art. 1488. Verificada una condición resolutoria, no se deberán los frutos percibidos
en el tiempo intermedio, salvo que la ley, el testador, el donante o los contratantes,
según los varios casos, hayan dispuesto lo contrario.
Se deben los frutos en su totalidad si ninguna parte del precio se le hubiere pagado.
Y en la proporción que corresponda a la parte del precio que no hubiera sido
pagada.
En este caso se deberían un 70% de los frutos percibidos o que pudo percibir
mientras la cosa estuvo en poder del comprador.
(6º) El vendedor tiene derecho para retener las arras o exigirlas dobladas.
9. ¿Para estos efectos (indemnización de los deteriores) recuerda como es
considerado el comprador (de la pertinente prestación -prestaciones
mutuas), qué tipo de poseedor? De mala fe, por eso debe devolver todo
deterioro.
El comprador es considerado, para estos efectos, como poseedor de mala fe,
aplicándose el artículo 906 del Código Civil, se trata, por ende, de una presunción
simplemente legal de mala fe y debe los deterioros que se produzcan por su hecho
o culpa,
No deberá estos deteriores cuando pruebe haber sufrido en su fortuna (en su
patrimonio) y sin culpa de su parte, menoscabos tan grandes que le hayan hecho
imposible cumplir con lo pactado (en alguna medida, podría estimarse que hay
aquí, una tímida recepción de la teoría de la imprevisión).
10. ¿De qué deterioro respondería un poseedor de buena fe?
Conforme a lo que señala el art. 906 inc. 2º el poseedor de buena fe, mientras
permanece en ella, no es responsable de estos deterioros (los que se produzcan por
su hecho o culpa), sino en cuanto se hubiere aprovechado de ellos; por ejemplo,
destruyendo un bosque o arbolado, y vendiendo la madera o la leña, o empleándola
en beneficio suyo.
Por lo tanto, sólo es responsable de los deteriores que le hubiesen reportado un
provecho.
Es el dinero que el comprador se obliga a dar por la cosa, de acuerdo con el art.
1793.
Requisitos:
§ Debe consistir en dinero (puede ocurrir que el precio consista parte en
dinero, parte en otra cosa. El dinero debe valer más o lo mismo que la cosa
para que haya compraventa).
§ Debe ser real o serio;
§ Debe ser determinado o determinable.
Debe ser real o serio: que el precio sea real quiere decir que exista realmente, que
haya una cantidad de dinero que se pague como precio. Y no es serio cuando es
simulado o ficticio y cuando es irrisorio.
14. ¿Es tan efectivo eso (¿precio se pacte en dinero? ¿Puede ser parte en dinero
y parte en cosas?
Puede ocurrir que el precio consista parte en dinero, parte en otra cosa. En este
caso, habrá que aplicar el art. 1794, para determinar si hay compraventa o permuta.
Si el dinero vale más que la cosa habrá compraventa, y a la inversa, permuta. Si la
cosa y el dinero valen lo mismo, habrá compraventa, pues el artículo 1794 dice que
para haber permuta, la cosa debe valer “más” que el dinero. Por ende, si vale menos
o vale lo mismo, habrá compraventa.
Art. 1794. Cuando el precio consiste parte en dinero y parte en otra cosa, se
entenderá permuta si la cosa vale más que el dinero; y venta en el caso contrario.
15. Podría haberse pactado originalmente en dinero, pero que podría acontecer
con posterioridad. Se debían 20 millones y al momento del pago el
comprador entrega una cosa. Como se llama esa convención.
Se trata de una dación en pago.
Es un modo de extinguir las obligaciones que consiste en la prestación de una cosa
o la ejecución de un hecho diversos de los debidos, con el consentimiento del
acreedor.
La diferencia con la novación es que la dación en pago opera al momento del pago,
mientras que la novación debe producirse con anterioridad. La novación supone
esencialmente la creación de una obligación nueva que sustituye a la antigua,
mientras que en el caso de la dación en pago el acreedor no ha tenido más que un
crédito. El deudor no contrae ninguna nueva obligación: sólo obtiene del
acreedor el permiso para liberarse de su obligación mediante una prestación
diversa de la debida.
Se trata de una modalidad del pago (no novación por cambio de objeto) y si el
acreedor que sufre evicción podría ejercitar las acciones de que disponía según el
crédito primitivo y valerse de las garantías que lo aseguraban. Excepcionalmente la
regla no rige para la fianza, en virtud de un texto legal expreso.
El CC clasifica los contratos a partir del artículo 1439 y hasta el artículo 1443. Los
clasifica en:
1. Unilateral y bilateral
2. Gratuito y oneroso
3. Oneroso conmutativo y oneroso aleatorio
4. Principal y accesorio
5. Real, solemne y consensual.
Art. 1438. Contrato o convención es un acto por el cual una parte se obliga para
con otra a dar, hacer o no hacer alguna cosa. Cada parte puede ser una o muchas
personas.
Art. 1439. El contrato es unilateral cuando una de las partes se obliga para con otra
que no contrae obligación alguna; y bilateral, cuando las partes contratantes se
obligan recíprocamente.
Art. 1440. El contrato es gratuito o de beneficencia cuando sólo tiene por objeto
la utilidad de una de las partes, sufriendo la otra el gravamen; y oneroso, cuando
tiene por objeto la utilidad de ambos contratantes, gravándose cada uno a beneficio
del otro.
Art. 1441. El contrato oneroso es conmutativo, cuando cada una de las partes se
obliga a dar o hacer una cosa que se mira como equivalente a lo que la otra parte
debe dar o hacer a su vez; y si el equivalente consiste en una contingencia incierta
de ganancia o pérdida, se llama aleatorio.
Art. 1442. El contrato es principal cuando subsiste por sí mismo sin necesidad de
otra convención, y accesorio, cuando tiene por objeto asegurar el cumplimiento de
una obligación principal, de manera que no pueda subsistir sin ella.
Art. 1443. El contrato es real cuando, para que sea perfecto, es necesaria la tradición
de la cosa a que se refiere; es solemne cuando está sujeto a la observancia de ciertas
formalidades especiales, de manera que sin ellas no produce ningún efecto civil; y
es consensual cuando se perfecciona por el solo consentimiento.
Art. 1441. El contrato oneroso es conmutativo, cuando cada una de las partes se
obliga a dar o hacer una cosa que se mira como equivalente a lo que la otra parte
debe dar o hacer a su vez; y si el equivalente consiste en una contingencia incierta
de ganancia o pérdida, se llama aleatorio.
Criticas:
a) Desde el momento en que se adopta como determinante en el concepto de
contrato conmutativo “la equivalencia de las prestaciones recíprocas”, se incurre en
un doble error:
1º Se supone por el art. 1441 que el contrato oneroso es siempre bilateral, en
circunstancias de que también puede ser unilateral (comodato en pro de ambas
partes, mutuo de la ley 18.010, cauciones constituidas por terceros remunerados,
deposito con facultad de uso);
2º Porque da la idea de una supuesta igualdad en las prestaciones, significado que
tiene precisamente la expresión “equivalente”. Sin embargo, todo contrato oneroso,
sea conmutativo o aleatorio, conlleva riesgo o incertidumbre, lo que en definitiva
trae consigo cierto grado de desigualdad en las ventajas económicas que obtienen
las partes.
