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ÁMBITO FARMACÉUTICO
Historia de la farmacia
Dalí «científico»
Las ciencias biomédicas en la obra del pintor ampurdanés
S
alvador Dalí era un hombre extravagante y Dalí y la ciencia
complejo, que vertió en sus cuadros, y también
en sus escritos, su mundo interior y sus fantasías, La ambivalencia daliniana se refleja en su actitud ante
utilizándolas para alcanzar el éxito. Sus declara- la ciencia. Dalí era un hombre que leía mucho, y se
ciones dejan siempre una sensación extraña: combina sintió atraído por las obras de los científicos. Algunos
una lógica implacable y observaciones muy sensatas con de sus cuadros sugieren que supo descifrar y entender
opiniones insólitas, frases delirantes y actitudes narcisistas. el pensamiento científico del siglo XX, y citaba fre-
Nunca se sabe si está hablando en broma o en serio, y cuentemente a Freud, Heisenberg y Stephen Haw-
hay que poner en cuarentena cuanto dijo, escribió y pin- king. Otras veces, como siempre sucede con Dalí,
tó. Le encantaba llamar la atención, no podía pasar inad- surge la parodia y una versión trivial, banal y extrava-
vertido, y deformó tanto su verdadera personalidad que gante. Algo parecido sucede con su obra pictórica,
la ocultó tras gestos y actitudes que forman parte insepa- que incluye una docena de obras geniales y un mon-
rable de su figura pública. Muchas veces se deja-
ba llevar por sus fantasías y acto seguido, de re-
pente, respondía con suma sensatez y demostra-
ba que se conocía muy bien y que era
consciente del origen psicológico de su histrio-
nismo y exhibicionismo: el conflicto con el pa-
dre y la figura del hermano fallecido, de quien
heredó el nombre.
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tón de obras relamidas, además de la infinidad de fal- tica, la evolución y el origen de la vida, y las matemáticas.
sificaciones que inundan el mercado daliniano. Pocos Los últimos años de su vida se interesó mucho por la teo-
personajes han hecho más por sepultar sus obras de ría de las catástrofes del matemático René Thorm, y leyó
mérito en un alud de vulgaridades, por lo que resulta atentamente La historia del tiempo, de Stephen Hawking.
casi imposible discernir entre lo verdadero y lo falso, Estaba suscrito a muchas revistas científicas y se inspiraba
lo valioso y lo vulgar. en los artículos que leía para pintar sus cuadros.
En sus relaciones con la ciencia, Dalí parece unas ve- En los años treinta, Dalí se interesa por la óptica y la
ces una persona bien informada y otras, muchas, un frí- posibilidad de que los lienzos acojan dobles imágenes e
volo y un ignorante. Posiblemente fue todas esas cosas a ilusiones ópticas: El hombre invisible (1929), Durmiente,
la vez, pues una de las paradojas dalinianas es la de haber caballo, león invisibles (1930), Rostro paranoico (1935), Es-
desarrollado al mismo tiempo varias personalidades. El paña (1937), El enigma sin fin (1938). La teoría cuántica
psicoanálisis, que tanto le sedujo, busca la integración de de Plank inspiró Mercado de esclavos con la aparición del
la psique, pero Dalí dejó en libertad sus contenidos irra- rostro de Voltaire (1940). La teoría atómica y la energía
cionales e inconscientes y les permitió deambular por su nuclear inspiraron otras obras de ese período: Idilio ató-
personalidad y sus lienzos, sin integrarlos ni canalizarlos, mico y uránico melancólico (1945), Equilibrio intraatómico de
por lo que los estudiosos de su vida y de su obra termi- una pluma de cisne (1947), La desmaterialización de la na-
nan, tarde o temprano, abrumados: Dalí hizo todo lo riz de Nerón (1947), Las tres esfinges de Bikini (1947) y
contrario que el resto de mortales, por lo que, al liberar Leda atómica (1949). Esta última obra se inspira en la
sus diferentes personalidades, ha dejado un legado de di- teoría atómica y en el Tratado de la divina proporción de
fícil digestión, en el que conviven aspectos antagónicos Luca Pacioli, que Dalí leyó con mucho interés. El cua-
que las personas se esfuerzan por integrar. dro no es una obra improvisada, sino el fruto de mu-
La biblioteca de Dalí incluía un centenar de libros, llenos chas horas de estudio y trabajo. Dalí reelabora el mito
de anotaciones y comentarios, sobre física, mecánica cuán- de Leda, poseída por Júpiter y transformada en cisne, y
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