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PREGUNTAS DEL PROFESOR JUAN ANDRES ORREGO

ORDENADAS POR MATERIA DEL DERECHO CIVIL

CIVIL I TEORÍA DE LA LEY


NINGUNA PREGUNTA.

CIVIL II ACTO JURIDICO

1. Concepto de nulidad
Es la sanción civil establecida por la omisión de los requisitos y formalidades que
se prescriben por la ley para el valor de un acto jurídico, según su naturaleza o
especie (nulidad absoluta) y la calidad o estado de las partes (nulidad relativa). Se
desprende esta definición del art. 1681.
Art. 1681. Es nulo todo acto o contrato a que falta alguno de los requisitos que la ley
prescribe para el valor del mismo acto o contrato, según su especie y la calidad o
estado de las partes.
La nulidad puede ser absoluta o relativa.

2. ¿Qué importancia tiene el distingo final?


La importancia radica en que marca la diferencia entre la nulidad absoluta de la
nulidad relativa.
NULIDAD ABSOLUTA es la sanción civil impuesta a los actos ejecutados o
celebrados con omisión de un requisito exigido por la ley para el valor de un acto
jurídico, en consideración a su naturaleza o especie.
NULIDAD RELATIVA es la sanción civil impuesta a los actos ejecutados o celebrados
con prescindencia de un requisito exigido por la ley para el valor de un acto jurídico
en atención a la calidad o estado de las partes que lo ejecutan o celebran.

3. ¿Cuáles son los posibles casos o causales de nulidad absoluta?


1) Objeto ilícito
2) Causa ilícita
3) Omisión de algún requisito o formalidad que las leyes prescriben para el valor
de ciertos actos o contratos en consideración a la naturaleza de ellos (y no a la
calidad o estado de las personas que los ejecutan o acuerdan). Solemnidades
propiamente tales exigidas para la validez.
4) Los actos y contratos de personas absolutamente incapaces
5) Falta de objeto (para aquellos que no son partidarios de la inexistencia, como
Arturo Alessandri Rodríguez, A. León Hurtado y J.C Fabres)
6) Falta de causa (para aquellos que no son partidarios de la inexistencia, como
Arturo Alessandri Rodríguez, Avelino León Hurtado, J.C Fabres)
7) El error esencial u obstáculo, para algunos (Arturo Alessandri Rodríguez,
Avelino León Hurtado, J.C Fabres)
Claro Solar  inexistencia. Manuel Somarriva  Nulidad Relativa.
Art. 1682. La nulidad producida por un objeto o causa ilícita, y la nulidad
producida por la omisión de algún requisito o formalidad que las leyes
prescriben para el valor de ciertos actos o contratos en consideración a la
naturaleza de ellos, y no a la calidad o estado de las personas que los ejecutan o
acuerdan, son nulidades absolutas.
Hay asimismo nulidad absoluta en los actos y contratos de personas
absolutamente incapaces.
Cualquiera otra especie de vicio produce nulidad relativa, y da derecho a la
rescisión del acto o contrato.

4. ¿Cuáles incorporan los que rechazan la teoría de la inexistencia?


Los que rechazan la teoría de la inexistencia, como el profesor Arturo Alessandri
Rodríguez, Avelino León Hurtado, J.C Fabres, incorporan la falta de objeto y la falta
de causa.

5. ¿Dónde subsumen esas hipótesis los que rechazan la teoría de la


inexistencia?
El art. 1682 del Código Civil dispone que hay nulidad absoluta si se omite “algún
requisito o formalidad que las leyes prescriben para el valor de ciertos actos o
contratos en consideración a la naturaleza de ellos, y no a la calidad o estado de las
personas que los ejecutan o acuerdan”.
La palabra “requisito”, aludiría tanto a la falta de objeto o de causa. La expresión
“formalidad”, se referiría a las solemnidades propiamente tales.

6. Plazo para demandar la nulidad absoluta


La nulidad absoluta no puede sanearse por un lapso de tiempo que no pase de diez
años.
Al completarse el período señalado, el acto se convalida o purifica del vicio que lo
invalidaba, prescribiendo la acción para solicitar la declaración de nulidad. El plazo
se cuenta desde que se ejecutó o celebró el acto o contrato y puede interrumpirse
naturalmente (por el hecho de reconocer el deudor la obligación) o civilmente (por
la demanda judicial), de acuerdo con las reglas generales, aunque no admite
suspensión, pues esta queda sin efecto pasados 10 años

7. En el art. 1683 podemos visualizar las características de la nulidad absoluta,


¿cuáles serían?

1° La nulidad absoluta puede y debe ser declarada de oficio por el juez, aún sin
petición de parte, cuando aparece de manifiesto en el acto o contrato.

2° Puede alegarse por todo el que tenga interés en ello, excepto el que ha
ejecutado el acto o celebrado el contrato, sabiendo o debiendo saber el vicio que
lo invalidaba.

3° Puede asimismo pedirse la declaración de nulidad absoluta por el ministerio


público judicial, en el solo interés de la moral o de la ley.

4° La nulidad absoluta no puede sanearse por la ratificación o confirmación de las


partes.
5° La nulidad absoluta no puede sanearse por un lapso de tiempo que no pase de
diez años.

6° La acción para solicitar la declaración de nulidad absoluta es irrenunciable.

7° La acción de nulidad absoluta se concede sin distinguir si se ha cumplido o no


el contrato nulo.

8° La nulidad absoluta no se produce de pleno derecho, sino que debe ser declarada
judicialmente.

Art. 1683. La nulidad absoluta puede y debe ser declarada por el juez, aun sin
petición de parte, cuando aparece de manifiesto en el acto o contrato; puede
alegarse por todo el que tenga interés en ello, excepto el que ha ejecutado el acto o
celebrado el contrato, sabiendo o debiendo saber el vicio que lo invalidaba; puede
asimismo pedirse su declaración por el ministerio público en el interés de la moral
o de la ley; y no puede sanearse por la ratificación de las partes, ni por un lapso de
tiempo que no pase de diez años.

8. ¿Qué requisitos debe cumplir el interés al solicitar la nulidad absoluta?


De acuerdo con la doctrina mayoritaria, sustentada por las opiniones de los
profesores Claro Solar, Alessandri y Víctor Vial el interés debe reunir los siguientes
requisitos:
 Debe tratarse de un interés pecuniario, avaluable en dinero, y no un interés
puramente moral.
 Debe existir al tiempo de producirse la nulidad, lo que acontecerá al
ejecutar o celebrar el acto o contrato.
 Debe existir también al momento de pedir la declaración de nulidad;
 El interés debe tener su causa jurídica y necesaria en el perjuicio producido
por la infracción.
Víctor Vial, específicamente, señala que debe tratarse de un interés pecuniario y
actual, esto es, debe existir al momento de solicitarse la declaración de nulidad
absoluta.

Autores más actuales como López Santa María, Guzmán Brito, Domínguez Águila y
Gonzalo Ruz Lártiga, no exigen que el interés sea pecuniario, bastando el
puramente moral, señalando que el interés pecuniario privatiza la defensa del
orden público que debería ser amplia y extensiva. Además, señalan que la historia
de la norma muestra que A. Bello había propuesto la expresión “pecuniario” sin
embargo fue eliminada.

9. Y si uno de los contratantes celebro el contrato habiendo conocido el vicio,


¿ese conocimiento del vicio a que alude el art. 1683 es el conocimiento ficto
o presunto de la ley consagrado en el título preliminar, a ese conocimiento
se refiere el art. 1683? Ha de ser real o efectivo.
Los tribunales han concluido que el conocimiento del vicio debe ser real y efectivo
y no el presunto o ficto a que se refiere el art. 8° del Código Civil, lo que resulta de
toda lógica, pues una conclusión contraria, en la práctica impediría a cualquiera
de los contratantes pedir la declaración de nulidad.
Art. 8º. Nadie podrá alegar ignorancia de la ley después que ésta haya entrado en
vigencia.

10. ¿Quién más podría solicitar la declaración de nulidad?


Puede asimismo pedirse la declaración de nulidad absoluta por el ministerio
público judicial, en el solo interés de la moral o de la ley.
Conforman el ministerio público judicial el fiscal de la Corte Suprema y los fiscales
de las Cortes de Apelaciones.
Cabe consignar que el ministerio público judicial puede pedir la declaración de
nulidad, aunque ella no aparezca de manifiesto en el acto o contrato.

1. ¿Señala el CC las causales de nulidad de manera expresa?


Hay que hacer una distinción, tratándose de la causales de nulidad absoluta, sí, lo
hace en el artículo 1682.
Mientras que respecto de las causales de nulidad relativa se limita a señalar que
“Cualquier otra especie de vicio produce nulidad relativa, y da derecho a la rescisión
del acto o contrato”.

2. ¿Cuáles son las causales de nulidad absoluta?

Las encontramos en el artículo 1682


1. Objeto ilícito
2. Causa ilícita
3. Omisión de algún requisito o formalidad que las leyes prescriben para el
valor de ciertos o contratos en consideración a la naturaleza de ellos (y no a
la calidad o estado de las personas que los ejecutan o acuerdan).
Solemnidades propiamente tales exigidas para la validez.
4. Los actos y contratos de personas absolutamente incapaces
5. Falta de objeto (para aquellos que no son partidarios de la inexistencia, como
Arturo Alessandri Rodríguez, A. León Hurtado y J.C Fabres)
6. Falta de causa (para aquellos que no son partidarios de la inexistencia, como
Arturo Alessandri Rodríguez, Avelino León Hurtado, J.C Fabres)
7. El error esencial u obstáculo, para algunos (Arturo Alessandri Rodríguez,
Avelino León Hurtado, J.C Fabres)
Claro Solar  inexistencia. Manuel Somarriva  Nulidad Relativa.

Art. 1682. La nulidad producida por un objeto o causa ilícita, y la nulidad


producida por la omisión de algún requisito o formalidad que las leyes
prescriben para el valor de ciertos actos o contratos en consideración a la
naturaleza de ellos, y no a la calidad o estado de las personas que los ejecutan o
acuerdan, son nulidades absolutas.
Hay asimismo nulidad absoluta en los actos y contratos de personas
absolutamente incapaces.
Cualquiera otra especie de vicio produce nulidad relativa, y da derecho a la
rescisión del acto o contrato.

3. ¿Qué plantea el inciso final del art. 1682?


Cualquiera otra especie de vicio produce nulidad relativa, y da derecho a la
rescisión del acto o contrato.
1. Recordemos un concepto general de nulidad.

Es la sanción civil establecida por la omisión de los requisitos y formalidades


que se prescriben por la ley para el valor de un acto jurídico, según su naturaleza
o especie (nulidad absoluta) y la calidad o estado de las partes (nulidad relativa).
Se desprende esta definición del art. 1681.

Art. 1681. Es nulo todo acto o contrato a que falta alguno de los requisitos que la ley
prescribe para el valor del mismo acto o contrato, según su especie y la calidad o
estado de las partes.
La nulidad puede ser absoluta o relativa.

2. Distinguimos que tipos de nulidad en la esfera patrimonial

Absoluta y relativa, según el inciso final del artículo 1681.

3. ¿cuáles serian las causales de una y de otra, primero las de nulidad absoluta?
1. Objeto ilícito
2. Causa ilícita
3. Omisión de algún requisito o formalidad que las leyes prescriben para el
valor de ciertos actos o contratos en consideración a la naturaleza de ellos
(y no a la calidad o estado de las personas que los ejecutan o acuerdan).
Solemnidades propiamente tales exigidas para la validez.
4. Los actos y contratos de personas absolutamente incapaces
5. Falta de objeto (para aquellos que no son partidarios de la inexistencia, como
Arturo Alessandri Rodríguez, A. León Hurtado y J.C Fabres)
6. Falta de causa (para aquellos que no son partidarios de la inexistencia, como
Arturo Alessandri Rodríguez, Avelino León Hurtado, J.C Fabres)
7. El error esencial u obstáculo, para algunos (Arturo Alessandri Rodríguez,
Avelino León Hurtado, J.C Fabres)
Claro Solar  inexistencia. Manuel Somarriva  Nulidad Relativa.

Art. 1682. La nulidad producida por un objeto o causa ilícita, y la nulidad


producida por la omisión de algún requisito o formalidad que las leyes
prescriben para el valor de ciertos actos o contratos en consideración a la
naturaleza de ellos, y no a la calidad o estado de las personas que los ejecutan o
acuerdan, son nulidades absolutas.
Hay asimismo nulidad absoluta en los actos y contratos de personas
absolutamente incapaces.
Cualquiera otra especie de vicio produce nulidad relativa, y da derecho a la
rescisión del acto o contrato.

8. En qué términos lo dice el CC

Art. 1682. La nulidad producida por un objeto o causa ilícita, y la nulidad


producida por la omisión de algún requisito o formalidad que las leyes
prescriben para el valor de ciertos actos o contratos en consideración a la
naturaleza de ellos, y no a la calidad o estado de las personas que los ejecutan o
acuerdan, son nulidades absolutas.
Hay asimismo nulidad absoluta en los actos y contratos de personas
absolutamente incapaces.
Cualquiera otra especie de vicio produce nulidad relativa, y da derecho a la
rescisión del acto o contrato.

9. Quienes rechazan la teoría de la inexistencia, en cual de las dos opciones


incorporarían la falta de objeto y la falta de causa.

El art. 1682 del Código Civil dispone que hay nulidad absoluta si se omite “algún
requisito o formalidad que las leyes prescriben para el valor de ciertos actos o
contratos en consideración a la naturaleza de ellos, y no a la calidad o estado de las
personas que los ejecutan o acuerdan”.
La palabra “requisito”, aludiría tanto a la falta de objeto o de causa. La expresión
“formalidad”, se referiría a las solemnidades propiamente tales.

10. Cuales son las formalidades cuya omisión se sanciona con nulidad absoluta.

Las solemnidades propiamente tales exigidas para la validez del acto o contrato.
Son los requisitos externos prescritos por la ley como indispensables para la
existencia misma o para la validez del acto jurídico, exigidos en atención a la
naturaleza o especie del acto o contrato.
Si se omite una solemnidad propiamente tal exigida para la existencia del acto
jurídico, la sanción será, entonces, la inexistencia del mismo (artículos 1443 y
1701); en caso de infringirse una solemnidad propiamente tal exigida para la
validez del acto jurídico, el acto o contrato adolecerá de nulidad absoluta (artículo
1682 del CC)

11. ¿Son distintos el error esencial y obstáculo? Alude a lo mismo o son clases
distintas.
Son lo mismo y se contempla en el artículo 1453, sin perjuicio de que se aluda a 2
hipótesis diferentes.

Art. 1453. El error de hecho vicia el consentimiento cuando recae sobre la especie
de acto o contrato que se ejecuta o celebra, como si una de las partes entendiese
empréstito y la otra donación; o sobre la identidad de la cosa específica de que se
trata, como si en el contrato de venta el vendedor entendiese vender cierta cosa
determinada, y el comprador entendiese comprar otra.

12. Hipótesis de error esencial u obstáculo en el CC, en qué consiste el error.

Existe error esencial u obstáculo:


1. Cuando recae sobre la especie de acto o contrato que se ejecuta o celebra.
Ej. Una parte cree celebrar un comodato y la otra donación. O una cree
celebrar mutuo y la otra donación.
2. Cuando recae sobre la identidad de la cosa específica de que se trata.
Ej. Una parte entendió comprar el caballo purasangre Trueno y la otra parte
entendió comprar el caballo purasangre Relámpago. O una parte entendió
comprar la obra de arte “El beso” de Gustav Klimt y la otra entendió vender
la obra “La joven” del mismo autor. *debe tratarse de una especie o cuerpo
cierto.

Art. 1453. El error de hecho vicia el consentimiento cuando recae sobre la especie
de acto o contrato que se ejecuta o celebra, como si una de las partes entendiese
empréstito y la otra donación; o sobre la identidad de la cosa específica de que se
trata, como si en el contrato de venta el vendedor entendiese vender cierta cosa
determinada, y el comprador entendiese comprar otra.

13. Esa palabra, empréstito, a qué contratos podríamos referirla.

A los contratos de mutuo y comodato.

Art. 2196. El mutuo o préstamo de consumo es un contrato en que una de las partes
entrega a la otra cierta cantidad de cosas fungibles con cargo de restituir otras
tantas del mismo género y calidad.

Art. 2174. El comodato o préstamo de uso es un contrato en que una de las partes
entrega a la otra gratuitamente una especie, mueble o raíz, para que haga uso de
ella, y con cargo de restituir la misma especie después de terminado el uso.
Este contrato no se perfecciona sino por la tradición de la cosa.

14. Otro caso de error esencial u obstáculo, el error que recae en qué.
Existe error esencial u obstáculo:
3. Cuando recae sobre la especie de acto o contrato que se ejecuta o celebra.
Ej. Una parte cree celebrar un comodato y la otra donación. O una cree
celebrar mutuo y la otra donación.
4. Cuando recae sobre la identidad de la cosa específica de que se trata.
Ej. Una parte entendió comprar el caballo purasangre Trueno y la otra parte
entendió comprar el caballo purasangre Relámpago. O una parte entendió
comprar la obra de arte “El beso” de Gustav Klimt y la otra entendió vender
la obra “La joven” del mismo autor. *debe tratarse de una especie o cuerpo
cierto.

15. Ejemplo
Una parte entendió comprar el caballo purasangre Trueno y la otra parte entendió
comprar el caballo purasangre Relámpago. O una parte entendió comprar la obra
de arte “El beso” de Gustav Klimt y la otra entendió vender la obra “La joven” del
mismo autor. *debe tratarse de una especie o cuerpo cierto.

16. Causales de nulidad relativa

El art. 1682 del CC., tras enumerar los casos de nulidad absoluta, dispone que
“Cualquiera otra especie de vicio produce nulidad relativa y da derecho a la
rescisión del acto o contrato”.
Dichos casos son:
1. Los actos realizados por los relativamente incapaces, sin actuar
representados o autorizados por sus representantes (salvo, en los casos
excepcionales en que el menor adulto puede actuar por sí mismo; en cuanto
al disipador, estimamos que puede también otorgar testamento y reconocer
hijos por sí mismo).

2. Los casos de error de hecho (sin perjuicio de la opinión de aquellos que


concluyen que, tratándose de error esencial u obstáculo, la sanción es la
nulidad absoluta -Alessandri- o la inexistencia - Claro Solar- ).

3. Los casos de fuerza (cuando se trata de vis compulsiva o moral).

4. Los casos de dolo principal.

5. Cuando se omiten formalidades exigidas por la ley en consideración al


estado o calidad de las personas que ejecutan o celebran el acto o contrato
(es decir, tratándose de formalidades habilitantes).

6. Las hipótesis de lesión, en los casos en que la ley establece como sanción la
nulidad relativa.

17. ¿El CC enuncio las causales de nulidad relativa?


No, señala en el inciso final del artículo 1682: “Cualquiera otra especie de vicio
produce nulidad relativa y da derecho a la rescisión del acto o contrato”.

18. En qué términos lo señala el CC


“Cualquiera otra especie de vicio produce nulidad relativa y da derecho a la
rescisión del acto o contrato”.

19. Hagamos el desglose, cuales serian las causales de nulidad relativa,


enumérelas. Error de hecho*

1. Los actos realizados por los relativamente incapaces, sin actuar


representados o autorizados por sus representantes (salvo, en los casos
excepcionales en que el menor adulto puede actuar por sí mismo; en cuanto
al disipador, estimamos que puede también otorgar testamento y reconocer
hijos por sí mismo).
2. Los casos de error de hecho (sin perjuicio de la opinión de aquellos que
concluyen que, tratándose de error esencial u obstáculo, la sanción es la
nulidad absoluta o la inexistencia).
3. Los casos de fuerza (cuando se trata de vis compulsiva o moral).
4. Los casos de dolo principal.
5. Cuando se omiten formalidades exigidas por la ley en consideración al
estado o calidad de las personas que ejecutan o celebran el acto o contrato
(es decir, tratándose de formalidades habilitantes).
6. Las hipótesis de lesión, en los casos en que la ley establece como sanción la
nulidad relativa.

20. ¿Qué error podría servir de causal para la nulidad relativa?

 El error esencial u obstáculo, según Manuel Somarriva.


 El error substancial: cuando la sustancia o calidad esencial del objeto sobre
que versa el acto o contrato es diversa de lo que se cree;
 El error accidental, cuando es el principal motivo de una de las partes para
contratar; y este motivo ha sido conocido de la otra parte.
 El error en la persona, en los contratos intuito personae, en que se toma en
consideración la persona, siendo ésta la causa principal y determinante.

Según lo planteado por el profesor Manuel Somarriva Undurraga, el error esencial


u obstáculo (sin perjuicio de que para Luis Claro Solar habría inexistencia y para
Alessandri nulidad absoluta) debería sancionarse con nulidad relativa.
Los argumentos del profesor Somarriva son:

1) Porque el artículo 1453 señala que el error esencial “vicia el consentimiento”,


y no expresa que no exista tal consentimiento. Si el consentimiento está
viciado, al menos se entiende que existe.
2) Puesto que el art. 1454 expresa que “el error de hecho vicia asimismo el
consentimiento...”, y se refiere a casos de error sustancial que, de acuerdo
con el art. 1682, producen nulidad relativa. La palabra “asimismo”
evidenciaría que el error esencial del artículo 1453 vicia “de la misma
manera” el acto o contrato que el error substancial del artículo 1454.
3) Porque el artículo 1682, después de enunciar las causales de nulidad
absoluta en sus dos primeros incisos, deja en claro en el inciso final que
“Cualquiera otra especie de vicio produce nulidad relativa, y da derecho a la
rescisión del acto o contrato”. Ahora bien, el error esencial u obstáculo no
está incluido en ninguno de los dos incisos iniciales del artículo. Por ende, la
sanción aplicable sólo podría ser aquella contemplada en el inciso 3º o final.

21. Ejemplo de formalidad habilitante

Son los requisitos externos exigidos por la ley, en atención a la calidad o estado
de las personas que ejecutan o celebran el acto o contrato.

 Autorización judicial con conocimiento de causa al padre o madre para


enajenar o gravar los inmuebles o el derecho de herencia del hijo no
emancipado (Art. 254).
 Autorización judicial por causa de utilidad y necesidad manifiesta al
guardador para enajenar o gravar bienes raíces de su pupilo (art. 393).
 Autorización al cónyuge propietario, para que pueda gravar o enajenar el
bien familiar (art. 142).
 Autorización al marido casado en sociedad conyugal para gravar y
enajenar ciertos bienes o celebrar determinados contratos (bienes sociales
y bienes propios de la mujer, artículo 1749)
 Autorización a la mujer casada en sociedad conyugal para gravar y enajenar
ciertos bienes o celebrar determinados contratos, por el tribunal con
conocimiento de causa.

22. ¿El marido tiene alguna restricción para celebrar contratos de


arrendamiento sobre bienes raíces de la sociedad conyugal?
Si, si se arrienda o se cede la tenencia de un bien raíz social o propio de la mujer
por un plazo que exceda los máximos establecidos (5 u 8 años para los bienes raíces
urbanos y rústicos respectivamente), sin autorización de la mujer, el contrato será
inoponible a la mujer en el exceso.

23. ¿En este caso la sanción es la nulidad relativa?

No, la inoponibilidad a la mujer en el exceso de tiempo.


En este caso debe demandarse la restitución del inmueble, por haber expirado el
contrato. Ahora bien, estando vigente la sociedad conyugal, podría estimarse que
carece la mujer o sus causahabientes de legitimación activa, pues ella no fue parte
del contrato de arrendamiento y no puede tampoco considerársele dueña de una
cuota en el inmueble, pues el artículo 1750 del Código Civil le atribuye al marido el
dominio de los bienes sociales, respecto de terceros. Por ello, parece prudente que
previamente demande y obtenga la terminación de la sociedad conyugal,
fundándose en la causal de administración fraudulenta del marido (artículo 155,
inciso 1º del Código Civil) pues el marido, a sabiendas, ha procedido sin obtener la
autorización de su mujer. Luego, disuelta la sociedad conyugal, será copropietaria
del inmueble cuya restitución demanda, debiendo en tal hipótesis prosperar la
acción.

1. Efectos de la nulidad

Para que produzca sus efectos, toda nulidad necesita ser judicialmente declarada.
Se requiere por tanto de una sentencia ejecutoriada o firme, es decir con autoridad
de cosa juzgada, acogiendo la acción o excepción deducida en un juicio ordinario o
ejecutivo (en este último caso, conforme al art. 464 N°14 del CPC) para declarar la
nulidad de un acto o contrato.
Cabe señalar que sin perjuicio de las diferencias apuntadas entre la nulidad
absoluta y la relativa, en nada se distinguen en lo concerniente a sus efectos. Son
idénticos, cualquiera sea la nulidad declarada.
Corresponde sí distinguir en esta materia entre los efectos de la nulidad entre las
partes y respecto de terceros
1° Efectos de la nulidad entre las partes.
Dos situaciones debemos distinguir entre las partes:
♠ Si el acto o contrato no se ha cumplido: en este caso, no podrá pedirse la
ejecución de lo pactado, porque el contrato y las obligaciones que de él
emanan, se extinguen con la declaración de nulidad: art. 1567 N°8. La nulidad
opera entonces como un modo de extinguir obligaciones.

♠ Si el acto o contrato ha sido cumplido total o parcialmente por una o por


ambas partes: tiene lugar lo dispuesto en el art. 1687. De tal forma, la ley da
a las partes el derecho a exigirse, recíprocamente, la restitución de todo lo
que hubieren entregado en virtud del acto o contrato, de manera que las
cosas queden como si este nunca se hubiere celebrado. Para concretar estas
restituciones recíprocas que retrotraen a las partes al estado anterior al del
acto o contrato, habrá que estar a lo dispuesto en los arts. 904 a 915, que
reglamentan las prestaciones mutuas que operan entre el poseedor vencido
y el dueño, cuando el último interpuso acción reivindicatoria.
Operan estas normas, pues constituyen “las reglas generales” a que alude el inciso
2º del art. 1687.
En ciertos casos, sin embargo, no operan estas prestaciones mutuas, o sólo
operan parcialmente, castigándose la mala fe o premiándose la buena fe:
 El poseedor de buena fe no está obligado a entregar los frutos que ha
percibido mientras estuvo de buena fe, y se presume que lo está hasta el
momento de la contestación de la demanda (art. 907, inciso 3°). La buena fe,
para estos efectos, se define en el art. 706.
 Cuando se ejecutó o celebró el acto o contrato, a sabiendas de que el acto
jurídico adolecía de causa u objeto ilícito: art. 1468.
 Cuando se contrató con un incapaz sin los requisitos que la ley exige (art.
1688): el que contrató con el incapaz, no podrá pedir la restitución o
reembolso de lo que gastó o pagó en virtud del contrato. Contra-excepción,
fundada en el enriquecimiento sin causa: si se prueba que, a consecuencia
del contrato, se hizo más rica con ello la persona incapaz (en el mismo
sentido, el art. 2218, en el ámbito del contrato de depósito). Para zanjar
dificultades, la ley preceptúa que se entenderá haberse hecho más rico el
incapaz:
i) En cuanto las cosas pagadas o las adquiridas por medio de ellas, le
hubieren sido necesarias (por ejemplo, porque invirtió lo que percibió
en adquirir otra cosa);
ii) O en cuanto las cosas pagadas o las adquiridas por medio de ellas, que
no le hubieren sido necesarias, subsistan y se quisiere retenerlas;
 En el caso de la rescisión del contrato de compraventa por lesión enorme, el
vendedor deberá restituir el precio y el comprador la cosa, con intereses y
frutos, pero sólo aquellos devengados o percibidos desde la notificación de
la demanda correspondiente: art. 1890, inciso 2º (el precepto alude a “la
fecha de la demanda”, pero debe entenderse por tal la fecha en que ésta se
notifica). La excepción consiste en que no se pagan todos los intereses
devengados desde la fecha del contrato, sino sólo aquellos devengados a partir
de la fecha en que se notificó la demanda.
 Lesión enorme, nada se pagará por los gastos que hubiere ocasionado el
contrato (artículo 1890, inciso 2º).
 Rescisión de la compraventa por lesión enorme, el vendedor, conforme al
art. 1894, no podrá pedir cosa alguna en razón de los deterioros que haya
sufrido la cosa, excepto en cuanto el comprador hubiere aprovechado de
ellos (norma similar a la del art. 906). El comprador, entonces, se considera
de buena fe, durante el tiempo en que se produjo el deterioro de la cosa, a
menos que se hubiere aprovechado del menoscabo.
 Los casos de obligaciones nulas pero naturales contemplados en los
números 1 y 3 del art. 1470: ello, porque el acreedor podrá retener lo que se
dio o pagó en razón de tales obligaciones.

2° Efectos de la nulidad respecto de terceros. Rige al respecto el art. 1689: la


nulidad, judicialmente declarada, da acción reivindicatoria contra terceros
poseedores. Observamos en consecuencia que los efectos de la nulidad no se
limitan sólo a los contratantes, sino que también afectan a terceros, cuyos
derechos provienen de la persona que a su vez adquirió la cosa en virtud del
contrato nulo. Aquí, debemos tener presente que nadie puede transferir más
derechos de los que tiene y tampoco adquirir más derechos que aquellos que
tenía su causante. Lo anterior se extiende también a las obligaciones accesorias,
que sufren la misma suerte que la obligación principal: art. 2416. Tratándose de
la nulidad, no tiene importancia si el tercero poseedor está de buena o mala fe,
a diferencia de lo que acontece tratándose de la resolución, dado que esta última
da sólo acción reivindicatoria contra poseedores de mala fe (arts. 1490 y 1491).
La nulidad en cambio tiene tal fuerza, que pasará aún por sobre la buena fe que
pueda invocar el tercero. Este disímil tratamiento responde al diverso origen de
la nulidad y la resolución. Mientras la primera se declara a consecuencia de
infracción de ley, la segunda se declara a consecuencia de infracción del
contrato.

Solo excepcionalmente, la nulidad no da acción reivindicatoria contra terceros


poseedores. Tales casos son:
 Tratándose de la rescisión de la compraventa de un bien raíz por lesión
enorme: dispone la ley que no caducan las hipotecas u otros gravámenes
constituidos sobre la cosa (art. 1895). En efecto, si el comprador está
obligado a purificar la cosa de los gravámenes, significa que ellos no han
caducado por la sola declaración de rescisión. Además, si el comprador
enajena la cosa (en su sentido restringido: transfiere el dominio), no puede
pedirse la rescisión por lesión enorme (art. 1893).
 Si el tercero adquirió el dominio de la cosa por prescripción: lo que se
desprende de los arts. 682, 683, 717 y 2517. En este caso, rigen los arts. 898
y 900:
i) De acuerdo al art. 898, la acción reivindicatoria tiene lugar contra el
que enajenó la cosa, quien debe restituir lo que recibió por ella,
siempre que se haya hecho imposible o difícil su persecución y
además indemnizar los perjuicios, si enajenó sabiendo que la cosa era
ajena.
ii) De acuerdo al art. 900, también podrá interponerse acción
reivindicatoria contra el que poseía de mala fe y por hecho o culpa
suya, dejó de poseer.
En los dos casos anteriores, la acción reivindicatoria, que por regla
general sólo puede interponerse contra el actual poseedor no dueño,
se interpone, excepcionalmente, contra quien dejó de poseer.

2. ¿En este análisis interesa distinguir entre nulidad absoluta y relativa?

En nada se distinguen en lo concerniente a sus efectos. Son idénticos, cualquiera


sea la nulidad declarada.

3. Veamos los efectos de la nulidad entre las partes.

1° Efectos de la nulidad entre las partes.

Dos situaciones debemos distinguir entre las partes:


♠ Si el acto o contrato no se ha cumplido: en este caso, no podrá pedirse la
ejecución de lo pactado, porque el contrato y las obligaciones que de él
emanan, se extinguen con la declaración de nulidad: art. 1567 N°8. La nulidad
opera entonces como un modo de extinguir obligaciones.
♠ Si el acto o contrato ha sido cumplido total o parcialmente por una o por
ambas partes: tiene lugar lo dispuesto en el art. 1687. De tal forma, la ley da
a las partes el derecho a exigirse, recíprocamente, la restitución de todo lo
que hubieren entregado en virtud del acto o contrato, de manera que las
cosas queden como si este nunca se hubiere celebrado. Para concretar estas
restituciones recíprocas que retrotraen a las partes al estado anterior al del
acto o contrato, habrá que estar a lo dispuesto en los arts. 904 a 915, que
reglamentan las prestaciones mutuas que operan entre el poseedor vencido
y el dueño, cuando el último interpuso acción reivindicatoria.

Operan estas normas, pues constituyen “las reglas generales” a que alude el inciso
2º del art. 1687.
En ciertos casos, sin embargo, no operan estas prestaciones mutuas, o sólo
operan parcialmente, castigándose la mala fe o premiándose la buena fe:
 El poseedor de buena fe no está obligado a entregar los frutos que ha
percibido mientras estuvo de buena fe, y se presume que lo está hasta el
momento de la contestación de la demanda (art. 907, inciso 3°). La buena fe,
para estos efectos, se define en el art. 706.
 Cuando se ejecutó o celebró el acto o contrato, a sabiendas de que el acto
jurídico adolecía de causa u objeto ilícito: art. 1468.
 Cuando se contrató con un incapaz sin los requisitos que la ley exige (art.
1688): el que contrató con el incapaz, no podrá pedir la restitución o
reembolso de lo que gastó o pagó en virtud del contrato. Contra-excepción,
fundada en el enriquecimiento sin causa: si se prueba que, a consecuencia
del contrato, se hizo más rica con ello la persona incapaz (en el mismo
sentido, el art. 2218, en el ámbito del contrato de depósito). Para zanjar
dificultades, la ley preceptúa que se entenderá haberse hecho más rico el
incapaz:
iii) En cuanto las cosas pagadas o las adquiridas por medio de ellas, le
hubieren sido necesarias (por ejemplo, porque invirtió lo que percibió
en adquirir otra cosa);
iv) O en cuanto las cosas pagadas o las adquiridas por medio de ellas, que
no le hubieren sido necesarias, subsistan y se quisiere retenerlas;
 En el caso de la rescisión del contrato de compraventa por lesión enorme, el
vendedor deberá restituir el precio y el comprador la cosa, con intereses y
frutos, pero sólo aquellos devengados o percibidos desde la notificación de
la demanda correspondiente: art. 1890, inciso 2º (el precepto alude a “la
fecha de la demanda”, pero debe entenderse por tal la fecha en que ésta se
notifica). La excepción consiste en que no se pagan todos los intereses
devengados desde la fecha del contrato, sino sólo aquellos devengados a partir
de la fecha en que se notificó la demanda.
 Lesión enorme, nada se pagará por los gastos que hubiere ocasionado el
contrato (artículo 1890, inciso 2º).
 Rescisión de la compraventa por lesión enorme, el vendedor, conforme al
art. 1894, no podrá pedir cosa alguna en razón de los deterioros que haya
sufrido la cosa, excepto en cuanto el comprador hubiere aprovechado de
ellos (norma similar a la del art. 906). El comprador, entonces, se considera
de buena fe, durante el tiempo en que se produjo el deterioro de la cosa, a
menos que se hubiere aprovechado del menoscabo.
 Los casos de obligaciones nulas pero naturales contemplados en los
números 1 y 3 del art. 1470: ello, porque el acreedor podrá retener lo que se
dio o pagó en razón de tales obligaciones.

4. ¿qué tendría que volver a distinguir?

♠ Si el acto o contrato no se ha cumplido: en este caso, no podrá pedirse la


ejecución de lo pactado, porque el contrato y las obligaciones que de él
emanan, se extinguen con la declaración de nulidad: art. 1567 N°8. La nulidad
opera entonces como un modo de extinguir obligaciones.

♠ Si el acto o contrato ha sido cumplido total o parcialmente por una o por


ambas partes: tiene lugar lo dispuesto en el art. 1687. De tal forma, la ley da
a las partes el derecho a exigirse, recíprocamente, la restitución de todo lo
que hubieren entregado en virtud del acto o contrato, de manera que las
cosas queden como si este nunca se hubiere celebrado. Para concretar estas
restituciones recíprocas que retrotraen a las partes al estado anterior al del
acto o contrato, habrá que estar a lo dispuesto en los arts. 904 a 915, que
reglamentan las prestaciones mutuas que operan entre el poseedor vencido
y el dueño, cuando el último interpuso acción reivindicatoria.

5. Si no se alcanzaron a ejecutar, qué ocurrirá, la nulidad qué rol desempeña.

Art. 1567 N°8. La nulidad opera entonces como un modo de extinguir obligaciones.

6. Cuál es el principio general de acuerdo al art. 1687.

La ley da a las partes el derecho a exigirse, recíprocamente, la restitución de todo


lo que hubieren entregado en virtud del acto o contrato, de manera que las cosas
queden como si este nunca se hubiere celebrado.

Art. 1687. La nulidad pronunciada en sentencia que tiene la fuerza de cosa juzgada,
da a las partes derecho para ser restituidas al mismo estado en que se hallarían
si no hubiese existido el acto o contrato nulo; sin perjuicio de lo prevenido sobre el
objeto o causa ilícita.
En las restituciones mutuas que hayan de hacerse los contratantes en virtud de este
pronunciamiento, será cada cual responsable de la pérdida de las especies o de su
deterioro, de los intereses y frutos, y del abono de las mejoras necesarias, útiles o
voluptuarias, tomándose en consideración los casos fortuitos y la posesión de buena
o mala fe de las partes; todo ello según las reglas generales y sin perjuicio de lo
dispuesto en el siguiente artículo.

7. ¿Que tenemos que aplicar?

Habrá que estar a lo dispuesto en los arts. 904 a 915, que reglamentan las
prestaciones mutuas que operan entre el poseedor vencido y el dueño, cuando el
último interpuso acción reivindicatoria.
8. Contenidas a propósito de que materia las reglas de las prestaciones mutuas
A propósito de la acción reivindicatoria.

9. Hay algunas excepciones a este principio general de que las partes se deben
retrotraer al estado anterior, recuerda algunas cosas.

En ciertos casos, sin embargo, no operan estas prestaciones mutuas, o sólo


operan parcialmente, castigándose la mala fe o premiándose la buena fe:

 El poseedor de buena fe no está obligado a entregar los frutos que ha


percibido mientras estuvo de buena fe, y se presume que lo está hasta el
momento de la contestación de la demanda (art. 907, inciso 3°). La buena fe,
para estos efectos, se define en el art. 706.
 Cuando se ejecutó o celebró el acto o contrato, a sabiendas de que el acto
jurídico adolecía de causa u objeto ilícito: art. 1468.
 Cuando se contrató con un incapaz sin los requisitos que la ley exige (art.
1688): el que contrató con el incapaz, no podrá pedir la restitución o
reembolso de lo que gastó o pagó en virtud del contrato. Contra-excepción,
fundada en el enriquecimiento sin causa: si se prueba que, a consecuencia
del contrato, se hizo más rica con ello la persona incapaz (en el mismo
sentido, el art. 2218, en el ámbito del contrato de depósito). Para zanjar
dificultades, la ley preceptúa que se entenderá haberse hecho más rico el
incapaz:
v) En cuanto las cosas pagadas o las adquiridas por medio de ellas, le
hubieren sido necesarias (por ejemplo, porque invirtió lo que percibió
en adquirir otra cosa);
vi) O en cuanto las cosas pagadas o las adquiridas por medio de ellas, que
no le hubieren sido necesarias, subsistan y se quisiere retenerlas;
 En el caso de la rescisión del contrato de compraventa por lesión enorme, el
vendedor deberá restituir el precio y el comprador la cosa, con intereses y
frutos, pero sólo aquellos devengados o percibidos desde la notificación de
la demanda correspondiente: art. 1890, inciso 2º (el precepto alude a “la
fecha de la demanda”, pero debe entenderse por tal la fecha en que ésta se
notifica). La excepción consiste en que no se pagan todos los intereses
devengados desde la fecha del contrato, sino sólo aquellos devengados a partir
de la fecha en que se notificó la demanda.
 Lesión enorme, nada se pagará por los gastos que hubiere ocasionado el
contrato (artículo 1890, inciso 2º).
 Rescisión de la compraventa por lesión enorme, el vendedor, conforme al
art. 1894, no podrá pedir cosa alguna en razón de los deterioros que haya
sufrido la cosa, excepto en cuanto el comprador hubiere aprovechado de
ellos (norma similar a la del art. 906). El comprador, entonces, se considera
de buena fe, durante el tiempo en que se produjo el deterioro de la cosa, a
menos que se hubiere aprovechado del menoscabo.
 Los casos de obligaciones nulas pero naturales contemplados en los
números 1 y 3 del art. 1470: ello, porque el acreedor podrá retener lo que se
dio o pagó en razón de tales obligaciones.
10. ¿Qué otro caso recuerda?
En ciertos casos, sin embargo, no operan estas prestaciones mutuas, o sólo
operan parcialmente, castigándose la mala fe o premiándose la buena fe:
 El poseedor de buena fe no está obligado a entregar los frutos que ha
percibido mientras estuvo de buena fe, y se presume que lo está hasta el
momento de la contestación de la demanda (art. 907, inciso 3°). La buena fe,
para estos efectos, se define en el art. 706.
 Cuando se ejecutó o celebró el acto o contrato, a sabiendas de que el acto
jurídico adolecía de causa u objeto ilícito: art. 1468.
 Cuando se contrató con un incapaz sin los requisitos que la ley exige (art.
1688): el que contrató con el incapaz, no podrá pedir la restitución o
reembolso de lo que gastó o pagó en virtud del contrato. Contra-excepción,
fundada en el enriquecimiento sin causa: si se prueba que, a consecuencia
del contrato, se hizo más rica con ello la persona incapaz (en el mismo
sentido, el art. 2218, en el ámbito del contrato de depósito). Para zanjar
dificultades, la ley preceptúa que se entenderá haberse hecho más rico el
incapaz:
vii) En cuanto las cosas pagadas o las adquiridas por medio de ellas, le
hubieren sido necesarias (por ejemplo, porque invirtió lo que percibió
en adquirir otra cosa);
viii) O en cuanto las cosas pagadas o las adquiridas por medio de ellas, que
no le hubieren sido necesarias, subsistan y se quisiere retenerlas;
 En el caso de la rescisión del contrato de compraventa por lesión enorme, el
vendedor deberá restituir el precio y el comprador la cosa, con intereses y
frutos, pero sólo aquellos devengados o percibidos desde la notificación de
la demanda correspondiente: art. 1890, inciso 2º (el precepto alude a “la
fecha de la demanda”, pero debe entenderse por tal la fecha en que ésta se
notifica). La excepción consiste en que no se pagan todos los intereses
devengados desde la fecha del contrato, sino sólo aquellos devengados a partir
de la fecha en que se notificó la demanda.
 Lesión enorme, nada se pagará por los gastos que hubiere ocasionado el
contrato (artículo 1890, inciso 2º).
 Rescisión de la compraventa por lesión enorme, el vendedor, conforme al
art. 1894, no podrá pedir cosa alguna en razón de los deterioros que haya
sufrido la cosa, excepto en cuanto el comprador hubiere aprovechado de
ellos (norma similar a la del art. 906). El comprador, entonces, se considera
de buena fe, durante el tiempo en que se produjo el deterioro de la cosa, a
menos que se hubiere aprovechado del menoscabo.
 Los casos de obligaciones nulas pero naturales contemplados en los
números 1 y 3 del art. 1470: ello, porque el acreedor podrá retener lo que se
dio o pagó en razón de tales obligaciones.

11. La cosa pudo haber sido fructífera, cual es la regla en las prestaciones
mutuas

Restitución de los frutos: artículos 907 y 913. Distinguimos, según se trate del
poseedor de buena o mala fe:
 Poseedor de mala fe: restituye los frutos naturales y civiles de la cosa,
incluso aquellos que pudo percibir el dueño con mediana inteligencia y
actividad. Si no existen los frutos, deberá el valor que tenían al momento de
la percepción.
 Poseedor de buena fe: no está obligado a restituir los frutos percibidos antes
de la contestación de la demanda. Por los percibidos después responde como
el poseedor de mala fe.
La buena o mala fe se refiere al tiempo de la percepción (artículo 913).

12. ¿Qué frutos no restituye?

El poseedor de buena fe no está obligado a entregar los frutos que ha percibido


mientras estuvo de buena fe, y se presume que lo está hasta el momento de la
contestación de la demanda.

1. ¿En qué consiste el objeto en el contexto de la teoría del acto jurídico?

Primero, el objeto es uno de los requisitos de existencia del acto jurídico.


En estricto derecho el objeto inmediato del acto jurídico es la obligación y el
derecho correlativo que se genera por él. Puede consistir en crear, modificar,
transferir, transmitir o extinguir derechos y obligaciones.

La palabra “objeto” tiene en realidad un triple significado, según si aludimos al


objeto del acto o contrato, al objeto de la obligación y al objeto de la prestación.

En efecto, si se trata de aludir al objeto del acto jurídico, debemos entender la


palabra “objeto” como sinónimo de finalidad.
En cambio, si nos referimos al objeto de la obligación y con mayor razón al objeto
de la prestación, entendemos la expresión “objeto” en su acepción de contenido de
las mismas, es decir, objeto de la obligación referido a la prestación, y objeto de
ésta que recae en una cosa o hecho que, respectivamente, debe darse, entregarse o
ejecutarse o no ejecutarse.
De esta manera, el objeto del acto o contrato es lo querido por el autor o por las
partes del acto jurídico, mientras que el objeto de la obligación es la prestación,
que a su vez tiene por objeto la cosa que debe darse o el hecho que debe ejecutarse
o no ejecutarse.
El objeto del acto jurídico, entonces, corresponde al fin que persiguen las partes
que lo otorgan o celebran. Como expresa Eugenio Velasco, el objeto de un acto o
contrato como “el conjunto de derechos y obligaciones que él crea, modifica o
extingue”.
Avelino León, por su parte, señala que el objeto de los actos jurídicos –comúnmente
contratos- es crear obligaciones y correlativamente derechos, según se considere al
deudor o al acreedor.
Más aún: el objeto podrá ser también la modificación, transferencia o extinción
de derechos y obligaciones.

2. Cuando el objeto de esa prestación consiste en un dar, esa cosa debe reunir
ciertos requisitos, ¿cuáles son?

Requisitos del objeto cuando recae en una cosa:


Debe ser real: la cosa debe existir o esperarse que exista (art. 1461). Por lo
tanto, puede tratarse de cosas presentes o futuras.
Debe ser comerciable: significa que puede ser objeto de una relación
jurídica, que puede radicarse en un patrimonio, que pueda ser susceptible
de dominio.
Excepcionalmente, algunas cosas están fuera del comercio humano, sea por
su naturaleza (como las cosas comunes a todos los hombres: la alta mar, el
aire), sea por su destinación (como los bienes nacionales de uso público: las
playas, calles, puentes y plazas públicas, por ejemplo).
Debe ser determinado o determinable: Las cosas deben estar determinadas
a lo menos en cuanto a su género. Además, debe haber una determinación
cuantitativa. En cuanto a la calidad de la cosa debida, se entenderá, si nada
han dicho las partes, que se debe una cosa de calidad a lo menos mediana.
Debe ser lícita:
No hay acuerdo en la doctrina acerca de lo que debe entenderse por objeto lícito.
Somarriva sostiene que objeto lícito es el que está de acuerdo con la ley, las buenas
costumbres y el orden público.
Alessandri hace sinónimos los términos “lícito” y “comerciable”.
Claro Solar señala que es aquél que está conforme con la ley, es reconocido por
ella.
Eugenio Velasco, objeto lícito es aquél que cumple con todas las exigencias legales
contenidas en el art. 1461: realidad, comerciabilidad y determinación.
En todo caso el CC adopta un criterio casuístico.

Art. 1461. No sólo las cosas que existen pueden ser objetos de una declaración de
voluntad, sino las que se espera que existan; pero es menester que las unas y las otras
sean comerciables, y que estén determinadas, a lo menos, en cuanto a su género.
La cantidad puede ser incierta con tal que el acto o contrato fije reglas o contenga
datos que sirvan para determinarla.
Si el objeto es un hecho, es necesario que sea física y moralmente posible. Es
físicamente imposible el que es contrario a la naturaleza, y moralmente imposible
el prohibido por las leyes, o contrario a las buenas costumbres o al orden público.

3. ¿Qué es necesario para que el contrato se entienda aleatorio en el caso de


una compraventa por ejemplo?

Es necesario que expresamente se pacte el carácter aleatorio del contrato. También


lo será cuando por la naturaleza del contrato aparezca que se compró la suerte.
Contrato aleatorio: en este caso, las partes sujetan la prestación a una contingencia
incierta de ganancia o pérdida. Dependerá del álea, que la cosa objeto del acto
jurídico llegue o no a existir y en qué cantidad.
Excepcionalmente, el contrato de compraventa puede ser aleatorio, como en el caso
de la compraventa de cosas que no existen pero que se espera que existan, cuando
expresamente se pacte el carácter aleatorio del contrato, según dispone el art.
1813, o sea, cuando aparezca, por la naturaleza del contrato, que “se compró la
suerte”.
Art. 1813. La venta de cosas que no existen, pero se espera que existan, se entenderá
hecha bajo la condición de existir, salvo que se exprese lo contrario, o que por la
naturaleza del contrato aparezca que se compró la suerte.
4. ¿Qué grados de determinación se establecen?
Atendiendo a su determinación, las cosas se clasifican en específicas y genéricas.
Cosa específica, individualmente determinada o cuerpo cierto: es la cosa
determinada, dentro de un género también determinado.
Se distingue por sus caracteres propios que la diferencian de todas las demás de su
mismo género o especie.
Cosa genérica: es la cosa indeterminada, pero de un género determinado.
Las cosas genéricas admiten una menor o mayor determinación, hasta que llega al
momento que traspasamos la línea que las separa de las cosas específicas.
Así, por ejemplo, son cosas genéricas, una pintura; una pintura al óleo; una pintura
al óleo con pan de oro; una pintura al óleo con pan de oro de Gustav Klimt. Pero si
además decimos que se trata de la pintura “El beso”, del año 1907, del citado pintor,
estamos aludiendo a una cosa específica o cuerpo cierto.

5. ¿Qué significa que la cosa sea comerciable?

Significa que puede ser objeto de una relación jurídica, que puede radicarse en un
patrimonio, que pueda ser susceptible de dominio.
Excepcionalmente, algunas cosas están fuera del comercio humano, sea por su
naturaleza (como las cosas comunes a todos los hombres: la alta mar, el aire), sea
por su destinación (como los bienes nacionales de uso público: las playas, calles,
puentes y plazas públicas, por ejemplo).

6. ¿Es lo mismo decir que la cosa es comerciable que afirmar que es enajenable?

No debemos confundir las cosas comerciables con las cosas enajenables, aunque
usualmente las primeras son también de la segunda clase. Así, una cosa puede ser
comerciable pero inalienable, como ocurre con el derecho de alimentos o el
derecho de uso o habitación. Se trata de derechos personalísimos, que se radican
en un patrimonio, y que por lo mismo son comerciables, pero no pueden
transferirse. Para que la cosa sea comerciable entonces, basta que pueda
incorporarse al patrimonio de un individuo, sin que necesariamente pueda
transferirse con posterioridad.

7. En relación con esto, hay un artículo en el CC que distingue las cosas


comerciables y los derechos personalísimos, ¿se acuerda?

El artículo 1464, que señala que hay objeto ilícito en la enajenación de las cosas que
enumera. Entre ellas precisamente las cosas que no están en el comercio y los
derechos o privilegios que no pueden transferirse a otra persona.

Art. 1464. Hay un objeto ilícito en la enajenación:


1º. De las cosas que no están en el comercio;
2º. De los derechos o privilegios que no pueden transferirse a otra persona;
3º. De las cosas embargadas por decreto judicial, a menos que el juez lo autorice o
el acreedor consienta en ello;
4º. De especies cuya propiedad se litiga, sin permiso del juez que conoce en el litigio.

8. ¿Conoce otros casos de objeto ilícito?


1. Actos que contravienen al derecho público chileno: Art. 1462. Hay un objeto
ilícito en todo lo que contraviene al derecho público chileno. Así la promesa de
someterse en Chile a una jurisdicción no reconocida por las leyes chilenas es
nula por el vicio del objeto.
Ej. Municipalidad da en comodato bienes nacionales de uso público. El propietario
que hubiere sido beneficiario de subsidio habitacional no podrá, durante el plazo de
cinco años contados desde la entrega material del inmueble, celebrar acto o contrato
alguno que importe cesión de uso y goce de la vivienda adquirida, sea a título
gratuito u oneroso, sin previa autorización escrita del Serviu.
Derecho público: regula las relaciones entre las personas o entidades privadas con
los órganos que ostentan el poder público cuando estos últimos actúan en ejercicio
de sus legítimas potestades públicas.

2. Pactos sobre sucesión futura: Art. 1463. El derecho de suceder por causa de
muerte a una persona viva no puede ser objeto de una donación o contrato, aun
cuando intervenga el consentimiento de la misma persona.
Las convenciones entre la persona que debe una legítima y el legitimario,
relativas a la misma legítima o a mejoras, están sujetas a las reglas especiales
contenidas en el título De las asignaciones forzosas.
Excepción, contemplada en el art. 1204, relativa a la cuarta de mejoras: la excepción
consiste en prometer no donar ni asignar por testamento parte alguna de la
cuarta de mejoras. Es una obligación de abstención. En otras palabras, la ley no
permite obligarse a dejar la cuarta de mejoras a determinado asignatario.
3. Enajenación de las cosas enumeradas en el artículo 1464: Art. 1464. Hay un
objeto ilícito en la enajenación:
1º. De las cosas que no están en el comercio;
2º. De los derechos o privilegios que no pueden transferirse a otra persona;
3º. De las cosas embargadas por decreto judicial, a menos que el juez lo autorice
o el acreedor consienta en ello;
4º. De especies cuya propiedad se litiga, sin permiso del juez que conoce en el
litigio.
4. Condonación del dolo futuro: Art. 1465. El pacto de no pedir más en razón de
una cuenta aprobada no vale en cuanto al dolo contenido en ella, si no se ha
condonado expresamente. La condonación del dolo futuro no vale.
5. Deudas contraídas en los juegos de azar: Art. 1466.
6. Venta de libros cuya circulación es prohibida por autoridad competente, de
láminas, pinturas y estatuas obscenas y de impresos condenados como
abusivos de la libertad de prensa: Art. 1466. Hay asimismo objeto ilícito en las
deudas contraídas en juego de azar, en la venta de libros cuya circulación es
prohibida por autoridad competente, de láminas, pinturas y estatuas obscenas,
y de impresos condenados como abusivos de la libertad de la prensa; y
generalmente en todo contrato prohibido por las leyes.
7. GENERALMENTE EN TODO CONTRATO PROHIBIDO POR LAS LEYES: Art.
1466 parte final.

9. A propósito del dolo, ¿Se puede condonar un dolo que ya aconteció?

El dolo sí puede condonarse a posteriori, aunque dicha condonación ha de ser


expresa. Tal derecho corresponderá a la víctima del fraude.
10. En el caso de los pactos sobre sucesión futura, en qué consiste.

El derecho de suceder a una persona viva no puede ser objeto de convención


alguna, a título gratuito u oneroso.
El pacto prohibido en el artículo 1463 puede ser:
● De institución: el pacto se celebra entre el futuro causante y un futuro
asignatario, y en virtud de él, el primero se obliga, a cambio de un pago o sin mediar
dicho pago, a instituir al segundo como su heredero o legatario. El pacto podría ser
recíproco e incluso desprenderse de dos testamentos, caso en el cual el artículo
1059 reitera la nulidad de las disposiciones contenidos en ellos, que denomina
“captatorias”. El artículo 1192, relativo a la legítima rigorosa (la más importante de
las asignaciones forzosas), deja en claro también que ella no es susceptible de
condición, plazo, modo o gravamen alguno.
● De renuncia: el pacto se celebra entre el futuro causante y un futuro asignatario,
o entre el segundo y un tercero (que podría ser o no otro posible asignatario), y en
virtud de él, el futuro asignatario, a cambio de un pago o sin mediar dicho pago,
renuncia desde ya a su futura herencia (que le habría correspondido como heredero
abintestato).
● De cesión: el pacto se celebra entre el futuro asignatario y un tercero (que podría
también serlo), en virtud del cual el primero se obliga, a cambio de un pago o sin
mediar pago, a transferirle al segundo, una vez fallecido el causante, su derecho de
herencia o al legado que le favorezca.

11. Pacto de sucesión futura válido:

La promesa de no disponer de la cuarta de mejoras: el objeto de este pacto es


imponerle al testador una obligación de no hacer; la obligación que nace de él para
el causante es negativa: la de no distribuir, de no disponer de la cuarta de mejoras
por donaciones entre vivos o asignaciones por causa de muerte.

Requisitos:
a. Se trata de un acto solemne, que debe celebrarse con el causante por
escritura pública.
b. Sólo pueden celebrarlo ciertas personas: el cónyuge o conviviente civil o
alguno de los descendientes o ascendientes del futuro causante, que a la
fecha de la suscripción de la escritura sean legitimarios.
c. Sólo puede referirse a la no disposición de la cuarta de mejoras en su
totalidad, sea asignando el todo o una cuota de ella o haciendo donaciones
con cargo a esta parte de la herencia.
d. Debe ser pura y simple la convención.

Cuarta de mejoras: es una parte de la herencia que sólo puede destinarse, por
voluntad del causante, a ciertas personas, pero sin que exista obligación de hacerlo.

12. ¿Entre quienes se celebran?

Sólo pueden celebrarlo ciertas personas: el cónyuge o conviviente civil o alguno de


los descendientes o ascendientes del futuro causante, que a la fecha de la
suscripción de la escritura sean legitimarios.
De aquí que este pacto sólo puede celebrarse con aquellas personas que reúnen un
doble requisito: ser legitimarios y poder ser asignatarios de cuarta de mejoras.
Dichos requisitos deben ser copulativos, porque el beneficio que acarrea el pacto
se desprende del primero y el derecho a la cuarta de mejoras del segundo.

