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TRADICIONES, DIMENSIONES

Y FUNDAMENTOS DE LA ESI
Contenidos académicos y
procesamiento didáctico:
Lic. Micaela Zeroli

Directora: Lic. Ruth B. de Lapidus

Se ha hecho el depósito que marca la Ley 11.723.


Están prohibidas y penadas por Ley la reproducción y la
difusión total o parcial de esta obra en cualquier forma, por
medios mecánicos o electrónicos, inclusive por fotocopias,
grabación magnetofónica y cualquier otro sistema de
información sin el previo consentimiento de los autores.
MODULO 1

Tradiciones, dimensiones y
fundamentos de la ESI

Pág 4. OBJETIVOS, CONTENIDOS, INTRODUCCION


Pág 5. ¿De qué hablamos cuando hablamos de sexualidad?
Pág 6. Lectura Obligatoria
Pág 7. La Sexualidad y sus múltiples dimensiones
Ejercicio1
Pág 9. ¿Qué propone la Ley Nº 26.150 del año 2006?
Ejercicio 2
Pág 10. Ejercicio3
Pág 11. Ejercicio 4
Pág 12. Enfoques de la Educación Sexual
Enfoque biomédico
Pág 14. Enfoque moralista
Pág 15. Enfoques emergentes
La Sexología
Pág 16. Enfoque centrado en los temas jurídicos

Pág 17. Video

Pág 18. Enfoque de género


Ejercicio 5
Pág 20. Ejes de la ESI
Pág 21. Reconocer la perspectiva de género
Respetar la diversidad
Pág 22. Valorar la afectividad

Pág 23. Ejercer nuestros derechos


Ejercicio 6
Pág 24. Cuidar el cuerpo
Pág 25. Actividad (de entrega al tutor)
Pág 26. Lectura Obligatoria
Pág 27. BIBLIOGRAFIA

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MODULO 1

Tradiciones, dimensiones y
fundamentos de la ESI

Conocer y reexionar sobre el concepto de sexualidad, poniendo en discusión


nuestras concepciones e ideas y aquellas que fuimos construyendo a lo largo de
nuestra vida.
Abordar la Ley Nº 26.150 sobre la creación del Programa Nacional de ESI, desde
sus fundamentos y orientaciones.
Indagar los enfoques tradicionales y emergentes de la ESI
Analizar los fundamentos y los cinco ejes de la ESI para comprender profunda-
mente el sentido de la integralidad.

CONTENIDOS

Concepto de sexualidad: su dimensión ética, histórica, biológica, psicológica


y afectiva.
Ley Nº 26.150 de creación del Programa Nacional de ESI, sus fundamentos
y orientaciones. Enfoques tradicionales sobre educación sexual y enfoques
emergentes.
Los fundamentos de la ESI: la promoción de la Salud, las personas involucra-
das como sujetos de derecho, la atención a lo complejo del hecho educati-
vo, la integralidad del enfoque de la ESI y sus implicancias
Los cinco ejes para pensar la integralidad del enfoque.

Introducción

En este módulo nos propondremos comenzar con el debate referido a la ESI partiendo
por el concepto de sexualidad, recurriremos a la Ley Nº 26.150 del año 2006 cuando fue
creado el Programa Nacional de Educación Sexual Integral en las escuelas. Analizare-
mos la propuesta que nos brinda, y revisaremos qué cuestiones, aún quedan pendientes
y necesitan abordarse para garantizar el acceso a nuestros alumnos y alumnas a la ESI.
Pensaremos y abordaremos el concepto desde sus dimensiones ética, histórica, biológica,
psicológica y afectiva.
Identicaremos el concepto y la propuesta de la ESI desde los enfoques que han aborda-
do, pasando por los enfoques tradicionales, aquellos que más se alejan de la propuesta
de la ESI hoy, hasta aquellos enfoques que tienen más en común con ella.
A su vez, identicaremos los fundamentos de la ESI basados en la integralidad, desde los
cuales es planteada, pensada y promovida en las escuelas.

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Tradiciones, dimensiones y
fundamentos de la ESI

Finalizaremos el módulo presentando los cinco ejes que propone hoy la ESI: Reconocer
la perspectiva de género, respetar la diversidad, valorar la afectividad, ejercer nuestros
derechos y cuidar el cuerpo. Estos ejes nos acompañarán durante todo el seminario ya
que se propone pensar la ESI desde su integralidad, y si bien los mismos serán tratados por
separado con nes pedagógicos, en la práctica educativa están estrechamente interre-
lacionados.

Es importante que, como docentes, entendamos que la ESI en nuestro país


es Ley y contamos con herramientas fundamentales para implementarla
en nuestras escuelas. A su vez, al ser un contenido transversal nos da la po-
sibilidad y autonomía de trabajar desde cada lugar que nos toca ocupar
en las instituciones. Este seminario se propone acercarlos y acercarlas a la
propuesta de la ESI, poniendo en discusión nuestras propias concepciones
y las que nos han transmitido.

Les deseo un buen camino y aquí estaré para acompañarlos y acompañar-


las. ¡Buen trabajo!
Lic. Micaela Zeroli (autora y tutora)

¿De qué hablamos cuando hablamos de sexualidad?

“La sexualidad estaba y está en todas partes porque es una dimensión de la construc-
ción de la subjetividad que trasciende ampliamente el ejercicio de la genitalidad o una
expresión de la intimidad” (Morgade et al., 2011: 10)

Durante mucho tiempo se creyó que sexualidad era sinónimo de genitalidad o sexo, es
por ello que, los enfoques más tradicionales de la ESI la han planteado desde una mira-
da puramente biologicista como veremos más adelante.
El concepto acuñado por la ley Nº 26.150 del 2006 supera esa noción que la asimila con
la “genitalidad” o a “relaciones sexuales”, entendiéndola desde aspectos biológicos, psi-
cológicos, sociales, afectivos y éticos. Ello implica considerarla como una de las dimen-
siones constitutivas de la persona, y entender que su desarrollo es y será importante para
su bienestar durante toda la vida.

