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Siete años después: Medio Oriente

y el contexto internacional
Marta Tawil*

RESUMEN Seven Years Later:


Este artículo explora, entre los países de la lla-
The Middle East in the
mada Primavera Árabe, la relación entre con- International Context
texto internacional –entendido en términos
ABSTRACT
de geografía, distribución del poder y agenda
normativa mundial– y cambio de régimen o
This article explores, in the countries of the
crisis política, a partir de la experiencia de
so-called Arab Spring, the relationship bet-
algunos países árabes en la coyuntura crítica
ween the international context - understood
inaugurada en Túnez en diciembre de 2010.
in terms of geography, the distribution of
En todos los casos, el entorno internacional
power, and the global normative agenda- and
ha sido con frecuencia determinante en el
regime change or political crisis, based on the
desarrollo de dinámicas económicas, sociales
experience of some Arab countries in the crisis
y políticas, aunque los objetivos y las conse-
that started in Tunisia on December 2010. In
cuencias de esa interacción son muy distintos
all cases, the international environment has
según el país. El examen se desarrolla en torno
often been determinant in the development
a tres áreas temáticas: economía y política,
of economic, social and political dynamics,
violencia, y política exterior.
although the objectives and consequences of
Palabras clave: sublevaciones árabes,
such interaction are very different according
presiones internacionales, economía, política,
to the country. The exam is developed around
violencia, política exterior.

* Doctora en Ciencia Política y Relaciones Internacionales, Institut d’Études Politiques de Paris. Docente-
investigadora, El Colegio de México, México. [mtawil@colmex.mx].
Recibido: 30 de septiembre de 2017 / Modificado: 27 de noviembre de 2017 / Aceptado: 13 de enero de 2018 
Para citar este artículo:
Tawil, M. (2018). Siete años después: Medio Oriente y el contexto internacional. OASIS, 27, 27-46.
DOI: https://doi.org/10.18601/16577558.n27.03

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three issue-areas: politics and economy, vio- ha acentuado identidades y fuerzas tribales y
lence, and foreign policy. sectarias. Estas, a su vez, hacen imposibles
Key words: Arab revolts, international las transiciones democráticas; 2) la falta de
pressures, economy, politics, violence, fore- experiencia en prácticas democráticas, de in-
ign policy. dividuos y grupos, incluidos los militares, los
islamistas, los autócratas de la “vieja guardia”
y los grupos de oposición seculares-naciona-
Han sido múltiples los esfuerzos de las oposi- listas; 3) la continua afirmación del sentido
ciones en el mundo árabe para alterar gradual- del derecho a gobernar que tienen autoridades
mente las realidades políticas y sociales en el militares y de seguridad en la mayoría de los
marco de las movilizaciones populares desde países, pero más claramente en Siria, Bahréin
2011. Como sostienen Thomas Pierret y Amin y Egipto, donde el ejército y los funcionarios
Allal (2013), los “momentos revolucionarios” que no han sido elegidos siguen ocupándose de
en el mundo árabe que estallaron a partir de las políticas públicas. En suma, la estructura,
Túnez en diciembre de 2010 son procesos, la forma y las raíces del régimen autoritario
específicamente procesos de adaptación per- tienen repercusiones decisivas en la forma y
manente en los que el Estado es un espacio dirección de la transición posterior (Hagopian
donde se teje una densa trama de relaciones y Mainwaring, 2005).
y de formas tradicionales de poder, y en los Sin embargo, el mundo árabe no ha sido
que el orden social y las prácticas estatales se inmune a las evoluciones globales. La región
transforman simultáneamente y de manera ha estado durante mucho tiempo sujeta a la
continua. influencia extranjera, comenzando con el
En ese marco, es un hecho que la desin- surgimiento del colonialismo y el nacimien-
tegración social y política que se observa en to de los Estados árabes, durante el periodo
varios países árabes desde el estallido de las de la independencia poscolonial y la Guerra
sublevaciones populares en el invierno de Fría, hasta la Primavera Árabe desde 20111.
2010 al día de hoy se explica esencialmente Esos efectos no son exclusivos de Medio
por dinámicas internas: 1) la brutal respuesta Oriente, pero es la región donde los actores
militar de algunos regímenes árabes dispuestos internacionales suelen tomar partido con más
a destruir a su país para permanecer en el ­poder regularidad y claridad. Desde esta perspectiva,

1
En este texto se usan los conceptos de revueltas, sublevaciones y movilizaciones populares como sinónimos. El
concepto transición se usa en su acepción más general, como proceso o periodo de cambio de una condición política
a otra. Por su parte, crisis revolucionaria hace alusión a una situación de ingobernabilidad que traduce la dificultad
de reproducir un orden social, político o económico determinado según prácticas reconocidas, institucionalizadas
o interiorizadas. Por las limitaciones y oportunidades inéditas que presenta, la crisis revolucionaria puede resultar
en la construcción de nuevas relaciones de poder (Bozarslan, 2015). Al respecto de los debates sobre la validez de
usar el concepto de revolución para describir lo que ocurre en los países árabes desde 2011, véase Geisser (2012).

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y como ha señalado Lawrence Whitehead de cambio político. Así, la estructura interna-