13. ¿Podríamos concluir que ese pacto constituye un contrato de promesa?

Cabe advertir que el pacto regulado en el artículo 1204, no constituye un “contrato


de promesa”. En efecto, si bien se alude ahí a la hipótesis en virtud de la cual “el
difunto hubiere prometido por escritura pública…”, en rigor no estamos ante un
contrato de promesa, pues la obligación que se genera es una de “no hacer”,
mientras que el contrato de promesa, origina una obligación de “hacer”.

1. Señale cuáles son los casos de objeto ilícito.

1. Actos que contravienen al derecho público chileno: Art. 1462. Hay un objeto
ilícito en todo lo que contraviene al derecho público chileno. Así la promesa de
someterse en Chile a una jurisdicción no reconocida por las leyes chilenas es
nula por el vicio del objeto.
Ej. Municipalidad da en comodato bienes nacionales de uso público. El propietario
que hubiere sido beneficiario de subsidio habitacional no podrá, durante el plazo de
cinco años contados desde la entrega material del inmueble, celebrar acto o contrato
alguno que importe cesión de uso y goce de la vivienda adquirida, sea a título
gratuito u oneroso, sin previa autorización escrita del Serviu.
Derecho público: regula las relaciones entre las personas o entidades privadas con
los órganos que ostentan el poder público cuando estos últimos actúan en ejercicio
de sus legítimas potestades públicas.

2. Pactos sobre sucesión futura: Art. 1463. El derecho de suceder por causa de
muerte a una persona viva no puede ser objeto de una donación o contrato, aun
cuando intervenga el consentimiento de la misma persona.
Las convenciones entre la persona que debe una legítima y el legitimario,
relativas a la misma legítima o a mejoras, están sujetas a las reglas especiales
contenidas en el título De las asignaciones forzosas.
Excepción, contemplada en el art. 1204, relativa a la cuarta de mejoras: la excepción
consiste en prometer no donar ni asignar por testamento parte alguna de la
cuarta de mejoras. Es una obligación de abstención. En otras palabras, la ley no
permite obligarse a dejar la cuarta de mejoras a determinado asignatario.
3. Enajenación de las cosas enumeradas en el artículo 1464: Art. 1464. Hay un
objeto ilícito en la enajenación:
1º. De las cosas que no están en el comercio;
2º. De los derechos o privilegios que no pueden transferirse a otra persona;
3º. De las cosas embargadas por decreto judicial, a menos que el juez lo autorice
o el acreedor consienta en ello;
4º. De especies cuya propiedad se litiga, sin permiso del juez que conoce en el
litigio.
4. Condonación del dolo futuro: Art. 1465. El pacto de no pedir más en razón de
una cuenta aprobada no vale en cuanto al dolo contenido en ella, si no se ha
condonado expresamente. La condonación del dolo futuro no vale.
5. Deudas contraídas en los juegos de azar: Art. 1466.
6. Venta de libros cuya circulación es prohibida por autoridad competente, de
láminas, pinturas y estatuas obscenas y de impresos condenados como
abusivos de la libertad de prensa: Art. 1466. Hay asimismo objeto ilícito en las
deudas contraídas en juego de azar, en la venta de libros cuya circulación es
prohibida por autoridad competente, de láminas, pinturas y estatuas obscenas,
y de impresos condenados como abusivos de la libertad de la prensa; y
generalmente en todo contrato prohibido por las leyes.
7. Generalmente en todo contrato prohibido por las leyes: Art. 1466 parte final.

2. Recuerda ¿Cuál es el único pacto tolerado por el CC en materia sucesoria?

La promesa de no disponer de la cuarta de mejoras: el objeto de este pacto es


imponerle al testador una obligación de no hacer; la obligación que nace de él para
el causante es negativa: la de no distribuir, de no disponer de la cuarta de mejoras
por donaciones entre vivos o asignaciones por causa de muerte.

Requisitos:
a. Se trata de un acto solemne, que debe celebrarse con el causante por
escritura pública.
b. Sólo pueden celebrarlo ciertas personas: el cónyuge o conviviente civil o
alguno de los descendientes o ascendientes del futuro causante, que a la
fecha de la suscripción de la escritura sean legitimarios.
c. Sólo puede referirse a la no disposición de la cuarta de mejoras en su
totalidad, sea asignando el todo o una cuota de ella o haciendo donaciones
con cargo a esta parte de la herencia.
d. Debe ser pura y simple la convención.

Cuarta de mejoras: es una parte de la herencia que sólo puede destinarse, por
voluntad del causante, a ciertas personas, pero sin que exista obligación de hacerlo.

3. ¿Qué tipo de heredero debe ser? Heredero que tenga la calidad de


legitimario

Sólo pueden celebrarlo ciertas personas: el cónyuge o conviviente civil o alguno


de los descendientes o ascendientes del futuro causante, que a la fecha de la
suscripción de la escritura sean legitimarios.
De aquí que este pacto sólo puede celebrarse con aquellas personas que reúnen un
doble requisito: ser legitimarios y poder ser asignatarios de cuarta de mejoras.
Dichos requisitos deben ser copulativos, porque el beneficio que acarrea el pacto
se desprende del primero y el derecho a la cuarta de mejoras del segundo

4. ¿Cómo se debe celebrar el pacto?

Se trata de un acto solemne, que debe celebrarse con el causante por escritura
pública.
5. ¿Podríamos calificar ese pacto como un contrato de promesa?

Cabe advertir que el pacto regulado en el artículo 1204, no constituye un “contrato


de promesa”. En efecto, si bien se alude ahí a la hipótesis en virtud de la cual “el
difunto hubiere prometido por escritura pública…”, en rigor no estamos ante un
contrato de promesa, pues la obligación que se genera es una de “no hacer”,
mientras que el contrato de promesa origina una obligación de “hacer”.

6. La palabra enajenación del artículo 1464 ¿Cómo la ha entendido la


jurisprudencia? En un sentido amplio, es decir transferencia de dominio y
constituir un gravamen sobre la cosa.

La expresión “enajenación” está tomada en el precepto en su sentido amplio:


significa todo acto de disposición entre vivos por el cual el titular de un derecho
lo transfiere a otra persona o constituye sobre él un nuevo derecho a favor de
un tercero, que viene a limitar o gravar el suyo. Por ejemplo, constituir una
hipoteca o una prenda.
En un sentido restringido, enajenación es el acto por el cual el titular de un
derecho lo transfiere a otra persona. Es decir, es el acto por el cual el derecho sale
del patrimonio del primero, para radicarse en el patrimonio del segundo.

7. Casos del artículo 1464.

Art. 1464. Hay un objeto ilícito en la enajenación:


1º. De las cosas que no están en el comercio;
2º. De los derechos o privilegios que no pueden transferirse a otra persona;
3º. De las cosas embargadas por decreto judicial, a menos que el juez lo autorice o
el acreedor consienta en ello;
4º. De especies cuya propiedad se litiga, sin permiso del juez que conoce en el
litigio.
8. Ejemplos de derechos personalísimos. Ejemplo: el derecho a percibir
pensiones alimenticias.

Son tales, aquellos que si bien pueden ser objeto de una relación jurídica, pueden
radicarse en un patrimonio, sólo pueden ser ejercidos por su titular, sin
posibilidades de ser enajenados por acto entre vivos y extinguiéndose con la
muerte de éste. Los derechos personalísimos se agotan con su primer y único
titular. Los derechos personalísimos, en consecuencia, son comerciables pero
inalienables e intransmisibles.
Son tales, por ejemplo:

 Derecho de uso o habitación (art. 819);


 Derecho de alimentos futuros (art. 334)51;
 Derecho legal de goce o usufructo legal, que tiene el padre o madre sobre
los bienes del hijo no emancipado (artículo 252).

9. ¿Se puede condonar un dolo ya acaecido? Sí, pero debe ser una condonación
expresa.
El dolo sí puede condonarse a posteriori, aunque dicha condonación ha de ser
expresa. Tal derecho corresponderá a la víctima del fraude.
El caso de objeto ilícito (condonación del dolo futuro) corresponde al dolo que
opera en el cumplimiento o ejecución de los contratos y que se contrapone a la
buena fe con que deben ejecutarse los contratos, conforme a lo previsto en el
artículo 1546. No se trata, por cierto, del dolo como vicio del consentimiento,
porque éste opera al momento de nacer el contrato, y no sería por ende “dolo
futuro”.

10. ¿Qué modalidades podemos incorporar en un acto o contrato?

Actos jurídicos sujetos a modalidades son aquellos que están supeditados en sus
efectos a cláusulas restrictivas.
Las modalidades son ciertas cláusulas particulares que pueden ser insertadas en
los actos jurídicos para modificar sus efectos, desde el punto de vista de la
existencia, ejercicio o extinción de los derechos y obligaciones derivados del acto
jurídico.
Las modalidades más usuales son el plazo, la condición y el modo. También la
solidaridad, la indivisibilidad, el carácter alternativo de las obligaciones, la
cláusula penal, la representación, etc.

1. ¿Cuál es la máxima sanción que prevé el CC en términos expresos? La


nulidad.
Es la sanción civil establecida por la omisión de los requisitos y formalidades que
se prescriben por la ley para el valor de un acto jurídico, según su naturaleza o
especie (nulidad absoluta) y la calidad o estado de las partes (nulidad relativa). Se
desprende esta definición del art. 1681.
Art. 1681. Es nulo todo acto o contrato a que falta alguno de los requisitos que la ley
prescribe para el valor del mismo acto o contrato, según su especie y la calidad o
estado de las partes.
La nulidad puede ser absoluta o relativa.

2. Enunciación de las causales de la nulidad absoluta.

1) Objeto ilícito
2) Causa ilícita
3) Omisión de algún requisito o formalidad que las leyes prescriben para el
valor de ciertos o contratos en consideración a la naturaleza de ellos (y no a
la calidad o estado de las personas que los ejecutan o acuerdan).
Solemnidades propiamente tales exigidas para la validez.
4) Los actos y contratos de personas absolutamente incapaces
5) Falta de objeto (para aquellos que no son partidarios de la inexistencia, como
Arturo Alessandri Rodríguez, A. León Hurtado y J.C Fabres)
6) Falta de causa (para aquellos que no son partidarios de la inexistencia, como
Arturo Alessandri Rodríguez, Avelino León Hurtado, J.C Fabres)
7) El error esencial u obstáculo, para algunos (Arturo Alessandri Rodríguez,
Avelino León Hurtado, J.C Fabres)
Claro Solar  inexistencia. Manuel Somarriva  Nulidad Relativa.
Art. 1682. La nulidad producida por un objeto o causa ilícita, y la nulidad
producida por la omisión de algún requisito o formalidad que las leyes
prescriben para el valor de ciertos actos o contratos en consideración a la
naturaleza de ellos, y no a la calidad o estado de las personas que los ejecutan o
acuerdan, son nulidades absolutas.
Hay asimismo nulidad absoluta en los actos y contratos de personas
absolutamente incapaces.
Cualquiera otra especie de vicio produce nulidad relativa, y da derecho a la
rescisión del acto o contrato.

3. Una parte de la doctrina incorpora otra hipótesis a partir del tratamiento de


los vicios del consentimiento. Recuerda que podría sancionarse con nulidad
absoluta? En el caso del error de hecho esencial.
El error (de hecho) esencial u obstáculo (Arturo Alessandri Rodríguez, Avelino León
Hurtado, J.C Fabres)
Claro Solar  inexistencia. Manuel Somarriva  Nulidad Relativa.

4. ¿Recuerda cuáles son los fundamentos de texto de por qué debiera


sancionarse con nulidad relativa el error de hecho?

Según lo planteado por el profesor Manuel Somarriva Undurraga, el error esencial


u obstáculo (sin perjuicio de que para Luis Claro Solar habría inexistencia y para
Alessandri nulidad absoluta) debería sancionarse con nulidad relativa.
Los argumentos del profesor Somarriva son:

1) Porque el artículo 1453 señala que el error esencial “vicia el consentimiento”,


y no expresa que no exista tal consentimiento. Si el consentimiento está
viciado, al menos se entiende que existe.
2) Puesto que el art. 1454 expresa que “el error de hecho vicia asimismo el
consentimiento...”, y se refiere a casos de error sustancial que, de acuerdo
con el art. 1682, producen nulidad relativa. La palabra “asimismo”
evidenciaría que el error esencial del artículo 1453 vicia “de la misma
manera” el acto o contrato que el error substancial del artículo 1454.
3) Porque el artículo 1682, después de enunciar las causales de nulidad
absoluta en sus dos primeros incisos, deja en claro en el inciso final que
“Cualquiera otra especie de vicio produce nulidad relativa, y da derecho a la
rescisión del acto o contrato”. Ahora bien, el error esencial u obstáculo no
está incluido en ninguno de los dos incisos iniciales del artículo. Por ende, la
sanción aplicable sólo podría ser aquella contemplada en el inciso 3º o final.

5. Causales de nulidad relativa.

El art. 1682 del CC., tras enumerar los casos de nulidad absoluta, dispone que
“Cualquiera otra especie de vicio produce nulidad relativa y da derecho a la
rescisión del acto o contrato”.
Dichos casos son:
1. Los actos realizados por los relativamente incapaces, sin actuar
representados o autorizados por sus representantes (salvo, en los casos
excepcionales en que el menor adulto puede actuar por sí mismo; en cuanto
al disipador, estimamos que puede también otorgar testamento y reconocer
hijos por sí mismo).

2. Los casos de error de hecho (sin perjuicio de la opinión de aquellos que


concluyen que, tratándose de error esencial u obstáculo, la sanción es la
nulidad absoluta -Alessandri- o la inexistencia - Claro Solar-).

3. Los casos de fuerza (cuando se trata de vis compulsiva o moral).

4. Los casos de dolo principal.

5. Cuando se omiten formalidades exigidas por la ley en consideración al


estado o calidad de las personas que ejecutan o celebran el acto o contrato
(es decir, tratándose de formalidades habilitantes).

6. Las hipótesis de lesión, en los casos en que la ley establece como sanción la
nulidad relativa.

6. ¿Recuerda algún caso que la LE se sancione con la rescisión (NR)?

En la compraventa voluntaria de bienes inmuebles


Art. 1888. El contrato de compraventa podrá rescindirse por lesión enorme.

En la partición de bienes
Art. 1348. Las particiones se anulan o se rescinden de la misma manera y según las
mismas reglas que los contratos.
La rescisión por causa de lesión se concede al que ha sido perjudicado en más de
la mitad de su cuota.

1. El dolo en derecho civil puede estar presente en distintos ámbitos, cuáles


son
El dolo puede presentarse en un triple ámbito en el derecho:
 En el otorgamiento o celebración de los actos y contratos, es decir en el
otorgamiento de un acto jurídico unilateral o en la formación del
consentimiento en los actos jurídicos bilaterales: el dolo es aquí un vicio de
la voluntad y opera antes o coetáneamente con el acto o contrato (arts.
1451, 1458 y 1459).
 En la ejecución de los contratos, es decir, en la fase de cumplimiento de las
obligaciones objeto de los mismos: el dolo es aquí un agravante de la
responsabilidad contractual (art. 1558, de incurrir en dolo, se responde de
los perjuicios directos previstos e imprevistos; en cambio, si el
incumplimiento obedece a culpa, sólo se responde de los perjuicios directos
previstos; de los indirectos, no responde ni siquiera aquél que incurrió en
dolo). En este ámbito, el dolo puede definirse como los actos u omisiones
intencionales del deudor para eludir el cumplimiento de su obligación.
 En el ámbito de la responsabilidad extracontractual civil: aquí, el dolo es el
elemento constitutivo del delito civil. La definición legal del dolo,
consignada en el art. 44, se refiere a éste último rol del dolo.

Como vicio de la voluntad, el dolo es aquella conducta que se ejercita para obtener
una declaración de voluntad o el consentimiento de la otra parte, o para que esa
voluntad o consentimiento se manifieste o preste, respectivamente, en una forma
determinada. El dolo entonces es la maquinación fraudulenta empleada para
engañar al autor o contraparte de un acto o contrato, con el fin de arrancarle
una declaración de voluntad o modificarla en los términos deseados por el
individuo que actúa dolosamente.

2. Cuál sería la sanción en cada caso


Como vicio: si es determinante y obra de una de las partes en los contratos
bilaterales o solo lo primero tratándose de contratos unilaterales  nulidad
relativa.
Agravante de la responsabilidad contractual  hace responder de los perjuicios
directos previstos e imprevistos.
En materia extracontractual  habiendo dolo o culpa el efecto es el mismo,
indemnizar todos los perjuicios a la víctima.

3. Prescripción de la acción, contados desde

Nulidad relativa, 4 años contados desde la celebración del acto o contrato.

4. ¿La acción de que tipo es? Que se demanda en el dolo como agravante de la
responsabilidad contractual.
Se demanda indemnización de perjuicios, es una acción personal.

5. ¿Sanción en materia extracontractual, plazo? ¿Contados desde?


Indemnización de perjuicios. Contados desde la perpetración del hecho.

1. Que dolo es aquel que nos permitiría demandar la nulidad relativa


Dolo principal: ocasiona la nulidad relativa del acto o contrato (arts. 1458 y 1682).

2. Cuando estamos ante dolo principal o determinante.


Dolo principal, es el que determina o decide a una persona a ejecutar o celebrar
un acto o contrato en que recae dicho fraude. En otras palabras, de no haber
existido dolo, la víctima no habría ejecutado o celebrado el acto o contrato. El dolo
debe ser por lo tanto determinante del acto jurídico, y para ello debe ser anterior o
simultáneo a su ejecución o celebración, no posterior. Asimismo, el dolo debe tener
por objeto un determinado acto o contrato y recaer en él.
Dolo incidental, es el que no determina a una persona a ejecutar o celebrar un
acto o contrato, pero sí a concluirlo en condiciones diversas, usualmente más
onerosas, más desventajosas para ella. Del art. 1458 se desprende que el dolo
incidental no vicia el consentimiento, pero sí da derecho a exigir indemnización de
perjuicios.
3. Cómo se sanciona el dolo incidental
Faculta para exigir indemnización de perjuicios. Al respecto, debemos distinguir
entre:
a. La persona o personas que fraguaron el dolo: responderán por el valor total
de los perjuicios causados;
b. Los que se aprovecharon del dolo: responden hasta el provecho o beneficio
que obtuvieron del acto jurídico.

4. ¿Habrá algún distingo en el artículo?


La persona o personas que fraguaron el dolo: responderán por el valor total de los
perjuicios causados;
Los que se aprovecharon del dolo: responden hasta el provecho o beneficio que
obtuvieron del acto jurídico.

5. Segundo ámbito en que podría operar el dolo


 En la ejecución de los contratos, es decir, en la fase de cumplimiento de las
obligaciones objeto de los mismos: el dolo es aquí un agravante de la
responsabilidad contractual (art. 1558, de incurrir en dolo, se responde de
los perjuicios directos previstos e imprevistos; en cambio, si el
incumplimiento obedece a culpa, sólo se responde de los perjuicios directos
previstos; de los indirectos, no responde ni siquiera aquél que incurrió en
dolo). En este ámbito, el dolo puede definirse como los actos u omisiones
intencionales del deudor para eludir el cumplimiento de su obligación.

6. Hay alguna diferencia entre el primero y el segundo desde el punto de vista


de la oportunidad en que se presenta el dolo.
El dolo como vicio se presenta en el otorgamiento de un acto jurídico unilateral o
en la formación del consentimiento en los actos jurídicos bilaterales.
El dolo como agravante de la responsabilidad contractual opera en la ejecución de
los contratos, en la fase de cumplimiento.

7. En que se traduce esto de que el dolo opere como agravante de la


responsabilidad contractual
De incurrir en dolo, se responde de los perjuicios directos previstos e imprevistos;
en cambio, si el incumplimiento obedece a culpa, sólo se responde de los perjuicios
directos previstos; de los indirectos, no responde ni siquiera aquél que incurrió en
dolo

8. Recuerda que articulo sería el que sirve de fundamento, además del art.
1558.
El artículo 1546.
Art. 1546. Los contratos deben ejecutarse de buena fe, y por consiguiente obligan
no sólo a lo que en ellos se expresa, sino a todas las cosas que emanan
precisamente de la naturaleza de la obligación, o que por la ley o la costumbre
pertenecen a ella.

9. Recuerda como comienza el articulo Art. 1546, qué consagra


Art. 1546. Los contratos deben ejecutarse de buena fe, y por consiguiente obligan
no sólo a lo que en ellos se expresa, sino a todas las cosas que emanan
precisamente de la naturaleza de la obligación, o que por la ley o la costumbre
pertenecen a ella.

10. Tercer ámbito del dolo


En el ámbito de la responsabilidad extracontractual civil: aquí, el dolo es el
elemento constitutivo del delito civil. La definición legal del dolo, consignada en
el art. 44, se refiere a éste último rol del dolo. El dolo consiste en la intención
positiva de inferir injuria a la persona o propiedad de otro.

1. Art. 1444 CC
Art. 1444. Se distinguen en cada contrato las cosas que son de su esencia, las que
son de su naturaleza, y las puramente accidentales. Son de la esencia de un contrato
aquellas cosas sin las cuales o no produce efecto alguno, o degenera en otro
contrato diferente; son de la naturaleza de un contrato las que no siendo esenciales
en él, se entienden pertenecerle, sin necesidad de una cláusula especial; y son
accidentales a un contrato aquellas que ni esencial ni naturalmente le pertenecen,
y que se le agregan por medio de cláusulas especiales.

2. Definición de cada modalidad


El plazo es un hecho futuro y cierto, del cual depende el ejercicio o la extinción de
un derecho.
La condición es un hecho futuro e incierto, del cual depende el nacimiento o la
extinción de un derecho.
El modo es una carga establecida en los actos jurídicos a título gratuito, con el
propósito de limitar el derecho del adquirente.

CIVIL III BIENES


1. ¿En qué términos el CC definió la acción reivindicatoria?

Art. 889. La reivindicación o acción de dominio es la que tiene el dueño de una cosa
SINGULAR, de que no está en posesión, para que el poseedor de ella sea condenado
a restituírsela.

2. A propósito de la acción reivindicatoria, ¿recuerda los requisitos que se


tienen que cumplir para que pueda prosperar la acción?
a. Que se trate de una cosa susceptible de reivindicarse.
la cosa debe ser singular. “Art. 890. Inc. 2º. Pueden reivindicarse las cosas
corporales, raíces y muebles.”
b. Que el que la entabla sea dueño:
Art. 893. La acción reivindicatoria o de dominio corresponde al que tiene la
propiedad plena o nuda, absoluta o fiduciaria de la cosa.
Excepcionalmente el poseedor podrá reivindicar, aunque no se pruebe dominio,
ejercitando la llamada acción publiciana (art. 894), que se concede al que ha
perdido la posesión regular de la cosa y se hallaba en el caso de poderla ganar
por prescripción;
Pero no valdrá ni contra el verdadero dueño, ni contra el que posea con igual o
mejor derecho.
c. Que el dueño esté privado de la posesión.

3. ¿Contra quién no se podría interponer la acción publiciana?

Señala el artículo 894 que la acción publiciana, sin llamarla así, no valdrá ni contra
el verdadero dueño, ni contra el que posea con igual o mejor derecho.

4. ¿Casos de cosas que no son susceptibles de reivindicar?

-No pueden reivindicarse:

 El derecho de herencia: el heredero está amparado por la acción de petición


de herencia. Por ella, no se discute el dominio sino la calidad de heredero.
Puesto que la acción reivindicatoria se dirige a recuperar la posesión de una
cosa singular, no cabe tratándose de una universalidad jurídica como es la
herencia. El heredero sí puede intentar la acción reivindicatoria para
reclamar cosas singulares que están dentro de una universalidad (art. 1268
del CC).
 Los derechos personales: sin perjuicio de que pueda reivindicarse el
documento en el cual consta el crédito (por ejemplo, podría reivindicarse un
pagaré).
 Las cosas muebles compradas por su poseedor en feria, tienda, almacén u
otro establecimiento industrial en que se vendan cosas muebles de la
misma clase (art. 890, inciso 2° y artículo 3° del CC). Por otra parte, se ha
aplicado la disposición del art. 890 inciso 2° del Código Civil a
establecimientos no mencionados en ella, toda vez que el texto es
ejemplificativo y genérico.
 En el pago de lo no debido hay un caso en que no puede reivindicarse. Se ha
pagado una cosa que se creía deber y el supuesto acreedor la enajena. Hay
acción contra el tercero adquirente, si adquirió a título gratuito o si a título
oneroso y de mala fe: art. 2302 del CC. No hay acción contra el tercero de
buena fe que adquirió a título oneroso (artículo 2303).
 Tampoco hay acción reivindicatoria cuando el tercero adquirió la cosa por
prescripción.
 Cuando se ha declarado resuelto un contrato no hay lugar a la acción
reivindicatoria en contra de terceros poseedores de buena fe (arts. 1490 y
1491 del CC).
 Cuando el heredero o legatario indigno transfirió bienes hereditarios o
legados a un tercero de buena fe (artículo 976 del Código Civil).

5. Respecto al derecho real de herencia ¿Por qué no procede? ¿Qué requisito


de la acción no concurre?
El artículo 889 señala que la reivindicación o acción de dominio es la que tiene el
dueño de una cosa singular. Puesto que la acción reivindicatoria se dirige a
recuperar la posesión de una cosa singular, no cabe tratándose de una
universalidad jurídica como es la herencia.

6. ¿Qué otras cosas no son susceptibles de reivindicación? Derecho


personalísimo es reivindicable*.

-No pueden reivindicarse:

 El derecho de herencia: el heredero está amparado por la acción de petición


de herencia. Por ella, no se discute el dominio sino la calidad de heredero.
Puesto que la acción reivindicatoria se dirige a recuperar la posesión de una
cosa singular, no cabe tratándose de una universalidad jurídica como es la
herencia. El heredero sí puede intentar la acción reivindicatoria para
reclamar cosas singulares que están dentro de una universalidad (art. 1268
del CC).
 Los derechos personales: sin perjuicio de que pueda reivindicarse el
documento en el cual consta el crédito (por ejemplo, podría reivindicarse un
pagaré).
 Las cosas muebles compradas por su poseedor en feria, tienda, almacén u
otro establecimiento industrial en que se vendan cosas muebles de la
misma clase (art. 890, inciso 2° y artículo 3° del CC). Por otra parte, se ha
aplicado la disposición del art. 890 inciso 2° del Código Civil a
establecimientos no mencionados en ella, toda vez que el texto es
ejemplificativo y genérico.
 En el pago de lo no debido hay un caso en que no puede reivindicarse. Se ha
pagado una cosa que se creía deber y el supuesto acreedor la enajena. Hay
acción contra el tercero adquirente, si adquirió a título gratuito o si a título
oneroso y de mala fe: art. 2302 del CC. No hay acción contra el tercero de
buena fe que adquirió a título oneroso (artículo 2303).
 Tampoco hay acción reivindicatoria cuando el tercero adquirió la cosa por
prescripción.
 Cuando se ha declarado resuelto un contrato no hay lugar a la acción
reivindicatoria en contra de terceros poseedores de buena fe (arts. 1490 y
1491 del CC).
 Cuando el heredero o legatario indigno transfirió bienes hereditarios o
legados a un tercero de buena fe (artículo 976 del Código Civil).

7. En el caso del derecho personal, ¿qué podría reivindicarse?

Podría reivindicarse el documento en el cual consta el crédito (por ejemplo, podría


reivindicarse un pagaré).
1. ¿En qué términos el CC se refiere a la mera tenencia?

Art. 714. Se llama mera tenencia la que se ejerce sobre una cosa, no como dueño,
sino en lugar o a nombre del dueño.
El acreedor prendario, el secuestre, el usufructuario, el usuario, el que tiene el
derecho de habitación, son meros tenedores de la cosa empeñada, secuestrada, o
cuyo usufructo, uso o habitación les pertenece.
Lo dicho se aplica generalmente a todo el que tiene una cosa reconociendo dominio
ajeno.

No vemos como necesario el reconocimiento de dominio ajeno; también hay que


calificar de mero tenedor al que simplemente detenta la cosa (sin ánimo de dueño)
sin tener reflexión alguna acerca de si tiene dueño o no. Entonces, lo importante
no es el reconocimiento de dominio ajeno, sino la convicción de que la cosa no
es propia. Por ello, a las dos hipótesis de mero tenedor del art. 714 (en lugar y a
nombre, y reconociendo dominio ajeno), agregaríamos la siguiente: quien tiene una
cosa sin reconocer dominio ajeno y al mismo tiempo sin ánimo de señor o dueño.
Arturo Selman, al referirse a los estados de los individuos frente a una cosa, alude
a cuatro situaciones: la del dueño, la del poseedor, la del mero tenedor y la del
precarista

2. ¿Recuerda las características de la mera tenencia?


Absoluta: se es mero tenedor tanto respecto del dueño de la cosa como ante los
terceros (no permite ejercitar acciones posesorias, excepcionalmente el mero
tenedor puede interponer la querella de restablecimiento si fuere despojado
violentamente)
Perpetua: Si el causante es mero tenedor, también el causahabiente o sucesor a
cualquier título lo será, por regla general.
Inmutable: La mera tenencia no puede transformarse en posesión, puesto que nadie
puede mejorar su propio título.

3. Particularmente, ¿no muta en qué?


En posesión.

4. ¿Que no podría operar, en principio?


No podría operar la prescripción adquisitiva.

5. Sin embargo, hay un caso en que el mero tenedor podría adquirir el dominio,
¿cuáles son los supuestos?

Efectivamente, el mero tenedor podría adquirir el dominio por prescripción


adquisitiva extraordinaria, de acuerdo con el art. 2510 regla 3ª:
3a. Pero la existencia de un título de mera tenencia hará presumir mala fe, y no dará
lugar a la prescripción, a menos de concurrir estas dos circunstancias:
1a. Que el que se pretende dueño no pueda probar que en los últimos diez años
se haya reconocido expresa o tácitamente su dominio por el que alega la
prescripción;
2a. Que el que alega la prescripción pruebe haber poseído sin violencia,
clandestinidad ni interrupción por el mismo espacio de tiempo.
Art. 730. Si el que tiene la cosa en lugar y a nombre de otro, la usurpa dándose
por dueño de ella, no se pierde por una parte la posesión ni se adquiere por otra;
a menos que el usurpador enajene a su propio nombre la cosa. En este caso la
persona a quien se enajena adquiere la posesión de la cosa, y pone fin a la
posesión anterior.
Con todo, si el que tiene la cosa en lugar y a nombre de un poseedor inscrito, se
da por dueño de ella y la enajena, no se pierde por una parte la posesión ni se
adquiere por otra, sin la competente inscripción.

6. Aunque el CC no hace ningún distingo respecto de la clase de bien, en la


práctica uno debiera concluir que ese art… ¿Respecto de qué bienes podría
operar?
Únicamente respecto de los bienes muebles.

7. ¿Por qué no de los inmuebles?

En virtud de lo que señalan los artículos 724 y 728. El primero señala que respecto
de las cosas cuya tradición debe hacerse por inscripción en el CBR, lo que incluye a
los inmuebles, nadie podrá adquirir la posesión sino por tal medio, es decir,
mediante la inscripción.
El art. 728 señala que para que cese la posesión inscrita, es necesario que se cancele.

Art. 724. Si la cosa es de aquellas cuya tradición deba hacerse por inscripción en el
Registro del Conservador, nadie podrá adquirir la posesión de ella sino por este
medio.

Art. 728. Para que cese la posesión inscrita, es necesario que la inscripción se cancele,
sea por voluntad de las partes, o por una nueva inscripción en que el poseedor
inscrito transfiere su derecho a otro, o por decreto judicial.
Mientras subsista la inscripción, el que se apodera de la cosa a que se refiere el título
inscrito, no adquiere posesión de ella ni pone fin a la posesión existente.

8. Ayer había un remate en un juzgado civil de Santiago y la cónyuge de mi


ejecutado invoco una tercería de posesión sobre un inmueble, acompañando
el acuerdo completo y suficiente aprobado por el juzgado de familia cuando
se divorciaron, pero hay un detalle, el acuerdo jamás fue inscrito y en él el
marido le transfería a su mujer el inmueble en cuestión, embargado. El juez
civil suspendió el remate ¿qué le parece a usted eso?. El juez no actuó bien
pues no había posesión.

En tal caso se hacía necesario que la inscripción se cancelara mediante una nueva
inscripción en que el poseedor inscrito, el marido, transfiriera su derecho a su
mujer. De manera que debió haberse inscrito la EP o el acta extendida y
protocolizada ante notario público o la transacción aprobada judicialmente en que
constaba el acuerdo completo y suficiente.

9. El CC a propósito de la posesión de los inmuebles señala en el art. 728 que


tiene que ocurrir para que aquel que era poseedor de un inmueble deje de
serlo. ¿Qué tiene que ocurrir para que una persona que está en posesión de
un inmueble deje de poseer?
Art. 728. Para que cese la posesión inscrita, es necesario que la inscripción se
cancele, sea por voluntad de las partes, o por una nueva inscripción en que el
poseedor inscrito transfiere su derecho a otro, o por decreto judicial.
Mientras subsista la inscripción, el que se apodera de la cosa a que se refiere el
título inscrito, no adquiere posesión de ella ni pone fin a la posesión existente.

10. ¿Recuerda las 3 hipótesis de cancelación?

 Cancelación por voluntad de las partes. Se produce a consecuencia de una


convención celebrada con el objeto de dejar sin efecto una inscripción:
resciliación de una compraventa, por ejemplo. Las partes contratantes,
acuerdan dejar sin efecto un contrato de compraventa de un inmueble,
retrotrayéndose al estado previo al de la celebración del contrato (en la
medida que con ello no se perjudique a terceros). Con el mérito de la
escritura de resciliación, el Conservador de Bienes Raíces competente
procederá a cancelar la inscripción que había efectuado a nombre del
comprador, “reviviendo” la inscripción anterior, a favor del vendedor
(aunque una parte de la doctrina sostiene que, en este caso, debe efectuarse
una nueva inscripción, a nombre del vendedor). La convención debe constar
en instrumento público o auténtico y debe efectuarse materialmente en el
Registro del Conservador.
En este caso, tras la cancelación de la inscripción vigente, revivirá la
inscripción precedente. De lo anterior se dejará constancia mediante
anotaciones marginales, en ambas inscripciones.
 Por una nueva inscripción en que el poseedor inscrito transfiere su
derecho a otro. Es el caso más usual. Aquí estamos ante un caso de
cancelación virtual, que se produce en forma automática por el hecho de que
el poseedor inscrito transfiere su derecho a otro simultáneamente con
efectuarse la tradición mediante la inscripción a favor del adquirente, queda
cancelada la inscripción anterior. En todo caso en la nueva inscripción debe
hacerse mención a la inscripción precedente, para mantener la continuidad
de la historia de la propiedad raíz. Tal sería la cancelación material.
 Por decreto judicial. Se produce la cancelación por esta vía, cuando se ha
seguido un juicio y en él obtiene una de las partes el reconocimiento de la
posesión que mantiene ordenándose cancelar una inscripción paralela; o
cuando se obtiene que se le dé o devuelva la posesión que mantiene
ilegalmente la otra parte. Así, puede ocurrir que ambas partes tengan
inscripción y discutan en el juicio cuál de ellos es el poseedor. La sentencia
ordenará cancelar una de las inscripciones. A su vez, puede ocurrir que se
inicie un juicio para que se dé o recupere la posesión, poniendo fin a la
posesión inscrita existente, como acontece al interponer una acción
reivindicatoria. En este caso, la sentencia ordenará cancelar la inscripción del
poseedor no dueño. Al igual que en el primer caso, la cancelación por decreto
judicial se hace materialmente por medio de una subinscripción al margen
de la inscripción.

11. ¿Respecto a la voluntad de las partes, en qué acto jurídico se traduce?


En el contemplado en el inciso primero del artículo 1567, esto es, LA RESCILIACIÓN.
Ella es una convención en que las partes interesadas, siendo capaces de disponer
libremente de lo suyo, consienten en dejar sin efecto una convención o contrato,
extinguiéndose las obligaciones vigentes.
Las obligaciones deben estar vigentes, esto es, no cumplidas en su totalidad, pues
si así fuere, en rigor ya no podrían resciliarse, por la sencilla razón de que no
existirían obligaciones destinadas a extinguirse.

Art. 1567. Toda obligación puede extinguirse por una convención en que las partes
interesadas, siendo capaces de disponer libremente de lo suyo, consienten en darla
por nula.

12. De ejemplos de la hipótesis del decreto judicial. Si no se pagó el precio ¿qué


puede hacer el comprador? ¿A través de qué acción? Ponga el foco en el art.
1489.
1. Cuando se ha seguido un juicio y en él obtiene una de las partes el
reconocimiento de la posesión que mantiene ordenándose cancelar una
inscripción paralela;
2. Cuando se obtiene que se le dé o devuelva la posesión que mantiene
ilegalmente la otra parte. Así, puede ocurrir que ambas partes tengan
inscripción y discutan en el juicio cuál de ellos es el poseedor. La sentencia
ordenará cancelar una de las inscripciones.
3. A su vez, puede ocurrir que se inicie un juicio para que se dé o recupere la
posesión, poniendo fin a la posesión inscrita existente, como acontece al
interponer una acción reivindicatoria. En este caso, la sentencia ordenará
cancelar la inscripción del poseedor no dueño. Al igual que en el primer caso,
la cancelación por decreto judicial se hace materialmente por medio de una
subinscripción al margen de la inscripción.

13. En cualquiera de los dos casos (cumplimiento forzado y resolución) el plazo


que tiene de prescripción de la acción.

Tratándose del cumplimiento forzado:


Art. 2515. Este tiempo es en general de tres años para las acciones ejecutivas y de
cinco para las ordinarias.
La acción ejecutiva se convierte en ordinaria por el lapso de tres años, y convertida
en ordinaria durará solamente otros dos.
Se cuentan desde que la obligación se hizo exigible.

Tratándose de la acción resolutoria, hay que distinguir entre la que emana de la


CRT y la que emana del pacto comisorio:
 La acción resolutoria que emana de una condición resolutoria tácita no
tiene reglas especiales y por lo tanto se le aplican las reglas generales de la
prescripción:
 La acción prescribe en 5 años: art. 2515, 1º (excepcionalmente,
prescribirá en 4 años, en el caso de una donación con cargas, artículo
1427).
 La prescripción corre desde que se hizo exigible la obligación
infringida: art. 2514, 2º.
 La prescripción se suspende: arts. 2509 inciso 1 y 2520 (no se
suspenderá, sin embargo, en el caso de una donación con cargas).
 La ley ha establecido reglas especiales tratándose de la prescripción de la
acción resolutoria que emana de un pacto comisorio:
o Prescribe la acción en 4 años, o en el plazo menor estipulado por las
partes: art. 1880.
o La prescripción no corre desde que la obligación se hizo exigible, sino
que desde la fecha del contrato (art. 1880, 1º).
o La prescripción, por ser de corto tiempo, no se suspende: corre en
contra de toda clase de personas (art. 2524).

11. Recordemos el concepto de la acción reivindicatoria del CC.

Art. 889 CC. La reivindicación o acción de dominio es la que tiene el dueño de una
cosa singular, de que no está en posesión, para que el poseedor de ella sea
condenado a restituírsela.

12. ¿Cuáles serían los requisitos que se deben cumplir para poder interponerla?

a. Que se trate de una cosa susceptible de reivindicarse.


La cosa debe ser singular. “Art. 890. Inc. 2º. Pueden reivindicarse las cosas
corporales, raíces y muebles.”
b. Que el que la entabla sea dueño:
Art. 893. La acción reivindicatoria o de dominio corresponde al que tiene la
propiedad plena o nuda, absoluta o fiduciaria de la cosa.
Excepcionalmente el poseedor podrá reivindicar, aunque no se pruebe dominio,
ejercitando la llamada acción publiciana (art. 894), que se concede al que ha
perdido la posesión regular de la cosa y se hallaba en el caso de poderla ganar
por prescripción;
Pero no valdrá ni contra el verdadero dueño, ni contra el que posea con igual o
mejor derecho.
c. Que el dueño esté privado de la posesión.

13. Cosas que no son susceptibles de reivindicación


-No pueden reivindicarse:

 El derecho de herencia: el heredero está amparado por la acción de petición


de herencia. Por ella, no se discute el dominio sino la calidad de heredero.
Puesto que la acción reivindicatoria se dirige a recuperar la posesión de una
cosa singular, no cabe tratándose de una universalidad jurídica como es la
herencia. El heredero sí puede intentar la acción reivindicatoria para
reclamar cosas singulares que están dentro de una universalidad (art. 1268
del CC).
 Los derechos personales: sin perjuicio de que pueda reivindicarse el
documento en el cual consta el crédito (por ejemplo, podría reivindicarse un
pagaré).
 Las cosas muebles compradas por su poseedor en feria, tienda, almacén u
otro establecimiento industrial en que se vendan cosas muebles de la
misma clase (art. 890, inciso 2° y artículo 3° del CC). Por otra parte, se ha
aplicado la disposición del art. 890 inciso 2° del Código Civil a
establecimientos no mencionados en ella, toda vez que el texto es
ejemplificativo y genérico.
 En el pago de lo no debido hay un caso en que no puede reivindicarse. Se ha
pagado una cosa que se creía deber y el supuesto acreedor la enajena. Hay
acción contra el tercero adquirente, si adquirió a título gratuito o si a título
oneroso y de mala fe: art. 2302 del CC. No hay acción contra el tercero de
buena fe que adquirió a título oneroso (artículo 2303).
 Tampoco hay acción reivindicatoria cuando el tercero adquirió la cosa por
prescripción.
 Cuando se ha declarado resuelto un contrato no hay lugar a la acción
reivindicatoria en contra de terceros poseedores de buena fe (arts. 1490 y
1491 del CC).
 Cuando el heredero o legatario indigno transfirió bienes hereditarios o
legados a un tercero de buena fe (artículo 976 del Código Civil).

14. En relación con un derecho personal, ¿qué se podría reivindicar?


El documento en el cual consta el crédito (por ejemplo, podría reivindicarse un
pagaré).

15. ¿Qué derecho real no es reivindicable, que tiene su propia acción?

El derecho de herencia: el heredero está amparado por la acción de petición de


herencia. Por ella, no se discute el dominio sino la calidad de heredero. Puesto que
la acción reivindicatoria se dirige a recuperar la posesión de una cosa singular, no
cabe tratándose de una universalidad jurídica como es la herencia. El heredero sí
puede intentar la acción reivindicatoria para reclamar cosas singulares que están
dentro de una universalidad (art. 1268 del CC).

16. Ejemplo de cosa que pudo ser reivindicable pero que ya no lo es.

 En el pago de lo no debido hay un caso en que no puede reivindicarse. Se ha


pagado una cosa que se creía deber y el supuesto acreedor la enajena. Hay
acción contra el tercero adquirente, si adquirió a título gratuito o si a título
oneroso y de mala fe: art. 2302 del CC. No hay acción contra el tercero de
buena fe que adquirió a título oneroso (artículo 2303).
 Cuando el tercero adquirió la cosa por prescripción.
 Cuando se ha declarado resuelto un contrato no hay lugar a la acción
reivindicatoria en contra de terceros poseedores de buena fe (arts. 1490 y
1491 del CC).
 Cuando el heredero o legatario indigno transfirió bienes hereditarios o
legados a un tercero de buena fe (artículo 976 del Código Civil).
17. ¿Cómo define el CC la posesión? ¿Qué dice la parte final del articulo?

Art. 700. La posesión es la tenencia de una cosa determinada con ánimo de señor o
dueño, sea que el dueño o el que se da por tal tenga la cosa por sí mismo, o por
otra persona que la tenga en lugar y a nombre de él.
El poseedor es reputado dueño, mientras otra persona no justifica serlo.

18. ¿Cómo clasifica el CC la posesión?

El CC clasifica a la posesión en el artículo 702, en regular e irregular.


Art. 702. La posesión puede ser regular o irregular.
Se llama posesión regular la que procede de justo título y ha sido adquirida de
buena fe; aunque la buena fe no subsista después de adquirida la posesión. Se
puede ser por consiguiente poseedor regular y poseedor de mala fe, como viceversa
el poseedor de buena fe puede ser poseedor irregular.

Art. 708. Posesión irregular es la que carece de uno o más de los requisitos
señalados en el artículo 702.

19. ¿Qué importancia tiene saber si estamos ante una y otra?


Tanto la posesión regular como la irregular conducen a la prescripción; la primera,
da origen a la prescripción ordinaria; la segunda da origen a la prescripción
extraordinaria.
20. Plazos de una y otra.
Prescripción ordinaria: dos años para los muebles y cinco años para los inmuebles
(artículo 2507). En cuanto al cómputo del plazo, debemos aplicar las reglas
generales (artículos 48 y 50). Es por tanto un plazo de días continuos (no se
suspende en días feriados ni festivos) y de días completos.

Prescripción extraordinaria: Exige 10 años de posesión continua, sin distinguir


entre el tipo de bien.

21. ¿Cuándo se pierde la posesión de un inmueble inscrito?

Art. 728. Para que cese la posesión inscrita, es necesario que la inscripción se
cancele, sea por voluntad de las partes, o por una nueva inscripción en que el
poseedor inscrito transfiere su derecho a otro, o por decreto judicial.
Mientras subsista la inscripción, el que se apodera de la cosa a que se refiere el
título inscrito, no adquiere posesión de ella ni pone fin a la posesión existente.

 Cancelación por voluntad de las partes. Se produce a consecuencia de una


convención celebrada con el objeto de dejar sin efecto una inscripción:
resciliación de una compraventa, por ejemplo. Las partes contratantes,
acuerdan dejar sin efecto un contrato de compraventa de un inmueble,
retrotrayéndose al estado previo al de la celebración del contrato (en la
medida que con ello no se perjudique a terceros). Con el mérito de la
escritura de resciliación, el Conservador de Bienes Raíces competente
procederá a cancelar la inscripción que había efectuado a nombre del
comprador, “reviviendo” la inscripción anterior, a favor del vendedor
(aunque una parte de la doctrina sostiene que, en este caso, debe efectuarse
una nueva inscripción, a nombre del vendedor). La convención debe constar
en instrumento público o auténtico y debe efectuarse materialmente en el
Registro del Conservador.
En este caso, tras la cancelación de la inscripción vigente, revivirá la
inscripción precedente. De lo anterior se dejará constancia mediante
anotaciones marginales, en ambas inscripciones.
 Por una nueva inscripción en que el poseedor inscrito transfiere su
derecho a otro. Es el caso más usual. Aquí estamos ante un caso de
cancelación virtual, que se produce en forma automática por el hecho de que
el poseedor inscrito transfiere su derecho a otro simultáneamente con
efectuarse la tradición mediante la inscripción a favor del adquirente, queda
cancelada la inscripción anterior. En todo caso en la nueva inscripción debe
hacerse mención a la inscripción precedente, para mantener la continuidad
de la historia de la propiedad raíz. Tal sería la cancelación material.
 Por decreto judicial. Se produce la cancelación por esta vía, cuando se ha
seguido un juicio y en él obtiene una de las partes el reconocimiento de la
posesión que mantiene ordenándose cancelar una inscripción paralela; o
cuando se obtiene que se le dé o devuelva la posesión que mantiene
ilegalmente la otra parte. Así, puede ocurrir que ambas partes tengan
inscripción y discutan en el juicio cuál de ellos es el poseedor. La sentencia
ordenará cancelar una de las inscripciones. A su vez, puede ocurrir que se
inicie un juicio para que se dé o recupere la posesión, poniendo fin a la
posesión inscrita existente, como acontece al interponer una acción
reivindicatoria. En este caso, la sentencia ordenará cancelar la inscripción del
poseedor no dueño. Al igual que en el primer caso, la cancelación por decreto
judicial se hace materialmente por medio de una subinscripción al margen
de la inscripción.

22. ¿Cuáles son las 3 hipótesis del art. 728?

 Cancelación por voluntad de las partes. Se produce a consecuencia de una


convención celebrada con el objeto de dejar sin efecto una inscripción:
resciliación de una compraventa, por ejemplo. Las partes contratantes,
acuerdan dejar sin efecto un contrato de compraventa de un inmueble,
retrotrayéndose al estado previo al de la celebración del contrato (en la
medida que con ello no se perjudique a terceros). Con el mérito de la
escritura de resciliación, el Conservador de Bienes Raíces competente
procederá a cancelar la inscripción que había efectuado a nombre del
comprador, “reviviendo” la inscripción anterior, a favor del vendedor
(aunque una parte de la doctrina sostiene que, en este caso, debe efectuarse
una nueva inscripción, a nombre del vendedor). La convención debe constar
en instrumento público o auténtico y debe efectuarse materialmente en el
Registro del Conservador.
En este caso, tras la cancelación de la inscripción vigente, revivirá la
inscripción precedente. De lo anterior se dejará constancia mediante
anotaciones marginales, en ambas inscripciones.
 Por una nueva inscripción en que el poseedor inscrito transfiere su
derecho a otro. Es el caso más usual. Aquí estamos ante un caso de
cancelación virtual, que se produce en forma automática por el hecho de que
el poseedor inscrito transfiere su derecho a otro simultáneamente con
efectuarse la tradición mediante la inscripción a favor del adquirente, queda
cancelada la inscripción anterior. En todo caso en la nueva inscripción debe
hacerse mención a la inscripción precedente, para mantener la continuidad
de la historia de la propiedad raíz. Tal sería la cancelación material.
 Por decreto judicial. Se produce la cancelación por esta vía, cuando se ha
seguido un juicio y en él obtiene una de las partes el reconocimiento de la
posesión que mantiene ordenándose cancelar una inscripción paralela; o
cuando se obtiene que se le dé o devuelva la posesión que mantiene
ilegalmente la otra parte. Así, puede ocurrir que ambas partes tengan
inscripción y discutan en el juicio cuál de ellos es el poseedor. La sentencia
ordenará cancelar una de las inscripciones. A su vez, puede ocurrir que se
inicie un juicio para que se dé o recupere la posesión, poniendo fin a la
posesión inscrita existente, como acontece al interponer una acción
reivindicatoria. En este caso, la sentencia ordenará cancelar la inscripción del
poseedor no dueño. Al igual que en el primer caso, la cancelación por decreto
judicial se hace materialmente por medio de una subinscripción al margen
de la inscripción.

23. ¿En el segundo caso cuándo se entiende que se produce la cancelación? Algo
debe ocurrir en el registro conservatorio.
Por una nueva inscripción en que el poseedor inscrito transfiere su derecho a
otro. Es el caso más usual. Aquí estamos ante un caso de cancelación virtual,
que se produce en forma automática por el hecho de que el poseedor inscrito
transfiere su derecho a otro. Simultáneamente con efectuarse la tradición
mediante la inscripción a favor del adquirente, queda cancelada la
inscripción anterior. En todo caso en la nueva inscripción debe hacerse mención
a la inscripción precedente, para mantener la continuidad de la historia de la
propiedad raíz. Tal sería la cancelación material.

24. La compraventa que recae en inmuebles ¿cómo se debe celebrar?


Debe otorgarse mediante escritura pública, según lo señala el art. 1801 inc. 2º.

Art. 1801 inc. 2º. La venta de los bienes raíces, servidumbre y censos, y la de una
sucesión hereditaria, no se reputan perfectas ante la ley, mientras no se ha otorgado
escritura pública.
25. ¿En qué otros casos se exige escritura pública?
En la venta de las servidumbres y censos, y la de una sucesión hereditaria.

26. Finalmente, ¿volviendo al 728…? (último caso)


Por decreto judicial. Se produce la cancelación por esta vía, cuando se ha seguido
un juicio y en él obtiene una de las partes el reconocimiento de la posesión que
mantiene ordenándose cancelar una inscripción paralela; o cuando se obtiene que
se le dé o devuelva la posesión que mantiene ilegalmente la otra parte. Así, puede
ocurrir que ambas partes tengan inscripción y discutan en el juicio cuál de ellos es
el poseedor. La sentencia ordenará cancelar una de las inscripciones. A su vez,
puede ocurrir que se inicie un juicio para que se dé o recupere la posesión,
poniendo fin a la posesión inscrita existente, como acontece al interponer una
acción reivindicatoria. En este caso, la sentencia ordenará cancelar la inscripción
del poseedor no dueño. Al igual que en el primer caso, la cancelación por decreto
judicial se hace materialmente por medio de una subinscripción al margen de la
inscripción.

1. ¿Qué fines puede cumplir en el ordenamiento nacional la inscripción hecha


en el registro conservatorio de bienes raíces?

Las finalidades jurídicas de nuestro Registro Conservatorio de Bienes Raíces son:

1º Realización de la tradición de los derechos reales en inmuebles: art. 686.

2º Publicidad de la propiedad raíz: persigue, como dice el Mensaje del CC., ponerla
a la vista de todos, en un cuadro que represente instantáneamente sus mutaciones,
cargas y divisiones sucesivas, evitándose así los engaños a terceros.

3º Para conservar la historia de la propiedad raíz, de manera que sea posible


conocer la secuencia de poseedores inscritos, remontándonos desde el presente a
la primera inscripción.

4º Requisito, garantía y prueba de la posesión de los bienes raíces; en efecto:


Sirve de requisito para adquirir la posesión de bienes inmuebles. Art. 724:
“Si la cosa es de aquellas cuya tradición deba hacerse por inscripción en el
Registro del Conservador, nadie podrá adquirir la posesión de ella sino por
este medio”);
Posibilita probar dicha posesión (art. 924: “La posesión de los derechos
inscritos se prueba por la inscripción y mientras ésta subsista, y con tal que
haya durado un año completo, no es admisible ninguna prueba de posesión
con que se pretenda impugnarla”);
Constituye una garantía de conservar la misma (arts. 728 y 2505. El primero
establece que “Para que cese la posesión inscrita, es necesario que la
inscripción se cancele, sea por voluntad de las partes, o por una nueva
inscripción en que el poseedor inscrito transfiere su derecho a otro, o por
decreto judicial. Mientras subsista la inscripción, el que se apodera de la cosa
a que se refiere el título inscrito, no adquiere posesión de ella ni pone fin a
la posesión existente”; el segundo, dispone que “Contra un título inscrito no
tendrá lugar la prescripción adquisitiva de bienes raíces, o de derechos reales
constituidos en éstos, sino en virtud de otro título inscrito; ni empezará a
correr sino desde la inscripción del segundo.”
5º En algunos casos, se afirma que la inscripción es solemnidad de un acto o
contrato, de algunos actos jurídicos que recaen en bienes raíces.

2. Usted tiene la copia de dominio vigente, ¿cómo puede saber quién fue el
propietario anterior, el precedente y cómo retroceder? ¿Concretamente qué
aparece al final de la inscripción de dominio? Como saber que libro tiene que
pedir para ver el título del antecesor. Titulo anterior a fojas numero X y eso
es lo que permite reconstituir la historia de la propiedad raíz.
En Chile, el esquema de una inscripción de dominio es el siguiente (artículo 690
del Código Civil y artículo 78 del Reglamento del Registro Conservatorio):

i. Fecha de la inscripción (En Santiago, a …del año…).


ii. Naturaleza y fecha del título (por compraventa de fecha …. de …… del año).
iii. Nombres, apellidos y domicilios de las partes (don ……. vendió a don ……).
iv. El nombre y linderos del fundo, es decir, designación de la cosa, según
aparezca en el título (el inmueble ubicado en la ciudad de Santiago, calle …N°
……, Comuna de …., cuyos deslindes son ……).
v. Oficina o archivo en que se guarde el original (todo ello según da cuenta la
escritura pública de fecha ……………, Repertorio número ……, otorgada en
la Notaría de esta ciudad de don ………………).
vi. Título anterior (El título anterior rola a fojas …. número ……. Del Registro de
Propiedad de este Conservador, correspondiente al año …).
vii. Firma del Conservador.

3. ¿La inscripción sólo constituye la forma de hacer tradición del dominio?


¿Qué otro derecho real?
De la misma manera se efectuará la tradición de los derechos de usufructo o de
uso constituidos en bienes raíces, de los derechos de habitación (son
personalísimos, no se pueden transferir, se refiere a la constitución) o de censo y
del derecho de hipoteca.

4. Detengamos en el art. 728, porque ese articulo nos indica que una persona
no pierde la posesión de un inmueble sino en la medida que ocurre qué cosa.
¿Cuáles son las formas?

Art. 728. Para que cese la posesión inscrita, es necesario que la inscripción se
cancele, sea por voluntad de las partes, o por una nueva inscripción en que el
poseedor inscrito transfiere su derecho a otro, o por decreto judicial.
Mientras subsista la inscripción, el que se apodera de la cosa a que se refiere el
título inscrito, no adquiere posesión de ella ni pone fin a la posesión existente.

