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San Miguel, 03 de septiembre de 2019

INTRODUCCIÓN
En este presente trabajo se dará a conocer lo que es el retraso metal, ya que
demos de entender que esta trastorno se da en todo tipo de persona como afecta
y que se puede hacer, se presentaran sus distintas etapas históricas así mismo
sus diferentes clasificaciones ya que es importante saber todo esto ya que con
ello podemos saber como interactuar con personas que padecen este trastorno,
con ello también se quiere dar a entender y dar a conocer como se pude actuar
con estudiantes que poseen este trastorno para así mejorar eficazmente su
educación y los recursos que se utilizaran.
¿Qué es retraso mental?
El retardo mental (también conocido como retraso mental o deficiencia mental)
es una afección que se diagnostica antes de los 18 años de edad y supone que
el individuo que lo padece presenta un funcionamiento intelectual que se ubica
por debajo del promedio.

El retardo mental está formado por una serie de trastornos de naturaleza


psicológica, biológica o social, que determinan una carencia de las habilidades
necesarias para la vida cotidiana.

Por lo general, se considera que una persona sufre retardo mental cuando su
funcionamiento intelectual es inferior al coeficiente intelectual de 70-75 y cuando
presenta limitaciones significativas en dos o más áreas de las habilidades
adaptativas.
Los médicos apenas logran detectar la razón específica del retardo en el 25% de
los casos. Cabe destacar que estos trastornos afectan a una porción de la
población mundial que representa entre el 1 y el 3%.
Es posible establecer distintos grados de deterioro a partir del retraso mental,
desde el retardo leve o limítrofe en el que los individuos afectados de este
adquieren tarde el lenguaje, pero la mayoría alcanzan la capacidad de
expresarse en la actividad cotidiana, de mantener una conversación y de ser
abordados en una entrevista clínica.
La mayoría de los afectados llegan a alcanzar una independencia completa para
el cuidado de su persona (comer, lavarse, vestirse, controlar los esfínteres), para
actividades prácticas y para las propias de la vida doméstica, aunque el
desarrollo tenga lugar de un modo considerablemente más lento de lo normal.
Las mayores dificultades se presentan en las actividades escolares y muchos
tienen problemas específicos en lectura y escritura. Sin embargo, las personas
ligeramente retrasadas pueden beneficiarse de una educación diseñada de un
modo específico para el desarrollo de los componentes de su inteligencia y para
la compensación de su déficit.
La mayoría de los que se encuentran en los límites superiores del retraso mental
leve pueden desempeñar trabajos que requieren aptitudes de tipo práctico, más
que académicas, entre ellas los trabajos manuales semicalificados hasta el
retardo con profundo deterioro en el que La mayoría de los individuos con este
diagnóstico presentan una enfermedad neurológica identificada que explica su
retraso mental.
Durante los primeros años desarrollan considerables alteraciones del
funcionamiento sensorio motor. Puede predecirse un desarrollo óptimo en un
ambiente altamente estructurado con ayudas y supervisión constantes, así como
con una relación individualizada con el educador.
El desarrollo motor y las habilidades para la comunicación y el cuidado personal
pueden mejorar si se les somete a un adiestramiento adecuado. Algunos de ellos
llegan a realizar tareas simples en instituciones protegidas y estrechamente
supervisados. Sin embargo, los especialistas prefieren no centrarse en el grado
de retardo y trabajar en la intervención y cuidados para mejorar la calidad de vida
del sujeto.

La disminución de la capacidad de aprendizaje, la falta de curiosidad, la


incapacidad para responder en la escuela y la persistencia del comportamiento
infantil son algunos síntomas del retardo mental.
Entre los factores de riesgo vinculados a la aparición de retardo mental aparecen
las anomalías cromosómicas, genéticas o metabólicas, las infecciones (como la
toxoplasmosis congénita (la infección se le puede pasar a un feto si la madre
resultó infectada durante el embarazo. Se propaga al feto a través de la placenta.
La mayoría de las veces, la infección es leve en la madre. La mujer puede no ser
consciente de que tiene el parásito. Sin embargo, la infección del feto puede
ocasionar graves problemas. Los problemas son peores si la infección se
produce a comienzos del embarazo. La encefalitis o la meningitis, comúnmente
están causadas por virus o bacterias. Comúnmente, el sistema inmunitario
corporal puede contener y vencer una infección. Pero si la infección pasa al
torrente sanguíneo y luego al líquido cefalorraquídeo que rodea al cerebro y la
médula espinal, puede afectar los nervios y viajar al cerebro y las membranas
circundantes causando inflamación. Esta inflamación puede dañar o destruir
neuronas y causar sangrado cerebral) la desnutrición, los traumatismos
(considerados un conjunto de lesiones internas o externas provocadas por
violencias externas al organismo, pueden variar desde una lesión única no
complicada hasta lesiones múltiples en extremo complejas.) y la exposición
intrauterina a las anfetaminas, cocaína u otras drogas.