(1996), un ambiente internacional favorable cional, el sistema de ­Estados en competencia,
puede aumentar las posibilidades de demo- da forma a la dinámica política interna. Peter
cracia, mientras que un entorno desfavorable Gourevitch (1978) es otro autor que ha explo-
puede ser su obstáculo. rado la interacción entre factores externos e
En este artículo se explora la relación internos que derivan de la interdependencia.
entre contexto internacional –entendido en Su trabajo, basado en el enfoque de “segunda
términos de geografía, distribución del poder imagen invertida”, ha servido para explorar la
y de la agenda normativa mundial– y cam- influencia de factores internacionales sobre
bio de régimen o crisis política, a partir de la formación de los regímenes democráticos
la experiencia de algunos países árabes en la que se instalaron después de la caída de go-
coyuntura inaugurada en Túnez en diciembre biernos autoritarios hacia finales del siglo xx.
de 2010. En todos los casos, el entorno inter- En un volumen de 2004, Volker Perthes y
nacional ha sido con frecuencia determinante sus colaboradores explican la relación entre
en el desarrollo de dinámicas económicas, el cambio de élite y los cambios socioeconó-
sociales y políticas, aunque los objetivos y las micos en varios países árabes. Un denomina-
consecuencias de esa interacción son muy dor común que se desprende de los casos ahí
distintos según el país. El examen se desarrolla tratados es que buena parte de la experiencia
en torno a tres áreas temáticas: la economía, histórica que define a las élites políticas en
la violencia y la política exterior. Ninguna se el mundo árabe se relaciona con factores
explora exhaustivamente; tampoco se trata a externos, como el conflicto regional o los
todos los países que se han visto sacudidos por compromisos con actores internacionales,
las sublevaciones, ni a los actores y las fuerzas sean gobiernos, instituciones financieras o
del exterior que han incidido en ellos. Con aliados no estatales. Por último, como bien
todo, se espera, a partir de esas tres esferas in- apunta Sarah Bush (2015, p. 13), “aunque en
terdependientes, ofrecer elementos de análisis muchos casos las influencias internacionales
generales que permitan explorar la interacción en la política interna pueden ocurrir sin pre-
del escenario interno con el internacional y, sión internacional deliberada, las presiones,
específicamente, la presencia del exterior, en directas o indirectas, son importantes en todas
los reordenamientos internos de los países las áreas temáticas antes mencionadas, incluso
árabes de la “Primavera”. mediante instituciones internacionales, diplo-
Theda Skocpol, en su obra clásica States macia de Estado a Estado, redes de defensa
and Social Revolutions, ha subrayado la im- transnacionales y comunidades epistémicas”.
portancia del contexto internacional para el En los países árabes, la presión internacional
desarrollo de los sistemas políticos; las estruc- a menudo tiene efectos polarizadores en la
turas económicas y políticas internacionales política interna. En algunos casos, el efecto
impactan los procesos y las instituciones na- es deliberado, en otros no, pero en todos, casi
cionales durante un proceso revolucionario o inevitablemente, la presión internacional en

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lo que se refiere a una transición de un sis- ECONOMÍA Y POLÍTICA


tema político a otro, o a una crisis política o
revolucionaria, empodera a algunas fuerzas Medio Oriente es una región donde el peso
dentro de la política interna sobre otras, ayu- de la ideología económica global ha sido
dando a fuerzas económicas sociales o políticas grande; en particular las políticas económicas
particulares a efectuar cambios, o a aferrarse neoliberales cuentan ahí con larga trayectoria.
a la continuidad. Los regímenes autoritarios siguieron políticas
En la presente reflexión se reconoce e neoliberales desde la década de 1970; todos,
integra plenamente la agencia de los actores además, fomentaron el “capitalismo de com-
locales en el proceso de cambio, transición y padrazgo” (crony capitalism) asociado a la
crisis política. Asimismo, este ejercicio analí- liberalización de la economía, que a su vez
tico no se limita a las relaciones interestatales, contribuyó en buena medida a instituciona-
sino que integra un ángulo sociológico que lizar el autoritarismo. Ciertamente, el grado
considera las transformaciones de la escena en el cual los diferentes regímenes pudieron
internacional mediante la presencia y mani- explotar esos procesos neoliberales de las
festación concreta de las sociedades (locales economías para fortalecer su base interna de
y transnacionales como tribus, comunidades apoyo –o por lo menos el statu quo– varía
religiosas, redes mercantiles cosmopolitas, mi- según el país del que se trate.
grantes o élites) en el juego regional y mundial. Hacia finales de 2010, y en el marco del
La preeminencia del Estado –en el mundo cambio generacional, las diferentes catego-
árabe como en cualquier otro lugar– es en rías sociales en estos países se movilizaron,
gran parte construida y a menudo ficticia, y por razones diferentes, para terminar con las
las trayectorias históricas son particularmente fuerzas parásitas y depredadoras que habían
variadas de una sociedad a otra dependiendo bloqueado el potencial de desarrollo capitalista
de los contextos políticos y económicos. Ello acumulado durante décadas. Los regímenes
no significa que sean obsoletos o débiles de autoritarios de partido único o hegemónico
manera obvia ni en todos los planos. En reali- fueron, pues, desde el inicio, el primer blanco
dad, los Estados árabes nunca están ausentes, de las protestas. Estos movimientos reclama-
y tienen capacidades relativas de imponerse ron en sus orígenes el ejercicio de libertades
y ser eficaces (Fawcett, 2017). El único ma- democráticas, pero ante todo reivindicaron el
tiz, no menor, lo ofrece la multiplicidad de valor de la dignidad humana en las relaciones
actores estatales, pero también no estatales y del Estado con la sociedad. Los levantamien-
transnacionales, que a menudo compiten y tos masivos y populares en Oriente Medio
colaboran con el Estado en el marco de las y Norte de África, en la segunda década
oportunidades y los límites provenientes del del siglo XXI, tuvieron lugar en el contexto del
escenario externo. desgaste de la ideología neoliberal, lo que