 Cancelación por voluntad de las partes. Se produce a consecuencia de una


convención celebrada con el objeto de dejar sin efecto una inscripción:
resciliación de una compraventa, por ejemplo. Las partes contratantes,
acuerdan dejar sin efecto un contrato de compraventa de un inmueble,
retrotrayéndose al estado previo al de la celebración del contrato (en la
medida que con ello no se perjudique a terceros). Con el mérito de la
escritura de resciliación, el Conservador de Bienes Raíces competente
procederá a cancelar la inscripción que había efectuado a nombre del
comprador, “reviviendo” la inscripción anterior, a favor del vendedor
(aunque una parte de la doctrina sostiene que, en este caso, debe efectuarse
una nueva inscripción, a nombre del vendedor). La convención debe constar
en instrumento público o auténtico y debe efectuarse materialmente en el
Registro del Conservador.
En este caso, tras la cancelación de la inscripción vigente, revivirá la
inscripción precedente. De lo anterior se dejará constancia mediante
anotaciones marginales, en ambas inscripciones.
 Por una nueva inscripción en que el poseedor inscrito transfiere su
derecho a otro. Es el caso más usual. Aquí estamos ante un caso de
cancelación virtual, que se produce en forma automática por el hecho de que
el poseedor inscrito transfiere su derecho a otro simultáneamente con
efectuarse la tradición mediante la inscripción a favor del adquirente, queda
cancelada la inscripción anterior. En todo caso en la nueva inscripción debe
hacerse mención a la inscripción precedente, para mantener la continuidad
de la historia de la propiedad raíz. Tal sería la cancelación material.
 Por decreto judicial. Se produce la cancelación por esta vía, cuando se ha
seguido un juicio y en él obtiene una de las partes el reconocimiento de la
posesión que mantiene ordenándose cancelar una inscripción paralela; o
cuando se obtiene que se le dé o devuelva la posesión que mantiene
ilegalmente la otra parte. Así, puede ocurrir que ambas partes tengan
inscripción y discutan en el juicio cuál de ellos es el poseedor. La sentencia
ordenará cancelar una de las inscripciones. A su vez, puede ocurrir que se
inicie un juicio para que se dé o recupere la posesión, poniendo fin a la
posesión inscrita existente, como acontece al interponer una acción
reivindicatoria. En este caso, la sentencia ordenará cancelar la inscripción del
poseedor no dueño. Al igual que en el primer caso, la cancelación por decreto
judicial se hace materialmente por medio de una subinscripción al margen
de la inscripción.

5. ¿Qué es una resciliación?


Ella es una convención en que las partes interesadas, siendo capaces de disponer
libremente de lo suyo, consienten en dejar sin efecto una convención o contrato,
extinguiéndose las obligaciones vigentes.
Las obligaciones deben estar vigentes, esto es, no cumplidas en su totalidad, pues
si así fuere, en rigor ya no podrían resciliarse, por la sencilla razón de que no
existirían obligaciones destinadas a extinguirse.

Art. 1567. Toda obligación puede extinguirse por una convención en que las partes
interesadas, siendo capaces de disponer libremente de lo suyo, consienten en darla
por nula.

6. Siempre que estas partes sean…

Capaces de disponer libremente de lo suyo.

7. ¿Usted podría resciliar un contrato siempre y cuando… que tiene que estar
ahí pendiente?

Las obligaciones deben estar pendientes, no cumplidas en su totalidad, pues si así


fuere, en rigor ya no podrían resciliarse, por la sencilla razón de que no existirían
obligaciones destinadas a extinguirse.

8. ¿Segunda forma de cancelar? Denos ejemplos en que el juez podría ordenar


al CBR cancelar la inscripción. ¿Qué otra resolución, que no tenga carácter
anulatorio?

 Cancelación por voluntad de las partes. Se produce a consecuencia de una


convención celebrada con el objeto de dejar sin efecto una inscripción:
resciliación de una compraventa, por ejemplo. Las partes contratantes,
acuerdan dejar sin efecto un contrato de compraventa de un inmueble,
retrotrayéndose al estado previo al de la celebración del contrato (en la
medida que con ello no se perjudique a terceros). Con el mérito de la
escritura de resciliación, el Conservador de Bienes Raíces competente
procederá a cancelar la inscripción que había efectuado a nombre del
comprador, “reviviendo” la inscripción anterior, a favor del vendedor
(aunque una parte de la doctrina sostiene que, en este caso, debe efectuarse
una nueva inscripción, a nombre del vendedor). La convención debe constar
en instrumento público o auténtico y debe efectuarse materialmente en el
Registro del Conservador.
En este caso, tras la cancelación de la inscripción vigente, revivirá la
inscripción precedente. De lo anterior se dejará constancia mediante
anotaciones marginales, en ambas inscripciones.
 Por una nueva inscripción en que el poseedor inscrito transfiere su
derecho a otro. Es el caso más usual. Aquí estamos ante un caso de
cancelación virtual, que se produce en forma automática por el hecho de que
el poseedor inscrito transfiere su derecho a otro simultáneamente con
efectuarse la tradición mediante la inscripción a favor del adquirente, queda
cancelada la inscripción anterior. En todo caso en la nueva inscripción debe
hacerse mención a la inscripción precedente, para mantener la continuidad
de la historia de la propiedad raíz. Tal sería la cancelación material.
 Por decreto judicial. Se produce la cancelación por esta vía, cuando se ha
seguido un juicio y en él obtiene una de las partes el reconocimiento de la
posesión que mantiene ordenándose cancelar una inscripción paralela; o
cuando se obtiene que se le dé o devuelva la posesión que mantiene
ilegalmente la otra parte. Así, puede ocurrir que ambas partes tengan
inscripción y discutan en el juicio cuál de ellos es el poseedor. La sentencia
ordenará cancelar una de las inscripciones. A su vez, puede ocurrir que se
inicie un juicio para que se dé o recupere la posesión, poniendo fin a la
posesión inscrita existente, como acontece al interponer una acción
reivindicatoria. En este caso, la sentencia ordenará cancelar la inscripción
del poseedor no dueño. Al igual que en el primer caso, la cancelación por
decreto judicial se hace materialmente por medio de una subinscripción al
margen de la inscripción.

9. ¿Nueva inscripción… recuerda la glosa siguiente? Que se hará por qué, que
es lo que ocurre.
Por una nueva inscripción en que el poseedor inscrito transfiere su derecho a
otro.

10. ¿Qué piensa usted respecto a la primera y tercera hipótesis, se practica una
nueva inscripción también?
En los casos de cancelación por voluntad de las partes y por decreto judicial, el
Conservador de Bienes Raíces competente procederá a cancelar la inscripción
mediante una subinscripción al margen derecho de la inscripción, es decir,
mediante anotaciones marginales.

11. Este art. 728 se vincula con otro que esta en las normas de prescripción, el
art. 2505, ambos se vinculan con qué concepto de estos 3: requisito, prueba
y garantía.

Constituye una garantía de conservar la misma: arts. 728 y 2505.


El primero establece que “Para que cese la posesión inscrita, es necesario que
la inscripción se cancele, sea por voluntad de las partes, o por una nueva inscripción
en que el poseedor inscrito transfiere su derecho a otro, o por decreto judicial.
Mientras subsista la inscripción, el que se apodera de la cosa a que se refiere el
título inscrito, no adquiere posesión de ella ni pone fin a la posesión existente”;

El segundo, dispone que “Contra un título inscrito no tendrá lugar la


prescripción adquisitiva de bienes raíces, o de derechos reales constituidos en
éstos, sino en virtud de otro título inscrito; ni empezará a correr sino desde la
inscripción del segundo.”

Art. 2505. Contra un título inscrito no tendrá lugar la prescripción adquisitiva de


bienes raíces, o de derechos reales constituidos en éstos, sino en virtud de otro título
inscrito; ni empezará a correr sino desde la inscripción del segundo.

12. ¿qué se desprende del art. 2505, cuál es principio que se plantea por tal art.?

Art. 2505. Contra un título inscrito no tendrá lugar la prescripción adquisitiva de


bienes raíces, o de derechos reales constituidos en éstos, sino en virtud de otro título
inscrito; ni empezará a correr sino desde la inscripción del segundo.

Se desprende que contra título inscrito no procede la prescripción adquisitiva de


bienes raíces o de derechos reales constituidos en estos, sino en virtud de otro
título inscrito. El principio que se contiene es que la inscripción constituye garantía
de la posesión de los inmuebles.

13. Por lo tanto, que es lo que no puede correr en perjuicio del poseedor inscrito.

No puede correr plazo para adquirir por prescripción. No tendrá lugar la


prescripción adquisitiva.

14. Recuerda el concepto de prescripción del CC.

Se encuentra en el artículo 2492 del CC:

Art. 2492. La prescripción es un modo de adquirir las cosas ajenas, o de extinguir las
acciones y derechos ajenos, por haberse poseído las cosas o no haberse ejercido
dichas acciones y derechos durante cierto lapso de tiempo, y concurriendo los demás
requisitos legales.
Una acción o derecho se dice prescribir cuando se extingue por la prescripción.

15. Enuncie los requisitos de la prescripción adquisitiva y después los de la


prescripción extintiva

REQUISITOS DE LA PRESCRIPCIÓN ADQUISITIVA.


a. Cosa susceptible de prescripción. La regla general es que las cosas sean
susceptibles de prescripción. Sólo por excepción hay cosas imprescriptibles.
No se pueden adquirir por prescripción:
 Los derechos personales: pues el artículo 2498 no los señala;
 Los derechos de la personalidad: es decir, el conjunto de derechos
inherentes al individuo (recordemos que tienen un carácter extrapatrimonial,
lo que explica que, respecto a ellos, no pueda operar prescripción; por
ejemplo: derecho a la honra, a la imagen, a la privacidad, etc.);
 Los derechos reales expresamente exceptuados por el legislador: vale
decir, las servidumbres discontinuas de cualquier clase y las
servidumbres continuas inaparentes (arts. 882 y 917).
 Las cosas que están fuera del comercio humano: son estas las cosas
comunes a todos los hombres y los bienes nacionales de uso público (en
cambio, sí pueden adquirirse por prescripción los bienes fiscales).
 Las cosas indeterminadas: porque el fundamento de la prescripción es la
posesión, y ésta necesariamente debe recaer sobre una cosa determinada
(como se enfatiza en el artículo 700, al definir la posesión).
 Las cosas propias: porque una cosa sólo puede adquirirse por un modo.
b. La posesión (regular o irregular)
c. El transcurso del tiempo (dependerá de la clase de prescripción que se
invoque)

 Prescripción ordinaria:
+ posesión regular: (JT, BFI, si JT es traslaticio: Tradición)
+ transcurso del plazo legal: 2 y 5 años para los muebles e inmuebles
respectivamente.

 Prescripción extraordinaria
+ posesión irregular: faltan los requisitos de la regular.
+ transcurso del plazo legal: 10 años sin distinguir el tipo de bien.

REQUISITOS DE LA PRESCRIPCIÓN EXTINTIVA:

a) Que la acción sea prescriptible.


b) Que la prescripción sea alegada.
c) Que la prescripción no se haya interrumpido.
d) Que la prescripción no esté suspendida.
e) Que transcurra el tiempo fijado por la ley.

16. Indíquenos ejemplos de cosas no susceptibles de adquirirse por


prescripción.

No se pueden adquirir por prescripción:


 Los derechos personales: pues el artículo 2498 no los señala;
 Los derechos de la personalidad: es decir, el conjunto de derechos
inherentes al individuo (recordemos que tienen un carácter extrapatrimonial,
lo que explica que, respecto a ellos, no pueda operar prescripción; por
ejemplo: derecho a la honra, a la imagen, a la privacidad, etc.);
 Los derechos reales expresamente exceptuados por el legislador: vale
decir, las servidumbres discontinuas de cualquier clase y las
servidumbres continuas inaparentes (arts. 882 y 917).
 Las cosas que están fuera del comercio humano: son estas las cosas
comunes a todos los hombres y los bienes nacionales de uso público (en
cambio, sí pueden adquirirse por prescripción los bienes fiscales).
 Las cosas indeterminadas: porque el fundamento de la prescripción es la
posesión, y ésta necesariamente debe recaer sobre una cosa determinada
(como se enfatiza en el artículo 700, al definir la posesión).
 Las cosas propias: porque una cosa sólo puede adquirirse por un modo.

17. ¿Un derecho de uso o habitación que derecho es? ¿Se podría ganar por
prescripción? ¿Se le aplican las reglas de qué derecho real?

Es un derecho personalísimo, si se puede adquirir por prescripción, se le aplican


las reglas del usufructo.
Art. 812. Los derechos de uso y habitación se constituyen y pierden de la misma
manera que el usufructo.

18. ¿Qué otra cosa no es prescriptible? 2498


 Los derechos personales: pues el artículo 2498 no los señala;
 Los derechos de la personalidad: es decir, el conjunto de derechos
inherentes al individuo (recordemos que tienen un carácter extrapatrimonial,
lo que explica que, respecto a ellos, no pueda operar prescripción; por
ejemplo: derecho a la honra, a la imagen, a la privacidad, etc.);
 Los derechos reales expresamente exceptuados por el legislador: vale
decir, las servidumbres discontinuas de cualquier clase y las
servidumbres continuas inaparentes (arts. 882 y 917).
 Las cosas que están fuera del comercio humano: son estas las cosas
comunes a todos los hombres y los bienes nacionales de uso público (en
cambio, sí pueden adquirirse por prescripción los bienes fiscales).
 Las cosas indeterminadas: porque el fundamento de la prescripción es la
posesión, y ésta necesariamente debe recaer sobre una cosa determinada
(como se enfatiza en el artículo 700, al definir la posesión).
 Las cosas propias: porque una cosa sólo puede adquirirse por un modo.

Art. 2498. Se gana por prescripción el dominio de los bienes corporales raíces o
muebles, que están en el comercio humano, y se han poseído con las condiciones
legales.
Se ganan de la misma manera los otros derechos reales que no están especialmente
exceptuados.

19. Siga con los requisitos de la prescripción adquisitiva


REQUISITOS DE LA PRESCRIPCIÓN ADQUISITIVA.
a. Cosa susceptible de prescripción. La regla general es que las cosas sean
susceptibles de prescripción. Sólo por excepción hay cosas imprescriptibles.
b. La posesión (regular o irregular).
c. El transcurso del tiempo (dependerá de la clase de prescripción que se
invoque)
20. Requisitos de la prescripción extintiva
REQUISITOS DE LA PRESCRIPCIÓN EXTINTIVA:
a) Que la acción sea prescriptible.
b) Que la prescripción sea alegada.
c) Que la prescripción no se haya interrumpido.
d) Que la prescripción no esté suspendida.
e) Que transcurra el tiempo fijado por la ley.
21. Indíquenos dos ejemplos de acciones imprescriptibles.

Son acciones imprescriptibles:


1) La acción del comprador, para citar de evicción al vendedor (artículo 1843
del Código Civil).
2) La acción de partición.
3) La acción de reclamación de estado civil a que aluden los artículos 195 y 320
(contraexcepción: acción a que se refiere el artículo 206).
4) La acción para pedir la destrucción de una obra nueva,
5) La acción de nulidad de matrimonio (art. 48 Ley de Matrimonio Civil), salvo
excepciones señaladas por la ley.
6) La acción de divorcio (artículo 57, Ley de Matrimonio Civil).
7) La acción de la mujer para pedir la separación total de bienes, poniéndose
fin a la sociedad conyugal.
8) La acción de demarcación y de cerramiento: subsisten, mientras se tenga
el dominio.

22. Sigamos con los requisitos de la prescripción extintiva.


REQUISITOS DE LA PRESCRIPCIÓN EXTINTIVA:
a) Que la acción sea prescriptible.
b) Que la prescripción sea alegada.
c) Que la prescripción no se haya interrumpido.
d) Que la prescripción no esté suspendida.
e) Que transcurra el tiempo fijado por la ley.

1. Que calidades puede tener una persona respecto de una cosa. *Precario

Arturo Selman, al referirse a los estados de los individuos frente a una cosa, alude
a cuatro situaciones: la del dueño, la del poseedor, la del mero tenedor y la del
precarista.
Precarista: quien tiene la tenencia de una cosa por ignorancia o mera tolerancia del
dueño.
2. En qué términos el CC definió el dominio, la posesión y la mera tenencia.

Art. 582. El dominio (que se llama también propiedad) es el derecho real en una
cosa corporal, para gozar y disponer de ella arbitrariamente; no siendo contra la
ley o contra derecho ajeno.
La propiedad separada del goce de la cosa, se llama mera o nuda propiedad.

Art. 700. La posesión es la tenencia de una cosa determinada con ánimo de señor
o dueño, sea que el dueño o el que se da por tal tenga la cosa por sí mismo, o por
otra persona que la tenga en lugar y a nombre de él.
El poseedor es reputado dueño, mientras otra persona no justifica serlo.

Art. 714. Se llama mera tenencia la que se ejerce sobre una cosa, no como dueño,
sino en lugar o a nombre del dueño. El acreedor prendario, el secuestre, el
usufructuario, el usuario, el que tiene el derecho de habitación, son meros
tenedores de la cosa empeñada, secuestrada, o cuyo usufructo, uso o habitación les
pertenece.
Lo dicho se aplica generalmente a todo el que tiene una cosa reconociendo dominio
ajeno.

3. Que señala el inciso segundo del articulo que define al dominio.

Señala que la propiedad separada del goce de la cosa, se llama mera o nuda
propiedad.

4. El artículo se refiere a las cosas corporales, quiere decir ello que no hay
dominio sobre las cosas incorporales

No, puesto que el artículo inmediatamente siguiente señala que sobre las cosas
incorporales hay también una especie de propiedad.

Art. 583. Sobre las cosas incorporales hay también una especie de propiedad. Así, el
usufructuario tiene la propiedad de su derecho de usufructo.

5. De acuerdo con el CC, qué son las cosas incorporales.

Son cosas incorporales las que consisten en meros derechos, como los créditos, y
las servidumbres activas.
Art. 576. Las cosas incorporales son derechos reales o personales.

6. Como se define la posesión. El art. Termina con una presunción, ¿cuál es?
*justifique*

Art. 700. La posesión es la tenencia de una cosa determinada con ánimo de señor
o dueño, sea que el dueño o el que se da por tal tenga la cosa por sí mismo, o por
otra persona que la tenga en lugar y a nombre de él.
El poseedor es reputado dueño, mientras otra persona no justifica serlo.

Todo poseedor es considerado por la ley como dueño (lo que resulta lógico, pues
la ley presume aquello que es normal, y lo usual será que el poseedor sea también
dueño), sin perjuicio de que un tercero puede probar lo contrario (porque la
presunción de dominio a favor del poseedor es simplemente legal, no de derecho).
Si alguien quiere discutirle el dominio, debe probar dicho tercero su calidad de
propietario.

7. ¿Qué es la mera tenencia?

Art. 714. Se llama mera tenencia la que se ejerce sobre una cosa, no como dueño,
sino en lugar o a nombre del dueño. El acreedor prendario, el secuestre, el
usufructuario, el usuario, el que tiene el derecho de habitación, son meros
tenedores de la cosa empeñada, secuestrada, o cuyo usufructo, uso o habitación les
pertenece.
Lo dicho se aplica generalmente a todo el que tiene una cosa reconociendo dominio
ajeno.
8. ¿cuál es la diferencia entre un mero tenedor y un precarista? Precarista no
reconoce dominio ajeno*

En el caso de la mera tenencia existe un vínculo jurídico (derecho personal -


comodato o arrendamiento- o un derecho real -usufructo, prenda-)
En el caso del precarista, esto es, quien tiene la tenencia de una cosa ajena por
ignorancia o mera tolerancia del dueño y carece de un título o contrato que lo
justifique a retener la cosa, existe una situación de hecho, sin vínculo alguno.

9. ¿Cómo clasifica el CC la posesión?

El CC clasifica a la posesión en el artículo 702, en regular e irregular.

Art. 702. La posesión puede ser regular o irregular.


Se llama posesión regular la que procede de justo título y ha sido adquirida de
buena fe; aunque la buena fe no subsista después de adquirida la posesión. Se
puede ser por consiguiente poseedor regular y poseedor de mala fe, como viceversa
el poseedor de buena fe puede ser poseedor irregular.
Si el título es translaticio de dominio, es también necesaria la tradición.
La posesión de una cosa a ciencia y paciencia del que se obligó a entregarla, hará
presumir la tradición; a menos que ésta haya debido efectuarse por la inscripción
del título.

Art. 708. Posesión irregular es la que carece de uno o más de los requisitos
señalados en el artículo 702.

10. Requisitos de la posesión regular

De acuerdo con su definición (art. 702, incisos 2º y 3º), los elementos constitutivos
o requisitos de la posesión regular son tres:
1) Justo título
2) Buena fe inicial, y
3) Tradición si el título es traslaticio de dominio.
Cabe acotar que para calificar la buena fe se atiende sólo al momento inicial de la
posesión y que la tradición sólo es necesaria cuando se invoca un título traslaticio
de dominio.

11. ¿Esa tradición corresponde a la tradición en cuanto modo de adquirir?


*entrega en que se recibe con ánimo de adquirir el dominio*

El CC está aludiendo a la entrega material o ficta de la cosa (artículo 702).

12. ¿cuál sería la posesión irregular?

Art. 708. Posesión irregular es la que carece de uno o más de los requisitos
señalados en el artículo 702. (para la posesión regular).

13. Cuales son los elementos esenciales a toda posesión


 La tenencia o el corpus: es un poder físico o potestad de hecho sobre la
cosa. Savigny afirma que el corpus no supone necesariamente el contacto
inmediato del individuo con el bien poseído. Consiste en la manifestación de
un poder de dominación, en la posibilidad física de disponer materialmente
de la cosa, en forma directa e inmediata, con exclusión de toda intromisión
de extraños. Por ello, si la cosa está temporalmente en manos de un mero
tenedor (un arrendatario o un comodatario, por ejemplo), el corpus continúa
radicado en el poseedor, pues el mero tenedor carece de la facultad para
disponer materialmente de la cosa, pues expirado el derecho en virtud del
cual detenta la cosa, debe restituir la cosa al poseedor. Dicho en otras
palabras: quien tiene la obligación de conservar y restituir, no sólo carece del
animus, sino también del corpus. Concebir el corpus no sólo como tenencia
física sino también como una posibilidad de disponer de la cosa, aunque
eventualmente no se tenga un contacto directo con ella, se relaciona con las
formas simbólicas de tradición de cosa corporal mueble (artículo 684).
Ihering sostiene que el corpus es la exteriorización del derecho de propiedad,
el hecho de conducirse respecto de la cosa como lo haría el propietario.
 El animus: elemento es de carácter psicológico o intelectual. Consiste en
tener la cosa como dueño, en la intención de tener la cosa para sí. Para la
mayoría de la doctrina nacional, nuestro Código Civil da un papel
preponderante al animus, afirmándose que, si bien para adquirir la posesión
se necesita el corpus y el animus, para conservarla basta el último.

14. Describió el CC la buena fe en materia posesoria

Si, la conceptualiza en el artículo 706.


Art. 706. La buena fe es la conciencia de haberse adquirido el dominio de la cosa
por medios legítimos, exentos de fraude y de todo otro vicio.
Así en los títulos translaticios de dominio la buena fe supone la persuasión de
haberse recibido la cosa de quien tenía la facultad de enajenarla, y de no haber
habido fraude ni otro vicio en el acto o contrato.
Un justo error en materia de hecho no se opone a la buena fe.
Pero el error en materia de derecho constituye una presunción de mala fe, que no
admite prueba en contrario.

15. ¿Definió el CC qué se entiende por justo título?

El CC no lo define, sino que se limita a señalar los títulos injustos en el artículo 704.
No obstante, la doctrina ha señalado que podemos llamar título, en materia
posesoria, todo hecho o acto jurídico en virtud del cual una persona adquiere la
posesión de una cosa.
Por justo título se entiende todo hecho o acto jurídico que por su naturaleza y
por su carácter de verdadero y válido es apto para atribuir en abstracto el
dominio.

16. Casos en que no hay justo título


Los títulos injustos se caracterizan en general, porque adolecen de vicios o defectos
que impiden la transferencia del dominio, por causas que miran a la regularidad
del acto mismo y no a la calidad de dueño que pueda investir el otorgante.
Art. 704. No es justo título:
1º) El falsificado, esto es, no otorgado realmente por la persona que se pretende;
2º) El conferido por una persona en calidad de mandatario o representante
legal de otra sin serlo;
3º) El que adolece de un vicio de nulidad, como la enajenación que debiendo
ser autorizada por un representante legal o por decreto judicial, no lo ha
sido; y
4º) El meramente putativo, como el del heredero aparente que no es en realidad
heredero; el del legatario cuyo legado ha sido revocado por un acto
testamentario posterior, etc.
Sin embargo, al heredero putativo a quien por decreto judicial o resolución
administrativa se haya otorgado la posesión efectiva, servirá de justo título el
decreto o resolución; como al legatario putativo el correspondiente acto
testamentario que haya sido legalmente ejecutado.

17. ¿Qué hipótesis de falsificación se identifican por la doctrina?

 La falsificación propiamente tal: que consiste en la creación completa de un


instrumento que en realidad no existe.
 La falsificación material: que se produce cuando existiendo verdaderamente
un documento, se altera su contenido material mediante adiciones o
enmiendas; y
 La falsificación intelectual o ideológica: que consiste en ser falsos los
hechos declarados o certificados por el funcionario.

De las tres hipótesis de falsificación, las dos primeras estarían comprendidas en


el número 1 del artículo 704, y no así la tercera. De esta forma, si lo que resulta
falso sólo es lo que declararon las partes, el título no por ello deja de ser justo.

18. ¿sólo mandatario en el segundo caso?


2º. El conferido por una persona en calidad de mandatario o representante legal
de otra sin serlo;

19. Número tres (título injusto)

3º. El que adolece de un vicio de nulidad, como la enajenación que debiendo ser
autorizada por un representante legal o por decreto judicial, no lo ha sido.

20. Número cuatro (título injusto)

4º. El meramente putativo, como el del heredero aparente que no es en realidad


heredero; el del legatario cuyo legado ha sido revocado por un acto testamentario
posterior, etc.

21. Vincule el numeral cuatro con las posesiones que estudio en la sucesión por
causa de muerte. ¿De las 3 cual se vincula con el numero 4 del art. 704?
El título meramente putativo se vincula con la posesión efectiva de la herencia:
entendida como una declaración judicial, si la herencia fuere testada, o resolución
administrativa, si la herencia fuere intestada, por la cual a determinadas personas
se les tiene por herederos.
Además, señala el inciso final del artículo 704 del CC que el heredero putativo a
quien por decreto judicial o resolución administrativa se haya otorgado la
posesión efectiva, servirá de justo título el decreto o resolución; como al legatario
putativo el correspondiente acto testamentario que haya sido legalmente ejecutado.

Esto debemos vincularlo con el artículo 1269.


Art. 1269. El derecho de petición de herencia expira en diez años. Pero el heredero
putativo, en el caso del inciso final del artículo 704, podrá oponer a esta acción
la prescripción de cinco años.

22. ¿Qué importancia tiene que el heredero aparente tenga justo título?

La importancia radica en que podrá oponer a la acción de petición de herencia la


prescripción de 5 años. Así lo señalan los artículo 704 inciso final y 1269.
Art. 1269. El derecho de petición de herencia expira en diez años. Pero el heredero
putativo, en el caso del inciso final del artículo 704, podrá oponer a esta acción la
prescripción de cinco años.

23. ¿si usted fuera abogado de los verdaderos herederos que se encuentran con
este problema. ¿Heredero putativo solicito la posesión efectiva hace 5 años?
¿Podríamos invocar que le falta otro elemento para poder adquirir? Buena
fe** ¿por qué podría no tener buena fe inicial?

Podríamos invocar que le falta buena fe inicial, pero habría que probarla, pues la
buena fe se presume.
Podría no tener buena fe inicial porque sabía que no tenía la calidad de heredero y
no obstante solicitó la posesión efectiva-

1. Refiérase a los posibles fines que tiene en el derecho chileno la inscripción


en el registro conservatorio chileno

Las finalidades jurídicas de nuestro Registro Conservatorio de Bienes Raíces son:

1º Realización de la tradición de los derechos reales en inmuebles: art. 686.

2º Publicidad de la propiedad raíz: persigue, como dice el Mensaje del CC., ponerla
a la vista de todos, en un cuadro que represente instantáneamente sus mutaciones,
cargas y divisiones sucesivas, evitándose así los engaños a terceros.

3º Para conservar la historia de la propiedad raíz, de manera que sea posible


conocer la secuencia de poseedores inscritos, remontándonos desde el presente a
la primera inscripción. (el título anterior consta a fojas X)

4º Requisito, garantía y prueba de la posesión de los bienes raíces; en efecto:

Sirve de requisito para adquirir la posesión de bienes inmuebles. Art. 724:


“Si la cosa es de aquellas cuya tradición deba hacerse por inscripción en el
Registro del Conservador, nadie podrá adquirir la posesión de ella sino por
este medio”);
Posibilita probar dicha posesión (art. 924: “La posesión de los derechos
inscritos se prueba por la inscripción y mientras ésta subsista, y con tal que
haya durado un año completo, no es admisible ninguna prueba de posesión
con que se pretenda impugnarla”);
Constituye una garantía de conservar la misma (arts. 728 y 2505. El primero
establece que “Para que cese la posesión inscrita, es necesario que la
inscripción se cancele, sea por voluntad de las partes, o por una nueva
inscripción en que el poseedor inscrito transfiere su derecho a otro, o por
decreto judicial. Mientras subsista la inscripción, el que se apodera de la cosa
a que se refiere el título inscrito, no adquiere posesión de ella ni pone fin a
la posesión existente”; el segundo, dispone que “Contra un título inscrito no
tendrá lugar la prescripción adquisitiva de bienes raíces, o de derechos reales
constituidos en éstos, sino en virtud de otro título inscrito; ni empezará a
correr sino desde la inscripción del segundo.”
5º En algunos casos, se afirma que la inscripción es solemnidad de un acto o
contrato, de algunos actos jurídicos que recaen en bienes raíces.

2. ¿De qué se debe preocupar un abogado cuando su cliente quiere comprar


un bien inmueble, que certificados hay que solicitar?

En este caso es recomendable realizar un estudio de títulos, de manera de otorgar


certeza jurídica a los interesados, de que, al realizarlo, sus derechos no quedaran
expuestos a eventuales acciones de nulidad o de otra índole y que naturalmente
derivaran en consecuencias de evidente perjuicio patrimonial para alguno.
El ET contiene una revisión prolija, minuciosa, de todos los antecedentes legales
sobre el inmueble respectivo y que permitirán llegar a una conclusión acabada.
¿Cuánto tiempo hacia atrás? No se puede dar una norma general, estará
determinado por muchas circunstancias, pero puede señalarse una pauta básica:
1. Un lapso de tiempo que en alguna medida exceda los plazos de prescripción
de aquellas acciones que puedan ser determinantes en los derechos sobre el
bien raíz. Por lo general, la practica se inclina por periodos a revisar que
comprendan 15 o 30 años (bancos otorgan créditos con garantía hipotecaria
de hasta 20 o más años de plazo.
En cuanto a los certificados:
a. Certificados otorgados por el CBR:
1. Certificados de dominio vigente
2. Certificado de gravámenes y prohibiciones (30 años mínimo)
3. Certificado de repertorio
b. Copias de las escrituras públicas que formen los títulos de los últimos 10
años.
c. Copias de certificados otorgados por el Registro Civil
d. Certificado de no estar afecto el predio a expropiación o remodelación.
Entre otros.

3. Que otra finalidad cumple la inscripción


Las finalidades jurídicas de nuestro Registro Conservatorio de Bienes Raíces son:
1º Realización de la tradición de los derechos reales en inmuebles: art. 686.

2º Publicidad de la propiedad raíz: persigue, como dice el Mensaje del CC., ponerla
a la vista de todos, en un cuadro que represente instantáneamente sus mutaciones,
cargas y divisiones sucesivas, evitándose así los engaños a terceros.

3º Para conservar la historia de la propiedad raíz, de manera que sea posible


conocer la secuencia de poseedores inscritos, remontándonos desde el presente a
la primera inscripción. (el título anterior consta a fojas X)

4º Requisito, garantía y prueba de la posesión de los bienes raíces; en efecto:

Sirve de requisito para adquirir la posesión de bienes inmuebles. Art. 724:


“Si la cosa es de aquellas cuya tradición deba hacerse por inscripción en el
Registro del Conservador, nadie podrá adquirir la posesión de ella sino por
este medio”);
Posibilita probar dicha posesión (art. 924: “La posesión de los derechos
inscritos se prueba por la inscripción y mientras ésta subsista, y con tal que
haya durado un año completo, no es admisible ninguna prueba de posesión
con que se pretenda impugnarla”);
Constituye una garantía de conservar la misma (arts. 728 y 2505. El primero
establece que “Para que cese la posesión inscrita, es necesario que la
inscripción se cancele, sea por voluntad de las partes, o por una nueva
inscripción en que el poseedor inscrito transfiere su derecho a otro, o por
decreto judicial. Mientras subsista la inscripción, el que se apodera de la cosa
a que se refiere el título inscrito, no adquiere posesión de ella ni pone fin a
la posesión existente”; el segundo, dispone que “Contra un título inscrito no
tendrá lugar la prescripción adquisitiva de bienes raíces, o de derechos reales
constituidos en éstos, sino en virtud de otro título inscrito; ni empezará a
correr sino desde la inscripción del segundo.”
5º En algunos casos, se afirma que la inscripción es solemnidad de un acto o
contrato, de algunos actos jurídicos que recaen en bienes raíces.

4. ¿La inscripción de un contrato de compraventa por ej., de un inmueble, es


prueba del dominio? ¿qué prueba?

Prueba la posesión, mas no el dominio.


art. 924: “La posesión de los derechos inscritos se prueba por la inscripción y
mientras ésta subsista, y con tal que haya durado un año completo, no es admisible
ninguna prueba de posesión con que se pretenda impugnarla”

5. Detengámonos en que la inscripción conservatoria sea garantía de la


posesión de los inmuebles, que tiene que ocurrir para que una persona deje
de ser el poseedor de un inmueble.

Art. 728. Para que cese la posesión inscrita, es necesario que la inscripción SE
CANCELE, sea por voluntad de las partes, o por una nueva inscripción en que el
poseedor inscrito transfiere su derecho a otro, o por decreto judicial.
Mientras subsista la inscripción, el que se apodera de la cosa a que se refiere el
título inscrito, no adquiere posesión de ella ni pone fin a la posesión existente.
 Cancelación por voluntad de las partes. Se produce a consecuencia de una
convención celebrada con el objeto de dejar sin efecto una inscripción:
resciliación de una compraventa, por ejemplo. Las partes contratantes,
acuerdan dejar sin efecto un contrato de compraventa de un inmueble,
retrotrayéndose al estado previo al de la celebración del contrato (en la
medida que con ello no se perjudique a terceros). Con el mérito de la
escritura de resciliación, el Conservador de Bienes Raíces competente
procederá a cancelar la inscripción que había efectuado a nombre del
comprador, “reviviendo” la inscripción anterior, a favor del vendedor
(aunque una parte de la doctrina sostiene que, en este caso, debe efectuarse
una nueva inscripción, a nombre del vendedor). La convención debe constar
en instrumento público o auténtico y debe efectuarse materialmente en el
Registro del Conservador.
En este caso, tras la cancelación de la inscripción vigente, revivirá la
inscripción precedente. De lo anterior se dejará constancia mediante
anotaciones marginales, en ambas inscripciones.
 Por una nueva inscripción en que el poseedor inscrito transfiere su
derecho a otro. Es el caso más usual. Aquí estamos ante un caso de
cancelación virtual, que se produce en forma automática por el hecho de que
el poseedor inscrito transfiere su derecho a otro, simultáneamente con
efectuarse la tradición mediante la inscripción a favor del adquirente, queda
cancelada la inscripción anterior. En todo caso en la nueva inscripción debe
hacerse mención a la inscripción precedente, para mantener la continuidad
de la historia de la propiedad raíz. Tal sería la cancelación material.
 Por decreto judicial. Se produce la cancelación por esta vía, cuando se ha
seguido un juicio y en él obtiene una de las partes el reconocimiento de la
posesión que mantiene ordenándose cancelar una inscripción paralela; o
cuando se obtiene que se le devuelva la posesión que mantiene ilegalmente
la otra parte. Así, puede ocurrir que ambas partes tengan inscripción y
discutan en el juicio cuál de ellos es el poseedor. La sentencia ordenará
cancelar una de las inscripciones. A su vez, puede ocurrir que se inicie un
juicio para que se dé o recupere la posesión, poniendo fin a la posesión
inscrita existente, como acontece al interponer una acción reivindicatoria. En
este caso, la sentencia ordenará cancelar la inscripción del poseedor no
dueño. Al igual que en el primer caso, la cancelación por decreto judicial se
hace materialmente por medio de una subinscripción al margen de la
inscripción.

6. El CC en un art. Indico 3 hipótesis de cancelación, cuáles son


Art. 728. Para que cese la posesión inscrita, es necesario que la inscripción se
cancele, sea por voluntad de las partes, o por una nueva inscripción en que el
poseedor inscrito transfiere su derecho a otro, o por decreto judicial.
Mientras subsista la inscripción, el que se apodera de la cosa a que se refiere el
título inscrito, no adquiere posesión de ella ni pone fin a la posesión existente.

14. ¿Recuerda las 3 hipótesis de cancelación?

 Cancelación por voluntad de las partes. Se produce a consecuencia de una


convención celebrada con el objeto de dejar sin efecto una inscripción:
resciliación de una compraventa, por ejemplo. Las partes contratantes,
acuerdan dejar sin efecto un contrato de compraventa de un inmueble,
retrotrayéndose al estado previo al de la celebración del contrato (en la
medida que con ello no se perjudique a terceros). Con el mérito de la
escritura de resciliación, el Conservador de Bienes Raíces competente
procederá a cancelar la inscripción que había efectuado a nombre del
comprador, “reviviendo” la inscripción anterior, a favor del vendedor
(aunque una parte de la doctrina sostiene que, en este caso, debe efectuarse
una nueva inscripción, a nombre del vendedor). La convención debe constar
en instrumento público o auténtico y debe efectuarse materialmente en el
Registro del Conservador.
En este caso, tras la cancelación de la inscripción vigente, revivirá la
inscripción precedente. De lo anterior se dejará constancia mediante
anotaciones marginales, en ambas inscripciones.
 Por una nueva inscripción en que el poseedor inscrito transfiere su
derecho a otro. Es el caso más usual. Aquí estamos ante un caso de
cancelación virtual, que se produce en forma automática por el hecho de que
el poseedor inscrito transfiere su derecho a otro simultáneamente con
efectuarse la tradición mediante la inscripción a favor del adquirente, queda
cancelada la inscripción anterior. En todo caso en la nueva inscripción debe
hacerse mención a la inscripción precedente, para mantener la continuidad
de la historia de la propiedad raíz. Tal sería la cancelación material.
 Por decreto judicial. Se produce la cancelación por esta vía, cuando se ha
seguido un juicio y en él obtiene una de las partes el reconocimiento de la
posesión que mantiene ordenándose cancelar una inscripción paralela; o
cuando se obtiene que se le dé o devuelva la posesión que mantiene
ilegalmente la otra parte. Así, puede ocurrir que ambas partes tengan
inscripción y discutan en el juicio cuál de ellos es el poseedor. La sentencia
ordenará cancelar una de las inscripciones. A su vez, puede ocurrir que se
inicie un juicio para que se dé o recupere la posesión, poniendo fin a la
posesión inscrita existente, como acontece al interponer una acción
reivindicatoria. En este caso, la sentencia ordenará cancelar la inscripción del
poseedor no dueño. Al igual que en el primer caso, la cancelación por decreto
judicial se hace materialmente por medio de una subinscripción al margen
de la inscripción.
7. ¿Cuál es el primero de los modos de extinguir las obligaciones?

El contemplado en el inciso primero del artículo 1567, esto es, LA RESCILIACIÓN.


Ella es una convención en que las partes interesadas, siendo capaces de disponer
libremente de lo suyo, consienten en dejar sin efecto una convención o contrato,
extinguiéndose las obligaciones vigentes.
Las obligaciones deben estar vigentes, esto es, no cumplidas en su totalidad, pues
si así fuere, en rigor ya no podrían resciliarse, por la sencilla razón de que no
existirían obligaciones destinadas a extinguirse.

Art. 1567. Toda obligación puede extinguirse por una convención en que las partes
interesadas, siendo capaces de disponer libremente de lo suyo, consienten en darla
por nula.

8. ¿cómo tendrían que resciliar esa compraventa?


El mutuo consentimiento es una aplicación del aforismo “las cosas se deshacen de
la misma manera como se hacen”. Por lo tanto, deberán resciliar la compraventa
otorgando una escritura pública.

Con el mérito de la escritura de resciliación, el Conservador de Bienes Raíces


competente procederá a cancelar la inscripción que había efectuado a nombre del
comprador, “reviviendo” la inscripción anterior, a favor del vendedor. La
convención debe constar en instrumento público o auténtico y debe efectuarse
materialmente en el Registro del Conservador.
En este caso, tras la cancelación de la inscripción vigente, revivirá la inscripción
precedente. De lo anterior se dejará constancia mediante anotaciones marginales,
en ambas inscripciones.

9. ¿Segunda hipótesis? Y tercera

 Por una nueva inscripción en que el poseedor inscrito transfiere su


derecho a otro. Es el caso más usual. Aquí estamos ante un caso de
cancelación virtual, que se produce en forma automática por el hecho de que
el poseedor inscrito transfiere su derecho a otro simultáneamente con
efectuarse la tradición mediante la inscripción a favor del adquirente, queda
cancelada la inscripción anterior. En todo caso en la nueva inscripción debe
hacerse mención a la inscripción precedente, para mantener la continuidad
de la historia de la propiedad raíz. Tal sería la cancelación material.
Por decreto judicial. Se produce la cancelación por esta vía, cuando se ha seguido
un juicio y en él obtiene una de las partes el reconocimiento de la posesión que
mantiene ordenándose cancelar una inscripción paralela; o cuando se obtiene que
se le dé o devuelva la posesión que mantiene ilegalmente la otra parte. Así, puede
ocurrir que ambas partes tengan inscripción y discutan en el juicio cuál de ellos es
el poseedor. La sentencia ordenará cancelar una de las inscripciones. A su vez,
puede ocurrir que se inicie un juicio para que se dé o recupere la posesión,
poniendo fin a la posesión inscrita existente, como acontece al interponer una
acción reivindicatoria. En este caso, la sentencia ordenará cancelar la inscripción
del poseedor no dueño. Al igual que en el primer caso, la cancelación por decreto
judicial se hace materialmente por medio de una subinscripción al margen de la
inscripción.

1. Definición de posesión que se señala en el CC.

Art. 700. La posesión es la tenencia de una cosa determinada con ánimo de señor o
dueño, sea que el dueño o el que se da por tal tenga la cosa por sí mismo, o por
otra persona que la tenga en lugar y a nombre de él.
El poseedor es reputado dueño, mientras otra persona no justifica serlo.

2. ¿De qué manera se clasifica la posesión? ¿A qué atiende a la clasificación útil


e inútil?
En primer lugar, cabe distinguir entre posesión útil e inútil. Esta clasificación
atiende a si la posesión conduce o no a la adquisición del dominio por prescripción.

Posesiones útiles, porque ambas conducen a la prescripción adquisitiva, son:


 La regular: es la que procede de justo título y ha sido adquirida de buena fe,
aunque la buena fe no subsista después de adquirida la posesión; además, si
el título es traslaticio de dominio, es necesaria la tradición. (Art. 702). Da
origen a la prescripción ordinaria.
 La irregular: es la que carece de uno o más de los requisitos de la posesión
regular. (Art. 708). Da origen a la prescripción extraordinaria.

Posesiones inútiles, son las viciosas:


 La violenta: es la que se adquiere por la fuerza, que puede ser actual o
inminente. (Art. 710).
 La clandestina: es la que se ejerce ocultándola a los que tienen derecho para
oponerse a ella. (Art. 713).

3. ¿Cómo se subclasifican estas posesiones?

Posesiones útiles, porque ambas conducen a la prescripción adquisitiva, son:


 La regular: es la que procede de justo título y ha sido adquirida de buena fe,
aunque la buena fe no subsista después de adquirida la posesión; además, si
el título es traslaticio de dominio, es necesaria la tradición. (Art. 702). Da
origen a la prescripción ordinaria.
 La irregular: es la que carece de uno o más de los requisitos de la posesión
regular. (Art. 708). Da origen a la prescripción extraordinaria.

Posesiones inútiles, son las viciosas:


 La violenta: es la que se adquiere por la fuerza, que puede ser actual o
inminente. (Art. 710).
 La clandestina: es la que se ejerce ocultándola a los que tienen derecho para
oponerse a ella. (Art. 713).

4. En el caso de la posesión regular, ¿Cuáles son los requisitos?

De acuerdo con su definición (art. 702, incisos 2º y 3º), los elementos constitutivos
o requisitos de la posesión regular son tres:
1) Justo título
2) Buena fe inicial, y
3) Tradición si el título es traslaticio de dominio.
Cabe acotar que para calificar la buena fe se atiende sólo al momento inicial de la
posesión y que la tradición sólo es necesaria cuando se invoca un título traslaticio
de dominio.

5. ¿Cuáles de los requisitos de la posesión regular están definido en el CC?

La buena fe y el título traslaticio de dominio.


 La buena fe es la conciencia de haberse adquirido el dominio de la cosa por
medios legítimos, exentos de fraude y de todo otro vicio.
 Son translaticios de dominio los que por su naturaleza sirven para
transferirlo, como la venta, la permuta, la donación entre vivos.
En cuanto al justo título, el CC, señala que el justo título es translaticio o
constitutivo de dominio, mas no lo define.
La doctrina lo ha definido: Por justo título se entiende todo hecho o acto jurídico
que por su naturaleza y por su carácter de verdadero y válido es apto para
atribuir en abstracto el dominio.

Art. 706. La buena fe es la conciencia de haberse adquirido el dominio de la cosa


por medios legítimos, exentos de fraude y de todo otro vicio.
Así en los títulos translaticios de dominio la buena fe supone la persuasión de
haberse recibido la cosa de quien tenía la facultad de enajenarla, y de no haber
habido fraude ni otro vicio en el acto o contrato.
Un justo error en materia de hecho no se opone a la buena fe.
Pero el error en materia de derecho constituye una presunción de mala fe, que no
admite prueba en contrario.

Art. 703. El justo título es constitutivo o translaticio de dominio.


Son constitutivos de dominio la ocupación, la accesión y la prescripción.
Son translaticios de dominio los que por su naturaleza sirven para transferirlo,
como la venta, la permuta, la donación entre vivos.
Pertenecen a esta clase las sentencias de adjudicación en juicios divisorios, y los
actos legales de partición.
Las sentencias judiciales sobre derechos litigiosos no forman nuevo título para
legitimar la posesión.
Las transacciones en cuanto se limitan a reconocer o declarar derechos
preexistentes, no forman nuevo título; pero en cuanto transfieren la propiedad de
un objeto no disputado, constituyen un título nuevo.

6. Buena fe y TTD. ¿Recuerda cómo están definidos?

La buena fe es la conciencia de haberse adquirido el dominio de la cosa por medios


legítimos, exentos de fraude y de todo otro vicio.

Son translaticios de dominio los que por su naturaleza sirven para transferirlo,
como la venta, la permuta, la donación entre vivos.

7. ¿Por qué la expresión dice "los que sirven PARA transferir el dominio" en
lugar de decir en virtud del cual se transfiere el dominio?

Por regla general, para adquirir un derecho personal basta el solo contrato o acto
constitutivo. Así, por ejemplo, perfeccionado el contrato de compraventa, nace para
el comprador el derecho a exigir al vendedor la tradición de la cosa. Pero
tratándose de la adquisición y transmisión de los derechos reales, además del
contrato o acto constitutivo es necesario, según la doctrina tradicional, un modo
de adquirir; en el ejemplo, es necesario que el vendedor realice la tradición en favor
del comprador. Incluso para transferir un derecho personal, también se requiere de
un modo de adquirir: la tradición, a través de la entrega del título.
1. Vinculando la materia de resciliación con bienes, indique ¿Qué debe ocurrir
para que una persona deje de ser poseedor de un inmueble que se encuentra
inscrito a su nombre en el registro conservatorio de bienes raíces?

Art. 728. Para que cese la posesión inscrita, es necesario que la inscripción se
cancele, sea por voluntad de las partes, o por una nueva inscripción en que el
poseedor inscrito transfiere su derecho a otro, o por decreto judicial.
Mientras subsista la inscripción, el que se apodera de la cosa a que se refiere el
título inscrito, no adquiere posesión de ella ni pone fin a la posesión existente.

 Cancelación por voluntad de las partes. Se produce a consecuencia de una


convención celebrada con el objeto de dejar sin efecto una inscripción:
resciliación de una compraventa, por ejemplo. Las partes contratantes,
acuerdan dejar sin efecto un contrato de compraventa de un inmueble,
retrotrayéndose al estado previo al de la celebración del contrato (en la
medida que con ello no se perjudique a terceros). Con el mérito de la
escritura de resciliación, el Conservador de Bienes Raíces competente
procederá a cancelar la inscripción que había efectuado a nombre del
comprador, “reviviendo” la inscripción anterior, a favor del vendedor
(aunque una parte de la doctrina sostiene que, en este caso, debe efectuarse
una nueva inscripción, a nombre del vendedor). La convención debe constar
en instrumento público o auténtico y debe efectuarse materialmente en el
Registro del Conservador.
En este caso, tras la cancelación de la inscripción vigente, revivirá la
inscripción precedente. De lo anterior se dejará constancia mediante
anotaciones marginales, en ambas inscripciones.
 Por una nueva inscripción en que el poseedor inscrito transfiere su
derecho a otro. Es el caso más usual. Aquí estamos ante un caso de
cancelación virtual, que se produce en forma automática por el hecho de que
el poseedor inscrito transfiere su derecho a otro simultáneamente con
efectuarse la tradición mediante la inscripción a favor del adquirente, queda
cancelada la inscripción anterior. En todo caso en la nueva inscripción debe
hacerse mención a la inscripción precedente, para mantener la continuidad
de la historia de la propiedad raíz. Tal sería la cancelación material.
 Por decreto judicial. Se produce la cancelación por esta vía, cuando se ha
seguido un juicio y en él obtiene una de las partes el reconocimiento de la
posesión que mantiene ordenándose cancelar una inscripción paralela; o
cuando se obtiene que se le dé o devuelva la posesión que mantiene
ilegalmente la otra parte. Así, puede ocurrir que ambas partes tengan
inscripción y discutan en el juicio cuál de ellos es el poseedor. La sentencia
ordenará cancelar una de las inscripciones. A su vez, puede ocurrir que se
inicie un juicio para que se dé o recupere la posesión, poniendo fin a la
posesión inscrita existente, como acontece al interponer una acción
reivindicatoria. En este caso, la sentencia ordenará cancelar la inscripción del
poseedor no dueño. Al igual que en el primer caso, la cancelación por decreto
judicial se hace materialmente por medio de una subinscripción al margen
de la inscripción.
2. ¿Cuáles son las hipótesis que se deben dar para que se produzca la
cancelación?

 Cancelación por voluntad de las partes. Se produce a consecuencia de una


convención celebrada con el objeto de dejar sin efecto una inscripción:
resciliación de una compraventa, por ejemplo. Las partes contratantes,
acuerdan dejar sin efecto un contrato de compraventa de un inmueble,
retrotrayéndose al estado previo al de la celebración del contrato (en la
medida que con ello no se perjudique a terceros). Con el mérito de la
escritura de resciliación, el Conservador de Bienes Raíces competente
procederá a cancelar la inscripción que había efectuado a nombre del
comprador, “reviviendo” la inscripción anterior, a favor del vendedor
(aunque una parte de la doctrina sostiene que, en este caso, debe efectuarse
una nueva inscripción, a nombre del vendedor). La convención debe constar
en instrumento público o auténtico y debe efectuarse materialmente en el
Registro del Conservador.
En este caso, tras la cancelación de la inscripción vigente, revivirá la
inscripción precedente. De lo anterior se dejará constancia mediante
anotaciones marginales, en ambas inscripciones.
 Por una nueva inscripción en que el poseedor inscrito transfiere su
derecho a otro. Es el caso más usual. Aquí estamos ante un caso de
cancelación virtual, que se produce en forma automática por el hecho de que
el poseedor inscrito transfiere su derecho a otro, simultáneamente con
efectuarse la tradición mediante la inscripción a favor del adquirente, queda
cancelada la inscripción anterior. En todo caso en la nueva inscripción debe
hacerse mención a la inscripción precedente, para mantener la continuidad
de la historia de la propiedad raíz. Tal sería la cancelación material.
 Por decreto judicial. Se produce la cancelación por esta vía, cuando se ha
seguido un juicio y en él obtiene una de las partes el reconocimiento de la
posesión que mantiene ordenándose cancelar una inscripción paralela; o
cuando se obtiene que se le dé o devuelva la posesión que mantiene
ilegalmente la otra parte. Así, puede ocurrir que ambas partes tengan
inscripción y discutan en el juicio cuál de ellos es el poseedor. La sentencia
ordenará cancelar una de las inscripciones. A su vez, puede ocurrir que se
inicie un juicio para que se dé o recupere la posesión, poniendo fin a la
posesión inscrita existente, como acontece al interponer una acción
reivindicatoria. En este caso, la sentencia ordenará cancelar la inscripción del
poseedor no dueño. Al igual que en el primer caso, la cancelación por decreto
judicial se hace materialmente por medio de una subinscripción al margen
de la inscripción.

3. En las hipótesis de la sentencia judicial y por acuerdo o resciliación ¿señala


el CC que se debe efectuar una nueva inscripción? No, entonces si por
ejemplo se rescilia una CV ¿Qué hará el conservador? Cancela la inscripción
que había hecho oportunamente a nombre del comprador, pero entonces
¿Qué inscripción queda vigente?
El Conservador de Bienes Raíces competente procederá a cancelar la inscripción
que había efectuado a nombre del comprador, “reviviendo” la inscripción
anterior, a favor del vendedor. La convención debe constar en instrumento público
o auténtico y debe efectuarse materialmente en el Registro del Conservador.
En este caso, tras la cancelación de la inscripción vigente, revivirá la inscripción
precedente. De lo anterior se dejará constancia mediante anotaciones marginales,
en ambas inscripciones.
En la cancelación por decreto judicial, al igual que en el caso de que se cancele por
voluntad de las partes, la cancelación (por decreto judicial) se hace materialmente
por medio de una subinscripción al margen de la inscripción.

4. Si la resciliación es un modo de extinguir las obligaciones, ¿Qué sería


indispensable para poder resciliar, por ejemplo, un contrato de CV?

Que existen obligaciones vigentes que puedan extinguirse. Que todavía existan una
o más obligaciones pendientes de cumplirse a propósito de esa CV.

5. ¿Cuál es el concepto de prescripción extintiva?

Es un modo de extinguir las acciones y derechos ajenos, por no haberse ejercido


dichas acciones y derechos, durante cierto lapso de tiempo, y concurriendo los
demás requisitos legales (artículo 2492).

6. El CC habla de derechos o acciones, pero en rigor la prescripción extintiva


¿Qué es lo que extingue? Las acciones.

En rigor extingue acciones, pues las obligaciones no se extinguen, sino que se


transforman en naturales según lo señala el artículo 1470 N°2º: Las obligaciones
civiles extinguidas por la prescripción;

7. ¿Conoce algunos casos de acciones imprescriptibles?

Son acciones imprescriptibles:


1) La acción del comprador, para citar de evicción al vendedor (artículo 1843
del Código Civil).
2) La acción de partición.
3) La acción de reclamación de estado civil a que aluden los artículos 195 y 320
(contraexcepción: acción a que se refiere el artículo 206).
4) La acción para pedir la destrucción de una obra nueva,
5) La acción de nulidad de matrimonio (art. 48 Ley de Matrimonio Civil), salvo
excepciones señaladas por la ley.
6) La acción de divorcio (artículo 57, Ley de Matrimonio Civil).
7) La acción de la mujer para pedir la separación total de bienes, poniéndose
fin a la sociedad conyugal.
8) La acción de demarcación y de cerramiento: subsisten, mientras se tenga
el dominio.

8. ¿Cómo se llama aquella institución que se extingue el derecho y también la


acción? Caducidad.

La caducidad es la pérdida de la facultad de hacer valer un derecho como


consecuencia de la expiración de un plazo fatal. Lo que caracteriza la caducidad
es que estamos ante un plazo fatal, dentro del cual si el derecho no se ejerce, se
extinguirá ipso iure.
Para Pablo Rodríguez Grez la acción de reforma de testamento está sujeta a
caducidad.

Criterio Prescripción Caducidad


Extingue: Acciones Acciones y derechos
Requiere ser alegada Sí. No, opera por el solo
Juez no puede, por RG, ministerio de la ley.
declararla de oficio. Puede y debe declararla
de oficio.
Plazos Opera interrupción y Son fijos e invariables, no
suspensión. operan interrupción ni
suspensión.
Excepción: plazo para
repudiar filiación de 1
año se suspende en favor
del incapaz.
Renuncia Puede renunciarse. No puede renunciarse.
Interés individual Interés de la colectividad,
en cuanto a la necesidad
de consolidar derechos.

9. Resulta que a usted le dice a una persona: mire mi supuesto padre (está
convencido de que era su padre) falleció hace un año atrás, y él quiere de
alguna manera obtener el reconocimiento de su filiación y por esa vía además
participar en la herencia, ¿Qué podría hacer?
Interponer acción de reclamación de la filiación, en este caso el papá murió, por lo
que hay que demandar a los herederos, legítimos contradictores y simultáneamente
se debe interponer la acción de petición de herencia.

10. Usted dijo que la acción de reclamación era imprescriptible, ¿la acción de
petición de herencia también? ¿en qué plazo prescribe?

La acción de petición de herencia es aquella que compete al heredero para obtener


la restitución de la universalidad de la herencia, contra el que está poseyendo,
invocando también la calidad de heredero.