Los lineamientos curriculares para la Educación Sexual Integral elaborados des-


de la creación de la Ley, describen:

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Tradiciones, dimensiones y
fundamentos de la ESI

Este enfoque integral tiene como propósito que la Educación Sexual brinda-
da en las escuelas supere el mero estudio de la anatomía y la siología de
la sexualidad así como cualquier otro reduccionismo, sean éstos de carácter
biológico, psicológico, jurídico, losóco, religioso o sociológico. Supone un
abordaje que debe abarcar las mediaciones socio-históricas y culturales, los
valores compartidos y las emociones y sentimientos que intervienen en los mo-
dos de vivir, cuidar, disfrutar, vincularse con el otro y respetar el propio cuerpo
y el cuerpo de otras personas. Asumir la educación sexual en la escuela desde
esta perspectiva, demanda un trabajo orientado a promover aprendizajes en
los niveles cognitivo, afectivo y ético, que se traduzcan en prácticas concretas.
Las propuestas que apuntan a producir aprendizajes de tipo cognitivo, no
comprenden solamente el suministro de información cientícamente validada
acorde a cada etapa evolutiva, sino también el trabajo sobre los prejuicios y
las creencias que sostienen actitudes discriminatorias y el conocimiento de de-
rechos y obligaciones. Desde este punto de vista, la dimensión cognitiva se ar-
ticula con la ética así como con los aprendizajes en el plano de la afectividad.
Desde la escuela es posible trabajar en pos del desarrollo de capacidades
emocionales como la empatía, valores como la solidaridad y la expresión de
los sentimientos en el marco del respeto a las diferencias.

Graciela Morgade nos explica que las ciencias humanas y sociales vienen aportando hace
tiempo deniciones para entender los sentidos que se involucran entre la dotación mate-
rial de un cuerpo y la forma en que las personas lo viven, lo disfrutan o padecen. La tradi-
ción constructivista discute con aquellas que tienden a reducir la sexualidad a aspectos
anatómicos y siológicos, la cual ha sido predominante durante mucho tiempo. (Morgade
y otros, 2011). Nuestra intención es revisar aquellas tradiciones que estuvieron presentes en
la forma de entender (y abordar) la sexualidad, y nos centraremos, obviamente, en lo que
ha pasado en la escuela, sin desconocer, por supuesto, que no ha sido la única institución
en la que nos hemos formado.

Lectura: Morgade, G., Baez, J., Zattara, S. Díaz Villa, G. (2011) “Presentación”.
En Morgade, G. (comp.). Toda educación es sexual. Buenos Aires: La Crujía.
Disponible en carpeta de archivos compartidos

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Ejercicio 1

Hasta lo trabajado hasta aquí, les solicitamos que registren recuerdos, comenta-
rios, ideas que desde el sentido común han escuchado a lo largo de su trayectoria
como alumnos/as y también como docentes sobre la mirada de la ESI. Los mismos
serán importantes para realizar los demás ejercicios y la consigna nal del Módulo

La Sexualidad y sus múltiples dimensiones

Tal como señalamos, la sexualidad es una trama de múltiples dimensiones que abarcan
toda nuestra vida como seres humanos, es mucho más que aspectos biológicos que,
aunque también forman parte, es solo una de las múltiples dimensiones con las que nos
encontramos, las cuales desarrollaremos brevemente.
En los valiosos materiales que el Ministerio de Educación de la Nación ha elaborado en
estos años desde la implementación de la ley, se señalan:

-Dimensión biológica: hace referencia a los procesos anátomo-


siológicos vinculados con la sexualidad, la conformación del cuer-
po desde el embarazo, el parto, el desarrollo en las diferentes etapas
evolutivas de nuestra vida y sus transformaciones. Los modos en que
representamos al cuerpo, a los órganos sexuales, la genitalidad, la
reproducción, las etapas vitales. A su vez, también lo relacionado a
aquellos contenidos que se reeren a la prevención y promoción de
la salud.

-Dimensión sociocultural e histórica: reere a pensar en el sujeto


entramado desde prácticas socioculturales, dentro de las cuales cre-
cemos y donde nos formamos en las diversas características de nues-
tra sexualidad. Esto está condicionado por el momento histórico en
el que vivimos, los hábitos, costumbre, tradiciones, leyes que regulan
nuestra vida y los espacios en los que nos desenvolvemos.
Nos interpela a pensar la sexualidad desde una perspectiva sociocul-
tural en la que visualizamos diversas formas de ejercer la masculinidad
y la femineidad a lo largo de la historia; la familia, su organización y
estructura, la construcción social e histórica del ideal de belleza del
cuerpo, etc.

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fundamentos de la ESI

-Dimensión psicológica: aquellos procesos que conforman el


cuerpo y el psiquismo en las relaciones familiares y sociales, constru-
yendo una identidad sexuada.
El aporte que realiza la psicología y el psicoanálisis nos plantean con-
ceptos importantes para entender los modos en que nos hacemos va-
rones o mujeres, en la forma de relacionarnos con otros y otras, la con-
formación de la familia, el ejercicio de la maternidad y la paternidad,
la forma en que nos vinculamos con nuestras parejas, la construcción
de nuestra identidad, etc.
A su vez, esta dimensión abarca la afectividad, la construcción de la
autoestima, la forma en que resolvemos conictos, la manera o estilo
en que nos relacionamos con otros/as y cómo expresamos nuestros
sentimientos y emociones.

- Dimensión ética: nos referimos a aquellos valores que adquirimos


a través de nuestra crianza, cultura y religión, y que son parte cons-
titutiva de la sexualidad y las formas de vivirla. De ello depende la
construcción de formas positivas de ejercer nuestra sexualidad y de
relacionarnos con los y las demás. La escuela resulta un lugar impor-
tante donde nos encontramos cotidianamente con otros y otras y
aprendemos a convivir y a respetarnos. Esto plantea la posibilidad de
poner en juego la dimensión afectiva que se encuentra relacionada
con la dimensión psicológica y ética, y es imposible de entender por
fuera de ellas.
Es importante aclarar que, todas estas dimensiones se encuentran ar-
ticuladas entre sí, y pensar la sexualidad desde todas ellas nos plantea
la complejidad desde la cual se plantea el enfoque de la ESI.