Recordemos en este punto que nuestro Derecho tolera tal desigualdad en las
utilidades que obtienen las partes, y sólo excepcionalmente, en ciertos contratos,
establece normas reguladoras, al existir una ruptura violenta del equilibrio en las
prestaciones: lesión enorme, que puede conducir a la nulidad o a la reducción de la
prestación excesiva o el aumento de la prestación ínfima. En estos casos, la regla
general acerca de la subjetividad en la equivalencia de las prestaciones se modifica,
tornándose dicha equivalencia objetiva.
b) Se sugiere por el precepto que sólo podrían tener carácter conmutativo los
contratos onerosos que originan obligaciones de dar o de hacer; conforme al tenor
literal del art. 1441, parecieran excluirse los contratos que originan obligaciones de
no hacer, lo que ciertamente es inadmisible.
11. Esta equivalencia en las prestaciones, ¿Es de carácter subjetivo u objetivo?
subjetivo. ¿Al legislador le preocupa en principio que las prestaciones sean
equivalentes? No.
En los contratos conmutativos, las ventajas que las partes se conceden mutuamente
se miran equivalentes (se trata por ende de una apreciación subjetiva).
Excepcionalmente, esta equivalencia debe fijarse dentro de ciertos límites, en
aquellos casos en que la ley lo establece, y la sanción en caso de contravención será
la nulidad relativa por lesión enorme o pagar una suma adicional o restituir parte
de lo recibido (artículo 1889, en la compraventa voluntaria de bienes raíces, por
ejemplo).
12. ¿Pero conoce Ud. alguna institución que altera esto? Lesión enorme.
El vendedor sufre lesión enorme cuando recibe menos de la mitad del justo precio
de la cosa que vende.
El comprador sufre lesión enorme cuando paga más del doble del justo precio de
la cosa que compra.
El justo precio se refiere al precio que tenía el inmueble al tiempo de otorgar la
escritura pública respectiva.
Art. 1889. El vendedor sufre lesión enorme, cuando el precio que recibe es inferior a
la mitad del justo precio de la cosa que vende; y el comprador a su vez sufre lesión
enorme, cuando el justo precio de la cosa que compra es inferior a la mitad del precio
que paga por ella.
El justo precio se refiere al tiempo del contrato.
La acción debe ejecutarse dentro de 4 años, contados desde la fecha del respectivo
contrato, y no contados desde la fecha de la inscripción en el Registro del
Conservador, porque el contrato es una cosa y la tradición otra.
La fecha del contrato será la de la escritura pública que lo contiene.
15. "Que el contrato prometido no sea de aquellos que la ley declara ineficaz"
¿Por qué el CC no utilizó una expresión positiva, es decir: "Que el contrato
prometido sea de aquellos que la leyes declaran eficaces"? Uno podría
someterse a celebrar un contrato que las partes inventan, es decir, un
contrato que no esté regulado en la ley? Sí, por tanto entonces podría
señalarse de un contrato típico.
La redacción del Código se debe a que, con la fórmula negativa empleada, es posible
que el contrato de promesa esté referido a la celebración de contratos atípicos o
innominados. Como éstos no están “declarados” en la ley, si la redacción hubiere
sido bajo una fórmula positiva, no podría haberse admitido una promesa
respecto de ellos.
18. En el caso que muera el mandatario el CC señala que sus herederos hábiles
tienen obligaciones, ¿Recuerda cuáles son?
El art. 2170 dispone que los herederos del mandatario que fueren hábiles para la
administración de sus bienes (por ende, los herederos del mandatario que fueren
incapaces no tienen las obligaciones que indicaremos), tienen dos obligaciones:
a. Darán aviso inmediato del fallecimiento del mandatario al mandante; y
b. Harán a favor de éste lo que puedan y las circunstancias exijan (lo anterior
no significa que deban continuar con la gestión, sino que fundamentalmente,
deben adoptar providencias conservativas).
La omisión de tales obligaciones los hará responsables de los perjuicios. Como el
contrato ya expiró, la responsabilidad de los herederos del mandatario tiene
carácter legal. A igual responsabilidad estarán sujetos los albaceas, los tutores y
curadores y en general, todos aquellos que sucedan en la administración de los
bienes del mandatario que ha fallecido o se ha hecho incapaz.
Novación por cambio de causa: quien debe pagar una suma como precio de una
compraventa, acuerda con su acreedor que puede retener dicha cantidad en
calidad de mutuario. Para estos efectos, en la misma compraventa, el comprador
suscribe un pagaré en favor del vendedor, con expreso ánimo de novar, obligándose
a pagarle al segundo cierta suma en determinado plazo. En tal caso, la obligación
de pagar el precio de la compraventa se ha extinguido por novación, naciendo
una nueva obligación, cuya causa no es dicho contrato de compraventa, sino un
mutuo, documentado en el citado pagaré. No hay novación objetiva por cambio de
objeto, porque se debe lo mismo –una suma de dinero-, pero sí hay novación
objetiva por cambio de causa, pues la causa jurídica en virtud de la cual el deudor
está obligado al pago, no es un contrato de compraventa, sino uno de mutuo. En
el caso planteado, la novación será muy útil, pues con ella, desaparece la condición
resolutoria pendiente, de manera que los terceros que adquieran la cosa, no se
verán expuestos a perder su dominio, por aplicación de los artículos 1490 y 1491,
ya estudiados en las obligaciones sujetas a condición resolutoria.
4. ¿Conoce otro caso que se estudia en hipoteca que también existe una
subrogación real? Mire, este es un caso en que el acreedor hipotecario no
puede ejercer su derecho de persecución. Mire bien concreto, piense en un
inmueble ubicado en un sector en que la calle respetiva va a sufrir
intervenciones, ¿qué va a ocurrir con ese inmueble, ¿cuál es el acto jurídico
administrativo que va a operar sobre ese inmueble?
Por otra parte, originando la demanda de resolución de la venta por falta de pago
de precio un juicio declarativo de lato conocimiento, no sería lógico suponer que el
comprador quedara en peor condición que el demandado en juicio ejecutivo, en el
cual, no obstante tratarse del cumplimiento de lo juzgado o de hacer efectivas
obligaciones acreditadas por títulos que traen aparejada ejecución, puede el
ejecutado poner término al juicio y rescatar los bienes embargados hasta el
momento del remate pagando el capital adeudado, intereses y costas.
