Sei sulla pagina 1di 2

El devengado tributario y la necesidad

de su definición en la Ley del Impuesto


a la Renta
El año pasado y el presente, hemos sido testigos de la emisión de diversos Decretos
Legislativos por parte del Poder Ejecutivo que vía delegación de facultades efectuada por el
Congreso de la República ha efectuado significativas modificaciones a la Ley del Impuesto a
la Renta, Ley del Impuesto General a las Ventas y Código Tributario.

Al respecto, el aspecto legislativo más importante en el Impuesto a la Renta de todo este


paquete de Decretos Legislativos, lo encontramos en el Decreto Legislativo N° 1425, que
modifica el artículo 57° de la Ley del Impuesto a la Renta estableciendo la definición del
principio del devengado, el cual al tener una definición autónoma del concepto contable,
respecto del cual no guarda mayor diferencia, permite tener un marco legal que otorga certeza
y predictibilidad en su aplicación en las operaciones de los particulares con incidencia
tributaria.

Así, consideramos que la definición del concepto del devengado, resultaba necesario
establecerlo en la Ley del Impuesto a la Renta ante la diversidad de interpretaciones respecto
de dicho principio que venía aplicando la SUNAT, el Tribunal Fiscal y recientemente el Poder
Judicial con ocasión de la Sentencia en Casación vinculada con los intereses en suspenso,
supuestos de interpretación que generaban confusión en diversos aplicadores del Derecho,
que entendían que habían hasta dos o tres tipos de devengados: el devengado contable, el
devengado jurídico, y el devengado según la jurisprudencia del Tribunal Fiscal, cuando en
realidad el devengado siempre fue uno sólo: el devengado contable al ser la NIC 1 la única
norma que lo definía, hasta la publicación del Decreto Legislativo N° 1425, que define el
devengado y su aplicación respecto de diversas operaciones de los contribuyentes, y ya no,
solamente como un criterio de imputación de los ingresos y los gastos.

En ese sentido, somos de la posición que si bien se podría generar polémica desde el sector
académico y empresarial en relación a la aplicación del principio del devengado previsto en
el artículo 57° de la Ley del Impuesto a la Renta y la definición del devengado contable
señalado en las normas contables, la primera disposición complementaria final del aludido
Decreto Legislativo N° 1425 dispone que para la interpretación del inciso a) del referido
artículo 57° referido al control de los bienes en la Norma Internacional de Información
Financiera NIIF 15- Ingresos de actividades ordinarias procedentes de contratos con clientes,
será aplicación en tanto no se oponga a lo previsto en la Ley del Impuesto a la Renta, con lo
cual se evidencia que los parámetros establecidos en las NIIFs complementarán el devengo
tributario, en tanto no se opongan al tratamiento previsto en el mencionado artículo 57° de la
Ley, y ello por aplicación de lo dispuesto en la Norma IX del Título Preliminar del Código
Tributario que dispone que: “En lo no previsto por este Código o en otras normas tributarias
podrán aplicarse normas distintas a las tributarias siempre que no se les opongan ni las
desnaturalicen”, en consecuencia siempre primará la norma tributaria.
En consecuencia, a partir del 1 de enero de 2019, fecha en la que entra en vigencia la
modificación efectuada por el Decreto Legislativo N° 1425 al artículo 57° de la Ley del
Impuesto a la Renta, el devengado tributario para efectos de la imputación de los ingresos,
aplicable también para la deducción de los gastos tendrá la siguiente definición: “se entiende
que los ingresos se devengan cuando se han producido los hechos sustanciales para su
generación, siempre que el derecho a obtenerlos no esté sujeto a una condición suspensiva,
independientemente de la oportunidad en que se cobren y aun cuando no se hubieren fijado
los términos precisos para su pago.
No obstante, cuando la contraprestación o parte de esta se fije en función de un hecho o
evento que se producirá en el futuro, el ingreso se devenga cuando dicho hecho o evento
ocurra”
Asimismo, el aludido artículo 57° modificado por el Decreto Legislativo N° 1425 establece
reglas para el reconocimiento de los ingresos bajo el principio del devengado en las siguientes
operaciones:

1. Tratándose de la enajenación de bienes


2. Tratándose de la prestación de servicios que se ejecutan en el transcurso del tiempo:
3. Tratándose de la cesión temporal de bienes por un plazo determinado
4. Respecto de las obligaciones de no hacer
5. En las transferencias de créditos cuando el adquirente no asuma el riesgo crediticio del
deudor,
6. En las expropiaciones,
7. En el caso de Instrumentos Financieros Derivados

Potrebbero piacerti anche