Ache elaborado por alumnos y alumnas de una escuela secundaria


de Entre Ríos 8
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Ejercicio 2
Visualicen el siguiente video “Educación Sexual Integral: Sexualidad y escuela” y luego:
Revisen en su experiencia como alumnos/as o docentes, momentos en los que puedan
identicar la idea de sexualidad vista desde una concepción más bien biologicista, ¿Qué
recuerdan? ¿Pueden relatarlo? (Esta actividad servirá de insumo para la actividad obliga-
toria de este módulo)

¿Qué propone la Ley Nº 26.150 del año 2006?


“Establécese que todos los educandos tienen derecho a recibir educación
sexual integral en los establecimientos educativos públicos, de gestión estatal
y privada de las jurisdicciones nacional, provincial, de la Ciudad Autónoma
de Buenos Aires y municipal. Creación y Objetivos de dicho Programa.”

La Ley promulgada en Octubre del 2006 está compuesta por once artículos que exponen
la manera en que se organizará el programa de Educación Sexual Integral en las escuelas
de todo el país. Exponemos brevemente los temas que se proponen:

Derechos de los educandos de todos los establecimientos públicos y privados;


Cómo se entiende la Educación Sexual
Creación del programa de ESI enmarcado en leyes y programas
Objetivos del programa:

Incorporar la educación sexual integral dentro de las propuestas educativas orien-


tadas a la formación armónica, equilibrada y permanente de las personas;

Asegurar la transmisión de conocimientos pertinentes, precisos, conables y actua-


lizados sobre los distintos aspectos involucrados en la educación sexual integral;

Promover actitudes responsables ante la sexualidad;

Prevenir los problemas relacionados con la salud en general y la salud sexual y


reproductiva en particular;

Procurar igualdad de trato y oportunidades para varones y mujeres.

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Destinatarios
Inclusión de la ESI en cada proyecto Institucional
Mención de la elaboración de los lineamientos curriculares básicos del programa
que deban respetarse y articularse: “La denición de los lineamientos curriculares básicos
para la educación sexual integral será asesorada por una comisión interdisciplinaria de
especialistas en la temática, convocada por el Ministerio de Educación, Ciencia y Tec-
nología, con los propósitos de elaborar documentos orientadores preliminares, incorporar
los resultados de un diálogo sobre sus contenidos con distintos sectores del sistema edu-
cativo nacional, sistematizar las experiencias ya desarrolladas por estados provinciales,
Ciudad Autónoma de Buenos Aires y municipalidades, y aportar al Consejo Federal de
Cultura y Educación una propuesta de materiales y orientaciones que puedan favorecer
la aplicación del programa.”
Los medios que destinará cada jurisdicción para la implementación del programa
Se prevé la destinación de espacios dedicados para la formación de familias

Ejercicio 3
Lean la Ley Nº 26.150, identiquen cada artículo y analicen si en la institución en la que se
desempeñan, se cumple y en qué “medida”. Algunas preguntas que pueden orientar el
análisis: ¿Se implementa el programa ESI? ¿De qué manera? ¿Hay talleres o propuestas
para las familias? ¿Y para los docentes?

Leonor Faur se pregunta, “(…) ¿qué signica educar en sexualidad? ¿Hasta qué punto los
adultos/as tenemos capacidades y posibilidades de transmitir contenidos que promuevan
comportamientos saludables en este terreno? ¿Cómo podemos promover los derechos
de “los educandos” con responsabilidad? ¿Qué procesos debemos atravesar los docen-
tes para lograr transmitir contenidos signicativos respecto de la sexualidad y que sean, a
la vez, respetuosos de los chicos, las chicas y de sus derechos?” (Faur, 2007: 1)

Estas preguntas son muy valiosas para poder ir identicando cómo la escuela (y los y las
docentes) deben trabajar con la ESI. La autora nos dice que la educación sexual es una
educación “para ser” más que “para hacer”, ya que se relaciona con la vida de las per-
sonas y con su forma de estar en el mundo; es por eso que trata de transmitir cuidados,
en vez de moldear comportamientos. Parte del reconocimiento del sujeto, su cuerpo y sus
emociones; y entiende que el cuerpo nutre nuestras experiencias cotidianas, siendo un

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espacio de experiencia, expresión de nuestros sentimientos, y una fuente de emociones


muy diversas que construyen nuestra subjetividad: “(…) educar en sexualidad implica tan-
to ofrecer conocimientos para la prevención de embarazos no deseados e infecciones de
transmisión sexual, como formar en valores, sentimientos y actitudes positivas frente a la se-
xualidad. Una formación así concebida deberá incluir entre sus objetivos ofrecer informa-
ción adecuada y veraz sobre aspectos vitales de la sexualidad, como forma de relación
entre las personas, así como también orientar hacia el acceso a los recursos de salud pú-
blica que permitan vivir la sexualidad de forma responsable, plena y segura” (Faur, 2007: 1)

La autora señala que, la sexualidad es un terreno plagado de dudas, no solo para los y
las adolescentes, sino también para los adultos en general. Y como tales debemos ubicar-
nos en una posición en la que estamos abiertos al aprendizaje continuo, a la revisión de
sentimientos y pensamientos que la temática nos despierta, identicando que lo que nos
ocurre, no sea un obstáculo para acompañar a nuestros alumnos y alumnas.

A veces, de manera implícita o explícita los y las docentes tienden a transmitir sus ideas,
perspectivas, pensamientos o prejuicios sobre la sexualidad a través de la relación pe-
dagógica. Por ejemplo, cuando se alientan conductas disímiles entre varones y mujeres,
cuando se ocultan situaciones de abuso sexual o maltrato que pueden surgir en la familia
o en la escuela; o cuando no hablan de sexualidad ya que se transmite la idea de la se-
xualidad como tabú (Faur, 2007). Debemos estar atentos a que no solo transmitimos desde
el lenguaje verbal, el lenguaje no verbal, lo que elegimos callar, también dejará una hue-
lla, quizá más profunda que lo que elegimos decir.

Educar en sexualidad implica entender que durante mucho tiempo estuvo presente en la
escuela y en la vida de las personas el silencio o la omisión de temas importantes y valiosos
para quienes formamos parte de las instituciones. Veremos esto en las tradiciones o enfo-
ques desde los cuales se ha identicado la educación sexual.