Esta facultad del demandado de pagar durante el transcurso del juicio es criticada
en la doctrina más reciente, afirmándose que con ella se destruye el derecho de
opción del contratante diligente, ya que si el demandado puede obligarle a darse
por satisfecho con el cumplimiento de la obligación, la facultad de optar
desaparece. René Ramos Pazos, adhiere a esta crítica, señalando que el deudor no
tiene la facultad de enervar la acción resolutoria, conforme a los siguientes
argumentos:
1º “De aceptarse que el deudor pueda cumplir con su obligación durante la secuela
del juicio, se vulnera el artículo 1489 que otorga la opción exclusivamente al
contratante cumplidor y al aceptarse que el deudor pudiere pagar durante el juicio,
se le está entregando a él la elección, pues por el hecho de pagar está optando por
el cumplimiento del contrato”;
2º “El argumento del artículo 310 del Código de Procedimiento Civil no tiene el
alcance que quienes están por la opinión contraria le dan. Cierto es que autoriza
para oponer la excepción de pago, cuando se funde en un antecedente escrito, en
cualquier estado de la causa, pero una cosa es ‘oponer la excepción de pago’, y otra
muy distinta que pueda ‘pagar’ en cualquier estado de la causa. Dicho de otra forma,
si el deudor había cumplido oportunamente su obligación y a pesar de ello se le
demanda de resolución, podrá oponer la excepción de pago durante todo el juicio,
enervando de esa forma la resolución. Esto es muy diferente a aceptar que pueda
pagar en forma extemporánea”;
3º “Todo contrato es ley para las partes contratantes (artículo 1545). Por ello, las
partes deben cumplir sus obligaciones en la forma y oportunidad convenidas”.
A pesar de que los argumentos de Ramos Pazos son plausibles, él mismo admite
que tropiezan con un escollo: tratándose del pacto comisorio calificado, el
comprador puede pagar el precio de la compraventa dentro del plazo de 24
horas, contado desde la notificación de la demanda, plazo que no tendría el
deudor, cuando se trata de la condición resolutoria tácita. Efectivamente, no
resulta lógico que el demandado tenga la facultad de enervar la acción del
acreedor, cuando se había pactado que el incumplimiento resolvería el contrato
de compraventa ipso facto, y carezca de ese derecho, cuando las partes nada
habían estipulado ante un eventual incumplimiento, y el contratante diligente
optó por pedir la resolución del contrato. Como el mismo Ramos Pazos señala,
“...si en el pacto comisorio calificado (...) la ley todavía da al deudor la oportunidad
de pagar dentro de las 24 horas desde que se le notifique la demanda, con buena
lógica debería entenderse, a fortiori, que, en el caso de la simple condición
resolutoria tácita, también puede pagar fuera de plazo.”
Somarriva la define como “el derecho real que recae sobre un inmueble que,
permaneciendo en poder del constituyente, da derecho al acreedor para
perseguirlo de manos de quien se encuentre y de pagarse preferentemente del
producto de la subasta”
19. Por que no la definió como contrato sino que como Derecho.
Se define la hipoteca como derecho real y no como contrato, porque si bien por lo
general tiene ambas características, no siempre acontece así, ya que puede existir
como derecho sin que haya contrato, como ocurre en el caso de la hipoteca legal que
contempla el Código de Procedimiento Civil, el caso contemplado en el Código de
Aguas
Contra el tercero que adquiere la finca hipotecada en pública subasta, ordenada por
el juez (art. 2428 del Código Civil, “purga de la hipoteca”);
Contra el adquirente del inmueble a consecuencia de una expropiación por causa
de utilidad pública; en este caso, el acreedor puede hacer valer su derecho sobre el
precio o monto pagado por la expropiación.
Purga:
i) La venta debe efectuarse en pública subasta, ordenada por el juez (es
decir, en el marco de un litigio).
ii) ii) Debe citarse personalmente a los acreedores hipotecarios, mediante
receptor judicial.
iii) iii) La subasta no puede efectuarse antes de transcurrido el término de
emplazamiento, contado desde la notificación a los acreedores
hipotecarios.
2. Características principales
a) Es un contrato generalmente consensual. El mandato, por regla general, se
perfecciona por el solo consentimiento de las partes, sin necesidad de
formalidad alguna: arts. 2123 y 2124.
● En cuanto al consentimiento del mandatario. Como todo contrato es el producto
de dos voluntades, una que ofrece la celebración del contrato y otra que la acepta,
en el mandato deben intervenir también esas dos voluntades; una vez hecha por el
mandante la oferta para que en su nombre se realice un negocio jurídico, es
necesario que el mandatario acepte por su parte ese encargo. Dicha aceptación
puede ser expresa o tácita. Es aceptación expresa, aquella que se presta en términos
explícitos que no dejan lugar a dudas acerca del hecho de haberse producido. Es
aceptación tácita la que consiste en la ejecución de cualquier acto que revela que
por parte del mandatario hay intención de celebrar el contrato, de aceptar el
encargo que se le hace. En general, hay aceptación tácita en todo acto que efectúe
el mandatario en ejecución del mandato (artículo 2124).
● En cuanto al consentimiento del mandante. También puede haber aceptación
tácita de parte del mandante, al señalar la ley que el encargo objeto del mandato
puede hacerse “aun por la aquiescencia tácita de una persona a la gestión de sus
negocios por otra” (artículo 2123). En este caso, una persona toma conocimiento
que otro realizará una gestión a nombre de la primera, y sin formular una
declaración expresa de voluntad, acepta sin embargo que éste siga adelante. En
cambio, si la persona interesada no hubiese tenido conocimiento de lo que otra
haría a su nombre, podríamos estar ante una agencia oficiosa.
b) Es un contrato oneroso por su naturaleza: art. 2117. El mandato puede ser
remunerado o gratuito. Operan al efecto las siguientes reglas:
1º El contrato de mandato es oneroso por naturaleza: art. 2158 Nº 3. Si no se
estipuló remuneración, debe pagarse la “usual”. En otras palabras, como ha
fallado la jurisprudencia, debe pactarse expresamente la gratuidad.
2º La remuneración del mandatario, denominada “honorarios”, se determina:
● por las partes, antes o después de celebrar el contrato; ● o en el silencio de
las partes, por la ley; ● la costumbre; ● o finalmente por el juez, aplicando la
equidad natural: art. 2117, inciso 2º del Código Civil en relación con el
artículo 170 número 5 del Código de Procedimiento Civil.
3º Al ser remunerado el mandato, se agrava la responsabilidad del
mandatario: responde siempre de culpa leve, pero en términos más estrictos
si es remunerado: art. 2129. Algunos sostienen que la ley hace responder de
culpa levísima al mandatario remunerado, pero la mayoría de la doctrina
estima que responde siempre de culpa leve, aunque en términos más
estrictos.
c) El mandato es un contrato bilateral. Tanto el mandato remunerado como el
gratuito son bilaterales. Respecto al segundo, el mandatario se obliga a
cumplir el encargo y a rendir cuenta, y el mandante por su parte debe
proveerlo de los medios necesarios para que el mandatario cumpla la gestión
encomendada, sin perjuicio de otras obligaciones que pueden surgir con
posterioridad, como reembolsar los gastos que el mandatario haya hecho e
indemnizar los perjuicios sufridos por éste, sin mediar culpa de su parte.
