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¿Qué es el EVA?

Este método de desempeño financiero permite calcular el verdadero beneficio


económico de una empresa y considerar la productividad de todos los factores
utilizados para realizar la actividad empresarial.

El Valor Económico Agregado (EVA) es el importe que queda en una empresa


una vez cubiertas la totalidad de los gastos (incluidos el costo de oportunidad
del accionista y los impuestos) y la rentabilidad mínima proyectada o estimada.

El Eva se compone de factores que determinan el valor económico


como: crecimiento, rentabilidad, capital de trabajo, costo de capital, impuestos y
activos de largo plazo.

El método EVA (Economic Value Added) es un modelo que cuantifica la creación


de valor que se ha producido en una empresa durante un determinado período
de tiempo, así mismo permite medir la calidad de las decisiones gerenciales, siendo
así un indicador del éxito de la empresa.

Una compañía crea valor solamente cuando el rendimiento de su capital (return on


equity - ROE) es mayor que su costo de oportunidad o tasa de rendimiento.

El Valor Económico Añadido responde a:


E.V.A.= Utilidad Operativa después de impuestos-(C.P.P.C.*(Capital Invertido))=$

Ventajas del EVA

Se distinguen varias ventajas principales del uso de este método para valorar el
éxito empresarial:

 Es fácil de calcular.
 Se puede aplicar por áreas de negocio y contempla el riesgo empresarial.
 Tiene en cuenta todos los costes financieros, tanto de los recursos propios
como ajenos.
 Permite identificar los generadores de valor en la empresa.
 Provee una medición para la creación de riqueza que alinea las metas de los
administradores con las metas de la compañía.
 Permite determinar si las inversiones de capital están generando un
rendimiento mayor a su costo.
 Combina el desempeño operativo con el financiero en un reporte integrado
que permite tomar decisiones.
¿Cómo se calcula?

El EVA es igual a:

La utilidad de las actividades ordinarias antes de intereses y después de impuestos


(UAIDI) ( - ) el valor contable del activo ( x ) el costo promedio del capital.

Por un lado, el UAIDI se obtiene sumando a la utilidad neta los intereses y


eliminando las utilidades extraordinarias.

Por otro lado, el costo promedio de capital, es el costo promedio de toda la


financiación que ha obtenido la empresa.

En síntesis, si el resultado del cálculo del EVA es positivo: se crea valor. Si el


resultado del cálculo del EVA es negativo: se destruye valor.
EVA, INDICADOR DEL VALOR ECONÓMICO

Los conceptos básicos que deben tenerse en cuenta para su cálculo son las
utilidades operativas después de impuestos, el costo promedio ponderado de capital
(WACC) y el capital económico, que incluye el patrimonio de los accionistas y la
deuda de la empresa. El EVA se obtiene al deducir de estas utilidades el capital
económico multiplicado por el costo de capital.

Si una empresa tiene un capital de 10.000 millones de pesos y su costo de capital


es del 35 por ciento significa que su rendimiento esperado sería de 3.500 millones
y si sus utilidades son de 4.000 millones de pesos, el EVA generado son 500
millones.

El ROE se puede descomponer en un número de variables críticas que pueden ser


influenciadas por la administración de las firmas para mejorar el rendimiento de
capital y en consecuencia aumentar el valor del EVA.

La descomposición del ROE permite medir el rendimiento de los activos mediante


el producto del margen operacional y la rotación de activos, deducida la carga
financiera medida por la relación de intereses a activos, resulta en el rendimiento de
los activos antes de impuestos que multiplicado por el apalancamiento financiero
calculado como la razón de activos a capital que produce el rendimiento de capital
antes de impuestos. Este último multiplicado por la tasa de retención impositiva
(100% - imp. / utilidad antes de imp.) resulta finalmente en el rendimiento estimado
de capital o ROE. Vale la pena señalar que existen diferentes versiones para la
descomposición del ROE. La toma de decisiones debe estar dirigida a afectar este
indicador y mejorar el EVA de la empresa.
De otra parte, el crecimiento tanto de las utilidades como de los dividendos está
determinado por la interacción simultánea del ROE y de la política de dividendos de
las empresas. La importancia de lo anterior es que el crecimiento sostenible o la
tasa de crecimiento que puede mantener una empresa sin necesidad de emisiones
externas está determinada por el producto del ROE y la tasa de retención de
dividendos que es la principal fuente de crecimiento del patrimonio de los
accionistas.