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algunos e­ specialistas denominan “el periodo conocen déficits públicos e índices de pobre-
posneoliberal” (Harris, 2003; Grugel y Rig- za abrumadores, el decremento importante
girozzi, 2012). de los ingresos provenientes del turismo, así
Sin embargo, los gobiernos no solo han como la caída de las inversiones y la reserva
sido incapaces de adoptar a la fecha reformas de divisas. Este panorama socioeconómico
estructurales asociadas de manera sistemática oscuro ocurre en el marco de la ralentización
a una estrategia de desarrollo socioeconómi- de la economía mundial, los bajos precios del
co y de justicia social perdurable, sino que el petróleo (alrededor de 50 dólares el barril) y
momento de transformación en el mundo la fragmentación de los mercados regionales
árabe se acompaña de un fuerte impulso a las que impide a las empresas beneficiarse de
políticas neoliberales (Dixon, 2011), como los economías de escala.
casos de Egipto y Túnez ilustran tan emblemá- Asimismo, el impacto de las exigencias
ticamente. A siete años, una dura paradoja se sociales a favor de la justicia económica se
confirmó: las sublevaciones, en buena medida ha visto atenuado, si no es que anulado, por
motivadas por los efectos nefastos de las prác- el alineamiento de los intereses económicos
ticas económicas asociadas al autoritarismo del dominantes con la estructura de los regímenes
sistema político, han hecho aún más severas la políticos (El-Dahshan, 2013; Minoui y Forey,
crisis de reservas, el desempleo y la pobreza, 2013). Esto puede asociarse con la debilidad
y dificultado el pluralismo político. Desde de las instituciones (en términos de fragmen-
el comienzo de la “Primavera” en 2011, la tación y polarización del sistema político y
región ha experimentado una desaceleración los partidos políticos), la cual en ocasiones
en el crecimiento y, más recientemente, una tiende a favorecer la persecución de políticas
fuerte presión fiscal por los bajos precios del neoliberales (Farouk, 2013). Igualmente, en
petróleo. Así, por ejemplo, el crecimiento de el mundo árabe la participación de la socie-
Túnez y Egipto se ha estancado alrededor de dad civil en la elaboración de políticas ha sido
2 % (Séréni, 2017); la deuda externa de Egipto muy limitada, por no decir nula. Las fuerzas
aumentó 7,8 % durante el primer trimestre del que podrían desafiar a las élites, como sindi-
año 2017 (Middle East Monitor, 2017a); en catos y partidos de izquierda, se encuentran
Túnez, en 2016, representaba casi el 55 % del sumamente debilitadas por procesos como
PIB (Portail du Ministère des Finances, 2015; la desindustrialización, las crisis económicas
Mohsen, 2017). Siria enfrenta una situación prolongadas y la represión política pasada
muy similar desde 2013 (Haidar, 2013), y presente. De esta manera, como sugieren
mientras que las reservas del Banco Central Kienle y Ettinger (2013) en su estudio de
sirio han ido en caída libre desde ese mismo los gobiernos islamistas de la postransición
año (Gobat y Kostial, 2016). En Libia, los –Egipto y Túnez–, “detrás de la afirmación
bajos precios del petróleo y la baja producción cosmética [de los partidos islamistas] de su
no han facilitado la recuperación económica voluntad de trabajar por la justicia social y
(Gazzini y El-Amrani, 2016). Todos los países combate a la pobreza, se esconde una gran

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similitud con las políticas de los antiguos dólares en apoyo del nuevo gobierno golpis-
regímenes”. Ningún jefe de Estado tiene los ta, militar, encabezado por el general Abdel
recursos necesarios para hacer algo realmente Fatah al-Sisi (Lynch, 2013). Desde el verano
distinto; todos han sucumbido nuevamente de 2013, Egipto había recibido ayuda econó-
a las presiones de organizaciones financieras mica por parte de Arabia Saudita, Kuwait y
internacionales, y se han vuelto receptores los Emiratos Árabes Unidos, por más de 60
de fondos y programas de ayuda y préstamos mil millones de dólares.
que responden más a los intereses políticos y Por su parte, la Junta Ejecutiva del Fon-
de seguridad de terceros países. do Monetario Internacional (FMI) aprobó, el
En efecto, además de las presiones re- 11 de noviembre de 2016, un acuerdo para
sultantes del estado de la economía mun- otorgar 12.000 millones de dólares a Egipto
dial, actores estatales externos contribuyen en apoyo a los programas de reforma econó-
a dificultar la vida político-institucional. Lo mica. Los funcionarios del FMI expresaron su
hacen al brindar a sus aliados partidistas una preocupación y temor de que los puntos de
variedad de formas de apoyo que incluyen vista de los delegados parlamentarios egipcios
préstamos financieros; uno de los casos más reflejaran la opinión pública, y que el Gobier-
contundentes en este aspecto es Egipto (Has- no de Morsi eventualmente modificaría la
san, 2016; Middle East Monitor, 2017b). En política en un esfuerzo por obtener el apoyo
Egipto, Mohamed Morsi, islamista electo en parlamentario y popular. Se trata de ilustra-
2012 a la presidencia después de la caída de ciones contundentes de la manera como el
Hosni Mubarak, firmó acuerdos con Qatar exterior aumenta la probabilidad de que las
para trabajar en proyectos en Egipto por un nuevas autoridades en los países en transición
valor de 18 mil millones de dólares (Minis- o crisis gobiernen nuevamente secuestrando a
try of Foreign Affairs, 2012). Poco después, sus sociedades, en contraparte de una nueva
los países del Golfo, opuestos a la política de práctica de redistribución de recursos.
Qatar y su cercanía a Irán y a la Hermadad Los acuerdos comerciales y las sanciones
Musulmana en la región, retiraron masiva- son otros factores del sistema internacional
mente sus inversiones de Egipto (Ali, 2013). que contribuyen a aumentar la penetración
A pesar de que Morsi no era particularmente económica de las grandes potencias, y la
proiraní, el peligro que para Riad representa vulnerabilidad de los Estados. Un ejemplo
la participación de los islamistas en el juego temprano del efecto de la política de sancio-
democrático determinó la decisión de acabar nes lo ofrece Siria. El 18 de agosto de 2011,
con ese Gobierno. El 3 de julio de 2013, el el presidente estadounidense Barack Obama
presidente Morsi fue derrocado por el ejérci- pidió al presidente sirio Bashar al-Asad de-
to egipcio. Pocos días después de la caída de jar el poder. Ese llamado se acompañó de
Morsi, Arabia Saudí, Emiratos Árabes Unidos sanciones contra el sector energético, cuyo
y Kuwait prometieron 12 mil millones de objetivo último, el cual comparte la Unión