Existen diversas residencias y centros hospitalarios donde prestan atención a


personas con capacidades intelectuales por debajo del promedio. Se trata de
ofrecerles un medio en el cual les resulte más sencillo adaptarse a las
actividades que se llevan a cabo, para así poder tomar las riendas de su vida y
sentirse autónomos, dentro de los límites de cada uno.
Las familias en las que uno de sus integrantes presenta un retraso mental
significativo suelen luchar para propiciarles toda la ayuda que necesitan,
haciendo el esfuerzo de estar siempre en pie y con una sonrisa, para no
demostrar lo mucho que sufren.
El terror de cualquier padre de un niño con deficiencias mentales es pensar en
dejarlo solo y que no pueda valerse por sí mismo. Los seres humanos somos
hostiles con los más débiles y tenemos una peligrosa tendencia a aprovecharnos
de los demás, sin hacer distinción ni mostrar compasión alguna.
Para evitar estos riesgos, es aconsejable acercarse a una residencia
especializada, incluso años antes de considerar una internación permanente,
dado que allí los pacientes encuentran un nivel de comprensión e integración
mucho mayor que en la calle y tienen más oportunidades de desarrollar sus
capacidades.

Faces históricas del retraso mental:


Cuando se estudia la evolución del pensamiento científico en relación con este
tema, se aprecia que la información disponible es escasa, y se hace difícil
encontrar el punto de partida, sin abordar las enfermedades mentales en general.
El primer peldaño en el estudio de las enfermedades mentales, puede
considerarse colocado por el médico griego Alcmaeon de
Crotón (aproximadamente en el año 500), al plantear que el órgano del cuerpo
donde se captaban las sensaciones, se generaban las ideas y se permitía el
conocimiento, era el cerebro. Aunque su concepción no se atiene íntegramente
a las implicaciones de este órgano, tuvo la agudeza de descubrir su importancia.
Esta idea fue posteriormente tomada y desarrollada por Hipócrates, el padre de
la medicina (460-377). En su opinión los desórdenes mentales eran
consecuencia de enfermedades del cerebro, e intentó explicar de forma
coherente todas las enfermedades mentales a partir de causas naturales este
constituyó uno de sus principales méritos. En sus escritos menciona la
anencefalia, así como otras malformaciones craneales asociadas a un severo
retraso mental (RM).
Se conoce también que las leyes de Esparta y de la Antigua Roma, incluían
medidas sobre el exterminio durante la infancia de los niños severamente
retrasados. En contraste con esta actitud, los líderes religiosos asiáticos, de los
que son exponentes el reformador de la religión persa Zoroastro (628-551) y el
filósofo chino Confucio (551-479), abogaban en sus enseñanzas por un
tratamiento humano para los retrasados mentales.
Es inevitable y necesario vincular el desarrollo de la ciencia al desarrollo
histórico-social, ya que ambos están estrechamente relacionados. El desarrollo
de la ciencia se vio frenado por los dogmas religiosos; todo lo que fuera en contra
de ellos era considerado sacrilegio y herejía y, por tanto, severamente castigado.
En esa época se consideraba que los enfermos mentales eran criaturas
poseídas del demonio y los únicos medios de curación eran la tortura y la
hoguera. En la Europa medieval solo se podían considerar “afortunados” los
retrasados mentales cuando eran vistos como “bufones” o “abortos de la
naturaleza”. A pesar de esto, ya en esta época Avicena (980-1037), el más
célebre de los médicos árabes, plantea una clasificación de las enfermedades
mentales, en la cual incluye el término amencia, para designar el retraso mental.
Hacia finales del siglo XIV y principios del XV, se conjugaron una serie de
factores que contribuyeron a incrementar el desarrollo científico frenado durante
tantos años, y se inició la época del Renacimiento.
Durante esa época del renacimiento le corresponde a Félix Platter (1536-1614),
profesor de anatomía y medicina de Basilea, el mérito de aplicar medidas
precisas de observación, en relación con los enfermos mentales. Platterintentó
