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INTRODUCCIÓN
El presente ensayo pretende hacer un análisis en profundidad y en un contexto amplio de
la tercera aseveración del articulo “En Venezuela se juega el futuro y la dignidad de
toda América Latina” publicado por doctor en sociología política y derecho
constitucional John M Ackerman el 12 de Febrero del 2019. Partiendo del hecho que la
aseveración “La Asamblea Nacional se encuentra en plena rebelión en contra del sistema
constitucional de Venezuela” es un hecho cierto por las acciones públicas y notorias de
respectiva institución, se pretende hacer un análisis en profundidad del ¿por que?, de
respectiva posición y su enfrentamiento con el resto de instituciones gubernamentales, en
particular el poder ejecutivo y el tribunal supremo de Justicia, basado en el contexto del
tablero de ajedrez de la geopolítica mundial donde Venezuela juega un rol protagónico en
los actuales momentos. Para esto se presentará un síntesis del papel de Venezuela en
contexto Geopolítico Energético Mundial, y como esta ha decantado en un teatro de
operaciones que ha generado una crisis institucional en Venezuela, finalizando con
conjunto de proposiciones de carácter reflexivo que enmarque un potencial camino o ruta
de solución de la actual situación del país.
Planteamientos Reflexivos
Ante los escenarios actuales y el teatro de operaciones donde lo que está en juego son
los recursos energéticos de la patria hace falta recurrir a nuestra esencia y Venezolanidad
de defender lo nuestro y buscar mecanismos que eviten y penalicen la presencia de
lobbys internacionales que pretendan influir en el debido curso y sano desenvolvimiento
de las instituciones del estado, es inaceptable que un ente tan importante como el poder
legislativo (asamblea nacional) este tutelada por intereses extranjeros y desvirtúe su
función de legislar en función del bien común. También es igualmente inaceptable el usar
maniobras políticas, amparadas en un velo de legalidad, pero que éticamente son
incorrectas para mantener cuotas o posiciones de poder del estado actual.
En este sentido nuestro país debe volver a creer en su verdadero poder transformador y a
las bases populares para apelar poder constituyente que permitan revisar múltiples
mecanismos para recuperar la legitimidad de las instituciones afectadas.
Sin ánimos de considerar ganadores o perdedores y bandos enfrentados lo que se
requiere refrescar las instituciones con las personas éticas y profesionalmente capaces,
que al ejercer con amor , probidad y total lealtad a su país sus funciones sean los
requisitos transformadores y catalizadores para llamarlo un Revolucionario. “Ese legado
es y sera la mejor garantía para preservar nuestra revolución”