Adicionalmente, el mandante también se obliga a cumplir con las
obligaciones que contrae el mandatario, aunque a juicio de algunos, ésta no
sería una obligación derivada del mandato, sino más bien de los contratos
que el mandatario celebre en ejecución del mandato. Alessandri, sin
embargo, considera que el mandato es un contrato unilateral, y que no
obsta a tal naturaleza los hechos posteriores al contrato, pues para
considerar a un contrato unilateral o bilateral, debe atenderse al momento
de su gestación, y no a circunstancias posteriores. Agrega que por excepción
es bilateral el mandato, cuando es remunerado. Sin embargo, la tesis de
Alessandri se debilita, considerando que al menos una obligación contrae el
mandante desde el comienzo: proveer de los medios necesarios al
mandatario para cumplir el cometido.
d) El mandatario actúa por cuenta y riesgo del mandante. Los actos jurídicos
celebrados por el mandatario obligan al mandante, desde el momento que el
primero no actúa, por regla general, a nombre propio, sino a nombre del
segundo. Serán entonces para el mandante los beneficios y soportará las
pérdidas provenientes del acto jurídico celebrado por el mandatario, igual
que si el mandante lo hubiere celebrado personalmente. En otras palabras,
no es el patrimonio del mandatario el que se beneficiará o perjudicará frente
a quien contrató con él y los terceros, sino el del mandante. Pero incluso si
el mandatario, en la ejecución del encargo, no actúa en representación del
mandante sino a nombre propio, siempre será el mandante quien reciba los
beneficios y soporte las pérdidas.
CIVIL V RESPONSABILIDAD
14. En el caso de la presunción de culpa por el hecho de las cosas, hay algunas
precisiones.
Se es responsable del hecho de las cosas de que una persona es dueña o que están
a su servicio. El propietario o la persona que se sirve de la cosa debe vigilarla y
mantenerla en el estado de que no cause daño.
La ley se limita a señalar algunos casos en los cuales se presume culpabilidad del
que las tiene a su cuidado. Por tanto, sólo en ellos puede presumirse culpabilidad
y en cualquiera otro, deberá esta probarse por la víctima.
Casos en que se presume culpabilidad por el hecho de las cosas.
Se contemplan en la ley tres casos:
Daño causado por la ruina de un edificio;
Daño causado por una cosa que cae o es arrojada de la parte superior de
un edificio; y
Daño causado por un animal.
Daño causado por una cosa que cae o es arrojada de la parte superior de
un edificio: Se precisa que tratándose de cosas que se arrojan, en realidad
no se responde por el hecho de las cosas, sino por el hecho ajeno, puesto
que siempre una persona debe arrojar la cosa en cuestión. La
responsabilidad recae sobre todas las personas que habiten la misma parte
del edificio desde la que cayó o se arrojó la cosa (podría tratarse, por ende,
del dueño, o arrendatario, o comodatario, o usufructuario, etc.). Los
responsables dividirán entre sí la indemnización.
Nada impide sin embargo singularizar la responsabilidad en una o más personas
determinadas, si se acreditó que el hecho acaeció exclusivamente por dolo o culpa
de las mismas. Cuando no es posible probarlo, se genera, en opinión de Rodríguez
Grez, un caso de responsabilidad objetiva subsidiaria: obligación de reparar un
daño sin atender ni a la causa física que lo provoca ni al elemento subjetivo (dolo o
culpa) de la responsabilidad.
15. A propósito de ese caso, conoce alguna hipótesis donde el CC establece una
presunción de culpa de derecho (culpa por los animales)
Siempre se responderá por el daño causado por un animal fiero, siempre que de
éste no se reporte utilidad para la guarda o servicio de un predio: “El daño
causado por un animal fiero, de que no se reporta utilidad para la guarda o servicio
de un predio, será siempre imputable al que lo tenga, y si alegare que no le fue
posible evitar el daño, no será oído”. De los daños responderá quien tenga el animal,
sea o no su dueño y se sirva o no de él. La disposición establece una presunción de
derecho, pues no se admite probar que fue imposible evitar el daño. Se trata, por
ende, de un caso de responsabilidad objetiva. En efecto, como señala Rodríguez
Grez, en esta hipótesis, es la mantención de un animal fiero, creando una situación
de riesgo de la que no se obtiene beneficio alguno, la que justifica la
responsabilidad que se le impone el tenedor del animal.
CIVIL VI FAMILIA
14. ¿Qué cosas o bienes corporales o incorporales podrían ser afectadas como
bienes familiares? Hacer hincapié en “residencia principal” y en derechos o
acciones que los cónyuges tengan en sociedades propietarias de un inmueble
que sea residencia principal de la familia.
Art. 146. Lo previsto en este párrafo se aplica a los derechos o acciones que los
cónyuges tengan en sociedades propietarias de un inmueble que sea residencia
principal de la familia.
Producida la afectación de derechos o acciones, se requerirá asimismo la voluntad
de ambos cónyuges para realizar cualquier acto como socio o accionista de la
sociedad respectiva, que tenga relación con el bien familiar.
Si el tercero que adquirió el bien de manos del marido aún conserva la cosa, la
sentencia de nulidad lo afectará, pues la demanda de nulidad se interpondrá por
la mujer en contra del marido y de su adquirente. En cambio, si el adquirente
hubiere a su vez enajenado la cosa, la mujer tendría que deducir la acción de
nulidad y también la acción reivindicatoria. En cuanto a esta posibilidad de que la
mujer pueda deducir acción reivindicatoria, contra el tercero que hubiere adquirido
el bien social de manos del primer comprador o de otro posterior, del marido, sería
necesario que previamente se decrete la separación judicial de bienes (artículo 155)
y por ende expire la sociedad conyugal. En efecto, vigente la sociedad conyugal,
frente a los terceros, el marido se mira como dueño exclusivo de los bienes sociales
(artículo 1750). Fallaría entonces el requisito indispensable para que prospere la
acción reivindicatoria: que el reivindicante sea dueño de la cosa. Disuelta que sea la
sociedad conyugal, la mujer será titular de derechos equivalentes al 50% de la cosa,
y tendrá entonces legitimación activa para interponer la acción reivindicatoria.
4. Se casan dos personas bajo SC, y en el caso del marido, él era propietario de
ciertos bienes muebles. ¿Dónde ingresan esos bienes?
Bienes aportados (Los que tenían los cónyuges antes del matrimonio)
Muebles: ingresan al Haber relativo o aparente de la sociedad conyugal,
generándose una recompensa o crédito, a favor del cónyuge aportante, que
se hace efectivo al terminar SC.
Inmuebles: no ingresan al haber de la SC. Quedan en el Haber Propio del
cónyuge aportante
5. La mujer era dueña de un departamento ¿Qué ocurre con ese bien? Ingresa
al haber propio de la mujer. Resulta que se casan, y al tiempo a ella se le hace
una oferta de compraventa de ese departamento ¿Cómo se debe realizar esa
venta?
Para que el marido enajene o grave los bienes raíces de la mujer, requiere de su
consentimiento.
Dicho consentimiento ha de ser específico, vale decir, referido al acto o contrato
que se ejecute o celebre. Se requiere entonces contar con la voluntad de la mujer,
manifestada autorizando la enajenación o el gravamen. La voluntad de la mujer
puede manifestarse en dos formas:
+ Expresamente, caso en el cual la manifestación de voluntad debe constar por
escritura pública;
+ Tácitamente, interviniendo la mujer expresa y directamente, de cualquier modo,
en el acto jurídico.
