Sei sulla pagina 1di 2

SIETE CLAVES DE LA MEDIACIÓN PEDAGÓGICA

Gutiérrez y Prado (2006). Las siete claves de la mediación pedagógica.

1. Todo lo que el aprendiente haga tiene que tener sentido para sí.

2. La primera preocupación del estudiante tiene que ser la de aprender a


desarrollar las propias capacidades.

¿Qué implica el desarrollo de las propias capacidades? Implica romper moldes


estereotipados e improductivos y abrir la escuela hacia horizontes que buscan el
desarrollo del ser humano y no sólo llenar la cabeza con mucha información por más
importante y actualizado que sea.

Implica que el educador o educadora sin dejar de ser enseñante – y buenos


enseñantes – tienen que preocuparse ante todo por promover un aprendizaje
centrado en el desarrollo del ser humano y no tanto en el cumplimiento del plan de
estudios.

3. Por el cambio de relaciones pedagógicas ha de lograrse que cada


estudiante se convierta en el interlocutor principal del proceso.

Un discurso pedagógico centrado en la experiencia de las personas interlocutoras


resulta mucho más rico que otro solo centrado en conceptos. Sin interlocución no
hay acto educativo.

4. La intuición del estudiante como punto de arranque de fuerza propulsora


del proceso de aprendizaje.

La intuición, los sentimientos, la emotividad, la imaginación permiten involucrar al educando


vivencial y hasta pasionalmente en su proceso educativo. Al involucrarse de esa manera se
desarrollan en él actitudes vitales, relaciones directas y percepciones insospechadas que
generen interés, compromiso, actitudes positivas, ganas de ser y de vivir. Aprender es mucho
más que comprender, y conceptualizar; es querer, compartir, dar sentido, interpretar,
expresar y vivir.

5. Si el aprendizaje es un hacer, la persona estudiante debe hacer para


desarrollar la capacidad de aprender.

El aprendizaje es un hacer y un hacer con resultados concretos, un hacer como parte importe
de un proceso que se da en la vida cotidiana. Si queremos comprobar, si estamos aprendiendo
la forma más fácil es ver lo que producimos.
6. El proceso educativo será tanto más rico cuantas más posibilidades de
expresión tenga la persona estudiante.

Una de las reglas de oro de la mediación es que “sin expresión no hay educación”. La persona
estudiante que no logra expresarse es porque se mantiene reprimido. El dar y encontrar
sentido no es sólo cuestión de comprensión, sino, sobre todo, de expresión. Crear el clima
propicio para la expresión creadora.

7. Una pregunta exige sus propias formas alternativas de evaluación.

Si buscamos traspaso de información el sistema de evaluación será de fiscalización y control; si


lo que se pretende es la promoción del aprendizaje y la educación del estudiante los sistemas de
evaluación tienen que buscar su participación en el proceso. Nuestra propuesta de evaluación es
la que permite integrar proceso y productos. A mayor riqueza del primero, mejores productos y
cuanto mejores son éstos mayor enriquecimiento del proceso.

Plegaria del Estudiante


¿Por qué me impones
lo que sabes
sí quiero yo aprender
lo desconocido
y ser fuente en mi propio
descubrimiento?
El mundo de la verdad
es mi tragedia;
tu sabiduría,
mi negación;
tu conquista,
mi ausencia;
tu hacer,
mi destrucción...
Humberto Maturana

Potrebbero piacerti anche