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Europea2, era preparar el terreno para provocar los servicios secretos que controlan su engra-
el caos económico y que fuese la penuria la que naje. Los bienes de las principales figuras del
provocara el derrocamiento del régimen. Este régimen fueron decomisados sin transparencia
depende mucho de la producción de petróleo alguna, como lo explica el economista sirio
que, si bien es baja (Siria exportaba solamente Samir Aïta (2013 p. 166). En consecuencia,
110.521 barriles de petróleo diariamente), las sanciones contribuyeron de manera per-
podía financiar un tercio de su presupuesto versa a debilitar a la oposición, haciendo la
anual, además de que le permitía mantener vida de la insurgencia mucho más difícil y
varios subsidios. Por su parte, en mayo de dependiente de la ayuda externa. Más tarde,
2011, la Unión Europea decretó sanciones, en marzo de 2013 y ante la ausencia de un
que endureció sucesivamente; además, im- mecanismo que evaluara el impacto de las
puso un embargo sobre las exportaciones e sanciones aplicadas desde 2011, la Unión
importaciones de productos petroleros. Pero Europea decidió autorizar a la “coalición” de
antes de afectar a la cabeza del régimen y a sus la oposición a vender petróleo bruto, lo que
principales figuras, las sanciones perturbaron desató naturalmente luchas intestinas entre
a la Banca Comercial de Siria, principal banco sus diferentes componentes armados para
(público) del país, también al Banco Central controlar los pozos. Pocos observadores en-
y al comercio exterior (también es cierto que, tonces notaron que esa decisión controvertida
a raíz de las sanciones europeas en su sector autorizaba igualmente a los miembros de la
petrolero y la toma de poder de los principa- Unión Europea y la “coalición” a “comprar
les campos de petróleo por parte del “Estado o extender su participación en las empresas
Islámico” y grupos kurdos, el Gobierno sirio en Siria involucradas en el sector de la indus-
dejó de obtener ingresos en moneda extran- tria petrolera, de exploración, producción o
jera, mientras que la destrucción de la mayor refinación”.
actividad económica fue reduciendo aún más Otro ángulo de los muchos que deben
sus ingresos fiscales). Dado que Siria se en- considerarse en el tema de la evolución de las
contraba ya bajo sanciones estadounidenses sociedades son las economías de guerra. Los
parciales desde 2003, las medidas comerciales conflictos internos tienden a prolongarse para
y bancarias de Europa de hecho reforzaron satisfacer los apetitos económicos y financie-
los mecanismos que nutren las finanzas del ros de los empresarios de la guerra. Un caso
régimen. Así, el contrabando con Líbano emblemático es Líbano, país que a la fecha
rápidamente reemplazó a las importaciones recibe más de un millón de refugiados sirios.
oficiales, lo que benefició financieramente a Por un lado, Beirut es incapaz de proponer

2
El 23 de mayo de 2011, la Unión Europea decidió suspender todos los programas de ayuda a Siria en los sec-
tores de desarrollo y programas energéticos (construcción de plantas eléctricas), en protesta por la represión de las
revueltas.

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una ­estrategia de gestión de la grave crisis de informes generalizados en contra sobre su


humanitaria debido a la división de la clase existencia, y las repercusiones negativas que
política sobre el apoyo que se debe brindar al ha tenido esa interferencia, como la de desatar
régimen de Bashar al-Asad o a sus opositores. batallas feroces entre las milicias en guerra. La
Por otro lado, los indicadores macroeconó- Unión Europea ya adiestra a los guardacostas
micos muestran que Líbano también se be- libios para evitar la partida de los migrantes
neficia de la guerra en Siria. Aunque el sector a Europa, mientras que sus Estados miem-
del turismo se ha visto seriamente afectado, bros todavía no instauran una distribución
el aumento de la demanda de productos de equitativa de migrantes o incluso refugiados
consumo impulsa la producción local, incluida en su territorio.
la agrícola (Picard, 2016). En un panorama en el que gobiernos y
La migración es otro tema que muestra lo sociedades deben lidiar con un “capitalismo
determinante que puede llegar a ser el exterior global estancado” que se opone al surgimien-
para su evolución. Los millones de refugiados to de nuevas democracias y a la transferen-
sirios en Irak, Turquía, Jordania y Líbano; cia pacífica de la autoridad, y en el que la
palestinos en Siria, Jordania y Líbano; libios inestabilidad social y el colapso económico
en Túnez y Egipto, se vuelven un factor más son una realidad o una amenaza latente, las
de inestabilidad y presión sobre los servicios preferencias de la sociedad se radicalizan y
públicos que penan por recuperarse, a la vez hacen a los Estados particularmente frágiles
que son portadores de proyectos nacionales. El ante la influencia y las presiones del sistema
tema migratorio destaca en el envenenamiento internacional, tanto como a presiones nacio-
de la crisis libia que provoca la interferencia nalistas y populistas desde dentro. En diversos
extranjera luego de la caída de Muammar grados, la mala situación económica de Túnez,
Gadafi en ese país, en octubre de 2011. Libia Egipto, Bahréin, Siria y Yemen los ha hecho
es vía de tránsito privilegiado hacia Italia. Los particularmente vulnerables a las presiones
flujos han ido en aumento y luego, este vera- del exterior, ya sean gobiernos, organismos
no, han sufrido una brusca caída, la cual se ha internacionales, el capitalismo global, o redes
explicado por la política de Roma. Italia firmó de grupos étnicos y religiosos transnacionales.
un acuerdo el 21 de mayo con Libia, Chad
y Níger para crear nuevos centros de recep- VIOLENCIA Y GUERRA
ción en estos dos países, además de los que ya
existen en Libia. Asimismo, desde el verano La labor de la sociedad civil en Yemen, Siria,
de 2017 se reportó que el Gobierno italiano Libia, Egipto y Bahréin no es solamente un
estaba financiando a milicias libias para que despliegue de fuerzas políticas preexistentes
detuvieran el contrabando de personas y su o la puesta en práctica de preferencias anta-
arribo masivo a las costas italianas (Kington, ño reprimidas; refleja el origen y la evolu-
2017). Roma niega estas afirmaciones a pesar ción acelerada de nuevas realidades políticas

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(prácticas, percepciones, alianzas), y nuevos acontecimientos del 11 de septiembre de 2001