Ejercicio 4
Lean la Ley Nº 26.150 de Creación del Programa de Educación Sexual Integral, y
vuelvan sobre el registro realizado en el ejercicio Nº 1:
¿Qué cuestiones señaladas en sus registro podrían ser “respondidas” desde la
Ley? ¿Qué ideas, comentarios, etc. Que provienen desde el sentido común son
abordadas por esta Ley, y por ende, por el Programa de ESI?

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Enfoques de la Educación Sexual


Identicamos los enfoque como modelos teóricos que “organizan” el proceso de ense-
ñanza, la idea de sexualidad, lo que es necesario y valioso transmitir y lo que no, etc. ¿Qué
se enseña? ¿Quién lo enseña? ¿Dónde, por qué y para qué? ¿Qué sabe quién “enseña”?
¿Qué se aprende? ¿Quién lo aprende? ¿Por qué y para qué? ¿Cómo se “aprende”?,
estos interrogantes que señalan Morgade y otros (2011), son elementos de los discursos
pedagógicos y apuntan no sólo a cómo hacer las cosas sino también a la intención o va-
loración que se otorga a eso que hay que enseñar.

Es importante aclarar que estos enfoques son identicados desde el análisis de distintas
situaciones pedagógicas y que muchas veces en contexto suelen superponerse en una
misma institución e incluso en un/a mismo/a docente. Los primeros enfoques que aborda-
remos serán aquellos que consideramos más alejados u opuestos a la propuesta de la ESI;
y luego aquellos que más se acercan. En todo caso, creemos que es importante identicar
en ellos la mirada que tienen sobre los sujetos, es decir, si se entiende a alumnos/as y do-
centes como sujetos de derechos; si se respeta la diversidad; si se valoran las dimensiones
como la afectividad o la experiencia corporal; si problematizan aquellos vínculos en los
que se genera desigualdad y discriminación.

Enfoque biomédico

Imágenes extraídas de Google

Una de las tradiciones más presente en los programas educativos de todo el mundo, par-
ten de aquel que se conoce como el enfoque relacionado con la biología. Considera que
en la escuela se aborda la sexualidad desde el estudio de la anatomía o la reproducción,
pero separado de las emociones o de las relaciones humanas. Se habla de “reproduc-
ción” y de “genitalidad”, contenidos que se pueden trabajar en Ciencias Naturales o Bio-
logía, según el nivel (Morgade et al., 2011).
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Dicen los autores que, la biologización de prácticas sociales lleva larga data y no es
novedosa, tiende perpetuar las relaciones de poder y de saber. Lo “natural” es algo a
lo que se debe “dominar” si se es digno de ser humano. Además, se suele ligar una pers-
pectiva médica (presente sobre todo desde la pandemia del VIH- SIDA o de la creciente
visualización del embarazo adolescente), que suele identicar en la educación un medio
para “informar” un conocimiento de carácter cientíco y prevenir aquello que es “riesgo-
so” o conductas “peligrosas”.
Nos dicen Morgade, Baez, Zattara y Díaz Villa (2011):

El modelo biomédico suele abordar las cuestiones de la sexualidad


poniendo el eje en las amenazas de las enfermedades o “los efec-
tos” no deseados de la sexualidad, quedando afuera no solamente
todo contenido vinculado con los sentimientos o las relaciones hu-
manas, sino también toda referencia a los efectos “deseados” o “de-
seables” que una sexualidad rica y sana podría aportar al proceso de
subjetivación humana. Si bien para el enfoque biomédico hablar de
sexualidad en la escuela no sería necesariamente hablar de “repro-
ducción”, el énfasis que coloca en la actividad genital lleva a pensar
que la educación sexual deberá realizarse, centralmente, en los años
de la escuela media y también en el área de Biología o Educación
para la Salud. Reducida a un problema bio-médico, parecería perti-
nente la presencia de especialistas, que tratan los problemas de for-
ma “técnica”. Más allá del dudoso efecto pedagógico que pueda
tener una “charla” puntual en el marco también de materias como
Biología o Ciencias Naturales, volviendo a Foucault, se trata de otra
forma de despolitizar la sexualidad
(Morgade y otros, 2011: 38)

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La escuela “intentará” prevenir a los y las jóvenes de las enfermedades, y el emba-


razo entrará como enfermedad, castigo o reparación de necesidades insatisfechas;
y por lo tanto la sexualidad será vista como una función de un cuerpo desenfrenado
que se debe “contener”. Lo “natural” es lo dado, es presocial, y por lo tanto es algo
a dominar.
Respecto a las críticas que ha recibido este enfoque, podríamos identicar el dis-
positivo de disciplinamiento de los cuerpos desarrollado por Pierre Bourdieu; quien
explica que, se ha dado una trabajo de socialización de lo biológico o biologización
de lo social que invierte la relación entre causas y efectos, haciendo aparecer una
construcción social naturalizada (Bourdieu, 1999). Esto lleva a clasicar como “anor-
males” todas las formas de combinación de caracteres sexuales externos o internos,
y “despreciable” todas aquellas formas de elección de objeto sexual no funcionales
a la reproducción.

Este enfoque, como dijimos anteriormente, es de larga data. Algunas escenas que pueden
identicarse en las escuelas dentro de este enfoque son aquellas referidas a las charlas
que se exponen por profesionales de la salud (como médicos, enfermeros, ginecólogos,
etc.) haciendo foco en la sexualidad desde la reproducción, explicando los órganos ge-
nitales femeninos y masculinos, o las enfermedades de transmisión sexual desde imágenes
que impactan a los alumnos y alumnas, entre otras. Pareciera, como explican las autoras,
que estos profesionales son los únicos autorizados para hablar “del tema”, qué es lo con-
siderado “valioso” de transmitir y quiénes deben hacerlo. En este caso, pensamos en el rol
del docente, que “se corre” de la escena, y deja en “manos” de “otros” ese conocimiento
ya que podría considerarse “incapaz” de hablar sobre ello.