clasificar todas las enfermedades incluidas las mentales; puede considerarse un
precursor en este sentido. En su clasificación introduce el término de
imbecilidad mental, con diferentes categorías. Poco después, en 1667, el
anatomista y médico inglés Thomas Willis (1621-1675), introduce el término
morosis para denominar el RM. Lo que a pesar de lo inhumano del término
representó sin dudas un logro en sus tiempos.
El RM era considerado como una forma de locura o insania hasta 1689, en
que John Locke (1632-1704), filósofo y médico inglés, establece por primera vez
una clara distinción entre esta y otras enfermedades mentales, lo cual contribuyó
naturalmente a la profundización del conocimiento.
La Revolución Francesa (1789) con su proclamación de igualdad, libertad y
fraternidad entre los hombres, constituyó un acontecimiento de gran importancia.
Sus ideas humanistas alcanzaron a los enfermos mentales, pues a partir de este
momento comenzó a considerárseles como pacientes desde el punto de vista
médico y a tratárseles como tales. Quien inició esta transformación fue el médico
francés Philipe Pinel (1745-1826), cuando liberó de sus cadenas a los pacientes
del hospital de Bicetré en 1793, elevándolos a la categoría de enfermos. El
historiador de la psiquiatría Schmitz plantea que los primeros en desencadenar
a los pacientes e iniciar un tratamiento adecuado fueron los médicos de Valencia
en 1409, donde predominaba una tradición más humanitaria en cuanto al trato
de los pacientes.
Schmitz refiere que el manicomio de Valencia, construido a principios del siglo
XV, gozaba de prestigio por su excelente dirección y métodos clínicos. Este
manicomio fue destruido por un incendio en 1545, y posteriormente, se construyó
un nuevo hospital, en Europa hasta la época de Pinel, era la represión y
segregación de los enfermos mentales y no su tratamiento.
Dado desde entonces, el surgimiento de los servicios psiquiátricos en los
hospitales, lo cual fue entusiastamente aceptado por el neurólogo Sergui S.
Korsakov en Rusia y el fundador de la psiquiatría americana Benjamín Rushen
EE.UU. Todo esto contribuyó a la observación sistematizada de los pacientes, y
por tanto, a la profundización en el conocimiento de estos. Para ilustrar aún más
la situación de los pacientes psiquiátricos (incluidos los de RM).
Aunque no se eliminó totalmente la represión de los enfermos mentales, como
lo demuestra el hecho de que aún a mediados del siglo XIX, el psiquiatra
inglés John Conolly, se pronunciara resueltamente por la supresión de tales
medidas; Indiscutiblemente, la situación del enfermo mental fue mejorando
paulatinamente.
Alrededor de esta época puede considerarse que queda eliminada la magia
como vía fundamental de acceso a la psiquiatría, pero su influencia en el
pensamiento de la época comienza a desaparecer durante el siglo XIX.
A partir de la escala de Binet-Simón, proliferaron ampliamente las pruebas,
comenzaron a perfeccionarse y han llegado a ser actualmente bastante
refinadas y difundidas -aunque posee limitaciones que no es necesario atender
aquí. Es suficiente señalar que no son los test el único medio de diagnóstico del
RM, sino una prueba complementaria que ayuda en el diagnóstico, y cuyos
resultados pueden ser variables pues debe tenerse en cuenta también la
situación concreta y el individuo en particular.
Quedaría sin dudas endeble esta ilustración si no hiciéramos referencia a uno de
los científicos más connotados en el campo de la psicología y la defectología, LS
Vigotski. Creó a partir de una base marxista-leninista una escuela que constituye
el soporte de la enseñanza especial en el mundo. Indiscutiblemente, sus criterios
y puntos de vista, lo identifican como uno de los pensadores más claros y
progresistas en esta disciplina; y lo convierten en un precursor de los logros, y
de la evolución hacia formas de trabajo más optimistas en la educación de niños
deficientes, que garanticen el cumplimiento efectivo del fin fundamental de la
educación especial en nuestros días: lograr la total, plena y activa integración
social de las personas deficientes.