En el caso de ser expresa, la voluntad puede prestarse personalmente o por
mandato especial otorgado por escritura pública.
La sanción que tiene la omisión de la autorización de la mujer, es la nulidad
relativa del acto o contrato, que puede hacer valer en el plazo de 4 años,
contados desde la disolución de la sociedad conyugal, o desde que cese la
incapacidad que la afecta o de sus herederos. Transcurridos 10 años, no podrá
pedirse la declaración de nulidad (art. 1757). Si el marido da en arrendamiento o
cede la tenencia de bienes raíces de la mujer, por un plazo que excede los indicados
en el art. 1756 y sin la autorización de ella, el arrendamiento o la cesión no le será
oponible a la mujer, en el exceso del plazo. La nulidad e inoponibilidad podrán
hacerse valer por la mujer, sus herederos o cesionarios, y la acción prescribirá de
acuerdo a lo dispuesto en los incisos 3º y 4º del art. 1757.
6. Cambiando de hipótesis, se trata de un bien raíz de la sociedad conyugal
¿Quién vende? Vende el marido, debiendo contar también con la
autorización de la mujer.
10. ¿Qué podría justificar porque ella renuncie a los gananciales? Que quiera
quedarse con su patrimonio reservado.
Podría ocurrir que prefiera quedarse con su patrimonio reservado, en caso de que
éste sea superior a la mitad de gananciales que le toque recibir.
Desde otro punto de vista, con la renuncia la mujer se desliga de toda
responsabilidad en el pasivo social, que sólo será cubierto por el marido, sin
derecho a reintegro alguno contra la mujer. Lo anterior no significa que la mujer se
libere:
- de sus deudas personales;
- de las deudas que afecten sus bienes reservados; y
- de las recompensas que adeude a la sociedad o al marido.
11. Hay una práctica de los abogados en virtud de la cual, cuando los cónyuges
se separan de bienes, ¿Cómo podrían realizar este pacto? Mediante una
escritura pública. ¿Qué otra cosa podría hacer en esa escritura? liquidar la
sociedad conyugal.
12. ¿Ud. que cree que en esa misma escritura pública en la que se separan de
bienes, además de liquidar a la SC, la mujer podría renunciar a los
gananciales? ¿Cree que es posible? Sí en virtud del principio de economía.
Sin embargo, dijimos antes que para que ella pueda renunciar a los
gananciales debe hacerlo desde la disolución, por lo que por la sola firma de
la escritura, queda disuelta la SC? No, porque debe subinscribir. Y subinscrita
esa escritura ¿a partir de qué momento producirá efecto? desde la
subinscripción. Entonces ¿Cómo podría renunciar antes?
El profesor René Ramos Pazos y el profesor Rodrigo Barcia señalan que sí es posible
renunciar a los gananciales en la escritura en que se sustituye el régimen de
sociedad conyugal por el de separación de bienes.
Art. 135. Por el hecho del matrimonio se contrae sociedad de bienes entre los
cónyuges, y toma el marido la administración de los de la mujer, según las reglas
que se expondrán en el título De la sociedad conyugal.
Los que se hayan casado en país extranjero se mirarán en Chile como separados
de bienes, a menos que inscriban su matrimonio en el Registro de la Primera
Sección de la Comuna de Santiago, y pacten en ese acto sociedad conyugal o
régimen de participación en los gananciales, dejándose constancia de ello en
dicha inscripción.
Algunos que fallos de la Corte Suprema, de 2008, han circunscrito esta hipótesis al
caso de cónyuges extranjeros, y no chilenos. Respecto a éstos, se ha dicho que
cabe aplicarles el artículo 15 del Código Civil, y por ende, si nada dicen al momento
de inscribir su matrimonio en Chile, se entenderán casados bajo el régimen de
sociedad conyugal.
Art. 15. A las leyes patrias que reglan las obligaciones y derechos civiles,
permanecerán sujetos los chilenos, no obstante su residencia o domicilio en
país extranjero.
1º. En lo relativo al estado de las personas y a su capacidad para ejecutar ciertos
actos, que hayan de tener efecto en Chile;
2º. En las obligaciones y derechos que nacen de las relaciones de familia; pero sólo
respecto de sus cónyuges y parientes chilenos.
Al haber propio.
18. Que particularidad o precisión tendríamos que hacer si quien lo adquiere fue
la mujer, sin perjuicio que ingresa a su haber propio.
Debe
Podrá la mujer recurrir a la justicia en caso de negativa del marido para nombrar
partidor, provocar la partición o concurrir a ella cuando la mujer tenga parte en la
herencia.
19. Si a ella le hacen una oferta para comprarle ese inmueble, qué ocurriría ahí.
¿quién tendría que celebrar el contrato?
Para que el marido enajene o grave los bienes raíces de la mujer, requiere de su
consentimiento.
Dicho consentimiento ha de ser específico, vale decir, referido al acto o contrato
que se ejecute o celebre. Se requiere entonces contar con la voluntad de la mujer,
manifestada autorizando la enajenación o el gravamen. La voluntad de la mujer
puede manifestarse en dos formas:
+ Expresamente, caso en el cual la manifestación de voluntad debe constar por
escritura pública;
+ Tácitamente, interviniendo la mujer expresa y directamente, de cualquier modo,
en el acto jurídico.
En el caso de ser expresa, la voluntad puede prestarse personalmente o por
mandato especial otorgado por escritura pública.
La sanción que tiene la omisión de la autorización de la mujer, es la nulidad
relativa del acto o contrato, que puede hacer valer en el plazo de 4 años,
contados desde la disolución de la sociedad conyugal, o desde que cese la
incapacidad que la afecta o de sus herederos. Transcurridos 10 años, no podrá
pedirse la declaración de nulidad (art. 1757). Si el marido da en arrendamiento o
cede la tenencia de bienes raíces de la mujer, por un plazo que excede los indicados
en el art. 1756 y sin la autorización de ella, el arrendamiento o la cesión no le será
oponible a la mujer, en el exceso del plazo. La nulidad e inoponibilidad podrán
hacerse valer por la mujer, sus herederos o cesionarios, y la acción prescribirá de
acuerdo a lo dispuesto en los incisos 3º y 4º del art. 1757.
El artículo 138 bis hace posible que la mujer, sin ejercer la administración ordinaria
ni extraordinaria de la sociedad conyugal, ejecute actos o celebre contratos respecto
de sus bienes propios, por la negativa injustificada del marido y previa autorización
del juez. De este modo, una norma prohibitiva ha devenido en imperativa y, por
ende, la nulidad absoluta ha sido sustituida por la nulidad relativa.
