A lo largo de la historia siempre han existido muchos interrogante sobre la
creación, el funcionamiento y el objetivo final de las cosas, de estos interrogantes hoy día encontramos que la ciencia, la religión e incluso la filosofía dan muchas respuestas, todos dan fundamentos racionales a simple vista, sin embargo, en el pensamiento del ser humano siempre existe la necesidad de seguir investigando y generar nuevos conocimientos.
¿Cómo podemos determinar que algo es verdadero simplemente porque lo
creemos así?, cada persona desde su perspectiva, razonamiento y pericia cree tener la razón sobre lo que ve y/o analiza, sin embargo, debemos entender que no todas las verdades son absolutas, pues los conocimientos subjetivos en muchos casos permiten obviar los elementos que son muestras de lógica.
Al hablar de mundo externo no se puede pasar por encima de un mundo
interno, pues, si pienso o creo en algo externo no puedo eliminar la existencia o el pensamiento de algo que lo antecede, para este caso, el mundo interno es todo aquello que está inmerso al ser, sus pensamientos, conocimientos, deseos, voluntades, acciones, razonamientos y funcionamientos sistémicos. Cuando nos salimos de funcionamiento introspectivo damos pie al mundo externo, pues lo externo es todo lo que nos rodea y todos los espacios en que nos movemos y lo que nuestros sentidos pueden percibir. En este sentido ambos mundos se requieren entre sí, pero ¿Cómo puedo probar que lo que percibo, pienso y veo es real o es verdad?
La verdad es entonces la concordancia que existe entre lo que se dice, se
piensa y se cree con lo que “es”, se trata simplemente de lo cierto y de lo que no se puede dudar. Desde la filosofía, el concepto de verdad fue y es sin duda uno de los grandes problemas de los cuales es objeto de estudio, desde Aristóteles y Platón, pasando por Descartes y llegando a Heidegger, todos se han ocupado en algún momento de su obra sobre la verdad. Para Platón el mundo en el que vivimos no es más que un reflejo imperfecto de un mundo suprasensible, de las ideas, donde la verdad es un ideal a alcanzar junto a la belleza y el bien.
Podemos distinguir entonces tres grandes teorías sobre la verdad: La primera
es la teoría de correspondencia, pues esta afirma que debe haber una correspondencia entro los hechos del entendimiento y lo real. La segunda teoría es la de la Coherencia, esta se limita a la estructura lógica de la verdad y por último la teoría de consensos, esta teoría entiende la verdad como construcciones sociales.
Establecer la verdad de algo no se trata simplemente de la imposición de un
concepto o interpretación, pues el mundo exterior que decimos entender y vivir es simplemente una ilusión, vanidad y el reflejo de un deseo emanante del pensamiento y los sentimientos.
Por todo lo expuesto es propicio anexar que los sentimientos, deseos y
emociones que son reales para un ser no quieren decir que para el otro lo sea, ya que mientras un ser es feliz otro esta triste, mientras uno nace otro muere, son verdades y son perspectiva de mundos distinto, pero no dejan a un lado la realidad de las cosas, pues sabemos hasta donde nos proponemos saber y vivimos hasta donde nos proponemos vivir, eso no anula el siclo natural de la existencia humana, pues el factor que influye en este ente es la manera como decidimos apropiarnos de nuestra existencia como un acontecimiento único e irreversible, por lo tanto lo externo, interno, lo verdadero, lo ilusorio son muestras de nuestra capacidad de razonar y crear verdades propias de nuestra existencia.
En el caso de los que luchamos por alcanzar un título profesional, al lograrlo,
esto no garantiza que podamos resolver incógnitas, o que nuestro conocimiento sea lo suficientemente efectivo para crear nuevas prácticas administrativas y financieras, sin embargo, todo es posible si nos proponemos a que se materialicen, pues las personas que hoy ejercen grandes cargos y manejan poderes económicos han hecho una brecha y la sociedad espera que se siga sobre ese mismo camino, sin embargo, es posible salirse y crear una nuevo paso, una nueva vía, un nuevo proceso, pero se consigue generando realidades y verdades objetivas, fuera de lo común pero que den resultados efectivos.
En conclusión, puedo decir que el mundo externo y la verdad surgen del
razonamiento, los deseos, los conocimientos y pensamientos que como ser se poseen, todos entrelazados generan verdades, no aceptadas por todos, pero que debe ir acorde con la meta que se desea alcanzar, y el objetivo a cumplir. Hoy somos estudiantes de Administración financiera, mañana no sabemos, pues solo hoy estamos en la construcción de un futuro incierto pero con esperanzas de superar expectativas.