tipos de violencia, que nadie había previsto, y proporcionaron el pretexto para continuar por
que el sistema internacional ha contribuido a ese camino. La ayuda de Washington a los
atizar y fragmentar. Desde esta perspectiva, la dictadores en la “guerra contra el terror” ha
persistencia de la violencia estatal, así como sido, pues, una constante. En Yemen, donde
la evolución y fragmentación de la violencia desde 1991 se consolidó progresivamente un
social, son reflejo de la dialéctica permanente sistema autoritario y corrupto dominado por
entre unidad e implosión de los movimientos la red clientelista en torno al presidente Ali
sociales en contexto revolucionario (Bozars- Abdalá Saleh, las alianzas en política exterior
lan, 2015). La naturaleza y trayectoria de la ataron al país a los efectos perversos tanto
violencia estatal y social varía, según factores del combate encabezado por Estados Unidos
como la influencia del cambio de élite en la contra el terrorismo islámico global, como de
reformulación de las relaciones entre el ejército la importación del modelo urbano del Golfo
y el poder civil, las experiencias coloniales y (prácticas que también han hecho estragos
poscoloniales, la legitimidad del Estado, la particularmente en Siria, Líbano y Jordania
intervención de terceros países, el peso de desde hace casi un decenio) (Balanche, 2012).
actores no estatales y transnacionales, y el La confluencia de esas políticas agudizó la
combate al terrorismo, entre otras. brecha social y minó la cohesión nacional.
Ahora bien, los líderes militares han Evidentemente, la guerra contra el terroris-
luchado por conservar su autonomía y, en la mo es solo una guerra en sentido figurado.
mayoría de las ocasiones, lo han conseguido. Primero, porque no se puede ganar: como es
De hecho, muy pronto en los países árabes de terrorismo, no hay adversario que pueda ser
la “Primavera” el ejército apareció como un derrotado y con el que sea posible firmar un
vector de orden frente a los “nuevos peligros de tratado de paz. Sin embargo, la palabra tie-
la transición”: la inestabilidad política, el caos ne un significado simbólico que no tiene en
económico y el islamismo yihadista. Respecto otros usos metafóricos, como la lucha contra
a este último tema, la guerra contra el terro- el hambre, porque en el caso del terrorismo, el
rismo emprendida de manera burocrática y ejército está fuertemente involucrado. Las
policial prosiguió, lo cual contradice la política críticas de grupos de derechos humanos y de
de democratización y respeto de los derechos periodistas en Estados Unidos, Gran Bretaña,
humanos, sin ser por ello más eficaz, además Francia y otros países desarrollados contra el
de que contribuye a reforzar una vez más el financiamiento de defensa a proyectos de segu-
poder y la impunidad del poder ejecutivo y el ridad en Egipto y sus vecinos árabes, incluido
presidencialismo autoritario. En Oriente Me- el apoyo a la policía, el sistema de justicia penal
dio, desde la década de 1980 se había intensifi- y el tratamiento de menores detenidos no han
cado la represión de los regímenes autoritarios logrado contenerlo, a pesar de las denuncias
contra las fuerzas de oposición islamistas; los continuas sobre violaciones sistemáticas y

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masivas de derechos humanos por parte de los capital. Tres gobiernos, dos parlamentos, un
regímenes y sus fuerzas de seguridad contra sinnúmero de milicias, fuerte presión migra-
la población civil (desapariciones rutinarias, toria, esclavitud y campos de concentración
tortura de detenidos y encarcelamiento de para migrantes de África subsahariana, suma-
oponentes políticos y periodistas) (Gaouette, do a una catastrófica situación humanitaria
2017; McVeigh, 2017; Bahout, 2017). marcan a Libia a seis años de la intervención
El “2011 árabe” ha revelado lo fina que de la OTAN y el derrocamiento de Gadafi. En
puede ser la línea entre la violencia y el esta- Egipto, Bahréin o Yemen la democracia fue
do de guerra. En Libia hay una multitud de sacrificada en los primeros tiempos por la
guerras civiles, ya que las líneas de fractura consolidación autoritaria del poder militar,
son diversas y múltiples: regionales, locales, debido en buena medida a un recurso débil
tribales, exkaddafistas o consideradas como e incoherente al derecho internacional por
tales (Haimzadeh, 2017). Ghassan Salame, parte de los poderes regionales y mundiales.
representante especial y jefe de la misión de En el caso de Siria, una de las preguntas más
la ONU en Libia desde junio de 2017, se ha recurrentes concierne a la naturaleza de la
referido al macrosistema de depredación que oposición a Bashar al-Asad que, para algunos,
se ha adueñado de ese país norafricano, del no es sino un embrollo de “rebeldes” afiliados
colapso de los servicios públicos y de cómo el a Al-Qaeda y, para otros, una nebulosa dema-
país pierde de 400 a 500 millones de dólares siado fragmentada y complicada de descifrar
al mes en todo tipo de tráficos. Salame tam- (Ramírez y Ruiz de Elvira, 2013).
bién ha exhortado a las grandes potencias a Siria, pero también Yemen, son ejemplo
dejar de interferir en los asuntos libios (Centre de uno de los desafíos principales que plantea
d’actualités de l’ONU, 2017). No sorprende. el entorno internacional actual para la media-
En el ámbito político, en Libia, la ONU se ción: su naturaleza cambiante. Es bien sabido
apresuró a reconocer la legitimidad del Go- que desde la década de 1970 claramente los
bierno del Acuerdo Nacional encabezado por esfuerzos internacionales para promover la
Fayez al-Sarraj en el oeste del país (donde está liberalización política en la mayoría de los
la capital Trípoli), mientras que en el oriente países de Medio Oriente han sido, en el mejor
gobierna el Ejército Nacional Libio del general de los casos, mediatos y, a menudo, combi-
Jalifa Hafter. Las dos figuras han competido nados con esfuerzos internacionales enérgicos
por obtener legitimidad de los actores inter- para promover el statu quo autoritario. Pero
nacionales. En este contexto de divisiones y la distribución multipolar del poder que ca-
militarización de la sociedad, la ONU participó racteriza desde hace algunos años al sistema
en negociaciones maratónicas para formar un regional de Medio Oriente mina la capacidad
Gobierno de acuerdo nacional. Este se instaló de los países y organismos internacionales de
en Trípoli en marzo de 2016, pero, a pesar de la influir de manera efectiva y coordinada en las
legitimidad que le confiere su reconocimiento dinámicas políticas locales de las transiciones.
internacional, apenas logra imponerse en la Así, es claro que la violencia ha sido en buena