La acción es prescriptible: como todas las acciones patrimoniales, la de petición


de herencia es perfectamente prescriptible. Reglamenta la materia el art. 1269, en
relación al art. 704. Se desprende de tales disposiciones que la acción de petición
de herencia tiene dos plazos de prescripción: el de 5 y el de 10 años.
i. Prescripción de 5 años: la acción de petición de herencia prescribe en el
plazo de 5 años, respecto del heredero a quien se ha concedido la
posesión efectiva de la herencia: tal es lo que dice el art. 704, al cual se
remite el art. 1269. En este caso, es indiscutible que la acción de petición
de herencia se extingue porque el falso heredero ha adquirido la herencia
por prescripción adquisitiva ordinaria de 5 años, pues le servirá de justo
título el decreto judicial o la resolución administrativa de posesión
efectiva. Consecuencia de que sea prescripción ordinaria, es el hecho que
se suspenda en favor de las personas enumeradas en el art. 2509. Ahora
bien, sabemos que la prescripción ordinaria exige, además de justo título,
buena fe. Es evidente entonces, señala Somarriva, que en este caso
también debe existir buena fe de parte del falso heredero. Así lo ha
declarado la Corte Suprema. Como la buena fe se presume, quien entabla
la acción de petición de herencia deberá acreditar que el heredero a quien
se concedió la posesión efectiva estaba de mala fe (lo que podría suceder
por haber tenido conocimiento del testamento del causante en que se
revoca su asignación; o si estaba en conocimiento de la existencia de
herederos con derecho preferente al suyo, etc.). Íntimamente vinculado
con este tema, se encuentra lo referente al art. 967, en el que se establece
que el incapaz para suceder a una persona, no adquiere la herencia o
legado, mientras no prescriban las acciones que contra él puedan
intentarse por los que tengan interés en ello. Se pregunta la doctrina qué
sucede si el incapaz obtiene un reconocimiento judicial que lo transforma
en heredero putativo. En tal evento, ¿Puede llegar a adquirir por
prescripción ordinaria de 5 años, extinguiéndose en el mismo plazo la
acción de petición de herencia? Se ha sostenido que el incapaz no tiene
buena fe y, por consiguiente, no obstante ser heredero putativo, no es
poseedor regular, razón por la cual sólo puede alegar prescripción
extraordinaria de 10 años.
ii. Prescripción de 10 años. En el caso de que al falso heredero no se le haya
concedido la posesión efectiva de la herencia, la acción de petición de
herencia prescribe en el plazo de 10 años. Respecto de esta
prescripción, se ha presentado el problema de determinar si acaso se
trata de una prescripción simplemente extintiva, o bien, de una
prescripción adquisitiva. Dicho de otra manera, si basta que transcurran
10 años para la extinción de la acción de petición de herencia, o si será
necesario además que un tercero haya adquirido esta herencia por
prescripción adquisitiva de 10 años. La Corte Suprema ha fallado que esta
prescripción es extintiva, apoyándose en el tenor literal del art. 1269 (“el
derecho expira...”). La expresión “expira” estaría dando a entender que
basta el transcurso del tiempo para que se extinga esta acción. Somarriva
estima que el fallo es criticable, señalando que existen poderosos
argumentos en contra de tal interpretación del precepto:
1º. Si la prescripción de 5 años es adquisitiva, no se ve por qué razón la de 10 años
no va a ser de la misma naturaleza,
2º. El art. 2512 dispone que el derecho de herencia se adquiere por la prescripción
extraordinaria de 10 años. Es muy fácil relacionar ambos preceptos: el art. 2512 nos
dice que la herencia se adquiere por la prescripción extraordinaria y el art. 1269
que la acción de petición de herencia expira pasados 10 años. En ambos casos, el
legislador consagra este plazo de 10 años, lo cual, a pesar de la palabra “expira”
utilizada por el art. 1269, indica que la ley exige la adquisición de la herencia por
otra persona.
3º. Es del caso aplicar el art. 2517, en conformidad al cual toda acción por la cual
se reclama un derecho se extingue por la prescripción adquisitiva del mismo
derecho. Es el caso preciso de la acción de petición de herencia, por medio de la
cual se reclama un derecho -el de herencia- que se adquiere por prescripción.
4º. Por otra parte, concluye Somarriva, si negamos que opere en este caso el art.
2517, resultaría que este precepto sería aplicable entonces solamente a la acción
reivindicatoria, cosa inaceptable dada la redacción de la disposición y su ubicación
entre las disposiciones generales sobre prescripción. En efecto, de limitarse la
aplicación del precepto sólo a la acción reivindicatoria, el art. 2517 hubiera sido
incluido en el párrafo que trata de ésta. Si el legislador lo ubicó en las reglas
generales de la prescripción, es porque el precepto también se aplica a la acción de
petición de herencia.
Por todas estas razones, concluye Somarriva que la prescripción de 10 años
también es adquisitiva, y que la acción de petición de herencia sólo se extingue
cuando otra persona adquiere la herencia por prescripción extraordinaria de 10
años.

1. Si se trata de la prescripción en términos generales, siempre se estudian las


reglas comunes, ¿Cuáles son?

Necesidad de alegar la prescripción


Puede renunciarse
Son iguales para todas las personas.

 Necesidad de alegar la prescripción: artículo 2493.


Tratándose de un beneficio que podría ser renunciado, se justifica que se exija su
alegación. Por otra parte, es necesario que se hagan constar los antecedentes o
elementos que configuren la pretensión de que ha operado la prescripción. Con la
alegación, se exponen precisamente esos antecedentes. Se entiende también que
dado el tenor del artículo 2513 (“La sentencia judicial que declara una
prescripción...”), dicha alegación debe plantearse en un juicio, seguido contra
legítimo contradictor, que sería el dueño (si se alega la prescripción adquisitiva) o
el acreedor (si se alega la prescripción extintiva).
Hay casos excepcionales, sin embargo, en los cuales el juez puede declarar la
prescripción extintiva de oficio:
 la prescripción de la acción penal;
 la prescripción de la pena; y
 la prescripción del carácter ejecutivo de un título (artículo 442 del Código de
Procedimiento Civil).
En cuanto a la forma procesal de alegarla, cabe formular un distingo, según se trate
de la prescripción extintiva o adquisitiva:
● Prescripción extintiva: puede alegarse tanto como acción cuanto como excepción
perentoria. El artículo 310 del Código de Procedimiento Civil incluye precisamente
la prescripción entre las excepciones de esta índole.
● Prescripción adquisitiva: se ha sostenido por la jurisprudencia reiterada de la
Corte Suprema que la prescripción adquisitiva sólo procede alegarla como acción,
puesto que es necesario obtener una declaración positiva del tribunal.

Otros piensan que si se demanda al prescribiente, es posible oponer la prescripción


adquisitiva como excepción, puesto que el artículo 310 del Código de Procedimiento
Civil no distingue entre prescripción adquisitiva y extintiva. La prudencia entonces,
aconseja al demandado que alega la prescripción adquisitiva, deducir demanda
reconvencional y simultáneamente, incluir entre las excepciones la perentoria
de prescripción, para el caso de no acogerse la contra-demanda.
En cuanto a quienes pueden alegar la prescripción, debemos incluir al poseedor (si
se trata de la prescripción adquisitiva) o al deudor (si se trata de la prescripción
extintiva) y a los causahabientes a título singular o universal de ambos
(cesionarios, legatarios o herederos).
 La prescripción puede renunciarse: artículo 2494.
Hay un interés general comprometido, se impide por la ley renunciar
anticipadamente a la prescripción. Mientras la prescripción no se cumple, no
estamos en presencia de un derecho que mire al interés individual de una persona,
sino que frente a una institución establecida en el interés de toda la comunidad.
Pero desde el momento en que la prescripción se ha cumplido, la situación cambia
por completo: de un derecho establecido en el interés general, se transforma en un
derecho de interés particular, que puede renunciarse.
Renuncia puede ser expresa o tácita.
Será expresa, cuando se declare explícitamente la voluntad de no ampararse en
la prescripción reconociendo un poseedor el dominio ajeno o un deudor la
obligación.
Será tácita, cuando el que puede alegarla realiza un hecho o acto que implica
reconocer el derecho del dueño o del acreedor.
La ley, considerando que tal renuncia importa rechazar una ventaja patrimonial
evidente, señala que no puede renunciar a la prescripción sino el que puede
enajenar (artículo 2495). La ley exige pues el poder de disposición del derecho de
que se trate.
La ley no exige sin embargo capacidad de ejercicio (aunque lo normal sea que la
capacidad de disposición contenga a la capacidad de ejercicio, o sea, que la última
sea uno de los elementos de la primera), pues de lo contrario, habría que llegar a la
conclusión, por ejemplo, de que el hijo menor adulto, relativamente incapaz, que
conforme a la ley puede enajenar los bienes muebles de su peculio profesional
industrial, no podría renunciar a la prescripción adquisitiva de esos mismos bienes
en razón de carecer de la plena capacidad de ejercicio, lo que constituye una
conclusión errónea. En efecto, si tal fuera la conclusión, le estaría permitido lo más –
enajenar un mueble de ese peculio-, pero no lo menos –renunciar a la usucapión de
esa misma cosa, lo que constituye un absurdo jurídico.

¿puede un representante legal renunciar a la prescripción adquisitiva o extintiva


que ha corrido a favor de su representado? Se ha planteado una respuesta
respecto de la prescripción adquisitiva:
Respecto de los inmuebles, se necesitaría autorización judicial (considerando que
la ley así lo exige para enajenar bienes raíces, aún aquellos pertenecientes al peculio
profesional del menor);
Respecto de los muebles, no existiría ninguna traba (como tampoco existe para
enajenarlos).
También en relación a la renuncia de la prescripción extintiva, el artículo 2496
dispone que ella es inoponible al fiador, quien podrá oponer al acreedor la
prescripción que el deudor principal no alegó. No podría ser de otra forma, puesto
que la renuncia de un derecho tiene efectos relativos, sólo empece a quien la hace.
 Las reglas relativas a la prescripción son iguales para todas las personas:
artículo 2497.
Esta disposición vino a poner término a una situación de desigualdad que existía,
en cuanto las iglesias como el Fisco, se encontraban en situación privilegiada
respecto de los plazos de prescripción. El actual tenor del artículo 2497, constituye
una manifestación del principio de la igualdad ante la ley, uno de los principios
fundantes del CC. Lo anterior, sin perjuicio de la suspensión de la prescripción,
que puede favorecer a determinadas personas (artículo 2509).

6. Recuerda el art. 2503 del CC, según el CC cuándo se produce la interrupción


civil de la prescripción

Art. 2503. Interrupción civil es todo recurso judicial intentado por el que se
pretende verdadero dueño de la cosa, contra el poseedor.
Sólo el que ha intentado este recurso podrá alegar la interrupción; y ni aun él en los
casos siguientes:
1º. Si la notificación de la demanda no ha sido hecha en forma legal;
2º. Si el recurrente desistió expresamente de la demanda o se declaró abandonada
la instancia;
3.º Si el demandado obtuvo sentencia de absolución.
En estos tres casos se entenderá no haber sido interrumpida la prescripción por la
demanda.

7. La expresión recurso judicial a qué alude


La expresión “recurso judicial” debemos entenderla referida a la interposición de
cualquiera acción –reivindicatoria fundamentalmente-, mediante la cual el dueño
pretende recuperar la posesión e impedir así que un tercero, poseedor del bien,
adquiera el dominio por prescripción.
Requisitos de la interrupción civil:
+ No basta con una gestión privada o extrajudicial: es preciso que se “intente” un
recurso judicial, es decir, debe deducirse una acción ante los tribunales de justicia;
+ El reclamo del que se pretende dueño, debe notificarse al actual poseedor;
+ Conforme a la doctrina y jurisprudencia mayoritaria, es necesario que la demanda
se notifique antes de que haya transcurrido el plazo de prescripción.

8. Aquí hay una discusión, en que la CS ha variado el criterio, mas o menos


recuerda la discusión y el criterio asentado en estas dos sentencias.
La discusión gira en torno a si la notificación de la demanda es la que interrumpe
la prescripción o la sola interposición. Un fallo de la Corte Suprema de 31 de mayo
de 2016, autos Rol N° 6.900-15, concluye que la correcta doctrina en esta materia
es que la mera presentación de la demanda interrumpe la prescripción, siendo la
notificación de la misma una condición para alegarla, debiendo circunscribir su
efecto al ámbito procesal, pero no como un elemento constitutivo de la interrupción
de la prescripción. Sobre el particular, la jurisprudencia ha concluido que
interrumpe la prescripción la demanda intentada ante tribunal incompetente.

9. ¿Dónde está la norma que dice que hay juicio solo a partir de la notificación
de la demanda? En el CC* pago por consignación
Art. 1603 inciso final. Se entenderá existir juicio desde el momento en que se
haya notificado la demanda.

10. No se entenderá que hubo una interrupción civil en ciertos casos

Casos en los cuales ni aún la notificación de la demanda, interrumpe la


prescripción.
De conformidad a lo dispuesto en el artículo 2503, se entenderá que el recurso
judicial no ha tenido la eficacia de interrumpir la prescripción, en los siguientes
casos:
+ Notificación ilegal de la demanda;
+ Desistimiento de la demanda o declaración de abandono del procedimiento;
+ Sentencia absolutoria a favor del demandado.

1. Diferencias entre distinción de muebles e inmuebles

a. La compraventa de bienes inmuebles es un contrato solemne, que debe


efectuarse por escritura pública, mientras que la compraventa de bienes
muebles es un contrato consensual (artículos 1443 y 1801).
b. La tradición de los inmuebles se efectúa por la inscripción del título en el
Registro respectivo del Conservador de Bienes Raíces competente (artículo 686).
La tradición de los bienes muebles se realiza por la entrega material o simbólica
de las cosas mediante uno de los medios señalados en la ley (artículo 684),
significando una de las partes a la otra que le transfiere el dominio.
c. En materia de prescripción adquisitiva ordinaria, para los muebles se requiere
un plazo de 2 años, mientras que para los inmuebles el plazo es de 5 años:
artículo 2508.
d. En materia de sucesión por causa de muerte, los herederos no pueden disponer
de los inmuebles, mientras no se les haya otorgado la posesión efectiva de los
bienes dejados por el causante y se hayan practicado las inscripciones que
contempla el artículo 688: la inscripción del decreto judicial (si la herencia fuere
testada o intestada abierta en el extranjero) o resolución administrativa del
Registro Civil (si la herencia fuere intestada abierta en Chile) que confiere la
posesión efectiva, la inscripción especial de herencia y eventualmente de
adjudicación en la partición. Tratándose de los bienes muebles, la ley no exige
estas diligencias.
e. En materia de sociedad conyugal, los bienes muebles aportados al matrimonio
por los cónyuges, ingresan al haber relativo de la sociedad conyugal, mientras
que los bienes inmuebles permanecen en el haber propio de los aportantes. A
su vez, los bienes muebles adquiridos a título gratuito durante la vigencia de la
sociedad conyugal, ingresan al haber relativo de la sociedad conyugal, mientras
que los bienes inmuebles adquiridos a título gratuito durante la vigencia de la
sociedad conyugal ingresan al haber propio del cónyuge (no hay diferencias
entre los muebles e inmuebles adquiridos durante la vigencia de la sociedad
conyugal a título oneroso, pues ambos ingresan al haber absoluto de la sociedad
conyugal).
f. En lo que respecta a las cauciones reales, se establecen dos instituciones
diferentes, la prenda y la hipoteca, según la garantía sea un bien mueble o
inmueble: artículos 2384 y 2407.
g. En materia de modos de adquirir el dominio, la ocupación sólo procede
respecto de bienes muebles, atendido lo dispuesto en el artículo 590 del Código
Civil.
h. En materia posesoria, la ley sólo protege a los inmuebles mediante las acciones
posesorias (artículo 916). La posesión de los muebles sólo podría recuperarse
mediante la acción publiciana, que la ley franquea exclusivamente al poseedor
regular (artículo 894).
i. En lo concerniente a los efectos de la condición resolutoria cumplida, el Código
Civil distingue entre los bienes muebles (artículo 1490) y los inmuebles (artículo
1491) enajenados a los terceros.
j. El arrendamiento de los bienes muebles se rige por el Código Civil (artículos
1916 y siguientes). El arrendamiento de los predios urbanos está regulado por
la Ley número 18.101, mientras que el arrendamiento de predios rústicos se rige
por el Decreto Ley número 993, siendo las normas del Código Civil supletorias.
k. Existiendo sociedad conyugal, el marido puede vender o gravar sin
restricciones los bienes muebles sociales, para caucionar obligaciones propias,
mientras que para vender o gravar los bienes inmuebles de la sociedad, requiere
de la autorización de la mujer o del juez en subsidio (artículo 1749).
l. Existiendo sociedad conyugal, el marido puede arrendar sin restricciones los
bienes muebles de la sociedad. En cambio, si se trata de bienes inmuebles
urbanos o rústicos y el arrendamiento excede de 5 u 8 años, respectivamente,
requiere de la autorización de la mujer o del juez en subsidio (artículo 1749).
m. No se podrán enajenar ni gravar en caso alguno los bienes raíces del hijo
sujeto a patria potestad, aun pertenecientes a su peculio profesional o
industrial, sin autorización del juez con conocimiento de causa (artículo 254).
n. Jamás se podrán donar los bienes raíces del pupilo, ni siquiera con
autorización judicial. En cambio, el guardador podrá hacer donaciones en dinero
u otros bienes muebles del pupilo, cumpliendo con lo preceptuado en la ley
(artículo 402).
o. Habiendo sociedad conyugal, las donaciones remuneratorias de bienes raíces
hechas a uno de los cónyuges o a ambos, por servicios que no daban acción
contra la persona servida, no aumentan el haber social; si la donación
remuneratoria es de cosas muebles aumentará el haber de la sociedad, la que
deberá recompensa al cónyuge donatario si los servicios no daban acción contra
la persona servida o si los servicios se prestaron antes de la sociedad (artículo
1738).
p. Hay derechos reales que siempre son inmuebles, como las servidumbres
activas, la hipoteca, el derecho de habitación y el censo, mientras que el derecho
real de prenda siempre será mueble.
q. La distinción entre cosas consumibles y no consumibles, sólo resulta aplicable
a los bienes muebles (el Código Civil señala en su artículo 575 que las cosas
muebles “se dividen en fungibles y no fungibles”, pero el precepto confunde esa
categoría de cosas, con la de consumibles y no consumibles, según veremos; por
lo demás, nada impide visualizar bienes inmuebles fungibles, como serían 200
lotes de iguales características y superficie, originados en la subdivisión de un
fundo).
r. Sólo cosas muebles integran las universalidades de hecho, mientras que las
universalidades jurídicas pueden estar compuestas por muebles o inmuebles.
s. En la sociedad conyugal, el Código Civil sólo reglamentó la subrogación de
inmueble a inmueble o de inmueble a valores, y nada dijo respecto a subrogar
muebles por otros muebles (artículo 1733). Arturo Alessandri Rodríguez, dado
el silencio del legislador, niega tal posibilidad, mientras que Pablo Rodríguez
Grez la admite, atendido lo dispuesto en el artículo 1727 número 2 del Código
Civil.
t. Tratándose de los bienes familiares, sólo puede afectarse en esa calidad un
inmueble, aquél que sirva de residencia principal de la familia (artículo 142). En
cambio, pueden afectarse como bienes familiares una pluralidad de bienes
muebles, específicamente todos aquellos que guarnecen la residencia principal
de la familia.
u. El derecho de adjudicación preferente que la ley otorga al cónyuge
sobreviviente en la partición de los bienes dejados por el causante, sólo puede
invocarse sobre un inmueble, aquella en que resida el viudo o viuda y que sea o
haya sido la vivienda principal de la familia y haya formado parte del patrimonio
del difunto (artículo 1337, regla 10ª). En cambio, respecto de los bienes muebles,
el cónyuge sobreviviente puede invocar su derecho de adjudicación preferente
sobre todos los bienes muebles que conformen el “mobiliario” que guarnece la
aludida vivienda, siempre que tales bienes hayan formado parte del patrimonio
del difunto.
v. En la hipótesis anterior, y en el evento que el valor de las vivienda y del
mobiliario que la guarnece exceda la cuota hereditaria del cónyuge, éste podrá
solicitar que se constituya en su favor un derecho de habitación sólo sobre un
inmueble, el referido; y podrá pedir que se le constituya un derecho de uso sobre
diversos muebles, los que conforman el “mobiliario” que guarnece a la vivienda
en cuestión. Estos derechos tendrán el carácter de gratuitos y de vitalicios. b.30)
En relación a las obligaciones que el usufructuario debe cumplir antes de entrar
en el goce de las cosas fructuarias, consistentes en hacer un inventario y rendir
caución, sólo podrán entregarse al usufructuario con antelación al
cumplimiento de estas obligaciones, los bienes muebles comprendidos en el
usufructo, que fueren necesarios para el uso personal del usufructuario y de su
familia. Dichos bienes le serán entregados al usufructuario bajo juramento de
restituir las especies o sus respectivos valores (artículo 777, inciso 5º): se trata
de la llamada “caución juratoria”, figura excepcional que permite al
usufructuario recibir los bienes aludidos, no obstante, no haber cumplido con
las obligaciones de inventario y caución.

2. Tradición

El Código Civil la define como “un modo de adquirir el dominio de las cosas y (que)
consiste en la entrega que el dueño hace de ellas a otro, habiendo por una parte la
facultad e intención de transferir el dominio, y por otra la capacidad e intención de
adquirirlo.
Lo que se dice del dominio se extiende a todos los otros derechos reales”.
Requisitos:
a) Presencia de dos partes
b) Consentimiento del tradente y del adquirente
c) Existencia de un título traslaticio de dominio
d) La entrega de la cosa, con la intención de transferir el dominio

3. ¿cómo se hace la tradición?


Tradición de los derechos reales sobre una cosa corporal mueble. Rigen la
materia los arts. 684 y 685.
Esta tradición puede ser de dos clases: real y ficta.
Tradición real o verdadera, es la que se hace física o materialmente, sea entregando
la cosa el tradente al adquirente, sea permitiendo el primero al segundo la
aprensión material de la cosa tradida, y manifestando uno la voluntad de transferir
y el otro la voluntad de adquirir el dominio: art. 684, inc. 1º.
Tradición ficta o simbólica es la que se hace por medio de una ficción, símbolo o
señal, que representa la cosa tradida y la pone bajo el poder o acción del adquirente.
Sobre el particular, cabe subrayar la importancia de la expresión “SIGNIFICANDO”,
que utiliza el citado inciso.
Art. 684. La tradición de una cosa corporal mueble deberá hacerse significando una
de las partes a la otra que le transfiere el dominio, y figurando esta transferencia
por uno de los medios siguientes:
1º. Permitiéndole la aprensión material de una cosa presente;
2º. Mostrándosela;
3º. Entregándole las llaves del granero, almacén, cofre o lugar cualquiera en que
esté guardada la cosa;
4º. Encargándose el uno de poner la cosa a disposición del otro en el lugar
convenido; y
5º. Por la venta, donación u otro título de enajenación conferido al que tiene la
cosa mueble como usufructuario, arrendatario, comodatario, depositario, o a
cualquier otro título no translaticio de dominio; y recíprocamente por el mero
contrato en que el dueño se constituye usufructuario, comodatario, arrendatario,
etc.

Tradición de derechos reales sobre inmuebles:


Se efectúa por la inscripción del título en el Registro del Conservador de Bienes
Raíces (art. 686), excepto tratándose de la tradición del derecho real de
servidumbre, que se realiza en la forma prescrita en el art. 698, vale decir, por
escritura pública, en la que el tradente exprese constituirlo, y el adquirente
aceptarlo.

Tradición de cuota:
1º Cuota en cosa singular: la doctrina y la jurisprudencia entienden que la cuota
participa del carácter mueble o inmueble de la cosa indivisa. Se concluye entonces,
que si se trata de la tradición de una cuota sobre cosa mueble, ella se efectuará por
cualquiera de las formas establecidas para éstos bienes (art. 684); y si se trata de la
tradición de una cuota en una cosa inmueble, ha de efectuarse por inscripción (art.
686). Cobra aplicación aquí el art. 580. }
2º Cuota en cosa universal: hay controversia en la doctrina.
Un sector de la doctrina concibe perfectamente la comunidad sobre una
universalidad jurídica y, negando la comunicación de la cuota y la naturaleza de los
bienes de que se compone dicha universalidad, entiende que la tradición de la cuota
ha de efectuarse por cualquiera forma simbólica indicada en el art. 684 y no
requiere de inscripción conservatoria, aunque esté integrada por inmuebles. Se está
en presencia de una abstracción, que escapa a la clasificación de bienes en muebles
e inmuebles; y por tanto, para su tradición, ha de seguirse la regla general en
materia de formas de tradición, que son las del art. 684, toda vez que la inscripción
es una forma excepcional de tradición. El otro sector señala que la naturaleza de
los bienes se comunica.

Tradición del derecho real de herencia:


En lo que respecta al título que la precede, el más frecuente será la compraventa,
que debe hacerse por escritura pública (684 Leopoldo Urrutia) (José Ramón
Gutiérrez inscripción en el CBR).

Tradición de derechos personales:


Su transferencia requiere de un título y la subsecuente tradición. El título podrá
consistir en una venta, donación, permuta, etc. En cuanto a la tradición, se verifica
por la entrega del título, hecha por el cedente al cesionario (art. 699). En este
precepto, se entiende por título el instrumento en el que consta el crédito, vale
decir, el documento en el que se encuentra escriturado.

4. Inscripciones a que da lugar la sucesión por causa de muerte:

Su finalidad es dar publicidad a la propiedad raíz y permitir que los herederos


puedan disponer de los inmuebles.
1º El decreto judicial o la resolución administrativa que da la posesión EFECTIVA
de la herencia:
 El decreto judicial se inscribirá en el Registro de Propiedad del Conservador
de la Comuna o agrupación de comunas, en que se encuentre el tribunal que
lo dictó;
 La resolución administrativa se inscribirá en el Registro Nacional de
Posesiones Efectivas, que depende del Servicio de Registro Civil e
Identificación;
Asimismo, el Director Regional del Registro Civil correspondiente, emitirá un
certificado, dando cuenta de haberse otorgado la posesión efectiva de la herencia
intestada, certificado que debe acompañarse al Conservador de Bienes Raíces del
último domicilio del causante, para inscribir también la resolución administrativa,
en el Registro de Propiedad. El decreto judicial también se inscribirá en el Registro
Nacional de Posesiones Efectivas.
Toda posesión efectiva tendrá siempre dos inscripciones, una en el Registro
Nacional de Posesiones Efectivas, a cargo del Registro Civil e Identificación, y otra
en el Registro de Propiedad del Conservador de Bienes Raíces competente.

2º Si la sucesión es testamentaria, se inscribirá también el testamento, en el


Registro de Propiedad del mismo Conservador de Bienes Raíces en que se hubiere
inscrito el auto de posesión efectiva.
En virtud de la inscripción del decreto que concede la posesión efectiva y del
testamento, los herederos pueden disponer de los bienes muebles.

3º La inscripción especial de herencia: se practica con el mérito de la primera


inscripción o de las dos primeras inscripciones. Consiste en inscribir los
inmuebles de la sucesión a nombre de todos los herederos, en el Registro de
Propiedad del Conservador de la Comuna o agrupación de comunas en que está
situado el inmueble; si abarca el territorio de dos o más Conservadores, la
inscripción debe efectuarse en el Registro de todos ellos. En virtud de esta
inscripción, los herederos pueden disponer de consuno de los inmuebles
hereditarios. En el mismo Conservador, volverán a inscribirse el decreto de
posesión efectiva y el testamento, si lo hubiere. Cabe señalar que de conformidad
al artículo 30 de la Ley N° 16.271 de Impuestos a las herencias, asignaciones y
donaciones, si la sociedad conyugal terminare por el fallecimiento de uno de los
cónyuges, los bienes raíces de aquélla deberán inscribirse en el Conservador
respectivo, a nombre del cónyuge sobreviviente y de los herederos del difunto.

4º La inscripción especial del acto de partición: por el cual se adjudica a un


heredero el todo o parte de un inmueble; la inscripción se efectúa en el o en los
mismos Registros en los cuales se verificó o verificaron las inscripciones especiales
de herencia. Sin esta inscripción, no podrá el heredero adjudicatario disponer por
sí solo de los inmuebles hereditarios que en la partición le hayan cabido.

5. con cual pueden enajenar los herederos

Con la inscripción especial de herencia los herederos pueden disponer de consuno


de los inmuebles hereditarios.

1. Enumere los modos de adquirir

El art. 588, que no es una disposición taxativa, enumera los siguientes modos de
adquirir:
a) La ocupación (art. 606).
b) La accesión (art. 643).
c) La tradición (art. 670).
d) La sucesión por causa de muerte (art. 951).
e) La prescripción adquisitiva (art. 2492).

A los anteriores, cabe añadir la ley, que si bien no está mencionada por el art. 588,
se agrega entre los modos de adquirir, pues en ciertos casos opera como tal: por
ejemplo, el usufructo legal del padre o madre sobre los bienes del hijo no
emancipado y el del marido sobre los bienes de la mujer (art. 810) o el usufructo
legal consagrado en favor del beneficiario de una donación revocable (art. 1140).
De la misma forma, la jurisprudencia ha declarado reiteradamente que una ley de
expropiación sirve de título y modo de adquirir el bien expropiado.

2. Tradición como la define el CC requisitos


El Código Civil la define como “un modo de adquirir el dominio de las cosas y (que)
consiste en la entrega que el dueño hace de ellas a otro, habiendo por una parte la
facultad e intención de transferir el dominio, y por otra la capacidad e intención de
adquirirlo.
Lo que se dice del dominio se extiende a todos los otros derechos reales”.

Requisitos:
a) Presencia de dos partes
b) Consentimiento del tradente y del adquirente
c) Existencia de un título traslaticio de dominio
d) La entrega de la cosa, con la intención de transferir el dominio

3. Porque se alude a facultad y a capacidad

La facultad o poder de disposición, que implica, entre otros supuestos, la capacidad


de ejercicio. Así, si el tradente es un representante legal que entrega un bien del
representado, deberá cumplir con las formalidades correspondientes, sin las cuales
no tiene poder para enajenar libremente, es decir, carece de facultad de disposición.

Según Alessandri, el tradente debe tener capacidad de ejercicio, mientras que el


adquirente basta que tenga capacidad de goce.
Según Somarriva, la capacidad que la ley requiere en el adquirente es la capacidad
de administración, y en el tradente, la de disposición; la plena capacidad de ejercicio
en ambos entonces, lo que se vería corroborado por los artículos relativos al pago:
art. 1575, inc. 2º, del cual se desprendería que la capacidad del tradente es la de
libre disposición de los bienes; en este precepto, el pago no es otra cosa que la
tradición, y la facultad de enajenar supone la facultad de disposición. En cuanto a
la capacidad del adquirente, se alude al art. 1578 número 1, según el cual el pago
hecho al acreedor es nulo si no tiene la libre administración de sus bienes (salvo en
el caso del art. 1688).
Para Peñailillo, el adquirente también debe ser plenamente capaz, de acuerdo a las
reglas generales, desde el momento que está celebrando un acto jurídico.
Kiverstein señala, en el mismo sentido, que siendo la tradición un acto jurídico
bilateral, ambas partes deben tener plena capacidad de ejercicio. La conclusión,
entonces, es que el adquirente ha de tener capacidad de ejercicio.

4. De un ejemple en que no se tenga facultad


Marido que enajena bien raíz de la mujer sin su consentimiento.

5. Tradición con que vicio del consentimiento se vincula

Como todo acto jurídico, la tradición debe estar, en lo que a la voluntad de las
partes se refiere, exenta de vicios. En el título de la tradición, el legislador no
reglamentó los diversos vicios del consentimiento, excepto en lo relativo al error
(arts. 676 a 678), de manera que respecto del dolo y de la fuerza se aplican las
reglas generales (arts. 1452 y siguientes).
Las hipótesis de error pueden ser:
1º Error en la cosa tradida: art. 676. Esta disposición está en perfecta armonía con
el art. 1453. Habrá nulidad en este caso.
2º Error en la persona: art. 676. En este punto, hay una excepción a los principios
generales, de acuerdo a los cuales, el error sobre la persona no vicia el
consentimiento, salvo que la persona sea el motivo determinante del acto o
contrato. Tratándose de la tradición, el error en la persona anula la misma, según
se establece en el artículo citado. Ello se explica, porque la tradición no es sino el
cumplimiento de la obligación que nace del contrato. Ahora bien, el pago debe ser
siempre hecho al acreedor, y de lo contrario es nulo o ineficaz para extinguir la
obligación (art. 1576). Sobre este particular, más lógico que hablar de nulidad, sería
decir que en este caso hay pago de lo no debido, y por lo tanto, podría repetirse lo
pagado. En todo caso, si el error no recae en la persona sino sólo sobre el nombre,
la tradición es válida (arts. 676, inc. 2º, 1057 y 1455).
3º Error en el título de la tradición: art. 677 (que guarda armonía también con el
artículo 1453). Puede presentar dos aspectos y en ambos invalida la tradición:
 Ambas partes entienden que hay un título traslaticio de dominio, pero el
error consiste en que se equivocan en cuanto a la naturaleza del título (“como
si por una parte se supone mutuo, y por otra donación”).
 Una parte entiende que hay título traslaticio de dominio y la otra entiende
que hay sólo un título de mera tenencia (“cuando por una parte se tiene el
ánimo de entregar a título de comodato, y por otra se tiene el ánimo de
recibir a título de donación”).
Finalmente, el art. 678, en una disposición inútil considerando la regla general del
art. 1448, establece que el error sufrido por los mandatarios o representantes
legales también invalida la tradición.

CIVIL IV OBLIGACIONES

8. Desde el punto de vista de sus efectos, ¿recuerda cómo se clasifican las


obligaciones? Obligaciones civiles y naturales, puras y simples y sujetas a
modalidad, principales y accesorias, reales y personales.
Las obligaciones se clasifican, según sus efectos, en:

 Obligaciones civiles y naturales


 Obligaciones principales y accesorias
 Obligaciones puras y simples y obligaciones sujetas a modalidad
 Obligaciones personales y obligaciones reales
 Obligaciones de medios y obligaciones de resultados

9. ¿Atendiendo a qué factores o elementos se clasifican las obligaciones?


Atendiendo al objeto:

 Obligaciones positivas y negativas


 Obligaciones de dar, hacer y no hacer
 Obligaciones de género y de especie o cuerpo cierto
 Objeto único: *facultativa
 Objeto múltiple: éstas a su vez:
o Obligaciones de simple objeto múltiple
o Obligaciones alternativas
o Obligaciones facultativas
Atendiendo al sujeto:

ʂ Sujeto singular
ʂ Sujeto plural o múltiple
o Simplemente conjuntas o mancomunadas
o Solidarias
o Indivisibles
Atendiendo a sus efectos:

 Obligaciones civiles y naturales


 Obligaciones principales y accesorias
 Obligaciones puras y simples y obligaciones sujetas a modalidad
 Obligaciones personales y obligaciones reales
 Obligaciones de medios y obligaciones de resultados

10. ¿Las obligaciones sujetas a modalidad, ¿Cómo podrían ser?


Las obligaciones sujetas a modalidad son aquellas cuyos efectos regulares se
alteran al pactarse ciertas cláusulas que afectan el nacimiento, el ejercicio o la
extinción de la obligación.

Son modalidades la condición, el plazo, el modo, la solidaridad, la indivisibilidad,


el carácter alternativo de las obligaciones, la cláusula penal, la representación, etc.

11. ¿Recuerda la más importante clasificación de condición?


La contemplada en el artículo art. 1479.

Art. 1479. La condición se llama suspensiva si mientras no se cumple, suspende la


adquisición de un derecho; y resolutoria, cuando por su cumplimiento se extingue
un derecho.

12. ¿Y la resolutoria a su vez como se clasifica?


Distinguimos tres formas que puede asumir la condición resolutoria:

1. La condición resolutoria ordinaria: es la que consiste en un hecho


cualquiera, futuro e incierto, que no sea el incumplimiento de una obligación,
del que pende la extinción de un derecho.
2. La condición resolutoria tácita: consiste en no cumplirse lo pactado; el
hecho futuro e incierto es el incumplimiento de una obligación.
3. Pacto comisorio: Por el pacto comisorio se estipula expresamente que, no
pagándose el precio al tiempo convenido, se resolverá el contrato de venta.
Es la condición resolutoria tácita pactada.
 Pacto comisorio simple: es aquel en que lisa y llanamente se estipula
que se resolverá el contrato, en caso de no cumplirse lo pactado.
 Pacto comisorio calificado: es aquel en que se estipula que si no se
cumple lo pactado se resolverá ipso facto el contrato, o de pleno
derecho.

13. ¿Recuerda como el CC se refiere a la llamada por la doctrina condición


resolutoria tácita? ¿Elemento de la naturaleza de qué tipo de contratos?
Art. 1489. En los contratos bilaterales va envuelta la condición resolutoria de no
cumplirse por uno de los contratantes lo pactado.
Pero en tal caso podrá el otro contratante pedir a su arbitrio o la resolución o el
cumplimiento del contrato, con indemnización de perjuicios.

14. Ante la eventualidad de la condición resolutoria tacita, qué puede hacer la


contraparte
El contratante diligente puede pedir, a su arbitrio:
+ La resolución del contrato (y la respectiva
compensatoria y moratoria); o
+ El cumplimiento del contrato (más la indemnización moratoria).
En uno y otro caso, puede además pedir que se le indemnicen los perjuicios en la
forma indicada.
Es importante que el incumplimiento sea imputable, el deudor debe estar en mora.

26. En general, ¿nos podría dar un concepto de indemnización de perjuicios?

Indemnización de perjuicios: consiste en el derecho que tiene el acreedor o la


víctima para exigir del deudor o del victimario o a quien sea responsable por sus
hechos, una cantidad de dinero equivalente al beneficio que le habría procurado el
cumplimiento, o al daño experimentado, a consecuencia del incumplimiento o de
la comisión de un delito o cuasidelito.

Indemnización de perjuicios, en el ámbito contractual: el derecho que tiene el


acreedor para exigir del deudor el pago de una cantidad de dinero equivalente a la
ventaja o beneficio que le habría procurado el cumplimiento íntegro y oportuno de
la obligación.

Indemnización de perjuicios, en el ámbito extracontractual: consiste en el derecho


que tiene la víctima para exigir al victimario o a quien sea civilmente responsable
por los hechos de tal victimario, una cantidad de dinero equivalente al daño
patrimonial y moral experimentado a consecuencia de la comisión de un delito o
cuasidelito.

27. ¿De qué clases puede ser la compensación?

La indemnización de perjuicios, de acuerdo con el artículo 1556, procede en tres


casos: cuando el deudor no cumple su obligación; cuando la cumple
imperfectamente; y cuando ha retardado su cumplimiento.
Se desprende de lo anterior que la indemnización de perjuicios se divide en dos
clases: COMPENSATORIA y MORATORIA. Es compensatoria en los dos primeros
casos; es moratoria en el último.

28. ¿Cuándo opera una y otra? Si demando exclusivamente indemnización


moratoria, ¿parto de la base de que hubo o no cumplimiento?
La indemnización compensatoria puede definirse como la cantidad de dinero que
el acreedor tiene derecho a exigir del deudor, cuando éste no cumple su obligación
o la cumple sólo en parte. De manera que opera cuando hay incumplimiento o
cumplimiento imperfecto.
La indemnización de perjuicios moratoria es la cantidad de dinero que el acreedor
puede exigir del deudor cuando éste no cumple oportunamente su obligación. Hay
cumplimiento.

29. En las normas del pago, el CC señala cuándo el pago es eficaz, esto es, a
quien debemos pagar para que ese pago nos libre de la obligación. ¿recuerda cuáles
son las hipótesis?

De ordinario es indiferente quién hace el pago. Pero es siempre fundamental


establecer a quién debe hacerse el pago.
El artículo 1576 regula la materia. Dispone que el pago puede hacerse al ACREEDOR,
A SU REPRESENTANTE O AL POSEEDOR DEL CRÉDITO de buena fe:
Pago hecho al acreedor: La ley señala que bajo tal denominación quedan
también comprendidos aquellos que sucedieron al acreedor en su crédito, a
cualquier título. Si el acreedor falleció, el pago debe hacerse a sus herederos, y si
éstos son varios el pago se divide a prorrata de sus cuotas, y cada heredero sólo
puede reclamar la suya. Bajo el nombre del acreedor se comprende también a los
legatarios y a los cesionarios del crédito.
Pago hecho al representante del acreedor: La representación puede emanar
de la ley, del juez o del acreedor: puede ser entonces legal, judicial, convencional
(podría ser diputado para recibir el pago un menor adulto e incluso un interdicto
por disipación).
Pago hecho al poseedor del crédito, de buena fe: poseedor del crédito es
aquel que aparenta ser propietario, el acreedor putativo.

30. ¿Recuerda excepciones en que no le puedo pagar directamente a mi


acreedor? El deudor falleció y deja heredero de 5 años, ¿a quién debo pagarle?
Art. 1578. El pago hecho al acreedor es nulo en los casos siguientes:
1º. Si el acreedor no tiene la administración de sus bienes; salvo en cuanto se
probare que la cosa pagada se ha empleado en provecho del acreedor, y en cuanto
este provecho se justifique con arreglo al artículo 1688;
2º. Si por el juez se ha embargado la deuda o mandado retener su pago;
3º. Si se paga al deudor insolvente en fraude de los acreedores a cuyo favor se ha
abierto concurso.

Si el acreedor no tiene la administración de sus bienes (porque es incapaz o porque


aun siendo capaz, otro ha de recibir por el acreedor, como en el caso de la mujer
casada en sociedad conyugal), salvo que la cosa pagada hubiere sido útil al acreedor
en los términos del artículo 1688; o en el caso del artículo 2181, inciso 2º, respecto
del contrato de comodato, cuando la cosa fue prestada por un incapaz que la usaba
con permiso de su representante legal.
Si por el juez se embargó la deuda o ha mandado retener su pago (es decir, se
decretó una medida precautoria). En realidad, lo que se embarga es el crédito. La
jurisprudencia ha concluido que en este caso el deudor debe abstenerse de ejecutar
el pago al acreedor y éste por su parte no puede exigir el pago. El acreedor tampoco
podrá oponer su crédito en compensación a otro crédito (art. 1661). Finalmente, si
el crédito se enajena, habrá objeto ilícito (art. 1464 N°3).
Si se paga al deudor insolvente en fraude de los acreedores a cuyo favor se abrió
concurso. Declarada la liquidación, los pagos deben hacerse al liquidador.
31. ¿Qué calidad podría tener el representante de un niño?

Representante legal: Padre, madre, tutor o curador y adoptante.

32. ¿Qué otra hipótesis? Poseedor aparente del crédito y debe pagarse de buena
fe.
1. Al acreedor
2. Al representante del acreedor
3. Al poseedor del crédito, de buena fe.

24. Como clasificamos las obligaciones con pluralidad de sujetos

ʂ Sujeto plural o múltiple


o Simplemente conjuntas o mancomunadas
o Solidarias
o Indivisibles

25. ¿Cuál es la RG?

La RG la constituyen las obligaciones simplemente conjuntas o mancomunadas.


Son aquellas en que, habiendo varios deudores o acreedores y un solo objeto
debido, de naturaleza divisible, cada deudor está obligado únicamente al pago de
su cuota, y cada acreedor no puede exigir sino la suya.
La obligación simplemente conjunta se entiende dividida en tantas partes, cuantos
sean los sujetos que en ella intervienen. Habrá varias deudas y/o varios créditos,
independientes entre sí. De ahí que algunos autores consideren casi un absurdo
hablar de obligaciones simplemente conjuntas, porque en lugar de una conjunción
hay una separación, de manera que debieran llamarse disyuntivas.
26. ¿qué significa eso?

Que cada vez que nos encontremos ante una obligación con pluralidad de sujetos
y no se haya establecido la solidaridad por la ley o las partes o el objeto de la
obligación no sea indivisible o la ley no disponga una indivisibilidad de pago,
estaremos en presencia de una obligación simplemente conjunta.

11. ¿Cómo se denomina la convención en virtud de la cual las partes acuerdan


poner término a un contrato actualmente en ejecución?

LA RESCILIACIÓN. Ella es una convención en que las partes interesadas, siendo


capaces de disponer libremente de lo suyo, consienten en dejar sin efecto una
convención o contrato, extinguiéndose las obligaciones vigentes.
Las obligaciones deben estar vigentes, esto es, no cumplidas en su totalidad, pues
si así fuere, en rigor ya no podrían resciliarse, por la sencilla razón de que no
existirían obligaciones destinadas a extinguirse.
Art. 1567. Toda obligación puede extinguirse por una convención en que las partes
interesadas, siendo capaces de disponer libremente de lo suyo, consienten en darla
por nula.

12. ¿Qué naturaleza jurídica tiene la resciliación? ¿es un contrato la resciliación?

Se trata de una convención, esto es, un ato jurídico bilateral que tiene por objeto
extinguir obligaciones.

13. ¿Cuál es su objeto?

Dejar sin efecto una convención o contrato, extinguiéndose las obligaciones


vigentes.

14. ¿En qué materia estudió la resciliación?

A propósito de los modos de extinguir las obligaciones

15. Por RG ¿los contratos son resciliables o es excepcional?

En general, todas las obligaciones pueden dejarse sin efecto por mutuo
consentimiento de las partes.
Excepcionalmente no es posible resciliar ciertos contratos, como el de matrimonio,
o el pacto sustitutivo del régimen matrimonial, contemplado en el artículo 1723 del
Código Civil, por regla general o las capitulaciones matrimoniales pactadas con
antelación al matrimonio.
La ley alude también a la resciliación en el artículo 728, cuando establece que una
de las causales de cancelación de la posesión inscrita de un inmueble, es aquella
que opera “por voluntad de las partes”.

16. ¿Conoce algún caso en que no se admita resciliar un contrato? Contrato de


matrimonio.

El matrimonio, las capitulaciones matrimoniales pactadas con antelación al


matrimonio, los pactos del artículo 1723, por regla general.

17. ¿Conoce algunos casos en que un contrato pueda terminar por un acto
unilateral? Mandato, en el caso de la revocación del mandante y la renuncia
del mandatario.
Excepcionalmente, un contrato puede dejarse sin efecto por la voluntad de uno
solo de los contratantes. Así acontece en el mandato mediante la revocación y la
renuncia (art. 2163 números 3 y 4) y en el arrendamiento, asumiendo este último
caso el nombre de “desahucio” (artículo 1951). El Acuerdo de Unión Civil, permite
también a cualquiera de los convivientes civiles para poner término al contrato
de manera unilateral.

Renuncia del mandatario: acto jurídico unilateral, mediante el cual el mandatario,


comunica al mandante su intención de no continuar ejecutando el encargo.
Revocación del mandante: Se llama revocación el acto jurídico unilateral por el cual
el mandante hace saber a su mandatario su decisión de poner término al mandato.

El desahucio es un acto jurídico unilateral que consiste en la noticia anticipada que


una de las partes da a la otra de su deseo de poner término al contrato de
arrendamiento.

AUC: el contrato solemne celebrado entre dos personas que comparten un hogar,
con el propósito de regular los efectos jurídicos derivados de su vida afectiva en
común, de carácter estable y permanente.

18. ¿Qué otro caso conoce? Arrendamiento en el caso de desahucio.

Excepcionalmente, un contrato puede dejarse sin efecto por la voluntad de uno


solo de los contratantes. Así acontece en el mandato mediante la revocación y la
renuncia (art. 2163 números 3 y 4) y en el arrendamiento, asumiendo este último
caso el nombre de “desahucio” (artículo 1951). El Acuerdo de Unión Civil, permite
también a cualquiera de los convivientes civiles para poner término al contrato
de manera unilateral.

Renuncia del mandatario: acto jurídico unilateral, mediante el cual el mandatario,


comunica al mandante su intención de no continuar ejecutando el encargo.

Revocación del mandante: Se llama revocación el acto jurídico unilateral por el cual
el mandante hace saber a su mandatario su decisión de poner término al mandato.

El desahucio es un acto jurídico unilateral que consiste en la noticia anticipada que


una de las partes da a la otra de su deseo de poner término al contrato de
arrendamiento.

AUC: el contrato solemne celebrado entre dos personas que comparten un hogar,
con el propósito de regular los efectos jurídicos derivados de su vida afectiva en
común, de carácter estable y permanente.

19. ¿Desde el punto de vista de su periodicidad que contrato de arrendamiento


se puede desahuciar? Un arrendamiento a plazo indefinido.

Cuando el contrato no tiene plazo estipulado por los contratantes, ni puede


deducirse del servicio al que la cosa se destina, ni por la costumbre del país. En
este caso, el contrato puede terminar en cualquier momento, por desahucio del
arrendador o del arrendatario.
Ley 18.101:
Los contratos pactados mes a mes y de duración indefinida: en ellos, el arrendador
sólo podrá ponerles término mediante desahucio judicial o mediante desahucio
practicado a través de una notificación personal efectuada por un notario.
El plazo de desahucio será de dos meses, contado desde la notificación del
desahucio judicial o practicado a través de un notario, y se aumentará en un mes
por cada año completo que el arrendatario hubiere ocupado el inmueble, sin que
los dos meses más el aumento excedan de 6 meses.
Los contratos pactados a plazo fijo superior a un año, cuando el inmueble se
destina a la habitación. En este caso, si se prohibió al arrendatario subarrendar,
éste podrá poner término anticipado al contrato sin la obligación de pagar la renta
por el período que falte.

El desahucio es un acto jurídico unilateral que consiste en la noticia anticipada que


una de las partes da a la otra de su deseo de poner término al contrato de
arrendamiento.

11. ¿Qué entendemos por condición?

Condición es un hecho futuro e incierto del cual depende el nacimiento o la


extinción de un derecho.

12. ¿Recuerda Ud. alguna clasificación de condición?

La más importante es aquella contenida en el artículo 1479 y que las divide en


condiciones suspensivas y resolutorias:
Art. 1479. La condición se llama suspensiva si, mientras no se cumple, suspende la
adquisición de un derecho; y resolutoria, cuando por su cumplimiento se extingue
un derecho.

La condición suspensiva subordina a un hecho futuro e incierto la existencia de la


obligación: se ignora si el derecho correlativo llegará a existir.
La condición resolutoria subordina al hecho futuro e incierto la extinción de la
obligación. Esta nació, pero está expuesta a extinguirse en el evento que se verifique
la condición.

 Expresas y tácitas.
Condiciones expresas son aquellas establecidas en virtud de una cláusula formal.
Constituyen la regla general.
Condiciones tácitas son aquellas que se subentienden sin necesidad de una
declaración de voluntad explícita. Las condiciones sólo cabe subentenderlas en los
casos señalados por la ley.
 Positivas y negativas (art. 1474).
Las positivas consisten en acontecer una cosa; las negativas en que no acontezca
una cosa.
 Determinadas e indeterminadas.
Las determinadas son aquellas en las que se sabe cuándo el hecho puede suceder
(te doy $ 1.000.000.-, si apruebas tu examen de grado, que darás el 15 de mayo
próximo); en las indeterminadas, se ignora si el hecho ha de ocurrir y cuando (te
dono un departamento, si te casas).
 Posibles o lícitas e imposibles o ilícitas (art. 1475).
 Potestativas, casuales y mixtas: art. 1477.

13. ¿Conoce algún ejemplo de condición tácita en el CC?


La condición resolutoria tácita: consiste en no cumplirse lo pactado; el hecho
futuro e incierto es el incumplimiento de una obligación. Es una condición negativa
y simplemente potestativa. Se le llama “tácita”, porque se subentiende en todo
contrato bilateral, no es necesario pactarla: art. 1489.

Art. 1489. En los contratos bilaterales va envuelta la condición resolutoria de no


cumplirse por uno de los contratantes lo pactado.
Pero en tal caso podrá el otro contratante pedir a su arbitrio o la resolución o el
cumplimiento del contrato, con indemnización de perjuicios.

14. ¿Cómo el CC regulo esta llamada condición tácita? Sí, cuando se refiere a
que se entenderá por plazo tácito el indispensable para cumplir.

Art. 1489. En los contratos bilaterales va envuelta la condición resolutoria de no


cumplirse por uno de los contratantes lo pactado.
Pero en tal caso podrá el otro contratante pedir a su arbitrio o la resolución o el
cumplimiento del contrato, con indemnización de perjuicios.

15. Si el contratante diligente opta por demandar la resolución, ¿Qué acción


debe deducir?

Acción resolutoria: es la que nace de la condición resolutoria tácita y del pacto


comisorio, para pedir la resolución del contrato por incumplimiento de las
obligaciones contraídas.

16. ¿En qué plazo prescribe la acción resolutoria? 5 años, excepcionalmente será
de 4 años en el caso de donación con cargas.

Hay que distinguir entre la que emana de la CRT y la que emana del pacto comisorio:

 La acción resolutoria que emana de una condición resolutoria tácita no


tiene reglas especiales y por lo tanto se le aplican las reglas generales de la
prescripción:
 La acción prescribe en 5 años: art. 2515, 1º (excepcionalmente,
prescribirá en 4 años, en el caso de una donación con cargas, artículo
1427).
 La prescripción corre desde que se hizo exigible la obligación
infringida: art. 2514, 2º.
 La prescripción se suspende: arts. 2509 inciso 1 y 2520 (no se
suspenderá, sin embargo, en el caso de una donación con cargas).
 La ley ha establecido reglas especiales tratándose de la prescripción de la
acción resolutoria que emana de un pacto comisorio:
o Prescribe la acción en 4 años, o en el plazo menor estipulado por las
partes: art. 1880.
o La prescripción no corre desde que la obligación se hizo exigible, sino
que desde la fecha del contrato (art. 1880, 1º).
La prescripción, por ser de corto tiempo, no se suspende: corre en contra de toda
clase de personas (art. 2524).
1. ¿La acción resolutoria es prescriptible? Sí. ¿En qué plazo? 5 años contados
desde que la obligación se ha hecho exigible.

Hay que distinguir entre la que emana de la CRT y la que emana del pacto comisorio:
 La acción resolutoria que emana de una condición resolutoria tácita no
tiene reglas especiales y por lo tanto se le aplican las reglas generales de la
prescripción:
 La acción prescribe en 5 años: art. 2515, 1º (excepcionalmente,
prescribirá en 4 años, en el caso de una donación con cargas, artículo
1427).
 La prescripción corre desde que se hizo exigible la obligación
infringida: art. 2514, 2º.
 La prescripción se suspende: arts. 2509 inciso 1 y 2520 (no se
suspenderá, sin embargo, en el caso de una donación con cargas).
 La ley ha establecido reglas especiales tratándose de la prescripción de la
acción resolutoria que emana de un pacto comisorio:
o Prescribe la acción en 4 años, o en el plazo menor estipulado por las
partes: art. 1880.
o La prescripción no corre desde que la obligación se hizo exigible, sino
que desde la fecha del contrato (art. 1880, 1º).
La prescripción, por ser de corto tiempo, no se suspende: corre en contra de toda
clase de personas (art. 2524).

2. ¿Podría ocurrir una contingencia que prolongue el plazo de prescripción de


la acción? Suspensión de la prescripción.

La prescripción se suspende: arts. 2509 inciso 1 y 2520 (no se suspenderá, sin


embargo, en el caso de una donación con cargas).
La suspensión es un beneficio establecido en favor de ciertas personas, en cuya
virtud la prescripción no corre en contra suya.

1. ¿Cuáles son los contratos de garantía o cauciones reguladas en el CC?

La hipoteca, la prenda, la fianza, la anticresis.


Se agregan a los anteriores otras figuras que en sí no son contratos, pero que se
incorporan en él, como la solidaridad pasiva y la cláusula penal (especialmente de
un tercero). Son en general las cauciones (art. 46). Estas pueden ser reales o
personales. En las primeras, una cosa determinada garantiza al acreedor que se
cumplirá íntegra y oportunamente la obligación principal. Puede ser tal cosa un
bien mueble (prenda) o inmueble (hipoteca). En las cauciones personales, en lugar
de garantizar el cumplimiento de una obligación principal con un determinado bien,
es un sujeto (por ejemplo, un fiador o un avalista y codeudor solidario que suscribe
un pagaré), quien se obliga a cumplir dicha obligación, si no lo hace el deudor
principal.

2. Conoce alguna garantía distinta, muy empleada por la banca, por los
arrendadores
La solidaridad, codeudor solidario.

3. La cláusula penal, la fianza y la solidaridad, son qué tipo de caución.


Cauciones personales.
4. Que caracteriza a una caución personal
En las cauciones personales, en lugar de garantizar el cumplimiento de una
obligación principal con un determinado bien, es un sujeto (por ejemplo, un fiador
o un avalista y codeudor solidario que suscribe un pagaré), quien se obliga a cumplir
dicha obligación, si no lo hace el deudor principal.

5. Que es lo que tiene el acreedor en contra de este tercero que ha constituido

Tiene un derecho personal.

6. Cuando el CC define el derecho de prenda general dice que es el que se tiene


contra aquel ha contraído una obligación personal, de lo que se deduce que
existen las obligaciones reales, ¿conoce un ejemplo?

Obligación real (o sea, en razón de la cosa) es aquella en que el obligado sólo


compromete determinados bienes, como acontece con el garante hipotecario o
prendario, que no está personalmente obligado, y por ende, no se encuentra afecto
al derecho de prenda general del acreedor.
Para Alessandri sería obligación real aquella que pesa sobre una persona, no por
haberla contraído, sino por tener en su patrimonio una cosa determinada que se
halla afecta al cumplimiento de una obligación que otro contrajo.
Aquella obligación que sigue al dueño de la cosa (por ejemplo, los gastos comunes
o las contribuciones, que debe pagar el actual propietario, sin importar que se
hubieren devengado cuando el inmueble pertenecía a otro).