Por su parte, Marco Antonio Sepúlveda Larroucau, sostiene: “En todo caso, en el
evento de aceptarse la tesis de la nulidad absoluta, estimamos que no puede ser
llevada a extremos absurdos, ya que en algún momento se ha pretendido, por
ejemplo, que si en una escritura de compraventa comparece como vendedora la
mujer e interviene el marido dando su autorización, tal acto adolecería de nulidad
absoluta porque se estaría invirtiendo el estatuto jurídico establecido en el artículo
1754 del Código Civil. Pensamos que dicho acto es totalmente válido, ya que en ese
caso el marido da su autorización, no ya en su calidad de representante legal de la
mujer, sino en su calidad de administrador de los bienes propios de ésta. De hecho,
el marido, sin necesidad de intervenir directamente en la celebración del acto,
conforme a las reglas generales, perfectamente, podría conferir un mandato a la
mujer para que lo ejecute; en consecuencia, con mayor razón, debe concluirse que
el acto es válido si él interviene expresa y directamente dando su autorización o,
mejor dicho, facultándola para celebrar el acto.
Adicionalmente, aún en la hipótesis de aceptar que la sanción es la nulidad
absoluta, llegaríamos a la conclusión que no habría personas con legitimación
activa. En efecto, no podría demandar la nulidad absoluta la mujer que hubiere
celebrado el contrato, pues a ella se le aplicaría la restricción establecida en el
artículo 1683, al advertirse ahí que no puede alegarse la nulidad absoluta por aquél
que ha ejecutado o celebrado el contrato, sabiendo o debiendo saber el vicio que lo
invalidaba. El marido tampoco podría accionar, pues si compareció al contrato
ratificando lo actuado por su mujer, hizo suyo dicho contrato, y en consecuencia,
le afectaría igual impedimento para demandar la nulidad. En cuanto a los herederos
o cesionarios del marido o de la mujer, los tribunales han señalado,
mayoritariamente, que no pueden alegar la nulidad en la hipótesis planteada, por
dos razones fundamentales: i) El causante o cedente no tenía tal derecho, y por lo
tanto, mal pudo transmitirlo o transferirlo; ii) Se tiene presente también que cuando
un incapaz incurre en dolo, ni éste ni sus herederos o cesionarios pueden alegar la
nulidad (artículo 1685 del Código Civil). Por ende, con mayor razón no podrían
alegarla los herederos o cesionarios de una persona capaz.
Nulidad relativa.
24. Como compro ella y el CBR inscribió, y después vende ella, ¿cuál sería ahí la
hipótesis?
Así las cosas, hay buenas razones para concluir que en el caso planteado, el
contrato de compraventa celebrado entre la mujer y un tercero no será nulo, sino
que inoponible al marido: estaremos ante una compraventa de cosa ajena, prevista
en el artículo 1815 del Código Civil.
Si la mujer vende un bien social, lo que está haciendo es vendiendo una cosa que le
es ajena. Se aplicará, por tanto, el art. 1815 del Código Civil, en cuanto a que la
venta de cosa ajena vale, sin perjuicio de los derechos del dueño. Es decir, la sanción
no es la nulidad, sino la inoponibilidad al marido de la enajenación al tercero. El
marido (dueño de los bienes sociales) podría reivindicar la cosa mientras el tercero
no la haya adquirido por prescripción.
26. Vigente la SC, de quien se entienden que son los bienes sociales
Del marido.
27. ¿Si vendió como si fuera ella, la venta de cosa ajena es válida o nula?
Válida, pero inoponible al marido.
Que la demanda tenga por fundamento una falta imputable al otro cónyuge;
Que dicha falta constituya:
- Una violación grave de los deberes y obligaciones que les
impone el matrimonio a los cónyuges; o
- Una violación grave de los deberes y obligaciones para con los
hijos;
Que la falta, de la gravedad señalada, torne intolerable la vida en común.
10. En qué régimen se contempla el patrimonio reservado.
La situación del patrimonio reservado será distinta, según que la mujer acepte o
renuncie los gananciales.
1.- Aceptación de los gananciales. Los bienes reservados pasan a formar parte de
dichos gananciales y se dividirán entre los cónyuges de conformidad con las reglas
generales (art. 150, inc. 7º). Los actos ejecutados por la mujer mientras administró
los bienes reservados se miran como válidos, pudiendo ahora los acreedores
perseguir sus créditos no sólo sobre la parte de los bienes reservados que recibe la
mujer, sino sobre todos los demás bienes que le correspondan en la liquidación. Lo
anterior es una consecuencia del hecho de no existir ya división de bienes propios
y sociales. Los bienes propios y reservados se confunden.
El marido, por su parte, que recibe su cuota de bienes reservados, también se hace
responsable de las deudas que afectaban al patrimonio reservado, pero sólo hasta
concurrencia de lo que haya recibido por tal motivo. Si se le exigiere mayor
cantidad, puede oponer el beneficio de emolumento de que goza la mujer (art. 1777),
beneficio que el marido podrá renunciar (art. 150, inc. final).
17. Mujer casada en SC adquiere bien raíz x SCM, quiere vender, qué hacemos
Deberá vender el marido, pues si bien ese bien raíz ingresa al haber propio lo
administra el marido.
19. ¿Cómo se pueden clasificar los herederos? Todos los herederos son
asignatarios a título universal, pero se pueden hacer algunos distingos, la
pregunta va enfocada a un derecho que opera respecto a una clase de
herederos y no otros.
Herederos universales: Lo son aquellos que suceden en el patrimonio del causante
sin designación de cuota. Respecto a estos herederos, debemos tener presente:
● En la herencia, el beneficio puede ser mayor para el heredero de cuota que para
el heredero universal. Los herederos universales dividen entre sí la herencia en
partes iguales, de modo que eventualmente el beneficio podría ser mayor para un
heredero de cuota.
Herederos de cuota. Lo son, aquellos a quienes se les indica la parte alícuota del
patrimonio del causante en que suceden.
Los herederos forzosos son los legitimarios, o sea, los herederos cuyos derechos
hereditarios el testador está obligado a respetar, y que se suplen por el legislador
aun con perjuicio de las disposiciones testamentarias expresas de aquél.
22. Diferencia entre los legatarios de especie o cuerpo cierto y los de género
Esta diferencia tiene importantes consecuencias jurídicas:
Cabe advertir que en el caso de que el testador haya fijado un plazo a los herederos
para pagar el legado de género, los herederos no estarán en mora por la sola llega
de dicho plazo, siendo necesario que el legatario los interpele judicialmente.
Concretamente, quedarán constituidos en mora los herederos una vez notificada la
demanda del legatario. Ello, porque en el caso debemos aplicar el N°3 del artículo
1551 del Código Civil (se descarta el N°1, pues se refiere a un plazo convencional
expreso y el N°2 porque alude a un plazo convencional tácito, mientras que el plazo
señalado por el testador es unilateral).
24. ¿Qué tiene que ocurrir para que finalmente obtenga un derecho de dominio?
Los herederos deben efectuar la tradición de la especie misma que constituye su
legado de género.
________
Nuestro CC. limitó la libre disponibilidad de los bienes del causante, en función de
ciertos asignatarios que no pueden ser preteridos sin una justificación legal. Las
asignaciones forzosas son, según el art. 1167 del CC:
Art. 1167. Asignaciones forzosas son las que el testador es obligado a hacer, y que
se suplen cuando no las ha hecho, aun con perjuicio de sus disposiciones
testamentarias expresas.