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medida producto de las agendas y la distribu- países árabes principalmente sunís, iniciaron
ción de poder internacionales, tanto como de en marzo de 2015 bombardeos aéreos para
la omisión e inacción de las grandes potencias restaurar el gobierno de Hadi. Esa coalición
y organismos internacionales. En Siria, el titu- recibe apoyo logístico y de inteligencia de
beo de los países occidentales y las potencias Estados Unidos, Reino Unido y Francia3. En
regionales de coordinarse para proveer el tipo efecto, ambas partes del conflicto, principal-
de apoyo correcto en el momento justo tuvo mente la coalición internacional, combaten
como una de sus principales consecuencias el con poco o nulo respeto por la población
permitir que fuentes indeseables se volvieran local, estrangulando en repetidas ocasiones el
las principales suministradoras de armas y flujo de ayuda y productos básicos a las áreas
dinero a los rebeldes. Con el relevo en la Casa controladas por sus rivales.
Blanca en enero de 2017, pareció que Estados La violencia en sus diversas manifes-
Unidos buscaba tener una política más aser- taciones también se ha visto atizada por la
tiva que la de su antecesor Barack Obama. participación de actores no estatales, a la vez
En realidad se observa más continuidad que que estos se alimentan de los efectos de la re-
cambio. La ausencia de Estados Unidos en presión interna y de amenazas regionales para
la parte noroccidental de Siria, donde Rusia continuar su participación militar directa en el
tiene el control, es al día de hoy patente. La marco de las “crisis revolucionarias” y las gue-
intervención rusa desde marzo de 2015 ha rras. Uno de esos actores es el Hezbolá libanés,
convertido a Siria, desde el punto de vista grupo político y milicia que ha participado
militar y energético, en una suerte de protec- abiertamente con sus hombres y armas en el
torado de Moscú (Macaron, 2017). conflicto del lado del régimen en Damasco,
En cuanto a Yemen, el país está siendo de- por una necesidad estratégica dictada por la
vastado por una guerra entre las fuerzas leales República Islámica de Irán, su patrocinador
al Gobierno internacionalmente reconocido (Picard, 2016).
del presidente Abdrabbuh Mansour Hadi y En los esenarios arriba descritos, el bajo
los aliados al movimiento rebelde Houthi; este perfil de los organismos regionales está muy
último, que en enero de 2015 tomó posesión lejos de contribuir a devolver la estabilidad,
de la capital Sanaa, defiende a la minoría mu- pues no ofrecen mecanismos de condicio-
sulmana chií zaidita y recibe alguna ayuda de nalidad. Los países árabes no tienen los ca-
Irán. Obsesionados por “el proyecto iraní” nales institucionales regionales con los que
en la región, Arabia Saudita y otros ocho contaron, por ejemplo, las transiciones a la

3
Cerca de 17 millones de yemenís, de una población de alrededor de 25 millones, necesitan ayuda humanitaria
urgente. Cuatro millones sufren de malnutrición aguda. La guerra civil ha matado a diez mil civiles desde 2015,
50 mil heridos desde marzo de 2015, la mayoría en ataques aéreos por parte de una coalición multinacional. El
espectro del hambre ha sido resultado de la guerra, a la vez que un arma.

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democracia en Amérca Latina en las décadas en el marco de la crisis y guerra en Siria, se


de 1980 y principios de 19904. puede notar que la ideología del tercermun-
A esta situación, que apunta a la existen- dismo y la no intervención pudo convertirse
cia de una distribución multipolar del poder en un tema de división y fractura, y no de
internacional, se agrega la multipolaridad ideal común o de utopía como lo había sido
ideológica en Medio Oriente (Gause, 2015). en décadas anteriores (Dot-Pouillard, 2012).
Un caso ilustrativo de la misma es lo que ha Un ejemplo interesante de esta evolución son
ocurrido con la dimensión tercermundista y las diatribas y apologías que suscita el papel
de “resistencia al imperialismo” en los proce- del Hezbolá libanés en la guerra en Siria. En
sos revolucionarios en curso. Ese eslogan se Túnez, por ejemplo, sectores importantes de
asoció de manera emblemática al concepto la sociedad, influida por teorías conspirati-
de revolución en el mundo árabe en las dé- vas, rechazaron las posiciones del Gobierno
cadas de 1950 y 1960, incluso a las imágenes islamista y del presidente Moncef Marzouki
de la invasión anglo-estadounidense de Iraq (de 2011 a 2014), que favorecían a los revolu-
en 2003 (Dot-Pouillard, 2012). En el con- cionarios sirios. Un caso más de las divisiones
texto revolucionario actual, su presencia ha que la guerra en Siria ha provocado se observa
sido menor. Los posicionamientos de varios en el seno de una parte de la oposición y de
sectores sociales en los países a favor de la los intelectuales del mundo árabe, de Siria en
intervención o de una protección firme por particular, una doble postura de rechazo a la
parte de fuerzas militares extranjeras ilustran dictadura y a la protección internacional –esta
que un valor como el de la independencia última asociada con el imperialismo– no está
puede revertirse en coyunturas críticas como muy alejada de la de algunos intelectuales, ana-
la crueldad de la represión o de una guerra listas y gobiernos latinoamericanos (Albaret
(Ayoob, 2004; Telhami, 2013). De hecho, y Devin, 2016; Herrera, 2012)5. Si bien los

4
Durante la década de 1980, la Organización de los Estados Americanos (OEA) no utilizó la amenaza de ­sanciones
contra, digamos, la represión o el fraude electoral; realmente no tenía una política activa de promoción de los d­ erechos
humanos u otros temas asociados con el juego democrático que podría haber definido los costos y beneficios para los
actores involucrados en la transición. Sin embargo, durante los procesos de transición en América Latina, la naturaleza
y las características de la integración regional se han motivado para desencadenar reformas políticas y económicas y
canalizar el apoyo a las transiciones. Con el fin del orden bipolar, los países de América Latina han sido menos reacios a
considerar la relevancia de las acciones y las instituciones que promueven la democracia, a pesar de una larga tradición
de “no intervención” en la región. Dos documentos representaron la disposición real de los países miembros de la
OEA para apoyar a este organismo en la promoción de las prácticas democráticas y el respeto al orden constitucional:
la Declaración de Santiago sobre Democracia y Confianza Ciudadana: Un Nuevo Compromiso de Gobernabilidad
para las Américas (1991), conocido como “Compromiso de Santiago”, y el Protocolo de Washington (1992).
5
Desde el inicio de la guerra en Siria, países como Venezuela, Brasil y Argentina han oscilado entre la franca
hostilidad contra los rebeldes sirios y el apego a una solución negociada con el régimen de Damasco. Por su parte,
si bien los países del llamado “Sur” se han convertido en un principio de organización, de referencia y de posicio-
namiento de las Naciones Unidas, no han logrado integrar plenamente a estos actores.