1. Recuerda como se clasifican las obligaciones según sus efectos.


Las obligaciones se clasifican, según sus efectos, en:

C_N P_A PS_SM R_P M_R

 Obligaciones civiles y naturales


 Obligaciones principales y accesorias
 Obligaciones puras y simples y obligaciones sujetas a modalidad
 Obligaciones personales y obligaciones reales
 Obligaciones de medios y obligaciones de resultados

2. Pensando en que si quienes incurren en la culpa son dos o más sujetos, qué
ocurre.
Tratándose de la culpa contractual, si quienes incurren en ella fueren dos o más
contratantes, responderán en forma simplemente conjunta, a menos que se
hubiere pactado solidaridad o la ley dispusiere otra cosa (arts. 1511, inc. 1° y 1526,
inc. 1°). Tratándose de la culpa extracontractual, si dos o más individuos hubieren
cometido un cuasidelito, responderán solidariamente (art. 2317, inc. 1°).
3. Ordene los grados de culpa desde la que exige mayor cuidado a la que menos.
Levísima  Culpa o descuido levísimo es la falta de aquella esmerada diligencia
que un hombre juicioso emplea en la administración de sus negocios importantes.
Esta especie de culpa se opone a la suma diligencia o cuidado.
Leve  es la falta de aquella diligencia y cuidado que los hombres emplean
ordinariamente en sus negocios propios.
Grave o lata  es la que consiste en no manejar los negocios ajenos con aquel
cuidado que aun las personas negligentes y de poca prudencia suelen emplear en
sus negocios propios.

4. Denos un ejemplo de cada uno


Levísima: comodato, el deudor. cede en su beneficio.
Leve: promesa, la compraventa las partes.
Lata o grave: depósito, el deudor. cede en beneficio del acreedor.

● Contrato de compraventa: las partes responden hasta de culpa leve;


● Contrato de arrendamiento: las partes responden hasta de culpa leve;
● Contrato de sociedad: las partes responden hasta de culpa leve;
● Contrato de transacción: las partes responden hasta de culpa leve;
● Contrato de prenda: el acreedor prendario responde hasta de culpa leve;
● Contrato de comodato: el deudor responde incluso de culpa levísima.
● Contrato de depósito: el deudor responde sólo de culpa lata;
● Contrato de hipoteca: el deudor (constituyente) responde hasta de culpa leve;
● Contrato de promesa: las partes responden de culpa leve.
● Contrato de anticresis: el acreedor anticrético responde hasta de culpa leve.

5. Recuerda algún caso en que en el deposito el grado de culpa no sea la lata o


grave.
En el depósito necesario es leve.

6. Recuerda como se clasifican las obligaciones según sus efectos.


Las obligaciones se clasifican, según sus efectos, en:

C_N P_A PS_SM R_P M_R

 Obligaciones civiles y naturales


 Obligaciones principales y accesorias
 Obligaciones puras y simples y obligaciones sujetas a modalidad
 Obligaciones personales y obligaciones reales
 Obligaciones de medios y obligaciones de resultados

7. Pensando en que si quienes incurren en la culpa son dos o más sujetos, qué
ocurre.
Tratándose de la culpa contractual, si quienes incurren en ella fueren dos o más
contratantes, responderán en forma simplemente conjunta, a menos que se
hubiere pactado solidaridad o la ley dispusiere otra cosa (arts. 1511, inc. 1° y 1526,
inc. 1°). Tratándose de la culpa extracontractual, si dos o más individuos hubieren
cometido un cuasidelito, responderán solidariamente (art. 2317, inc. 1°).

8. Ordene los grados de culpa desde la que exige mayor cuidado a la que menos.
Levísima  Culpa o descuido levísimo es la falta de aquella esmerada diligencia
que un hombre juicioso emplea en la administración de sus negocios importantes.
Esta especie de culpa se opone a la suma diligencia o cuidado.
Leve  es la falta de aquella diligencia y cuidado que los hombres emplean
ordinariamente en sus negocios propios.
Grave o lata  es la que consiste en no manejar los negocios ajenos con aquel
cuidado que aun las personas negligentes y de poca prudencia suelen emplear en
sus negocios propios.

9. Denos un ejemplo de cada uno


Levísima: comodato, el deudor. cede en su beneficio.
Leve: promesa, la compraventa las partes.
Lata o grave: depósito, el deudor. cede en beneficio del acreedor.

● Contrato de compraventa: las partes responden hasta de culpa leve;


● Contrato de arrendamiento: las partes responden hasta de culpa leve;
● Contrato de sociedad: las partes responden hasta de culpa leve;
● Contrato de transacción: las partes responden hasta de culpa leve;
● Contrato de prenda: el acreedor prendario responde hasta de culpa leve;
● Contrato de comodato: el deudor responde incluso de culpa levísima.
● Contrato de depósito: el deudor responde sólo de culpa lata;
● Contrato de hipoteca: el deudor (constituyente) responde hasta de culpa leve;
● Contrato de promesa: las partes responden de culpa leve.
● Contrato de anticresis: el acreedor anticrético responde hasta de culpa leve.

10. Recuerda algún caso en que en el deposito el grado de culpa no sea la lata o
grave.
En el depósito necesario es leve.

11. Obligaciones, a propósito de los grados de culpa, cómo determinamos en un


contrato de qué grado de culpa debe responder el contratante. Pactado, ley
especial fuera del CC, ley especial dentro del CC y finalmente art 1547.

Para determinar de qué grado de culpa ha de responder el deudor, debemos


atender:
 A lo que las partes hubieren estipulado en el contrato.
 A falta de estipulación, lo que dispongan leyes especiales, de haberlas.
 A falta de estipulación y de normas especiales, habrá que estar a lo
dispuesto en normas del Código Civil, específicas de cada contrato o para
ciertas instituciones. Ej. Deposito necesario: leve. Comodato en pro de
ambas partes: leve.
 A falta de estipulación en el contrato o de normas especiales, sean ajenas al
Código o propias de éste, debemos aplicar lo dispuesto en el artículo 1547,
es decir, según si el contrato beneficie a las dos partes o a una sola de ellas.
Esta es la norma general y supletoria en esta materia.

Si el contrato sólo reporta utilidad al acreedor, el deudor responderá


exclusivamente de culpa lata: depósito, por ejemplo (artículo 2222).
Si el contrato es beneficioso para ambas partes, el deudor responde de la culpa
leve: compraventa, por ejemplo; arrendamiento, etc.
Si el deudor es el único beneficiado con el contrato, responde incluso de la culpa
levísima: comodato, por ejemplo (art. 2178).

No puede estipularse que el deudor no responderá ni siquiera de culpa lata o grave,


porque ésta equivale al dolo en materia civil, y la condonación del dolo futuro
adolece de objeto ilícito (artículo 1465).

6. Efectos de las obligaciones, a qué se refiere

Es la necesidad jurídica en que se halla el deudor de cumplirlas, para lo cual la


ley le da al acreedor ciertos derechos destinados a asegurar su cumplimiento. Los
efectos de las obligaciones, en otras palabras, son las consecuencias que para el
acreedor y el deudor surgen del vínculo jurídico obligatorio que los liga.
Lo normal es que las obligaciones se cumplan, si ello no acontece entramos en el
ámbito de los efectos de las obligaciones: los derechos o el conjunto de medios
que la ley confiere al acreedor para obtener el cumplimiento exacto, íntegro y
oportuno de la obligación, por parte del deudor, cuando éste no la cumpla en
todo o en parte o esté en mora de cumplirla.
Son:
 Un derecho principal para exigir, en cuanto sea posible, la ejecución forzada
de la obligación.
 Un derecho secundario para exigir indemnización de perjuicios: supletorio
del anterior.
 Derechos auxiliares destinados a dejar afecto el patrimonio del deudor al
cumplimiento de la obligación, a mantenerlo en condiciones de afrontar las
obligaciones que contrajo o de pagar la indemnización supletoria. Estos son:
- Derecho a impetrar medidas conservativas;
- Acción oblicua o subrogatoria: obtener que el acreedor se
subrogue en el lugar del deudor para ejercitar a nombre de éste
las acciones o los derechos que le corresponden al deudor y
que éste, por negligencia o con el ánimo de perjudicar a sus
acreedores, no quiere ejercer, imposibilitando incorporar a su
patrimonio determinados bienes.
- Acción pauliana o revocatoria: Mediante su ejercicio pueden
obtener que se dejen sin efecto las enajenaciones hechas por el
deudor en fraude a los acreedores y que se reintegren a su
patrimonio los bienes enajenados.
- Beneficio de separación de patrimonios.

7. En qué consiste el derecho de prenda general


Art. 2465. Toda obligación personal da al acreedor el derecho de perseguir su
ejecución sobre todos los bienes raíces o muebles del deudor, sean presentes o
futuros, exceptuándose solamente los no embargables, designados en el artículo
1618.
Consiste en la facultad que tienen los acreedores para perseguir todos los bienes
del deudor, presentes o futuros.
Para que pueda ejercerse este derecho de prenda general, es necesario que el
acreedor sea titular de un derecho personal o crédito, es decir que el deudor se
halle obligado directamente con él; de lo contrario, cuando por ejemplo, sólo se
encuentra afecto un bien determinado (como en la prenda o hipoteca constituidas
por un tercero “garante” pero no deudor o en el caso del “tercer poseedor” de la
finca hipotecada), el acreedor sólo podrá perseguir ese bien en particular.

8. Casos en que es posible solicitar el cumplimiento y la indemnización.

En principio, ello no es posible. En efecto, cuando opera la indemnización


compensatoria, la obligación infringida subsiste, pero varía de objeto: la cosa
debida se sustituye por la indemnización de perjuicios. Por ende, si pudiere el
acreedor exigir ambas cosas (lo debido y la indemnización de perjuicios
compensatoria), estaríamos ante un cumplimiento doble de la obligación, lo que
implicaría enriquecimiento ilícito para una de las partes: artículo 1537.
Excepcionalmente, puede hacerlo en los siguientes casos:
 Cuando en la cláusula penal, se estipula expresamente que por el pago de
la pena no se entiende extinguida la obligación principal (artículos 1537 y
1543).
 En la transacción (artículo 2463. Si se ha estipulado una pena contra el que
deja de ejecutar la transacción, habrá lugar a la pena, sin perjuicio de llevarse
a efecto la transacción en todas sus partes).

9. Definición de caso fortuito y fuerza mayor


“Imprevisto a que no es posible resistir”.

Requisitos para que un hecho constituya un caso fortuito:


1º Que provenga de una causa enteramente ajena a la voluntad del deudor. Por eso,
si el caso fortuito se origina en la culpa del deudor o si sobreviene cuando éste
estaba en mora, ya no le exime de responsabilidad, porque en tales eventos, el
deudor ya no es totalmente ajeno a la producción del hecho que lo constituye.
2º Que se trate de un hecho imprevisto: que se trate de un hecho que dentro de los
cálculos ordinarios o normales, no se haya podido prever.
3º Que se trate de un hecho insuperable: es decir, que el deudor, dentro de los
medios de que puede disponer, no pueda evitarlo. Si se trata de un hecho que hace
más difícil el cumplimiento de la obligación, si hace más oneroso el cumplimiento
pero que no lo impide, no hay caso fortuito.

Casos en los cuales el deudor responde del caso fortuito:


1º Cuando el deudor toma a su cargo el caso fortuito, estipulándose expresamente.
Esta estipulación está autorizada por la ley, en el inciso final del artículo 1547 y en
el artículo 1673. Estamos ante una consecuencia del artículo 1545. La cláusula es
una especie de seguro, por la que el deudor toma el rol de asegurador de la cosa
con respecto al acreedor.
2º Cuando el caso fortuito sobreviene por culpa del deudor: falta aquí uno de los
requisitos del caso fortuito, que el hecho provenga de una causa enteramente ajena
al deudor (“nadie puede aprovecharse de su propia culpa”).
3º Cuando el caso fortuito sobreviene durante la mora del deudor, porque la mora
implica la idea de culpa. En todo caso, si el caso fortuito igual habría sobrevenido
estando la cosa en poder del acreedor, se aminora la responsabilidad del deudor:
sólo responde de indemnización moratoria (artículo 1672). Así, por ejemplo, cuando
el deudor de una especie o cuerpo cierto y el acreedor de la misma están
domiciliados en un mismo sector de la ciudad, que resulta inundado por la crecida
de un río cercano, destruyéndose la cosa que el primero debía entregar al segundo.
Si dicha cosa se hubiere entregado oportunamente, la cosa igualmente se habría
destruido al encontrarse en el domicilio del acreedor.
4º Cuando la ley pone el caso fortuito a cargo del deudor: artículo 1547 inciso final.
Por ejemplo:
● Artículo 1676, que dispone: “Al que ha hurtado o robado un cuerpo cierto, no le
será permitido alegar que la cosa ha perecido por caso fortuito, aun de aquellos que
habrían producido la destrucción o pérdida del cuerpo cierto en poder del
acreedor”.
● En el contrato de mandato, cuando por un pacto especial, el mandatario tomó
sobre sí la solvencia de los deudores y todas las incertidumbres y embarazos del
cobro: aunque en este caso hay pacto, es la ley la que agrega a continuación que en
tal caso, son de cuenta del mandatario “hasta los casos fortuitos y la fuerza mayor”;
y respecto de las especies metálicas que el mandatario tiene en su poder, es decir
dinero, que en principio, “perecen para el mandatario aun por fuerza mayor o caso
fortuito”)
● Respecto de la pérdida o deterioro que pudiere experimentar la finca hipotecada.
Será indiferente que la pérdida o deterioro se deba a un caso fortuito o a un hecho
culpable o doloso del propietario. Aún en el primer caso, responderá el dueño de la
finca hipotecada.
5° Cuando el deudor se hubiere comprometido a entregar una misma cosa a dos o
más personas por obligaciones distintas: artículo 1550. Se sanciona aquí la mala fe
del deudor.
6° El riesgo de pérdida fortuita de la cosa debida bajo condición es de cargo del
deudor. En este caso, no nace el contrato y el deudor nada podrá exigir al otro
contratante. En realidad, en el segundo y tercer caso no hay caso fortuito, no
concurren todos los requisitos necesarios para ello.

10. Que es la mora

El retardo imputable en el cumplimiento de la obligación, que persiste después


de la interpelación del acreedor.

Requisitos de la mora:
1º Que haya retardo en el cumplimiento de la obligación.
2º Que el retardo sea imputable al deudor: que provenga del hecho o culpa del
deudor y con mayor razón del dolo. El retardo fortuito no constituye en mora al
deudor.
3º Que el acreedor interpele al deudor (con la salvedad de que si se estipuló plazo
para el pago, la sola llegada de éste supone una interpelación automática por parte
del acreedor).
11. Cuando está el deudor en mora

Art. 1551. El deudor está en mora,


1º. CUANDO NO HA CUMPLIDO LA OBLIGACIÓN DENTRO DEL TÉRMINO
ESTIPULADO, SALVO QUE LA LEY EN CASOS ESPECIALES EXIJA QUE SE REQUIERA
AL DEUDOR PARA CONSTITUIRLE EN MORA;
2º. CUANDO LA COSA NO HA PODIDO SER DADA O EJECUTADA SINO DENTRO
DE CIERTO ESPACIO DE TIEMPO, Y EL DEUDOR LO HA DEJADO PASAR SIN
DARLA O EJECUTARLA;
3º. EN LOS DEMÁS CASOS, CUANDO EL DEUDOR HA SIDO JUDICIALMENTE
RECONVENIDO POR EL ACREEDOR.

Excepciones al N°1:
Se señalan como tales casos excepcionales los arts. 1949 (que exige requerir al
arrendatario para constituirlo en mora de su obligación de restituir la cosa) y 1977
(que, respecto del arrendamiento de inmuebles, exige hacer dos reconvenciones de
pago al arrendatario, para hacer cesar inmediatamente el arriendo, en caso de mora
de un período entero en el pago de la renta).

Casos que comprende el N3: ● las obligaciones puras y simples, o sea aquellas en
que no se señala plazo; ● las obligaciones que tienen un plazo legal; ● las
obligaciones condicionales; ● las obligaciones testamentarias; ● las obligaciones
derivadas de un contrato bilateral cuando ninguna de las partes las ha cumplido
oportunamente.

12. Cuando no es necesaria la interpelación


En los dos primeros casos del articulo 1551, se dice que opera una interpelación
convencional expresa y tácita respectivamente.

13. Efectos de la mora del deudor:

1º Da derecho a exigir indemnización de perjuicios, con arreglo a los arts. 1557 y


1537. Es el efecto fundamental de la mora.
2º Hace responsable al deudor del caso fortuito sobrevenido durante su mora
(arts. 1547 y 1672); sin embargo, la responsabilidad del deudor se aminora si el
caso fortuito es de aquéllos que habrían sobrevenido igualmente si la cosa se
hubiere encontrado en poder del acreedor. Es decir, pone a cargo del deudor los
riesgos de la especie o cuerpo cierto cuya entrega se deba (art. 1550). Se invierte
entonces el principio general que pone de cargo del acreedor la pérdida de la cosa
debida. Si hay mora del deudor, opera el principio res perit debitori.

14. Mora purga la mora

El art. 1552 establece una importante excepción a las reglas del art. 1551: aunque
se haya estipulado un plazo o requerido al deudor, éste no se encontrará en mora
si su acreedor, que es a la vez su deudor, no ha cumplido o está pronto a cumplir
su obligación recíproca.
Art. 1552. En los contratos bilaterales ninguno de los contratantes está en mora
dejando de cumplir lo pactado, mientras el otro no lo cumple por su parte, o no se
allana a cumplirlo en la forma y tiempo debidos.

15. Mora del acreedor


Puede suceder que el acreedor no quiera recibir la cosa y deje al deudor en la
imposibilidad de satisfacer su obligación. La situación a que da origen esta actitud
del acreedor es lo que constituye “la mora” del acreedor.
Efectos:
1º Descarga al deudor del cuidado ordinario de la cosa, y le hace responsable sólo
de culpa lata o dolo. La mora del acreedor atenúa la responsabilidad del deudor,
pero no lo exime totalmente de ella.
2º El acreedor debe indemnizar al deudor por los perjuicios que su mora le
ocasione (art. 1827). Así, por ejemplo, si el acreedor se niega a recibir productos
perecibles, y el deudor se ve en la necesidad de arrendar un frigorífico para evitar
su deterioro o pérdida.
3º La mora del acreedor no justifica el incumplimiento de la obligación por el
deudor, no lo exonera de la ejecución de lo convenido. El deudor debe pagar por
consignación.

3. Características para que el título sea justo

Se pueden deducir, interpretando a contrario sensu el artículo 704, que señala los
casos de títulos injustos:
a.1.) Debe tener aptitud suficiente para atribuir el dominio: la tiene, por ejemplo,
el título translaticio de dominio, como la compraventa o la permuta; no la tiene, el
título que importa reconocimiento de dominio ajeno, como el del arrendatario, el
del comodatario, etc., es decir, el título de mera tenencia.
a.2.) Debe ser verdadero: debe ser un título con existencia real. Por eso, son títulos
injustos el falsificado (art. 704 N° 1) y el meramente putativo, como el del heredero
aparente que no es en realidad heredero (art. 704 N° 4).
a.3.) Debe ser válido: según se desprende por antítesis del Art. 704, N° 2 y N° 3, que
declaran título injusto, respectivamente, el que emana de un falso representante
(nulidad absoluta por falta de voluntad) y el que adolece de un vicio de nulidad
(nulidad absoluta por otra causa y nulidad relativa).

4. Efectos de la condición resolutoria cumplida


Efectos de la condición resolutoria cumplida:
Se extingue el derecho para uno, desaparece la obligación para el otro (art. 1567
número 9). La condición resolutoria cumplida opera retroactivamente. Así, la
resolución de un contrato de compraventa por falta de pago del precio, aniquila el
contrato, éste se reputa no haber existido jamás, y las partes tendrán derecho -en
principio-, a que se les restituya al mismo estado en que se encontrarían si no
hubiesen contratado (por ende, se ordenará por el juez la cancelación de la
inscripción que se había efectuado a nombre del comprador).
Para estudiar los efectos de la condición resolutoria cumplida, debemos distinguir
entre aquellos que se producen entre las partes y respecto a los terceros.

Efectos de la condición resolutoria cumplida, entre las partes.


 Restitución de la cosa recibida bajo condición: art. 1487: “Cumplida la
condición resolutoria, deberá restituirse lo que se hubiere recibido bajo tal
condición, a menos que ésta haya sido puesta a favor del acreedor
exclusivamente, en cuyo caso podrá éste, si quiere, renunciarla; pero será
obligado a declarar su determinación, si el deudor lo exigiere.”
En todo caso, como se desprende de la segunda parte del precepto, si la
condición resolutoria está establecida en exclusivo beneficio del acreedor, o
sea cuando sólo a él debe restituirse la cosa, y dado que el derecho a pedir
la restitución que sólo a él aprovecha mira a su interés particular, puede
renunciarlo (art. 12). Naturalmente que no ocurrirá tal hecho cuando la cosa
deba restituirse a un tercero.
Además, como la incertidumbre acerca de si la restitución se efectuará o no
puede ser perjudicial para los intereses del deudor, éste tiene derecho a
exigir al acreedor que declare su determinación.
 Restitución de los frutos: art. 1488. El principio de la retroactividad sufre
aquí una importante limitación: no se deben restituir los frutos percibidos
pendiente la condición (así también ocurre, según vimos, tratándose de la
condición suspensiva cumplida). En concepto del legislador, el deudor
adquirió condicionalmente la cosa fructuaria, pero se hizo dueño de los
frutos pura y simplemente. En el mismo sentido, los arts. 1078, 1338 N°1. En
consecuencia, se requiere de un texto legal expreso o una explícita
declaración de voluntad para que se deban los frutos percibidos pendiente
la condición (así, en la compraventa, art. 1875, resolución del contrato por
no pago del precio).

Efectos de la condición resolutoria cumplida, respecto de terceros.

Se plantea el problema cuando en el tiempo que media entre la celebración del


contrato sujeto a condición y el cumplimiento de dicha condición, el deudor
enajenó la cosa o constituyó sobre ella un gravamen (hipoteca, prenda, usufructo).
Surge en este caso un conflicto de intereses entre el acreedor condicional a quien
debe restituirse la cosa y los terceros en cuyo favor se ha constituido un derecho.
Desde el punto de vista del acreedor, puede sostenerse que el deudor no podía
transferir más derechos de los que tenía y que la enajenación y los gravámenes
deben caducar verificada la condición resolutoria.
Desde el punto de vista del tercero, debe reconocerse que el contrato que celebró
con el deudor es válido y que éste podía enajenar o gravar la cosa; además, el tercero
es poseedor de la cosa.

Los artículos 1490 y 1491 resuelven el conflicto: el principio fundamental es que la


resolución no afecta a terceros de buena fe. Esta consiste aquí en el
desconocimiento por los terceros de la existencia de la condición.

Para juzgar la buena o mala fe de los terceros, la ley hace una marcada diferencia
entre bienes muebles e inmuebles:
+ Bienes muebles: art. 1490. La buena fe se presume (art. 707) y quien intente la
acción contra los terceros deberá probar la mala fe de éstos (se aplica entonces la
regla general de la buena fe).
Sugiere el art. 1490 que el acreedor de una cosa mueble a plazo o bajo condición
puede “reivindicarla” contra terceros de mala fe, cumplido el plazo o verificada la
condición.
Las expresiones del art. 1490 no son afortunadas sin embargo. En efecto, el
acreedor no puede reivindicar, porque no es ni ha sido dueño; no puede reivindicar
el acreedor puro y simple y menos puede hacerlo el condicional.
La ley ha querido referirse al que tiene un derecho de dominio limitado por un plazo
o una condición, idea que se habría expresado mejor refiriéndose la ley al poseedor
condicional en vez de al deudor. Se concluye entonces que el art. 1490 ganaría en
claridad y corrección si dijere “el que posee una cosa mueble” en lugar de “el que
debe una cosa mueble”.
En todo caso, de acuerdo al art. 1490, si por ejemplo en una compraventa en la que
se pagará el precio a plazo, y vencido éste el precio no se paga, operando el efecto
retroactivo de la condición cumplida, el comprador se entiende que nunca ha sido
dueño, sino sólo poseedor a plazo o condicional, correspondiendo interponer la
acción reivindicatoria al vendedor, en el evento que el comprador hubiere
enajenado la cosa a un tercero (si no enajenó, la restitución de la cosa operará a
consecuencia de la propia acción resolutoria, en el marco de las prestaciones
mutuas).
Para que el problema que trata el art. 1490 se plantee es necesario que la cosa
mueble “se enajene”. En este artículo, la palabra “enajenación” debemos
entenderla sólo en su acepción restringida de transferencia total o parcial del
dominio, y no en su sentido amplio de constitución de cualquier derecho real sobre
la cosa.
En efecto, el art. 1490 es inaplicable a la prenda. La prenda se extingue si se
resuelve el derecho del constituyente de la misma, esté o no de buena fe el acreedor
prendario, sin perjuicio de otros derechos que éste puede ejercer, conforme lo
establecen las dos disposiciones citadas (fundamentalmente, pedir primero que se
reemplace la prenda o en su defecto, el pago anticipado de la obligación).
Tampoco se aplica el art. 1490 a los derechos de usufructo y uso (y menos al
derecho de habitación, que recae en inmuebles), que también se extinguen por la
resolución del derecho del constituyente.

+ Bienes inmuebles: art. 1491. La regla es diferente a la del artículo 1490. La


condición debe haber constado en el título respectivo. Varía aquí el régimen de
la prueba de la buena o mala fe, estableciendo la ley una presunción de derecho: el
tercero se presume de mala fe cuando la condición consta en el título respectivo, y
de buena fe en caso contrario.
¿Cuándo se entiende constar la condición en el título respectivo? El art. 1491
señala los requisitos:
a. Es preciso que la condición “conste” en el título, lo que no quiere decir
necesariamente que esté expresamente estipulada, pues también “consta”
en el título la condición resolutoria tácita, cada vez que del título aparezca
que esté pendiente el cumplimiento de una obligación contractual. Así, por
ejemplo, cuando el precio no se pagó de contado en la compraventa.
b. La condición debe constar en el título “respectivo”, es decir, en el título
primitivo u original, que dio nacimiento al derecho condicional. Esto
explica la necesidad de examinar los títulos hasta completar 10 años cuando
menos de posesión inscrita.
c. La ley exige que el título se encuentre inscrito u otorgado por escritura
pública. Cabe indicar que del tenor del art. 1491 se desprende que las
exigencias no son copulativas, basta que el contrato se haya otorgado por
escritura pública, aunque no esté inscrito. Así, puede ocurrir que por una
misma escritura pública, se celebren dos compraventas consecutivas, y que
en la primera, quede un saldo de precio pendiente de pago. Acto seguido,
quien había comprado el inmueble (y adeuda el saldo de precio), procede a
vender el predio en una cláusula posterior (lo que es perfectamente posible,
aunque el que ahora vende no haya inscrito el inmueble a su nombre: se trata
de una compraventa de cosa ajena, la que es válida, conforme al artículo
1815). En el caso planteado, la condición consta en una escritura pública,
aunque no estaba inscrita (cuando la escritura se presente al Conservador de
Bienes Raíces, éste practicará dos inscripciones, una a favor del primero que
compró, y en la foja y número siguiente, la segunda a favor del que le compró
al primer comprador).
Excepcionalmente, tratándose de las donaciones entre vivos, se exige que la
condición conste expresamente en el título (art. 1432 número 1), para que pueda
accionarse contra terceros.
A diferencia del art. 1490, en el art. 1491 la ley hace extensivos sus efectos no
sólo a las enajenaciones propiamente tales, sino a gravámenes tales como la
hipoteca, censos y servidumbres.
Se plantea en este punto si la enumeración del art. 1491 es taxativa o si por el
contrario, la regla debe hacerse extensiva a otros derechos reales, como los de
usufructo, uso o habitación, no mencionados en la disposición.
La enumeración sería taxativa, atendido el carácter excepcional del art. 1491,
norma que deroga en favor de los terceros de buena fe el principio general de la
retroactividad de la condición resolutoria cumplida. Como disposición excepcional,
debe interpretarse restrictivamente.
Para los gravámenes no mencionados en el art. 1491 regiría entonces el principio
general: los usufructos y el derecho de uso o de habitación siempre se
extinguirán por la resolución del derecho de quien los constituyó, aunque los
titulares de tales derechos reales estén de buena fe.
Tanto respecto del art. 1490 como el art. 1491, se ha concluido por la doctrina que
tienen un campo de aplicación limitado: son únicamente aplicables a la
compraventa, al pacto de retroventa y a la permuta (arts. 1873, 1876 y 1882).

5. Cuando se restituyen los frutos


Restitución de los frutos: art. 1488. El principio de la retroactividad sufre aquí una
importante limitación: no se deben restituir los frutos percibidos pendiente la
condición (así también ocurre, según vimos, tratándose de la condición suspensiva
cumplida). En concepto del legislador, el deudor adquirió condicionalmente la cosa
fructuaria, pero se hizo dueño de los frutos pura y simplemente. En el mismo
sentido, los arts. 1078, 1338 N°1. En consecuencia, se requiere de un texto legal
expreso o una explícita declaración de voluntad para que se deban los frutos
percibidos pendiente la condición (así, en la compraventa, art. 1875, resolución del
contrato por no pago del precio).
CONTRATOS

1. Pongámonos en una hipótesis de contrato de CV donde el comprador no ha


pagado el saldo de precio en el plazo convenido ¿Qué puede señalar al
respecto?
Podrá el vendedor exigir el pago del precio, entablando la respectiva acción
ordinaria o ejecutiva, según la naturaleza del título, o podrá pedir la resolución
del contrato, con indemnización de perjuicios. Ello en virtud de lo contemplado en
el artículo 1873 del CC.
Además, en el caso planteado se ha estipulado un plazo y por aplicación del artículo
1551 N°1, el deudor está en mora cuando no ha cumplido la obligación dentro del
término estipulado.

Art. 1873. Si el comprador estuviere constituido en mora de pagar el precio en el


lugar y tiempo dichos, el vendedor tendrá derecho para exigir el precio o la
resolución de la venta, con resarcimiento de perjuicios.

Art. 1551. El deudor está en mora,


1º. Cuando no ha cumplido la obligación dentro del término estipulado, salvo que
la ley en casos especiales exija que se requiera al deudor para constituirle en mora;
2º. Cuando la cosa no ha podido ser dada o ejecutada sino dentro de cierto espacio
de tiempo, y el deudor lo ha dejado pasar sin darla o ejecutarla;
3º. En los demás casos, cuando el deudor ha sido judicialmente reconvenido por el
acreedor.

2. ¿En qué plazo por RG prescribe la acción para demandar el cumplimiento?


Prescribe en 5 años contados desde que la obligación se ha hecho exigible.

Art. 2515. Este tiempo es en general de tres años para las acciones ejecutivas y de
cinco para las ordinarias.
La acción ejecutiva se convierte en ordinaria por el lapso de tres años, y
convertida en ordinaria durará solamente otros dos.

Se cuentan desde que la obligación se hizo exigible (2514 inc. 2º).

3. ¿Contados desde?
desde que la obligación se haya hecho exigible.

4. ¿Y en qué plazo prescribe la acción resolutoria? ¿Contados desde?

Tratándose de la acción resolutoria, hay que distinguir entre la que emana de la


CRT y la que emana del pacto comisorio:
 La acción resolutoria que emana de una condición resolutoria tácita no
tiene reglas especiales y por lo tanto se le aplican las reglas generales de la
prescripción:
 La acción prescribe en 5 años: art. 2515, 1º (excepcionalmente,
prescribirá en 4 años, en el caso de una donación con cargas, artículo
1427).
 La prescripción corre desde que se hizo exigible la obligación
infringida: art. 2514, 2º.
 La prescripción se suspende: arts. 2509 inciso 1 y 2520 (no se
suspenderá, sin embargo, en el caso de una donación con cargas).
 La ley ha establecido reglas especiales tratándose de la prescripción de la
acción resolutoria que emana de un pacto comisorio:
o Prescribe la acción en 4 años, o en el plazo menor estipulado por las
partes: art. 1880.
o La prescripción no corre desde que la obligación se hizo exigible, sino
que desde la fecha del contrato (art. 1880, 1º).
La prescripción, por ser de corto tiempo, no se suspende: corre en contra de toda
clase de personas (art. 2524).

5. Vamos a suponer que prospera la acción resolutoria, que el juez declara


resuelto el contrato de CV, recuerda algunos efectos previstos en la CV para
el caso que se declare la resolución. Derechos del vendedor y del comprador.
Efectos de la resolución en la CV

En cuanto a los efectos de la resolución del la CV, el artículo 1875 nos da la solución:
● Derechos del vendedor:
 (1º) El vendedor tiene derecho para exigir que se le restituyan los FRUTOS
percibidos por el comprador o que éste debió percibir, en el período en
que la cosa estuvo en su poder, ya en su totalidad si ninguna parte del
precio se le hubiere pagado, ya en la proporción que corresponda a la
parte del precio que no hubiera sido pagada.
En este punto, el art. 1875 es una excepción a la regla general del art. 1488, según
la cual, verificada una condición resolutoria, no se deberán los frutos percibidos en
el tiempo intermedio (en realidad, la excepción de la compraventa nos remite a la
regla general de la condición resolutoria cumplida, en cuanto se retrotrae a las
partes al estado anterior al del contrato (art. 1487); frente a dicha regla, el art. 1488
es una excepción y el art. 1875 una contraexcepción, que nos lleva de vuelta a la
regla general).

 (2º) Tiene derecho el vendedor a exigir que se le restituya LA COSA objeto


del contrato, y sus accesorios.

 (3º) Tiene derecho el vendedor a que el comprador le indemnice LOS


DETERIOROS producidos a la cosa, considerándose al comprador, para
estos efectos, como poseedor de mala fe, aplicándose el artículo 906 del
Código Civil (se trata, por ende, de una presunción simplemente legal de
mala fe y debe los deterioros que se produzcan por su hecho o culpa), a
menos que pruebe haber sufrido en su fortuna (en su patrimonio) y sin culpa
de su parte, menoscabos tan grandes que le hayan hecho imposible cumplir
con lo pactado (en alguna medida, podría estimarse que hay aquí, una tímida
recepción de la teoría de la imprevisión).
 (5º) Tiene derecho el vendedor a demandar la INDEMNIZACIÓN DE TODOS
LOS PERJUICIOS que el incumplimiento del contrato por el comprador le
hubiere ocasionado, conforme a las reglas generales (arts. 1489 y 1873).

 (6º) El vendedor tiene derecho para RETENER LAS ARRAS O EXIGIRLAS


DOBLADAS.

● Derechos del comprador:

 (1º) A que se le restituya la PARTE QUE HUBIERA PAGADO DEL PRECIO.


 (2º) A que se le abonen las MEJORAS, pero también se le considerará como
poseedor de mala fe (presunción simplemente legal de mala fe), con la
salvedad que pruebe haber sufrido en su fortuna y sin culpa de su parte,
menoscabos tan grandes que le hayan hecho imposible cumplir con lo
pactado (como lo señalamos, habría aquí una recepción de la teoría de la
imprevisión). Por tanto, el vendedor debe abonarle las mejoras necesarias,
pero no las útiles y menos las voluptuarias. El comprador podrá llevarse los
materiales de dichas expensas, siempre que puedan separarse sin detrimento
y que el vendedor se niegue a pagarle el precio que tales materiales tendrían
una vez separados (artículos 908 y 913 del Código Civil).

Art. 1875 CC. La resolución de la venta por no haberse pagado el precio dará
derecho al vendedor para retener las arras, o exigirlas dobladas, y además para
que se le restituyan los frutos, ya en su totalidad si ninguna parte del precio se le
hubiere pagado, ya en la proporción que corresponda a la parte del precio que no
hubiere sido pagada.
El comprador a su vez tendrá derecho para que se le restituya la parte que hubiere
pagado del precio.
Para el abono de las expensas al comprador, y de los deterioros al vendedor, se
considerará al primero como poseedor de mala fe, a menos que pruebe haber sufrido
en su fortuna, y sin culpa de su parte, menoscabos tan grandes que le hayan hecho
imposible cumplir lo pactado.

6. ¿La RG es que resuelto un contrato se deben los frutos?

Encontramos la regla general en el artículo 1487, en virtud de ella, resuelto un


contrato, deberá restituirse lo que se hubiere recibido bajo tal condición, las partes
deben volver al estado anterior, lo que incluye a los frutos.
Sin embargo, el artículo 1488 señala la excepción precisamente en relación con los
frutos. Expresa que verificada una condición resolutoria no se deberán los frutos
percibidos en el tiempo intermedio.

El art. 1875 es una excepción a la regla general del art. 1488, según la cual,
verificada una condición resolutoria, no se deberán los frutos percibidos en el
tiempo intermedio (en realidad, la excepción de la compraventa nos remite a la
regla general de la condición resolutoria cumplida, en cuanto se retrotrae a las
partes al estado anterior al del contrato (art. 1487); frente a dicha regla, el art.
1488 es una excepción y el art. 1875 una contraexcepción, que nos lleva de vuelta
a la regla general).

Art. 1487. Cumplida la condición resolutoria, deberá restituirse lo que se hubiere


recibido bajo tal condición, a menos que ésta haya sido puesta en favor del acreedor
exclusivamente, en cuyo caso podrá éste, si quiere, renunciarla; pero será obligado a
declarar su determinación, si el deudor lo exigiere.

Art. 1488. Verificada una condición resolutoria, no se deberán los frutos percibidos
en el tiempo intermedio, salvo que la ley, el testador, el donante o los contratantes,
según los varios casos, hayan dispuesto lo contrario.

7. ¿Tendrá alguna importancia para cuantificar el valor de lo que se abona por


frutos que el precio se haya pagado en parte? Ej. Pagó un 30% de la CV, qué
porcentaje de los frutos.

Se deben los frutos en su totalidad si ninguna parte del precio se le hubiere pagado.
Y en la proporción que corresponda a la parte del precio que no hubiera sido
pagada.
En este caso se deberían un 70% de los frutos percibidos o que pudo percibir
mientras la cosa estuvo en poder del comprador.

8. ¿Qué otro derecho tiene el vendedor?


● Derechos del vendedor:
 (1º) El vendedor tiene derecho para exigir que se le restituyan los frutos
percibidos por el comprador o que éste debió percibir, en el período en
que la cosa estuvo en su poder, ya en su totalidad si ninguna parte del
precio se le hubiere pagado, ya en la proporción que corresponda a la
parte del precio que no hubiera sido pagada.

 (2º) Tiene derecho el vendedor a exigir que se le restituya la cosa objeto


del contrato, y sus accesorios.

 (3º) Tiene derecho el vendedor a que el comprador le indemnice los


deterioros producidos a la cosa, considerándose al comprador, para estos
efectos, como poseedor de mala fe, aplicándose el artículo 906 del Código
Civil (se trata, por ende, de una presunción simplemente legal de mala fe y
debe los deterioros que se produzcan por su hecho o culpa), a menos que
pruebe haber sufrido en su fortuna (en su patrimonio) y sin culpa de su
parte, menoscabos tan grandes que le hayan hecho imposible cumplir con lo
pactado (en alguna medida, podría estimarse que hay aquí, una tímida
recepción de la teoría de la imprevisión).

 (5º) Tiene derecho el vendedor a demandar la indemnización de todos los


perjuicios que el incumplimiento del contrato por el comprador le hubiere
ocasionado, conforme a las reglas generales (arts. 1489 y 1873).

 (6º) El vendedor tiene derecho para retener las arras o exigirlas dobladas.
9. ¿Para estos efectos (indemnización de los deteriores) recuerda como es
considerado el comprador (de la pertinente prestación -prestaciones
mutuas), qué tipo de poseedor? De mala fe, por eso debe devolver todo
deterioro.
El comprador es considerado, para estos efectos, como poseedor de mala fe,
aplicándose el artículo 906 del Código Civil, se trata, por ende, de una presunción
simplemente legal de mala fe y debe los deterioros que se produzcan por su hecho
o culpa,
No deberá estos deteriores cuando pruebe haber sufrido en su fortuna (en su
patrimonio) y sin culpa de su parte, menoscabos tan grandes que le hayan hecho
imposible cumplir con lo pactado (en alguna medida, podría estimarse que hay
aquí, una tímida recepción de la teoría de la imprevisión).
10. ¿De qué deterioro respondería un poseedor de buena fe?
Conforme a lo que señala el art. 906 inc. 2º el poseedor de buena fe, mientras
permanece en ella, no es responsable de estos deterioros (los que se produzcan por
su hecho o culpa), sino en cuanto se hubiere aprovechado de ellos; por ejemplo,
destruyendo un bosque o arbolado, y vendiendo la madera o la leña, o empleándola
en beneficio suyo.
Por lo tanto, sólo es responsable de los deteriores que le hubiesen reportado un
provecho.

11. Recuerda derechos del comprador declarada la resolución.


● Derechos del comprador:

 (1º) A que se le restituya la parte que hubiera pagado del precio.


 (2º) A que se le abonen las mejoras, pero también se le considerará como
poseedor de mala fe (presunción simplemente legal de mala fe), con la
salvedad que pruebe haber sufrido en su fortuna y sin culpa de su parte,
menoscabos tan grandes que le hayan hecho imposible cumplir con lo
pactado (como lo señalamos, habría aquí una recepción de la teoría de la
imprevisión). Por tanto, el vendedor debe abonarle las mejoras necesarias,
pero no las útiles y menos las voluptuarias. El comprador podrá llevarse los
materiales de dichas expensas, siempre que puedan separarse sin
detrimento y que el vendedor se niegue a pagarle el precio que tales
materiales tendrían una vez separados (artículos 908 y 913 del Código Civil).

12. ¿Qué mejoras podría reclamar el vendedor? Necesarias (imprescindibles o


indispensables para la conservación de la cosa y que también tendría que
haber hecho el vendedor)
Al considerársele de mala fe, sólo podría reclamar las mejoras necesarias. Sin
perjuicio de que pueda probar haber sufrido en su fortuna y sin culpa de su parte,
menoscabos tan grandes que le hayan hecho imposible cumplir con lo pactado. En
tal caso podrá exigir las mejoras útiles, pero nunca las voluptuarias, pero en tal
caso puede llevarse los materiales siempre que puedan separarse sin detrimento y
que el vendedor se niegue a pagarle el precio de tales materiales.

13. ¿Cuál es la diferencia entre mejoras necesarias y mejoras útiles?


Las mejoras necesarias son aquellas imprescindibles para la conservación de la
cosa y que también tendría que haber hecho el vendedor. Mientras que las
mejoras útiles son aquellas que hubieren aumentado el valor venal (de venta)
de la cosa.
13. Nos puede indicar los requisitos del precio en la CV

Es el dinero que el comprador se obliga a dar por la cosa, de acuerdo con el art.
1793.
Requisitos:
§ Debe consistir en dinero (puede ocurrir que el precio consista parte en
dinero, parte en otra cosa. El dinero debe valer más o lo mismo que la cosa
para que haya compraventa).
§ Debe ser real o serio;
§ Debe ser determinado o determinable.

Debe consistir en dinero: Es de la esencia de la compraventa, que el precio consista


en dinero. Pero no es esencial que se pague en dinero, porque después de
constituida la obligación del comprador de pagar el precio, puede ser novada,
acordando las partes que se pague de otra forma, o pueden las partes acordar que
la obligación se cumpla dando en pago un determinado bien. Lo esencial es que, al
momento de celebrarse el contrato, el precio se fije en dinero. Puede ocurrir que
el precio consista parte en dinero, parte en otra cosa. El dinero debe valer más o lo
mismo que la cosa para que haya compraventa, de lo contrario habrá permuta.

Debe ser real o serio: que el precio sea real quiere decir que exista realmente, que
haya una cantidad de dinero que se pague como precio. Y no es serio cuando es
simulado o ficticio y cuando es irrisorio.

Debe ser determinado o determinable: El precio es determinado, cuando se le


conoce con toda precisión, cuando se sabe exactamente a cuánto asciende. El precio
es determinable, cuando no se indica exactamente su monto, pero se dan las bases
para llegar a conocerlo, en el propio contrato.

14. ¿Es tan efectivo eso (¿precio se pacte en dinero? ¿Puede ser parte en dinero
y parte en cosas?

Puede ocurrir que el precio consista parte en dinero, parte en otra cosa. En este
caso, habrá que aplicar el art. 1794, para determinar si hay compraventa o permuta.
Si el dinero vale más que la cosa habrá compraventa, y a la inversa, permuta. Si la
cosa y el dinero valen lo mismo, habrá compraventa, pues el artículo 1794 dice que
para haber permuta, la cosa debe valer “más” que el dinero. Por ende, si vale menos
o vale lo mismo, habrá compraventa.

Art. 1794. Cuando el precio consiste parte en dinero y parte en otra cosa, se
entenderá permuta si la cosa vale más que el dinero; y venta en el caso contrario.

15. Podría haberse pactado originalmente en dinero, pero que podría acontecer
con posterioridad. Se debían 20 millones y al momento del pago el
comprador entrega una cosa. Como se llama esa convención.
Se trata de una dación en pago.
Es un modo de extinguir las obligaciones que consiste en la prestación de una cosa
o la ejecución de un hecho diversos de los debidos, con el consentimiento del
acreedor.
La diferencia con la novación es que la dación en pago opera al momento del pago,
mientras que la novación debe producirse con anterioridad. La novación supone
esencialmente la creación de una obligación nueva que sustituye a la antigua,
mientras que en el caso de la dación en pago el acreedor no ha tenido más que un
crédito. El deudor no contrae ninguna nueva obligación: sólo obtiene del
acreedor el permiso para liberarse de su obligación mediante una prestación
diversa de la debida.
Se trata de una modalidad del pago (no novación por cambio de objeto) y si el
acreedor que sufre evicción podría ejercitar las acciones de que disponía según el
crédito primitivo y valerse de las garantías que lo aseguraban. Excepcionalmente la
regla no rige para la fianza, en virtud de un texto legal expreso.

16. ¿Cuándo el precio es real?


Debe ser real o serio: que el precio sea real quiere decir que exista realmente,
que haya una cantidad de dinero que se pague como precio. Y no es serio cuando
es simulado o ficticio y cuando es irrisorio.

8. ¿En qué términos el CC clasifica los contratos?

El CC clasifica los contratos a partir del artículo 1439 y hasta el artículo 1443. Los
clasifica en:
1. Unilateral y bilateral
2. Gratuito y oneroso
3. Oneroso conmutativo y oneroso aleatorio
4. Principal y accesorio
5. Real, solemne y consensual.

Art. 1438. Contrato o convención es un acto por el cual una parte se obliga para
con otra a dar, hacer o no hacer alguna cosa. Cada parte puede ser una o muchas
personas.

Art. 1439. El contrato es unilateral cuando una de las partes se obliga para con otra
que no contrae obligación alguna; y bilateral, cuando las partes contratantes se
obligan recíprocamente.

Art. 1440. El contrato es gratuito o de beneficencia cuando sólo tiene por objeto
la utilidad de una de las partes, sufriendo la otra el gravamen; y oneroso, cuando
tiene por objeto la utilidad de ambos contratantes, gravándose cada uno a beneficio
del otro.

Art. 1441. El contrato oneroso es conmutativo, cuando cada una de las partes se
obliga a dar o hacer una cosa que se mira como equivalente a lo que la otra parte
debe dar o hacer a su vez; y si el equivalente consiste en una contingencia incierta
de ganancia o pérdida, se llama aleatorio.
Art. 1442. El contrato es principal cuando subsiste por sí mismo sin necesidad de
otra convención, y accesorio, cuando tiene por objeto asegurar el cumplimiento de
una obligación principal, de manera que no pueda subsistir sin ella.

Art. 1443. El contrato es real cuando, para que sea perfecto, es necesaria la tradición
de la cosa a que se refiere; es solemne cuando está sujeto a la observancia de ciertas
formalidades especiales, de manera que sin ellas no produce ningún efecto civil; y
es consensual cuando se perfecciona por el solo consentimiento.

9. Si uno tuviera que ordenar estas clasificaciones en un orden cronológico,


¿cuál de estas operaría primero? De acuerdo cómo se perfeccionan.

En primer lugar, operaría la clasificación que atiende a la forma en que se


perfeccionan: real, solemne o consensual.

10. ¿En qué términos el CC define el contrato conmutativo?

Art. 1441. El contrato oneroso es conmutativo, cuando cada una de las partes se
obliga a dar o hacer una cosa que se mira como equivalente a lo que la otra parte
debe dar o hacer a su vez; y si el equivalente consiste en una contingencia incierta
de ganancia o pérdida, se llama aleatorio.

Criticas:
a) Desde el momento en que se adopta como determinante en el concepto de
contrato conmutativo “la equivalencia de las prestaciones recíprocas”, se incurre en
un doble error:
1º Se supone por el art. 1441 que el contrato oneroso es siempre bilateral, en
circunstancias de que también puede ser unilateral (comodato en pro de ambas
partes, mutuo de la ley 18.010, cauciones constituidas por terceros remunerados,
deposito con facultad de uso);
2º Porque da la idea de una supuesta igualdad en las prestaciones, significado que
tiene precisamente la expresión “equivalente”. Sin embargo, todo contrato oneroso,
sea conmutativo o aleatorio, conlleva riesgo o incertidumbre, lo que en definitiva
trae consigo cierto grado de desigualdad en las ventajas económicas que obtienen
las partes.
Recordemos en este punto que nuestro Derecho tolera tal desigualdad en las
utilidades que obtienen las partes, y sólo excepcionalmente, en ciertos contratos,
establece normas reguladoras, al existir una ruptura violenta del equilibrio en las
prestaciones: lesión enorme, que puede conducir a la nulidad o a la reducción de la
prestación excesiva o el aumento de la prestación ínfima. En estos casos, la regla
general acerca de la subjetividad en la equivalencia de las prestaciones se modifica,
tornándose dicha equivalencia objetiva.
b) Se sugiere por el precepto que sólo podrían tener carácter conmutativo los
contratos onerosos que originan obligaciones de dar o de hacer; conforme al tenor
literal del art. 1441, parecieran excluirse los contratos que originan obligaciones de
no hacer, lo que ciertamente es inadmisible.
11. Esta equivalencia en las prestaciones, ¿Es de carácter subjetivo u objetivo?
subjetivo. ¿Al legislador le preocupa en principio que las prestaciones sean
equivalentes? No.

En los contratos conmutativos, las ventajas que las partes se conceden mutuamente
se miran equivalentes (se trata por ende de una apreciación subjetiva).
Excepcionalmente, esta equivalencia debe fijarse dentro de ciertos límites, en
aquellos casos en que la ley lo establece, y la sanción en caso de contravención será
la nulidad relativa por lesión enorme o pagar una suma adicional o restituir parte
de lo recibido (artículo 1889, en la compraventa voluntaria de bienes raíces, por
ejemplo).

12. ¿Pero conoce Ud. alguna institución que altera esto? Lesión enorme.

La lesión enorme: el perjuicio grave que una parte experimenta en un contrato


conmutativo, cuando recibe de la otra parte un valor sustancialmente inferior al de
la prestación que el primero a su vez suministra.
En general se ha señalado que se trata de un vicio objetivo. Apartándose del
tratamiento general, Carlos Ducci trata de la lesión en el error, como un caso de
error en la magnitud de las prestaciones.
CV: Se entiende por lesión el perjuicio pecuniario que de un contrato conmutativo
puede resultar para una de las partes. Pero no basta que haya lesión, sino que ésta
debe ser ENORME, es decir, debe existir una DESPROPORCION GRAVE en las
prestaciones de las partes.

13. ¿La lesión enorme como está tratada en el CC?

Está tratada de manera casuística.


Excepcionalmente, la ley otorga trascendencia jurídica a la lesión. Ello acontece
cuando la lesión es “enorme”. Tales casos son:
1º) Compraventa voluntaria de bienes inmuebles: arts. 1888 a 1896. No hay
lugar a la acción rescisoria por lesión enorme en la compraventa de bienes
muebles ni en la compraventa forzada de bienes inmuebles, es decir, aquella
hecha por intermedio de la justicia, en subasta pública. Tampoco se admite
en la venta de pertenencias mineras o de una parte alícuota de ellas. El art.
1889 establece qué se entiende por lesión enorme.
El art. 1890 consagra las alternativas u opciones que da la ley a los
contratantes contra los cuales se pronuncia la rescisión.
El art. 1892 dispone que la acción rescisoria por lesión enorme es
irrenunciable.
El art. 1896 establece que la acción para atacar la lesión enorme prescribirá
en el plazo de cuatro años, contados desde la fecha del contrato.
2º) Permuta de bienes inmuebles: art. 1900.
3º) Aceptación de una asignación hereditaria: art. 1234.
4º) Partición de bienes: art. 1348.
5º) Cláusula penal enorme: art. 1544.
6º) Anticresis: artículo 2443.
7º) Liquidación de la sociedad conyugal: artículo 1776.

14. ¿Cuáles son los casos?


Tales casos son:
1º) Compraventa voluntaria de bienes inmuebles.
2º) Permuta de bienes inmuebles: art. 1900.
3º) Aceptación de una asignación hereditaria: art. 1234.
4º) Partición de bienes: art. 1348.
5º) Cláusula penal enorme: art. 1544.
6º) Anticresis: artículo 2443.
7º) Liquidación de la sociedad conyugal: artículo 1776.

15. Compraventa "voluntaria", ¿Por qué el legislador agrega esta expresión?

No hay lugar a la acción rescisoria por lesión enorme en la compraventa de bienes


muebles ni en la compraventa forzada de bienes inmuebles, es decir, aquella
hecha por intermedio de la justicia, en subasta pública. Tampoco se admite en la
venta de pertenencias mineras o de una parte alícuota de ellas.

16. ¿Cuál es el contexto en que se produce una CV forzada?

Aquella hecha por intermedio de la justicia, en subasta pública.

17. La LE en la CV de inmuebles, ¿Cuáles son los supuestos en que el comprador


o el vendedor sufre lesión enorme?

El vendedor sufre lesión enorme cuando recibe menos de la mitad del justo precio
de la cosa que vende.
El comprador sufre lesión enorme cuando paga más del doble del justo precio de
la cosa que compra.
El justo precio se refiere al precio que tenía el inmueble al tiempo de otorgar la
escritura pública respectiva.

Art. 1889. El vendedor sufre lesión enorme, cuando el precio que recibe es inferior a
la mitad del justo precio de la cosa que vende; y el comprador a su vez sufre lesión
enorme, cuando el justo precio de la cosa que compra es inferior a la mitad del precio
que paga por ella.
El justo precio se refiere al tiempo del contrato.

18. ¿En qué consiste el justo precio?

Entendemos por justo precio el que corresponde al valor comercial de la cosa,


determinado por la ley de la oferta y la demanda. En un juicio, será prueba
concluyente, usualmente, la tasación que practique un perito.

19. Si las partes se enfrentan en un litigio acerca de esta materia, ¿cómo


podríamos determinar ese justo precio?

En un juicio, será prueba concluyente, usualmente, la tasación que practique un


perito.

20. Supongamos que el vendedor ha sufrido lesión enorme, ¿Qué podría


demandar? La NR.
Podría demandar la nulidad relativa del contrato de compraventa de dicho
inmueble.
Ahora bien, en la compraventa, la rescisión por lesión enorme varía, pues se funda
en la manifiesta desproporción en las prestaciones, y propende al restablecimiento
del equilibrio de estas prestaciones.
En efecto, si el perjudicado por la lesión enorme ha sido el vendedor, podrá el
comprador hacer subsistir el contrato aumentando el precio;
El comprador demandado que ha optado por insistir en el contrato puede enervar
la acción de rescisión, completando el justo precio con deducción de una décima
parte.

Si el afectado ha sido el comprador, el vendedor puede hacer uso de este mismo


derecho, restituyendo parte del precio excesivo.
Ahora, si el vendedor es el demandado, por haber recibido un precio excesivo y
quisiere perseverar en el contrato, deberá restituir dicho exceso sobre el justo
precio, aumentado en una décima parte.
*El demandante únicamente puede pedir la rescisión del contrato, pues es el
demandado a quien la ley le concede la facultad de elegir, y no al actor.

El demandado puede optar por aceptar la rescisión del contrato. La rescisión de


la venta por lesión enorme, en general, como toda nulidad, confiere el derecho a las
partes a ser restituidas al mismo estado en que se hallarían si no hubieren celebrado
el contrato rescindido. Pero con respecto a la rescisión por lesión enorme,
observamos las siguientes modalidades:
 El vendedor deberá restituir el precio y el comprador la cosa, con intereses
y frutos, pero sólo aquellos devengados o percibidos desde la notificación
de la demanda correspondiente.
 El vendedor no podrá pedir cosa alguna en razón de los deterioros que haya
sufrido la cosa, excepto en cuanto el comprador hubiere aprovechado de
ellos (norma similar a la del art. 906). El comprador, entonces, se considera
de buena fe, durante el tiempo en que se produjo el deterioro de la cosa, a
menos que se hubiere aprovechado del menoscabo.
 La rescisión del contrato de compraventa no afecta a los terceros
adquirentes. No será posible, entonces, demandar la rescisión de la
compraventa por lesión enorme. Observamos que, en este punto, existe una
diferencia respecto de los efectos generales de la nulidad (art. 1689), que
confiere acción reivindicatoria contra terceros.
 El comprador, que debe restituir la cosa, previamente está obligado a
purificarla de las hipotecas u otros derechos reales constituidos sobre el
inmueble: observamos otra excepción respecto de los efectos generales de la
nulidad frente a terceros.
 Las partes no están obligadas a pagar las expensas que haya originado el
contrato.

21. ¿En qué plazo prescribe esta acción?

La acción debe ejecutarse dentro de 4 años, contados desde la fecha del respectivo
contrato, y no contados desde la fecha de la inscripción en el Registro del
Conservador, porque el contrato es una cosa y la tradición otra.
La fecha del contrato será la de la escritura pública que lo contiene.

Aunque habría que distinguir:


 Tratándose de la acción destinada a pedir que se declare la rescisión de la
compraventa: el plazo de cuatro años se contará, desde la celebración del
contrato;
 Tratándose de la acción destinada a reclamar la diferencia de precio
obtenida por el comprador, cuando éste a su vez vendió: el plazo se
contará desde la celebración de la segunda compraventa, o sea, aquella en
la que el primer comprador, vendió el inmueble a un tercero, en un precio
mayor al pagado en el primer contrato (con todo, la acción no podría subsistir
transcurridos 10 años desde la segunda compraventa, conforme al sistema
general del Código Civil).