Desde esta mirada en todas las escenas de la vida escolar está puesto el foco en la idea
de que hay comportamientos o prácticas “peligrosas” y que llevan a terrenos que son
devastadores para la “especie humana”. Se observa a los niños/as y adolescentes como
sujetos vulnerables, sin posibilidad de pensar, a los cuales “se asusta” para que no hagan…

Enfoque moralista
Otro de los enfoques que tiene y ha tenido una fuerte presencia a lo largo del tiempo en
los programas educativos es el que denominamos como enfoque moralista o moralizante.
Comparte con el enfoque anterior, la idea que la sexualidad se enfoca principalmente
en la genitalidad, y además, se pone énfasis en que la sexualidad debe ser vista desde
la “moral”, es decir, desde los sistemas normativos (el “deber ser”). Es por ello que, los es-
pacios curriculares apropiados resultan ser aquellos relacionados con la formación ética,
cívica o moral; o las relacionadas con la educación religiosa en las instituciones privadas
pertenecientes a las Iglesias o cultos.
En este enfoque, el modelo que debe seguirse es aquel que plantea la “abstinencia”, la
dominación de un “impulso” que debe ser “frenado”, enseñando por ejemplo que, la ho-
mosexualidad corrompe el orden natural, o que la masturbación es una aberración.
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La “Educación para el amor”, es el nombre del Plan General y Cartillas de Estudio y Trabajo
que la Conferencia Episcopal Argentina publicó en 2007 como respuesta a la sanción de
la Ley de Educación Sexual Integral; en ella se alude como fuente principal a la creación,
ya que Dios creó al ser humano por amor, y el amor es la vocación única que “abre” al
prójimo, a la entrega para el otro; mientras que el instinto sexual es algo a “combatir”.
Ambos enfoques, el biomédico y el moralista, tienen una extensa tradición en nuestras
instituciones escolares y han silenciado realidades en las que niños/as y adolescentes se
desenvuelven, llevando a parcializar la cuestión, y a reforzar las relaciones de poder he-
gemónicas.
Nuestro desafío es reexionar sobre estos enfoques e identicar escenas de la vida escolar
que aún nos siguen retrotrayendo a ellos para justamente denunciarlos y apostar a una
educación sexual “para ser” como dice Eleonora Faur.

Enfoques emergentes
Los llamados “enfoques emergentes” son aquellos que tendieron a abrir el debate sobre
los temas que nos interesan. Podemos decir que se “acercan” más a la propuesta de la
ESI. Estos enfoques son:

La Sexología
Un enfoque que ha venido creciendo y que plantea la necesidad de orientar la edu-
cación a la enseñanza de buenas prácticas sexuales que tiendan a erradicar mitos o
creencias erróneas. Dicen las autoras:

Este enfoque entiende la sexualidad como una dimensión de la cons-


trucción de la subjetividad que está presente toda la vida. Es un conjunto
de desarrollos teóricos y de herramientas de intervención clínica más que
fructífero para abordar la temática de la sexualidad, fundamentalmente
en contextos terapéuticos y con una formación profunda en el campo de
la psicología y la medicina. Entendemos que si bien aportan interesantes
abordajes para incluir en la escuela, una formación sexológica profunda
es más un requerimiento en las consejerías en sexualidad que se brindan
en servicios de “Salud y Adolescencia” antes que un componente de la
formación docente.

(Morgade y Otros, 2011: 48)

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Enfoque centrado en los temas jurídicos

Estos enfoques, centrado en temas jurídicos, ponen el foco en las numerosas situaciones
que viven niños, niñas y adolescentes en sus hogares, en la calle o en ámbitos laborales
referidos a casos de abuso sexual, maltrato o cualquier forma de vulneración de sus dere-
chos.
Se trata de cuestiones referidas a la violación de los derechos de esos niños, niñas y jóve-
nes, y por lo tanto este enfoque aborda temas que van desde el nivel inicial al nivel medio
o secundario, haciendo foco en los derechos humanos en espacios como Formación Éti-
ca y Ciudadana.

Podemos decir que este enfoque ayuda a visualizar a los alumnos y alumnas como sujetos
de derecho, regulando la sexualidad desde el mismo, donde se debe garantizar el respe-
to. Se hace necesaria una formación especializada en leyes y en cómo es necesario abor-
dar el problema sin profundizarlo, lo cual es importante para no caer en la identicación
de la sexualidad como amenazante.

Este enfoque propone o abre la puerta a la inclusión de los derechos humanos, transmi-
tiendo en las escuelas conocimientos referidos al autocuidado y a la identicación y pre-
vención de prácticas o acciones abusivas por parte de los adultos que rodean al niño/a
y adolescente.

Hace necesario que las instituciones conozcan o establezcan aquellos protocolos que fun-
cionan para orientar las acciones que se deben llevar a cabo en caso de identicar que
los derechos de niños/as y adolescentes están siendo violados. A su vez, es importante el
trabajo en red con otras instituciones que trabajan con las infancias y adolescencias.

Veamos el siguiente video de Canticuénticos llamado “Hay secretos” que


nos ayuda a reexionar sobre lo que venimos planteando en el enfoque.
Creemos que puede ser un recurso didáctico importante para el trabajo
con la ESI en Nivel Inicial y Primario.
Disponible en: https://www.youtube.com/watch?v=mPN484uZm2g

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MODULO 1

Tradiciones, dimensiones y
fundamentos de la ESI

Enfoque de género

Este enfoque plantea una nueva mirada al trabajo con la educación sexual que viene de
la mano con los organismos de derechos humano y su demanda.
Para este enfoque, el cuerpo humano está inscripto en una red de relaciones sociales que
da sentido a su uso, cuidado, disfrute. Está fuertemente condicionado por el sector socioe-
conómico y educativo de pertenencia, las costumbres, valores del grupo social en el que
se está inmerso y las relaciones de género identicadas como hegemónicas. Por ello, “los
condicionantes sociales y culturales de la construcción de la sexualidad representan uno
de los ejes estructurantes de la educación sexual con enfoque de género.”
(Morgade et al., 2011: 49)

La importancia de introducir la noción de desigualdad desde la perspectiva de género


plantea la posibilidad de trabajar sobre las relaciones de poder que la construcción so-
cial de la sexualidad implica. Nos plantea la importancia de desarrollar en las escuelas
prácticas y acciones que ayudan a “desnaturalizar” aquello que por mucho tiempo se vio
como natural, tal como lo demostraban los primeros enfoques que expusimos. Se trata de
pensar juntos y juntas aquellos modos que operaron como lo “adecuado” para varones y
mujeres, aquello que hacía “femenina” a la mujer y “masculino” al varón.
Las limitaciones que sufren las personas a lo largo de su vida, tales como el desconoci-
miento del propio cuerpo, tiene sus raíces en la sociedad y no solo en la constitución sub-
jetiva individual.
La propuesta de este enfoque tiende a visualizar desde la vida real de niños, niñas y ado-
lescentes apuntando al conocimiento del propio cuerpo, a las diversas formas de vivirlo,
a las posibilidades de su uso desde el disfrute cuidadoso, a la construcción de relaciones
afectivas que se enmarquen dentro del respeto por sí mismo/a y de los/las demás, abor-
dando mitos y reconocimiento de prácticas abusivas condenables que no deben ser si-
lenciadas.
Es por ello que, la cuestión de los derechos es un eje importante dentro de este enfoque,
ya que se plantea el objetivo de construir un discurso universal que incluya a todos y todas,
y que sea un compromiso de los Estados.