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rápidos cambios en el entorno internacional En general, las transiciones políticas


pueden a veces proporcionar oportunidades hacen que las políticas exteriores sean menos
inesperadas para el compromiso de gestión predecibles y estables (Whitehead, 1996).
de conflictos, suelen también ser desestabi- Como señalaron Nohlen y Fernández en su
lizadores, en la medida en que complican análisis del comportamiento exterior de países
las tareas de formar coaliciones, presionar de latinoamericanos, la influencia que un cambio
manera coordinada y cohesionada para ins- significativo en el liderazgo o el sistema polí-
tar a las partes a replantearse sus posiciones, tico puede tener en una política exterior, así
y ofrecer alternativas reales a las poblaciones como en la definición de intereses nacionales,
y sus liderazgos. puede ser indirecta o directa, parcial o com-
En ese contexto de poder difuso y frag- pleta, significativa o insignificante, y puede
mentado, reflejo de un sistema internacional ocurrir durante el proceso de su formulación
multipolar en transición, el interés interna- o de su aplicación (1991, pp. 230-231). Por
cional en cualquier conflicto particular pa- tanto, ya sea que se hable de continuidad o de
rece disminuir. Así, al menos, lo demuestra cambio, la pregunta es saber en qué aspectos
la secuencia poco gloriosa de planes de paz se produce dicha continuidad, transformación
para Siria desde 2011, intentos de acuerdos o ajuste. Además, la relación entre un cierto
dispares y oblicuos, sin consecuencia práctica tipo de régimen político y la política exterior
eficaz, para encontrar una salida al conflicto. es particularmente compleja y está lejos de ser
inequívoca, mucho menos durante las tran-
POLÍTICA EXTERIOR siciones políticas críticas que conducen a un
alto grado de incertidumbre. Esta es la razón
Desde su instauración en los años 1950- por la que las áreas de política exterior no se
1960, la naturaleza de los regímenes árabes ven afectadas del mismo modo o en el mismo
ha sido extremadamente personalista; eso ha grado cuando cambia el régimen o cuando
hecho que sus relaciones exteriores, por lo atraviesa por una fuerte inestabilidad. Los
menos las regionales, sean muy personales, cambios tienden a ser más obvios en el área
esto es, que se vean condicionadas en buena político-diplomática y simbólica que en el área
medida por la personalidad de quien ocupa estratégica, donde las percepciones y posicio-
el poder ejecutivo; dicho de otra manera, las nes tradicionales siguen siendo más o menos
instituciones estatales, entre ellas el Ministe- las mismas, particularmente con respecto a
rio de Asuntos Exteriores, se han visto muy los intereses y las disputas territoriales. En
involucradas en los juegos y las rivalidades de este sentido, por ejemplo, el hecho de que los
liderazgo regionales. Con todo, es necesario islamistas hayan encabezado las transiciones
examinar la política exterior como parte de la en Egipto (en la Presidencia de la República
reformulación del juego político interno en de junio de 2012 a julio de 2013) y en Túnez
los países de la Primavera Árabe. (en coalición gubernamental, desde octubre
de 2011 con algunas interrupciones) no ­tornó

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“islamistas” sus políticas externas. Con la bre- reacciones de Turquía, Arabia Saudita e Irán
ve presidencia de Mohamed Morsi, y bajo el ante los levantamientos árabes entre 2011 y
Gobierno encabezado por el partido Ennah- 2016 respalda, más bien, la hipótesis de que
da, el islam fungió como factor legitimador los actores de la política exterior apoyan en
de decisiones particulares en circunstancias países vecinos estructuras políticas similares a
específicas, y como instrumento para recobrar las de ellos, debido principalmente a razones
autonomía frente al exterior (Dawisha, 1985; de legitimación interna y externa (Sten, 2015).
Tawil, 2014). En sus programas, declaraciones Las opciones en el exterior de países
y literatura, los islamistas han querido demos- como Túnez y Egipto, donde el estatus de
trar que sus creencias no son incompatibles transición combina en diversa medida tanto
con las normas internacionales de derechos valores relativos a la liberalización, como la
humanos, y si bien persiste la ambivalencia ausencia de un equilibrio institucional, han
en su concepción de esos derechos (El Fegiery mostrado varias facetas de ambigüedad que
2012), el islamismo tiene tendencias a la pueden explicarse tanto por la reformulación
emancipación y la inclusión, como a la into- del juego político interno y la inercia insti-
lerancia y exclusión. El caso único de Túnez, tucional, como por cuestiones de balance de
y su contraste con otros países de la región, poder regional e internacional (Tawil, 2014).
recuerda que el papel y lugar de la religión en Los gobiernos o regímenes que no han
la vida social nunca es fijo, sino que cambia sido derrocados, que se han aferrado al poder a
continuamente. costa de desatar crisis prolongadas, sino es que
Desde esta perspectiva, no se puede re- la guerra civil, han desplegado lo que podría
ducir la explicación a una supuesta esencia llamarse una “política exterior de crisis”; es
inmutable y determinista de las identidades el caso de Bahréin, pero más aún de Yemen o
étnicas y confesionales, como tampoco al Siria. En este último país, si bien es incorrecto
supuesto de que la expresión de esas identi- atribuir el nacionalismo diplomático defensivo
dades, y sus efectos, se debe meramente a su de los Asad desde la década de 1970 al auto-
instrumentalización por parte de actores y ritarismo del régimen o a la ideología baasista
fuerzas externas (Malmvig, 2015). Así, casos exclusivamente, es un hecho que la diplomacia
como el del Hezbolá, o la obsesión por hacer siria ha sido parasitaria de las acciones de otros.
del islam el principal referente explicativo de Esto no solo se refiere al conflicto con Israel,
los sacudimientos internos en estos países, se sino a la imbricación de dinámicas conflic-
mencionan en algunos análisis que adoptan tivas múltiples en la región, así como de las
un enfoque geosectario para explicar la com- contradicciones y los fracasos de las políticas
plejidad de la guerra en Siria, y de otras crisis, de las grandes potencias. El carácter confesio-
así como para anunciar el “fracaso” de las re- nal que adquirió la dinámica de seguridad en
voluciones. En realidad, ese enfoque, aunque Oriente Medio a partir de la caída de Bagdad
no es erróneo, ofrece una imagen por lo menos en 2003, y la guerra interna que estalló hizo
incompleta de la realidad. Una mirada a las que la ­dinámica de ­seguridad regional desde