22. A propósito de las obligaciones solidarias, ¿Qué es la solidaridad pasiva?

A propósito de la clasificación de las obligaciones con pluralidad de sujetos,


encontramos las obligaciones solidarias.
Existe solidaridad pasiva cuando hay varios deudores y cada uno de ellos está
obligado al pago total de la deuda, de manera que el pago efectuado por
cualquiera de ellos extingue la obligación con respecto a los demás.

23. Suponiendo que uno de los codeudores solidarios ha pagado la obligación,


¿qué ocurre desde el punto de vista del ajuste de cuenta internos de ellos.

Se trata del caso de la contribución en la deuda.


El principio que rige la materia es que entre los deudores el ajuste de cuentas se
hace como si la obligación fuere simplemente conjunta. La obligación se divide a
prorrata de la cuota o parte que cada uno tiene en la obligación

Debemos distinguir dos casos:


1º Si el negocio para el cual se contrajo la obligación solidaria interesaba a todos
los codeudores solidarios 
Todos ellos deben concurrir a soportar el pago definitivo de la obligación, la que se
prorrateará entre todos en la proporción que corresponda, no habiendo ya, por
ende, solidaridad. El deudor que haya pagado tiene acción contra los otros deudores
por su parte en la deuda; si no hay convención que indique como se divide la deuda,
ésta se divide entre todos los deudores en partes iguales (en este caso, se presume
que todos ellos reportan el mismo interés).

2º Si el negocio para el cual se contrajo la obligación solidaria sólo interesaba a


uno o algunos de los codeudores solidarios: art. 1522, inciso 2º. 
Sólo ese o esos deudores deberán soportar en definitiva el pago total de la
obligación y los demás serán considerados como fiadores y no tendrán, en
consecuencia, que soportar parte alguna en la obligación.

En este caso, el codeudor solidario que pagó y que carecía de interés en la


obligación, podrá cobrar a cualquiera de los codeudores que sí tenían interés en
la deuda, el total de lo pagado, subsistiendo, por ende, en este caso, la solidaridad,
cuestión que corrobora el artículo 2372, en el título de la fianza, al disponer “Si
hubiere muchos deudores principales y solidarios, el que los ha afianzado a todos
podrá demandar a cada uno de ellos el total de la deuda...”. Como puede observarse,
la clave está en considerar como fiador al codeudor solidario que no tenía interés
en el negocio, en cuyo favor la subrogación será completa.

En realidad, por regla general, el deudor solidario que ha pagado, en virtud de la


subrogación debería poder cobrar a cada uno de sus codeudores la obligación total,
menos la cuota que a él le corresponde. Por economía procesal, sin embargo, la ley
limita la acción de reembolso contra los otros deudores a la parte o cuota que cada
deudor tenga en la deuda, salvo, según vimos, si quien pagó no tenía interés en la
deuda, pues entonces, podrá cobrar todo lo que pagó, y a cualquiera de los
codeudores restantes que sí tenían interés en la deuda.

14. ¿Cuáles son los requisitos del contrato de promesa?

Art. 1554. La promesa de celebrar un contrato no produce obligación alguna; salvo


que concurran las circunstancias siguientes:
1º) Que la promesa conste por escrito;
2º) Que el contrato prometido no sea de aquellos que las leyes declaran
ineficaces; (ej. Promesa de CV entre cónyuges no separados juridicialmente)
3º) Que la promesa contenga un plazo o condición que fije la época de la
celebración del contrato;
4º) Que en ella se especifique de tal manera el contrato prometido, que sólo
falten para que sea perfecto, la tradición de la cosa, o las solemnidades
que las leyes prescriban.
Concurriendo estas circunstancias habrá lugar a lo prevenido en el artículo
precedente.

15. "Que el contrato prometido no sea de aquellos que la ley declara ineficaz"
¿Por qué el CC no utilizó una expresión positiva, es decir: "Que el contrato
prometido sea de aquellos que la leyes declaran eficaces"? Uno podría
someterse a celebrar un contrato que las partes inventan, es decir, un
contrato que no esté regulado en la ley? Sí, por tanto entonces podría
señalarse de un contrato típico.

La redacción del Código se debe a que, con la fórmula negativa empleada, es posible
que el contrato de promesa esté referido a la celebración de contratos atípicos o
innominados. Como éstos no están “declarados” en la ley, si la redacción hubiere
sido bajo una fórmula positiva, no podría haberse admitido una promesa
respecto de ellos.

17. ¿Cuáles son las causales de extinción del contrato de mandato?

El art. 2163 enumera las causales:


 Por el desempeño del negocio para que fue constituido. Ejecutado el acto
ordenado al mandatario, se cumple la obligación primordial asumida por
éste y se satisface el encargo del mandante. Esta causal de extinción será
aplicable sólo cuando el mandato se confirió para un negocio o cometido
específico o determinado. Vale decir, será la forma normal de extinción de
un mandato especial.
 Por la expiración del plazo extintivo o al cumplirse la condición
resolutoria prefijados para la terminación del mandato. Así, por ejemplo,
se designa como mandatarios de una sociedad a determinadas personas, por
dos años, o se indica que el mandato se extinguirá de ocurrir determinado
hecho.
 Por la revocación del mandante: se llama revocación el acto jurídico
unilateral por el cual el mandante hace saber a su mandatario su decisión de
poner término al mandato.
No se puede revocar por el acreedor el mandato para recibir un pago
otorgado a un tercero, con acuerdo del deudor.
En un caso, el Código Civil faculta a revocar un mandato, a persona distinta
de aquella que lo confirió: es la situación contemplada en el artículo 2171, que
alude al mandato otorgado por la mujer siendo soltera y que luego es
revocado por su marido, habiendo sociedad conyugal.
 Por la renuncia del mandatario: consiste en un acto jurídico unilateral,
mediante el cual el mandatario, comunica al mandante su intención de no
continuar ejecutando el encargo.
 Por la muerte del mandante o del mandatario. Por regla general, la muerte
de una de las partes contratantes no pone fin a un contrato. Este, continúa
entre el contratante sobreviviente y los herederos del contratante fallecido.
El mandato constituye una excepción. Cabe distinguir según se trate de la
muerte del mandatario o del mandante:
- Fallecimiento del mandatario: siempre pone fin al mandato.
- Fallecimiento del mandante: por regla general pone término al
mandato.
En los siguientes casos, el mandato continuará vigente:
a. El art. 2168 dispone que, sabida la muerte del mandante,
cesará el mandatario en sus funciones; pero agrega la ley
que si de suspender las funciones se sigue perjuicio a los
herederos del mandante, el mandatario está obligado a
finalizar la gestión.
b. El art. 2169 establece que no se extingue por la muerte del
mandante, el mandato destinado a ejecutarse después que
ella acontezca: estamos ante el mandato póstumo. En este
caso, los herederos suceden en los derechos y obligaciones
del mandante (por ejemplo, en opinión de algunos, el
albaceazgo, artículo 1270 del Código Civil).
c. Tratándose del mandato judicial, que tampoco expira con
la muerte del mandante: art. 396 del Código Orgánico de
Tribunales.
d. En el caso del mandato mercantil, el artículo 240 del
Código de Comercio establece que “La comisión no se acaba
con la muerte del comitente: sus derechos y obligaciones
pasan a sus herederos”.
 Por tener la calidad de deudor en un procedimiento concursal de
liquidación, el mandante o del mandatario.
 Por la interdicción del mandante o del mandatario.
 Por la cesación de las funciones del mandante si el mandato ha sido dado
en ejercicio de ellas.
Dos situaciones especiales:
 Caso de los mandatarios conjuntos (art. 2172): si están obligados a actuar
conjuntamente, la falta de uno de ellos por cualquiera de las causas
antedichas, pondrá fin al mandato. Así las cosas, si actuare uno solo,
suscribiendo por ejemplo una escritura pública en la que se invoca la
representación, estaremos ante una hipótesis de título injusto, de
conformidad a lo previsto en el art. 704 Nº2 del CC.
 Actos ejecutados por el mandatario después de expirado el mandato: la regla
general es que tales actos no son oponibles al mandante, no lo obligan.
Excepcionalmente, sin embargo, podrá quedar obligado el mandante, en
razón de la buena fe de los terceros que contraten con el mandatario: en los
casos del art. 2173:
1º Cuando el mandatario ignoraba la expiración del mandato;
2º Cuando aun habiendo sabido el mandatario que el mandato había
expirado, los terceros con quienes contrató estaban de buena fe. La
diferencia con el caso anterior, radica que en éste, el mandante tendrá acción
contra el mandatario, para que el indemnice los perjuicios que al primero
puedan originarse. Con todo, el último inciso del art. 2173 permite al juez
absolver de responsabilidad al mandante, en los siguientes casos:
- 1º Cuando el hecho que produjo la expiración del mandato ha
sido notificado al público por periódicos (para evitar dudas
interpretativas, y dado el tenor del inciso, parece conveniente
publicar el aviso en al menos dos periódicos);
- 2º En aquellos casos en que no parezca probable la ignorancia
del tercero que contrató con el mandatario.

18. En el caso que muera el mandatario el CC señala que sus herederos hábiles
tienen obligaciones, ¿Recuerda cuáles son?

El art. 2170 dispone que los herederos del mandatario que fueren hábiles para la
administración de sus bienes (por ende, los herederos del mandatario que fueren
incapaces no tienen las obligaciones que indicaremos), tienen dos obligaciones:
a. Darán aviso inmediato del fallecimiento del mandatario al mandante; y
b. Harán a favor de éste lo que puedan y las circunstancias exijan (lo anterior
no significa que deban continuar con la gestión, sino que fundamentalmente,
deben adoptar providencias conservativas).
La omisión de tales obligaciones los hará responsables de los perjuicios. Como el
contrato ya expiró, la responsabilidad de los herederos del mandatario tiene
carácter legal. A igual responsabilidad estarán sujetos los albaceas, los tutores y
curadores y en general, todos aquellos que sucedan en la administración de los
bienes del mandatario que ha fallecido o se ha hecho incapaz.

19. ¿Qué ocurre si muere el mandante?

Fallecimiento del mandante: por regla general pone término al mandato.


En los siguientes casos, el mandato continuará vigente:
 El art. 2168 dispone que, sabida la muerte del mandante, cesará el
mandatario en sus funciones; pero agrega la ley que si de suspender las
funciones se sigue perjuicio a los herederos del mandante, el mandatario
está obligado a finalizar la gestión.
 El art. 2169 establece que no se extingue por la muerte del mandante, el
mandato destinado a ejecutarse después que ella acontezca: estamos ante el
mandato póstumo. En este caso, los herederos suceden en los derechos y
obligaciones del mandante (por ejemplo, en opinión de algunos, el
albaceazgo, artículo 1270 del Código Civil).
 Tratándose del mandato judicial, que tampoco expira con la muerte del
mandante: art. 396 del Código Orgánico de Tribunales.
 En el caso del mandato mercantil, el artículo 240 del Código de Comercio
establece que “La comisión no se acaba con la muerte del comitente: sus
derechos y obligaciones pasan a sus herederos”.

20. Una causal de extinción de la hipoteca es la purga de la hipoteca.


Explíquenos en qué consiste.
Consiste en que cesa el derecho de persecución del acreedor hipotecario, contra
el tercero que haya adquirido el inmueble en pública subasta, ordenada por el juez.
Deben concurrir las siguientes condiciones:
i) La venta debe efectuarse en pública subasta, ordenada por el juez (es
decir, en el marco de un litigio).
ii) Debe citarse personalmente a los acreedores hipotecarios, mediante
receptor judicial.
iii) La subasta no puede efectuarse antes de transcurrido el término de
emplazamiento, contado desde la notificación a los acreedores
hipotecarios. Si no se citare a uno o más acreedores hipotecarios, la
subasta es válida, pero subsiste la hipoteca del acreedor o acreedores
omitidos. Estos podrán por tanto ejercer su derecho de persecución, en
contra del tercero adquirente en la subasta.
El art. 492 del Código de Procedimiento Civil complementa el art. 2428
del Código Civil, consagrando a los acreedores hipotecarios de grado
preferente a aquel que persigue el remate de la finca, el derecho de optar:
a) Por pagarse sus créditos con el producto del remate; o
b) Conservar sus hipotecas, siempre que sus créditos no estén
devengados. En otras palabras, si el deudor está en mora, no puede
optarse por conservar la hipoteca, sino que necesariamente debe optarse
por pagarse con el producto del remate.

21. ¿Qué derechos o facultades tiene el acreedor hipotecario?

1. Derecho a exigir que la finca se conserve en condiciones idóneas


2. Derecho de persecución
3. Derecho de venta
4. Derecho de pagarse preferentemente

Derecho de persecución: se justifica, tanto porque es titular de un derecho real,


cuanto porque el art. 2415 del Código Civil faculta al dueño de un inmueble
hipotecado para enajenarlo sin que valga estipulación en contrario.
cesa el derecho de persecución:
o Contra el tercero que adquiere la finca hipotecada en pública subasta,
ordenada por el juez (art. 2428 del Código Civil, “purga de la hipoteca”);
o Contra el adquirente del inmueble a consecuencia de una expropiación por
causa de utilidad pública; en este caso, el acreedor puede hacer valer su
derecho sobre el precio o monto pagado por la expropiación.

Derecho de venta: otorga al acreedor el derecho a sacar a remate el bien hipotecado


o de adjudicársele a falta de posturas admisibles.

Derecho de pagarse preferentemente: La preferencia es especial, puesto que recae


exclusivamente sobre el inmueble gravado. Con respecto a los restantes bienes del
deudor, el acreedor sólo goza del derecho de prenda general.
La preferencia puede oponerse a terceros, lo que constituye una consecuencia lógica
de la calidad de derecho real de la hipoteca.

3. Se trata de celebrar un contrato de CV de bien inmueble y el precio se pagará


en un determinado número de cuotas. Le pregunta el potencial comprador a
ud. ¿Qué se podría estipular en ese caso que él en un tiempo más quiere
ofrecer en garantía hipotecaria este inmueble, dado que la preocupación es
que él cuando vaya al banco y pida el crédito hipotecario sólo lleva pagado
la mitad del precio de la CV. ¿Qué formula podríamos introducir en el CV
para que el banco apruebe el título y no lo objete? ¿Qué problema se produce
cuando tenemos un precio que aún no se ha pagado? ¿El banco aceptaría una
hipoteca sobre un bien que aún no se ha terminado de pagar? No. Entonces,
¿Cómo podríamos solucionar esto al momento de celebrar la CV? Que se
renuncie a la acción resolutoria. Además, hay otra posibilidad vinculado con
un modo de extinguir, ¿Qué podrían estipular las partes? La novación.

Novación por cambio de causa: quien debe pagar una suma como precio de una
compraventa, acuerda con su acreedor que puede retener dicha cantidad en
calidad de mutuario. Para estos efectos, en la misma compraventa, el comprador
suscribe un pagaré en favor del vendedor, con expreso ánimo de novar, obligándose
a pagarle al segundo cierta suma en determinado plazo. En tal caso, la obligación
de pagar el precio de la compraventa se ha extinguido por novación, naciendo
una nueva obligación, cuya causa no es dicho contrato de compraventa, sino un
mutuo, documentado en el citado pagaré. No hay novación objetiva por cambio de
objeto, porque se debe lo mismo –una suma de dinero-, pero sí hay novación
objetiva por cambio de causa, pues la causa jurídica en virtud de la cual el deudor
está obligado al pago, no es un contrato de compraventa, sino uno de mutuo. En
el caso planteado, la novación será muy útil, pues con ella, desaparece la condición
resolutoria pendiente, de manera que los terceros que adquieran la cosa, no se
verán expuestos a perder su dominio, por aplicación de los artículos 1490 y 1491,
ya estudiados en las obligaciones sujetas a condición resolutoria.

2. Vinculado a su cédula, ¿Qué ocurre si se trata de un inmueble que sufre un


siniestro, pero ese inmueble se encontraba hipotecado?
Extensión de la garantía. De los arts. 2420 a 2423, se desprende que la hipoteca
comprende:
1° El bien raíz hipotecado.
2° Los inmuebles por destinación o por adherencia.
3° Los aumentos o mejoras que experimente y reciba el inmueble hipotecado.
4° Las rentas de arrendamiento que devengue el inmueble.
5° Las servidumbres activas de que gozare el predio hipotecado.
6° Las indemnizaciones debidas por los aseguradores.
7° La indemnización o precio que se pagare al dueño del inmueble hipotecado en
caso de expropiación.
El legislador establece en ellas una subrogación real en la cual el monto del seguro
pasa a reemplazar al bien hipotecado. Aparentemente podría verse una
inconsecuencia jurídica en esta subrogación, porque la hipoteca se ejercerá sobre
un bien mueble, -el dinero-, en circunstancia que es de la esencia de este gravamen
que recaiga sobre bienes raíces. Pero la inconsecuencia es sólo aparente, porque el
acreedor hipotecario no ejercita sobre el monto del seguro ni el derecho de venta
ni el derecho de persecución, sino únicamente el de preferencia. Por lo demás, el
derecho de hipoteca se ejerce finalmente, como derecho de preferencia, sobre el
precio, es decir, como derecho sobre un bien mueble.

3. ¿Cómo se denomina la sustitución del inmueble por una suma de dinero?


Subrogación real.

4. ¿Conoce otro caso que se estudia en hipoteca que también existe una
subrogación real? Mire, este es un caso en que el acreedor hipotecario no
puede ejercer su derecho de persecución. Mire bien concreto, piense en un
inmueble ubicado en un sector en que la calle respetiva va a sufrir
intervenciones, ¿qué va a ocurrir con ese inmueble, ¿cuál es el acto jurídico
administrativo que va a operar sobre ese inmueble?

La indemnización o precio que se pagare al dueño del inmueble hipotecado en caso


de expropiación. En este caso, el acreedor hipotecario hace valer sus derechos
sobre el precio de la expropiación, a la que no obsta la existencia del gravamen en
estudio. También aquí estamos ante una verdadera subrogación real, en la cual el
precio de la expropiación reemplaza al inmueble hipotecado.

7. A propósito de la hipoteca, cuáles son los derechos fundamentales que tiene


el acreedor hipotecario

1. Derecho a exigir que la finca se conserve en condiciones idóneas


2. Derecho de persecución
3. Derecho de venta
4. Derecho de pagarse preferentemente

Derecho de persecución: se justifica, tanto porque es titular de un derecho real,


cuanto porque el art. 2415 del Código Civil faculta al dueño de un inmueble
hipotecado para enajenarlo sin que valga estipulación en contrario.
cesa el derecho de persecución:
o Contra el tercero que adquiere la finca hipotecada en pública subasta,
ordenada por el juez (art. 2428 del Código Civil, “purga de la hipoteca”);
o Contra el adquirente del inmueble a consecuencia de una expropiación por
causa de utilidad pública; en este caso, el acreedor puede hacer valer su
derecho sobre el precio o monto pagado por la expropiación.

Derecho de venta: otorga al acreedor el derecho a sacar a remate el bien hipotecado


o de adjudicársele a falta de posturas admisibles.

Derecho de pagarse preferentemente: La preferencia es especial, puesto que recae


exclusivamente sobre el inmueble gravado. Con respecto a los restantes bienes del
deudor, el acreedor sólo goza del derecho de prenda general.
La preferencia puede oponerse a terceros, lo que constituye una consecuencia lógica
de la calidad de derecho real de la hipoteca.

8. ¿Preferencia general o especial? (de la hipoteca)


La preferencia es especial, puesto que recae exclusivamente sobre el inmueble
gravado. Con respecto a los restantes bienes del deudor, el acreedor sólo goza del
derecho de prenda general.

9. La CS de acuerdo a una doctrina tradicional, admite que, a propósito de la


CRT, interpuesta la acción resolutoria, admite que el deudor pueda enervar
la acción después de notificada la demanda, hasta qué momento, hasta qué
momento procesal ha dicho la CS, se podría enervar esa acción pagando. *No
confundir con pacto comisorio calificado.

En cuanto al momento en que se produce la resolución, puesto que como decíamos


esta no opera de pleno derecho, el contrato queda resuelto desde que la sentencia
que lo declara queda ejecutoriada. Por ende, la doctrina tradicional ha señalado
que el demandado podrá pagar, en primera instancia, hasta que se cite a las partes
a oír sentencia, y en segunda instancia, hasta antes de la vista de la causa.
Consecuencia de lo anterior, es que el demandado puede cumplir el contrato
mientras no haya cosa juzgada;

Por otra parte, originando la demanda de resolución de la venta por falta de pago
de precio un juicio declarativo de lato conocimiento, no sería lógico suponer que el
comprador quedara en peor condición que el demandado en juicio ejecutivo, en el
cual, no obstante tratarse del cumplimiento de lo juzgado o de hacer efectivas
obligaciones acreditadas por títulos que traen aparejada ejecución, puede el
ejecutado poner término al juicio y rescatar los bienes embargados hasta el
momento del remate pagando el capital adeudado, intereses y costas.
Esta facultad del demandado de pagar durante el transcurso del juicio es criticada
en la doctrina más reciente, afirmándose que con ella se destruye el derecho de
opción del contratante diligente, ya que si el demandado puede obligarle a darse
por satisfecho con el cumplimiento de la obligación, la facultad de optar
desaparece. René Ramos Pazos, adhiere a esta crítica, señalando que el deudor no
tiene la facultad de enervar la acción resolutoria, conforme a los siguientes
argumentos:
1º “De aceptarse que el deudor pueda cumplir con su obligación durante la secuela
del juicio, se vulnera el artículo 1489 que otorga la opción exclusivamente al
contratante cumplidor y al aceptarse que el deudor pudiere pagar durante el juicio,
se le está entregando a él la elección, pues por el hecho de pagar está optando por
el cumplimiento del contrato”;
2º “El argumento del artículo 310 del Código de Procedimiento Civil no tiene el
alcance que quienes están por la opinión contraria le dan. Cierto es que autoriza
para oponer la excepción de pago, cuando se funde en un antecedente escrito, en
cualquier estado de la causa, pero una cosa es ‘oponer la excepción de pago’, y otra
muy distinta que pueda ‘pagar’ en cualquier estado de la causa. Dicho de otra forma,
si el deudor había cumplido oportunamente su obligación y a pesar de ello se le
demanda de resolución, podrá oponer la excepción de pago durante todo el juicio,
enervando de esa forma la resolución. Esto es muy diferente a aceptar que pueda
pagar en forma extemporánea”;
3º “Todo contrato es ley para las partes contratantes (artículo 1545). Por ello, las
partes deben cumplir sus obligaciones en la forma y oportunidad convenidas”.

A pesar de que los argumentos de Ramos Pazos son plausibles, él mismo admite
que tropiezan con un escollo: tratándose del pacto comisorio calificado, el
comprador puede pagar el precio de la compraventa dentro del plazo de 24
horas, contado desde la notificación de la demanda, plazo que no tendría el
deudor, cuando se trata de la condición resolutoria tácita. Efectivamente, no
resulta lógico que el demandado tenga la facultad de enervar la acción del
acreedor, cuando se había pactado que el incumplimiento resolvería el contrato
de compraventa ipso facto, y carezca de ese derecho, cuando las partes nada
habían estipulado ante un eventual incumplimiento, y el contratante diligente
optó por pedir la resolución del contrato. Como el mismo Ramos Pazos señala,
“...si en el pacto comisorio calificado (...) la ley todavía da al deudor la oportunidad
de pagar dentro de las 24 horas desde que se le notifique la demanda, con buena
lógica debería entenderse, a fortiori, que, en el caso de la simple condición
resolutoria tácita, también puede pagar fuera de plazo.”

16. Concepto de promesa


Es aquél por el cual las partes se obligan a celebrar un contrato determinado en
cierto plazo o en el evento de cierta condición.
En términos más estrictos, aludiendo a sus requisitos, es la convención escrita en
virtud de la cual las partes se obligan a celebrar un contrato de los que la ley no
declara ineficaces, dentro de un plazo o condición que fije la época de su
celebración, y debiendo especificarse en ella todas las bases que constituyan el
contrato prometido, de modo que sólo falte la tradición de la cosa o las
solemnidades que las leyes prescriben.

17. Ejemplo de manera en que se cumple la 4ª exigencia del art. 1554.

Si se pretende celebrar una compraventa de un inmueble, debe manifestarse en la


promesa quienes serán las partes en el futuro contrato, cuál será el predio, qué
deslindes tiene, cuál será el precio, cómo se pagará, etc.

18. Como define el CC la hipoteca


El art. 2407 del Código Civil contiene la definición legal de hipoteca. Señala el art.
que “La hipoteca es un derecho de prenda, constituido sobre inmuebles que no
dejan por eso de permanecer en poder del deudor”.

Somarriva la define como “el derecho real que recae sobre un inmueble que,
permaneciendo en poder del constituyente, da derecho al acreedor para
perseguirlo de manos de quien se encuentre y de pagarse preferentemente del
producto de la subasta”

19. Por que no la definió como contrato sino que como Derecho.

Se define la hipoteca como derecho real y no como contrato, porque si bien por lo
general tiene ambas características, no siempre acontece así, ya que puede existir
como derecho sin que haya contrato, como ocurre en el caso de la hipoteca legal que
contempla el Código de Procedimiento Civil, el caso contemplado en el Código de
Aguas

20. Concepto de hipoteca como contrato

Aquel en que el deudor o un tercero se obliga con respecto al acreedor a darle o


transferirle el derecho de hipoteca sobre un inmueble de su propiedad y a
conservar éste en condiciones idóneas para asegurar el pago de los créditos
garantizados.

21. Quien o quienes se obligan en el contrato de hipoteca

El deudor personal o un tercero llamado garante hipotecario.

Es un contrato unilateral, en opinión de la mayoría, o bilateral, según algunos:


La mayoría estima que el contrato de hipoteca es unilateral, porque en él solo
resulta obligado el constituyente, a transferir al acreedor el derecho real de
hipoteca; y también a conservar el inmueble en condiciones aptas para asegurar
el pago del crédito garantizado (so pena que opere una caducidad del plazo de la
obligación, conforme a los arts. 2427 y 1496 del Código Civil).
Sin embargo, no es de la esencia el carácter unilateral de la hipoteca, la que bien
puede ser bilateral, lo que sucederá cuando el acreedor a su vez contraiga
obligaciones: por ejemplo, si se estipula que pagará al tercero una remuneración a
cambio de que este acceda a constituir el gravamen, o si concede al deudor rebaja
de intereses o prórroga del plazo.
Otra doctrina, sostiene que el contrato hipotecario sólo genera obligaciones para el
acreedor hipotecario, quien debe alzar la hipoteca, cuando la obligación
caucionada se ha extinguido (en este sentido, ocurriría lo mismo que en la prenda
civil, donde el único obligado es el acreedor prendario). Se descarta para esta
doctrina que el constituyente de la hipoteca se obligue a transferir el derecho real
de hipoteca a favor del acreedor, porque ello no sería una obligación derivada del
contrato, sino un requisito para que nazca el contrato. Esta doctrina, sin embargo,
es discutible porque esa obligación emana de la ley.

22. Que emana del contrato de hipoteca


Un derecho personal para el acreedor, puede exigir que se le transfiera el derecho
real de hipoteca.

23. Facultades del acreedor hipotecario


La hipoteca concede al acreedor:
1. Derecho a exigir que la finca se conserve en condiciones idóneas (art. 2427 del
Código Civil).
2. Derecho de persecución (art. 2428 del Código Civil).
3. Derecho de venta (art. 2424 del Código Civil).
4. Derecho de pagarse preferentemente

24. En que consiste el derecho de persecución


Se justifica, tanto porque es titular de un derecho real, cuanto porque el art. 2415
del Código Civil faculta al dueño de un inmueble hipotecado para enajenarlo sin
que valga estipulación en contrario.
Consiste en la facultad de perseguir el inmueble de manos de quien se encuentre.
cesa el derecho de persecución:
o Contra el tercero que adquiere la finca hipotecada en pública subasta,
ordenada por el juez (art. 2428 del Código Civil, “purga de la hipoteca”);
o Contra el adquirente del inmueble a consecuencia de una expropiación por
causa de utilidad pública; en este caso, el acreedor puede hacer valer su derecho
sobre el precio o monto pagado por la expropiación.

25. Alguna excepción a este derecho o facultad

Contra el tercero que adquiere la finca hipotecada en pública subasta, ordenada por
el juez (art. 2428 del Código Civil, “purga de la hipoteca”);
Contra el adquirente del inmueble a consecuencia de una expropiación por causa
de utilidad pública; en este caso, el acreedor puede hacer valer su derecho sobre el
precio o monto pagado por la expropiación.

Purga:
i) La venta debe efectuarse en pública subasta, ordenada por el juez (es
decir, en el marco de un litigio).
ii) ii) Debe citarse personalmente a los acreedores hipotecarios, mediante
receptor judicial.
iii) iii) La subasta no puede efectuarse antes de transcurrido el término de
emplazamiento, contado desde la notificación a los acreedores
hipotecarios.

1. Como define el CC el mandato


El Código Civil define al contrato de mandato en el inc. 1° del art. 2116, en los
siguientes términos: “El mandato es un contrato en que una persona confía la
gestión de uno o más negocios a otra, que se hace cargo de ellos por cuenta y
riesgo de la primera”.

2. Características principales
a) Es un contrato generalmente consensual. El mandato, por regla general, se
perfecciona por el solo consentimiento de las partes, sin necesidad de
formalidad alguna: arts. 2123 y 2124.
● En cuanto al consentimiento del mandatario. Como todo contrato es el producto
de dos voluntades, una que ofrece la celebración del contrato y otra que la acepta,
en el mandato deben intervenir también esas dos voluntades; una vez hecha por el
mandante la oferta para que en su nombre se realice un negocio jurídico, es
necesario que el mandatario acepte por su parte ese encargo. Dicha aceptación
puede ser expresa o tácita. Es aceptación expresa, aquella que se presta en términos
explícitos que no dejan lugar a dudas acerca del hecho de haberse producido. Es
aceptación tácita la que consiste en la ejecución de cualquier acto que revela que
por parte del mandatario hay intención de celebrar el contrato, de aceptar el
encargo que se le hace. En general, hay aceptación tácita en todo acto que efectúe
el mandatario en ejecución del mandato (artículo 2124).
● En cuanto al consentimiento del mandante. También puede haber aceptación
tácita de parte del mandante, al señalar la ley que el encargo objeto del mandato
puede hacerse “aun por la aquiescencia tácita de una persona a la gestión de sus
negocios por otra” (artículo 2123). En este caso, una persona toma conocimiento
que otro realizará una gestión a nombre de la primera, y sin formular una
declaración expresa de voluntad, acepta sin embargo que éste siga adelante. En
cambio, si la persona interesada no hubiese tenido conocimiento de lo que otra
haría a su nombre, podríamos estar ante una agencia oficiosa.
b) Es un contrato oneroso por su naturaleza: art. 2117. El mandato puede ser
remunerado o gratuito. Operan al efecto las siguientes reglas:
1º El contrato de mandato es oneroso por naturaleza: art. 2158 Nº 3. Si no se
estipuló remuneración, debe pagarse la “usual”. En otras palabras, como ha
fallado la jurisprudencia, debe pactarse expresamente la gratuidad.
2º La remuneración del mandatario, denominada “honorarios”, se determina:
● por las partes, antes o después de celebrar el contrato; ● o en el silencio de
las partes, por la ley; ● la costumbre; ● o finalmente por el juez, aplicando la
equidad natural: art. 2117, inciso 2º del Código Civil en relación con el
artículo 170 número 5 del Código de Procedimiento Civil.
3º Al ser remunerado el mandato, se agrava la responsabilidad del
mandatario: responde siempre de culpa leve, pero en términos más estrictos
si es remunerado: art. 2129. Algunos sostienen que la ley hace responder de
culpa levísima al mandatario remunerado, pero la mayoría de la doctrina
estima que responde siempre de culpa leve, aunque en términos más
estrictos.
c) El mandato es un contrato bilateral. Tanto el mandato remunerado como el
gratuito son bilaterales. Respecto al segundo, el mandatario se obliga a
cumplir el encargo y a rendir cuenta, y el mandante por su parte debe
proveerlo de los medios necesarios para que el mandatario cumpla la gestión
encomendada, sin perjuicio de otras obligaciones que pueden surgir con
posterioridad, como reembolsar los gastos que el mandatario haya hecho e
indemnizar los perjuicios sufridos por éste, sin mediar culpa de su parte.
Adicionalmente, el mandante también se obliga a cumplir con las
obligaciones que contrae el mandatario, aunque a juicio de algunos, ésta no
sería una obligación derivada del mandato, sino más bien de los contratos
que el mandatario celebre en ejecución del mandato. Alessandri, sin
embargo, considera que el mandato es un contrato unilateral, y que no
obsta a tal naturaleza los hechos posteriores al contrato, pues para
considerar a un contrato unilateral o bilateral, debe atenderse al momento
de su gestación, y no a circunstancias posteriores. Agrega que por excepción
es bilateral el mandato, cuando es remunerado. Sin embargo, la tesis de
Alessandri se debilita, considerando que al menos una obligación contrae el
mandante desde el comienzo: proveer de los medios necesarios al
mandatario para cumplir el cometido.
d) El mandatario actúa por cuenta y riesgo del mandante. Los actos jurídicos
celebrados por el mandatario obligan al mandante, desde el momento que el
primero no actúa, por regla general, a nombre propio, sino a nombre del
segundo. Serán entonces para el mandante los beneficios y soportará las
pérdidas provenientes del acto jurídico celebrado por el mandatario, igual
que si el mandante lo hubiere celebrado personalmente. En otras palabras,
no es el patrimonio del mandatario el que se beneficiará o perjudicará frente
a quien contrató con él y los terceros, sino el del mandante. Pero incluso si
el mandatario, en la ejecución del encargo, no actúa en representación del
mandante sino a nombre propio, siempre será el mandante quien reciba los
beneficios y soporte las pérdidas.

3. Contratos de mandato que sean solemnes

Excepcionalmente, el mandato es solemne, por expresa disposición de la ley. Tal


ocurre con:
1º El mandato judicial:
2º El mandato para contraer matrimonio: el mandato debe constar por escritura
pública, según lo dispone el art. 103 del CC. Se trata de un mandato nominado,
como es obvio.
3º El mandato conferido por la mujer casada en sociedad conyugal, para que su
marido realice determinados actos jurídicos: arts. 1749 y 1754. El mandato deberá
ser especial y conferido por escritura pública.
4º El mandato conferido por el cónyuge no propietario para enajenar o gravar
bienes afectados como familiares (artículo 142 del Código Civil): debe ser especial
y conferido por escritura privada o por escritura pública, si el acto exige tal
solemnidad.
5º El mandato conferido para reconocer un hijo, debe otorgarse por escritura
pública, en la que especialmente se confiera la aludida facultad (artículo 190 en
relación al artículo 187 del Código Civil).
7° El mandato otorgado para celebrar el acuerdo de unión civil, debe constar en
escritura pública (art. 5°, Ley N°20.830).

4. Obligaciones que genera el contrato de mandato

Obligaciones del mandatario.


Ejecutar el mandato en la forma convenida: se ceñirá rigurosamente a los
términos del mandato, sin perjuicio de los casos en que las leyes le autoricen
para actuar de otro modo.
Situaciones en las cuales no es posible ceñirse a los términos del mandato, es decir,
cuando el mandatario debe “obrar de otro modo”, artículo 2131. Pueden
presentarse cuatro situaciones:
Cumplimiento del encargo, utilizando otros medios equivalentes: puede acaecer
que los medios por los cuales el mandante ha deseado que se lleve a efecto el
mandato no puedan emplearse, pero siempre que se obtuviere completamente de
este modo el objeto del mandato, de acuerdo a lo dispuesto en el art. 2134, 2º. Así,
por ejemplo, se instruyó al mandatario para viajar por vía terrestre a Mendoza a
celebrar un contrato en cierta fecha, y el Paso “Los Libertadores” se encuentra
cerrado por intensas nevadas, optando el mandatario por abordar un avión, pues
el no presentarse en dicha ciudad en tal fecha, obligará al mandante a pagar una
pena. Es importante consignar, en todo caso, que sólo los actos que el mandatario
ejecute dentro de los límites del mandato, obligan al mandante, sin perjuicio de la
ratificación expresa o tácita del último (art. 2160).
Imposibilidad de cumplir el encargo: necesidad de adoptar medidas conservativas:
no está obligado a constituirse en agente oficioso, vale decir, no está obligado a
realizar el encargo de una manera equivalente, como si no hubiere mandato. Así,
por ejemplo, se encomienda al mandatario la venta de divisas, pero por un acto de
la autoridad, se dispone que por 60 días, quedan suspendidas las operaciones de
compra y venta de dólares de los Estados Unidos de América; en el intertanto, el
mandatario debiera tomar un depósito en dólares, para ganar algún interés.
Necesidad de cumplir el encargo, cuando en caso contrario, se comprometiere
gravemente al mandante: el mandatario deberá actuar de la forma que más se
acerque a sus instrucciones y convenga al negocio (art. 2150, 2º). En este caso,
entonces, no basta que el mandatario adopte medidas conservativas, sino que debe
actuar, cumplir el encargo. En el mismo caso del mandatario que debe viajar a
Mendoza, cuando su mandante no le instruyó acerca de la vía que debía emplear
para viajar a dicha ciudad.
Caso en el cual el mandatario debe abstenerse de ejecutar el encargo: fuere
manifiestamente perniciosa al mandante: art. 2149. Tal sería el caso, por ejemplo,
de impuestos onerosos que se fijan para el negocio encomendado, después de
otorgado el mandato.

Obligación de rendir cuenta al mandante: art. 2155. a) Justificación de la


obligación. Desde el momento en que el mandatario actúa POR CUENTA y
riesgo del mandante, es lógico que la ley haya dispuesto la obligación de
informar al mandante de la gestión encomendada. La misma obligación
tienen los albaceas, guardadores y secuestres. b) Forma de rendir cuenta. El
legislador propende a que la cuenta sea documentada, cuestión obligatoria
EN LAS PARTIDAS.
La rendición de cuentas cobra mayor importancia cuando el mandatario ha
contratado a su propio nombre, pues entonces, debe comprender además LA
CESION de todos los derechos adquiridos por el mandatario respecto de los
terceros, el traspaso de todos los bienes adquiridos para el mandante en el
desempeño de su cometido y de todas las deudas contraídas a favor de los terceros.
Distinguimos al efecto entre el traspaso de los derechos personales, de los
derechos reales y de las deudas:
1º Traspaso de los derechos personales: si el mandatario ha contratado a su
propio nombre, terminada su misión deberá traspasar al mandante los créditos
adquiridos contra los terceros. Esta CESION DE CREDITOS, si bien se ejecuta en
cumplimiento de obligaciones contraídas por el mandatario a favor del mandante,
está sujeta a las reglas del derecho común, y por lo tanto, será necesaria la entrega
del título y la notificación al deudor en los casos en que por regla general se requiera
(arts. 1901 y ss.). Perfeccionada la cesión, podrá el mandante dirigirse contra los
terceros y al hacerlo no invocará su calidad de mandante, que a los terceros es
inoponible, sino la de cesionario.
2º Traspaso de los derechos reales: Por lo tanto, el mandatario deberá hacer
TRADICION al mandante, de las cosas adquiridas para éste. El título traslaticio de
dominio necesario para la validez de la tradición, según el art. 675, será el mismo
contrato de mandato. En efecto, perfeccionado el contrato nace para el mandatario
la obligación de ejecutar el encargo que se le ha confiado y ésta es una obligación
DE HACER. Pero una vez cumplido el encargo, surge para el mandatario la
obligación de entregar al mandante las cosas que le pertenecen, dado que el negocio
se ha realizado “por cuenta y riesgo” de éste (art. 2116). Y ésta es una obligación
DE DAR (arts. 2153 y 2157) que impone al deudor (en este caso, al mandatario), la
de entregar la cosa; y si ésta es una especie o cuerpo cierto, la de conservarlo hasta
su entrega (art. 1547). Luego, el mandatario que transfiere al mandante, en dominio,
las cosas adquiridas para éste, en ejecución del encargo que ha recibido, paga lo
que debe (art. 1568). Y la causa del pago que efectúa es la obligación de dar que ha
nacido de la ejecución del mandato que se le ha confiado (art. 2157). Por ende, no
sólo no es necesario recurrir a otro contrato que haga las veces de título traslaticio
de dominio, tal como la venta, sino que es errado hacerlo. El título, como se ha
dicho, es el propio contrato de mandato y la tradición que se efectúe es el pago de
lo que el mandatario debe a su mandante. Mediante tal pago -tradición- el
mandatario extingue la obligación contraída para con éste a raíz del cumplimiento
o desempeño de su cometido. Así lo ha resuelto la jurisprudencia.
3º Traspaso de las deudas: el mandante debe cumplir las obligaciones contraídas
por el mandatario a su propio nombre, en la medida que dichas obligaciones se
enmarquen en el cometido encargado. Por eso, el mandante, junto con recibir los
créditos y derechos reales, debe hacerse cargo de las deudas. Con todo, el traspaso
de las deudas al mandante no libera al mandatario frente a los terceros que
contrataron con él (y que ignoraban la existencia del mandante), según las reglas
generales. De tal forma, si el mandatario fuere demandado por el tercero, no podrá
excepcionarse alegando que el deudor es el mandante. Este, a su vez, en el supuesto
de haber aceptado el traspaso de las deudas, estará obligado frente a los terceros
con el carácter de codeudor solidario o subsidiario, según decida el tribunal
interpretando la naturaleza o espíritu del convenio. Por lo tanto, los terceros podrán
dirigirse contra el mandatario o contra el mandante, para exigir el cumplimiento de
la obligación. Podríamos afirmar que después del traspaso de las deudas al
mandante, tanto éste como el mandatario están obligados a la deuda, pero en la
contribución a la deuda, el mandante ha de reembolsar al mandatario, si éste
hubiere pagado.

Obligaciones del mandante:

 Obligación de cumplir las obligaciones contraídas por el mandatario. Dos


requisitos deben concurrir (art. 2160): a) Que el mandatario actúe a nombre
del mandante; si el mandatario actúa a nombre propio pero después traspasa
las deudas al mandante, entonces éste también quedará obligado ante los
terceros que contrataron con el mandatario. b) Que el mandatario haya
actuado dentro de los límites del mandato.
 Obligación de proveer al mandatario de lo necesario para la ejecución del
mandato: Si no, puede desistirse.
 Obligación de reembolsar al mandatario los gastos razonables causados
por la ejecución del mandato: los “razonables”, es decir, aquellos en que
incurriría un hombre medio, un buen padre de familia; en otras palabras,
quien debe responder de culpa leve.
 Obligación de pagar al mandatario la remuneración estipulada o usual: a
falta de estipulación, será el juez quien determine los honorarios del
mandatario, de acuerdo a lo usual en negocios similares. Para que el mandato
sea gratuito, las partes expresamente deberán estipularlo.
 Obligación de pagar al mandatario las anticipaciones de dinero, más los
intereses corrientes devengados, que hubiere aportado éste al ejecutar su
cometido: importan un contrato de mutuo ejecutado bajo la forma de un
acto jurídico consigo mismo.
 Obligación de indemnizar al mandatario de las pérdidas en que haya
incurrido sin culpa y por causa del mandato: aun más, el mandatario goza
de un derecho legal de retención: no entrega al mandante los efectos
recibidos de los terceros con quienes contrató, mientras el mandante no
cumpla a su vez con sus obligaciones.

5. ¿Se reembolsan todos los gastos?


Los “razonables”, es decir, aquellos en que incurriría un hombre medio, un buen
padre de familia; en otras palabras, quien debe responder de culpa leve

1. Con que aspecto del estudio de la causa se relacionan los créditos


mercantiles
2. Definición de contrato del CC
3. Fines de la convención
4. Obligaciones del vendedor en la CV
5. Fases o etapas del saneamiento de la evicción

La obligación de sanear la evicción comprende para el vendedor dos fases, o puede


descomponerse en dos obligaciones que recaen sobre objetos distintos y que deben
cumplirse en oportunidades diversas. A estas dos etapas de la obligación de sanear
la evicción alude el art. 1840.
En primer término, debe prestar amparo al comprador para que obtenga un
resultado favorable en el juicio iniciado en su contra. Y si a pesar de ello pierde
el juicio, debe indemnizarle de todo el daño que sufra el comprador a
consecuencia del fallo.
Entonces, dentro de la obligación general de sanear la evicción, van comprendidas
en realidad dos obligaciones específicas:
1º Una obligación DE HACER, la de amparar o defender al comprador en el juicio
que el tercero ha iniciado, haciendo cesar toda turbación o embarazo; este es el
objeto principal de la obligación de sanear; esta primera obligación, siendo de hacer
es INDIVISIBLE y puede intentarse, si los vendedores fueren dos o más, contra
cualquiera de ellos, o contra cualquiera de los herederos del vendedor, si éste
falleciere;
2º Terminada la primera etapa y resuelto el litigio en forma desfavorable para el
comprador, la obligación de hacer se transforma en una obligación DE DAR, la que
se traduce en una obligación de pago de la evicción, en indemnizar al comprador
los perjuicios que ha experimentado por la pérdida de la cosa. Esta obligación es
DIVISIBLE y por ende cada uno de los herederos del vendedor responde solamente
de su cuota, o si son varios los vendedores, cada uno responde a prorrata en el
dominio que tenía sobre la cosa vendida.

6. 3 conductas que emanan de art. 1438


7. Concepto de evicción

La privación del todo o parte de la cosa comprada que sufre el comprador a


consecuencia de una sentencia judicial, por causa anterior a la venta.
La citación de evicción es entonces el llamamiento que en forma legal hace el
comprador a su vendedor, para que comparezca a defenderlo al juicio.

6. Problema de los riesgos en la CV

Riesgo de la cosa vendida.


Regla general: riesgo de cargo del comprador. En virtud de la obligación de entrega,
el vendedor no sólo debe poner la cosa a disposición del comprador, sino que si se
trata de una especie o cuerpo cierto, debe además conservarla hasta la entrega y
emplear en su custodia el debido cuidado: rigen las reglas generales contenidas en
los arts. 1548 y 1549.
Ahora bien, como la compraventa es un contrato que reporta beneficios a las dos
partes, el vendedor responde hasta de la culpa leve, de acuerdo al art. 1547, de
manera que debe emplear en el cuidado de la cosa la diligencia de un buen padre
de familia, o sea, aquella diligencia o cuidado que los hombres emplean
ordinariamente en sus negocios propios; y es por lo tanto, responsable de los
deterioros o de la pérdida de la cosa en el tiempo que media entre la celebración
del contrato y la entrega, producidos por un hecho o culpa suya. Si la cosa vendida
se pierde o deteriora a consecuencia de un caso fortuito, la pérdida o deterioro
es de cargo del comprador: art. 1820. Tal artículo repite la regla general del art.
1550.
La obligación del vendedor se extinguirá en consecuencia, subsistiendo la
obligación del comprador de pagar el precio. Se requiere entonces:
o Que la cosa vendida sea una especie o cuerpo cierto;
o Que la pérdida o deterioro sobrevengan por caso fortuito y no por
responsabilidad del vendedor.

Excepciones a la regla general: riesgo de cargo del vendedor


● Cuando las partes expresamente han pactado que será de cargo del vendedor la
pérdida o deterioro que sobrevenga aún por caso fortuito;
● Cuando la venta es condicional (art. 1820), repitiéndose la regla general del art.
1486. En este caso, la compraventa no puede formarse por falta de objeto y por lo
tanto el comprador no está obligado a pagar el precio
● En la venta al peso, cuenta o medida en que las operaciones de pesar, contar o
medir tienen por objeto determinar la cosa vendida, la pérdida, deterioro o mejoras
pertenecen al comprador solamente desde el momento en que se realizan tales
operaciones.
● En la venta al gusto, los riesgos son del comprador desde que manifiesta que la
cosa le agrada. Antes, son de cargo del vendedor.
● Cuando la cosa se destruye durante la mora del vendedor; y
● Cuando el vendedor se obligó, por contratos distintos y no vinculados, a
entregar a dos o más personas una misma cosa.

CIVIL V RESPONSABILIDAD

11. La culpa, en general como se la ha definido por la doctrina. Haga el distingo


para situarnos en los dos ámbitos en que puede operar la culpa.
Es la falta de diligencia o cuidado, en el cumplimiento de una obligación (culpa
contractual) o en la ejecución de un hecho cualquiera (culpa extracontractual).

12. Indíquenos las diferencias entre ambas, culpa contractual y culpa


extracontractual
1º La culpa contractual supone un vínculo obligatorio preexistente; la culpa
extracontractual no, siendo el hecho culpable el que genera el vínculo u obligación,
que coloca al deudor en la necesidad de indemnizar los daños.
2º La culpa extracontractual no admite gradaciones, porque toda culpa aquiliana,
cualquiera que sea su gravedad, le impone al deudor la misma responsabilidad, a
saber, la de indemnizar todos los perjuicios. La culpa contractual admite
gradaciones y la responsabilidad del deudor será mayor o menor, según sea el
grado de culpa de la que se responda. Puede ser grave, leve o levísima. Esta
diferencia se explica en el hecho que, tratándose de la culpa contractual, las partes
pudieron prever las consecuencias que para ellas podían derivarse del
incumplimiento, regulando entonces el grado de diligencia de cada una.
3º La culpa extracontractual debe ser probada por el acreedor/víctima. El acreedor
que invoca un delito o un cuasidelito como fuente de una obligación, debe probar
esa obligación, cual es la comisión del hecho delictual o cuasidelictual (art. 1698).
Vale decir, corresponde al acreedor probar que el deudor actuó negligentemente.
Tratándose de la culpa contractual, el incumplimiento de la obligación se
presume culpable. Vale decir, la culpa contractual se presume. Por ello, tocará al
deudor probar que actuó con la debida diligencia, y que el incumplimiento se debe
a un caso fortuito o fuerza mayor (art. 1547, inc. 3°). Con todo, respecto de las
obligaciones contractuales, habría que formular un distingo, según si se trata de
obligaciones de resultado (que constituyen la regla general) o de medios (de carácter
más bien excepcional, y que usualmente contraen los profesionales). En efecto, como
expresa Enrique Barros, la prueba de la culpa no se plantea siempre de la misma
manera en los distintos tipos de obligaciones contractuales. En las obligaciones de
resultado, la culpa se presume. En las obligaciones de medios, usualmente la culpa
debe ser probada. Por tal razón, no hay tampoco diferencias esenciales en la prueba
de la infracción a un deber general de cuidado en sede extracontractual y la prueba
de la negligencia en el cumplimiento de una obligación contractual de medios. En
las obligaciones de resultado, operará entonces la regla del art. 1547, inc. 3°,
mientras que en las obligaciones de medios y tratándose de la responsabilidad
extracontractual, lo dispuesto en el art. 1698.
4º Tratándose de la culpa contractual, si quienes incurren en ella fueren dos o
más contratantes, responderán en forma simplemente conjunta, a menos que se
hubiere pactado solidaridad o la ley dispusiere otra cosa (arts. 1511, inc. 1° y 1526,
inc. 1°). Tratándose de la culpa extracontractual, si dos o más individuos hubieren
cometido un cuasidelito, responderán solidariamente (art. 2317, inc. 1°).
5° Para que la culpa contractual –tratándose de las obligaciones de dar y de hacer-
de origen a la indemnización de perjuicios, es necesario que el deudor haya sido
constituido en mora. Tratándose de la culpa extracontractual, basta la ejecución
del hecho ilícito y culpable, que provoque perjuicios, existiendo una relación de
causalidad entre la comisión del hecho y los perjuicios. Igual cosa ocurre en las
obligaciones de no hacer, donde basta la contravención a la obligación.

13. Puesto que no hay gradación en la culpa extracontractual, cuál de los 3


grados se aplica.
Culpa o descuido, sin otra calificación, significa culpa o descuido leve. Esta especie
de culpa se opone a la diligencia o cuidado ordinario o mediano.

14. Que otras diferencias podemos destacar


1º La culpa contractual supone un vínculo obligatorio preexistente; la culpa
extracontractual no, siendo el hecho culpable el que genera el vínculo u obligación,
que coloca al deudor en la necesidad de indemnizar los daños.
2º La culpa extracontractual no admite gradaciones, porque toda culpa aquiliana,
cualquiera que sea su gravedad, le impone al deudor la misma responsabilidad, a
saber, la de indemnizar todos los perjuicios. La culpa contractual admite
gradaciones y la responsabilidad del deudor será mayor o menor, según sea el
grado de culpa de la que se responda. Puede ser grave, leve o levísima. Esta
diferencia se explica en el hecho que, tratándose de la culpa contractual, las partes
pudieron prever las consecuencias que para ellas podían derivarse del
incumplimiento, regulando entonces el grado de diligencia de cada una.
3º La culpa extracontractual debe ser probada por el acreedor. El acreedor que
invoca un delito o un cuasidelito como fuente de una obligación, debe probar esa
obligación, cual es la comisión del hecho delictual o cuasidelictual (art. 1698). Vale
decir, corresponde al acreedor probar que el deudor actuó negligentemente.
Tratándose de la culpa contractual, el incumplimiento de la obligación se
presume culpable. Vale decir, la culpa contractual se presume. Por ello, tocará al
deudor probar que actuó con la debida diligencia, y que el incumplimiento se debe
a un caso fortuito o fuerza mayor (art. 1547, inc. 3°). Con todo, respecto de las
obligaciones contractuales, habría que formular un distingo, según si se trata de
obligaciones de resultado (que constituyen la regla general) o de medios (de carácter
más bien excepcional, y que usualmente contraen los profesionales). En efecto, como
expresa Enrique Barros, la prueba de la culpa no se plantea siempre de la misma
manera en los distintos tipos de obligaciones contractuales. En las obligaciones de
resultado, la culpa se presume. En las obligaciones de medios, usualmente la culpa
debe ser probada. Por tal razón, no hay tampoco diferencias esenciales en la prueba
de la infracción a un deber general de cuidado en sede extracontractual y la prueba
de la negligencia en el cumplimiento de una obligación contractual de medios. En
las obligaciones de resultado, operará entonces la regla del art. 1547, inc. 3°,
mientras que en las obligaciones de medios y tratándose de la responsabilidad
extracontractual, lo dispuesto en el art. 1698.
4º Tratándose de la culpa contractual, si quienes incurren en ella fueren dos o
más contratantes, responderán en forma simplemente conjunta, a menos que se
hubiere pactado solidaridad o la ley dispusiere otra cosa (arts. 1511, inc. 1° y 1526,
inc. 1°). Tratándose de la culpa extracontractual, si dos o más individuos hubieren
cometido un cuasidelito, responderán solidariamente (art. 2317, inc. 1°).
5° Para que la culpa contractual –tratándose de las obligaciones de dar y de hacer-
de origen a la indemnización de perjuicios, es necesario que el deudor haya sido
constituido en mora. Tratándose de la culpa extracontractual, basta la ejecución
del hecho ilícito y culpable, que provoque perjuicios, existiendo una relación de
causalidad entre la comisión del hecho y los perjuicios. Igual cosa ocurre en las
obligaciones de no hacer, donde basta la contravención a la obligación.

15. En materia contractual se dice que, sin embargo, en cierta clase de


obligaciones la culpa debe probarse, es una de las clasificaciones que plantea
la doctrina atendiendo a los efectos de las obligaciones.

Con todo, respecto de las obligaciones contractuales, habría que formular un


distingo, según si se trata de obligaciones de resultado (que constituyen la regla
general) o de medios (de carácter más bien excepcional, y que usualmente contraen
los profesionales). En efecto, como expresa Enrique Barros, la prueba de la culpa no
se plantea siempre de la misma manera en los distintos tipos de obligaciones
contractuales. En las obligaciones de resultado, la culpa se presume. En las
obligaciones de medios, usualmente la culpa debe ser probada. Por tal razón, no
hay tampoco diferencias esenciales en la prueba de la infracción a un deber general
de cuidado en sede extracontractual y la prueba de la negligencia en el
cumplimiento de una obligación contractual de medios. En las obligaciones de
resultado, operará entonces la regla del art. 1547, inc. 3°, mientras que en las
obligaciones de medios y tratándose de la responsabilidad extracontractual, lo
dispuesto en el art. 1698.

16. Requisitos de la indemnización extracontractual


Extracontractual:
 (1) El daño;
 (2) Un daño imputable: la culpa o dolo;
 (3) La relación de causalidad entre el dolo, la culpa y el daño; y
 (4) Capacidad delictual.

17. En esta materia, cuando se adquiere plena capacidad

Tratándose de la capacidad para contraer responsabilidad civil extracontractual,


dispone el artículo 2319 del Código Civil:
Entre 7 y 16 años, siempre que se declare que los menores actuaron con
discernimiento;
A partir de los 16 años, las personas son plenamente capaces de contraer
responsabilidad civil.
12. A propósito de la responsabilidad civil extracontractual, el CC estableció
ciertas presunciones de culpa, como se clasifican.
Considerando que se exige al demandante o víctima, por regla general, probar la
culpa del demandado o autor, la ley, en diversas disposiciones, ha invertido tal
principio general, con el objeto de asegurar a la víctima una justa reparación del
daño.
Las presunciones de culpa se dividen en tres grupos:
a) Responsabilidad por el hecho propio;
b) Responsabilidad por el hecho ajeno; y
c) Responsabilidad por el hecho de las cosas.