Lectura: Morgade, G., Baez, J., Zattara, S. Díaz Villa, G. (2011) “Pedagogías,
teorías de género y tradiciones en “educación sexual”. En Morgade, G.
(comp.). Toda educación es sexual. Buenos Aires: La Crujía. Disponible en
carpeta de archivos compartidos

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MODULO 1

Tradiciones, dimensiones y
fundamentos de la ESI

Ejercicio 5
Lean el texto de Morgade y otros (2011) señalado como obligatorio
y armen un mapa conceptual con aquellos aportes que crean más
signicativos respecto a los enfoques propuestos.

Fundamentos de la ESI

Dentro de los materiales elaborados por el Ministerio de Educación de la Nación con la


creación de la Ley Nº 26.150 y la elaboración de los Lineamientos curriculares para los nive-
les educativos, se plantean cuatro fundamentos en los que la ESI se enmarca. Los mismos
son:

•Promoción de la salud

Hace referencia a promover en las escuelas el trabajo con la salud en tanto concepción
integral que va más allá de la ausencia de enfermedad. La salud es entendida desde la
perspectiva de la promoción, es un proceso que se desarrolla durante toda la vida.
Lo que se intenta es promover los factores para la salud y el desarrollo integral donde la
mirada de la salud como un derecho de las personas y una obligación del Estado.
Las instituciones escolares participan de este proceso de promoción. Por lo que, ayudar a
la escuela a revisar sus prácticas, contribuye a potenciar sus oportunidades para promo-
ver la salud y el desarrollo de quienes por ella transitan.

•La consideración de todas las personas involucradas en el hecho educativo como suje-
tos de derechos

Reere a entender la perspectiva de Derechos Humanos como marco de la ESI, lo que se


entiende como la obligatoriedad del Estado de garantizar el efectivo cumplimiento de los
derechos de las personas. La propuesta integral implica un marco más amplio con susten-
to legal legitimados por organizaciones civiles y tratados internacionales que promueven
el respeto por sí mismo y por los/las demás.
Un enfoque que tiende a considerar a las personas como sujetos de derecho y generará
propuestas de participación activa de alumnos, alumnas y familias desde una mirada del
respeto y el diálogo. Se reconoce los derechos de alumnos/as cuando se suministra infor-
mación adecuada, conable, y actualizada; cuando se consideran las opiniones, senti-
mientos y emociones; cuando el rol adulto se asume desde la orientación, conanza y
contención.
A su vez, identicar a los docentes como sujetos de derecho implica entender la necesi-
dad de reconocer su identidad profesional y brindar acciones que tiendan a la capacita-
ción, como así también el acompañamiento en los objetivos formativos de la ESI.
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MODULO 1

Tradiciones, dimensiones y
fundamentos de la ESI

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•Complejidad del hecho educativo

Cuando se habla de la complejidad del hecho educativo, se trata de identicar la parti-


cularidad de cada escuela en la implementación de una ley que prevé el desarrollo de
acciones tendientes a la educación sexual integral con todo lo que ello implica. Al ser una
ley nos plantea a los y las profesionales de la educación la obligatoriedad de trabajar en
la escuela porque es una política pública y no puede quedar librada al voluntarismo indi-
vidual.
Cuando hablamos de complejidad nos referimos también a lo que reviste el vínculo do-
cente – alumnos/as y también la necesidad del trabajo con las familias. Es por ello que se
hace particularmente importante el trabajo desde el respeto y reconocimientos de las di-
ferencias que hacen que cada niño/a y adolescente transite su crecimiento y constituyan
sus experiencias de formas diferentes.
Tenemos la oportunidad, en un contexto de democratización del sistema educativo, de
fortalecer las trayectorias de nuestros niños, niñas, adolescentes y jóvenes.

•El enfoque integral de la educación sexual

Tal como expusimos al inicio de este módulo, el concepto de sexualidad involucra múlti-
ples dimensiones, y a ellas nos referimos cuando hablamos de integralidad, que son inclui-
das en la ESI desde sus ejes, los que desarrollaremos a continuación.
Considerar a la sexualidad como construcción social y personal nos plantea revisar el modo
en que la escuela interviene explícita o implícitamente en el desarrollo de la sexualidad
de sus estudiantes, aun cuando, como ya mencionamos, silencie el tema. Ser conscientes
de estos procesos nos ayuda a mejorar nuestras intervenciones y reexionar respecto a la
importancia de garantizar el enfoque integral respetand borados para todos los niveles del
programa ESI.

