LA FLECHA DE EROS

Gerardo Arenas
RESUMEN

la búsqueda de lo singular es una constante de la doctrina analítica. (9) Y que los diversos
reordenamientos teorico-clinico que atravesó el psicoanálisis son modos de recuperar esa
orientación privilegiada.
(11)

La técnica psicoanalítica entraña una absoluta sumisión a la singularidad…

la sumisión de Freud a lo singular es más radical, ya que él no solamente exhorta a que en la

experiencia se deje de lado el saber analítico propone al analista el desafío de abordar cada sesión
como la primera, del analizante y orientarse por lo que en ese momento pueda moverse en su
interior (17)

El descubrimiento freudiano implica que todo acto psíquico comienza como inconsciente y que la
verdad del mismo no es universal, sino singular. La predilección de los analistas por los detalles
íntimos y por lo carente de sentido. Freud plantea como apreciar y emplear los detalles. (18)

La orientación freudiana
Hay un llamamiento de Freud a que el analista, en busca de lo singular, se ocupe de los detalles
(19) EL DESEO DEL PSICOANALISTA ES EL DE ATRAPAR LA SINGULARIDAD DEL ANALIZANTE, es
singularidad que Freud, empleando una expresión de Schopenhauer, llama “EL NÚCLEO DEL
PROPIO SER”
¿En qué consiste ese núcleo? el núcleo del propio ser es para Freud, de punta a punta de su obra,
sinónimo de moción no sabida, de impulso que busca su satisfacción en las sombras, se trata de
una voluntad que nos habita sin que lo sepamos.

Freud propone respetar la peculiaridad del analizante, ya que en última instancia ese desenlace es
indiferente. El análisis conduce a despejar, localizar, y gracias a ello, a identificar y reconocer el
núcleo del propio ser, así confronta al analizante con aquello que lo hace único y que le es mas
propio, pero que pese a eso desconoce. (21)
El ser cuyo nucleo se busca es singular… cuando se trata de un ser singular debe discernirse que
hace de ese ser algo único, inapreciable, irremplazable, como dice Lacan. ESE NÚCLEO A DE SER
UN ESO [X] ACERCA DEL CUAL ESE SER, Y SOLO ÉL, PUEDA DECIR: “YO SOY UN ESO (X)” ACERCA
DEL CUAL ESE SER, Y SOLO ÉL, PUEDA DECIR: “YO SOY ESO”.

¿Por qué incumbirá eso al psicoanalista? Para responder, hay que recordar que dice Freud al
comienzo de su obra acerca de esa x
● Que consiste en mociones inconscientes,
● Que estas son inaprensibles para el preconsciente
● Y por eso constituyen una compulsión

Una moción de deseo es una voluntad, y que sea inconsciente significa que lo que nos hace únicos
es un querer que nos habita sin que lo sepamos. Decir que el nucleo de nuestro ser son nuestras
mociones de deseo inconscientes equivale a afirmar que somos lo que, sin saberlo, queremos.
Decir que no podemos aprehender esas mociones significa que el nucleo de nuestro ser es
inasequible para las palabras, que somos algo que no se deja nombrar. y esas mociones
constituyen una compulsión porque implica que ese Kern nos maneja y que su eficacia se
manifiesta en forma incesante, perentoria o sea que somos aquello que nos gobierna” (21)

El nucleo de nuesto ser, entonces, es para FREUD una voluntad que, sin que lo sepamos, nos
habita, nos gobierna y es refractaria a las palabras. ES UNA COSA SINIESTRA, UNA SUERTE DE
POSESION PARADOJICA. POR UN LADO ESE KERN ES INQUIETANTEMENTE EXTRAÑO, PERO
TAMBIEN ES LO MAS PROPIO. LO QUE NOS HACE SER QUIENES SOMOS. En la raíz de nuestros
sueños y síntomas yace ese palpitante núcleo que insiste y nos habita, que nos gobierna y nos
caracteriza. Por eso Freud considera wue ese nucleo nos incumbe a los analistas y que la meta de
los analistas consiste en alcanzarlo es decir EN LLEGAR A SER ALLI DONDE ESO ERA

La acción analítica

La dimensión de lo singular y contingente donde se incribe la meta del análisis (la X buscada, propua
de no mas de uno) se opone tanto a la de lo universar y necesario, correspondiente al significante,
S, que es mas de uno, como a la de lo vacio e imposible característica del sujero, que opera como
uno en mas respecto del sginificante, y que las dos ultimas son perfectamente compatibles entre si.
(27)