13. En el caso de la presunción de culpa por el hecho ajeno, hay algunas


precisiones.
Por regla general, se responde por hechos propios, no por hechos ajenos.
Excepcionalmente, sin embargo, se debe responder por los hechos ajenos, cuando
una persona debe responder por el “hecho de aquellos que estuvieren a su cuidado”
(artículo 2320, inciso 1º).
El fundamento de esta disposición descansa en el deber de vigilancia que se tiene
respecto de determinadas personas.
Señala la doctrina que no estamos estrictamente ante un caso de responsabilidad
por hecho ajeno, sino por un hecho propio, a saber, la falta de cuidado o vigilancia.
Requisitos de la responsabilidad por el hecho ajeno.
● Relación de dependencia entre el autor del daño y la persona responsable: la
persona responsable debe estar investida de una cierta autoridad y el autor material
del daño sujeto a su obediencia. Deberá probar esta relación la víctima.
● Que ambas partes sean capaces de delito o cuasidelito: si el que tiene a su cuidado
a otra persona es incapaz, es irresponsable. Pero también debe ser capaz el
subordinado. Si es incapaz, no se aplican los artículos 2320 y siguientes, sino el
artículo 2319, desapareciendo entonces la presunción. En efecto, se responde por
los hechos de los incapaces, siempre que pueda imputarse negligencia a quien los
tenía a su cuidado. En otras palabras, no cabe presumir la culpa del que tiene a un
incapaz a su cuidado, para hacerle responsable, debe probarse su culpa.
● Que se pruebe la culpabilidad del subordinado: la presunción no abarca la
conducta del dependiente, sino que imputa exclusivamente culpa a la persona que
tiene a otra a su cuidado. Pero para que responda, previamente debe acreditarse
que el subordinado actuó culpablemente.

Padres, tutores o curadores, jefes de colegios y escuelas, artesanos y empresarios,


de los amos (empleadores).

Art. 2316. Es obligado a la indemnización el que hizo el daño, y sus herederos.


El que recibe provecho del dolo ajeno, sin ser cómplice en él, sólo es obligado hasta
concurrencia de lo que valga el provecho.

14. En el caso de la presunción de culpa por el hecho de las cosas, hay algunas
precisiones.
Se es responsable del hecho de las cosas de que una persona es dueña o que están
a su servicio. El propietario o la persona que se sirve de la cosa debe vigilarla y
mantenerla en el estado de que no cause daño.
La ley se limita a señalar algunos casos en los cuales se presume culpabilidad del
que las tiene a su cuidado. Por tanto, sólo en ellos puede presumirse culpabilidad
y en cualquiera otro, deberá esta probarse por la víctima.
Casos en que se presume culpabilidad por el hecho de las cosas.
Se contemplan en la ley tres casos:
Daño causado por la ruina de un edificio;
Daño causado por una cosa que cae o es arrojada de la parte superior de
un edificio; y
Daño causado por un animal.

Requisitos del daño causado por la ruina de un edificio.


o La cosa que ocasiona el daño, debe ser un edificio, es decir, una obra
fruto de la industria humana, destinada a la habitación o a fines
análogos, y que adhiera permanentemente al suelo;
o El daño debe tener por origen la ruina del edificio, vale decir, su caída
o destrucción, su deterioro debe causar el daño;
o Que el dueño haya dejado de hacer las reparaciones necesarias, o en
general, faltado al cuidado de un buen padre de familia.
Si el edificio pertenece en común a varias personas, se dividirá entre ellas la
indemnización, a prorrata de sus cuotas de dominio (artículo 2323, inciso 2º). Se
trata por tanto de una obligación simplemente conjunta. Esta norma constituye
una excepción a la del artículo 2317, que establece un caso de solidaridad pasiva,
cuando el delito o cuasidelito ha sido cometido por varias personas.

Daño causado por una cosa que cae o es arrojada de la parte superior de
un edificio: Se precisa que tratándose de cosas que se arrojan, en realidad
no se responde por el hecho de las cosas, sino por el hecho ajeno, puesto
que siempre una persona debe arrojar la cosa en cuestión. La
responsabilidad recae sobre todas las personas que habiten la misma parte
del edificio desde la que cayó o se arrojó la cosa (podría tratarse, por ende,
del dueño, o arrendatario, o comodatario, o usufructuario, etc.). Los
responsables dividirán entre sí la indemnización.
Nada impide sin embargo singularizar la responsabilidad en una o más personas
determinadas, si se acreditó que el hecho acaeció exclusivamente por dolo o culpa
de las mismas. Cuando no es posible probarlo, se genera, en opinión de Rodríguez
Grez, un caso de responsabilidad objetiva subsidiaria: obligación de reparar un
daño sin atender ni a la causa física que lo provoca ni al elemento subjetivo (dolo o
culpa) de la responsabilidad.

Daño causado por un animal: El artículo 2326 contiene dos reglas, la


primera aplicable al dueño y la segunda a un mero tenedor:
● Responde el dueño del animal, aún por los daños ocasionados por éste
después de haberse soltado o extraviado. Con todo, su responsabilidad
cesará, si acredita que adoptó todas las providencias para impedir el daño.
● La misma responsabilidad recae sobre el que se sirve de un animal ajeno.
Pero tal persona tiene derecho a repetir contra el dueño, si el daño fue
producto de un vicio del animal que el dueño, con mediano cuidado, debió
conocer o prever. Pero si el dueño informó al usuario del animal del vicio,
éste no tendrá derecho a repetir contra el primero.
El artículo 2327, por su parte, también contempla dos reglas, la
primera referida a un animal fiero que no reporta utilidad para un predio y
la segunda relativa a dicho animal cuando sí reporta utilidad:
● Establece que siempre se responderá por el daño causado por un animal
fiero, siempre que de éste no se reporte utilidad para la guarda o servicio
de un predio: “El daño causado por un animal fiero, de que no se reporta
utilidad para la guarda o servicio de un predio, será siempre imputable al
que lo tenga, y si alegare que no le fue posible evitar el daño, no será oído”.
De los daños responderá quien tenga el animal, sea o no su dueño y se sirva
o no de él. La disposición establece una presunción de derecho, pues no se
admite probar que fue imposible evitar el daño. Se trata, por ende, de un
caso de responsabilidad objetiva. En efecto, como señala Rodríguez Grez, en
esta hipótesis, es la mantención de un animal fiero, creando una situación
de riesgo de la que no se obtiene beneficio alguno, la que justifica la
responsabilidad que se le impone el tenedor del animal.
● Pero si el animal fiero reporta beneficio, la responsabilidad se transformará
en subjetiva, y sólo se responderá si el daño causado por el animal tiene
como antecedente la culpa del tenedor. De tal forma, dándose los supuestos
del artículo 2327 (que se trate de un animal fiero y que no esté destinado a
la guarda o servicio de un predio), la responsabilidad será objetiva.

15. A propósito de ese caso, conoce alguna hipótesis donde el CC establece una
presunción de culpa de derecho (culpa por los animales)
Siempre se responderá por el daño causado por un animal fiero, siempre que de
éste no se reporte utilidad para la guarda o servicio de un predio: “El daño
causado por un animal fiero, de que no se reporta utilidad para la guarda o servicio
de un predio, será siempre imputable al que lo tenga, y si alegare que no le fue
posible evitar el daño, no será oído”. De los daños responderá quien tenga el animal,
sea o no su dueño y se sirva o no de él. La disposición establece una presunción de
derecho, pues no se admite probar que fue imposible evitar el daño. Se trata, por
ende, de un caso de responsabilidad objetiva. En efecto, como señala Rodríguez
Grez, en esta hipótesis, es la mantención de un animal fiero, creando una situación
de riesgo de la que no se obtiene beneficio alguno, la que justifica la
responsabilidad que se le impone el tenedor del animal.

Otro caso de presunción de derecho:


El artículo 2321 establece una presunción de derecho,
“Los padres serán siempre responsables de los delitos o cuasidelitos cometidos por
sus hijos menores, y que conocidamente provengan de mala educación, o de los
hábitos viciosos que les han dejado adquirir.”
Bastando en este caso que sean menores, siendo indiferente que habiten en la casa
de sus padres. El hecho debe provenir de la mala educación dada al hijo o de hábitos
viciosos que le dejaron adquirir sus padres. Pero, además, el hecho debe provenir
“conocidamente” de estas causas. Por lo tanto, corresponderá a la víctima probar
que el hijo recibió una mala educación o que los padres lo dejaron adquirir hábitos
viciosos.

16. Cuando estamos ante un hecho constitutivo de delito o cuasidelito civil, en


que plazo prescribe la acción indemnizatoria.
“Las acciones que concede este título por daño o dolo, prescriben en cuatro años
contados desde la perpetración del acto”.
Doctrina clásica: desde la comisión del hecho.

La doctrina “moderna”, plantea que el plazo de prescripción no debe contarse desde


la comisión del hecho, sino desde el momento en que el daño se manifiesta. Se
funda esta tesis en el siguiente supuesto: mientras no se produzca el daño, no
puede entenderse que exista un hecho ilícito. Éste se materializa no sólo por la
conducta ilícita, pues mientras no sea visible el daño, faltará uno de los
presupuestos de la responsabilidad delictual o cuasidelictual.

CIVIL VI FAMILIA

14. ¿Qué cosas o bienes corporales o incorporales podrían ser afectadas como
bienes familiares? Hacer hincapié en “residencia principal” y en derechos o
acciones que los cónyuges tengan en sociedades propietarias de un inmueble
que sea residencia principal de la familia.

 El inmueble de propiedad de cualquiera de los cónyuges o convivientes


civiles o de alguno de ellos, que sirva de residencia principal de la familia.
 Los muebles que guarnecen la residencia principal de la familia.
 Los derechos o acciones que los cónyuges o convivientes civiles tengan
en sociedades de personas o de capital, respectivamente, que a su vez sean
propietarias de un inmueble que sea residencia principal de la familia.

Art. 141. El inmueble de propiedad de cualquiera de los cónyuges que sirva de


residencia principal de la familia, y los muebles que la guarnecen, podrán ser
declarados bienes familiares y se regirán por las normas de este párrafo, cualquiera
sea el régimen de bienes del matrimonio.

Art. 146. Lo previsto en este párrafo se aplica a los derechos o acciones que los
cónyuges tengan en sociedades propietarias de un inmueble que sea residencia
principal de la familia.
Producida la afectación de derechos o acciones, se requerirá asimismo la voluntad
de ambos cónyuges para realizar cualquier acto como socio o accionista de la
sociedad respectiva, que tenga relación con el bien familiar.

15. ¿A partir de qué momento el inmueble ya queda afectado como bien


familiar?
Conforme al artículo 141, inciso 3º, “la sola interposición de la demanda
transformará provisoriamente en familiar el bien de que se trate”. Por ende, no
se requiere, para que acontezca lo anterior, que la demanda sea notificada.
La afectación definitiva se producirá con la sentencia firme que declare el bien como
familiar.
Tratándose de los derechos o acciones en sociedades propietarias del inmueble
que sirve de residencia principal de la familia, la afectación se produce por un
mecanismo totalmente diferente: “por declaración de cualquiera de los cónyuges
contenida en escritura pública”. Por declaración unilateral solemne.

16. ¿Qué efectos se generan a partir de ese momento?


Se produce la cogestión del bien declarado como familiar: se afecta facultad
para realizar actos de disposición y de administración. La gestión, pasa a
ser compartida por los cónyuges o convivientes civiles.
Se pueden constituir derechos reales sobre los bienes declarados como
familiares.
No se produce la inembargabilidad del bien, pero si se otorga un derecho de
excusión a cualquiera de los cónyuges.

17. ¿Qué contratos no puede celebrar?

Para ejecutar o celebrar los siguientes actos o contratos, el cónyuge propietario


deberá contar con la voluntad del cónyuge no propietario:

● Enajenación o gravamen voluntarios. No se requiere la voluntad del cónyuge no


propietario, para las enajenaciones forzadas, es decir, las realizadas por el
ministerio de la justicia.
● Contratos de promesa de enajenación o gravamen.
● Contratos que conceden derechos personales de uso y goce sobre algún bien
familiar. Por ejemplo, de arrendamiento y de comodato.
● Tratándose de los derechos o acciones en sociedades, el titular no puede
realizar por sí mismo cualquier acto como socio o accionista de la sociedad
respectiva, que tenga relación con el bien familiar. Así, por ejemplo, no se podrán
ceder los derechos o acciones; gravar o enajenar los derechos o acciones; o, si uno
de los cónyuges es el administrador de la sociedad, no podría, sin la voluntad del
otro cónyuge, celebrar un contrato de compraventa, comodato, arrendamiento,
hipoteca, etc., que tenga por objeto el inmueble.

18. El marido casado en sociedad conyugal procedió a vender y enajenar un bien


raíz de la sociedad conyugal sin haber obtenido autorización alguna. ¿Qué
ocurre?
La falta de autorización ocasiona, en este caso, la nulidad relativa del acto o
contrato realizado por el marido, pues se infringe una formalidad habilitante. La
acción prescribe en el plazo de 4 años, contados desde la disolución de la
sociedad conyugal. Si la mujer o sus herederos fueren incapaces, el cuadrienio
empezará a correr desde que cese la incapacidad. Con todo, en ningún caso se
podrá pedir la declaración de nulidad, pasados 10 años desde la celebración del
acto o contrato.

Si el tercero que adquirió el bien de manos del marido aún conserva la cosa, la
sentencia de nulidad lo afectará, pues la demanda de nulidad se interpondrá por
la mujer en contra del marido y de su adquirente. En cambio, si el adquirente
hubiere a su vez enajenado la cosa, la mujer tendría que deducir la acción de
nulidad y también la acción reivindicatoria. En cuanto a esta posibilidad de que la
mujer pueda deducir acción reivindicatoria, contra el tercero que hubiere adquirido
el bien social de manos del primer comprador o de otro posterior, del marido, sería
necesario que previamente se decrete la separación judicial de bienes (artículo 155)
y por ende expire la sociedad conyugal. En efecto, vigente la sociedad conyugal,
frente a los terceros, el marido se mira como dueño exclusivo de los bienes sociales
(artículo 1750). Fallaría entonces el requisito indispensable para que prospere la
acción reivindicatoria: que el reivindicante sea dueño de la cosa. Disuelta que sea la
sociedad conyugal, la mujer será titular de derechos equivalentes al 50% de la cosa,
y tendrá entonces legitimación activa para interponer la acción reivindicatoria.

19. ¿Quién tiene la titularidad de la acción? No olvidar herederos

La mujer casada en sociedad conyugal y sus herederos.

20. En qué plazo prescribe esta acción


La acción prescribe en el plazo de 4 años, contados desde la disolución de la
sociedad conyugal. Si la mujer o sus herederos fueren incapaces, el cuadrienio
empezará a correr desde que cese la incapacidad (se suspende).

21. ¿Desde cuándo se cuenta el cuadrienio? ¿Desde la disolución o desde que


cese la incapacidad?
Si la mujer es capaz, se cuentan desde la disolución de la sociedad conyugal. Pero
si es incapaz se cuentan desde que cesa la incapacidad.
Si la mujer fallece, la acción les corresponde a los herederos y se comienza a contar
a partir del mismo momento, esto es, desde la disolución, a menos que sean
incapaces porque en tal caso, los 4 años se comienzan a contar desde que cese la
incapacidad de los herederos. Con todo, pasados 10 años no se puede pedir la
nulidad.

22. Estaría operando la institución de la suspensión de la prescripción, y ¿es


normal que una prescripción de 4 años se suspenda?
Efectivamente estaría operando la institución de la suspensión. Se trata de un caso
excepcional en que una prescripción especial se suspende.

La suspensión es un beneficio establecido en favor de ciertas personas, en cuya


virtud la prescripción no corre en contra suya y produce la paralización del
transcurso del plazo de la prescripción, durante el tiempo que dure la causa
suspensiva.

23. ¿Cuál es la que se suspende?


Las de largo tiempo.

24. ¿Y esa de cuántos años es?


Las acciones ordinarias prescriben en el plazo de 5 años.

4. Se casan dos personas bajo SC, y en el caso del marido, él era propietario de
ciertos bienes muebles. ¿Dónde ingresan esos bienes?

Ingresan al haber relativo.

Bienes aportados (Los que tenían los cónyuges antes del matrimonio)
 Muebles: ingresan al Haber relativo o aparente de la sociedad conyugal,
generándose una recompensa o crédito, a favor del cónyuge aportante, que
se hace efectivo al terminar SC.
 Inmuebles: no ingresan al haber de la SC. Quedan en el Haber Propio del
cónyuge aportante

Bienes adquiridos (después de celebrar el matrimonio).


A título gratuito (es decir, por donación, herencia o legado).
 Muebles: ingresan al Haber Relativo o aparente, y se genera por ende una
recompensa.
 Inmuebles: ingresan al Haber Propio Bienes adquiridos
A título oneroso,
Muebles o inmuebles: ingresan al Haber Real o Absoluto no hay recompensa,
no se generan créditos.

5. La mujer era dueña de un departamento ¿Qué ocurre con ese bien? Ingresa
al haber propio de la mujer. Resulta que se casan, y al tiempo a ella se le hace
una oferta de compraventa de ese departamento ¿Cómo se debe realizar esa
venta?

No ingresa al haber de la sociedad conyugal, queda en el haber propio.

La compraventa deberá celebrarla el marido, pues es el administrador de los bienes


propios de la mujer.

Para que el marido enajene o grave los bienes raíces de la mujer, requiere de su
consentimiento.
Dicho consentimiento ha de ser específico, vale decir, referido al acto o contrato
que se ejecute o celebre. Se requiere entonces contar con la voluntad de la mujer,
manifestada autorizando la enajenación o el gravamen. La voluntad de la mujer
puede manifestarse en dos formas:
+ Expresamente, caso en el cual la manifestación de voluntad debe constar por
escritura pública;
+ Tácitamente, interviniendo la mujer expresa y directamente, de cualquier modo,
en el acto jurídico.
En el caso de ser expresa, la voluntad puede prestarse personalmente o por
mandato especial otorgado por escritura pública.
La sanción que tiene la omisión de la autorización de la mujer, es la nulidad
relativa del acto o contrato, que puede hacer valer en el plazo de 4 años,
contados desde la disolución de la sociedad conyugal, o desde que cese la
incapacidad que la afecta o de sus herederos. Transcurridos 10 años, no podrá
pedirse la declaración de nulidad (art. 1757). Si el marido da en arrendamiento o
cede la tenencia de bienes raíces de la mujer, por un plazo que excede los indicados
en el art. 1756 y sin la autorización de ella, el arrendamiento o la cesión no le será
oponible a la mujer, en el exceso del plazo. La nulidad e inoponibilidad podrán
hacerse valer por la mujer, sus herederos o cesionarios, y la acción prescribirá de
acuerdo a lo dispuesto en los incisos 3º y 4º del art. 1757.
6. Cambiando de hipótesis, se trata de un bien raíz de la sociedad conyugal
¿Quién vende? Vende el marido, debiendo contar también con la
autorización de la mujer.

El marido necesita autorización de la mujer para los siguientes efectos:


 Para enajenar los bienes raíces sociales. La limitación se refiere a las
enajenaciones voluntarias y no a las decretadas por la justicia en juicios
ejecutivos o en un procedimiento concursal de liquidación.
 Para gravar dichos bienes con hipotecas, censos o servidumbres u otros
gravámenes reales (usufructo, uso o habitación, anticresis).
 Para prometer enajenar o gravar los bienes raíces sociales.
 Para enajenar o gravar los derechos hereditarios de la mujer: en principio,
podríamos entender que éste caso no debió incluirse en el artículo 1749,
pues no se trataría de un bien de la sociedad conyugal, sino de la mujer. Sin
embargo, se ha dicho que el legislador de 1989 lo incluyó en este artículo,
bajo el entendido que el derecho real de herencia, al no poder calificarse
como mueble o inmueble, debe regirse por las normas de los muebles, que
constituyen el estatuto jurídico general de los bienes (dándole de este modo
consagración legal a la tesis de Leopoldo Urrutia, en cuanto la herencia
escapa de la clasificación de derecho mueble o inmueble, establecida en el
artículo 580 del Código Civil). Y siendo un derecho mueble adquirido a título
gratuito durante la vigencia de la sociedad conyugal, ingresaría al haber
aparente o relativo de la misma y no al haber propio del heredero. Pero sería
un bien mueble social, para el cual el marido, si pretendiere enajenarlo,
excepcionalmente, requiere autorización de la mujer por el marido, aunque
debamos entender –siguiendo la lógica anterior-, que también ingresó al
haber aparente o relativo, podía éste enajenarlo libremente, sin intervención
de la mujer, pues por regla general, el marido puede enajenar los bienes
muebles sociales sin autorización de la mujer.
 Para donar bienes sociales, salvo que se trate de donaciones de poca monta,
atendidas las fuerzas del haber social. La restricción operará, sea que se trate
de muebles o inmuebles, pues la ley no distingue.
 Para arrendar o ceder la tenencia (comodato, por ejemplo) de los bienes
raíces sociales urbanos por más de cinco años, y los rústicos por más de 8
años, incluidas las prórrogas que hubiere pactado el marido.
 Para obligar los bienes sociales, constituyéndose avalista, codeudor
solidario, fiador u otorgar cualquier otra caución respecto a obligaciones
contraídas por terceros. Sin esta autorización, el marido obliga solamente
sus bienes propios. No debemos circunscribir el numeral a las cauciones
personales, pues el Código alude a “cualquier otra caución”, de manera que
también debemos incluir las prendas.

7. Ocurre que la mujer no compareció, no autorizó ¿Qué problema tiene ese


contrato de compraventa? Será nulo de nulidad relativa, ya que se omitió una
formalidad habilitante.

Es susceptible de anularse por nulidad relativa. La falta de autorización, en los


cinco primeros casos mencionados en el número 2, ocasiona la nulidad relativa del
acto o contrato realizado por el marido, pues se infringe una formalidad habilitante.
La acción prescribe en el plazo de 4 años, contados desde la disolución de la
sociedad conyugal. Si la mujer o sus herederos fueren incapaces, el cuadrienio
empezará a correr desde que cese la incapacidad. Con todo, en ningún caso se podrá
pedir la declaración de nulidad, pasados 10 años desde la celebración del acto o
contrato. (art. 1757). El artículo 1757 guarda perfecta armonía con los artículos
2509 y 2520, de los que se desprende que la suspensión de la prescripción no se
extiende más allá de diez años.
Si el tercero que adquirió el bien de manos del marido aún conserva la cosa, la
sentencia de nulidad lo afectará, pues la demanda de nulidad se interpondrá por la
mujer en contra del marido y de su adquirente.
En cambio, si el adquirente hubiere a su vez enajenado la cosa, la mujer tendría
que deducir la acción de nulidad y también la acción reivindicatoria. En cuanto a
esta posibilidad de que la mujer pueda deducir acción reivindicatoria, contra el
tercero que hubiere adquirido el bien social de manos del primer comprador o de
otro posterior, del marido, sería necesario que previamente se decrete la separación
judicial de bienes (artículo 155) y por ende expire la sociedad conyugal. En efecto,
vigente la sociedad conyugal, frente a los terceros, el marido se mira como dueño
exclusivo de los bienes sociales (artículo 1750). Fallaría entonces el requisito
indispensable para que prospere la acción reivindicatoria: que el reivindicante sea
dueño de la cosa. Disuelta que sea la sociedad conyugal, la mujer será titular de
derechos equivalentes al 50% de la cosa, y tendrá entonces legitimación activa para
interponer la acción reivindicatoria.

8. ¿Quién tiene acción para demandar la NR?

La nulidad o inoponibilidad anteriores podrán hacerlas valer la mujer, sus


herederos o cesionarios.

9. ¿Cuál es el plazo para demandar? 4 años desde la celebración del contrato o


disolución de la SC.

La acción prescribe en el plazo de 4 años, contados desde la disolución de la


sociedad conyugal. Si la mujer o sus herederos fueren incapaces, el cuadrienio
empezará a correr desde que cese la incapacidad.

7. A propósito de la SC, específicamente a la administración ordinaria, a quién


le corresponde?

Corresponde esta administración al marido, en calidad de jefe de la SC por el solo


hecho del matrimonio, y para ejercitarla necesita tener más de 18 años. Si no los
tiene, se le nombra un curador, que entra a administrar la sociedad conyugal, caso
en el cual estaremos ante una administración extraordinaria (art. 139). La
administración ordinaria comprende los bienes sociales y los bienes propios de la
mujer.

8. ¿Cuáles son las limitaciones del marido para administrar la SC?

El marido necesita autorización de la mujer para los siguientes efectos:


 Para enajenar los bienes raíces sociales. La limitación se refiere a las
enajenaciones voluntarias y no a las decretadas por la justicia en juicios
ejecutivos o en un procedimiento concursal de liquidación.
 Para gravar dichos bienes con hipotecas, censos o servidumbres u otros
gravámenes reales (usufructo, uso o habitación, anticresis).
 Para prometer enajenar o gravar los bienes raíces sociales.
 Para enajenar o gravar los derechos hereditarios de la mujer: en principio,
podríamos entender que este caso no debió incluirse en el artículo 1749,
pues no se trataría de un bien de la sociedad conyugal, sino de la mujer. Sin
embargo, se ha dicho que el legislador de 1989 lo incluyó en este artículo,
bajo el entendido que el derecho real de herencia, al no poder calificarse
como mueble o inmueble, debe regirse por las normas de los muebles, que
constituyen el estatuto jurídico general de los bienes (dándole de este modo
consagración legal a la tesis de Leopoldo Urrutia, en cuanto la herencia
escapa de la clasificación de derecho mueble o inmueble, establecida en el
artículo 580 del Código Civil). Y siendo un derecho mueble adquirido a título
gratuito durante la vigencia de la sociedad conyugal, ingresaría al haber
aparente o relativo de la misma y no al haber propio del heredero. Pero sería
un bien mueble social, para el cual el marido, si pretendiere enajenarlo,
excepcionalmente, requiere autorización de la mujer por el marido, aunque
debamos entender –siguiendo la lógica anterior-, que también ingresó al
haber aparente o relativo, podía éste enajenarlo libremente, sin intervención
de la mujer, pues por regla general, el marido puede enajenar los bienes
muebles sociales sin autorización de la mujer.
 Para donar bienes sociales, salvo que se trate de donaciones de poca monta,
atendidas las fuerzas del haber social. La restricción operará, sea que se trate
de muebles o inmuebles, pues la ley no distingue.
 Para arrendar o ceder la tenencia (comodato, por ejemplo) de los bienes
raíces sociales urbanos por más de cinco años, y los rústicos por más de 8
años, incluidas las prórrogas que hubiere pactado el marido.
 Para obligar los bienes sociales, constituyéndose avalista, codeudor solidario,
fiador u otorgar cualquier otra caución respecto a obligaciones contraídas
por terceros. Sin esta autorización, el marido obliga solamente sus bienes
propios. No debemos circunscribir el numeral a las cauciones personales,
pues el Código alude a “cualquier otra caución”, de manera que también
debemos incluir las prendas.

9. Al disolverse la SC, el CC establece un derecho a favor de la mujer. ¿Qué


podrá decidir la mujer una vez disuelta la SC? Renuncia a los gananciales.

La mujer puede renunciar a los gananciales. La renuncia a los gananciales es el acto


jurídico unilateral mediante el cual la mujer manifiesta su voluntad de no llevar
parte alguna de los gananciales habidos durante la sociedad conyugal.
La mujer tiene dos oportunidades para renunciar a los gananciales:
 En las capitulaciones matrimoniales, y
 Después de disolverse la sociedad conyugal

10. ¿Qué podría justificar porque ella renuncie a los gananciales? Que quiera
quedarse con su patrimonio reservado.
Podría ocurrir que prefiera quedarse con su patrimonio reservado, en caso de que
éste sea superior a la mitad de gananciales que le toque recibir.
Desde otro punto de vista, con la renuncia la mujer se desliga de toda
responsabilidad en el pasivo social, que sólo será cubierto por el marido, sin
derecho a reintegro alguno contra la mujer. Lo anterior no significa que la mujer se
libere:
- de sus deudas personales;
- de las deudas que afecten sus bienes reservados; y
- de las recompensas que adeude a la sociedad o al marido.

11. Hay una práctica de los abogados en virtud de la cual, cuando los cónyuges
se separan de bienes, ¿Cómo podrían realizar este pacto? Mediante una
escritura pública. ¿Qué otra cosa podría hacer en esa escritura? liquidar la
sociedad conyugal.

Art. 1723. Durante el matrimonio los cónyuges mayores de edad podrán


substituir el régimen de sociedad de bienes por el de participación en los
gananciales o por el de separación total. También podrán substituir la
separación total por el régimen de participación en los gananciales.
El pacto que los cónyuges celebren en conformidad a este artículo deberá
otorgarse por escritura pública y no surtirá efectos entre las partes ni respecto
de terceros, sino desde que esa escritura se subinscriba al margen de la
respectiva inscripción matrimonial. Esta subinscripción sólo podrá practicarse
dentro de los treinta días siguientes a la fecha de la escritura en que se pacte la
separación. El pacto que en ella conste no perjudicará, en caso alguno, los
derechos válidamente adquiridos por terceros respecto del marido o de la mujer
y, una vez celebrado, no podrá dejarse sin efecto por el mutuo consentimiento
de los cónyuges.
En la escritura pública de separación total de bienes, o en la que se pacte
participación en los gananciales, según sea el caso, podrán los cónyuges liquidar
la sociedad conyugal o proceder a determinar el crédito de participación o
celebrar otros pactos lícitos, o una y otra cosa; pero todo ello no producirá efecto
alguno entre las partes ni respecto de terceros, sino desde la subinscripción a
que se refiere el inciso anterior.
Tratándose de matrimonios celebrados en país extranjero y que no se hallen
inscritos en Chile, será menester proceder previamente a su inscripción en el
Registro de la Primera Sección de la comuna de Santiago, para lo cual se exhibirá
al oficial civil que corresponda el certificado de matrimonio debidamente
legalizado.
Los pactos a que se refiere este artículo y el inciso 2° del artículo 1715, no son
susceptibles de condición, plazo o modo alguno.

12. ¿Ud. que cree que en esa misma escritura pública en la que se separan de
bienes, además de liquidar a la SC, la mujer podría renunciar a los
gananciales? ¿Cree que es posible? Sí en virtud del principio de economía.
Sin embargo, dijimos antes que para que ella pueda renunciar a los
gananciales debe hacerlo desde la disolución, por lo que por la sola firma de
la escritura, queda disuelta la SC? No, porque debe subinscribir. Y subinscrita
esa escritura ¿a partir de qué momento producirá efecto? desde la
subinscripción. Entonces ¿Cómo podría renunciar antes?
El profesor René Ramos Pazos y el profesor Rodrigo Barcia señalan que sí es posible
renunciar a los gananciales en la escritura en que se sustituye el régimen de
sociedad conyugal por el de separación de bienes.

No obstante, ello no es preciso.


 La ley es clara: para que la mujer o sus herederos renuncien a los gananciales,
la sociedad conyugal debe estar disuelta, y no lo estará sino con la
subinscripción del pacto a que alude el artículo 1723, no antes.
 La reforma hecha al Código Civil por la Ley N°10.271 no desmiente la
conclusión anterior, sino que la refuerza, pues se limitó ella a admitir que en
la misma escritura se liquide la sociedad conyugal, a pesar de que en verdad
aún no está disuelta. Nada se dijo acerca de un acto jurídico diverso a la
liquidación, como es el de renuncia a los gananciales.
 La frase que se incorporó por la Ley N°10.271 “…y celebrar entre ellos
cualesquier otros pactos que estén permitidos a los cónyuges separados de
bienes”, podría haber servido de fundamento para la tesis favorable a la
renuncia en la misma escritura, pero no así su tenor actual, hoy expresado
bajo la fórmula más neutra “… o celebrar otros pactos lícitos…” En nuestra
opinión, no sería un pacto lícito aquél por el cual, en la misma escritura de
separación total de bienes, la mujer renuncie a los gananciales. Por lo demás,
la sentencia del año 1959 se dictó cuando la frase vigente era la primera y
en razón de la misma podría haberse estimado ajustada a derecho (dicho sea
de paso, la sentencia el año 2002 se limitó a reiterar los argumentos de la
del año 1959). Sin embargo, como está dicho, la frase actual alude a
“…celebrar otros pactos lícitos…”.
 El artículo 1719 del Código Civil, señala con toda claridad en su inciso inicial:
“La mujer, no obstante la sociedad conyugal, podrá renunciar su derecho a
los gananciales que resulten de la administración del marido, con tal que
haga esta renuncia antes del matrimonio o después de la disolución de la
sociedad”.
 El párrafo 6 del título XXII del Libro IV, se titula, precisamente, “De la
renuncia de los gananciales hecha por parte de la mujer después de la
disolución de la sociedad”. A su vez, el artículo 1781, que encabeza dicho
párrafo 6, establece: “Disuelta la sociedad, la mujer mayor o sus herederos
mayores tendrán la facultad de renunciar los gananciales a que tuvieren
derecho. No se permite esta renuncia a la mujer menor, ni a sus herederos
menores, sino con aprobación judicial”.
 El artículo 1767, por su parte, expresa: “la mujer que no haya renunciado los
gananciales antes del matrimonio o después de disolverse la sociedad, se
entenderá que los acepta con beneficio de inventario”.
 La renuncia a los gananciales, según ha expresado de manera uniforme
nuestra doctrina, es un acto jurídico puro y simple. Expresa al efecto Pablo
Rodríguez Grez: “La renuncia debe hacerse pura y simplemente, sin que se
admita condición, plazo ni modo. Así se desprende de lo prevenido en los
artículos 1227 y 1228, que, aun cuando se refieren a las asignaciones por
causa de muerte, obedecen a los mismos principios”. Pues bien, si se
admitiera la renuncia en la escritura que contiene el pacto de separación de
bienes, aquella quedaría sujeta a dos modalidades: un plazo (hasta de treinta
días) y una condición suspensiva (que efectivamente se inscriba la escritura
dentro del expresado plazo). No se cumpliría entonces con la exigencia
aludida, en orden a que el acto ha de ser puro y simple.
 En fin, un último argumento, nos parece que por sí solo, puede esgrimirse
para controvertir la doctrina imperante. Según hemos visto, la doctrina que
admite la renuncia en la escritura de separación de bienes se funda en la
frase “o celebrar otros pactos lícitos”. Ahora bien, ocurre que la renuncia es
un acto jurídico unilateral, y mal podría, entonces, quedar comprendida
dentro de la aludida frase. No estamos ante un pacto, sino ante un acto que
emana de la voluntad de una persona, la mujer, o el heredero o los
respectivos herederos, y en este último caso, cada uno de ellos otorga un
acto jurídico unilateral. La palabra “pacto” no se encuentra definida en el
Código Civil, de manera que debemos entenderla en su sentido natural y
obvio, según el uso general de la locución, conforme al artículo 20 del Código
Civil. Al efecto, el Diccionario de la Lengua Española, define la voz “pacto”,
en su primera entrada, como “concierto o tratado entre dos o más partes que
se comprometen a cumplir lo estipulado.

13. Matrimonio celebrado en el extranjero, quiere inscribirse en Chile ¿Donde se


debe dirigir el matrimonio? A la primera sección del registro civil de
Santiago.

Registro de la primera sección de la comuna de Santiago.

Art. 135. Por el hecho del matrimonio se contrae sociedad de bienes entre los
cónyuges, y toma el marido la administración de los de la mujer, según las reglas
que se expondrán en el título De la sociedad conyugal.
Los que se hayan casado en país extranjero se mirarán en Chile como separados
de bienes, a menos que inscriban su matrimonio en el Registro de la Primera
Sección de la Comuna de Santiago, y pacten en ese acto sociedad conyugal o
régimen de participación en los gananciales, dejándose constancia de ello en
dicha inscripción.

11. Que dice el CC acerca del régimen patrimonial de aquellos matrimonios


celebrados en el extranjero que se inscriben en Chile.
Art. 135. Por el hecho del matrimonio se contrae sociedad de bienes entre los
cónyuges, y toma el marido la administración de los de la mujer, según las reglas
que se expondrán en el título De la sociedad conyugal.
Los que se hayan casado en país extranjero se mirarán en Chile como separados
de bienes, a menos que inscriban su matrimonio en el Registro de la Primera
Sección de la Comuna de Santiago, y pacten en ese acto sociedad conyugal o
régimen de participación en los gananciales, dejándose constancia de ello en
dicha inscripción.

12. Podría ser otro el régimen

Si, sociedad conyugal o participación en los gananciales.

13. ¿Dónde se inscriben esos matrimonios? *circunscripción.


Registro de la Primera Sección de la Comuna de Santiago.

14. Hay un par de sentencia que han complicado la interpretación de este


precepto, recuerda en qué sentido. De esos fallos fluye que habría otro
articulo del título preliminar que podría estar haciendo colisión con esto. Se
refiere al art. 15

Algunos que fallos de la Corte Suprema, de 2008, han circunscrito esta hipótesis al
caso de cónyuges extranjeros, y no chilenos. Respecto a éstos, se ha dicho que
cabe aplicarles el artículo 15 del Código Civil, y por ende, si nada dicen al momento
de inscribir su matrimonio en Chile, se entenderán casados bajo el régimen de
sociedad conyugal.

Art. 15. A las leyes patrias que reglan las obligaciones y derechos civiles,
permanecerán sujetos los chilenos, no obstante su residencia o domicilio en
país extranjero.
1º. En lo relativo al estado de las personas y a su capacidad para ejecutar ciertos
actos, que hayan de tener efecto en Chile;
2º. En las obligaciones y derechos que nacen de las relaciones de familia; pero sólo
respecto de sus cónyuges y parientes chilenos.

15. ¿Qué principio establece el artículo 15?


La extraterritorialidad de la ley chilena.

16. ¿El 135 inciso segundo se aplica a quienes?


Los que se hayan casado en país extranjero.

17. ¿Si, existe régimen de SC y cualquiera de los cónyuges adquiere un inmueble


a título gratuito, a dónde ingresa?

Al haber propio.
18. Que particularidad o precisión tendríamos que hacer si quien lo adquiere fue
la mujer, sin perjuicio que ingresa a su haber propio.

Debe
Podrá la mujer recurrir a la justicia en caso de negativa del marido para nombrar
partidor, provocar la partición o concurrir a ella cuando la mujer tenga parte en la
herencia.

19. Si a ella le hacen una oferta para comprarle ese inmueble, qué ocurriría ahí.
¿quién tendría que celebrar el contrato?

La compraventa deberá celebrarla el marido, pues es el administrador de los bienes


propios de la mujer.

Para que el marido enajene o grave los bienes raíces de la mujer, requiere de su
consentimiento.
Dicho consentimiento ha de ser específico, vale decir, referido al acto o contrato
que se ejecute o celebre. Se requiere entonces contar con la voluntad de la mujer,
manifestada autorizando la enajenación o el gravamen. La voluntad de la mujer
puede manifestarse en dos formas:
+ Expresamente, caso en el cual la manifestación de voluntad debe constar por
escritura pública;
+ Tácitamente, interviniendo la mujer expresa y directamente, de cualquier modo,
en el acto jurídico.
En el caso de ser expresa, la voluntad puede prestarse personalmente o por
mandato especial otorgado por escritura pública.
La sanción que tiene la omisión de la autorización de la mujer, es la nulidad
relativa del acto o contrato, que puede hacer valer en el plazo de 4 años,
contados desde la disolución de la sociedad conyugal, o desde que cese la
incapacidad que la afecta o de sus herederos. Transcurridos 10 años, no podrá
pedirse la declaración de nulidad (art. 1757). Si el marido da en arrendamiento o
cede la tenencia de bienes raíces de la mujer, por un plazo que excede los indicados
en el art. 1756 y sin la autorización de ella, el arrendamiento o la cesión no le será
oponible a la mujer, en el exceso del plazo. La nulidad e inoponibilidad podrán
hacerse valer por la mujer, sus herederos o cesionarios, y la acción prescribirá de
acuerdo a lo dispuesto en los incisos 3º y 4º del art. 1757.

20. Si ella concurrió y vendió este bien raíz, ¿qué le parece?

En ese caso adolecería de nulidad relativa, pues la norma no es prohibitiva, sino


imperativa de requisito.

El artículo 138 bis hace posible que la mujer, sin ejercer la administración ordinaria
ni extraordinaria de la sociedad conyugal, ejecute actos o celebre contratos respecto
de sus bienes propios, por la negativa injustificada del marido y previa autorización
del juez. De este modo, una norma prohibitiva ha devenido en imperativa y, por
ende, la nulidad absoluta ha sido sustituida por la nulidad relativa.
Por su parte, Marco Antonio Sepúlveda Larroucau, sostiene: “En todo caso, en el
evento de aceptarse la tesis de la nulidad absoluta, estimamos que no puede ser
llevada a extremos absurdos, ya que en algún momento se ha pretendido, por
ejemplo, que si en una escritura de compraventa comparece como vendedora la
mujer e interviene el marido dando su autorización, tal acto adolecería de nulidad
absoluta porque se estaría invirtiendo el estatuto jurídico establecido en el artículo
1754 del Código Civil. Pensamos que dicho acto es totalmente válido, ya que en ese
caso el marido da su autorización, no ya en su calidad de representante legal de la
mujer, sino en su calidad de administrador de los bienes propios de ésta. De hecho,
el marido, sin necesidad de intervenir directamente en la celebración del acto,
conforme a las reglas generales, perfectamente, podría conferir un mandato a la
mujer para que lo ejecute; en consecuencia, con mayor razón, debe concluirse que
el acto es válido si él interviene expresa y directamente dando su autorización o,
mejor dicho, facultándola para celebrar el acto.
Adicionalmente, aún en la hipótesis de aceptar que la sanción es la nulidad
absoluta, llegaríamos a la conclusión que no habría personas con legitimación
activa. En efecto, no podría demandar la nulidad absoluta la mujer que hubiere
celebrado el contrato, pues a ella se le aplicaría la restricción establecida en el
artículo 1683, al advertirse ahí que no puede alegarse la nulidad absoluta por aquél
que ha ejecutado o celebrado el contrato, sabiendo o debiendo saber el vicio que lo
invalidaba. El marido tampoco podría accionar, pues si compareció al contrato
ratificando lo actuado por su mujer, hizo suyo dicho contrato, y en consecuencia,
le afectaría igual impedimento para demandar la nulidad. En cuanto a los herederos
o cesionarios del marido o de la mujer, los tribunales han señalado,
mayoritariamente, que no pueden alegar la nulidad en la hipótesis planteada, por
dos razones fundamentales: i) El causante o cedente no tenía tal derecho, y por lo
tanto, mal pudo transmitirlo o transferirlo; ii) Se tiene presente también que cuando
un incapaz incurre en dolo, ni éste ni sus herederos o cesionarios pueden alegar la
nulidad (artículo 1685 del Código Civil). Por ende, con mayor razón no podrían
alegarla los herederos o cesionarios de una persona capaz.

21. En opinión suya, qué nulidad habría aquí.

Nulidad relativa.

22. Cuál sería el fundamento.


Falta de formalidad habilitante, autorización del juez eventualmente.

23. Le cambio el escenario, la mujer casada en SC compra un inmueble, nada


declara al comprar, ¿dónde ingresa ese inmueble?

Al haber real absoluto.

24. Como compro ella y el CBR inscribió, y después vende ella, ¿cuál sería ahí la
hipótesis?

Si la mujer lo compró durante la vigencia de la sociedad conyugal sin invocar


existencia de patrimonio reservado, o si el marido lo compró “para su mujer”: en
ambos casos, aunque el inmueble se inscriba a nombre de la mujer, ingresa al haber
de la sociedad conyugal y en realidad pertenece al marido, conforme al artículo
1750, desde la óptica de los terceros).

Así las cosas, hay buenas razones para concluir que en el caso planteado, el
contrato de compraventa celebrado entre la mujer y un tercero no será nulo, sino
que inoponible al marido: estaremos ante una compraventa de cosa ajena, prevista
en el artículo 1815 del Código Civil.

25. ¿Ese contrato de CV es válido o es nulo?

Si la mujer vende un bien social, lo que está haciendo es vendiendo una cosa que le
es ajena. Se aplicará, por tanto, el art. 1815 del Código Civil, en cuanto a que la
venta de cosa ajena vale, sin perjuicio de los derechos del dueño. Es decir, la sanción
no es la nulidad, sino la inoponibilidad al marido de la enajenación al tercero. El
marido (dueño de los bienes sociales) podría reivindicar la cosa mientras el tercero
no la haya adquirido por prescripción.

26. Vigente la SC, de quien se entienden que son los bienes sociales
Del marido.
27. ¿Si vendió como si fuera ella, la venta de cosa ajena es válida o nula?
Válida, pero inoponible al marido.

28. ¿Qué podría hacer el marido desde el punto de vista procesal?


Interponer la acción reivindicatoria.

6. Consecuencia de que el bien sea familiar

Se produce la cogestión del bien declarado como familiar: se afecta facultad


para realizar actos de disposición y de administración. La gestión, pasa a
ser compartida por los cónyuges o convivientes civiles.
Se pueden constituir derechos reales sobre los bienes declarados como
familiares.
No se produce la inembargabilidad del bien, pero si se otorga un derecho de
excusión a cualquiera de los cónyuges.

7. Define la LMC el Divorcio

La Ley de Matrimonio Civil no define al divorcio, limitándose el artículo 53º a


establecer que el divorcio pone término al matrimonio, pero agregando que no
afectará en modo alguno la filiación ya determinada ni los derechos y obligaciones
que emanan de ella.

La causal de término del matrimonio válidamente celebrado, por un hecho acaecido


con posterioridad a su celebración, que declara el juez, a petición de uno o de
ambos cónyuges, cumpliendo previamente los requisitos que lo autorizan y en
ciertos casos, transcurrido que sea el plazo previsto en la ley.

8. Causales genéricas de divorcio


Divorcio por falta o por culpa en la que incurre uno de los cónyuges; “divorcio
sanción”.
Divorcio por cese efectivo de la convivencia, que comprende a su vez dos casos:
i. Divorcio decretado a consecuencia de la demanda unilateral interpuesta
por uno solo de los cónyuges, por cese efectivo de la convivencia por al
menos tres años;
ii. Divorcio decretado a consecuencia de la demanda o solicitud conjunta de
los cónyuges, por cese efectivo de la convivencia por al menos un año.
Es el llamado “divorcio remedio”.

9. Presupuestos del divorcio sanción

 Que la demanda tenga por fundamento una falta imputable al otro cónyuge;
 Que dicha falta constituya:
- Una violación grave de los deberes y obligaciones que les
impone el matrimonio a los cónyuges; o
- Una violación grave de los deberes y obligaciones para con los
hijos;
 Que la falta, de la gravedad señalada, torne intolerable la vida en común.
10. En qué régimen se contempla el patrimonio reservado.

En el régimen de sociedad conyugal.


Establece el art. 150 que la mujer casada, de cualquier edad, puede dedicarse
libremente al ejercicio de un empleo, oficio, profesión o industria y que se mira
como separada de bienes respecto del ejercicio de ese empleo, oficio, profesión o
industria y de lo que en ellos adquiera.

11. Presupuestos del patrimonio reservado


a) La mujer debe ejercitar o haber ejercitado un trabajo. Cabe señalar que no
ingresarán a este patrimonio, los bienes que la mujer adquiera por ocupación
ni las utilidades que perciba por las acciones que posea en sociedades
anónimas, pues no provienen de su trabajo (salvo que se trate de acciones
adquiridas con el producto de su trabajo, pues en tal caso, los dividendos
que se devenguen ingresarán al patrimonio reservado).
Pero no todos los trabajos de la mujer están comprendidos en el art. 150.
Así, tampoco forman parte del patrimonio reservado las remuneraciones que
reciba la mujer como guardadora o albacea, porque estas actividades no
constituyen empleos, oficios, profesiones o industrias.
b) El trabajo que la mujer realiza debe ser separado del de su marido. No
ingresan a este patrimonio, lo que obtenga la mujer al colaborar con su
marido en cualquier actividad productiva.
c) El trabajo debe realizarse durante el matrimonio y durante la vigencia de
la sociedad conyugal.
d) El trabajo debe ser remunerado.

12. Bienes que conforman el activo del patrimonio reservado


Integran el haber del patrimonio reservado los siguientes bienes:
a) Todas las remuneraciones o emolumentos que provengan del trabajo
realizado por la mujer separado del de su marido, incluyéndose las
remuneraciones propiamente tales,honorarios, comisiones, etc. También quedan
comprendidos en este concepto los desahucios, indemnizaciones por accidentes de
trabajo o por término de contrato de trabajo; las utilidades que obtenga la mujer
con una explotación minera o agrícola. Si el fundo o la mina fueren de la sociedad
conyugal, de todas formas la utilidad que obtenga la mujer, si ella está a cargo de
la explotación, será un bien reservado de ella.
b) Todos los bienes muebles e inmuebles que la mujer adquiera con dineros
obtenidos en su actividad productiva. Igualmente, la cantidad que se le pague por
concepto de seguros, en caso de destrucción de un bien reservado; y el precio que
reciba por la venta o expropiación de los mismos.
c) Los frutos naturales y civiles que produzcan los bienes reservados, conforme
al principio de que lo accesorio sigue la suerte de lo principal.

13. Que puede ocurrir con el patrimonio reservado al término de la SC

La situación del patrimonio reservado será distinta, según que la mujer acepte o
renuncie los gananciales.
1.- Aceptación de los gananciales. Los bienes reservados pasan a formar parte de
dichos gananciales y se dividirán entre los cónyuges de conformidad con las reglas
generales (art. 150, inc. 7º). Los actos ejecutados por la mujer mientras administró
los bienes reservados se miran como válidos, pudiendo ahora los acreedores
perseguir sus créditos no sólo sobre la parte de los bienes reservados que recibe la
mujer, sino sobre todos los demás bienes que le correspondan en la liquidación. Lo
anterior es una consecuencia del hecho de no existir ya división de bienes propios
y sociales. Los bienes propios y reservados se confunden.

El marido, por su parte, que recibe su cuota de bienes reservados, también se hace
responsable de las deudas que afectaban al patrimonio reservado, pero sólo hasta
concurrencia de lo que haya recibido por tal motivo. Si se le exigiere mayor
cantidad, puede oponer el beneficio de emolumento de que goza la mujer (art. 1777),
beneficio que el marido podrá renunciar (art. 150, inc. final).

2.- Renuncia de los gananciales. Si la mujer o sus herederos renuncian los


gananciales, conservarán la totalidad de sus bienes reservados (art. 150, inc. 7º),
respondiendo con ellos de la totalidad de las obligaciones que afecten al patrimonio
reservado. El marido no tendrá responsabilidad alguna en dichas obligaciones. La
mujer, por su parte, no tendrá derecho alguno a los gananciales de la sociedad
conyugal. Los acreedores del marido o de la sociedad no podrán perseguir los
bienes reservados, a menos que la obligación contraída por el marido, hubiere
cedido en utilidad de la mujer.

14. Cuando el patrimonio reservado se incorpora al haber social


Con la aceptación de los gananciales. Los bienes reservados pasan a formar parte
de dichos gananciales y se dividirán entre los cónyuges de conformidad con las
reglas generales.

15. Tiene plazo la mujer

No hay plazo legal para renunciar a los gananciales, mientras no se proceda a


liquidar la sociedad conyugal.
La renuncia puede hacerse en las capitulaciones matrimoniales celebradas antes del
matrimonio o después de disuelta la sociedad. En este último caso, se podrá
renunciar siempre que no haya entrado al patrimonio de la renunciante parte
alguna del haber social a título de gananciales.

7. Como se dividen los haberes


Distinguimos tres patrimonios en el matrimonio: el social, el del marido y el de la
mujer. Eventualmente, si la mujer ejerce una profesión, industria o comercio
separado del de su marido, se formará un cuarto patrimonio compuesto por los
bienes por ella adquiridos. Cada uno de estos patrimonios tiene un activo y un
pasivo. El haber de la sociedad conyugal admite una importante clasificación,
atendiendo a la forma en que los bienes entran a formar parte de ella. Hay bienes
que entran irrevocablemente a formar dicho haber y son, en general, los frutos y
ganancias producidos y obtenidos durante el matrimonio: constituyen el haber real
y efectivo de la sociedad conyugal. Hay otros bienes que si bien entran al haber
social, el cónyuge que los hizo ingresar conserva un crédito por el valor de los
bienes referidos, que hará efectivo al disolverse la sociedad conyugal y que se
denomina “recompensa”. Estos bienes forman un haber aparente y son,
principalmente, los bienes muebles que los cónyuges tenían al momento de casarse
y los bienes muebles adquiridos a título gratuito durante el matrimonio

8. Como se divide el haber social


Haber social absoluto: Forman el haber real o absoluto aquellos bienes que entran
al patrimonio de la sociedad conyugal de manera definitiva e irrevocable, sin
derecho a recompensa en favor del cónyuge que los hizo ingresar.
Haber social relativo: es aquél integrado por aquellos bienes que entran a formar
parte del patrimonio social, pero confieren al cónyuge propietario un crédito contra
la sociedad conyugal, que se hace efectivo a la época de su disolución.

9. Bienes que ingresan al haber absoluto

El producto directo del trabajo de los cónyuges. Dispone el número 1 del


art. 1725 que componen el haber de la sociedad conyugal los “salarios” y
emolumentos de todo género de empleos y oficios, devengados durante el
matrimonio.
La donación remuneratoria, siempre y cuando:
a) Los servicios se hayan prestado durante la vigencia de la sociedad
conyugal;
b) Fue hecha en razón de servicios que hubieran dado acción en contra de
la persona servida;
c) El valor de tal servicio, equivalga al valor de lo donado.
Otras indemnizaciones del trabajo
Bienes raíces o muebles adquiridos a título oneroso.
Los frutos de los bienes sociales y propios, devengados durante el
matrimonio
El tesoro. La parte del tesoro que según la ley, pertenece al dueño del terreno,
ingresará al haber real de la sociedad conyugal si dicho terreno pertenece a
ella. Recuérdese que el CC. regula lo concerniente al descubrimiento de un
tesoro, en los arts. 625 a 628, en el ámbito de la ocupación.
Las minas. Las minas denunciadas durante la vigencia de la sociedad por
uno de los cónyuges o por ambos, ingresan al haber real de la sociedad
conyugal

10. Bienes que ingresan al haber social relativo

Bienes muebles aportados al matrimonio.


Bienes muebles adquiridos durante el matrimonio, a título gratuito.
Ciertas donaciones remuneratorias de cosas muebles, en los siguientes
casos:
a) En cuanto representan el pago de servicios que no dan acción para exigir
remuneración (por ejemplo, honorarios prescritos);
b) En cuanto exceden el monto de la remuneración a que podría tener
derecho el que prestó el servicio, si tuviera acción para cobrar sus
honorarios.
c) Si los servicios se prestaron antes de la sociedad.
El tesoro.
11. Frutos generados por que bienes entran al haber social
Bienes sociales y propios.

12. Por que modo de adquirir se adquieren esos frutos


Los frutos de los bienes sociales y de los bienes propios del marido son de la
sociedad por accesión.
En el caso de los frutos de los bienes propios de la mujer, el marido tiene un derecho
de goce especial que la ley, que opera directamente como modo de adquirir,
confiere a la sociedad conyugal (por ende, al marido), como una justa
compensación a los desembolsos que debe hacer para el mantenimiento de la
familia común. No constituye un usufructo.
La sociedad conyugal (y de manera concreta el marido) tiene un derecho de goce
sui géneris sobre los bienes propios de la mujer.

13. Desde que momento puedo exigir la recompensa, compensación.


Se hace efectivo a la época de su disolución.

14. La sola cv es enajenación


La venta no es enajenación, sino mero título translaticio de dominio, siguiendo así
la teoría del Derecho Romano bonitario o vulgar. El solo contrato genera derechos
personales, sirve de antecedente para la posterior transferencia del dominio
(artículo 703 del Código Civil). En consecuencia, si no ha existido tradición en favor
del comprador, éste no adquiere el dominio ni la posesión de la cosa comprada.
Según veremos, podría ocurrir que el vendedor no sea dueño, caso en el cual la
entrega de la cosa (que en las normas posesorias el Código Civil también llama
“tradición”, aunque es evidente que no en su acepción de modo de adquirir) sólo
posibilitará al comprador para entrar en posesión.
En torno al art. 1464 se ha planteado también el problema de si habría objeto ilícito
en la venta de las cosas que señala el precepto. Cabe en este punto relacionar el art.
citado con el art. 1810, norma que dispone que pueden venderse todas las cosas
corporales o incorporales, cuya enajenación no esté prohibida por ley.
Debemos recordar que una ley es prohibitiva cuando impide realizar un acto en
forma alguna, bajo ninguna circunstancia o respecto. Considerando lo anterior,
puede concluirse, siguiendo a Eugenio Velasco, que el art. 1464 es una norma
prohibitiva sólo en sus números 1 y 2, pero no así en sus números 3 y 4, casos estos
últimos en los que se permite la enajenación, cumpliendo ciertos requisitos,
circunstancia que nos hace estar ante una norma imperativa de requisito. En
consecuencia, la venta de las cosas a que se refieren los números 3 y 4 es válida,
sin perjuicio de que la tradición o transferencia del dominio sólo se podrá efectuar
una vez que se cumplan los requisitos que establece el art. 1464. Precisemos que,
para esta teoría, la venta será válida, sin necesidad de cumplir con los requisitos
señalados en los números 3 y 4 del artículo 1464, pues ellos se exigen para la
“enajenación”, no para la “venta”.

15. ¿Promesa constituye enajenación?


Misma lógica de la CV. Sólo origina derechos personales.

16. Indique bienes del haber propio


Se encuentra formado por aquellos bienes que no entran al haber real o efectivo ni
al haber aparente o relativo de la sociedad conyugal. El dominio de estos bienes
corresponde al cónyuge que los adquirió.
 Los bienes raíces que los cónyuges tienen al momento de contraer
matrimonio.
 Los bienes raíces adquiridos durante la vigencia de la sociedad conyugal
a título gratuito.
 Los aumentos experimentados por los bienes propios de cada cónyuge.
 Los bienes muebles excluidos de la comunidad.
 Bienes que ingresan al haber propio a consecuencia de una subrogación.
 Bienes inmuebles adquiridos durante la sociedad conyugal, aún a título
oneroso, pero cuya causa o título es anterior a ella.