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MODULO 1

Tradiciones, dimensiones y
fundamentos de la ESI

Asumir la educación sexual desde una perspectiva integral de-


manda un trabajo dirigido a promover aprendizajes desde el punto
de vista cognitivo, pero también en el plano de lo afectivo, y en las
prácticas concretas vinculadas a la vida en sociedad.
Cuando pensamos en propuestas que apuntan a generar apren-
dizajes de tipo cognitivo, entendemos que el suministro de informa-
ción cientícamente validada, acorde a cada etapa del desarrollo,
es fundamental. Sin embargo, sabemos que con la información no
alcanza, y que también es necesario trabajar sobre los prejuicios y
las creencias que sostienen actitudes discriminatorias y el conoci-
miento de derechos y obligaciones.
Con respecto al plano de la afectividad, consideramos que, desde
la escuela, es posible trabajar para desarrollar capacidades emo-
cionales como la solidaridad, la empatía, la expresión de los sen-
timientos en el marco del respeto por los y las demás. Este aspec-
to puede resultar novedoso, ya que, habitualmente, los aspectos
emocionales fueron poco abordados desde la escuela tradicional.
De alguna manera, se daba por sentado que se trataba de cues-
tiones que se aprendían espontáneamente, con la madurez que va
brindando la experiencia Teniendo en cuenta, además, la vía de
aprendizaje informal que constituye la experiencia de vivir, es po-
sible diseñar enseñanzas sistemáticas, orientadas a generar formas
de expresión de los afectos que mejoren las relaciones interpersona-
les y promuevan el crecimiento integral de las personas.
Por último, contemplamos una dimensión más relacionada con el
saber hacer, en que se promueve la adquisición de prácticas, tales
como la posibilidad de decir “no” frente a la coacción de otros y
de otras, el fortalecimiento de conductas de cuidado personal y
colectivo de la salud, y también de habilidades psicosociales, como
la expresión de sentimientos y afectos.

Ejes de la ESI

Cuando hablamos de integralidad, también hacemos referencia a los ejes que compo-
nen la ESI; ejes que se encuentran interrelacionados y solo los diferenciaremos con la inten-
ción de conceptualizarlos.

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MODULO 1

Tradiciones, dimensiones y
fundamentos de la ESI

Reconocer la perspectiva de género

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Como ya hemos abordado cuando señalamos el enfoque, y como ampliaremos luego en


el Módulo Nº 2, la perspectiva de género plantea un modo de ver la realidad y las relacio-
nes entre varones y mujeres, las cuales son relaciones sociales mediadas por cuestiones de
poder que, en la mayoría de los casos, deja a la mujer en desventaja. Cuando ello suce-
de, hablamos de vulneración de derechos tales como la violencia de género u otro tipo
de desigualdades.
Lo importante del eje:

• Reconocer la diferencia sexual entre unas y otros.


• Analizar las desigualdades entre hombres y mujeres.
• Problematizar las concepciones rígidas sobre lo considerado exclusivamente masculino
o exclusivamente femenino, identicando prejuicios y estereotipos de género, así como las
consecuencias negativas que provocan en mujeres y varones.
• Incorporar el concepto de igualdad de género para abordar las desigualdades y hacer
realidad la igualdad de todas las personas, independientemente de su género.

Respetar la diversidad

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MODULO 1

Tradiciones, dimensiones y
fundamentos de la ESI

Se pone el acento en que las personas somos todas distintas y esa singularidad es lo que
abarca el modo en que sentimos, creemos, actuamos y vivimos nuestra sexualidad. Se
propone valorar esas diferencias y enriquecernos de ellas superando así el concepto de
tolerancia.
El respeto por la diversidad en la escuela implica, por ejemplo, no presuponer que todas
las personas tengan parejas del sexo opuesto.
Lo importante del eje:

• Rescatar el signicado profundo de convivir en una sociedad plural y poner en valor la


diversidad.
• Cuestionar la “presunción de heterosexualidad”.
• Respetar la identidad de género y la orientación sexual de todas las personas.
• Rechazar la violencia y la estigmatización por orientación sexual e identidad de género,
ya que no puede haber silencio pedagógico frente a la discriminación de cualquier tipo.

Valorar la afectividad

Se trata de reconocer y visibilizar el lugar que ocupan las emociones y sentimientos en el


aprendizaje y contribuir al desarrollo de capacidades afectivas como solidaridad, respe-
to, empatía. Concebir al afecto como y al cuidado desde una visión del respeto hacia
los derechos de todos y todas.

Lo importante del eje:

• Tener en cuenta que las emociones y sentimientos están presentes en toda interac-
ción humana.
• Considerar que la afectividad puede contribuir al encuentro o desencuentro con
las otras personas con las que interactuamos cotidianamente.
• Generar las condiciones para que cada cual pueda expresar sus puntos de vista,
respetando las diferencias, sin anular las tensiones y conictos presentes en los víncu-
los.
• Respetar la intimidad propia y ajena.
• Rechazar toda manifestación coercitiva del afecto, el abuso y la violencia de
género y sexual.

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MODULO 1

Tradiciones, dimensiones y
fundamentos de la ESI

Ejercicio 6
Lean el siguiente relato. Reexionen respecto a lo que plantea desde sus experiencias personales.

“Las personas tenemos muchas maneras de relacionarnos, unas nos satisfacen, nos alegran, nos
abren a los otros y al amor. Son relaciones justas, solidarias, de cooperación. Otras relaciones no
nos satisfacen, nos entristecen, nos cierran a las demás personas y se pueden convertir en odio o
rechazo. Son relaciones injustas e insolidarias, que nos llevan a la enemistad. En las relaciones justas,
puedes sentirte a gusto, sentirte libre, expresar tus sentimientos sin miedo a que se rían de ti, porque
estás seguro o segura de ser escuchado/a, comprendido/a y ayudado/a. En las relaciones no jus-
tas, no graticantes, no te sientes a gusto, no eres libre de expresar tus emociones y tienes miedo a
que se rían de ti. Tienes miedo y todo son condiciones. Por ejemplo:
- Si expresas el miedo, eres un cobarde.
- Si lloras, no eres hombre.
- Si gritas y pataleas, no eres femenina.
- Se haces lo que el grupo quiere, te admiten; si no, no te admiten, etc.
Ese tipo de presión que alguien ejerce sobre otra persona para obligarla a actuar en el sentido que
él (o ella) lo desea se puede denominar chantaje afectivo o chantaje emocional.”

Altabe, Charo - Educación sentimental y erótica para adolescentes. Madrid, Miño y Dávila, 2000,
pp. 219-220.

Ejercer nuestros derechos

Este eje plantea a los niños, niñas, y adolescentes como sujetos de derecho con plena
capacidad para participar, hacer oír su voz, y no sufrir discriminación; y a los adultos y el
Estado como garantes de sus derechos. Hace falta generar vínculos entre alumnos/as y
docentes centrados en el respeto y la conanza, construyendo la autoridad desde allí.