Asignaciones forzosas son:
a) Los alimentos que se deben por ley a ciertas personas.
b) Las legítimas.
c) La cuarta de mejoras en la sucesión de los descendientes, de los
ascendientes y del cónyuge o conviviente civil sobreviviente.
Para Rodríguez Grez, las asignaciones forzosas propiamente tales son las dos
primeras. El art. 1167 lo establece en forma expresa, agregando como asignación
forzosa, la cuarta de mejoras en la sucesión de los descendientes, de los
ascendientes y del cónyuge o conviviente civil. A juicio de Rodríguez Grez, esta no
es propiamente una asignación forzosa, pues supone un acto de disposición del
testador. Señala este autor que, si bien es efectivo que, si no existe tal acto de
disposición del testador, la cuarta de mejoras acrece a la mitad legitimaria, ello no
es razón suficiente para considerarla una asignación que obligadamente debe hacer
el causante. Por ello, tal autor la denomina asignación semiforzosa, porque existe a
su respecto una limitada capacidad de disposición de parte del causante, quien
puede distribuirla libremente, pero sólo entre aquellas personas indicadas en la ley.
El art. 1181 define las legítimas como “aquella cuota de los bienes de un difunto
que la ley asigna a ciertas personas llamadas legitimarios”.
Art. 1183. Los legitimarios concurren y son excluidos y representados según el orden
y reglas de la sucesión intestada.
las legítimas se calculan sobre la base del acervo imaginario. Mediante el acervo
imaginario se trata de impedir que las legítimas sean burladas por el causante,
mediante donaciones a los propios legitimarios o a extraños.
Art. 1354. Las deudas hereditarias se dividen entre los herederos a prorrata de sus
cuotas.
Así el heredero del tercio no es obligado a pagar sino el tercio de las deudas
hereditarias.
Pero el heredero beneficiario no es obligado al pago de ninguna cuota de las deudas
hereditarias sino hasta concurrencia de lo que valga lo que hereda.
Lo dicho se entiende sin perjuicio de lo dispuesto en los artículos 1356 y 1526.
Simplemente conjunta
4. Los herederos son la viuda y 3 hijos, pero hay una deuda hereditaria que
asciende a 100 millones de pesos, indique la proporción en que deben pagar
estos herederos.
La viuda deberá responder por 2/5= 40 millones de pesos y cada hijo por 1/= 20
millones de pesos.
Art. 1167. Asignaciones forzosas son las que el testador es obligado a hacer, y que
se suplen cuando no las ha hecho, aun con perjuicio de sus disposiciones
testamentarias expresas.
Asignaciones forzosas son:
1. Los alimentos que se deben por ley a ciertas personas;
2. Las legítimas;
3. La cuarta de mejoras en la sucesión de los descendientes, de los ascendientes y
del cónyuge o conviviente civil sobreviviente*.
* Ésta palabra no la agrega el CC, pero el profesor Orrego la coloca en sus apuntes.
El art. 1181 define las legítimas como “aquella cuota de los bienes de un difunto
que la ley asigna a ciertas personas llamadas legitimarios”.
Art. 1183. Los legitimarios concurren y son excluidos y representados según el orden
y reglas de la sucesión intestada.
las legítimas se calculan sobre la base del acervo imaginario. Mediante el acervo
imaginario se trata de impedir que las legítimas sean burladas por el causante,
mediante donaciones a los propios legitimarios o a extraños.
10. El CC no definió la sucesión por causa de muerte, pero podría plantear algún
concepto.
De acuerdo con los arts. 588 y 951 del CC., se entiende por sucesión por causa de
muerte:
El modo de adquirir el dominio del patrimonio de una persona difunta -vale decir
el conjunto de sus derechos y obligaciones transmisibles-, o una cuota de dicho
patrimonio -como un cuarto de la herencia-, o especies o cuerpos ciertos, o cosas
indeterminadas de un género determinado.
13. A propósito del dominio se dice que en realidad solo si se los considera
colectivamente son dueños porque qué puede ocurrir con el dominio de las
cosas que de manera concreta integran, vincúlelo con la posibilidad de que
en el futuro se realice la partición. ¿qué pasa con aquellos bienes que no le
correspondieron a un heredero sino a otro?
Nuestro CC. Confiere un carácter declarativo a la adjudicación. Ello implica que, por
una ficción legal, se supone que el adjudicatario adquirió el dominio no en el
momento en que se le hizo la adjudicación, sino desde el momento mismo en que
se adquirió la cosa en comunidad (art. 1344). La adjudicación tiene entonces efecto
retroactivo, entendiéndose que el dominio exclusivo se tiene desde el momento en
que falleció el causante.
16. Que se entiende respecto del heredero al que no le asignaron ese bien.
17. El derecho real de herencia se puede adquirir por distintos modos, ¿cuáles?
18. Si se trata de vender el derecho real de herencia como debiera celebrarse esa
compraventa
19. ¿El CC resolvió de manera directa como se efectúa la tradición del derecho
real de herencia?
No, por eso, al respecto se han suscitado dos doctrinas proponen solución al
problema de cómo debe efectuarse la tradición del derecho real de herencia.
21. ¿por qué aludió a la regla del art. 684, que señala esa regla en el inciso
primero?
Art. 684. La tradición de una cosa corporal mueble deberá hacerse significando
una de las partes a la otra que le transfiere el dominio, y figurando esta
transferencia por uno de los medios siguientes: …
22. Que viene a ser el art. 684 en términos generales respecto a la tradición.
Operará este modo cuando la herencia está siendo poseída por un falso heredero.
En cuanto al plazo debemos distinguir si al heredero putativo se le otorgó o no la
posesión efectiva de la herencia:
La regla general es la del art. 2512: se adquiere el derecho por la
prescripción extraordinaria de 10 años. Los 10 años se cuentan desde que
el heredero ilegítimo o falso entró en posesión material de la herencia.
24. ¿Ese heredero que obtiene la posesión efectiva, que posesión tiene?
Justo título.
28. Las reglas que operan en el primer orden sucesorio, quienes pueden
concurrir.
Pueden definirse los órdenes de sucesión como aquel conjunto de parientes que
excluye a otro de la sucesión, pero que, a su vez, puede ser excluido por otro
conjunto de parientes.
Primer orden de sucesión: de los hijos. Está formado fundamentalmente por los
hijos, que le dan su denominación. Concurre también el cónyuge sobreviviente o el
conviviente civil. Reglamenta a este orden el art. 988.
Los hijos, personalmente o representados. Excluyen a todos los otros
herederos, salvo al cónyuge sobreviviente o al conviviente civil sobreviviente.
Cuando la ley alude a los “hijos”, se incluyen:
4. A los hijos de filiación determinada, sea ésta matrimonial o no matrimonial.
Tratándose de la matrimonial, abarca también los nacidos en el matrimonio
nulo de sus padres.
5. A los beneficiados con la adopción.
6. A la descendencia de los hijos, en virtud del derecho de representación.
Al cónyuge sobreviviente o el conviviente civil sobreviviente.