Clasificación

Retraso mental leve


En esta categoría están las personas que poseen un CI entre 50 a 70. Su
pensamiento es muy concreto al nivel de un niño entre 3 y 7 años
aproximadamente, pero son capaces de desarrollar cierta autonomía en la
medida que pueden hacer trabajos muy concretos. Lo padece el 10%,
generalmente estudian hasta el 6º de primaria, pertenecen la mayoría a un nivel
socio económico bajo y fallecen entre 50 a 60 años. Son capaces de manejarse
con mucha independencia en la edad adulta, realizar su trabajo y conformar una
familia.

Retraso mental moderado


Son personas que están entre los 35 a 50 de C.I. Estas personas desarrollan un
lenguaje mas adaptado pero no logran comprender lo que leen. Lo presenta el
7% de la población. Cursan estudios hasta el 2º de primaria, pertenecen al nivel
socio económico bajo y viven hasta los 55 años aproximadamente.

Retraso mental grave


Personas que poseen un CI entre 20 a 35. Tienen importantes trastornos de
lenguaje, el vocabulario es muy limitado y usan las llamadas palabras frases
(dicen agua cuando tienen sed). No llegan a adquirir la escritura. Lo padece el
3% de la población, pertenecen al nivel económico muy bajo, no cursan ningún
grado de estudios primarios y viven hasta los 45 años como promedio.

Retraso mental profundo


Lo poseen personas que tienen un CI 20 o menos de 20. Son personas que no
llegan a adquirir el lenguaje, e incluso tienen dificultades para lograr ciertas
conductas elementales (como vestirse, comer solos; por lo general, este nivel de
retraso aparece junto a otras perturbaciones físicas (trastornos cardiacos por
ejemplo) que llevan a que estas personas no leguen a vivir muchos años. Lo
padece el 1% de la población, no cursan estudios primarios, y viven hasta los 20
años aproximadamente.

Instrucción
Se debe potenciar tanto las destrezas como las habilidades y se pueden
establecer rutinas y normas con las que asuman responsabilidades.
En la escuela educamos para entender y aceptar que somos diferentes y es
importante explicar las diferencias de cada uno en cuanto a cultural, religión,
discapacidad, edad y sexo. Se debe tener en cuenta que una persona con
discapacidad da "pena" por lo que hay que prestar atención a las palabras que
se utilizan y fijarse en la persona y las necesidades que en su condición o
problema, es decir, definir a las personas por si mismas.

Para enseñar a un alumno con discapacidad mental se debe dividir la actividad


en pequeñas etapas.
1 Dar instrucciones sencillas.
2. Establecer metas realistas y alcanzables.
3. Concentrarse en ideas y técnicas concretas.
4. Ser paciente y persistente.
5. Brindar apoyo y aprobación.
6. Fomentar seguridad a través de una sonrisa.
7. Hacer demostraciones, ya que explicando no se logró todo la comprensión.

El profesor debe motivar al alumno en las áreas que le atraigan (arte, literatura,
música) y fomentar los logros que consiga.
Es importante hacer preguntas para ver si el alumno a aprendido y por los
materiales no está demás ya que pueden no ser los adecuados para esa
persona en concreto con ese tipo de necesidades.
Hay distintos tipos de aprendizaje y distintos tipos de educación (Visual, auditiva,
táctil)

La relación profesor-alumno es imprescindible para lograr los objetivos, así


como un ambiente enriquecedor, estimulante, carente de ansiedad donde el
trabajo este estructurado con una información organizada y progresivamente
más compleja.

Propósito
 Adquisición de hábitos de autonomía personal y social.
 Potenciar las posibilidades comunicativas.
 Favorecer la adquisición y aprendizaje de habilidades, destrezas y valores
que garanticen el desarrollo personal.
 Facilitar la adquisición, en primer lugar, de las habilidades académicas
genaralizadas (lectura, escritura, cálculo) y luego de las funcionales.
 Proporcionar orientación de cara a su futura vida adulta y laboral.

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