Lo importante del eje:

• Considerar que la ESI no es un hecho aislado, sino que se inscribe en un marco de


políticas públicas relacionadas con la inclusión, la igualdad y el ejercicio de los dere-
chos.
• Propiciar el enfoque en los derechos vinculados con las infancias y las adolescen-
cias.
• Rescatar el papel fundamental del personal docente y de todo el personal de la
escuela como garantes de los derechos de niños, niñas y adolescentes.
• Generar las condiciones institucionales para el efectivo cumplimiento de los de-
rechos tanto de niños, niñas y adolescentes como del personal docente y de toda
persona adulta de la comunidad educativa. Promover aprendizajes vinculados con
la defensa y el ejercicio de los derechos.
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MODULO 1

Tradiciones, dimensiones y
fundamentos de la ESI

Cuidar el cuerpo

Las nociones sobre qué es y cómo vivimos el cuerpo y cuidamos nuestra salud incluyen la
dimensión biológica, al igual que los signicados y valoraciones que se le otorgan en cada
sociedad y en cada momento histórico. Esto abarca la inuencia del contexto histórico, la
cultura, la condición social, la forma de cuidarlo y de valorarlo, y las concepciones sobre
el sexo y el género que prevalecen en la sociedad de la que formamos parte.
Como ya hemos desarrollado, el concepto de salud dentro del enfoque integral de la
Educación Sexual es amplio y no abarca solo la ausencia de enfermedad, sino también
aspectos sociales, psicológicos y culturales. Por lo que es importante que cuando en la
escuela se trabaja desde este eje, incorpore otras dimensiones además de la biológica.

Lo importante del eje:

• Reconocer que el cuerpo sexuado y la salud no abarcan sólo la dimensión biológi-


ca.
• Reexionar críticamente sobre las representaciones del cuerpo y la salud en la es-
cuela y en la sociedad.
• Trabajar el cuerpo desde distintas disciplinas, como el arte, la educación física, los
medios de comunicación, etc.
• Abordar la salud desde un enfoque que la enfatice como derecho.
• Problematizar y analizar los estereotipos de belleza para varones y mujeres.
• Propiciar el cuidado del cuerpo y la promoción de la salud.

Las tres gracias, de Pablo Rubens


(1635). La pintura es parte de la
colección del Museo del Prado,
Madrid

Es importante destacar que a lo largo de todo el seminario iremos ampliando varios de


los conceptos trabajados en este primer Módulo con la intención de focalizar en algunos
que, por razones de tiempo, nos parecen acordes para la temática que intenta abordar
el curso.
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MODULO 1

Actividad Tradiciones, dimensiones y


fundamentos de la ESI
(de entrega al tutor)

Como actividad que da cierre a este primer módulo los invito


a participar en el foro que se abrirá en los días estipulados en
el cronograma. La consigna para participar es la siguiente:
Respecto a lo leído en este primer módulo, que intentó ser
introductorio para entender el recorrido transitado por ESI, les
solicito que elaboren un relato para compartir con los y las
demás que incluya:

-La forma en que ustedes han transitado la educación sexual cuando eran
estudiantes: ¿Qué recuerdan respecto a la educación sexual en su escolari-
dad? ¿Desde cuál/es enfoque/s les parece que se desarrolló?
- Comparen esa experiencia con la propuesta de la ESI, ¿Cómo se “diferen-
cian”? ¿Qué aportes consideran valiosos que se incluyen? (Si su experiencia
se centra en la propuesta de la ESI, expliquen o fundamenten por qué lo
creen así)
-Expongan una breve reexión sobre la propuesta de la “integralidad” que se
ha planteado al nal del Módulo, ¿En la institución en la que se desempeñan,
se trabaja esa “integralidad?

Los tres puntos deben verse reejados en el relato que compartan en el foro.
Pueden retomar o “dialogar” con el aportes de los y las demás

¡MANOS A LA OBRA! NOS LEEMOS EN EL FORO

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MODULO 1

Tradiciones, dimensiones y
fundamentos de la ESI

•Faur, E. “La educación en sexualidad”. En El Monitor de


la Educación. N° 11, 5° época, marzo/abril 2007, pp. 26-29.
Disponible en:
http://www.me.gov.ar/monitor/nro11/dossier1.htm

•Ley Nacional Nº 26.150

•Morgade, G., Baez, J., Zattara, S. Díaz Villa, G. (2011) “Pre-


sentación” y “Pedagogías, teorías de género y tradiciones
en “educación sexual”. En Morgade, G. (comp.). Toda edu-
cación es sexual. Buenos Aires: La Crujía, pp. 9 -52.

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MODULO 1

Tradiciones, dimensiones y
fundamentos de la ESI

Educación Sexual para el Nivel Inicial. Serie cuadernos ESI. Ministerio de educación.
Presidencia de la Nación

Educación Sexual para el Nivel Primario. Serie cuadernos ESI. Ministerio de educa-
ción. Presidencia de la Nación

Educación Sexual para el Nivel Secundario I y II. Serie cuadernos ESI. Ministerio de
educación. Presidencia de la Nación

Faur, E. “La educación en sexualidad”. En El Monitor de la Educación. N° 11, 5° época,


marzo/abril 2007, pp. 26-29. Disponible en:
http://www.me.gov.ar/monitor/nro11/dossier1.htm

Guía Federal de orientaciones para la intervención educativa en situaciones


complejas relacionadas con la vida escolar (2014). Ministerio de Educación de la
Nación

Guía para el desarrollo Institucional de la Educación Sexual Integral. 10 orien-


taciones para las escuelas. Subsecretaría de equidad y calidad educativa. Presidencia de
la Nación

Ley Nacional de Educación Sexual Integral Nº 26.150

Lineamientos curriculares para la Educación Sexual Integral. Programa Na-


cional de Educación Sexual Integral. Ministerio de Educación de la Nación. Consejo
Federal de Educación

Morgade, G. (comp.) (2011). Toda educación es sexual. Editorial La Crujía. Bue-


nos Aires

Morroni, L. (2007). “Generando géneros”. El Monitor de la Educación. Nº 11, 5º Épo-


ca, marzo/abril 2007. “Dossier: Educación Sexual”.

Revista Educación Sexual Integral. Para charlar en familia (2011). Programa Na-
cional de Educación Sexual Integral. Ministerio de Educación de la Nación.

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