17. Mujer casada en SC adquiere bien raíz x SCM, quiere vender, qué hacemos

Deberá vender el marido, pues si bien ese bien raíz ingresa al haber propio lo
administra el marido.

CIVIL VII SUCESORIO

15. Los asignatarios por causa de muerte, ¿Cómo se pueden clasificar?


Los asignatarios por causa de muerte pueden ser de dos clases: a título universal o
herederos, y a título singular o legatarios.

Los herederos suceden en todo el patrimonio del causante, vale decir, en el


conjunto de derechos y obligaciones transmisibles o en una cuota del mismo. Se
dice que son continuadores de la persona del causante.

Los legatarios no suceden como los herederos en la universalidad del patrimonio,


sino que en bienes determinados.

Los asignatarios pueden ser también testamentarios y abintestato. Finalmente,


distinguimos también entre asignatarios voluntarios y forzosos (más bien solo
herederos).

16. ¿Cuáles son las asignaciones forzosas? El CC las enumera en el 1167.


Art. 1167. Asignaciones forzosas son las que el testador es obligado a hacer, y que
se suplen cuando no las ha hecho, aun con perjuicio de sus disposiciones
testamentarias expresas.
Asignaciones forzosas son:
1. Los alimentos que se deben por ley a ciertas personas;
2. Las legítimas;
3. La cuarta de mejoras en la sucesión de los descendientes, de los ascendientes y
del cónyuge o conviviente civil sobreviviente*.
* Ésta palabra no la agrega el CC, pero el profesor Orrego la coloca en sus apuntes.
.
17. ¿Quiénes son legitimarios? No olvidar conviviente civil.
Art. 1182. Son legitimarios:
1. Los hijos, personalmente o representados por su descendencia;
2. Los ascendientes, y
3. El cónyuge o conviviente civil sobreviviente.
No serán legitimarios los ascendientes del causante si la paternidad o la
maternidad que constituye o de la que deriva su parentesco, ha sido determinada
judicialmente contra la oposición del respectivo padre o madre, salvo el caso del
inciso final del artículo 203.
Tampoco lo será el cónyuge que por culpa suya haya dado ocasión a la separación
judicial.

18. ¿De qué otra manera se pueden clasificar a los asignatarios?


Testamentarios o abintestato, según si existe o no testamento, respectivamente. Y
voluntarios o forzosos (herederos).

19. ¿Cómo se pueden clasificar los herederos? Todos los herederos son
asignatarios a título universal, pero se pueden hacer algunos distingos, la
pregunta va enfocada a un derecho que opera respecto a una clase de
herederos y no otros.
Herederos universales: Lo son aquellos que suceden en el patrimonio del causante
sin designación de cuota. Respecto a estos herederos, debemos tener presente:

● Puede existir pluralidad de herederos universales, en una misma sucesión. Lo


serán, cada vez que sean llamados sin designación de cuota.

● No debemos confundir al heredero universal con el asignatario universal. El


último es el género y el primero una especie de asignatario universal. Todo heredero
universal es asignatario a título universal, pero no todo asignatario a título
universal será heredero universal, pues también podrá ser heredero de cuota.

● En la herencia, el beneficio puede ser mayor para el heredero de cuota que para
el heredero universal. Los herederos universales dividen entre sí la herencia en
partes iguales, de modo que eventualmente el beneficio podría ser mayor para un
heredero de cuota.

Herederos de cuota. Lo son, aquellos a quienes se les indica la parte alícuota del
patrimonio del causante en que suceden.

Cabe consignar entonces que la calificación de un heredero como universal o de


cuota, depende exclusivamente de la forma en que son llamados y no del beneficio
que en definitiva llevan en la herencia. La importancia de esta clasificación se
relaciona CON EL DERECHO DE ACRECER que existe entre los herederos
universales, pero no en favor de los herederos de cuota. En lo demás, se les aplican
las mismas normas. El derecho de acrecimiento consiste, en términos generales, en
que la porción del heredero universal que falta y no lleva su parte en la herencia,
aumenta la de los otros herederos a título universal.

A esta clasificación se agrega una tercera categoría de herederos: los del


remanente, que en el fondo serán herederos ya universales, ya de cuota. Son
definidos como aquel que es llamado por el testador o la ley a lo que queda después
de efectuadas las disposiciones testamentarias.

Los herederos pueden ser también testamentarios y abintestato. Finalmente,


distinguimos también entre herederos voluntarios y forzosos.

Los herederos forzosos son los legitimarios, o sea, los herederos cuyos derechos
hereditarios el testador está obligado a respetar, y que se suplen por el legislador
aun con perjuicio de las disposiciones testamentarias expresas de aquél.

Herederos voluntarios son aquellos que el testador es soberano de instituir o no,


pudiendo elegirlos a su arbitrio.

20. ¿Respecto de cual categoría de herederos opera el acrecimiento?


EL derecho de acrecer existe entre los HEREDEROS UNIVERSALES, pero no en favor
de los herederos de cuota. En lo demás, se les aplican las mismas normas. El
derecho de acrecimiento consiste, en términos generales, en que la porción del
heredero universal que falta y no lleva su parte en la herencia, aumenta la de los
otros herederos a título universal.

21. ¿Cómo se pueden dividir los legatarios?


Pueden ser de especie o cuerpo cierto y de género: (art. 951, inc. 3º del CC se
refiere a los legados). La importancia de la distinción radica en que el legatario de
especie o cuerpo cierto adquiere el dominio de la especie legada desde el momento
del fallecimiento del causante, directamente de éste, por el modo sucesión por
causa de muerte. Tratándose de un legado de género, en cambio, lo que el legatario
adquiere por sucesión por causa de muerte sólo es un crédito o derecho personal,
para exigir a los herederos o a aquél a quien el testador impuso la obligación de
pagar el legado, el cumplimiento del mismo. Por lo tanto, la especie misma sólo se
adquirirá mediante la tradición que los herederos efectuarán al legatario.

22. Diferencia entre los legatarios de especie o cuerpo cierto y los de género
Esta diferencia tiene importantes consecuencias jurídicas:

* En cuanto a la acción de que goza el legatario. Como el legatario de especie


adquiere el dominio al fallecer el causante, puede perseguir el bien legado mediante
la acción reivindicatoria, incluso contra los herederos. En todo caso, se estima que
no existiría inconveniente para entablar también una acción personal en contra de
los herederos. En cambio, el legatario de género sólo goza de una acción personal
en contra de los herederos para reclamar el pago del legado. En otras palabras, no
puede ejercer una acción real.
* En cuanto a la adquisición de los frutos. El legatario de especie o cuerpo cierto
se hace dueño de los frutos de la cosa legada desde el fallecimiento del causante
(art. 1338 N°1 del CC), conforme al principio de que las cosas producen y perecen
para su dueño. Y el modo por el cual se hace dueño de los frutos es la accesión.

En cambio, los frutos no pertenecen al legatario de género desde el fallecimiento


del causante, sino desde que los herederos le efectúen la tradición o queden en
mora de cumplir el legado (art. 1338 N°2 del CC).

Cabe advertir que en el caso de que el testador haya fijado un plazo a los herederos
para pagar el legado de género, los herederos no estarán en mora por la sola llega
de dicho plazo, siendo necesario que el legatario los interpele judicialmente.
Concretamente, quedarán constituidos en mora los herederos una vez notificada la
demanda del legatario. Ello, porque en el caso debemos aplicar el N°3 del artículo
1551 del Código Civil (se descarta el N°1, pues se refiere a un plazo convencional
expreso y el N°2 porque alude a un plazo convencional tácito, mientras que el plazo
señalado por el testador es unilateral).

23. ¿Qué adquiere el legatario de género al fallecimiento del causante?


El legatario de género adquiere por sucesión por causa de muerte sólo un crédito o
derecho personal, para exigir a los herederos o a aquél a quien el testador impuso
la obligación de pagar el legado, el cumplimiento del mismo. Por lo tanto, la especie
misma sólo se adquirirá mediante la tradición que los herederos efectuarán al
legatario.

24. ¿Qué tiene que ocurrir para que finalmente obtenga un derecho de dominio?
Los herederos deben efectuar la tradición de la especie misma que constituye su
legado de género.

25. ¿Qué acciones tiene cada legatario?


Como el legatario de especie adquiere el dominio al fallecer el causante, puede
perseguir el bien legado mediante la acción reivindicatoria, incluso contra los
herederos. En todo caso, se estima que no existiría inconveniente para entablar
también una acción personal en contra de los herederos. En cambio, el legatario
de género sólo goza de una acción personal en contra de los herederos para
reclamar el pago del legado. En otras palabras, no puede ejercer una acción real.
15. ¿Cuántas clases de sucesiones por causas de muerte regula nuestro CC?, en
términos generales. De qué clases puede ser la sucesión.
Art. 952. Si se sucede en virtud de un testamento, la sucesión se llama
testamentaria, y si en virtud de la ley, intestada o abintestato.
La sucesión en los bienes de una persona difunta puede ser parte testamentaria, y
parte intestada.
En conformidad al art. 952, la sucesión puede ser de tres clases: íntegramente
intestada, totalmente testamentaria y parte testada y parte intestada o mixta.

16. Mas adelante el CC establece la llamada sucesión forzosa, ¿Quiénes son


asignatarios por causa de muerte forzosos?
Los herederos forzosos son los legitimarios, o sea, los herederos cuyos derechos
hereditarios el testador está obligado a respetar, y que se suplen por el legislador
aun con perjuicio de las disposiciones testamentarias expresas de aquél.
Art. 1182. Son legitimarios:
1. Los hijos, personalmente o representados por su descendencia;
2. Los ascendientes, y
3. El cónyuge sobreviviente.
No serán legitimarios los ascendientes del causante si la paternidad o la maternidad
que constituye o de la que deriva su parentesco, ha sido determinada judicialmente
contra la oposición del respectivo padre o madre, salvo el caso del inciso final del
artículo 203.
Tampoco lo será el cónyuge que por culpa suya haya dado ocasión a la separación
judicial.

________
Nuestro CC. limitó la libre disponibilidad de los bienes del causante, en función de
ciertos asignatarios que no pueden ser preteridos sin una justificación legal. Las
asignaciones forzosas son, según el art. 1167 del CC:
Art. 1167. Asignaciones forzosas son las que el testador es obligado a hacer, y que
se suplen cuando no las ha hecho, aun con perjuicio de sus disposiciones
testamentarias expresas.
Asignaciones forzosas son:
a) Los alimentos que se deben por ley a ciertas personas.
b) Las legítimas.
c) La cuarta de mejoras en la sucesión de los descendientes, de los
ascendientes y del cónyuge o conviviente civil sobreviviente.

Para Rodríguez Grez, las asignaciones forzosas propiamente tales son las dos
primeras. El art. 1167 lo establece en forma expresa, agregando como asignación
forzosa, la cuarta de mejoras en la sucesión de los descendientes, de los
ascendientes y del cónyuge o conviviente civil. A juicio de Rodríguez Grez, esta no
es propiamente una asignación forzosa, pues supone un acto de disposición del
testador. Señala este autor que, si bien es efectivo que, si no existe tal acto de
disposición del testador, la cuarta de mejoras acrece a la mitad legitimaria, ello no
es razón suficiente para considerarla una asignación que obligadamente debe hacer
el causante. Por ello, tal autor la denomina asignación semiforzosa, porque existe a
su respecto una limitada capacidad de disposición de parte del causante, quien
puede distribuirla libremente, pero sólo entre aquellas personas indicadas en la ley.

17. ¿Cómo se clasifican las legítimas?

El art. 1181 define las legítimas como “aquella cuota de los bienes de un difunto
que la ley asigna a ciertas personas llamadas legitimarios”.

Las legítimas pueden clasificarse en legítima rigorosa (art. 1184) y en legítima


efectiva (art. 1191).

18. ¿Cuál es una y otra?


La legítima rigorosa es la parte de la mitad legitimaria que corresponde a cada
uno de los legitimarios llamados a la sucesión conforme a las reglas de la
sucesión intestada. También se la ha definido como aquella parte que le cabe al
asignatario dentro de la mitad legitimaria.

Art. 1183. Los legitimarios concurren y son excluidos y representados según el orden
y reglas de la sucesión intestada.

La legítima efectiva se forma por el acrecimiento a la mitad legitimaria del todo o


parte de la cuarta de libre disposición o de la cuarta de mejoras, sea porque el
causante no dispuso de ellas o porque su disposición no tuvo efecto, pero sólo
si concurren a la herencia conforme a las reglas de la sucesión intestada,
herederos legitimarios. (Pablo Rodríguez Grez)

La legítima rigorosa aumentada con la parte de mejoras y la parte de libre


disposición de que el testador no dispuso o, si lo hizo, no tuvo efecto su
disposición. (Somarriva).

las legítimas se calculan sobre la base del acervo imaginario. Mediante el acervo
imaginario se trata de impedir que las legítimas sean burladas por el causante,
mediante donaciones a los propios legitimarios o a extraños.

19. ¿Quiénes pueden ser asignatarios potenciales de la cuarta de mejoras?

Los descendientes, ascendientes y cónyuge o conviviente civil sobreviviente.

23. Explíquenos en materia de derecho sucesorio, en qué consiste el derecho de


representación.

Art. 984. Se sucede abintestato, ya por derecho personal, ya por derecho de


representación.
La representación es una ficción legal en que se supone que una persona tiene
el lugar y por consiguiente el grado de parentesco y los derechos hereditarios
que tendría su padre o madre, si éste o ésta no quisiese o no pudiese suceder.
Se puede representar a un padre o madre que, si hubiese querido o podido suceder,
habría sucedido por derecho de representación.

24. ¿En qué sucesión opera?


Sólo en la sucesión intestada porque:
 El art. 984, que define el derecho de representación, se ubica en el Título que
se refiere precisamente a la sucesión intestada.
 El propio art. 984, comienza aludiendo sólo a la sucesión abintestato. Por lo
tanto, por derecho de representación no se pueden adquirir legados,
asignaciones a título singular, pues éstas suponen la existencia de un
testamento en el cual se hubieren instituido.

Este principio tiene dos excepciones, más aparentes que reales:


5. Asignación dejada indeterminadamente a los parientes: art. 1064 del CC.
Se entenderá dejado a los consanguíneos del grado más próximo, según el orden
de la sucesión abintestato, “teniendo lugar el derecho de representación en
conformidad a las reglas legales”. Es cierto que en este caso hay testamento y opera
la representación, pero ello no es sino una consecuencia de la aplicación de las
reglas de la sucesión intestada que hace el legislador para interpretar la voluntad
del testador, manifestada en forma indeterminada. El solo hecho de que la ley haya
tenido que decir expresamente que se aplica el derecho de representación revela lo
afirmado: la representación no cabe en la sucesión testada.
6. En las legítimas, cuando el causante alude a ellas en su testamento:
Art. 1183 del Código Civil: “Los legitimarios concurren y son excluidos y
representados según el orden y reglas de la sucesión intestada.” Tampoco hay aquí
propiamente una excepción, porque si en las legítimas opera el derecho de
representación es sencillamente por una consecuencia de la aplicación de las reglas
de la sucesión intestada.

25. ¿En favor de quiénes?


La representación opera en la descendencia de los hijos (nietos, por ejemplo) y en
la descendencia de los hermanos (sobrinos, por ejemplo).

Art. 986. Hay siempre lugar a la representación en la descendencia del difunto y en


la descendencia de sus hermanos.
Fuera de estas descendencias no hay lugar a la representación.

1. ¿Muerto el causante y respecto de las deudas hereditarias que quedan a su


muerte, como responden los herederos?

Las deudas hereditarias se dividen entre los herederos de pleno derecho y a


prorrata de los derechos de cada cual.
Así lo establece el artículo 1354, en sus dos primeros incisos.
Esta división, en la forma mencionada, se produce ipso iure, por el solo
fallecimiento del causante. Destaca Somarriva la marcada diferencia que hay entre
el activo y el pasivo de la herencia: en lo relativo al activo, se forma una comunidad
entre los herederos respecto de los distintos bienes que lo forman, indivisión que
será necesario partir conforme a las reglas legales; en cambio, no hay tal comunidad
en el pasivo, éste se divide de pleno derecho. La muerte del deudor, entonces,
convierte la obligación de un solo deudor en una obligación simplemente conjunta.

Art. 1354. Las deudas hereditarias se dividen entre los herederos a prorrata de sus
cuotas.
Así el heredero del tercio no es obligado a pagar sino el tercio de las deudas
hereditarias.
Pero el heredero beneficiario no es obligado al pago de ninguna cuota de las deudas
hereditarias sino hasta concurrencia de lo que valga lo que hereda.
Lo dicho se entiende sin perjuicio de lo dispuesto en los artículos 1356 y 1526.

2. ¿A prorrata de su cuota en qué?


De su cuota en la herencia.

3. ¿qué tipo de obligación tienen los herederos?

Simplemente conjunta

4. Los herederos son la viuda y 3 hijos, pero hay una deuda hereditaria que
asciende a 100 millones de pesos, indique la proporción en que deben pagar
estos herederos.

La viuda deberá responder por 2/5= 40 millones de pesos y cada hijo por 1/= 20
millones de pesos.

17. ¿Cuáles son las asignaciones forzosas?

Art. 1167. Asignaciones forzosas son las que el testador es obligado a hacer, y que
se suplen cuando no las ha hecho, aun con perjuicio de sus disposiciones
testamentarias expresas.
Asignaciones forzosas son:
1. Los alimentos que se deben por ley a ciertas personas;
2. Las legítimas;
3. La cuarta de mejoras en la sucesión de los descendientes, de los ascendientes y
del cónyuge o conviviente civil sobreviviente*.
* Ésta palabra no la agrega el CC, pero el profesor Orrego la coloca en sus apuntes.

18. ¿Quiénes son legitimarios?

Art. 1182. Son legitimarios:


1. Los hijos, personalmente o representados por su descendencia;
2. Los ascendientes, y
3. El cónyuge o conviviente civil sobreviviente.
No serán legitimarios los ascendientes del causante si la paternidad o la
maternidad que constituye o de la que deriva su parentesco, ha sido determinada
judicialmente contra la oposición del respectivo padre o madre, salvo el caso del
inciso final del artículo 203.
Tampoco lo será el cónyuge que por culpa suya haya dado ocasión a la separación
judicial.

19. ¿Cómo se clasifica la legitima?

El art. 1181 define las legítimas como “aquella cuota de los bienes de un difunto
que la ley asigna a ciertas personas llamadas legitimarios”.

Las legítimas pueden clasificarse en legítima rigorosa (art. 1184) y en legítima


efectiva (art. 1191).
La legítima rigorosa es la parte de la mitad legitimaria que corresponde a cada
uno de los legitimarios llamados a la sucesión conforme a las reglas de la
sucesión intestada. También se la ha definido como aquella parte que le cabe al
asignatario dentro de la mitad legitimaria.

Art. 1183. Los legitimarios concurren y son excluidos y representados según el orden
y reglas de la sucesión intestada.

La legítima efectiva se forma por el acrecimiento a la mitad legitimaria del todo o


parte de la cuarta de libre disposición o de la cuarta de mejoras, sea porque el
causante no dispuso de ellas o porque su disposición no tuvo efecto, pero sólo
si concurren a la herencia conforme a las reglas de la sucesión intestada,
herederos legitimarios. (Pablo Rodríguez Grez)

La legítima rigorosa aumentada con la parte de mejoras y la parte de libre


disposición de que el testador no dispuso o, si lo hizo, no tuvo efecto su
disposición. (Somarriva).

las legítimas se calculan sobre la base del acervo imaginario. Mediante el acervo
imaginario se trata de impedir que las legítimas sean burladas por el causante,
mediante donaciones a los propios legitimarios o a extraños.

20. ¿cuál es la legitima rigorosa?

La legítima rigorosa es la parte de la mitad legitimaria que corresponde a cada


uno de los legitimarios llamados a la sucesión conforme a las reglas de la
sucesión intestada. También se la ha definido como aquella parte que le cabe al
asignatario dentro de la mitad legitimaria.

21. ¿Cuándo se formaría legitima efectiva?

La legítima efectiva se forma por el acrecimiento a la mitad legitimaria del todo o


parte de la cuarta de libre disposición o de la cuarta de mejoras, sea porque el
causante no dispuso de ellas o porque su disposición no tuvo efecto, pero sólo
si concurren a la herencia conforme a las reglas de la sucesión intestada,
herederos legitimarios. (Pablo Rodríguez Grez)

La legítima rigorosa aumentada con la parte de mejoras y la parte de libre


disposición de que el testador no dispuso o, si lo hizo, no tuvo efecto su
disposición. (Somarriva).

10. El CC no definió la sucesión por causa de muerte, pero podría plantear algún
concepto.

De acuerdo con los arts. 588 y 951 del CC., se entiende por sucesión por causa de
muerte:
El modo de adquirir el dominio del patrimonio de una persona difunta -vale decir
el conjunto de sus derechos y obligaciones transmisibles-, o una cuota de dicho
patrimonio -como un cuarto de la herencia-, o especies o cuerpos ciertos, o cosas
indeterminadas de un género determinado.

*Es un modo de adquirir gratuitamente el dominio del patrimonio de una persona


cuya existencia legal se ha extinguido natural o presuntivamente y que consiste en
el traspaso a los herederos de todos sus derechos y obligaciones transmisibles, que
extingue los derechos y obligaciones intransmisibles, que es fuente de derechos
personales para los legatarios de género y modo de adquirir el dominio de cosas
singulares para los legatarios de especie o cuerpo cierto. (Rodríguez Grez)

11. Se plantean 4 posibilidades, ¿cuáles serían?

Mediante la SCM se puede adquirir:


7. El patrimonio de una persona cuya existencia legal se ha extinguido.
8. una cuota de dicho patrimonio.
9. Una especie o cuerpo cierto
10. Una cosa indeterminada de un género determinado.
11.
12. Al fallecer el causante, sus herederos en rigor adquieren dos derechos reales,
cuales serian esos (se dice que habría una superposición de derechos reales)

A la muerte del causante, él o los herederos, individualmente considerados,


adquieren el derecho real de herencia, y además, considerados de manera
conjunta, el derecho de dominio sobre todos y cada uno de los bienes que
integran la sucesión. Decimos que los herederos son dueños de manera conjunta,
porque considerados individualmente, en rigor no pueden considerarse a uno de
los herederos dueño de una cuota de un bien hereditario en particular, pues si al
realizarse la partición dicho bien se adjudicare a otro de los herederos, se entenderá
que el primero ningún derecho tuvo sobre esa cosa.

13. A propósito del dominio se dice que en realidad solo si se los considera
colectivamente son dueños porque qué puede ocurrir con el dominio de las
cosas que de manera concreta integran, vincúlelo con la posibilidad de que
en el futuro se realice la partición. ¿qué pasa con aquellos bienes que no le
correspondieron a un heredero sino a otro?

Si al realizarse la partición dicho bien se adjudicare a otro de los herederos, se


entenderá que el primero ningún derecho tuvo sobre esa cosa.
En definitiva, pues, y pese a que el Código Civil considera la herencia como un
derecho real (arts. 577 y 891), nos parece más correcto pensar que la herencia, una
vez aceptada, constituye al heredero único en dueño de las cosas de la herencia, o
codueño en el caso de que existan varios herederos, los cuales, en el momento de
la adjudicación, pasan a ser dueños absolutos de cada cosa singular.
Este derecho (DRH) nace con el fallecimiento del causante y se extingue con la
partición y liquidación de la herencia.

14. Qué tipo de título es la adjudicación


La adjudicación es un título declarativo de dominio, éstos son los que se limitan a
reconocer o declarar el dominio o la posesión preexistentes. Nada crean ni
transfieren; sólo confirman, reconocen o verifican una situación ya existente.

En un sentido restringido, la adjudicación es la atribución del dominio exclusivo


de ciertos bienes a una persona que era dueño proindiviso. Dicho de otra forma,
la adjudicación en sentido estricto es el acto por el cual se entrega a un comunero
determinados bienes, a cambio de su cuota en la comunidad (por ende, si quien
adquiere los bienes fuere un extraño a la comunidad, no habrá adjudicación, sino
compraventa).
Efecto declarativo de la adjudicación:
Nuestro CC. Confiere un carácter declarativo a la adjudicación. Ello implica que, por
una ficción legal, se supone que el adjudicatario adquirió el dominio no en el
momento en que se le hizo la adjudicación, sino desde el momento mismo en
que se adquirió la cosa en comunidad (art. 1344). La adjudicación tiene entonces
efecto retroactivo, entendiéndose que el dominio exclusivo se tiene desde el
momento en que falleció el causante.

15. Con que efecto opera

Nuestro CC. Confiere un carácter declarativo a la adjudicación. Ello implica que, por
una ficción legal, se supone que el adjudicatario adquirió el dominio no en el
momento en que se le hizo la adjudicación, sino desde el momento mismo en que
se adquirió la cosa en comunidad (art. 1344). La adjudicación tiene entonces efecto
retroactivo, entendiéndose que el dominio exclusivo se tiene desde el momento en
que falleció el causante.

16. Que se entiende respecto del heredero al que no le asignaron ese bien.

Si al realizarse la partición dicho bien se adjudicare a otro de los herederos, se


entenderá que el primero ningún derecho tuvo sobre esa cosa.

17. El derecho real de herencia se puede adquirir por distintos modos, ¿cuáles?

Por tres modos puede adquirirse:


Por sucesión por causa de muerte, que será lo usual (por el solo
fallecimiento)
Por la tradición.
Por prescripción.
Para que operen las últimas dos, necesariamente tiene que haber operado la
primera.

18. Si se trata de vender el derecho real de herencia como debiera celebrarse esa
compraventa

Cabe precisar que lo que en la cesión del derecho de herencia se cede no es la


calidad de heredero o legatario, puesto que tales calidades dependen de las
relaciones de familia, si la herencia es intestada, o del testamento, si se trata de una
herencia testamentaria; lo que se cede, son las consecuencias patrimoniales que
resultan de la calidad de heredero. Esto es especialmente importante, en lo que dice
relación a las deudas hereditarias y testamentarias, de las que seguirá siendo
responsable el cedente, a pesar de la cesión.
La cesión del derecho real de herencia es la tradición o enajenación de este mismo
derecho, y no el contrato, pues este es el antecedente en virtud del cual una de las
partes se obliga a transferir este derecho a otra, obligación que se cumple
verificando la cesión.
La compraventa debe hacerse por escritura pública (art. 1801, inc. 2º). A
continuación, procede la tradición, sin que el Código establezca expresamente la
forma como ha de efectuarse.

19. ¿El CC resolvió de manera directa como se efectúa la tradición del derecho
real de herencia?

No, por eso, al respecto se han suscitado dos doctrinas proponen solución al
problema de cómo debe efectuarse la tradición del derecho real de herencia.

1º Doctrina según la cual la tradición de la herencia no exige inscripción


conservatoria, aun cuando aquella comprenda bienes raíces. Leopoldo Urrutia fue
el primero que sostuvo esta doctrina. Se plantea que siendo la herencia una
universalidad jurídica que no comprende bienes determinados sino un conjunto de
bienes indeterminados o una cuota de ese conjunto, no puede calificarse de bien
mueble o inmueble. Por tanto, aunque la herencia comprenda bienes inmuebles,
no es necesaria la inscripción a que se refiere el art. 686 para la tradición de ella,
pues esta disposición alude a la manera de efectuar la tradición del dominio de los
bienes raíces y los derechos reales constituidos sobre ellos y que indica el artículo,
y ya se ha dicho que aunque la herencia comprenda éstos bienes no adquiere
carácter inmueble, sino que mantiene su calidad de bien abstracto o sui géneris.
Aún más, agregan los que siguen a Urrutia, el art. 686 es inaplicable porque se
refiere a la tradición del dominio y otros derechos reales que menciona, entre los
cuales no se cuenta la herencia, y ésta, aunque en doctrina pueda mirarse como una
forma de dominio, en nuestro derecho positivo no puede seguirse tal criterio,
porque se considera la herencia en forma autónoma o independiente del derecho
de dominio (arts. 577 y 1268). Es un derecho real distinto del dominio.
Como no hay reglas particulares para la tradición del derecho de herencia,
corresponde aplicar las generales de la Tradición. En conformidad a éstas, la
tradición del derecho de herencia puede verificarse por cualquier medio que revele
la intención del tradente de transferir su derecho de herencia y la del adquirente
de adquirirlo. Se aplican las reglas generales de los arts. 670, incisos 1º y 2º y 684,
y en especial, la expresión “significando”, utilizada en el último.
Por ejemplo, expresándolo en una escritura pública de cesión, o permitiendo al
cesionario o comprador entrar en posesión de los derechos cedidos por el
vendedor, y en cumplimiento de las estipulaciones del contrato, ejercitar dicho
cesionario, por sí y como dueño de estos derechos, las gestiones pertinentes en un
juicio en que se discute la nulidad del testamento del causante.

2º Doctrina según la cual la tradición de la herencia exige la inscripción


conservatoria, cuando aquella comprende bienes raíces. José Ramón Gutiérrez
fue quien postuló esta doctrina, que sostiene que el derecho real de herencia es
mueble o inmueble, según lo sean las cosas singulares en que ha de ejercerse
(para esta doctrina, por ende, tiene plena aplicación el artículo 580 del Código Civil);
la herencia, por tanto, es una cosa cuyo carácter depende de los bienes que la
componen. En consecuencia:
 Si sólo se compone de bienes muebles, la herencia será cosa mueble y su
tradición deberá efectuarse por una de las formas previstas en el art. 684,
tanto en la hipótesis general del inciso primero, como en las contenidas en
sus numerales, cuando corresponda.
 Si la herencia se compone únicamente de bienes inmuebles, será cosa
inmueble, y la tradición deberá efectuarse conforme al art. 686.
 Si la herencia comprende bienes muebles e inmuebles, tiene carácter mixto,
y su tradición también deberá efectuarse conforme al art. 686.
En lo que a la jurisprudencia respecta, la casi totalidad de las sentencias se inclina
por la primera doctrina.

20. ¿Cómo se efectúa, regla general?


Como no hay reglas particulares para la tradición del derecho de herencia,
corresponde aplicar las generales de la Tradición. En conformidad a éstas, la
tradición del derecho de herencia puede verificarse por cualquier medio que revele
la intención del tradente de transferir su derecho de herencia y la del adquirente
de adquirirlo. Se aplican las reglas generales de los arts. 670, incisos 1º y 2º y 684,
y en especial, la expresión “significando”, utilizada en el último.
Por ejemplo, expresándolo en una escritura pública de cesión, o permitiendo al
cesionario o comprador entrar en posesión de los derechos cedidos por el
vendedor, y en cumplimiento de las estipulaciones del contrato, ejercitar dicho
cesionario, por sí y como dueño de estos derechos, las gestiones pertinentes en un
juicio en que se discute la nulidad del testamento del causante.

21. ¿por qué aludió a la regla del art. 684, que señala esa regla en el inciso
primero?

Art. 684. La tradición de una cosa corporal mueble deberá hacerse significando
una de las partes a la otra que le transfiere el dominio, y figurando esta
transferencia por uno de los medios siguientes: …
22. Que viene a ser el art. 684 en términos generales respecto a la tradición.

Es la regla común o general.

23. En cuanto a la prescripción, cual es la RG y cual es la regla excepcional.

Operará este modo cuando la herencia está siendo poseída por un falso heredero.
En cuanto al plazo debemos distinguir si al heredero putativo se le otorgó o no la
posesión efectiva de la herencia:
 La regla general es la del art. 2512: se adquiere el derecho por la
prescripción extraordinaria de 10 años. Los 10 años se cuentan desde que
el heredero ilegítimo o falso entró en posesión material de la herencia.

 Excepcionalmente, si se obtuvo la posesión efectiva, el plazo se reduce a 5


años: art. 1269 en relación con el art. 704.
Un fallo declaró que el plazo de 5 años se cuenta desde la inscripción y no
desde la dictación del auto de posesión efectiva. Otro fallo posterior señala
sin embargo que dicho plazo se cuenta desde la dictación del decreto.
Aunque la ley nada dice, se ha concluido por la doctrina -Somarriva-, que la
prescripción de 5 años que opera en favor del falso heredero es ordinaria.
Ello, atendiendo a dos razones:
1º- El art. 2512 expresamente dice que la de 10 años es extraordinaria; por
ende, la de 5 debiera ser ordinaria.
2º- El art. 704 señala que el decreto judicial o resolución administrativa de
posesión efectiva servirá de justo título al heredero putativo; y el justo título
es uno de los requisitos de la posesión regular, que conduce a la prescripción
ordinaria. Determinar que estamos ante una prescripción ordinaria tiene
importancia, en relación con la suspensión, institución que sólo opera en el
ámbito de la prescripción ordinaria. En consecuencia, la prescripción de 5
años del derecho real de herencia se suspende en favor de los herederos
incapaces.

24. ¿Ese heredero que obtiene la posesión efectiva, que posesión tiene?

El decreto judicial o resolución administrativa de posesión efectiva servirá de justo


título al heredero putativo; y el justo título es uno de los requisitos de la posesión
regular, que conduce a la prescripción ordinaria. Determinar que estamos ante una
prescripción ordinaria tiene importancia, en relación con la suspensión, institución
que sólo opera en el ámbito de la prescripción ordinaria. En consecuencia, la
prescripción de 5 años del derecho real de herencia se suspende en favor de los
herederos incapaces.

25. El poseedor regular requiere de ciertos requisitos, cuál de los requisitos de


la posesión regular viene a ser el decreto que le concede la posesión efectiva

Justo título.

26. Que otro requisito debe tener este heredero

Buena fe inicial. El solo hecho de haber obtenido el heredero putativo la posesión


efectiva no le asegura adquirir la herencia ajena por prescripción de cinco años,
pues además debe tratarse de un poseedor de buena fe. Por lo tanto, si el verdadero
heredero, al deducir su acción de petición de herencia en contra del primero,
aunque lo haga habiendo transcurrido los referidos cinco años, podría probar mala
fe del demandado y con ello éste sólo podría adquirir la herencia ajena después de
diez años de posesión, pues se trataría de un poseedor irregular, que requiere de
prescripción extraordinaria.

27. Como entenderíamos la buena fe en este contexto

Como la conciencia o convicción del heredero putativo o falso heredero de que es


realmente un heredero.

28. Las reglas que operan en el primer orden sucesorio, quienes pueden
concurrir.
Pueden definirse los órdenes de sucesión como aquel conjunto de parientes que
excluye a otro de la sucesión, pero que, a su vez, puede ser excluido por otro
conjunto de parientes.

Primer orden de sucesión: de los hijos. Está formado fundamentalmente por los
hijos, que le dan su denominación. Concurre también el cónyuge sobreviviente o el
conviviente civil. Reglamenta a este orden el art. 988.
Los hijos, personalmente o representados. Excluyen a todos los otros
herederos, salvo al cónyuge sobreviviente o al conviviente civil sobreviviente.
Cuando la ley alude a los “hijos”, se incluyen:
4. A los hijos de filiación determinada, sea ésta matrimonial o no matrimonial.
Tratándose de la matrimonial, abarca también los nacidos en el matrimonio
nulo de sus padres.
5. A los beneficiados con la adopción.
6. A la descendencia de los hijos, en virtud del derecho de representación.
Al cónyuge sobreviviente o el conviviente civil sobreviviente.

Reglas:
1º) Si hay dos o más hijos, el viudo o viuda o el conviviente civil sobreviviente,
recibirá, por regla general, el doble de lo que por legítima rigorosa o
efectiva corresponda a cada hijo.
2º) Si hay sólo un hijo, la cuota del cónyuge sobreviviente o del conviviente civil
sobreviviente, será igual a la legítima rigorosa o efectiva de ese hijo.
3º) En ningún caso la porción que corresponda al cónyuge o al conviviente
civil bajará de la cuarta parte de la herencia (si el causante falleció sin haber
dispuesto de la cuarta de libre disposición y de la cuarta de mejoras), o de
la cuarta parte de la mitad legitimaria en su caso (si el causante hubiere
dispuesto de la cuarta de libre disposición y de la cuarta de mejoras).

Si hay 2 hijos y cónyuge o conviviente civil sobreviviente, dividimos la herencia


en cuatro partes, un cuarto para cada hijo y dos cuartos para el cónyuge o
conviviente civil sobreviviente; aplicamos la primera regla, pues el viudo o viuda o
el conviviente civil sobreviviente lleva el 50% de la herencia;

Si hay 3 hijos y cónyuge o conviviente civil sobreviviente, dividimos la herencia


en cinco partes, un quinto para cada hijo y dos quintos para el cónyuge
sobreviviente o conviviente civil sobreviviente; aplicamos la primera regla, pues el
viudo o viuda o conviviente civil sobreviviente lleva el 40% de la herencia;

Si hay 4 hijos y cónyuge o conviviente civil sobreviviente, dividimos la herencia


en seis partes, un sexto para cada hijo y dos sextos para el viudo o viuda o
conviviente civil sobreviviente; aplicamos la primera regla, pues el cónyuge
sobreviviente o conviviente civil sobreviviente lleva un 33.33% de la herencia;

Si hay 5 hijos y cónyuge o conviviente civil sobreviviente, dividimos la herencia


en siete partes, un séptimo para cada hijo y dos séptimos para la viuda o viudo o
conviviente civil sobreviviente; aplicamos todavía la primera regla, pues el cónyuge
sobreviviente o conviviente civil sobreviviente lleva un 28.58%, aproximadamente;
Si hay 6 hijos y cónyuge o conviviente civil sobreviviente, dividimos la herencia
en ocho partes, un octavo para cada hijo y dos octavos para el viudo o viuda o
conviviente civil sobreviviente; todavía nos mantenemos en la primera regla, pues
dos octavos corresponden exactamente al mínimo previsto por la ley para el
cónyuge sobreviviente o conviviente civil sobreviviente, esto es, un 25%;

Si hay 7 o más hijos, debemos aplicar la tercera regla, pues de aplicar la primera,
habría que dividir la herencia en nueve partes, lo que arrojaría para el viudo o viuda
o conviviente civil sobreviviente un porcentaje inferior al 25%, pues dos novenos
están por debajo del expresado porcentaje.

16. Segundo de orden de sucesión, ¿Quiénes concurren y cuándo opera? ¿Qué


ascendientes son estos? Los del grado más próximo.

Segundo orden de sucesión: del cónyuge sobreviviente o conviviente civil


sobreviviente y de los ascendientes. Está contemplado en el art. 989 del CC.
Se aplica este orden cuando no hay posteridad: vale decir, hijos ni descendientes
de éstos con derecho a representarlos.
Concurren en este segundo orden de sucesión:
 Cónyuge sobreviviente o el conviviente civil sobreviviente, y
 Los ascendientes.
El orden hemos de llamarlo “Del cónyuge sobreviviente o del conviviente civil
sobreviviente y de los ascendientes”, porque si falta uno de los primeros, no
pasamos al tercer orden, llevándose toda la herencia los ascendientes de grado más
próximo.
- Cuantía de las asignaciones.
1º Si en la sucesión concurren todos los llamados, la herencia se divide en tres
partes: una para los ascendientes y dos para el cónyuge sobreviviente o
conviviente civil sobreviviente.
2º Si no concurren ascendientes, la herencia será para el cónyuge sobreviviente o
para el conviviente civil sobreviviente.
3º Si sólo concurren ascendientes, se llevarán la totalidad de la herencia y entre
ellos, el o los de grado más próximo, excluirán a los otros. La ley deja en claro que,
habiendo un solo ascendiente en el grado más próximo, sucederá éste en todos los
bienes, o en toda la porción hereditaria de los ascendientes, si concurriera con el
cónyuge sobreviviente o con el conviviente civil sobreviviente.

(CASO CON VARIOS TEMAS DE CIVIL)


1. Le plantean el siguiente problema: ha fallecido una persona de edad
avanzada. Se presentan los herederos ante Ud. y le dicen que su padre antes
de fallecer (3 años atrás) vendió una propiedad, y resulta que queremos hacer
algo, ya que hace 10 años atrás nuestro padre tenía alzhéimer y que tienen
como acreditarlo. ¿Qué formula le propone Ud. ante la situación planteada?

Pedir acción de nulidad absoluta, que aún está vigente, ya que está prescribe en un
plazo de 10 años contados desde la ejecución o celebración del acto o contrato.

2. Una cuestión de carácter procesal que dice relación con la legitimación


activa, ya que los que demandan deben tener calidad de tal, por lo que cómo
vamos acreditar la calidad de heredero? Mediante el decreto judicial (testada)
o resolución administrativa (intestada) que concede la posesión efectiva.
*Interviene profesora Hoyos: ¿Y si el causante no tiene domicilio en Chile,
que tribunal conoce de la posesión efectiva? El del domicilio del solicitante.

3. Interpone la acción, finalmente la acción prospera y el juez declara la


nulidad. Pero ocurre que quien la había comprado, señala que había
realizado ciertas mejoras. ¿Qué reglas debe aplicar el juez frente a esta
alegación efectuada por el demandado?

Debemos aplicar las reglas de las prestaciones mutuas, que consisten en las
devoluciones e indemnizaciones que recíprocamente se deben el reivindicante y el
poseedor, cuando éste es vencido en el juicio reivindicatorio. En este caso no se
trata de un juicio reivindicatorio, sino de nulidad.
Se entiende por mejora, toda obra ejecutada para la conservación de la cosa, para
aumentar su valor o para fines de ornato o de recreo. Se distinguen entonces tres
clases de mejoras: necesarias, útiles y voluptuarias.

4. ¿Estas reglas a propósito de qué se regulan?


Acción reivindicatoria. En este caso deberá distinguirse si el poseedor vencido
estuvo de buena o mala fe.
Se entiende por mejora, toda obra ejecutada para la conservación de la cosa, para
aumentar su valor o para fines de ornato o de recreo. Se distinguen entonces tres
clases de mejoras: necesarias, útiles y voluptuarias.
Reglas de las prestaciones mutuas en cuanto a las mejoras:
En cuanto a las mejoras necesarias: Siempre el reivindicante debe abonar al
poseedor vencido estas mejoras, con las salvedades que indicaremos seguidamente.
Las mejoras necesarias pueden ser de dos clases: obras materiales (artículo 908,
inciso 2º, como por ejemplo levantar una cerca para impedir las depredaciones, o
un dique para atajar las avenidas, o las reparaciones de un edificio arruinado por
un terremoto); y obras inmateriales (artículo 908, inciso 3º, como por ejemplo la
defensa judicial de la finca). Para abonarlas al poseedor vencido, el Código
distingue:
i) Tratándose de las obras materiales: se abonarán al poseedor dichas expensas,
siempre que hayan sido realmente necesarias, pero reducidas a lo que valgan las
obras al tiempo de la restitución. Esto significa que el poseedor vencido
probablemente no obtendrá un reembolso completo de lo invertido, pues sus obras,
con el tiempo, valdrán menos que al tiempo en que fueron hechas.
ii) Tratándose de las obras inmateriales, serán abonadas al poseedor vencido
siempre que se cumplan dos requisitos: 1) en cuanto ellas hayan aprovechado al
reivindicador; y 2) se hubieren ejecutado con mediana inteligencia y economía.

En cuanto a las mejoras útiles: debemos distinguir entre poseedor de buena o mala
fe. En este caso, se atiende, para considerar al poseedor de buena o mala fe, al
momento en que fueron hechas las mejoras (artículo 913):
1º Poseedor de buena fe: deben reembolsársele las mejoras útiles que ejecutó,
encontrándose de buena fe (artículo 909, incisos 1º y 2º). El inciso 3º del artículo
909 da al reivindicante un derecho optativo, según el cual puede elegir entre pagarle
al poseedor de buena fe el valor de las mejoras útiles (considerado dicho valor el
tiempo de la restitución) o bien pagarle el aumento de valor que la cosa hubiere
experimentado.
2º Poseedor de mala fe: no tiene derecho a que se le restituyan las mejoras útiles,
pero el artículo 910 lo autoriza a llevarse los materiales que hubiere invertido en
la cosa, cumpliendo con dos requisitos: + que dichos materiales puedan separarse
sin detrimento de la cosa reivindicada; + y en la medida que el reivindicante se niegue
a pagar los valores de esos materiales. El artículo 912 determina cuándo se puede
efectuar esta separación de los materiales. Se deduce de esta norma que, si los
materiales no pueden sacarse sin detrimento de la cosa, el poseedor de mala fe
pierde estas mejoras.

En cuanto a las mejoras voluptuarias: el reivindicante no está obligado a pagarlas


ni al poseedor de buena o mala fe (artículo 911). Ambos tendrán si derecho de
llevarse los materiales, siempre que el reivindicante no se allane a pagarles el valor
de dichos materiales.

5. Volviendo al mismo caso. Ud. toma conocimiento que el acreedor vuelve a


vender ese inmueble a un tercero, ¿Cómo solucionamos? Acción
reivindicatoria. Pero para aclarar el punto ¿Se debe sumar a la nulidad u
opera de manera exclusiva? Primero nulidad y luego acción reivindicatoria.
Tenemos que interponer una acción reivindicatoria y conforme al principio general
del efecto relativo de las sentencias, que no puede desposeerse a los terceros
poseedores, si no han sido partes en el juicio. En consecuencia, es conveniente
interponer conjuntamente ambas acciones, en lugar de entablar primero la de
nulidad y una vez declarada ésta, entablar la acción reivindicatoria contra el
poseedor de la cosa.

10. En la SCM hay dos sistemas, uno de sucesión forzosa y otro de libre
disposición, a que sistema adscribe nuestro CC
Al de sucesión forzosa respecto de la mitad legitimaria. Tratándose de la cuarta de
libre disposición, se ha dicho que es semiforzosa y de la cuarta de libre disposición
que hay plena libertad.
Con todo, si el causante no tuviere cónyuge o conviviente civil, ascendientes vivos
y descendientes, todo su patrimonio será de libre disposición.

11. ¿Por qué?

12. Quienes son legitimarios en nuestro derecho

Art. 1182. Son legitimarios:


1. Los hijos, personalmente o representados por su descendencia;
2. Los ascendientes, y
3. El cónyuge o conviviente civil sobreviviente.
No serán legitimarios los ascendientes del causante si la paternidad o la maternidad
que constituye o de la que deriva su parentesco, ha sido determinada judicialmente
contra la oposición del respectivo padre o madre, salvo el caso del inciso final del
artículo 203.
Tampoco lo será el cónyuge que por culpa suya haya dado ocasión a la separación
judicial.
13. En principio, al menos qué parte de la sucesión les corresponde llevar
La mitad legitimaria. La legítima rigorosa.

14. ¿Cómo denominamos a las asignaciones que recibe cada uno de los
legitimarios dentro de esta mitad legitimaria?
La legítima.
El art. 1181 define las legítimas como “aquella cuota de los bienes de un difunto
que la ley asigna a ciertas personas llamadas legitimarios”.

15. Cual de las 2 opera dentro de la mitad legitimaria


La rigorosa

16. La legítima rigorosa, en qué circunstancias se puede transformar en legítima


efectiva.

Puede ocurrir que el testador no disponga de la cuarta de mejoras y de la parte


de libre disposición, o si lo hace, que su disposición no tenga efectos. Entonces,
nos encontramos frente a la legítima efectiva que establece el art. 1191, la que se
distribuirá entre los legitimarios también de acuerdo a las reglas de la sucesión
intestada

17. ¿De que no dispuso el causante para que las legítimas rigorosas se
transformen el legitima efectiva?
De la cuarta de libre disposición o de la cuarta de mejoras.

18. Quienes pueden ser potencialmente asignatarios de la cuarta de mejoras

Los descendientes, ascendientes y cónyuge o conviviente civil sobreviviente.

19. ¿Qué podría ocurrir para que un legitimario no pueda llevar su legítima?

En general, las causas por las cuales el asignatario forzoso pierde su participación
en la sucesión son genéricas y específicas. Las genéricas pueden a su vez conformar
una indignidad para suceder o un desheredamiento. Las específicas, se refieren a
situaciones particulares que el legislador ha tratado a propósito de cada asignación
en forma separada y que, como veremos, tienen rasgos excepcionales que permiten
asimilarlas en algunos casos a la indignidad y en otros al desheredamiento.

No serán legitimarios los ascendientes del causante si la paternidad o la maternidad


que constituye o de la que deriva su parentesco, ha sido determinada judicialmente
contra la oposición del respectivo padre o madre, salvo el caso del inciso final del
artículo 203.
Tampoco lo será el cónyuge que por culpa suya haya dado ocasión a la separación
judicial.

Indignidades: consisten en la falta de mérito de una persona para suceder. Deben


estar expresamente señaladas por la ley,
“Desheredamiento es una disposición testamentaria en que se ordena que un
legitimario sea privado del todo o parte de su legítima. / No valdrá el
desheredamiento que no se conformare a las reglas que en este título se expresan.”

20. ¿En cualquiera de esos casos (indigno, incapaz, desheredado) qué derecho
podría operar aquí?
Aplicando el art. 1183 “Los legitimarios concurren y son excluidos y representados
según el orden y reglas de la sucesión intestada.”
Podría operar el derecho de representación.
Art. 984, 2º: Consiste en una ficción legal en que se supone que una persona tiene
el lugar y por consiguiente el grado de parentesco y los derechos hereditarios que
tendría su padre o madre, si éste o ésta no quisiese o no pudiese suceder.

Requisitos:
1. Debe tratarse de una sucesión intestada.
2. Sólo opera en la línea descendente, no en la ascendente.
3. Sólo opera en algunos de los órdenes de sucesión: los que contempla el art. 986.
4. Es necesario que falte el representado.

1. Quienes son herederos forzosos

Los herederos forzosos son los legitimarios, o sea, los herederos cuyos derechos
hereditarios el testador está obligado a respetar, y que se suplen por el legislador
aun con perjuicio de las disposiciones testamentarias expresas de aquél.

Art. 1182. Son legitimarios:


1. Los hijos, personalmente o representados por su descendencia;
2. Los ascendientes, y
3. El cónyuge o conviviente civil sobreviviente.

2. Representación en materia sucesorio, qué se entiende por representación.

Art. 984. Se sucede abintestato, ya por derecho personal, ya por derecho de


representación.
La representación es una ficción legal en que se supone que una persona tiene
el lugar y por consiguiente el grado de parentesco y los derechos hereditarios
que tendría su padre o madre, si éste o ésta no quisiese o no pudiese suceder.
Se puede representar a un padre o madre que, si hubiese querido o podido suceder,
habría sucedido por derecho de representación.

3. En favor de quienes opera el derecho de representación


En la descendencia del difunto: nieto representa al hijo. En la descendencia de los
hermanos: es decir, el sobrino representa al hermano fallecido y concurre a la
herencia de su tío.
En síntesis, la representación opera en la descendencia de los hijos y en la
descendencia de los hermanos. Cabe señalar que la representación en la línea
descendente es indefinida; si bien el derecho de representación se circunscribe a
las dos hipótesis indicadas, dentro de ellas no tiene límites. Así queda de manifiesto
en el inc. final del art. 984. Nuestra jurisprudencia ha declarado que este carácter
ilimitado de la representación opera tanto en la línea recta como en la línea
colateral.
Requisitos.
4.1 Debe tratarse de una sucesión intestada.
4.2 Sólo opera en la línea descendente, no en la ascendente.
4.3 Sólo opera en algunos de los órdenes de sucesión: los que contempla el art. 986.
4.4 Es necesario que falte el representado.

4. Cuando son llamados a suceder los hermanos, el CC hace un distingo, ¿cuál


es?

Hermanos de simple y de doble conjunción.

5. ¿Qué se entiende por hermano de doble conjunción?


Aquel que lo es de padre y madre.
18. Señale quienes concurren en el tercer orden sucesorio

Este orden sólo tiene aplicación a falta de hijos -personalmente o representados-,


de cónyuge sobreviviente o conviviente civil sobreviviente y de ascendientes.
Habiendo descendientes tiene lugar el primer orden; si hay cónyuge sobreviviente
o conviviente civil sobreviviente y/o ascendientes nos quedamos en el segundo
orden. A falta de todos estos parientes y cónyuge sobreviviente o conviviente civil
sobreviviente, se pasa al tercer orden.
Son llamados los hermanos, personalmente o representados. El llamamiento que
la ley hace a los hermanos tiene una particularidad, debido a que éstos pueden ser
hermanos carnales o de doble conjunción, es decir, de padre y madre, o hermanos
de simple conjunción, sea de padre (paternos), sea sólo de madre (maternos): art.
41 del CC. La importancia de la distinción anterior radica en que en este orden
sucesorio, los hermanos de simple conjunción (paternos o maternos) llevan la
mitad de lo que corresponde a los hermanos carnales (art. 990, inc. 2º).

19. Podría haber una distinción ahí

Hermanos carnales o de doble conjunción, es decir, de padre y madre, o hermanos


de simple conjunción, sea de padre (paternos), sea sólo de madre (maternos): art.
41 del CC.
20. ¿Qué se entiende por hermano de simple conjunción?
Hermano sea de padre (paternos), sea sólo de madre (maternos).

17. Explíquenos la teoría tripartita del dolo


El dolo puede presentarse en un triple ámbito en el derecho:
 En el otorgamiento o celebración de los actos y contratos, es decir en el
otorgamiento de un acto jurídico unilateral o en la formación del
consentimiento en los actos jurídicos bilaterales: el dolo es aquí un vicio de
la voluntad y opera antes o coetáneamente con el acto o contrato (arts.
1451, 1458 y 1459).
 En la ejecución de los contratos, es decir, en la fase de cumplimiento de las
obligaciones objeto de los mismos: el dolo es aquí un agravante de la
responsabilidad contractual (art. 1558, de incurrir en dolo, se responde de
los perjuicios directos previstos e imprevistos; en cambio, si el
incumplimiento obedece a culpa, sólo se responde de los perjuicios directos
previstos; de los indirectos, no responde ni siquiera aquél que incurrió en
dolo). En este ámbito, el dolo puede definirse como los actos u omisiones
intencionales del deudor para eludir el cumplimiento de su obligación.
 En el ámbito de la responsabilidad extracontractual civil: aquí, el dolo es el
elemento constitutivo del delito civil. La definición legal del dolo,
consignada en el art. 44, se refiere a éste último rol del dolo.

Como vicio de la voluntad, el dolo es aquella conducta que se ejercita para obtener
una declaración de voluntad o el consentimiento de la otra parte, o para que esa
voluntad o consentimiento se manifieste o preste, respectivamente, en una forma
determinada. El dolo entonces, es la maquinación fraudulenta empleada para
engañar al autor o contraparte de un acto o contrato, con el fin de arrancarle una
declaración de voluntad o modificarla en los términos deseados por el individuo
que actúa dolosamente.

18. Podría darnos un ejemplo de un acto jurídico unilateral en que esa voluntad
podría verse afectada por dolo
En la aceptación de una herencia o legado
Art. 1234. La aceptación, una vez hecha con los requisitos legales, no podrá
rescindirse, sino en el caso de haber sido obtenida por fuerza o dolo, y en el de lesión
grave a virtud de disposiciones testamentarias de que no se tenía noticia al tiempo
de aceptarla.
Esta regla se extiende aun a los asignatarios que no tienen la libre administración
de sus bienes.
Se entiende por lesión grave la que disminuyere el valor total de la asignación en
más de la mitad.

En la renuncia a los gananciales por parte de la mujer, inducida por engaño.


Art. 1782. Podrá la mujer renunciar mientras no haya entrado en su poder ninguna
parte del haber social a título de gananciales.
Hecha una vez la renuncia no podrá rescindirse, a menos de probarse que la mujer
o sus herederos han sido inducidos a renunciar por engaño o por un justificable
error acerca del verdadero estado de los negocios sociales.
Esta acción rescisoria prescribirá en cuatro años, contados desde la disolución de
la sociedad.

En el testamento, para obtener una disposición testamentaria.


Art. 968. Son indignos de suceder al difunto como herederos o legatarios:
4º. El que por fuerza o dolo obtuvo alguna disposición testamentaria del difunto, o
le impidió testar;
5º. El que dolosamente ha detenido u ocultado un testamento del difunto,
presumiéndose dolo por el mero hecho de la detención u ocultación.

19. Ya que menciono ese ejemplo en particular, como castiga el CC a aquel que
se vale de dolo para obtener una disposición testamentaria.
Indignidad.

20. A partir del art 968 qué establecen, causales de qué tipo
Causales de indignidad.

21. ¿cuál es la sanción que aquí operaría?


Nulidad relativa, siempre que se trate de dolo determinante y que sea obra de una
de las partes (si es bilateral).
Debemos distinguir según se trata del dolo principal o incidental:
1º Dolo principal: ocasiona la nulidad relativa del acto o contrato (arts. 1458 y
1682).
2º Dolo incidental: faculta para exigir indemnización de perjuicios. Al respecto,
debemos distinguir entre:
a. La persona o personas que fraguaron el dolo: responderán por el valor
total de los perjuicios causados;
b. Los que se aprovecharon del dolo: responden hasta el provecho o
beneficio que obtuvieron del acto jurídico.
Sobre el particular, nuestra jurisprudencia ha precisado que es innecesario que
aquellos que se han aprovechado del dolo tengan conocimiento del mismo o que el
acto jurídico del cual se obtiene el beneficio, diga relación con el dolo: siempre
habrá que responder hasta el monto del provecho.
Asimismo, cabe tener presente que si los involucrados en el dolo fueren dos o más
personas, serán solidariamente responsables: en efecto, el artículo 2317, inciso 2º
del Código Civil, dispone que produce obligación solidaria de indemnización de
perjuicios, “todo fraude o dolo cometido por dos o más personas”.

22. Si se trata de la NR, en qué plazo prescribe la acción para demandar, desde
cuándo, tratándose del dolo
4 años desde la celebración del acto o contrato.

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