De acuerdo con el modelo de la firma Secor, si se divide el ROE por el costo de


capital se obtiene el índice de creación del valor (ICV) de una firma que si es superior
a 1 indica que hay creación de valor económico para los accionistas de la firma y si
es inferior a 1 muestra una destrucción del valor económico para los mismos.

Lo más importante de todo esto es que entre mayor es el índice de creación de valor
mayor es el valor en bolsa de la acción. En consecuencia, existe una relación entre
el ICV y la relación entre el valor de mercado sobre el valor contable o Q de Tobin,
lo que permite predecir el valor teórico de bolsa de cada empresa dentro de su
sector por cada ICV a partir de una regresión lineal de acuerdo al modelo de
creación de valor de Secor.

El modelo genera un alpha que explica el potencial inexplotado de la industria o la


compensación por normas contables que no permiten reconocer el verdadero valor
de la firma. Los sectores de gran potencial de desarrollo como la telefonía celular
presentan un alpha elevado; por el contrario, sectores en etapa de madurez como
el de bebidas muestran un alpha bajo tal como lo muestra un análisis sobre el tema
en la revista canadiense Commerce.

La pendiente de la industria es la forma como el mercado recompensa a una


empresa del sector por su performance económica. El mercado reconoce un mayor
valor agregado en la medida en que se tiene una pendiente más empinada.
En consecuencia, la Q de Tobin teórica puede ser calculada como la suma del alpha
y el valor de la pendiente multiplicado por el ICV de cada empresa. La diferencia
entre el valor de mercado y el teórico es denominado el delta de la empresa. En el
análisis de Commerce, la empresa Coca-Cola presentaba una Q de Tobin teórica
de 7 frente a un valor real de 8 muy superior a las demás firmas del sector como
Pepsico, Anheuser-Busch, Seagram, entre otras.

Es por eso que el EVA es usado principalmente para la compensación de los


ejecutivos de las grandes empresas puesto que los verdaderos resultados
financieros se reflejan en el valor de mercado de las acciones de las firmas a su
cargo que es lo que interesa -en últimas- a sus accionistas.

La firma consultora Secor, por ejemplo, desagrega el ICV en diferentes


componentes relacionados con tres grandes funciones de la empresa: la operación,
el financiamiento y el manejo estratégico que se integran dentro de un conjunto de
gestión estratégica de creación de valor. El modelo es utilizado para identificar las
acciones susceptibles de aumentar el valor de mercado de la empresa mediante
motores estratégicos, financieros y corporativos. Los motores estratégicos tienen un
efecto principalmente sobre el rendimiento sobre activos, los motores financieros
permiten aprovechar el apalancamiento financiero y una estructura de capital y
finalmente los motores corporativos corresponden a las acciones de
reestructuración, políticas de adquisición y diversificación para mencionar solo
algunas de ellas.

Para Yvan Allaire, toda empresa es un sistema estratégico, el cual hay que
comprender y administrar globalmente. Indudablemente la simplicidad del modelo
permite apuntar sobre variables específicas para la creación de valor económico
durable. En conclusión, el EVA puede ser utilizado como parte integral de un
sistema empresarial que contribuye a la toma de decisiones así como al desarrollo
de estrategias de crecimiento y permite reconocer las verdaderas acciones
creadoras de valor por parte de las empresas que adopten este concepto.

La adopción del EVA por parte de las empresas colombianas permitirá una
adecuada gestión empresarial, mejorar su competitividad y aumentar la
capitalización de mercado que determina la riqueza de sus accionistas.

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