Reglas:
1º) Si hay dos o más hijos, el viudo o viuda o el conviviente civil sobreviviente,
recibirá, por regla general, el doble de lo que por legítima rigorosa o
efectiva corresponda a cada hijo.
2º) Si hay sólo un hijo, la cuota del cónyuge sobreviviente o del conviviente civil
sobreviviente, será igual a la legítima rigorosa o efectiva de ese hijo.
3º) En ningún caso la porción que corresponda al cónyuge o al conviviente
civil bajará de la cuarta parte de la herencia (si el causante falleció sin haber
dispuesto de la cuarta de libre disposición y de la cuarta de mejoras), o de
la cuarta parte de la mitad legitimaria en su caso (si el causante hubiere
dispuesto de la cuarta de libre disposición y de la cuarta de mejoras).
Si hay 7 o más hijos, debemos aplicar la tercera regla, pues de aplicar la primera,
habría que dividir la herencia en nueve partes, lo que arrojaría para el viudo o viuda
o conviviente civil sobreviviente un porcentaje inferior al 25%, pues dos novenos
están por debajo del expresado porcentaje.
Pedir acción de nulidad absoluta, que aún está vigente, ya que está prescribe en un
plazo de 10 años contados desde la ejecución o celebración del acto o contrato.
Debemos aplicar las reglas de las prestaciones mutuas, que consisten en las
devoluciones e indemnizaciones que recíprocamente se deben el reivindicante y el
poseedor, cuando éste es vencido en el juicio reivindicatorio. En este caso no se
trata de un juicio reivindicatorio, sino de nulidad.
Se entiende por mejora, toda obra ejecutada para la conservación de la cosa, para
aumentar su valor o para fines de ornato o de recreo. Se distinguen entonces tres
clases de mejoras: necesarias, útiles y voluptuarias.
En cuanto a las mejoras útiles: debemos distinguir entre poseedor de buena o mala
fe. En este caso, se atiende, para considerar al poseedor de buena o mala fe, al
momento en que fueron hechas las mejoras (artículo 913):
1º Poseedor de buena fe: deben reembolsársele las mejoras útiles que ejecutó,
encontrándose de buena fe (artículo 909, incisos 1º y 2º). El inciso 3º del artículo
909 da al reivindicante un derecho optativo, según el cual puede elegir entre pagarle
al poseedor de buena fe el valor de las mejoras útiles (considerado dicho valor el
tiempo de la restitución) o bien pagarle el aumento de valor que la cosa hubiere
experimentado.
2º Poseedor de mala fe: no tiene derecho a que se le restituyan las mejoras útiles,
pero el artículo 910 lo autoriza a llevarse los materiales que hubiere invertido en
la cosa, cumpliendo con dos requisitos: + que dichos materiales puedan separarse
sin detrimento de la cosa reivindicada; + y en la medida que el reivindicante se niegue
a pagar los valores de esos materiales. El artículo 912 determina cuándo se puede
efectuar esta separación de los materiales. Se deduce de esta norma que, si los
materiales no pueden sacarse sin detrimento de la cosa, el poseedor de mala fe
pierde estas mejoras.
10. En la SCM hay dos sistemas, uno de sucesión forzosa y otro de libre
disposición, a que sistema adscribe nuestro CC
Al de sucesión forzosa respecto de la mitad legitimaria. Tratándose de la cuarta de
libre disposición, se ha dicho que es semiforzosa y de la cuarta de libre disposición
que hay plena libertad.
Con todo, si el causante no tuviere cónyuge o conviviente civil, ascendientes vivos
y descendientes, todo su patrimonio será de libre disposición.
14. ¿Cómo denominamos a las asignaciones que recibe cada uno de los
legitimarios dentro de esta mitad legitimaria?
La legítima.
El art. 1181 define las legítimas como “aquella cuota de los bienes de un difunto
que la ley asigna a ciertas personas llamadas legitimarios”.
17. ¿De que no dispuso el causante para que las legítimas rigorosas se
transformen el legitima efectiva?
De la cuarta de libre disposición o de la cuarta de mejoras.
19. ¿Qué podría ocurrir para que un legitimario no pueda llevar su legítima?
En general, las causas por las cuales el asignatario forzoso pierde su participación
en la sucesión son genéricas y específicas. Las genéricas pueden a su vez conformar
una indignidad para suceder o un desheredamiento. Las específicas, se refieren a
situaciones particulares que el legislador ha tratado a propósito de cada asignación
en forma separada y que, como veremos, tienen rasgos excepcionales que permiten
asimilarlas en algunos casos a la indignidad y en otros al desheredamiento.
20. ¿En cualquiera de esos casos (indigno, incapaz, desheredado) qué derecho
podría operar aquí?
Aplicando el art. 1183 “Los legitimarios concurren y son excluidos y representados
según el orden y reglas de la sucesión intestada.”
Podría operar el derecho de representación.
Art. 984, 2º: Consiste en una ficción legal en que se supone que una persona tiene
el lugar y por consiguiente el grado de parentesco y los derechos hereditarios que
tendría su padre o madre, si éste o ésta no quisiese o no pudiese suceder.
Requisitos:
1. Debe tratarse de una sucesión intestada.
2. Sólo opera en la línea descendente, no en la ascendente.
3. Sólo opera en algunos de los órdenes de sucesión: los que contempla el art. 986.
4. Es necesario que falte el representado.
Los herederos forzosos son los legitimarios, o sea, los herederos cuyos derechos
hereditarios el testador está obligado a respetar, y que se suplen por el legislador
aun con perjuicio de las disposiciones testamentarias expresas de aquél.
Como vicio de la voluntad, el dolo es aquella conducta que se ejercita para obtener
una declaración de voluntad o el consentimiento de la otra parte, o para que esa
voluntad o consentimiento se manifieste o preste, respectivamente, en una forma
determinada. El dolo entonces, es la maquinación fraudulenta empleada para
engañar al autor o contraparte de un acto o contrato, con el fin de arrancarle una
declaración de voluntad o modificarla en los términos deseados por el individuo
que actúa dolosamente.
18. Podría darnos un ejemplo de un acto jurídico unilateral en que esa voluntad
podría verse afectada por dolo
En la aceptación de una herencia o legado
Art. 1234. La aceptación, una vez hecha con los requisitos legales, no podrá
rescindirse, sino en el caso de haber sido obtenida por fuerza o dolo, y en el de lesión
grave a virtud de disposiciones testamentarias de que no se tenía noticia al tiempo
de aceptarla.
Esta regla se extiende aun a los asignatarios que no tienen la libre administración
de sus bienes.
Se entiende por lesión grave la que disminuyere el valor total de la asignación en
más de la mitad.
19. Ya que menciono ese ejemplo en particular, como castiga el CC a aquel que
se vale de dolo para obtener una disposición testamentaria.
Indignidad.
20. A partir del art 968 qué establecen, causales de qué tipo
Causales de indignidad.
22. Si se trata de la NR, en qué plazo prescribe la acción para demandar, desde
cuándo, tratándose del dolo
4 años desde la celebración del acto o contrato.