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entonces y hasta ahora gire principalmente en narios en política exterior tanto de islamistas
torno a la división entre sunismo y chiísmo como de fuerzas y partidos seculares, y su
conque se reforzó la permeabilidad del siste- comportamiento político y relación con los
ma regional ante las redes de actores y fuerzas valores democráticos, están determinados en
transnacionales que condicionan la política buena parte por las acciones y actitudes de
exterior de los países árabes, y que borran las sus interlocutores locales e internacionales
divisiones entre los niveles de análisis local, (Adraoui, 2014)6.
regional e internacional (Noble, 2008). Por último, otro ángulo desde el cual se
Es cierto que aunque las reivindicaciones pueden observar los vínculos entre el proceso
de los grupos sociales movilizados son esen- de transición política y el contexto interna-
cialmente internas, hay también la exigencia cional en la esfera de la política exterior lo
formular políticas exteriores más autónomas. ofrece la agenda de derechos humanos. Si
Basta recordar que a pesar de las políticas de bien el régimen internacional de derechos
Egipto y Jordania de acercarse, e incluso so- humanos nunca ha sido perfecto, durante
meterse, a las exigencias de Israel, los actores la década de 1990 y en el cambio del nuevo
no gubernamentales en estos dos países impi- siglo parecía descansar en un consenso. En
dieron de manera efectiva toda normalización contraste, hacia el “2011 árabe”, ese régimen
con ese país. La ola de protestas en el mundo parece haber pasado por una transformación
árabe puso al tema palestino en segundo pla- rápida y profunda en maneras que parecen,
no solamente de manera temporal, y es justo por un lado, fortalecer la protección de los
decir que hasta que no se resuelva, la región derechos humanos y, por otro lado, mermar
no conocerá la estabilidad y tendrá poca paz, los esfuerzos. Se pueden identificar dos pro-
arrastrando en la incertidumbre generada por cesos simultáneos o paralelos que explican
el conflicto regional con Israel a los procesos esto: el auge de los populismos y el declive
de transición democrática en marcha. La ética del multilateralismo.
diplomática de cualquiera de los regímenes A partir de 2011 se confirmó, en el com-
en el poder aspira a detener el imperialismo portamiento de los gobiernos árabes, pero
y resarcir injusticas del colonialismo. La cons- también de Israel y Turquía, la fuerza del mo-
trucción de representaciones relacionadas con delo que vincula a la religión con una forma
el espacio global sigue estando definida por creciente de políticas populistas (Schmitter,
la defensa de los “hermanos palestinos”, y el 2016). Esta evolución se acompaña de retroce-
desafío a la “arrogancia” y la “doble moral” sos democráticos en el plano global, así como
de los países occidentales. Los ajustes doctri- del debilitamiento del multilateralismo. En

6
Tomar conciencia de ciertos discursos, juicios y reacciones como respuesta a las variaciones en el entorno
exterior no equivale, para Adraoui, a presuponer una definición clara y preestablecida del interés nacional que los
islamistas, o cualquier otro grupo político, desean promover. Se debe reconocer la sociología del actor político, sus
contradicciones, su capacidad de evolución, la relación con su sociedad y su ideología.

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efecto, en los países árabes de la “Primavera”, lítica nacional. Aunque, como ella sostiene, la
consolidar Estados que garanticen libertades presión internacional no siempre tiene éxito
públicas y sociales para todos no es tarea fácil, –de hecho, puede provocar una reacción vio-
entre otras razones, porque el resto del mundo, lenta contra la influencia extranjera, así como
incluidos países europeos y Estados Unidos, otras consecuencias involuntarias– es induda-
parecen alejarse de esa dirección. Asimismo, blemente una variable importante que explica
desde hace por lo menos quince años se ha la conducta de la política interna y exterior
venido reforzando un multilateralismo más en muchos países al día de hoy.
declarativo que sustantivo, concreto y vincu- Los episodios de la interacción entre
lante. El embate contra el multilateralismo ha contexto internacional, por un lado, y diseño
provenido de la globalización de expresiones institucional, dinámicas socioeconómicas y
soberanistas y populistas que bloquean los in- políticas, por el otro, que se han planteado
tentos de concertación mundial en diferentes aquí ilustran la diversidad de la noción de
áreas, como sucedió en las décadas de 1950 y “contexto internacional” y su impacto relati-
1960 de la Guerra Fría. vo, a veces decisivo, en los reordenamientos
sociales e institucionales internos de diversa
CONSIDERACIONES FINALES índole. Desde el estallido de las sublevaciones
populares en países árabes no ha habido un
En este texto se argumentó que para entender solo caso en los levantamientos –con, qui-
los “procesos revolucionarios”, las transiciones zás, la excepción muy parcial de Túnez– en
y las crisis políticas en el mudno árabe desde el que los factores internacionales no hayan
2011, es indispensable tener presentes cambios sido decisivos para su desarrollo o resultado.
mundiales y reordenamientos históricos. Gou- Existen notables semejanzas entre todos los
revitch (1986) observó los diversos ejemplos casos, incluso en aquellos países que aquí se
que ofrece la historia acerca de la incidencia exploraron menos, como Bahréin: las élites
de un acontecimiento internacional o la in- tratan de beneficiarse de los cambios en el
jerencia de un Gobierno sobre las institucio- contexto internacional para promover refor-
nes o decisiones políticas internas de otro; o mas políticas y económicas que la adaptación
de fenómenos como los flujos del comercio a las transformaciones del mundo exterior
internacional que disparan transformaciones demanda, de suerte que la distribución del
institucionales y políticas en el orden interno. poder mundial y el debilitamiento de algu-
Recientemente, Sarah Bush (2015) reconocía nos regímenes internacionales, como el de los
de manera oportuna que la presión internacio- derechos humanos, han sido elementos que
nal puede ser ejercida por actores estatales o intervienen de maneras concretas y específi-
no estatales, puede dirigirse a actores estatales cas en el diseño de las nuevas reglas del juego
o no estatales y puede involucrar medios mi- interno y del comportamiento hacia el exte-
litares o no militares. Además, puede influir rior. En varios países, las políticas asociadas
prácticamente en cualquier aspecto de la po- a la transición han tenido lugar en el plano

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